Está en la página 1de 3

JUAN 11:32-37

Juan enfatiza el hecho de que contamos con un Dios que se interesa por nosotros,
que no es indiferente a nuestro dolor, sino que por el contario vemos a un Jesús
expresa sus emociones tal cual: “Jesús lloró” no era indiferente al dolor de Martha
y de María.
La Biblia dice que Dios no cambia, quizás el tiempo ha pasado pero Dios sigue
extendiendo misericordia, sigue interesado en nosotros.

Lo primero que hay que entender según el contexto de la Palabra es que la


relación que tenía Jesús con estas personas mencionadas no era una relación
cualquiera, ellos en algún momento convivieron, se sentaron juntos a la mesa,
platicaron de muchas cosas, tuvieron sus momentos gratos, como cualquier
persona que tiene sus momentos de alegría y convivencia… pero también
debemos tener presente que…
La vida tiene sus temporadas, sus transiciones, Salomon hablando sobre esto dice
que hay tiempo para todo, para reir, para llorar, para crecer, para morir, etc.
Hay momentos en la vida que nuestras convicciones son amenazadas.
De pronto hablamos de un Dios grande y poderoso, que hace posible todas las
cosas.
Y luego un día nos pasa lo que pensamos que solo les pasaba a los demás.
Nos topamos con la muerte, nos sentimos impotentes de no poder hacerle frente.
Nos cae el veinte, nos damos cuenta que esa eternidad de la que hablamos si
existe pero no es de este lado del sol. Y empezamos a cuestionarnos. Tal como lo
hizo Martha y María.
¿Por qué Dios nos daría un compañero para luego llevárselo?
¿Por qué nos daría una cuna para luego vaciarla?
Díganme quien no sale de un panteón casi muerto en vida preguntándose ¿Por
qué?
Hoy que ha pasado el tiempo uno que otro preguntando el porqué.
¿Por qué Dios ha permitido toda esta situación?
Pensamos que debemos tener las respuestas porque están en la Biblia, pero a
veces simplemente nos hay respuestas.
Dormir solo en una cama para dos.
Caminar solo en una espaciosa casa.
El mundo sigue girando mientras nosotros no sabemos cómo seguir avanzando.
Pero hoy venimos a tratar de compartir este dolor, tu dolor, dolor que no
subestimamos, dolor del que Dios está dispuesto a levantarte.
En otra historia vemos a otro hombre perder lo que para él en su momento era
importante….
Job ha perdido riquezas, familia y salud…Tiene lepra, sus amigos lo condenan; su
esposa le dice maldice a Dios y muérete.
Pero Job se ha determinado un objetivo.
Alegría en medio del dolor.
¿Qué hago con el dolor?
La decepción, la traición, la muerte; de pronto como un intruso aparecen en
nuestra vida y nos causa tanto dolor que no hay palabras que nos puedan
levantar.
Sin embargo ese dolor es usado como catalizador… Dios quiere hablarte, quiere
que sepas que eres importante, que no mires los errores humanos, que aprendas
en todo tiempo a verlo a Él, a Jesús la fuente de todo amor y toda dadiva.

Cuando te duele identificas en que necesitar crecer, ordenas tus prioridades.


No siempre puedes estar con una actitud negativa y de resentimiento, tú tienes
que aprender que Dios es bueno todo el tiempo, que ese Dios que amas, que te
ha dado y te seguirá dando momentos gratos, por no cumplir con un deseo tuyo
hoy, no quiere decir que por eso no es poderoso, no es bueno.
Estoy segura que el Señor quiere que aprendas a amarlo en medio de cualquier
circunstancia, que aunque por este momento tengas que padecer, llegara el día en
que ya no habrá más dolor, más llanto ni más tristeza.
Jesús lloro: vemos a un Cristo familiarizado con el dolor.

Pablo dice…he aprendido a contentarme... he aprendido a vivir


Aunque el dolor no se me haya ido, yo voy a estar alegre.

Celebra (una orden al mundo de las emociones)


Que ganas de adorar a Dios… no solo cuando nos va bien sino por lo que es Él…

Dios es el mismo… no cambia


Donde estabas Job cuando yo creaba el mundo.

No, Dios no te fallo, Él está contigo. Sabe que son momentos difíciles y llora
contigo, porque eres su hijo, eres su hija. El te promete que si tu le crees a Él, un
dia ya no habrá mas dolor ni mas llanto ni mas tristezas…
Cual es el pronostico entonces. Señoras, señores… días malos, días buenos, días
de abundancia, días de hambruna… pero Dios está todos los días.
Días malos y buenos; en ambos se cumple la voluntad de Dios; y Dios sigue
siendo bueno.
Tu crisis tu dolor no va a durar para siempre...
Yo se que lo hechas de menos, que la muerte parece que se lleva demasiado.
Claro porque no se sepulta solo un cuerpo, sepultamos sueños, metas.
Pero en el cielo todas las cosas serán restauradas

También podría gustarte