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Material Teórico.
1. Gramática.
Nivel Morfológico.
Nivel Sintáctico.
2. Ortografía. Reglas ortográficas.
3. Corpus de textos Literarios.
2020
Gramática. Nivel Morfológico.
Gramática es ciencia que tiene como objeto de estudio a los componentes de una lengua y sus
combinaciones. El concepto encuentra su origen en el término en latín grammatĭca y hace referencia, por
otra parte, al arte de dominar una lengua de modo correcto, tanto desde el habla como con la escritura.
La morfología (del griego μορφo morphḗ ‘forma’, y λογία logía ‘tratado o estudio’) es la rama de la
lingüística que estudia la estructura interna de las palabras para definir y clasificar sus unidades, las clases de
palabras a las que da lugar (morfología flexiva) y la formación de nuevas palabras (morfología léxica). La
palabra «morfología» fue introducida en el siglo XIX y originalmente trataba simplemente de la forma de las
palabras, aunque en su acepción más moderna, estudia fenómenos más complejos que la forma en sí.
La sintaxis es la parte de la gramática que estudia las reglas y principios que gobiernan la combinatoria de
constituyentes sintácticos y la formación de unidades superiores a estos, como los sintagmas y las oraciones
gramaticales. La sintaxis, por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las
relaciones sintagmáticas y paradigmáticas existentes entre ellas.
Nivel Morfológico.
El morfema es la unidad mínima de la lengua que posee significado léxico o gramatical. En este sentido, es
la unidad mínima aislable de análisis gramatical, y, por ello mismo, no puede ser dividida en unidades
menores. Algunos autores relacionan el concepto de morfema con el de monema.
El concepto de morfema está relacionado con la idea de la forma. La palabra morfema, de hecho, se deriva
del griego μορφή (morphḗ), que significa ‘forma’. Los morfemas, pues, son las formas que componen una
palabra, bien de tipo léxico (de significado) o gramatical (en función de las relaciones que establece con
otras palabras).
Son aquellos morfemas clíticos (con escritura autónoma) que poseen independencia y que permiten la
introducción de otros morfemas entre ellos y los lexemas. Estos pueden ser determinantes como “el”, “la”,
“los”, “las”; preposiciones como “a”, “con”, “de”, “desde”, “hacia”, “según”, etc.; conjunciones como
“aunque”, “pero”, “y”, “e”, “o”, etc.; y pronombres como di-“le”, Cuíde-“se”, “ella”, “él”, etc.
Dependientes
Son aquellos morfemas que van unidos a otro monema para consumar su significado. Es por ello que se les
conoce como morfemas gramaticales o gramemas. Estos pueden ser derivativos o flexivos:
Morfemas derivativos: estos cumplen la función de afijos, pudiendo ser sufijos, prefijos o interfijos en el
español. El sufijo es un gramema que tiene lugar luego del lexema (raíz). Por ejemplo: la palabra
“franqueable” cuenta con el sufijo “-able”, con lo que la raíz “franqu-” se convierte en un adjetivo. El prefijo
precede al lexema y, de igual forma que el sufijo, transforma una raíz en una palabra concreta. Por ejemplo,
la palabra “antisistema” cuenta con el prefijo “anti”. Por otro lado, también existen interfijos, que no poseen
un significado específico, sino que tienen la función de cohesionar el lexema con un sufijo o un prefijo
determinado. Por ejemplo, la palabra “panadera” cuenta con el interfijo “-ad-”, que sólo se encuentra ahí
para unir el lexema “pan-” y el sufijo “-ero”. En otros idiomas existe además el infijo, que cumple la misma
función del sufijo o del prefijo, pero se inserta dentro del lexema y no al final ni al comienzo de este.
Morfemas flexivos: estos cumplen la función de determinar un morfo según su número o su género, aunque
hay otros casos que tienen implicaciones sintácticas. El número gramatical determina la cantidad del lexema
que interviene, pudiendo ser este plural o singular en el español. Este tiene lugar al final de la raíz con la
letra “-s”, aunque pueden variar dependiendo de la palabra. Por ejemplo: casa (singular), casas “plural”. En
nuestro idioma también es aplicable a los verbos y los adjetivos. Por ejemplo: realizó (singular), realizaron
(plural); bonita (singular) bonitas (plural). En otros idiomas existen otros números gramaticales, así como
otras formas de enunciarlos. En cuanto al género gramatical, en el español este puede ser femenino o
masculino, y se expresa con la letra “-a” u “-o” al final del lexema, respectivamente. Por ejemplo: Ratón
(masculino), ratona (femenino); bonito (masculino), bonita (femenino). Esta terminación puede variar
dependiendo de la palabra, y es aplicable a sustantivos y adjetivos. En otros idiomas existen otros géneros
gramaticales, como el neutro.
Clases de palabras.
SUSATANTIVOS
ADJETIVOS
A DVERBIO
VERBOIDES
PREPOSICIONES
INTERJECCIONES
ARTÍCULOS
PRONOMBRES
VERBOS
SUSATANTIVOS-
Un sustantivo es una categoría gramatical o clase de palabra que se utiliza para nombrar un objeto o
sujeto. Antiguamente se asignaba al sustantivo como nombre, ya que nombra objetos, personas, lugares,
sentimientos, animales y otros seres.
El sustantivo, a su vez, puede clasificarse según las cosas a las que nombra. En primer lugar, lo sustantivos
se dividen en:
Sustantivo propio, que son los que nombran a un ser en forma concreta, ya sea un objeto o un
sujeto, de manera particular. Los sustantivos propios siempre se escriben con mayúscula y puedes
ser, por ejemplo, nombres de personas o lugares (Juan, María, Uruguay).
Sustantivo común, que son los que designan una persona, animal y objeto de manera general, como
por ejemplo mesa, silla, vaca, perro, montaña, amor, etcétera. Los sustantivos comunes se dividen,
además entre concretos y abstractos.
Sustantivos abstractos, que designan ideas y sentimientos que no pueden ser percibidos por los
sentidos, como por ejemplo libertad, felicidad, odio, compasión, etcétera.
Sustantivos concretos, cuando nombran cosas que sí se pueden percibir por los sentidos.
Podemos además diferenciar entre individuales y colectivos:
Sustantivos individuales: Nombran un ser en particular. Ej. pez, perro.
Sustantivos colectivos: Nombran de manera global o grupal los seres. Por ejemplo, “pez” es
individual y “cardumen” es colectivo.
El sustantivo puede numerarse, estamos hablando de un sustantivo contable (por ejemplo “manzana”,
“mesa”, “amigo”), por el contrario si no podemos numerar pero sí medir, hablamos de sustantivo no
contable (“agua”, “azúcar”, por ejemplo, no podemos decir dos azúcares pero sí un kilo de azúcar).
Otra clasificación que se puede emplear es la de dividir entre sustantivos primitivos y derivados (derivan
de otro sustantivo, como por ejemplo “zapatería”, “heladería”, “panadería”). También es posible indicar si
un sustantivo es simple o compuesto (en el caso de “lavarropas”, “paraguas” por ejemplo
Los sustantivos poseen género (femenino o masculino) y número (singular o plural). La mayoría de
los sustantivos pueden modificarse de masculino a femenino y viceversa, así como ser singular o plural. La
mayoría de los sustantivos femeninos terminan con la vocal –a mientras que los masculinos con la vocal –o.
Por eso es que podemos, por ejemplo, decir gato y gata, perro y perra. Sin embargo, en algunos casos, el
significado se modifica, como por ejemplo canasto y canasta (cambia el tamaño del objeto). Algunos
femeninos son completamente diferentes a su masculino, como pasa con caballo y yegua o actor y actriz.
Algunos sustantivos se escriben igual en singular y plural como por ejemplo tórax, clímax, caries.
A DVERBIO
Existen distintos criterios para clasificar los adjetivos. Una clasificación general de los adjetivos consiste en
dividirlos entre adjetivos determinativos, adjetivos relacionales y adjetivos calificativos.
Adjetivos determinativos
Los adjetivos determinativos se caracterizan por establecer una relación en el tiempo o en el espacio en
relación al hablante. Dentro de los adjetivos determinativos podemos diferenciar entre:
Adjetivos demostrativos: Este, Esta, Aquel, …
Adjetivos posesivos: Mi, Nuestra, Vuestra, …
Adjetivos indefinidos: Algunos, Ningunos, Varios, …
Este tipo de adjetivos no definen una característica propia del objeto sino que limitan su alcance.
También es importante tener en cuenta que estas palabras sólo actúan como adjetivos si van acompañadas de
un sustantivo. Estas mismas palabras pueden ser pronombres determinativos si aparecen aisladas, es decir,
sin complementar a un sustantivo. Esta diferencia es crucial para no confundir adjetivos y pronombres.
Este libro es muy interesante → Adjetivo
Adjetivos relacionales
Los adjetivos relacionales son los adjetivos que indican la pertenencia a una clase o grupo concretos. Por
ejemplo, algunos adjetivos que entran dentro de esta categoría son: musical, nacional, laboral, solar, etc.
Todos estos adjetivos indican una clase de entidades dentro de la cual se encuentra el sustantivo que
califican.
La principal característica de este tipo de adjetivos es que no aceptan grados. Es decir, no pueden utilizarse
en forma comparativa o superlativa. Por ejemplo, no es correcto utilizar estos adjetivos como:
musicalísimo, más laboral que, …
En algunos casos puede resultar confuso identificar un adjetivo relacional. A veces el mismo adjetivo
puede tener un significado relacional dentro de un contexto y actuar también de forma calificativa en otro
contexto.
Si el adjetivo puede ser expresado de forma comparativa o superlativa, entonces hablamos de adjetivos
calificativos.
Adjetivos calificativos
Los adjetivos calificativos son el tipo de adjetivos más conocidos y se utilizan para expresar directamente
una característica propia del sustantivo: una casa grande, un coche moderno, etc.
A su vez, los adjetivos calificativos pueden clasificarse según su función o según su grado.
Adjetivos calificativos según su función
Los adjetivos calificativos pueden clasificarse según si su función es restrictiva o no restrictiva.
Si la función es no restrictiva, esto significa simplemente que el adjetivo tiene una función explicativa. Es
decir, el adjetivo expresa una propiedad del sustantivo, pero no pretende establecer una selección o
distinguir el sustantivo específicamente dentro de un grupo. Por ejemplo, en el sintagma “la interesante
teoría del científico”, el adjetivo interesante expresa una característica de la teoría, pero no sirve
directamente para distinguir esta teoría de otras teorías.
Si, en cambio, la función del adjetivo es restrictiva, esto significa que el adjetivo sirve para concretar el tipo
de sustantivo al que nos referimos. En este caso se habla también de adjetivos especificativos. Por ejemplo,
en el sintagma “el libro nuevo”, el adjetivo nuevo tiene una función restrictiva porque sirve para concretar
exactamente a qué libro nos referimos.
Adjetivos calificativos según su grado
Los adjetivos calificativos pueden clasificarse también en función de su grado. Esto significa que podemos
expresar en qué medida se aplica un adjetivo en relación a otros casos.
Los tres grados de un adjetivo calificativo son: positivo, comparativo y superlativo.
Grado positivo
El grado positivo es el grado en el que simplemente se incluye un adjetivo sin expresar una relación
respecto a otros casos. En este caso neutro simplemente se expresa una propiedad del sustantivo.
La música es relajante.
Grado comparativo
El grado comparativo expresa una relación de inferioridad, igualdad o superioridad respecto a otro caso
comparable.
Inferioridad: El tren es menos seguro que el avión.
Igualdad: Esta moto es tan rápida como este coche.
Superioridad: La bicicleta es más cómoda que el monopatín.
Grado superlativo
Finalmente, el grado superlativo expresa el grado de máxima superioridad. Por ejemplo,
Es un diamante carísimo.
Dentro del grado superlativo puede distinguirse entre el superlativo absoluto y el superlativo relativo.
El superlativo absoluto se forma generalmente con el sufijo -ísimo como en el ejemplo anterior. Algunos
adjetivos forman el superlativo con otro sufijo. Por ejemplo, pobre → paupérrimo.
Por su parte, el superlativo relativo expresa también el grado máximo de superioridad, pero limitado dentro
de un grupo. Por ejemplo,
Antonio era el hombre más feliz del barrio.
Es importante no confundir el grado superlativo relativo con un comparativo de superioridad.
VERBOIDES
El origen etimológico de “verboide” lleva a comprender un poco más el porqué de su nombre. Por su
parte, el vocablo “verbo”, que es el lexema o raíz, proviene del latín verbum que significa “palabra” —
aunque pueden encontrarse otras acepciones en lenguas antiguas—. El sufijo “oide” proviene del griego
eides que significa “apariencia”.
Entonces, un “verboide” —etimológicamente hablando— puede entenderse como algo que semeja a un
verbo pero que no cumple sus funciones reales.
Los verboides son las formas impersonales de los verbos. No responden directamente a un sujeto sino
que requieren de auxiliares y/o preposiciones para poder ser empleados. El verboide es un elemento
gramatical que complementa y da razón a los verbos auxiliares cuando estos se conjugan para conformar las
oraciones.
Los verboides (salvo el participio, del cual se hablará más adelante) están completamente faltos de los
rasgos usuales que poseen las formas verbales comunes. Entre estos rasgos están: los que dan razón del
número, el género, el modo y el tiempo.
Tipos de verboides
Infinitivo
El infinitivo es considerado un derivado verbal. Con respecto a las oraciones, desempeña el papel de
sustantivo.
Al infinitivo se le identifica rápidamente por sus tres posibles terminaciones: “ar”, de los verbos de primera
conjugación; “er”, de la segunda conjugación; e “ir”, de la tercera conjugación, respectivamente (cantar,
correr, reír, por nombrar algunos).
A las terminaciones “ar”, “er” e “ir” se les llama formas “simples” del infinitivo. El infinitivo también se
puede presentar de forma compuesta; es decir: cuando cumple función de auxiliar (invariable, por supuesto).
Gerundio
El gerundio es un verboide con carácter adverbial. Para formarlo se usa la raíz del verbo más las
terminaciones “ando” (para la primera terminación verbal, “ar”) o “endo” (para la segunda y tercera
terminación verbal, “er” e “ir”), respectivamente.
El gerundio tiene la particularidad de que, al construirse en pasado o en presente, da una sensación de
“continuidad”, puesto que la acción que genera nunca termina, siempre “es”. Por ejemplo: “está
caminando”.
Entre los usos principales del gerundio se encuentran acompañarse del verbo “estar” para referirse a una
actividad que se ejecuta simultáneamente con otra, y acompañarse con verbos de acción para lograr
transmitir modo.
Participio
El participio es un verboide que cumple funciones de adjetivo. Tiene sus orígenes en la manera de
conjugación del participio pasado del latín. En la lengua castellana, el participio se presenta siempre como
voz pasiva en pasado y es usado como complemento para lograr las formas perfectas de conjugación.
El verboide participio, sintácticamente hablando, también posee algunas propiedades de los adjetivos, por lo
que puede alterar a los sustantivos con los que se relacionan en las oraciones.
PREPOSICIONES
Las preposiciones son nexos que relacionan los diferentes elementos de una oración. Se utilizan para
indicar origen, procedencia, dirección, destino, medio, motivo o posesión. Las preposiciones son palabras
invariables, es decir, no tienen desinencia, género ni número.
Las preposiciones son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, mediante, para,
por, según, sin, so, sobre y tras. En 2009, la RAE sumó cuatro nuevas: durante, mediante, vía y versus.
a durante según
ante en sin
bajo entre so
de para vía
desde por
Los artículos definidos son aquellos que hablan de algo conocido y que se puedes identificar.
Los artículos indefinidos son aquellos que hablan de algo no conocido o que no se puede identificar.
En la siguiente tabla se presentan algunos ejemplos clasificados de acuerdo al tipo de artículo, género y
número.
Preposició
Artículo Contracción Ejemplos
n
=
a + el al Voy al campo
Vengo del
de el del
banco
INTERJECCIONES
La interjección es una clase de palabras de las lenguas naturales que no constituye una parte de la oración.
Equivalen a oraciones que expresan un sentimiento vivo (¡ay!), una llamada enérgica (¡eh!) o describen
elementalmente una acción (¡zas!, zigzag) sin ser léxica y gramaticalmente organizadas. Son signos
pregramaticales que desempeñan las tres funciones elementales del lenguaje: expresiva, conativa o
representativa.
Se cree que constituyen restos de la forma más antigua, primitiva o sintética de lenguaje. Algunas de sus
funciones, fuera de la de expresar o desahogar un sentimiento, son apelar al interlocutor, saludarlo,
despedirlo, darle conformidad o agradecimiento, etc.; por ejemplo, en español:
¡Alto!: se usa como llamada de pausa imperativa.
¡Ay!: se emplea para expresar un sentimiento vivo.
¡Eh!: se usa para preguntar, llamar, despreciar, reprender o advertir.
¡Hola!: se usa como salutación de apertura de conversación.
Por lo tanto, son semánticamente equivalentes a una oración completa, y expresan o describen
elementalmente una acción sin estar sintácticamente organizados, por ello puede considerarse que no son
una parte de la oración (aunque algunos gramáticos las incluyen en el inventario de clases de palabras), sino
que son signos lingüísticos pregramaticales que desempeñan las tres funciones del lenguaje según Karl
Bühler: expresiva, conativa y representativa. Generalmente se escriben con signos de admiración en aquellos
sistemas de escritura que los tienen, aunque existen algunas interjecciones de sentido interrogativo o
confirmativo de lo antes expresado que ocasionalmente se intercalan en una oración y se escriben si es
posible con signos de interrogación.
Interjecciones propias.
Las interjecciones propias, o propiamente dichas se emplean únicamente como interjecciones y constituyen una sola
palabra, comprendida entre signos de admiración o de interrogación. Ejemplos:
¡abur!: sirve para despedirse.
¡agur!: sirve para despedirse.
¡ah!: sirve para expresar asombro, comprensión de lo oído, sorpresa, placer.
¡alá!: para infundir aliento, meter prisa, mostrar sorpresa, llamar o denotar la persistencia en una
marcha.
¡ale!: para infundir aliento, meter prisa, mostrar sorpresa, llamar o denotar la persistencia en una
marcha.
¡arre!: para azuzar a un caballo, indicando que se desea avanzar, en el español mexicano del Norte
para afirmar, y también se usa en el español rioplatense para representar algo irónico
o «¡Arre, caballo!» (para azuzar un caballo) «Arre, dijiste eso y te pasó» (ironía) «Arre, vamos
a la plaza.»
¡aúpa!: sirve para animar a alguien a levantarse o a levantar algo. La usan especialmente los niños
cuando quieren que los cojan en brazos.
¡bah!: sirve para expresar desprecio, desinterés.
¡chao!: coloquial, adiós o hasta luego.
¡chitón!: para pedir silencio.
¡ea!4: usada en España para llamar la atención.
¡eh!: sirve para expresar rechazo, desaprobación de lo excesivo, sorpresa.
¿eh?: siendo una forma interrogativa, expresa duda de haber comprendido lo oído, o una solicitud de
que se repita algo que no fue atentamente escuchado; también se emplea en el contexto de un
discurso, como una suerte de consulta acerca de si se ha comprendido lo expresado, o si se está de
acuerdo con ello. Es una de las pocas interjecciones que eventualmente pueden intercalarse en una
oración, con ese sentido:
o ―Camina con cuidado para no caerte.
o ― ¿Eh?
¡epa!: expresión usada en América Latina como advertencia o para llamar la atención. En Venezuela
es común usarla como saludo informal (especialmente entre los hombres).
o «¡Guay, que se nos vienen encima!»
¡hala!: para infundir aliento, meter prisa, mostrar sorpresa, llamar o denotar la persistencia en una
marcha. Por ejemplo: «¡Hala, hala, no os detengáis que se nos hace tarde!». Se utiliza en España.
¡hale!: para infundir aliento, meter prisa, mostrar sorpresa, llamar o denotar la persistencia en una
marcha.
¡hola!: expresa bienvenida, saludo, satisfacción por el encuentro con la persona a quien es dirigido.
¡huy!: expresa asombro, sorpresa por algo insólito. Según la RAE se puede escribir con hache o sin
ella.5
¡oh!: expresa asombro, admiración.
¡ole!: sirve para animar y aplaudir.
¡olé!4: sirve para animar y aplaudir.
¡ojalá!: expresa un deseo de que algo se realice. Sería una palabra de origen árabe, proveniente de
los tiempos históricos en que el sur de la península ibérica estaba ocupado por los moros, siendo
contracción de inch Alá (‘quiera Dios’). Es una palabra que frecuentemente no es empleada como
interjección, incorporándose a una oración: «Ojalá que no llueva».
o ―Quizá mañana no llueva.
o ― ¡Ojalá!
¡órale!: para exhortar o para manifestar asombro o aceptación. Coloquial en El Salvador, Guatemala,
Honduras y México.
¡uf!4 sirve para denotar cansancio, fastidio o sofocación.
¡uh!: para denotar desilusión o desdén.
¡uy!: expresa asombro, sorpresa por algo insólito. Según la RAE se puede escribir con hache o sin
ella.
Interjecciones impropias
Las interjecciones impropias son formas creadas a partir de sustantivos o sintagmas nominales (¡cielos!,
¡hombre!, ¡Virgen santa!), verbos (¡arrea! ¡venga!), adverbios (¡adelante! ¡fuera!) o adjetivos (¡bravo!), de
forma que no son interjecciones idiomáticamente puras. Se emplean como interjecciones por su
significación usual: «¡Socorro!», «¡caracoles!», «¡diablos!», «¡rayos y centellas!» Algunas expresiones de
este tipo son consideradas palabras de lenguaje soez.
Locuciones interjectivas
Son aquellas locuciones equivalentes a una interjección que constan de dos o más elementos y forman
habitualmente sintagmas: «¡Mi madre!», «Madre mía», «¡Dios santo!».
Sintagmas interjectivos
Son aquellos cuyo núcleo es una interjección propia o impropia y sus complementos, pero no pueden
sustituirse por una interjección: «¡Ay de mí!»; «¡Ay de los vencidos!» «¡Cuidado con el perro!»
Clasificación mixta
Los gramáticos Manuel Seco, Leonardo Gómez Torrego y José Martínez de Sousa clasifican las
interjecciones con criterios mixtos: por sus funciones comunicativas y por su morfología o estructura.
Interjecciones imitativas
Se han formado como onomatopeyas con la intención de imitar ruidos de la realidad: ¡Zas! ¡Pum! ¡Chas!
¡Miau! Este carácter icónico las asociaría a la función representativa del lenguaje.
Interjecciones expresivas.
En otros casos las interjecciones no tratan de imitar, sino de expresar sensaciones o emociones del hablante:
¡Ah! ¡Oh! ¡Qué gusto! ¡Uf! ¡Qué descanso! Por ello pertenecerían a la función expresiva del lenguaje.
Interjecciones apelativas
Este grupo se utiliza para iniciar o concluir la comunicación, establecer contacto con el oyente antes de
emitir el mensaje o para actuar sobre la voluntad del receptor; pertenecerían así a la función conativa o
apelativa del lenguaje: ¡Chist!, vengan ustedes por este lado ¡Aúpa!, que tú puedes. ¡Hola! ¡Hasta pronto!
Interjecciones por traslación
Ciertas palabras tónicas o grupos de palabras que en sí no son interjecciones pueden tomar una entonación
exclamativa y se hacen valer por interjecciones: ¡Hombre!, ¡Hay que jorobarse!, ¡Anda ya!6
Clasificación semántica
Por su significado, la Nueva gramática básica de la lengua española (2011) distingue entre interjecciones
apelativas o directivas e interjecciones expresivas o sintomáticas.
Interjecciones apelativas o directivas
Están orientadas hacia el oyente, es decir, se dirigen a un destinatario con la intención de moverlo a la
acción o provocar alguna reacción emocional en él: "¡Ah del barco!". Un grupo de ellas poseen alguna
función social, como saludar, despedirse, brindar etcétera: ¡hola, adiós, chao, gracias, de nada, ojo,
cuidado, órale, ánimo...! Otro se dirige a animales: ¡zape, arre, pitas, so...!'
Interjecciones expresivas o sintomáticas
Se orientan hacia el hablante manifestando o desahogando sus sensaciones, sentimientos y otros estados de
ánimo: ¡ajá, ay, caramba, lástima, maldición...!
PRONOMBRES
El verbo, tal como se aprecia en el apartado anterior, forma parte de la oración léxica que le brinda una
expresión de movimiento, existencia, acción, condición, consecución o estado al sujeto. En sí, esta
palabra tiene la representación de una predicación. Si se analiza una oración, el verbo que se conjuga
funciona correctamente como el núcleo sintáctico del predicado. Si este se encuentra conjugado, entonces
ocupa el núcleo de tiempo. En caso contrario, entonces el verbo ocupa una unidad simple.
Estos vocablos se emplean diariamente, permiten que el lenguaje de las civilizaciones esté completo, se
entienda y pueda tener congruencia, coherencia y sentido a la hora de comunicarse unos entre otros. En
cualquier oración, bien sea escrita o hablada, se menciona una palabra que informa qué es lo que se está
haciendo, cómo se hace y en qué momento se realiza, es decir, se da conocimiento sobre la acción que se
está llevando a cabo. Justo esa palabra, es el verbo. Este es imperativo en cualquier oración y, de hecho,
pueden existir variosde ellos en un solo párrafo, pudiendo ser verbos conjugados, verbos en pretérito, verbos
en pasado simple, verbos en presente o un verbo imperativo.
El número
Respecto al número verbal, es la forma básica que tiene un verbo para lograr indicar la relación número –
sujeto en un texto, es decir, indica la cantidad de personas que participan en una oración, párrafo o texto en
general.
Plural: indica que la acción está siendo realizada por dos o más personas. Un ejemplo práctico de
esto es, José, María y Fernando están corriendo en el parque. En la oración se especifica el número
de personas y, como extra, se habla del tiempo (este siempre estará presente en todos los textos).
Singular: es utilizado para expresar que en un texto, se habla solamente de una persona o que la
acción ha sido empleada por un sujeto en específico. “Laura ha pasado el examen” este ejemplar
habla de una sola persona.
La persona
Por último, están las personas. Estas se encargan de designar no sólo a las personas, sino también las cosas,
pudiendo referirse a un nombramiento en primera, segunda o tercera persona.
1. Primera persona: se está frente a este modo verbal cuando se indica un pronombre, identificando
así que es esa la persona que está hablando o narrando. Por ejemplo, “Yo iré de compras en 5 minutos”
El pronombre YO indico que se habla en primera persona. También es posible hablar en primera persona
con pronombres en plural: “Nosotros vamos de compras en 5 minutos”
2. Segunda persona: en este caso, se indica a la persona a la cual se está hablando, utilizando
pronombres de segunda persona como tú, ti, contigo o te. Ejemplo, “tú estás haciendo algo muy
malo”. Tal como en el caso anterior, también es posible hablar en segunda persona con pronombres
plurales: “Ustedes están haciendo algo muy malo”.
3. Tercera persona: acá se indica a la persona de la cual se está hablando en un texto, oración o
párrafo. Los pronombres empleados en este caso son él, ella, ello, la o lo. “Ella se fue a la casa de su
amiga”. Si se habla en modo pribal, entonces se utilizan pronombres de tercera persona como ellos,
ellas, las o los. “Ellos se fueron a la casa de una amiga”.
4. No personal: estos carecen de pronombres personales, pues, como se indica en su nombre, no
hay persona a la cual mencionar. Generalmente se emplea en textos meteorológicos. Se utiliza en
tercera persona singular (Habrá una fuerte lluvia) o impersonal (se habla de la aproximación de una
fuerte lluvia). En este apartado, la persona no es imperativa o esencial para poder realizar una
conjugación de verbos. Los verbos impersonales también se clasifican infinitivos, gerundios y
participios. Los vocablos impersonales gerundios son aquellos que poseen valores adverbiales
(terminan en ando, ejemplo, andando, cargando, etc)
Los participios son aquellos que cuyo valor es adjetival, flexionados por número y género como
cualquiera de los adjetivos existentes, además, terminan en ado o ido, siempre en masculino y
singular. Ej: (Corrido, nadado, etc.)
Conjugación del verbo.
Los verbos nos permiten expresar acciones que se refieren al pasado, el presente o el futuro. En el área de
la gramática, el término conjugación alude a la serie ordenada de todas las formas verbales, producto de
agregar al lexema del verbo, los morfemas de la persona, el número, el tiempo y el modo.
Conjugar un verbo es presentarlo junto con los pronombres personales en singular y plural (yo, tú, él,
nosotros, tú y ellos). Se puede hacer con tiempos simples, es decir, con una sola forma verbal (yo corrí, ellos
eran, él sabe …) o con tiempos compuestos (el verbo tener como auxiliar más el principio de un verbo).
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Indicativo
Presente
yo soy
tú eres
él es
nosotros somos
vosotros sois
ellos son
Pretérito perfecto compuesto
yo he sido
tú has sido
él ha sido
nosotros hemos sido
vosotros habéis sido
ellos han sido
Pretérito imperfecto
yo era
tú eras
él era
nosotros éramos
vosotros erais
ellos eran
Pretérito pluscuamperfecto
yo había sido
tú habías sido
él había sido
nosotros habíamos sido
vosotros habíais sido
ellos habían sido
Pretérito perfecto simple
yo fui
tú fuiste
él fue
nosotros fuimos
vosotros fuisteis
ellos fueron
Pretérito anterior
yo hube sido
tú hubiste sido
él hubo sido
nosotros hubimos sido
vosotros hubisteis sido
ellos hubieron sido
Futuro
yo seré
tú serás
él será
nosotros seremos
vosotros seréis
ellos serán
Futuro perfecto
yo habré sido
tú habrás sido
él habrá sido
nosotros habremos sido
vosotros habréis sido
ellos habrán sido
Condicional
yo sería
tú serías
él sería
nosotros seríamos
vosotros seríais
ellos serían
Condicional perfecto
yo habría sido
tú habrías sido
él habría sido
nosotros habríamos sido
vosotros habríais sido
ellos habrían sido
SINTASIS
Nivel Sintáctico.
Las oraciones pueden ser bimembres o unimembres. Las bimembres presentan dos construcciones
interdependientes: el sujeto y el predicado. El núcleo del sujeto es un sustantivo o un pronombre que
coincide en persona y en número con el núcleo del predicado, que es un verbo conjugado. Este fenómeno se
denomina concordancia. Por ejemplo:
Las oraciones unimembres no se dividen en sujeto y predicado. Pueden estar formadas por construcciones
sin verbos como exclamaciones (¡Qué tarde!) o construcciones sustantivas (Los mejores helados), por
construcciones con verbos impersonales como haber (hay muchos libros en la repisa) o por verbos que
indican fenómenos meteorológicos o el paso del tiempo (graniza en la ciudad/hace muchos años).
Clases de sujeto y predicado.
Tanto el sujeto como el predicado pueden ser simples (s) o compuestos (c) según tengan uno p más núcleos
unidos por un nexo coordinante (n/c). por ejemplo:
S p O.B
La publicidad y la propaganda son los contenidos más importantes de esta unidad.
n n nv
s p
La propaganda informa y convence a los destinatarios
n nv nv
Los nexos coordinantes son conjunciones que ponen en relación palabras o construcciones de igual
jerarquía. Si indican unión, son copulativos (y,e ni) si indican opción, disyuntivos (o, u o bien); cuando
establecen una relación de oposición, son adversativos (pero, no obstante, sin embargo); si introducen una
consecuencia, con consecutivos (por eso, asi que, por lo tanto, entonces).
El sujeto puede ser expreso (ES) si esta explicito en la oración o tácito (ST) si se infiere por la desinencia
verbal.
Ejercitación:
LENGUA Y LITERATURA
PRIMER AÑO.
TURNO TARDE.
DOCENTE: OLMOS, SUSANA M.
Actividad:
1-
1. Clasificar los siguientes sustantivos:
Sor Juana Inés de la Cruz, abecedario, María, soledad, mosca, tableta, Mendoza, Castillo, alameda, Río
Negro, lapicera, accidente, escritorio, amor, Arboleda, Soledad, silla, árbol, Neuquén, Sofía,
archipiélago, Benjamín, hoja, Bandada, pizarra, maestro, flor, camisa, lapicera, constelación, Alexis,
René Gerónimo Favaloro Muchedumbre, Valle Viejo, Santa María, Jean Martin Charcot computadora,
conversación, amor, Maidana, Manada, Agüero, castillo, heladera, dolor, piedad, agua, oportunidad,
bolso, Sol, sol, Córdoba, Pérez, Jauría, Salvatierra, tropa, Gabriel García Márquez, hojarasca, Ricardo
Olmos, fideos, venganza, lluvia, El Farolito, almohadilla, olla, Las
Tipas.-------------------------------------------------------------
Sustantivos
Comunes Propios
Concretos
Individuales Colectivos Abstractos
2- Identifica en las siguientes oraciones los adjetivos.
Aquella persona que está detrás del coche y cerca de la puerta de salida es mi amigo Juan. Ha venido
desde muy lejos y espera mucho de este encuentro. Lógicamente, todo dependerá del producto que
nos entregue; pero quizá podamos cerrar un buen trato. Anteayer, cuando hablamos, no me adelantó
nada; sin embargo, estaba seguro de poder conseguirlo.
VERBOIDES
2-
Estudiantes es fundamental que realicen su participación participación en el foro para que
podamos continuar con la temática.
En este capítulo comenzaremos a ver “Conjugación Verbal” en el Modo Indicativo.
Recordemos que estudiar el verbo es mirarlo desde diferentes puntos de visto: El tiempo, la
persona, el modo, el aspecto.
Cuando hablamos de modo, nos referimos específicamente a lo que el hablante expresa
acercar de esa actividad. Si lo hace desde el “Modo subjuntivo”, solo expresa un sedeo, un
anhelo. Por ejemplo: Que viniera, si lo dice desde el “Modo imperativo”, expresa una orden,
un mandato. Por ejemplo: “Cerrá la puerta”, y si lo hace desde el “Modo Indicativo” (que es
el modo que estudiaremos), simplemente informa su acción, estado o proceso. Por ejemplo:
ella despertó.
MODO INDICATIVO.
Conjuga las acciones, estados o procesos en DIEZ tiempos verbales:
1 presente.
5 pretéritos (pasado)
4 futuros.
1. PRESENTE
2. PRETÉRITO IMPERFECTO
3. PRETÉRITO PERFECTO SIMPLE
4. PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO.
5. PRETÉRITO PERFECTO COMPUESTO.
6. PRETÉRITO ANTERIOR
7. FUTURO IMPERFECTO
8. FUTURO PERFECTO
9. CONDICIONAL SIMPLE
10. CONDICIONAL COMPUESTO.
Autoaprendizaje:
1. Completar el siguiente cuadro.
PERFECTO COMPUESTO.
Yo camino. Yo Yo Yo
Tú Tú Tú Tú
Él Él Él caminó. Él
PRETÉRITO PRETÉRITO
PLUSCUMPERFECTO. ANTERIOR
Yo Yo
Tú Tú Hubiste caminado
Él Él
Nosotros Nosotros
vosotros vosotros
Yo caminaré. Yo Yo Yo
Tú Tú Tú caminarías. Tú
Él Él Él Él
PERFECTO COMPUESTO.
Yo Yo Yo Yo
Tú temes. Tú Tú Tú
Él Él Él temió. Él
PRETÉRITO PRETÉRITO
PLUSCUMPERFECTO. ANTERIOR
Yo
Tú habías temido. Yo
Él Tú
vosotros Nosotros
Ellos vosotros
Conjugación
Ellos en modo indicativo de los verbos: caminar, temer y partir.
PRETÉRITO IMPERFECTO.
Tú Tú Tú Tú
Yo temeré. Yo Yo Yo
Él Él Él partió. Él
Tú Tú Tú temerías. Tú
Nosotros Nosotros partíamos. Nosotros Nosotros
Él Él Él Él
vosotros vosotros vosotros vosotros
Nosotros Nosotros habremos Nosotros Nosotros
Ellos temido. Ellos Ellos Ellos han partido.
vosotros vosotros vosotros
vosotros
Ellos Ellos habían caminado Ellos habrían temido.
Ellos
PRETÉRITO PRETÉRITO
PLUSCUMPERFECTO. ANTERIOR
Yo Yo
Tú Tú Hubiste partido.
Él Él
FUTURO FUTURO CONDICIONAL CONDICIONAL
Nosotros Nosotros
vosotros vosotros
Yo partiré. Yo Yo Yo
Tú Tú Tú partirías. Tú
Él Él Él Él