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La continuidad del negocio es el nivel de preparación que tiene una empresa para

mantener las funciones esenciales tras una emergencia o una interrupción. Estos
eventos pueden incluir vulneraciones de seguridad, desastres naturales, cortes de
energía, averías de los equipos o la salida repentina de un empleado clave.
¿Por qué elegir la continuidad del negocio?
Las organizaciones más importantes se centran en la continuidad del negocio porque
mantener las funciones esenciales tras una emergencia o una interrupción es
fundamental para el éxito.
La continuidad del negocio requiere evaluar la importancia de las diferentes funciones
empresariales en un análisis de repercusiones para la empresa y, a continuación, en
crear un plan para mantener al menos los elementos más esenciales a pesar de las
perturbaciones. El plan de continuidad del negocio suele incluir tres consideraciones:
flexibilidad, recuperación y contingencia.
La flexibilidad implica que la empresa ha creado sistemas que integran la preparación
ante ciertos desastres o interrupciones. La preparación integrada puede incluir
redundancia mediante conmutación por error y capacidad de reserva.
Si, a pesar de todo, algunas funciones importantes de la empresa fallan, es crucial que
el tiempo necesario para recuperar los sistemas sea corto. Actualmente, el
restablecimiento desde una copia de seguridad tarda demasiado tiempo cuando los
conjuntos de datos son grandes, así que la solución recomendada es la conmutación
por error a un centro de datos remoto. El plan de recuperación debe incluir funciones y
responsabilidades, así como qué sistemas deben recuperarse y en qué orden.
Cuando la flexibilidad y los planes de recuperación fallan, o cuando se produce un
evento imprevisto, el último recurso puede ser un plan de contingencia. Esto significa
que la empresa debe tener implementada una estrategia probada para necesidades de
último recurso, como pedir ayuda a proveedores externos y proporcionar opciones
remotas o espacio de oficina de emergencia.
Hay muchos estándares y normas internacionales que guían el desarrollo de planes de
recuperación ante desastres y continuidad del negocio.

Qué es la recuperación ante desastres?

La recuperación ante desastres es el método que utiliza una organización para


recuperar el acceso y la funcionalidad de su infraestructura de TI tras un desastre
natural o humano, como una avería de los equipos o un ciberataque. Un plan de
recuperación ante desastres puede incluir diversos métodos de recuperación. La
recuperación ante desastres es un aspecto de la continuidad del negocio.

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¿Cómo funciona la recuperación ante desastres?
La recuperación ante desastres depende de la replicación de datos y del
procesamiento informático en una ubicación externa que no se haya visto afectada por
el desastre. Cuando los servidores dejan de funcionar debido a un desastre natural, un
fallo del equipo o un ciberataque, la empresa debe recuperar los datos perdidos
partiendo de las copias de seguridad alojadas en otra ubicación. Lo ideal es que la
organización también pueda transferir el procesamiento informático a dicha ubicación
remota para seguir con sus operaciones.

Según aumenta la frecuencia de los ciberataques y las condiciones climatológicas


extremas, la planificación para la recuperación ante desastres resulta fundamental de
cara a la continuidad del negocio. Llevar a cabo una evaluación de riesgos y un
análisis del impacto sobre el negocio que cuantifique los posibles efectos de un
desastre son herramientas eficaces a la hora de convencer a los responsables para
que respalden el desarrollo de un plan de recuperación ante desastres.

¿En qué consiste un plan de recuperación ante desastres?


Un buen plan de recuperación ante desastres incluye documentación sobre los
sistemas y datos esenciales para la continuidad del negocio, así como indicaciones
sobre los pasos necesarios para recuperar los datos. El plan debe incorporar un
objetivo de punto de recuperación (RPO) que establezca la frecuencia de las copias de
seguridad y un objetivo de tiempo de recuperación (RTO) que defina el tiempo de
inactividad máximo admisible tras un desastre. Estos parámetros crean límites para
guiar la elección de la estrategia de TI, los procesos y los procedimientos que
componen el plan de recuperación ante desastres de una organización. La estrategia
de recuperación ante desastres debe reflejar el tiempo de inactividad que una
organización puede soportar y la frecuencia con la que se realizan copias de seguridad
de sus datos. Por último, es importante poner el plan a prueba con regularidad para
comprobar que funciona antes de que se produzca un desastre.
¿Qué tipos de recuperación ante desastres existen?
Las empresas pueden elegir entre diversos métodos de recuperación ante desastres o
combinar varios:

Copia de seguridad: se trata del método más sencillo de recuperación ante desastres y
consiste en almacenar datos fuera de las instalaciones o en una unidad extraíble. Sin
embargo, esta opción proporciona una ayuda mínima a la continuidad del negocio, ya
que no se realiza una copia de seguridad de la infraestructura de TI en sí misma.
Sitio frío: con este tipo de recuperación ante desastres, la empresa establece
infraestructura básica en una ubicación secundaria que no suele usarse y que
proporciona un lugar para que los empleados trabajen tras un desastre natural o un
incendio. Ayuda a mantener la continuidad del negocio, puesto que permite retomar
las operaciones comerciales, pero no ofrece una forma de proteger o recuperar datos
importantes, por lo que es necesario combinar esta opción con otros métodos de
recuperación ante desastres.
Sitio caliente: este método mantiene copias actualizadas de los datos en todo
momento. Comparado con un sitio frío, un sitio caliente conlleva un proceso más largo
y caro, pero reduce drásticamente el tiempo de inactividad.
Recuperación ante desastres como servicio (DRaaS): en caso de que se produzca un
desastre o un ataque de un programa de secuestro, el proveedor de DRaaS traslada el
procesamiento informático de la organización a su propia infraestructura de nube, lo
que permite que la empresa siga sin inconvenientes con sus operaciones en la
ubicación del proveedor, incluso si los servidores de la organización han fallado. Los
planes de DRaaS presentan dos modelos: por suscripción o de pago por uso. Elegir un
proveedor de DRaaS local tiene ventajas e inconvenientes: una transferencia a los
servidores de DRaaS más cercanos a la ubicación de la organización causará menor
latencia, pero, en caso de un desastre natural generalizado, es posible que estos
también se hayan visto afectados.
Copia de seguridad como servicio: con este método, que es parecido a realizar copias
de seguridad en una ubicación remota, un proveedor externo realiza copias de
seguridad de los datos de la organización, pero no de su infraestructura de TI.
Recuperación ante desastres para centros de datos: los elementos físicos de un centro
de datos pueden proteger los datos y ayudar a que la recuperación ante desastres sea
más rápida cuando se producen determinadas situaciones. Por ejemplo, las
herramientas antincendios sirven para que los datos y el equipo no se vean afectados
en caso de incendio. Contar con una fuente de alimentación de respaldo evita que las
empresas deban detener las operaciones en caso de interrupción en el suministro de
energía. Por desgracia, ninguna de estas herramientas físicas de recuperación ante
desastres será de ayuda en caso de ciberataque.
Virtualización: las organizaciones pueden realizar copias de seguridad de
determinadas operaciones y datos, e incluso disponer de una réplica operativa de todo
el entorno informático de la empresa en máquinas virtuales externas que no se vean
afectadas por los desastres físicos. Incluir la virtualización en el plan de recuperación
ante desastres también permite que las empresas automaticen ciertos procesos de
recuperación ante desastres para que todo vuelva a funcionar con mayor rapidez. Para
que la virtualización resulte una herramienta eficaz de cara a la recuperación ante
desastres, es preciso transferir los datos y las cargas de trabajo con frecuencia.
También es necesario contar con una comunicación fluida con el equipo de TI para
saber cuántas máquinas virtuales están funcionando en la organización.
Copias de momentos específicos: con este método, que también se denomina
«instantáneas de momentos específicos», se realizan copias de toda la base de datos
en momentos concretos. Es posible restablecer los datos a partir de las copias de
seguridad, pero solo si estas se almacenan fuera de las instalaciones o en una
máquina virtual que no se vea afectada por el desastre.
Recuperación instantánea: este método se parece a las copias en momentos
específicos, pero en lugar de copiar una base de datos, se realiza una instantánea de
la máquina virtual al completo.
¿Qué ventajas tiene contar con un software para recuperación ante desastres?
Ninguna organización puede permitirse pasar por alto la recuperación ante desastres.
Las dos ventajas más importantes de contar con un plan ante desastres son:
Ahorro en costes: disponer de un plan ante desastres puede suponer un ahorro de
cientos de miles de dólares para una empresa, e incluso puede marcar la diferencia
entre sobrevivir a un desastre natural o tener que cerrar.
Recuperación más rápida: en función de la estrategia y las herramientas de
recuperación ante desastres que se empleen, las empresas pueden volver a funcionar
mucho más rápido después de un desastre, o incluso seguir con sus operaciones
como si no hubiera pasado nada. Las empresas que no cuenten con una estrategia y
un plan de recuperación ante desastres corren el riesgo de desaparecer fácilmente en
caso de que se produzca una inundación o un huracán de proporciones catastróficas,
o podrían verse tan afectadas por el ataque de un programa de secuestro que no
logren recuperarse.

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