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BIOLOGIA MOLECULAR
M etanefros
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J. C. FERNANDEZ MOLINA y cols.
siendo la célula epitelial de éste una célula madre re- dirigen este proceso permanecen desconocidas en su
nal omnipotencial. Las células del brote uretérico su- mayor parte.
fren una transición epitelial-mesenquimal, dando lu- El desarrol l o renal de l os mamíferos requi ere l a
gar a los progenitores de la nefrona mesenquimal del conversión de las células del mesénquima mesodér-
blastema metanéfrico. Las células derivadas del brote mico en células epiteliales polarizadas 17. Las células
uretérico se diferencian en los distintos epitelios des- progenitoras funcionan durante el desarrollo como
pués de la inducción 9. células pluripotenciales que dan lugar a una proge-
D esde l os trabaj os de Grobstei n, Saxen y Ek- nie con los distintos fenotipos epiteliales que forman
blom 10, 11-15, 5, quedó patente que, una vez formado, el epitelio tubular renal. La proliferación e inducción
el blastema metanéfrico da lugar a los distintos epite- de los nefroblastos se continúa con la diferenciación
lios del riñón metanéfrico; sin embargo, esos trabajos en un epitelio altamente segmentado como son los
describen únicamente a qué da lugar el blastema me- túbulos renales, para dar lugar a la nefrona.
tanéfrico, pero no nos dice nada respecto de su pro- La conversi ón de cél ul as mesenqui mal es en un
cedencia. epitelio es un proceso poco frecuente en la organo-
Las nefronas metanéfricas no se forman por ramifi- génesis y tiene lugar en el riñón, las gónadas y el me-
cación directa del brote uretérico. Estudios de micro- sotelio. Los cambios a que se ven sometidas pueden
disección han demostrado que la vesícula renal (la implicar una remodelación sustancial de la matriz
unidad estructural primaria de la metanefrona) se de- extracelular de las células del mesénquima metane-
sarrolla sin ninguna conexión tubular al brote uretéri- frogénico. El mesénquima no inducido secreta una
co 16. Los experimentos de Grobstein 11-15 han docu- matriz compuesta principalmente por fibronectina y
mentado que el blastema metanéfrico, definido como colágeno tipos I y III. Después de la inducción estas
una población de células mesenquimales desgajadas proteínas desaparecen y son reemplazadas por una
del brote uretérico, da lugar, en último término, a las lámina basal compuesta de laminina, colágeno tipo
nefronas (fig. 3). IV y proteoglicanos 18, 19. La invasión del espacio me-
El metanefros humano se hace funcional durante la senquimal por el brote uretérico da lugar a la apari-
segunda mitad de la gestación. La orina se emite ha- ción de marcadores celulares epiteliales tales como:
cia la cavidad amniótica y se mezcla con el líquido colágeno tipo IV, laminina (cadena α) y ovomuruli-
amniótico, éste es ingerido por el feto y llega al intes- na, así como la desaparición de proteínas mesenqui-
tino, donde es absorbido hacia la sangre, retornando males tales como vimentina y N-CAM.
de nuevo a los riñones, para volver al líquido amnió- El citoesqueleto cambia del de una típica célula
tico, manteniendo así su ciclo, aunque durante la vi- mesenquimal a una epitelial; de esta forma las célu-
da intrauterina los riñones no tienen a su cargo la ex- las mesenquimales laxamente unidas pasan a tener
creci ón de productos de desecho, ya que ésta es una unión más estrecha y de forma claramente pola-
función de la placenta. rizada, con una lámina basal. Previamente a estos
cambios el blastema metanéfrico inducido sintetiza
el proteoglicano de membrana Syndecan; éste es im-
TRAN SICIO N M ESEN Q U IM AL-EPITELIAL portante para la formación del epitelio y su síntesis es
determinante para la agregación de las células me-
Aunque la investigación del desarrollo renal du- senquimales.
rante los últimos treinta años se ha centrado en las
transformaci ones experi mentadas por el bl astema
metanéfrico durante su diferenciación (inducida) en APO PTO SIS D U RAN TE EL D ESARRO LLO REN AL
el epitelio de la nefrona, las señales bioquímicas que
El número de células maduras en un tejido depen-
de del balance entre la mitosis y la apoptosis (muerte
celular programada). Evidentemente este balance de-
be estar perfectamente programado y regul ado.
Durante la morfogénesis de algunos tejidos, las célu-
las se generan en exceso; sin embargo, rápidamente
mueren y sólo unas pocas van a dar lugar al tejido
maduro 20, 21. En el riñón, las células que permanecen
alrededor del mesénquima inducido muestran carac-
terísticas morfológicas y bioquímicas de muerte celu-
lar programada.
Fig. 3.—Esquema del desarrollo de una nefrona metanéfrica a En embriones E14-E19 aún se encuentran islotes
partir de la inducción. de células apoptóticas entre las nefronas en desarro-
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llo, indicando así la importancia de este fenómeno señal en el tubo de Wolff tanto en el mutante como
en el desarrollo renal 22, 23. en el «wild type»; sin embargo, no se detectó expre-
sión en el blastema metanéfrico del mutante, lo cual
i ndi ca l a necesi dad de W T-1 para l a expresi ón de
Pax-2.
FACTO RES IN D U CTO RES D EL D ESARRO LLO
REN AL
Aunque el IGF-II y el receptor de baja afinidad p75 M AD U RACIO N REN AL: FACTO RES IM PLICAD O S
de NGF parecen regular el desarrollo renal en un sis-
tema en cultivo in vitro, los experimentos de disrup- Una vez completa la nefrogénesis, tanto la perfu-
ción génica en el ratón han añadido dudas más que sión renal como la filtración glomerular se incremen-
aclarar la relevancia de estos datos in vivo. tan 37 y además la capacidad de conservar y excretar
H asta ahora no se conocía ni la sustancia induc- sodio aumenta espectacularmente 38, 39 . Aunque la
tora sintetizada por el brote uretérico ni el receptor hemodinámica sistémica y los cambios hormonales
en el mesénquima ni los genes que se activan por la juegan un papel primordial en los fenómenos madu-
i nducci ón. Se ha i denti fi cado un gen (W T-1) que rativos, son los factores locales vasoactivos los que
parece ser un buen candidato como detonante para están estrechamente involucrados en el proceso.
el inicio de la secuencia de transformación mesén- Dentro de los tres sistemas vasoactivos intrarrena-
quimo epitelial. Se trata de un gen que se identificó les más importantes en la maduración renal se en-
ausente o mutado en el cáncer de células embriona- cuentran: renina-angiotensina, prostaglandinas y kali-
rias renales (tumor de Wilms). Este gen se encuentra kreína-kininas.
en el cromosoma 11 (11p13) y codifica una proteína Se sabe que el riñón adulto expresa todos los com-
cuyo extremo ami no-termi nal es ri co en prol i na y ponentes del sistema K-K 40-42 y que las kininas parti-
gl utami na, además de cuatro dedos de zi nc (ci s)2 - cipan en la regulación de la presión sanguínea 43, la
(his)2 en el extremo carboxilo-terminal 24-26. Hay evi- hemodi námi ca renal 4 4 y l a excreci ón de sodi o y
dencia de que el WT-1 regula la expresión de IGF2 27 agua 45, 46.
y PD GFA 28 y puede estar di rectamente i mpl i cado Las kal i kreínas son serín-proteasas que actúan
en l a regul aci ón de l a prol i feraci ón y l a di feren- rompiendo enlaces peptídicos en su substrato natu-
ciación celular. Estudios de hibridación in situ han ral: kininógeno. Se ha demostrado que el riñón en
demostrado que es selectivamente expresado en el desarrollo expresa kininógeno, dando lugar a pépti-
bl astema metanéfri co, cuerpos en forma de «S» y dos vasoactivos 47. En el adulto, la kalikreína es sinte-
epitelio glomerular durante el desarrollo embriona- tizada y almacenada en las células de los túbulos dis-
rio y fetal 29 (fig. 2). tales 40, 42, sucediendo de igual forma en el riñón en
Los patrones de expresión de WT-1 encontrados 30 desarrollo 48. La relación mRNA/proteína para la kali-
señalan un importante papel de este gen no sólo du- kreína aumenta de cuatro a seis veces en la transi -
rante el desarrollo urogenital, sino durante la vida fe- ción de neonato a adulto, sugiriendo que la expre-
tal y postnatal. Además, usando técnicas de micros- sión está regulada durante el desarrollo.
copi a l áser se subl ocal i zó al W T-1 en el núcl eo, Como corolario podemos verter las siguientes afir-
independientemente del tipo celular y el estadío de maciones:
desarrollo. a) Kalikreína y su mRN A se expresan en el riñón
Recientemente se ha concluido que el crecimiento metanéfrico en desarrollo.
inicial del brote uretérico es dependiente de una se- b) Los niveles de kalikreína y su mRN A se incre-
ñal del blastema metanéfrico y que el WT-1 es indis- mentan con la maduración.
pensable para su expresión 31-33 . Para determinar el c) Hay una correlación temporal entre los cambios
efecto de una mutación en el W T-1 se determinó si espaciales en la kalikreina, intrarrenal y la activación
la deficiencia en éste afecta la expresión del Pax-2 de la síntesis de kalikreina.
(un posible factor regulador presente durante el desa- Además de los hallazgos de la inmunohistoquími-
rrollo renal, miembro de la familia Pax) 34 que se en- ca y de la hibridación in situ se pudo confirmar que,
cuentra en el tubo de W olff y el brote uretérico, así al igual que en el adulto, es el túbulo distal el lugar
como en el mesénqui ma matanéfri co, cuando co- de síntesis y almacenamiento de la kalikreína en el
mienza a condensarse alrededor de este último 35, 36. riñón en desarrollo. Finalmente, se observó que la
Se obtuvieron secciones de embriones E11 mutados distribución de kalikreína sigue el mismo patrón cen-
y «w ild type» para el W T-1 y se incubaron con un trífugo que la maduración morfológica y funcional de
anticuerpo policlonal para el Pax-2; se obtuvo una la nefrona 48, 49.
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FACTO RES D E CRECIM IEN TO : IM PLICACIO N ES EN túbulo contorneado distal de ratón 63, 64, así como de
EL D ESARRO LLO su precursor y de su mRNA.
Los factores de crecimiento regulan el crecimiento
y el desarrollo durante la embriogénesis. Se puede TGF-β
observar una relación causa-efecto entre la expresión
de los factores de crecimiento y el crecimiento renal. Esta familia de polipéptidos incluye un grupo de
Dentro de la gran familia de factores de crecimiento proteínas diméricas homólogas y un grupo de poli-
se conocen, con una acción perfectamente caracteri- péptidos con una menor afinidad. Cada miembro del
zada en el riñón, a IGFs (factor de crecimiento simi- grupo es inicialmente sintetizado como un precursor
lar a insulina), EGF (factor de crecimiento epidérmi- que posee actividad intrínseca. Las acciones biológi-
co), TGF- α (factor de creci mi ento transformante), cas de los TGF-β son muy variadas, incluyendo esti-
TGF-β, PDGF (factor de crecimiento derivado de pla- mulación o inhibición de la proliferación, bloqueo o
quetas), FGF (factor de crecimiento de fibroblastos), iniciación de la diferenciación, estimulación de la
NGF (factor de crecimiento nervioso) y HGF (factor formación de la matriz extracelular y promoción o
de crecimiento de hepatocitos). i nhi bi ci ón de l a mi graci ón cel ul ar. D entro de l os
efectos más relevantes se encuentra la estimulación
de la formación de la matriz extracelular. Todas estas
IGF-I, IGF-II acciones sugieren que las funciones de TGF-β se ca-
racterizan por un extensa remodelación tisular 65, 66.
El túbulo colector es la principal fuente de IGF-I en Mediante técnicas inmunohistoquímicas se ha locali-
el riñón adulto 50, aunque también se sintetiza en cé- zado al TGF- β1 en el túbulo distal del riñón de ra-
lulas mesangiales glomerulares en cultivo 51, 52 . Las tón67; sin embargo, las mayores cantidades de pépti-
proteínas que se unen a IGF se sintetizan en el mis- do bi ol ógi cam ente acti vo se han extraído del
mo riñón 53, 54. Los receptores para IGF-I están locali- gl omérul o de ri ñón; además, mRN A de TGF- β 1 y
zados en glomérulo 51, 52, 55 y en la membrana basola- TGF-β2 se detectan también en el glomérulo, lo cual
teral de las células de los túbulos proximales. IGF-II es consistente con la síntesis a este nivel 68.
es algo más pequeño que IGF-I y circula unido a pro-
teínas transportadoras que se unen a IGF-I. Como
quiera que se aprecian bajos niveles de IGF-II mRNA PD GF
en todos los tejidos, excepto en tejido neural; ade-
más, en roedores, el nivel cae bruscamente al naci- Es un potente mitógeno para células del tejido co-
miento, se ha postulado que IGF-II tiene funciones nectivo y se piensa que puede jugar un papel en la ci-
predominantemente como factor de crecimiento fe- catrización cuando es liberado de las plaquetas en el
tal. Sin embargo, en humanos no se aprecia esa caí- lugar de la herida. El PDGF maduro es un dímero de
da en la expresión, lo cual es compatible con que dos cadenas (A y B), tanto una como otra se sintetizan
IGF-II juegue un papel en la fisiología del adulto 56. como precursor más grande. En el riñón, tanto las cé-
Los receptores de IGF-II se encuentran en gloméru- lulas epiteliales renales 69 como las mesangiales 70 sin-
lo57 y en las membranas basolateral y «brush border» tetizan PD GF. La producción del mRN A en células
de las células de los túbulos proximales 58. mesangiales humanas puede ser inducida por el pro-
pio PDGF, así como EGF y TGF-α 71. Las células en
cultivo de tumor de Wilms y las células de riñón fetal
EGF/ TGF-α humano producen PD GF, si endo esto compati bl e
con su papel en el desarrol l o fetal normal y en l a
Son miembros de la misma familia de factores de transformación neoplásica de células renales 72.
crecimiento y se piensa que actúan sobre el mismo
receptor de membrana. Los niveles más altos de EGF
se encuentran en las glándulas salivares de mamífe- FGF
ros adultos y en riñones. El EGF deriva de un precur-
sor (prepro-EGF) 59, 60. Las proteínas precursoras, que Es una gran familia de péptidos que unen hepari-
son activas per se, contienen regiones hidrofóbicas, na, con propiedades mitogénicas y angiogénicas. Se
que los unen a la membrana plasmática. Las porcio- han aislado dos FGF: uno con propiedades ácidas y
nes con la proteína madura se localizan extracelular- otro con propiedades básicas; ambos exhiben una
mente 61, 62. Se ha encontrado inmunorreactividad en homología mayor del 50 % 73, 74. Ambos FGF poseen
la rama estrecha del asa ascendente de Henle y en el dos dominios potenciales para fijar heparina. En la
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expresión de FGF se ha detectado una gran cantidad este factor. Aproximadamente un 40 % del sodio fil-
de células normales y transformadas in vitro. Tanto la trado se reabsorbe en la nefrona proximal, a diferen-
forma ácida como la básica se han aislado del riñón cia del adulto, donde se llega a un 60 % 83, 84. En los
de bovinos 75, 76. muy prematuros, más del 60 % del sodio filtrado lle-
ga a las zonas más distales de la nefrona, donde se
reabsorbe o se excreta en la orina 85.
N GF Hay dos características perfectamente establecidas
del metabolismo del sodio en el desarrollo: primero,
La familia de factores de crecimiento nervioso in- la existencia de un balance positivo, y segundo, la
cluyen a N GF, BD N F (brain-derived neurototropic capacidad limitada de excretar una sobrecarga. El ri-
factor) y NT-3 (neurotrofina 3) y son importantes para ñón en desarrollo es capaz de retener sodio eficaz-
el desarrollo y mantenimiento de las neuronas 77, 78. mente, lo cual es una condición esencial para el cre-
Se ha detectado la presencia de receptores para NGF ci m i ento. El pri m ero y cuanti tati vam ente m ás
en el glomérulo 77 y RNAm para NT-3 en el riñón 78. importante paso en la reabsorción del sodio tiene lu-
H ay evidencia de que el túbulo colector 79 y las gar en el túbulo proximal.
células parenquimatosas de la vejiga urinaria 80 pue- Las nefronas yuxtamedul ares parecen tener una
den sintetizar NGF. Se ha detectado inmunorreacti- mayor capacidad que las superficiales para la reab-
vidad para NGF en el ratón en el citoplasma apical y sorción de sodio 86, 87. Se ha postulado que una redis-
perinuclear de las células del túbulo colector, aun- tribución del flujo entre esas dos poblaciones de ne-
que l as cél ul as i ntercal ares no muestran i nmuno- fronas podría servir como mecanismo regulador para
rreactividad 79. la excreción del sodio 88, 89. De acuerdo con esto, un
Sabemos que el riñón está inervado desde el plexo mejor desarrollo de las nefronas yuxtamedulares en
aórtico y renal con fibras nerviosas aferentes y vaso- el neonato 90, 91 puede constituir una forma de conser-
motoras, lo cual está asociado con la vasculariza- var sodio. H ay que tener en cuenta que durante la
ción. Por otro lado, el glomérulo carece de inerva- nefrogénesis, la diferenciación funcional y morfológi-
ción; sin embargo, es fuertemente positivo para la ca tiene lugar de forma centrífuga, de tal forma que
p75NGFR durante la morfogénesis y coexpresa altos ni- las nefronas localizadas en la región externa de la
veles de NCAM (Lackie y cols., 1990), de tal forma corteza son l as menos di ferenci adas morfol ógi ca-
que la expresión de p75NGFR parece estar más directa- mente y sólo una pequeña proporción de éstas están
mente relacionada con la expresión de moléculas de irrigadas por flujo sanguíneo. Por el contrario, las ne-
adhesión celular y la morfogénesis epitelial que la fronas yuxtamedulares poseen un polo vascular y es-
inervación nerviosa. Este tipo de coexpresión está tán perfundidas en una gran proporción. El transporte
ampliamente representado en tejidos en desarrollo. incrementado de sodio tiene lugar en los segmentos
de la nefrona situados más allá del túbulo proximal,
aparentemente bajo la estimulación por altas con-
H GF centraciones de aldosterona plasmática 92.
La retención de sodio durante el desarrollo es con-
Es producido por las células de origen mesenqui- secuencia directa de una reabsorción incrementada
mal, tales como las células de Kupffer en el hígado y más que de unos bajos niveles de filtración glomeru-
fibroblastos del bazo de embrión 81 . Los receptores lar. El transporte aumentado tiene lugar en segmentos
para HGF están presentes en la membrana plasmáti- de nefrona situados más allá del túbulo proximal y
ca de cél ul as renal es. Se ha l ocal i zado mRN A de posiblemente bajo la estimulación de altas concen-
HGF en las células endoteliales renales que están lo- traciones de aldosterona. Este mecanismo adaptativo
calizadas entre los túbulos renales 82. puede explicarse por el hecho de que las crías me-
dran en condiciones de baja ingesta de sodio, tal y
como sucede durante el amamantamiento. El sistema
M AN EJO REN AL D EL SO D IO Y PO TASIO renina-angiotensina-aldosterona no puede inhibirse
totalmente por la expansión del volumen intravascu-
Hay una gran cantidad de trabajos que confirman lar y esto puede explicar la respuesta natriurética po-
la escasa capacidad del riñón del neonato para regu- bre del animal y los humanos en desarrollo a la infu-
lar el balance de sodio; sin embargo, pocos de estos sión de soluciones salinas o albuminoideas.
trabajos se han hecho en condiciones fisiológicas. La concentración de potasio depende de dos facto-
Aunque el GFR es desproporci onadamente baj o res: el balance externo de potasio, que regula el con-
comparado con el del adulto, la capacidad limitada tenido corporal de este catión, y el balance interno
para excretar sodio no es explicable únicamente por de potasio, que regula la distribución del mismo en-
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tre los espacios intra y extracelular. H ay que tener Además, la Na,K-ATPasa posee una relevante sig-
presente que más del 98 % del potasio está conteni- nificación farmacológica, relacionada con su carác-
do en el espacio intracelular. ter como «receptor» de los glucósidos cardiotónico
Aunque la hipercaliemia se ha atribuido a la inma- que al fijarse específicamente a ésta inhiben su acti-
durez de la función renal, probablemente representa vidad enzimática.
un disbalance agudo de la distribución corporal de Está compuesta de dos subunidades: una subuni -
potasio con salida masiva del espacio intracelular ha- dad α con funciones catalíticas, de trasvase de iones
cia el extracelular. Contrariamente a lo que sucede sodio, potasio, magnesio, calcio y protones, así como
con el sodio, no hay un umbral renal para el potasio, de la fijación de ATP y fosfato inorgánico. Además
por lo que éste continúa excretándose en la orina in- de las anteriores, también es el receptor de los glucó-
cluso en estados de depleción. si dos cardi otóni cos. La subuni dad β , que, aunque
El 65 % del potasio del filtrado glomerular es ab- siendo necesario para el correcto funcionamiento del
sorbido en los túbulos proximales y otro 25 % lo es enzima, no parece estar directamente implicado en
en las asas de Henle. Cuando el sodio es transporta- la actividad «bomba de sodio», pero sí en el ensam-
do desde el citoplasma de la célula epitelial tubular blaje del sistema en la membrana. (Para más infor-
distal hacia el interior del líquido peritubular, el po- mación remitirse a ref. 93.)
tasi o es transportado haci a el i nteri or de l a cél ul a Podemos recapitular y dar una visión general de la
epitelial. Posteriormente el potasio difunde desde la fisiología de la bomba de sodio diciendo que se en-
célula hacia la luz tubular en función de su alta con- cuentra relacionada con la regulación de la tensión
centración en la célula epitelial. Además de la secre- arterial, el contenido catiónico de los líquidos corpo-
ción de potasio por los túbulos distales y colectores, rales y la función de la barrera hematoencefálica.
hay una reabsorción activa continua de potasio a tra-
vés de la membrana luminal de la célula epitelial ha-
cia el interior de la célula. LA BO M BA D E SO D IO D U RAN TE EL D ESARRO LLO
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observa en el túbulo colector y en la pars recta 100, 102, les de forma casi cuboide, con superficies lisas y muy
104, 105
y es apenas detectable en la rama delgada del pocas mitocondrias. Como es en los túbulos colecto-
asa de Henle 106. res donde la orina se vuelve muy concentrada o muy
El incremento espectacular de Na,K-ATPasa previa- diluida, muy ácida o muy básica, el epitelio de éstos
mente a la cavitación y su localización en el margen parece estar bien dispuesto para resistir estas caracte-
basolateral del trofoectodermo mural pone en nues- rísticas extremas del líquido tubular. La permeabili-
tras manos argumentos para atribuirle un papel cru- dad del epitelio para el agua en ambas porciones del
cial en la cavitación, fenómeno que es corroborado túbul o col ector depende de l a concentraci ón de
por el hecho de ser aquella bloqueada por ouabaína, AD H en sangre; si ésta es alta, el túbulo se vuelve
inhibidor específico de la Na,K-ATPasa 107 (ver fig. 2). muy permeable; por el contrario, si es baja, se reab-
sorbe muy poca agua y casi toda pasa a l a ori na.
Podemos encontrar dos tipos celulares estructural y
TIPO S CELU LARES REN ALES funcionalmente distintos: células principales y célu-
las intercaladas, las cuales también podemos encon-
Epitelio tubular proximal. Las células del túbulo trar en el túbulo colector. Hay dos poblaciones dife-
proximal poseen numerosas mitocondrias capaces de renciadas de células intercaladas: células tipo A y
producir la ingente cantidad de energía necesaria pa- tipo B; las primeras están involucradas en la secre-
ra sostener los procesos de transporte activo. El 65 % ción ácida y en la reabsorción de bicarbonato, mien-
de todos los procesos de absorción y secreción tie- tras que las segundas lo están en la secreción de bi-
nen lugar en los túbulos proximales. Estas células tie- carbonato 108.
nen un borde ciliado muy extenso, que mira hacia la
luz, con lo cual se aumenta de forma considerable la
superfi ci e, además de un l aberi nto extenso de l as LO CALIZACIO N REN AL D E LAS D ISTIN TAS
vías i ntercel ul ares y basal es a través de l as cual es SU BU N ID AD ES D E N a,K-ATPasa
pueden fluir gran cantidad de líquidos.
Segmento del gado del asa de H enl e. Como su Hasta el momento, en mamíferos, se han descrito
nombre indica, se trata de un epitelio muy delgado, cuatro isoformas distintas de la subunidad α (α1, α2,
provisto de un sistema muy extenso de poros entre α3 y α4) y dos de la subunidad β (β1 y β2). Mientras
las células epiteliales, de tal forma que la permeabili- que las isoformas α1 y β1 se han detectado habitual-
dad es muy grande. Las células no poseen bordes ci- mente en riñón, no en vano se ha considerado siem-
liados y contienen pocas mitocondrias, indicando pre como un modelo de tejido rico en α1 109; no así ha
una intensidad mínima de actividad metabólica. Por ocurrido para la presencia de α 2 110-112 y α 3 111, 113 ;
todo ello, el segmento delgado del asa de Henle pa- otros autores han detectado de forma inconstante can-
rece adaptado para la simple difusión de sustancias a tidades variables de α2 113-115, α3 110, 112, 115 o β2 115, 116.
través de sus paredes. En los trabajos más recientes 115 se describe una ex-
Segmento grueso del asa de Henle y epitelio tubu- presión abundante de α1 y β1, pero sólo una discreta
lar distal. La última porción de la rama ascendente y no uniforme distribución de α2, α3 y β2.
del asa de H enl e o segmento grueso ti ene cél ul as En un estudio reciente, y usando hibridación in si-
epi tel i al es gruesas, con característi cas físi cas casi tu con sondas cRNA marcadas con digoxigenina, se
idénticas a las de las células tubulares distales. Estas han detectado los mRNA para α1, α2, α3, β1 y β2 en
células son similares a las células de los túbulos pro- distintos tipos celulares a lo largo de la nefronas. Se
ximales, excepto que sólo poseen un borde ciliado genera así un mapa de la distribución celular de las
rudimentario y tienen una zona oclusora mucho más distintas isoformas de la bomba de sodio. Aunque en
cerrada cuando las células se unen una a otra. Las determinados segmentos es evidente la coexpresión
cél ul as están específi camente adaptadas para el de varias subunidades α y β, se aprecian diferencias
transporte activo de sodio contra gradientes elevados significativas en la expresión en distintos tipos celula-
de concentraci ón y el éctri cos. El epi tel i o es poco res 117 (fig. 4).
permeable al agua y casi impermeable a la urea. Hay Los resultados indican que los mRNA para las cin-
una gran cantidad de mitocondrias situadas muy cer- co subunidades de la N a,K-ATPasa se expresan de
ca de la membrana basal de la célula epitelial. forma distinta en los distintos y específicos tipos ce-
Epitelio del túbulo colector. El túbulo colector está lulares del glomérulo y en diferentes segmentos de
formado por dos segmentos importantes similares por nefronas del córtex, médula externa y médula interna
sus características físicas, pero netamente diferentes del riñón de rata. Aunque en determinados segmen-
por sus características funcionales: la porción cortical tos es evidente la coexpresión de varias subunidades
y la porción medular. Ambas poseen células epitelia- α y β, se aprecian diferencias significativas en la ex-
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Bibliografía
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