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Esta ilustración está inspirada en las memorias de la infancia de la artista. Representa una perspectiva inocente de la vida a través de un ciervo y el reflejo de una mujer, que simboliza a la artista. Aunque la inocencia de la infancia es una buena defensa contra los problemas, con el tiempo se adquiere la madurez para afrontarlos, pero también se olvida la inocencia.
Esta ilustración está inspirada en las memorias de la infancia de la artista. Representa una perspectiva inocente de la vida a través de un ciervo y el reflejo de una mujer, que simboliza a la artista. Aunque la inocencia de la infancia es una buena defensa contra los problemas, con el tiempo se adquiere la madurez para afrontarlos, pero también se olvida la inocencia.
Esta ilustración está inspirada en las memorias de la infancia de la artista. Representa una perspectiva inocente de la vida a través de un ciervo y el reflejo de una mujer, que simboliza a la artista. Aunque la inocencia de la infancia es una buena defensa contra los problemas, con el tiempo se adquiere la madurez para afrontarlos, pero también se olvida la inocencia.
Dimensiones: 26 x 36 cm Imagen tomada con camara nikon y edición básica en Ph
Esta ilustración esta inspirada en memorias de la infancia. Cuando
era niña me era mas fácil concurrir a la imaginación y desvelar mundos que yacian dentro de mi, recuerdo que me gustaba leer los cuentos frente a un espejo, por que de esa forma sentía que evocaba los eventos de cada historia, era una forma de ayudarme a procesar los problemas que vivia en ese entonces. Sumergirme dentro del plano de la imaginación era poder afrontar las situaciones y revivirlas con la fantasia y la inocencia de mi niñez, si bien los adultos me decian que no entienda lo que sucedia a mi alrededor, para mi no era así. El ciervo representa esa perspectiva inocente de la vida y el reflejo de la mujer soy yo. Si bien de infantes la inocencia es la mejor arma contra los problemas que de adultos nos es dificil resolver, sin embargo con el tiempo adquirimos la madurez necesaria para afrontarlos, pero nos olvidamos de la inocencia y asi mismo del niñx que llevamos dentro. Si fuesemos capaces de recordar cuando eramos infantes y traer a nuestra psiquis el recuerdo maravilloso de la felicidad con la que jugabamos, nunca dejariamos de creer en nosotros, aún cuando la vida sea dificil, la afrontariamos con la valentia de la niñez. Titulo: The lady of the labirynth Técnica: Tinta sobre papel algodón. Dimensiones: 26 x 36 cm
Esta obra es una reinterpretación de la famosa leyenda del Laberinto
de Creta, En la mitología griega Teseo, el príncipe ateniense, (hijo de Etra y el rey Egeo), se traslada a la isla de Creta, (la isla más grande de Grecia) lugar dónde se encuentra un Laberinto que es símbolo de la confusión, el enredo, la complicación, las tinieblas, etc., en cuyo centro se resguarda el Minotauro, Teseo se propone darle muerte y así liberarse de las cadenas del ego, pero se encuentra ante el dilema de cómo salir del laberinto una vez conse- guido su propósito, entonces Ariadna, hija de Minos y de Pasífae, le entrega una bola de hilo que iría desenrollando a medida que avan- zara por el laberinto. Teseo mató al Minotauro y enseguida salió de ahí siguiendo la luz de su Conciencia, el hilo de Ariadna es el sím- bolo de la Conciencia despierta. La inconsciencia son las tinieblas y éstas últimas existen en nuestro interior. De modo que la lectura de este poderoso mito es que Teseo representa el héroe salvador pero también es símbolo de todos aquellos seres que están luchando por eliminar sus errores internos. Un significado mas obvio del laberinto es que simboliza las múltiples y difíciles elecciones de la vida. A menudo también se empleaban en los templos antiguos como rutas de iniciación o en forma mas extensa las danzas religiosas que imitaban el camino ondulante del sol o los planetas.