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Los niños con plomo de Cerro de Pasco

En Cerro de Pasco, una de las principales ciudades mineras del Perú, los niños del distrito de
Simón Bolívar presentan altos niveles de plomo en sangre, anemia, problemas de aprendizaje,
dolores de cabeza y sangrado por la nariz.

La nostalgia de una laguna

Los impactos de la minería en el medio ambiente de Cerro de Pasco no se limitan al tajo. La


comunidad de Quiulacocha, por ejemplo, lleva dicho nombre porque, según los lugareños, su
territorio era hábitat natural de gaviotas que venían a reposar a la laguna contigua del mismo
nombre. ‘Quiula’ significa gaviota en quechua; y ‘cocha’, laguna. Sin embargo, este cuerpo de
agua es depósito de relaves mineros desde la década de 1920, bajo la operación de la Cerro de
Pasco Corporation; y, desde entonces, las gaviotas dejaron de visitarlo.

La laguna, ahora, yace muerta. Donde debería predominar el azul, solo destacan diferentes
tonalidades entre el rojo sangre y el naranja. En 2011, por ejemplo, la artista e investigadora
Elizabeth Lino Cornejo ─más conocida por el nombre de su performance La Última Reyna de
Cerro de Pasco─ junto con el antropólogo Federico Helfgott Seier y el naturalista Flaviano
Bianchini introdujeron un pez en una muestra de agua extraída de esta relavera, ubicada
también dentro del distrito de Simón Bolívar. A los cuarenta segundos, el animal murió.

La vivienda más cercana a la relavera está a unos treinta metros. A esta distancia, nacieron y
jugaron los diez hijos de María de la Cruz Zacarías, quien hoy tiene 64 años. Ella recuerda que,
cuando era pequeña, jugaba en las aguas cristalinas de la laguna, donde se bañaba, pescaba y
contaba las gaviotas. Décadas después, sus hijos jugaron en el relave seco en el que se había
convertido esa laguna. En 2006, Gian Piere, uno de sus hijos, reportó 28 microgramos de
plomo en sangre, cerca de tres veces por encima de los estándares permitidos para la salud.
Un reciente estudio elaborado a lo largo de 2021 por Source International y la ONG Centro
Labor, determinó el gran daño que padecen los niños que viven en el poblado de Paragsha,
distrito de Simón Bolívar, provincia de Cerro de Pasco, por la contaminación de metales
pesados. Según el trabajo, además de diversos problemas de salud, los pasivos de la minería
también han afectado el desarrollo cognitivo de los menores.

En total fueron evaluados 81 niños y niñas (entre 6 y 16 años) de Paragsha, zona con gran
actividad minera, en comparación a 17 niños (entre 11 y 16 años) del distrito de Carhuamayo,
provincia y región Junín, donde no se realizan este tipo de trabajos. Uno de los resultados más
preocupantes es que el promedio del Cociente Intelectual Total (CIT) de los niños expuestos a
la contaminación por metales fue de 82.5, lo que representa 12.3 puntos menos que la cifra
obtenida por los menores del lugar no contaminado, donde se obtuvo un 94.8.

Actualidad Ambiental conversó con Flaviano Bianchini, fundador de Source Internacional,


quien mostró su preocupación por el gran daño que representa en el desarrollo cognitivo en
niños y adolescentes esta problemática que existe en Cerro de Pasco.

“La situación del CIT de los niños de Cerro de Pasco es altamente preocupante. Aplicándose a
la realidad, un niño podría volverse ingeniero y al otro (de Paragsha) le va a costar acabar la
secundaria. Lo que está pasando es que les estamos negando el futuro a estos niños. El CIT de
los niños se desarrolla los primeros 6 años de vida, después se pueden aprender cosas y
mejorar, pero son daños que tienen hoy y tendrán toda su vida. Los niños de hoy, con 12
puntos menos, los tendrán hasta que mueran”, manifestó Bianchini.

Como parte de la investigación, se analizaron muestras de cabello para comparar los


resultados con otros estudios realizados en 2016. Los resultados arrojan que la población
paragshina respira hasta 15 tipos de metales como arsénico, plomo y cadmio.

“¿Cuánto más puede afectar a estos niños la situación que viven? No solo es el CIT, también
afecta enfermedades. El estudio de 2016 destacó por las enfermedades muy alta en ellos. Los
niños de Paragsha tienen 15 veces más posibilidades de enfermarse a la piel de los de
Carhuamayo y 12 veces más de tener sangrado en la nariz. Tienen casi todos dolores de
barriga. Es una situación muy grave y la particularidad de Cerro de Pasco es que es una
contaminación crónica de muchos metales distintos y algunos tienen afectación diferente: por
ejemplo, algunos te dan estreñimiento y otros tienen diarrea”, precisó el experto.
“No conozco casos similares en el mundo”

Sobre la situación que se vive en el poblado de Cerro de Pasco en comparación a otros países
donde se registra contaminación por metales, el fundador de Source Internacional manifestó
que no tiene conocimiento sobre otro lugar donde se concentre tanta cantidad de metales, al
punto de afectar el CIT de menores.

“Yo no conozco ningún caso similar y, revisando la literatura, casos como estos no hay. Hay
casos de fuerte contaminación de 1 o 2 metales por temporadas breves, pero aquí estamos
hablando de contaminación de 12 a 15 metales y en el mismo tiempo. Los primeros estudios lo
hicimos en 2018, pero ya hay material de estudios desde hace 20 años y siempre se ha
destacado la misma cosa. Estamos hablando de 2 décadas de afectación continúa, como
mínimo, de muchos metales. Esto, que yo sepa, no hay en ningún otro lugar del mundo. Esto
de hacer una clasificación de los lugares más contaminados del mundo es difícil, pero por lo
que sé, de una contaminación así, tan difundida y a largo plazo y fuerte, no hay”, comentó
Bianchini.

Sobre la posibilidad de remediar el territorio contaminado, el ecologista italiano considera que


sí existe la tecnología para reducir la contaminación en Cerro de Pasco, pero lo que falta es
decisión y una gran inversión que, a largo plazo, podría ser, incluso, rentable para el Gobierno
peruano.

“Podemos reducir la contaminación en Cerro de Pasco sin ningún problema, el tema es querer
hacerlo, estar dispuesto, pero se necesita gastar dinero: una obra de saneamiento y
remediación ambiental de gran escala que se traduce en invertir mucho dinero. Pero, repito,
aquí estamos jugando con el futuro de los niños, pero también sería rentable porque 12
puntos de CIT menos, significa una productividad menor cuando los niños sean adultos. Se
puede evaluar en millones la pérdida de productividad de una población de 80 mil personas.
Remediar no solo es respetar los derechos de los niños y la naturaleza, sino que beneficiará
económicamente a largo plazo. La tecnología existe, el daño está, pero se puede remediar.
Estamos en 2022 y tenemos planes de colonizar Marte y te aseguro que bonificar y remediar
Cerro de Pasco, es más fácil. Se pude hacer, solo se requiere la voluntad”, sentenció.

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