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CIEMAT
Jefe de la Unidad de Contaminación Atmosférica
División de Tecnologías Ambientales
Departamento de Medio Ambiente
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RESUMEN:
En el presente tema se expondrán las características básicas de la atmósfera
terrestre así como los motivos de su dinámica a escala global y sinóptica incluyendo los
sistemas de presión y frentes. Se realizará una breve explicación de los conceptos de
estabilidad y turbulencia atmosférica. Finalmente se explicarán las principales
circulaciones atmosféricas de carácter local o mesoescalar que tanto afectan al
transporte y difusión de contaminantes en muchas zonas de España.
ÍNDICE:
1. Introducción
2. Escalas de movimiento
3. Estructura térmica vertical de la atmósfera
3.1 Troposfera
3.2 Estratosfera
3.3 Mesosfera
3.4 Termosfera
4. Balance energético en la atmósfera
5. Circulación general atmosférica
6. Sistemas de presión y frentes térmicos
7. Estabilidad atmosférica
8. Conceptos de turbulencia
8.1 Origen mecánico de la turbulencia atmosférica
8.2 Origen térmico de la turbulencia atmosférica
9. Vientos locales
9.1 Brisas marinas
9.2 Vientos de ladera y de valle
9.3 Isla térmica urbana
10. Referencias
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1. Introducción:
La atmósfera es una capa delgada compuesta por una mezcla de gases. Apenas
constituye el 1% del radio terrestre, aunque los fenómenos que se producen en su seno
son de gran importancia. Actúa como escudo protector de la radiación procedente del
sol, lo que la hace imprescindible para la vida en la Tierra. Además influye de manera
determinante en la misma, sobre todo los fenómenos producidos en los primeros 10 km.
En este tema se intenta dar una visión general de las características generales de la
atmósfera, así como realizar un breve repaso a determinados fenómenos meteorológicos
que puedan influir en la dispersión de contaminantes. Para ello se analizará brevemente
en primer lugar las distintas escalas a la que se producen estos fenómenos, para después
repasar la composición físico-química de la atmósfera. También nos detendremos en
estudiar la estructura en capas de la atmósfera según la evolución de la temperatura con
la altura. Se mostrará la circulación general atmosférica. Posteriormente, se
profundizará en el concepto de estabilidad térmica y su influencia en la dispersión de
contaminantes. Por último se analizarán distintos fenómenos atmosféricos como las
brisas marinas, los vientos de valle y la “isla térmica” urbana.
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2. Escalas de movimiento:
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fenómenos como las islas térmicas urbanas, remolinos creados por algún tipo de
obstáculo o los flujos de aire dentro de las calles.
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3.1 Troposfera
Adquiere gran importancia por ser la capa atmosférica más próxima a la superficie y
por tanto donde se producen los fenómenos meteorológicos más estudiados, así como la
actividad propia de los seres vivos.
La parte de la troposfera más cerca del suelo es la capa límite. Esta capa está
influenciada por la superficie terrestre y responde a fuerzas de la superficie con un
tiempo de escala de aproximadamente una hora o incluso inferior. Aquí la
estratificación de temperatura es muy distinta a la del resto de la troposfera que
llamaremos troposfera libre. Además en esta capa límite se producen variaciones muy
importantes de la temperatura a lo largo del día y la noche. Suelen aparecer zonas con
situaciones de inestabilidad térmica (decrecimiento de la temperatura con la altitud) por
el día y de estabilidad e incluso de inversión térmica durante la noche (crecimiento de la
temperatura con la altitud). Los conceptos de estabilidad e inestabilidad térmica serán
descritos con posterioridad.
3.2 Estratosfera
3.3 Mesosfera
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En esta zona se producen aportes de calor debidos a la ionización del oxígeno
atómico, pero no son suficientes como para provocar un cambio notable en la
temperatura. Aquí las densidades de ozono son bajas como para absorber radiación y
afectar a la temperatura.
3.4 Termosfera
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Figura 3. Radiación solar.
Una pequeña parte de esta radiación es absorbida por las moléculas del aire (nitrógeno,
ozono y oxígeno, principalmente). Además, una parte variable es reflejada por las nubes
(ver figura 4).
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Un parte muy grande de la radiación solar llega a la superficie terrestre. Una parte será
reflejada dependiendo del tipo de terreno. La parte de radiación solar reflejada es
conocida como albedo. No obstante, una gran parte de la radiación solar es absorbida
por la superficie terrestre calentándola.
La superficie terrestre puede, a su vez, calentar las moléculas de aire más pegadas al
suelo por conducción, aunque esto no explica por si solo el calentamiento de la
atmósfera.
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Figura 5. Radiación solar y terrestre.
Un hecho muy importante es que una parte muy importante de esta radiación terrestre es
absorbida por la atmósfera por gases como el vapor de agua, dióxido de carbono,
principalmente, y en menor medida por el metano, ozono, etc. Este mecanismo es el
principal responsable de que la troposfera mantenga un perfil medio de temperatura
decreciente con la altura. Existen otros mecanismos de transporte de energía, además de
la radiación (importante) y la conducción (el menos importante) como son:
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Figura 6. Esquema del balance de energía del sistema tierra-atmósfera.
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5. Circulación general atmosférica
Fig. 8: Esquema simplificado de los vientos que se producirían en un planeta sin rotación.
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Fig. 9: Muestra como la rotación terrestre desvía los cuerpos en movimiento hacia la derecha del mismo en el
hemisferio norte.
Fig. 10: Representa la manera en que la fuerza de coriolis desvía de su trayectoria original los
cuerpos que se desplazan. En el hemisferio norte hacia la derecha del movimiento y en el sur hacia la
izquierda del movimiento.
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Según el esquema anterior, Las movimientos de las masas de aire se ven desviados
hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur debido a
la rotación de nuestro planeta. Sin embargo, para estudiar los movimientos horizontales
de las masa de aire es necesario además, analizar el campo de presiones sobre la Tierra.
Los valores de presión atmosférica son registrados por los barómetros situados en
observatorios terrestres y en barcos. Estos valores, tras reducirse al nivel del mar, son
anotados sobre un mapa geográfico y, posteriormente, se procede a trazar las líneas de
igual presión o isobaras. El gradiente de presión, dirigido desde las altas a las bajas
presiones, determina la intensidad de los movimientos horizontales de las masas de aire,
es decir, la fuerza de los vientos. Esto significa que cuanto más juntas se encuentren las
isobaras mayor es el gradiente y, por tanto, mayor es la intensidad con la que sopla el
viento. Por el contrario, un gradiente débil corresponderá a vientos flojos.
La estructura de las isobaras puede ser diversa, pero hay dos estructuras muy
importantes:
• Isobaras cerradas con la presión decreciendo hacia en centro. Esta
configuración corresponde a depresiones, borrascas o ciclones.
• Isobaras cerradas con la presión ascendiendo hacia el centro. Son zonas de
altas presiones o anticiclones.
Aunque la presión atmosférica sobre los diferentes puntos del planeta es muy variable,
cuando se consideran los valores promedio a lo largo de varios años, se observa que la
distribución media de las altas y bajas presiones sobre la superficie terrestre presenta una
estructura zonal, en forma de cinturones de presión media, tal y como se observa en la
Figura 11.
Fig. 11: Representa el patrón de vientos zonal característico del planeta tierra.
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• Cinturón de bajas presiones que rodea al ecuador debido al
sobrecalentamiento que tiene lugar en esa zona y que produce ascensos
verticales de masas de aire, frecuentes condensaciones y precipitaciones de
agua como ocurre en las selvas tropicales.
• Zona de vientos alisios (del NE en el hemisferio Norte y del SE en el Sur)
• Cinturones de altas presiones (llamados tropicales) alrededor de los 30° de
latitud al que corresponden la mayor parte de las zonas desérticas terrestres,
sometidas a la influencia de los grandes sistemas anticiclónicos semi-
permanentes del Pacífico y las Azores del hemisferio norte, y del Pacífico
Sud-Atlántico e Indico del hemisferio sur.
• Zona de vientos de poniente con mucha componente del Oeste.
• Cinturones subpolares de bajas presiones
• Zona de vientos del Este en zonas polares
• Zonas de altas presiones polares con aire descendiendo en el centro y
extendiéndose en la horizontal hacia la zona de bajas presiones subsolares.
A esto hay que añadir, que la distribución de océanos y continentes modifican esta
estructura debido a que en los continentes se producen calentamientos y enfriamientos de
aire más acusados que en las zonas oceánicas, así como, los efectos de las barreras
montañosas.
Estos movimientos horizontales del aire, son un esquema promedio: lógicamente, los
vientos reales instantáneos pueden diferir considerablemente de los dibujados. En
realidad, este esquema constituye una primera aproximación a los movimientos
planetarios reales. Sin embargo, esta circulación general atmosférica media, justifica
claramente la existencia de ciertos vientos conocidos desde hace tiempo, que soplan con
notable regularidad sobre la superficie terrestre (vientos alisios, polares y ponientes) y que
han sido utilizados, y aún se utilizan, en navegación.
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Fig. 12: Formación de anticiclones y borrascas 12. Una forma sencilla de comprender cómo se
generan y desarrollan estos sistemas consiste en suponer un recipiente circular plano,
calentado por el borde y enfriado por el centro, simulando el Ecuador y el Polo terrestre. El
recipiente se llena con un fluido viscoso sobre el que se depositan partículas de control que
permiten seguir el movimiento del fluido. Se le imprime un giro al recipiente y, después de un
cierto tiempo, se observan una serie de ondulaciones que se superponen al movimiento
circular zonal. A medida que pasa el tiempo, se observa una cierta deformación en dicho flujo
(Figura 12) hasta que finalmente se produce una clara circulación cerrada con giro antihorario,
que recibe el nombre de borrasca y otra de giro horario que recibe el nombre de anticiclón.
Ambos sistemas se desplazan en nuestras latitudes de Oeste a Este, arrastrados por la
circulación general de la atmósfera.
Subsidencia
A Suelo
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B
B Suelo
Fig. 13: Muestra la estructura característica de un anticiclón (A) y de una borrasca (B).
Los anticiclones son, por tanto, zonas de la atmósfera de aspecto más o menos
circular en donde la presión del aire aumenta hacia el interior: en el núcleo del anticiclón,
la presión alcanza un valor máximo. Si damos un corte vertical a un anticiclón se observa
que en la parte central del mismo el aire tiende a descender, fenómeno que se conoce por
el nombre de subsidencia. En la parte superior del anticiclón, se produce una
convergencia de aire mientras que cerca del suelo, las masas de aire divergen (figura 13).
Las borrascas o ciclones, sin embargo, son regiones de la atmósfera en las que la
presión tiende a disminuir hacia el interior, alcanzando en el núcleo su valor mínimo.
Suelen ser de menor extensión y más regulares que los anticiclones. Un corte vertical a
una borrasca refleja un ascenso de aire en la parte central, el cual viene acompañado de
una convergencia en superficie y una divergencia en altura (figura 13).
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La formación de las borrascas subsolares o de latitudes medias está relacionada con
las perturbaciones del chorro polar y se organizan a lo largo de las superficies frontales
que separan masas de aire de diferentes características de temperatura y humedad. El
ciclo de la formación de un centro de bajas presiones en la atmósfera se representa en la
Figura 15.
Fig. 15: Ciclo de formación de una borrasca. A partir del contacto entre una masa de aire
cálido y una fría se desarrolla una circulación cerrada en sentido antihorario (en el
hemisferio sur el sentido es horario) y los frentes asociados cálido y frío. Una borrasca de
latitudes medias tiene una vida de entre 3 a 7 días.
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Fig. 16: Estructura vertical de un frente cálido (izquierda) y de un frente frío (derecha).
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7. Estabilidad atmosférica
FLOTABILIDAD
TEMPERATURA DENSIDAD
• Tparcela > Texterior • ρparcela < ρexterior
Disminuye la presión => Enfriamiento
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Esto significa que el tipo de estabilidad existente en la atmósfera depende de dos
factores:
• De la variación de la temperatura de la atmósfera, que rodea a la masa de aire,
con la altura.
• De la variación de la temperatura que la masa de aire experimenta en sí misma
al desplazarse verticalmente en la atmósfera.
Sin embargo, cuando una parcela de aire seco asciende en la atmósfera, disminuye
su temperatura según una razón constante de 1K/100 m, independientemente del valor del
gradiente térmico vertical de la atmósfera que la rodea. Este valor constante recibe el
nombre gradiente adiabático seco, y se le designa como γ.
GRADIENTE GRADIENTE
ADIABATICO TERMICO
SECO VERTICAL
γ α
Fig. 19. Ilustración de los conceptos de gradiente adiabático del aire seco y gradiente
térmico vertical.
La manera en la que se obtiene este valor consiste en suponer una parcela de aire que
se encuentra sobre una superficie recalentada y que, al aumentar su temperatura, asciende
en la atmósfera aumentando su volumen. Por el Primer Principio de la Termodinámica,
cualquier variación del volumen de un sistema lleva asociado un trabajo que se produce
por intercambio de calor o por variación de la energía interna:
dQ = dU + dW [1]
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Considerando el aire seco (sin vapor de agua) y que en su ascenso no se produce
ningún intercambio de calor, lo cual no supone mucho error debido a la mala
conductividad del aire y a la poca absorción de la radiación de onda corta:
0 = dU + dW [2]
Sustituyendo en (2):
m Cp dT = v dp [3]
Por otro lado, teniendo en cuenta que la presión de la parcela de aire ascendente se
mantiene igual a del aire ambiente exterior, podemos considerar la ecuación de la
hidrostática:
dp = − ρ g dz [4]
Cp dT = − g dz [5]
Y despejando:
dT g
− = =γ [6]
dz Cp
donde γ es el gradiente adiabático seco de una parcela de aire cuyo valor es:
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ESTABLE
(α<γ)
INESTABLE NEUTRO
(α>γ) (α=γ)
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mezcla de aire y, por tanto, puede llevar a que a acercarnos a una situación de
estabilidad casi neutra. La formación de esta capa comienza a primeras horas
de la mañana, alcanza su máximo en las primeras horas de la tarde, para
posteriormente desaparecer de manera repentina al atardecer. En la parte
superior esta capa limita con otra que es estable.
Figura 22. Diagrama ilustrando como estimar la altura de la capa de mezcla a partir
de las líneas de gradiente adiabático del aire seco y el gradiente térmico vertical. Es el
punto donde una parcela de aire elevándose y enfriándose según el gradiente vertical
adiabático seco intersecta la "línea" perfil de la temperatura ambiental. Marca el nivel
máximo al que una parcela de aire puede ascender. El aire por debajo de esa altura
forma la llamada Capa de Mezcla.
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Las inversiones de temperatura suelen ir asociadas a áreas de altas presiones y
actúan como “tapaderas” de los movimientos verticales inhibiendo su desplazamiento.
En ocasiones, las inversiones de temperatura pueden mantenerse cerca del suelo (sobre
los 300-500 m) durante varios días provocando la acumulación de gran cantidad de
contaminantes en las capas bajas del aire.
8. Conceptos de turbulencia:
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al final se llega a un tamaño en el que la energía cinética de esta fluctuación turbulenta se
disipa como consecuencia de las colisiones moleculares las cuales producen calor.
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Aire rellena Aire rellena
el hueco dejado el el hueco dejado el
ascenso de aire convección ascenso de aire
Aire caliente
Las brisas marinas son un fenómeno producido por el ciclo diurno solar. Se produce
un movimiento de aire inducido por el calentamiento diferencial de la tierra y el mar
durante el día y enfriamiento durante la noche.
Durante el día en días de cielos claros, la tierra se calienta más rápidamente que el
agua del mar. Esto provoca a su vez un calentamiento en el aire de las capas próximas al
suelo y por lo tanto asciende. Este aire tiende a ser reemplazado por aire frío del mar. Se
produce un gradiente de presión entre el aire sobre el mar y el situado sobre la tierra
originando un viento en dirección mar-tierra, se genera una entrada de aire tierra
adentro.
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Figura 25. Esquema de brisas marinas durante el día mostrando el calentamiento
diferencia tierra-mar (izda) y la célula de brisa (dcha).
Durante la noche ocurre el proceso inverso, es decir la tierra se enfría más rápido
que el agua del mar provocando el movimiento contrario al anterior, la entrada del aire
es hacia el mar (viento tierra-mar), aunque esta brisa es más débil y penetra en menor
medida en el mar.
Figura 26. Esquema de brisas marinas durante la noche mostrando la célula de brisa.
En ambos casos, estos flujos superficiales se ven compensados por flujos de retorno
que, en altura, circula en dirección opuesta generando de este modo células convectivas
cerradas.
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9.2 Vientos de ladera y de valle
Los vientos de valle son también originados por el ciclo diurno solar. El calentamiento
o enfriamiento provocado en las laderas del valle por el sol es el responsable de estos
vientos.
En un valle, al principio del día la ladera soleada se calienta y el aire encima de ella
empieza a ascender (viento anabático). A mediodía, las dos laderas pueden estar soleadas y
las ascendencias de aire se dan en ambas. Por la tarde, la ladera soleada de la mañana está
en sombra, mientras que la otra está soleada dándose ascendencias de aire (figura 27).
Figura 27. Evaluación d elas circulaciones de aire en las ladras de un valle durante el
día.
Durante la noche, ambas laderas se enfría y el aire frío fluye ladera abajo (vientos
catabáticos) acumulándose en el fondo del valle, dando lugar a una fuerte inversión
térmica (figura 28).
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Los vientos de valle tiene un origen común a los vientos de ladera tratándose de una
superposición de un conjunto de circulaciones de ladera. En la figura 29, se muestra el
ciclo diario de vientos de valle. Durante el día, las laderas se han calentado y el aire fluye
ladeara arriba y valle arriba. Al atardecer, las laderas comienzan a enfriarse, comenzando a
aparecer vientos ladera bajo que van frenando el viento valle arriba hasta hacerlo
desaparecer al principio de la noche. Durante la noche los viento ladera abajo se
intensifican y van enviando masas de aire frío hacia el valle. Este aire no puede acumularse
de forma indefinida y fluye valle abajo incluso con cierta intensidad llegándose a formar
chorros de aire en el fondo del valle. Al amanecer, el calentamiento de las laderas
comienza y cesan los vientos ladera abajo cesando, por tanto, el aporte de aire de las
laderas hacia el fondo del valle debilitándose el viento valle abajo. Esta circulación surge
en caso de vientos sinópticos débiles.
Amanecer Día
Atardecer Noche
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Figura 30. Efecto de canalización de un viento sinóptico o reginal fuerte soplando
oblicuo al eje de un valle.
Fig. 31: Esquema de las circulaciones producidas en una “isla de calor urbana”.
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10. Referencias:
Haltiner G.J. and Martin F.L. (1990). Meteorología Dinámica y Física. Mc. Graw Hill
Book Company S.A. Ed. Instituto Nacional de Meteorología.
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