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El siervo sufriente Isaias 52:13-53:12

Introducción
El siervo sufriente de Isaías, es un relato del profeta, unos
700 años antes de la crucifixión, es como ha dicho alguien
“el relato de un testigo ocular”, es como si él hubiera
estado en la crucifixión y nos cuenta con detalles lo que ha
ocurrido sobre el hombre sacrificado por nuestros pecados.
Isaías es profeta, también conocido como un vidente, alguien
a quien se le ha revelado en el antiguo pacto la mayor
cantidad de detalles, acerca de Él mesías, del enviado por
Dios para restaurar lo que se había roto en Edén.
Isaías nos relata el nacimiento del mesías (Cap. 9), su
reinado (cap. 119, pero también hay juicios de Dios sobre su
pueblo y sobre las naciones, asimismo Dios identifica a
Israel como su siervo, como un pueblo que le debe obediencia,
un pueblo que sufre a causa de su pecado, que se ha alejado
de Dios para seguir su propio camino.
Dios promete salvar de manera definitiva a su pueblo,
mediante un siervo, que no es su pueblo, sino EL SIERVO de
Dios, que llevará sobre sí la responsabilidad y el peso de
salvar y reconciliar a quienes serán llamados hijos de Dios.

Texto bíblico

Isaías 52:13-53:12 Nueva Biblia de las Américas


Oigan esto: Mi Siervo prosperará, Será enaltecido, levantado y en gran manera
exaltado.
De la manera que muchos se asombraron de ti, pueblo Mío,
Así fue desfigurada Su apariencia más que la de cualquier hombre,
Y Su aspecto más que el de los hijos de los hombres.
Ciertamente Él asombrará a muchas naciones,
Los reyes cerrarán la boca ante Él.
Porque lo que no les habían contado verán,
Y lo que no habían oído entenderán.

1
¿Quién ha creído a nuestro mensaje?
¿A quién se ha revelado el brazo del SEÑOR?
Creció delante de Él como renuevo tierno,
Como raíz de tierra seca.
No tiene aspecto hermoso ni majestad
Para que lo miremos,
Ni apariencia para que lo deseemos.
Fue despreciado y desechado de los hombres,
Varón de dolores y experimentado en aflicción;
Y como uno de quien los hombres esconden el rostro,
Fue despreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades,
Y cargó con nuestros dolores.
Con todo, nosotros lo tuvimos por azotado,
Por herido de Dios y afligido.
Pero Él fue herido por nuestras transgresiones,
Molido por nuestras iniquidades.
El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él,
Y por Sus heridas hemos sido sanados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
Nos apartamos cada cual por su camino;
Pero el SEÑOR hizo que cayera sobre Él
La iniquidad de todos nosotros.
Fue oprimido y afligido,
Pero no abrió Su boca.
Como cordero que es llevado al matadero,
Y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda,
Él no abrió Su boca.
Por opresión y juicio fue quitado;
Y en cuanto a Su generación, ¿quién tuvo en cuenta
Que Él fuera cortado de la tierra de los vivientes

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Por la transgresión de mi pueblo, a quien correspondía la herida?
Se dispuso con los impíos Su sepultura,
Pero con el rico fue en Su muerte,
Aunque no había hecho violencia,
Ni había engaño en Su boca.
Pero quiso el SEÑOR Quebrantarlo, sometiéndolo a padecimiento.
Cuando Él se entregue a Sí mismo como ofrenda de expiación,
Verá a Su descendencia,
Prolongará Sus días,
Y la voluntad del SEÑOR en Su mano prosperará.
Debido a la angustia de Su alma,
Él lo verá y quedará satisfecho.
Por Su conocimiento, el Justo,
Mi Siervo, justificará a muchos,
Y cargará las iniquidades de ellos.
Por tanto, Yo le daré parte con los grandes
Y con los fuertes repartirá despojos,
Porque derramó Su alma hasta la muerte
Y con los transgresores fue contado;
Llevó el pecado de muchos,
E intercedió por los transgresores.

Desarrollo
El siervo es alguien que al final de sus días será exaltado,
es decir compartirá la gloria que solo pertenece a Dios, y
será un reconocimiento asombroso, tal como algunos se
asombraron de su castigo, ahora se asombrarán en su triunfo.
Este texto cubre todos los tiempos verbales, vemos verbos que
están en futuro, presente y pasado. ¿Quién ha creído?, Él fue
molido, mi siervo justificará a muchos.

3
¿Quién es el siervo?
El siervo sufriente, no es Israel sino un personaje que tiene
una misión fundamental, SER EL BRAZO DE JEHOVÁ, el brazo es
una expresión una palabra, para describir con características
humanas, lo que Dios hace, pero también su presencia
personal, es Dios con nosotros.
El brazo de jehová simboliza salvación, es la misma expresión
con que se recordaba la liberación del pueblo de Israel desde
Egipto. El brazo simboliza fuerza, capacidad y poder para
salvar.
El siervo es comparado con una raíz de tierra seca, algo que
no es atractivo, pero vital, algo que no es brillante a
nuestros ojos humanos, pero es el escogido por Dios para la
tarea, no es atractivo como el rey Saúl o David, pero es el
verdadero Rey.

El siervo será exaltado

Oigan esto: Mi Siervo prosperará, Será enaltecido, levantado y en gran manera


exaltado.

Este es un camino progresivo hacia la exaltación, el prosperará en aquello para lo


cual fue enviado, este siervo que puede traducirse como un esclavo que obedece a
su amo, un siervo que realiza con pericia, con excelencia el trabajo para el cual fue
ungido, escogido.

La exaltación ocurrirá en el futuro, apuntando hacia la resurrección, pero en


definitiva hacia la segunda venida del Señor Jesucristo, donde ya no vendrá como
siervo sino como el Amo y Rey de reyes.
De la manera que muchos se asombraron de ti, pueblo Mío, Así
fue desfigurada Su apariencia más que la de cualquier hombre,
Y Su aspecto más que el de los hijos de los hombres.
Ciertamente Él asombrará a muchas naciones, Los reyes
cerrarán la boca ante Él.
esto muestra el asombro de quienes por un lado lo
menospreciaron y después se darán cuenta de la gloria que
pertenece al siervo, el será exaltado y será impactante para
aquellos gobernantes que intentan ser duelos del mundo,
aquellos que tienen autoridad. Son los mismos que en el
tiempo de Cristo menospreciaron al Señor, los mismos que

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despreciaron al apóstol Pablo, a Silas y los discípulos, esos
mismos un día toda rodilla se doblará delante de él.
La desfiguración de Cristo producto del castigo en el
patíbulo romano ese viernes, los golpes, no solo en su
espalda, sino en su rostro aquellos aquel rey que fue
humillado y golpeado por religiosos y romanos, terminó por
desfigurar su rostro producto del castigo de hombres
malvados.
Algunos escritos judíos, llaman a este siervo como “el
leproso”, alguien repulsivo.
El mismo profeta Isaías nos describe esto. Pero también nos
dice como nuestro Señor Jesucristo enfrentó los
padecimientos, la hombría, la masculinidad de nuestro
salvador frente al sufrimiento.
Isaías 50:6-7 NVI
6 Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a
los que me arrancaban la barba; ante las burlas y los
escupitajos no escondí mi rostro.
Por cuanto el Señor omnipotente me ayuda, no seré humillado.
Por eso endurecí mi rostro como el pedernal, y sé que no seré
avergonzado.

Mateo 26;65-68

65 
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras,
diciendo: !!Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de
testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia.
66 
¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: !!Es reo de
muerte!
67 
Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de
puñetazos, y otros le abofeteaban,
68 
diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.

Jesús, puso su rostro duro para recibir el castigo de cada


hijo de Dios, el afirmó su rostro y recibió con hombría el
castigo nuestro.

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Sería bueno pensar en el pecado con esta perspectiva, cada
golpe recibido por Jesús, cada escupo en el rostro fue a
causa de nuestro pecado, nuestro pecado es tan destructivo
que provocó que el Hijo de Dios fuese tratado así.

Porque lo que no les habían contado verán, Y lo que no habían


oído entenderán.
¿Quién ha creído a nuestro mensaje?
¿A quién se ha revelado el brazo del SEÑOR?

¿Quién ha creído?
La respuesta inmediata es que nadie ha creído a la revelación
que Isaías da, ¿un carpintero el salvador del mundo? ¿un
carpintero de una ciudad al norte de Israel en una pequeña
ciudad llamada Belén?
Es un anuncio de la incapacidad de creer, pero después de la
resurrección muchos creerían y seguirán creyendo en el
evangelio que es una locura para quienes se pierden, pero a
aquellos que se salvan es poder de Dios.
El será despreciado y desechado, Es un varón de dolores, de
angustia de aflicción. El camino del siervo es uno de
sufrimiento y dolor, para ser exaltado por Dios, al cumplir
su plan eterno de salvación del hombre.
¿A quién se ha revelado el brazo del SEÑOR?
Es la promesa de la presencia personal y salvadora de Dios
por medio de su Siervo, el brazo de jehová es la expresión
para hablar de la salvación de Dios,
El siervo no es atractivo, no hay belleza en él en el sentido
de hacerlo llamativo como nuestra sociedad establece, nada en
su apariencia lo hacía deseable, y sin embargo la multitud lo
seguía, los discípulos estuvieron dispuestos a dar su vida
por Él. No fue estimado o reconocido genuinamente por los
hombres. Y sin embargo el Siervo del Señor fue capaz de
llevar a cabo la obra encomendada.

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Fue castigado por los religiosos, Herodes el grande quiso
matarlo en su infancia, Herodes Antipas lo azotó, Poncio
Pilato además de azotarlo lo condenó a la crucifixión, y el
pueblo gritaba crucifícale pidiendo en su lugar a un
homicida.
El camino del sufrimiento es el escogido por Dios para su
mesías, y también el nuestro.

Creció delante de Él como renuevo tierno, Como raíz de tierra


seca.
No tiene aspecto hermoso ni majestad Para que lo miremos, Ni
apariencia para que lo deseemos.
la expresión raíz de tierra seca, más bien quiere decir “como
raíz en una parte árida de la tierra”, que describe un
arbolito que alguien plantó a propósito y nadie cuida.
Es lo opuesto al salmo 1 y el árbol plantado junto a
corrientes de aguas de reposo con una hoja verde. Éste en
cambio, es un arbusto seco que nadie mira con importancia o
pasaría una tarde contemplando su belleza, pero este árbol es
el salvador sin un aspecto llamativo en los términos humanos
superficiales.

Varón de dolores y experimentado en aflicción; Y como uno de


quien los hombres esconden el rostro, Fue despreciado, y no
lo estimamos.
Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, Y cargó con
nuestros dolores.
Con todo, nosotros lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios
y afligido.
Pero Él fue herido por nuestras transgresiones, Molido por
nuestras iniquidades.

Jesús el siervo sufriente es un varón que experimentó en su


crucifixión múltiples dolores, su agonía es descrita en el
evangelio de Lucas como una que lleva el estrés tan común en

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nuestros días hasta el extremo, de tal modo que grandes gotas
de sangre en forma de sudor producida por la “hematidrosis”
Al congestionarse los vasos sanguíneos cerca de las glándulas
sudoríparas a causa del estrés.
Pero el sufrimiento voluntario y vicario de Jesús, fue a
causa y como consecuencia de nuestro pecado.
Alguien lo expresó así: “Jesús en esas tres horas en la cruz,
sufrió el infierno de cada creyente salvado”, es decir
Jesucristo, absorbió la ira del padre que tú y yo merecíamos,
soportó el infierno que tú y yo merecíamos, para que hoy tu y
yo y cada uno de aquellos que pongan su fe en Jesús, la ira
de Dios sea cambiada por el amor de Dios, la eternidad del
infierno sea reemplazada por la eternidad en el cielo
disfrutando de nuestro Señor Jesucristo para siempre.
El llevó nuestras enfermedades.
¿Qué quiere decir esto? ¿Que los creyentes no pueden sufrir
enfermedades?
No, el sufrimiento es parte de la vida en un mundo caído,
pero Jesús muestra en su encarnación que tiene poder sobre la
enfermedad, al sanar a la suegra de Pedro, a las multitudes,
a los ciegos, a la mujer que padecía una hemorragia continua
y que era considerada como impura a causa de los mismo.
El Señor Jesucristo, muestra soberanía para cargar no solo
con nuestro pecado, sino también con sus consecuencias, como
son las enfermedades y dolores.
En este tiempo de pandemia, muchos creyentes han muerto,
muchos han sido sanados, esa es una obra soberana de Dios, lo
que nos queda a nosotros es orar pidiendo misericordia a Dios
por la sanidad de aquellos creyentes o no, esperando en Dios
y su respuesta.
Estos textos, cubren todos los tiempos verbales, nos hablan
del futuro, del presente y del pasado. En este caso a pesar
de que Isaías está escribiendo unos 700 años antes de la
crucifixión él profeta está describiendo algo como que ya ha
pasado. “LO TUVIMOS POR AZOTADO, POR HERIDO…” pero la causa
del sufrimiento del siervo es nuestro pecado, él fue molido,
él fue desfigurado por nuestra desobediencia, nuestro pecado.
El llevó nuestras enfermedades significa que el cargó con las
consecuencias de nuestro pecado y rebelión.

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Isaías 1:2-6
2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová:
Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.
3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su
señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.
4 !!Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación
de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a
ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.
5 ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os
rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón
doliente.
6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa
sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están
curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, Y por Sus heridas
hemos sido sanados.
Cristo conquistó en la cruz la paz para el creyente, la paz
no en el sentido de ausencia de conflictos con el vecino o de
un país con otro, sino que esa paz se refiere a que nuestros
conflictos y separación de Dios a causa del pecado, han sido
borrados y tenemos acceso libre al Padre por medio del Hijo,
y en garantía ha sido enviado a nuestros corazones el
Espíritu de adopción.
2 Corintios 5:1919 que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Nos apartamos
cada cual por su camino;
Pero el SEÑOR hizo que cayera sobre Él La iniquidad de todos
nosotros.
Fue oprimido y afligido, Pero no abrió Su boca.
Como cordero que es llevado al matadero, Y como oveja que
ante sus trasquiladores permanece muda, Él no abrió Su boca.

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Cada uno de nosotros está identificado como una oveja que ha
huido de su pastor siguiendo su propio camino. Por lo mismo
Jesús nos apunta hacia el como el único camino al padre.
El padeció en silencio, con hombría el castigo que era ajeno,
un castigo por una falta que no cometió.
Aplicación: a menudo estamos tan ocupados retocando nuestra
imagen para ser perfectos, no estamos dispuestos a ser
cuestionados incluso ser acusados injustamente por culpa de
otro. Estamos dispuestos a romper relaciones, provocar un
escándalo cuando se habla mal de nosotros. (no estoy diciendo
que no podamos tener diferencias en la iglesia, en la familia
o en el trabajo) pero muchas veces lo que nos preocupa es que
nuestra imagen quede desacreditada, antes que defender la
causa de Cristo.

Hechos 5:41 Ellos, pues, salieron de la presencia del


concilio, regocijándose de que hubieran sido tenidos por
dignos de padecer afrenta por su Nombre.
Mateo 5:11-12
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en
los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron
antes de vosotros.
Por opresión y juicio fue quitado;
Es una referencia al juicio injusto sufrido por Jesús, un
juicio nocturno, con testigos falsos que además no tuvo la
posibilidad de defenderse. Y aunque ellos le dijeron que
había blasfemado pro hacerse igual a Dios, ello no es una
mentira, porque verdaderamente Jesús es Dios el hijo, la
tercera persona de la Trinidad, el verbo (Logos) hecho carne.

Y en cuanto a Su generación,
¿quién tuvo en cuenta Que Él fuera cortado de la tierra de
los vivientes Por la transgresión de mi pueblo, a quien
correspondía la herida?

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Se dispuso con los impíos Su sepultura,
Pero con el rico fue en Su muerte,
Es una calidad de detalle impresionante, sabemos que nuestro
Salvador fue crucificado completamente desnudo, al lado de
dos ladrones, uno de los cuales se burlaba. Pero al morir,
Jesús fue enterrado en la tumba de uno de los discípulos
ricos como fue José de Arimatea.
Esto nos habla de la precisión de las Escrituras, de la
inspiración divina del texto bíblico para decir que algo
ocurrirá con este nivel de detalles, hablando 700 años antes.

Aunque no había hecho violencia, Ni había engaño en Su boca.


Pero quiso el SEÑOR Quebrantarlo, sometiéndolo a
padecimiento.
Esto nos habla de la perfección de nuestro Salvador, de lo
impecable que fue Jesús. Pero también nos dice que en ultima
instancia, quien mata a Jesús es su Padre, nuestro amoroso
Dios. La escena de Abraham con Isaac en el monte moriah, unos
2000 años antes, se hace realidad ya que en dicho monte el
Rey David fundó Jerusalén.
En el monte donde la vida de Isaac fue reemplazada por un
animal, ahora toma ese animal forma de siervo en la persona
de Jesús, y es Dios quien levanta y clava el cuchillo
(sentido figurado) sobre su hijo, para calmar la ira de miles
de años de pecado, rebelión y desobediencia.
Soberanía de Dios y responsabilidad del hombre se unen en lo
que el apóstol Pedro describiría en su primera predicación de
hechos 2.
Hechos 2:22-24
22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno,
varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas,
prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de
él, como vosotros mismos sabéis;
23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado
conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de
inicuos, crucificándole;

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24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte,
por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
Fue la voluntad de Dios, aquella que Jesús en sus horas de
angustia en Getsemaní, pidió si era posible no ocurriese, la
que lleva al Hijo de Dios a la cruz.

Cuando Él se entregue a Sí mismo como ofrenda de expiación,


Verá a Su descendencia, Prolongará Sus días, Y la voluntad
del SEÑOR en Su mano prosperará.
Debido a la angustia de Su alma, Él lo verá y quedará
satisfecho.
Cristo el Señor es una ofrenda voluntaria al eterno consejo
de la Trinidad.
Juan 10:18
Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad.
Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de
nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre.

Por Su conocimiento, el Justo, Mi Siervo, justificará a


muchos,
Y cargará las iniquidades de ellos.
El siervo a través de su conocimiento, del mensaje que trajo,
se su vida y muerte será capaz de justificar, es decir de
declarar justo a hombres y mujeres que ponga su confianza en
Él.
El sufrimiento de Cristo, no solo hace la paz del hombre con
Dios, sino que lo traslada desde el Reino de las tinieblas al
Reino de su amado Hijo, al reino de los cielos en espera de
su segunda venida.
Es la obra de Cristo, su sufrimiento para satisfacer la ira
santa de Dios la que permite a los hombres ser justificados,
no son nuestras buenas acciones, no son nuestra justicia ni
nuestra posición social, o inteligencia, sino que el único
medio para ser justificado es la obra perfecta de Cristo,

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mediante la cual los hijos de Dios tomo en sus hombros toda
nuestra inmundicia, nuestro pecado y lo llevó a la cruz.

Por tanto, Yo le daré parte con los grandes Y con los fuertes
repartirá despojos,
Porque derramó Su alma hasta la muerte Y con los
transgresores fue contado; Llevó el pecado de muchos, E
intercedió por los transgresores.
A raíz de los sufrimientos del Siervo del Señor, el ha ganado
un nombre o una posición que es digna de adoración, de
reconocimiento de doblar nuestra rodilla y no solo adorarle
sino dar nuestra vida por Él en servicio, en anuncio del
evangelio en servirle con todo lo que tenemos, bienes, tiempo
y vida.
El repartirá despojos, es propio de un lenguaje relacionado
como una batalla ganada, como una referencia a su segunda
venida, cuando todo aquel que ha osado desafiar al Rey Jesús
será destruido y condenado. Los despojos quedan cuando un
enemigo ha sido destruido completamente o cuando y el botín
de los vencedores son las posesiones que este tenía.
Las posesiones del principal enemigo son las almas atrapadas
que son liberadas por medio del mensaje del Evangelio.
Y Cristo no solo intercedió, sino que intercede por nosotros
desde su resurrección y ascensión a los cielos.

Aplicaciones:
1. EL SUFRIMIENTO DE JESÚS FUE CAUSA Y CONSECUENCIA DE TRES
COSAS.
a. Nuestro propio pecado
b. El amor del padre por nosotros ( Dios muestra su amor en
que siendo pecadores Cristo murió por nosotros)
c. La voluntad de Jesús de someterse en representación de
nosotros para salvarnos y satisfacer el pago por el
pecado.

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2. EL SUFRIMIENTO DE JESÚS FUE MORAL Y ESPIRITUAL.
a. Fue moral al ser despreciado por los hombres, por los
religiosos, por el sanedrín, por el pueblo que había
gritado hosanna unos días antes y ahora gritaba
crucifícale, el mismo pueblo que él había alimentado,
sanado y liberado espiritualmente, el fue abandonado por
sus discípulos y su Padre.
b. El sufrimiento de Jesús fue espiritual al soportar la
ira de Dios, su respuesta santa al pecado, en la cruz
Cristo fue cargado con nuestro pecado y rebelión.

3. CUAL FUE EL RESULTADO DE LA AFLICCIÓN Y SUFRIMIENTO DE


JESUS.
a) Jesús mataría la muerte con su muerte como dice un autor
puritano, el vencería la muerte y ahora ya no muere más
al igual que nosotros, y a pesar de que en esta vida
corta que tenemos de este lado de la gloria, la muerte
es un paso hacia la eternidad con Cristo.
b) Jesús nos ha dado la posibilidad de ser salvados y ser
llamados hijos de Dios.
c) El fruto de su sufrimiento es un pueblo para Dios,
HEBREOS 12:2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe,
quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz,
menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del
trono de Dios.

Evangelio: La cruz símbolo de tortura y vergüenza es ahora un


símbolo de la victoria sobre la muerte, sobre el pecado y
satanás.
Cuando satanás te acuse diciendo que no tienes salvación,
mira a la cruz y encontrarás la victoria sobre él.
Cuando tengas temor a la muerte, mira a la cruz y recuerda
que la muerte fue vencida.
Cuando no puedas luchar con el pecado, mira a la cruz y ahí
encontrarás que el pecado fue cargado sobre el hijo precioso
del Salvador.

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El sufrimiento de Cristo es el combustible de la adoración
por la eternidad.

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