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Introducción
Posteriormente se avisará a los familiares y se les informa del desenlace y si estos desean estar
con él durante un tiempo. Posteriormente se pedirá a la familia que abandonen la habitación para
comenzar con los cuidados post mortem.
Estos cuidados son aquellos de se realizan después de la muerte del paciente, cuya finalidad es
preparar el cadáver para que esté en condiciones adecuadas para el traslado al velatorio, quirófano
(si sus órganos son donados), sala de autopsias o a su propio domicilio.
El cuerpo del difunto se tratará con total respeto, discreción y silencio. Es también muy importante
que se efectúen los cuidados antes de que aparezca el rigor mortis (ya que si no, sería muy
complicado realizar dichos cuidados adecuadamente).
Procedimiento/ Técnica
Técnica A
Técnica B
Sobre el pecho del fallecido se colocará una tarjeta donde deben de reflejarse el
nombre y apellidos del difunto, el número de la habitación y planta en la que ha
fallecido.
El cadáver se trasladará en cama o camilla, y se cubrirá con una sábana y se
avisará al celador para que se lo lleven.
Se recogerá todo el material utilizado y las pertenencias del fallecido para
posteriormente entregárselas a sus familiares.
Para finalizar se realizará un lavado de manos.
Avisaremos a los servicios de limpieza.
Bibliografía
https://revistamedica.com/cuidados-post-mortem-auxiliar-de-enfermeria/
Donación de órganos
Puede ser difícil pensar en lo que le va a pasar a tu cuerpo después de que
mueras, ni hablar de donar tus órganos y tejidos. Pero ser donante de órganos es
una decisión generosa que vale la pena y que puede salvar vidas.
Si nunca has considerado la donación de órganos o aún no has tomado la
decisión de ser donante debido a que contabas con información posiblemente
inexacta, aquí encontrarás respuestas a algunos mitos y preocupaciones comunes
sobre la donación de órganos.
Mito: Si acepto donar mis órganos, el personal del hospital no se esforzará
tanto para salvar mi vida.
Realidad: Cuando vas al hospital para recibir tratamiento, los médicos se
concentran en salvar tu vida, no la de otra persona. Te atenderá un médico cuya
experiencia se acerque lo más posible a tu afección en particular y que pueda
brindarte la mejor atención posible.
Mito: Tal vez, no esté realmente muerto cuando firmen mi certificado de
defunción.
Realidad: Aunque es un tema popular en los tabloides, en realidad, la gente no
empieza a mover los dedos de los pies después de ser declarada muerta. De
hecho, a las personas que han aceptado la donación de órganos se les hacen más
pruebas (sin costo alguno para sus familias) para determinar que están realmente
muertas que a aquellas que no han aceptado la donación de órganos.
Mito: La donación de órganos va en contra de mi religión.
Realidad: La donación de órganos concuerda con las creencias de la mayoría de
las principales religiones. Estas religiones incluyen el catolicismo romano, el
islamismo, la mayoría de las ramas del judaísmo y la mayoría de las creencias
protestantes. Si no estás seguro o te sientes incómodo con la posición de tu fe
sobre la donación de órganos, pregúntale a un miembro de tu clero.
Mito: Soy menor de 18 años. Soy demasiado joven para tomar esta decisión.
Realidad: Muchos estados permiten que las personas menores de 18 años se
registren como donantes de órganos, pero la decisión final seguirá siendo
responsabilidad de tus padres o tu tutor legal. Conversa sobre tu deseo de
convertirte en donante de órganos con tu familia y pídeles su consentimiento. Ten
en cuenta que los niños también necesitan trasplantes de órganos, y por lo
general necesitan órganos más pequeños que los que un adulto puede
proporcionar.
Mito: Un funeral con ataúd abierto no es una opción para las personas que
han donado órganos o tejidos.
Realidad: La donación de órganos y tejidos no interfiere en la celebración de un
funeral con ataúd abierto. El cuerpo del donante se viste para el entierro y se trata
con cuidado y respeto, por lo que no hay signos visibles de donación de órganos o
tejidos.
Mito: Soy demasiado viejo para donar. Nadie querría mis órganos.
Realidad: No hay una edad límite definida para donar órganos. La decisión de
usar tus órganos se basa en criterios médicos estrictos, no en la edad. No te
descalifiques prematuramente. Deja que los médicos decidan en el momento de tu
muerte si tus órganos y tejidos son adecuados para el trasplante.
Mito: No tengo buena salud. Nadie querría mis órganos o tejidos.
Realidad: Muy pocas afecciones médicas te descalifican automáticamente para
donar órganos. La decisión de utilizar un órgano se basa en criterios médicos
estrictos. Puede ser que ciertos órganos no sean adecuados para el trasplante,
pero otros órganos y tejidos pueden estar bien. No te descalifiques
prematuramente. Solo los profesionales médicos pueden determinar en el
momento de tu muerte si tus órganos son adecuados para el trasplante.
Mito: Me gustaría donar uno de mis riñones ahora, pero no se me permitiría
hacerlo a menos que uno de los miembros de mi familia lo necesite.
Realidad: Aunque ese solía ser el caso, ya no lo es. Ya sea que la persona a la
que deseas ayudar sea un familiar lejano, un amigo o un completo desconocido,
puedes donar un riñón a través de ciertos centros de trasplante.
Si decides convertirte en donante vivo, te someterás a un extenso interrogatorio
para garantizar que estés al tanto de los riesgos y que tu decisión de donar no se
base en un beneficio económico. También se te harán pruebas para determinar si
tus riñones están en buenas condiciones y si puedes llevar una vida saludable con
un solo riñón.
Mito: Los ricos y famosos encabezan la lista cuando necesitan un órgano
donado.
Realidad: A los ricos y famosos no se les da prioridad cuando se trata de asignar
órganos. Puede parecer así por la cantidad de publicidad que se genera cuando
una celebridad recibe un trasplante, pero no son tratados de manera diferente a
los demás. La realidad es que la celebridad y la situación económica no se tienen
en cuenta en la asignación de órganos.
Mito: A mi familia se le cobrará si dono mis órganos.
Realidad: A la familia del donante de órganos nunca se le cobra por la donación.
A la familia se le cobran los costos de todos los esfuerzos finales para salvar tu
vida, y esos costos a veces son malinterpretados como costos relacionados con la
donación de órganos. Los costos de la extirpación de órganos están a cargo del
receptor del trasplante.
Por qué debes considerar la donación de órganos
Ahora que tienes los datos, puedes ver que ser donante de órganos puede hacer
una gran diferencia, y no solo para una persona. Al donar los órganos y tejidos al
morir, puedes salvar o mejorar hasta 75 vidas. Muchas familias dicen que saber
que su ser querido ayudó a salvar o mejorar otras vidas los ayudó a sobrellevar la
pérdida.
Es particularmente importante considerar ser donante de órganos si perteneces a
una minoría étnica. Las minorías, como los afroamericanos, asiáticos e isleños del
Pacífico, nativos americanos e hispanos, son más propensos que los caucásicos a
tener ciertas afecciones crónicas que afectan los riñones, el corazón, los
pulmones, el páncreas y el hígado.
Determinados grupos sanguíneos son más frecuentes en las poblaciones de
minorías étnicas. Debido a que la compatibilidad del grupo sanguíneo suele ser
necesaria para los trasplantes, la necesidad de órganos de donantes minoritarios
es particularmente alta.
Cómo donar
Convertirse en donante de órganos es fácil. Tú puedes expresar que deseas ser
donante de las siguientes maneras: