Está en la página 1de 2

EL SENTIR DE CRISTO EN NOSOTROS. FIL.

2:5-9
 Jesucristo mostro humildad y estuvo DISPUESTO a RENUNCIAR a sus derechos a fin de
obedecer a Dios y servir a la gente. Esto es algo que surge del amor por Dios y por otros.
 Pero tenemos que notar que en estos versículos el apóstol Pablo nos dice que haya en
nosotros el mismo sentir que hubo también en Cristo Jesús, es decir que para
despojarse a sí mismo y tomar la forma de siervo y estar dispuesto a morir en la cruz
para redimirnos de nuestros pecados nuestro Señor Jesucristo tuvo un sentir en él, pero
¿Cuál es el sentir de nuestro Señor Jesucristo? El sentir de ser humilde y obediente
hasta la muerte.
 Es decir que la palabra de Dios nos hace un llamado a nosotros los cristianos a tener ese
mismo sentir en nuestra vida, el sentir de ser humildes y obedientes por amor a nuestro
Dios, pues nuestro Señor Jesucristo estuvo dispuesto a morir en la cruz por amor a su
Padre Celestial y por amor a nosotros los pecadores.
TENEMOS QUE COMPRENDER PRIMERAMENTE QUE LA OBEDIENCIA EN LA VIDA CRISTIANA
TRAE GRANDES BENDICIONES DEUT. 28:1-13
Ser obediente a Dios y su palabra significa poner nuestra fe en acción, significa creer que la
palabra de Dios es verdadera, significa reconocer que Dios es nuestro padre y nuestro Señor.
Uno de los mayores reclamos que Dios nos hace como pueblo suyo que somos es que le
llamamos Señor, pero no le obedecemos Lc. 6:46,47 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, ¿y no
hacéis lo que yo digo? 47 todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os
indicaré a quién es semejante.
Debemos ser obedientes a su llamado Prov. 1:24 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí
mi mano, y no hubo quien atendiese, Debemos ser obedientes a su corrección Prov. 15:10. La
reconvención es molesta al que deja el camino; Y el que aborrece la corrección morirá.
Debemos ser obedientes al nuevo mandamiento de Jesús Jn. 13:34 Un mandamiento nuevo
os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a
otros. Nuestro Señor Jesucristo nos amó perdonándonos y nosotros en obediencia debemos
hacer lo mismo Col. 3:13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno
tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros.
PARA SER OBEDIENTES TENEMOS QUE SER HUMILDES, Y PARA SER HUMILDES TENEMOS
QUE DESPOJARNOS COMO LO HIZO NUESTRO SEÑOR JESÚS FIL. 2:5-8
Nuestro Señor Jesucristo para obedecer hasta la muerte de cruz tuvo que humillarse a sí
mismo despojándose a sí mismo de su gloria y majestad.
Nosotros para ser humildes y obedecer, tenemos que despojarnos cada día de nuestro viejo
hombre Ef. 4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos, ese viejo hombre lleno de soberbia, de vanidad, de
egoísmo.
Para despojarnos del viejo hombre tenemos que recordar todos los días lo que nos enseñan
las palabras del apóstol Pablo; Gál. 2:20. Con Cristo estoy juntamente crucificado, Y YA NO
VIVO YO, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Y así como el Padre exalto a Cristo así lo
hará con nosotros Fil. 2:9 / Lc.14:11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el
que se humilla, será enaltecido.

También podría gustarte