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CHILE 2010

La importante labor del Hospital Militar Reubicable durante el terremoto y tsunami de


Chile de 2010
La facilidad de traslado del HMR permitió que el personal de la Institución pudiera
desplegar hacia el epicentro de estas catástrofes naturales para brindar ayuda
humanitaria
Por Lic. Florencia Sosa
Otro de los capítulos más importantes en la historia del Hospital Militar Reubicable
(HMR) comenzó el 27 de febrero de 2010, cuando se produjo el terremoto en la
República de Chile.
Luego de las coordinaciones entre el gobierno argentino y las autoridades chilenas, se
ordenó desde el Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas
Armadas de Argentina el alistamiento y despliegue de efectivos para brindar asistencia
humanitaria a la población afectada.
El 28 de febrero sería el día en que en palabras del suboficial auxiliar Maximiliano
Giménez se definió su “gran afecto y compromiso con el Hospital Militar Reubicable”.
“Cerca de las 21hs me contacta el encargado del HMR, en ese momento suboficial
principal Claudio Ortega que, vale destacar, fue quien me acompañó en gran parte de
mi crecimiento y es una de las personas a las le debo hoy estar aquí. Debía
presentarme en la oficina del Hospital para la planificación de un posible despliegue
por la catástrofe natural de Chile de ese año”, recuerda el suboficial de la especialidad
Apoyo Sanitario.
“A primera hora del día siguiente me presenté, estaba trabajando en el tema cuando
sorpresivamente el director Logístico, por aquel entonces mayor Priotti, me informa
que me estaba esperando un vehículo para trasladarme en ese preciso momento a la I
Brigada Aérea, donde a las 15hs saldría el primer vuelo a la República de Chile”,
declara Giménez y agrega: “Prácticamente con lo puesto, junto a camaradas partimos
en ese vuelo con dos módulos sanitarios”.
“Partimos, casi sin despedirnos de nuestras familias, de un momento al otro. Como si
fuese un sueño, estábamos en otro país donde lo que se observaba apenas llegamos
era la desesperación de la población, oscuridad, casas destrozadas, parecía una
película y nosotros éramos parte del guión”, afirma el suboficial.
Personal de la Fuerza Aérea Argentina en el Hospital Militar Reubicable desplegado
en Chile
Al respecto, el vicecomodoro (R) Omar Hermida, quien desplegó como director médico
del Hospital, recuerda que los módulos fueron trasladados por vía aérea hasta
Santiago de Chile y que continuaron el trayecto por tierra hasta Curicó, donde se
instaló el HMR.
“Nosotros fuimos a la ciudad de Curicó, que está a 100km aproximadamente de
Santiago de Chile hacia el sureste y el hospital se ubicó ahí porque en esa región es
donde se había encontrado el epicentro del terremoto que tuvo una característica muy
importante: no solamente el temblor sino la duración”, afirma el vicecomodoro.
“Los temblores por lo general duran segundos o 1 minuto, pero este duró, según dicen
los locales, casi 4 minutos temblando. Acompañado con este temblor que empezó a la
madrugada se produjo al día siguiente o a los dos días un tsunami importantísimo en
la zona de Constitución - Talcahuano - Concepción con olas de 35 o 30 mts de alto
que arrasó con la ciudad”, explica el oficial.
Personal de la Fuerza Aérea Argentina en el Hospital Militar Reubicable en Chile 2010
A partir del 6 de marzo de 2010 el HMR inició las atenciones sanitarias primarias,
actividad que continuó hasta el 26 de septiembre de ese año, y que consistió en la
atención de las patologías sufridas por los pobladores afectados por la catástrofe, o
bien la agudización de patologías preexistentes. De esta manera se atendieron a
pacientes con crisis de estrés, deshidratación, quemaduras, hipertensión, bronquitis,
diabetes, gastritis y lesiones traumatológicas.
“El hospital estaba situado a 80km más o menos de ese lugar y recibimos bajas,
heridos, todo tipo de accidentes, traumatismos producidos por la catástrofe”, describe
el médico.
Vicecomodoro Omar Hermida desempeñándose como pediatra luego del terremoto de
Chile de 2010
“Los módulos siempre fueron aeronáuticos y se fueron incorporando más,
fundamentalmente porque la dotación era muy grande. Cuando desplegamos a Chile
todavía estaba operativo el HMR en Haití, entonces llevamos una configuración de un
hospital construido en Argentina similar a las características del hospital base que
estaba en Haití en ese momento”, recuerda el médico.
Asimismo, el suboficial Giménez comenta que durante esos meses “se trabajó muy
fuertemente, aún con miedos, porque en momento de réplicas se movían las camas
cuando dormíamos y a mitad del trabajo o a la noche debíamos salir corriendo a
buscar un lugar seguro, realmente es una sensación difícil de explicar. Al margen de la
situación, me dejó miles de enseñanzas”.
“Se había derrumbado el hospital de Curicó, estaba prácticamente inoperante por las
rajaduras, entonces nuestro hospital, con más módulos reemplazó para la asistencia
de la gente y las cirugías programadas y la maternidad al Hospital Municipal de
Curicó”, comenta el vicecomodoro y agrega: “Hubo muchísimo trabajo, se atendían
más de cien personas por día en los consultorios externos de lunes a lunes, había días
que eran muchos más. Yo tuve la suerte de poder colaborar con un centro que estaba
cerquita, a unas 20 o 15 cuadras, un centro de niñas en riesgo social, nosotros les
dimos asistencia, instalamos un consultorio, así dejamos nuestro granito de arena”.

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