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Los santos evangelios explicados por Jesús

Libro Año litúrgico B

Contenido

   Introducción

El Trabajo de Dios

   Acerca del autor


   Conclusión
   Exoneración
   Recomienda este e-libro
   Sitio web

Evangelios

   Año Litúrgico A (pdf 1)


   Año Litúrgico B
   Año Litúrgico C (pdf 3)

Introducción

Dios ha revelado su palabra a sus profetas a través de los tiempos, su testimonio es grande y está
documentado oficialmente en las Sagradas Escrituras. En el Nuevo Testamento Dios se reveló a si mismo a
través de la encarnación de la Palabra en la persona de Jesús. Sus buenas nuevas son documentadas en
los evangelios. Después de morir por nuestros pecados, Jesús ascendió a los cielos y envió el Espíritu
Santo para que nos hablara en nuestros corazones.

Es solamente por la inspiración del Espíritu Santo que alguien puede llamar a Jesús Salvador y Señor. El
Espíritu Santo ha guiado la Iglesia de Cristo hasta este mismo momento y continuará haciéndolo hasta el
final de los tiempos.

De vez en cuando el Señor le ha hablado a pequeños profetas y a almas humildes a través de mensajes que
tocan los corazones y llevan a la conversión. El Trabajo de Dios está claramente mostrado en estos
mensajes que han sido dados con el propósito de enseñar las almas a aceptar el gran regalo de ser hijos de
Dios.

Estos mensajes son una formación espiritual que moldeará cualquier alma y la guiará a una completa e
íntima relación con Dios. Están siendo compartidos para que puedan ayudar al lector o lectora en su
salvación y para asistir a otros a venir a Dios.

Cualquiera que lea estas páginas será transformado por la Gracia de Dios, porque las palabras de Dios son
palabras de vida eterna. Estos mensajes fueron dados a una persona católica, pero estan documentados
para cualquier persona de cualquier religión, puesto que todos somos hijos del mismo Padre en el Cielo.

Esta publicación está protegida por Derechos de Autor, copyright 2007©, la puedes usar para propósitos
personales solamente.

Los Santos Evangelios explicados por Jesús

Después de recibir mensajes de Jesús diariamente por varios años, decidí proclamar la Palabra de Dios
haciendo uso del Internet. El sitio web El Trabajo de Dios www.theworkofgod.org/spanish fue creado en
1998. Algunos de estos mensajes fueron publicados en el sitio web y recientemente se hicieron disponibles
en formato e-libro en www.theworkofgod.org/mensajes

Yo siempre quería escribir algo sobre los evangelios, pero temía sobre el trabajo que iba a ser, estaba
planeando seguir los evangelios de la Santa Madre Iglesia en los 3 años litúrgicos que cubren los evangelios
de San Mateo, San Juan, San Lucas y San Marcos.

El espíritu del Señor me movió a comenzar este trabajo el tercer Domino de Pascua Abril 2005, nada que
ver con mensajes, Yo simplemente necesitaba proclamar la Palabra de Dios, fue solamente una inspiración
al principio.

El primer evangelio fue Lucas 24:13-35. Por una coincidencia extraña, este evangelio explica como los
discípulos de Emaus estaban escuchando a Jesús en el camino mientras Él les explicaba las Sagradas
Escrituras, ellos no sabían que Él era Jesús, pero al final confesaron como sus corazones ardían mientras
ellos escuchaban. Fue al final que ellos lo reconocieron en la partición del pan

Luego chequié el próximo evangelio y me senté a crear una homilía, mi corazón estaba ardiendo con la
presencia de Jesús, no podía escribir la homilía como lo esperaba, era Jesús dictándome lo que tenía que
escribir, como resultado terminé el mensaje y a partir de entonces, todas las inspiraciones de los evangelios
venían de Jesús de la misma manera que yo recibí los otros mensajes.

El resultado final es la recopilación de los últimos 3 años litúrgicos de la Santa Madre Iglesia. Es mi gozo
hacer este trabajo disponible. Con el permiso del Señor, lo he convertido en un e-libro para continuar
financiando la presencia del Apostolado del Trabajo de Dios en el Internet y para tratar de hacer estos libros
de mensajes disponibles en formato libro duro.

Los mensajes de los Santos Evangelios pueden ser estudiados siguiendo los años litúrgicos de la Iglesia
Católica, Año A, Año B y Año C.
Nota: Cada año litúrgico empieza el primer Domingo de Adviento, el último Domingo de Noviembre.

Su servidor en Cristo
José de Jesús y María

Acerca del autor

El autor de este libro Los Santos Evangelios explicados por Jesús es también el autor de de Mensajes de
Jesús, María y Dios el Padre.

Es una persona católica que experimentó el proceso de reconversión a la fe católica. Los mensajes
recopilados van del año 1993 al 1997, aunque el autor todavía los recibe diariamente antes o después de la
Sagrada Comunión, no en forma de apariciones, sino a través de locuciones internas.

Como resultado de su conversión, este padre de tres hijos, residente de Sydney Australia, asumió el nombre
de José de Jesús y María en agradecimiento a Dios por sus regalos.

Estos mensajes han sido sometidos a un director espiritual para análisis, y han sido encontrados libres de
errores doctrinales. No están conectados con apariciones y no contienen mensajes proféticos de eventos
venideros. Hacen eco a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y confirman las enseñanzas de la Iglesia
Católica. Hablan sobre la realidad espiritual de cada persona y la realidad del cielo y del infierno.

Estos mensajes nos recuerdan los evangelios y son una tierna llamada al arrepentimiento, son un llamado a
darle bienvenida a la misericordia de Dios, y son una íntima llamada celestial a despertar para todo aquel
que los lee.

El mismo Señor quiere que este trabajo sea publicado y conocido, está disponible a cualquier persona de
cualquier religión o fe que quiera conocer a Dios de una manera íntima.

Cada vez que un mensaje es dirigido como "hijo mío", puede ser tomado para cualquiera que lo lea, puesto
que todos somos hijos de Dios, excepto por algunos casos cuando los mensajes tienen un toque personal.
Rézale al Espíritu Santo para que te de discernimiento y te guíe.

Estos mensajes son un camino simple a una conversión más profunda y a una vida en Cristo. Están escritos
en forma cronológica describiendo algunas visiones y eventos relacionados con ellos. Las explicaciones de
los Santos Evangelios fueron escritas siguiendo los años litúrgicos de la Iglesia.

Estos mensajes cambiaron completamente la vida de José de Jesús y María, también han tocado mucha
gente en el Apostolado del Trabajo de Dios, incluyendo personas que han recibido milagros de Nuestro
Señor Jesucristo como resultado de oraciones de intercesión.

Muchos otros escritos por el mismo autor incluyen oraciones de inspiración del Espíritu Santo en el Tesoro
de oraciones, disponibles en el sitio web.

Permitamos que Dios trabaje en nuestras vidas, puesto que esto es realmente "El Trabajo de Dios"

José de Jesús y María

Conclusión

Después de leer estos mensajes nos damos cuenta cuanto Dios nos ama, experimentamos su tierno amor
no solamente a través de su encarnación, vida, trabajos, pasión, muerte y resurrección de Cristo, sino
también en una forma increíble a través de la Santísima Virgen María, la madre de Jesús quien nos ha sido
dada como nuestra madre celestial.

Nos damos cuenta de que tenemos que tener una continua íntima relación con Dios y que tenemos que
cambiar nuestras vidas para poder ser salvados y ser instrumentales en la salvación de otros.

El Apostolado del Trabajo de Dios ha hecho su presencia en Internet desde 1998, nuestra misión es
proclamar la palabra de Dios y de llevar su gente de regreso a El. Cualquier persona interesada en participar
de esta clase de trabajo debe leer estos mensajes y hacerlos conocidos a otras personas, para que nuestro
apostolado pueda continuar esparciendo las semillas de la salvación.

Tu compra de este libro electrónico nos ayudará a mantener nuestro sitio web y a publicar más trabajos para
la gloria de Dios. Futuras publicaciones incluirán el Tesoro de oraciones inspiradas, Homilías dominicales y
otras enseñanzas disponibles en el Trabajo de Dios.

Visita nuestra página web para que veas hermosos recursos espirituales para aumentar tu fe.

Apostolado del Trabajo de Dios

Exoneración

El Trabajo de Dios no es responsable por cualquier malinterpretación de estos mensajes. Estos mensajes
son la voz de Dios a un alma privilegiada, no son un substituto para las enseñanzas de la Iglesia Católica.

La Iglesia Católica no basa sus enseñanzas en revelación privada, estos mensajes no reclaman ningún valor
superior a las enseñanzas de la Iglesia.

Biblia Católica - Derechos de Autor

Todas los versos de las Sagradas Escrituras son tomados de la Biblia Católica Douay Rheims en Inglés 
que esta bajo el dominio público, son traducidas al Español por el Trabajo de Dios. Se pueden usar
libremente.

Evangelios

Primer Domingo de Adviento Año B


Marcos 13:33-37
Observen, estén alerta; porque ustedes no saben cuando será el momento.

Segundo Domingo de Adviento


Marcos 1:1-8
Preparen el camino para el Señor - Juan Bautista

Tercer Domingo de Adviento


Juan 1:6-8.19-28
Bautismo con agua - Bautismo con fuego y el Espíritu Santo

Cuarto Domingo de Adviento


Lucas 1:26-38
La Encarnación - El Señor está contigo

Nacimiento de Jesús, Navidad - Nuestro Señor Jesucristo


Lucas 2:15-20
Los pastores encontraron a María, a José y al bebé Jesús.

Madre de Dios – Solemnidad de Maria


Lucas 2:16-21
Maria atesoraba esas cosas en su corazón

Epifanía del Señor


Mateo 2:1-12
Tres reyes magos vieron su estrella y vinieron a adorar al Rey

Segundo Domingo en tiempo ordinario


Juan 1:35-42
Hemos encontrado el Mesías

Tercer Domingo en tiempo ordinario


Marcos 1:14-20
Arrepiéntanse y crean en el evangelio

Cuarto Domingo en tiempo ordinario


Marcos 1:21-28
Enseñaba con autoridad, y no como los escribas

5o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 1:29-39
Sanó muchos que sufrían diversas enfermedades

6o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 1:40-45
Yo quiero sanarte. ¡Queda limpio!

7o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 2:1-12
Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa

8o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 2:18-22
Vino Nuevo, en odres frescos

Primer Domingo de Cuaresma


Marcos 1:12-15
Jesús fue tentado por Satanás

Segundo Domingo de Cuaresma


Marcos 9:2-10
La Transfiguración - Este es mi Hijo amado. Escúchenlo.

Tercer Domingo de Cuaresma


Juan 2:13-25
Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré

Cuarto Domingo de Cuaresma


Juan 3:14-21
Porque Dios amó tanto al mundo
Quinto Domingo de Cuaresma
Juan 12:20-30
A menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera

Domingo de (Ramos) la Pasión


Marcos 11:1-10
Bendito es el que viene en el nombre del Señor

Domingo de Pascua
Juan 20:1-9
Él debía resucitar de entre los muertos

2o Domingo de Pascua - Domingo de la Divina Misericordia


Juan 20:19-31

Si ustedes perdonan los pecados de alguien, ellos son perdonados

Tercer Domingo de Pascua


San Lucas 24: 35 - 48
Después de ocho días, Jesús mismo se apareció entre ellos, y les dijo, «La Paz esté con ustedes.»

Cuarto  Domingo de Pascua


Juan 10: 11 - 18
El Señor es mi Pastor

Quinto Domingo de Pascua


Juan 15:1-8
Yo soy la vid verdadera

Sexto Domingo de Pascua


Juan 15:9-17|
Este es mi mandamiento, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado

La Ascensión del Señor


Marcos 16:15-20
Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Nueva a toda la creación.

Domingo de Pentecostés
Juan 15:26-27 16:12-15
El Espíritu de la verdad, que procede del Padre, dará testimonio de mí

Domingo de la Santísima Trinidad


Mateo 28:1620
Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo

El Cuerpo y la Sangre de Cristo


Marcos 14:12-16 16:22-26
Este es mi cuerpo, esta es mi sangre

12o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 4:35-41
¿Quien es este que hasta los vientos y el mar le obedecen?

San Pedro y San Pablo


Mateo 16: 13-19
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

13o Domingo en tiempo ordinario


Mateo 16: 13-19
Niñita, Yo te digo: levántate

14° Domingo en tiempo ordinario


Marcos 6:1-6
No hay un profeta sin honra, excepto en su propia tierra, entre sus parientes y en su propio hogar.

15° Domingo en tiempo ordinario


Marcos 6:7-13
Llamó a los doce, y los comenzó a enviar de dos en dos; les dio autoridad para expulsar espíritus impuros.

16° Domingo en tiempo ordinario


Marcos  6:30-34
Tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin un pastor, y comenzó a enseñarles.

17° Domingo en tiempo ordinario


Juan 6:1-15
Multiplicación de los panes

La Transfiguración
Mateo 17:1-9
Transfiguración - Ante ellos se transfiguró. Su rostro brilló como el sol

18° Domingo en tiempo ordinario


Juan 6:24-35
¿Qué debemos hacer, para poder realizar los trabajos de Dios?

19° Domingo en tiempo ordinario


Juan 6:41-51
Yo soy el pan de la vida

20° Domingo en tiempo ordinario


Juan 6:51-58
Aquellos que coman mi carne y beban mi sangre tienen vida eterna, y Yo los resucitaré en el último día.

21° Domingo en tiempo ordinario


Juan 6:60-69
Entonces Jesús les dijo a los doce, «Ustedes no quieren irse, ¿O si quieren?»

22° Domingo en tiempo ordinario


Marcos 7:1-8, 14-15, 21-23
Esta gente me honra con sus labios, Pero su corazón está lejos de mi.

23o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 7:31-37
Mirando al cielo, suspiró, y le dijo, «¡Ephphatha!» que significa, «¡Ábrete!»
24o Domingo en tiempo ordinario  (Triunfo de la cruz)
Juan 3:13-17
Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre.

25o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 9:30-37
El Hijo del Hombre está siendo tracicionado y será entregado a manos de los hombres, y ellos lo matarán; y
después de muerto, al tercer día resucitará

26° Domingo en tiempo ordinario


Marcos 9:38-43, 45, 47-48
La realidad del infierno

27o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 10:2-16
Divorcio - Entonces lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre

28o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 10:17-30
Una cosa te hace falta. Ve, vende lo que tengas y dalo a los pobres, y tendrás un un tesoro en el cielo; y
ven, sígueme cargando tu cruz.

29o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 10:35-45
El hijo del hombre no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida para la redención de muchos.

30o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 10:46-52
¿Qué quieres que haga por ti?

31o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 15:33-39, 16:1-6
Conmemoración de las almas del purgatorio

32o Domingo en tiempo ordinario


Juan 2:13-22
El fervor por tu casa me consumirá.

33o Domingo en tiempo ordinario


Marcos 13:24-32
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán

34o Domingo en tiempo ordinario


Juan 8:33-37
Cristo Rey

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Marcos 13:33-37     Año B  -  Primer Domingo de Adviento


Observen, estén alerta; porque ustedes no saben cuando será el momento.

33 Observen, estén alerta; porque ustedes no saben cuando será el momento.


34 «Es como un hombre, que se va de viaje, dejando su casa, y dando autoridad a sus siervos, y a cada uno su trabajo, y le
ordena al portero estar vigilante.
35 Por eso manténganse despiertos, porque ustedes no saben cuando llega el Señor de la casa, si en la tarde, a media noche,
cuando el gallo cante, o en la madrugada;
36 para que no los encuentre dormidos cuando llegue de repente.
37 Lo que les digo, se lo digo a todos: manténganse despiertos.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Los accidentes ocurren cuando menos se esperan. Un hombre sensato estaría preparado para lo
inesperado. Se protegería con seguro para proteger su propiedad, ahorraría su dinero para un día de
infortunio, anticiparía cualquier momento de desgracia y por lo menos se prepararía mentalmente para
superar cualquier situación o sufrimiento.
Por otro lado, el hombre necio nunca planea su futuro; nunca anticipa las calamidades, se confía mas de la
cuenta. Cuando el mal cae sobre él, se encuentra sin ninguna preparación.
Ustedes viven en un tiempo de grandes calamidades, cuando las profecías apocalípticas se están
cumpliendo. ¿Creen acaso que están seguros? ¿Creen que están en mejores condiciones que los demás y
que pueden escapar la tribulación que ha sido predicha para cada uno?
Antes de irte a un viaje, te preparas de muchas maneras. Preparas tu equipaje, haces arreglos de viaje,
preparas tu cámara, consigues moneda extranjera, obtienes pasaporte y visas para los lugares que vas a
visitar, en otras palabras no se te escapa ningún esfuerzo para asegurarte un viaje seguro y feliz.
La preparación es el secreto del éxito, no solo en las actividades terrenales, pero aun más importante en tu
vida espiritual. Y tal como tu anticipas el clima por los movimientos de las nubes y los vientos, así también
puedes entender que estás viviendo en tiempos muy peligrosos cuando las cosas pueden cambiar de un
momento al siguiente.
Estamos hablando aquí de tu viaje de esta vida hacia la eternidad. Toda una vida se te da para que puedas
parar frecuentemente y meditar sobre esto. Es muy importante que seas constante y perseveres en tu vida
espiritual, de otra manera cuando arribe el momento final te cogerá de sorpresa.
Yo no quiero que nadie se pierda, por esto vine personalmente a proclamar mi mensaje de salvación a todo
el mundo, para que ninguno se perdiera.
Nunca es tarde para parar y reflexionar sobre estas realidades espirituales que desafortunadamente se
obscurecen con todas las ocupaciones mundanas.
Yo te lo digo una vez mas, arrepiéntete, enmienda tu vida, date mas cuenta de tu realidad como un ser
espiritual. Recuerda que el tiempo llegará cuando serás llamado a entrar en el mundo espiritual para toda la
eternidad y dependiendo de cómo hayas vivido tu vida, serás salvado o condenado. Es una situación muy
seria que necesita urgente atención, no la pospongas. Empieza a hacer algo al respecto antes de que sea
demasiado tarde.

Marcos 1:1-8     Año B  -  Segundo Domingo de Adviento


Preparen el camino para el Señor - Juan Bautista

1 El comienzo del Evangelio de Jesús Cristo, el Hijo de Dios.


2 Como está escrito por el profeta Isaías «Observa, yo envió mi mensajero adelante, quien preparará tu camino.
3 La voz de alguien gritando en el desierto `¡Preparen el camino del Señor!¡Hagan sus caminos rectos!´»
4 Juan el baustista se presentó en el desierto, proclamando un bautizo de arrepentimiento para el perdón de los pecados.
5 Y toda la gente del campo de Judea y toda la gente de Jerusalén iban a él. Fueron bautizados por él en el río Jordán mientras
confesaban sus pecados.
6 Juan se vestía con piel de camello y un cinturón de cuero alrededor de su cintura. Comía langostas y miel salvaje.
7 Predicaba diciendo, «Después de mí viene el que es más fuerte que yo, ante quien no soy digno de inclinarme a desamarrarle
las correas de sus sandalias.
8 Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

“Preparen el camino para el Señor, enderecen sus caminos”. Este fue el trabajo asignado a mi profeta Juan
el Bautista.

Aun antes de nacer, él fue llenado del Espíritu Santo en el vientre de su madre Elizabeth, en el momento de
la visitación de mi madre. Él creció en la santidad tal como ningún hombre antes de él, porque a él se le
asignó la tarea de preparar el camino para mi venida como el Salvador del mundo.

Él era un hombre humilde, que practicaba la austeridad y la abnegación; ofreció toda su vida a mi servicio
hasta el momento en que fue llevado a la muerte por Herodes.

Su predicación abarcaba todo mi mensaje, el cual es que todos se arrepientan, porque mi reino está muy
cerca de ustedes. El bautizó con agua y proclamó mi bautismo con el fuego del Espíritu Santo.
Humildemente declaró su indignidad en mi presencia, porque él reconoció que Yo era el Hijo de Dios, el
Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.

Él recibió el honor de bautizarme, para que así Yo pudiera santificar las aguas bautismales, para permitir
que todos se laven de sus pecados y formen parte de mi cuerpo místico.

Su misión fue la de llamar a la gente al arrepentimiento, para que pudieran ser dignos de encontrase
conmigo y obtener su salvación.

Su trabajo ha pasado a todos ustedes, los que vienen a creer en mí, y me siguen. Cuando ustedes se
arrepienten de sus pecados y vienen a mí con humildad, reciben el regalo más grande, el fuego del Espíritu
Santo, que transforma el hombre normal en otro Cristo, un reflejo de mi propio ser. Su apostolado me traerá
almas, para que puedan ser salvadas.

Yo los llamo a todos a ser transformados por mí. Preparen el camino para el Señor con su arrepentimiento,
con su humildad, con sus devociones y su vida en imitación mía.

......

Yo haré mi trabajo silencioso en tu alma, y te haré un hijo (hija) de Dios, te santificaré y te daré mi sabiduría,
te concederé paz y te bendeciré para que vivas gozosamente para mí.

Juan 1:6-8.19-28     Año B  -  Tercer Domingo de Adviento


Bautismo con agua, bautismo con fuego y el Espíritu Santo

6 Había un hombre enviado por Dios cuyo nombre era Juan.


7 El vino como testigo, para atestiguar sobre la luz para que todos pudieran creer a través de él.
8 Él mismo no era la luz, pero vino a dar testimonio sobre la luz.
9 La luz verdadera que ilumina a todos estaba llegando al mundo
19 Este es el testimonio que Juan dió, cuando los Judíos mandaron sacerdotes y Levitas de Jerusalén a preguntarle, «¿Quien
eres?»
20 El confesó, y no lo negó, sino que declaró, «Yo no soy el Mesías.»
21 Ellos le preguntaron, «¿Entonces quién? ¿Eres Elías?» Él dijo, «Yo no soy.»
«¿Eres tu el Profeta?» Él contestó, «No»
22 Ellos le dijeron entonces, «¿Quién eres? Danos una respuesta para llevarla a los que nos enviaron. ¿Qué dices sobre ti
mismo?»
23 Él dijo, «Soy la voz de alguien que grita en el desierto, `Enderecen el camino del Señor,´ como el profeta Isaías dijo.»
24 Los que habían sido enviado eran de los fariseos.
25 Le preguntaron, «¿Por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
26 Juan les contestó, «Yo bautizo en agua, pero entre ustedes hay uno que ustedes no conocen.
27 Él es quien viene después de mí, pero yo no soy digno de desamarrar la correa de su sandalia.»
28 Estas cosas ocurrieron en Betania más allá del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Juan el Bautista fue un hombre enviado por Dios para servir como el último profeta antes de la venida del
Mesías prometido.

El no era la luz, sin embargo vino a brillar luz brillante en preparación para mi venida como la luz del mundo.
Él atrajo la atención de los Fariseos quienes se pusieron muy celosos de su brusca predicación y de su
bautismo para el perdón de los pecados.

Él testificó de mi presencia entre los Judíos, declarando humildemente que su bautismo de arrepentimiento
era solo una preparación para el gran bautismo de fuego y del Espíritu Santo que Yo le doy a todos los que
son bautizados con el agua. Aquí, había un hombre que complació a Dios por su humildad ante mí, el Hijo
del Dios vivo.

Él insistió en el arrepentimiento, que consiste en dejar los caminos torcidos, para preparar un camino recto
para mi venida.

Su mensaje es siempre perfecto para todos los tiempos hasta la muerte del último hombre sobre la tierra.
Arrepiéntanse, el Reino de los Cielos está muy cerca de ustedes, hagan un camino recto para el Señor con
el arrepentimiento, y acepten al Señor con humildad.

Todos los profetas fueron llevados a la muerte, incluyéndome a mí, aquel que les dio las palabras para su
predicación. Todos ellos sintieron la urgencia de proclamar la necesidad del arrepentimiento y de venir a
Dios.

Cualquiera que lleva mi palabra y vive por ella se vuelve un pequeño profeta; por su ejemplo predicará a
otros y por sus palabras hará eco a mis enseñanzas y procurará la salvación de almas.

El mensaje del arrepentimiento está vivo y lleno de poder, mi llamado nunca para. Yo llamo a cada uno para
que cambie y sea salvado, Yo golpeo la puerta de cada corazón hasta que sea escuchado. Yo soy el
Salvador del mundo, arrepiéntanse y sean salvados por mí.

Lucas 1:26-38     Año B  -  Cuarto Domingo de Adviento


La Encarnación - El Señor está contigo

26 En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a la ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 donde una virgen comprometida en matrimonio con un hombre de nombre José, de la casa de David. El nombre de la virgen
era María.
28 Habiendo llegado, el ángel le dijo, «¡Alégrate, tu inmensamente favorecida! El Señor está contigo.»
29 Pero cuando ella lo vio, se perturbó con lo que decía, y se preguntó el significado de aquel tipo de saludo.
30 Pero el ángel le dijo «No te asustes María, porque has encontrado gracia de Dios.
31 Observa, concebirás en tu vientre, y traerás un hijo, y le pondrás por nombre `Jesús.´
32 Él será grande, y será llamado el Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su padre, David,
33 y reinará sobre la casa de Jacobo por siempre y no habrá fin para su Reino.»
34 María le dijo al ángel, «¿Cómo puede ser esto, puesto que yo soy virgen?»
35 El ángel le respondió, «El Espíritu Santo vendrá a ti, y el poder del Altísimo te cubrirá. Por eso también el niño que nacerá de ti
será santo, será llamado Hijo de Dios.
36 Observa, Isabel, tu pariente, también ha concebido un hijo a su avanzada edad; y este es el sexto mes para la que era
llamada estéril.
37 Porque nada es imposible para Dios.»
38 María dijo, «He aquí la sierva del Señor; que se cumpla en mí de acuerdo a tu palabra.» Entonces el ángel se alejó de ella.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús


Desde el mismo comienzo de la creación, la Santísima Trinidad anticipaba el momento de la Encarnación de
la Palabra con gran gozo.

Dios el Padre miró a través de toda la raza humana a través de todos los tiempos. En su divina voluntad
destinó a la Santísima Virgen María para ser mi madre y la madre de la nueva creación de la gracia.

El pecado tenía que ser vencido de una vez por todas, la muerte tenía que ser eliminada para que los hijos
de Dios pudieran resucitar y vivir después de la muerte, el enemigo antiguo de la raza humana tenía que ser
restringido y avergonzado, el reino de los cielos tenía que ser dado a todos los que aceptaran al Hijo de
Dios.

El arcángel Gabriel vino a visitar la humilde virgen y a anunciarle el plan del Padre Celestial de traer la
salvación al mundo. Al consentimiento de María, mi querida madre, el Espíritu Santo le cubrió y ella concibió
en su vientre. La palabra de Dios se encarnó en ese momento.

A mi llegada a este mundo, la oscuridad dejó de tener poder y fue forzada a cederle a la luz cuyo autor ya se
encontraba aquí. El pecado se estremeció y comenzó rendirse a mi palabra y a permitir que corazones y
almas se llenaran de mi gracia. El mundo, ya pereciendo por el pecado de su gente, comenzó su
restauración con el esplendor de la nueva era traída con mi encarnación.

Mi gratitud como Palabra de Dios es eterna hacia mi madre, por haber vestido mi espíritu con su carne, por
haberme dado existencia humana y por haberme acompañado y cuidado hasta mi muerte en la cruz.

Yo quiero que todos ustedes la miren con gran respeto y la acepten como a su propia madre, imítenla y
recíbanla como el mejor medio para acercasen mas a mí. Aprendan de su humildad y grandes virtudes, que
ella practicó durante toda su vida.

Lucas 2:15-20     Año B  -  Nacimiento de Jesús, Navidad - Nuestro Señor Jesucristo
Los pastores encontraron a María, a José y al bebé Jesús.

15 Ocurrió, que cuando los ángeles se alejaron de ellos hacia el cielo, los pastores se dijeron entre sí, «Vamos a Belén, ahora, a
ver esto que ha acontecido, y que el Señor nos ha hecho saber.»
16 Fueron de prisa y encontraron a Maria, a José y al bebe acostado en el pesebre.
17 Cuando lo vieron, publicaron ampliamente el mensaje que les había sido dicho sobre este niño.
18 Todos los que los oían se admiraban de las cosas que los pastores les decían.
19 Pero Maria atesoraba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
20 Los pastores volvieron, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, tal como les fue dicho.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Aunque muchas generaciones habían estado esperando la venida del Mesías, solo unas pocas almas
fueron dignas del anuncio sobre el gran evento que estaba aconteciendo.

El ángel del Señor se les apareció a unos pocos pastores y la gloria de Dios brilló sobre ellos. Ellos se
aterrorizaron, pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, por que vean, Yo les traigo buenas noticias de gozo
para toda la gente: a ustedes les ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, quien es el Mesías, el
Señor. Este será un signo para ustedes: encontrarán un niño envuelto en pañales sobre un pesebre.”

Y de repente hubo con el ángel una multitud de seres celestiales, alabando a Dios y diciendo, “Gloria a Dios
en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.”

Este fue el comienzo de la buena noticia sobre mi venida al mundo; los pastores fueron al pesebre,
presentaron su homenaje adorando al salvador recién nacido. Salieron alabando a Dios por la gran fortuna
de la humanidad y participaron este gran evento a todos los que pudieron.

La Salvación está aquí. Yo he venido a salvar lo que estaba perdido; a iluminar el mundo con mis
enseñanzas y a salvar y santificar con mi gracia. He venido a cambiar los corazones de piedra, a convertirlos
en corazones de carne, llenos de amor y de compasión. He venido a asumir completa responsabilidad por
todos sus pecados con mi muerte en la cruz, y a participar mi salvación si se arrepienten y arreglan sus
caminos.

....

Yo soy el puente entre el cielo y la tierra. Te invito a que camines conmigo hacia la gloria eterna. Ven con
humildad como lo hicieron los pastores, ven y ríndele homenaje a tu salvador, regocíjate en tu salvación y
comparte la buena noticia.

Lucas 2:16-21     Año B  -  Madre de Dios – Solemnidad de Maria


Maria atesoraba esas cosas en su corazón

16 Fueron de prisa y encontraron a Maria, a José y al bebe acostado en el pesebre.


17 Cuando lo vieron, publicaron ampliamente el mensaje que les había sido dicho sobre este niño.
18 Todos los que los oían se admiraban de las cosas que los pastores les decían.
19 Pero Maria atesoraba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.
20 Los pastores volvieron, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, tal como les fue dicho.
21 Cuando pasaron ocho días para la circuncisión del niño, se le llamó Jesús, como fue dado por el ángel antes de que fuera
concebido en el vientre.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Los pastores habían recibido la visita de los ángeles anunciándoles la buena noticia, que el Salvador había
nacido, el Mesías, el Señor. Ellos estaban llenos de gozo con el anuncio y fueron de prisa a ver el niño
recién nacido.

Cuando ellos me encontraron acompañado por María mi madre y por José, fueron bendecidos por una
consolación divina. Su fe aumentó y se volvieron testigos de mi nacimiento. La luz del mundo, el salvador,
había venido, y ya estaba brillando en sus corazones. Ellos salieron a esparcir las buenas noticias, alabaron
y glorificaron a Dios por los eventos maravillosos que habían ocurrido. Sus vidas cambiaron desde ese
momento porque Yo empecé mi gran trabajo de amor en esa noche santa.

El gozo del mundo había nacido en esa noche, Dios ya estaba entre los hombres. Esto le trajo una felicidad
sin igual a mi bendita madre, la madre de Dios, quien atesoró esas cosas humildemente en su corazón.

Desde toda la eternidad, la Santísima Trinidad había decidido el momento de la Encarnación. María fue
escogida entre todas las mujeres para ser inmaculada y santa, la mujer mas digna de ser la madre de la
Palabra Encarnada.

Eva, la primer mujer fue creada sin pecado pero fue tentada y cometió pecado. Maria, la Virgen Bendita, por
una gracia especial de Dios fue concebida libre de pecado. Desde el mismo instante de su concepción y por
su propia santidad, ella retuvo esa pureza y de esta manera reversó el pecado de la primera mujer. Esto la
hizo digna de ser mi madre y de volverse la nueva Eva, la madre de los hijos de Dios, cuyo primer hijo es el
Señor su Dios y Salvador.

Yo, Jesús, la palabra de Dios, fui concebido en la pureza de su vientre para reversar el pecado cometido por
los primeros padres, por eso me volví el nuevo Adán. Este fue el comienzo de la nueva creación en el orden
de la Gracia.

Por mi sacrificio en la cruz Yo obtuve la redención para toda la humanidad, el pecado fue vencido por la
gracia, la oscuridad por la luz y la muerte por la vida eterna.

Maria concibió por el poder del Espíritu Santo, dio a luz por el poder de Dios y permaneció virgen por toda
su vida. Ella estaba esposada con José, un hombre muy casto, descendiente de David, quien se volvió su
esposo para acompañar y proteger a María y al niño de acuerdo al plan de Dios. En ningún momento de su
vida hubo unión carnal con José, puesto que ella fue escogida para ser la esposa del Espíritu Santo, la
Madre de Dios el Hijo, y la hija perfecta de Dios el Padre.

Ella se volvió no solo la Madre de Dios, sino también por decreto divino la madre de todos los vivientes en el
orden de la nueva creación. Ellos son aquellos nacidos no de los deseos de la carne, sino de la gracia de
Dios y del poder del Espíritu Santo, aquellos quienes por mi poder se vuelven los Hijos de Dios.

Mi madre es una encarnación de humildad y pureza, en ella se cumple la profecía, Génesis 3:15 “Podré
enemistad entre tu (el demonio) y la mujer (Maria), y tu descendencia y su descendencia: Ella aplastará tu
cabeza, y tu estarás en espera para atacar su talón.”

Mi Madre tiene poder total en contra de los poderes del mal, ella comparte ese poder y llena con su gracia a
todos los que humildemente la aceptan como a su madre celestial y buscan su protección y ayuda.

Los pastores me encontraron con Maria, aquellos que veneran a mi madre me encontrarán siempre con ella,
porque ella es el Arca de la Alianza, el templo mas digno de la Santísima Trinidad.

Mateo 2:1-12     Año B  -  Epifanía del Señor


Tres reyes magos vieron su estrella y vinieron a adorar al Rey

1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes, vinieron hombres sabios del oriente a Jerusalén,
2 diciendo «¿Dónde está el que es nacido Rey de los Judíos? Porque vimos su estrella en el oriente, y hemos venido a adorarlo.»

3 Cuando el el rey Herodes supo esto, se perturbó, y todo Jerusalén junto con él.
4 Y tras reunir a todos los jefes de los sacerdotes y escribas del pueblo les preguntó dónde habría de nacer el Cristo.
5 Ellos le dijeron, «En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta,
6 Y `Tu Belén, en la tierra de Judá, no eres de forma alguna menos entre los pueblos de Judá: Porque de ti saldrá un caudillo,
que pastoreará mi pueblo, Israel.´»
7 Entonces Herodes llamó en secreto a los los hombres sabios, y averiguó de ellos el tiempo exacto en que había aparecido la
estrella.
8 Y los envió a Belén, diciendoles, «Vayan y busquen diligentemente al niño. Cuando lo hayan encontrado, tráiganme la noticia,
para que yo también pueda ir a adorarlo .»
9 Ellos, habiendo oído al rey, continuaron su camino; la estrella que habían visto en el este, fue delante de ellos, hasta que llegó y
se posó sobre el sitio donde estaba el niño.
10 Cuando vieron que la estrella se detuvo, se alegraron con inmenso gozo.
11 Al entrar a la casa vieron al bebe con Maria su madre, se arrodillaron y lo adoraron. Después abrieron sus cofres, le ofrecieron
regalos: oro, incienso y mirra.
12 Habiendo sido avisados en un sueño que no debían volver a Herodes, regresaron a su país por otra ruta.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Mi nacimiento fue marcado por un hermoso fenómeno en los cielos que atrajo aun la atención de tres reyes
magos de tierras paganas. Una estrella brilló intensamente y les proporcionó luz y dirección para su viaje tan
distante. Yo, la luz del mundo había venido de los cielos y aun las estrellas brillaron con mucha belleza para
dar tributo a aquel que les había dado su luz.
Por inspiración divina los tres reyes magos fueron movidos a hacer la larga jornada desde tierras diferentes,
se prepararon con regalos para darme la bienvenida, el rey de los Judíos. Ellos no eran Judíos y sin
embargo eran hombres humildes que dieron atención especial a los signos e inspiraciones divinas que
recibieron.
Yo nací en pobreza total, mi madre y José habían buscado un lugar para pasar la noche de mi nacimiento
pero no había sitio para nosotros. La humanidad fue fría en esa noche así como lo es hoy. La caridad fue
negada a la madre del salvador del mundo, y me fue negada a mi también. Continúa siendo negada
diariamente por todas partes.
Sin embargo alguna gente humilde fue avisada sobre mi nacimiento. Así los pastores del área fueron
visitados por el ángel de Dios con las buenas noticias sobre el nacimiento del salvador del mundo, ellos
vinieron a adorar, ofrecieron su respeto y salieron llenos de gozo y de alabanza a Dios, comunicaron los
eventos a todos aquellos dignos de saber.
Los reyes magos también vinieron a presentar sus regalos de incienso, mirra y oro, que eran lo mas
adecuado para el rey que ellos venían a adorar. El incienso representa la fe que abrazan todos aquellos que
me siguen, la mirra representa el bálsamo para el hombre de los sufrimientos que sin saber ellos venían a
dar homenaje. El oro, el mas precioso de los metales fue el ofrecimiento hecho al rey de reyes que vino a
ofrecer el reino de los cielos a cada hombre.
Y así empezó mi epifanía, una manifestación de mi presencia entre los hombres. Yo vine a mi gente, pero
desde el comienzo experimenté el rechazo.
Herodes tenía miedo del rey recién nacido. El pensó que Yo sería un rey poderoso que le traería su caída,
por eso es que empezó a planear mi muerte. La gente de Jerusalén, los Judíos tenían miedo en su
ignorancia, porque ellos habían acondicionado su religión a reflejar las leyes humanas, no la ley de Dios.
Ellos estaban enfrentándose a un momento divino en la historia y no estaban preparados a encontrarme. En
efecto ellos estaban tan celosos de mi que al final me llevaron a la muerte.
Pero mi Padre Celestial había dispuesto de mi encarnación, así que la palabra tomó la carne y vino a hablar,
a dar luz, instrucción, testimonio de Dios y a redimir lo que estaba perdido.
Mi trabajo continúa en cada alma.
Abre tu corazón querido hijo (hija). Yo soy la palabra de Dios, hablándote en tu corazón. Yo he venido al
mundo en la carne. Mi espíritu está en todas partes, tocando corazones, llamando amantemente a que
acepten mi invitación a una vida perfecta.
Vive mi evangelio de salvación, come el pan que te doy, pon toda la confianza en mi y Yo te salvaré.

Juan 1:35-42     Año B  -  Segundo Domingo en tiempo ordinario


Hemos encontrado el Mesías

35 Nuevamente al día siguiente, Juan se encontraba con dos de sus discípulos,


36 y vio a Jesús cuando caminaba y dijo, «¡Observen, el Cordero de Dios!»
37 Los dos discípulos lo escucharon hablar, y siguieron a Jesús.
38 Jesús se dio vuelta, los vio siguiéndolo, y les dijo, «¿Qué están buscando?» Ellos le dijeron, «Rabí» (lo cual se interpreta como
Maestro) «¿Dónde te estás quedando?»
39 Él les dijo, «Vengan y vean.» Fueron y vieron donde se estaba quedando, y se quedaron con Él ese día. Era aproximadamente
la décima hora.
40 Uno de los dos que habían escuchado a Juan, y lo había seguido era Andrés, hermano de Simón Pedro.
41 Primero encontró a su propio hermano Simón y le dijo «Hemos encontrado al Mesías!» (que quiere decir Cristo ).
42 Lo llevo donde Jesús. Jesús lo miró, y dijo, «Tu eres Simón, el hijo de Jonás. Tu serás llamado Cefas» (que se interpreta como
Pedro).

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Juan el Bautista recibió la sabiduría de reconocerme como el Cordero de Dios que quita los pecados del
mundo. El era un hombre santo que practicaba la abnegación y que estaba interesado en el plan de Dios
para el mundo.

Juan sabía acerca de mi misión, estaba lleno de respeto por mi, trabajó muy duro y finalmente perdió su
vida en mi servicio. El era un estandarte de la verdad, un guerrero de la justicia y la pureza.

Aquel que me ve como el Cordero de Dios como lo hizo Juan, ha recibido gran sabiduría. Como cordero Yo
represento la mansedumbre, simplicidad, humildad, obediencia y otras cualidades especiales que cualquier
persona de Dios debe adquirir. Siendo el Cordero de Dios, Yo soy el cordero de sacrificio, destinado para el
ofrecimiento único a Dios para el perdón de los pecados.

Entre los seguidores de Juan el Bautista, habían grandes santos, algunos de ellos se volvieron mis
discípulos y apóstoles. Todos ellos tenían algo en común, se habían arrepentido de sus pecados, estaban
esperando con ansiedad la llegada del Mesías y se regocijaron cuando me encontraron, tanto, que
decidieron seguirme.

Y para cualquiera que se arrepiente de sus pecados y venga ansiosamente a encontrarse conmigo, Yo le
revelo mi presencia y le llevo a mi casa. Mi casa es un lugar espiritual dentro de cada ser humano, donde Yo
escucho el alma y le hablo.

Mi diálogo íntimo es el tesoro mas grande que cualquier hombre pueda tener. Yo estoy listo para escucharte
mi querida alma. Yo soy el cordero que fue matado por tus pecados. Es por mi sangre que tu alma será
purificada de tus pecados y tu tendrás la vida eterna. Es por mi palabra que tu aprenderás como seguirme y
hacer la voluntad de Dios.

El arrepentimiento prepara el camino para mi venida en tu vida, por eso permanece libre de pecado y
disfruta el camino espiritual que te ofrezco. Permanece en mi palabra y me conocerás mas y mas. Medita
constantemente sobre el gran regalo que tienes de interesarte en mi, porque mientras mas te acerques a mi,
mas cerca estoy Yo de ti, bendiciéndote con mi gracia diariamente, hasta que finalmente vendrás a mi casa
celestial.

Marcos 1:14-20     Año B  -  Tercer Domingo en tiempo ordinario


Arrepiéntanse y crean en el evangelio

14 Después que Juan fue arrestado, Jesús llegó a Galilea, anunciando el evangelio de Dios
15 y diciendo, «¡El tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios está cerca !Arrepiéntanse y crean en el evangelio.»
16 Pasando por el mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, pescando con una red, pues ellos eran
pescadores.
17 Jesús les dijo, «Síganme, y los haré pescadores de hombres.»
18 Inmediatamente ellos dejaron sus redes, y lo siguieron.
19 Andando un poco más, vio a Santiago el hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, quienes también estaban en el bote
arreglando las redes.
20 Entonces Él los llamó, y ellos dejaron a su padre, Zebedeo, en el bote con sus empleados y fueron tras Jesús.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Todos ustedes han experimentado la dificultad de encontrar una puerta trancada y no tener la llave para
abrirla. Es tan frustrante como tratar de ver cuando hay oscuridad total y no hay luz.

Bueno, déjenme decirles: el arrepentimiento es la llave para la puerta del reino de los cielos. Yo soy la luz
que brilla en su mundo espiritual de oscuridad.

Un pecador que no se arrepiente es una persona que pierde conciencia de lo que es el pecado, comienza a
ver una cantidad de buenas razones para su pecado, se justifica a si mismo por sus acciones y cree que su
pecado es muy pequeño y que no tiene consecuencia. El solamente quiere escucharse a si mismo y al
enemigo de las almas que se vuelve su mejor amigo. El pecador se vuelve ciego a mi luz, sordo a mi
palabra y su alma infectada por el pecado se vuelve mas y mas enferma, empieza a morir.
En el espíritu, el alma de un pecador se ve exactamente como el cuerpo de un leproso, por esto Yo curé
muchos leprosos en mi ministerio de sanación. Aquellos que están obstinados en sus pecados son ciegos
porque no ven con los ojos del espíritu. Aquellos que cometen pecado mortal y no se arrepienten son lo
mismo que un paralítico que no se puede mover. Yo vine a sanar a los enfermos no solamente en el cuerpo,
aun mas importante en el alma, puesto que el alma y el espíritu son eternos.

Un pecador es un necio que apuesta con su vida eterna. El está tan cerrado que prefiere los placeres
temporales del mundo, el está ya rechazando el gozo eterno y la gloria que se le ofrecen.

Yo he venido a proponerle a cada uno una gran oportunidad para toda la eternidad. Esto es de verdad la
buena noticia de la salvación, de otra manera la humanidad estaría condenada a los deseos de la carne.

Tu eres carne y espíritu, Yo soy espíritu. Yo me he sacrificado por ti para hacerte un hijo (hija) de Dios. Sin
mi perdón, no puedes recibir un lugar en el cielo, por eso arrepiéntete y comienza a explorar el ser espiritual
dentro de ti, conócete a ti mismo (misma) y conóceme. Tu eres mas de lo que tu piensas que eres.
 

Marcos 1:21-28     Año B  -  Cuarto Domingo en tiempo ordinario


Enseñaba con autoridad, y no como los escribas

21 Fueron a Capernaum, y al llegar el sábado entró a la sinagoga y les enseñó.


22 La gente estaba asombrada por su enseñanza, porque enseñaba con autoridad, y no como los escribas
23 Entonces en ese momento había en la sinagoga un hombre con un espíritu impuro, y gritaba,
24 diciendo, «¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús, Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Yo se quien eres tu: ¡El Santo de
Dios!»
25 Jesús lo reprendió, diciendo, «¡Cállate, y sal de él!»
26 El espíritu impuro, haciéndolo convulsionar y chillando con fuerte voz, salió de él.
27 Todos estaban asombrados, se preguntaban entre ellos diciendo, «¿Qué es esto? ¡Una nueva enseñanza con autoridad! Él
ordena incluso a los espíritus impuros, y ellos le obedecen!»
28 La fama de Jesús se difundió inmediatamente en toda la región de Galilea y las áreas vecinas.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Los Escribas y los Fariseos eran las personas dedicadas a las Sagradas Escrituras, eran los maestros de la
Ley quienes inspiraban respeto por su sabiduría. Esto sin embargo les hizo muy orgullosos y descuidados
hasta el punto de abandonar las verdaderas enseñanzas de Dios a cambio de ritos y palabras hechas por
hombres.

Tan pronto como Yo empecé a enseñar en la sinagoga, todos estaban sorprendidos de escuchar lo que
escuchaban, de ver lo que veían y de experimentar una presencia que no habían sentido antes.

Ellos no estaban escuchando a otro ser human lleno de pecado y orgullo que estaba mal-usando su
autoridad, de repente escucharon palabras directas de la boca de Dios.

Yo vine al mundo con la autoridad de mi propia palabra, una voz que comanda cada vez que habla. Mi
palabra tiene el poder de crear. Esta es la voz que cambia la oscuridad a la luz, la muerte a la vida y los
pecadores a santos.

Detrás de mis palabras estaba el poder de Dios probando que Yo fui enviado del cielo a este mundo. Yo
hablé con la sabiduría de Dios, con una elocuencia nunca antes escuchada que estaba llena de humildad.
Yo vine a renovar el mundo.
Mis palabras son vida, por eso Yo los llamo a que las escuchen y las pongan en práctica. Yo les desafío a
que cambien, a que se vuelvan como Yo. Yo no forzo a ninguno a que me siga, pero aquellos que me
siguen encuentran paz, gozo y vida eterna.

Mis evangelios contienen todas las enseñanzas necesarias para facilitar el cambio requerido en cada alma.
Yo hablé con palabras simples, llenas de significado, para que todos me pudieran entender.

Yo no paré allí. Yo sigo llamando a cada uno en el silencio de sus corazones para que me escuchen, para
que enmienden sus vidas y vivan de acuerdo a mis deseos.

MI querida alma, Yo te estoy hablando en este momento. No te alejes de mi, no me rechaces. Todo lo que
Yo quiero es tu aprecio por lo que Yo estoy haciendo por ti. Por eso detente y medita, reza y abre tu
corazón, desea que el Espíritu Santo te hable en tu corazón y tu escucharás mis palabras claramente. No
tengas temor, dale una oportunidad al espíritu, no lo bloquees con tu intelecto, vuélvete como un niño y
recuéstate sobre mí.

Yo me volví un niño por causa de todos, para que nadie se pudiera sentir inferior a mí. Yo me volví hombre
como uno de ustedes, para demostrar mi amor por todos. Yo enseñe muy profundamente con mis palabras.

Ahora te hablo, para que tu puedas escucharme personalmente. Yo morí por tus pecados para que tu
puedas confiar en mí, el Señor tu salvador, quien te ama pacientemente.
 

Marcos 1:29-39     Año B  -  5o Domingo en tiempo ordinario


Sanó muchos que sufrían diversas enfermedades

29 Después cuando habían salido de la sinagoga, entraron a la casa de Simón y Andrés, con Santiago y Juan.
30 La suegra de Simón yacía enferma con fiebre, y le contaron sobre ella inmediatamente.
31 Él fue, la tomó de la mano, y la levantó. Entonces la fiebre la dejó, y ella los atendió.
32 al atardecer, trajeron todos los que estaban enfermos, o poseídos por demonios.
33 Toda la ciudad estaba reunida al rededor de la puerta.
34 Jesús sanó muchos que sufrían diversas enfermedades, y expulso muchos demonios. No permitía que los demonios hablaran,
porque ellos lo conocían.
35 Temprano por la mañana, mientras todavía estaba oscuro, Él se levantó y salió, se dirigió a un lugar desierto, y rezó allí.
36 Simón y los que estaban con Él lo buscaron;
37 lo encontraron y le dijeron, «Todos te están buscando.»
38 Él les dijo, «Vayamos a otros lugares en los siguientes pueblos, para que yo pueda predicar allá también, porque por esta
razón he venido.»
39 Fue a por toda Galilea, evangelizando en las sinagogas y expulsando demonios.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Aquí pueden ustedes ver como viví uno de los días mas ocupados de mi peregrinación en esta tierra. Yo
vine a enseñar en las sinagogas, en las cales, en los campos, en las casa y en todas partes donde pude.
Mis palabras siempre preparaban el escenario para mis milagros.

La mayoría de las sanaciones que la gente recibió en esos días fueron debidas a su fe en mí, el Hijo de Dios
enviado por el Padre Celestial a proclamar Su mensaje. Ellos creyeron en mi Palabra, la Palabra Eterna con
poder divino, reconocieron mis regalos supernaturales y fueron muy afortunados de beneficiarse de mi
misericordia.

Mi interés principal no era tanto en curar el cuerpo, sino sanar la mente y el alma de las perversiones que
frenan al espíritu. Ustedes están todos llamados a conocer, amar y servir a Dios, a adorarle en espíritu y en
verdad.

Mis enseñanzas señalaban hacía el amor que ustedes deben tener hacia los demás, porque es siendo
humildes, misericordiosos, amables y amorosos que ustedes conquistan mi corazón.

Durante los tres años de mi ministerio Yo pude visitar muchos pueblos, sanar muchas enfermedades y
echar fuera muchos demonios. Yo revelé la voluntad de mi Padre a todo el mundo, para que pudieran
aprender de mí y ser salvados. Yo enseñé con humildad a través de mi humildad, enseñé el amor
amándoles tanto hasta el punto de volverse el sacrificio para expiar sus pecados.

Mi sabiduría permanece entre ustedes, mi espíritu está siempre presente llamando a cada uno e
instruyéndole para que deje la maldad y se acerque a Dios.

Yo fui un hombre de oración. Yo quiero pedirte pequeña almita que pases el tiempo que mas puedas en
oración. Trata de distanciarte de tantas distracciones que te rodean, no busques el entretenimiento que
disturba el alma y la conduce al pecado. Es en el silencio de tu alma que experimentas mi presencia, es
cuando rezas y deseas estar conmigo que Yo me manifiesto mas a ti.

Entre mas reces y desees estar conmigo, mas te alejarás del mundo y vendrás cerca de mí. Mi deleite es
verte asimilando mis enseñanzas y volviéndote como Yo.

Marcos 1:40-45     Año B  -  6o Domingo en tiempo ordinario


Yo quiero sanarte. ¡Queda limpio!

40 Un leproso vino a Él, suplicándole, se arrodilló ante Él, y le dijo, «Si quieres, puedes hacerme limpio.»
41 Jesús tuvo compasión de él, estiró su mano, lo tocó, y le dijo, «Yo quiero. ¡Queda limpio!»
42 Cuando dijo esto, de inmediato la lepra lo abandonó, y quedó limpio.
43 Inmediatamente le mandó irse, y le advirtió estrictamente
44 diciéndole, «No se lo digas a nadie, pero muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, como un
testimonio para ellos.»
45 Pero él salió y comenzó a anunciarlo y ha difundir lo acontecido, así que Jesús ya no podía entrar abiertamente a un pueblo,
pero se quedaba afuera en el campo, y venían a Él de todas partes.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Durante el tiempo de mi ministerio de sanación, los leprosos eran despreciados y rechazados porque la
gente temía ser contaminada por ellos, en efecto, no les permitían estar en lugares públicos.
Este pobre hombre sufriendo de lepra arriesgó su vida para poder ser curado. Se arrodilló ante mí con
profunda humildad, el sabía que Yo tenía el poder de sanarle, y sin embargo no me pidió directamente que
lo hiciera, me dijo, “Si quieres, puedes limpiarme”.
La fe de este hombre leproso, su coraje, su determinación y su necesidad de ser sanado tocaron mi
corazón. Así que siendo movido por la compasión Yo estiré mi mano, le toqué y le dije, “Por supuesto Yo
quiero sanarte, queda limpio.”
Esta puede ser una gran lección para todos ustedes. La primera cosa que me impresiona antes de
responder con un milagro es la fe. Es por la fe que Yo concedí muchos milagros en mi tiempo, y continúo
concediéndolos a través de la fe, algunas veces a través de la fe de quien reza por otra persona y otras
veces por la fe del necesitado.

Sin fe no hay respuesta de mi parte. En efecto esta es la razón por la cual muchas oraciones no son
respondidas. Tener fe es creer sin duda que Yo estoy escuchando la oración, que tengo el poder de
responder con un milagro y de que puedo hacer lo que se me pide.

Pero la fe por si sola no trabaja. Tiene que estar combinada con buenas obras, y aquel que se le aproxima
al Altísimo tiene que hacerlo con humildad. Yo no escucho ninguna petición hecha desde un corazón impuro.

En buena fe ustedes se tienen que arrepentir de sus pecados antes de venir a mi presencia. Tienen que
perdonarle a sus hermanos desde el corazón, y ser muy humildes cuando vienen a mí. El ofrecimiento de
Caín fue rechazado por su falta de respeto. Cualquier orgullo en sus almas bloqueará mi gracia, recuerden
esto.

Yo soy el Dios inmutable, que habita en luz inaccesible, me he hecho accesible a través de mi humanidad
para que ustedes puedan venir mas cerca de mi y se beneficien de mi bondad infinita.

Yo soy lleno de compasión y misericordia, no rechazo a ninguno que venga con un corazón humilde y
contrito. Yo soy el mismo Jesús que ven en las Sagradas Escrituras. Yo no he dejado de conceder mis
milagros.
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Ten fe en mí y serás un testigo de mi poder.

Marcos 2:1-12     Año B  -  7o Domingo en tiempo ordinario


Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa

1 Cuando volvió a entrar en Capernaum después de algunos días, se escuchó que estaba en la casa.
2 Entonces muchos se aglomeraron, de forma que no quedo espacio, ni siquiera cerca a la puerta; y Él les hablaba la palabra.
3 Entonces algunas personas fueron hacia Él, trayendo un paralítico cargado por cuatro de ellas.
4 Cuando no pudieron traerselo a Jesús por la multitud, subieron al techo, quitaron el tejado de encima de donde Él estaba.
Cuando habían abierto espacio, bajaron la camilla en la que estaba el paralítico acostado.
5 Jesús, viendo su fe, le dijo al paralítico, «Hijo, tus pecados te son perdonados.»
6 Pero había algunos escribas sentados allí, preguntándose en sus corazones,
7 «¿Por qué habla este hombre así? Esto es una blasfemia ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?»
8 Inmediatamente Jesús, percibió en su espíritu lo que estaban pensando, en su interior, y les dijo, «¿Por qué se preguantan
estas cosas en sus corazones?
9 ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico, `Tus pecados son perdonados;´ o decir, `Levántate, toma tu camilla, y camina?´
10 Pero para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados» le dijo al paralítico
11 «Yo te digo, levántate, toma tu camilla, y vete a tu casa.»
12 Él se levantó, e inmediatamente tomó la camilla, y salió en frente de todos; todos estaban asombrados, y daban gloria a Dios,
diciendo, «¡Nunca vimos algo como esto!»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Aquí tienen el caso de un milagro causado enteramente por la fe de algunos hombres que se
compadecieron de un hombre enfermo.

Estos hombres tuvieron mucho trabajo para subir el paralítico encima del techo, después hicieron un roto allí
y lo bajaron delante de mí.

Su fe les dio determinación para llevar a cabo su trabajo, sabían que Yo podría sanar a su amigo y por eso
tomaron tantos riesgos. Sabían que era imposible pasar a través de la multitud, así que usaron su
imaginación para lograr su deseo.

Yo estuve muy complacido con ese acto de fe. Pero Yo no vine simplemente a sanar las enfermedades
físicas, puesto que todos los hombres están destinados a morir algún día. Yo vine a sanar el alma de la
enfermedad del pecado que la paraliza y la lleva a la muerte eterna.

Antes de que Yo pudiera sanar ese hombre físicamente, Yo tenía que limpiar su alma, por eso debido a la fe
de sus amigos y a su sufrimiento, Yo le dije: “Hijo, tus pecados te son perdonados.”

Al llamarle hijo, Yo estoy mostrándoles a todos como me siento por todos mis hijos pecadores. Yo siento lo
mismo que un buen doctor ante el enfermo que se encuentra en desesperada necesidad de sanación, Yo
quiero sanar a cada uno, Yo quiero perdonar los pecados de todo el mundo.

Mi respuesta a los Fariseos también va para aquellos que no creen en mis palabras, porque protestan en
contra de la verdad. Para probar que el Hijo del Hombre tiene poder para perdonar los pecados, Yo le dije al
paralítico: “levántate, toma tu camilla y vete a casa”.

Yo le di a mi Iglesia el poder de perdonar los pecados en el Sacramento de la Reconciliación. Comisioné a


mis apóstoles (Juan 20:21-23), a sus sucesores y a todos aquellos delegados por ellos como sacerdotes,
puesto que esta es la razón por la cual Yo vine al mundo, a perdonar los pecados.

Por mi muerte en la cruz Yo pagué por las ofensas de la humanidad, mi perdón continúa cuando ustedes se
arrepienten de sus pecados.

Yo hice que el perdón fuera disponible para cada uno. Toma coraje, acércate a mí, confiesa tus pecados a
través de un sacerdote ungido por mi Iglesia.

Marcos 2:18-22     Año B  -  8o Domingo en tiempo ordinario


Vino nuevo en odres frescos.

18 Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, algunas personas fueron y le preguntaron, «¿Por qué los discípulos de
Juan y los fariseos ayunan pero tus discípulos no ayunan?»
19 Jesús les dijo, «¿Pueden los invitados a la boda ayunar mientras el novio está con ellos? Mientras tengan al novio con ellos, no
pueden ayunar.
20 Pero vendrán días en los que les quitarán al novio, y tendrán que ayunar ese día.
21 Nadie coce un parche nuevo sobre un vestido viejo, porque el parche encoge y se separa del viejo, y se hace un hueco peor.
22 Nadie pone vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo romperá el cuero, y el vino se derramará, y el cuero quedará
destruido; por eso uno pone vino nuevo en odres frescos.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

El ayuno ha sido una forma poderosa de preparar el alma para encontrarse con el espíritu. En efecto Yo le
enseñé a mis apóstoles que algunos espíritus malignos solo salían fuera por medio de ayuno y oración.

Pero el ayuno no impresiona a Dios si es hecho públicamente o si no es acompañado por buenas obras. A
través del profeta Isaías (58:3-7) se mostró la inefectividad del ayuno por no ser hecho con la intención
apropiada. Nadie puede esperar ser escuchado en lo alto simplemente por ayunar, en efecto ninguna cosa
atrae mi atención a menos que sea hecha con amor.

Yo no le escucharé a alguien simplemente porque desocupa su estomago, prefiero escucharle a aquellos


que vienen a mi con un corazón arrepentido y con una disposición amante hacia su prójimo.

Mis apóstoles no necesitaban ayunar porque estaban conmigo y Yo les estaba preparando para sufrimientos
mas grandes que el ayuno. En vez del ayuno, estaban siendo purificados por mis palabras, las cuales
enseñan todo lo que ustedes necesitan saber.

Yo les dije a ellos en diferentes ocasiones que lo que Yo deseo es misericordia, no sacrificio. (Mateo 9:13,
Mateo 12:7)

Sin embargo, el ayuno es muy bueno para obtener maestría sobre las pasiones, hasta que ustedes puedan
a aprender a ayunar con los ojos y con todos sus sentidos.

Mis enseñanzas encontraron mucha oposición de los maestros de la religión en ese tiempo, pues no podían
asimilar mis palabras porque estaban aferrados a sus viejos caminos erróneos. Terminaron haciendo cosas
rituales para impresionarse entre si, no a Dios. Yo vine a renovar el mundo, a preparar odres nuevos para el
nuevo vino del reino de los cielos.

Marcos 1:12-15     Año B  -  Primer Domingo de Cuaresma


Jesús fue tentado por Satanás

12 Después el Espíritu llevó a Jesús al desierto.


13 Estuvo en el desierto cuarenta días, tentado por Satanás. Estuvo con los animales salvajes; y los ángeles le atendieron.
14 Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:
15 El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

El espíritu es totalmente diferente y distante de la carne, aunque vive en el cuerpo, tan solo se revela a
aquellos que le aceptan y viven de acuerdo a sus instrucciones. Fue por causa de la acción del Espíritu
Santo que descendió sobre mí de una manera especial durante mi Bautismo en el Jordán, que Yo fui
preparado para mi misión de salvación.

Estando lleno del Espíritu Santo Yo fui tentado por Satanás, pero lo derroté al escoger el bien en vez del
mal. Ahora, Satanás solo se puede ver o sentir en el espíritu, y aquí viene mi enseñanza para ustedes.

El mundo espiritual es muy real, Dios es espíritu y es el Padre de todos los espíritus. Satanás fue arrojado
desde el cielo con todos sus seguidores, aquellos que cuestionaron la autoridad y voluntad del Altísimo. Su
reino de oscuridad está localizado aquí en el mundo, no para ser visto físicamente por supuesto, porque es
espiritual. Pero estando aquí, a Satanás se le ha permitido influenciar a los seres humanos para ponerlos a
la prueba.

Todos son tentados, y todos fallan, pero no siempre gracias a la ayuda del espíritu. Como ser humano, Yo
también fui puesto a la prueba, pero haciendo uso de las perfecciones de mi humanidad Yo vencí el
enemigo, para enseñarles así que es posible derrotar a Satanás. En efecto, es necesario estar muy alerta
espiritualmente, para que viviendo en estado de gracia ustedes puedan mantener el enemigo alejado.

Cuando ustedes viven por los deseos de la carne, su espíritu es aniquilado, ustedes se rinden a sus
pasiones y se le entregan a Satanás, se vuelven su propiedad.

En el espíritu ustedes son tentados, pero por no aceptar ese sutil encuentro con su espíritu, lo dejan pasar
muy rápido y no disciernen la voz interior que les ayuda. Ustedes entonces son convencidos por el demonio
para hacer su voluntad, no la voluntad de Dios.

Una vez de que ustedes son agarrados en su pecaminosidad, solo les queda una opción para salvarse a si
mismos: renunciar a Satanás, renunciar sus caminos malvados, escuchar la voz de su espíritu, arrepentirse
y venir de nuevo a la luz.

En el Bautismo, cada persona es vestida con mi luz, en ese nuevo estado, la influencia divina defiende el
alma contra los ataques del enemigo, pero es impotente si la persona consiente al pecado. Por medio de la
oración y una vida de acuerdo a las enseñanzas de mis evangelios, cada persona gana de nuevo el poder
que fue perdido y el alma se vuelve fuerte en contra del enemigo.
Mi pequeña almita, no escuches al enemigo que quiere destruirte. Escucha mi voz, escucha las
persuasiones gentiles del espíritu. Haz lo que es bueno, rechaza lo que es malo, sígueme y compartirás mi
reino eterno.

Marcos 9:2-10     Año B  -  Segundo Domingo de Cuaresma


La Transfiguración - Este es mi Hijo amado. Escúchenlo.

2 Después de seis días Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan y los llevó a una montaña alta donde estaban solos, y
Jesús se transfiguró ante ellos.
3 Su ropa se volvió blanca brillante, como ningúna persona en la tierra podría blanquearla.
4 Elías y Moisés aparecieron ante ellos, y hablaron con Jesús.
5 Pedro le dijo a Jesús, «Rabí, es muy bueno para nosotros estar aquí. Hagamos tres tiendas: una para ti, una para Moisés y una
para Elías»
6 Porque él no sabía que decir, pues estaban muy asustados.
7 entonces una nube los cubrió y una voz salió de la nube, «Este es mi Hijo amado. Escúchenlo.»
8 De repente al mirar alrededor, ya no vieron a nadie más con ellos, sólo a Jesús
9 Cuando bajaban de la montaña, Jesús les ordenó no contarle a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del Hombre
resucitara de la muerte.
10 Ellos mantuvieron este asunto entre ellos, preguntándose que era lo que quería decir «resucitar de la muerte»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

La divinidad dentro de mi se volvió mas fuerte que mi humanidad y ellos pudieron tener una visión real de
cosas nunca antes vistas, y de escuchar la voz de mi Padre diciéndoles a ellos y a toda la creación que me
escuchen.

Mi apariencia humana no podía esconder la divinidad interior, mi luz estaba alumbrando brillantemente y
ellos recibieron una consolación interior mas grande que cualquier cosa que se pueda imaginar. Ellos
estaban en la presencia de su Dios, no sabían que decir, simplemente disfrutaron del momento.

Yo soy el Señor su Dios, vestido en majestad y gloria. Yo descendí al mundo para asumir la apariencia
humilde de hombre. Siendo la Suprema Palabra que creó los cielos y la tierra, toda cosa visible e invisible,
vine a la tierra para enseñar con autoridad el conocimiento para la salvación.

La salvación solo puede ser encontrada en mí, el camino, la verdad y la vida. Mi Padre testificó acerca de si
mismo a través de la creación. Yo hablé y todo fue hecho. El Espíritu Santo ha estado siempre sosteniendo
el universo creado para la gloria de la Santísima Trinidad. Dios está con ustedes.

Durante la transfiguración, la voz de mi Padre fue escuchada invitando toda la creación a que me escuche.

Escúchame y serás transfigurado por mi luz. La divinidad escondida que vieron mis apóstoles, es el regalo
que Yo le doy a todo el que escucha mi palabra, es la semilla que transformará sus pobres cuerpos en seres
divinos, hijos del Altísimo.

Escúchame y desea mi palabra constantemente. Desea mi luz, desea llenarte de mi divinidad, deja que mi
luz empiece a transfigurarte, para que puedas regocijarte siendo santo en mi voluntad.

Juan 2:13-25     Año B  -  Tercer Domingo de Cuaresma


Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré

13 La Pascua de los Judíos estaba cerca, y Jesús se dirigía a Jerusalén.


14 En el templo encontró a algunos que vendían bueyes, ovejas y palomas y a cambiadores de dinero sentados.
15 Hizo una correa con cuerdas, y los sacó a todos del templo, junto con ovejas y bueyes, regó el dinero de los cambiadores y
volteó sus mesas.
16 A los que vendían palomas, les dijo, «¡Saquen de aquí estas cosas! ¡No hagan de la casa de mi Padre un mercado!
17 Sus discípulos recordaron que estaba escrito «El fervor por tu casa me consumirá.»
18 Los Judíos entonces le dijeron, «¿Qué señal nos muestras, en vista de que haces estas cosas?»
19 Jesús les contestó, «Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré.»
20 Los Judíos entonces le dijeron, «Este templo estuvo en construcción durante cuarenta y seis años, ¿Y tu lo levantarás en tres
días?»
21 Pero Él hablaba del templo de su cuerpo.
22 Después, cuando se levantó de entre los muertos, sus discípulos recordaron que había dicho esto, y creyeron en la Escritura, y
en la palabra que Jesús había dicho.
23 Cuando estuvo en Jerusalén durante el festival de la Pascua, muchos creyeron en su nombre, al ver las señales que hacía.
24 Pero Jesús no se confiaba de ellos, porque conocía toda la gente
25 y no necesitaba que alguien diera testimonio de ninguno; porque Él mismo conocía lo que estaba dentro de cada uno.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Dejen de convertir la casa de mi Padre en un mercado. Tal como fue dicho en el Salmo (69:9) mucho antes
de que Yo viniera a ejercer mi ministerio, “Celo por tu casa me consumirá”, así que el tiempo llegó para que
Yo me quejara públicamente acerca de la falta de reverencia a Dios.

Es de verdad lo más importante respetar la casa de Dios, y todas las personas y cosas consagradas a El. Yo
mostré mi enojo en ese día, puesto que los Judíos estaban profanando la casa de mi Padre. Al mismo
tiempo profeticé sobre mi resurrección. Por supuesto que ninguno pudo entender, pero mis apóstoles
recordaron esas palabras después de la resurrección y su fe se volvió mas fuerte por causa de las Sagradas
Escrituras y de las palabras que Yo hablé.

Todos en Dios se mueven, viven y tienen su ser. Ustedes son llamados a recordar que Dios está siempre
observándoles, que nada está escondido para El, y que ustedes viven su vida en su templo, por eso ustedes
deberían ser santos como Yo soy santo.

Yo llamé mi cuerpo un templo, porque eso es lo que el cuerpo es, el templo del espíritu de Dios. Si ustedes
pudieran estar mas concientes de su espíritu, entonces podrían ser inspirados a entender que deben de ser
celosos de ese templo en el cual vive el espíritu.

Yo soy la vida, la vida que existe en el cuerpo, Yo soy el espíritu que sostiene esa vida, Yo soy la presencia
eterna en el templo de la vida.

Por esta razón el hombre y la mujer están llamados a tener respeto por el cuerpo, el templo de la vida. Con
razón Yo estuve tan enojado porque el templo de Dios había sido convertido en un mercado, Yo estaba
enojado esa vez, imagínense el espectáculo chocante que tengo que observar continuamente por causa de
las pasiones desordenadas de los seres humanos.

Me causa mucha pena de nuevo pensar en todos los sufrimientos que tuve que soportar por tantas almas
que están viviendo en la perdición y no aceptan mi llamado. Están caminando derecho hacia el infierno.

También me siento inconforme cuando la gente viene a mi templo sin reverencia, o cuando rezan y se
olvidan a quien es que le están hablando. Aquellos que vienen a mí sin ningún respeto no logran nada. Yo
los ignoro.

La persona espiritual pasará la mayoría del tiempo contemplando las cosas espirituales, por contraste la
persona de mundo se dedica a los placeres temporales del mundo. Este es con seguridad el camino a la
perdición a menos que haya un cambio.

Solamente un corazón muy puro y humilde consigue la perfección que le da el regalo continuo de estar en la
presencia de Dios. Esta es verdaderamente la clase de persona que toca mi corazón. A gente como ésta Yo
le revelo mis palabras abiertamente, les doy gracias especiales para que sigan en mis pasos y hagan mis
trabajos.

Mi pequeña alma, ser bueno no es suficientemente bueno. Yo te estoy pidiendo que hagas un esfuerzo para
erradicar las pasiones que gobiernan tu vida, te estoy pidiendo en realidad que seas libre de todas las
cargas de este mundo material simplemente arrepintiéndote de tus pecados pasados, parando toda
actividad pecaminosa en el cuerpo y la mente para que te vuelvas uno de mis favoritos.

Tus esfuerzos serán recompensados eternamente y disfrutarás mi presencia constantemente. Con


seguridad te apoyarás en mí, y Yo te concederé la paz.

Juan 3:14-21     Año B  -  Cuarto Domingo de Cuaresma


Porque Dios amó tanto al mundo

14 Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre,
15 para que cualquiera que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
16 Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su único Hijo, para que todos los que crean en Él no perezcan, sino que
tengan vida eterna.
17 En verdad, Dios no envió su Hijo al mundo a condenarlo, sino para que el mundo pudiera ser salvado a través de Él.
18 Aquellos que creen en Él no son condenados pero aquellos que no creen ya han sido condenados, porque no han creído en el
nombre del único Hijo de Dios.
19 Este es el juicio, que la luz ha venido al mundo, y la gente ama la oscuridad en lugar de la luz; pues sus obras son malas.
20 Porque todo aquel que hace el mal odia la luz, y no viene a la luz por temor a que sus obras queden expuestas.
21 Pero aquellos que practican la verdad vienen a la luz, para que se pueda ver claramente que sus obras han sido hechas en
Dios.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Cuando Yo le dije a Nicodemo que el Hijo del Hombre tenía que ser levantado tal como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, Yo estaba recordando el pasado cuando la gente ofendió a Dios y el castigo fue
que fueran mordidos por serpientes venenosas. Así que Moisés hizo una serpiente de bronce, y la colocó
sobre un estandarte; cualquiera que fuera mordido tenía que mirar a la serpiente para no morir. Números
21:8-9.

Yo le estaba declarando al mundo que Yo iba a ser crucificado y a morir. Predije que iba a ser expuesto ante
todos como una maldita serpiente muerta, para que al pagar por sus pecados con mi muerte ustedes
pudieran encontrar vida en mí a través del perdón de sus pecados.

Y tal como el pecado y la muerte vinieron al mundo a través del primer hombre, así la gracia y la vida vienen
del Hijo del Hombre, un título que me di a mi mismo para representar a toda la raza humana. Puesto que la
ofensa cometida en contra del Dios eterno no podía ser pagada por ninguna cosa de este mundo, entonces
Yo fui enviado al mundo a pagar con mi naturaleza humana y divina el castigo asignado a cada uno, el cual
es la muerte.

Pero Dios amó tanto al mundo que le dio su propio Hijo unigénito, para que todo el que crea en El no
perezca sino que tenga vida eterna.

Yo no vine a condenar al mundo puesto que ya estaba condenado por el pecado, Yo vine a salvarle a través
de mi sacrificio viviente por el cual ustedes obtuvieron el perdón de sus pecados, para mostrarles el amor de
Dios por su creación.

Por eso es que Yo estoy todavía presente el Sacrificio de la Misa, facilitando mi sangre par limpiarles de sus
pecados. Las Sagradas Escrituras testifican: “Ellos mirarán aquel a quien traspasaron.” Zacarías 12:10
Hazte digno de ser purificado, come de mi carne y bebe de mi sangre para que vivas.

Yo invito a cada uno a que crea en mí, que crea en mi palabra, que crea en mi sufrimiento y muerte por sus
pecados, que crea en el poder de Dios que Yo tengo, que crea que Yo lo levantaré en el último día.

Yo soy la luz del mundo, una luz que disipa la oscuridad del pecado. Aquellos que no creen están
perdiéndose el regalo de Dios, están condenándose a si mismo puesto que prefieren vivir en la oscuridad.

Ven a la luz mi querido hijo (a), no tengas miedo, confiesa tus pecados, purifícate a ti mismo en mi sangre y
mira con los ojos del espíritu las maravillas que Yo te presento.

Juan 12:20-30     Año B  -  Quinto Domingo de Cuaresma


A menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera

20 Ocurrió que entre la gente que habían ido a adorar durante el festival habían algunos griegos.
21 Estos, fueron donde Felipe, quien era de Betsaida de Galilea, y le dijeron «Señor, deseamos ver a Jesús.»
22 Felipe fue y le contó a Andrés y Andrés fue con Felipe a contárselo a Jesús.
23 Jesús les contestó, «Ha llegado la hora para que el hijo del hombre sea glorificado.
24 En verdad, en verdad les digo, a menos que un grano de trigo caiga en la tierra y muera, permanecerá solo un grano. Pero si
muere dará mucho fruto.
25 Aquellos que aman su vida la perderán. Y aquellos que odian su vida en este mundo la mantendrán para la vida eterna.
26 Si alguno me sirve, debe seguirme. Donde yo esté, estará también el que me sirva. Si alguno me sirve el Padre lo honrará.
27 «Ahora mi alma está perturbada. ¿Qué debo decir `Padre, sálvame de este momento?´ No, pues por este motivo he llegado a
este momento.
28 ¡Padre, glorifica tu nombre!» Entonces vino una voz del cielo diciendo, «Yo lo he glorificado y lo glorificaré de nuevo.»
29 La multitud que estaba allí y la escuchó dijo que había tronado. Otros dijeron, «Un ángel le ha hablado.»
30 Jesús contestó,«Esta voz ha venido por el bien de ustedes, no el mío.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Mi reputación creció rápidamente y gente de otros países fue atraída por mis enseñanzas y por los milagros
que yo estaba haciendo. Eran paganos que serían transformados por mis palabras y se volverían mis
seguidores.

Yo le pedí a mi Padre Celestial que glorificara su nombre, entonces mi Padre respondió diciendo: “Yo lo he
glorificado, y lo glorificaré de nuevo.” Aquellos que escucharon la voz pensaron que estaban escuchando
truenos, algunos pensaron que un ángel me estaba hablando. Mi Padre hizo que se sintiera su presencia
para darle fe a los no creyentes, para testificar de que Yo era el Hijo del Dios vivo, su Eterna Palabra que
tiene que se escuchada, para que cada uno pueda ser salvado.

La hora había llegado par que el Hijo de Dios fuera glorificado, pero era difícil que ellos entendieran que Yo
tenía que morir para ser glorificado como el Salvador del mundo, aquel que da la vida eterna a quienes
están muertos en sus pecados. Yo ilustré como, a menos que un grano de cebada caiga a la tierra y muera,
permanece solo un grano; pero si muere, da mucho fruto. De la misma manera Yo tuve que sufrir y morir
por los pecados de la humanidad, para que con mi propia muerte Yo destruyera el pecado, el demonio y la
muerte, para poder así compartir el poder de la resurrección con cada uno que me sigue.

Yo dije, aquellos que aman su vida la perderán, y aquellos que odian su vida en este mundo, por causa mía,
la conservarán para la vida eterna. El hombre que ama su vida y vive para la carne y los placeres de este
mundo perderá su vida. El hombre que mortifica sus sentidos por causa de su alma, que se niega a si
mismo y lleva la cruz de mi voluntad, saboreará la vida eterna como su recompensa.
Querida alma, si tu verdaderamente me amas, no tengas temor de la muerte. La muerte es la puerta a la
vida eterna y Yo estoy allí esperándote para recibir tu alma y bendecirte por toda la eternidad. Por eso vive
tu vida con desprecio por el mundo, purifícate a ti mismo con pensamientos celestiales, aspira a poseer el
reino de los cielos en tu corazón, acepta la voluntad de Dios y reza constantemente porque tu liberación
está cerca.

Marcos 11:1-10     Año B  -  Domingo de (Ramos) la Pasión


Bendito es el que viene en el nombre del Señor

1 Cuando se acercaban a Jerusalén, en Betfagé y Betania, cerca del Monte de los Olivos, envió a dos de sus discípulos,
2 y les dijo, «Vayan al pueblo que está enfrente. Cuando entren encontrarán un burro joven amarrado sobre el que nadie se ha
montado. Desamárrenlo, y traíganlo.
3 Si alguien les pregunta, `¿Por qué están haciendo eso?´ digan, `El señor lo necesita y pronto lo enviará de regreso aquí.´»
4 Fueron y encontraron un burro joven atado cerca de una puerta en la calle, y lo desataron.
5 Algunos de los que estaban allí les preguntaron «¿Qué están haciendo, desamarrando el burro?» 6 Les dijeron tal como Jesús
les había dicho, y ellos los dejaron ir.
7 Entonces le llevaron el burro a Jesús, le pusieron sus capas y Jesús se sentó sobre el.
8 Muchos pusieron sus capas sobre el camino y otros esparcieron por el camino ramas de los árboles que habían cortado en el
campo.
9 Entonces los que iban adelante y los que los seguían, gritaban, «¡Hosanna! ¡Bendito es el que viene en el nombre del Señor!
10 ¡Bendito es el reino venidero de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Si tu pudieras ver lo que Yo vi, el entusiasmo de toda la gente dándome la bienvenida a Jerusalén,
pensarías que Yo era un líder muy poderoso sin ningún temor por su vida. Pero era todo lo contrario, Yo
estaba recibiendo un show de hipocresía, una recepción para mi muerte.

Con la excepción de unos cuantos, todo el mundo me dio la espalda cuando Yo estaba siendo juzgado y
condenado por hacer el trabajo de Dios.

Estoy seguro que tu te sentirías muy desconcertado de esa gente, ¿no es así? Lo que estoy a punto de
decirte es la verdad, algo para hacerte pensar.

Todos mis seguidores, si, incluyéndote tu mismo (a), tendrán momentos de aclamación y alabanza, de gozo
y celebración porque Yo estoy llegando a sus vidas, pero cuando viene la tentación todos se olvidan de mí y
me condenan a muerte. Si. Es el pecado lo que me crucificó en la cruz, tus pecados y los pecados del
mundo entero.

Es un pensamiento lleno de terror pero al mismo tiempo debe de ser tu meditación para que te fortalezcas a
ti mismo en contra de las tentaciones y para que recuerdes cuanto me has costado, porque Yo pagué por tu
alma con mi propio sufrimiento y con mi muerte.

Y sin embargo Yo quiero recordarte que la alabanza es un clase de oración muy poderosa, es la oración de
los ángeles quienes constantemente alaban a Dios por su gloria, santidad, majestad, honor, omnipotencia,
poder, sabiduría y amor.

Hijo (a) mío (a), alaba al Señor, bendícele y agradécele constantemente por el regalo de tu vida y por sus
divinos atributos. Comienza tu día alabando, bendiciendo y agradeciéndole a Dios; vive tu día alabando,
bendiciendo y agradeciéndole a Dios, vete a dormir alabando, bendiciendo y agradeciéndole a Dios; para
que de esta manera tu alma aun alabe, bendiga y le agradezca a Dios durante tu sueño.

Juan 20:1-9     Año B  -  Domingo de Pascua


Él debía resucitar de entre los muertos
1 Ocurrió que el primer día de la semana, María Magdalena fue temprano a la tumba, mientras aún estaba oscuro, y vio que la
piedra había sido retirada de la tumba.
2 Entonces corrió y fue donde Simón Pedro, y el otro discípulo a quién Jesús amaba, y les dijo, «¡Se han llevado al Señor de la
tumba, y no sabemos donde lo han dejado!»
3 Entonces Pedro y el otro discípulo salieron, y fueron hacia la tumba.
4 Ambos corrieron. El otro discípulo sobrepasó a Pedro, y llegó primero a la tumba.
5 Deteniéndose y mirando, vio las ropas de lino allí, pero no entró.
6 Entonces Simón Pedro llegó siguiéndolo, y entró a la tumba. Vio la ropa de lino
7 y la que había tenido sobre su cabeza, enrollada en otro lugar, separada del resto de ropa.
8 Entonces el otro discípulo que había llegado primero también entró a la tumba,vio y creyó.
9 Pues hasta entonces no entendían la Escritura, de acuerdo a la cual, Él debía resucitar de entre los muertos.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

La resurrección de los muertos era un asunto increíble para todo el mundo hasta el día de mi resurrección.
Regresar a la vida después de estar muerto era algo inalcanzable puesto que todos estaban destinados a
morir, y nadie sabía lo que venía después.

Yo soy el único con el poder de la vida, porque Yo soy la vida, por eso Yo entregué mi vida y por mi propio
poder regresé a la vida de nuevo. Yo soy la resurrección y la vida, aquel que cree en mí, aunque muera
vivirá de nuevo para siempre.

Aun mis propios apóstoles tuvieron dificultad de entender esta revelación acerca de la resurrección. Yo les
dije en el templo que si ellos destruían este templo (me estaba refiriendo a mi cuerpo), Yo lo levantaría en
tres días. También les dije después de la transfiguración que Yo estaba destinado a sufrir y a morir, y que
resucitaría de los muertos. También les dije que a menos que fuera al Padre, ellos no recibirían el Paráclito,
el regalo del Espíritu Santo que es mi presencia de luz.

A través de mi nacimiento, vida, muerte y resurrección Yo demostré la clase de vida que se encuentra en mí,
una transformación completa del cuerpo mortal del hombre al estado inmortal de un Hijo de Dios.

Mis sufrimientos y mi muerte fueron muy reales, fueron extremamente dolorosos mas allá del entendimiento
humano, Yo era un hombre muy real aunque Yo era Dios. Yo morí en mi naturaleza humana para dignificar
la humanidad con mi divinidad, para darle poder a los hombres con el Espíritu Santo, para embellecer el
alma con mi sabiduría y para darle alas para volar a las alturas celestiales donde tomará residencia
permanente después de la muerte.

Por esta razón Yo te pido mi pequeña almita que pongas atención a mis palabras y vivas una vida digna del
llamado que te he hecho. Es el Señor quien te habla: arrepiéntete de tus pecados, muere a la suciedad del
mundo y vive una vida de santidad, ama a todo el mundo, practica la caridad, no te aferres a tus posesiones
del mundo, respeta mis mandamientos, vence el mundo, el demonio y la carne, y vive para compartir mi
victoria.

Juan 20:19-31     Año B  -  2o Domingo de Pascua - Domingo de la Divina Misericordia


Si ustedes perdonan los pecados de alguien, ellos son perdonados

19 Entonces cuando llegó la tarde, ese día, el primer día de la semana, y cuando las puertas del lugar donde estaban reunidos los
discípulos estaban cerradas por temor a los judíos, Jesús llegó, apareció en medio de ellos, y les dijo, «La paz esté con ustedes.»
20 Cuando les había dicho esto, les mostró sus manos y su costado. Entonces los discípulos se alegraron cuando vieron al Señor.

21 Entonces Jesús les dijo de nuevo, «La paz esté con ustedes. Así como el Padre me ha enviado, así los envió yo.»
22 Cuando había dicho esto, respiró sobre ellos, y les dijo, «¡Reciban al Espíritu Santo!
23 Si ustedes perdonan los pecados de alguien, ellos son perdonados. Si ustedes retienen los pecados de alguien, ellos son
retenidos.
24 Pero Tomás, uno de los doce, (llamado mellizo), no estaba con ellos cuando Jesús llegó.
25 Entonces los otros discípulos le dijeron, «¡Hemos visto al Señor!» Pero él les dijo, «A menos que yo vea en sus manos las
marcas de los clavos, y ponga mi dedo en las marcas de los clavos y mi mano en su costado, no creeré.»
26 Después de ocho días sus discípulos estaban reunidos, y Tomás estaba con ellos. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús
llegó, apareció en medio de ellos, y les dijo, «La paz esté con ustedes.»
27 Entonces le dijo a Tomás, «Pon tu dedo aquí, mira mis manos. Acerca tu mano, ponla en mi costado. No tengas duda, pero
cree.»
28 Tomás le contestó, «¡Mi Señor y mi Dios!»
29 Jesús le dijo, «Porque me has visto, has creído. Benditos aquellos que no han visto, y llegan a creer.»
30 Entonces Jesús hizo muchas otras señales en la presencia de sus discípulos, que no se escriben en este libro;
31 las que se escriben son para que ustedes puedan creer que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y que creyendo, puedan tener
vida en su nombre.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Después de mi resurrección Yo visité los apóstoles, ellos estaban todavía en estado de choque, incapaces
de percibir como su amo les había dejado, tenían miedo, estaban confundidos y no sabían que hacer.

Yo me paré en medio de ellos y les dije: “La paz sea con ustedes.” La verdadera paz de Dios no había
existido en el mundo hasta ese momento, puesto que la paz es el fruto de la reconciliación entre Dios y los
hombres. Mi paz les llenó sus corazones y llenará el corazón de cualquiera que experimente mi perdón.

Mis apóstoles se regocijaron inmensamente, con un gran alivio aunque aún estaban perplejos, así que Yo
les dije: “La paz sea con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así les envío.” En ese momento Yo
delegué mi autoridad celestial a los apóstoles, para que ellos pudieran continuar mi trabajo en la Iglesia.

Después de esto “Yo respiré sobre ellos”, recordando el momento de la creación del hombre cuando Dios
respiró vida por primera vez. Les dije: “Reciban el Espíritu Santo, si ustedes perdonan los pecados de
alguien, sus pecados serán perdonados; si ustedes retienen los pecados de alguien, sus pecados serán
retenidos.”

Este fue el comienzo de la nueva creación, los hijos de Dios que comparten el Espíritu Santo; el hombre fue
redimido en ese momento, ahora podría compartir el regalo mas grande que es la Presencia de Dios. Yo di
poder a mis apóstoles y a sus sucesores para perdonar los pecados, lo cual fue el objetivo principal de mi
venida al mundo.

Tomás no estaba allí cuando esto sucedió, y tu no estabas allí tampoco, por esto Yo le dije a Tomás y te
digo a ti ahora: “No dudes mas, cree. Benditos aquellos que creen en mi sin verme.”

Mi Divina Misericordia se ha hecho disponible a todos en el Sacramento de la Confesión. Cuando tu


confiesas tus pecados al sacerdote, tu me los estás confesando a mí, porque mi autoridad para perdonar los
pecados le fue dada a la Iglesia. No dudes mas, pero cree.

Mi querido hijo, (hija), Yo deseo que tu fe sea fuerte. No cuestiones las Sagradas Escrituras, pero cree. Cree
en el poder que siempre está presente en mi Iglesia para perdonar los pecados en el Sacramento de la
Confesión, cree en mi presencia en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía. Ven a los Sacramentos, esos
encuentros santos conmigo, con completa humildad y contrición porque tu has pecado y serás
perdonado(a). Cree en mi y mi gozo será tuyo.

San Lucas 24: 35 - 48     Año B  -  Tercer Domingo de Pascua


Después de ocho días, Jesús mismo se apareció entre ellos, y les dijo, «La Paz esté con ustedes.»

35 Entonces ellos contaron lo que había ocurrido durante el camino, y como lo reconocieron en la partición del pan.
36 Mientras decían estas cosas, Jesús mismo se apareció entre ellos, y les dijo, «La Paz esté con ustedes.»
37 Pero ellos estaban sorprendidos y aterrorizados, y suponían que habían visto un espíritu.
38 Él les dijo, «¿Por qué están preocupados? ¿Por qué se levantan dudas en sus corazones?
39 Miren mis manos y mis pies, soy Yo en verdad. Toquen y vean, porque un espíritu no tiene carne y huesos, como ustedes ven
que yo tengo.»
40 Después de decir esto, les mostró sus manos y sus pies.
41 Por estar llenos de felicidad, aún no podían creerlo y se preguntaban, Él les dijo, «¿Tienen aquí algo para comer?»
42 Le dieron un pedazo de pescado cocido.
43 Él lo recibió y lo comió frente a ellos.
44 Luego les dijo, «Esto es lo que les había dicho, mientras estuve con ustedes, que todas las cosas que están escritas en la ley
de Moisés, los profetas y los salmos, con respecto a mí deben cumplirse.»
45 Entonces abrió sus mentes, para que entendieran las Escrituras.
46 Les dijo, «Así está escrito, que el Cristo debe sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día,
47 y que el arrepentimiento y el perdón de los pecados deben ser predicados en su nombre a todas las naciones, comenzando en
Jerusalén.
48 Ustedes son testigos de estas cosas.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Los discípulos de Emaus estaban comentando sobre su encuentro con Jesús, de como sus corazones
ardieron cuando le escuchaban relatar las Sagradas Escrituras y como ellos le habían reconocido en la
partición del pan.

Cada vez que escuchamos la Palabra de Dios, o cuando atendemos la Santa Misa, tenemos un encuentro
con Jesús, quien es la Palabra de Dios. Normalmente no le damos mucha importancia o simplemente
leemos o escuchamos palabras sin meditar profundamente para entrar en lo que el Señor está tratando de
decirnos. Talvez porque hemos escuchados las mismas palabras anteriormente.

No paramos a reflexionar en el sentido sobrenatural de las palabras de Jesús, quien nos da la comida para
nuestras almas. Talvez estamos muy ocupados para darle honor a Aquel que tiene el poder de cambiar
nuestras vidas.

Cuando escuchamos la Palabra de Dios, estamos escuchando la misma Palabra que dijo "hágase la luz", y
la luz fue hecha. Estamos escuchándole a Aquel quien tiene el poder de crear, moldear, sostener, amar y
proteger.

Jesús se apareció de nuevo a los discípulos y a los apóstoles, ellos estaban muy sorprendidos de ver a
alguien que había muerto, y que ahora estaba vivo, ellos no estaban seguros si El era real o tan solo una
visión, por esto es que Jesús les mostró las manos y los pies que habían sido perforados, El les invitó a que
le tocaran, creyeran en El y verdaderamente les confirmó que El era muy real al pedirles algo para comer.

La razón por la cual ellos no le reconocieron y dudaron, es porque Jesús se les apareció en su cuerpo
glorificado, y aunque era El, ellos no le habían puesto suficiente atención a las escrituras que hablaban de
sus sufrimientos y muerte y de que el resucitaría de los muertos. Jesús regresó para confirmar todo eso y
para reasegurarles de que El estaba aún con ellos.

Dios es Espíritu, Jesús está todavía presente con nosotros en su Santa Palabra y también
sacramentalmente. El nos invita a ponderar su palabra y a venir a El, a tocarle, a creer en El y a poner toda
nuestra confianza en El, aunque nosotros solo le podemos ver a través de los ojos de nuestra fe. El le dijo a
los discípulos y a los apóstoles que el arrepentimiento y el perdón de los pecados deberían de ser
predicados en su nombre a todas las naciones, empezando por Jerusalén.

Cuando escuchamos la Palabra de Dios y entendemos su urgencia, El Espíritu Santo inflama nuestros
corazones con deseo ardiente de trasmitir nuestra fe.
Hay algunos quienes todavía no le dan suficiente crédito a la Palabra de Dios, otros aman la Palabra de
Dios pero no pueden reconocerle en la partición del pan. Jesús está verdaderamente presente en la
partición del pan, cuando el sacerdote ungido dice las palabras de la consagración y parte el pan en el altar.

Que tan afortunados somos, Dios está con nosotros, Emmanuel.

Juan 10: 11 - 18     Año B  -  Cuarto Domingo de Pascua


El Señor es mi Pastor

11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.


12 El empleado contratado que no es el pastor, y a quien no le pertenezcan las ovejas, ve venir al lobo, deja las ovejas y huye. El
lobo roba las ovejas, y las dispersa.
13 El empleado contratado huye porque es contratado, y no le importan las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor. Conozco mis ovejas, y ellas me conocen;
15 así como el Padre me conoce, y Yo conozco al Padre. Y Yo entrego mi vida por las ovejas.
16 Tengo otras ovejas, que no son de este rebaño. También debo traerlas, y escucharán mi voz. Así habra un solo rebaño, un
pastor.
17 Por eso es que el Padre me ama, porque entrego mi vida, para poder tomarla de nuevo.
18 Nadie me la quita, sino que la entrego por mi propia voluntad. Tengo el poder para entregarla, y tengo poder para tomarla de
nuevo. He recibido esta orden de mi Padre.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Jesús es el Buen Pastor anunciado en las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento, El es el Mesías
ansiosamente esperado, el liberador, el que viene a perdonar, a sanar, a bendecir, a enseñar, a advertir y
santifica a todos los que le escuchan. El es el prometido.

Ezequiel 34:16 Yo buscaré a los perdidos y traeré de regreso a los extraviados. Sanaré los heridos y
fortaleceré los débiles, pero a los sagaces y fuertes destruiré. Yo pastorearé el rebaño con Justicia.

El pastor es la persona mas importante en la vida de las ovejas. Por naturaleza, las ovejas son distraídas, se
pueden perder fácilmente, no tienen sentido de orientación, parece que siempre están mirando hacia abajo y
no se preocupan de su bienestar. Si no se les muestra donde encontrar pasto, pueden morir por falta de
comida si caen a un hueco, ellas no son suficientemente inteligentes para liberasen, si se hieren, nos sanan
rápidamente y necesitan mucho cuidado, sin un pastor están perdidas.

Dios usa estas imágenes para mostrarnos que tan descuidados somos, como somos tan materialistas, que
preferimos mirar hacia abajo a las cosas del mundo en vez de mirar hacia arriba al mundo espiritual ofrecido
por nuestro Buen Pastor. Sin el Espíritu Santo nos volvemos tontos como las ovejas, y tendemos a olvidar
que somos hechos en la imagen de Dios.

Jesús mismo asume el nombre de cordero y va aún mas adelante en dar su vida por nosotros en sacrificio
por el perdón de nuestros pecados, en las palabras de San Juan el Bautista, El es el cordero de Dios que
quita los pecados del mundo, su condición es humilde con respecto a su Padre, pero El es el líder del
rebaño de Dios, El es el Rey y el que lava nuestros pecados con su Preciosa Sangre. Por sus heridas
somos sanados.

Con su cetro nos reprenderá, con su callado el traerá aquellos se extravíen, en su misericordia el perdonará
a los que hacen el mal, en su ternura sanará a todos los que estén heridos, con su palabra, su carne y su
sangre alimentará a todos los hambrientos, porque el cuida de nosotros.

Su Reino no es de este mundo, es el Reino de nuestros corazones, donde nosotros tenemos la opción de
amar a Aquel que cuida de nosotros al guardar sus mandamientos o de despreciarle y crucificarle de nuevo
con nuestra ingratitud y nuestro pecado.

Jesús no vino a condenar el mundo sino a salvarle. El no rechaza al pecador, tan solo lo mira como un
pastor mira a la oveja extraviada, el la busca y cuando la encuentra le da consuelo y la trae de regreso.

En el día final, el nos resucitará a todos, el separará las ovejas de las cabras y recompensará los fieles con
la vida eterna.

El gozo de Dios se cumple cuando un pecador se arrepiente, su gozo se vuelve su Gloria cuando nosotros
estamos siempre cerca de el y le agradecemos y le alabamos.

Dios amó tanto al mundo que se volvió hombre, murió por nosotros y nos enseño como vivir para El. El
quiere lo mejor para cada uno de nosotros, El es paciente y amable, El esperará, El sabe de que estamos
hechos. Nosotros recibimos tanto de El, que comenzamos a aprender mas y mas que es lo que El desea.

Lo que El quiere es lo que El da: “AMOR”

El Señor es mi Pastor, no existe nada que me pueda faltar. El Señor me ama con exageración, el aún sufrió
y murió por mi. Por mi parte, yo trataré lo mejor de serle siempre fiel. Yo le amaré, amaré al prójimo,
recordaré siempre que no soy nada sin El.

El Señor es mi Pastor

Juan 15:1-8     Año B  -  Quinto Domingo de Pascua


Yo soy la vid verdadera

1 «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.


2 Él retira toda rama en mi que no da fruto. Él poda toda rama que da fruto para que pueda dar más fruto.
3 Ustedes ya están purificados por la palabra que les he proclamado.
4 Permanezcan en mí, como Yo en ustedes. Así como la rama no puede dar fruto por si misma, a menos que permanezca en la
vid, así ustedes tampoco pueden, a menos que permanezcan en mí.
5 Yo soy la vid. Ustedes son las ramas. aquellos que permanecen en mí, y Yo en ellos, darán muchos frutos, porque apartados de
mí ustedes no pueden hacer nada.
6 Si alguien no permanece en mí, será arrojado como una rama que se seca; y estas ramas son recogidas, arrojaradas al fuego y
quemadas.
7 Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan cualquier cosa que deseen, y se les concederá.
8 «Mi Padre es glorificado de esta manera, que ustedes den mucho fruto; y se vuelvan mis discípulos.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Yo soy el árbol de la vida que Dios ha sembrado en el mundo, aquel que quiera ser parte mía eternamente,
debe volverse parte de este árbol, convertirse en rama mía y tomar sabia de mí. Mi padre y yo tocamos el
corazón de todos los seres humanos y les llamamos a venir, puesto que Yo soy el Camino la Verdad y la
Vida y nadie puede venir a mi Padre sino a través de mí.

Mi padre ha preparado vida eterna para todos aquellos que me escuchan, por esto mis palabras son guía
para los fieles pero también condenación para los desobedientes.

Aquellos que no escuchan, los que rechazan la voz del espíritu y quebrantan los mandamientos sin darle
importancia al mandato divino, no producen ningún fruto, por esto mi Padre retira estas ramas y les permite
secarse y morir sin ninguna esperanza de vida eterna.
Aquellos que me escuchan reciben regalos, y así como el viñador poda su viña para embellecerla, la vida
esta llena de frustraciones y cruces que mi Padre envía para podar el alma del amor propio, del egoísmo, la
vanidad y el orgullo. Estos sufrimientos producen sabiduría y perfeccionan el alma en la humildad.

Mis palabras son vida purificante para el alma que permanece en mi, y le permiten producir mucho fruto.
Aquel que se integra en mi cuerpo se vuelve parte de mi y Yo parte de Él.

Mi Iglesia es mi cuerpo místico, en la cual Yo soy la cabeza y ustedes mis miembros, mi sangre es la
Eucaristía que lleva vida a todas las células, mi palabra es la sabiduría que da la perfección, el que me
escucha, escucha al espíritu, el que sigue mi palabra está caminando en mi camino.

Mi corazón late incesante enviando esperanza y vida a todos los que me escuchan, puesto que Yo soy el
puente entre la humanidad y la divinidad. El que no está conmigo se separa y se pierde eternamente en la
oscuridad, el que es humilde entiende que sin mi no es nada.

Aquel que permanece en mi, está en mi Presencia, yo lo convierto en mi discípulo para que aprenda mas de
mí y en mi apóstol para que se vuelva mi instrumento, su oración es siempre escuchada.

La gloria de mi Padre es que todos los que están conmigo produzcan mucho fruto, para la prosperidad de su
Reino aquí en la tierra y para su Gloria en toda la eternidad.

Juan 15:9-17     Año B  -  Sexto Domingo de Pascua


Este es mi mandamiento, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado

9 Así como mi Padre me ha amado, así también los he amado. permanezcan en mi amor.
10 Si siguen mis mandamientos, permanecerán en mi amor; tal como yo he seguido los mandamientos de mi Padre, y
permanezco en su amor.
11 Les he dicho estas cosas, para que my gozo pueda estar en ustedes, y para que su gozo pueda ser completo.
12 «Este es mi mandamiento, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
13 Nadie puede tener más amor que este, quien entrega su vida por sus amigos.
14 Ustedes son mis amigos, si hacen lo que Yo les ordene.
15 No los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que su amo hace. Sino que los he llamado amigos, porque todo lo que he
oído de mi padre, se los he dado a conocer.
16 Ustedes no me escogieron, sino que yo los escogí, los destiné para que vayan y den fruto, y para que su fruto perdure; para
que el Padre pueda darles cualquier cosa que pidan en mi nombre.
17 «Les ordeno esto, que se amen unos a otros.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Dios es amor.

Yo Jesús, el Hijo de Dios, soy hijo del Amor de Dios. Mi Padre me ama con la perfección de su amor y tanto
amó al mundo que me ha enviado para que todo el que escuche mi palabra y crea en mi, pueda tener vida
eterna.

Con el mismo amor de mi Padre yo les amo a todos ustedes, yo permanezco en el amor de mi Padre porque
hago su voluntad y guardo sus mandamientos. Igualmente ustedes permanecen en mi amor cuando guardan
mis mandamientos y son fieles a mi palabra.

Mi gozo es el gozo celestial de mi Padre, un gozo inconcebible en términos terrenales, superando toda
felicidad humana, este gozo lo participo a todos lo que abren su corazón a mi espíritu.

En el gozo del amor yo he dado mi nuevo mandamiento, “que se amen los unos a los otros
incondicionalmente como yo les he amado”. Yo demostré este amor dando mi vida por ustedes en la cruz
para obtener así la salvación de sus almas. No hay mejor manera de probar la fidelidad y el amor, que el
poder dar la vida por otra persona, pues yo la he dado por todos y espero lo mismo de ustedes. Dar la vida
por los demás consiste en extender el fuego del amor en la caridad por los demás seres humanos. La
caridad empieza en el entendimiento, lleva al perdón y se extiende a la acción.

Yo les llamo a ser mis amigos para que hagan las mismas cosas que yo he hecho, les revelo toda mi
sabiduría para que encuentren allí su perfección.

Nadie viene a mí por su propia iniciativa, Yo llamo a cada uno individualmente y de maneras espirituales
para que se convierta y luego me imite y pueda obtener la perfección de la santidad volviéndose otro Cristo.
En todas las épocas de la historia, Yo elijo mis discípulos entre los escogidos para que se conviertan en mis
apóstoles y produzcan abundantes frutos en mi viña.

Aquel que produce fruto y permite que su fruto permanezca, puede pedirle a mi Padre en mi nombre y Él se
complacerá en responder.

Todo lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros como yo les he amado.

Marcos 16:15-20     Año B  -  La Ascensión del Señor


Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Nueva a toda la creación.

15 El les dijo, «Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Nueva a toda la creación.
16 Aquel que crea y sea bautizado será salvado; pero el que no crea será condenado.
17 Estas señales acompañarán a aquellos que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán con nuevas lenguas;
18 manejarán serpientes; y si toman alguna bebida mortal no los lastimará de ninguna forma; pondrán sus manos sobre los
enfermos y ellos sanarán.»
19 Entonces el Señor Jesús después de haber hablado con ellos fue llevado al cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
20 Ellos salieron y predicaron en todas partes, el Señor trabajando con ellos y confirmando la palabra con las señales que la
acompañaban.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Mis queridos discípulos, apóstoles, y ustedes quienes me escuchan. Mi tiempo en la tierra fue muy fructuoso
y la hora llegó para que yo regresara a mi Padre, puesto que yo ya había cumplido su voluntad.

Ya les he dicho que Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, les he ofrecido comida para la jornada puesto
que Yo soy el Pan de la Vida. Les protegeré y les salvaré porque Yo soy el Buen Pastor y les he pedido que
permanezcan en Mi, porque Yo soy la Vid y ustedes son los sarmientos.

Mi Presencia con ustedes continuará siempre en mi Iglesia hasta el final de los tiempos, pues es siendo
parte de mi Cuerpo Místico y comiendo y bebiendo de mi Presencia Eucarística que ustedes sacan vida de
Mí y son nutridos para permanecer fuertes en la fe hasta que también cumplan el plan de mi Padre.

Yo les invito a que sean mis testigos, a que vivan una vida de acuerdo a mi modelo de caridad, a que vivan
mis mandamientos de amor y a que le enseñen a otros a hacer lo mismo. Ustedes no tienen que ser
sacerdotes para predicar mi evangelio, puesto que pueden predicar por su ejemplo, sin embargo también
serán mi gozo si son ministros ungidos que proclaman mi Palabra no desde la mente sino desde el corazón.
Me entristece escuchar como mi Evangelio es despedazado por aquellos que resisten la inspiración del
Espíritu Santo.

Creer en mi Evangelio es creer toda frase que yo hablé, ponderar en el corazón y abrirsen a esa poderosa
Palabra que les habla para poder cambiar sus vidas. Cuando Yo hablo en mi Evangelio, Yo siempre tengo
doble mensaje, uno que es entendido por la mente y otro que tiene que ser buscado, mi Espíritu se encarga
de revelarlo. Mis palabras son dirigidas a ustedes en lenguaje humano para que ustedes puedan entender,
pero son habladas por el Espíritu y por eso llevan el poder de Dios.

En el Bautismo, ustedes se vuelven parte mía, y entran en mi cuerpo místico, la Iglesia. Aquellos que
rechazan la Iglesia, me rechazan a mí, aquellos que me rechazan, rechazan la vida. Aquellos que creen en
mis palabras y las guardan en sus corazones, recibirán mis regalos. Tendrán el poder de arrojar fuera a los
demonios, y de rezar por los enfermos, quienes se sanarán; pero los intelectuales no creen en mi palabra ni
en el demonio, por eso ellos dejan de recibir mis regalos espirituales.

Cualquiera que crea en mí, puede rezar en mi nombre y Yo le concederé sus peticiones, siempre y cuando
estén de acuerdo con la Voluntad de mi Padre. Una oración de fe tiene gran poder cuando es dicha por
alguien quien ama mi Palabra, Yo permanezco fiel a lo que Yo digo.

Mis signos acompañarán a los creyentes, porque ellos toman mi palabra en serio. Los milagros son muy
posibles aún hoy. Yo soy el Señor siempre fiel, Yo responderé con integridad al llamado de aquellos que me
pertenecen.

Yo he ascendido a mi Padre, he tomado posesión de mi Reino, estoy preparando una morada para sus
almas en la eternidad. A su debido tiempo, ustedes se unirán conmigo en el gozo eterno que mi Padre ha
preparado para aquellos que le aman.

Juan 15:26-27 16:12-15     Año B  -  Domingo de Pentecostés


El Espíritu de la verdad, que procede del Padre, dará testimonio de mí.

26 «Cuando venga el Consejero , el espíritu de la Verdad que procede del Padre, a quien les enviaré desde el Padre, Él dará
testimonio sobre mí.
27 Ustedes también darán testimonio, porque han estado conmigo desde el comienzo.
12 «Tengo aún muchas cosas por decirles, pero ustedes no pueden soportarlas ahora.
13 Pero cuando Él Espíritu de la Verdad haya venido, Él los guiará a la verdad completa, porque no hablará por si mismo; sino
que el hablará todo lo que escuche. Él les declarará cosas que vendrán.
14 Él me glorificará, porque tomará de lo que es mio, y se los declarará.
15 Todas las cosas que el Padre tiene son mías; por esto les dije que el tomará de lo que es mio, y se los declarará.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Ya les dije antes, que les tendría que dejar, pero que no los dejaría huérfanos, les prometí enviar el
Abogado, el Paráclito, el Consolador, El Espíritu Santo quien es la Tercera Persona de la Santísima
Trinidad.

Bien, les he dejado a mi Madre para que sea Madre suya también, puesto que Ella ha sido escogida para
ser la Madre de todos los Hijos de Dios. También les he dado la Iglesia como su madre, para que sea una
imagen de su Madre Celestial y cuide de ustedes. Les he hecho mis discípulos y apóstoles, y ustedes
necesitan el poder de lo alto para cumplir su misión, por eso Yo he hecho una nueva creación.

Hijos míos, ustedes se han convertido en templos de mi Espíritu Santo, portadores de Dios, por eso ustedes
tienen al Espíritu Santo para que les guíe y les conduzca al entendimiento de toda la verdad. Yo ya no estoy
personalmente con ustedes como durante mis treinta y tres años en la tierra, pero Yo soy Dios, y después
de haber dado instrucciones a los apóstoles y después de dar testimonio del poder de Dios por milagros no
vistos nunca antes, Yo he regresado a la Gloria que es mía desde el comienzo del tiempo, he regresado a
mi estado celestial donde estoy preparando una morada para sus almas.

Yo soy Espíritu, y en la Omnipotencia de mi Presencia, permanezco con ustedes en Espíritu y en Verdad. Al


volversen templos de mi Espíritu, ustedes me permiten que yo venga y les hable. Por su entrega a mi amor,
ustedes me aceptan y se vuelven parte de mí, cumpliendo así mi deseo.

Mi Espíritu Santo les dará testimonio hablándole a sus corazones, revelándoles la verdad y concediéndoles
la fortaleza para permanecer en la fe.

Aun cuando mi Iglesia esta hecha de seres humanos sujetos a las debilidades de la carne, yo la abrazo con
mi Luz y la protejo hasta el final de los tiempos. La mantengo fiel a mis enseñanzas por el Poder del Espíritu
Santo, y permanezco fiel a ella, en mi Palabra y en los Sacramentos, concediendo mis bendiciones a todos
los que vienen con el alma sedienta a beber las aguas vivientes de mi Espíritu.

Para experimentar la Presencia de mi Espíritu en sus corazones, ustedes tienen que venir a mí con un
corazón humilde y contrito, entregarme sus almas con amor, desear estar conmigo y escucharme, así el
Espíritu Santo vendrá a ustedes.

El Espíritu Santo les enseñará a vivir por mi palabra, les recordará constantemente a que vivan en mis
mandamientos de amor, les revelará los secretos de la santidad y les ayudará a crecer en la Fe, la
Esperanza y la Caridad.

Sean siempre pequeños ante la Presencia de Dios, sean humildes de corazón, y deseen ser santos; sean
amables con todo el mundo, perdonen constantemente para que mi Paz pueda permanecer en sus
corazones, recen para que el fuego del Espíritu Santo mantenga la llama de su fe ardiendo constantemente.

Mateo 28:16.20     Año B  -  Domingo de la Santísima Trinidad


Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo

16 Los once discípulos fueron a Galilea, a las montañas donde Jesús los había enviado.
17 Cuando lo vieron, le adoraron, pero algunos dudaron.
18 Jesús fue donde ellos y les habló, «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y sobre la tierra.
19 Entonces vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo,
20 enseñándoles a obedecer todas las cosas que les he ordenado. Observen, estaré con ustedes siempre, hasta el final de este
tiempo.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Antes de ascender a los cielos, Yo le pedí a los apóstoles que se reunieran conmigo y recibieran mis ultimas
instrucciones. Cuando ellos me vieron en mi estado sobrenatural, parte humana en mi apariencia física y
parte divina puesto que Yo soy Dios, ellos sintieron mi Presencia Real tocándoles el corazón y el alma,
sintieron la necesidad de adorar a Dios. Algunos dudaron, puesto que es natural para los seres humanos
usar la razón y crear obstáculos para la fe.

Cuando ustedes vienen a conocerme bien, no existen dudas en sus corazones, sus almas están siempre
sedientas por el Dios Vivo, y ustedes arden con deseo de estar conmigo, escucharme y recibirme
sacramentalmente.

Yo le confirmé a los apóstoles la autoridad que me había sido dada en el cielo y en la tierra, Yo usé esta
autoridad para mandarles a ellos, mi Iglesia infante, a que proclamaran las Buenas Noticias, a que hicieran
discípulos de todas las naciones y les bautizaran en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Dios no puede ser totalmente entendido por la mente humana, por eso Yo soy la revelación de Dios el
Padre y también soy Dios el Hijo, nosotros hemos enviado al Espíritu Santo para que sea nuestro testigo
también.
En el comienzo de la creación, Dios el Padre deseó en su Voluntad, Dios el Hijo habló, y Dios el Espíritu
Santo manifestó nuestro Poder. Todo vino a la existencia y se sostiene así hasta que el tiempo no exista
más. Dios es Uno, nosotros somos uno, y sin embargo somos tres personas distintas. El Padre y Yo somos
Uno en el amor del Espíritu Santo. Este es un misterio que tan solo será revelado totalmente en el Cielo.

Muchos tropiezan tratando de entender estos misterios celestiales porque resisten las enseñanzas de Dios,
sus razonamientos los conducen al orgullo, tan solo los humildes pueden aceptar la verdad y obtener gran
beneficio espiritual.

En el Antiguo Testamento ustedes han recibido el Testimonio del Padre, quien habló a través de los
profetas, anticipando las cosas que iban a venir. En el Nuevo Testamento, Yo he venido a ser la Luz de las
naciones, a revelar el Padre a todo el mundo, a sanar, a redimir mi gente y a establecer mi Iglesia.

Después del día de Pentecostés, Mi Iglesia se ha convertido en el templo del Espíritu Santo, Yo soy la
cabeza de este cuerpo místico y ustedes son los miembros. Ustedes están separados físicamente, pero son
Uno conmigo en Espíritu. Ustedes no me pueden ver con los ojos físicos, pero me pueden percibir con los
ojos de la fe.

Las promesas que le hice a los Apóstoles, también les hago a ustedes, guarden mis mandamientos y
enseñen a otros a hacer lo mismo. Y sepan que Yo permaneceré con ustedes, sí, hasta el final de los
tiempos.

Marcos 14:12-16 16:22-26     Año B  -  El Cuerpo y la Sangre de Cristo


Este es mi cuerpo, esta es mi sangre.

12 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la Pascua, sus discípulos le
preguntaron, «¿Donde quieres que vayamos y preparemos tu cena de Pascua?»
13 Él envió a dos de sus discípulos, y les dijo, «Vayan a la ciudad, allí les encontrará un hombre cargando un jarro de agua.
Síganlo,
14 y donde él entre, díganle al dueño de la casa, `Él Maestro dice «¿Donde está el cuarto de invitados, donde podré comer la
cena de Pascua con mis discípulos?»´
15 El les mostrará en el piso de arriba una habitacíon grande, amoblada y lista. Alístenla para nosotros.»
16 Sus discípulos fueron, llegaron a la ciudad y encontraron las cosas tal como Él les había dicho, y prepararon la Pascua.
22 Mientras comían, Jesús tomo pan, y después de bendecirlo, lo partió y se los entregó, diciendo, «Tomen, coman. Este es mi
cuerpo.»
23 Después, tomó la copa, y después de dar gracias, se las entregó. Todos tomaron de ella.
24 Les dijo, «Esta es mi sangre de la nueva alianza, que es derramada por muchos.
25 en verdad, en verdad les digo, no volveré a beber del fruto de la vid, hasta el día que lo beba de nuevo en el Reino de Dios.»
26 Después de que habían cantado un himno, fueron al Monte de los Olivos

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Nada ocurre en este mundo a menos que sea permitido por la voluntad de mi Padre Celestial. Muchos
cuestionan la voluntad divina por toda la maldad que aflige al mundo, pero Yo les digo en verdad, esto es un
producto del enemigo, quien ha recibido el poder de aquellos que rechazan a Dios. Mi Padre permite que la
maldad castigue al mundo por su desobediencia.

Ustedes podrían vivir en un mundo mejor si obedecieran los mandamientos de Dios y se amaran los unos a
los otros como Yo les he amado.

Yo envié mis apóstoles a preparar el cenáculo donde instituiría el gran Sacramento de la Sagrada
Eucaristía. Yo preví todos los eventos futuros tal como también preví el futuro de mi Iglesia. Yo tenía el
poder de hacer milagros, y lo usé, no para impresionar a la gente, no para demostrar mi poder, sino para
cumplir las profecías mesiánicas anunciadas por Isaías (Is. 29:18), y para glorificar a mi Padre quien me
envió.

El momento llegó, cuando Yo me tenía que volver el cordero del sacrificio que quita los pecados del mundo,
esto iba a poner un fin a los sacrificios de animales, en efecto, este sería el único sacrificio que satisfacería
la Justicia Divina. Esta sería mi ultima noche con los discípulos y no por coincidencia fue la Fiesta cuando se
sacrificaba el cordero de la Pascua en memoria de la liberación de Israel de la esclavitud de los Egipcios.

Yo estaba a punto de ser crucificado el día siguiente, mi carne, sangre, alma y divinidad serían ofrecidos a
mi Padre por el perdón de los pecados y la hora había llegado de perpetuar el sacrificio en una forma
sacramental.

Yo ya les había dicho a mis discípulos que Yo era el Pan de la vida que viene del Cielo, el mana celestial
que da vida eterna. Yo les había dicho, a menos que coman de mi carne y beban de mi sangre, ustedes no
tendrán vida en ustedes.

Ahora, con mi poder celestial, Yo estaba a punto de hacer mi más grande milagro.

Como Sumo sacerdote eterno en la orden de Melquizedek yo tomé el pan, lo bendije, luego miré al cielo,
partí el pan y lo di a mis discípulos, saqué de mi poder divino y dije: “Coman, este es mi cuerpo”
De la misma manera tome la copa de vino, la bendije, se la di a mis discípulos a beber, entonces tome de mi
poder divino y dije, “Esta es mi sangre, la sangre de la nueva y eterna alianza, que será derramada para el
perdón de los pecados. Hagan esto en memoria mía.”

Yo designé mis apóstoles como sacerdotes y ministros de la Sagrada Eucaristía, ungidos con el poder de
transmitir este ministerio en mi Iglesia a otros sacerdotes.

Por mi comando, Yo instituí el Sacerdocio y el Sacramento de la Inmortalidad, me hice verdaderamente


disponible para ustedes cada vez que el pan y el vino son consagrados por uno de mis sacerdotes ungidos.

En términos humanos se dice que “uno es lo que come”, Yo les digo solemnemente, cuando ustedes se
arrepienten del pecado y me reciben en estado de gracia, al comer de mi carne la cual es el pan de la vida, y
al beber mi sangre la cual es el elixir de la inmortalidad, ustedes son purificados y preparados para la vida
eterna, donde se volverán como Yo.

Yo les estoy esperando para que me reciban dignamente cuando vengan a la Santa Misa: Yo también estoy
verdaderamente presente en cada tabernáculo, listo a escuchar sus oraciones y a bendecirles cuando
ustedes me dan reconocimiento. Yo les amo.

Marcos 4:35-41    Año B -  12o Domingo en tiempo ordinario


¿Quien es este que hasta los vientos y el mar le obedecen?

35 Ese día, cuando atardeció, les dijo, «Vámonos al otro lado.»


36 Dejando la multitud, se lo llevaron tal como estaba, en el bote. Otros botes pequeños lo acompañaban.
37 Una gran tormenta se levantó, las olas golpeaban el bote, una gran parte del bote ya estaba llenándose de agua.
38 Jesús se encontraba en la popa dormido sobre una almohada, lo despertaron y le dijeron, «Maestro, ¿no te preocupa si
nosotros perecemos?»
39 Jesús despertó, y reprendió al viento, y le dijo al mar «¡Paz! ¡Quédate quieto!» El viento cesó, y hubo una gran calma.
40 Jesús les dijo, «¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Cómo es eso, que no tienen fe?»
41 Ellos estaban muy asustados y se dijeron unos a otros, «¿Quien es este que hasta los vientos y el mar le obedecen?»

Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.


¿Por que tienen miedo? ¿Porque no tienen fe?
Todavía hago la misma pregunta a todo el mundo en todas partes.

¿Tienen miedo de aceptar el hecho de mi divinidad? ¿Se avergüenzan de que la mayoría de la gente me
rechace, de que ustedes pertenezcan al Cristianismo que es atacado y puesto a la prueba desde todo
ángulo?

Bien, tal como en este caso de mis evangelios, al tener poder sobre las fuerzas de la naturaleza, Yo
demostré una vez mas mi origen divino, que Yo soy el Hijo de Dios que vino a hacer la voluntad de mi Padre
Celestial. Se presentaron muchas preguntas aun entre mis propios apóstoles, pero todos tuvieron fe, con la
excepción del que me traicionó.

En el Antiguo Testamento, algunos profetas causaron milagros con el poder recibido de lo alto. Yo también
di poderes a mis apóstoles y discípulos para que hicieran las mismas cosas que Yo hice. En efecto,
cualquier hombre o mujer que tenga fe en mí, estará capacitado (a) para hacer milagros en mi nombre,
porque por mi poder, Yo puedo hacerles hijos de Dios. Pero ninguno antes de mí o después, ha tenido o
tendrá los poderes exclusivos que me fueron dados para dar testimonio de mi divinidad, por la verdad de mi
palabra y a través de mis milagros.

Aunque Yo hice tantos milagros, mucha gente decidió no creer en mí, en efecto me acusaron de estar
poseído de un espíritu maligno y de hacer mis milagros a través del demonio.

Yo fui odiado, condenado y finalmente llevado a la muerte por dar testimonio a la verdad. La verdad es que
Yo vine del Cielo para hacer la voluntad de mi Padre Celestial. Su voluntad es la salvación de la humanidad.

Pero la salvación no puede ser efectuada solo por el hombre, Yo la palabra de Dios tuve que volverme
hombre para pagar con mi sufrimiento y muerte por los pecados del mundo.

Por eso mi divinidad estaba siempre adelante de mi humanidad, y por gracia divina, Yo fui tentado muchas
veces pero siempre vencí el demonio, el mundo y la carne.

No dejes que nadie te engañe. Yo soy el mismo ayer, hoy y siempre. Yo soy el camino la verdad y la vida.
He venido a dar vida eterna a todos aquellos que me siguen, he venido a liberar a todos los que creen que
Yo soy la verdad.

El mundo siempre ha estado caminando en el camino equivocado; Yo he venido a mostrarles el camino para
que ustedes puedan venir a la eterna morada de mi reino.

El mundo está muerto en sus pecados. La vida solo se puede encontrar cuando el arrepentimiento les trae a
mi perdón. Yo perdono los pecados del mundo y les doy mi carne y sangre para que puedan tener vida
eterna.

La Salvación solo puede venir del Salvador del mundo. Yo soy su Señor y Salvador. Permanezcan en mi
amor y serán salvados.

Aquellos que me honran serán honrados en el Cielo. Por otro lado, aquellos que me atacan, aquellos que
atacan mi cuerpo místico que es la Iglesia Católica y aquellos que viven para complacer sus caminos
malvados, serán castigados eternamente por no creer en la verdad. A menos que se arrepientan!

Mateo 16: 13-19     Año B  -  San Pedro y San Pablo


Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

3 Cuando Jesús entró a la región de Cesarea de Filipo le preguntó a sus discípulos, «¿Quién dice la gente que es el Hijo del
Hombre?»
14 Ellos dijeron, «Algunos dicen Juan el Bautista, algunos Elías y otros que Jeremías o alguno de los profetas.»
15 Él les dijo, «¿Pero quién dicen ustedes que soy yo?»
16 Simón Pedro respondió diciendo, «Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.»
17 Jesús le contestó, «Bendito eres tu, Simón hijo de Jonás pues carne y sangre no te han revelado esto, sino mi Padre que está
en el cielo.
18 También te digo, que tu eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella.
19 Yo te daré las llaves del Reino de los cielos, y cualquier cosa que atares en la tierra será también atada el cielo; y cualquier
cosa que desatares en la tierra será desatada en el cielo.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Yo escogí mis doce apóstoles después de haber estado en intensa oración, les conocía aún antes de que
ellos me conocieran, sabía de sus debilidades y también de su potencial para ser mis seguidores y las bases
para mi Iglesia.

Cuando Pedro respondió mi pregunta "¿Quien dice la gente que Yo soy?", Yo le respondí, Tu eres
bendecido porque carne y sangre no te han revelado esto, sino mi Padre que está en el Cielo. Si, Él sabía ya
en su corazón que yo era el
Cristo, el Hijo del Dios Vivo.

Ser el Cristo quiere decir ser el hombre perfecto, el Mesías, El Salvador del mundo. Esto no es tan solo un
título, es la realidad de mi ser, no es tan solo un honor, sino mi papel de la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad.

Sin embargo, yo no vine a mostrarme orgulloso por mi estado real, puesto que mi Reino no es de este
mundo, Yo no vine a ser servido, por el contrario Yo vine a servir a la humanidad por mis enseñanzas y por
mi muerte en la cruz.

Aquel que me sigue, deja todo atrás para entregarme su vida, ese aprende de la Sabiduría de mi palabra,
desea volverse como Yo y finalmente Yo lo convierto en otro Cristo. Esto es lo que Yo hice con mis
apóstoles, excepto por el que escogió traicionarme.

Puesto que mi misión en la tierra tenía que cumplirse en el Calvario, Yo necesitaba preparar una forma
continua en Espíritu para mi nuevo cuerpo, la Iglesia. Yo ya tenía las bases apostólicas, Yo era la cabeza,
mis apóstoles serían mi boca, brazos y pies, mi corazón latiría constantemente en su interior, mi cuerpo y
sangre le darían vida al cuerpo en los Sacramentos, y Yo enviaría el Espíritu Santo para que fuera el alma
de mi cuerpo místico, para que viviera hasta el final de los tiempos.

San Pablo confesó su fe y su amor cuando dijo, "Ya no soy Yo quien vive, sino Cristo quien vive en mi". La
misma fidelidad recibí de Pedro y de todos mis apóstoles, por eso les confié mi Iglesia.

Escogí a Pedro para que fuera la cabeza de los Apóstoles por causa de su profunda fe en mi, y porque Yo
necesitaba a alguien que representara mi autoridad.

Cuando una persona tiene un cambio de corazón, recibe un nuevo nombre de Dios, un nombre que explica
lo que se ha vuelto, por eso Abram fue nombrado Abraham después de su entrega a Dios.

Simón el hijo de Jona, tuvo una gran conversión, él se volvió totalmente mío, así que Yo le di un nuevo
nombre, Petros o Pedro (piedra o roca). Es sobre una fundación sólida que yo construí mi Iglesia.

Yo le entregué las llaves de mi Reino, en otras palabras le di el poder de guiar el resto de los apóstoles, de
elegir nuevos apóstoles y sacerdotes, de organizar la Iglesia militante para que diera testimonio de mi
Presencia Viviente entre ustedes y para que dispensara los Sacramentos de la Salvación.
Yo le di a mis Apóstoles y sus sucesores el poder de perdonar los pecados, el poder de cambiar el pan y el
vino en mi cuerpo y sangre, y la autoridad de guiar la Iglesia de acuerdo a mi Voluntad.

Pedro fue el primer Papa de mi Iglesia. Y mi Iglesia está todavía muy viva, cuando ustedes ven al Santo
Padre, ustedes están mirando a Pedro.

Tal como Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, mi Iglesia es el Camino, la Verdad y la Vida.

Encuéntrenme en la Iglesia al seguir sus instrucciones, regocíjense en la verdad de la Fe Católica y


encuentren vida en la fuente del altar, donde Yo permanezco con ustedes como su Dios fiel, Emmanuel,
Dios con ustedes.

Marcos 5:21-43    Año B -  13o Domingo en tiempo ordinario


Niñita, Yo te digo: levántate

21 Cuando Jesús había vuelto a la otra orilla, una gran multitud se le acercó; Él estaba a la orilla del mar.
22 Sucedió que uno de los dirigentes de la sinagoga, de nombre Jairo, vino; y viéndolo calló a sus pies,
23 y le suplicó diciendo, «Mi pequeña hija está a punto de morir. Por favor ven y pon tus manos sobre ella, para que pueda
recuperarse y viva.»
24 Jesús fue con él, una gran multitud lo siguió y lo presionaban por todas partes.
25 Había una mujer, que tenía un hemorragia desde hacía doce años,
26 había sufrido mucho y había visto muchos médicos, había gastado todo lo que tenía, y no mejoraba, sino al contrario
empeoraba,
27 habiendo oído lo que se decía de Jesús, fue tras Él entre la multitud, y tocó sus ropas.
28 Pues se había dicho, «Si tan sólo toco su vestido, me aliviaré.»
29 Inmediatamente el flujo de sangre se detuvo, y ella sintió en su cuerpo que su enfermedad había sido sanada
30 Entonces Jesús, al percibir que había salido poder de Él, se volteó hacia la multitud, y preguntó, «¿Quien tocó mi ropa?»
31 Sus discípulos le dijeron, «Mira la multitud apresionándote, Como dices, `¿Quien me tocó?´»
32 Él miró a su alrededor para ver a la que había hecho esto.
33 Pero la mujer, temerosa y temblando, sabiendo lo que le había ocurrido, vino con miedo y temblor, cayó frente a Él, y le dijo la
verdad.
34 Él le dijo, «Hija, tu fe te ha hecho bien. Ve en paz, y queda curada de tu enfermedad.»
35 Mientras Él aún hablaba, vinieron de la casa del dirigente de la sinagoga diciendo, «Tu hija está muerta. ¿Para qué incomodar
más al Maestro?»
36 Pero Jesús, al oír el mensaje, inmediatamente dijo al dirigente de la sinagoga, «No tengas miedo, sólo cree.»
37 Él no permitió que lo siguieran, excepto Pedro, Santiago y Juan el hermano de Santiago.
38 Al llegar a la casa del dirigente de la sinagoga, Él encontró conmoción, llanto y un gran lamento.
39 Cuando había entrado, les dijo, «¿Por qué están conmovidos y lloran? La niña no esta muerta, sino dormida.»
40 La gente se burló de Él. Pero Él los sacó fuera a todos, tomó al padre de la niña a su madre y a los que estaban con él, y
entró donde yacía la niña.
41 Tomándola por la manó, le dijo, «Talitha cum;» que traducido significa, «Niñita, Yo te digo: levántate.»
42 Inmediatamente la niña se levantó y caminó, ella tenía doce años. Ellos estaban asombrados, y profundamente admirados.
43 Él les ordenó estrictamente que nadie debía saber esto, y dijo que le dieran algo de comer a la niña.

Inspiración del Espíritu Santo - Desde el Sagrado Corazón de Jesús.

Yo soy la resurrección y la vida. Todo poder me ha sido otorgado por mi Padre Celestial para ser la fuente
de vida, salud y vida eterna.
Yo tengo compasión, soy generoso y amoroso. Deseo extender mis riquezas a todo el que tenga fe en mí y
me ame. Yo prometí que estaría con ustedes hasta el final del tiempo y de verdad estoy aquí con ustedes
ahora, porque soy fiel a mi palabra.
Aquellos que tuvieron fe en mí, recibieron el beneficio de mis milagros durante mi tiempo en la tierra, y
aquellos que creen en el poder de mi nombre y reconocen la santidad de mi espíritu verán milagros y
maravillas acontecer ante sus ojos. Yo soy la Palabra de Dios, por eso lo que digo es verdad.
Esa mujer que padecía de flujo de sangre por doce años y que había gastado todo su dinero en doctores y
medicinas, supo de mí. Ella decidió poner toda su confianza en mí. “Si por lo menos puedo tocar sus
vestidos, seré sanada.” Y yo le recompensé su fe concediéndole un milagro.
Jairo, un líder de la Sinagoga vino donde mí con desesperación porque su hija se estaba muriendo, se
arrodilló ante mí y me pidió que posara mis manos sobre ella para que pudiera vivir. Yo me puse de acuerdo
para ir con el. Pero mientras íbamos por el camino, el recibió un mensaje de que su hija ya había muerto. Yo
le reaseguré diciéndole, “no tengas temor, cree.” Este hombre creyó, otros aun se burlaron de mí cuando les
dije que ella se despertaría.
A mi mandato, la niña se despertó y empezó a moverse común y corriente, para la perplejidad del grupo de
no creyentes.
¿Acaso existe algo demasiado maravilloso para Dios? ¿Existe alguna cosa imposible para mí, quien soy la
vida? ¿Hay acaso algo imposible para mí, Jesucristo, la Palabra de Dios que creó todo lo que existe?
Yo les digo solemnemente, Yo soy la vida, Yo tengo el poder de sanar y restaurar a cualquiera que tenga fe.
Yo hice cosas maravillosas cuando estuve en la carne, y todavía las hago ahora en el espíritu. Yo di el poder
de sanación a mis apóstoles y todavía lo doy a aquellos que verdaderamente creen en mí.
Pide con fe y recibirás. Cree firmemente en mí y obtendrás lo que pidas en oración, siempre y cuando esté
de acuerdo con la voluntad de Dios.
Pídele al Espíritu Santo que te guíe en tus oraciones. Tus oraciones no solo deben de ser peticiones de
sanación. Antes de pedir algo, recuerda lo que te he pedido en mi palabra. Así como la gente de fe y
humildad que recibió mis milagros en el pasado, ven ante mí con un corazón humilde y arrepentido, entra mi
altar con agradecimiento y alabanza, adora al Señor tu Dios y recibirás bendiciones y gracias cada vez.

Marcos 6:1-6     Año B  -  14° Domingo en tiempo ordinario


No hay un profeta sin honra, excepto en su propia tierra, entre sus parientes y en su propio hogar.

1 Jesús salió de allí. Llegó a su propia tierra, y sus discípulos lo siguieron.


2 Cuando llegó el Sábado, comenzó a enseñar en la Sinagoga, muchos al escucharlo quedaban asombrados y decían, «¿De
donde sacó éste hombre estas cosas?» y «¿Cuál es la sabiduría que fue dada a éste hombre? !Que milagros salen de sus
manos!
3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Acaso no están sus hermanas acá
con nosotros?» La gente estaba ofendida con Él.
4 Jesús les dijo, «No hay un profeta sin honra, excepto en su propia tierra, entre sus parientes y en su propio hogar.»
5 Jesús no pudo hacer milagros allí, sólo puso sus manos sobre algunas personas enfermas y las sanó.
6 Estaba asombrado de su incredulidad. Fue a los pueblos de los alrededores enseñando.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Fue muy desconcertante para mí ver como la gente se maravillaba temporalmente de los milagros, de las
palabras de sabiduría que escuchaban y aun así no lograban darse cuenta de las maravillas que Dios
estaba haciendo en ellos. Todos los profetas demostraron que traían un mensaje divino y merecían ser
escuchados, todos ellos perecieron por causa de la hipocresía de quienes les escuchaban con duda y
desprecio, aquellos pecaron por menospreciar el regalo de Dios al igual que los que me escucharon y aun
me escuchan, rechazando mi Palabra.

¿Quién puede acaso tener palabras como Dios, quien puede unir poder a su palabra como lo hace Dios,
quien puede hablar perfectamente sin errar expresándose directamente desde la Sabiduría como lo hace
Dios? Solo uno lo ha podido hacer, aquel que es la misma Palabra de Dios, aquel que es el verbo
encarnado, la Sabiduría de Dios que ha venido a la tierra, Jesús, su maestro, su amigo, su doctor celestial,
el verdadero camino, verdad y la vida.

Pero que difícil fue para mí convencer aquella humanidad que me escuchaba, aun demostrándoles mi
poder, para que lograran ver que las Sagradas Escrituras se estaban cumpliendo delante de sus ojos,
muchos fueron los llamados, pero pocos los escogidos.

Muchos esperaban el Mesías, pero pocos le reconocieron cuando llegó, muchos le buscaron pero pocos le
encontraron y aun al encontrarle y escuchar su testimonio rechazaron sus enseñanzas y prefirieron ponerle
a un lado. Por esta razón, sus corazones se llenaron de envidia y de maldad, empezando por aquellos que
me conocían desde la infancia y no podían aceptar lo que sus ojos veían, por aquellos que estudiaban la
Ley de Moisés y se habían llenado de preceptos humanos que no tenían que ver nada con las enseñanzas
divinas. Al encontrar algo nuevo, algo fuera de lo convencional, esta gente me rechazo totalmente,
despreciaron el regalo que Dios les había enviado y cerraron sus ojos para no ver la Luz que había
descendido de lo alto.

Para muchas almas que buscan a Dios les es difícil reconocer el encuentro espiritual que yo hago con cada
uno, muchos piensan “yo no soy digno de recibir al Señor”, así, cerrados en sus casi nobles conceptos,
pasan desapercibidos de mi Presencia, rechazan las inspiraciones de mi Espíritu Santo, menosprecian las
oportunidades de hacer el bien sin darse cuenta de que Yo les estoy proporcionando formas de acercarse a
Mí. De esta manera se vuelven fríos en la fe, y llegan al punto de olvidarse de que Yo estoy realmente
Presente en la Iglesia tal como lo prometí, por sus mentes corre la duda, especialmente de mi Presencia
Sacramental.

Cantidades de Cristianos se preguntan, ¿Quien es este, alguien de carne y hueso, que se viste con una
sotana y que reclama que al consagrar el pan y el vino está trayendo a Jesús al altar, como es eso de que
tiene poder para perdonar los pecados y unirme a Dios? Pues estos están haciendo exactamente lo que
hicieron conmigo en mi propia tierra, me están despreciando en aquellos que Yo he ungido con mi Palabra
Divina que todo lo puede. Aquellos que rechazan mis sacerdotes me rechazan a Mí, aquellos que no abren
el oído espiritual porque viven amarrados a su mundo material, están dejando perder el regalo que Dios les
está ofreciendo para la sanación de todos sus males.

Si no hubo fe ante mi Presencia corporal aquí en la tierra, ahora es más difícil creer en Mí cuando las
mentes están saturándose diariamente con la basura del mundo, por esto Yo he destinado en todas las
generaciones instrumentos fieles a mi Palabra que son mi medio de alcanzar a aquellos que están a punto
de perderse para siempre. Bienaventurados son aquellos que sin ver, creen en Mí, sin experimentar mis
milagros tienen fe, pues ellos reconocen la dignidad de mi Persona y el valor único de mi Palabra.

Muchas bendiciones tengo para los que tienen fe en mí. Mi Paz y mi Gracia fluyen en sus vidas como ríos
de Luz celestial, su gozo es continuo y seguro, porque están caminando firmemente en mi camino.

Marcos 6:7-13     Año B  -  15° Domingo en tiempo ordinario


Llamó a los doce, y los comenzó a enviar de dos en dos; les dio autoridad para expulsar espíritus impuros.

7 Llamó a los doce, y los comenzó a enviar de dos en dos; les dio autoridad para expulsar espíritus impuros.
8 Les ordenó no llevar cosa alguna en su viaje, solo un bastón, ningún pan, ninguna bolsa, ni tampoco dinero en sus carteras,
9 que utilizaran sandalias y que no llevaran dos túnicas.
10 Él les dijo «En la casa que entren quédense hasta que partan del lugar.
11 Donde quiera que no los reciban ni los escuchen, cuando salgan de allí, sacudan el polvo de sus pies como testimonio contra
ellos. Ciertamente, les digo, ¡será más tolerable para Sodoma y Gomorra en el día del juicio que para esa ciudad!»
12 Salieron y predicaron que la gente debía arrepentirse.
13 Expulsaron muchos demonios, y a muchos enfermos los ungieron con aceite y los sanaron.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús


Mis apóstoles recibieron la misión importante de llevar mi testimonio, algo que les caracterizaba muy
especialmente era el poder de arrojar fuera espíritus malignos. También tenían el don de orar por los
enfermos quienes se su curaban.

El mundo actual esta plagado de espíritus malignos, la perversión es colectiva y el mal es como una nube
negra que cubre toda la humanidad. Durante el ministerio de los apóstoles, muchos demonios se
aterrorizaban ante la presencia de aquellos que estaban llenos de Dios.

Los demonios aún sienten terror al encontrarse frente a una persona llena de Dios. Pero ah, pocos están
llenos de Dios.

¿Cómo se puede una persona llenar de Dios, cuando voluntariamente se llena de la corrupción del mundo?
Como puede un templo del Espíritu Santo abrir sus sentidos que son las puertas de su alma a tanta
perversión que existe, como puede un ser humano que quiere encontrar a Dios, llenarse de toda la
porquería del mundo y contaminarse de tal forma que al final, realmente no puede estar lleno de Dios sino
del mundo. Por esta razón es muy fácil perder la percepción de los espíritus malignos cuando no se tiene un
espíritu unido a Dios.

Mis palabras continúan siendo válidas para mis creyentes, en mi nombre pueden arrojar fuera malos
espíritus, pueden oran por los enfermos y ellos se sanarán. Pero creer en mi es aceptar mi yugo de
perfección, entregarse en obediencia a mi llamado, cumplir mi voluntad, practicar la caridad y tener deseo de
ser santo, como Yo soy santo.

Aquel que me sigue recibe mi paz, esta le acompaña y se convierte en la herramienta que le permite abrir
corazones y llenarlos de Dios. Mi palabra le fortalece y le da seguridad al hablar, mi Espíritu le guía y le lleva
por mi sendero luminoso, extendiendo mi amor por doquiera que va.

Donde se reúnen dos o más en mi nombre, Yo estoy allí en medio de ellos, Yo les escucho, les instruyo, y
les confío mis deseos de llenar el mundo de mi amor. Reúnanse en grupos de oración y pídanle al Espíritu
Santo que les ilumine. Yo recompenso la fe, instruyo al que desea instrucción, consuelo al afligido,
fortalezco al débil, sano al enfermo y lleno el alma de virtud para que pueda llevar mi cruz y vivir
ejemplarmente.

La fe es una pequeña llama que arde en el corazón, aquel que desea tener mas fe tiene que aportar el
combustible necesario para hacer crecer su llama de fe en un sol de luz brillante, esto lo logra a través de la
oración, los sacramentos y las buenas obras. El que desea tener mucha fe, recibe mucha fe, el que busca
encuentra, pero el que se duerme pierde mi visita, pues yo me regocijo al encontrarme con aquellos que
están ansiosos de encontrarse conmigo.

Para crecer en la fe, crezcan en deseo de vivir en Mí y no en el mal, muchos desean ardientemente el
pecado y terminan en él, Yo les pido, ardan con gran pasión por Mí y vivan en mi Amor.

Marcos 6:30-34     Año B  -  16° Domingo en tiempo ordinario


Tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin un pastor, y comenzó a enseñarles.

30 Los apóstoles se reunieron con Jesús, y le dijeron todo lo que habían hecho y todo lo que habían enseñado.
31 Él les dijo, «Vamos a un lugar apartado, para descansar por un momento.» Pues habían muchos que iban y venían, y no
tenían tiempo libre ni para comer.
32 Se fueron en el bote a un lugar desierto.
33 La gente los vio salir, y muchos les reconocieron y corrieron allí desde todos los pueblos. Llegaron antes que ellos.
34 Al desembarcar, Jesús vio la gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin un pastor, y comenzó a
enseñarles muchas cosas.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Que tan hermoso es para mí escuchar el alma que viene en su humildad a relatarme su vida, aunque Yo ya
la conozco, hay cierta atracción en esa pequeñez que me endulza el oído, es la simpleza de corazón que
me atrae y me llena de gozo. Así como un niño viene a su madre relatándole historias para su deleite, yo
escucho feliz las quejas, las hazañas y las esperanzas de cada alma.

Permitan que los niños vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos, vuelvo y lo repito, hay si todos
vinieran a mí como los niños, si pudieran cambiar los corazones de piedra por la ternura infantil, el mundo
cambiaría. Como un niño escucha atentamente las instrucciones de sus padres, así me escucha el alma que
con humildad viene a Mí. Yo soy el gran maestro del alma, aquel que desea mi enseñanza debe compartir
su vida conmigo, debe poner toda su confianza en mí y escucharme atentamente para que pueda aprender.

Es notorio ver como los jóvenes llegan a un estado de madurez mental cuando rechazan las enseñanzas de
los padres y se van en contra de los principios morales y sanos que aceptaron en su inocencia. Es muy triste
ver como este cambio de niño a adulto lleva a una seguridad falsa en contra de las enseñanzas buenas de
la infancia.

Así mismo el alma de un niño aprende a conocer a Dios inocentemente y con una fe sin barreras, después
llega el intelectualismo y los ejemplos del mundo a destruir esos cimientos fuertes de la vida espiritual. Por
esta razón el alma tiene que ser sacudida para poder entender que se ha salido de su camino; mi espíritu
reclama incesantemente hasta que algunos entienden mi llamado y resuelven cambiar.

El consejo que Yo le di a mis apóstoles fue el de buscar momentos de soledad para estar en oración, Yo lo
practiqué y les di ejemplo, les enseñé que es en el interior donde se encuentra el Reino de los Cielos, es allí
en esa morada interior, el altar del alma donde mi Espíritu habla y escucha, donde ocurre la transformación
del ser humano, donde ustedes me pueden conocer.

En el templo del silencio, surge mi voz, en la oscuridad del alma yo revelo mi luz a los que siguen mi
Palabra, “quédate quieto y sabe, que Yo soy Dios”.

Para poder aquietar el alma, es necesario alejarse de tantos eventos mundanos que quitan el tiempo,
saturan la mente e infectan el corazón. El entretenimiento moderado es bueno, pero el hambre por las
diversiones es gula que destruye el alma con pasión insaciable por el mundo. Yo les repito, ¿acaso no
tienen una hora para pasar conmigo?, Yo soy el Señor del Domingo, el día de honrar a Dios, yo reclamo
este día para atender la Santa Misa, para dedicarlo a la familia y al crecimiento espiritual, ¿pero en que se
ha convertido? Al igual que todas mis fiestas de Semana Santa y Navidad, los domingos son días para
dedicarlos a los dioses del mundo y ofenderme con la indiferencia.

Por esta razón, muchas almas no pueden aquietarse y gozar de los privilegios de los santos, por esto mi
palabra es desperdiciada como las semillas que caen sobre las rocas, no pueden pelechar.

Sin embargo Yo no tengo nada en contra de nadie, ansiosamente espero el regreso de cada alma,
felizmente doy mis enseñanzas a todos los que me quieren escuchar, Yo soy el Buen Pastor, el Maestro que
espera puntualmente a sus alumnos, todos son invitados, Vengan, aprendan de mí, sean humildes como Yo,
no desprecien el regalo que les ofrezco.

Juan 6:1-15     Año B  -  17° Domingo en tiempo ordinario


Multiplicación de los panes.
1 Después de estas cosas, Jesús fue al otro lado del lago Galilea, que también es llamado el Lago de Tiberias.
2 Una gran multitud lo seguía, porque habían visto los milagros que hizo con quienes estaban enfermos.
3 Jesús subió a una montaña, y se sentó allí con sus discípulos.
4 Ocurría que la Pascua, la fiesta de los Judíos, estaba cerca.
5 Jesús entonces levantando sus ojos, y viendo que una gran multitud venía a Él, le dijo a Felipe, «¿Dónde vamos a comprar
pan, para que estos puedan comer?»
6 Esto lo dijo para probarlo, porque el mismo sabía lo que iba a hacer.
7 Felipe contestó, «Doscientos denarios en pan no serían suficientes para que cada uno de ellos reciba un poco.»
8 Uno de los discípulos, Andrés, el hermano de Pedro, le dijo,
9 «Hay un niño aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿Qué es esto para tanta gente?»
10 Jesús dijo, «Hagan que la gente se siente.» En ese lugar había mucho espacio en el pasto. Así que los hombres se sentaron,
eran alrededor de cinco mil.
11 Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, comenzó a distribuirlos a los discípulos, y los discípulos a los que estaban
sentados; de la misma forma con los peces tanto como ellos deseaban.
12 Cuando estuvieron llenos, le dijo a sus discípulos, «Recojan los pedazos que quedaron, para que nada se pierda.»
13 Así que los recolectaron, y de los restos de las cinco tajadas llenaron doce canastos, que habían dejado los que habían
comido.
14 Entonces cuando la gente vio las señales que Jesús hizo, dijeron, «Este es verdaderamente el profeta que ha de venir al
mundo.»
15 Entonces Jesús, percibiendo que iban a venir a tomarlo por la fuerza, para hacerlo rey, se retiró a la montaña por si solo.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Dios en un Dios de sorpresas. Aquel día se había reunido una gran multitud muchos atraídos por la
curiosidad, otros con la necesidad espiritual de ver el nuevo profeta hacer sus prodigios y exponer sus
nuevas ideas.

Mis milagros habían hecho impacto en muchas mentes, sabían que yo tenía una enseñanza nueva la cual
era acompañada de signos supernaturales, se comentaba entre la multitud que talvez yo era Elías, o quizás
el Mesías, pero la gente no estaba segura, sin embargo el espíritu los llevó a aquel lugar.

Mis apóstoles no se imaginaban como íbamos a ayudar aquel grupo inmenso de gente que después de
haberme seguido ya tenía hambre. Yo mire hacía el cielo tomé los pocos panes y peces que me
presentaron, le di gracias a mi Padre y le pedí alimento para ellos, les sugerí que se recostaran y esperaran
su turno para comer, luego todos comieron y aun sobraron doce canastas.

La gente al darse cuenta del gran milagro, quiso hacerme su Rey por la fuerza, yo tuve que huir del lugar.
Pues yo vine, no tanto a alimentar el cuerpo sino el alma, esta multiplicación de los panes y los peces es un
símbolo de la multiplicación eucarística del pan de la vida que Yo he venido a ofrecer, del alimento del alma
que Dios manda desde el cielo con abundancia.

Muchos esperaban un Rey poderoso que les iba a liberar de la esclavitud del Imperio Romano, al ver mis
prodigios se imaginaron muchas cosas materiales menos que yo los iba a liberar de la esclavitud del
pecado.

Todos mis milagros fueron signos temporales que llevaban un alivio especial para esos momentos o
situaciones, pero que representaban las sanaciones del alma. El cambio del agua en vino representaba el
nuevo vino que es agua viviente del espíritu, que todos los que están espiritualmente sedientos deben de
beber. Los ciegos que recibieron la vista representaban los que están ciegos en el espíritu y necesitan abrir
los ojos para poder ver mi camino, los leprosos que fueron sanados representaban las almas heridas por el
pecado que necesitan sanarse, los mudos que hablaron representaban los que no hablan con Dios y
necesitan el espíritu para poder alabar a Dios, los paralíticos y los cojos que pudieron caminar
representaban aquellos que no caminan bien por falta de fe y que necesitan salud espiritual. Los sordos que
pudieron escuchar de nuevo representaban a todos los que no han podido entender mi palabra, pero que
por la acción de mi espíritu escuchan al fin mi mensaje. Aquellos que estaban muertos y fueron resucitados
representaron la transformación del alma que está muerta por causa del pecado, pero que es traída a la vida
de nuevo después de una conversión.

Ahora la multiplicación de los panes y los peces representó la multiplicación de mi Iglesia, el gran banquete
prometido, el nuevo mana bajado del cielo que es el nuevo alimento para el pueblo de Dios. Este milagro
fue una preparación para mi gente, la cual va a sentir hambre del Pan de la Vida que ha bajado del Cielo
para dar fortaleza al alma, este milagro es una preparación para el más grande milagro que Yo hice, el de la
ultima cena, en el cual Yo consagré el pan como mi cuerpo y el vino como mi sangre.

Todos los milagros anteriores a la institución de la Eucaristía cumplieron su propósito, sin embargo mi pan
viviente es el milagro continuo que representa mi sacrificio en el Calvario, es la comida del alma que
alimenta mi gente hasta el final de los tiempos.

Vengan, vengan, Yo les invito, coman de esta comida enviada del cielo que no cuesta dinero, que llena el
alma, que alimenta el espíritu y que purifica del pecado dando la vida eterna.

Mateo 17:1-9     Año B -  La Transfiguración


Transfiguración - Ante ellos se transfiguró. Su rostro brilló como el sol

1 Después de seis días, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y su hermano Juan y los llevo aparte a una montaña alta.
2 Ante ellos se transfiguró. Su rostro brilló como el sol, y su vestidura se hizo tan blanca como la luz.
3 Entonces, Moisés y Elías se les aparecieron hablando con Él.
4 Pedro contestó a esto diciéndole a Jesús, «Señor, es bueno que nosotros estemos aquí. Si quieres, hagamos tres tiendas aquí:
una para ti, una para Moisés y una para Elías.»
5 Mientras aún hablaba, ocurrió, que una nube brillante los cubrió. Y una voz salió de la nube, diciendo, «Este es mi Hijo amado,
en quien estoy bien complacido. Escúchenlo.»
6 Cuando los discípulos oyeron esto, cayeron sobre sus rostros, y se asustaron mucho.
7 Jesús vino, los tocó y dijo, «Levántense, y no tengan miedo.»
8 Levantando sus ojos, no vieron a nadie, solo a Jesús.
9 Mientras bajaban de la montaña, Jesús les ordenó, «No le digan a nadie lo que vieron, hasta que el Hijo del Hombre haya
resucitado de la muerte.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

 Yo le había dicho a mis apóstoles acerca de los sufrimientos y humillaciones que yo iba a soportar como
parte de mi misión para salvar al mundo. Pedro estuvo enojado con los Judíos y me quería proteger pero yo
le prohibí fuertemente que lo hiciera porque todo lo que Yo hice estaba siempre de acuerdo con la voluntad
de mi Padre Celestial. Los otros apóstoles no entendieron completamente mis palabras, puesto que no se
podían imaginar que algo tan trágico como la muerte que yo les había predicho fuera a ocurrir.

Ellos habían visto mis milagros y sabían quien era Yo. Los días que me quedaban en la tierra eran pocos y
Yo quería imprimir en ellos el conocimiento de mi divinidad.

Y así fue dispuesto por la Divina Voluntad que en esa noche mis tres apóstoles favoritos Pedro, Juan y
Santiago vinieran conmigo a la montaña a rezar. Yo me transfiguré ante ellos. Ellos tuvieron la oportunidad
de mirar a mi divino rostro iluminado por la increíble luz de mi ser, todo mi cuerpo irradiaba luz, ahora ellos
realmente entendieron que Yo era “la luz del mundo, el sol de la justicia.“ Para testificar de mi conexión
espiritual con el pasado yo fui visto con Moisés y Elías. Para hacer este un testimonio de Dios, mi Padre
Celestial fue escuchado diciendo “Este es mi hijo amado, en quien me complazco, escúchenle! “

Mis apóstoles no pudieron tener consolación mas grande en su vida, este fue un gozo que les trajo nuevo
coraje, entusiasmo y fe a sus corazones, los cuales pronto iban a ser heridos con la pena de mi inminente
pasión y muerte.
Durante el tiempo de la transfiguración Pedro dijo, Señor, es muy bueno para nosotros estar aquí. Y yo les
aseguro, es realmente muy bueno para cualquiera venir a mi Presencia y experimentar la luz de mi ser. Es
lo mas recompensante par el alma buscar momentos de soledad y oración en los cuales yo vengo a irradiar
mi luz, a dar consolación, a fortalecer la fe y participar de mi divinidad.

Aunque ustedes no me puedan ver físicamente como los apóstoles, déjenme asegurarles que nunca están
solos cuando rezan, Yo siempre estoy listo a escuchar. Las recompensas de creer la Palabra de Dios están
mas allá de su entendimiento, así que no hay tiempo que perder, sigan el consejo de mi Padre:
“escúchenme”

Juan 6:24-35     Año B  -  18° Domingo en tiempo ordinario


¿Qué debemos hacer, para poder realizar los trabajos de Dios?

24 Entonces cuando la multitud vio que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, ellos mismos entraron en los botes, y fueron a
Capernaum, buscando a Jesús.
25 Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron, «Rabí, ¿Cuándo viniste aquí?»
26 Jesús les contestó, «En verdad, en verdad les digo, me buscan, no porque vieron señales, sino porque comieron pan y
quedaron llenos.
27 No trabajen por la comida que perece, sino por la comida que permanece en la vida eterna, de la cual el Hijo del Hombre les
dará. Porque Dios el Padre ha puesto su sello sobre el.»
28 Ellos entonces le dijeron, «¿Qué debemos hacer, para poder realizar los trabajos de Dios?»
29 Jesús les contestó, «Este es el trabajo de Dios, que ustedes crean en aquel que Él ha enviado.»
30 Entonces ellos le dijeron, «¿Qué señal haces para que podamos ver y creerte? ¿Qué obras realizas?
31 Nuestros padres comieron maná en el desierto. Como está escrito, `Él les dio pan del cielo para comer.´»
32 Jesús entonces les dijo, «En verdad, en verdad les digo, no fue Moisés quien les dio pan del cielo, sino mi Padre quien da el
verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es el quien viene del cielo, y da vida a este mundo.»
34 Entonces le dijeron, «Señor, danos siempre de este pan.»
35 Jesús les dijo, «Soy el pan de la vida. Quien venga a mi nunca tendrá hambre, y aquel que crea en mi nunca estará sediento.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Yo vine a la tierra para enseñar al hombre el camino al cielo, para darle conocimiento de su realidad
espiritual, para advertirle de los peligros que corre en su camino y para proveerle de la comida para su
jornada.

Cuando se trabaja solo para la tierra se obtiene lo terrenal, pero cuando se hace el trabajo para Dios, se
consigue la vida eterna. El principal objetivo del trabajo es conseguir el alimento, la ropa y la vivienda. Todo
esto es dedicado al cuerpo, el cual esta destinado a una corta vida aquí en la tierra.

Yo he venido a proponer un trabajo diferente, el trabajo del alma que también necesita alimento, ropa y
vivienda. El alma es el aliento de Dios en cada alma, la casa del espíritu eterno que Dios ha dado a cada
uno, el espejo que refleja la luz de Dios o que se enturbia con la oscuridad del pecado.

Así como el cuerpo necesita diariamente de la comida, el ejercicio, la higiene y el descanso; el alma
necesita todo esto para poder vivir su corta jornada en la tierra y para prepararse a cumplir el plan de Dios.
Yo soy el pan de la vida, el alimento del alma que Dios ha enviado desde el cielo, aquel que come de este
pan esta alimentando su alma para la vida eterna. Yo visto el alma de luz en el Bautismo, le purifico con mi
propia sangre en la comida sacramental que ofrezco a través de la Iglesia, le nutro con mi palabra, le
fortalezco con mi espíritu y le aseguro una morada eterna en mi Casa Celestial.

El alma debe venir ante Dios diariamente, primero para alabar a su creador, luego para agradecerle y
regocijarse por los regalos que Dios le ha dado, para pedirle perdón por sus infidelidades, para pedirle el
alimento espiritual, el pan de cada día; para manifestar su amor a Dios y al prójimo y para afirmar su
necesidad de depender de Dios para su existencia temporal y eterna.

El Trabajo de Dios consiste en creer en Mí, en trabajar para conseguir el alimento que Yo ofrezco, en
aceptar el enviado de Dios el Padre, el Hijo del Dios Vivo, la Palabra de Dios encarnada, la Segunda
Persona de la Santísima Trinidad, el Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida.

Trabajen por el pan de la vida eterna, alimenten el alma y calmen su hambre, regocíjense en el Espíritu y
calmen su sed, el camino está abierto, vengan a mí.

Juan 6:41-51     Año B  -  19° Domingo en tiempo ordinario


Yo soy el pan de la vida

41 Entonces los Judíos murmuraron contra Él, porque dijo, «Soy el pan que bajó del cielo.»
42 Dijeron, «¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo entonces es que Él dice, `Yo he venido
del cielo?´»
43 Entonces Jesús les contestó, «No murmuren entre ustedes.
44 Nadie puede venir a mí a menos que sea atraido por el Padre que me envió, y yo resucitaré esa persona en el último día.
45 Está escrito en los profetas, `Todos serán enseñados por Dios.´ Así que todo el que oiga y aprenda del Padre, viene a mí.
46 NNo es que alguien haya visto al Padre, excepto aquel que es de Dios. Él ha visto al Padre.
47 en verdad, les digo, aquel que cree tiene vida eterna.
48 Yo soy el pan de la vida.
49 Sus padres comieron el maná del desierto, y murieron.
50 Este es el pan que viene del cielo, para que cualquiera pueda comerlo y no morir.
51 Yo soy el pan viviente que bajó del cielo. Si alguien come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que Yo daré para la vida
del mundo es mi carne.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

 Es una gran dificultad para la humanidad el creer en alguien que reclama ser enviado del Dios
Todopoderoso, por esta razón todos los profetas cayeron en las manos de sus enemigos, pocos dieron
bienvenida a sus enseñanzas y lograron recibir el regalo que Dios les había enviado.

En el caso mío, Yo nací de la Virgen María en una concepción no hecha con semilla humana sino por la
directa intervención del Espíritu Santo, mi madre fue escogida para participar de este evento supernatural
anunciado por los profetas, debido a su pureza única y al privilegio de haber nacido exenta del pecado
original. Mi existencia humana fue parte de mi existencia eterna que como Dios comparto en mi Padre y El
Espíritu Santo quien está en nosotros, mi misión en la tierra fue la de enseñar, perdonar y redimir esta
humanidad que rebeldemente había rechazado los regalos de Dios manifestados a través de los profetas.
Yo traje perfección y cumplimiento a las enseñanzas ellos puesto que Yo soy la misma Palabra de Dios.

Por voluntad de mi Padre, asumí la naturaleza humana humillándome a la bajeza de la carne para poder de
esta manera pagar por los pecados cometidos por toda la raza humana. La única manera de realizar la
redención era ofreciéndome en sacrificio al Padre por todos los pecados. Para esto, todos tendrían que
seguir mis enseñanzas, puesto que Yo no iba a estar en la tierra permanentemente. Yo he venido a
invitarles a subir a mi Reino Celestial, proporcionando los medios a través de mi cuerpo místico, la Iglesia.

Carne y sangre no pueden entrar al cielo, el cuerpo tiene que morir como consecuencia del pecado, esto se
estableció en el Paraíso después del pecado original. Yo vine del Cielo y aunque podía haber ascendido en
mi cuerpo físico ya que no había pecado en mi, preferí sacrificar mi naturaleza humana, vertiendo mi sangre
en la cruz para satisfacer la justicia divina y abrir el camino al cielo. Con mi muerte y mi resurrección yo
liberé la humanidad de la muerte y les aseguré la resurrección, vencí a Satanás, el tentador que lleva a la
muerte y establecí la nueva creación de los hijos de Dios, en la cual todos deben de comer de mi carne y
beber de mi sangre para ser purificados del pecado y merecer la vida eterna.

Por esto dije que el pan que Yo iba a darles sería mi propia carne que les daría vida, Yo aseguré: “Yo soy el
pan vivo que ha bajado del Cielo”, así que aquel que coma de mi cuerpo y beba de mi sangre puede tener
vida eterna. El que sea bautizado y crea se salvará, el que me rechaza está rechazando su propia salvación.
El que rechaza al sacerdote ungido por mis apóstoles está rechazándome a mí y despreciando el pan vivo
que Yo le ofrezco a través de él.

Juan 6:51-58     Año B  -  20° Domingo en tiempo ordinario


Aquellos que coman mi carne y beban mi sangre tienen vida eterna, y Yo los resucitaré en el último día.

51 Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguien come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que Yo daré para la vida del
mundo es mi carne.»
52 Entonces los Judíos discutieron unos con otros, diciendo, «¿Cómo puede este hombre darnos su carne para comer?»
53 Así que Jesús les dijo, «En verdad les digo, a menos que coman de la carne del Hijo del Hombre y beban su sangre, ustedes
no tendrán vida en ustedes.
54 Aquellos que coman mi carne y beban mi sangre tienen vida eterna, y Yo los resucitaré en el último día.
55 Porque mi carne es verdadadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 Aquellos que coman mi carne y beban mi sangre viven en mí, y yo en éllos.
57 Así como el Padre que vive me envió, y Yo vivo gracias al Padre; así mismo él que coma de mí, también vivirá gracias a mí.
58 Este es el pan que bajó del cielo, no es como con el maná que sus ancestros comieron y ellos murieron. Aquel que coma este
pan vivirá para siempre.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Yo soy la comida celestial que ha bajado del cielo para alimentar el cuerpo espiritual o sea el alma. He
venido al mundo a ofrecer mi carne como comida y mi sangre como bebida, un concepto que la mente
humana asocia con el canibalismo. Esta nueva enseñanza creó confusión entre aquellos que me
escucharon por primera vez dudando de mi santa palabra, por eso muchos de mis seguidores decidieron
rechazarme.

Yo, la palabra de Dios, por obra del Espíritu Santo, me encarné y me hice hombre en las entrañas de la
Virgen María; esto en si, es un gran milagro de Dios, luego me ofrecí como la comida del alma, que
garantiza la resurrección y la vida eterna, el milagro más grande que yo hice y continúo haciendo. Después
me sometí a la muerte en la cruz como sacrificio para el perdón de los pecados, cumpliendo de esta manera
mi misión como Salvador de liberar a la raza humana.

Con toda potestad en la última cena, consagré mi cuerpo como comida y mi sangre como bebida, al instituir
el Sacramento de agradecimiento por el perdón de los pecados - La Eucaristía. Afirmé con mi autoridad
como Palabra de Dios, que Yo soy el pan de la vida, que este pan es mi cuerpo y que mi carne es verdadera
comida; que el vino consagrado es mi sangre la cual es verdadera bebida, y que al hacer esto en memoria
mía, al comer y beber de mí, ustedes están alimentando el alma para la vida eterna.

Lo dije varias veces, no porque mi palabra necesite ser repetida para cumplirse, sino porque ustedes son
demasiado duros de corazón para entender y porque Yo quería que esto quedara totalmente claro, puesto
que el banquete enviado desde el cielo para la salvación humana tuvo un precio muy grande que fue mi
muerte en la cruz, con la cual completé mi misión redentora.

La comida física es necesaria para el sustento del cuerpo físico, Yo vine a enfatizar la existencia del alma y
a proveer el alimento para su sustento. Dios creó el universo y lo sostiene con su amor a través del poder
del Espíritu. Dios creó el hombre con un espíritu puro en el Paraíso, pero el pecado lo enturbió y causó la
muerte, por esta razón Yo he venido a ofrecer la vida eterna, perdonando los pecados y ofreciéndome en
comida para la vida del alma.
El que coma de mi cuerpo y beba de mi sangre vivirá para siempre. Yo le resucitaré en el último día y le
participaré el gozo de mi Reino.

Juan 6:60-69     Año B  -  21° Domingo en tiempo ordinario


Entonces Jesús les dijo a los doce, «Ustedes no quieren irse, ¿O si quieren?»

60 Entonces muchos de sus discípulos, cuando lo escucharon, dijeron, «¡Estas son palabras fuertes! ¿Quién puede escucharlas?»

61 Pero Jesús sabiendo en su interior lo que los discípulos murmuraban sobre esto, les dijo, «¿Esto los perturba?
62 ¿Cómo sería si vieran al Hijo del Hombre ascendiendo al sitio donde estaba antes?
63 Es el Espíritu quien da vida. La carne no da ganancia alguna. Las palabras que les digo son espíritu, y son vida.
64 Pero hay algunos de ustedes que no creen.» Porque desde el comienzo Jesús sabía quienes eran, quienes no creían, y quien
sería el que lo traicionaría.
65 Él dijo, «Por esto les he dicho que nadie viene a mi, a menos que le haya sido dado por el Padre.»
66 En esto, muchos de sus discípulos regresaron, y no caminaron más con Él.
67 Entonces Jesús les dijo a los doce, «Ustedes no quieren irse, ¿O si quieren?»
68 Simón Pedro le contesto, «Señor, ¿A quien iríamos? Tu tienes las palabras de la vida eterna.
69 Hemos llegado a creer y sabemos que tu eres el Santo de Dios.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Muchos de mis discípulos rechazaron mis enseñanzas porque no se detuvieron a pensar de donde venían
estas palabras, muchos aún dudan porque no entienden que Yo hablo no solo como un ser humano sino
como la Palabra de Dios. Todas mis enseñanzas presentan un desafío a los que me escuchan y todo el que
me escucha debe cambiar para poder ser mi discípulo.

Mis palabras son espíritu y son vida, espíritu porque vienen de Dios y vida porque llevan la promesa de
salvación a todo aquel que las recibe con un corazón humilde.

El cuerpo humano y todos los quehaceres humanos tienen una misión temporal que es parte del plan de
Dios para el alma, el alma es espiritual y contiene el aliento de Dios, necesita ser guiada por mi Palabra que
es Espíritu, y necesita recibir vida que tan solo puede obtener de mí, que soy la Vida.

El hombre del mundo se satisface con las cosas del mundo, en cambio aquel que escucha mi palabra se
vuelve espiritual y desea conocerme más y más, así se llena de hambre y sed del espíritu y tan solo logra
saciarse cuando me encuentra.

Mis palabras calman la sed del alma, sin embargo el alma debe alimentarse de mí con la comida espiritual
en la mesa eucarística de la Iglesia. Este lenguaje permanece difícil de aceptar para todos los intelectuales,
por esto solo aquellos que tienen un corazón humilde son llamados por mi Padre y llenos de fe vienen a mí
para recibir vida eterna.

Pedro reconoció el valor de mi Palabra, al igual que mis fieles seguidores. Mis palabras son palabras de vida
eterna, no son solamente palabras sino la Voz de Dios que habla en espíritu al alma. Muchos aún discuten
el valor de mi palabra y la interpretan erróneamente llegando a conclusiones equivocadas. Yo hablé muy
claramente y continúo hablando a través de mi Iglesia.

Aquel que me quiere conocer, debe venir a la fuente de la vida que Yo he dejado en la Iglesia, donde se da
cumplimiento a mi palabra y se ofrece diariamente el sacrificio perpetuo que quita el pecado del mundo,
donde se consagra el pan y vino como mi cuerpo y sangre para la vida del alma.

Marcos 7:1-8, 14-15, 21-23     Año B  -  22° Domingo en tiempo ordinario
Esta gente me honra con sus labios, Pero su corazón está lejos de mi.
1 Los fariseos y algunos de los escribas que llegaron de Jerusalén fueron donde Jesús.
2 Cuando vieron a algunos de los discípulos de Jesús comiendo pan con manos impuras, es decir, sin lavárselas, lo encontraron
errado.
3 (Pues los fariseos, y todos los judíos, no comen sin lavar antes sus manos y antebrazos, manteniendo la tradición de los
ancianos.
4 No comen cuando vienen de la plaza de mercado, sin antes bañarse, y hay muchas otras cosas, que han recibido y mantenido:
lavado de copas, jarras, recipientes de bronce y camas.)
5 Los fariseos y los escribas le preguntaron, «¿Por qué tus discípulos no andan de acuerdo a la tradición de los ancianos, y
comen sin lavarse las manos?»
6 Él les contestó, «Bien profetizó Isaías sobre su hipocresía, como está escrito,`Esta gente me honra con sus labios, Pero su
corazón está lejos de mi.
7 Pero en vano me alaban mientras enseñan preceptos humanos como doctrinas.´
8 «Pues ustedes dejan de lado los mandamientos de Dios, y siguen estrictamente la tradición de los hombres; el lavado de jarras
y copas, y hacen muchas otras de tales cosas.»
14 Jesús llamó la multitud y les dijo, «Escúchenme, todos y entiendan.
15 No hay nada de afuera del hombre, que pueda entrar y hacerlo impuro; pero lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro.
21 Porque de adentro, de los corazones de los hombres, proceden las malas intenciones, fornicación, robo, asesinato,
22 adulterio, avaricia, maldad, engaño, deseos lujuriosos, envidia, defamación, orgullo y estupidez.
23 Todas estas cosas malas vienen de adentro, y hacen impuro al hombre.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Yo dije “no juzgues” por que el que juzga será juzgado. Es muy común en la vida espiritual el pensar que los
esfuerzos humanos llevan a la santidad, pero Yo quiero recordarles que Dios es el que construye la casa
espiritual, no el hombre. Aquellos cuyos esfuerzos no son combinados con la obediencia dejan de obtener la
gracia que es dada siempre a los humildes.

Los fariseos criticaban a mis discípulos y dudaban de mis enseñanzas, se habían llenado de orgullo y
pensaban que eran mejores que los demás. Hoy en día hay muchos que critican a otros que están en la vida
espiritual y poniendo a un lado mis enseñanzas piensan que están en una posición espiritual más avanzada.
Por esto Yo dije, los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros.

De que sirve la opinión humana ante Dios? Yo soy el maestro, y mi enseñanza lleva perfección al alma. De
nada vale la opinión personal puesto que esta está contaminada con el amor propio y siempre está
mezclada con orgullo, aún en las almas mas cercanas a mí. De ahí que Yo he llamado a aprender de mi que
soy humilde de corazón, Yo el mas grande, el Rey, me he vuelto esclavo de la humanidad y he venido a
servirles,

Es muy grave juzgar a los demás porque solo Dios conoce el corazón de cada uno, aquel que juzga está
poniéndose por encima de la persona juzgada y pierde mérito por muchas de sus buenas obras. De nada
sirve ofrecerme oración cuando el corazón está rechazando mis enseñanzas, de nada sirve el servicio de
labios cuando el alma está repleta de egoísmo y el corazón está lejos de mí.

El que quiera ser perdonado debe de perdonar a los demás, el que quiera conocer mi concepto de él, debe
abandonar todo juicio para los demás, el que quiera ser digno de mí, debe reconocer constantemente su
indignidad y obrar de acuerdo a su arrepentimiento.

El que deseé crecer espiritualmente debe llenarse de mí, para que se convierta en una fuente de agua
viviente y para que de su corazón puedan salir buenas obras como testimonio de mi Presencia en su vida.

Marcos 7:31-37     Año B  -  23o Domingo en tiempo ordinario


Mirando al cielo, suspiró, y le dijo, «¡Ephphatha!» que significa, «¡Ábrete!»

31 Nuevamente el partió de los límites de Tiro y Sidón, y fue hacia el lago de Galilea, cruzando la región de Decápolis.
32 La gente le llevó a un sordo que también tenía impedimento para hablar. Le rogaron que pusiera su mano sobre él.
33 Él lo condujo lejos de la multitud, en privado, puso sus dedos sobre sus oídos, escupió saliva y tocó su lengua.
34 Mirando al cielo, suspiró, y le dijo, «¡Ephphatha!» que significa, «¡Ábrete!»
35 Inmediatamente sus oídos se abrieron, y el impedimento de su lengua quedo liberado, y habló claramente.
36 Jesús les indicó que no debían decirlo a nadie, pero entre más les indicaba, más ampliamente lo proclamaban.
37 La gente estaba asombrada fuera de toda medida y decía, «¡Él lo ha hecho todo bien. Ha hecho que los sordos oigan, y que
los mudos hablen!»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Todos se maravillaban con mis milagros al darse cuenta del poder de Dios manifestado de manera
supernatural. Mas no eran los milagros la razón para mi venida al mundo, estos eran solamente un
indicativo para confirmar la palabra de Dios encarnada. Cuantos pasaron desapercibidos ante los portentos
celestiales que estaban aconteciendo ante ellos, pues como en todas las generaciones, mucha gente
prefería vivir por las leyes de la carne y menospreciaban el llamado de Dios.

Mis signos demostraban claramente que Yo era alguien especial, el Mesías que por miles de años habían
esperado los Israelitas para su liberación. Mis palabras siempre eran respaldadas por mi poder, puesto que
Yo soy la palabra de Dios, aquel que dijo “hágase la luz y la luz fue hecha”.

Los poderes divinos continúan manifestándose diariamente, pues mi palabra sostiene la creación por la obra
de mi Espíritu Santo. La misericordia divina es paciente y permite que los seres humanos experimenten a
Dios a través de su testimonio triple: del Padre a través de la creación, del hijo a través de la redención y del
Espíritu Santo a través de la manifestación continua de Dios en cada corazón.

Mi palabra no pasa desapercibida para ningún ser humano, Yo hablo constantemente en cada corazón a
través de mi Espíritu, toco a la puerta invitando el alma a despertar espiritualmente para que se prepare a
través de mis mandamientos a conocerme, amarme y servirme.

Dios no necesita de nadie, sin embargo todos necesitan de Dios. Aquel que desea conocerme se acerca a
mí y empieza la vida espiritual. Aquel que me ama recibe mi amor y crece espiritualmente en la santidad
Aquel que me sirve recibe una recompensa infinitamente mayor a su esfuerzo.

Nada existe sin el consentimiento divino, y nada ocurre sin que la Divina Providencia lo permita. El
ofrecimiento que Yo hago es para el bien del alma, para el beneficio temporal humano y para la
recompensa celestial eterna. Mi gloria es, la humildad y la obediencia de todas las almas que al escuchar mi
palabra entienden el valor de mi llamado y me siguen.

El milagro del sordo mudo es bastante significativo espiritualmente, pues la mayoría de los seres humanos
sufren de sordera espiritual al rechazar mi voz y de mudez al no hablarme, al no reaccionar ante la grandeza
divina expresando agradecimiento, fidelidad y alabanza.

Tu que recibes estas palabras, “si hoy escuchas mi palabra, no endurezcas tu corazón”.

Juan 3:13-17     Año B  -  24o Domingo en tiempo ordinario (Triunfo de la cruz)
Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre.

13 Nadie ha ascendido al cielo, excepto aquel que descendió del cielo, el Hijo del Hombre, quien está en el cielo.
14 Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre,
15 para que cualquiera que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna.
16 Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su único Hijo, para que cualquiera que crean en Él no perezca, sino que tenga
vida eterna.
17 Porque Dios no envió su Hijo al mundo a juzgarlo, sino a que el mundo fuera salvado por Él.
Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Nadie tiene poder para levantar su alma y subir al cielo, solo Yo, el Hijo de Dios, que bajé del cielo y luego
ascendí después de mi resurrección.

El ser humano carece de todo poder supernatural. Es por la voluntad de Dios que existe la creación física y
la creación espiritual. Mas arriba del cuerpo humano está la mente, aun más altas están el alma y el espíritu.

El alma registra el bien y el mal, es como el espejo que refleja lo bueno y lo malo, el cuerpo inmaterial cuyo
centro es el espíritu. El espíritu es puro y divino en esencia, pues es la imagen y semejanza de Dios por la
cual han sido creados todos sus hijos.

Moisés levantó la serpiente de bronce sobre un estandarte para que todo aquel que la mirara, fuera sanado
de la picadura mortal de las serpientes que Dios mandó como castigo por el pecado y la rebelión. Yo fui
crucificado, para recibir el castigo por los pecados de toda la humanidad, así toda la maldad del mundo fue
sanada a través de mi muerte en la cruz; por esta razón todo aquel que levanta su mirada sobre mi cuerpo
crucificado implorando misericordia por su pecado, es sanado del veneno maligno que lleva en su alma.

Todo el que cree en mí obtiene perdón y liberación del pecado. Después de la muerte en la carne, recibe mi
resurrección y Yo le levantaré a la gloria de mi Reino Celestial; algo que solo Yo puedo hacer.

El amor de Dios es infinitamente grande, es superabundante en caridad y lleno de misericordia. Mi Padre


amó tanto al mundo que me envió, para que en mi naturaleza humana yo pudiera recibir el castigo por el
pecado.

Ante Dios, la ofensa cometida por el pecado es infinita, no existía en la tierra una ofrenda de valor infinito
para saldar esta cuenta. Mi Padre en su amor y misericordia decidió perdonar el pecado a través de mi
ofrenda en la cruz. Como hombre sufrí la humillación, el desprecio y el castigo por el pecado humano que
me llevó a la muerte. Como Dios vencí el pecado, vencí a Satanás y vencí la muerte, obtuve completa
victoria para la raza humana y abrí el camino para todos los que me quieran seguir.

Con mi resurrección di testimonio de mi poder como Dios, con mi ascensión abrí las puertas del cielo para
todos aquellos que siendo fieles a mis palabras acepten el llamado y vengan a mí.

No he venido a juzgar y a condenar, he venido a dar esperanza y a salvar, todo el que desee parte en mi
reino debe conocer el camino de la cruz y debe comer de mi cuerpo y beber de mi sangre para obtener la
vida eterna.

Marcos 9:30-37     Año B  -  25o Domingo en tiempo ordinario


El Hijo del Hombre está siendo tracicionado y será entregado a manos de los hombres, y ellos lo matarán; y después de
muerto, al tercer día resucitará

30 Salieron de allí, y pasaron por Galilea. Él no quería que la gente lo supiera.


31 Estaba enseñando a sus discípulos y les decía «El Hijo del Hombre está siendo tracicionado y será entregado a manos de los
hombres, y ellos lo matarán; y después de muerto, al tercer día resucitará.»
32 Pero ellos no entendieron lo que decía, y les asustaba preguntarle.
33 Jesús llegó a Capernaum, y cuando estaba en la casa les preguntó, «¿Qué estaban discutiendo entre ustedes en el camino?»
34 Pero ellos estaban silencioso, porque en el camino habían estado discutiendo unos con otros sobre quien era el más grande.
35 Él se sentó, y llamó a los doce; y les dijo «Si algún hombre desea ser el primero, debe ser el último de todos, y servirlos a
todos.»
36 Tomó a un pequeño niño, y lo puso en el medio de ellos. Tomándolo en sus brazos, les dijo,
37 «Cualquiera que reciba uno de estos pequeños en mi nombre, me recibe a mí, y quien me recibe a mí no me recibe a mí, sino
al que me envió.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Yo soy el hombre de los sufrimientos, Yo conozco el dolor humano porque lo he sufrido, Yo he entregado mi
vida para ser altar, sacrificio y víctima. Isaías me describe en el capítulo 53 hablando sobre mi muerte y
describiendo como por mis heridas, todos son sanados.

Aún habiéndole revelado a mis discípulos mi futura muerte en manos de los hombres y mi resurrección, ellos
no entendían. Ellos realmente no se imaginaban que este hombre poderoso, que hacía milagros, que tenía
elocuencia divina y que era su orgullo y fortaleza, se iba a convertir en un objeto de burlesco y martirio, y que
iba a ser humillado por los hombres hasta la muerte para que todos fuesen perdonados de sus pecados.
Mas extraño aun para ellos fue el escuchar sobre algo nunca antes mencionado, la resurrección de la
muerte.

Sus mentes estaban llenas de cierta felicidad airosa al compartir mi sabiduría y mi poder, parecía que se
habían olvidado de que Yo les había dicho, el que quiera ser mi discípulo, que se niegue a si mismo, tome
su cruz y me siga. Yo estaba a punto de negar mi propia vida para entregársela a mi Padre por el perdón de
los pecados, ya me estaba preparando para cargar mi cruz y cumplir mi misión como redentor.

Así también la vida de cada ser humano esta llena de momentos de alegría, de tristeza, de gozo, de
sufrimiento, de trabajo, de disipación, de valor, de temor, de necedad, de sabiduría, de risa, de llanto, de
pecado, de arrepentimiento y de tantas otras cosas. Pero por encima de todo esto debe estar la abnegación
ante la voluntad divina, debe de sobresalir la humildad, ya que sin ella no se puede caminar en mi camino;
pues aquel que se siente grande, es el mas pequeño ante Dios, aquel que se empequeñece en humildad y
tiene santo temor de Dios, es grande ante El, es como una imagen de Dios quien siendo tan grande ha
descendido a compartir la miseria humana.

Yo dije, el que reciba a un niño como este en mi nombre, me recibe a mí. Tomé como ejemplo a un niño,
alguien quien en su inocencia y pequeñez, es grande ante Dios, así les he dicho, a menos que se vuelvan
como niños, no podrán entrar al Reino de los Cielos. Este es un llamado a la humildad, puesto que Dios
rechaza a los orgullosos, pero se deleita ensalzando a los humildes.

Ay de aquellos que buscan el honor humano, el poder, la riqueza y la influencia sobre los demás, estos
están muy lejos de la humildad; en cambio aquellos que se niegan a si mismos entregándose a la
providencia divina, están descubriendo la santidad inocente que se encuentra en los niños, quienes
dependen totalmente de sus padres.

Marcos 9:38-43, 45, 47-48     Año B  -  26° Domingo en tiempo ordinario
La realidad del infierno

38 Juan le dijo, «Maestro, vimos a alguien expulsando demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque él no nos sigue.»
39 Pero Jesús dijo, «No se lo prohíban, porque no hay nadie que haga un acto de poder en mi nombre, y que rápidamente pueda
hablar mal de mí.
40 Porque cualquiera que no esté contra nosotros está a nuestro lado.
41 Y cualquiera que les de un vaso de agua para beber en mi nombre, porque ustedes son de Cristo, con seguridad les digo, que
él no perderá su recompensa.
42 Cualquiera que haga pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor para él ser arrojado al mar con una piedra
de molino atada al cuello.
43 Si tu mano te hace errar, córtatela. Es mejor para ti entrar a la vida mutilado, que teniendo tus dos manos ir a la Gehena, en el
fuego inextinguible,
45 Si tu pie te hace errar, córtatelo. Es mejor para ti entrar a la vida cojo, que tener tus dos pies y ser expulsado a la Gehena, en
el fuego que nunca se extinguirá.
47 Si tu ojo te hace errar, sácatelo. Porque es mejor para ti entrar al Reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser
expulsado a la Gehena de fuego,
48 `donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga.´

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús


Cuan poderoso es mi nombre, que aún aquellos que no estaban unidos a nosotros, pero que con fe creían,
tenían poder ante el demonio. En realidad cuando se menciona mi nombre, Yo acudo inmediatamente a
quien me llama, pues el que me busca me encuentra y Yo le permito conocerme para su propio bien.

Para toda actividad que ustedes tengan, invoquen mi nombre y permítanme compartir mi presencia con
ustedes, nada me glorifica mas que el ser deseado en sus vidas. Algo que me desagrada es el celo
espiritual, ya que muchos que están cerca de mi se creen llenos de derechos para juzgar e impedir que
otros se acerquen también. Mi casa es la casa de todos,

Yo no juzgo por apariencias, yo miro el corazón de todo ser humano y veo el potencial del arrepentimiento
en cada uno. Mi deseo para todos es que se alejen del mal y vengan a mí, yo me encargo de darles la
transformación a la santidad.

Aquellos que trabajan para mi Reino serán recompensados eternamente, pues mi moneda no es de este
mundo, y mi fortuna enriquece a todos los que me desean y se esfuerzan por vivir santamente llevando mi
luz al reino de la oscuridad. Aquellos que por orgullo caen en el error se convierten en cizaña que trata de
destruir los esfuerzos de mis elegidos; pobres de ellos si no entran en razón y escuchan mi llamado.

Mi misericordia va mas allá del entendimiento de la mente humana, mi benevolencia llega aun a los
enemigos de mi Reino, la oportunidad de estar conmigo permanece abierta para todos y la única petición
que Yo les hago es la de dejar atrás los malos caminos, arrepentirse y empezar a caminar en mi camino.

Yo he dicho, si tu mano, tu ojo o tu pie son ocasión de pecado, córtatelos, pues es mejor entrar al cielo sin
un ojo, o sin una mano, o sin un pie que estar completo pero ser arrojado al infierno para sufrir por el gusano
que nunca muere y el fuego que nunca se apaga. Aquí estoy poniendo énfasis en la realidad del infierno, el
lugar del castigo eterno para todos los rebeldes que hacen el mal y desprecian mi oferta celestial. Yo no
quiero decir que alguien debería de mutilarse en auto castigo, estoy exagerando la mortificación que se
debería tomar para evitar el infierno.

Cualquier cosa buena de este mundo requiere muchos sacrificios para su consecución. Por esto les quiero
decir que vale la pena negarse a sí mismo, tomar la cruz y mortificarse como sea necesario para conseguir
la riqueza de la vida eterna.

Marcos 10:2-16     Año B  -  27o Domingo en tiempo ordinario


Divorcio - Entonces lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre

2 Los fariseos fueron donde Jesús para ponerlo a la prueba, y le preguntaron, «¿Es legal para un hombre divorciarse de su
esposa?»
3 Él contestó, «¿Qué les ordenó Moisés?»
4 Ellos dijeron, «Moisés permitió que se escribiera un certificado de divorcio, para separarse de ella.»
5 Pero Jesús les dijo, «Por la dureza de sus corazones, él les escribió esa orden.
6 Pero desde el comienzo de la creación, `Dios los hizo hombre y mujer.
7 Por esto un hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa,
8 y los dos serán una carne´, así que ya no son dos, sino una carne.
9 Entonces lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.»
10 En la casa, sus discípulos le preguntaron nuevamente sobre el asunto.
11 Él les dijo, «Cualquiera que se divorcie de su esposa, y se case con otra, comete adulterio contra ella.
12 Si una mujer se divorcia de su esposo y se casa con otro, ella comete adulterio.»
13 La gente le estaba trayendo niños pequeños, para que Él los tocara, pero los discípulos reprendieron a quienes los estaban
trayendo.
14 Cuando Jesús lo vio se indignó y les dijo, «¡Dejen que los niños pequeños vengan a mi! No se lo prohíban, porque el Reino de
Dios pertenece a aquellos como estos.
15 Con seguridad les digo, quien no reciba el Reino de Dios como un niño pequeño, no entrará de forma alguna.»
16 Los tomó en sus brazos, y los bendijo, poniendo sus manos sobre ellos.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Los fariseos de mi época eran personas muy bien educadas que tenían profundo conocimiento sobre las
Sagradas Escrituras y sobresalían sobre los demás por su piedad y religiosidad. No obstante al igual que los
teólogos y los cristianos bíblicos de estos tiempos, malinterpretaban muchas veces las escrituras porque se
apoyaban demasiado sobre la razón humana en vez de aceptar la palabra de Dios con fe.

Dios es inmutable, igualmente es su palabra. En cada familia humana existe un paralelo con la primera
familia que Dios creó con sus propias manos. En el plan divino el hombre se une a la mujer para volversen
una entidad especial que es fortalecida por la bendición de Dios. Dios quiere que sus hijos procedan del
amor de la familia que se ha formado santamente.

Desdichadamente la idea humana es muy diferente al deseo de Dios. El adulterio o sea el sexo prohibido
fuera del matrimonio es la causa de la destrucción de la moral de estos tiempos. Aún más perversa es la
homosexualidad que distorsiona la razón principal del sexo que es la procreación. Los seres humanos viven
su vida en busca del placer y menosprecian las leyes divinas. Consecuencias devastadoras de esta
permisividad sexual son la destrucción de la vida antes del nacimiento en el vientre de las madres, el
desgano por el matrimonio, y los hijos que crecen sin el amor maternal y paternal de los hogares perfectos.

El hombre y la mujer de este tiempo no quieren asumir la responsabilidad matrimonial que envuelve la
fidelidad hasta la muerte. El futuro esposo y esposa deben elegir cuidadosamente su cónyuge, no deben de
hacerlo solamente por la atracción física, sino respondiendo al amor de Dios que quiso que el hombre
tuviera una compañera de por vida. Muchos matrimonios fracasan porque no aceptan la alianza matrimonial
que se hace ante Dios para toda la vida. Un hombre y una mujer se unen para ser una sola carne, una
nueva fuente de vida que engendra hijos para Dios.

Yo odio el divorcio (Malaquías 2:16).Así como la traición entre los esposos, Yo soy traicionado por todos
aquellos que me abandonan por los placeres del mundo, adulterando de esta manera nuestra relación.

El primer evento matrimonial ocurrió en el Paraíso, allí recibió la bendición de mi Padre para todos los
tiempos. Cuando yo empecé mi ministerio entre los hombres, hice mi primer milagro en las bodas de Cana,
para santificar de nuevo el sacramento del Matrimonio. Después del juicio, vendrán las bodas del cordero
con su Iglesia (Apocalipse 22.9.) Esta unión de Dios con su pueblo será eterna y fiel, igual que lo que Dios
espera de la unión entre un hombre y una mujer.

Dejen que los niños vengan a mí, no los frenen en el vientre. Aquellos que le dan la bienvenida a un niño
como mi regalo, le dan la bienvenida al Reino de los Cielos.

Marcos 10:17-30     Año B  -  28o Domingo en tiempo ordinario


Una cosa te hace falta. Ve, vende lo que tengas y dalo a los pobres, y tendrás un un tesoro en el cielo; y ven, sígueme
cargando tu cruz.

17 Cuando salía hacia el camino, alguien corrió donde estaba, se arrodilló ante Él y le preguntó, «Buen Maestro, ¿Qué debo hacer
para heredar la vida eterna?»
18 Jesús le dijo, «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno excepto Dios solamente. 19 Tu sabes los mandamientos: `No
mates,´ `No cometas adulterio,´ `No robes,´ `No des testimonio falso,´ `No engañes,´ `Honra a tu padre y a tu madre.´»
20 Él le dijo, «Maestro, he hecho todas estas cosas desde mi juventud.»
21 Jesús mirándolo, lo amó y le dijo, «Una cosa te hace falta. Ve, vende lo que tengas y dalo a los pobres, y tendrás un un
tesoro en el cielo; y ven, sígueme cargando tu cruz.»
22 Pero su cara se entristeció con esas palabras, y se fue apenado, porque tenía muchas posesiones.
23 Jesús miró alrededor, y les dijo a sus discípulos, «¡Que difícil es para los que tienen riquezas entrar en el Reino de Dios!»
24 Los discípulos estaban desconcertados por sus palabras. Pero Jesús les dijo de nuevo, «Hijos, ¡que duro es para los que
confían en las riquezas entrar en el Reino de Dios!
25 Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar al Reino de Dios.»
26 Los discípulos estaban extremadamente asombrados, y le decían, «Entonces ¿Quién puede salvarse?»
27 Jesús mirándolos, dijo «con los hombres es imposible, pero no con Dios, porque todas las cosas son posibles con Dios.»
28 Pedro comenzó a decirle, «Observa, nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido.»
29 Jesús le dijo, «Verdaderamente te digo, no hay quien haya dejado su casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o
esposa, o hijos, o tierra, por mi causa, y por causa del evangelio,
30 sin recibir cien veces más. Ahora en este tiempo casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierra con persecuciones; y en la
época que viene: vida eterna.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Reflexionemos sobre esto. Claro que Yo soy
bueno, Yo soy Dios. Pero he dicho esto para aclarar la bondad divina comparada con la de los seres
humanos. Hay muchos que son buenos para la gloria de Dios. Estos luchan constantemente por superarse
espiritualmente, lo cual es muy deseable; pero que tan difícil es igualarse a la bondad divina. Por contraste
hay muchos que ya se consideran buenos con su autojustificación, sin saber que se están haciendo gran
daño espiritual con su orgullo.

Aquí tenemos otro llamado a la humildad. Aquel hombre rico que vino ante mí, se consideraba bueno al
hacer muchas cosas buenas, pero por ser rico, su corazón estaba en las riquezas materiales, no en Reino
de los Cielos. Yo le exorté a la perfección llamándole a desapegarse de lo terrenal, a compartir con los
pobres y a seguirme para que pudiera acumular tesoros de bondad en el Cielo.

Muchos se engañan con el concepto que tienen de sí mismos, piensan que están muy bien ante Dios. Yo
les llamo a la humildad, en la cual el concepto que realmente interesa es el que Yo tengo de ustedes.

Mi deseo es que cada uno busque ser bueno como Yo soy bueno, santo como Yo soy santo, perfecto como
Yo soy perfecto. Para hacer cosas buenas ante Dios se debe tener mucho deseo de complacerle en otras
palabras hay que cumplir los mandamientos, viajar por el camino de la humildad, practicar la abnegación,
poner en práctica mis enseñanzas y mantener un concepto muy humilde de sí mismo con respecto a Dios.
Pues aquí es donde muchos tropiezan en el camino espiritual, al igual que Lucifer (portador de luz) quien
era el angel mas hermoso, su belleza y sus perfecciones le enceguecieron hasta llegar a sentirse igual y
mas grande que Dios. Esto le costó su ruina eterna. (Ezequiel 28:1-19)

Nadie puede hacerse bueno, santo o perfecto. Esta es mi obra en cada alma, por esto he venido a trazar mi
camino, para que todos los que me sigan obtengan perfección a través de mi Gracia.

Por eso he dicho, el que se exalta será humillado y el que se humilla será ensalzado.

Mi camino es pobre pero lleva a la riqueza eterna. Mi verdad es dura y dolorosa pero lleva a la sabiduría y al
gozo eterno. Mi vida es la vida del alma, aquellos que mueren para el mundo empiezan a vivir para mi y a
disfrutar de la vida que Yo ofrezco para toda una eternidad.

Marcos 10:35-45     Año B  -  29o Domingo en tiempo ordinario


El hijo del hombre no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida para la redención de muchos.

35 Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron, diciendo, «Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te
pidamos.»
36 Él les dijo, «¿Qué quieren que haga por ustedes?»
37 Ellos le contestaron, «En tu gloria, concédenos que podamos sentarnos, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»
38 Pero Jesús les dijo, «No saben lo que están pidiendo. ¿Pueden ustedes beber la copa que yo bebo, y ser bautizados con el
bautismo que yo soy bautizado?»
39 Ellos le dijeron, «Si podemos.» Jesús les dijo, «Ustedes de hecho beberán de la copa que yo bebo, y serán bautizados con el
bautismo que yo soy bautizado;
40 pero no está en mí conceder sentarse a mi derecha o a mi izquierda, excepto para quienes esto ha sido preparado.»
41 Cuando los diez oyeron, comenzaron a indignarse con Santiago y Juan.
42 Jesús los llamó y les dijo, «Ustedes saben que aquellos que son reconocidos como mandatarios sobre las naciones las
gobiernan y ejercen su poder sobre ellas.
43 Pero no será así entre ustedes, el que quiera ser más que el otro será su sirviente.
44 El que quiera ser el primero entre ustedes, deberá ser el esclavo de todos.
45 Pues también el hijo del hombre no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida para la redención de muchos.»

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Este mundo está lleno de peligros espirituales. Es bueno trabajar para obtener lo que se necesita
físicamente, mejor aún es trabajar espiritualmente para obtener la salvación. Mis apóstoles tuvieron
momentos de orgullo como todo ser humano, en los cuales querían sentirse por encima de los demás. El
poder, el dinero, la fama y los placeres son tentaciones que todo ser humano tiene que superar para poder
recibir mi aprobación.

Dios es supremamente justo, por esta razón su Reino esta disponible a la voluntad de cada individuo que
tan solo tiene que escoger: o el camino celestial o el camino fácil.

El camino del mundo esta abierto a todos los seres humanos, es fácil de recorrer, ofrece todo lo que
enaltece los sentidos, el orgullo y la felicidad temporal; en efecto es como una corriente de agua sucia que
arrastra hacia el abismo y la muerte.

Yo he venido a señalar mi camino para ofrecerles la vida eterna. Mi camino es difícil de encontrar, difícil de
recorrer y lleva a la cima de la humildad, como apoyo tiene la cruz y como premio tiene la libertad del alma,
es un río de agua viviente que ofrece paz y esperanza.

Las pasiones humanas ofenden a Dios porque crean falsos dioses en la carne y la mente, el materialismo
causa el apegamiento a las cosas temporales al costo del desprecio de lo espiritual, la injusticia ofende a
Dios quien es Caridad, la impureza mancha el alma pura que Dios le ha dado a cada uno.

Todos los seres humanos ofenden a Dios, de una manera u otra; sin embargo Yo no he venido a juzgar sino
a salvar, no he venido a condenar sino a prevenir.

A menos que se arrepientan están corriendo el riesgo de perecer eternamente. Pero mi misericordia es
infinitamente grande, mi bondad se extiende mas allá de mi muerte en la cruz. Yo quiero salvar las almas
que me han costado tanto, solo necesito de su colaboración, por esto les pido que pongan en práctica mis
enseñanzas.

El que desee entra en el Reino de los cielos debe trabajar humildemente sin esperar la recompensa, debe
sentirse siempre pequeño ante Dios y debe estar dispuesto a servir a su prójimo, todo esto lo hace en
imitación mía. Yo le garantizo que su labor no será en vano.

Marcos 10:46-52     Año B  -  30o Domingo en tiempo ordinario


¿Qué quieres que haga por ti?

46 Llegaron a Jericó. Al salir de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el hijo de Timeo, quien era un mendigo
ciego estaba sentado al lado del camino.
47 Cuando escuchó que era Jesús el Nazareno comenzó a gritar y decía, «¡Jesús, hijo de David ten piedad de mi!»
48 Muchos lo reprendían diciéndole que debía hacer silencio, pero el gritaba aun más, «¡Hijo de David, ten piedad de mi!»
49Jesús se detuvo, y dijo «Llámenlo.» La gente llamó al ciego, diciéndole, «¡Alégrate! Levántate. ¡Jesús te está llamando!»
50 Él, votando su manta, saltó y fue donde Jesús.
51 Jesús le preguntó, «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le dijo, «Rabuni, que yo pueda ver de nuevo.»
52 Jesús le dijo, «Ve por tu camino. Tu fe te ha hecho bien.» De inmediato él recibió su vista, y siguió a Jesús en el camino.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

¡Hijo de David, Jesús ten compasión de mí! – Puedes ver que tan fácil es pedir mi compasión y como
siempre Yo estoy listo a responder... Yo le dije ¿Qué quieres que te haga? El ciego me dijo: Rabbuní, ¡que
vea!, Yo le dije, vete, tu fe te ha salvado, y al instante recobró su vista.

Este hombre primero que todo me ha reconocido como el Hijo de David, ha creído en las Sagradas
Escrituras, en las promesas hechas al pueblo de Israel y ha dado crédito a mi misericordia y mi poder. Ha
reconocido el Mesías prometido y a pesar de ser ciego usó su voz para llamarme la atención y beneficiarse
de mi regalo.

Cuando alguien invoca mi compasión, consigue no solamente lo que necesita, sino que los rayos de mi
misericordia envuelven su cuerpo, mente, alma y espíritu. Yo conozco el dolor, las heridas, los
resentimientos, el pecado y las necesidades de cada uno, mi deseo es sanar y bendecir a todos aquellos
que se acercan a mí con fe.

Mi misericordia es infinita y muy fácil de recibir, pero es obtenida de acuerdo a la fe y la confianza con que
se me solicita, pues Yo recompenso la humildad de todo el que me llama. Uno de los regalos que mi Padre
ha dado a cada uno es el sufrimiento, sin este los seres humanos se sentirían en un Paraíso que no tendría
conexión con Dios y nunca sentirían temor de ofenderle o necesidad de encontrarle.

El sufrimiento vino al mundo como consecuencia del pecado, y si bien, en mi misericordia Yo abrí los ojos de
muchos ciegos, más importante aún es que cada uno abra los ojos espirituales para poder ver como Yo veo,
de esta manera me pueden conocer y vivir en mi Presencia.

Muchos tienen la noción de que los milagros no existen, muchos desacreditan las sagradas escrituras
negándolos, Yo le aseguro que los milagros continúan ocurriendo diariamente como recompensa a la fe. Si
alguien viene a mí con fe y confianza en mi poder, Yo le responderé de acuerdo a la voluntad de mi Padre
quien desea la salvación de todos sus hijos. Muchos no obtienen lo que desean, pero Yo les aseguro que
todas las oraciones son escuchadas y que siempre hay alguna respuesta en conexión con cada petición.

Se siente mas gozo en dar que en recibir, Yo siento gran gozo en poder auxiliar el alma que viene a mí, me
regocijo en la humildad y el arrepentimiento. Por esto no juzgo sino que entiendo la miseria humana y
espero con ansiedad que cada alma salga de los caminos de la oscuridad y regrese a la luz para que
obtenga los beneficios que mi misericordia desea conceder.

Marcos 15:33-39, 16:1-6     Año B  -  31o Domingo en tiempo ordinario


Conmemoración de las almas del purgatorio

33 Cuando llegó la sexta hora, hubo una oscuridad sobre toda la tierra hasta la novena hora.
34 A la novena hora Jesús gritó fuertemente, «Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani?» que significa, «Dios mio, Dios mio, ¿Por qué me
has abandonado?»
35 Algunos de los que estaban allí, cuando lo escucharon, dijeron, «Observen, Él está llamando a Elías.»
36 Uno de ellos corrió y llenando una esponja de vinagre la puso en un vara y se la dio para beber, diciendo, «Dejémoslo.
Veamos si Elías viene a bajarlo.»
37Jesús gritó con fuerte voz, y entregó el espíritu.
38 La cortina del templo se rasgó en dos de arriba hasta abajo.
39 Cuando el centurión, que estaba al frente de Él, vio como gritando de esta manera había entregado su espíritu, dijo,
«¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!»
16:1 Cuando el sábado pasó, María Magdalena y María la madre de Santiago y Salomé compraron aromas, con las cuales
podrían ungir a Jesús.
2 Muy temprano el primer día de la semana, llegaron a la tumba al amanecer.
3 Ellas decían entre sí, «¿Quién rodará la piedra de la puerta de la tumba para nosotras?»
4 Pues era muy grande. Al mirar se dieron cuenta de que la piedra estaba rodada.
5 Entrando a la tumba vieron a un hombre joven sentado al lado derecho, vestido en un manto blanco, ellas estaban asombradas.

6 Él les dijo, «No teman. Ustedes buscan a Jesús el Nazareno, quien fue crucificado. Él ha resucitado. No está acá. ¡Observen el
lugar donde lo pusieron!

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Yo entregué mi vida en la cruz voluntariamente. Como Dios, Yo tenía todo el poder para evitar mi muerte,
pero como Redentor sabía el precio de mi misión, por esto accedí a los tormentos y a la muerte.

Como hombre Yo sentí la tentación de rechazar este cáliz de sufrimientos. Le oré a mi Padre tres veces,
pero haciendo su santa voluntad permití que ocurriera todo como Él lo había dispuesto. A la hora de la
muerte sufrí el rechazo de toda la humanidad que despreció mi sacrificio. Sentí el abandono de todos los
seres humanos cuando están en el pecado y me dan la espalda. Tuve mucha frustración por todos aquellos
que no valoraron mi trabajo salvador y sentí el abandono de mi Padre.

Todos los seres humanos están sujetos a la tentación de rechazar la voluntad de Dios, sin embargo Yo he
venido a dar testimonio de la abnegación, la humildad y la perfección del amor que consiste en amar a Dios
hasta llegar al sacrificio personal.

Es precisamente por no hacer la voluntad de Dios que toda persona que rechaza la cruz, siente como si
esta se vuelve mas pesada y se agranda a través del sufrimiento. Aquellos que con sabiduría aceptan la
voluntad de Dios, sienten un gozo especial cuando tienen cualquier adversidad porque han entregado sus
vidas a la voluntad divina y entienden que Dios tiene control absoluto de todo lo que ocurre, especialmente
lo que concierne al mundo espiritual que no es temporal como el sufrimiento sino que se extiende a la vida
eterna. Cada cruz tiene como recompensa una corona, cada sufrimiento tiene un premio espiritual. Muchas
adversidades permiten que el alma consiga el perdón, la humildad, la perseverancia, la fortaleza y la
sabiduría, cosas tan importantes en el camino espiritual.

El velo del Santuario del Templo se rasgó en el momento de mi muerte como un signo de desaprobación del
sacrificio de animales para expiación de pecados, implementando de esta manera la nueva alianza entre
Dios y los hombres en la cual Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, el cordero de Dios que quita los
pecados del mundo.

Con mi poder divino entregué mi vida para ser la salvación de la humanidad y continúo dando mi vida a
todos los que me reciben en el sacramento de la Sagrada Eucaristía. Para aquellos que mueren conmigo
tengo el regalo de la resurrección y la vida eterna.

Juan 2:13-22     Año B  -  32o Domingo en tiempo ordinario


El fervor por tu casa me consumirá.

13 La Pascua de los Judíos estaba cerca, y Jesús se dirigía a Jerusalén.


14 En el templo encontró a algunos que vendían bueyes, ovejas y palomas y a cambiadores de dinero sentados.
15 Hizo una correa con cuerdas, y los sacó a todos del templo, junto con ovejas y bueyes, regó el dinero de los cambiadores y
volteó sus mesas.
16 A los que vendían palomas, les dijo, «¡Saquen de aquí estas cosas! ¡No hagan de la casa de mi Padre un mercado!
17 Sus discípulos recordaron que estaba escrito «El fervor por tu casa me consumirá.»
18 Los Judíos entonces le dijeron, «¿Qué señal nos muestras, en vista de que haces estas cosas?»
19 Jesús les contestó, «Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré.»
20 Los Judíos entonces le dijeron, «Este templo estuvo en construcción durante cuarenta y seis años, ¿Y tu lo levantarás en tres
días?»
21 Pero Él hablaba del templo de su cuerpo.
22 Después, cuando se levantó de entre los muertos, sus discípulos recordaron que había dicho esto, y creyeron en la Escritura, y
en la palabra que Jesús había dicho.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

En el Antiguo Testamento se acostumbraba ofrecer animales en sacrificio para el perdón de los pecados, Yo
vine a perfeccionar la ley antigua siendo el cordero de Dios que quita los pecados del mundo con mi muerte
en la cruz. El templo se llenaba de personas que venían a negociar estos animales, hacían mucha algarabía
y habían perdido todo respeto por el templo. Por esta razón Yo sentí celo por la casa de mi Padre y arroje
fuera a todos estos negociantes con sus animales.

Los judíos siempre contrariaban mi doctrina y querían saber porque razón Yo actuaba de esa manera. Yo les
respondí con la profecía de mi resurrección aunque ellos no lo entendieron.

Yo les dije ese día que quitaran todo eso que era ofensivo de la casa de mi Padre, no solamente para hablar
del respeto que se debe tener en el templo sino también para traer a la conciencia el hecho de que cada uno
es un templo del espíritu de Dios.

Yo deseo que mi templo sea un lugar de santificación. El cuerpo humano es un templo del Espíritu Santo. Mi
espíritu es la luz que guía los seres humanos hacia su liberación de la esclavitud del pecado. Mi sabiduría
invita a todos al camino del bien pero se opone celosamente al espíritu del mundo.

El ser humano no puede tener dos amos; o limpia la casa de Dios y acepta mi Espíritu Santo o me rechaza
totalmente y le abre la puerta a los malos espíritus del mundo. Esta es una lucha que tienen todos los seres
humanos, pero todos pueden escoger de acuerdo a su libre albedrío.

Yo toco a la puerta y llamo, Yo muestro mi camino y les invito a caminar en él, Yo les muestro el error de las
cosas del mundo y les señalo la verdad, Yo les advierto sobre la perdición del alma y les ofrezco la vida
eterna.

Vuélvanse verdaderos templos de mi espíritu, mantengan siempre en mi Presencia, hagan siempre el bien,
obedezcan los mandamientos, arrojen fuera todos los espíritus malignos del mundo, del demonio y de la
carne, aléjense de tanta disipación innecesaria y tengan una casa limpia para su Señor.

Marcos 13:24-32     Año B  -  33o Domingo en tiempo ordinario


El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

24 Y en esos días después de la tribulación, el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz,


25 las estrellas caerán del cielo, y los poderes que están en los cielos se agitarán.
26 Entonces verán al Hijo del Hombre viniendo en nubes con gran poder y gloria.
27 Entonces Él enviará a sus ángeles, y agrupará a sus elegidos desde los cuatro vientos, desde los confines de la tierra y los
confines del cielo.
28 «Ahora de la higuera, aprendan esta parábola. Cuando la rama se ponga suave, y salgan sus hojas, ustedes sabrán que el
verano está cerca;
29 lo mismo será con ustedes, cuando vean que estás cosas están por ocurrir, sepan que está cerca, en la puerta.
30 Con seguridad les digo, esta generación no pasará sin que todo esto ocurra.
31 El Cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32 Pero el día y la hora nadie los conoce, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús


La materia es temporal pero el espíritu es eterno. Dios ha creado el mundo con un propósito. Al igual que el
sembrador espera el día de la cosecha, también llegará el Día en que Yo vendré a recoger el fruto de mi
viña.

El hombre materialista piensa que todo se acaba con la muerte, por esto trata de disfrutar su vida al máximo
ignorando las leyes divinas y poniendo en peligro la vida de su alma. El hombre que reconoce la existencia
después de la muerte sabe que llegará un mundo espiritual desconocido que no depende de su control sino
de la voluntad divina.

Todo ser humano ha de nacer, crecer y morir de acuerdo a la voluntad de Dios. Nadie ha podido volver de la
muerte. Este es el destino de cada uno.

Yo volví de la muerte porque triunfé sobre ella, he prometido el regalo de la resurrección a todos los que me
siguen. El pecado es la razón por la cual todos tienen que morir, por esto Adán y Eva recibieron la sentencia
de volver al polvo de donde ellos habían sido creados.

Yo he venido a abrir las puertas del Paraíso Celestial, en el cual todos los elegidos empezarán su nueva
vida después de la resurrección y vivirán en la gloria de la eternidad.

Todo aquel que medita sobre la muerte, siente temor del castigo de Dios por su pecado y comienza a
prepararse para la vida eterna. Mi palabra es la semilla que crece y empieza a dar fruto en su alma, le
señala el peligro y le conduce por el camino de la vida.

Muchos están interesados en saber cuando es el día del fin del mundo. A través de los siglos han habido
falsas profecías y muchos han sido engañados. Yo les digo con sinceridad, que el fin le ha de llegar a cada
uno el día de su muerte, por esta razón deben de prepararse porque nadie sabe ni el día ni la hora, solo mi
Padre cuya autoridad es absoluta. Con respecto al final de los tiempos, también llegará su momento, pero
esto no debe de ser preocupación para aquel que busca a Dios.

El Cielo y la tierra pasarán, todo lo material desaparecerá, pero mis palabras son las palabras que dieron
origen a la creación, las palabras de la salvación, las palabras de la vida eterna que nunca perderán su
valor. El que tenga oídos que escuche.

Juan 8:33-37     Año B  -  34o Domingo en tiempo ordinario


Cristo Rey

33 Le contestaron, «Somos la semilla de Abraham, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices, `Ustedes serán
liberados?´»
34 Jesús les contestó, «Con seguridad les digo, todo aquel que cometa pecado es esclavo del pecado.
35 Un sirviente no vive en una casa por siempre. Un hijo vive para siempre.
36 Entonces si el Hijo los hace libres, ustedes estarán libres de verdad.
37 Se que son los hijos de Abraham, pero buscan matarme, porque mis palabras no encuentran lugar en ustedes.

Recibido del Sagrado Corazón de Jesús

Solamente los puros de corazón pueden ver a Dios y solo aquellos que escuchan mi palabra y conocen la
verdad se hacen libres.

El hombre que conoce a Dios, le ama y le sirve, respondiendo al llamado que Dios le hace a cada alma
desde la infancia. Dios es desconocido para los que se apoyan en la razón y el materialismo. Dios es
revelado a todos aquellos que con humildad miran hacia arriba aceptando el gran testimonio de la creación
cuyo autor Él es. Aquel que acepta la existencia de Dios acepta que en Él vive, se mueve y existe.
Mi Padre me ha enviado al mundo, para que todos los que crean en mí tengan la vida eterna. Yo soy la luz
del mundo. Este mundo vive en las tinieblas de la ignorancia espiritual debido al pecado. Mi misericordia
infinita ha permitido que Yo venga a traer la luz a cada alma para que ésta pueda ver con claridad la realidad
de su frágil existencia aquí en la tierra.

El ser humano resiste mi espíritu porque se apoya demasiado en la razón y busca siempre el camino fácil.
En su propia oscuridad se siente libre cuando en realidad esta apegado a la materia y al gozo temporal de
sus sentidos, evita acercarse a mí por temor a comprometer su libertad de pecar pero se amarra
espiritualmente con las cadenas del pecado.

Yo he venido a romper las cadenas de la esclavitud del pecado, he venido a liberar a todos los seres
humanos a través de mi sacrificio en la cruz, he venido a hacerles hijos de Dios y a ofrecerles la libertad que
les permite ascender conmigo a mi Reino Celestial.

Yo soy el Mesías, el libertador de las almas, el puente hacia la luz eterna, el camino hacia las riquezas
celestiales, la esperanza de todos aquellos que comprenden que sin mí están totalmente perdidos.

Por esta razón Yo llamo al arrepentimiento, a la conversión, al desapego de las cosas terrenales, al deseo
de las virtudes y a las obras que complacen a Dios.

Bienaventurados aquellos que atesoran mi palabra y me aceptan como su Señor y Salvador.


Bienaventurados aquellos que desean escucharme cada día y recibir mi luz en sus almas. Estos son los
llamados que son escogidos, los esclavos del pecado que son liberados, los futuros ciudadanos de mi Reino
Celestial.

El Trabajo de Dios
www.theworkofgod.org/spanish

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