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CUATRO AÑOS PERDIDOS – El Espectador 7 de junio de 2022

Salomón Kalmanovitz
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El gobierno de Iván Duque pasará a la historia como uno de los más lamentables, y su titular, como
uno de los personajes más anodinos del país. Un breve balance comienza con el deterioro de las
cuentas externas: en agosto de 2018 el dólar se cotizaba en $2.800 y el 24 de junio de 2022 en
$4.137, a pesar del alza de los precios del petróleo que ha debido fortalecer la divisa nacional. La
pérdida de valor del peso refleja, entre otras causas, los déficits que causó el exceso de gasto de la
administración.
El deterioro externo hizo que se redujera la calificación crediticia del país. La agencia Fitch le dio
BBB en 2019, BBB- en abril de 2020 y la degradó otra vez en julio de 2021 a BB+. Así se elevó el
costo de endeudamiento del país y sus empresas se ven obligadas a pagar tasas de interés más
altas por sus préstamos, al representar mayores riesgos.
Duque inició su mandato con una inflación del 3 % y lo termina triplicando ese nivel, aunque no todo
fue culpa suya pues hubo una inflación global del 5 % y llovió en exceso. La inflación de alimentos
superó el 26 % en abril, contra un 2,5 % en 2018, lo que significa física hambre para el 40 % de la
población que yace en pobreza monetaria. No se tomaron medidas efectivas para paliar siquiera las
necesidades alimentarias de la gente.
Los datos de crecimiento fueron mediocres: poco más del 3 % en 2019, en 2020 la pandemia
contrajo la economía un 7 %, hubo un fuerte rebote del 9 % en 2021 y se pronostica un 4 % en 2022,
la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía colombiana. El promedio del crecimiento fue de
un magro 2,2 % durante el cuatrienio.
El desempleo que encontró Duque en 2018 fue del 9,7 % de la fuerza de trabajo, pero lo entrega en
un 11,5 % en 2022. Aun si hubiese tenido un buen desempeño en materia económica, ese no es el
rasero con que lo juzga la gente. Pesaron más su autocomplacencia y su comportamiento procaz,
sin ningún logro importante que mostrar. En una encuesta reciente de Invamer, solo un 27 % de la
población expresó una opinión favorable del presidente, apenas superando a Andrés Pastrana en
2001, que con un 24 % obtuvo el récord de impopularidad en la historia nacional.
A la gente no le gustó que el entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, intentara forzar
una reforma tributaria que elevaba los impuestos a varios elementos de la canasta familiar. En plana
pandemia, la población urbana se sintió ofendida y enardecida. Las manifestaciones de los jóvenes
en abril de 2021 fueron enfrentadas con la fuerza letal de la policía, que causó 70 muertos, cientos
de desaparecidos y miles de heridos, entre ellos varios jóvenes que resultaron tuertos a bala durante
el paro nacional. Hubo incluso respuesta armada de civiles opositores a las marchas en Cali. La
Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó las graves violaciones a los derechos de
los protestantes cometidas por el Gobierno.
El presidente mostró su solidaridad con la fuerza pública y no con las víctimas de sus acciones, y en
actitud retadora posó para las cámaras vestido con una chaqueta policial. Parece que nunca le
enseñaron empatía con los pobres de la tierra, con quienes no quiso su suerte echar. Para rematar,
salió al rescate del no tan pobre Carrasquilla, a quien nombró codirector del Banco de la República,
degradado tras de ser ministro de Hacienda en dos gobiernos uribistas. Hay que abonarle a Duque
una política eficaz para enfrentar la pandemia, pero se raja en todo lo demás.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL DÓLAR EN LATINOAMÉRICA?
El Espectador 6 jul 2022
Este miércoles el dólar siguió su ascenso y llegó a máximos históricos en Chile y Colombia, en
medio de un escenario mundial marcado por el nerviosismo ante una posible recesión en Estados
Unidos y adversas coyunturas políticas y económicas en algunos países de la región.
El dólar en Colombia rompió un nuevo récord: la divisa subió $70 y cerró en $4.353. Lo que implica
el tercer máximo histórico consecutivo en la tasa de cambio: el viernes pasado superó los $4.200, y
este martes cerró en $4.280.
De hecho, el dólar ha subido más de $200 en tan solo cinco jornadas, lo que representa el periodo
de devaluación más fuerte del año. Y es comparable al que se registró en marzo de 2020, durante
los momentos más duros para los mercados, cuando estalló la pandemia.
Aunque la tasa representativa del mercado vigente fue de $4.259,86, en algunas casas de cambio se
vendía entre $4.140 y $4.170 dólares.
El fenómeno no es exclusivo de Colombia. La divisa estadounidense llegó a cotizarse cerca del
mediodía a 1.000 pesos chilenos y cerró la jornada en 965 pesos, un nuevo máximo histórico en
medio de un fortalecimiento global y ante el retroceso del valor del cobre, la principal exportación del
país. La moneda estadounidense osciló entre los 954 pesos y los 1.000 pesos, según operadores
locales, y creció un 1,36 % con respecto a la jornada anterior, cuando cerró en 953 pesos chilenos
por dólar.
El alza de la tasa de cambio se debe, en gran medida, al temor de que estalle una recesión global en
el segundo semestre del año. La incertidumbre ha venido creciendo por el alza de tasas de interés
que la Reserva Federal de los Estados Unidos viene realizando desde marzo, también por los
recientes reportes que confirman la debilidad en las principales economías.
La incertidumbre política en Chile
El presidente chileno, Gabriel Boric, achacó el alza a factores externos, pero también a la
“incertidumbre” generada por un eventual cambio la norma constitucional, toda vez que el próximo 4
de septiembre será votado en plebiscito el proyecto de carta magna presentado públicamente ayer y
que fue elaborado durante un año por la Convención Constituyente.
“(La apreciación del dólar) es tremendamente preocupante. Hay diferentes causas como la baja del
precio del cobre (...) Ahora, también hay factores internos y en esto la incertidumbre, sin lugar a
dudas, contribuye”, consideró Boric. Y agregó que “es importante que los diferentes actores políticos”
den señales de certidumbre. Declaraciones que llegan el mismo día en que arrancó la campaña
electoral para el plebiscito.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, intentó tranquilizar el mercado afirmando que
“los factores que en el pasado hicieron a Chile especialmente vulnerable frente al tipo de cambio hoy
día ya no están”.
Argentina y sus duras restricciones
En Argentina, la continua devaluación del peso frente al dólar y la escasez de reservas
internacionales que arrastra el Banco Central desde hace casi tres años mantiene vigentes duras
restricciones y gravámenes para la compraventa de dólares en el mercado oficial.
Esto hace que particulares y empresas deban acudir a canales alternativos como los denominados
“dólares financieros” o al “mercado negro”, donde se vende el dólar paralelo, también llamado “blue”.
Es por ello que, en la controlada cotización oficial, el dólar se ha revalorizado desde el viernes
pasado un 1,34 % -de 130,25 pesos por dólar a 132 este miércoles-, mientras que, en el mercado
paralelo, la moneda estadounidense pasó de venderse a 239 pesos el viernes pasado, a 280 pesos
este lunes, para bajar a 250 hoy miércoles, es decir, una apreciación final en tres días del 4,60 %.
Además de la habitual desconfianza en el peso argentino, la subida del dólar de los últimos días está
también motivada por el efecto que ha tenido en los mercados el agravamiento de la crisis política
interna que sufre el Gobierno, después de que el sábado pasado el ministro de Economía, Martín
Guzmán, renunciara en medio de fuertes divisiones en el oficialismo.
Devaluación del peso mexicano
Por otra parte, el peso mexicano cerró este miércoles en 20,69 unidades por dólar, según el dato
oficial del Banco de México (Banxico), lo que implica su quinta jornada consecutiva de depreciación y
su peor nivel desde marzo.
El dato supone una depreciación semanal de la moneda mexicana del 2,83 %, frente al registro del
miércoles anterior -cuando el tipo de cambio cerró en 20,12-, además de una pérdida diaria del
0,53% frente al martes, cuando se cotizó en 20,58.
“La creciente volatilidad cambiaria y las preocupaciones por una posible recesión pueden llevar al
tipo de cambio al nivel de 21 pesos por dólar en el corto plazo”, comentó Gabriela Siller, directora de
análisis económico del Banco Base.
En todo caso, el peso mexicano está aún lejos de su peor nivel en lo que va del año, cuando el
pasado 8 de marzo se intercambió a 21,38 unidades por billete estadounidense, en contraste con su
mejor nivel el pasado 30 de mayo, cuando marcó una cotización de 19,5 pesos por dólar, de acuerdo
con Banxico.
Perú y Brasil no son la excepción
En Perú, el tipo de cambio cerró hoy en 3,89 soles, la cotización más alta del año desde enero
pasado, lo que representa un alza del precio del dólar del 0,90 % respecto al martes, de acuerdo con
el Banco Central de Reserva (BCRP).
Sin embargo, la cotización del sol por dólar presenta una caída de 1,62 % en los últimos doce meses
y de 2,41 % en lo que va de 2022, según el ente emisor, pues no ha vuelto a superar los 4 soles por
dólar que marcó el año pasado tras la elección de Pedro Castillo.
En tanto, en Brasil el dólar se ha fortalecido en los últimos días, después de caer un 6,2 % en el
primer semestre del año, en medio del aumento de la preocupación por el rumbo de las cuentas
fiscales del país y el creciente riesgo de una recesión global.
El billete verde se apreció este miércoles un 0,60 % frente al real y era negociado a 5,421 reales
tanto para la compra como para la venta en el tipo de cambio comercial, el mayor nivel desde enero.
En la última semana la moneda estadounidense acumula ya un alza del 3,6 %.
Todos los comentarios
Edgard Granados
Las tasas de interés en USA aumentaron de los 3% en enero hacia el 6% en la actualidad. Esto
impide que el circulante este presente en la economía de la misma manera que en 2019 - 2021 y
sube el precio de la divisa. Esa es la principal razón mecánica de la subida internacional del dólar.
Las Socioeconómicas: 1. Posible riesgo de recesión en USA, lo que hace que la gente este
ahorrando más y liquidando sus posiciones en la bolsa, lo que acelera aún más el proceso de
recesión. 2. Conflicto Ucraniano, que ha encarecido los precios de commodities como el trigo y el
petróleo a nivel USA y Mundial. 3. Problemas de Supply Chain desde finales de 2020 que aún no se
corrigen.
Las especulativas: Dependen de cada país, pero en el caso colombiano acabamos de tener
elecciones presidenciales. Es común que en TODOS los países se deprecie la moneda local frente al
USD cuando hay cambio de mandato presidencial, sin importar el tipo de Gobierno. Revisen los
cambios del USD para la elección de Pinera en Chile, de AMLO en México y de Duque y ven un
patrón ahí.
Las de humo: Lo que diga Semana, Blue Radio, RCN, Caracol entre otros.
EL DESATINO DE LOS DÍAS SIN IVA
Revista Cambio 08.07.2022 - Mauricio Cabrera
Desatino: 1. Falta de tino, tiento o acierto | 2. Locura, despropósito o error (RAE)
Cualquiera de las acepciones del diccionario de la RAE es adecuada para calificar como desatino la
medida populista de los tres días anuales sin IVA, por eso, cualquiera de los antónimos de esta
palabra también sirve para calificar el anuncio del próximo ministro de Hacienda, José Antonio
Ocampo, de que va a eliminar esa medida: es un anuncio acertado, atinado, prudente, sensato y
cuerdo.
Los argumentos contra los días sin IVA
El debate sobre la conveniencia de los días sin IVA ha sido un diálogo de sordos: el gobierno y los
comerciantes los apoyan con argumentos que son solo la defensa de sus intereses políticos o sus
utilidades. Por el contrario, la gran mayoría de los analistas y académicos los critican con
argumentos que no han sido respondidos ni refutados, y que conviene resumir acá.
El primero es el costo fiscal. Al permitir ventas sin IVA el gobierno renuncia al recaudo del 19 o el 5
% del valor de esas ventas, dependiendo de la tarifa aplicable a los bienes vendidos. Expertos como
el exministro Juan Camilo Restrepo estimaron que el costo fiscal de los tres días sin IVA del año
pasado podría llegar a los $3,4 billones, pero lo increíble e inaceptable es que no se conozca todavía
un dato oficial bien sustentado de este costo. Más adelante volveré sobre este tema.
El segundo es que se trata de un gasto fiscal que es regresivo en la medida en que no favorece a los
más pobres y vulnerables sino a los estratos medios y altos, que son los que tienen la capacidad
para adquirir electrodomésticos, computadores o teléfonos que fueron los productos más vendidos.
Además, los más pobres, al no estar bancarizados, no cuentan con tarjetas de crédito o débito que
son el medio de pago exigido para las compras sin IVA.
Tercero, en la medida en que el mayor volumen de bienes adquiridos fue importado, el beneficio se
quedó en comerciantes e importadores y no llegó a otros eslabones de la cadena, en particular a los
productores nacionales, de manera que no se impulsó la inversión local ni la innovación ni la
productividad.
Finalmente, por esta misma razón de aumento de las importaciones, es una medida ineficiente para
estimular el crecimiento económico, además de que no está demostrado que aumente las compras
de los consumidores, sino que solo cambien de fecha las decisiones de compra que se aplazan o
anticipan para ganarse el descuento.
El misterio del verdadero costo fiscal
Hasta ahora se han celebrado ocho días sin IVA. tres en 2020 y 2021 y dos en lo corrido de este
año. Según la información de la Dian, que se presenta en el cuadro siguiente, en estas jornadas se
realizaron 43,5 millones de transacciones con ventas por $66,47 billones, cifra astronómica que
equivale a casi el 6 % del PIB.
Ante la inexplicable falta de información oficial, los analistas han hecho inferencias de cuánto puede
haber sido el monto de impuestos dejado de recaudar con esta medida. Una muy plausible es
suponer que la mitad de las ventas correspondían a bienes exentos o excluidos, de manera que solo
se habrían beneficiado de la compra sin IVA transacciones por valor de $33,24 billones, que al
aplicarles la tarifa del 19 % arroja un sacrificio fiscal, es decir un monto dejado de recaudar de $6,3
billones. 
Como es una cifra con tantos ceros, conviene recordar que este el mismo monto que espera
recaudar el año entrante el gobierno con el aumento al 35 % de la tasa del impuesto a la renta de las
empresas. Es decir, se regaló innecesariamente a los consumidores toda una reforma tributaria.
Ante estas conjeturas de los analistas el gobierno ha hecho poco esfuerzo por aclarar el costo real
de su desatino. A pesar de que la ley obliga a que en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) se
informe sobre el costo fiscal de las exenciones tributarias, y es evidente que permitir compras sin IVA
es una exención, en el MFMP presentado al Congreso en 2021 no se informó sobre el menor
recaudo de la Dian en los tres días sin IVA del año 2020.
En el MFMP de 2022 sí se hizo una breve mención a lo sucedido en los tres días sin IVA del año
anterior en los siguientes términos:

Las ventas en los tres días sin IVA de 2021 sumaron COP 31,42 billones, 26% por encima de la
facturación promedio diaria (…) el costo fiscal de la medida en 2021, considerando únicamente el
recaudo de IVA generado por 40 actividades económicas que tienen bienes cubiertos por este
beneficio, correspondió a $471 mil millones (MFMP 2022, pag. 24 s.)

Y en una nota de pie de página mencionan cuál fue la metodología para llegar a la cifra de $471.000
millones, pero sin que haya la posibilidad de verificar esa información.
Con el mismo supuesto de que el beneficio de comprar sin IVA solo aplicaba a la mitad de las ventas
registradas, se llega a una conclusión muy diferente, pues se tendría un costo fiscal de $3 billones,
es decir seis veces más de lo informado por la Dian.
Una diferencia de esa magnitud entre los dos estimativos debería ser aclarada por el Ministerio de
Hacienda, ya que como todas las ventas tenían que registrarse con factura electrónica, la Dian tiene
toda la información de cada una de las transacciones con el detalle de los bienes comprados y hasta
del nombre del comprador.
Mientras se obtiene la explicación oficial se debe decir que, si el estimativo de la Dian es correcto,
entonces los días sin IVA no sirven para estimular las ventas. En efecto, si el costo fiscal en 2021 fue
de tan solo de $471.000 millones, esto implica que las ventas sin IVA fueron de solo $2,48 billones
(que es el resultado de dividir $471.000 por 0,19), lo que representa menos del 8 % del total de
ventas facturadas en esos tres días.
En este escenario se concluiría que el incremento de 26 % en las ventas se debió a promociones y
descuentos ofrecidos por los mismos almacenes, diferentes al descuento de vender sin IVA. O sea
que los comerciantes pueden organizar promociones como los black fridays ofreciendo descuentos
similares al 19 % del IVA, pero sin que el gobierno tenga que pagar por la promoción. Así se
corregiría el desatino.
Luis Carlos Sarmiento: “Aquí no se viene con el cuentico de que vamos a cambiar todo y
expropiar a todo el mundo”
Revista Semana 08.07.2022
El reconocido empresario no dio nombres, pero se refirió a la administración de Gustavo
Petro.
El empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo casi nunca interviene en política, pero aprovechó la
entrega de la obra de la nueva calzada Chirajara–Fundadores, ubicada en la ruta que de Bogotá
conduce hacia Villavicencio, para referirse a uno de los temas que inquieta a los colombianos frente
al nuevo gobierno: la reforma agraria y las ventas de las tierras subutilizadas al Estado,  según
anunció la ministra electa de Agricultura, Cecilia López.
“Primero que todo, se respetan los derechos adquiridos. Aquí no se viene con el cuentico de que
vamos a cambiar todo esto y vamos a expropiar a todo el mundo. No señor. Aquí se trabaja con
inteligencia: se diseñan los proyectos, se diseñan los mejoramientos, se hace la inversión y luego
con la inversión se compensa a cada persona que puso su tierra, con valor equivalente de una tierra
con toda clase de servicios públicos, con comunicaciones, tenemos que soñar en lo que esto merece
ser”, manifestó Sarmiento en un evento al que asistió al presidente Iván Duque y su equipo de
máximos colaboradores.
Sarmiento no dio nombres, pero claramente se refería al gobierno de Gustavo Petro, quien desde la
campaña presidencial anticipó que buscaba una redistribución de tierras entre los colombianos de
escasos recursos económicos que estén en condiciones de ponerla a producir.
En medio de la inauguración de la obra, Sarmiento Angulo dijo que uno de los mayores desafíos que
tiene Colombia en los próximos cuatro años es reducir las cifras de desempleo porque, según
él, este flagelo hace que se fortalezcan otras actividades ilegales como las que realizan los grupos
criminales.
Sarmiento, como casi todos los empresarios del país, tienen expectativa por lo que pueda pasar en
el Gobierno Petro. Más cuando la reforma agraria se convertirá en el principal asunto que llegará al
Congreso después del 7 de agosto próximo.
La ministra de Agricultura, Cecilia López, le explicó a SEMANA que la nueva administración “no
expropiará. Al contrario, comprará la tierra subutilizada”.
“Tenemos 39 millones de hectáreas en una ganadería extensiva de baja productividad y solo 7
millones de hectáreas dedicadas a la producción agrícola. La ganadería es un sector muy
importante, pero hay sistemas mucho más eficientes. Los sistemas silvopastoriles son mucho más
eficientes, requieren menos tierra, eso nos libera tierras para producción agrícola. Aquí podemos
sustituir importaciones como maíz porque estamos importando unos volúmenes muy significativos.
Se puede producir en Colombia, eso genera empleo, le da actividad productiva a muchos sectores”,
dijo.
Y aclaró que quien no quiere vender al Estado la tierra subutilizada, tendrá que pagar los impuestos
correspondientes.
“Quiero retomar la frase de Gustavo Petro: aquí se va a hacer capitalismo, pero lo que se va a
acabar es el feudalismo que se da fundamentalmente en el sector rural donde hay unas personas
que tienen inmensas propiedades y esperan cómo se valoriza una tierra. Eso no puede seguir, eso
es feudalismo, los grandes dueños de extensiones de tierra que simplemente esperan para
engordarla y venderla por metro cuadrado. Esa gente, en este momento, será objeto de la reforma
agraria. Si no quiere vender que pague impuestos”, concluyó.
EL DÓLAR CARO
Salomón Kalmanovitz – El Espectador - 11 jul 2022
El viernes pasado, el dólar rebasó el nivel de $4.380, una devaluación del 15 % en lo que va del
2022. Los fundamentos de la tasa de cambio son la oferta y la demanda de dólares: por un lado, las
exportaciones y las entradas de capital (préstamos e inversiones); por otro lado, las importaciones y
las salidas de capital que completan la balanza comercial. El dólar se ha fortalecido porque se prevé
una recesión mundial inminente y en momentos de incertidumbre sobre el futuro se constituye en
moneda refugio para millones de agentes por todo el globo.
El desequilibrio más evidente de Colombia es el exceso de importaciones (US$31.600 millones o un
aumento del 46 % sobre las del año anterior) contra las exportaciones (US$23.000 millones) entre
enero y mayo de este año. Se trata de una balanza negativa de casi US$-8.000 millones que
terminará el 2022 en unos US$-18.000 millones. Como lo hemos expresado en pasadas columnas,
el exceso de gasto público ha propiciado un buen crecimiento económico, pero al mismo tiempo ha
recrudecido el brote inflacionario, robándole poder adquisitivo a la población y deteriorando
fuertemente la balanza comercial.
Más de la mitad de las exportaciones de Colombia son de petróleo y sus derivados (56 %), que ha
tenido precios muy elevados desde el conflicto entre Rusia y Ucrania. No obstante, el precio del
combustible llegó a su máximo y comenzó a descolgarse, pues se espera que se reduzcan las
compras de vehículos nuevos en Europa y Estados Unidos, y los consumidores se están volviendo
más ahorrativos en el uso del transporte.
La inflación ha retornado con venganza a todas las economías del mundo. En Estados Unidos marcó
8,6 % para el mes de mayo y más de 8 % en la Comunidad Europea, cifras que no se veían desde
hace 40 años. En Estados Unidos el costo del transporte aumentó 19 % y el de los alimentos casi 10
%. La situación obligó al Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos a elevar su tasa de
referencia en 75 puntos básicos, cuando por lo general hace ajustes suaves de 25 puntos, al tiempo
que insinuaba que en julio iba a seguir ajustando a un ritmo similar.
En Colombia también el Banco de la República aumentó su tasa de referencia 1,5 % en junio,
cuando generalmente hacía ajustes de 0,25 %. Hoy la tasa se coloca en 7,5 % frente a una inflación
de 9,7 % , la más alta en 22 años, como lo anunció el DANE recientemente, o sea que la Junta del
banco central está todavía detrás de la curva. En todos los casos, la autoridad monetaria ha
reaccionado tardíamente frente a los brotes inflacionarios.
La inflación en Colombia estuvo jalonada por el precio de los servicios públicos, o sea que
contribuyeron a ella decisiones tomadas por el alto Gobierno. Los precios que más subieron fueron
los de restaurantes, artículos del hogar, transporte y alimentos en general.
La carne de res y derivados aumentaron 2,65 % en el mes de junio frente al mismo mes de 2021; las
comidas en establecimientos de servicio, 0,95 %; la electricidad, 1,78 % y la carne de aves, 2,06 %.
El dólar caro afecta directamente un 15 % de la canasta familiar. Además de las presiones
inflacionarias internas, causadas por excesos de demanda por el mayor gasto público de un
Gobierno desesperado, está el aumento del precio de las importaciones, que están contribuyendo al
empobrecimiento de los hogares colombianos.
El gobierno Duque termina así con el rabo entre las piernas: a los malos resultados de inflación y
devaluación de la moneda se suman graves escándalos de corrupción.

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