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CURSO DE SINÓPTICOS Y HECHOS

II. Historia de las Formas (Formgeschichte)


1. Introducción

- La Historia de las Fuentes llega hasta cierto punto. Nos


deja un interrogante sobre la conservación del material
evangélico antes de la cristalización en un escrito.
Este interrogante lo retoma la Historia de las Formas:
Formgeschichte

- Después de la Primera Guerra Mundial, en cuatro años


(1919-1922) se publicaron una serie de obras que se hi-
cieron clásicas en el estudio de las formas.

- Karl Ludwig SCHMIDT, El marco de la historia de Jesús,


1919

- M. DIBELIUS, Die Formgeschichte des Evangeliums, 1919


(From Tradition to Gospel, 1934).

- R. BULTMANN, Geschichte der Synoptischer Tradition, 1921


(Libro clásico, traducido al inglés)

- M. ALBERTZ, Los relatos de controversias sinópticos,


1921

- G. BERTRAM, La historia de la Pasión de Jesús y el


culto de Cristo, 1922

- En estos cuatro años se creó y se consolidó este método


contenido en estas cinco obras.

- Después ya se publican diferentes trabajos que divulgan


y exponen el método de manera más pedagógica.

- R. BULTMANN, La investigación de los Evangelios


Sinópticos, 1926
("Study of the Synoptic Gospels", aparece en
el libro: Form Criticism, 11-76

- K.L. SCHMIDT, Fundamentos, objetivos y límites de la


F.G.aplicada a los Evangelios, RHPR (1938) 3
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- Además hay dos libros muy útiles:

- Vincent TAYLOR, The Formation of Gospel Tradition


Usa con criterio a Bultmann y Bertram, que son escépti-
cos históricamente. Taylor es un gran exegeta.

- Edgar McKNIGHT, What is Form Criticism?


Historia de la disciplina. Evalúa la crítica que se le
hizo al método y su importancia para la búsqueda del Je-
sús histórico.

- Todo esto surgió de dos nombres que son los padrinos;


son conocidos por sus estudios del A.T.

Hermann Gunkel (1862-1932)


Julius Wellhausen (1844-1918)

- H. Gunkel es uno de los más grandes eruditos del A.T.


que ha habido. Estudio especialmente el Génesis y los
Salmos. En el Génesis ya se habían descubierto las cua-
tro fuentes: J, P, E, D. Pero Gunkel observó que los re-
latos, sobre todo, los de J y E estaban hechos en base a
unidades independientes y que el relato continuo es tar-
dío y secundario. El resultado final se obtiene de uni-
dades separadas que se unieron como cuentas de un co-
llar. Se contaba con relatos aislados que explicaban p.
ej ¿Por qué los ebionitas son así?; ¿Por qué el hombre
es así?; ¿Por qué las culebras se arrastran por el sue-
lo?; ¿Por qué la atracción del hombre y la mujer? La ma-
yoría de las unidades son relatos etiológicos.

Gunkel buscó los Gattungen (géneros literarios). Se fue


individuando la forma literaria en relación a la función
que tenía. Por ejemplo, cada fiesta tiene una forma li-
teraria típica que la sirve, de tipo folklórico. Se re-
piten formas características. En países de largo in-
vierno se crean cuentos, porque oscurece temprano y la
gente se reúne a conversar: se crean leyendas (cf. En
Chiloé: el Caleuche, el Trauco, etc.).

El Génesis se enfocó de otra manera. Ya no importaba


tanto las fuentes J o E, sino los relatos en sí mismos.
Gunkel aplicó lo mismo a los Salmos y percibió formas
fijas: Salmos de invocación, de acción de gracias, sú-
plica, himno. Observó que cada tipo tiene una estructura
o forma literaria propia. Se llega a la conclusión de
que diversas estructuras o géneros sirven a diversas
funciones en la vida de la comunidad. Había momentos en
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la vida de Israel, funciones permanentes que exigía un


tipo propio de poesía. Así nació el concepto de Sitz im
Leben: ¿qué ubicación dentro de la vida de la comunidad
tiene un determinado género literario? Se trata de des-
cubrir la funcionalidad de ese género en una comunidad
que tiene sus momentos de alegría, pena, duelo, triunfo,
etc.

Se estableció la correlación: Sitz im Leben  Gattungen

(La F.G. es como el estudio científico del folklore es-


tableciendo su funcionalidad social).

Gunkel inició la Formgeschichte en el A.T.. Los pioneros


de la aplicación del método el N.T. fueron discípulos de
Gunkel.

- Julius Wellhausen (es quien dio forma definitiva a las


distintas fuentes del A.T.). En 1905 escribió una Intro-
ducción a los Evangelios donde hace la siguiente obser-
vación:

“En los Evangelios, y concretamente en Mc las secuencias


de las tradiciones y las unidades de tradición corres-
ponden a momentos diferentes o estadios diferentes”.

Lo que Gunkel vio en el A.T., Wellhausenn dice que vale


también para el N.T.: Primero existen las tradiciones
aisladas, sueltas, y la agrupación de ellas en una obra
continua es posterior.

Esta afirmación, dicha por Wellhausen al pasar fue lo


que desarrolló Schmidt en su obra pionera. Allí demues-
tra la tesis metódicamente mostrando que las suturas en-
tre una unidad y otra son tardías y redaccionales y, a
veces, ni siquiera apropiadas.

- (Ejemplo: los “chistes” nacen de algo circunstancial que


alguien dijo o hizo, que fue divertido, pero condiciona-
do a su situación concreta. Después, en el proceso de
transmisión se va quitando todo lo accesorio. Cuando el
chiste alcanza su forma más económica con la cual hace
reir, ya no la cambia más. Es como una roca que al rodar
se liman todas sus aristas hasta que queda redonda y
luego gira sin que nadie la detenga. Adquiere una forma
desligada de circunstancias: “Había una vez...”. Es co-
mún la regla del tres: “Había un chileno, un alemán y un
inglés...”).
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- ¿Cuál es la interrogante que ha dejado la Crítica de las


Fuentes?

Llegamos a cuatro documentos: Q, Mc, M, L. Pero ellos se


sitúan hacia el año 60-65 d.C. Esto plantea una serie de
problemas; uno de ellos es literario: ¿Es posible estu-
diar en forma científica las condiciones en que existió
ese material desde el año de la muerte de Jesús (aprox.
30 d.C.) hasta el tiempo en que aparecen las cuatro
fuentes? Media un período de 30-35 años.

Las cuatro fuentes no surgieron “ex nihilo”; hunden sus


raíces más atrás. ¿Podemos asomarnos al período ante-
rior? Con la crítica de las fuentes llegamos a las cua-
tro fuentes ya cristalizadas (es cierto que quedan inte-
rrogantes acerca de su extensión y límites), ¿podemos
saber cómo estaba el material antes?

En cierta medida la Crítica de las Fuentes permite ya


asomarse al tiempo anterior. Vimos, por ejemplo, en los
traslapos de Mc-Q o de L-M, que el material llegó a esas
fuentes de alguna manera ya fijado; pero, al mismo tiem-
po conserva bastante fluidez. En los aprox. 50 vs de
traslapo Mc-Q se notan cristalizaciones diferentes =>
que el material común que llegó a cada uno de esos docu-
mentos tenía fluidez y no era relato rígido con estruc-
tura fija.

Esa fluidez en la etapa anterior es presumible si se


examina la forma como Mt y Lc usaron sus fuentes escri-
tas y las modificaron, corrigieron, abreviaron, cambia-
ron de contexto, etc. ¿Qué no pasaría en el tiempo en
que el material no estaba escrito y se pasaba por trans-
misión oral?

Se concluye que este material tuvo una historia. ¿Puede


hacerse un estudio sistemático? La F.G. se presenta como
un método adecuado científico para estudiar la historia
de la tradición anterior a las fuentes escritas.

Ejemplo del logion sobre el divorcio:

Mc 10,11-12: “Si un hombre repudia a su mujer...


si ella repudia a su marido...”
(Legislación romana)
Q: Mt 5,32: “Si uno repudia a su mujer...
el que se casa con la repudiada...”
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(iniciativa absoluta del hombre en Israel).

En su forma tradicional el logion tenía dos polos y ha-


bía adquirido forma rítmica. Esta forma se conserva (es
como la piedra ya redondeada). Mc conserva la forma rít-
mica, pero cambia el segundo estiquio para que tenga va-
lidez en Roma. Mt conserva la forma rítmica, que era la
de Q con la visión de Israel, pero introduce la forma
exceptiva: “excepto en caso de fornicación”, por alguna
situación particular de sus destinatarios. Se ve cómo se
hace la historia de un dicho y cómo se adapta a las ne-
cesidades de la comunidad.

Otro ejemplo, que ya se ha mencionado, sobre como se


adapta la transmisión es el de la predicación de Juan
Bautista: “viento y fuego”-“Espíritu Santo”.

- Estamos viendo la influencia concreta que tenía la comu-


nidad en que se transmiten las palabras y hechos de Je-
sús sobre la forma que adquiere su expresión literaria.

- Hay dos modos para referirse a algo del pasado; dos mo-
dos para hacer presente algo pasado:

Reminiscencia: memoria individual tienen leyes absoluta-


Tradición: memoria comunitaria mente diferentes

- La transmisión por tradición tiene sus propias leyes de


manera que al material así transmitido puede reconocer-
se.

- Puede determinarse cuándo algo ha llegado a su forma fi-


nal escrita por vías de tradición o de reminiscencia.

- Las leyes de la tradición dejan su huella sobre el mate-


rial transmitido. Para que haya tradición se supone la
existencia de una comunidad estable (por ejemplo, la co-
munidad del Seminario, una comunidad familiar, la comu-
nidad nacional). Sólo hay tradición donde hay una comu-
nidad estable. La tradición es parte de la vida de una
comunidad; de esta manera conserva su fisonomía a través
del tiempo. La tradición y la fisonomía propia de una
comunidad son interdependientes. La comunidad es estable
y tiene una fisonomía propia gracias a una tradición
propia y la tradición es posible en una comunidad esta-
ble. (P.ej. el Seminario antiguo era una institución
permanente, un lugar muy apto para formar estas tradi-
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ciones. El Seminario actual no tiene aún una fisonomía


muy definida, porque no tiene aún esta tradición).

- El material conservado en la memoria comunitaria tiene


dos características obvias y básicas:

1. La tradición es funcional y utilitaria, por cuanto


obedece a necesidades de una comunidad en momentos es-
enciales de su vida. La comunidad no existe sin cier-
tos momentos de contacto necesarios y allí se transmi-
te la tradición. La tradición no es un proceso necesa-
riamente consciente, sino que se vive de ella. No hay
nada más implacable que la tradición: conserva sólo lo
que entra en el desenvolvimiento de la vida comunita-
ria (cf. Tradición canónica, teológica, litúrgica, es-
piritual de la Iglesia Católica Oriental diversa de la
Occidental; pero la Tradición de lo revelado por Dios,
que hace que la Iglesia sea una es la misma en toda la
Iglesia. Es lo necesario para asegurar a la enseñanza
de la Iglesia la identidad con el kerigma de los após-
toles. Se puede hacer también una reflexión sobre la
diferencia de velocidad con que se desarrollan algunas
verdades).

2. La tradición es selectiva. Retiene sólo lo que sirve a


la comunidad. No puede arrastrar un bagage que no le
sirve. Sólo carga con lo que desempeña una función
aquí y ahora.

Leyes de la transmisión oral

- El material transmitido se ve sometido a una doble ley:

- Autonomía
- Economía

Autonomía: El dicho o el hecho narrado tiende a des-


ligarse de los condicionamientos históricos, geográfi-
cos y de otras circunstancias accidentales.

"El Padre X decía...". No importa su vinculación his-


tórica de tiempo y lugar. Se constituye en una unidad
aislada de circunstancias. Por lo tanto, se convierten
en unidades independientes, que luego se ordenan en
secuencias.

Economía: Todo se ordena al centro de interés. Lo que


no sirve a este interés se pierde y cae.
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- Resumiendo podemos decir: La tradición se diferencia de


la reminiscencia en que supone una comunidad estable, es
utilitaria y selectiva y el material así recordado es
autónomo y económico.

- Esto implica que el material transmitido se encuentra


cristalizado en formas características que responden a
las necesidades y rasgos propios de la comunidad en cuyo
seno se transmite => Sitz im Leben (concepto comunita-
rio). Este es el resorte último de la Historia de las
Formas.

- La tradición es reconocible porque está vaciada en for-


mas típicas y géneros literarios, Gattungen, destinados
a servir las diversas instancias comunitarias. Es mate-
rial tradicional lo que tuvo funcionalidad y razón de
ser allí.

- Esto tiene importancia, porque no se puede conocer a Je-


sús sino en la medida en que interesó a la primera comu-
nidad cristiana. Esto es lo que conservaron y tradicio-
naron. No se conservaron, p.ej. ni sus rasgos físicos,
ni su vestimenta, ni de qué se alimentaba (de Juan Bau-
tista, en cambio, tenemos esos detalles, porque intere-
saba destacar que su atavío y forma de vida era la de un
profeta: "¿Qué habéis salido a ver al desierto?").

- Nunca se podrá saber sobre Jesús más que lo que fue de


importancia para la comunidad originaria.

- (Por la arqueología, podemos saber algo más, como es el


caso de la Sábana de Turín. Obervar la mención de Jn
20,7. ¿Es reminiscencia o tradición? ¿Qué interés tiene
esa mención?).

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