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Chapter 1

"Entonces solo... Me pateó"

Un hombre alto y guapo estaba sentado frente a él. Su nariz, que estaba bien afilada,
hermosa como la de una estatua en un museo, tenía la parte posterior enrojecida y un
algodón metido en una de sus fosas nasales. Su cabello estaba pegado a su frente y su cara
estaba completamente enrojecida por el alcohol. Además, el algodón se estaba volviendo
rojo brillante gracias a la hemorragia tan severa que estaba presentado.

"Creo que se fue... En un coche".

"Debió ser terrible."

"No valió la pena."

Un hombre, igualmente hermoso, metido en un traje recto, con el cabello arreglado para
atrás y un par de anteojos en la cara, estaba sentado frente al borracho que no dejaba de
decir estupideces.

El pelirrojo, que gritaba sobre todo lo malo de su vida, pareció haber venido de un pub local
al que siempre iba sin falta los viernes por la noche. Sin embargo, ahora, irónicamente,
ambos estaban en el salón de un hotel. A pesar de que no había signos de violencia en su
rostro o en su cuerpo, excepto por esa escandalosa hemorragia, el hombre le pidió
descaradamente al sujeto de las gafas que lo examinara porque era, y dijo textualmente "el
único en quien podía confiar."

Ambos tenían una belleza impresionante. Eran hombres que destacaban incluso en un salón
a oscuras. Perfectos, con una altura considerable, un estilo moderno y buen cuerpo. Por
supuesto, no solo tenían un aspecto llamativo, sino también una atmósfera divertida a su
alrededor, por lo que fue obvio que las mujeres, los hombres y los Omegas que estaban
sentados en las mesas a su alrededor, llevaran de inmediato los ojos constantemente hacía
ellos.

"¡Oye! Kang Hye-won..."

Cuando el hombre pelirrojo empujó su rostro en su dirección, el sujeto con anteojos apartó
el cuerpo y se dedicó a darle otro sorbo a su vaso. Y entristecido por la negativa de su
amigo, pareció no poder dejar de gritar su nombre:

"¡Hye-won! ¿Por qué me haces eso, carajo? No soy un extraño. ¡Soy Do-han! ¡Tu Dohan!"

A diferencia de Lim Do-han, que se había emborrachado lo suficiente como para patear la
mesa, Hye-won Kang respondió a su grito con una expresión tranquila y un tanto apagada.
Frunció los labios:

"Serás castigado algún día si sigues viviendo así ¿Sabes?"

"¿Cómo que un castigo?"


"Bueno. Ya tienes una hemorragia nasal."

Como si hubiera oído algo desagradable, Dohan, que yacía sobre la mesa, levantó la cabeza
en su dirección una vez más y lo examinó de arriba para abajo. Hye-won era un Beta, así
que el hombre, que estaba emitiendo una feromona alfa que no podía sentir, le estaba
pareciendo completamente ridículo. Y fue peor porque estaba sangrando de la nariz debido
a una patada.

"Una hemorragia nasal es cosa de nada. No merece ser llamado castigo, encanto."

"No soy encanto."

Do-han negó con la cabeza, como diciendo que no podía aceptar las palabras de Hye-won.

"Además, tuviste la audacia de llamar a otro hombre a la habitación donde habías estado
cogiendo..."

"Jajajaja. Eres un... Solamente cállate ¡Ni siquiera sabes nada! De repente, esa mujer me
dijo: "¿Quieres enlazarte conmigo?" Y yo le contesté que obviamente no podía y... ¿Qué
hizo la maldita desgraciada? ¡Me pegó! Bueno sí, estuvimos juntos alrededor de un año.
Nos reuníamos regularmente así que... Yo solo... No sé. No pensé que fuera tan serio..."

"Dilo por su nombre. Solo la querías como pareja sexual."

Dohan se frotó la cara, con una mirada de genuino arrepentimiento.

Hye-won, que tenía un horario de trabajo duro, oyendo el sonido de los monitores todo el
bendito tiempo, se sintió exhausto con solo escucharlo y tan, tan fastidiando, que pareció
imposible que solo se hubiera bebido una insignificante copa. De hecho, pensando que el
culpable de su fatiga era nada más y nada menos que Do-han, quien no tenía una buena
respuesta para ninguna de sus preguntas, Hye-won se quitó las gafas y apretó los dedos con
fuerza alrededor de sus ojos.

"Creo que hasta me arrepiento de ser tu amigo."

"Auch... Oye no es como si me hubiera ido a tener sexo cada día con todos los hombres y
mujeres que me encuentro en la calle. No, no pongas esa cara. Kang Hye-won, mírame."

"¿Por qué?"

Hyewon lo miró a regañadientes, con una expresión lastimosa hacia ese amigo quien, en
lugar de volverse más serio a medida que envejecía, se estaba volviendo más inmaduro.
Luego, analizó directamente a ese hombre guapo que tenía cejas pobladas y ojos hermosos,
una nariz afilada y un mentón moderadamente angulado y pensó, solo pensó por un
momento que si su especialidad hubiera sido la cirugía plástica, entonces le hubiera gustado
establecerlo como su modelo personal.

"... ¿Por qué me ves así? ¿Mi nariz está muy mal?"
"No."

Hyewon bebió alcohol ante su estúpida pregunta así que respondió bruscamente también.
Cuanto más se emborrachaba, más sentía la vergüenza de que a ese hombre, por el que
sentía algo, hubiera tenido un Omega que le diera una patada en la cara como una
consecuencia por el sexo. Pensaba en como... Cada vez que levantaba los brazos, sus
pectorales furiosos y demasiado crecidos a propósito, se hinchaban como si estuvieran a
punto de perforarle la camisa.

Imaginó lo que haría en su lugar...

"Entonces... ¿Tengo tres ojos ahora? ¿O mi cara se derrumbó repentinamente? Porque me


estás poniendo de nervios."

"Es lo mismo de siempre, excepto porque tienes la cara tan roja como el doctor Choi".

El doctor Choi, que era calvo, solía ser tranquilo y silencioso todo el tiempo. Pero en las
cenas del hospital, su rostro comenzaba a ponerse como el de un jitomate con solo un poco
de cerveza. Dohan recordó esa cara e ignoró las palabras de Hyewon mientras bufaba igual
a si estuviera muy ofendido por él. Y como si no le estuviera pidiendo una respuesta a Hye-
won en primer lugar, Do-han habló sin parar sobre lo que quería:

"¿Cómo puedes patear esta cara? ¿Cómo - maldita - sea - puedes patearme? Hoy es
seguramente la humillación más grande de mi vida".

"Quiero aplaudirle a ese Omega que te pateó. Tomó una buena decisión si me preguntas."

"Bastardo infeliz".

"Tu jefe."

"Mi jefe es un bastardo."

No importabq cuán igualitaria fuera la sociedad, el Alfa Do Han tenía su propio sentido de
superioridad en su vida diaria. Sin embargo, los dos hombres, que siempre habían estado
juntos (excepto en la escuela preparatoria), no eran tan superficiales como para que sus
"sexos superiores" afectaran su manera de verse el uno al otro.

El enfermero de quirófano, Do-han Lim, era el ayudante del cirujano general Hye-won
Kang. Y en realidad, siempre fue su superior (excepto por esos años cuando Hyewon Kang
repentinamente abandonó la escuela y fue el primero en ir a la universidad).

Los dos hombres, que habían estado juntos desde la escuela primaria hasta la universidad e
incluso en la vida laboral, eran los mejores amigos del planeta entero. Inseparables. No era
solo porque tenían muchísimas cosas en común, sino porque se complementaban.

"Reservé a propósito una Suite Real..."


"Deberías dejar de jugar con el corazón de la gente."

"Al principio, estuvimos de acuerdo y nos conocimos como una simple pareja sexual,
pero... No sé. Enloqueció o algo así."

"Seguro la hiciste sentir incómoda presumiendo."

"¿Qué significa eso?"

"¿No son así todos los alfas?"

"¿Y qué saben los Beta?"

Cuando Kang Hye-won volvió a ponerse sus anteojos con montura plateada en la nariz y
mencionó que "ya no quería hablar de eso", Lim Do-han, que lo miraba atentamente, de
pronto chasqueó la lengua.

Dohan había tenido un tiempo relativamente tranquilo desde que entró en el Hospital
Universitario Deokwon el año pasado. La sucursal no era tan estrecha como el hospital
principal y el número de pacientes era relativamente pequeño. Pero fue genial que cuando
Dohan estuvo allí, Hyewon Kang lo siguiera como si fuera su sombra. Y de hecho, durante
casi un año, se había sentido como si estuviera en las mismísimas nubes. Nada de
problemas, cero complicaciones y su mejor amigo al lado. Pero este año, las cosas habían
cambiado completamente. Ya fuera por el hecho de que el número de pacientes que
visitaban la sala de emergencias aumentaba a medida que también incrementaba el número
de residentes, o porque había agarrado popularidad, pero tenía el tiempo contado. Aunque
era básicamente un trabajo de tres turnos, la sucursal, que aún no se había organizado, no
tenía suficiente personal para responder a emergencias repentinas, por lo que la mayoría de
los nuevos médicos siguieron a Dohan y lo impulsaron como enfermero principal. Por esa
razón, el enfermero en jefe Dohan, a menudo recibía llamadas cuando se presentaba un
paciente de emergencia a pesar de que ni siquiera estaba de guardia.

Había un sistema en el que tenías que llegar al hospital en un plazo de 30 minutos desde que
se recibía la llamada de emergencia pero, esto siempre se aplicó solo para Dohan.
Especialmente esta semana.

Dohan, que había estado planeando liberar el estrés y el deseo sexual que se le había
acumulado durante los últimos dos días, reservó una habitación de la suite real para pasar
dos noches allí en lugar de irse directamente a su casa. El rostro de Dohan estaba lleno de
alegría hasta que entró en la cama con uno de los Omegas que conoció mientras trabajaba
en la sucursal. Y fue solo hasta que ella, que estaba acostada, desnuda en la cama, extendió
los brazos en su dirección, que habló de "enlazarse" de inmediato. En primer lugar, hacía
apenas un año que se conocían a través de una aplicación de internet, segundo, fue por
simple entretenimiento y tres, habían sido pareja sexual de mutuo acuerdo. Solo se hablaban
para tener sexo y se olvidaban el uno del otro al día siguiente. Dohan no tenía ningún deseo
de vivir con alguien y estar atado a una sola persona. La incomodidad de las relaciones
profundas era su mayor debilidad y el alcohol y el sexo eran las dos cosas que necesitaba.

Y a la persona acostada en la cama, mirándole y diciendo "enlazate conmigo". Dohan


respondió: "Solo estamos follando" y le separó las piernas. Aunque la sensación de
diversión estaba arruinada, quería hacer lo que quería hacer. Pero decepcionada y furiosa,
esa Omega solo pateó su hermoso rostro. Dos días en la suite, que debieron ir acompañados
de sexo fantástico, fueron tan decepcionantes que Dohan llamó a otra persona a la
habitación donde se evidenciaban las huellas de lo que estaba a punto de hacer. El segundo
compañero, que ya había comprobado el estado del cuarto y lo llena que estaba de los
rastros de otro, abofeteó la mejilla de Dohan con la palma de la mano hasta que la sangre
brotó de su nariz. Entonces, tapándose, Dohan convocó a Hyewon para que lo ayudara. Y
vertiendo alcohol en su boca una y otra vez, se quejó de que un par de Omegas lo habían
apaleado dos veces en menos de tres horas.

"Eres bueno, Kang Hye-won. La noticia de que estamos juntos aquí ya se ha extendido por
todo el hospital. De nada."

"..."

Dohan, quien vertió el líquido amarillento del vaso directo en su boca, abrió los ojos y
apuntó con su dedo a Kang Hye-won como si quisiera comenzar a decir algo más. Sin
embargo, no dijo nada.

A diferencia de Dohan, que deambulaba en busca de algo más "estimulante" y "divertido",


la vida privada de Hyewon era ordenada y perfecta. Sin embargo, su amigo pensaba que era
un defecto que fuera demasiado meticuloso incluso para eso. Aunque era un beta, era
famosos por tener una mejor apariencia física que cualquier Alfa que conociera en el
hospital. Además, tenía una personalidad tranquila y seria, imagen inteligente, formación
académica y familiar perfecta así que, el número de mujeres que querían hacer suyo el
asiento vacío junto a él superaba con creces las diez (que Dohan supiera.) Se decía que sólo
aquellos con coraje y determinación, podían ganarse a esa belleza candente de ojos bonitos
y cara de "te quiero matar". Casi como recoger una rosa en un jardín aún conociendo que se
iban a clavar espinas.

Pero aunque era como un caballero solitario en un cuento de hadas, Hyewon


inesperadamente nunca rechazaba las confesiones de las mujeres que se le acercaban tan de
la nada a horas de trabajo. Sin embargo, luego de pasar unos días juntos, las jovencitas,
cansadas de su indiferencia y frialdad, eran siempre las primeras en anunciar su lamentable
despedida.

Hyewon Kang era como un trofeo. Un trofeo grande, pesado, brillante y bonito. Si lo tenías,
entonces tendrías la envidia de todos y las personas definitivamente hablarían de ti y tu
enorme hazaña. Sin embargo, la razón por la que no había oportunidad con él, ni
comentarios de boca en boca para empañar su reputación, era porque Hye-won trabajaba en
una sala de operaciones todo el santo día a cada semana.

"A veces los rumores ayudan a que tu reputación pueda mejorar."

"No creo que eso ayude mucho. Es decir, mira a tu alrededor. La mayoría de los hombres de
mi edad ya están casados. Igual las mujeres. Me gustaría hacer lo mismo."

Ante las palabras de Dohan, sobre como los rumores podían volverlo un trofeo todavía más
brillante, Hyewon primero puso la palabra "matrimonio" en su boca. Lim Do-han miró a
Kang Hye-won con una expresión estúpida y luego hasta pareció como si hubiera
escuchado algo increíblemente inesperado.

"¿Te quieres a casar?"

"¿Es malo?"

"No, algo... Quiero decir, es impactante."

Dohan nunca había considerado algo así. Y como él mismo nunca había pensado en eso,
naturalmente creyó que Hyewon, quien siempre estuvo apegado a él, haría lo mismo.

Pero Hyewon pensaba en casarse.

Dohan se sintió muy extraño, como si estuviera enfrentando un choque cultural. Luego,
Dohan miró a Hyewon con una expresión seria en su rostro y comenzó a sentirse como si
estuviera flotando en el cielo. Igual a un globo de helio que había sido arrojado de la mano
de un niño y ahora estuviera a punto de explotar. E igual a si leyera algo de la sutil
expresión de Dohan, Hyewon emitió un sonido extraño mientras vertía más alcohol.

"Bueno... Tú igual eres el único enfermero de quirófano soltero. Deberías pensar en


matrimonio también..."

Ante las palabras de Hye-Won, Do-Han pensó en los colegas con los que siempre se
encontraba cara a cara en los pasillos. Se estaba preguntando si realmente era el único que
quedaba soltero. Recordó a un compañero con una cara redonda que tuvo que usar un
taburete en la sala de operaciones debido a su baja estatura. Se sintió extrañamente aliviado
de que hubiera alguien en una situación similar.

"... Kim Na-young se casará en otoño".

"¿Qué? ¿Cómo sabes qué estaba pensando en él?"

"Porque es super obvio."

"¿Y cómo te enteraste?"

"Me lo dijeron."

Era un hecho evidente que Kang Hye-won no tenía amigos además de Im Do-han. Estaba
desconcertado de que supiera algo que él no.

"¿Quién diablos diría tal cosa a una persona de sangre fría como tú?"

"El doctor Choi."

Cuando salió el nombre de ese hombre, Dohan se reclinó en la silla y exhaló con muchísima
frustración. Si hablaba de Choi Ki-joon, a quien le gustaba hablar sin importar que los
demás escucharan o no, entonces era obvio que lo habría dicho sin siquiera prestar atención
a la reacción de Hye-won.

"Bueno ¿Y con quien?"

"Con la secretaria".

"¡No es posible!"

No importaba cuán relajada fuera la sucursal, a veces se comparaba con la oficina principal
en el sentido de que era estricta con las normas laborales generales. Mientras tanto, le contó
que aparentemente se conocieron e incluso se enamoraron en un segundo. Que horror. Era
mucho más fácil y menos oneroso pasar la noche con la persona que le había atraído ese
mismo día, que verter todas sus emociones, tiempo y responsabilidades en una sola persona.
De todos modos, el tema del "matrimonio" era un territorio que no había sido
completamente explorado.

Bebió alcohol otra vez y luego pensó en Kang Hye-won, quien se casaría y formaría una
familia. Pero no importaba cuánto lo hiciera, no podía ni imaginarlo siquiera.

Bebió licor uno tras otro como agua potable hasta que llegó a un punto en que sus ojos
comenzaron a ver lucesitas. Y a medida que aumentaba su grado de embriaguez, Lim Do-
han, que hablaba menos, finalmente apoyó la barbilla en una mano y miró a Hye-won
directo a la cara. Incluso en medio de un estado de ánimo tan vertiginoso, el rostro de Kang
Hye-won, que encajaba bien con la palabra "ordenado", era perfecto incluso con esos
horribles lentes de nerd.

Do-han y Hye-won, eran hijos de una familia de puros médicos así que se enredaron en una
relación escolar un tanto complicada. Eran dos niños que tenían que saludarse, incómodos
debido a sus padres que eran colegas en el mismo hospital. Después de graduarse de la
escuela primaria, justo en la secundaria, el Kang Hye-won que conoció como una criaturita
pequeña y fea, se volvió tan hermoso que incluso había comenzado a creer que era una niña.
¡Así de precioso era! E incluso después de descubrir que era un hombre, creyó que se
manifestaría como un Omega y que algún día sería su destinado. Fue una época en la que
era inmaduro, pero podía decir que incluso así, se transformó en su primer amor. Un amor
muy corto y no correspondido, claro. Fue porque se dio cuenta de que era un beta y porque
descubrió que él era un alfa. Sin embargo, siempre hacían todo juntos. Dohan fue el primero
en seguir el sueño de su padre de convertirse en médico y, como si se le hubiera contagiado,
Hye-won también comenzó a querer entrar al área médica. Pero Do-han, quien caminó
primero en ese sueño, se volvió un tanto... Incompetente.

En la escuela preparatoria, mientras Hyewon estaba ansioso por estudiar, Dohan pareció
bastante ocupado coqueteando con Omegas y llevándoselas a la cama. Alrededor de ese
tiempo, Hyewon desapareció repentinamente debido a problemas familiares y cuando se
volvieron a encontrar, ya eran Hyewon Kang, estudiante de segundo año en ciencias
premédicas, y Dohan Im, estudiante de primer año en enfermería. Hyewon ya no tenía cara
de niña, ya no era esbelto, y hasta apareció con un cuerpo perfecto, como la imagen de
alguien que ridiculizaría a los Alfas en un abrir y cerrar de ojos. Al verlo así, Dohan se
sorprendió por un momento y hasta se quedó sin respirar. En cualquier caso, a diferencia de
su cuerpo fuerte, seguía teniendo esa cara delgada y tan bonita que lo caracterizaba

"Hyewon Kang. ¿Quieres casarte conmigo?"

Dohan frunció el ceño y le preguntó a Hyewon algo que sonó muy estúpido. Una vez que
comenzó a subir, la embriaguez se apoderó de todo su cuerpo en un instante hasta volverlo
un ser inútil.

"Realmente no."

"Entonces eso significa que todo eso de la boda era un engaño."

"... Si hay una persona adecuada, lo haré".

Hyewon revisaba la pantalla de su teléfono y respondía secamente mientras tanto, así que
Dohan también hizo lo mismo. Sintiéndose ansioso de que una llamada del hospital pudiera
haberle llegado también en lo que estaban bebiendo. Por mucho que fuera un borracho,
había algo llamado responsabilidad.

"Bueno, creo que es suficiente por hoy..."

Dohan vació su último vaso y se levantó.

No había sentido nada cuando estaba sentado pero, en cuanto se levantó, el techo comenzó a
girar tan rápido que fue difícil pararse derecho o al menos mantener la concentración. Y
cuando Dohan se tambaleó y pareció a punto de ponerse a vomitar, entonces Hyewon dejó
escapar un largo suspiro y se puso detrás de él.

Hye-won, que se volvía un tanto reticente cuando estaba borracho, no lo aparentaba para
nada pero también estaba bastante torpe ahora. Sin embargo, a diferencia de Dohan, que se
desabotonó la camisa y se arremangó, Hyewon, que estaba a su lado, no tenía ningún
desorden, ni siquiera un botón fuera de lugar o una corbata torcida. Y luego, esos dos
hombres salieron del salón hombro con hombro. 
Chapter 2

Fueron a la habitación.

Como explicó Dohan, en ese lugar, en el que los dos Omegas lo habían golpeado, todavía
estaba una botella de whisky escocés que el hombre estuvo bebiendo por su cuenta en un
intento por aliviar su dolor mental. También tenía un champán sin abrir en una cubeta llena
de hielo que estaba en la mesita de centro.

Do-han Im realmente había tomado la decisión de destrozarse el hígado hoy, así que tiró el
vaso, que tenía todo el hielo que se había derretido, y lo llenó con el contenido de la botella
de whisky de malta que ahora estaba en sus manos. Hyewon negó con la cabeza como si
estuviera aburrido con el acto de verlo beber alcohol así que, simplemente se sentó en la
cama, se sirvió champán y bebió en completo silencio. Dohan, que estaba medio acostado
en el colchón, de vez en cuando volvía a llenarse el vaso gracias a que aparentemente no le
gustaban ninguno de esos viejos cuentos que estaba sacando a relucir. Por ejemplo, cuando
Lim Do-han tuvo un accidente, o sobre las cosas estúpidas que hizo en la universidad.
Como la vez en que Dohan, que se vio obligado a hacerse cargo de la cabina de donación de
sangre del departamento de enfermería, llamó a Kang Hye-won, que pasaba por allí, y le
extrajo sangre a la fuerza hasta que casi lo mató.

Hyewon, que se volvió menos hablador debido a su creciente estado de embriaguez, se


acomodó, cerró los ojos, abrió la boca y se quedó dormido con la risa silenciosa de Dohan
de fondo. Además, la pronunciación del hombre, que sacaba a relucir una nueva historia que
no tenía nada de gracioso, pero que de todas maneras le estaba haciendo reír, se fue
aplastando poco a poco hasta que ya no se podía escuchar correctamente. Por un momento,
hubo silencio. El efecto de cuatro días de "ir y venir, ir y venir" en el hospital fue bastante
grande así que, empapado en un montón de fatiga y alcohol, sintió que también estaba en un
punto en el que definitivamente no sería extraño que se desmayara junto a él.

Hyewon, que había estado tirado todo este tiempo como "ropa sucia en una silla", apenas
levantó la cabeza al escuchar el extraño sonido de algo acercándose torpemente hacía él. Im
Do-han, cuya cara estaba roja y sus ojos muy abiertos, estaba parado frente a Hye-won,
aflojándose el cinturón y a punto de quitarse también la camisa. Hubo un sonido de bajarse
los pantalones, pero Kang Hye-won, borracho, solo observó las acciones de Do-han
atentamente como si ya hubiese previsto que esto iba a pasar. Poco después, sus pantalones
se deslizaron hacia abajo para mostrarle cada parte de su ropa interior por lo que, como para
no sentirse solo, Im Do-han le bajó los pantalones a Kang Hye-won también. Luego, con un
rostro misterioso, se tambaleó de un lado a otro como si estuviera a punto de caer, aplastó
las mejillas de Hyewon con ambas manos y le golpeó la cabeza contra su cabeza. Por un
momento, ambas miradas se oscurecieron.

Cinturón.
Cinturón.
Más ruido de cinturón.
Otro cinturón.

"Oye... Yo... Yo..."

"Ya lo sé... No te preocupes..."

Después, muchísimo después, Im Do-han extendió la mano y tocó la mesita de noche,


donde estaba el sonido de ese aparatito que no dejaba de vibrar.

Cuando su dedo tocó el celular, que ya estaba muy caliente, Dohan apagó la alarma y lo
empujó otro poquito al fondo para que lo dejara de molestar. Le dolía la cabeza como si le
hubieran fracturado el cráneo con una piedra, y aunque estaba acostado, el mundo entero
giraba como en una discoteca. Trató de levantar su cuerpo por un momento, pero no tenía ni
las ganas suficientes ni la fuerza para hacerlo a la perfección. Fue igual a si hubiera ocurrido
una paraplejía en ambas extremidades inferiores o un derrame cerebral. Después de pasar
toda su fogosa juventud en fiestas, moteles y antros, ahora fue como si la vida en el hospital
le hubiera hecho envejecer mil años en tres. Dohan giró su cuerpo y se acostó, tragándose la
queja de que definitivamente no era el mismo hombre de antes. Y como un paciente en un
accidente de coche, le dolía todo el cuerpo y le dolía el estómago igual a si alguien se lo
hubiese frotado con un rallador.

Do-han, siempre se levantaba tan fresco como una lechuga y salía de la habitación con un
traje limpio, planchado, peinado y sin un solo sonido de enfermedad incluso después de
follar tan duro. Pero hoy, su voz salió de la nada como un "¡Aaaaah!" Ni siquiera podía
abrir bien los ojos.

Dohan sonrió. Había pasado mucho tiempo desde que hizo algo como esto. Eso era seguro.
Después de todo, era una locura estar de guardia durante cuatro días seguidos y luego, al
quinto, decidir tomar alcohol hasta perderse. Luego, al ver que estaba somnoliento como si
se hubiera vuelto uno con la cama, pensó que tal vez se debía a que había tenido una noche
muy aburrida con su acompañante sexual. Pensó: "Te consigues omegas horribles, hombre"
sacudió la cabeza y se tragó un suspiro.
A ver, a ver, después de que Hyewon le curó la nariz, debió haber encontrado a una lindura
en el salón y quizá, le pagó cosas que no necesitaba solo para asegurar un par de horas de
piernas abiertas y un buen culo.

Dohan de repente se preguntó quién era la persona que dormía bien pegado a él, por lo que
arrimó un poco la manta blanca que cubría la parte superior de su cabeza. Había una
hermosa persona de nariz alta, pestañas densas y ricas, y labios delgados. Era precioso,
aunque no era la cara que había imaginado. Era exactamente lo opuesto a los Omegas con
los que se había estado acostando recientemente. Jajaja, hasta se parecía un poco a...

Se parecía a...

Dohan estaba sudando frío por el repentino ataque de ansiedad.

"¿...?"

Dohan se levantó con cautela de la cama y levantó también la manta. El hombre tenía
piernas largas y suaves que se habían enredado con las suyas. Elevó la cobija más alto, con
los dedos temblorosos, y reveló entonces la parte inferior del torso de su mejor amigo a la
luz del sol. El hermoso rostro de Hye-won Kang, que dormía plácidamente sobre su
almohada, estaba repleto de sudor.

"Me lleva la... ¡Ah!"

En el momento en que el pie de Dohan tocó la alfombra de la habitación del hotel, hizo un
ruido chirriante y cayó de nalgas al suelo. La parte inferior de su cuerpo le dolía.

La parte

Inferior

Del cuerpo

Le

DOLÍA.
Especialmente, ese lugar donde nunca había sido invadido a pesar de que él penetraba los
traseros de otras personas más veces de las que podía contar.

¡Puta madre, el ano le dolía!

El sudor frío corría como lluvia por su cara, pero no podía ni enderezar la espalda porque
era como si alguien le hubiera arrancado una de sus vértebras.

Dohan se arrastró por el suelo como un gusanito. Ni siquiera podía pararse por el
monstruoso dolor. Sus gruesos muslos se cruzaron y cuando se liberó la fuerza en su cadera,
de la que se jactaba siempre porque era una cadera perfecta con forma de manzana, la cosa
misteriosa que se había acumulado en el interior fluyó.

Eso

Eso...

¡Era semen!

"¡Ah, por Dios!"

Cuando gritó, Dohan automáticamente se tapó la boca, recogió su camisa del suelo y apretó
los dientes. Su mente estaba en blanco en cuanto a qué demonios estaba pasando. Estaba
bien decir que se había comido a Kang Hye-won... Pero el mejor alfa del mundo, Lim Do-
han, fue atacado por el Beta Kang Hye-won. Era un situación inaceptable, Dohan miró
cuidadosamente entre sus piernas.

Sí, definitivamente se lo cogió. 


Chapter 3

Dohan apretó los dientes y se arrastró por el suelo para recoger la ropa que estaba esparcida
a los pies de la cama, pero ya que ni al segundo intento pudo levantarse de inmediato,
respiró hondo y solo se concentró.

Inhaló.

"Uuuuuh."

Exhaló:

"Aaaah"

Se limpió el sudor frío de la frente, se levantó en silencio para no despertar a Hye-won, que
había estado durmiendo profundamente todo este tiempo, y entonces suspiró una vez más
cuando notó que todavía estaba tal y como lo dejó hace un momento.

Dohan, quien levantó una pierna para ponerse la ropa interior, no notó que llevaba los
bóxers al revés ni los pantalones desabrochados cuando salió de la habitación del hotel
como alma que se llevaba el diablo. Además la camisa tenía los botones todos chuecos y
feos. Bajó un escalón...

"Auch."

No podía pararse cómodamente, ni sentarse, ni hacer nada. Esto se debía, principalmente, a


que cuando doblaba la espalda y aplica fuerza en las nalgas, el dolor era tan alto que no
podía seguir sin sacar algún tipo de sonido. Pudo entender perfectamente por qué los
Omegas, que habían estado a en su cama durante todo este tiempo, amaban los juegos
previos y decían que esperaba que lo hiciera más despacito. ¡Básicamente el hombre le
despedazó el culo por no hacerlo despacito!

Dohan, que ni siquiera pareció tener tiempo de organizar la situación, se paró en el pasillo
del hotel, se abrochó los pantalones y se puso bien la camisa. Pero la mano que estaba muy
ocupada con los botones temblaba tanto que no pudo evitar maldecir todo el maldito
tiempo. Tal vez fue por la resaca, pero su cabeza todavía le dolía como si estuviera
haciendo "crack, crack" y su aliento parecía oler como... A una menta familiar. No estaba
seguro.

Dohan estaba tan desarreglado que pareció un hombre al que habían echado tras descubrir
una aventura. Estaba metiendo el dobladillo que sobresalía de su camisa dentro de sus
pantalones, se arregló bien el calzón, porque le estaba picando, y luego, sus dedos corrieron
de inmediato a su culo para ver si ya no salía tanto semen. Finalmente, cuando se dio la
vuelta, se encontró con otro cliente que aparentemente había salido para irse a trabajar.

"..."

"... Tienes la camisa al revés. Se te ven las costuras."

Dohan se golpeó la frente contra la pared del pasillo del hotel.

"Estúpido, estúpido, estúpido."

Sus piernas temblaban y sus nalgas estaban calientes y doloridas. El dolor que subía por la
espalda era tolerable para caminar, pero el líquido que bajaba por su muslo le estaba
empapando la ropa interior hasta hacerlo sentir muy incómodo.

Dohan, que se había golpeado la frente contra la pared durante un buen rato, sacudió la
cabeza para intentar recuperar los recuerdos que se le habían ennegrecido. No, para ser
honesto, era mejor morir golpeándose la cabeza contra la pared de esta manera que pensar
en algo de lo que había hecho. ¡Y es que no podía recordar nada de lo que pasó anoche! Lo
último que tenía en la mente, era el rostro de Hyewon Kang, quien lo miró como si pensara
que era patético, mientras le decía: "Serás castigado por vivir así"

¿Cómo era posible?

¿Este...? ¿Este era el castigo del que estaba hablando?


Kang Hye-won había sido un amigo cercano desde la primaria. Podía ponerle la palabra
"íntimos" porque incluso ahora, se veian cara a cara todos los días en el trabajo.

Kang Hye-won, que tenías unas estupendas habilidades quirúrgicas, era el encargado de
todas las cirugías que llegaban al hospital, y él era el tipo de persona que conocía
exactamente la herramienta que quería incluso si solo extendía la mano en su dirección y no
decía ni una sola palabra. Además, se suponía que era alguien inalcanzable así que ni
siquiera podía imaginar cómo diablos habían llegado hasta esta dirección en primer lugar.

Kang Hye-won era el típico hombre que siempre era indiferente a los demás y, a diferencia
de Do-han, él era un heterosexual bastante firme. Incluso podía decir que, superficialmente,
se veía como el hombre que siempre había esperado conocer una buena mujer que
presentarle a su mamá. Por supuesto, gracias a eso, Do-han había reflexionando sobre si
debería saltar al río Han o si debería regresar a la habitación y ahorcar a Kang Hye-won
hasta la muerte para que nada de esto volviera a pasar. Después de todo ¿Cómo iba a ver a
Hye-won Kang en el futuro y cómo iban a trabajar juntos mañana?

Golpe, golpe, golpe.

Cuando Dohan se golpeó la cabeza con fuerza contra la pared, un huésped, que
malinterpretó el sonido como un golpe en su puerta, abrió y miró hacia el pasillo.
Avergonzado por los malentendidos causados por sus acciones, Dohan inclinó el cuerpo y
salió apresuradamente del hotel.

Do-han Lim, quien llegó a su departamento, el que estaba un poco lejos del hospital, llamó
de inmediato a su compañero de turno. Do-han trabajaba como enfermero circulante en el
quirófano cada mañana, así que le pidió de favor cambiar el horario de trabajo con el de él.
Al menos por una semana en lo que se arreglaba ése... Extraño asunto familiar que le llegó
de la nada. Fue una petición repentina, pero su camarada accedió de inmediato porque ya le
debía varios favores pendientes. Sin mencionar que era el jefe de enfermeros de quien
estaba hablando.

¿Pero qué había hecho con Kang Hye-won? Si tuviera memoria, habría fingido que todo fue
gracias al alcohol, hubiera explicado la situación y definitivamente estaría actuando sin
vergüenza, pero no tenía ni un solo maldito recuerdo. Y sin saber qué más hacer, Dohan
decidió pasar un día en casa para acomodarse las ideas.

Sintiéndose incómodo con sus pantalones mojados, Dohan se dio una ducha fría como para
lavarse la mente. El hombre planteó varias hipótesis sobre el origen de este incidente y las
alineó en su palma con un bolígrafo que estaba en la banquita que siempre ponía junto a la
tina. Primero, Kang Hye-won, que estaba borracho, lo atacó como un animal y abusó de su
cuerpecito. ¡Que desgraciado! Dohan, que estaba empapado en agua fría, olvidó su
situación y estalló en una risa bastante exagerada: "¡jajajajajaja!" Era una tontería. Incluso
en pleno verano, era un hombre bastante firme que no se soltaba ni un botón de la camisa o
se quitaba la corbata. Hubo un tiempo en que Hyewon fue su primer amor. Era ambiguo
incluso llamarlo primer amor. Y es que, a diferencia de ahora, el Hyewon de esa edad tenía
un rincón extraño que sacudía los corazones de los niños a los que les gustaban las cosas
lindas y delicadas.
A diferencia de él, que corría por la cancha de fútbol y hacía mucho ruido, él era el típico
tipo extraño que leía un libro en la biblioteca durante el recreo. Dado que Dohan apareció
como alfa a una edad temprana, de vez en cuando miraba la cara bonita de Hyewon y se
preguntaba cuándo se manifestaría como omega para poder... Hacer un plan en el que
finalmente estuvieran juntos. No había razón. Es solo que Hyewon tenía una cara bonita, era
flexible y siempre estaba unido a él. Pero después de conocer que era un Beta, Dohan
rápidamente apagó el interés, y fue peor cuando de repente abandonó la escuela
preparatoria. Hyewon ahora era como su otra mitad, su maestro amable, un hermano
amistoso de al lado y el mejor compañero de bebida del mundo. Pero, tuvieron sexo. E
incluso si Hye-won lo atacó, no eran algo parecido a lo que pasaba entre un Alfa y un
Omega, quienes estaban atrapados frente a las feromonas, y Do-han no tenía un físico
esbelto ni era un oponente débil. Su amigo no era de los que forzaban a otros.

En segundo lugar, tal vez en realidad no había follado con Kang Hye-won, sino con otra
persona. Pensó en eso por un tiempo pero, luego negó con la cabeza una vez más y suspiró
con toda su fuerza. Él era un Alfa dominante y nunca, nunca jamás, podía imaginarse bajo
las órdenes de otro hombre. Más bien, siempre le daba una sensación de "repulsión
impresionante" que lo tocaran más de lo estrictamente aceptable por lo que, incluso si fuera
su pareja de meses o alguien muy intimo, no podía soportar que le pusieran una mano cerca
de las nalgas.

Le daba cosita.

No importaba lo borracho que estuviera, el no aceptaría algo como esto NUNCA JAMÁS.
Era tan estúpido como decir que Hyewon Kang lo atacó.

Luego, en tercer lugar... Lim Do-han pensó que él mismo le había pedido a Kang Hye-won
que le hiciera el amor. Sonó horrible, pero había un poco más de posibilidad de que esto
fuera verdad en comparación con las hipótesis anteriores. ¿Pero por qué? Sobre todo,
porque esta era la primera vez que Dohan usaba el culo para aceptar a alguien. Ni siquiera
se había atrevía a tocarse por su cuenta alguna vez.

En lugar de ducharse como lo planeó, Dohan se abofeteó la cara con la palma de la mano.
No tenía sentido lamentarse después de que todo ya había sucedido, pero cincuenta mil
pensamientos no podían ser sacudidos fácilmente.

"¿Ya me puedo jubilar?"

Lo pensó por un momento, pero era demasiado joven. Además, no podía solo desaparecer
porque Kang Hye-won tenía una relación cercana con sus padres y con los suyos también.
Y no era una relación que solo pudieran cortar y ya. No... No se imaginaba abrir su chat y
no decirle hola, o no encontrarse en la parada del tren o no pasar una noche juntos viendo la
televisión. Im Do-han no podía concebir la vida sin él. Era imposible:

"Estoy jodido. En todos los sentidos. La vida me jodió, mi amigo me jodió, yo me jodí..."

Dohan metió la cara en el torrente de la ducha y habló para si mismo.

Después de eso, Dohan, recostado en la cama, suspiró profundamente y pensó: ¿Kang Hye-
won ya se había despertado? Apagó el teléfono celular para evitar recibir una llamada de él
pero, ahora estaba bastante curioso al respecto. Se mordió los labios, suspiró, rodó para la
izquierda y para la derecha y luego incluso pensó en beber de nuevo. Miró al techo como un
loco, se arrancó el cabello, se hizo bolita en la cama, se golpeó la cabeza contra la pared
como si tuviera un ataque, y luego se dio la vuelta para llorar y pedir perdón a su mamá.
Quería evaporarse y definitivamente sería perfecto si pudiera retroceder el tiempo. Dohan,
que rodó una vez más sobre la cama, apretó los dientes por el dolor que le subía desde la
parte inferior de la pierna. Fue doloroso acostarse con Kang Hye-won, pero sobre todo, le
dolió en el ego que siendo un Alfa, lo hubiera cogido un Beta.

Si Dohan hubiera atacado a Hyewon...

Tragó saliva al sentirse estúpido por pensarlo.

Dohan, que había estado clamando solo durante mucho tiempo, finalmente se levantó de su
asiento y sacó una lata de cerveza. Luego, para calmar su estómago, bebió y bebió aunque
no se había puesto a pensar en el motivo por el que estaba en cuclillas en la esquina de la
habitación en lugar de subirse al sillón. Además, Dohan, que era de esos que se sentían
cómodos rodeados de gente todo el tiempo, no pudo sobrevivir en la habitación oscura y
silenciosa por mucho tiempo más así que encendió la televisión y encendió su teléfono
celular también. Se concentró en la televisión y se rió mientras miraba un programa de
variedades y bebía todavía de su cerveza helada. Pero de repente se tocó el trasero otra vez.

Ah, le dolía muchísimo.

Do-han, que rara vez se quedaba en un rincón de la habitación, pensó que estaba bien pasar
tiempo en casa de vez en cuanto. Independientemente de las circunstancias, podía dormir
bien por la noche, algo que no había logrado durante tres días. Además, podía comer, perder
el tiempo y disfrutar de la vida como un ser humano normal después de mucho tiempo sin
hacerlo. Pero... No se sentía nada cómodo así. Después de todo, Mañana iba a volver al
hospital e iba a trabajar con Kang Hye-won...

No, ya había cambiado de turno.

Estaba a salvo. Definitivamente estaría bien.

Pero pronto, comenzaron a amontonarse un montón de latas de cerveza vacías alrededor de


Dohan, que estaba sentado en el suelo incluso aunque tenía un sofá perfecto en la esquina.
Cuanto más no hacía nada, más vívidamente recordaba a Kang Hye-won, quien estaba
escondido debajo de la manta en la cama de un hotel en el centro. No es que no hubiera
visto su cara dormida una o dos veces, pero ahora se sintió más... Personal. Aunque tal vez
fue por el susto que recibió en ese momento.

"Mierda… Ah..."

Las lágrimas comenzaron a fluir. ¿Por qué Kang Hye-won precisamente?

Dohan, que pensó por un momento que era mejor simplemente regresar a la oficina
principal, sacudió la cabeza de nuevo y sorbió la nariz. Kang Hye-won ya había perdido su
trabajo allí por seguirlo, así que lo haría de nuevo sin pensarlo demasiado. Después de todo,
no había ninguna ley que prohibiera a Hyewon hacerlo dos veces porque era "el mejor
cirujano" que tenían en la organización médica para este momento. Quizá, Hye-won
seguiría a Do-han dondequiera que fuera. Sin importarle el por qué.

"No. No es como si esto fuera a suceder. No soy tan importante."

Lo dijo, pero su rostro se puso pálido en un momento. Se sentó en silencio en el suelo y


miró la pantalla de su teléfono una vez más. Tal vez, en lugar de ocultarse como un perro,
era mejor ser descaradamente directo como lo que había hecho con sus otros compañeros
sexuales. Siempre tuvo seguridad y una gran confianza en si mismo pero ¿Por qué estaba
tan deprimido después de tener sexo con él?

Kang Hye-won era muy bueno cuando estaba a su lado así que no debería estar tan asustado
con toda esta situación. Es decir, cuando se encontraban, a menudo discutían y se gritaban
entre ellos, pero eran las dos personas que mejor se entendían y conocían en el mundo
entero. Ahora, le gustaba Hye-won como amigo, pero eso no significaba que lo hiciera de
una manera más importante.

Dohan fue el primero en soñar con ser médico. Kang Hye-won no tenía un propósito
particular hasta que se hizo cercano a Lim Do-han y comenzó a aceptar sus planes como si
el fuera el tornillo que le faltaba a su robot. Su apasionada madre era una escritora y sus tíos
y tías ingenieros. Por otro lado, Do-han, cuya madre, padre e incluso abuelo eran médicos,
dio por sentado que quería ser un doctor también. A diferencia de Hye-won, que no tenía
idea de nada, Do-han nunca se había imaginado a si mismo teniendo un trabajo que no
tuviera que ver con el área de la salud. Entonces, cuando Dohan comenzó a estudiar con el
objetivo de convertirse en médico, Kang Hye-won, que estaba con él, también comenzó a
hacerlo con el mismo entusiasmo que siempre le mostraba a todo. Hubo un tiempo en que
prometieron que serían médicos juntos y que trabajarían en el mismo hospital. Salvarían
vidas, estarían en una camilla y aprenderían un montón de cosas interesantes lado a lado.
Pero luego él desapareció sin decir una palabra. Y más tarde, cuando se reunieron, ya eran
un estudiante de último año en el departamento de pre-medicina y un estudiante de primer
año en el departamento de enfermería de la Universidad de Deokwon. En ese momento, no
pensó mucho en la situación, pero ahora creía que estaba un poquito resentido con él. Sintió
que había perdido a un compañero con el que corría hacia la cima.

Porque después de todo Do-han fracasó terriblemente.

Había reprobado el examen de admisión a la universidad pero aprobado el de enfermería.


Entonces, cuando todos le decían "buena suerte", solo Dohan negaba con la cabeza y pedía
que se callaran. No pensó que sería capaz de ir a la escuela de pre medicina solo porque lo
intentara de nuevo de todos modos. Le gustaba más jugar que estudiar, y se esforzaba pero
solo lo suficiente para obtener el mismo resultado.
Hyewon se convirtió en doctor como resultado de su arduo trabajo, y Dohan admitió
dócilmente que no puso tanto esfuerzo para conseguirlo. Pero lo que lo entristeció fue que...
Tal vez si Hyewon no hubiera desaparecido repentinamente, entonces no habría vivido así y
tal vez hasta hubiera trabajado con más esmero. Era culpa de él. No suya. Su culpa dejarlo
aunque sabía que lo necesitaba demasiado. Y los sentimientos, que no eran tan pequeños
como lo pensó, crecieron poco a poco mientras trabajaba con Hyewon en el hospital.
Doctor y enfermero.

Nadie en la familia le dijo nada a Do-han, pero sabía que no estaban ni un poquito
orgullosos de él. Lo sabía por la forma en que los profesores, su padre, madre y abuelo lo
veían "hacía abajo" todo este tiempo.

Do-han por eso quería derrotar a Hye-won al menos en una cosa. Sin embargo, a diferencia
del Hyewon del pasado, que tenía una apariencia delicada, el Kang Hye-won, quien se
convirtió en un gran adulto sin su conocimiento, no era de los que perdía algo fácilmente.
Incluso en las apuestas de baloncesto ocasionales con los residentes, le ganaba a Dohan y a
otros alfas que tenían condiciones relativamente superiores a la suya. Y tal vez era infantil,
pero solo había dos cosas en las que Dohan podía derrotarlo: Tamaño del pene y número de
experiencias sexuales. Para Hye-won, que de repente apareció como un adulto perfecto ante
él, Do-han no tenía nada que mostrar más que la manera en la que era amado por todos.

Entonces, a menudo mostraba su lado Alfa. Cosas como chistes o la historia de los Omega
que conoció en un bar. El número de veces que había follado o hasta fotos mostrando sus
músculos entrenados por el gimnasio. Quería permanecer así, luciendo inalcanzable. Pero
ahora, gracias a un error, incluso eso había sido en vano.

Confundido, Dohan apoyó la mejilla en el suelo y se mordió el labio. Y aunque había estado
un buen rato ya matando el tiempo, de pronto se dio cuenta de algo y revisó su teléfono
celular, que extrañamente no había recibido ninguna llamada suya en todo el día. Al ver que
hasta ahora no había contacto por parte de Hyewon, pensó que él seguramente debía tener
los mismos sentimientos contrariados que él así que Dohan se levantó del suelo, ajustó su
postura, se sentó y tocó la pantallita con un par de dedos. Lo que apareció en primer lugar,
fue una aplicación para "citas a ciegas." Que había descargado con anticipación. Una
aplicación perfecta para encontrar Omegas para una aventura de una sola noche.

Dohan examinó rápidamente la lista de fotografías en la aplicación, desde los más guapos,
hasta los más bonitos y encantadores. Sin embargo, ¿Por qué seguía recordando la maldita
cara de su maldito mejor amigo? Aunque seguramente, si compartía la cama con una
persona que fuera perfecta para el sexo, entonces iba a empujar sus recuerdos con los de ese
alguien más.

Y con la lógica estúpida de un playboy, Dohan estuvo viendo la lista una y otra vez todo
este tiempo. Los rostros de todo tipo de personas pasaron por sus ojos en rápida sucesión
pero, en realidad, fue tan instantáneo que ni siquiera podía recordarlos bien. Era como la
gente que pasaba junto a él en una estación de metro llena.

"Puta madre..."

Pareció que había mirado a todas las personas de la lista, pero de todos modos no había
nadie que le gustara o que le llamara completamente la atención. Algunos de ellos eran
personas que ya había encontrado varias veces antes e incluso se encontró con la mujer que
le dio una patada en la cara. Y después de actualizar la pantalla de la aplicación una vez
más, entonces finalmente una persona llamó la buena atención de Dohan. No era tan bueno
como tener a Kang Hye-won en su cama, pero tenía que decir que, era un Omega con un
aspecto precioso.

Dohan le envió un mensaje sin dudarlo. Coincidentemente, la otra parte envió de buena
gana un emoticón con el significado de "aceptar" la propuesta de un encuentro casual esa
misma noche así que, una sonrisita confianzuda apareció en el rostro de Do-han sin darse
cuenta. Ja, era tan simple, tan condenadamente fácil que tarareó como si nunca hubiera
tenido sexo en la vida. Luego comenzó a aplicarse un montón de cera en el cabello
enredado, y ya pulcramente arreglado, afeitado y con olor a colonia, usando un reloj que
normalmente no sacaba de su caja, Dohan miró cuidadosamente su reflejo en el espejo de la
sala antes de salir a divertirse. Era un cuerpo que todos amaban. Tenía hombros anchos y un
pecho con músculos que estaban levantados debido al calor del ejercicio. Un bonito cuerpo
musculoso que interfería con el ajuste de la camisa y unas piernas largas que le quedaban
bien a cualquier traje. Con una camisa negra y una chaqueta deportiva, Do-han guardó un
condón en el bolsillo trasero de sus pantalones y tomó el metro.

Después de encontrarse con este jovencito para pasar la noche, fueron a un café en el
vestíbulo del hotel, hablaron, se rieron y entonces, Do-han se dirigió directamente a la
habitación que había reservado para esa noche. El chico, precioso, con dedos largos y una
mirada de ojos azules, sonrió y le dijo algo sobre su día en la oficina, pero en realidad no lo
escuchó bien. Después de todo, si no le gustaba como lo hacía, entonces nunca lo volvería a
ver de nuevo y si le gustaba, entonces ya le diría que le diera su correo.

Tan pronto como llegaron a la recámara en la que se registraron, comenzó a desabotonar la


camisa de Dohan frente a la puerta como si hubiera estado esperando por esto todo el
tiempo.

"Eres muy guapo".

"¿Sí?"

"Estaba aterrorizado de ver las fotos. Es que... Allí te ves precioso. Pensé que era un filtro."

Miró el rostro de Dohan bastante descaradamente. Eran los elogios que había escuchado
innumerables veces en el pasado así que Dohan se rió por dentro y aumentó su confianza.
¿No sería un poco ególatra responder "Lo sé"?

Dado que era una aplicación de internet, la mayoría de la gente solía poner caras falsas,
obras de arte y avatares que eran completamente diferentes a como lucían en la vida real.
Pero entre esas personas, Dohan siempre fue honesto.

El hombre, que miró el rostro de Dohan de arriba para abajo, como si estuviera borracho sin
tomar un sorbo de alcohol, se echó a reír igual a si realmente le gustara su rostro.

"Totalmente mi favorito..."

Ulalá. No estaba nada mal. También le gustaba mucho esa personalidad de ir directo al
grano sin ser engorroso y pretencioso. Sus pestañas largas con un color ligeramente pálido y
las cejas rectas con una textura uniforme eran hermosas y se parecían tanto a las de Hyewon
que quería...
... Espera, ¿WTF?

Dohan, sobresaltado por el pensamiento que acababa de tener, sacudió la cabeza


violentamente y miró al Omega, quien le estaba frotando suavemente el pecho. No, no,
estaba muy lejos de parecerse a Hyewon. Si Hyewon tenía una imagen fría e inteligente,
este Omega era puro fuego. Mierda ¿Por qué estaba pensando en Kang Hye-won aquí? Era
evidente que aún no se había recuperado del trauma psicológico de ese día así que Dohan
decidió ir al grano rápidamente en lugar de divertirse de forma pausada. De esa manera, no
iba a poder deshacerse de sus pensamientos desordenados.

Dohan le arrancó la camiseta a su oponente con un hábil movimiento y lo empujó de


inmediato a la cama. Mirando a la persona sentada en el borde, Dohan se aflojó
bruscamente el cinturón hasta que cayó por el suelo, haciendo un ruido fuerte como de
"click". Sus pantalones se deslizaron sobre sus muslos elásticos y cayeron sobre la alfombra
para revelar una ropa interior negra muy sexy y luego, lo acomodó para poder empezar con
lo divertido. Sin embargo, contrario a las manos que actuaban como si fueran los de una
bestia, el alter ego de Dohan estaba allí, vuelto bolita y balanceándose de adelante para atrás
mientras se chupaba el dedo.

"¿Qué pasa, amor? ¿Estás nervioso?"

El Omega desconocido le sonrió a Dohan. Estrictamente hablando, Do-han pertenecía a la


clase llamada "Ninfómano". Y precisamente por ello no había ningún defecto en su función
sexual. Más bien, estaba en el lado superior de la tabla. Era uno de esos potros descarriados
que iban todo el camino hasta llegar al orgasmo más sensacional que hubieran sentido en la
vida. Pero era cierto que hoy estaba... Lento. Se puso un poco rígido y soltó una risa
incómoda así que el hombre que había estado acariciando la parte superior de su ropa
interior se levantó para poderse recostar más al fondo de la cama.

Dohan miró atentamente al hombre... ¿Cuál era su nombre? Ni siquiera podía recordar el
apellido porque no le tomó importancia. Tenía los pantalones medio colgados sobre sus
caderas y las rodillas bien abiertas hacía los lados. Movió las caderas en su dirección así que
Dohan saltó sobre la cama. Había recordado de repente el día en que le dieron una patada en
la cara, así que tuvo miedo. Seguramente fue porque su postura era extrañamente similar a
la de ese momento.

Y mientras recordaba la sensación, otro recuerdo pasó rápidamente por su mente. 


Chapter 4

"Voy a tener sexo contigo..."

Kang Hye-won, que estaba sentado en una silla, casi como si estuviera acostado, frunció el
ceño por un momento y miró atentamente al tonto de Do-han.

El hombre, incapaz de mantenerse erguido, y mucho menos de caminar de una manera


decente, se tambaleó al pararse frente a Hyewon así que, cuando pareció recuperar un poco
la concentración, entonces dio un paso para atrás y luego tres hacía adelante. Y en un
momento, inclinándose para la izquierda y con los ojos sorprendentemente abiertos, mostró
que estaba en un estado de completa intoxicación y comenzó a sonreírle.

"Yo..."

Dohan se tambaleaba y mientras tanto, también intentaba aflojarse el cinturón justo frente a
él. Sin embargo, Hyewon no intentó detenerlo ni una sola vez después de eso. En su lugar,
solo se quedó mirando los torpes movimientos de sus manos y la manera en que tiraba
varias veces del cinturón para desabrocharse la hebilla. Pero Im Do-han seguía fallando
todas las veces.

Hye-won se sentó de mejor manera en la silla y fijó su mirada completamente entre las
piernas de su amigo. Estaba pensando que se estaba tardando mucho en bajar sus pantalones
pero, aunque quería decirle que se detuviera y también que era un completo imbecil, estuvo
un buen rato en completo silencio como si le divirtiera ver hasta donde podía llegar. Luego,
finalmente se aflojó el cinturón y lo levantó en el aire como un general triunfante que tenía
el suministro de un comandante enemigo. Y mientras se reía, pronunció palabras que
sonaban más a un trabalenguas que a una conversación.

Kang Hye-won se humedeció los labios con la punta de la lengua. Estaba tan tomado, que
pareció dolerle la garganta por la sed que le llegó de la nada y, en consecuencia a eso, una
pequeña lengua rojiza, que contrastaba completamente con su piel blanca, pasó un par de
veces sobre sus boca reseca hasta dejarla bien brillante ¿Y esa había sido una clase de señal
gay o algo así? Porque entonces Do-han, que se estaba quitando los pantalones, agarró las
mejillas de Hye-won entre las manos y lo besó de una manera bastante bonita. Incluso
aunque pareció que le estaba dando cabezazos todo el tiempo en lugar de "cariñitos". Sus
frentes se pegaron y un montón de chispas salieron de los ojos de los dos. No fue posible
saber si estaba mareado por la embriaguez del alcohol o si tenía una conmoción cerebral
debido a que le había dado un golpazo con esa cabezota hueca. Además, su boca tenía un
fuerte olor a alcohol. Como si hubiera acercado la nariz a un vaso de precipitado lleno de
algodones empapados. Pero fuera de eso, no estuvo nada mal.

Al igual que beber un buen ron, su boca seguía teniendo ese sabor a azúcar y crema y la
calidez y la suavidad de la mantequilla en la punta de su lengua.

"Gracias..."

Después del breve beso, Dohan se echó a reír mientras miraba atentamente a Kang Hye-
won, quien lo observaba colocando una cara de estúpido. Luego se tambaleó por tercera
vez, bajó la cabeza y murmuró algo que no pudo escuchar porque ni siquiera era coherente.

Do-han se bajó los pantalones frente a Kang Hye-won y volvió a acercarse lentamente hasta
él. El traje de Hyewon, que no había logrado desprenderle, se arrugaba de un modo feo cada
vez que lo tocaba utilizando las yemas de los dedos y, aunque se sintieron como
movimientos muy desorganizados y torpes, igual nunca lo separó de su lado o lo regañó. El
hombre estaba constantemente murmurando para si mismo. Se tambaleaba y trataba de
quitarle los pantalones a Hyewon sin tener buenos resultados. Entonces, solo se levantó de
la silla.
"Maldita sea, eres un tonto..."

Cuando Hyewon, que medía aproximadamente una pulgada más que él, se aproximó a su
lado para tomarle de la mano, Dohan, que todavía se tambaleaba de un lado para otro,
sacudió la cabeza y frunció el ceño igual a si estuviera tratando de verlo directo a la cara.
Pareció que le había llamado la atención esas pequeñas partes ocultas en su rostro blanco,
sus labios, la forma de sus ojos, las mejillas, sus orejas, y esa flor roja brillante que había
crecido en las mejillas de Hyewon Kang.

"Te ves hermoso..."

"Tú eres tan..."

Do-han comenzó a a ocuparse de su propia ropa interior.

Ahora estaba ebrio, completamente desnudo, con el cuerpo moviéndose hacia los lados y un
pene impresionante parado entre sus piernas. Y en el momento en que Lim Do-han estaba a
punto de tocar el de Kang Hye-won, que estaba justo en frente, su cuerpo se dio la vuelta y
el techo apareció inexplicablemente frente a su cara. Recordaba haber visto las lámparas
ornamentales de la Suite del hotel y también, uno que otro grabado en las paredes. Luego,
bajo la luz de las bombillas, la cara enrojecida de Kang Hye-won apareció de repente a
centímetros de él.

"Tranquilo..."

Esa voz caliente y borracha, como siempre pasaba cuando estaba cansado, lo hizo
estremecerse deliciosamente de la cabeza a los pies. Sintió la sangre correr de su cara a la
mitad inferior de su cuerpo y luego, el dulce aroma de su piel, el que llegó a la punta de su
nariz cuando lo besó de nuevo, pareció cavar a sus pulmones cada vez que respiraba.

"¿Estás bien? Buenos días."

Dohan, que estaba acostado en la cama, con los ojos bien cerrados, se despertó con el
sonido de un extraño junto a él. Y además, estaba esa sensación bastante horrible entre sus
piernas. Dohan abrió mucho la boca y pronto, sus ojos negros revolotearon
implacablemente ante el recuerdo que apareció en su mente, y lo que estaba pasando justo
ahora en la habitación. El Omega, ese Omega que había conocido por medio de la
aplicación, se estaba retorciendo entre las piernas de Dohan. Lo miraba con orgullo,
metiendo su pene en su boca como si hubiera logrado una gran hazaña y luego simplemente
pareció ofrecerle una gran sonrisa. Pero cuando sus ojos se encontraron con los suyos,
Dohan de repente sintió muchísimas náuseas. La sensación de estar parado en un campo
donde soplaba la brisa fresca, fue cambiado instantáneamente a estar en las alcantarillas de
la ciudad.

"Urgh."

El dulce aroma del hombre, que de repente invadió la punta de su nariz, revolvió el
estómago de Dohan hasta un punto bastante exagerado. No era un olor fuerte, como si
hubiera llegado el ciclo de celo, sino una feromona finísima de Omega que estaba saliendo
específicamente para tratar de llevarlo hasta la excitación.

Dohan se tapó la boca y la nariz con ambas manos ante el olor, que en otras circunstancias
habría sido un catalizador excelente para una mayor excitación antes del coito. Sin
embargo, al verlo de esta manera junto a él, su compañero, quien lentamente se levantó ante
su repentina acción, distorsionó su rostro de inmediato y preguntó si "algo estaba mal con
él".

"No, no te acerques... Yo no me siento... Mi estómago no está... Urgh. ¡Vete!

Dohan, que estaba tratando de poner cualquier excusa para no parecer tan extraño, cerró la
boca tan pronto como las náuseas comenzaron a aumentar de intensidad.

"¿Qué pasó?"

"¡Um...!"

Do-han Im, que tenía el rostro completamente azulado, empujó al Omega, que le estaba
mirando muy atentamente, y luego corrió rápidamente al baño para encerrarse allí. Dohan
abrió el grifo del agua del lavabo incluso aunque eso significaba ignorar las molestas
palabrotas del hombre al otro lado de la puerta.

"Ssshhhh."

Y el agua fría se derramó por completo.

Do-han se enjuagó la boca un par de veces para calmar su malestar estomacal, como si
estuviera realmente muy enfermo. Cerró la puerta con llave y trató de hacer desaparecer el
repugnante olor que había disparado en su dirección para tratar de provocarlo. Además, la
silueta de ese hombre, a quien acababa de conocer, comenzó a reflejarse en la puerta de
vidrio translúcido.

Dios, su estómago se revolvió nuevamente y las náuseas aumentaron tanto de intensidad


que Dohan volvió a taparse la boca y a hacer:

"¡Urgh!"

Cuando Dohan no pudo responder, incluso después de que tocaran un par de veces, la otra
persona soltó oraciones llenas de frustración y se quejó de lo "estúpido" que era. Quería
disculparse, pero luego escuchó un fuerte golpe y entonces, la puerta principal se cerró de
un golpazo.

La habitación del hotel quedó tan silenciosa que lo único que quedaba de vida, era el sonido
del agua, corriendo por el fregadero como si fueran las Cataratas del Niágara.

Suspiró. Dohan tenía lágrimas en las comisuras de los ojos y estaba tratando de tragar todas
las náuseas que estaban corriendo en su dirección para intentar no vomitar. Extendió las
palmas de las manos y se abofeteó en la mejilla hasta que incluso dejó una clara huella de
sus dedos en la cara.
"Dios, ahora estoy embarazado. Perfecto."

Como de costumbre, hizo una broma ligera para aliviar la atmósfera incómoda, y después
de dar un par de respiraciones profundas y lentas, finalmente decidió que ya estaba lo
suficientemente bien como para separarse del lavabo. Sin embargo, se sentó en el baño en
lugar de buscar otro lugar para acomodarse y apoyó la espalda contra la fría pared de
azulejos durante mucho, mucho tiempo. ¿Por qué los acontecimientos de anoche le vinieron
a la mente de una forma tan fragmentaria? No importaba lo borracho que estuviera, ¿Qué
estaba pensando para besar a Hyewon Kang primero? No, en lugar de eso, ¿Por qué fue tan
fácil aceptar a Kang Hye-won cuando ahora estaba siendo completamente evidente que no
soportaba el toque de nadie más?

Nuevamente, de repente recordó a Kang Hye-won, subiendo encima de su cuerpo con una
cara roja y madura y su nombre burbujeando de la punta de su boca. Instantáneamente,
ambas mejillas se le calentaron y una extraña picazón se elevó de entre sus piernas. En lugar
del olor fuerte y repugnante de la feromona de ese Omega, que le había dado dolor de
cabeza y ganas de vomitar, pareció estar sintiendo otra vez esa rica colonia que le dejaba un
olorcito como de madera en un bosque. Recordó la manera en la que estaba gritando:
"¡Kang Hye-won!" "¡Hyewon!"

Y entonces, Dohan bajó la mirada hacia la parte inferior de su cuerpo ante lo evidente que
era que estaba teniendo una erección. Estaba duro solo de pensar en él y en ese aroma.

Dohan se golpeó la frente una vez más.

"Maldita sea, esto es tan..."

Las lágrimas brotaron.

Do-han, que apoyó la espalda contra la pared de azulejos durante un minuto más, calmó su
cuerpo excitado y salió del baño, temblando como si le hubiera bajado la presión.

Dohan, que pateó bruscamente la ropa que estaba tirada en el suelo, se tiró sobre la cama
que había perdido el calor y trató de borrar la feromona Omega colocando solamente la
suya. Sin embargo, pronto tuvo que levantarse de nuevo con nuevas y más fuertes ganas de
vomitar. Fue por la feromona que quedó en la sábana.

Dohan, que estaba temblando por las náuseas, pensó durante un rato si pedir a la recepción
un cambio de habitación o una muda de sábanas, pero no pudo controlar su mente
perturbada y tuvo que volver a casa inmediatamente. Cuando tenía náuseas, perdía toda la
fuerza de su cuerpo así que ahora Dohan caminaba peor que si estuviera alcoholizado.
Después de todo, hoy, después de un sexo bastante lamentable, Dohan sería recordado
como un loco que estaba vomitando por culpa de un Omega desconocido.

Cuando regresó a casa, lo recibió una bata blanca, que había lavado de antemano, una sopa
de kimchi y un partido de fútbol repetido. Sin embargo, al ver la hora, descubrió que en
realidad ya tenía que empacar para ir al hospital por la tarde gracias a que su colega aceptó
cambiarle el turno. Pero no era posible evitar ver a Kang Hye-won para siempre. No quería,
pero tenía que enfrentar su destino. Lo llamaría temprano y le diría que había sido un error.
Algo como "Fue culpa del alcohol" "No sabía que eras tú". Pero aunque sabía que tenía que
hacerlo, cuando pensó que tenía que decir algo así frente a su mejor amigo, comenzó a
sentirse terriblemente incómodo. Casi como si fuera grosero.

Dohan abrió su libro de "técnicas post operatorias básicas" y trató de sacudirse todas esas
ideas negativas para concentrarse. Después de todo, ya fuera enfermero o médico, esto de la
salud era un trabajo que requería estudio de por vida. Además, en un mundo donde cada vez
se creaban nuevos medicamentos, nuevas máquinas, nuevos métodos quirúrgicos, y los
modelos avanzados con bajo riesgo estaban en el punto de quiebre, actualizarse era
completamente necesario. Y como la cantidad de cosas para estudiar aumentaba cada día,
cuando estaba en la universidad, llegó a pensar por un momento que sería mejor si dejaban
de investigar tanto para sacar nuevos remedios y en su lugar lo dejaban descansar. Aunque
obviamente era una manera estúpida de ver las cosas.

Do-han, sentado en su escritorio, pasó bastante tiempo concentrado en sus libros de


medicina. A partir de esta semana, entraría en el turno de noche, por lo que necesitaba
ajustar nuevamente su patrón de sueño. El turno de día empezaba a las 7:00 de la mañana y
terminaba alrededor de las 3:30, pero Dohan nunca había salido del trabajo a esa hora, ni en
la oficina principal ni en la sucursal. Dado que la cirugía siempre tenía variables
incontrolables, a menudo se extendía durante tanto tiempo, que cuando los trabajadores
diurnos terminaban sus turnos, él todavía se quedaba al de la tarde.

Dohan era uno de las pocos enfermeros de quirófano con experiencia en la rama, así que
dormía con mucha frecuencia en el hospital. A veces las operaciones eran largas,
terminaban a las 12 de la mañana y, lógicamente, esa era la hora en que dejaba de pasar el
último tren de la ciudad. E incluso cuando él no estaba en el turno de noche, de pronto había
muchas cirugías que no se podían cubrir, por lo que siempre recibía llamadas molestas en su
departamento que le hacían saltar de la cama. Era más cómodo dormir en la sala de
vigilancia o en el quirófano que volver a casa. Y allí, a su lado, siempre estaba...

"¡Carajo! Basta."

Dohan, que se había frustrado, cerró su libro y se acostó en la cama para intentar no pensar
en eso otra vez. De hecho, era la primera vez que hacía esto porque, cuando llegaba a casa,
dejaba su maleta y luego se iba a beber y a conocer gente por allí. Pero ahora, con la
intención de reflexionar sobre lo que pasó con Hyewon, planeó abstenerme de salir y beber
por un buen tiempo. Pareció un plan un poco frágil pero era lo único que tenía.

Apagó las luces y se acostó, pero igual la luz del exterior impregnó completamente el techo.
Cada vez que pasaba un automóvil, la sombra aumentaba y luego disminuía repetidamente
una y otra vez y otra vez. Pensó que lo del hotel era realmente extraño. Era solo un omega
ordinario así que no podía entender por qué su feromona de repente se sentía tan repugnante
a su nariz y tampoco captaba bien el motivo por el que tenía tantas ganas de vomitar solo
por estar a su lado. Dohan cerró los ojos, pensando que tendría que ir a trabajar un poco
temprano mañana para hablar de lo que pasó y ver si podía recibir tratamiento en el
departamento de fisiología. 
Chapter 5

Dohan miró a su alrededor sin quitarse el cubrebocas. Lo había estado pensando mucho
desde ayer pero, cuando se trataba de la realidad, entonces se volvía cobarde y opinaba que
definitivamente no quería enfrentarse a Kang Hye-won en lo que quedaba de su vida.
Tampoco quería verlo a la cara. No quería estar frente a él sin antes estar mentalmente
preparado y estudiar cada una de las posibilidades disponibles.

Do-han, que sostenía con ambas manos la bolsa que contenía su ropa interior, apretó el
botón del ascensor con la cara completamente cubierta. Como el protagonista de una
película de espías. Lógicamente dio un salto impresionante cuando alguien llegó junto a él y
le agarró por el hombro. Aunque por fortuna no fue Kang Hye-won.

"¡Enfermero Im! Es una sorpresa."

Era el doctor Lee Jeong-eun, con quien trabajaría por la noche. Dohan luchó por calmar su
mente sobresaltada y entró en el ascensor junto a él. El quirófano, la unidad de cuidados
intensivos y la sala de espera para las enfermeras de quirófano, estaban todos ubicados hasta
el tercer piso. Entonces, cuando presionó el botón que justamente decía "3" y puso la
espalda en la pared para poder esperar, Lee, con cabello escaso, le habló de nuevo
preguntando:

"¿Tuviste un buen descanso?"

"Estuvo terrible. Me enfermé."

"Ah, con razón."

Cuando Dohan respondió, dándole una sonrisa amarga, el maestro Lee señaló su rostro, con
solo sus ojos sobresaliendo gracias al cubrebocas. La tenía puesto porque pensó que no sería
capaz de manejar sus expresiones faciales adecuadamente estando con Kang. Pero Dohan,
quien no quería explicar algo como esto porque sonaba muy ridículo, solo puso la excusa de
que no estaba en buena forma.

En el tercer piso, tan pronto como bajó del ascensor, giró en la esquina y siguió derecho
hasta poder encontrar la entrada al "centro de cirugía". Y tan pronto como cruzó la entrada
marcada con un gran cartel rojo que decía "Prohibida la entrada excepto para los
trabajadores", entró a los vestuarios, y comenzó a saludar a los doctores, enfermeras y todas
esas personas que aparentemente tenían un camino diferente al suyo. Debido a que el
vestidor no estaba dividido en "médicos" y "enfermeras", sino por género, los residentes, a
quienes se les llamaba más bien "esclavos quirúrgicos", entraban y salían con muchísima
frecuencia sin ponerle atención.

Dohan, que abrió la puerta para ver si estaba Kang Hye-won, vio que Choi Ki-joon, un
doctor general, era el único cambiándose de ropa frente al casillero que estaba hasta el
fondo del salón. Suspiró aliviado.

Dohan, quien le dio un saludo rápido, abrió su cubículo y metió la ropa interior que había
traído desde su casa, una por una. Y luego, disfrutando de ese privilegio que le dejaba
utilizar dos casilleros debido a que era "jefe de enfermeros", abrió la segunda puerta para
poner sus libros en un bonito orden alfabético.
A diferencia de otros doctores, que a menudo colocaban fotos de su familia o de amigos, el
casillero de Dohan se sentía como una gabeta en un centro comercial. Tenía muchos
champús, acondicionadores y productos corporales. Ceras y cremas, estropajos y trapos,
todo para tomar un baño en el hospital y salir de allí luciendo más fresco.

Se puso una bata quirúrgica azul y luego habló con Choi Ki-joon, quien tenia el casillero
opuesto.

"Si te vas a casar, ¿Por qué no me diste una invitación?"

"Ah. ¿Me escuchaste?"

"De Kang Hye-won. Es triste que yo quedara excluido."

"Jajaja, se lo dije mientras estábamos operando."

Choi Ki-joon y Do Han-eun, quienes siempre transportaban pacientes para cirugía, eran
increíblemente amistosos el uno con el otro. De hecho, en este hospital, no había nadie que
no fuera amigo del genial Do-han. A todos les caía bien, porque era amable y tenía
muchísima energía.

Dohan se sentó en el suelo del vestuario. Suspiró por un momento y comenzó a meter los
pies en las grandes medias de compresión que había traído desde su casa. Él siempre había
dicho que llevar medias así era una necesidad básica para los enfermeros de quirófano
porque estaban de pie durante mucho tiempo. Entonces, al ver a Do-han, metiendo sus
grandes pies en unas bonitas medias color albaricoque, Choi Ki-joon cambió un poco de
tema:

"Ayer, Kang estaba absolutamente ensangrentado".

"... ¿Por qué?"

"Tuvo una emergencia nocturna con un paciente con apendicitis aguda. Estuvo horrible."

Ante las palabras de Ki-joon, Dohan recordó que quien estaba de turno era Na-young.

"¿Pero lo asistió Na-young, no? Está raro que se le complicara."

"Sí. Pero es que se sintió como si Kang estuviera más agresivo que de costumbre. Puso
nervioso a la niña."

Ante las palabras de Choi Ki-joon, Do-han pareció adivinar un poco la situación.

Kang Hye-won nunca decía NADA durante las operaciones. Solo se movía para aquí y para
allá y miraba a los instrumentistas como si ellos pudieran leerle la cabeza. En los dramas y
películas médicas que se veían a menudo en la televisión, los médicos amablemente
extendían la mano y les informaban a los demás sobre los instrumentos quirúrgicos que
necesitaban para continuar con la intervención correctamente, pero la realidad era diferente.
Apenas había cirujanos que mencionaban el nombre de lo que querían así que los
enfermeros tenían que estar bien atentos y aprender sobre el método quirúrgico y el
procedimiento por adelantado para entregar los artículos necesarios para el próximo pedido,
SIN que el cirujano hablara. A veces, incluso con la misma cirugía, las herramientas
utilizadas por los doctores diferían, por lo que tenían que estudiar las características
específicas de cada cirujano. Como resultado, a menudo las cosas salían mal cuando los
estudios de los enfermeros encargados no eran suficientes o cuando estaban en una
operación que nunca había sido cubierta. Na-young era alguien que apenas estaba en su
tercer año y cometió un error porque la operación se realizó por vía laparoscópica.

"Ay, carajo. ¿No podía decirle simplemente "¿Dame esto, por favor?" ¿Por qué mira a la
gente de una manera tan aterradora por nada?"

Hyewon, solía mirar a la otra persona sin decir una sola palabra. Si el asistente cometía un
error, entonces él tenía que resolverlo solo. Pero eso era peor que un regaño. Además, Kang
Hye-won era famoso en el hospital por no ser nada amable, por lo que no interactuaba
adecuadamente con otros médicos o enfermeras o siquiera con sus jefes. De hecho, se
rumoreaba que lo habrían echado desde hace mucho tiempo si no fuera tan condenadamente
excelente en su labor como doctor. Dohan, que estaba preocupado por su enfermera, se
detuvo por un momento y preguntó:

"Pero... ¿Está bien? Digo ¿La amonestaron?"

Ki-joon respiró hondo y se cambió toda la ropa, por lo que finalmente se levantó de su
asiento. Dohan, que tenía ambas piernas metidas en medias de compresión, también se paró
del suelo para intentar arreglarse el pantalón.

"Pues Na-young ha estado completamente aterrorizada desde entonces. Creo que hasta se
puso a llorar."

"Hmmmm...."

Dohan tosió torpemente porque no sabía que decir.

"En fin, ya no vuelvas a enojarte con Kang cuando esté de turno. Ahorranos a todos el
drama."

"... Jajaja, no sé de qué estás hablando."

"A él se lo estaba llevando el carajo y tú cambiaste de turno después de años siendo puntual.
No soy idiota, amigo. Algo malo pasó."

"No pasó nada."

"Y fue tu culpa pero eres muy cobarde para pedirle perdón."

"Pues tú eres horrible y por eso tu esposa te va a engañar."


"¿¡Eso qué tiene que ver!?

Incapaz de decir que realmente era un cobarde, Do-han sonrió y le dio a Ki-joon una
palmadita en la espalda antes de cerrar completamente su casillero. Por como lo contaba,
estaba claro que Kang Hye-won también estaba muy alterado por la situación y a su vez,
Dohan ya estaba comenzando a molestarse por la idea de tener una conversación con un
hombre que iba a tener la boca cerrada todo el bendito tiempo.

"Naaaa, es una broma. Felicidades por tu boda, maldito. Seguramente van a formar una
familia muy bonita y feliz".

"Aaaaw, gracias."

Dohan entonces se acercó a Ki-joon y le dio un abrazo muy fuerte para felicitarlo por una
boda a la que seguramente no iba a ir. Choi Ki-joon, con una sonrisa en los labios, salió
primero del vestuario y luego Dohan suspiró y comenzó a golpearse la cabeza contra la
puerta de metal. Tenía miedo de salir. Tenía miedo de verlo. Tenía miedo de hablar con él.
Se sintió como si lo arrastraran al matadero para hacerlo carnitas. Y luego, incluso después
de terminar los preparativos, no salió del vestuario en mucho, mucho, MUCHO tiempo.

Revisó sus notas y los bolígrafos que siempre llevaba en el bolsillo. Reemplazó las tintas
con las de repuesto, que compró por adelantado en internet, y luego se quedó bastante
tiempo lavando las manos que se le habían manchado en consecuencia. Dohan, que
obviamente estaba escondido en el vestuario usando eso como excusa, aguzó el oído en
caso de que alguien pudiera entrar por la puerta en lo que estaba de espaldas. Luego, Dohan,
que había estado escuchando las voces de sus colegas haciendo eco a través de la puerta,
cerró rápidamente su casillero y se asomó un centímetro afuera.

"Doctor Kang, ¿Ya comió? ¿Quiere que le invite un café?"

"Sí. Estaría bien."

Era Kang Hye-won.

"¡Iiiiiiiii!"

En ese momento, Dohan salió corriendo a la entrada del vestuario como un potro con el
trasero en llamas. Antes de que Kang Hye-won girara el pomo de la puerta, Dohan embistió
la madera como si fuera un jugador de fútbol americano e inclinó la cabeza para saludar a
Kang Hye-won y al jefe de residentes que estaban frente a la puerta con una cara
completamente confundida por lo que acababa de hacer. Como la cirugía que tuvo en la
mañana fue bastante larga, Hyewon Kang salió de la sala de operaciones casi a las 3 en
punto. Entonces Dohan, que acababa de encontrarse con alguien a quien no quería ver,
frunció el ceño bajo su cubrebocas y dijo "Buenos días." Y se movió torpemente frente a
ellos dos, como si fueran todos extraños para él.

"... ¿Estás bien?"

"Jajajaja estoy de maravilla ¿Por qué estaría mal? Estoy muy, muy, muy bien. Bueno me
voy. Un gusto. Esperen ¿Por qué un gusto? Somos, somos compañeros desde hace mucho
tiempo ¿No?"

"..."

"... Bueno, bye."

Dohan dio un espectáculo tan incómodo que llegó hasta el punto en que se sintió afortunado
de no haber soñado nunca con convertirse en actor. Y como incluso pensó que Kang Hye-
won lo iba a alcanzar, Do-han corrió por el pasillo como si tuviera una emergencia. Los
crocs que llevaba se le estaban saliendo todo el rato, pero no era el momento de preocuparse
por cosas así.
Detrás de su ondeante cabello rojo, el hombre escuchó como Kang Hye-won llamaba su
nombre un montón de veces, pero igual corrió a la sala de espera de enfermeras fingiendo
no saber nada de nada.

Dohan entró corriendo a la sala e hizo contacto visual con la señorita Kim, que estaba
repartiendo invitaciones de boda.

"Doctor, Dohan, por favor venga".

"Ah, ah, ah, sí. Ya voy. Que alegría verte."

"Aquí está la invitación para mi boda. No vaya a faltar".

"Oh, sí. Escuché la noticia del doctor Choi. Felicidades."

Cuando Kim le entregó la invitación de la boda, en un sobre blanco con un moñito, Dohan
la aceptó de inmediato y se sentó en el escritorio que estaba más lejos de la puerta. El reloj
de la computadora ahora marcaba las 3 en punto. El turno diurno regular funcionaba hasta
las 3:30, pero él se fue corriendo como si llegara tarde a una cita.

"Estoy bien pendejo."

"¿... Perdón?"

Pero Dohan ya se estaba golpeando la frente contra la pared otra vez.

Él no iba a actuar así, es solo que cuando vio a Kang Hye-won, su mente se quedó en
blanco y recordó la cara en la cama que gritaba "¡Do-han!" Ni siquiera podía recordar
correctamente la escena así que no sabía por qué solo su maldito rostro estaba tan claro.

Mientras se sentaba frente a la computadora, como un hombre sin sueños ni esperanzas, los
trabajadores de la tarde comenzaron a ir a trabajar uno por uno. Entre ellos, estaba Yoon Ji-
hoo, una nueva enfermera que siempre estaba detrás de él para recibir su consejo. Cuando la
vio acercarse, enderezó su cuerpo, que había estado casi acostado en la silla, y le preguntó si
"ya estaba lista para la acción". Era hora de dejar de ser un tonto y reenfocarse como todo
un profesional. Y ya que era un trabajo que estaba directamente relacionado con la vida del
paciente, tenía que estar alerta en todo momento. Por un tiempo, puso el caso de Kang Hye-
won en un rincón lejano y decidió seguir siendo el mejor. 
Chapter 6.

Arreglo de quirófano:

Hasta principios de este año, la asignación de salas era relativamente sencilla pero, justo
ahora, todos los quirófanos estaban abiertos a su máxima capacidad. Tan pronto como
terminó la consulta de esta tarde, Dohan verificó el apretado cronograma y arregló el nuevo
plan de acción para que todo fuera un poco más fluido. La nueva enfermera, Jiho, estaba allí
para verificar el programa de cirugía de hoy y hasta había comenzado a preparar los
elementos necesarios para la participación de los doctores especialistas.

Yoon Ji-ho, la estudiante, trabajaba frenéticamente para poner todo en orden, y Do-han, que
era su superior, era quien iba a participar como el "enfermero circulante" en la operación.
Después de todo, era común que en una cirugía de esta categoría tuvieran una enfermera
circulante, que tenía que entender y mover el flujo general de la sala de operaciones para
que todo corriera de una forma un poco más orgánica. Y ya que en realidad estaban
saturados, por lo general, después de una operación, tenían que pasar inmediatamente a la
siguiente y luego a la siguiente. Era trabajo de Dohan, limpiar la sala de operaciones, traer
instrumentos quirúrgicos esterilizados, poner las mesas con campos estériles y contar. Era
tedioso y repetitivo, pero estaba ya lo suficientemente acostumbrado a esto como para no
demorar demasiado. Por otro lado, Ji-hoo era torpe y muy, muy lenta.
Por eso, aunque siempre tenía una agenda bastante apretada y estaba acostumbrado a
moverse en un flujo similar al de sus compañeros de trabajo, se sintió doblemente cansado
de hacer todo esto con una novata que prestaba atención a cada paso que realizaba. Apenas
había pasado una hora, pero Dohan volvió a la sala de espera y se tendió en el sofá para
intentar descansar los ojos. Y mientras pensaba incluso en una manera sencilla de recuperar
el aliento, Mi-hee Kim, quien también había sido su compañera de clase en la universidad,
se le acercó y le preguntó:

"¿Ya compraste los zapatos del uniforme?"

Dohan le mostró sus crocs, así que se rió de él.

"¿Sabes qué? Compra Jibits para que los pongas en tus Crocs. Es lo que hacemos todos
aquí".

Do-han, quien revisó los zapatos de Mi-hee, que se destacaba entre las enfermeras de
quirófano que utilizaban el mismo atuendo, respondió que en realidad no era muy de su
estilo eso de ponerse muñequitos en los zapatos. Ellos utilizaban uniforme los 365 días del
año, cárdigan de vez en cuando y bata blanca al salir del quirófano a almorzar. En un
hospital donde todos utilizaban la misma ropa, a las enfermeras les gustaba decorarse los
pies, insertando muñequitos con forma de florecitas, corazones, cofias o hasta de Mickey
mouse, llamados "Jibitz" en los agujeros de los crocs. Luego, se agachó, y vio que tenía un
montón de Jibits de color amarillo brillante con forma de carita feliz en los crocs. Cuando
su estudiante, Jiho, trató de tocarlo, diciendo que era muy lindo, Mihee apartó su mano de
una palmada.
"No. No puedes tocar los zapatos de una enfermera porque eso hace que el turno se vuelva
pesado."

"... Eso explica muchas cosas."

Kim Mi-hee, que tenía tal vez, un poco más de veinte años, pareció haber comprado un
montón de Jibits en una tienda departamental el fin de semana. Entonces, de pronto, Dohan
sacó un jibitz del fondo del bolsillo de su pantalón y se lo mostró en la palma de su mano.
Era un muñequito en forma de emoticón, con una carita sonriente amarilla y un moñito en la
cabeza.

"Ten, para tus zapatos."

"¿...Por qué me lo estás dando?"

"Es un soborno".

"¿Para que?"

Cuando le preguntó, Dohan se acercó lentamente y se sentó entre ella y Jiho;

"Sobre Hyewon Kang... Dijeron que él y la enfermera residente de pediatría se separaron


hoy. Lo escuché en la sala de operaciones y, bueno... En otras circunstancias le preguntaría
por mi cuenta pero, hoy estoy muy ocupado".

Ante las palabras de Dohan, Mi-hee recordó a Kang Hye-won, quien le comentó que había
comenzado a salir con una colega de trabajo un mes antes de separarse de ella
definitivamente. Así de la nada. La razón de su ruptura, pensaba ella, fue simplemente
porque se aburrió. ¡Y eso que solo habían salido dos veces! Una cuando decidieron hacerlo
por primera vez, y otra justo antes de que se separaran. Kang Hye-won no era un hombre de
casa como todos los demás, sino solo de hospital. Pero ya era la quinta vez este año que
Hyewon Kang tenía una novia. En este punto, incluso pensó que Kang Hye-won era más
playboy que Dohan. Y como nunca salía de aquí, su objetivo romántico siempre fueron los
mismos empleados, residentes y enfermeras de turno. Aún así, cada vez que el asiento al
lado de Hyewon estaba vacante, aparecía un retador más dispuesto a domarlo.

"¿Por qué rompió con ella tan de la nada? ¿Qué te dijo? ¿Te contó?"

"Pues no sé más que tú. En primer lugar, no es del tipo de bastardo que es infiel".

"... Seguro."

"Pero tal vez, como es guapísimo y viene de una familia muy importante, tiene necesidad de
buscar a la mejor mujer para que sea la madre de sus hijos."

Ante la respuesta de Mi-hee, Do-han instantáneamente sintió como si estuviera hablando de


esa "ley de conservación de la raza", que buscaba preservar genes superiores. Al igual que
los Omegas con los Alfa.
"Ummm... Por otro lado, tiene buenas habilidades, es un buen profesor, un buen cirujano, es
el mejor pagado de aquí y también ha aparecido en la portada de revistas muy importantes
del área de la salud. Esto me dice que no necesita pareja y que solo sale con ellas porque
está aburrido. ¿Cómo puedo decirlo? ¿No son importantes para él?"

"Tal vez..."

"... ¿Por qué preguntas eso de repente? ¿Estás celoso de Kang?"

"¡No! Solo tenía curiosidad."

Mihee abrió los ojos y miró la cara de Dohan. Ante esto, Im Do-han se rió y chasqueó la
lengua porque definitivamente no quería parecer un Alfa aburrido que estaba celoso de un
Beta común. Por otro lado, Mihee solo sonrió como si se estuviera burlando de él.

"Yo también he salido con mujeres de aquí".

"… No cuenta si solo las llevas al hotel."

En primer lugar, Do-han odiaba tener citas en la empresa. Fue porque, según él, no quería
que su vida laboral se volviera difícil después de la ruptura. Nunca antes había tenido un
pensamiento de celos o enojo por su amigo teniendo novias, pero ahora se sintió como si
Mihee lo estuviera golpeando en la espalda sin parar con un tema que no debió ser utilizado
en su contra para empezar. Además, aunque era un tipo diferente de Hye-won, él también
tenía un rostro hermoso, un cuerpo bien trabajado y era muy, muy romántico.

"Creo que no tengo nada que pedirle a otra persona. Soy un Alfa perfecto ¿No estamos de
acuerdo?"

"Uy sí ¿Recuerdas cuándo hiciste llorar a esa Omega frente a la UCI?"

Dohan cerró la boca.

El año pasado, una Omega, con quien había tenido sexo algunas veces, vino al hospital para
reclamarle por haberla dejado por mensaje de texto. De hecho, lo acorraló firmemente en su
lugar, como si él y ella hubieran estado enamorados durante un siglo o algo así. Solo de
pensar en ese momento, la cara de Dohan pareció estar volviéndose terriblemente pálida en
un segundo.

"Esa persona no cuenta. Teníamos un acuerdo y ella lo violó."

"Bien ¿Y qué opinas de esa vez en que un hombre vino a la estación de ambulancia y te
abofeteó? O la vez en que..."

"De acuerdo. Ya está. Ya entendí el concepto. Soy basura. Muchas gracias."

Dohan asintió con la cabeza porque no tenía más remedio que darle la satisfacción de ganar
este round.
"De todos modos, dicen que hay alguien que ya le está echando el ojo."

"¿Quién?"

"Jeong-ah Kim, del Departamento de Anestesia".

Ante las palabras de Mi-hee, Do-han recordó a la anestesióloga que fue a la sala de
operaciones la otra vez. Era muy joven, pero ciertamente había muchas similitudes entre
ella y Kang Hye-won. Cosas como, su tono y su comportamiento. Y cuando apareció el
nombre, Dohan recordó a los dos, caminando uno al lado del otro en el pasillo del hospital.
Pareció que se llevaban bastante bien y que, a diferencia de otros doctores, ninguno de los
dos se sentían incómodos en su compañía.

"Si hay una persona adecuada, lo haré."

Ese día, las palabras de Hye-won, que hablaba sobre casarse en el salón del hotel donde le
arreglaba la nariz, de repente le vinieron a la cabeza. Y tan pronto como lo recordó, arrugó
la cara y se estremeció con muchísima fuerza. Como si estuviera cubierto de suciedad, la
sensación se volvió tan horrible que las palabras no podían describirlo.

"No. Para nada."

Dohan comenzó a parecer un niño de cinco años al que le habían quitado su juguete
favorito. Los ojos de Kim Mi-hee se abrieron lentamente en respuesta a su reacción
inesperada.

"¿Qué?"

"No es nada. Jiho, vamos a trabajar ahora. Ya es tarde".

Do-han se levantó de un salto del sofá y le extendió una mano a Yoon Ji-ho, que los había
estado observando a los dos desde hace un buen rato. Todavía quedaba un poco de tiempo
hasta la próxima cirugía, pero ya no quería quedarse aquí para escuchar más tonterías sin
fundamentos. Prefería revisar el equipo en la sala central de suministros o hasta limpiar el
suelo.

"¡Oye! ¡Do-han!"

Cuando Dohan salió de la sala de descanso, Mihee Kim lo llamó de nuevo una y otra vez y
otra vez casi desesperadamente. Pero cuando descubrió que la estaba ignorando, solo
suspiró y cruzó las piernas y los brazos sin darse cuenta. No estaba familiarizada con el
cambio de actitud en Dohan, quien siempre era muy amable y activo en los chismes de
hospital.

"Do-han, ¿Ahora que mosca te picó?" 


Chapter 7
De vez en cuando, había médicos que maldecían cuando la operación no estaba saliendo
bien. No era dirigido a una persona en específico, era solo un intento para alejar la
frustración. Pero como todos los humanos, cuando las cosas no iban bien, un "¡Oh, mierda!"
Se sentía completamente personal.

Si la operación no salía bien, todos los que participaban en ella se volvían completamente
sensibles y el ambiente comenzaba a empeorar hasta sentirse agotador. Había revisado la
sala minuciosamente pero, en el último momento, una vez iniciada la operación, una de las
máquinas dejó de funcionar y le llamaron la atención a él. Dohan, quien se dio cuenta
demasiado tarde, salió apresuradamente de la sala de operaciones y trajo otra de las
máquinas que ya había sido limpiada y esterilizada con anticipación. Pero, tan pronto como
Dohan regresó, el doctor gritó enojado y lo maldijo, diciéndole que "esperaba que se
preparara con anticipación para la próxima vez". En este caso, fue culpa de Dohan por no
revisarlo, pero las enfermeras de quirófano a menudo pasaban por alto los errores de los
residentes. Era algo común, pero hoy las palabrotas del doctor le llegaron aún peor que
otros días.
Yoon Ji-hoo se quejó de que era injusto que los regañaran por algo técnico y se quedó casi
llorando frente a Do-han, que había terminado de contar las gasas empapadas de sangre, las
agujas y todos los instrumentos utilizados en la operación. Luego, se sentó frente a la
computadora por un rato para escribir el informe quirúrgico y parte de su registro.

"¿Realmente tiene que maldecir así?"

"Es porque nos equivocamos. No tienes que tomarlo personal."

Do-han consoló a Yoon Ji-ho, palmeando la silla que estaba a su lado y dándole un breve
descanso a sus piernas, que habían sufrido por estar de pie durante mucho tiempo.

"Aún así, me hace sentir mal porque... ¡Porque se comporta como un cabrón!"

"Jajaja. Hagámoslo mejor para la próxima. Incluso si no fue nuestra culpa."

Lo más importante en el quirófano era el trabajo en equipo. Desde el momento en que


entraban en el salón y se encendían las luces, en ese mismo instante tenías que convertirte
en uno solo con tu equipo para que el paciente sobreviviera. Eso era lo importante, era por
lo que estaban allí en primer lugar. Do-han se levantó de su asiento, intentando dar un
ejemplo para su estudiante, y habló sobre la importancia de limpiar el quirófano después de
terminar. Sin embargo, Jiho suspiró profundamente como si no pudiera recuperarse
completamente de la maldición y todos los regaños innecesarios.

Y era Do-han, no Yoon Ji-ho, quien más quería respirar en este momento.

Gracias al fin de semana libre y a lo que pasó con su mejor amigo, se tomó tres días
seguidos que resultaron en una carga más pesada para su cuerpo. Después de todo, ser
enfermero era un trabajo muy difícil. Tanto física como mentalmente. En particular, a
menudo se llamaba a los enfermeros para tareas como limpiar y arreglar, por lo que era
difícil para Do-han, que era de los que necesitaba de un momento para reponerse. ¡Además
la maldita Mi-hee lo había puesto de nervios!
Por si fuera poco, el cirujano que iba a asistir a continuación, era Hye-Won Kang.

La respiración le cambió hasta un punto en el que estaba suspirando todo el maldito tiempo.

"¿Está bien, doctor? ¿Por qué está suspirando tan fuerte?"

"No estoy haciendo eso. En todo caso... Es porque estoy cansado".

La siguiente cirugía era de una hernia inguinal indirecta a un paciente varón de 40 años.
Algo relativamente sencillo que tomaba alrededor de 1 hora y 30 minutos. Pero el hecho de
que tuviera que enfrentarse a él, era difícil incluso si fuera durante 10 minutos o 1 hora. Lo
afortunado era, tal vez, que el trabajo de hoy no era en círculo, sino con barrera estéril, así
que no tenía que pararse junto a Hye-won cada vez.

Do-han limpió a fondo la mesa, instaló el campo de cirugía con Ji-ho y comenzó a contar
los instrumentos en voz alta. Y a medida que los preparativos llegaban a su fin, Choi Ki-
joon y un anestesiólogo, trasladaron al paciente directo a la plancha. Aparentemente, la
anestesióloga de hoy, era la mismísima doctora Kim Jung-ah, de quien había escuchado
hablar gracias a Mi-hee. Y mientras se preparaba para la operación, Dohan la observó
atentamente de arriba para abajo. No había pensado mucho en eso hasta ahora, pero una vez
que le prestó atención, podía decir honestamente que la atmósfera que desprendía se parecía
muchísimo a la de Kang Hye-won. Era una persona que se la pasaba atrapada en la sala de
operaciones así que nunca se ponía al sol. Podía ser común que su cara se pusiera pálida
gracias a eso pero, incluso considerando esta variable, podía decir que tenía una piel
excepcionalmente blanca y muy bonita. Kang Hye-won era exactamente igual. A diferencia
de él, que se ponía color carbón después de jugar baloncesto bajo el sol abrasador en un día
de verano, la carne de ese hombre se ponía completamente roja y luego, volvía a su piel
pálida original después de mucho tiempo. Además ya lo había tocado a detalle, y podía
decir que era tan suave como un bebé.

Después de que terminó el tiempo de espera y se desinfectó al paciente, Kang Hye-won


ingresó también a la sala de operaciones. Yoon Ji-ho, le abrió la bata y le ayudó a ponérsela
porque ellos ya no podían tocar nada después de lavarse las manos quirúrgicamente. Sin
embargo, de aquí en adelante, todo era responsabilidad de Dohan. La parte delantera de la
bata se esterilizó y la parte trasera se definió como contaminada, por lo que era su trabajo,
como enfermero de circulación, atar los cordones de la bata de Hye-won y arreglarlo desde
atrás para que quedara bien ceñida. Pero mientras intentaba mantener el contacto al mínimo,
Kang Hye-won suspiró y giró ligeramente la cabeza para mirar directo a Do-han, que seguía
detrás de él.

"Do-han, necesito hablar contigo después de la cirugía ¿De acuerdo?"

Lo que estaba temiendo tanto finalmente había llegado. Dohan fingió que no le importaba
mucho y asintió, pero pensó por un momento que definitivamente se iba a desmayar. Al
escuchar las palabras de Hye-won, que sonaron como una declaración de guerra, Do Han-
eun incluso comenzó a percibir la manera en la que un sudor frío comenzaba a recorrerle la
espalda. ¡No podía evitarlo más tiempo porque supuestamente seguían siendo los mejores
amigos del mundo! Y después de esto, Dohan decidió que iba a fingir que no era gran cosa
y a decir que solo... Cambiaran de página y lo olvidaran.
"Empecemos."

Contrariamente al corazón atribulado de Dohan, la operación salió como se esperaba y no


hubo ningún tipo de problema al respecto. En el lugar dedicado para la anestesióloga, Kim
Jung-ah, una doctora hermosa de cara blanca, estaba sentada allí, mirando solamente el
monitor para verificar los signos vitales del paciente. Era como Kang Hye-won pero en
versión mujer. Con una expresión en blanco que demostraba lo concentrada que estaba en
este asunto. Además, ella era más tranquila y calmada que los demás, por lo que era difícil
imaginar que fuera tan descarada como para echarle los perros a Kang Hye-won.

Do-han miró a Kang, que también estaba muy atento en el monitor del endoscopio y luego
volvió a Kim Jung-ah, que observaba la anestesia. Los dos tenían una atmósfera tan similar
que pensó que eran como hermanos y luego, incluso se preguntó si habría pensado en
casarse realmente con una mujer como ella. En formar una familia con ella. Era un
ambiente tranquilo y silencioso, y de alguna manera no le gustaba la sensación. Y en lo que
Dohan se quedaba quieto y pensaba en varias cosas, la operación pronto llegó a su fin.

Kang Hye-won, quien dejó al residente para que se encargara de los arreglos finales, se
alejó de la mesa y miró su reloj. Luego observó a Do-han como si quisiera que dijera algo y
a su vez, Dohan lo miró fijamente hasta el punto de comenzar a sentirse incómodo.
Después, miró a su alrededor con una sonrisa nerviosa debajo de su cubrebocas.

"Nos vemos en la cafetería, señor Do-han".

"Oh, sí."

Y luego, Kang Hye-won dejó un comentario que pareció un tanto significativo:

"Suturas."

El residente, que estaba haciendo los puntos de sutura, levantó la cabeza y los miró a los
dos. Cuando Dohan respondió con un suspiro, Hyewon Kang pasó junto a él sin hacer nada
más. 
Chapter 8

Gracias a la rápida operación, Do-han, que empezó a ordenar antes de tiempo, tuvo más
oportunidad de prepararse para ir a cenar con su mejor amigo.
Dohan pasó por la sala de descanso para tomar una bata y una "tarjeta de identificación de
empleado", y salió de la sala de operaciones por primera vez en lo que iba del día.

El hombre, vestido con una bata blanca sobre su uniforme quirúrgico y con una tarjeta de
identificación de empleado, no pareció tan diferente de los otros médicos que habían ido a
comer. Era una bata que se usaba para poder salir evitando la contaminación pero, para su
mala suerte, al pasar por la sala de espera, los pacientes pensaban erróneamente que era un
doctor de planta y a menudo, preguntaban al respecto. Dohan, a quien una anciana lo
abordó para ver cuándo podría ser dada de alta del hospital, se volvió hacia la enfermera en
la estación, le informó su situación y caminó de mala gana hacia la cafetería, apretando sus
Crocs con los dedos de los pies.

Dohan, que caminaba tan pesadamente como una vaca rumbo al matadero, gimió frente al
ascensor y metió la mano en el bolsillo de su bata. Allí, había un Jibits con la forma de un
corazoncito que Mi-Hee había dejado en su casillero con una nota que decía "Anímate." Lo
apretó dolorosamente contra su palma y esperó a Hyewon Kang frente al segundo piso, que
era donde se encontraba la cafetería del personal y el área de descanso.

Kang Hye-won, quien dijo que vendría primero y esperaría por él, no se veía por ningún
lado en el pasillo. Y como para él era algo increíblemente normal llegar tarde, Dohan hizo
una breve práctica frente al ascensor, escribiendo el guión en su cabeza para no quedar
como un estúpido frente a Kang Hye-won.

Había dicho la palabra "suturas." Ese era el código que utilizaban en la universidad para
"arreglarse" después de haber peleado.

Suspiró.

"¿Qué estás haciendo aquí en lugar de estar adentro?"

"¡Ah! ¡Oye, maldito desgraciado no...! No solo aparezcas de la nada ¿Cuándo viniste? ¡Si
ya llegaste, muéstrame una señal en lugar de dejarme parado como imbecil!"

¿Fue porque estaba pensando demasiado profundamente en esto? Hyewon Kang, quien
apareció de repente, estaba parado justo detrás de su espalda pero nunca lo notó. Y cuando
lo escuchó hablar, Dohan entonces saltó como si hubiera sido golpeado por un rayo incluso
aunque su voz había sido relativamente bajita. El guión que había elaborado en su cabeza
salió volando como una tesis que fue terminada a la fuerza y luego, incluso pareció tan
sorprendido que Dohan le gritó a Kang Hyewon justo como lo haría de costumbre. Dohan
se frotó los brazos al sentir que tenía la piel de gallina.

"Ugh, eres espeluznante".

Cuando Dohan se acarició los hombros, Hyewon Kang simplemente suspiró y decidió pasar
de largo. Contrario a la expectativa que tenía de su encuentro, el hombre entró a la cafetería
sin decir una sola palabra al respecto así que, Do-han, que cayó en pánico, solamente lo
siguió. Ni siquiera pudo pronunciar las palabras que había preparado o las disculpas que
memorizó porque, como de costumbre, Hyewon Kang recogió un platito y miró el menú
igual a si nunca hubiera pasado nada para empezar. Do-han, quien reconoció la situación
tarde, también tomó un platito, se paró junto a Hye-won Kang, y lo observó:

"¿Por qué pediste verme?"

Al recibir las guarniciones en su plato, Dohan finalmente habló con Hyewon al respecto.
Pero de nuevo, al contrario de lo que pensó que sería una pelea en la que estarían
agarrándose por el cuello o teniendo una conversación incómoda y loca, Dohan se quedó en
silencio cuando vio a Hyewon Kang moviéndose tal y como siempre.

"Pues para comer. Siempre lo hacemos juntos."


Ante la respuesta que recibió, Dohan puso una expresión aturdida, como de idiota, y se
frotó la nuca igual a si hubiera comenzado a dolerle de la nada. Y mientras reflexionaba por
un momento sobre cómo responder, Kang Hye-won, quien recibió el resto de su comida
primero, se alejó para poder buscar un lugar. Dohan siguió apresuradamente a Hyewon de
nuevo.

"Pero, Do-Han... Ciertamente hay algo que quería hablar contigo. Es sobre el sábado."

"..."

"Me dejaste solo y te fuiste."

Dohan, avergonzado por la oración de Hyewon, simplemente pareció quedarse en blanco.

"¿Dices que es lo que te molesta?"

"¿Por qué te fuiste?"

"¿De verdad estás preguntando eso?"

"¿Qué tiene de malo preguntar eso?"

Dohan y Hyewon mantuvieron la boca cerrada cuando descubrieron que solo las preguntas
iban y venían sin respuesta entre uno y otro. Por un momento, la cabeza de Im Do-han
empezó a dar vueltas más rápido que de costumbre y luego, incluso su pecho se comenzó a
apretar. Era una situación en la que no podía estar seguro de absolutamente nada así que,
por un momento se sintió como si primero necesitara una explicación de boca de Hyewon
para sentar las bases de las suyas. Dohan agarró el plato y frunció el ceño.

"... No lo sé."

Cuando Kang Hye-won dio otro paso en dirección a la mesa, Do-han lo siguió atentamente
por tercera vez. Luego Dohan, que dejó el plato frente a Hyewon, que había decidido tomar
un asiento junto a la ventana, pensó en hacer una pregunta bastante sencilla:

"¿Por casualidad recuerdas lo que pasó el sábado?"

"..."

Hye-won, que estaba a punto de tomar los cubiertos, se detuvo y lo miró fijamente. Estaba
tan nervioso por eso que el breve silencio que duró solo unos segundos pareció haber
durado más de 10 minutos. Esperando la respuesta de Kang Hye-won, Do-han tragó saliva y
trató de leerle la expresión incluso aunque lo estaba mirando sin decirle una sola palabra.
Ahora que lo pensaba, cuando eran más jóvenes, incluso cuando los dos peleaban, Dohan
siempre era el que lloraba. Nunca había visto que Hyewon hiciera algo así. Por eso es que
hicieron la palabra clave para empezar. Para ahorrarse la fatiga. La voz baja de Hyewon
agarró a Dohan, que había perdido la cabeza por un momento, y lo arrastró por un camino
diferente:
"... ¿Qué dirías si te digo que no me acuerdo?"

"¿No te acuerdas?"

"Dime qué dirías."

Como si se hubiera convertido en un gran perfilador, Dohan comenzó a enfocarse en la


persona frente a él para determinar la autenticidad de sus palabras. A medida que la tensión
en su musculoso cuerpo se moderaba, la espalda de Dohan, sentado frente a la mesa,
pareció volverse un tanto más recta y ancha.

"Tú y yo bebimos en el salón y subimos a la habitación del hotel."

"¿Y después?"

Ante la pregunta de Hyewon, Dohan pensó que realmente lo había olvidado y dejó escapar
un suspiro de puro alivio.

"Uff, que bueno."

Pero sin darse cuenta, Hyewon arrugó las cejas ante la acción tan desgarradora de Dohan,
quien tenía una expresión de cachorrito en su rostro y ahora sonreía como si estuviera
realmente feliz de pasar este mal momento. Es decir, pensó que era bastante razonable.
Originalmente Hyewon no era un hombre que bebiera hasta perder el conocimiento así que,
que lo hicieran así ahora posiblemente le pasó factura a sus recuerdos.
Dohan volvió a mirar los momentos fragmentarios de ese día. Ambos estaban exhaustos y
en un estado extremo tanto física como mentalmente. Se sirvieron tantas bebidas fuertes que
pareció lógico que estuvieran tan perdidos. Eran casi... Como zombies.

Dohan, que consideró las circunstancias antes y después en su cabeza, asintió ante la
respuesta "razonable" que se le ocurrió tan de repente. Tenía solo una pequeña parte del
escenario, y allí estaba Hyewon con una cara particularmente roja y unos ojos muy
diferentes a los de costumbre. Cuando Do-han hizo una expresión seria y luego asintió de
nuevo, Hye-won dejó la cuchara.

"… ¿Tú no te acuerdas?"

"... No todo. Al menos recuerdo que te dejé en la habitación del hotel."

Hye-won estaba mirando fijamente a Do-han como si estuviera a punto de perforarle la


cara. Dohan dudó por un momento sobre qué responder, pero había hablado de esto con la
esperanza de que fuera cierto que Hyewon también había perdido la memoria al igual que
él. Después de todo, si Hye-won recordaba cada una de las cosas que había dicho o la
manera en la que lo besó... Lo perdería. Dejaría de ser su amigo y tenía un montón de
pruebas para apoyarlo. Afortunadamente, Hyewon no respondió y solo asintió con la cabeza
con una sensación de estar diciendo que "lo entendía completamente". Y que "ya no tenía
que hablar".
Cada vez que movía la cabeza, la luz del sol se reflejaba en sus anteojos transparentes.

"¿Por qué cambiaste tu turno?"

"Porque tenía resaca."

La actitud de Hye-won era la misma, pero Do-han no podía dejar de lado sus dudas
fácilmente así que seguía vacilando en sus palabras. Su mente estaba complicada así que
llegó a la conclusión final de que, si él lo recordaba por pedazos, entonces existía la
posibilidad de que pasara lo mismo con él.

"Oye, Kang ¿Realmente no te acuerdas?"

"... Deberías comer."

No pudo despejar sus dudas porque no le contestó adecuadamente. Dohan agarró el extremo
de la mesa con las manos y se estiró un poquito más hacia su dirección. El hombre mojó
nerviosamente su cuchara en la sopa, miró a Do-han, quien dijo esto y aquello y luego lo
atacó con un:

"Solo tengo curiosidad. Ni tú ni yo somos de los que pierden la memoria con facilidad."

"Ya."

"Aunque me alegro de no haber muerto ese día. Bebimos tanto..."

Dohan siguió hablando con él sobre la situación, pero Hyewon pareció concentrarse
únicamente en la comida. Y a medida que la conversación entre los dos desaparecía, la
carne y las papas también comenzaron a esfumarse rápidamente. Dohan se llevó los rollos
de huevo a la boca y pensó si salir de la oficina después del horario habitual de trabajo o
pasar la noche en la oficina de guardia. Por alguna razón, pareció como si todo estuviera
relativamente tranquilo hoy así que podía decir que no le preocupaba demasiado su
siguiente movimiento. Reflexionó un momento y luego, volvió a hacer contacto visual con
Hyewon Kang. Quería volver a preguntarle si realmente no recordaba lo del sábado, pero
también le preocupaba que pudiera estar contribuyendo a la recuperación de los recuerdos
vergonzosos de alguien que estaba tranquilo en la ignorancia. Dohan decidió guardar
silencio sobre esto porque intuyó que ese hombre no necesitaba estar molesto por el
recuerdo de un beso por parte de su mejor amigo.

Iba a fingir que no pasó nada de todos modos.

Después de comer, los dos se detuvieron en el café del primer piso, donde definitivamente
no vendrían de ser un día corriente. Era un café famoso por sus deliciosos croissants y sus
donas con chocolate, pero Dohwan y Hyewon no recordaban haber comido allí ni una sola
vez.

"Un vaso de Americano helado y... ¿Qué quieres?"

"Oh... Uno así también."


"De acuerdo."

"..."

"..."

"¿No vas a... Pagar?"

"Ah, no tengo dinero."

"¿Cómo que no tienes dinero, pedazo de loco?"

"Pues no tengo."

"¿¡Y por qué pediste café si no tienes dinero!?"

"¿Por qué se me antojó?"

"Debes estar... Al demonio, quítate."

Do-han, quien se encontró de frente con el desconcertado empleado de la caja, chasqueó la


lengua y le tendió su tarjeta de crédito. De hecho, el salario de Hyewon, médico de tiempo
completo, no era muy diferente al de uno que rotaba turnos. Afortunadamente él estaba allí
a su lado antes de que lo acusaran de ser un ladrón. La mayoría de los médicos que
quedaron como becarios estaban allí para convertirse en profesores en hospitales
universitarios o para practicar un poco más antes de irse a otro lado. Los préstamos allí no
eran muy buenos, por lo que la mayoría de ellos abrían sus clínicas privadas para recibir
buenos ingresos y, de hecho, solo aquellos a quienes, como Hyewon Kang, no les importaba
si ganaban menos o más dinero, se quedaban sirviéndose de la beca. Sin embargo, Kang
Hye-won a menudo sufría este tipo de situación porque tenía que pagar su departamento y
su automóvil, el salario era bajo y no deseaba apoyarse de sus padres. Incluso aunque era un
enfermero, el salario de Do-han era un poco más alto que el de Hye-won.

"Oye."

"Dohan."

Después de tomar un sorbo de café, los dos se llamaron al mismo tiempo.

"Dime primero."

"No, habla tú primero".

"No, tú dime".

"No, tú."

Cuando los dos hombres adultos se encontraron cara a cara, murmuraron como si fueran un
par de niños tímidos. Igual a si todavía fueran estudiantes de primaria en sus últimos años.
Bromearon diciendo que debería hacerlo primero uno u otro y luego, Hyewon, que no tenía
mucho tiempo para tomar café, mencionó el tema principal primero:

"Ya que estamos hablando de dinero, quería preguntar sobre lo que pasaría con tu
departamento."

"¡Ay! Tienes toda la razón."

Dohan encendió la pantalla del teléfono para verificar la fecha, en respuesta a la voz
preocupada de Hyewon, y tal vez unos segundos después de eso, finalmente se llevó la
mano a la frente y suspiró con todas sus fuerzas. ¿Por qué diablos el tiempo pasaba tan
rápido? La fecha de vencimiento para la renta del departamento en el que vivía se acercaba
peligrosamente así que, si Hyewon no hubiera hablado del asunto, habría estado sentado allí
como menso y no se hubiera enterado sobre esto en absoluto porque era un hecho evidente
que lo iba a olvidar.

"¿Por qué no aprovechas y buscas una casa cerca del hospital?"

Hyewon tenía razón. Cuando llegó por primera vez a la sucursal, el hospital no estaba muy
saturado y los primeros días, estando en la unidad de cuidados intensivos, podía decir
honestamente que no había muchas cirugías de emergencia y que tenía demasiado tiempo
libre para descansar después. En ese momento, no había casas adecuadas cerca del hospital
así que encontró una que estaba a una hora en autobús. Aunque pensaba que iba a seguir
siendo igual de fácil siempre.

"¿Crees que sea lo mejor?"

"Sí. Ni siquiera tienes un coche."

A diferencia de Hyewon, que tenía su propio automóvil, Do-han no consiguió uno de


inmediato porque siempre decía que no tenía mucho chiste si al final nunca salía del
hospital.

"¿Te gustaría vivir conmigo?"

"¿Contigo?"

"Sí. No hay muchas opciones por aquí, y ninguno de nosotros está mucho tiempo en casa de
todos modos."

A sugerencia de Hyewon, Dohan enarcó las cejas. No era una mala oferta en realidad. (Al
menos, si no se hubiera acostado accidentalmente con Kang Hye-won hace unos días.) Era
cierto que no había habitaciones individuales cerca del hospital, y la mayoría de ellas eran
unidades familiares con un costo bastante exagerado. Además, ninguno de los dos iba a casa
muy a menudo así que ciertamente era un desperdicio. Si los dos vivían juntos, incluso en
una casa un poco más grande, la carga se aliviaría de muchas maneras y dejaría de sentirse
tan frustrado siempre por la manera en la que llegaría a fin de mes. Dohan activó la
calculadora en su cabeza por un momento.
"Lo pensaré."

"De acuerdo."

Era una oferta tentadora, pero Dohan retuvo su respuesta por el momento. No sabía cómo
podrían cambiar las cosas en el futuro pero, si pensó que sería bueno esperar un poquitito
más. Todavía tenía unas semanas hasta que expirara el contrato de su casa por lo que sería
mejor aceptarlo justo en ese momento para, además, asegurar que Hyewon realmente no
recordara nada de esa noche.

"Bueno, ¿Qué te parece si lo discutimos bien este fin de semana?"

"¿Por qué el fin de semana?"

"… Es el cumpleaños de tu padre".

"¿Por qué sabes qué es el cumpleaños de mi padre?"

De hecho, Dohan entendía eso, solo fue como si quisiera sacarle más conversación.
Después de todo, lo que había entre los dos era tan natural como el agua que fluía en un río.

"Porque tu padre llamó".

"Por supuesto."

Y lógicamente lo hizo porque sabía que Dohan no mostraría la nariz en su cumpleaños a


menos que hiciera que Kang Hye-won lo atrapara y lo llevase hasta Seúl. Su padre era una
buena persona en muchos sentidos, pero Do-han siempre había tenido dificultades para
pasar tiempo con él.

Dohan suspiró y asintió ante la escena obvia que se desarrollaba frente a sus ojos como un
video que había visto docenas de veces y luego, de la nada en realidad, recordó algo:

"Ah, yo... ¿Conoces a Kim Jung-ah? ¿La anestesióloga?"

Hyewon pareció no entenderlo de inmediato, pero Dohan siguió aún así. Como era de
esperar, el hombre tomó otro sorbo de café y sacudió la cabeza igual a si pidiera que fuera
más exacto. Hyewon Kang no estaba demasiado interesado en las cosas que le rodeaban
cotidianamente.

"Mihee me dijo que Kim Jung-ah le contó que estaba interesada en ti."

"Ya veo..."

"Eres muy popular."

Interiormente, temía mostrar una expresión molesta, pero Kang Hye-won se la puso fácil
asintiendo ante las palabras de Do-han como si estuviera acostumbrado a escuchar
cumplidos. Dijo "Tal vez deba traerla aquí también." Y de repente, no sabía exactamente
por qué, pero una fiebre desconocida se elevó en la cabeza de Dohan como si la sangre se le
estuviera yendo al cerebro. Él había sacado el tema primero, eso fue claro, pero fue porque
no esperó recibir ese tipo de respuesta tan positiva. Se sintió como si la feromona del
omega, que de repente le dio náuseas, se frotara debajo de su nariz y su estómago hasta
ocasionarle dolor.

"Oye... Jajaja, no. No te estoy diciendo que aceptes. Yo solo... Era un chisme y ya. Si no te
gusta, simplemente di que no. No tienes que ser amable con ella."

"¿Quién dijo que no me gusta?"

La expresión de Hyewon, que se levantó de su asiento, con el café en su mano y la mirada


puesta en su reloj, no era ni de disgusto ni de alegría, era... Solo él.

"Bueno ya la ves todos los días ¿No? Ni, ni siquiera pareció interesarte hace unos segundos
¿Y ahora le vas a dar café?"

"Bueno ¿Y qué hay de ti?"

"¿Cómo que qué hay de mi?"

"¿Por qué te encuentras con Omegas todos los días si no pareces interesarte en ellos?"

"Porque yo... Porque..."

"¿Ajá?"

"Porque solo lo hago por sexo. Es diferente."

"Por supuesto. Es obvio."

Las palabras de Do-han parecieron herirlo por segunda vez, por lo que Hye-won arqueó
ligeramente las cejas y levantó sus anteojos sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.
Tanto así, que notó que sus lentes de montura plateada estaban colocados muy por encima
del puente alto y blanco de su nariz. Hyewon pareció un poco brusco ahora.

"Pues yo también quiero sexo."

"... ¿Qué dijiste?"

Dohan miró a Hyewon de arriba para abajo, como si acabara de escuchar una broma
bastante divertida. Cuando estaba en la escuela de premedicina, pareció tan confinado al
estudio que ignoraba a todas las jovencitas que se le acercaban. Incluso las novias que tuvo
en ese periodo y hasta las de ahora se quejaban de que solo las veía dos veces al mes y por
eso todas lo terminaron. ¡No podía venirle con el cuento de que quería sexo cuando tenía
muchísima suerte de no seguir siendo virgen!

"No puedes hablar en serio."


"Claro. Dime por qué."

"Porque tú no... Porque..."

"..."

"Solo, no..."

"Excelente argumento. Me voy. Tengo una cirugía más en un momento así que nos vemos
en la noche."

Hyewon tomó un par de sorbos de su Americano y dejó la taza en la mesa. Dohan, que tenía
mucho tiempo libre hasta la próxima cirugía, naturalmente se congeló.

"Espera... ¡Oye!"

"¿Qué?"

"... Si recuerdo algo más de ese día, yo voy a decir todo ¿Sí?"

"... Nos vemos, Dohan."

La punta de las cejas afiladas de Kang Hye-won se elevó un poco más, pero eso fue todo. 
Chapter 9

Hyewon se estaba moviendo tan rápido que su bata blanca de doctor comenzó a ondear en
el aire de izquierda para derecha y la tarjeta de identificación de empleado, que colgaba de
su cuello, seguía haciendo un sonido de "crack, crack, crack" cada vez que chocaba contra
su pecho. Verlo así no era algo que hubiera pasado por un día o dos, o un año o dos, pero
hoy, su temperamento se había vuelto tan excepcionalmente pesado que todos tuvieron
miedo. Los residentes que caminaban desde el lado opuesto del pasillo, lo saludaron con el
respeto suficiente que merecía un superior, pero Hyewon pasó junto a ellos sin siquiera
mirarlos a los ojos.

Dentro de él, había un fuego impresionante que le estaba consumiendo la sangre. Un


incendio forestal. Después de regresar a su base, Hye-won revisó los registros del paciente y
fue a la computadora para llenar su informe de atención. Cuando el mouse hizo click rápida
y fuertemente sobre la madera y entonces él gritó algo como: "¡Puta madre! ¿No puedes ir
más lenta?" Y la golpeó, el residente, que estaba comiendo fideos, escapó abruptamente de
su asiento y se cayó de nalgas. Incluso el propia Kang Hye-won sintió que su personalidad
era muy inestable ahora.

Hyewon, que había estado concentrado en el registro del paciente durante un buen tiempo,
golpeó el teclado con fuerza cuando la cara de Im Do-han le volvió a la cabeza. Maldito
desgraciado ¿Cómo se atrevía a...? ¿Cómo podía ser tan...? Incluso el propio Kang Hye-won
había mentido por Do-han para no hacerlo sentir asustado ¡Pero ver a Do-han aliviado por
la mentira lo hizo sentir ganas de darle un puñetazo! Bien, lo había dicho. ¡Quería
golpearlo! Podía entender por qué quería fingir que no sucedió nada entre ellos. Eran
amigos desde hace mucho tiempo, así que no quería alejarse de esto ni perder su relación.
De acuerdo, que dulce. Pero, ¿Qué diablos con decirle que fuera con la anestesióloga? ¡Se
acababan de acostar, por todos los dioses! Al final, las palabras de Dohan fueron la prueba
de que la relación de esa noche, no había sido más que un error o un entretenimiento sin
emoción alguna.

"Perra."

Una palabrota salió de la boca de Hyewon, quien había recordado el rostro de mosquita
muerta de Dohan en la cafetería. Daba miedo porque Hyewon no era del tipo de hombre que
frecuentara mostrar sus emociones frente a los demás. Si alguien hubiera escuchado las
malas palabras que estaban saliendo de su boca, una tras otra tras otra, se habrían puesto tan
pálidos como si hubieran visto un fantasma.

Kang Hye-won siempre estuvo al lado de Do-han, pero Do-han nunca lo puso en su lista de
prioridades solo porque eran alfa y beta. Incluso si el celo se le acercaba y se ponía a jadear
frente a él, solo le decía, "Inyéctame el inhibidor", o "ayúdame." pero Dohan nunca miraba
a Hyewon ya que sus ojos estaban atentos en cualquier omega desconocido que pasara por
allí derramando feromonas. ¡Estaba cansado de fingir estar bien! Estaba cansado de fingir
que eran amigos cercanos, fingir que le daba igual que se acostara con quién sea y cansado
de aparentar ser heterosexual. Si hubiera sabido que esas palabras volverían en su dirección,
diciendo "No lo sé, ¿Pero recuerdas a la maldita anestesióloga?" le habría dicho todos sus
sentimientos por él correctamente. Debió haberle dicho "Ah, ¿No te acuerdas? ¡Pues mira la
maldita cicatriz de mordedura que tienes en el muslo! ¿Qué crees que te pasó allí? ¿Crees
qué fue un perro o qué carajo"

Hyewon, quien rápidamente giró la rueda del mouse para escanear el registro del paciente,
detuvo su dedo y se puso a reír tenebrosamente. En momentos como este, Hyewon se sentía
miserable de ser un Beta. Si hubiera sido un Omega, su relación con Dohan habría sido
completamente diferente. Los padres de ambas familias eran muy cercanos, por lo que tal
vez él podría haber sido el prometido que le hubieran elegido sus estúpidos parientes.

"Im Dohan..."

Desde el momento en que Hyewon descubrió que no podía oler las feromonas de su amigo,
o las feromonas de nadie más a su alrededor, esta miseria solo se volvió
impresionantemente dolorosa. Se sentía como estar atrapado en la habitación que Do-han
creó para él. Bloqueado en el papel de un amigo que estaba más cerca de él que nadie más,
pero que nunca podría acercarse lo suficiente. A menudo pensaba que preferiría convertirse
en un Omega. Pensaba que quería tener un celo, pensaba que quería poder oler sus
feromonas y unirse a él como compañeros. Pero un Beta era un amigo con el que nunca se
podría asociar sexualmente, y por el contrario, cualquier persona con una etiqueta de
Omega podría convertirse en el nuevo amante de Im Do-han.

Una vez, Hyewon se tragó una botella de inhibidor en su casa después de la escuela,
creyendo el rumor de que si se tomaba una gran cantidad de este medicamento, podría
expresarse como un omega completamente. Su madre se sorprendió al ver la caja de
medicamento vacía y luego, sin siquiera regañarlo, lo llevó a la sala de emergencias para
que le hicieran un lavado gástrico. Lo que dijo en ese entonces fue exactamente la oración:
"Hubiera sido bueno si fuera un omega". Así que incluso recordaba la cara de asombro que
puso su mamá. Incapaz de decir algo, tomó la mano de Hye-won, quien fue dada de alta del
hospital, y lo sacó de la escuela para que pudiera tener un momento de recuperarse. Ni
siquiera preguntó por qué quería ser un Omega pero, al ver a su hijo, que no jugaba y no
tenía amigos, estudiar tan arduamente para ser un médico que pudiera estar con Dohan
eternamente, se preguntaba si tenía una idea.

Hyewon quitó por completo sus manos de la computadora, se sacó los anteojos de la cara y
los colocó sobre el escritorio por un rato. Luego, simplemente se frotó el rostro con las
palmas completas una vez y otra vez y una más como si quisiera arrancarse la piel. Y
aunque la expresión no se le movió, el calor que sintió en ambas mejillas hablaba de los
sentimientos que tenía todavía dentro de su corazón. Primero estaba enojado por la mentira
sobre su encuentro sexual, pero luego pensó que, incluso si tuviera otra oportunidad, Hye-
won volvería a engañar a Do-han y a decirle que no recordaba nada. Porque era lo mejor
para ambas partes. Si sus cejas gruesas y rectas iban a fruncirse de esa manera todo el
tiempo, aparentando estar tan incómodo con él, entonces Hyewon le iba a seguir la
corriente.

La rienda se había aflojado hasta tal punto en que ya no podía soportar los deseos que había
estado escondiendo durante toda su vida, y en cuanto hubo una pequeña oportunidad, los
reveló completamente. Sintió el calor subiendo por todo su cuerpo así que tocó a Im Do-han
con la excusa de estar bastante borracho.

Acercó el cuerpo a su cuerpo y lo besó.

A pesar de que siempre se repetía que tenía que caminar a su lado como lo hacían los
amigos normales, también deseaba que ese hombre cayera entre sus brazos para mirarlo
únicamente a él. ¿Qué dirían sus padres si se enteraran o qué pasaría si veían al menos una
vez la manera en la que su hijo tensaba la espalda cuando lo tocaba estando desnudo? Y si
Dohan se enterara completamente de la manera en la que se lo comió, ¿Entonces que diría
él? Pero en realidad, Hyewon había logrado aferrarse a su razón, tan delgada como un hilo,
y aguantó durante mucho tiempo como una bandera en una colina donde soplaba un tifón.
¡Fue Lim Do-han quien habló primero! Él fue el primero en desatar su cinturón y quitarse
los pantalones, y fue él quien se le acercó en ropa interior y le mostró el pene. Hyewon solo
era culpable de no detenerse. Do-han, que luchó por levantar sus ojos temblorosos, presionó
sus labios contra los de Hye-won tan tiernamente que la acción provocó una chispa en su
pecho, no en su cabeza. Como engranajes chocando entre si y escupiendo fuego. Y el
cabezazo y la boca cerca de la suya fueron el catalizador.

Hyewon no pudo soportarlo más y se levantó de su silla. Sus ojos, que habían estado
aturdidos por la embriaguez, brillaron al contacto de sus labios y luego, sin darse cuenta de
como había pasado en realidad, lo empujó contra el colchón y lo hizo suyo.

El cansancio se le había acumulado hasta el extremo, y estaba exhausto por el trabajo que
había estado realizando durante varios días. Aunque tenía planes, Hyewon tomó la llamada
telefónica de Dohan al primer pitido y corrió al hotel sin preguntar demasiado al respecto. Y
se sintió patético al darse cuenta de que había arruinado una "cita para cenar" solo para
escuchar al hombre, del que estaba enamorado, diciendo la forma en que un Omega le pateó
la cara antes del sexo. Le dijo que estaba en su casa, pero en realidad era una reunión sobre
la premisa de un matrimonio. Pensó que tenía que conseguir una pareja Beta, una mujer
normal, y utilizarla para borrar sus sentimientos por Dohan. Pero, a los 5 segundos de haber
comenzó la reunión, la abandonó. Ella era buena mujer, estaban en la misma profesión, en
el mismo hospital y no eran demasiado ruidosos el uno con el otro. Eran el tipo de personas
apasionadas por su trabajo, educados y amables... Y prefirió al playboy que no dejaba de
follar porque eso era lo que las personas estúpidas hacían.

Se despidió diciendo que había pasado algo urgente y salió del restaurante. La besó, pero
tampoco podía llamarse de esa forma. Fue realmente, un golpe de labios.

No era como lo que estaba haciendo Hyewon.

Eso fue la descarga más suave del mundo entero. Con un olor amargo a alcohol, como
crema de mantequilla. Y mientras Hyewon miraba fijamente su cara, la mano de Im Do-han
se metió dentro de su camiseta y en algún momento del encuentro, la desabotonó para poder
tocarle la carne.

Cuando la punta del pezón se frotó contra su palma seca y agrietada y luego corrió para su
ombligo, Hyewon se estremeció de un modo increíblemente delicioso. Se preguntó si esto
era solo un hábito suyo de "mujeriego" y luego todo este asunto se volvió todavía peor
cuando la mano de Dohan tocó el lugar que tenía su verga. El hombre había intentado
apretar su última pizca de razón y por supuesto que pensó que debería detenerlo en este
momento. Él quería hacerle el amor pero, ya que nunca se lo había imaginado de esta
forma, intuyó que no era lo que quería hacer. Lo correcto...

Se detuvo.

Dohan, quien puso una mano sobre el colchón, arrugó la frente y miró a Hyewon como si
estuviera pidiéndole que se acercara de nuevo. De vez en cuando lo observaba fijamente y
lo sujetaba por la cintura utilizando sus dos manitas. Había un pensamiento en su cabeza
que decía que tenía que detenerlo, pero no hizo nada para controlar la tentación. Emociones
oscuras y cobardes fluyeron de la parte que Dohan estaba sosteniendo y cubrieron
completamente su cuerpo hasta hacerlo tener la cabeza en blanco ¿Y es que qué pasaría si
fingía que no podía evitarlo y lo abrazaba? ¿Qué pasaría si solo... Daba un salto de fe?
Irónicamente, fue porque él era un beta que le había permitido permanecer a su lado durante
tanto tiempo. Se lamentó de que era un beta y quería convertirse en un omega para estar con
él pero, si lo fuera de verdad ¿Habría podido quedarse con Dohan todo este tiempo? ¿Le
habría permitido estar de esta manera ahora? Hyewon recordó los rostros de todos esos
Omegas que habían sido heridos por Dohan en el pasado y pensó que eventualmente
terminaría haciendo la misma expresión que ellos.

Pero mientras Hye-won estaba en conflicto, Do-han, quien finalmente se quitó los
pantalones, comenzó a abrirse de una manera fantástica para él. Y luego, antes de que
pudiera reaccionar, Do-han comenzó a mostrarle su pene.

La cosa de Dohan, que estaba acurrucada entre las piernas de Hyewon, estaba casi
apuñalando su muslo como si fuera un palo. Probablemente porque había entrado en celo.
Pero ya que era un beta, no había logrado oler las feromonas alfa que exudaba Dohan, por
lo que Hyewon solo supuso que era parte de su comportamiento libertino. El hombre estaba
tan borracho que no podía controlar su cuerpo correctamente, así que empujó su propio
cuerpo entre las piernas de Hyewon y le presionó los hombros con las dos manos. Ah, fue
tan difícil. No importaba cuántas veces lo pensara, no quería convertirse en un lugar de
entretenimiento por una noche. Además, si lo hacía ¿Sería capaz de guardar este momento
en su corazón por el resto de su vida y sentirse satisfecho? Estaba claro que iba a haber un
deseo mayor en el futuro. Y el inicio de esa codicia sería el final de su relación.

Sin embargo, la tentación fue demasiado grande como para empujar a Dohan a despertar.

Desde el día en que se dio cuenta de que tenía a Dohan en su corazón, agarró sus propios
genitales y gritó el nombre de ese hombre mientras se masturbaba. Siempre fue su único
deseo. Amaba ver el cuerpo de su amigo cambiándose de ropa en el vestuario y amaba
imaginarlo a su lado en su cama. Suspiró, luego pensó que debería hacerlo de todos modos.

Después de todo, allí estaba el cuerpo desnudo de Do-han, el que siempre había estado
tanteando en sus delirios.

Y mientras Hyewon estaba en problemas, la mano de Dohan corrió entre sus caderas hasta
hacer que el pene de Hyewon se levantara y goteara un poco de semen, pero no fue
suficiente como para llegar al punto de devorarlo así como si nada. Sin embargo, Hye-won
miró a Im Do-han fijamente cuando sintió que le estaba tocando las nalgas.

"Dohan... ¿Qué estás haciendo?"

Dohan, que había frotado su trasero, frunció el ceño cuando notó que Hyewon lo estaba
deteniendo.

"No lo haré de inmediato. Tranquilo, Taemin Kim".

Taemin Kim.

¿Taemin Kim?

Si Hyewon hubiera sido un objeto quebradizo, se habría roto en pedazos con ese sonido. No
importaba de quién fuera el nombre, de todos modos, no era el nombre de Hyewon. Se
sintió muy mal. Era un sentimiento que no podía expresarse con palabras. Y es que no era
suficiente decir el nombre de otra persona mientras lo miraba descaradamente, sino que ni
siquiera sabía de quien era el cuerpo que estaba manoseando en ese momento.

Hyewon se echó a llorar.

Podía sentir las lágrimas en sus ojos, volviéndose calientes mientras bajaban. Lo llenó una
sensación de traición e ira porque, aunque estaba borracho, igual pensó que no era justo.
Imaginó que lo estaba haciendo porque Dohan también tenía sentimientos por él o porque al
menos le gustaba un poco su cara, pero no fue nada de eso. Hye-won agarró a Im Do-han,
que le estaba tocando el trasero y gritando el nombre que podría pertenecer al Omega que
pasó junto a él, o al Omega que lo pateó en la cara, y le hizo aferrarse a la cama.
"Dohan..."

"¿Qué...?"

"Lo siento."

Hyewon se subió rápidamente a su cuerpo, le tomó los hombros con ambas manos y lo
presionó contra el colchón. 
Chapter 10

Mientras los dos hombres forcejeaban en la cama, el colchón pareció sacudirse


violentamente de un lado para otro. Dohan, que estaba borracho, no pudo moverse cuando
Hyewon, que era más alto que él, lo presionó para abajo con todo su peso. Normalmente era
un hombre rudo, lo habría golpeado y pateado hasta dejarlo inconsciente y lo insultaría por
haber jugado con su honor como Alfa. Pero, ahora pareció estar tan honestamente mal, que
ni siquiera podía manejar su pene de manera correcta.

Hyewon agarró sus hombros con firmeza y lo mantuvo quieto antes de que le volviera a dar
un cabezazo. No sabía nada sobre las feromonas de un Alfa, pero al menos podía olfatear
ese olorcito típico de la piel de Dohan sobre la suya. Hyewon entonces puso sus labios en
sus labios y lo chupó hasta que el sabor amargo a alcohol le impregnó la saliva. Sin
embargo, no era algo que le molestara en absoluto. Más bien, podía decir que le gustaba
tanto, que su corazón, que se había enfriado con el nombre desconocido de "Kim Tae-min",
comenzó a latir con mayor intensidad.
Lo había atacado porque estaba enojado con él, eso era completamente cierto. Pero, una vez
que comenzó, Hyewon se encontró con que ya no podía detenerse.

Era irresistible.

Hye-won metió la lengua en el pequeño espacio de su boca, pero Do-han pareció no querer
que lo tratara así. Más bien, él deseaba tomarse su tiempo para sentirlo bien. Acariciarlo,
chuparlo, beberlo un poquito mejor y consentirlo. Y sorprendido por esa reacción tan
inesperada, Hyewon se encontró respirando muy profundo. Obviamente, había sido Kang
Hye-won quien lo atacó primero, pero era agradable sentir que también estaba
involucrándose en esto.

La boca de Dohan estaba muy caliente. Tanto y tanto, que fue como si su saliva, que estaba
brotando por sus comisuras, fuera a secarse y a evaporarse de un momento para otro. La
lengua, que se le retorcía como una serpiente que estaba increíblemente hambrienta, subía y
bajaba de un modo tan encantador, que incluso el aliento que llegó a tocarle la mejilla le
hizo suspirar.

"Ah, ah..."

Cuando Hyewon agarró las manos de Dohan y las fijó en la parte de atrás de su cabeza, sus
músculos trapecios y sus hombros, que eran perfectos sin importar donde se miraran, se
destacaron tan perfectamente que fue como si quedara en shock. Sus brazos estaban muy
levantados y revelaban unos duros deltoides y también, unos grandes músculos pectorales
que estaban bien abultados debido al ejercicio. ¿Y cuántas veces había estado pensando en
este cuerpo, en su propio espacio, donde no había nadie más que ellos dos gritando sus
nombres? Era perfecto. Tanto que Hyewon puso sus labios con cuidado en su pecho,
siguiendo la ilusión que había repetido innumerables veces en las imaginaciones de su
cabeza. Desde la clavícula hasta los pezones, que ya se le habían endurecido lo suficiente
bajo su boca, Hyewon comenzó a acariciarlo utilizando la punta de una lengua que ya
estaba bastante caliente. Y cuando Hyewon incluso levantó los dientes y mordió su pezón,
Dohan exclamó: "¡Aah!", Dejó escapar un gemido y giró su cuerpo hacia el otro lado casi
inconscientemente. Entonces aparecieron sus flancos retorcidos, con músculos fuertemente
entrelazados y costillas marcadas, como para mostrarle lo hermoso que era sin importar el
ángulo que comenzara a tomar.

Hyewon no pudo contenerse más después de eso.

No podía deshacerse de todas esas emociones y sensaciones que corrían por su cabeza e
incluso, por un momento, fue como si la herida punzante de su pecho finalmente hubiera
estallado para comenzar a supurar.

"Do-han..."

Hyewon llamó el nombre de Dohan en voz baja. Contrariamente al habitual tono frío y seco
que ponía siempre en el hospital, la de esta vez pareció estar agrietada y rebosante de calor.

Dohan entonces se volvió hacia un lado y sacudió la espalda en el aire, haciendo que su
pene bien erecto quedara más expuesto y los hoyuelos le aparecieran y le desaparecieran de
esas caderas tan bonitas de las que había estado tan orgulloso antes. Hyewon lo llamó por su
nombre una vez más, pero Dohan no respondió de inmediato. Solo hubo un sonido de dolor
de tono bajo que hizo que su garganta se pusiera a vibrar.

El hombre miró su gesto descarado por un momento, luego agarró cuidadosamente sus
genitales, con una mano blanca, y lo acarició hasta hacer que se pusiera a temblar justo
como lo había hecho la primera vez. Los pilares mojados y brillantes de su pene, aparecían
y se ocultaban repetidamente mientras se pegaban a la piel humedecida de sus palmas y
luego, como si estuviera tragando un gemido, pudo ver incluso la fuerza que Do-han había
puesto en las líneas de la mandíbula para intentar resistir.

Hyewon agarró su pene aún más fuerte y pasó su otra mano entre sus nalgas. ¿De quién
creía que era la mano que le estaba haciendo esto? ¿De Kim Tae-min? Dios, no quería ser el
sustituto de Kim Tae-min esta noche, pero pareció que ya no tenía remedio. Hyewon
extendió con cuidado sus largos dedos entre su cuerpo así que, mientras jugueteaba con sus
caderas de manzana, le hizo torcer su torso una vez más hasta que incluso se preguntó si lo
estaba sintiendo bien.

Dohan giró su cuerpo boca abajo, levantó las nalgas en lo alto y comenzó a tomar las
sábanas entre sus manos como si este fuera el modo que había adoptado para no enloquecer.
Hyewon agarró sus caderas temblorosas con ambas manos y le abrió las piernas de par en
par sobre la cama. Los testículos que se balanceaban a través de sus muslos eran claramente
visibles, y la entrada rosada pareció comenzar a punzarle intermitentemente. Luego, Kang
Hye-won se quedó mirando ese ano en el que nadie había entrado antes de él, y empujó
suavemente su largo dedo índice hasta dentro. Naturalmente, solo se tragó la punta de la
uña. Pero cuando no apretó, decidió levantarse para colocar la lengua en su lugar.

"¡¡Aaah!!"

Dohan, que había estado sacudiendo la espalda durante mucho tiempo, se detuvo por un
momento y luego respiró increíblemente hondo cuando algo caliente y húmedo tocó ese
lugar. El hombre agarró el dobladillo arrugado de la sábana con ambas manos y
repetidamente apretó y aflojó esta parte según el placer que sentía entre sus nalgas.

La respiración de Hyewon, que estaba demasiado agitada y áspera, llegó a meterse entre la
piel del trasero de Dohan así que se agarró al colchón y tembló ante la extraña sensación
que sintió cuando su lengua puntiaguda tanteó alrededor del agujero y se empujó finalmente
hasta el tope. Entonces, cuando dejó de moverse, Hyewon metió su mano entre sus piernas
y agarró sus genitales para intentar volverlo a masturbar. Podía sentir su verga creciendo,
hinchando su carne en la punta de sus dedos sin ningún tipo de filtración.

"Ah, ah, es... Es extraño..."

Dohan, que había apretado los dientes y hablado de una manera un tanto reprimida, pareció
haber llegado a un punto perfecto de excitación sexual. Sin embargo, de vez en cuando,
abría los labios y dejaba escapar un pequeño gemidito. Extendía las manos o dejaba caer la
frente contra la sábana mientras se ponía a gritar.

Hyewon, que miraba a Dohan de una manera absolutamente fija, perdió la cabeza,
distorsionó su impresión y metió tres dedos a la vez. El agujero que había estado abierto de
par en par mientras se retorcía por el placer que estaba haciéndole sacudir hasta la espalda,
se cerró ante la repentina intrusión. Palpitó de nuevo y ocasionó que Dohan abriera la boca
de un modo que se sintió un tanto exagerado. Se derrumbó sobre la sábana, con un sonido
extraño y luego dijo que era "algo completamente nuevo para él." Y que "era vergonzoso."
Pero Hyewon igual quería cuidar a Dohan. El hecho de que fuera un Beta no significaba que
no supiera como era el sexo anal así que movió los dedos suavemente incluso ante el acto
de su amigo, gritando con toda su fuerza y moviéndose para arriba y para abajo sin parar.
Los fuertes muslos de Dohan temblaron cuando lo abrió un poquito más con las manos y
luego los testículos, que parecieron bastante pesados a través de sus piernas abiertas, se
estremecieron y se quejaron hasta que, en un punto, vomitó un montón de semen en su
palma. Pero el líquido blanco y espeso era tanto y tan exagerado, que pareció derramarse.

Do-han, que había derramado todos los deseos acumulados sobre él, relajó la espalda y cayó
sobre la cama mientras comenzaba a respirar con muchísima fuerza. Hye-won miró sus
dedos sucios, sus palmas sucias, y luego se la llevó de inmediato a la boca y a la nariz
¿Podían los Omegas oler las feromonas en el semen de Dohan? Hyewon respiró hondo y lo
olfateó. Pero, incapaz de resistir la sed ardiente que estaba creciendo dentro de él, puso su
lengua en su mano y lo probó como si fuera chocolate. Olía como la piel de Dohan, pero
tenía un sabor salado. Y mientras hacía eso, incluso sintió que su pene se había comenzado
a hinchar otra vez.

Hye-won volvió a separar las nalgas de Do-han con una mano apresurada y torpe.
El semen que tenía entre la mano actuó como lubricante cuando metió sus dedos manchados
a través del agujero y luego, los sacó lentamente como para que se pudiera acostumbrar.
Entonces, Dohan, que estaba acostado en la cama, exhalando con dificultad y jadeando,
hizo un intento por arrodillarse y se acomodó para que esa mano presionara justo en ese
punto que pareció gustarle mucho.

Hyewon fue quemado hasta la médula por culpa de lo sexy que se veía, como si fuera un río
expuesto en una sequía. Sus genitales estaban dolorosamente excitados, su pecho ardía y
sentía una sed increíblemente loca por él. Cuando Dohan volvió a torcer su cuerpo e intentó
levantarse un poquito más, Hyewon, bastante impaciente, comenzó a meter ese voluptuoso
pene que tenía, dentro de su pequeña entrada rosada y necesitada por él. No había forma de
que ese objeto pudiera caber en el ano que apenas y había aflojado con sus torpes manos,
pero lo intentó tan despacio como la mente le decía que lo hiciera.

Hyewon y Dohan soltaron un gemido al mismo tiempo.

"Ah..."

"Umm..."

Cuando Hyewon trató de empujar su pene con fuerza dentro de él, Dohan arrojó su rostro
contra la almohada e hizo una voz extrañamente más fuerte. Luego, Hye-won palmeó la
parte inferior del abdomen de Do-han con una mano que pareció bastante urgente, le agarró
el pene, y comenzó a sacudirlo mientras hacía lo mismo con su cintura. Y allí descubrió que
Do-han, que era muy promiscuo, también era extremadamente débil ante el placer.

Cuando la entrada, que había estado apretada como si fuera a cortarle los genitales de un
solo tajo, volvió a aflojarse tanto como la primera vez, Hyewon se empujó hasta hundirse.

"Ah, ah, ah, ah..."

"Dohan, ah, Dohan..."

Su pared interna y caliente envolvió sus genitales hasta el punto en que Hyewon gimió y
gritó el nombre de Dohan con toda su fuerza. El interior lo tenía tan caliente que no sería
extraño que lo hiciera eyacular de un momento para otro, y aunque estaba un poco apretado,
era infinitamente suave. Era agua hirviendo. Un sentimiento de éxtasis breve acompañado
con arrepentimiento y resentimiento junto con el placer que le estaba haciendo cosquillas en
todas direcciones.

"Lo siento, ah... Lo siento..."

En primer lugar, no quería tener una relación así con Dohan. Al contrario de lo que decía su
mente, su corazón pareció comenzar a desgarrlo desde el centro del pecho. Y cada vez que
Hye-Won cavaba en su agujero, Do-Han dejaba escapar un gemido lastimero y reprimido
que sonaba como:

"¡Aaah! ¡Ah, ah, ah!"


Sin saberlo, eyaculó dentro de Dohan de una manera increíblemente pesada. Y cada vez que
entraba y salía de su agujero después de eso, el semen blanco brotaba hasta mancharle todo
el pene. Intentó meter el dedo a la vez.

"Oh, waaaaa... Ah, ah..."

"Dohan, Dohan... Ah, Dohan..."

"Ah, un poco más.... ¡Ah!"

Kang Hye-won sintió que su corazón estaba a punto de estallar. Exhaló con tanta violencia
que sacudió sus hombros y después, agarró la cintura de Dohan con ambas manos y lo
aproximó un poquito más hacia él para poder sentirlo mejor. Entonces, cuando la pelvis de
Dohan fue sujetada con firmeza por sus gruesos antebrazos, los movimientos del hombre
comenzaron a incrementar e incrementar e incrementar uno por uno hasta que de repente, el
estrecho agujero se le llenó de semen una vez más. Y Hyewon, que pareció no darse cuenta
de lo desencajada que estaba su expresión facial, solo abrazó a Dohan, como si fuera una
bestia, y se movió con él como le vino en gana.

Hyewon, que abrazó la cintura de Dohan con ambos brazos, como un perro en celo, perdió
la razón y palmeó el trasero de Dohan con muchísima fuerza cuando pareció llegar hasta su
propio orgasmo. Y ya que eran unas nalgas bastante musculosas, un chasquido resonó en
toda la habitación del hotel.

"¡Ay! Ah, ah, Dios... ¡Ah!"

Tan pronto como Hye-won empujó su largo y grueso pene en el agujero de Do-han, justo
hasta el final de la raíz, se escuchó un chirrido extraño y, al mismo tiempo, los testículos de
Hyewon parecieron estrellarse muy duro contra su carne.

El hombre gritó el nombre de Dohan casi como si estuviera llorando. A pesar de que no era
la primera vez, el cuerpo promiscuo de su mejor amigo sentía tan constantemente el placer,
que comenzó a tragarse sus genitales con muchísima más fuerza que la de la primera vez. E
incapaz de tragar, la saliva comenzó a fluir de su boca bien abierta y el sudor comenzó a
caerle por la cara y por el pecho. Dohan agarró el antebrazo de Hyewon, que sostenía su
cintura, y comenzó a decir:

"Ay, Kang Hye-won. Kang, Kang..."

El nombre de Hyewon repentinamente salió de la boca de Dohan.

Hye-won, que fue despertado por la voz que lo llamaba tan suavemente, se volvió hacia Do-
han y lo tocó para mirarle la cara:

"¿Qué dijiste?"

"Ah..."

"¿Dohan?"
"Hyewon... Um..."

Hyewon torció el rostro, cerró los ojos y acarició lentamente la mejilla de Dohan mientras
lo escuchaba pronunciar su nombre. Un montón de pelo teñido de rojo se aferraba a su
rostro igualmente enrojecido así que Hye-won tuvo que darle un par de palmaditas en la
cara para confirmar que estaba bien. Sin embargo, Do-han no abrió los ojos y siguió
murmurando para si mismo:

"Hyewon... Más. Quiero más... Hyewon. Hyewon."

Antes de que Dohan pudiera terminar de hablar, Hyewon volvió a penetrarlo, incluso
aunque pareció que se había detenido por un tiempo. Fue un gesto tan violento, que la
cabecera de la cama se estrelló contra la pared del hotel toda la noche. 
Chapter 11

Hyewon se tomó un momento para recuperar el aliento y luego, se dio la vuelta con la
misma expresión sería que tenía normalmente.

Mientras revisaba a los pacientes que había operado, Hyewon no sonrió o cambio su cara ni
una sola vez. Aunque los otros médicos y enfermeros sonreían amablemente y se
regocijaban por la recuperación de un paciente, solo Hyewon estaba tan serio como una
maldita piedra contra el cemento. Y gracias a esto, Hyewon era en realidad el médico
menos popular de este hospital. Por supuesto que las reservas de pacientes externos nunca
salían del todo bien para él. Por muy hermoso que fuera, había muy pocos pacientes a los
que les gustara ser tratados por un médico frío. Muy raramente, de verdad muy raramente,
había enfermos que confiaban en él basándose en su actitud pero, igual era malísimo
tratando con las personas.

Cirugía era el departamento más reacio para los estudiantes de medicina pero, la mayoría de
los residentes que eligieron este lugar, como Hye-won, soportaban valientemente tiempos
muy difíciles con el único fin de convertirse en "cirujanos de talla mundial". Entonces,
aunque daba miedo y parecía como si no tuviera sentimientos, las habilidades quirúrgicas
de Hyewon eran tan sobresalientes, tan maravillosas, que todos comenzaban a utilizar la
palabra "Gran Cirujano" en su presencia. Incluso desde su segundo año como becario. Con
su sólida formación y sus habilidades quirúrgicas, los residentes y profesores no dudaron ni
una sola vez en que Hyewon se establecería como un doctor de cirugía general bastante
reconocido. Sin embargo, los residentes igual llamaban a Hyewon "ROBODOC". En
realidad, eso era un robot quirúrgico utilizado por cirujanos ortopédicos para realizar
cirugías articulares, pero era más bien... Como una clase de reconocimiento a Hyewon y sus
habilidades, que parecían guiarse sin emociones o sentimientos. Justo como un robot.

Pero todavía era algo incómodo.

No eran sólo los pacientes los que estaban nerviosos sino, los residentes que ahora estaban
detrás de Hyewon todo el bendito tiempo y todos los médicos que siempre se quedaban con
él en la sala de operación. Las enfermeras no querían tener turnos con el ¿Y es qué cómo te
sentirías si tu compañero de trabajo, con quien pasas horas enteras cara a cara, nunca
sonriera frente a ti? Obviamente te pondría los pelos de punta.

Hyewon, quien recientemente terminó la última ronda de una paciente de 40 años a la que le
extirparon la tiroides, fue llamado brevemente a la sala de emergencias. Después de atender
a un paciente con múltiples traumas craneales, Hye-won, que tuvo un breve momento para
respirar, sacó una taza de café de la máquina expendedora que estaba en la sala de descanso
de los empleados y, sentado en un banco duro y frío, con café caliente en la mano, se quedó
completamente silencioso. En poco tiempo, llegaría el momento de que Do-han dejaría el
hospital. Por supuesto, esto era común porque no había cirugías programadas ni
emergencias así que, como era enfermero quirúrgico, en realidad no hacía falta rotar
emergencias. Sin embargo, al recordar a Dohan, comenzó a tener ese estúpido pensamiento
que lo había estado molestando recientemente:

Ese día, en la habitación del hotel, Dohan llamó el nombre de un hombre que no conocía.
Un tal Kim Tae-min. Pero, al final, claramente dijo el suyo. Y cuando lo mencionó, sonrió
tan brillantemente que su corazón comenzó a dejar de sentirse un tanto desgarrado. Así que,
lo abrazó de la cintura con fuerza y besó la parte de atrás de su cuello, gritando el nombre
de Dohan mientras el decía: "¡Hyewon!" "¡Kang Hyewon!" Demonios, todavía recordaba
que en ese momento, su corazón había comenzado a latir con muchísima fuerza. Casi hasta
el punto en que le comenzaron a doler las costillas, y además, todo su cuerpo se llenó de
una satisfacción que solo había sentido cuando eras niño. Entonces, hubo un momento en
que quería preguntarle "¿Por qué eyaculaste gritando mi nombre?" Y "¿Por qué me dijiste
que no me detuviera?" Sin embargo, tan pronto como Hye-won, que se había quedado
dormido, como muerto por tanta fatiga acumulada, se despertó, lo primero que vio fue una
cama vacía. La figura de Im Do-han no se encontraba por ninguna parte y aunque iba a
llamarle por teléfono, no tuve el coraje de hacerlo. Tenía miedo de que estuviera enojado
con él y tenía miedo de que no quisiera hablarle. Y era cierto que aunque pareció inevitable,
no quería ser golpeado por la realidad.

Así pasó el tiempo. Y el lunes no iban a tener más remedio que encontrarse cara a cara. Se
dijo "Tengo que preguntarle" y también cosas un poco más arriesgadas como "Tengo que
comprobar sus sentimientos" pero Dohan de repente se desconectó del mundo.

Entonces Hyewon se dio cuenta que Dohan no quería verlo y que, en realidad, deseaba
descartar todo de la noche que pasaron juntos.

Las heridas que habían desaparecido, como si hubieran sido lavadas después de escuchar su
nombre de su boca, se abrieron de nuevo y cortaron el corazón de Hye-won justo a la mitad.
Y se sintió como si de pronto se hubiera convertido en un paciente crónico. Un paciente
crónico que llevaba demasiado tiempo en el hospital y sabía que en algún momento iba a
morirse. Justo como un hombre que de repente fue atropellado por un automóvil mientras
caminaba tranquilamente por la calle, Do-han siempre era muy bueno para infligirle una
gran herida en el momento menos esperado.

A pesar de que le dolía, se agarró del pecho y pensó que nunca más iba a dejarse lastimar
por él. Pero cuando le mostró un pequeño toque de interés, lo miró de nuevo como si nada
hubiera pasado para empezar.

Al final, Hyewon Kang siempre era ese enfermo terminal que era hospitalizado y dado de
alta de nuevo para repetir el ciclo de daños.

El hombre miró su rostro reflejado en la placa acrílica de la máquina expendedora. ¿Qué te


pasa hombre? ¿Por qué estás tan quieto mientras sangras de nuevo?

Desde el momento en que se conocieron, a Hyewon Kang comenzó a gustarle Im Dohan.


Por supuesto, en ese entonces, no era un sentimiento sucio que mezclaba el deseo sexual y
el afecto como ahora. Era una emoción pura que además llegaba a un punto simplemente
perfecto.
Así como Omega y Alfa se atraían el uno al otro inconscientemente, Hyewon Kang también
se sintió irremediablemente cautivado por Dohan en cuanto le tocó la mano. Nunca había
considerado las razones o las condiciones por las que le pasaba esto, pero siempre pensó
que era tan fuerte como si estuviera enlazado a él desde que nació en este mundo. Por
supuesto, Dohan no sintió lo mismo.

Hyewon se bebió el café de un solo golpe. El sabor amargo de la crema, que no le gustaba,
y la dulzura de la azúcar que le había puesto casi exageradamente frente a la máquina,
permanecieron en su boca durante mucho tiempo incluso aunque se frotó la lengua contra el
paladar. Tenía que estar de servicio hoy casi todo el día así que mientras Hyewon pensaba
en eso y en aquello, arrugó el vaso de papel vacío y lo tiró en el cesto.

Hubo innumerables momentos en los que odió a Dohan, pero nunca hubo un instante en el
que pensara que hubiera sido mejor no conocerlo.

Hoy lo fue.

No quería ver más la cara de su amigo ni por un momento.

Obviamente pronto estaría bien de nuevo porque así era como estaba acostumbrado a
trabajar. Mañana se enfrentaría a su rostro sonriente y aceptaría sus bromas como si nada
hubiera pasado entre los dos. Sonaba perfecto aunque un tanto complicado.

Hyewon caminó lentamente hacia la UCI.

"Hola ¿Vas a operar?"

Carajo.

Hye-won, que subió de la sala de emergencias del primer piso al tercer piso, donde estaba la
UCI, se encontró con Dohan, que estaba saliendo de la sala de descanso y ahora se había
parado frente al ascensor. Lo saludó con una mirada casual, como si nada hubiera pasado, e
incluso pareció un poco más aliviado que cuando estaban en la cafetería. Aparentemente
había aceptado a la perfección que Hyewon también perdiera la memoria.

Cuando Hyewon no respondió a su saludo, Dohan se atrevió a tomar su mano para volver a
preguntar.

"¿Vas a operar?"
"... No, voy de camino a la UCI”.

Lo odiaba y no quería verlo. Pero tan pronto como se encontró con el rostro de Dohan, la
expresión endurecida de Hyewon se suavizó un poco. Si otras personas lo vieran, se
preguntarían ¿Qué parte había cambiado exactamente? Pero si estaba allí. Un cambio sutil.

"Quería entrar a una cirugía para mostrarle a mis estudiantes."

Dohan, que pareció repasar el horario del turno de noche en su cabeza, soltó un suspiro que
mostraba lo decepcionante que era todo esto. La mayoría de los trabajadores del turno de
noche eran enfermeras nuevas, por lo que pensó que sería genial si entraban a alguna
cirugía difícil. Y cuando Dohan sonrió brillantemente y dijo: "Al menos será algo
tranquilo", mostrando sus perfectos dientes, Hyewon susurró la razón por la que no iba a ir
a quirófano esta noche:

"Voy a ver qué pasó con el Carcinoma Heptocelular de la otra vez."

"Ah. Ese paciente..."

Fue la cirugía en la que estuvo con Dohan hace algunos días. Un paciente con cáncer de
hígado en etapa terminal que se sometió a un trasplante y estaba siendo manejado en la
unidad de cuidados intensivos. Aunque operaba a muchos pacientes al día, la razón por la
que ambos lo recordaban era porque se trataba de alguien particularmente joven. Era un
paciente de unos 30 años que además le pidió a Do-han, quien lo desinfectó, que lo
amordazara porque estaba seguro de que iba a gritar y a intentar escaparse. Tenía
muchísimo miedo y estaba temblando hasta la médula. En ese momento, sonrió levemente y
dijo que saldría bien de la cirugía, pero ciertamente era un caso muy inusual.

"¿Se está recuperando bien?"

"Sí. Porque es joven."

"Entonces cuídate. Te veo luego."

Ante el saludo de Dohan, Hyewon consultó su reloj. Ya pasaban de las 12 en punto pero
como él dijo, no era un "hasta mañana" sino un "hasta luego" y Como era habitual entre los
hombres, Dohan le dio una palmada en el brazo a Hyewon y se despidió. Luego Hyewon
permaneció un largo rato en medio del pasillo, mirando su espalda, que se iba alejando. 
Chapter 12

Pasó una semana en un instante. Y para sorpresa de todos, se descubrió que Hye-won no fue
a casa ni una sola vez en todo este tiempo. El sábado había quedado en ir con Dohan a su
ciudad natal para el cumpleaños de su padre, por lo que había tenido que correr para
arreglar sus pendientes antes de esa fecha.

Y entonces, la mañana del sábado, el día en que iban a viajar directamente hasta Seúl,
Dohan fue al hospital a recoger a Hyewon desde antes de las 9.
El automóvil de Kang, que había estado exiliado en un estacionamiento subterráneo durante
casi un mes, estaba cubierto de polvo blanco y de un montón de otras manchas
desconocidas. Era un poco estúpido que tuviera uno aunque se quedaba en el hospital toda
la semana pero, supuso que así era como le gustaba de todos modos.

Al ver un grupo de ambulancias paradas en la entrada de la sala de emergencias, Dohan


pensó para si mismo: "¿Estará ocupado?" Y se preguntó si podría estar vinculado con ese
paciente y si acaso tendría que tomarse otra hora más. Sin embargo, como si acabara de
ducharse, vio a Hyewon, que salió del hospital, secándose el cabello mojado con una toalla
pequeñita una y otra vez para evitar que siguiera escurriendo así de exagerado. Luego, Hye-
won, que se revolvía la cabeza, subió al auto sin decir una palabra al respecto y acomodó su
maleta en la parte de atrás. Hyewon y Dohan viajaban así todo el tiempo, por lo que ya
hasta se había vuelto una costumbre.

Dohan frunció el ceño. Había pasado un tiempo considerable desde que condujo su
automóvil para pasar por él directamente al hospital, pero tenía que decir que la sensación
era igual a la que sentía cuando eran estudiantes. Dohan carraspeó la garganta, tratando de
encontrar algo que decir.

"¿Has dormido?"

"Ni un poco."

"Entonces hazlo, anda."

Cuando el SUV negro partió del estacionamiento, Hyewon cambió de postura y se sentó de
un modo un poquito más cómodo. Se cruzó de brazos, se volvió hacia la ventana y apoyó la
cabeza completamente contra el cristal. Al contrario del tono duro que tenía todo el tiempo,
cuando Dohan le hijo que durmiera, el hombre lo obedeció como un niñito ordenado. Fue
porque Dohan conocía muy bien el estado actual de Kang Hye-won sin siquiera tener que
escuchar una explicación de su parte. Se fue a trabajar desde el martes hasta el sábado por la
mañana. Sabía que apenas y habría dormido y que de seguro solo comía pan. Además, Hye-
won, quien se reunió con Do-han frente al centro de cirugía el viernes, se veía
completamente lamentable esa vez.

Dohan bajó el volumen de la radio y se inclinó para poder hacer su asiento un poquito para
atrás.

El sábado por la mañana, la carretera siempre estaba congestionada porque las personas
salían de paseo para aprovechar el fin de semana. Luego, tal vez unos veinte minutos más
tarde, el tráfico comenzó a avanzar lo suficientemente rápido como para llegar hasta el
cruce donde se ubicaba un parque de diversiones que llevaba cerrado ya mucho tiempo. Con
lentitud, empezó a acelerar hasta tomar una velocidad adecuada para la carretera y luego,
encendió el limpiaparabrisas para difuminar un par de gotas de lluvia que habían
comenzado a caer contra todos los cristales. Y como si evitara mojarse, el auto se escondió
en el túnel justo a tiempo, y el sonido del "pack, pack, pack" contra la carrocería del auto
desapareció.

En el túnel, tenuemente iluminado, las luces que se encendieron una por una arrojaron luz
sobre el rostro dormido de Hyewon y luego desaparecieron repetidamente hasta envolverlo
en las sombras.

Dohan miró el rostro del hombre por un momento.

No tenía una piel tan saludable como cuando era joven pero, aún así, era muy, muy bonito.
Tenía unas largas pestañas sobre unos párpados finos que temblaban de vez en cuando. Una
nariz suave y unos labios perfectamente dibujados. Era como la Bella Durmiente.

"Um..."

Durante los últimos tres días, Hyewon no había dicho nada sobre lo que sucedió en el hotel.
Además, no hubo cambios con su expresión y nada de él fue diferente de lo habitual.
Entonces, por supuesto que decidió creerle cuando dijo que no podía recordar nada de ese
día. Después de todo, Dohan tampoco podía recordar nada excepto a Kang gritando su
nombre un montón de veces: "¡Dohan!" En cuanto a lo que le pasó con eso de la feromona
omega, bueno, todavía no tenía una respuesta adecuada. En el hospital siempre llevaba
cubrebocas, por lo que no sintió ningún aroma particular y nada era lo suficientemente
incómodo como para ir al departamento de revisión. No obstante, pensó que si el mismo
síntoma se repetía unas cuantas veces más, entonces iba a sacar cita.

Al salir del túnel oscuro, fuertes gotas de lluvia golpearon el techo del automóvil por
segunda ocasión. El cielo, que al inicio pareció despejado debido a un chubasco repentino,
ahora estaba lleno de nubes que eran demasiado oscuras como para creer que se estaba
volviendo de noche. Dohan, que tenía miedo de despertar a Hyewon con el sonido, que era
más fuerte de lo esperado, entrecerró los ojos y lo comprobó muy rápidamente. Sin
embargo, Do-han de repente tuvo un pensamiento extraño mientras miraba la hermosa
figura del hombre que aún dormía con los brazos bien cruzados y la cabeza colgando contra
un hombro. Originalmente él era un tipo muy sexual, y si le gusta la apariencia de alguien,
entonces era el primero en acercarse para llevarlo a la cama. Pero así no era Hyewon. No
importaba lo borracho que estuviera ese día, no podía entender por qué se dejó llevar por su
ritmo y tuvo sexo con él.

"¿Qué diablos estaba pensando este bastardo?"

Según los estándares de Do-han, Kang Hye-won era como una persona recatada. Igual a un
monje o un sacerdote. No podía imaginarlo siendo salvaje.

Dohan, que todavía estaba mirando el rostro dormido de Hyewon, con unos pensamientos
un poco complicados en la cabeza, volvió a mirar para al frente antes de que todo esto
volviera a comerle la cabeza justo como pasaba estando en casa. Trató de olvidarlo, pero en
su lugar, Dohan frunció el ceño nuevamente y miró a Hyewon por tercera vez:

"Ah, Dohan..."

Otra imagen de él apareció en su cabeza. Su piel era roja, incluso alrededor de los ojos, en
la punta de la nariz y bajo la boca. Pareció tan excitado al llamarlo, que incluso la cara de
Do-han se puso colorada también y comenzó a ponerse muy nervioso.
"Maldita sea, maldita sea, maldita sea...".

"¿Estás bien? ¿Te pasaste un alto o algo?"

Entonces, Hyewon finalmente miró a Dohan. Se despertó con el sonido de las gotas de
lluvia contra el auto, pero decidió seguir con los ojos cerrados para disfrutar de la
tranquilidad y la paz que le había llegado después de un tiempo de puro trabajo. Sin
embargo, el tarareo de Dohan o el pequeño ruido que hacía con los dientes, había
ocasionado que se le pusieran los nervios de punta. Entonces Hyewon, que había pensado
en seguir fingiendo dormir para no ser molestado innecesariamente, terminó por parpadear.
Y lo primero que se encontró fue una mirada descarada clavada en su cara.

"Casi te aviento un puñetazo."

Sonrió ante las palabras de Hyewon.

De hecho, estaba un poco preocupado por el itinerario de hoy hasta su casa, pero descubrió
que el rostro de Dohan estaba muchísimo más relajo de lo que esperó. Para su mala suerte,
Hyewon tuvo que darle más malas noticias a Dohan, quien hasta ahora estaba sonriendo con
esos dientes brillantes, blancos y tan bien cuidados que tenía:

"No voy a poder ir a casa en una semana más."

"¿Por qué?"

"Estoy supliendo a alguien."

Tal como se esperaba, tan pronto como Hyewon terminó de hablar, Dohan frunció el ceño y
endureció su rostro mientras decía que "eran unos desgraciados" y que "si seguían así
entonces definitivamente lo iban a matar." Hyewon también apeló diciendo que era algo de
fuerza mayor, pero ni siquiera eso fue suficiente.

"¿Pensaste en eso?"

"¿Qué cosa?"

"La casa."

"Oh, ¿Eso de vivir juntos?"

Después de salir del peaje y ver los edificios de apartamentos colocados ordenadamente a la
derecha y a la izquierda, Hyewon mencionó un problema del que se habían olvidado por un
tiempo. Era, sin lugar a dudas, una oferta muy razonable sin motivo alguno para rechazarla,
pero Dohan vaciló.

"... No lo sé."

"¿Por qué no lo sabes?"


Ante la pregunta de Hyewon, Dohan dobló la esquina, lo miró y sonrió.

"Porque tengo miedo de que me estés regañando si vivimos juntos".

"¿De qué estás hablando?*

"Ya sabes, cosas como "no te vayas con ese tipo", "ya vete a dormir" o así."

"¿Alguna vez he sido de ese modo contigo?"

Hyewon repasó sus acciones del pasado. La última vez que estuvo con él en el salón del
hotel, le dijo que tenía que cambiar su comportamiento pero, de hecho, nunca había hablado
de la promiscua vida sexual de Do-han seriamente. Es más, prefería mantener la boca
cerrada por temor a que su amor no correspondido quedara expuesto. Las cejas oscuras de
Dohan se crisparon ante la extraña expresión de Hyewon.

"Incluso si no lo dices, todo está escrito en tu cara. Eres como mi madre."

Eso estaba equivocado. Más bien, era todo lo contrario a eso. Hye-won siempre esperaba
que Im Do-han conociera a alguien más grande y de mente más cerrada que él, y quería que
lo trataran con dureza y le hicieran llorar. Esperaba que de esta forma se diera cuenta de que
el único que lo esperaba en silencio, lo entendía, le dejaba pasar todo y estaba a su lado
frecuentemente sin importar cómo, era Hyewon. Por supuesto, hubiera sido bueno si no
hubiese conocido a nadie en primer lugar, pero era imposible para Dohan hacerlo así. Y
como era un pensamiento terriblemente egoísta, siempre mantuvo la boca cerrada para
evitar esta conversación. Es solo que, el otro día, en el salón, Hyewon escupió sus
verdaderas intenciones y dijo: "Entonces serás castigado".

"Ni siquiera irías a la casa de todos modos. Es solo un lugar para dormir."

"Bueno... Voy a echarle un vistazo para ver más o menos el precio que me vas a cobrar."

"¿Quieres pagar renta?"

"Supongo que sería lo más razonable.

"Pues entonces lo vamos viendo sobre la marcha."

"Ummm... ¿No sería incómodo? Creo que sería mejor vivir solo ¿Sabes?"

"... ¿Estás incómodo conmigo, Dohan?"

"No ahora. Pero en algún momento lo será. Créeme."

Dohan lo dijo sin mirar a Hyewon porque tenía miedo de encontrarse con esos ojitos de
perrito pateado que siempre le ponía. Si le preguntabas a alguien del hospital sobre esto,
obviamente dirían que la expresión de Hye-won estaba en blanco todo el bendito tiempo.
Pero Do-han sabía que no era así. Cuando le decían algo que no le gustaba, sus ojos negros
comenzaban a verse preocupados o tristes o más apagados que de costumbre. Y sabía que a
diferencia de su yo que parecía simple y sin sentido, Hyewon Kang siempre se preocupaba
demasiado por todo. Incluso de las cosas más pequeñitas.
Hye-won también sabía que no era que Do-han se sintiera realmente incómodo viviendo
con él, sino que pensaba que su estilo de vida pronto sería una molestia para él, quien
ocasionalmente volvía a casa a descansar.

Aún así, como siempre, solo le restaron importancia y se concentran en otra cosa.

"Bien, es aquí".

Mientras conversaban, el automóvil llegó a la oficina principal de la Universidad de


Deokwon. Había pasado un año desde que estuvo aquí y nunca había sido completamente a
propósito. Era... Más bien como un tipo de castigo ver a su papá y escucharlo hablar sin
parar sobre lo horrible que era su futuro.

Los dos dejaron el automóvil en el estacionamiento y caminaron por el pasillo de la oficina


principal, más familiar que la sucursal, para finalmente pararse frente al ascensor que era
para el personal.

"Miren nada más, pero si es Im. ¿Oh? ¿El doctor Kang también viene de visita?"

Un hombre, vestido con una bata blanca, quien aparentemente reconoció a Dohan desde la
distancia, caminó y lo saludó incluso antes de llegar hasta él. Era un sujeto de aspecto
amable, con una identificación de empleado de "radiología" que ya habían visto varias
veces rondando en el hospital. Incluso hubo un momento en que comenzó a ser muy
familiar para Kang Hye-won.

"Kim, mira nada más que bonita sorpre... ¡Urgh!"

Dohan, que también estaba a punto de saludarlo, de pronto se tapó la boca con ambas
manos al sentir la manera en que las náuseas habían vuelto a venir. El doctor Myung-Shin
Kim, del departamento de Radiología, fue compañero sexual de Im Do-han cuando
trabajaba en la sede. Un Omega precioso y muy bien educado. Pero ahora...

"Lo siento, yo no sé por... Urgh."

Dohan volvió a taparse la boca en un intento por contener las ganas de vomitar. Y en
respuesta a la repentina reacción de Dohan, no solo Kim, sino también Kang Hye-won, que
estaba de pie junto a él, lo miraron de un modo un tanto confundido. Dohan agitó la mano
para indicar que estaba bien, pero cuanto más se acercaba a Kim, más disgustado se sentía
por dentro. Era la feromona omega. Estaba... Estaba dándole muchísimo asco.

"Ah... No puedo..."

"Oye..."

"¿...Viniste aquí para ver a un obstetra?"

Kim Myung-shin obviamente estaba jugando con Dohan, pero Hye-won lo miró tan
fijamente como si quisiera matarlo.

"... Lo siento ¿Estás bien?"

"Obviamente no es un buen momento. Lo siento, pero, ¿Puede irse?"

"Iré a... Bueno, te veré en un rato."

Sin embargo, incluso después de que se fue, el olor todavía estaba en la punta de su nariz
así que Dohan se abanicó con las manos. Era una cantidad muy pequeña de feromona que
normalmente no se detectaría bien, pero le estaba dando muchas náuseas. No tenía idea de
que la diferencia entre usar un cubrebocas y no usarlo sería tan grande.

Mientras Do-han golpeaba su pecho con el puño para intentar tragarse el vomito, Hye-won
lo miró con expresión preocupada.

"Hey ¿Estás bien?"

"Ah... No lo sé... Ha pasado un tiempo desde que me subí a un automóvil así que supongo
que por eso sigo mareado".

"Pero tú estabas conduciendo".

Ante el punto de Hyewon, Dohan mantuvo la boca cerrada. En el caso del conductor, el
movimiento del vehículo se podía predecir por lo que había menos sensación de disparidad
en los sentidos. Dohan, que no tenía nada que decir, miró a Hyewon antes de elevar los
hombros.

"No pasa nada. A veces puede ocurrir. Yo conduzco de regreso ¿De acuerdo?"

Hyewon volvió la cabeza hacia los ojos de Dohan, que estaban llenos de cosas que quería
decir, pero que eran pacientes.

"Gracias..." 
Chapter 13

"Hola, niños."

Entonces, en un momento, la puerta del ascensor se abrió de par en par y reveló a uno de los
personajes que Dohan quería evitar más que a cualquier otra persona en el mundo. El rostro
del hombre se arrugó de inmediato, pero Hyewon solo inclinó la cabeza para saludar, y
luego subió de inmediato al ascensor mientras extendía la mano en un intento por hacer que
Dohan lo siguiera. El hombre, que era su tío, presionó el botón del piso número dos.

"Te llevaré de inmediato con tu padre."

"Sí."
"Estaba en una reunión pero, seguro que ya habrá terminado."

El hombre, con arrugas alrededor de los ojos, le sonrió a un serio Hye-won y a un muy
enojado Do-han. Su apariencia casual y amistosa se parecía muchísimo a la de ese hombre,
así que era un tanto aterrador. Y entonces, cuando el ascensor se abrió en el segundo piso,
Dohan salió corriendo como si estuviera huyendo de allí así que ni siquiera vio al hombre
que estaba saludando a través de la puerta que se estaba cerrando. La familia de Dohan,
después de todo, eran todos doctores.

"Tu tío te dijo adiós".

"Por favor, ni lo menciones".

Dohan estaba de nervios.

La sede era un campo minado para él. No importaba cuántos pisos subiera, donde quiera
que fuera, encontraría parientes que extenderían los brazos hacía él y comenzarían a hablar
y hablar sin parar POR HORAS. Además, la familia tenía tanta energía que se reconoció de
inmediato de dónde provenía la personalidad tan dominante de Do-han. Incluso llamaron a
Hye-won "sobrino" o "su niño". ¡Y le dieron dinero!

Dohan, que estaba rechinando los dientes, vio a un grupo de personas de mediana edad
caminando desde el lado opuesto del pasillo en el segundo piso, hasta el punto en donde
estaba parado. Sin embargo, a diferencia de Dohan, que todavía estaba tratando de huir
hasta las escaleras, Hyewon inclinó cortésmente la cabeza y dijo "Hola".

"¡Hijos!"

Era el director del Hospital Universitario Deokwon. Aparentemente acababa de terminar su


reunión, porque se acercaba a Hyewon y a Dohan acompañado de sus supervisores y todos
los doctores en jefe del centro. Cuando el joven mostró signos de escapar de nuevo, el
director del hospital rápidamente lo agarró de la muñeca y lo jaló como si fuera un gato que
le había tomado de la colita a un ratón. Y entonces Dohan, que no tenía más remedio que
detenerse allí, miró a Hyewon con una expresión que decía: "¡Mátame por favor!"

"Papá..."

Un hombre alto, de mediana edad, que debió haber sido bastante popular cuando era joven,
se acercó a los dos para darles un abrazo. ¡Que incómodo! Aunque un padre cariñoso y
activo no estaría mal para la mayoría de las personas, el problema era que se trataba
precisamente del maldito director de una de las sedes médicas más importantes del país.

Dohan y Hyewon tuvieron que inclinarse nuevamente para mostrarles sus respetos a todos
los doctores que no dejaban de hacerles preguntas.

"Oh, ya veo. Parece que son los hijos del presidente del hospital."

"Así es. ¿No son un encanto? Originalmente ambos estaban trabajando aquí, pero ahora
están en una sucursal más al norte de Seúl."
Hyewon se giró y miró el rostro de Dohan mientras su padre hablaba sobre esto y aquello.
Las comisuras de sus labios, que siempre estaban erguidas, se mantuvieron rectas todo el
tiempo.

"Vaya, son unos doctores verdaderamente guapos. Mira nada más, parecen lo
suficientemente altos como para pasar como modelos."

"Mis dos hijos son unos médicos increíblemente maravillosos. Brillan incluso aunque no
hagan nada."

Un viejo doctor de pelo gris, que fue el primero en dar un paso para el frente, sonrió al
director del hospital y luego hizo exactamente lo mismo con Dohan. Sin embargo, ya que
no le gustaba que lo malinterpretaran y ya que incluso odiaba ir con la bandera de algo que
no era, se aclaró la garganta y rápidamente habló:

"Lo siento, en realidad soy un enfermero. No un doctor. Mi padre olvida eso a veces."

Dohan odiaba esto. Por supuesto, había médicos que ignoraban a las enfermeras y las
menospreciaban constantemente, pero eso no significaba que él se quedara de brazos
cruzados para escuchar eso. Los enfermeros tenían su propio respeto y, al fin y al cabo, eran
ellos quienes trabajaban en conjunto para salvar a los pacientes. De hecho, desde que fue
pasante, descubrió que ser un enfermero era una carrera increíblemente aterradora y difícil.
Exigente como ninguna y completamente importante para la medicina. Sin embargo, a
medida que aumentaba la distancia de su padre con el quirófano y se la pasaba más días
sentado detrás de una computadora, era probable que se olvidara de el valor que esta área
tenía para el hospital.

Pero el problema no era que Dohan fuera enfermero. Lo malo era que Dohan no fue un
médico.

Desde su abuelo hasta la próxima generación, todos sus parientes habían estado en la
"Universidad de Deokwon" y trabajado en el "Hospital Universitario de Deokwon". Casi
religiosamente. Y era obvio que no sabían que Dohan tendría un trabajo que no fuera el de
un doctor. Y aunque todos siempre le dijeron que era "el número 1", Dohan de repente saltó
y dijo: "Soy el número 3". Así que fue una sorpresa.

"Este es mi mejor amigo, Hyewon Kang. Está en su segundo año. Es el hijo del doctor Kang
así que seguramente lo conocen".

"Escuché muchas historias de él. Es muy sobresaliente. Vaya, por un momento pensé que
eran hermanos e hijos del presidente del hospital. Ya saben, por la forma en la que habla."

"Es lo típico, no se preocupe."

La atmósfera, que había sido bastante pacifica, se volvió un poco... Bochornosa. Y de pie,
ligeramente torcido y escuchando en silencio lo que decían los doctores, Dohan dio un paso
para atrás y sonrió de un modo triunfal ante el:
"Entonces, los dejamos solos. Debemos regresar al trabajo."

Luego, Dohan, que esperó pacientemente hasta que se dispersaran, puso su brazo sobre el
hombro de su padre y suspiró con bastante profundidad:

"Por favor, evita estos teatritos en el futuro. Esto es precisamente por lo que me da dolor de
estómago venir."

"Estás exagerando ¿Qué tiene de malo presumirlos de vez en cuando? Además, realmente
los veo como mis pequeños niños."

Aunque Dohan sabía que no tenía derecho a ser arrogante con su padre, no podía ocultar su
malestar cada vez que se enfrentaba a una situación tan loca como esta. Por eso no le
gustaba la maldita sede y no le gustaba tener una madre obstetra, un tío en medicina
familiar y una tía cirujana plástica. ¡¡El Hospital Universitario Deokwon estaba rodeado de
todos ellos!! Además, como su padre ya se había jubilado y estaba trabajando en la junta
directiva, se sintió un poquito más... Sofocante. Y aunque siempre había pensado que había
sido mucho mejor abandonar el hospital, de todos modos siempre se sentía como un niño
que estaba siendo vigilado las 24 horas del día, los 365 días del año, tanto en casa como en
el trabajo. Y la sensación de ser el patito feo siempre estuvo en sus espaldas.

El era un alfa millonario, alto, musculoso, guapo y excelente en emergencias. Pero la


imagen de Dohan en el hospital, en primer lugar, era solo la de un enfermero. Y era
demasiada presión ser comparado con sus padres en lugar de con sus compañeros. Más aún,
porque sabían que era un "pene fácil". Es decir ¡Por Dios! ¡La noticia era de dominio
público!

"Bueno, adelante. Vamos."

Los dos entraron en la oficina del director del hospital, se apoyaron contra la pared y
miraron fijamente al hombre que ahora se estaba quitando la bata para ponerse una chaqueta
negra un tanto más gorda que él. Dohan suspiró mientras lo veía ir y venir, recolectando
documentos para ver si había algo más que necesitaba hacer, incluso aunque era su maldito
cumpleaños. Además, fue difícil porque todavía estaba un poco asqueado por ese maldito
olor.

Hyewon, que estaba de pie junto a él, acarició a Dohan en el dorso de su mano con la punta
de los dedos... Y cuando giró la cabeza para ver lo que estaba haciendo y luego subió los
ojos, Dohan se encontró de inmediato con la mirada de Hyewon, que lo observaba fijamente
como para preguntar si "estaba bien".

Y así se quedaron un buen rato sin darse cuenta.

Tan cerca el uno del otro que sus hombros rozaron los suyos y sus cabezas casi estaban
pegadas frente contra frente. Era como si hasta estuvieran respirando sus alientos...

"Ah..."

Dohan, avergonzado por un momento, dio un paso atrás y se rascó la nuca. Además, el
rostro se le sonrojó hasta parecer un jitomate bien maduro. Fue el momento en el que más
cercanos habían estado desde el accidente.

"Ustedes dos siguen siendo los mismos".

"¿Perdón?"

"Siguen coqueteando."

Aún así, era diferente de lo habitual. Pero solo ellos dos podían sentir la sutil diferencia.

Frente a su padre, quien lo miraba diciendo que "estaba listo para ir a comer", Dohan se
pasó una mano por el cabello que le caía por la frente. 
Chapter 14

Era un poco temprano, pero los tres salieron de la oficina principal del Hospital
Universitario Deokwon, y se dirigieron al lugar prometido en el auto de Hye-won. Cuando
llegaron al restaurante que habían reservado, el sol comenzó a ocultarse y empezó entonces
a lucir en un color rojo que pareció bastante bonito. Pensó que habían llegado demasiado
temprano pero, cuando se encaminaron al asiento de la mesa que reservaron con
anticipación, la madre de Hyewon ya estaba allí con los brazos extendidos:

"¡Oh, Dohan! Cariño."

"¡Hola!"

A diferencia de la forma en que trató a su padre, Dohan abrazó a esa mujer pequeña, de
mediana edad y cabello chino, con una linda sonrisa iluminando todo su rostro. Era como si
de pronto le hubiera llegado una brisa fresca al estar a su lado.

"Dios mío. Nuestro Dohan se ha vuelto más hermoso con el tiempo. Pareces todo un actor."

"¿Verdad que sí? Creo que elegí la carrera equivocada.

"¡Deberíamos haber hecho de Dohan una celebridad!"

"Todavía se puede."

"¿Tú crees? ¿Nos vamos de compras juntos más tarde y me lo cuentas?"

Dohan y ella actuaron como si fueran amigos de toda la vida. Lo felicitó por cuidar bien de
su cuerpo a pesar de estar tan ocupado, golpeó su trasero, sonrió juguetonamente y al final
miró a Hye-won. El joven inclinó la cabeza en su dirección, pero eso fue todo. Do-han solía
pensar en eso todo el tiempo. En como parecía que el niño nacido de los padres de Dohan
era Hyewon, y el niño nacido de los padres de Hyewon era Dohan. Tal vez los
intercambiaron. La madre de Do-han era una mujer inteligente y apasionada, pero no era del
tipo cariñoso como la madre de Hye-won. Por otro lado, los padres de Hye-won eran
opuestos a él y tenían personalidades muy amistosas y alegres. Las personas que conocían a
Hye-won por primera vez a veces se preguntaban si era así de apático por haber tenido una
historia familiar oscura, un ambiente pobre, familia desvinculada o que tal vez eran una
mierda con el pobre niño. Pero la casa de Hye-won era muy armoniosa, pacífica y rica. El
niño era así porque quería ser así.

Después de un tiempo, toda la mesa quedó llena. El padre de Hye-won, que era guapo y
genial, su linda y risueña madre, la mamá de Dohan, que era una mujer que casi era tratada
como una heroína en todos los hospitales de la zona, y un papá que hablaba hasta por los
codos. Seis personas que se reunieron en un solo lugar después de un año.

Todos ellos compartieron una comida con sus dos niños, que ahora eran hombres guapos, y
precisamente por eso los tenían a los dos como tema de conversación.

"Siempre odié que mi Hye-won se volviera un médico."

"¿Por qué?"

"Estaba tratando de hacer de mi hijo una celebridad"

"¿Hye-won Kang una celebridad?"

Dohan se echó a reír ante las palabras de la madre de Hyewon. Era un trabajo que realmente
no le convenía a alguien como él. Por supuesto, había mucho de lo que enamorarse en
términos de apariencia, pero Robodoc no podía ser una celebridad. Dohan casi se ahogó
mientras pensaba en Hyewon, parado como un maniquí en el set de fotografías.

"Su cara es lo único que vale la pena".

Dohan bebió medio sorbo del vino en su copa y miró fijamente el rostro de Hyewon.

"Todavía recuerdo cuando era chiquitito y llegó para decirme que quería salvar a la gente
junto a ti. Era tan lindo."

"¿Dijo eso?"

"Ah, sí. Incluso escribió en la pared su objetivo. "Ser un médico excepcional en el futuro"
Así de bonito era mi niño."

Fue sorprendente. No podía ni imaginarlo. Incluso cuando era joven, Hyewon siempre fue
callado e indiferente a todo lo que lo rodeaba. Cuando empezó a conocer a Hyewon por
primera vez, no tenía nada en particular que quisiera hacer o tan siquiera el más mínimo
interés por mejorar en algo. Por eso sus compañeros lo odiaban. Pareció una piedra todo el
tiempo así que, aunque los niños de la escuela salieran a jugar o aunque lo invitaran a
comer, él decía "No tengo ganas" "No tengo ganas" y actuaba con toda la amargura posible
así que ¿Alguna vez fue tan lindo como dijo su madre que lo era? Sin embargo, los
pensamientos de Do-han sobre el Hae-won de la escuela no duraron mucho. Fue porque la
animada madre de Hyewon sacó a relucir otro tema.

"Por eso, logró ingresar a la universidad".


"Ya."

"Y estuvo enojado mucho tiempo porque no estabas allí".

"Madre..."

"Ay, no te avergüences por eso."

No había ninguna señal de vergüenza en absoluto, pero así fue como ella lo llamó. Hyewon
todavía tenía una expresión fría en su rostro pero, Dohan lo miró con la barbilla sobre la
mano y una sonrisa un tanto traviesa en la boca. Hyewon, que ni siquiera intentaba comer,
tenía un rostro tan en blanco que parecía más una "cara de loco" que una de vergüenza. De
hecho, si recordaba que habían hecho una promesa tonta de convertirse juntos en médicos.
Como en una película de dibujos animados para adolescentes. Juntaron sus dedos meñiques
y sus frentes y dijeron: "Encontrémonos en la cima".
Hyewon siempre estaba allí, donde Dohan estudiaba. Y cuando Hyewon le preguntó una
vez el motivo por el que no se iba a jugar con los demás niños del vecindario, entonces lo
miró y dijo:

"Tengo que convertirme en médico, así que no tengo tiempo para jugar".

Y aunque la concentración del niño en realidad no duró mucho que digamos, al menos tuvo
a Kang junto al escritorio todos los días viendo atentamente la manera en la que se ponía a
estudiar. Y así, Hye-won, que también dejó de salir, acercaba una silla, se sentaba a su lado
y, cuando se daba la vuelta para ver que tanto hacía, descubría que estaba estudiando
anatomía. Y aunque Hyewon literalmente saltó sobre el sueño de otra persona para
convertirlo en el suyo, era verdad que pareció tener muchísima motivación para estudiar.

Algunas personas decían que estudiar era un talento. Algo que necesitaba de persistencia y
muchísima concentración. Y lógicamente, algunos niños carecían de estos elementos
importantes y solo se sentaban frente a un escritorio sin lograr nada en realidad. Pero
Hyewon se destacaba terriblemente en este arte. No miraba de un lado a otro cuando se
metía en sus libros y era tan responsable en todo lo que hacía que hasta daba un poquito de
miedo.

Y un día, solo desapareció.

Hye-won, quien siempre estuvo apegado a él, se fue en algún momento sin una palabra o
una explicación que otorgar. Sin llamarlo. No pudo contactarlo durante mucho tiempo y
cuando fue a su casa, se encontró con que estaba completamente vacía.

Siempre había dado por sentado que harían todo juntos. Que se graduaría de la escuela
preparatoria con Hye-won Kang e irían a la misma universidad. Así que, incluso si se
casaba en el futuro, daba por sentado que el tiempo que tenía con él y con sus padres
continuaría sin moverse. Pero fue muy diferente a como lo imaginó. Desde que conoció a
Hye-won por primera vez, siempre hubo un lugar para Do-han en su vida. Era tan natural
como respirar. Entonces el sentimiento de pérdida en ese momento no se podía ni expresar
con palabras normales. Fingió estar bien y pasó tiempo con sus compañeros de clase justo
como de costumbre, pero una sensación de traición y pérdida llenó el asiento vacante de
Hyewon Kang en la escuela. Dohan, que siempre estaba tomando lecciones con Hyewon en
el horario de tutoría programado, perdió toda la motivación para seguir con eso cuando
desapareció. Y ya que no había alguien con quien trabajar, sintió que ya no tenía nada a lo
que arriesgarse y su vida se fue un poco más en picada que al inicio. Solo tenía sexo y sexo
y sexo y como tal, las calificaciones de Dohan comenzaron a bajar gradualmente hasta que
solo tenía 0 en su boleta. Nada iba bien.

Y Dohan, que enfrentó un período de furia y vendavales tardíos, fue un caos total hasta que
llegó al último año de la escuela preparatoria.

Así fue como ingresó al Departamento de Enfermería de la Universidad de Deokwon para


empezar. Y si no hubiera vuelto a encontrarse con Hye-won en el campus de la facultad de
medicina, habría estado ocupado flotando como una boya en el océano.

Do-han suspiró, manteniendo los oídos atentos a la madre de Hye-won y mirándolo a él de


vez en cuando. ¿Por qué desapareció de repente? Ahora que lo pensaba bien, todavía no
sabía el motivo real por el que dejó repentinamente la preparatoria y desapareció.

Dohan apretó la barbilla entre sus dedos y lo miró un poquito mejor. De verdad era tan
hermoso ahora como lo era en el pasado. Recordó sus hombros y su pecho tan blancos
como una estatua de mármol y la forma de esas manos que quedaron en su memoria desde
el día en que se acostaron en la misma cama del hotel. También recordaba esa cara fría y
blanca, coloreando cada parte de rojo mientras se ponía a jadear como un animal. Y cuando
lo besó, entonces arrugó las cejas hasta el máximo y dejó que incluso sacara su lengua ¿De
qué color eran sus pezones? ¿Eran rosas? No podía recordar hasta allí. Solo tenía en la
cabeza como su habitual respiración tranquila se vio perturbada y como decía su nombre
mientras jadeaba como si no lo pudiera soportar.

"Do-han, ah, ah, Dohan..."

"¿Dohan?"

"¿Qué? Ah, perdón."

Dios mío.

Dohan, que despertó de su delirio ante la llamada de su madre, se asombró tanto de si


mismo que comenzó a regañarse por lo que acababa de hacer. ¿Qué demonios le pasaba?
Imaginando algo como eso en este momento ¡Pensando en el sexo que había tenido con
Hyewon mientras estaba comiendo con sus padres!

¡Que idiota!

Incluso sintió que tenía suerte de que la mesa cubriera la mitad inferior de su cuerpo para no
quedarles mal.

"Estaba preguntando si querías venir a trabajar aquí después de esto."


"Sí."

"¿De verdad?"

"¿De... Qué estamos hablando?"

Dohan, quien se sorprendió por sus propias acciones por un momento, finalmente captó los
detalles y miró al interrogador directo a la cara. Había estado tan perdido en su propio
mente que no la escuchó bien, así que endureció su rostro y corrigió su respuesta por un
rotundo y definitivo:

"No."

"Lim Do-han, ya ha pasado un año. Solo... Estamos preocupados por ti. Es todo."

"No. Al menos por el momento, no planeo volver a la oficina principal".

"Dohan-ah".

Este día, pero el año pasado, Dohan notificó que ya no quería seguir trabajando en este
lugar así que presentó su solicitud de renuncia para irse al quirófano de Urgencias en un
hospital más alejado. Mamá sintió que se estaba desperdiciando mucho allí.

"¿Pero no sería mejor que fueras un jefe de enfermeros aquí en el hospital donde está tu
familia?"

"No. No tengo intención de volver a casa".

"Lim Do-han, lo prometiste. Dijiste que sería por un año. Por eso te ayudé con el depósito
inicial."

No tenía dinero ahorrado para su carrera porque vivía como un niño rico y disfrutaba de
todo lo que podía disfrutar. Además, Dohan no tenía intención de formar una familia como
el resto de sus amigos, por lo que malgastó el dinero que ganaba en puro entretenimiento y
acompañantes. Beber alcohol caro, alojarse en hoteles lujosos y andar en los coches
extrajeros de sus amigos, ese era su pasatiempo. Y como tenía poco dinero ahorrado, su
madre le ayudaba con el depósito de su departamento. Por supuesto que dijo que lo
devolvería de a poco, pero lo había utilizado todo para jugar con los Omegas así que ya no
quedaba dinero en su cuenta bancaria.

"Si ese es el caso, entonces mamá no puede ayudarte más".

"Pues bueno."

Ante las palabras de la madre, más duras de lo esperado, Dohan se sentó torcidamente en la
silla y asintió. Do-han ya sabía que le diría que regresara a la oficina principal, pero no
esperaba que le cortara el apoyo así de la nada. Estaba un poco avergonzado, pero no
pensaba ceder. Más bien, sonaba como que le daba igual.
"No es que no tenga dinero. Además, voy a empezar a vivir con Kang Hye-won a partir de
ahora."

"¿... En serio?"

Cejas oscuras, similares a las de Do-han, se elevaron hasta las alturas. La madre de Do-han
era más dura que su afectuoso padre, ya que pasó toda su vida en obstetricia y ginecología,
lo que se decía que era una carretera verdaderamente difícil.

"En fin, no tengo intención de volver a la oficina principal en el futuro. Me quedaré en la


sucursal por el resto de mi vida".

"¡Do-han!"

Cuando Dohan articuló claramente lo que quería decir, mamá arqueó aún más las cejas y
gritó su nombre una y otra vez como lo hacía cuando era más pequeño.

Los dos estaban teniendo una intensa pelea cuando sonó el teléfono. Y al sonido de su
ringtone, que era una sirena de ambulancia, todos en el asiento miraron el celular muy
atentamente.

"Vamos, contesta. Debe ser una emergencia.

"Esto no se termina aquí, jovencito".

"No, mamá. Se terminó desde hace mucho."

El sonido de su timbre, en una reunión de personas que estaban acostumbradas a recibir


llamadas de emergencia, fue el sonido perfecto para sacudir el cuerpo de todos. Ante las
palabras de Dohan, ella lo señaló con el dedo y lo amenazó y, tan pronto como presionó el
botón de "contestar", suspiró cuando escuchó una voz que la llamaba: "¡Jefa!" por teléfono.
Quizá realmente el debate de hoy terminaría aquí.

Mientras hablaba, la madre de Dohan agarró su bolso incluso aunque ella dijo que no se iba
a ir hasta terminar con el conflicto. Por supuesto que nadie en la habitación se puso triste
por eso. Si todos ellos hubieran recibido la misma llamada telefónica en las mismas
circunstancias, habrían salido corriendo sin pensar en nadie más que en el paciente.

Y cuando ella, que había amenazado a Do-han, agitó la mano y desapareció, el director del
hospital decidió seguir con la conversación:

"Dohan-ah, es porque mami está triste de que no estés aquí que se comporta de esa manera.
Te extraña."

"Sí, Dohan. Tu mamá y tu papá están muy solos. Estás muy ocupado, así que ni siquiera
pueden ver tu cara".

Los padres de Hye-won también ayudaron al hombre a ganar la batalla así que Do-han se
tragó tantas groserías como le fue posible. Quería evitar el cariño excesivo de los dos, que
estaban preocupados por él como si fuera un niñito a punto de caer en una piscina profunda.
Y aunque Dohan sabía que ese cariño era algo por lo que estar agradecido, era tanto y tanto
exceso de amor y protección que era un problema.

Incapaz de hablar directamente, Dohan mantuvo la boca cerrada.

"En cuanto a Hyewon, probablemente haya casos más interesantes aquí así que, ¿Por qué no
regresas tú entonces?"

"Lo siento, señor. Mi respuesta es no."

Cuando Dohan cerró la boca, la flecha ahora voló en dirección a Hyewon. De hecho, él era
quien tenía más razones para regresar a la oficina principal. Fue como dijo el jefe. Seúl
tenía mucha más variedad de casos que en la provincia, y la calidad del equipo era
maravillosamente superior. Además, a diferencia de él, que tenía sus propios motivos,
Hyewon no tenía nada que lo frenara para conseguir un futuro más grande. Pero expresó su
negativa con más firmeza que Dohan.

"¿Por qué diablos nuestros hijos son tan tercos?"

"¿Será que tienes una novia en la sucursal?"

El padre de Do-han sacudió la cabeza y se encogió de hombros, como si no quisiera


estropear más el ambiente en un buen día. La madre de Hye-won, mirando a los dos niños
que dijeron que se quedarían en la sucursal, abrió los ojos al principio y preguntó sobre su
vida privada. Tal vez fue porque tenía curiosidad acerca de su hijito. Sin embargo, Hyewon
fingió no escuchar y se burló mientras se llevaba una cucharada de sopa.

"Dohan ¿Hyewon tiene novia?"

"No en realidad. Además ¿Creen que alguien como él iría a citas?"

"Tienes razón."

"Aún así, hay muchos doctores a los que les gusta".

Añadió Dohan, recordando los rostros de Kim Jung-ah y las doctoras que habían concertado
citas privadas para reunirse con Hye-won.

"¿Y qué tal?"

"Siempre estoy ocupado."

"Un hijo está concentrando en irse de puto y el otro está concentrado en seguir vistiendo
santos."

"¡Papá!"

Su padre bajó los hombros por completo y guardó silencio.


"Ahora, si estás tan preocupado por mi, entonces haz algo por aumentar el número de
enfermeras y haz un esfuerzo por mejorar el bienestar del personal. Ayúdanos con recursos
y sube el sueldo."

"¿Qué poder crees que tiene papá para hacer eso?"

"¿Qué no eres el director?"

Entonces Do-han miró a Lee Kang-soo al escucharlo carraspear tan de la nada. Al igual que
Hyewon cuando se concentraba, levantó sus anteojos y dijo:

"Tu padre no tiene poder para eso. Dohan-ah."

"Ah, es verdad. Hay gente arriba de ti también."

Lo sabía perfectamente, pero lo dijo de todos modos. Era el Director del Hospital
Universitario Deokwon pero, excluyendo al hombre, había 10 directores más y un
presidente ejecutivo. Sabía que él no podía controlar los recursos a voluntad, pero fue una
venganza trivial por regañarlo por nada.

Después de terminar de comer, Dohan se subió al auto, dándole la espalda a sus padres e
ignorando todas las voces que le decían que "se detuviera y se fuera a casa". Era feriado
para Dohan y Hyewon, pero en lugar de aprovecharlo, querían regresar una hora antes para
darse una ducha.

"Voy a conducir por ti, descansa mientras tanto."

"Estoy bien, no te preocupes. Además no voy a confiarle mi vida a alguien como tú."

Y al escuchar las palabras de Do-han, que serían aterradoras para algunos de sus pacientes,
Hye-won simplemente suspiró, se quitó las gafas y se frotó los ojos con una mano que
parecía bastante cansada. Era evidente que seguía muriéndose de sueño.

"Entonces, ¿Cuándo puedo irme a tu casa?"

"¿Realmente quieres que vivamos juntos?"

Dohan se detuvo por un momento ante la pregunta de Hyewon. La mano que sostenía el
volante se aflojó y sus ojos miraron directamente a los suyos.

"¿Entonces me estabas engañando con eso de la propuesta?"

"No. Pregunto porque tengo miedo de que te sientas incómodo."

Dohan se rascó la cabeza lo suficientemente fuerte como para hacer un ruido extraño y
luego asintió con una voz molesta, como si sus palabras le estuvieran apretando la carne
justo ahora. Y cuando carraspeó y finalmente dijo que "lo haría", Hyewon se recostó en el
asiento del automóvil igual a si con eso le hubiera dado gusto.
La casa tenía una habitación, un cuarto de invitados, un vestidor, dos baños, sala, comedor y
una cocina. No era muy grande en realidad, pero era suficiente para los dos. Dormir y
ducharse eran los usos principales de todos modos, y Hyewon pasaría más tiempo en el
hospital y Dohan en un hotel teniendo sexo. Luego los dos asintieron con la cabeza al
mismo tiempo.

Estas dos personas, que parecían ser diametralmente opuestas, estaban realmente unidas por
pensamientos en común que revelaban lo buenos amigos que en realidad eran.

Tan pronto como terminó la conversación, Hyewon volvió a recostar su espalda en el


asiento de cuero y trató de dormir en la misma postura que cuando llegó a Seúl. Dohan
entonces miró su cara. Su piel estaba tan pálida que pensó que, en caso de hacerle un
estudio de sangre, seguramente presentaría una deficiencia importante de vitamina D.
Parecía un puto vampiro.

"¿No puedes quedarte a descansar unos tres días?"

"No... Tengo un paciente que me preocupa."

Ya no dijo nada, pero pensó que definitivamente sería bueno que se tomara un día libre de
todas maneras. Aunque fuera solo hasta el medio día. No obstante, Hyewon se negó.

Cuando la camioneta comenzó a moverse por la carretera, fingió estar dormido, cerró los
ojos y exhaló a profundidad. 
Chapter 15

"Ah, ah, ah, mmmm... Me encanta, me encanta tanto. Ah..."

Dohan abrió la boca y levantó la barbilla ante la sensación de calor que estaba teniendo en
la parte inferior de su cuerpo.

Las gotas de sudor brillaban en ese hermoso pecho, tan blanco como la nieve y suave como
la piel de un durazno. Luego, sus brazos se extendieron en su dirección y le acarició la cara:

"Ah, Hyewon Kang... Más. Más..."

"Ah, Dohan... Dios, Dohan"

"Sí, Hyewon, aquí estoy. Yo... ¡Umm!"

Dohan, sintiendo que se estaba derritiendo sobre la cama, movió su pelvis aún más
vigorosamente como si estuviera deseando que ese enorme pene llegara más profundo
dentro de él. Luego, Dohan subió ligeramente la mirada y entonces, apareció el rostro de su
querido amigo Hye-won, con la frente arrugada y las mejillas, las orejas y el cuello
completamente enrojecidos bajo el cabello empapado de sudor. Sus labios dejaron escapar
un suspiro impresionante, y luego un jadeo desapareció cuando presionó la boca contra su
boca. Sus anteojos, que estaban empañados por la humedad de la habitación, estaban
colocados sobre el puente de su nariz igual a si estuvieran a punto de caerse en cualquier
momento y, cuando lo miró a los ojos, los labios rojos de Hyewon se abrieron de par en par
otra vez y entonces le dijo:

"Dohan, tengo que decirte algo..."

"Dime..."

"Yo, yo siempre te ti-Ding, ti-Ding, son las 5:35 de la mañana."

Dohan se sorprendió por el sonido mecánico de la voz de una mujer, que había salido
inesperadamente de la boca de Hyewon. Y entonces, visiblemente confundido, se despertó
de su sueño.

Dohan se levantó de la cama, suspiró profundamente, y miró la pantalla de su teléfono


celular. Allí, el despertador flotaba en su wallpaper de color negro, con un número debajo
que decía "5:35 am" y un montón de mensajes que le deseaban los "Buenos días."
Su cuerpo estaba somnoliento y sudoroso, como si acabara de tener una aventura sexual, y
el corazón no dejaba de palpitar con fuerza debajo de su pecho. Por si acaso, miró la manta.
Naturalmente no había nadie debajo de ella pero había un pene que lo saludaba dignamente
con una reacción diferente a la que tendría algo fisiológico.

Entonces Dohan se abofeteó la mejilla con tanta fuerza, tan abruptamente, que sonó como si
hubiera ocasionado una pequeña explosión en su cara. Fue tanto así, que la silueta de sus
dedos comenzó a ser claramente visible en su piel y en parte de ese mentón hermosamente
angulado.

"Estás... ¡Eres un idiota, Dohan! ¿Qué mierda te está pasando?"

Dohan, plenamente consciente de la situación en la que se había metido, dejó escapar un


largo y terrible suspiro y luego, se tapó la ingle con la manta arrugada, se agarró la cabeza y
escupió un montón de groserías un poco subidas de tono. ¿Acaso esta era una prueba de que
estaba insatisfecho sexualmente? Do-han se rascó el cabello de manera molesta y arrugó las
cejas al sentir el pecho completamente congestionado. Las cejas se le juntaron al máximo
hasta que se crearon arrugas muy profundas y volvió a decir "¡Mierda!" Más veces de las
que podía contar. No era un adolescente así que, tener un sueño con su mejor amigo era
tan...

Tan...

Incluso después de que sonó la alarma, Dohan se quedó sentado en la cama sin comprender
completamente lo que pasó. Todo su cuerpo estaba somnoliento y de pronto, hasta sintió
como si su energía hubiera sido succionada desde sus pies hasta el centro mismo de su
cabeza. Era vergonzoso ver a Hyewon penetrando su culo, y fue todavía más impactante
descubrir que estaba terriblemente excitado por estar con él.

Pero no era la primera vez que soñaba con Hyewon.

En la preparatoria, Dohan comenzó su desarrollo sexual de la mano de su mejor amigo


Kang Hye-won. En ese momento, él era joven y no tenía duda de que Hye-won emergería
como un Omega absolutamente maravilloso unos años más tarde. Y ya que siempre estuvo
tan apegado a él, en realidad no le sorprendió mucho que digamos cuando Hye-won Kang
comenzó a aparecer en su cabeza tan constantemente todos los días, jadeando y diciendo
que le gustaba la manera en la que le hacía el amor. Ahora era diferente. Se trataba de una
situación en la que el número de parejas sexuales que tenía en la lista de números de su
teléfono celular llegaba a los 30. No necesitaba otro Omega o a otra pareja en su vida, pero
incluso con tantas opciones, se sintió como si su cuerpo siguiera necesitando terriblemente
el cuerpo de Hyewon Kang.

Dohan entonces sacudió la cabeza enérgicamente, como un perro que tenía la piel mojada.
Al parecer, fue más impactante de lo que quería aceptar eso de haber pasado la noche con
Hyewon recientemente.

Se sintió un poco aterrador.

Dohan dijo: "Uuf..." Se levantó de la cama, con la ingle cubierta con una manta, y caminó
temerariamente hacia el baño. El edredón, manchado de semen, estaba siendo arrastrado por
el suelo como un rabito que salía de entre sus piernas y que se extendía por todo el camino
hacia donde fuera que caminara. Y luego, Dohan, que salió de la ducha, (en la que había
estado largamente para quitarse las molestias), se secó el pelo mojado con la secadora y se
arregló la cara para no verse tanto como un "cadáver."
Debido al cambio en el horario del hospital, ahora tenía que trabajar en el turno de día. Y
por supuesto que sintió que era condenadamente difícil eso de ir a trabajar tan temprano un
lunes. La luz del sol apenas estaba apareciendo y además, estaba bastante fresco fuera de la
ventana.

El hospital estaba ocupado hoy. Había un informe de que la sala de enfermería estaba vuelta
un terrible caos debido a la escasez de personal y de un flujo de doctores residentes
acaparando todo el departamentos de anestesia y quirófano.

Originalmente, se asignaba una estudiante a cada enfermero de base y era entonces común
que se recibieran tres semanas de capacitación especial. Por eso mismo, la semana pasada
fue la última de educación para Jiho Yoon y, muy amablemente, Dohan la liberó por
completo de toda responsabilidad existente. Los hospitales universitarios tenían un horario
fijo para las nuevas contrataciones e, incluso aunque pasaran la entrevista inicial, era muy
común esperar hasta que se emitiera el comunicado oficial en lugar de ingresar a la empresa
inmediatamente. Después de darle a Jiho Yoon un duro entrenamiento laboral, se le asignó
un nuevo precepto y comenzó otras tres semanas de nuevo entrenamiento pero en un nivel
más superior.

En el hospital, la proporción de nuevos estudiantes y doctores que eran Beta siempre fue
muy alta, pero esta vez, había más Omegas de los que había alcanzado a contar. Y Dohan,
que entró en la sala de espera para dar la bienvenida a los nuevos estudiantes de enfermería,
pareció estar atragantándose todo el tiempo debido a las terribles ganas de vomitar que le
estaban ocasionando sus feromonas. Se ató la mascarilla con fuerza para intentar
tranquilizarse, pero las náuseas siguieron durante toda la discusión.

Dohan les enseñó secuencialmente los parámetros de una cirugía organizada, comenzando
con los conceptos básicos para verificar un cronograma, y los pasos exactos que tenían que
seguir antes, durante, y después.

"Entonces, vamos a empezar la clase aprendiendo del doctor Kang. Es a quien vamos a
asistir hoy. Hagan lo que les dije y verán que todo estará bien."

Kim Hee-jae, uno de los nuevos estudiantes, aguzó el oído y asintió muy rápidamente con la
cabeza. Era un Omega muy lindo e inocente. Sexy hasta la locura. Y lógicamente, lo que
estaba pensando se reveló en su rostro y se sintió como si estuviera dejando salir su parte
animal.

"¿Estás nervioso?"

"La verdad es que sí."

"Bueno, es una colecistectomía laparoscópica muy simple. Es pan comido."

"¡Sí, señor!"

"Entonces, pongamos la mesa ahora".

Do-han verificó el arreglo de la sala y le dio instrucciones muy específicas para la


desinfección. Y en un momento dado, Dohan de pronto le entregó una túnica al estudiante
que seguía con su pequeña libretita bien sujeta entre las manos. Debido a que el quirófano
era un poco frío, los recién llegados, que ingresaban por primera vez, a menudo decían tener
muchísimo frío todo el tiempo. Además, a veces tenían que quedarse quietos en el
quirófano durante varias horas sin hacer nada, por lo que veía como temblaban de frío hasta
que les dolía la mandíbula.

"Hace frío adentro, así que ponte esto. No quiero que te vayas a enfermar."

"... Gra-Gracias."

¿Ya había dicho que no podía borrar sus viejos hábitos? Dohan tenía una sonrisa genial, la
única que mostraba cuando coqueteaba con los Omegas. Y entonces, aunque estaba cubierto
por una mascarilla desde la nariz hasta la barbilla, sus ojos estaban sutilmente curvados,
haciéndolo lucir tan guapo como un modelo en un drama de televisión. Entonces, la punta
de las orejas de Heejae se le pusieron un poco rojas y fue evidente que hasta se había puesto
un tanto nervioso en su presencia.

Y después de confirmar que Ji-ho entrara, Do-han llevó a Hee-jae a lavarse las manos para
que viera la manera correcta en la que se realizaba. Pero Heejae Kim, cuya punta de las
orejas todavía estaba roja, se juntó demasiado a la parte inferior del cepillo quirúrgico.

"Señor Heejae. Por favor, no se acerque demasiado. Recuerde que puede contaminarse de
nuevo".

"Ah, sí..."
Luego, Dohan, quien ingresó a la sala de operaciones, terminó de vestirse con la ayuda de
Jiho y comenzó a preparar la mesa y los campos estériles. Miró a Kim Hee-jae y le hizo
algunas advertencias bastante sutiles sobre lo que tenía que esperar a continuación. Pensó
que sería muy incómodo para él al momento de asistir al cirujano porque era un Omega
delgadito y muy bajito. Y debido a que Hyewon era increíblemente alto, utilizaba siempre
la mesa de operaciones al mismo nivel.

"Enfermera Jiho. Tráigame un taburete, por favor."

Do-han, que había estimado aproximadamente la altura de Hee-jae, le pidió a Ji-ho un punto
de apoyo para el nuevo enfermero. Entonces, cuando le dio la mano para ayudarlo a subir a
la plataforma de dos escalones, notó que ciertamente era lo correcto.

"Vaya, Dohan. ¿Por qué está siendo tan amable hoy?"

"Soy amable por naturaleza"

Tan pronto como terminaron de poner la mesa, el paciente y el resto del equipo médico
entraron sin falta. Nuevamente, la doctora encargada del departamento de anestesia era la
señorita Kim Jung-ah porque, claro que siempre estaba bien metida en el mismo quirófano
en el que estaba Hyewon. Era tanto así, que llegó al punto de preguntarse si era posible que
viniera a propósito para verlo.

Mientras Dohan la observaba, monitoreando la pantalla que estaba a su derecha, Hyewon


entró de inmediato para empezar con la operación. El paciente cayó en un sueño profundo
antes de contar hasta diez y entonces, comenzaron a moverse como una orquesta bastante
bien organizada. Tenían que decir que, ciertamente, Hyewon y Dohan eran una pareja
fantástica cuando estaban juntos en la misma sala. Dohan ni siquiera dudaba en entregar lo
que necesitaba y, como compañeros desde hace muchísimo tiempo, antes de que Hyewon
extendiera su mano para empezar con el siguiente tratamiento, Dohan ya tenía sus
herramientas completamente listas para él. Ninguno decía nada, sino que reemplazaron
todas las señales con miradas intermitentes y pequeños gestos que nadie más podía
descifrar. Fue una operación fácil en realidad, pero todo el movimiento de los dos, sin
mover las manos y con una sola voz, se veía impresionante a los ojos de Ji-ho, que aún era
estudiante, y de Hee-jae, un recién llegado.

La semana pasada, debido a cierto incidente entre ellos, Dohan se sintió tan incómodo con
Hye-won que no quería ni verlo. Pero de hecho, no había nada más estimulante que entrar a
cirugía con él. Dohan ya conocía todas las herramientas y hábitos que Hyewon utilizaba con
frecuencia y como había estudiado para ser doctor, a menudo fue objeto de varias sesiones
de formación práctica. Por supuesto que también fue el caso de Hyewon.

Y entonces, cuando la cirugía estaba a punto de finalizar, Hyewon hizo una revisión final
con el endoscopio y le preguntó a Dohan:

"¿Se va a ir casa después de su turno, señor Dohan?"

"No de inmediato. Quedé de ir con mis compañeros a beber algo, doctor ¿Quiere venir con
nosotros? Será divertido."
Dohan respondió mientras organizaba el equipo.

"Tengo una cita hoy".

"... Ah."

"Entonces solo seremos nosotros".

Dijo el residente, que los estaba escuchando atentamente a los dos. Era un médico de base
que era muy amigo de Dohan porque, de hecho, las únicas personas que no eran cercanas a
Do-han en este hospital eran Kim Jung-ah y los recién llegados.

"¿Tiene un asunto importante que atender, doctor?"

"Se podría decir que sí."

Como todavía estaba en la sala de operaciones, Dohan utilizaba palabras respetuosas con
Hyewon y trataba de marcar una línea bastante clara. Levantó ligeramente las cejas ante las
palabras de Kang y su supuesta "cita" y luego las bajó para ayudar al residente a contar todo
el material. Luego, comenzó a extender la gasa y finalmente cortó la sutura ante el sonido
de "primer corte".

Miró a Hyewon otra vez. Y es que no le resultaba muy familiar que Hyewon tuviera una
cita que atender. Es más, Dohan se tragó la pregunta "¿Cita con quién?" Y "¿A qué te
refieres exactamente con cita?" y lo miró por cuarta vez en menos de dos minutos. Hyewon
lo miró también.

"¿Pasa algo, señor Im?"

No sé, tú dime.

"Nada."

Después de la cirugía, le explicó al nuevo estudiante sobre el conteo y la limpieza, y


también sobre la importancia de hacer todo en voz alta para mantener un buen registro de la
situación. El trabajo se terminó cuando los últimos elementos utilizados se envolvieron
meticulosamente en un paño azul de herramientas.

"Doctor Kang".

"Dime."

"¿... Va a terminar rápido con su cita? Me gustaría que me diera su opinión sobre casas
disponibles en la zona. Ya sabe, como vive por aquí..."

"¿Casas?"

"Sí, quiero mudarme con un compañero de trabajo para ahorrar dinero. Pero, aunque él me
dijo que podía estar en su casa, yo pensé que, bueno que sería bueno si... Compramos una
desde cero."

Después de todo, realmente pensó que sería más emocionante si tenían un contrato
completamente nuevo y mayores responsabilidades conjuntas. Kang pareció captarlo de
inmediato.

"Claro, señor Im. Haré lo posible por aconsejarle bien."

Después de salir de la sala de operaciones, Do-han miró la hora y le dijo a Kim Hee-jae, que
le seguía, que no tenía que sobre esforzarse porque era el "chico nuevo". Y después de todo,
un recién llegado no tenía responsabilidades que le hicieran quedarse hasta tarde
organizando o haciendo papeleo.

Por la tarde, el quirófano estaba en silencio. Dohan, que estaba medio acostado en la sala de
espera, con una sensación de relajación que no había sentido durante mucho tiempo, caminó
lentamente y fue a la máquina expendedora para buscar un café. Y entonces, una figura
familiar quedó atrapada de inmediato en los ojos de Dohan, que pasaba frente al
departamento del primer piso. Era Hye-won, un hombre, alto, precioso y de buen cuerpo,
que además tenía todavía su bata blanca. Estaba hablando con alguien, pero esa persona era
invisible debido al ángulo que habían tomado los dos. Dohan mantuvo las manos en los
bolsillos y movió la cabeza hacia adelante y hacia atrás como para ver con quién estaba
hablando Hyewon y entonces... Resultó ser Kim Jung-ah, la maldita anestesióloga.

Dohan dejó de caminar y los miró a los dos desde la distancia. Hye-won estaba de espaldas,
por lo que no podía ver su expresión. Pero había una sonrisa impresionante en la cara de
Jung-ah, quien siempre se veía bastante fría. Era una expresión típica que solo se mostraba
en alguien que estaba enamorado.

Dohan se hizo más chiquito y se acercó otro poquito. Ahora que lo pensaba, la última vez
que compraron una taza de café, en la cafetería del hospital, él dijo que iba a invitar a Kim
Jung-ah para la próxima.

Pero maldito infeliz ¿Iba a tener una cita con ella?

"Uy sí, super importante." 


Chapter 16

El hospital era un lugar aburrido. No, para ser precisos, era un lugar concurrido y agitado
donde no había tiempo para pensar en tus propios asuntos personales debido al puto estrés.
Y precisamente como todos estaban tan enfocados en cuidar a los pacientes, sus vidas
empezaron a decaer tanto que, como resultado, los rumores siempre se extendían igual al
fuego en un bosque. "Fulanito y Sutanito estaban pasando el rato en el pasillo." "Fulanito y
Sutanito estaban tomados de la mano en la parada del autobús después del trabajo." Si
alguien daba una razón, al menos una pequeñita, al día siguiente los rumores comenzaban a
correr por todo el hospital y las personas empezaban a decir que esos dos eran "La pareja
del momento". Como era de esperar, los ojos del personal del Departamento de cirugía, que
miraban a Hye-won y Kim Jung-ah, eran feroces.
"Parece que realmente están empezando a salir."

Dohan lógicamente pensó que era algo COMPLETAMENTE imposible que eso llegara a
ser cierto, pero al verlos a los dos conversando en el vestíbulo, algo no se sentía del todo...
Normal. Tenía un montón de pensamientos fatalistas en la mente y hasta había comenzado a
ponerse increíblemente nervioso de la nada.

El hombre, con una expresión ligeramente arrugada, desvió la mirada, tratando de ocultar el
hecho de que los había estado siguiendo desde hace casi diez minutos como si fuera un puto
acosador. Y en ese momento, los ojos de Do-han vieron a Kim Hee-jae, saliendo de la
oficina de asuntos generales.

"Señor Heejae".

"¿Profesor?"

Cuando Dohan le pidió que se acercara, Heejae Kim corrió hacia él como un gorrión
persiguiendo la mano que le daba de comer. Verlo con su tarjeta de identificación alrededor
del cuello le recordó el día en que utilizó la suya por primera vez, así que sonrió. Pero al
mismo tiempo se lo estaba llevando el carajo.

Do-han habló con Kim Hee-jae en un intento de aliviar su corazón sombrío debido a Hye-
won.

"¿Quieres entrar conmigo a tomar un café? Te invitaré lo que quieras."

"¿De verdad? ¡Muchas gracias!"

Kim Hee-jae sonrió y se paró junto a Do-han. Al principio, su feromona pareció hacerlo
temblar, pero a medida que continuaba tomándola, descubrió que en realidad nada era
diferente de lo que pasaba con frecuencia. Dohan, que había estado sintiendo náuseas por
las feromonas omega de sus otros compañeros, una tras otra tras otra durante días, bajó la
guardia ante la idea de lo afortunado que era de parecer normal hoy. Estaba a punto de
preguntar si tendría que hacerse una "prueba de sensibilidad" así que, Dohan, que estaba un
poco más aliviado ahora, miró a Kim Hee-jae y le sonrió muy, muy honestamente.

Compró café para él en la cafetería del primer piso y se dio la vuelta para buscar a Hyewon
y Kim Jeong ah, que estaban parados un poco más lejos de donde estaba él. Tenían una taza
entre las manos y estaban viendo el menú de los postres. Sonrió, fingió que todo estaba muy
casual y se sentó en una de las dos mesas que estaban vacías.

Como recién llegado, alguien que acababa de dar sus primeros pasos en el mundo de la
medicina, Heejae tenía muchas preguntas que hacerle al jefe de enfermeros así que Dohan
respondió amablemente a cada una de ellas con una sonrisa de verdad muy bonita. O eso
hasta que Kang Hye-won y esa mujer, (la doctora) se sentaron en la mesa de junto. Bueno,
de hecho era el único asiento vacío del lugar, pero esta situación se sintió como estar
recibiendo una "declaración de guerra" de su parte, así que prendió y apagó su teléfono casi
sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.
"¿Debería mudarme un poco más cerca del hospital? Lo escuché hablar en el quirófano así
que ¿Todos los demás doctores viven por aquí?"

"Es común hacerlo porque todos tienden a recibir llamadas frecuentemente. Deberías
considerarlo."

Mientras respondía la pregunta de Hee-jae, Do-han continuó jugando con su teléfono


celular contra la mesa. Sin embargo, estaba más preocupado por la historia de Do-han y
Kim Jung-ah, que estaban sentados a su lado, que por la de Hee-jae sentado justo al frente
de él. Quería escuchar que maldita cosa estaban diciendo así que, lentamente, se fue
acercando y acercando en dirección a la otra mesa.

"Pues... Dijeron que sería mejor vivir a 30 minutos del hospital".

"No te preocupes por eso, es mejor disfrutarlo al máximo cuando eres nuevo. Deja que todo
fluya."

Ante las palabras de Dohan, Heejae Kim levantó ligeramente las comisuras de la boca,
suspiró y continuó hablando tímidamente. Y cuando estaba así de avergonzado y nervioso,
entonces comenzaba a parecer mucho más joven que su edad.

"Tiene razón, me he preocupado mucho por nada."

"... Fue un trabajo excelente, doctor."

Dohan escuchó las palabras de Heejae y escuchó la historia de la mesa a su lado al mismo
tiempo. Como era de esperar, había silencios muy largos entre esas dos personas porque
originalmente no eran muy habladoras que digamos. ¡Y eso lo estaba poniendo de malas!

"Vengo de Gyowon-dong".

"¿Eh? ¡Yo también! ¿Qué parte de Gyowon-dong?"

Cuando Kim Hee-jae dijo el nombre familiar de "Gyowon-dong" Do-han decidió no prestar
atención a la mesa de al lado, donde solo estaban tomando café, y conversar de algo que si
conocía:

"¿Ah, de verdad? Soy de Saebit"

"¡Yo también soy de allí! Oye, está genial. Después de esto, se me acumulan las vacaciones
anuales y dejo de estar de guardia por una semana más o menos ¿Qué tal si vamos allá
juntos? Conozco un..."

"¿¡Qué!?"

Cuando Dohan escuchó esas palabras, pudo sentir una mirada terriblemente punzante en su
cabeza. Miró a su alrededor y entonces, vio a Hyewon Kang, en la mesa de al lado,
mirándole como si no se diera cuenta de que lo estaba haciendo para empezar. Dohan, que
hizo contacto visual con él, lo observó de la misma manera y murmuró:

"¿...Qué dijiste?"

"Nada."

Así que el hombre se dio la vuelta.

"... Bueno, te decía que, si no estás muy ocupado ¿Te gustaría cenar conmigo hoy?"

Kim Jung-ah, quien dejó su taza de café primero, le sugirió esto a Hye-won.

"Por supuesto que SÍ."

Y remarcó ese SÍ a propósito.

"¿¡Qué!?"

Dohan arqueó las cejas ante la respuesta que salió sin vacilar.

En este punto, pensó que los dos realmente no se llevaban bien pero, de repente, la imagen
de Kang Hye-won, que se iba a casar con Kim Jeong-ah, pasó rápidamente por su mente
como si fuera una película de terror. Dohan tomó un gran sorbo del americano helado casi
como si tuviera muchísima sed. Y mientras masticaba el hielo frío entre sus muelas, se fue
acercando a su mesa, más y más para tratar de escuchar DONDE CARAJO IBAN A
CENAR.

De alguna manera era molesto. Dohan sintió que estaba perdiendo ante la anestesióloga por
alguna razón así que comenzó a decirle palabras a Heejae que ni siquiera tenían sentido para
él.

"Entonces TE RECOGERÉ EN MIS VACACIONES. Está de camino de todos modos, así


que PASARÉ POR TI cuando me digas. Pero el problema es que no soy muy bueno en las
rutas así que ME TIENES QUE ENSEÑAR."

"Ah... No. está bien. Solo es un viaje en autobús."

"Para nada. Iré contigo. Hasta podemos CENAR JUNTOS.

"Vaya, es muy bueno conmigo."

Como reacción, Do-han mostró una sonrisa muy amable a Kim Hee-jae y extendió la mano
en su dirección. El rostro del nuevo enfermero se puso un poco rojo ante la maravillosa
expresión de Do-han porque, después de todo, cuando él, un Alfa tan apuesto parecía tan
interesado, era imposible resistirse. Heejae era tímido, pero no pudo ocultar su emoción. Y
al ver a Heejae sonrojarse... Dohan inmediatamente se arrepintió de todo lo que había hecho
con él. Cuando escuchó a Hyewon diciendo que iba a salir con ella, las palabras solo
salieron y terminó por darle falsas esperanzas a un jovencito que no tenía nada que ver con
esto. Era la regla de hierro de Dohan no ser tan íntimos, pero se pasó de la raya esta vez.
Nunca había llevado a nadie en automóvil y nunca le pidió a nadie ir a cenar. Menos con un
compañero del mismo hospital.

Él solo quería...

Solo quería que...

"Bueno, maestro Im. Ya han pasado 30 minutos así que voy a subir primero. Tengo que ir a
trabajar."

"Sí... Yo te alcanzo."

"Coma bien."

Do-han envió a Hee-jae primero, bebió el resto del café y miró discretamente a Hye-won
sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.

"... ¿Crees que algún día pueda ir a tu casa?"

Wow.

Solo... Alto allí, LOCA.

A ver, ni siquiera era una casa donde viviera solo. Bueno, sí. Pero estrictamente hablando,
iban a comenzar a estar allí los dos, juntos. Le propuso estar con él en un lugar nuevo así
que iban a a ver trámites y casas y... ¿Qué demonios con la maldita? ¿Qué era eso de ir a su
casa? ¿¡Y por qué no le dijo que no!?

Dohan pareció tener fiebre dentro de él cuando pensó en Hyewon, quien estaba disfrutando
de un café con Kim Jung-ah e imaginando en llevarla a su casa. Es más, todavía no había
pasado nada y ya tenía un fuego que estaba subiendo por su garganta hasta su boca. Dohan
tomó un gran sorbo del café y el hielo que aún quedaban en el vaso para calmar su
estómago y luego lo mordió hasta hacer "crash, crash" como una persona enojada de la vida
que quería hacer todo el ruido del mundo solo para molestar ¿Pero por qué estaba tan
enojado y desconsolado por esto? La mente de Do-han estaba llena de dudas sobre si debía
felicitarlo y alegrarse de que su mejor amigo se encontrara con una buena mujer o si, por el
contrario, tendría que levantarse y llevárselo de allí. Y Do-han, que había estado
examinando cuidadosamente su actitud y sus acciones, de repente sintió una extraña
sensación de déjà vu en lo que estaba haciendo.

Dohan había visto a una persona con tales expresiones faciales y acciones antes. En una
película. Y de repente se le puso la piel de gallina por todo el cuerpo y pensó "¿¡Mi
comportamiento no es típico de una persona celosa!?" Pero ¡Por Dios! Im Do-han y Celos,
eran palabras que no iban juntas en absoluto. Jajajaja Im Do-han nunca estaba celoso. ¡Era
él quien hacía sentir celos a los demás! Además, si ese era el caso, ¿No parecería entonces
que le gustaba Hyewon?

Dohan volvió a masticar el hielo y se lo tragó. Era una tontería, y no había forma de que
pudiera ser posible para empezar. Él era un alfa y Kang Hye-won era un beta ordinario.
Kim Jung-ah también era una Beta que además era una buena pareja para él y... Bueno, su
amor no correspondido por Hye-won ya había pasado desde hace mucho tiempo. Desde que
se graduó de la escuela preparatoria para ser más específicos.

"Dios..."

Algo estaba claramente mal desde el momento en que su trasero fue perforado por su mejor
amigo. Estaba tan sorprendido y conmocionado que ni siquiera podía pensar bien. Si no se
hubieran acostado, no habría forma de que pudiera soñar con Kang Hye-won, ni habría
forma de que hubiera eyaculado por él y definitivamente no tendría que sentir todo esto.

Dohan dejó el vaso otra vez y decidió que ya era demasiado por un día.

De pie, con una bandeja vacía, Dohan tocó a Hyewon en el hombro y lo saludó para decirle
que se iría primero. Luego, con una sonrisa única y maravillosa, no perdió la oportunidad de
mirar también a Kim Jung-ah.

"Nos vemos, doctora. Siempre es un placer."

Ante la acción de Do-han, Hye-won levantó suavemente sus anteojos con la punta de los
dedos y lo miró. Daba miedo.
Chapter 17

"¿Qué estás haciendo?"

Dohan se encogió de hombros de inmediato, sintiendo la mirada que estaba completamente


encajada detrás de él.

Cuando regresó al vestidor del "centro de operaciones", los trabajadores del turno nocturno
ya se habían ido a quirófano así que, Dohan, que básicamente disponía de mucho tiempo
libre, se sentó tranquilamente en una silla del vestidor y se cambió de ropa. Sin quitarse las
medias de compresión, el hombre se tiró como si se hubiera derretido debido al calor de
toda el área y, por un momento, recordó que Hyewon, que estaba borracho en la habitación
de la suite del hotel, se sentó justo de la misma forma en que estaba acomodado él en este
momento. También era la misma postura que tenía en el café hace unos instantes... Dios,
¿Por qué siempre le pasaba eso? La expresión de su rostro, que era demasiado incómoda
como para poderla soportar, seguía aferrándose a su cabeza tan constantemente que sintió
que era más bien una especie de castigo por todos sus pecados anteriores.

"Maldita sea. Me estás confundiendo."

Dohan, que estaba murmurando para si mismo, chasqueó la lengua sin darse cuenta de que
lo había hecho. Y es que ¿Por qué estaba comiendo con ella para empezar? Él no era del
tipo de persona que se interesaba tanto por alguien más así que, posiblemente solo lo hizo
porque estaba enojado por la actitud que tomó en el café, o porque estaba aburrido o porque
estaba intentando darle una lección sobre responsabilidad ¿¡Quién sabe!? El punto es que
debió haberse negado cuando Kim Jung-ah le pidió hacerlo. No era razonable pensar que le
dijera "Sí" tan rápidamente.
Por supuesto, si un Omega desconocido le hubiera ofrecido cenar con él, Dohan hubiera
aceptado sin hacer preguntas y se hubiese ido a un restaurante cercano para ofrecerle un
"final feliz."

Pero era diferente.

Después de pensar por un momento en esto, Do-Han, quien dejó de intentar entender a Hye-
won, quien de por si era muy, muy diferente a él, se levantó para ponerse ropa nueva. Se
quitó los pantalones y los bóxers y entonces, cuando estaban bajando por sus rodillas para
deslizarse por sus pies, la puerta del vestuario se abrió y entró Kang Hye-won así como si
nada. Desde pequeños habían ido juntos a piscinas y al mar, así que lo había visto desnudo
más veces de las que podía recordarlo... Pero esta era la primera que lo hacía en el trabajo.
Por supuesto que entendía que no había nada de lo que tuviera que avergonzarse pero, Do-
Han, que le estaba mostrando el trasero, se sonrojó cuando sus ojos se encontraron con los
suyos. El hombre, que tenía los pantalones enganchados en el tobillo, se inclinó y se los
quitó así que, consciente de que eso había sido mil veces peor, silenciosamente volvió su
cuerpo a una postura diferente. Como un robot, giró el cuerpo hacia delante y luego hacia
atrás un par de veces sin saber si era mejor que viera sus nalgas o su pene y luego Hye-won,
que miraba fijamente la bonita figura que tenía frente a él, pestañeó, abrió la boca, la volvió
a cerrar y fue directamente a la puerta de su casillero.

"... Tus medias son muy bonitas."

Comenzó a sentirse como si el calor subiera a su rostro. Dohan abrió la puerta del casillero
y cubrió su cuerpo completamente rojo utilizando el metal. Él era un hombre que se jactaba
completamente de ser genial donde quiera que se encontrara, pero siempre perdía la
compostura cuando estaba frente a Kang Hye-won.

Usando todavía la puerta del casillero como escudo, Dohan confirmó que Hyewon todavía
estuviera frente a él, echó la cabeza hacia atrás y miró la manera en la que se estaba
desvistiendo. Tenía una espalda blanca, como el mármol, y unos brazos bastante bien
detallados que lucieron muchísimo mejor cuando se puso una camisa bien entallada. A
menos que tuvieran que salir, Dohan y Hyewon utilizaban ropa quirúrgica todo el tiempo
así que, de hecho, había muy pocas veces en la que lo hubiera visto tan informal en el
trabajo. En particular, en el caso de Hyewon, hubo muchos casos en los que fue al hospital
utilizando una bata incluso en pleno invierno y salió de allí de la misma forma justo cuando
las flores de primavera estaban creciendo. Y siempre lo veía arreglado como si fuera una
fotografía.
Entonces, cuando Hyewon se puso un saco, Dohan inclinó la cabeza en su dirección y pensó
"¿Qué demonios?" Había ocasiones en las que tenían que ir a un funeral o a la boda de
alguno de sus compañeros, por lo que siempre tenían al menos un traje negro en su
casillero. Sin embargo, la camisa que acababa de usar Hyewon y el saco que se puso, no
eran los que había preparado de antemano. Lo recordaba claramente porque compraron la
ropa a toda prisa en una tienda departamental al mismo tiempo. Y a diferencia del traje de
esa vez, la camisa que llevaba Hyewon ahora tenía adornos en los puños y era de una tela de
color azul marino bastante bonita. En otras palabras, era ropa que había comprado por
separado, a PROPÓSITO, y por una ocasión muy diferente a las anteriores. Tal vez algo
especial. Hyewon obviamente se veía muy guapo cuando se ponía traje, pero el que llevaba
puesto ahora se le veía tan especialmente bonito que sintió como si sus dientes estuvieran
chocando entre si. Y cuando pensó que en realidad estaba vistiendo un traje nuevo para ir a
una cita con Kim Jung-ah, sintió que se estaba volviendo lo suficientemente loco como para
hacer una estupidez.

Hye-won cerró la puerta del casillero. Do-han entonces dijo con sarcasmo:

"Kang Hye-won, mírate nada más. Eres... Bastante bueno para conseguir citas. Se ve que te
estás esforzando mucho por ella."

"... ¿Perdón?"

"Sí, ya sabes. Es... Un traje nuevo y eso."

"Ajá".

Hyewon asintió en respuesta a la pregunta de Dohan, cerró la puerta del casillero y salió sin
decir ninguna otra palabra. Dohan, que se quedó solo en el vestidor, tiró al suelo las medias
de compresión que había doblado cuidadosamente hace un segundo y gritó:

"¿¡¡Ajá!!?"

Dohan imitó la respuesta de Hyewon.

"¿Ajá? ¿Un ajá y ya? Si alguien te hace una pregunta, tienes que responderla correctamente,
¡Grandísimo hijo de...!"

Aunque Kang Hye-won hablaba muy poco, no era el tipo de persona que le respondiera de
una manera tan seca como ahora. En realidad, era la primera vez que lo trataba así ¿Por qué
le habló esa forma? Es decir, tal vez no era un gran problema para otras personas escucharlo
hablar así, pero la respuesta de Hyewon alteró los nervios de Dohan hasta el extremo. En el
café, hace un rato, actuó como si estuviera un tanto enojado de su conversación con el
nuevo enfermero y ahora, ¡Ahora actuaba como si no quisiera volver a hablar con él nunca
en la vida! Si Hyewon Kang arrojara sus medias al suelo, como Dohan hace un instante, o si
al menos se enojara como el resto de sus compañeros y le gritara a la cara, habría sido más
fácil de controlar porque le gritaría o le daría un puñetazo. Pero el "ajá" de hace un rato...
¿Qué se suponía que tenía que hacer con él? A sus ojos, eso solo significaba "no me hables
de cosas inútiles." Y era ciertamente problemático tratar con eso. Dohan apretó los dientes y
cerró de golpe la puerta del casillero. No sabía por qué. No sabía por qué Kang Hye-won
estaba de mal humor y no sabía por qué se sentía tan sucio con esto. Tal vez la acumulación
de estrés le ofreció una mayor sensibilidad. Además, todavía estaba nervioso porque se le
revolvía el estómago cuando se encontraban con las feromonas de los Omegas que se
topaban con él y era completamente inaceptable trabajar en quirófano y tener ganas de
vomitar todo el rato. Más cuando la esterilización tenía que ser la máxima prioridad. Trató
de tomar ayudas digestivas, preguntándose si su estómago estaba más sensible o si fue por
algo que había comido, pero fue en vano. Había estado estresado durante los últimos días
con este problema así que, incluso esta mañana, durante la hora pico para ir al trabajo y
cuando descubrió que su compañero para quirófano era un Omega, se quedó tan
impresionado que tuvo que tomarse un momento para prepararse por lo que seguramente
iba a venir. Sin embargo, muy afortunadamente, la feromona de Heejae no provocó ningún
rechazo importante en él.

"Maldita sea. Tengo muchas ganas de ir a un club o algo".

Necesitaba un tiempo fuera.

Después de pasar la noche con Hyewon y exasperarse con el Omega que conoció en la
aplicación de citas, Dohan había estado viviendo una vida demasiado... Saludable. Pero
evidentemente pensó que de seguir así moriría de inanición en algún momento así que
intuyó que necesitaba un descanso muuuuuy largo.

Dohan se cepilló los dientes y ordenó su ropa, luego revisó la pantalla de su teléfono
celular, que había colocado en la silla junto a la puerta, y notó que aparentemente había
recibido un mensaje de texto de la inmobiliaria (que había reservado después del tiempo en
el quirófano) y que tenía la dirección de un departamento cerca del hospital. Fue la primera
casa que le llamó la atención cuando buscó en internet porque, en caso de emergencia, le
quedaba tan cerca como para correr así que no necesitaría conducir un auto que ni siquiera
era suyo y evidentemente tampoco tomar un taxi. ¡Perfecto! Pero cuando subió al elevador
y bajó al vestíbulo del primer piso, vio a Hyewon y Kim Jung-ah caminando juntos. Dohan
se quedó quieto deliberadamente, se rascó la cabeza, y los vio salir del hospital de una
forma bastante atenta. Al parecer, el lugar de encuentro de los dos estaba cerca del hospital
así que iban justo a la misma dirección que Dohan iba a tomar justo ahora.

Dohan volvió a consultar el reloj de su teléfono móvil para calcular el tiempo que le
quedaba. Eran las 4:40. Suspiró, y sin embargo igual se mantuvo deliberadamente a una
distancia razonable de los dos mientras caminaba detrás de ellos. La dirección de verdad era
la misma así que incluso pareció que Dohan los estaba acechando. Aunque por supuesto que
no era el caso.

Al final, los pasos de Kim Jung-ah y Kang Hye-won, quienes iban casi al mismo ritmo,
llegaron a la puerta principal de un restaurante japonés.

Era un lugar que conocía perfectamente bien así que, Dohan, quien pasó por el frente
después de ver a Hyewon abrir para que la mujer pudiera pasar, levantó las comisuras de
sus labios como si estuviera muy feliz por dentro. Después de todo, Hyewon odiaba el
pescado a morir. Era alérgico a los mariscos y no le gustaba mucho el pescado cocido o
crudo desde que era un bebé. Cuando comía cangrejos o camarones, la anafilaxia y la
hipersensibilidad ocurrían de inmediato así que la dificultad para respirar y las sibilancias
eran síntomas típicos de su cuerpo. Cuando estaban en la escuela primaria, le compartió un
refrigerio con camarones sin saber que era terriblemente alérgico así que, de repente, Hye-
won dijo que tenía picazón en la garganta y luego comenzó a toser y a jadear con
muchísima fuerza. Después de eso, incluso hasta Dohan comenzó a alejarse de los
crustáceos como si les tuviera pavor. ¡Dohan estaba encantado de que no eligieran un buen
restaurante o uno que le gustara de verdad! Y sí, definitivamente no podía entender por qué
se sentía así. Estaba tan feliz que hasta se olvidó del encuentro con Hyewon en el camerino
hace un momento.

Los restaurantes japoneses de sashimi de alto rango no eran un lugar adecuado para la cena
con el cirujano general, pero nadie en el hospital sabía que Hyewon era alérgico a los
mariscos. Era una debilidad de Hye-won que solo Im Do-han entendía. Y se sentía bien
pensar de esa manera y tenerlo como si fuera un secreto especial. Además, cuando Kim
Jung-ah eligió ese lugar para comer, se sintió bien ver el comportamiento tan molesto de
Hye-won y su cara en blanco sin un solo filtro amable. Después de todo, ¿No era eso prueba
de que ella aún no sabía de sus alergias? Algo que le gritaba que seguía siendo algo solo
suyo. Pero Dohan, que caminó hacia un complejo de apartamentos cercano, con pasos
muchos más ligeros que los de la primera vez, de repente se detuvo en seco. ¡No sabía qué
clase de mierda estaba haciendo en este momento! ¿Por qué diablos eso lo hizo sentir bien?
Es decir, era ridículo ¿Por qué se sentía tan bien al ver el momento en que una historia de
amor se hacía pedazos? Además, era la historia de amor de su mejor amigo precisamente
por lo que, incluso si lo pensaba bien, pareció ser un poco cruel de su parte alegrarse de sus
desdichas. Y mientras Dohan tenía un breve momento de reflexión, su teléfono celular
decidió cortarle el momento. Al parecer el agente inmobiliario ya había llegado al frente del
complejo y estaba buscando a Dohan.

"Tengo la casa perfecta para ti. Pero no son dos habitaciones, son cuatro. Y además, la renta
mensual es increíblemente accesible."

"¿Cuatro habitaciones? Creo que es demasiado grande. Mi amigo y yo recién hablamos de


esto de la casa nueva hoy y... Realmente solo la vamos a ocupar para dormir."

Ante la presentación del agente, Dohan sonrió con un poco de amargura. Un apartamento de
4 dormitorios y 2 baños era un lujo para alguien que solo quería comer, dormir y ducharse.

"Pero es mi primera mudanza y me gusta la casa, así que echaré un vistazo."

Ante las palabras de Dohan, el agente abrió la puerta principal con una sonrisa bastante
amistosa.

La primera impresión que tuvo cuando vio la casa por primera vez, fue que era brillante y
muy limpia. Y como era la primera vez que la enseñaba, el techo, las paredes y el piso eran
muy blancos y no había señales de muebles o de que algún cuadro se hubiera colgado en la
pared. Luego, cuando abrió la puerta del medio, descubrió que tenía una gran ventana en la
sala de estar. Algo como para que ambos pudieran ver la puesta de sol de un vistazo. Era
una estructura típica de apartamentos coreanos.

"Son cuatro cuartos, pero uno es pequeño porque originalmente era un salón de usos
múltiples que se usaba como vestidor. Como dije, está muy cerca del hospital."

Dohan asintió ante sus palabras. Tardó menos de 20 minutos en llegar al apartamento,
aunque caminó despacio deliberadamente para no toparse con Hyewon. Si iba al hospital
con prisa, pensó que sería posible que se hiciera solo 10. Incluso imaginó que estaría bien
pasar durante la hora del almuerzo para ducharse y tomar algo de ropa para la noche. Dohan
abrió la puerta del cuarto de servicio y miró adentro: Era una habitación realmente pequeña
así que no pareció razonable combinar la ropa de Hyewon y la suya para usarla como
vestidor. En el caso de Hyewon, solo tenía un par de prendas para la semana, pero Dohan
era un poco extravagante con esto de la imagen original. No obstante, como dijo el
vendedor, era una casa bastante agradable. Sobre todo, porque le gustaba la forma en que
los dos dormitorios estaban separados entre si. Entonces, las dos habitaciones se podían
utilizar cada una como dormitorio, la habitación pequeña como vestidor, y la de usos
múltiples, que originalmente se usaba como vestidor, como almacén. El depósito y la renta
mensual que dijo el agente tampoco estaban mal y si pensaban en dividirlo por la mitad,
entonces iba a ahorrar muchísimo dinero en comparación a lo que pasaba cuando vivía solo.
Sobre todo, iba a dejar de gastar en el costo del transporte. Y si comía hasta la cena en el
hospital, entonces sus gastos de alimentación también disminuirán considerablemente.

"Es maravilloso."

Después de salir de la primera casa y mirar la segunda por un rato, sonó el teléfono celular
de Dohan. El nombre que aparecía en la pantalla era "Kang Hye-won" así que Do-han
ignoró el timbre.

"El teléfono suena."

"Es correo no deseado."

Diciéndole eso al agente, Dohan colgó el teléfono. Si estaba teniendo una cita ¿Cuál era el
motivo de su llamada?

La segunda casa era la que Dohan y Hyewon querían en términos de condiciones, pero no le
gustó porque había signos de envejecimiento bastante evidentes en las paredes y puertas. Y
mientras miraba alrededor del baño, Hye-won volvió a llamar así que Do-han respondió de
inmediato:

"¿!Por qué me llamas!?"

[¿Dónde estás?]

"Dondequiera que esté ¿Qué te importa?"

[Voy en camino.]

Solo habían pasado 40 minutos desde que fue a ese restaurante japonés con Kim Jung-ah.
Entonces, en términos de tiempo, pareció que la cita estaba completamente arruinada ahora,
pero no podía adivinar el éxito o el fracaso de ella por la voz de Hyewon.

"Ya no. Ya vi algunas casas. No haces falta aquí".

[No, espérame. Ve una casa más.]

Como un estudiante de primaria, Dohan respondió sin rodeos a las palabras de Hyewon:

"No quiero."

Pero el agente, que esperaba a que hablara, estiró un dedo sin darse cuenta y agregó:

"Todavía hay una casa más en realidad."


Las cejas de Dohan se arrugaron levemente, como las de un niño al que sus padres
regañaban en voz alta.

"¿Dónde está la siguiente casa?"

Cuando Dohan preguntó, el agente le dio el nombre de un complejo de apartamentos que


estaba al costado de la carretera. Y en el momento en que Dohan repitió el nombre que el
agente le había dicho, a Hyewon, este dijo que llegaría pronto y colgó el teléfono sin decir
nada más.

Mientras Hyewon y el agente se dirigían a esa nueva casa, Dohan trató de averiguar por qué
había terminado con Kim Jung-ah tan rápidamente y por qué parecía tan ansioso por irse de
allí. ¿Fue porque no dijo una sola palabra mientras comía, o fue porque estaba
decepcionado de que sus pensamientos sobre Kim Jung-ah fueran diferentes a cuando la
conoció? Dohan negó con la cabeza. Kang Hye-won era una mujer lo suficientemente
hermosa como para tener en cuenta algo de eso.

"Muy hermosa... Ah, mierda."


Chapter 18

Dohan y el agente se encontraron con Hyewon en la entrada del complejo de apartamentos.

Hyewon, quien tenía su camisa blanca abrochada hasta el final de su cuello y solo dos
botones de su chaqueta negra, pareció haber salido de un evento tan formal, que el ambiente
incluso dejó de sentirse como una cita normal para ver casas.

"¿No dijiste que tenías algo muy importante que hacer, doctor Kang?"

"... Era una cita para cenar."

"¿Y ya se acabó? Supongo que salió bien".

Dohan fue abiertamente sarcástico con Hyewon.

"Estuvo bien."

"Ya. Lo suficiente como para decidir ir a ver casas con tu amigo en lugar de quedarte con
ella. Seguro te estabas divirtiendo un montón. Hasta te escuchas afónico."

Pero luego de decir eso, solo cerró la boca y miró para otro lado. Fue porque pensó que su
comportamiento era definitivamente el de alguien muy infantil. Sin embargo, Hyewon
continuó:

"Entonces ¿Está mal que saliera con ella o algo así?"

"Mira, haz lo que quieras. Tú tienes tus horarios y yo los míos. Punto."

Esta vez, Hyewon mantuvo la boca cerrada ante la aguda respuesta de Dohan. Lo que
pasaba era que, cuando lo veía en su traje, tan bien peinado y arreglado, oliendo rico y
viéndose tan guapo, no podía... Pensar en nada coherente que soltar. Hye-won se humedeció
los labios por un momento.

"Tienes razón, si tú vas al club todos los días a follar con cualquier Omega que se te cruce,
entonces yo no tengo que justificar nada tampoco ¿No?"

Ante las palabras de Hyewon, las cejas de Do-han, que se habían suavizado, se elevaron
nuevamente. Y en respuesta a su oración, Dohan se paró con los brazos cruzados y las
piernas completamente rectas. Y aunque la tercera casa tampoco estaba mal, Dohan ya no
podía concentrarse bien debido a esto.

"Me gustó la primera casa que vi, pero mejor te la enseño otro día porque... Obviamente
este no es el momento."

"Yo estoy bien, pero no sé cómo estás tú".

"También estoy bien. Perfecto."

Cara a cara con Hyewon, Dohan lo miró como si tuviera muchísimas ganas de marcharse y
contuvo las palabras que estaban a punto de salir de su boca. Lo que estaba haciendo ahora,
era justo lo que haría un niño con el corazón roto ante la visión de que su amigo cercano, su
mejor amigo, estaba jugando con alguien que no era él en el patio de la escuela. Pensó que
todos tenían un amigo así cuando eran jóvenes. Un niño infantil y celoso que decía: "No
juegues con él, porque estás conmigo." Dohan sacudió la cabeza en respuesta a sus acciones
y dejó escapar una risa bastante hostil.

La risa de Do-han sonó como una burla para Hye-won.

"Salí con ella para decirle que no estoy interesado en una relación ¿De acuerdo?"

Hyewon, que había estado manteniendo su boca cerrada, finalmente la abrió para justificar
sus acciones. Y era extraño que tuviera que poner excusas por esto. Fue solo que Hyewon
pensó que tenía que decirle para lograr que se calmara. Y al escuchar las palabras de
Hyewon, Dohan arrugó aún más sus cejas oscuras y lo miró fijamente a los ojos. Su postura,
con los brazos cruzados y las piernas rectas, se veía tan increíblemente desafiante como
completamente enojada. Dohan le preguntó a Hyewon:

"Si ese fuera el caso, podrías haberle dicho eso mientras tomaban café ¿Había alguna razón
por la que tuviste que llevarla a comer?"

"Tú me hablaste de ella."

"..."

"Tú me dijiste que le gustaba."

Cuando Hyewon fue a ver el dormitorio, Dohan lo siguió al interior de la habitación y gritó:
"¿Estás diciendo que es mi culpa?"

Hyewon miró hacia otro lado, como si estuviera pensando por un momento sobre lo que
tenía que decir. La tercera casa también tenía el sol de lleno y era increíblemente luminosa,
pero gracias a que Hyewon estaba de pie en medio de la habitación vacía, mirándole directo
a la cara, no se sentía nada caliente o acogedora. Era una habitación llena de luz solar al
atardecer, pero no se veía bonita. Era igual a un quirófano con una lámpara encendida que
no dejaba de parpadear.

"Sí. Es tu culpa. Dijiste que estaba interesada en mi e incluso me diste un montón de


indirectas para que saliera con ella. Es que ¿Qué te pasa, por Dios? ¿Se supone que debía
decirle que no me interesaba allí mismo en el hospital?"

Dohan sonrió como si todo lo que escuchara fuera ridículo. No importaba lo amable que
fuera, era una historia de amor de hospital. Podrían haberse reunido durante 10 minutos
frente a la máquina expendedora y hablar de sus sentimientos, pero Hyewon lo complicó.
Básicamente le estaba diciendo que no tenía intención de conocer a nadie, pero como su
mejor amigo, Dohan, le dijo sobre el interés, por eso se reunió con ella. Por supuesto.

"¿Desde cuándo eres tan obediente?"

Dohan no podía entender por qué estaba tan enojado, pero su estómago entero hervía. Tal
vez era porque pensaba que entendía y conocía a Hyewon mejor que nadie, pero le estaba
enseñando que no era así.

"Te digo que le gustas y vas con ella como un... Si te pido que te cases conmigo, ¿Te
casarías conmigo también?"

"¿Quieres que me case contigo?"

"¡¡No estoy hablando de eso!!"

Los dos estaban uno frente al otro en medio de una habitación vacía. Hyewon era un poco
más alto que Dohan, pero en realidad no había diferencia en el nivel de sus ojos.

"Lo siento..."

Cuando la voz de Do-han se elevó, Hye-won palideció notablemente y se disculpó con él.
"Lo siento", dijo. ¿A qué se refería? La persona que realmente debería arrepentirse era
Dohan. Y en realidad, la disculpa de Hyewon hizo hervir aún más el corazón del hombre
hasta un punto en que dejó de reconocerse. Fue una disculpa que trazó una línea, como si no
quisiera hablar más, como si no quisiera que llevara su irritación más lejos. Ambos
simplemente se estaban enojando, sin saber por qué estaban actuando así o qué ofendió a la
otra persona o por qué estaban dando explicaciones o pidiéndolas cuando solo eran amigos.

El agente, que los esperaba a los dos en la sala, abrió la puerta con cuidado cuando notó que
la pequeña pelea no había terminado. Y tan pronto como lo hizo, el hombre emitió un
sonido sofocante y se detuvo en seco igual a si se hubiera clavado en su lugar. Aunque
obviamente era un Alfa, estaba más abrumado por la feromona de ese Alfa, más fuerte que
él, y que llenaba la habitación desde el techo hasta la pared. Tanto así, que no podía
moverse. Era un olor feroz, algo que parecía el de una persona muy, muy enojada. Incluso
estaba lleno de una posesividad terriblemente profunda. Porque Hyewon, parado en el
centro, estaba salpicado con la feromona de Dohan por todas partes. Era solo que no se
había dado cuenta de eso. Pero otros Alfas ni siquiera podían mirarlo sin sentir miedo. Fue
como si dijera "Es mío. Ni piensen en tocarlo."

Cuando el agente, que abrió la puerta, de repente pisó el umbral, Do-han y Hye-won, que
estaban molestos el uno con el otro, finalmente parecieron prestarle toda su atención. Era
algo de su profesión. Dondequiera que fueran, sin importar lo que sucediera, cuando veían a
alguien que no se veía bien, tenían que dejar todo lo que estaban haciendo y concentrarse en
el paciente.

"¿Se siente mal?"

"… Oh, no."

Dohan se acercó a él, le puso la mano en el hombro y preguntó, pero el agente de bienes
raíces no podía ni hablar correctamente. El hombre se quitó el sudor y lo intentó de nuevo,
pero apenas y podía continuar su conversación.

"Pe- Pero… Lo que pasa es... Su olor..."

Fue entonces cuando Dohan se dio cuenta de que había liberado su feromona al máximo sin
saberlo. Intentando ocultar su expresión desconcertada, Dohan miró a Hyewon, que seguía
de pie en medio de la habitación y luego inmediatamente se concentró en la pared. El era un
Beta, así que seguía de pie allí sin sentir absolutamente nada, pero era evidente que su olor
estaba en él. ¿Se enojó lo suficiente como para liberar sus feromonas sin darse cuenta?
Dohan estaba avergonzado porque era la primera vez que le pasaba algo como esto así que
rápidamente dispersó todo de la mejor forma que pudo. Su olor, que era como un profundo
aroma cítrico, dejaba un sutil toque a sándalo al final así que, cuando Dohan lo quitó, el
agente se puso de pie como si acabaran de soltarle del cuello.

"Lo... Yo lo siento muchísimo. No fue intencional".

"Sí... Bueno, terminaré con esto por hoy. Me pondré en contacto contigo más tarde."

"Sí. Claro."

Do-han, que no respondió a las disculpas, comenzó a caminar junto con el agente así que
Hye-won se mordió el interior de la boca como si estuviera muy preocupado por lo que
pasó. Y ya que sus dientes se alojaron en su carne, una sensación cálida y el sabor de la
sangre comenzó a extenderse por todas direcciones hasta pensar que podía gotear. Y
tragando en silencio para deshacerse del dolor punzante y el sabor en su lengua, Hyewon
siguió a Dohan y al agente y salió del apartamento también.

Dohan volvió a confirmar con el hombre sobre su próxima cita y lo envió de regreso en un
taxi. Cuando solo quedaron ellos dos, Hyewon agarró el brazo de Dohan, quien estaba a
punto de darse la vuelta y le dijo:
"Dame tu respuesta".

"¿Qué respuesta?"

"Me disculpé".

"... Hyewon, ahora no. Estoy un poco cansado."

Dohan miró a Hyewon, sosteniendo su brazo firmemente entre sus dedos, así que respondió
de una forma un tanto fría. El rostro de Do-han, diciendo que estaba cansado, era más duro
que nunca antes y hasta cierto punto, fue tan aterrador como cuando rechazó al Omega que
llegó al frente del hospital y se aferró a él. Hyewon se mordió el labio con más fuerza. No
podía retenerlo más y, como era de esperar, su rostro, reflejado en la ventana del centro
comercial que estaba en frente, era exactamente igual a la expresión de ese Omega cuando
Dohan le gritó. El de un corazón roto.

Hyewon soltó lentamente su mano y Dohan salió del complejo de apartamentos dejando
solo un saludo que decía que "iba a verlo más tarde".

Sintió como si lo estuviera perdiendo completamente así que aunque sabía todo sobre su
información de contacto y dirección de su casa, Hye-won no pensó que pudiera atrapar a
Do-han de nuevo esta vez. Si se aferraba a él justo ahora, sentía que sería rebajado al mismo
nivel que el de sus otras muchas aventuras de una noche.
Pero después de dar un par de pasos, Dohan de repente miró hacia atrás e hizo un gesto con
la mano hacia Hyewon, que todavía estaba allí de pie para mirarlo como lo haría un perro
esperando a su dueño. Sonrió. Su mente estaba complicada, pero no quería enojarse con él
por algo como esto.

"Lamento haberme portado así. Te veré mañana ¿Bueno?"

Cuando Dohan saludó y declaró el "alto el fuego" primero, Hyewon lo miró y dijo que
"estaba bien", aunque no tenía ningún deseo de aceptar esa horrible declaración de paz.
Además, trató de levantar ligeramente las comisuras de sus labios porque, aunque para otros
podría parecer inexpresivo, lo más probable era que Dohan reconociera que estaba
sonriendo. Lo calmó lo suficiente como para hacer que siguiera caminando pero, ya lo había
dicho, no quería una tregua. Honestamente sintió que estaba por ir más allá de la línea que
él había trazado e invadirlo todo. Preguntarle ¿Por qué? ¿Por qué pareces tan celoso? ¿Por
qué no me dices lo que sientes de verdad? Pero cuando Dohan se alejó sin mirar atrás,
Hyewon inclinó la cabeza de un modo un tanto derrotado.

El cobarde Kang Hye-won, temeroso de perderlo, nunca haría algo tan arriesgado como
eso. 
Chapter 19

Dohan vació el vodka un vaso tras otro. Luego, el cantinero, que vio la manera en que las
cosas se estaban alineando tan constantemente solo para vaciarse al instante, suspiró y lo
llenó ahora con whisky de malta.
Había llegado al club que frecuentaba para intentar calmar su humor irregular y rebelde,
pero el ambiente de allí también pareció ser un completo desastre. Nadie bailaba porque
había una mala selección de música y todos habían decidido sentarse como si fueran un café
del vecindario. Y al contrario de lo que le preocupaba en la entrada del club, eso de
comenzar a vomitar por la feromona de algún Omega, estaba tan enojado que no le importó
en absoluto, entró y pidió el alcohol más fuerte que tuvieran. De vez en cuando comenzaba
a escucharse ruido, y en cuanto pasaba un omega con una feromona especialmente espesa,
fruncía el ceño y comenzaba a quejarse por ello. Pero no fue tan molesto como antes. Sin
embargo, sin que pudiera hacer algo para evitarlo, un omega que arrojaba un montón de
feromonas "coquetas" se sentó justo a su lado, por lo que Dohan bebió alcohol una vez más
para intentar calmar su estómago hinchado y su estado de ánimo un tanto inquieto.

Pero aunque bebiera y bebiera, nunca se emborrachó. A diferencia de su mal humor, su


condición era buena y no estaba cansado porque había dormido estupendamente bien la
noche anterior, así que no estaba predispuesto a que se le subiera.

Pensó que estaría bien si seguía así, pero Hyewon pronto se sintió incómodo de nuevo. Al
igual que antes de que Hyewon se fuera de la escuela, estaba tan molesto por cada pequeña
cosa que pasaba con su vida que sintió que iba a llegar un momento en que cometiera una
locura. Todavía recordaba que en primer año, en la preparatoria, Hye-won, que de repente
no fue a la escuela durante unos días, apareció con sus padres, empacó y desapareció otra
vez sin decir una sola palabra. Pero el día antes de que Hyewon hiciera eso, Dohan tuvo una
discusión muy grande con él. Y como en esta vez, Do-han en ese momento fue sarcástico
con Hye-won, quien estaba lleno de lágrimas en los ojos, y le dijo: "¿Qué tiene que ver mi
vida contigo? ¿¡Qué tiene que ver un Beta conmigo!?" ¿Pero fue la herida que le ocasionó,
tan grande? Porque Hye-won se evaporó frente a Do-han ese día y luego vio que no iba a la
escuela por un tiempo y pensó que era porque estaba muy, muy enojado con él. Visitó su
casa varias veces después de eso e incluso el día que se marchó, miró fijamente a Dohan y
se quedó helado cuando le dio la espalda sin decir una sola oración. Ahora, Dohan pensó
que se sentía justo igual que entonces. Estaba enfadado pero, si cometía un error otra vez...
Se preguntaba si Hyewon desaparecería de nuevo como en ese entonces.

Estaba fingiendo ser una persona animada y fingiendo ser una persona brillante, pero no
quedaba nadie alrededor de Dohan excepto Hyewon.

Y después de mucho tiempo, mientras se sentaba solo en el bar y bebía sin decir una
palabra, un rostro familiar se acercó a él y dijo:

"¡Do-han!".

Estaba un poco lejos del gusto de Do-han. Un Omega, de físico robusto y cabello corto, lo
encontró y se acercó a él para iniciar la misma conversación de siempre. No le gustaba su
cara ni su cuerpo, pero era una pareja sexual con la que se había quedado durante mucho
tiempo ya que combinaban increíblemente bien en la cama.

"¿Por qué estás solo?"

Contrariamente a su decepción, Dohan lo saludó con una sonrisa hermosa. Puso un vaso
lleno de whisky frente a él, sonrió y le ofreció un cigarrillo. Él estaba en lo correcto. Dohan
nunca estuvo solo en este club. Siempre luchaba por poner a alguien en la cama, y la verdad
era que había muchos Omegas que estaban desesperados por alcanzar un poco de su
hermoso rostro y su perfecto cuerpo, incluso aunque sabían que no tendrían una gran
oportunidad con él después. Era muy raro que Dohan bebiera y ya. Y aunque había pasado
mucho tiempo desde que cortaron el contacto, el hombre trató a Dohan con la misma
naturalidad de siempre. Como si lo hubiera visto la semana pasada.

"No me has contactado últimamente, así que pensé que tenías un nuevo chico."

"Estaba ocupado".

"Incluso si estás ocupado, ¿El sexo no es importante? ¿Controlar el RUT no es importante?"

"Sí, tienes razón."

Dohan sonrió mientras bebía de su vaso ante la mirada tan descarada del Omega hacia sus
piernas. Sí, definitivamente prefería tener algo simple como esto. Si deseaba tener sexo,
simplemente tenía sexo y ya. Porque, después de todo, lo que era complicado le daba dolor
de cabeza.

"Ha pasado un tiempo, ¿Quieres salir a jugar conmigo?"

Tenía tatuajes y un físico musculoso, pero cuando se inclinó cerca de Do-han, le susurró al
oído de una manera realmente necesitada y tierna. Y mientras Dohan encogía la barbilla sin
responder y simplemente observaba lo que estaba haciendo, la invitación de ese Omega se
hizo aún más explícita hasta que, poco después, colocó abiertamente su mano sobre el
muslo de Dohan e incluso lo acarició suavemente en dirección al espacio en el que estaba su
pene. Dohan abrió deliberadamente los ojos y, por un momento pequeño, miró a Hyewon en
lugar de a él. No había un solo rincón que se asemejara a la atmósfera de su mejor amigo,
pero el cuerpo y la altura de los hombros y el pecho se parecían bastante a la suya.

Vació el último trago que quedaba y lo siguió desde la barra.

Dohan, que entró en un hotel cerca del club, se quitó la camiseta y la tiró en el suelo.

"¿Te gustaría lavarte primero? ¿Nos bañamos juntos?"

Estaba acostumbrado a pasar la noche con Dohan y sabía muy bien qué hacer y lo que más
le gustaba. Dohan fue al baño sin responder.

Después de un rato, cuando Dohan comenzó a ducharse, el hombre entró desnudo en la


cabina de ducha donde él estaba. El cuartito era demasiado pequeño para que dos hombres
fuertes se ducharan juntos así que Do-han, que no quería encontrarse con él cara a cara en
primer lugar, agarró el hombro del hombre que lo sostenía por detrás y lo empujó con
fuerza contra la pared del baño. Los ojos de Dohan captaron la nueva atmósfera mientras su
acompañante exhalaba y se contraía enormemente por la emoción. El Omega, ya intoxicado
por lo que había hecho el Alfa, secretamente había comenzado a sacar una feromona que
olía increíblemente dulce. No era tan repugnante como para que le dieran náuseas, pero el
olor fue suficiente para trastornar el estómago de Dohan, que había estado muy sensible de
por si. Dohan torció el rostro, tratando de calmar el rugido de su panza, y puso sus labios
sobre el hombro jadeante de su nuevo Omega. El hombre agarró la mano de Dohan y lo
arrastró sobre su pecho pero, a pesar de su comportamiento obsceno y descarado, Do-han
no lo encontró nada atractivo. Si fuera normal, como en otros días, ya lo habría tomado de
la cadera y comenzado a embestir como un animal desesperado por comida. Pero ahora,
aunque la caricia de carne y carne continuó... No estaba sintiendo absolutamente nada. Y a
diferencia del sonido de la respiración de su oponente, que se hacía más y más alta, la
respiración de Dohan era tranquila y hasta un tanto aburrida.

Jadeando a la espera de la próxima jugada brusca, el hombre le agarró del hombro y, como
no hizo nada, estiró la mano y palmeó sus abdominales con las puntas de los dedos. Una
hábil mano se deslizó hacia abajo, pero después de varios intentos, el pene de Dohan no
había respondido ni de chiste y el hombre se había puesto furioso.

"¿Todo está bien?"

"No, no puedo. Vamos a parar."

Dohan empujó al Omega, actuando como un gato enojado, y se deslizó fuera de la cabina de
ducha. Dohan se secó el agua que le caía por la ceja con la palma de la mano y se cepilló el
pelo mojado hacía atrás.

"Do-han... ¿Te enlazaste con un Omega?"

"¿Yo? No. No seas ridículo."

"Entonces, ¿Te volviste un monje tibetano que prefiere intentar volver a ser casto o algo
así?"

"... Tal vez."

Enojado por el hecho de que lo habían cortado, el Omega actuó tan bruscamente como si
estuviera a punto de maldecir a Dohan en cualquier momento. Sonrió, negó con la cabeza
igual a si no tuviera sentido, y dejó escapar una risa estridente.

"Es una locura, si estás enlazado ¿Por qué vienes al club en primer lugar?"

"No es nada de eso. ¿Podrías... Irte?"

"Pues que mala suerte. Porque tu pene era lo único por lo que los Omegas íbamos contigo."

"¿Qué...?"

Originalmente, tenía una muy buena personalidad con sus ligues, y por eso mismo era un
hombre que no se enojaba con tanta frecuencia. Pero ante el repentino cambio de actitud de
su acompañante, Dohan solo frunció el ceño. Que vergüenza que tratara de encontrar a
Hyewon en alguien tan corriente como él.
"Sí, como lo escuchaste ¿De qué sirves si ni siquiera puedes follar? Sabía que eras una
basura, pero... Bueno, ¿Sabes qué? Ya no es mi problema. Pero pobrecito de quien se enlazó
contigo."

"¿Puedes callarte y largarte?"

"¿Por qué te sientes mal solo porque te estoy diciendo que eres una basura? Todo el mundo,
todo el club, sabe que es verdad. Solo te seguimos por tu cara bonita. La verdad es que no
hay ni una sola persona en el universo que aguante a un Alfa tan egocéntrico y castrante
como tú."

"..."

"Y ya que estás enlazado, asume la responsabilidad y ve solo con ese Omega. ¡Estúpido!
No le des ilusiones a la gente que tiene prisa, maldito pito fácil."

El hombre limpió su cuerpo mojado con una toalla y escupió un montón de palabrotas más.
Pero a diferencia de su cuerpo, que mostraba signos de excitación mientras se limpiaba, el
de Dohan aún no respondía en absoluto. Cuando el hombre deslizó una toalla por el suelo y
cerró de golpe la puerta del baño, Dohan apoyó la espalda contra la pared y respiró hondo:
¿Dijo que se enlazó? Era absurdo y... Completamente imposible ¿Cómo demonios iba a
hacer algo como eso? ¡No! Era solo que... No era un buen día.

Pero ya llevaba bastante rato con un mal día encima.

Dohan, que acababa de perder la cabeza, se derrumbó en la cama en cuanto salió. Ya era la
segunda noche que se quedaba solo en un cuarto de hotel desde la vez en que estuvo con su
mejor amigo ¿Y si realmente estaba tratando de convertirse en un monje tibetano virgen y
puro así como dijo? ¿Podía hacer los votos sin darse cuenta? Dohan arrugó la frente de
nuevo.

"En serio, ¿Debería ir al hospital?"

Es decir, nunca había imaginado que tendría tal problema en el futuro, así que estaba un
poco confundido sobre lo que tenía que hacer a continuación.

"¿ A urología? ¿Al Departamento de fisiología? ¿Un endocrinólogo? No, no. No puede ser."

Dohan, con una expresión seria en su rostro, desató el listón y comenzó a abrirse la bata. El
hombre, que comprobaba la forma del objeto entre sus piernas, no dejaba de repetir la
palabra "no" como si en realidad este fuera su nuevo mantra.

"No, no..."

Do-han se recordó a si mismo, soñando con tener sexo con Hye-won en el cumpleaños de
su padre y fantaseando con él en el medio de una cena familiar. En ese momento,
definitivamente hubo una reacción que no se ajustaba a lo que estaba pasando afuera y la
situación incluso lo avergonzó muchísimo. Antes de ir a trabajar por la mañana, incluso
cuando se despertaba, estaba orgulloso de la buena salud que tenía su verga. Pero ahora, el
rostro de Dohan gradualmente se puso pálido.

Después de sentarse en la cama y pensar por un rato sobre lo que tenía que hacer, Dohan
llegó a una conclusión y decidió probar la teoría a través de un experimento sencillo. Fue
algo que tenía como base aplicar las condiciones en donde su pene funcionaba
normalmente. Y la misma variante, en las dos situaciones anteriores, fue que había pensado
en Kang Hye-won todo ese tiempo. Dohan sacudió la cabeza enérgicamente y volvió a
mirar entre sus piernas. Masturbarse en un hotel era de perdedores. Más aún cuando el salón
estaba lleno de Omegas hermosos que podía llevarse para follar. Sobre todo, la
masturbación no era más placentera que el sexo y utilizar su mano era el doble de laborioso
que solo meterse en un culo.

Después de pensar por un momento, Dohan deslizó cuidadosamente su mano entre sus
piernas. Tenía un abdomen inferior liso y genitales sin un solo cabello. Era vergonzoso estar
masajeando su pene en una habitación vacía así que las cejas gruesas de Dohan comenzaron
a arrugarse de una manera bastante exagerada. E incapaz de concentrarse por la
incomodidad, Dohan comenzó a imaginar a alguien observándolo. Unos ojos profundos...

"Uhm..."

Dohan continuó con su imaginación mientras sentía que el pene en su mano se estaba
poniendo duro. El hombre en su cabeza, tenía el cuello de la camisa abotonado hasta arriba.
Notó que había tragado saliva como si estuviera nervioso y entonces, se aflojó un poco la
tela justo en la parte de la clavícula. Era como si esa prenda acabara de ser planchada en la
mañana.

Un pequeño movimiento de su manzana de Adán hizo ver sus músculos increíblemente


tensos...

El hombre tragó saliva otra vez y se desabotonó más rápido que al inicio. Luego se abrió la
camisa lo suficiente como para revelar una piel maravillosamente blanca en el interior así
que, sin darse cuenta, Dohan respiró bastante hondo. El pene se le levantó debajo de las
manos como para probarle que definitivamente no era disfunción estéril.

"Ah, ah..."

Dohan enterró lentamente la cabeza en la almohada y apoyó la espalda por completo en el


colchón. La cintura la tenía ligeramente curvada y los abdominales se le habían tensado lo
suficiente como para inflarse repetidamente con la inhalación y luego disminuir con la
exhalación siguiente. Y a medida que el movimiento de la mano que le agarraba el pene se
volvía más y más áspero, Dohan entonces comenzaba a mover la cintura por el placer y el
calor que emanaban de su espalda baja. Además, la tensión provocada por el deseo había
hecho que su vientre se pusiera cóncavo y se contrajera de acuerdo con los movimientos de
sus dedos.

Dohan abrió los labios y cerró los ojos.

A medida que caía la oscuridad, la imagen de Hye-won Kang, representada en su mente, se


estaba volviendo definitivamente más clara. Unas gafas con montura plateada, que hacían
que su impresión fuera aún más fría de lo que en realidad era, reflejaron la luz de la
habitación y luego, esos dedos largos y ásperos que tenía le tocaron suavemente las rodillas.
Do-han saboreó lo bien que se sentía que Kang Hye-won, que estaba actuando
obscenamente en su delirio, hiciera latir su corazón con cada uno de sus pequeños toques.
Eran unos dedos fríos que acariciaron entre sus muslos deliciosamente y cuando Hyewon
abrió la boca, se vislumbró una lengua roja brillante que le dio a Dohan una fuerte
sensación de sed.

"Ah, ah..."

Dohan imaginó esa lengua roja lamiendo la suya.

Después, Hyewon presionó su cara contra su ingle para lamerle el pene así que, ese bonito
rostro blanco se estrelló contra los pilares de la carne que se le había endurecido como un
garrote. Podía ver la punta gruesa y curvada del glande golpeando su nariz y su mejilla y
luego, la manera en que lo lamía como si fuera una criatura viviente con voluntad propia en
lugar de un producto de su cabeza. Hasta estaba golpeando sus anteojos anticuados para que
no se le cayeran. Imaginó que un líquido transparente salpicaba sus labios así que, al
instante siguiente, la respiración de Dohan se volvió cada vez más difícil de sobrellevar. El
movimiento de su inhalación estaba tan apretado que la mano que sostenía su pene pareció
llenarse de la misma fuerza. Se había sentido escéptico sobre masturbarse mientras pensaba
en Hye-won hace un momento, pero ante la imagen de su amigo, lascivo y perfecto, dando
vueltas en su cabeza para comérselo completo, jadeó y sacudió la espalda como una bestia
en celo.

De repente, el sonido del gemido de Dohan llenó la habitación mientras sacudía sus
genitales con las piernas bien abiertas.

"Ah, espera... ¡Ah...!"

En la ilusión, Hye-won había presionado suavemente la punta del orificio de su glande con
la palma de la mano, sacó la lengua y lamió cada parte de la superficie del pene
protuberante de Do-han.

Cada vez que la lengua caliente, que se había endurecido, tocaba el pilar de su carne, los
músculos de los muslos de Dohan se contraían y relajaban repetidamente una y otra vez
hasta que se sintió bastante complicado de sobrellevar. Hye-won se quitó las gafas sucias y
sonrió, luego se inclinó y tragó los genitales de Do-han hasta que realmente pudo sentir el
calor de su garganta.

"Ah, ah, por Dios... ¡Um! Un poco más... Un poco más profundo."

Dohan le dio fuerza a sus piernas. Su espalda, que estaba repleta de músculos duros, se
levantó en el aire y sus caderas se contrajeron debido a ese impresionante placer. Dohan
comenzó a gritar como si realmente hubiera puesto su pene en la boca de Hyewon. ¡De
verdad estaba sintiendo que su corazón iba a explotar justo allí! Sus manos, que siempre
estaban secas y ásperas, estaban pegajosas y calientes por el sudor y sus fluidos corporales y
luego, Dohan frunció el ceño ante el sonido de fricción que escuchaba cada vez que sacudía
la espalda. En realidad, quería escuchar la voz de Kang Hye-won. Maldita sea. Quería ver la
cara de Hye-won con su semen en su boca. Anhelaba ver su rostro sucio, con un líquido
blanco opaco en su lengua, respirando hondo y preguntando si le gustaba. Quería agarrar un
puñado de su fino cabello negro y hacer que gritara su nombre una y otra vez hasta volverlo
ronco. Quería pedirle que lo besara.

"Ah, ah, Hyewon... ¡Hyewon!"

Como si hubiera llegado al clímax, Dohan gritó su nombre con una sensación de placer que
se volvió lo suficientemente fuerte como para decidir que no podía soportarlo más. E igual a
si el nombre de su amigo fuera un afrodisíaco, Dohan lo gritó una y otra vez mientras
sacudía sus genitales en el aire. Se retorció en la cama como un animal que solo sabía
mover la cintura, babeó y se quejó de una manera tan caliente, que fue difícil llamarlo
simplemente lujuria.

"¡Ah! ¡Ah, ah, ah! ¡Hyewon...! Kang... Ah, ah, ah... ¡Hyewon-ah!"

Do-han, que no dejaba de gritar el nombre de Hye-won desesperadamente, agarró una verga
que tenía la punta al rojo vivo. Luchó con todas sus fuerzas ante el gran placer que cubría su
cuerpo y se movió como le vino en gana hasta hacer que la cama se volviera un completo
desastre. Llegó hasta el punto en que las puntas de los dedos de sus pies, que habían estado
apretando fuerte, se pusieron completamente blancos y temblorosos. Pero tan pronto como
pronunció el nombre de Hyewon, sintió que los gruesos pilares de carne le latían y luego,
simplemente gruñó y comenzó a derramar un montón de semen en todas direcciones. Fue
igual a si los deseos que había soportado estallaran todos a la vez. Además, el semen que
salió de su pene manchó el cuerpo moderadamente bronceado de Dohan, salpicó los
abdominales que se retorcían después de la eyaculación, cerca de los pezones que se erguían
de excitación, e incluso en su firme mandíbula inferior, que estaba angulada.

"Ah, ah, ah ¡Dios! Ah, umm..."

Dohan abrió los ojos fuertemente cerrados y revisó lo que había pasado. Había un pene
desordenado, repleto de tantos fluidos corporales que estaba hasta burbujeando. Fue una
masturbación que comenzó torpemente y que resolvió todos los deseos que había
acumulado hasta el momento. Fue tan refrescante como el agua fría que bebía después de
correr en un día caluroso.

Dohan relajó sus manos mientras miraba su verga y observaba también el líquido que se
seguía derramando sobre el colchón. Además, los dedos que agarraban su pene estaban
embarrados con semen, y los que sujetaban la almohada mientras soportaba el placer,
hormigueaban con muchísima fuerza.

Dohan continuó exhalando rápidamente, sintiendo la manera en que el corazón le latía y


viendo la forma en que sus palmas estaban completamente desordenadas y temblorosas. Y
mientras se miraba las palmas, manchadas de todo su deseo sexual, le invadió una tardía
sensación de pura vergüenza. La vívida imagen de Hye-won no se encontraba por ninguna
parte y en su lugar, solo estaba él y un techo desconocido.

"Maldita sea..."
Dios, ¿Qué acababa de hacer? El rostro de Dohan se puso rojo brillante. Básicamente corrió
al Omega de la habitación del hotel, se acostó en la cama con el cuerpo desnudo y llamó a
su mejor amigo en su mente hasta que eyaculó. Era una situación que solo podía definirse
como una locura, pero que ignoró porque su cerebro rebosaba de satisfacción por la
excesiva secreción de oxitocina y endorfinas.

Vergüenza y culpa, humillación y satisfacción, todo mezclado y desordenado.

Dohan apoyó los brazos y las piernas abiertas sobre la cama y terminó por acostarse boca
arriba.

"Ah... Tengo que... Ir al hospital."

No podía explicar nada de esto. No hubo reacción alguna con el Omega, pero sintió un gran
placer que nunca había experimentado en su vida al pensar en Kang Hye-won y la manera
en la que le hacía el amor. Y ya que era el momento de placer más satisfactorio en su vida,
entonces definitivamente era un problema.

Suspiró. Todavía había un regusto persistente de eyaculación que provocaba que sus muslos
y la parte inferior del abdomen estuvieran bien apretados y que estaba ocasionando que la
fuerza en las nalgas se quedara justo allí. Se sintió como si fuera un esclavo de su propio
deseo sexual. Un esclavo de los sentimientos que iban en una sola y constante dirección.

"Urología… Departamento de fisiología... ¿Dónde tengo que ir?"

Dohan se dio la vuelta lentamente y murmuró esto para si mismo. Pero mientras se
acomodaba, los temblores en todo su cuerpo parecieron disminuir lentamente hasta
tranquilizarse. Al menos con esto había comprobado que podía tener una erección y
eyacular normalmente, por lo que no parecía que tuviera que ir al departamento de urología
y sacar cita.

"¿Debería ir a psiquiatría primero?"

Pero como un hombre que había gastado todas sus fuerzas físicas en masturbarse, Dohan
comenzó a sentirse tan somnoliento que opinó que sería mejor no pensar en nada más. Al
menos por ahora.

Cuando cerró los ojos, se quedó dormido y sintió que incluso podría despertarse hasta la
mañana siguiente. Al contrario de su mente perturbada, su cuerpo estaba tan relajado, tan en
paz, que aunque Dohan se esforzó por abrir los ojos resultó ser una completa perdida de
tiempo. Por supuesto que tenía miedo de que Kang Hye-won volviera a aparecer en su
sueño pero, aunque trató de ahuyentarlo, Dohan no podía mover uno solo de sus dedos.

Era como si hubiera tenido sexo rudo.

[Final del tomo 1] 


Tomo 2.

Cuando estaba a punto de irse a dormir, los pensamientos, que se precipitaron como una ola
durante la marea alta, lo llenaron como si lo quisieran arrastrar todavía más adentro. No,
más bien era como si su mente estuviera tratando de burlarse de cada desición tomada por
Dohan a lo largo de su vida. Y a medida que avanzaba la noche, su mente se fue volviendo
tan y tan borrosa que simplemente suspiró y se mordió la boca. Tal vez esto era porque era
un humano nocturno en esencia, pero Dohan no podía conciliar el sueño fácilmente y en su
lugar, solo terminó dando vueltas y vueltas varias veces sobre la cama.

Y cuando la somnolencia finalmente apareció, notó que en realidad la sensación que lo


acompañaba era muy mala. Aunque tener sus piernas desnudas, entrelazadas en el edredón,
le ocasionaba un extraño sentimiento de estabilidad, al mismo tiempo hizo que Do-han se
sintiera increíblemente solo. Y tenía que decir que fue peor cuando se volvió y miró por la
ventana. Mientras observaba el cielo nocturno, oscuro y sin estrellas, las luces de la ciudad
comenzaron a colgar del borde de todos los edificios de un modo precioso. Y aunque no
podía ver la bulliciosa y glamurosa vista de la ciudad porque estaba acostado, al menos se
dio cuenta de cuán apasionadamente brillaba todo incluso desde su posición.

"De verdad parece un poco solitario..."

Era un sentimiento ambiguo. Después de todo, "Soledad" era una palabra inapropiada para
él, que pasaba todo el día ocupado deambulando por el quirófano y riéndose a carcajadas
con sus compañeros Omegas en un bar. Nunca había estado en silencio durante tanto tiempo
así que, cuando finalmente escupió la palabra soledad, se sintió como si solo hubiera sido
arrojado a un lado. Cuando llegó el silencio, la penumbra también se metió en su cabeza y
aunque hubo silencio por un rato, se rió a carcajadas porque era una forma de ver las cosas
demasiado emotiva para un tipo que se acababa de masturbar mientras imaginaba a su
mejor amigo chupándole la verga.

Dohan enterró la cara en la almohada.

"¿Por qué me pasa esto a mi?"

La pronunciación de Dohan fue amortiguada porque su boca estaba presionando


completamente contra la almohada. Luego gritó, dio vueltas y vueltas dos o tres veces más
y al final, se llevó ambas manos a la cara como si se diera por vencido. Con los párpados
cada vez más pesados, siguió contemplando durante mucho tiempo unos tres departamentos
a los que ir: urología, medicina hormonal y psiquiatría. Al final, Dohan se quedó
completamente dormido al pensar que tendría que reservar tiempo para ver a un médico que
lo sacara de dudas. 
Chapter 2

Mientras escribía el registro de la cirugía con Kim Hee-jae, Do-han concluyó que su mente
se estaba volviendo muchísimo más descarada de lo que lo estaba la primera vez. Durante la
semana pasada, Do-han se masturbó todas las noches, recordando la cara de Kang Hye-won
y sus labios suavemente posados entre los suyos. Sus manos, su voz...
Entonces, casualmente, al día siguiente almorzó junto con él y fueron a ver unas tres casas
más ¡Hasta se juntaron en el quirófano! Pero eso no significaba que Dohan no se pusiera
terriblemente nervioso cada vez que lo miraba.
"… Ok. Debo poner distancia entre los dos. Esto no está funcionando."

"¿Maestro?"

"... Estoy hablando conmigo mismo".

"Ya veo. Hablas mucho contigo mismo estos días."

"¡Porque me estoy volviendo loco!"

"... Lo siento mucho. Trataré de mejorar."

Kim Hee-jae, que no pareció entender bien a Do-han, se disculpó lo mejor que pudo e
incluso dijo que "por favor confiara en él de ahora en adelante." Después de todo, cada
persona en el hospital sabía que las acciones de Kim Hee-jae eran mucho más lentas que las
del resto del personal de quirófano. Un típico estudiante que era lento para actuar y que
tenía que preguntar cada dos por tres sobre sus siguientes movimientos. La semana pasada,
por ejemplo, cuando el programa de cirugías estaba apretado, su comportamiento lento
provocó regaños de otros doctores y, por supuesto, cada movimiento de su inexperiencia
tuvo que ser atendida todo el tiempo por Do-han y sus superiores. Y por si eso fuera poco,
tuvo que proporcionar educación suplementaria a Hee-jae durante algún tiempo extra.

Entonces, la cabeza de Heejae se inclinó hasta el suelo. Aunque en realidad se estaba


quejando por la situación en la que se encontraba con su mejor amigo, también era cierto
que lo estaba pasando mal por culpa de Hee-jae, por lo que Do-han no corrigió su
malentendido.

"Más te vale".

Dohan respiró hondo y miró a Heejae, que parecía completamente exhausto después de la
última operación. Las horas regulares de trabajo habían pasado hacía mucho tiempo y,
debido a que tuvieron que hacer cuenta de inventario, el reloj ya marcaba más de las 6.

"Maestro, ¿Tiene hambre?"

"Mucha. Ya casi es hora de cenar".

"Si está bien, ¿Le gustaría ir a comer conmigo?"

Dohan reflexionó un momento sobre la sugerencia de Heejae. Era el momento en que Kang
Hye-won iba a ponerse en contacto con él para ir a comer los dos juntos así que, Do-han,
que estaba preocupado, asintió de buena gana ante la sugerencia del nuevo enfermero. En
estos días, estaba pasando demasiado tiempo con Kang Hye-won así que, intentando
controlar lo que estaba empezando a sentir por él, trató de mantener la mayor distancia
posible el uno del otro. Al principio siempre estaban juntos: "Vamos a almorzar", "vamos a
un café." Pero ahora, no importaba cuán desvergonzado fuera su comportamiento habitual,
era difícil enfrentar a Hye-won después de pasar una noche calurosa con él en su mente. Y
es que todas las expresiones faciales lascivas que había imaginado la noche anterior y la
noche anterior y la pasada a esa, hicieron un lío tan grande en su cabeza que no había forma
de que pudiera estar bien con él a su lado.

Necesitaba... Necesitaba tiempo.

Sin embargo, tan pronto como Do-han aceptó la propuesta de Hee-jae, sonó su teléfono
celular con una tonada un tanto clásica. Eran tres caracteres que escribían el nombre [Kang
Hye-won] y que aparecieron ocupando toda la pantalla.

"Ustedes dos deben ser muy cercanos".

"¿... Se nota?"

Kim Hee-jae, quien revisó el nombre en las notificaciones, preguntó esto con una sonrisa de
verdad gigantesca. Sin embargo, contrario a lo que pensó que iba a hacer, Do-han miró a
Hee-jae y luego presionó el botón para rechazar la llamada.

"Es porque... Bueno, el señor Hyewon Kang siempre lo espera para comer o siempre le
avisa que llegara tarde si realmente va a llegar tarde."

"Jaja. Mi relación con él es estrecha. Nos conocemos desde que éramos muy pequeños."

"El señor Hyewon, cuando está frente a mí yo... La verdad es que me siento muy asustado.
Tiene esa imagen que grita que no puede tolerar ningún tipo de error".

"Es verdad. Su apodo es Robodoc después de todo."

El recién llegado, Hee-jae, se echó a reír y aplaudió como si fuera la primera vez que
escuchaba el famoso apodo de Kang Hye-won. Do-han sonrió.

"Bueno, quiero comer en un restaurante elegante hoy así que ¿Qué dices?"

"¡Claro!"

Los dos, que cambiaron de ropa de "hospital" a ropa de "civil", salieron por la puerta
principal y comenzaron a contemplar un menú de comida apropiado que pudieran
acompañar con una cerveza bien fría. Los dos, que no sabían si querían comida exótica o
comida coreana picante, atravesaron un largo pasillo y atravesaron la sala de operaciones.
Pero cuando se abrió la puerta automática, con las letras rojas electrónicas, los dos se
enfrentaron a un tigre enojado.

"Do-han..."

"¡Ah!"

Kim Hee-jae gritó ante la repentina aparición de Kang Hye-won, quien pareció estar
esperando por él frente a la sala de operaciones desde hace un buen tiempo. La punta de las
cejas siempre rectas de Hye-won se le habían levantado y por supuesto que tenía una
expresión de mal humor en todo su rostro. Además, la imagen de él gritando el nombre de
Do-Han y dando click en el teléfono celular que estaba en su mano, pareció tan incómoda
que se estremeció igual a si fuera gelatina. Sin embargo, Dohan respondió con una
expresión muy descarada.

"Uy ¿Llamaste? No lo sabía porque estaba ocupado."

Hyewon lo miró a la cara. Para otras personas podía parecer tan inexpresivo como de
costumbre pero, a los ojos de Dohan, lo que quería decirle apareció dibujado por todas
direcciones. Aparentemente no le creía eso de que no escuchó su llamada así que, sin darse
cuenta, pronto sintió como si hubiera cometido un gran error. Por su parte, Hee-jae, que
había visto a Do-han rechazar deliberadamente la llamada de Hye-won cuando estaban
hablando sobre un lugar para comer, dio un paso atrás para no meterse en su pelea. Pero
Dohan lo agarró del brazo y lo condujo hacia adelante.

Cuando las mejillas de Kim Hee-jae se pusieron un poco rojas, la mirada de Kang Hye-won
se volvió hacia la mano de Do-han.

"Ah... Yo... Doctor ¿Le gusta el sashimi?"

"¿Perdón?"

"Hay un restaurante japonés de lujo en la calle principal ¿Le gusta...?"

"Sé de que restaurante hablas, gracias. No me gusta el sashimi."

"... Lo siento."

"Pues, resulta que vamos a ir allí ¿No es cierto? A comer, los dos."

Cuando Heejae asintió, Dohan naturalmente dio un paso para adelante y se dio la vuelta.
Hye-won lo sujetó de la muñeca antes de que avanzara más.

"Do-han..."

"Hablemos más tarde ¿De acuerdo? Tengo una cita y no quiero verme mal. Seguro lo
entiendes porque ya tuviste una la otra vez ¿No?"

Cuando Hyewon lo llamó por segunda vez, Dohan agitó la mano como si estuviera
bromeando con él, pero nunca lo miró a la cara de nuevo. Luego, puso su mano sobre el
hombro de Heejae y salió del hospital tan tranquilamente como si no hubiera pasado nada.
Pero incluso después de que Dohan desapareciera, Hyewon se quedó allí durante mucho
tiempo y miró ferozmente el lugar donde los dos se habían marchado. Sus ojos debajo de las
gafas eran agudos. En términos de estar ocupado, Hyewon estaba vuelto loco. Tenía que
hacer una cirugía, escribir una disertación, ayudar a un doctor con su investigación y recibir
avisos de emergencia de los residentes. De vez en cuando, cuando venían pacientes críticos,
tenía que cooperar y también era su deber atender pacientes ambulatorios. Le llevaba
mucho esfuerzo salir del quirófano y comer con Dohan así que, si alguien en el hospital
supiera lo que hacía por estar con él, habrían dicho que parecía muy entregado y hasta un
tanto enamorado de su amigo. Pero por supuesto, él no era un Omega así que nada de esto
importaba.
Hyewon desvió la mirada del pasillo vacío y miró su teléfono celular.

"¡Hola! ¿Ya comiste?"

"Sí."

En ese momento, la puerta de la sala de operaciones, donde Hye-won tenía su espalda, se


abrió para darle paso a un residente de rostro bastante familiar. Pero a la pregunta del
doctor, que estaba tratando de ser amable, Hyewon expresó su negativa con un viento frío
que soplaba directo en su voz.

Le habían quitado las ganas de comer. 


Chapter 3

"Señor, yo... ¿Por qué hizo eso antes?"

"¿Qué?"

Sabiendo sobre lo que estaba preguntando Heejae, Dohan fingió demencia y tomó un vaso
con hielo para llenarlo de cerveza.

"El doctor Hyewon. No contestó su llamada a propósito."

"Es que... Solo, no sé. A veces quiero comer solo."

"Ah, entonces yo fuí utilizado".

"Jajaja, no hables así. Me haces ver como un chico malo."

Dohan se encogió de hombros ante la expresión exageradamente sombría de Heejae.


Después de todo, él estaba en lo correcto. Kim Hee-jae fue una víctima de las
circunstancias. Fue un escudo que utilizó porque era difícil ver la cara de Kang Hye-won
durante tanto tiempo.

Kim Hee-jae chasqueó la lengua, le dio un gran bocado a los camarones fritos que estaban
en su plato, y continuó hablando como si realmente hubiera perdonado a Dohan por lo que
acababa de hacer. Y mientras hablaban el uno con el otro, descubrió que en realidad Kim
Hee-jae era mucho más agradable de lo que había pensado que era. Popular entre muchos
alfas, moderadamente torpe, moderadamente distante, moderadamente inconsciente, pero
encantadoramente sociable.

"Corren rumores en el hospital de que el doctor es un tipo bastante... Cabrón."

"Posiblemente."

Era una palabra familiar, por lo que Dohan sonrió. Heejae, que dejó de usar los palillos,
miró a Dohan y cambió de tema:
"¿Ustedes dos pelearon?"

"¿Kang Hye-won y yo?"

"Ajá."

"No, no... Es incómodo, creo."

Para ser precisos, Im Do-han evitó a Hye-won porque se estaba sintiendo completamente
agobiado en su presencia. Pero igual no dio ninguna explicación específica a la pregunta de
Hee-jae. El joven asintió, aunque obviamente estaba sorprendido:

"Entonces sí pelearon."

"Bueno ¿La gente puede vivir sin pelear?"

"Es que no puedo imaginar que el doctor Hye-won... No sé, levante la voz, insulte o algo
así".

"Ah, no, no. Cuando ese bastardo se enoja, simplemente cierra la boca. Yo soy el unico
enojado. Luego me acerco y le hablo y... Todo termina."

"Vaya."

"Ha sido así desde la infancia..."

Otros maldecían, otros golpeaban... Y Kang Hye-won miraba a Do-han en silencio con los
brazos cruzados. Era así desde niño. Entonces, Do-han, que no podía soportar el silencio y
justo como si nada hubiera pasado para empezar, comenzaba a hablar y a bromear como
siempre y después de eso, todo estaba arreglado. Ahora que lo pensaba, realmente no podía
enojarse con él durante mucho tiempo. Incluso si no hablaba con Kang Hye-won durante
medio día o una semana completa, su corazón se ahogaba y suspiraba profundamente para
volver en su dirección. Siempre había muchos amigos alrededor de él, era ruidoso y
animado y era muy fácil que estuviera sin Kang Hye-won. La cosa era que no podía
soportarlo por mucho. Y es que, la única persona con la que podía hablar y pasar el rato,
siempre fue Kang Hye-won.

"Al principio, cuando los vi a los dos, pensé que eran como los personajes principales de un
drama."

"¿Por guapos?"

Im Do-han, que tenía una expresión seria en su rostro, pestañeó un montón de veces, luego
levantó la barbilla hacia Kim Hee-jae y sonrió cuando lo vio abrir mucho los ojos y hacer
justo la misma expresión que él. Después de un breve estallido de risa y un par de bromas
sin sentido, el tema de repente cambió a la vida hospitalaria de Kim Hee-jae. Y mientras
escuchaba las dificultades y preocupaciones que debía enfrentar un nuevo enfermero,
Dohan de repente pensó en Kang Hye-won.
¿Ya había comido?

Aunque trajo a Kim Hee-jae aquí para evitarlo, todavía había una sensación de inquietud
con todo lo que tenía que ver con él. Debido a su personalidad, no podría haber comido con
otras personas y era completamente evidente que, o iba a comer solo, o se iba a saltar la
comida por completo. Ya iban a dar las 9 en punto, pero Do-han estaba convencido de que
Hye-won todavía estaba en el hospital.

Al ver a Hee-jae empacando sus pertenencias después de terminar de comer, Do-han mostró
una sonrisa de verdad maravillosa.

"Enfermero Heejae, entre primero y tenga una bonita noche".

"... ¡Sí! ¡Tenga una bonita noche también!"

Frente al Hospital Universitario Deokwon y después de tres o cuatro vasos de cerveza,


Dohan dio un paso hacia adelante y miró para adentro a través de la pequeña ventana
adjunta a la puerta de la sala de vigilancia. Dos residentes estaban comiendo fideos, una
enfermera estaba dormitando y la mujer de administración estaba separando sus palillos
para comenzar a comer una barra de sushi. Dohan, que encontró a Hyewon sentado al final,
con los brazos cruzados frente a la pantalla llena de letras negras y gráficos, lo miró en
silencio por un momento que pareció un tanto exagerado. Su cara se veía pálida y cansada y
sus lentes estaban mis sucios, probablemente llenos de sus propias huellas dactilares.
También había un montón de residentes allí pero, Dohan, que estaba avergonzado de entrar
solo para darle la comida que había comprado para él, buscó en su bolsillo su teléfono
celular para poder marcarle. Sonrió. Y justo antes de presionar el botón de llamada, Dohan
miró a Hyewon nuevamente. Juntó sus espesas cejas, como si fuera parte de una película de
dibujos animados, y telepáticamente envió un mensaje hacia la parte posterior de la cabeza
de Kang Hye-won

"Mira atrás."
"Mira aquí, Kang Hye-won."

Y entonces, Hyewon Kang realmente se volvió y miró hacia la puerta donde estaba parado
Dohan. Sus ojos se encontraron a través de la estrecha ventana y luego, como si nada
hubiera pasado, Dohan frunció el ceño y levantó una bolsa de papel que tenía en la mano.
Eran bolas de arroz, bolas de queso, pan caliente y ensalada del restaurante donde comió
con Kim Hee-jae. Sabía que a Hyewon no le gusta mucho lo japonés, pero como ya era
bastante tarde, no tenía otra opción.

Hye-won, que encontró a Do-han, se levantó de su asiento y salió lentamente de la sala de


vigilancia. No había ninguna expresión en su rostro mientras caminaba, pero podía ver la
suave sonrisa reflejada en sus ojos.

"¿Comiste?"

"… Sí."
"De todos modos, toma."

Los dos se sentaron en un banco en el pasillo, en la esquina más alejada del departamento
de cirugía general y mirando fijamente al extremo opuesto. La luz de la máquina
expendedora en el medio era el único brillo que les daba en la cabeza.

"¿Cenaste algo?"

"Sí. Wow. Me compraste arroz."

"¿Entonces comiste solo, mentiroso?"

Hyewon miró alternativamente la composición de la cena que había empacado y la cara de


Dohan.

"¿Por qué me miras así?"

"No lo sé..."

"... A ver, ven aquí."

Do-han frunció el ceño ante la mirada tan penetrante de Hye-won, luego le quitó las gafas.
Como era de esperar, había un montón de marcas de huellas dactilares en sus gafas y
algunas manchitas de sudor. Cuando se encontraba con un paciente difícil o estaba al límite
y necesitaba concentrarse, Hyewon siempre se tocaba la frente y se tocaba también los
anteojos. Y aunque de repente Do-han se los quitó, Hye-won no se sorprendió ni evitó su
toque en lo más mínimo.

"Tienes... Esa mirada extraña que dice que me acusas de algo. Sabes que no salgo con gente
del hospital ¿No?"

"... Creo."

Do-han sacó un paño azul de su bolsillo y comenzó a limpiar las gafas de Hye-won. En
realidad las limpió muy meticulosamente, como si no pudiera permitir ni la más mínima
huella dactilar en ellos. Y luego, como era la comida que compró para él, el hombre se lo
metió en la boca incluso aunque hizo una mueca.

"¿Por qué todo se ve tan desordenado por aquí?"

Preguntó Dohan, señalando con la barbilla los escritorios que habían esparcido por el
pasillo.

"Dijeron que construirían una sala de médicos de tiempo completo."

"¿Desde cuándo nuestro hospital necesita una sala de tiempo completo? ¿Quieren un campo
de esclavos o algo así?"

"Tú le dijiste a tu padre que el hospital necesitaba nuevas cosas. Es muy amoroso y
consentidor."

Ante las palabras de Hyewon, Dohan estalló en carcajadas. En realidad, no podía decir que
estuviera del todo mal. Siempre había escasez de mano de obra en la sucursal y la mayoría
de las personas que salían de la oficina principal con regularidad tenían que regresar de
inmediato por lo que el bienestar de los médicos era un desastre. Por ejemplo, Hyewon
pareció estar atrapado completamente aquí desde hace muchísimo tiempo.

"Aunque tal vez sirva para que duermas."

"Puede ser. Dicen que también van a cambiar el uniforme."

"¿Qué? ¿Cómo?"

"Con batas cortas."

Las batas cortas eran usadas solo por los doctores debido a la política del hospital. Sin
embargo, en estos días los enfermeros también preferían batas cortas para prevenir
infecciones. Supuso que algo era algo.

"Listo."

Dohan le tendió los lentes limpios a Hyewon pero, en lugar de que Kang extendiera la mano
para recibirlos, levantó la que sostenía la bolsa y la apuntó hacia Do-han.

"¿Qué haces? ¿Estás insinuando que ya no quieres?"

"Solo quería que lo sujetaras un momento."

"Super creíble."

Mientras hablaba, Dohan le colocó los lentes a Hyewon e incluso le apartó el cabello que se
le había presionado contra las sienes. Pero entonces, a Hyewon se le ocurrió la maravillosa
idea de cerrar los ojos ante el toque de Dohan.

"... No-no cierres los ojos. Es extraño."

"¿Por qué?"

"Yo no... ¡No cierres los ojos y ya!"

El rostro de Dohan se puso rojo. Las sombras de las largas pestañas proyectadas sobre el
rostro de Hyewon, con los párpados ligeramente abajo, le recordaban delirios del pasado
que había olvidado por algún tiempo.

Dohan, todavía sonrojado, gritó y se levantó de su asiento.

"Si no quieres comer, solo entra. Y trabaja con moderación".


"No hay moderación cuando se trata de ver pacientes".

"Entonces solo... No te mates. Nos vemos más tarde"

"Adiós."

Hyewon se sentó en el banco y miró a Dohan mientras se alejaba. Sin embargo, después de
unos pocos pasos, Dohan se volvió, retrocedió lentamente y agitó la mano.

"Oh, recibí una llamada del agente de bienes raíces. Tenemos que decidir ya".

"De acuerdo. Ten cuidado."

"Igual tú."

Hyewon y Dohan se miraron y agitaron ligeramente las manos una vez más.

Después de que Dohan se fue, Hyewon se tragó todo la comida aunque no le gustó. 
Chapter 4

Do-han, quien visitó el hospital privado del Norte, estaba sentado en el vestíbulo sin hacer
nada interesante. Y por supuesto que había una buena razón por la que había llegado hasta
este lugar tan distante, donde la mayoría de los pacientes eran hombres de mediana edad o
jubilados. Es decir, era completamente obvio que sus compañeros conocerían todos los
hechos alrededor de su consulta sin importar a qué departamento acudiera o que registro de
confidencialidad llenara. Básicamente, podía decir que a la gente del hospital le gustaba
mucho el chisme. Entonces, si Dohan hacía una cita en el Hospital Universitario Deokwon,
sus compañeros preguntarían y luego Kang Hye-won, vendría para verificar su enfermedad
en persona. Así que el hombre, que estaba extremadamente cansado y lleno de síntomas que
le dificultaban vivir correctamente, condujo el automóvil de su mejor amigo hasta aquí y
esperó "pacientemente".

Dohan, que tenía una expresión increíblemente seria, como si hubiera contraído una
enfermedad grave, se frotó la cara con las palmas de las manos y luego comenzó a quejarse
de su vida. Ya había pasado por todo tipo de procedimientos, incluidos análisis de sangre y
de orina pero, incluso así, la voz del médico todavía pareció resonar constantemente en su
cabeza. Pareció más como... Tener a una persona riéndose a carcajadas en su oído. Las
palabras de Hyewon de que iba a ser castigado por vivir como un prostituto fueron
increíblemente correctas.

"Enlace mental."

La respuesta que Dohan le dio al diagnóstico del médico fue una contrapregunta: "¿Qué
chingao es enlace mental?" Es decir, fue una combinación de palabras que le hizo
preguntarse si realmente lo había escuchado con sus propios oídos o si había algún
problema en el proceso de transmisión hasta su cerebro. Ante las siguientes palabras del
médico, Dohan no pudo evitar echarse a reír.
"A veces, este es un síntoma experimentado por alguien que tiene una pareja con la que no
puede enlazarse. O sea, no puedes tener un enlace como tal, pero de todos modos no
respondes a otras feromonas que no sean las de esta persona. Es como si estuvieran
emparejados. Algo como, un deseo de tu alma."

Una especie de enfermedad mental.

"Pareces amar mucho a tu pareja."

Después de tener sexo con Hyewon, las feromonas de los Omega se volvieron repugnantes.
¿Fue gracias a ese sexo estando borracho que ni siquiera podía recordar? A partir de ese
momento, no logró sentir lujuria por nadie más y por la mañana, cuando abría los ojos, la
ilusión de hacer todo tipo de cosas con Kang Hye-won era lo primero que inundaba su
mente. Según el médico, al Alfa Im Do-han le gustaba tanto el Beta Kang Hye-won que le
dejó una marca. Una completa tontería.

Una estupidez...

Dios. Si no hacía algo, si no se concentraba en cualquier otra cosa, iba a cometer un crimen.
Por ejemplo, no sabía si podía correr hacia Hye-won Kang mientras estaba de servicio y
decirle que lo cogiera para ver si realmente se enlazó psicológicamente con él. Do-han,
quien salió del hospital con los ojos desenfocados, no pudo decidir a dónde ir y se quedó
allí, con su teléfono celular y la llave del auto de su mejor amigo en la mano. Tenía sudor
frío y un montón de escalofríos descontrolados.

Y entonces, Dohan hizo lo más sensato que se le ocurrió.

Corrió como un loco.

Las gotas de sudor ya no eran tan pequeñas como al inicio y ahora corrían por todo su
cuerpo y cabello hasta empaparlo. Era imposible encontrar un sitio para ir o algo por hacer,
así que en realidad, el lugar al que se encaminó Im Do-han a continuación fue un gimnasio
donde en realidad, no había nada extraño con verlo sudar como un demente. Pero de todos
modos, fue ridículo ver a Dohan sudando al máximo en el gimnasio que nunca había
utilizado correctamente gracias al hecho de que había cortado su membresía por las
malditas horas extras que tenía que trabajar.

Estrictamente hablando, estaba escapando de la realidad.

"Ah, ah, carajo. He estado descuidando mi cuerpo por un tiempo."

Dijo, sosteniéndose de la pared como si estuviera a punto de desmayarse. No era alguien


que se ejercitara y ahora había corrido hasta que sus pulmones y pantorrillas parecieron a
punto de explotar. Y justo antes de que su energía se agotara por completo, Dohan se sujetó
el pecho y se sentó en el banco. El sudor goteaba por su cabello mojado hasta caer contra el
suelo y podía sentir incluso la sal en sus labios. Y es que... Simplemente no estaba seguro
de cómo entender y resolver el resultado que había recibido.

"¿Amo a Kang Hye-won?"


Amor y Kang Hye-won no pareció algo que pudiera combinarse. Por supuesto, había
momentos en los que sintió algo muy fuerte por él pero, después de desarrollarse como un
alfa, como si sintiera un rechazo fisiológico, su interés en los Beta naturalmente se
desvaneció. Las emociones que experimentó de niño ya se habían esfumado como agua
entre sus dedos así que Dohan, incapaz de aceptar fácilmente lo que le estaba sucediendo,
mantuvo la cabeza baja y siguió repitiendo los mismos pensamientos una y otra vez hasta
que se sintió mareado. Recordaba las mismas palabras una y otra vez, como si estuviera
perdido en un laberinto con una salida desconocida y siguiera deambulando en una esquina.
El teléfono celular de Dohan había comenzado a vibrar con fuerza y, en lugar de contestar
la llamada, solo lo miró fijamente como si con esto pudiera lograr que se detuviera.

Aparentemente, el nombre que se le mostraba en la pantalla LCD era el de Kang Hye-won.

Me gusta.
No me gusta.
Me gusta.
No me gusta.
Me gusta...

Sin que él lo supiera, estaba enamorado de su mejor amigo. ¡No tenía sentido que Im Do-
han ni siquiera supiera que estaba enamorado de su mejor amigo! No era un niñito que no
sabía nada del mundo, así que... ¿Qué estaba pasando con él?

"¿Desde cuando?"

La vista de la ciudad fuera de la ventana ya estaba teñida de rojo. Mirando el sol que
pasaba, Dohan comenzó a reflexionar sobre cuándo había caído en este camino tan
infinitamente errático.

Un enlace mental...

No pudo haber sido algo tan simple si esa noche terminó siendo el detonante. Si fue
suficiente para enlazarse con él, significaba que lo amaba. ¿Pero desde cuándo?¿Fue el año
en que ingresó al hospital? ¿O fue desde la universidad y en el momento en que se reunió
con Hyewon de nuevo? Aunque fue completamente diferente a cuando estaban en la
secundaria en el sentido en que las clases que llevaban eran claramente distintas y que no
había necesidad de estar juntos todo el bendito tiempo, la verdad era que pasaban la noche
juntos en la biblioteca durante cada período de exámenes, cocinaban y comían fideos en la
habitación de uno o del otro mientras estudiaban. En ese momento, siempre llevaba un
Omega a su lado, pero todavía tenía bien presente a Hye-Won Kang. ¿Por qué se alejó de él
entonces? ¿Fue por el hecho de que Kang Hye-won no era un Omega? ¿Y si se hubiera
manifestado como uno? Es decir, estaba absolutamente convencido de que si ese hubiera
sido el caso, Dohan habría estado con Hyewon sin dudarlo ni una sola vez.

Con el pensamiento que apareció en su cabeza, Im Do-han se golpeó la mejilla con el puño.

Decir que se había enlazado con Hyewon, justo como si fuera un Omega, era lo mismo que
pensar que ya lo tenía en su corazón como su compañero. Y en palabras más simples,
significaba que todavía estaba completamente enamorado de su primer amor.

Dohan miró por la ventanilla y se secó el sudor que le corría por el rostro. Y como si su piel
hubiera sido teñida por el sol, descubrió que su cara y sus orejas estaban al rojo vivo. Su
cuerpo estaba tan caliente que incluso sus hombros se pusieron del mismo color, sus manos
temblaban y estaba ese deseo constante de esconderse en una ratonera. Después de que
Hyewon se fuera, inmediatamente perdió interés en ir a la escuela de medicina. Y desde el
día en que los resultados de la prueba de rasgos de Hyewon salieron como Beta, se puso tan
triste que comenzó a llevar a cada Omega del mundo con él a la cama como un perro en
celo. Porque le gustaba Kang Hye-won, pero no podía transmitir unos sentimientos que ni
siquiera reconocía.

A nadie en el gimnasio le importaba que él estuviera allí actuando como un tonto, pero él se
sentía avergonzado, justo como un niño desnudo parado en medio de todos. Como un
perdedor a quien acababan de rechazar.
Dohan estaba perplejo porque no sabía cómo aceptar esto o cómo lidiar con lo que estaba
creciendo en su pecho. Quería evitar el hecho de que estaba enamorado de su mejor amigo,
por lo que etiquetó a Hyewon como un simple "beta" y luego lo ignoró y lo sacó de la lista
de sus pretendientes. No quería decirlo en palabras reales porque, a comparación de como
se mostraba en el mundo, Dohan tenía una autoestima muy, muy baja.

El teléfono, que se había detenido por un momento, volvió a vibrar.

Siete llamadas perdidas.

La fuente de este problema y la persona que más quería evitar lo llamaba una y otra vez.

Dohan miró el nombre que apareció en su teléfono y pensó en el futuro ¿Debería hablar con
él o debería simplemente alejarse? Afortunadamente, Hyewon era un Beta. Si él fuera un
Omega podría haber conocido la feromona tan necesitada de Do-han y notar que lo tenía
vuelto loco. Pero tan pronto como el cerebro de Dohan comenzó a pensar normalmente, se
le ocurrió que pronto iban a encontrarse en un lugar en el que en definitiva iba a sentirse
incómodo.

¡Habían planeado vivir juntos, por el amor de Dios!

En primer lugar, tenía que cancelarlo. ¿Qué pasaría con él si tuviera que estar con Hyewon
Kang no solo en el trabajo, sino también en casa, donde se mostraría más indefenso con él?
Iba a perder su hogar, a su mejor amigo, iba a perder a su compañero de trabajo e incluso a
su familia. Dohan, cuyo rostro rojo se volvió negro en un instante, levantó el teléfono. Fue
justo a tiempo porque recordó que hoy se vencía el contrato. Después de pasar por el
hospital, tenía una cita con el agente de bienes raíces, pero estaba tan perdido que se le
olvidó. No en vano, el protagonista principal de 4 de cada 7 llamadas perdidas que flotaban
en la pantalla del celular era el agente de bienes raíces que estaba desesperado por estar allí
esperando por él. También había tres mensajes de texto del propietario pidiéndoles que
tomaran una decisión rápida.

"¡Tengo que cancelar la casa!"


Pero justo cuando Dohan intentó volver a llamar al agente, el teléfono de Kang Hye-won lo
irrumpió.

[¡Do-Han!]

Do-Han, quien accidentalmente contestó su llamada telefónica debido al movimiento


urgente de su mano, golpeó su frente al darse cuenta de la pendejada que acababa de hacer.
La voz de Hyewon, un poco más alta de lo habitual, se podía escuchar por teléfono.

"Oye, solo... Solo quería decirte que..."

[Si es por la casa, ya lo solucioné.]

"¿Qué?"

[Se suponía que debíamos tomar una decisión para hoy.]

"¿Y cómo lo solucionaste? ¿Qué hiciste?"

Después de las siguientes palabras de Kang Hye-won, Do-han pateó el banco y se levantó
en un gran impulso. Su fuerte voz llamó la atención de los miembros del gimnasio, pero
Dohan no tenía intención de prestar atención a su mirada. Fue un error entregarle la
información de contacto de Hyewon al agente, fue un error incluirlo tanto.

[Tomé un descanso para almorzar y fui allí. Ya firmé el contrato.]

"¡¡Kang Hye-won!! ¡¿Por qué hiciste eso sin decirme?!”

Para sus oídos, la voz apagada de Hyewon era clara y muy tranquila, pero la voz de Dohan,
que gritaba en el teléfono celular, era cada vez más y más fuerte.

[Porque es en lo que habíamos quedado.]

"¡No, deberíamos haberlo discutido juntos!"

[Ya acordaron vivir juntos, y dijiste que te gustaba la casa ¿Cuál es el problema?]

"¡No! Deberías haberme dicho una vez más antes de firmar el puto contrato."

[Fuiste tú quien hizo una cita hoy para arreglar lo del contrato. ¿Dónde estabas? ¿Por qué
solo me echas la culpa cuando en realidad todo lo arreglaste tú?]

"..."

El hecho de que no había nada de malo con el punto de Kang Hye-won hizo que Do-han
mantuviera la boca cerrada. Seguía escuchando del agente que el arrendador estaba
impaciente y estaba claro que era su culpa por estar deslumbrado por el diagnóstico del
maldito "enlace mental." La culpa de Kang Hye-won fue solo rectificar la situación en
nombre de él, a quien nadie pudo contactar.
"De todos modos, no puedo vivir contigo".

[... ¿Por qué?]

"Trata de encontrar un sustituto. Alguno de tus compañeros de trabajo..."

[¿Por qué? Dime solo... ¿Por qué no puedes vivir conmigo?]

"Porque..."

Sosteniendo el teléfono, la cabeza de Dohan se quedó en blanco.

—Porque me gustas muchísimo y me enlacé contigo en mi imaginación. Así que si vivo


contigo, entraré en tu habitación todas las noches y pondré cualquier excusa para que
hagamos el amor y eso terminará en un terrible caos al que no quiero enfrentarme porque
soy gallina.—

"Porque... Estoy saliendo con alguien."

[... Eso no importa.]

Confundido, tartamudeó:

"Esa persona no quiere que viva con otro hombre porque me enlacé con él."

[...]

Dohan agarró su corazón palpitante y trató de calmarse. A medida que el silencio de


Hyewon se hacía más largo, Dohan apretó con fuerza el teléfono celular hasta el punto en
que sus dedos se pusieron blancos e incluso terminó por escupir un montón de maldiciones
internas. "¡Maldita sea!" ¡La única excusa que se le ocurrió fue las del enlace! Y mientras
continuaba ese silencio, que pareció volverse más y más aterrador, Dohan se puso tan
ansioso que hasta se mordió los dedos. Le preocupaba cómo Hye-won aceptaría sus
ridículas excusas y también lo que diría a continuación. Pero después de suspirar, escuchó
la voz de Kang Hye-won, que era un poco más baja de lo habitual y de alguna manera... Un
tanto cortada.

[Lo siento... Haz lo que quieras entonces.]

Kang Hye-won estaba equivocado. Im Do-han era quien tenía que disculparse.

Do-han colgó y se fue a casa. No limpió durante algunos días porque solo se había acostado
por un rato y luego se fue a trabajar otra vez así que, obviamente pensó que podía
aprovechar esta oportunidad para hacerlo.

Aunque no quería ir a casa.

En otras circunstancias, habría ido a bares y clubes para aliviar esta sensación de
incomodidad, y si eso no funcionaba, habría contactado a un Omega que pudiera llevarse a
la cama para tener sexo. Pero eso solo dejaba más claro lo mucho que le gustaba Kang Hye-
won. Y era un asco que justo cuando estaba viviendo en medio del ruido, con la cabeza tan
retorcida, ni siquiera pudiera llamar a su mejor amigo para pedir algún consejo.

Porque después de conocer sus sentimientos por Hye-won, sus pensamientos finalmente se
aclararon. Le gustaba Kang Hye-won desde el principio así que, intentando no perderlo, se
aseguró de quedarse muy cerca de él. La relación personal que tenían era estrecha por lo
que creó una atmósfera en la que no tuvo más remedio que decirles a las personas que lo
rodeaban: "Ese hombre es increíblemente estricto", aunque en realidad el único problema
que tuviera fuera su cara. Y es que, al estrechar y aislar a Hye-won de los demás, él tenía
ese sentimiento impresionante de: "Soy el único para él" "Soy el único que lo conoce." "Soy
el único que lo aguanta." Y sin embargo, Do-han nunca pudo contárselo a Hye-won Kang
con su propia boca.

Los pasos temblorosos de Dohan se detuvieron frente a la puerta principal de su casa. 


Chapter 5

"Ah, ah... Umm... ¡Um!"

Un fuerte chorro de agua se vertió entre sus manos. En realidad, el agua que había
comenzado a salir a borbotones del grifo salpicó el lavabo blanco y los lentes que había
puesto junto al espejo, creando pequeños charquillos por aquí y por allá.

El hombre estaba en un baño que nadie visitaba porque era solo para cirujanos de base. De
hecho, hicieron una habitación para médicos de tiempo completo con la idea de intentar
mejorar el bienestar de los trabajadores pero, Kang Hye-won era en realidad el único
empleado que rotaba turnos. Se esperaba que pudieran contratar a un par más el próximo
año o el año siguiente, pero mientras tanto, era el único que tenía que aguantar tanta carga.

De hecho, hace unos minutos había llegado finalmente a su límite así que, lo que hizo, fue
salir corriendo de su asiento y llegar hasta aquí.

Fue por la llamada de Dohan.

"Ah... Estúpido..."

Incluso cuando pensaba en ello de nuevo, las maldiciones salían de su boca sin que pudiera
evitarlo.

Después de la llamada telefónica con Dohan, estuvo tan ocupado con el traslado de un
paciente que no tuvo tiempo de reflexionar sobre lo que había sucedido. Pero, cuando se
puso el sol, la historia pareció cambiar completamente. El hospital, que había estado tan
lleno como para dejarlo sin tiempo para comer o para pensar, quedó en silencio cuando el
cielo fuera de la ventana se oscureció de un modo definitivo. Hoy, no había ningún
residente que necesitara la ayuda de Hyewon y no había ninguna llamada de emergencia
que atender así que, cuando estuvo solo en la sala de doctores, todavía increíblemente
desordenada, las heridas que sufrió durante el día llegaron ante él como una ola. Y cuando
estuvo en un espacio lleno de silencio, las palabras de Do-han, que volaron como flechas la
primera vez, ahora lo traspasaron hasta hacerlo sangrar. Miró y miró el historial del paciente
para dejar de pensar en eso, pero lo que había pasado con él no se detuvo nunca así que, al
final, Hyewon no pudo soportarlo más y tuvo correr como un adolescente al baño.

Aunque se echó agua fría varias veces, las emociones que lo inundaban como la marea alta
no se calmaron ni una sola vez y cuánto más lo pensaba, más enojado y miserable se sentía.

"Idiota... Maldito idiota..."

Y entonces rompió en llanto.

Su rostro estaba lleno de gotas de agua fría, pero también había un montón de lágrimas
calientes corriendo hasta su barbilla. Kang Hye-won miró su reflejo ante el repentino
estallido de un jadeo y entonces, se tapó la boca como si fuera a gritar en voz alta y aguantó.
Fue igual a si el mundo se hubiera acabado hoy o algo dentro de él se hubiera muerto.

El grito reprimido finalmente se escuchó con fuerza.

Era un baño quirúrgico donde nunca había nadie, pero Kang Hye-won se escondió dentro de
un cubículo y se sentó en un inodoro en caso de que alguien pudiera descubrir lo
terriblemente fuerte que estaba llorando. Hyewon se cubrió la cara con sus manos blancas y
dejó que las lágrimas cayeran libremente.

"Ah... Tú dijiste... ¡Tú dijiste que no te gustaban esas cosas! Dijiste que... Ah ¡Ah!"

Kang Hye-won escupió un grito mezclado con un diálogo extraño que nadie escuchó.
Después de todo, una indescriptible sensación de traición le había atravesado la mente hasta
el punto en que no podía ni respirar bien.

Im Do-han era bastante talentoso para desgarrar los corazones de las personas que lo
amaban. Hubo varias víctimas que Hye-won conocía y, por supuesto, ahora él estaba
incluido en esa lista también. Y como si con esto pudiera escupir los sentimientos que
estaban alojados en lo más profundo de su pecho, Hyewon se agachó y lloró con muchísima
más fuerza, pero no pudo sacudir fácilmente sus emociones. Además, en medio de sus
lágrimas y sus gritos, incluso sintió curiosidad por el Omega con el que Dohan se había
enlazado. Fue estúpido que mientras pareciera como si el mundo y miles de millones de
estructuras cercanas a él se hubieran derrumbado al mismo tiempo, tuviera curiosidad por el
hombre que estaba al lado de Im Do-han en este momento. Es decir, a diferencia de él,
debió ser una persona hermosa y popular. A diferencia de él, debió haber sido un sujeto
agradable que se reía fuerte de sus bromas y que sonreía todo el tiempo. No un hombre que
necesitaba de anteojos y que pareció desconocer como pasarla bien.

Kang Hye-won era infinitamente más pequeño en comparación con otros hombres con los
que salía y, al mismo tiempo, comprendía lo que debía hacer ahora y cómo lidiar con esta
situación mejor que nadie en el mundo. Tenía que felicitar a su amigo por tener un enlace.
Debía... Tener una cena con los dos, renunciar a la imagen que había mantenido en su
mente todos los días y renunciar también a un futuro a su lado. Pero aunque sabía que esto
era lo mejor, no era tan fácil como pensaba.
Más que nada, porque ahora odiaba a Im Do-han a muerte.

No esperaba mucho. Solo quería estar un poco más cerca, solo quería ver su rostro en su
espacio personal todos los días después del trabajo. Deseaba ver su sonrisa cada día, aunque
fuera por un minuto o un segundo más así que cuando accedió de buena gana a vivir juntos,
se emocionó como un niño en navidad y deseó que sucediera. Pero ahora, por supuesto,
también había dicho que ni siquiera podía hacer eso.

El celular sonó en el bolsillo de su bata corta. Había querido mostrarle primero a Dohan el
nuevo uniforme que les habían mandado, pero ahora pensó que esto tampoco tenía mucho
sentido ya.

Hyewon Kang se secó las lágrimas con la palma de la mano y sacó su celular. Incluso si el
mundo se derrumbaba, los hospitales necesitaban a los médicos y los médicos tenían que ser
firmes para salvar a sus pacientes. Se abofeteó la mejilla un par de veces pero, de todos
modos, su cara, antes blanca, estaba roja por el calor y tenía un montón de lágrimas en unos
ojos impresionantemente hinchados. Hyewon se paró frente al lavabo nuevamente después
de salir del compartimiento del baño, se lavó la cara para ocultar los rastros de su llanto y
trató de limpiar sus anteojos. Aunque claro que no pudo ocultar la punta sonrojada de su
nariz.
Cuando el teléfono vibró una vez más, Hyewon presionó el botón de llamada sin dudarlo y
pensó que ya era hora de ventilar los apresurados sentimientos de depresión y pérdida y
hacer lo único en lo que pareció ser bueno.

Cuando Hyewon salió del baño y pasó frente a la sala de tiempo completo, el pasillo del
Centro Médico quedó finalmente en silencio. 
Chapter 6

"¡Voalá!"

"¿Qué?"

"¡Edición limitada, comprada directamente en el extranjero!"

"¿Crocs?"

Kim Mi-hee levantó los pies hacia Do-han, que estaba sentado en el sofá de la sala de
espera del pabellón quirúrgico. En lugar de tener crocs lisos y de colores apagados, tenía
unos muy bonitos con garabatos en tonos fuertes.

"¿Edición limitada de qué? Creo que ya vi como 10 pares de lo mismo nada más en este
pasillo".

"¿Por qué estás tan amargado?"

La doctora Mi-hee, emocionada por la idea de alardear por la mañana sobre sus nuevos
zapatos, se apoyó en el reposabrazos del sofá y se quejó mientras miraba al completamente
decaído Im Do-han. A diferencia de su apariencia habitual, el hombre estaba serio y tan en
blanco, que eso solo significaba que había pasado algo bastante malo con él. Kim Mi-hee se
elevó de hombros ante Hee-jae y Yoon Ji-ho que se preguntaban silenciosamente sobre el
motivo de la apariencia tan retorcida de Do-han.

"Tú... ¿No estabas planeando mudarte o algo así?"

"No, creo que ya no va a ser posible. Jiho, ¿Tú no tienes ganas de mudarte? Ya hay un lugar
disponible y pues, es un sitio maravilloso. Te lo prometo. Es un departamento muy cerca de
aquí. Llegas en menos de 20 minutos."

"Oh, ¿En serio está disponible?"

Cuando Ji-ho Yoon mostró interés en las palabras de Do-han, el hombre comenzó a recitar
todo lo bueno que tenía la casa para la que Hye-won ya había firmado un contrato. Después
de todo, no había nada malo en darle un poco de promoción.

"Es una nueva construcción, tiene 4 habitaciones y 2 baños. Además vas a tener un
compañero de cuarto super limpio y ocupado. Entonces como son dos, pagas solo la mitad
del precio. Es estupendo ¿No?"

"No sabía que venía con compañero de cuarto incluido."

"No, no. ¡No suenes tan decepcionado! Aunque tengas un compañero de cuarto, te aseguro
que puedes vivir tan tranquilo como lo harías si estuvieras solo."

"¿No será ese compañero de casa... Kang Hye-won?"

"... ¿Tal vez?"

Dohan, quien fue apuñalado en la cara debido a su mirada, no dijo nada y dejó escapar un
profundo suspiro. Todos tuvieron la misma reacción. Hyewon ya había firmado el contrato
y él no podía vivir en esa casa, por lo que tenía que llenar el espacio vacío con cualquier
otra persona para poder fingir que todo se había decidido de un modo completamente
casual. Entonces, desde anoche, había estado pensando en sus compañeros de clase, en los
otros enfermeros o en sus amigos cercanos, pero todos tuvieron una respuesta unánime:

"Con el doctor Hye-won Kang es un poco..."

"Vamos, no sean así ¿Qué les hizo Kang Hye-won para que no quieran? Es un lugar lindo."

"Probablemente sea incómodo".

Kim Mi-hee también se unió y encendió la leña:

"¿Ustedes dos están enojados?"

Dohan, que sentía remordimiento en su conciencia, se quedó en silencio mientras evitaba la


mirada de Heejae y Mihee Kim, que lo observaban como con ganas de saber más.
"Hay... Hay momentos en que nosotros dos peleamos. Claro que es diferente a cuando
estábamos en la universidad pero, igual nos reconciliamos super rápido en cada vez."

"¿Fueron juntos a la universidad."

"¿No sabías? ¡Solían pasar el rato juntos cada día! Y aunque todos estaban incómodos con
Hye-Won, Do-Han igual se pegaba a él como un chicle."

Eso era correcto. Cuando Dohan estaba en la escuela, no había muchos estudiantes varones
en el departamento así que a menudo se agrupaban para no estar solos. Pero él siempre,
SIEMPRE, estuvo al lado de Kang Hye-won en cada oportunidad por lo que todos
comenzaron a mirarlo raro. De hecho, Dohan una vez escuchó de sus compañeros de clase
un: "Es tenebroso verlo con él todo el tiempo."

"Hyewon es un buen tipo. Es muy divertido y agradable. Es solo que... Creo que el
problema es que no dice muchas palabras y no tiene ninguna expresión en la cara."

"Lo ves con ojos de amor."

Dohan frunció el ceño ligeramente.

"En realidad, recuerdo que había algunos compañeros que me molestaban mucho en la
universidad antes de encontrarlo de nuevo. Y él, incluso si nos habíamos peleado antes de
eso, me defendió de todos ellos como si no hubiera pasado nada malo entre nosotros para
empezar."

"¿Te molestaban?"

"... Así es."

Hee-jae y Ji-ho se tragaron esta información inesperada sobre Do-han, quien siempre
pareció ser increíblemente popular en todos lados. De hecho, como dijo, hubo momentos en
que sus compañeros de clase, ya fueran hombres o mujeres, lo evitaban porque decían que
no soportaban su personalidad tan creída. Pero en realidad, no podía recordarlo como un
momento especialmente difícil o incómodo porque su viejo amigo, a quien volvió a ver en
la universidad, trató a Dohan tan perfectamente bien como en los viejos tiempos. Solo...
Solo se necesitaban mutuamente para poder estar bien.

"En fin. Deberíamos de dejar de decir tonterías y trabajar."

"Todavía hay tiempo."

"¡Cuenta más!"

"Es divertido porque estás hablando de cosas que podemos utilizar contra ti en el futuro."

Dohan cubrió la boca de Mihee y la empujó hacia atrás, pensando que si no tenía cuidado,
la historia de sus días de juventud en la universidad se filtraría hasta que llegara a los oídos
de todo el hospital. Y es que si fuera igual que siempre, habría contado más cosas, se
hubiera reído y charlado alegremente con ellos y sacado hasta alguna fotografía de su
amigo. Pero hoy Dohan no se sentía bien. Lo que le sucedió fue lo suficientemente
desalentador como para dejarlo seco.

Dohan miró cuidadosamente la disposición de la sala de operaciones que estaba escrita en la


pizarra. Afortunadamente, Do-han podía evitar la cara de enojo de Hye-won por el día de
hoy. 
Chapter 7

"Maestro, ¿Me puede mostrar una vez más?"

"..."

"¿Maestro?"

"¿Eh? ¿Perdón?"

"Sobre como envolver el campo quirúrgico. Solo una vez más, por favor. Si lo hago así
como ahora, se soltará."

Dohan, que estaba de pie en la entrada de la sala de desinfección, mirando hacia el vestidor,
se sobresaltó como un conejito en medio del campo gracias a la llamada de Heejae. Lo miró
como si no supiera que estaba pasando y luego, casi involuntariamente, tomó el paño azul
esterilizado igual a si fuera lo único que se le había ocurrido hacer.

"Claro. Aquí, tienes que atar la cuerda en diagonal. ¿Ves como lo agarro de ambos lados?"

"Sí."

Dohan, que volvió a dirigir la mirada al vestidor, sacudió la cabeza para intentar recuperar
la concentración perdida. Sin embargo, incluso aunque había estado bastante dispuesto a
observar de cerca a Heejae envolver el paño quirúrgico, volvió la cabeza hacia la derecha
casi sin darse cuenta.

"Am... Maestro, por cierto, ¿Qué está mirando?"

"... Nada. Nada."

Dohan, que observaba alternativamente los torpes movimientos de las manos de Heejae y el
pasillo donde se encontraba el vestidor, volvió a comprobar que todo estuviera bien justo
cuando Heejae terminó de colocar la cinta para el autoclave. Estaba tan distraído, que el
enfermero pensó que en realidad no se daría ni cuenta si de la nada se perforaba la mano
con una aguja o volvía a tirar todo al suelo. Y al verlo así, de repente se le ocurrió un
nombre que mencionar para la ocasión:

"¿Está esperando al doctor Hyewon?"


"¿Qué? No, no. Ja ¿Cómo dices algo como eso? Esperar a Hyewon. Ya parece."

Dohan, avergonzado por la pregunta de Heejae, tartamudeó hasta el final y agitó la mano
como para restarle importancia. Sin embargo, incluso si su rostro no era lo suficientemente
visible debido al cubrebocas, su frente y sus orejas se pusieron rojas en un instante. Era
como la figura de una persona que había sido apuñalada en la dirección correcta. Heejae
sonrió:

"Una disculpa siempre ayuda ¿Sabe?"

Las palabras de Heejae avergonzaron a Dohan de nuevo. Y es que no estaba acostumbrado


a que alguien más pudiera revelar tan fácil sus sentimientos internos y, en segundo, estaba
apenado de si mismo por estar tan desesperado por ver aparecer el rostro de Kang Hye-won
en la habitación. Porque estaba allí parado, casi moviendo la cola como un cachorrito que
buscaba que su dueño volviera a casa para que le acariciara la cabeza. Y estaba claro que
Hee-jae captaba la atmósfera.

Pero como si no fuera así en absoluto, Dohan comenzó a toser para restarle importancia a
todo el problema. Ni siquiera sabía qué haría cuando viera a Hye-won, o tan siquiera lo que
diría al respecto. Como de costumbre, como si nada hubiera pasado ayer, ¿Lo saludaría
descaradamente o decidiría esconderse de él hasta que se olvidaran de la discusión? Era
desconocido hasta que lo enfrentara.

"No es lo que crees..."

"Pues para no serlo, en realidad se ve muy ansioso."

Ante la respuesta tan decisiva de Heejae, Dohan mantuvo la boca cerrada. Incluso si ponía
excusas, solo se sentiría más y más frustrado consigo mismo por lo que comenzó a
concentrarse nuevamente en su trabajo con el campo.

Y mientras revisaba en silencio los artículos que se enviarían a la sala de desinfección


central y los cargaban en el carrito, apareció de repente una enorme torre hecha de tela
estéril color azul.

"Bueno... Creo que eso será suficiente por hoy. Ya después te enseño a no hacer tanto
desorden".

"Bien."

Suspiró profundamente ante la brillante sonrisa y la respuesta de Heejae, como si con eso
hubiera descansado su alma. Luego, Dohan empujó con cuidado el carro repleto de
instrumentos quirúrgicos envueltos en tela, como en una torre, y salió de la sala para ir a
otro cubículo. Pero mientras iba hacia el frente del ascensor que lo llevaría directamente a la
sala de desinfección central, Heejae exclamó de repente:

"¡Espere!"

"¿Por qué? ¿Nos faltó algo?"


"Buenas tardes, doctor Kang."

Dohan gritó para sus adentros: "¡Ah, carajo!"

Después de empujar con cuidado el carrito, Kang Hye-won apareció de pie detrás de él así
que Dohan finalmente se enteró de un síntoma al que no le hubiera puesto atención de no
haber ido al doctor la otra vez. Como si tuviera una arritmia en el corazón, le comenzó a
latir como un loco "pam, pam, pam, pam." E igual a si le hubiera dado la espalda a una
llama ardiente, la parte posterior de su cuello y sus orejas se calentaron hasta más allá del
infinito. Incluso fue como si su corazón estuviera a punto de salirse de su boca. Era justo
igual a un adolescente que estaba sufriendo por amor y que ni siquiera podía mirarlo
directamente a los ojos.

Hyewon que miraba a la nada, en la mitad del camino, lo saludó con un "Hola."

"¿Te importaría mover el carrito para que pueda pasar?"

Y eso fue lo único que le dijo a su mejor amigo. Su voz era más descarada de lo que
pensaba y, aunque su corazón estaba palpitante y su cara ardiente, le pareció infinitamente
grosero con él. Pero, como siempre, pensó que Hyewon estaría enojado por un momento y
luego regresaría a la normalidad solo con una palabra.

"Ya lo voy a quitar. Es que..."

Pero Hyewon no espero a que terminara y rodeó el carrito sin pensarlo demasiado. Y en
respuesta a la reacción inesperada de Kang Hye-won, Do-han solo se rascó la nuca y se
quedó completamente en blanco otra vez. Por supuesto que reflexionó un momento sobre lo
que había pasado allí: La expresión de Hyewon, que pasó a su lado, se distorsionó y luego
se transformó en su característica expresión en blanco de toda la vida. Pero, su cara tenía
una gran arruga en la frente y sus dientes estaban tan apretados que la fuerza le cruzaba la
barbilla y le llegaban a los pómulos. Fue la primera vez que lo vio así, incluso aunque
confiaba en que no había nada de él que no conociera. Pareció como si se estuviera
obligando a si mismo a soportar. Confundido, Do-han se quedó mirando fijamente su nuca,
incluso aunque Hye-won se alejaba cada vez más.

Por mucho que se hubiera equivocado con eso de la casa, se preguntaba por qué estaba tan
enojado con él. Y es que ¿No era algo que se podía entender completamente si lo hablaban?
Como siempre, pensó que si fingía que todo estaba bien y comenzaba a bromear, entonces
pasaría de un modo sencillo.

"¿Por qué?"

"¿Por qué, maestro?"

"No, nada."

Dohan empujó el carro con una expresión desconcertada.


La cara de Hyewon, que pasó a su lado por un momento, aún estaba en su mente así que
incluso se sintió como si hubiera visto algo que no debería. Durante toda la noche, sus
propias preocupaciones fueron lo único en lo que pensó, por lo que ni siquiera tuvo tiempo
para imaginar la reacción que había tenido él.

"Tengo que disculparme apropiadamente."

Frente al ascensor que iba directamente a la sala de desinfección central, Dohan se quedó en
silencio por un buen rato. La cosa era que si iba a disculparse y volvía a mirar el rostro de
Hyewon, no sabía si finalmente explotaría en alguna parte. Tal vez su corazón lo haría, o su
cerebro o posiblemente su rostro. Y es que después de reconocer sus sentimientos, se sintió
como si no pudiera mirarlo directamente a la cara sin desmayarse a sus pies.

Entonces, después de terminar las tareas restantes, Dohan esperó a Hyewon para intentar
hablarle sobre lo sucedido. En realidad aguardo mucho tiempo a que saliera del quirófano,
pero no lo hizo ni después de 3 horas. Y lo peor es que pareció que la cirugía se estaba
alargando más y más.

Se asomó por la ventanilla.

Mirándolo a la cara una vez más, pareció completamente obvio que estaba muy preocupado
por él ¿Era una operación difícil o por qué seguía teniendo esa cara tan horrible? Pero ya
que de verdad pareció ser algo delicado, Dohan, que había estado esperando durante mucho
tiempo frente a la sala de operaciones, decidió irse a casa e intentarlo al día siguiente. Pero
la expresión de Hyewon continuó en un rincón de su corazón por bastante tiempo después
de eso. 
Chapter 8

Después de eso, Do-han no pudo decirle ni una sola palabra a Hye-won. Era como si
estuviera tratando deliberadamente de evitarlo. El tipo, que no podía caminar hombro con
hombro con nadie más que con él, comenzó a llevarse extrañamente bien con el jefe de
residentes desde ese día y, gracias a eso, ambos perdieron la oportunidad de enfrentarse cara
a cara.

Dohan, quien quería disculparse, trató de hablar de nuevo la próxima vez, pero no pudo
encontrar un punto de contacto. Por supuesto, se reunieron en el quirófano del hospital, pero
no se podía hablar decentemente en una situación en la que había doctores, residentes,
internos y anestesiólogos en un solo lugar. Dijo: "¿Puedo buscarte después de que termine
la operación?" Pero Hyewon no respondió y por el contrario, salió de la sala antes que los
demás y se perdió al fondo del pasillo.

Lamentablemente, esta situación incómoda ya llevaba una semana y el estómago de Dohan


había comenzado a pasarle factura. Es más, le ardía tan constantemente que ni siquiera
podía concentrarse en lo que tenía adelante. Y es que fue como si de repente la marea
hubiera cambiado y Dohan se encontrara en la posición de los Omega, que habían estado
luchando ferozmente en el pasado para acercarse un poquito a él. De pronto, incluso volvió
a recordar que Hyewon le había dicho que sería castigado si seguía viviendo así. Además, el
proyecto de Do-han para encontrarle un nuevo compañero de cuarto fracasó ferozmente y la
fecha límite para mudarse pareció terriblemente cercana. Pero todos a su alrededor se
fueron del lugar cuando pronunció que su compañero de cuarto sería Hyewon.

Dohan, que llevaba mucho tiempo deambulando por el quirófano, se dejó caer en el sofá de
la sala de espera como si hubiera perdido toda su energía y su fuerza de voluntad. Y Hee-
jae, que era su estudiante y que siempre lo seguía como si fuera su pequeña sombra, estaba
tan preocupado por su maestro Do-han que estuvo muy al pendiente de su condición física
durante la última semana. Después de todo, el hombre caminaba con sus brazos y piernas
ondeando de un lado a otro, como una persona sin energía, y su torso estaba caído igual a si
lo sintiera muy pesado. Por si fuera poco, su estado era tan malo que sus compañeros le
preguntaron varias veces si había capturado un resfriado.

"Que bastardo."

Fue su culpa en esencia, pero no podía evitar sentirse triste por esto. Como si estuviera de
brazos cruzados.

El hombre ya había estado de mal humor durante varios días y, al igual que cuando Hyewon
desapareció repentinamente en la escuela preparatoria, una parte de su corazón pareció
comenzar a sentirse terriblemente vacío.

"No he visto al doctor, lo siento."

"No, el doctor Hyewon no se presentó en todo el día."

Incluso la enfermera de la sala principal, que era una de esas compañeras que no le decía
nada cuando se la topaba y quien apenas y hacía contacto visual con él, dijo: "No. Yo
tampoco he visto al doctor Kang". y siguió con algo estúpido como "¿Por qué lo está
buscando tan desesperadamente?" Además, cuando iba a la cafetería a tomar una taza de
café, los otros doctores le preguntaban: "¿Qué pasa con el doctor Hye-won Kang?" O "¿Por
qué ya no andan juntos?" Y una vez más, pensó que era verdad que los dos habían estado
saliendo día y noche, más veces de lo que quería aceptar. ¡Incluso se preguntó si realmente
había estado pensando en él como un simple amigo todo este tiempo! Después de todo, la
gente siempre encontraba a Hye-won donde estaba Do-han y a Do-han donde estaba Hye-
won.

Entonces, llegó el momento en que comenzó a sentirse especialmente solo. Incluso aunque
estaba rodeado de colegas. Era extraño porque nunca le había pasado pero, ahora, hasta
sintió que había un agujero del tamaño de una moneda de 500 wones incrustado en su
pecho. Tan vacío, que ya no tenía apetito y no podía ni dormir.

"Maestro ¿El doctor Kang no ha comido?"

"¿Cómo sabría eso? No sé ni donde está."

Dohan respondió a la pregunta como si se quejara o igual a si estuviera completamente


resignado.

"¿Le gustaría ir a cenar con nosotros?"


"No, vayan ustedes y disfruten de su comida".

"Ande, vamos juntos. ¡Nunca estamos todos disponibles!"

"¡Por favor!"

Do-han no pudo rechazar las propuestas de las nuevas enfermeras, que eran bastante
agradables con él, y las siguió entonces hasta la cafetería del hospital.

El lugar, como de costumbre, estaba lleno de todo el personal médico que había tenido un
breve descanso para ir a almorzar. Dohan dijo: "Solo un poco." A la persona que estaba a
cargo de la distribución de alimentos, y luego se sentó con un plato de sopa y una gelatina.

"Dohan, su tez se ve muy mal".

"Supongo que es porque estoy cansado."

Era natural. Durante varios días por la noche, no pudo dormir por estarse quejando debido a
todos los pensamientos que se arremolinaban en su cabeza una y otra vez hasta el punto de
parecer un tanto crueles. Sin embargo, en lugar de quedarse despierto toda la noche, con los
ojos abiertos y una manta cubriendo su cabeza, pensó que podría ocupar esa energía para
buscar a Hye-won Kang en el hospital hasta que le permitiera disculparse decentemente.
Fue tanto así, que incluso aceptó estar de guardia. Pero tuvo insomnio durante una semana,
guardia, ansiedad e indigestión causada por todo lo anterior. De hecho, Dohan estaba en un
estado en el que cualquiera podría estar preocupado por él, no solo por su apariencia sino
también por su evidente falta de energía.

Dohan pidió la comida necesaria para no preocupar a las enfermeras y luego les sonrió...
Pero la expresión de Do-han causó más preocupación que al inicio, por lo que las cejas de
todos ellos, que estaban sentados frente a él, se convirtieron en un "八". rápidamente.

Aunque no se sentía bien, Dohan aflojó su expresión y se llevó un bocado de la sopa de


pollo que amaba desde que era un niño. Sin embargo, rápidamente bebió agua para que se le
pasara y apartó la bandeja para adelante. Fue porque había visto a Hyewon en medio de la
cafetería, por encima de la cabeza de su colega que estaba sentada frente a él. Estaba solo,
con un plato lleno de comida así que era como si no tuvieran apetito al mismo tiempo.

Do-han siguió observando y Hyewon, por su parte, pareció quedarse inmóvil con la cabeza
en dirección a su propio plato de sopa.

"Vamos Dohan. Si no comes bien, vas a desmayarte cuando entres al quirófano."

Ignorando los regaños de sus compañeros, diciéndole que comiera bien y que se acabara
todo, Dohan tragó rápidamente la comida en su plato y se medio levantó para poder seguir a
Hye-won en cualquier momento. Dejó la cuchara cuando el hombre se puso de pie de
repente.
"Lo siento, pero me levantaré primero. Coman bien."

"¿Dohan?"

"Les invitaré un café más tarde."

Después de tragar la última cucharada que tenía en la boca, Do-han se disculpó rápidamente
con sus colegas y siguió a Hye-won fuera de la cafetería del hospital. Y mientras Hyewon
caminaba más rápido de lo normal, Dohan metió las manos en sus bolsillos y corrió por el
pasillo diciendo:

"¡Kang Hye-won!"

El corazón de Do-han se volvió impaciente debido a Hye-won, quien aparentemente lo


escuchaba bien, pero quien había decidido ignorarlo para seguir su propio camino. Tal vez
era porque tenía una emergencia, pero igual su estómago se contrajo tanto y tanto que, tan
pronto como comenzó a punzar, Dohan finalmente dejó de correr detrás de Hyewon y
volvió a gritar:

"¡¡¡Doctor Hyewon Kang!!!" Dohan tenía la mano en el borde de la parte superior del
estómago. "¿¡¡Puede hacerme caso!!?"

Cuando lo llamó "doctor", dejó de caminar y miró finalmente hacia donde estaba su amigo.
Por un momento, la expresión de Hye-won, al mirarlo, fue tan fría como un cubito de hielo
en un refrigerador así que Do-han no pudo decir nada al respecto. Podía decirse que los ojos
que lo miraban eran tan crueles que se quedó en blanco otra vez.

"¿Señor Im Do-han?"

"… ¿Tiene tiempo ahora?"

Dohan preguntó lo más cortésmente posible, mirando a cada una de las personas que
pasaban por el pasillo del vestíbulo del hospital. El hombre pareció estar sudando.

"Lo siento, pero no creo tener suficiente tiempo para atenderlo porque tengo un paciente
justo ahora."

"Solo tomará un momento. Tengo algo que decir."

"¿Es importante?"

"¿...Qué?"

"¿Es importante? Si no es algún asunto médico, entonces por favor evite hacerme perder el
tiempo, señor Do-han."

Ante el tono tan firme de Hyewon, Dohan distorsionó las cejas. Él, quien obviamente iba a
decirle que fueran a tomar una taza de café, hablar sobre lo que había hecho mal,
disculparse y reconciliarse, se sintió extrañamente ofendido por la actitud tan fría de Hye-
won. Estuvo muy... Triste incluso. Porque después de todo era obvio que conocía lo que
quería decirle.

"... No creo que sea tan importante."

"Perfecto."

Dohan enarcó las cejas y abrió sus gruesos párpados dobles con más intensidad mientras
veía como Hyewon le daba la espalda. Era la hora del almuerzo, así que tenía mucho tiempo
libre. Aún así, esa declaración de "no tengo tiempo" fue la clara afirmación de que no quería
hablar con Dohan en este preciso momento.

Pero cuando Hyewon salió rápidamente del pasillo, Dohan se agachó y abrazó su estómago.
Era como si hubiera comido a toda prisa hasta hacer que le cayera mal. Y al tener un dolor
tan severo y un sudor frío corriendo por su frente, Dohan se tragó las tabletas de
"Mebeverina" que tenía en su bolsillo, sin agua, y espero a ver si le hacían efecto. Tal vez
fue culpa de lo que acababa de pasar o de haberse descuidado tanto en esta semana.

Mucho después de que Hyewon se fuera, alguien tocó la espalda de Dohan, que estaba
inmóvil en el pasillo donde la gente iba y venía.

"¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás bien? ¿Ya encontraste al doctor Kang?"

Era Kim Mi-hee.

Ante el nombre del culpable que le había roto el corazón, Dohan sintió una irritación
bastante ardiente. Estaba tratando de responder, tragó saliva en lugar de enfadarse y se
levantó, pero el dolor de estómago empeoró considerablemente.

"Mi-Hee..."

"¿Por qué tu cara se ve así? ¿Qué tienes?"

El rostro de Do-han, mirando a Mi-hee, estaba manchado de sudor frío y además, pareció
ponerse completamente pálido en un segundo.

Y la figura del hombre, quien se acurrucó y abrazó su estómago, pareció tan terriblemente
indefensa que incluso Kim Mi-hee, quien le hablaba con la intención de burlarse, se puso
sería en un instante.

"¿Qué tienes? ¿Qué te duele?"

"… Kim Mi-hee, necesito ir a la sala de emergencias. Por favor..."

Dohan respondió a la pregunta de Kim Mi-hee con voz entrecortada y se movió un paso a la
vez, tan lento como un perezoso. La cintura de Dohan se doblaba cada vez más mientras
caminaba hacia la sala de emergencias y ya que el dolor solo podía tolerarse cuando se
encogía de hombros tanto como podía, estuvo en esa posición todo el tiempo.
Después de terminar la comida, sus colegas de quirófano, que pasaban junto a él, cantaban
"¡Dohan!" Con una voz bastante animada. Pero, él ni siquiera tuvo tiempo de despedirse de
ellos apropiadamente. Estaba distraído por el dolor insoportable que pareció estarse
apoderando de su estómago hasta un punto en que creyó que podía rodar por el suelo en
cualquier momento. Sin embargo, incluso en ese momento, recordó la expresión fría de
Hyewon mientras lo miraba así que se quejó:

"Bastardo..."

Dohan empujó su rostro, empapado en sudor frío, hacia la sala de emergencias.

La enfermera, que estaba sentada en la estación leyendo una revista, y el especialista en


Medicina de Emergencia: Kim Byung-jun, quien estaba parado frente a él, lo miraron y
elevaron una ceja en un segundo. Los tres se conocían desde sus días de universidad y en
realidad, se llevaban increíblemente bien desde ese momento. De hecho, debería haberse
dicho que no había persona que no estuvieran familiarizada con Dohan en este hospital.

"¿Qué tienes, hombre? Te ves horrible."

"Te dije que redujeras tu consumo de alcohol."

Tan pronto como los dos vieron a Dohan, comenzaron a hablar de inmediato sobre lo malo
que era beber.

"¿Golpeaste la puerta de quirófano con tu cabeza otra vez?"

"No, creo que tengo calambres estomacales".

Dohan se cubrió la cara con las palmas de las manos y susurró esto en voz baja. De hecho,
el personal médico era el que más abusaba de su propio cuerpo aunque al mismo tiempo
trataba de hacer que otras personas fueran saludables. Y debido a la naturaleza del trabajo
de quirófano, a menos que fuera fiebre o tos, tendían a trabajar estando enfermos e incluso
si tenía los síntomas anteriores, salían temprano e iban al departamento de medicina
familiar solo para ser capaces de regresar de nuevo más tarde.

Ahora, ante el susurro de Dohan, Kim Byung-jun primero revisó su fiebre con un
termómetro. Aun así, fue evidente que el cuerpo y la cara de Dohan estaban cubiertos de
muchísimo sudor. Y aunque había una corta distancia desde el vestíbulo hasta la sala de
emergencias, mientras caminaba en esa dirección, Dohan tenía tanto dolor que quería tirarse
al suelo para quedarse justo así.

"Estás realmente enfermo."

"¡Obvio que sí!"

"Señor Im, acuéstese un momento".

"¡No hagas un escándalo! Ya dije que creo que es un calambre."


"Uy, el autodiagnóstico frente al médico está muy mal visto ¿Sabes?"

Fue vergonzoso que llegara a la sala de emergencias en bata y demacrado, pero Dohan se
disgustó aún más cuando le dijeron que se acostara en una cama vacía justo como un
paciente.

Do-han, que no podía ganar bajo el formidable agarre del doctor, se tumbó en la cama de la
sala de emergencias y chasqueó la boca como si lo tuvieran preso por un crimen que nunca
había cometido. No obstante, cuando se acostó de mala gana, los dolores de estómago
empeoraron tanto que incluso le empezó a doler la espalda. Y las horribles punzadas le
llegaban incluso cuando estaba intentando respirar. Avergonzado de que lo palparan,
incluso en medio del dolor, Dohan se agachó y se cubrió la cara con ambas manos otra vez
como para fingir que nada de esto estaba sucediendo.

Después de un tiempo, no solo en los mensajes internos, sino también en todas las salas de
chat, estaba apareciendo la noticia de que el enfermero quirúrgico Im Do-han estaba
internado en la sala de emergencias. 
Chapter 9

Unos Crocs golpearon fuertemente el suelo del hospital.

El sonido de alguien corriendo hizo que se sintiera como si hubiera sonado una alarma de
Código Azul.

Eran pasos terriblemente preocupados que se detuvieron frente a Kim Byung-jun, quien
estaba apoyado en la estación del área de emergencia. Era Hyewon, quien corrió como un
loco tras escuchar la noticia de que Dohan estaba recostado en una camilla. Y fue extraño
que alguien como él corriera de esa forma para empezar.

"Doctor Kang, llegó muy rápido".

"¿Qué pasó con Im Do-han?"

"Enfermera, me debe los diez mil wones que acordamos. Le dije que este hombre llegaría
en menos de dos minutos después de leer el chat".

"¿¡Qué pasó con Do-han!?"

A diferencia de Hyewon, que tenía prisa, el doctor, que pareció estar muy tranquilito en la
estación, aplaudió mientras decía que en realidad había llegado más rápido de lo que
imaginó. Además, en lugar de responder a la pregunta de Hyewon, observó la manera en la
que él y la enfermera realmente se ponían a intercambiar dinero. Las chispas se encendieron
en sus ojos.

"¿¡En serio apostaron sobre que iba a correr hasta aquí!?"

"Eres super obvio."


"¡Dios santo!"

Y mientras las comisuras de sus ojos y boca se estaban volviendo cada vez más amargas, el
hombre señaló con el dedo índice la única cama que tenía las cortinas cerradas.

"Ya se murió."

Hyewon, quien normalmente fingía ser amigable, le dio un puñetazo en el hombro mientras
emanaba esa aura aterradora que gritaba que podría matarlo la próxima vez si hacía otro
chiste como ese. Por supuesto que ahora había algo más urgente que tenía que revisar y ese
era el estado actual de Dohan.

Hyewon empujó con cuidado la cortina con la punta de los dedos.

El impulso que tenía, el de alguien que estaba a punto de atacar en cualquier momento a
quien se le pusiera frente a él, desapareció y hubo una sensación de delicadeza en su cuerpo
y en la mano que sostenía el borde de la cortina. Fue porque tenía miedo de hacer ruido ya
que Dohan se había quedado completamente dormido ahora.

Cuando recibió el mensaje de que Dohan estaba en la sala de emergencias, Hyewon al


principio pensó que era solo una broma. Alguna de esas tácticas de Do-han que siempre
había utilizado para desarmarlo y jugar con su voluntad. Luego, después de recibir una
llamada del departamento de medicina de emergencia pidiéndole que viniera como auxiliar
porque podría tener que hacerse una tomografía computarizada, Hyewon se dio cuenta de
que esto no era solo un truco. Lamentó su acto de ignorar la forma en que estaba sudando
cuando lo llamó en el pasillo y la cara tan horrible con la que el hombre había estado
luchando durante los últimos días. Hyewon miró el rostro dormido de Dohan y en voz muy
baja le preguntó a su compañero si estaba muy enfermo.

"Naaa. Es gastritis. Le inyecté un analgésico, le puse un suero y... Supongo que lo enviaré a
casa después de estar en observación por un tiempo."

"Que bueno."

Byung-jun se dio cuenta de que Hye-won había llevado su mano al pecho mientras
suspiraba.

"El loco estuvo de guardia durante una semana seguida. Kim Mi-hee dijo que no comió casi
nada en ese tiempo."

"..."

Aparentemente Kim Mi-hee estaba dando vueltas por allí porque se sintió muy preocupada
por su amigo. Y probablemente era porque estaba cansado, pero Dohan no abrió los ojos a
pesar de que los dos hombres lo miraban a la cara para hablar de él. Aunque le dieron
analgésicos, debió estar bastante enfermo porque las puntas de su cabello castaño rojizo
estaban mojadas de sudor, y sus cejas oscuras estaban distorsionadas al máximo, formando
profundas arrugas entre su frente.
"Pero sí vamos a hacerle una tomografía. Luego, cuando tenga tiempo, dile que se haga un
EDG de esófago y una gastroscopia. Más vale."

"Muchas gracias."

"... Eso fue espeluznante. Escuchar eso de ti da escalofríos."

"Estaré un rato aquí con él ¿Puedo?"

"Claro. Tómate tu tiempo."

Byung-jun tocó a Hye-won en el hombro una vez y volvió a su lugar de trabajo. Entonces
Hye-won tiró con cuidado de la cortina y caminó en su dirección para poder mirar la cara
dormida de Do-han por otro momento. La verdad era que le había dolido el corazón cuando
vio que tenía una mueca, el dorso de su mano apretado y una vía intravenosa en su brazo.
Luego, tomó asiento frente a Do-han y se llevó los dedos a la frente. No era como si
realmente lo odiara por lo que había hecho. Es decir, todavía estaba muy enamorado de él
¿Cómo podría odiarlo? Quizá incluso si Dohan lo intentara matar, no estaría completamente
enojado o resentido con él. Además, fue solo porque aparentemente iba a comenzar a vivir
con otra persona que pensó que tenía que deshacerse de si mismo para no ser un obstáculo
en su vida. Y también, porque obviamente no podía estar feliz de verlo enlazarse. No le dijo
ni una palabra durante la última semana pero de todos modos sabía perfecto que había
estado de guardia cada día y que no estaba comiendo bien. Hye-won también conocía mejor
que nadie la mirada de Do-han, que se dio la vuelta después de que terminó la operación y
lo siguió, y la mirada de Do-han, cuando le gritó en el pasillo.

Do-han siempre le decía a Hye-won que era sensible y quisquilloso, pero, de hecho, la
persona más sensible del mundo entero era él. Si a alguien no le gustaba Hyewon, estaba
bien. No le importaba. Pero Dohan era muy cuidadoso con lo que otras personas decían y
miraban de él. Se vestía con glamour, sonreía brillantemente y se envolvía con los llamados
"tipos populares". Aunque fingía que no le importaba lo que dijeran a sus espaldas, en
realidad no era una persona de corazón duro. Más bien, era un hombre muy propenso a la
soledad y prefería evitarla siempre. Hyewon era muy consciente de eso y por eso, pudo
resistir incluso si Dohan lo había lastimado. Porque sabía que todas esas duras acciones y
palabras no eran parte de él.

Hyewon agarró en secreto la mano de Dohan, casi como si estuviera haciendo algo malo.
Eran unos dedos que nunca había sujetado bien porque estuvo fingiendo ser solo su amigo
todo este tiempo. Una mano que solo podía ver cuando estaba dormido o discretamente en
la sala de operaciones. Y era tan cálida que Hyewon sintió que estaba a punto de estallar en
lágrimas otra vez.
Le dolía mucho lo que estaba pasando entre ellos y pensó que debería ser él, no Dohan,
quien estuviera acostado en urgencias. ¿Pero que pasaría si Dohan abriera los ojos mientras
lo tomaba de la mano justo así? ¿No sería agradable si su corazón fuera descubierto? ¿No
sería mejor ser golpeado duramente de una buena vez? Hyewon acarició suavemente la
mano de Dohan y le besó los dedos. Quería agarrar a Dohan y acariciar su frente. Quería
besar algo más que la piel de su muñeca y abrazarlo, diciendo que todo estaría bien. Pero si
lo hiciera, entonces era posible que no pudiera verlo de nuevo más que a la distancia así que
Hyewon sonrió amargamente con una cara extrañamente en blanco. Se sintió frustrado por
no poder hacer esto o aquello, y fue triste ver a Dohan empapado en sudor frío y respirando
tan pesado.

Como alguien que había sido atrapado robando el calor de Dohan, se apresuró a retirarse y
ocultar sus manos enrojecidas en los bolsillos de su bata. Dohan frunció el ceño tanto como
pudo y pronto, casi como si odiara que lo hubiese dejado de tocar, abrió los ojos y observó
como Hyewon se levantaba de su asiento para esconder un rostro que parecía a punto de
estallar en lágrimas...

"Kang Hye-won".

Una voz seca llamó a Hye-won, quien estaba a punto de darse la vuelta para marcharse.

"Voy a traerte agua."

Debido a que la voz de Dohan estaba rasposa, Hyewon le dijo que regresaría pronto con
algo que pudiera beber para aclararse. Pero Dohan sacudió su cuerpo levemente, sintiéndose
incómodo en una cama tan estrecha, y estiró su mano en su dirección hasta que las yemas
de sus dedos, que había tocado hace un rato, alcanzaron su muñeca:

"Creí que ya no ibas a hablarme..."

"... ¿Cómo te sientes?"

"Creo que estoy bien".

"Le diré al doctor entonces."

Cuando Hyewon volvió a abrir la cortina e intentó salir, Dohan estiró la mano de nuevo y le
agarró de la muñeca. Y Hye-won, quien fue tomado por Do-han de esa manera tan
necesitada, no podía moverse ni podía quitarse sus dedos tan como si nada. Ni siquiera
aunque estuviera tan débil y temblando.

"Espera un minuto... Hyewon, tengo algo que decirte".

Do-han tiró de la muñeca de Hye-won en su dirección una vez más.

"¿Qué?"

"Tengo algo que decir."

"Eso lo sé. Estoy diciendo que lo digas."

"... No puedo ver tu cara."

Aunque Do-han estaba sosteniendo su muñeca, Hye-won le dio la espalda firmemente. Eso
fue porque no quería que viera sus ojos tan llenos de lágrimas. Los dedos de Dohan en su
mano estaban tan calientes que comenzó a sentirse como un hierro quemándole la piel.
"Kang..."

"Creo que puedes tener algo de fiebre. Tus manos están calientes."

"Kang Hye-won".

Cantando el nombre de "Hyewon" suavemente, Dohan cerró los ojos y luego los abrió.
Podía sentir calor en sus párpados así que definitivamente eso significaba que todavía tenía
un poco de fiebre. Pero mientras bajaba los ojos como para hacerlos descansar, las pálidas
muñecas blancas de Hyewon le llamaron la atención en un segundo. Dohan apenas y lo tocó
con las yemas de los dedos y luego pensó ¿Qué pasaría si agarro esos dedos largos y fríos y
tiro de ellos hasta que me haga caso?

"¿Se supone que debemos evitar vernos?"

Mirando la mano de Hyewon, quien seguía sin mirarlo, Dohan escupió un par de palabras
que sonaron como si estuviera hablando con él mismo más que con su mejor amigo. Estar
embriagado por una leve fiebre y embriagado por la medicina le daba el poder para escupir
tonterías.

"Me haz estado evitando."

"Nunca hice eso."

"No me mientas. ¡Me has estado evitando desde hace una semana!"

Pero aunque gritó, Dohan se escuchó como si hubiera perdido toda su energía en un minuto.
Ahora, estaba seguro de que Hyewon debió haber cerrado sus labios y bajado la barbilla.
Incluso sin mirarlo, ese rostro determinado, frío y enojado, estaba dibujado perfectamente
en su cabeza. Y aunque todo lo que podía pensar era que debería disculparse con él de
inmediato, su boca se negaba a decir algo coherente al respecto. Fue muy irónico en cierto
punto. Más bien, si no tuviera que ser precisamente Kang Hye-won, se habría disculpado
fácilmente y dicho "Lo siento" sin dudarlo. En su lugar, comentó:

"Recuerdo los viejos tiempos. Una vez tuvimos una pelea horrible. Nos gritamos y... Kang
Hye-won lloró durante días. Estabas tan enojado que hacías eso en la escuela también.
Luego comenzaste a fingir no verme, tal como ahora. Pasaste de largo y actuaste como si
me odiaras. ¿Por qué peleamos? ¿No te acuerdas?"

"Porque... No cumpliste tu promesa y no fuiste a la sala de computadoras conmigo".

"¿En serio?"

Mientras escuchaba a Hye-won, los recuerdos que se le habían desvanecido comenzaron a


cobrar vida. Podía decir que en ese momento estaba distraído por la tentación de jugar con
otras personas pero, lamentablemente le había dicho a Hye-won que irían a un internet y
que comerían ramen juntos.

"Te esperé, pero no llegaste".


"¡Ya me acordé! Pero, ¿Cómo es que todavía lo recuerdas?"

Dohan soltó una risa sofocante y golpeó la muñeca de Hyewon con la punta de los dedos.
Mientras tanto, fue evidente que la mano de Kang Hye-won estaba perdiendo tensión
lentamente. Se dio cuenta con solo mirar un poquito para abajo. Do-han recordó que cuando
se dio cuenta de lo que había hecho, corrió a su casa para hablar con su amigo sobre su
error, pero los ojos de Kang Hye-won ya estaban todos rojos. Al verlo desconsolado y
enojado, se sorprendió tanto que incluso pensó que podía llorar también.

Ahora, nada había cambiado en ellos.

"Perdón."

"¿Por qué?"

Hyewon preguntó en caso de que siguiera inmerso en recuerdos del pasado. Sin embargo,
esas palabras hicieron que volviera la cabeza y lo mirara directamente a la cara como si no
pensara que se fuera a disculpar. Fue una palabra dicha de corazón.

"Perdón. Lo siento muchísimo por... Por cambiar de repente mis palabras después de
prometer vivir juntos. También lamento no haber ido contigo a la sala de computadoras
como te prometí."

Dohan se disculpó tarde, tanto esta vez como aquella vez. Los ojos grises de Hyewon
revolotearon un instante y luego se volvieron hacia Dohan de nuevo. Y cuando la mirada de
su mejor amigo se posó en la parte superior de su cabeza, Dohan finalmente lo miró
también como si hubiera dejado de sentirse avergonzado.

"¿Qué dijiste?"

"Lo siento. Ni siquiera me disculpé en ese entonces así que..."

"... ¿Por qué te disculpas de repente entonces?"

El corazón de Hyewon estaba ardiendo ante la repentina disculpa de Dohan ¿Quizá era su
forma de decir que ya no quería verlo? ¿Se trataba de una forma de cerrar ciclos? Estaba
aterrado.

"Bueno, me disculpé porque quiero hacerlo. Deja de hacer esa expresión. No me estoy
muriendo."

La cara de Hyewon, mirando a Dohan, era solo eso. Como si viera a alguien que estaba a
punto de morir. Sus cejas rectas subían y bajaban repetidamente sin poder hacer algo para
detenerlas así que Dohan no pudo contenerse más y se burló:

"Kang Hye-won, me estás espantando."

"Es que... No sé. Es raro."


Dohan presionó sus dedos contra las esquinas de sus ojos, que aún estaban ardiendo.
Todavía los sentía pesados y su espalda increíblemente húmeda por el sudor frío que
derramó mientras dormía. Sin embargo, había dejado de sentirse incómodo. Es más, ya
quería regresar a casa.

"¿No vas a aceptarlas?"

"¿Qué?"

"Mis disculpas..."

"... No tienes que disculparte".

Kang Hye-won, que había estado mirando el rostro cansado de Do-han, volvió a girar la
cabeza en dirección a la puerta. Sin embargo, las orejas blancas de Hyewon, visibles a
través de su desordenado cabello negro, mojado de sudor por correr a toda prisa, estaban
ardiendo en un rojo brillante. Al escucharlo decir que "no tenía que disculparse" como si
fuera algo que ya debía entender después de tanto tiempo conociéndose, Dohan se dejó caer
como un globo desinflado sobre la camilla y pensó que los últimos días, esos de gruñir,
rodar en la cama y quejarse por nada eran estúpidos.

Las orejas de Hyewon se estaban poniendo tan rojas que el color le manchó hasta la nuca.
¿Estaba teniendo un sentimiento de timidez por el hecho de que su viejo amigo de repente
le dijera algo que no le era familiar? El collar de identificación de empleado que colgaba del
cuello de Hyewon era molesto porque no le dejaba ver hasta que parte ya se le había
pintado. Además, Dohan tuvo una imaginación loca por un momento y pensó: "Si le digo a
Hyewon "Me gustas muchísimo" así, sin que lo espere ¿Hasta qué grado se sonrojaría o qué
haría con exactitud?" Estaba claro que Kim Byung-jun, que era medio imbecil, le había
dado otras drogas en lugar de analgésicos. Si no, ¿Por qué estaría pensando así justo ahora?

"¿Hye-won?"

"... Voy a traerte agua."

Tal vez quería evitar esta situación incómoda y desconocida, y se volvió para traer algo que
no le había pedido.

"Hyewon-ah".

Dohan tragó saliva y agarró la muñeca de Hyewon de nuevo.

"Kang Hye-won, yo..."

Hye-won, atrapado en la voz baja y las manos calientes de Do-han, lo miró de nuevo y le
mostró que estaba infinitamente rojo. Sus ojos estaban rojos, la punta de su nariz estaba
roja, y las aletas de sus orejas, la nuca, su cuello y su barbilla estaban todas sonrojadas. Lo
único que se veía diferente era su bata. Entonces, Dohan tragó saliva de nuevo y se aclaró la
garganta para decir algo importante:
"Quiero decirte que yo..."

"Do-han".

La cortina se levantó, así que Dohan se quedó en blanco. Era una enfermera que había
venido a drenar el líquido así que la boca de Dohan, que estaba a punto de abrirse de par en
par, ahora pareció cerrarse con fuerza.

"Mira nada más, también está el doctor Hye-won. Quiero decir que es una sorpresa, pero..."

"Ah, sí."

Mientras recitaba lo que iba a hacer con él, la enfermera de urgencias colocó un algodón en
su brazo y sacó la aguja. Ante las palabras de "presionar con fuerza para detener el
sangrado", el coraje que había brotado en la boca de Dohan se desvaneció nuevamente hasta
quedarse sin nada que decir.

"¿Qué estabas tratando de decir hace un rato?"

"Yo..."

Sin embargo, las emociones responsables de la honestidad de Dohan habían desaparecido


como si hubieran sido arrastradas por el agua, y solo las partes que se mostraban
avergonzadas de continuar, subieron lentamente por su pecho. Dohan ocultó la oración que
estaba a punto de soltarle utilizando otra:

"¿Cuándo te vas a mudar?"

"... En 28 días".

"Entonces voy a escribirlo en mi agenda. Va a ser difícil para mí mover mi equipo de


ejercicio yo solo así que necesito sacarlo unos días antes."

"Pero tú..."

Se omitió la frase "dijiste que no podíamos vivir juntos", pero ambos hombres entendieron
el significado del largo silencio. Dohan se cepilló el pelo con una sonrisa forzada.

"La mudanza sigue en pie. Tú y yo."

"No entiendo."

"Estaba borracho y me volví loco por un momento. Tú sabes como soy."

"..."

"¿Cómo me voy a enlazar con alguien? Para nada, es aterrador."


Dohan se estremeció mientras presionaba la tirita en su antebrazo, como si de verdad
pensara que era terrible. Hye-won sabía que lo que estaba diciéndole ahora era mentira y
que había muchas cosas detrás, pero tenía demasiado miedo de preguntarle y encontrar algo
que no le gustara. Las comisuras de los labios de Hyewon se elevaron sutilmente. Todavía
había una sensación de inquietud pero, el hecho de que él y Dohan pudieran vivir en la
misma casa, inmediatamente le levantó el ánimo.

"Pero... ¿Todavía quieres vivir conmigo?"

"Sí."

Fue un cambio muy sutil, pero Dohan no se perdió las nuevas cosas en el rostro de Hyewon.
Al menos a sus ojos, la cara inexpresiva de su mejor amigo pareció contener también una
sonrisa muy feliz.

"¿Sabes? No soy bueno limpiando".

"Sí."

"No hago ningún trabajo en casa. Es un lugar para descansar. Es por eso que la limpieza y la
lavandería las mando a hacer con otra persona."

"Está bien."

Como un niño, siguió enumerando sus defectos uno por uno. Pero sin importar lo que dijera
Dohan, Hyewon tenía una respuesta para todo.

"Llegaré tarde a esa casa también. Tal vez cuando ya estés dormido."

"Bueno."

A Hyewon le gustaban esas cosas. Si el tiempo con Dohan aumentara incluso un minuto o
un segundo, entonces no había nada más que quisiera pedir.

Hye-won salió del trabajo relativamente temprano y una enfermera de la estación y Kim
Byeong-jun, despidieron a Do-han adecuadamente. La enfermera en jefe le dijo que se
tomara un día libre y descansara, pero Dohan se negó. Cuando se resolvieron los problemas
con Hye-won, el dolor de estómago desapareció como si se hubiera lavado de raíz y el
pecho, que siempre tenía dolor, se alivió. De camino a casa del trabajo, juntos, Hyewon
insistió en que debería comer avena e insistió también en comprar una caja enorme para él.
Dohan frunció el ceño porque era la comida que más odiaba.

Entonces, todo volvió a la normalidad de nuevo. Excepto, por supuesto, por la mente de
Dohan. Su corazón aún se balanceaba como un junco en un día ventoso y, cada vez que veía
a Hyewon junto a él, sus cejas caían terriblemente. Después de la conversación en la sala de
emergencias, a Dohan le hacía cosquillas la nariz, como si estuviera a punto de estornudar
con solo mirar a Hyewon. Tal vez como si fuera a exponer su situación en cualquier
momento. Debido a que no podía conocer a Omegas sin sentir asco, no pudo salir a clubes y
naturalmente se alejó del alcohol con el que no podía vivir. Y ya que sin querer llevaba una
vida sana y sencilla yendo y viniendo entre el trabajo y el hogar, se sintió como una bomba
de relojería a punto de estallar. Era como una bomba de confesión, para ser más exactos.
Después de darse cuenta de que había estado enamorado de Hye-won durante mucho
tiempo, la mayor preocupación era "¿Cómo paso el día con Hye-won cara a cara todos los
días después de esto?". Pero, sorprendentemente, el tiempo se fue muy rápido. Fueron unos
días de cambio comparables a un período de turbulencia y revolución para Dohan, pero para
otros, eran solo dos amigos cercanos que se habían reconciliado. Como siempre.

Preocuparse era cosa del pasado... Y llegó el momento de que los dos se movieran. 
Chapter 10

"¿Es en serio?"

"..."

Dohan miró las cajas apiladas en el suelo mientras colocaba ambas manos en su cintura. La
caja polvorienta frente a él aparentemente era el equipaje de Hyewon. El problema era que
se trataba de TODO el equipaje de Hyewon.

"¿Cómo has estado viviendo hasta ahora?"

"No tengo mucho tiempo para salir del hospital".

"Aún así, esto es un poco exagerado. Se siente como si ni siquiera estuvieras viviendo como
persona."

Hye-won no había deshecho el equipaje que empacó cuando siguió a Do-han a esta sucursal
así que, en otras palabras, esta caja frente a él la tenía desde hace dos años. Y desde allí
nunca la volvió a abrir de nuevo. Incluso esa vez Do-han ayudó a Hye-won a mudarse así
que descubrió que las notas que Dohan había dejado en la caja para una clasificación sin
problemas todavía estaban allí.

Hyewon, que vivía, comía y dormía en la sala de guardia, salía casi una o dos veces por
temporada así que había casos en los que iba al hospital en invierno y salía en pleno verano.
Entonces, la ropa que tenía Hye-won era solo un traje para una ocasión importante y
algunas piezas por si tenía frío o mucho calor. Quizá había dormido en casa algunas veces,
pero lo dudaba porque hasta la manta estaba envasada al vacío.

Dohan suspiró, sacó un cuchillo y desempacó la caja de equipaje de Hyewon, que tenía
escrita la palabra "ropa". Obviamente le había llamado la atención todas esas prendas
acromáticas cuidadosamente empaquetada y las calcetas que parecían casi nuevas. Si Dohan
no le hubiera pedido vivir a su lado, estaba seguro de que Hyewon hubiese seguido
arrastrando este equipaje apilado en cajas hasta la eternidad.

Sin una palabra al respecto, Dohan quitó la ropa de Hyewon y comenzó a colgarla en el
armario. Habían decidido compartir exactamente mitad y mitad pero, de hecho, a diferencia
de Dohan a quien le gustaba lucir elegante y llamativo, la ropa de Hyewon era muy sobria.
Discreta.
"Oh, mira esto. Es una camiseta hermosa."

"Si te gusta, tómalo"

En respuesta a las palabras de Hyewon, Dohan presionó la camisa de seda azul marino
contra su propio pecho. No era muy del estilo de su mejor amigo, pero estaba hecho de un
material elegante y muy, muy brillante. Podía decir que definitivamente era una camisa que
le quedaba perfecto a su rostro.

"Te luce más a ti."

"Me cambio de ropa una vez cada mil años de todos modos."

"No importa. Estoy completamente seguro de que te hace lucir muy guapo."

"... ¿Crees eso?"

Dohan abrió un poco más los ojos y miró a Hyewon, que se había puesto la camisa azul
marino contra el abdomen. Con ella, pensó que podían ir al club juntos para beber un buen
vino o incluso a un restaurante de esos que servían puro caviar. Pero, aunque le gustaba
mucho la figura con "porte de caballero" de Hyewon, tenía que decir que le fascinaba más
esa apariencia relajada que llevaba justo ahora. Es decir, en lugar de arreglarse el cabello
cuidadosamente y atarse la camisa hasta el último botón, su aspecto actual, un poco
despeinado, era tan fresco y natural como el viento cargado de un olorcito a menta.

Después de ordenar la ropa y desempacar todas las demás cajas, Dohan estiró la espalda y
se quejó del dolor que tenía en los músculos después de estar tanto tiempo encorvado.
Luego, sonriendo, se quedó a ver la manera en la que Hyewon sacaba un libro bastante
gordo del fondo.

"¿Eso es un álbum?"

"Sí."

"¿Por qué tienes un álbum?"

"Es de mi madre. Pero creo que debió haberse mezclado con el resto del equipaje."

Dohan mostró interés en el grueso libro que estaba en la mano de Hyewon, así que se
acercó un poquito más para poder curiosear. Era un álbum grueso que había visto varias
veces cuando estaban en la primaria.

"Wow. Esto es bastante viejo."

"Ha sido un largo tiempo, es verdad."

Dohan tomó el álbum de la mano de Hyewon y se desplomó en el suelo para poder echarle
un ojo desde el primer capítulo: Allí estaba Kang Hye-won, quien tuvo una hemorragia
nasal en la escuela primaria. Su rostro estaba rojo y detrás de él, Dohan había comenzado a
hacer una expresión traviesa. Era una foto tan vieja que ni siquiera podía recordar lo qué
pasó esa vez, pero intentó adivinarlo. Seguramente el propio Do-han convenció a Hye-won
de hacer algo peligroso y terminó lastimado por su culpa.
Dado que los padres de Dohan habían estado muy ocupados desde que tenía memoria, hubo
muchos casos en los que no siempre pudieron participar en eventos o viajes o momentos
escolares que eran importantes. Sin embargo, gracias a esto, había muchas más fotos de la
juventud de Do-han en la casa de Hye-won que en la suya.

"Jajaja. Kang Hye-won, mira tu cabello."

Dohan le mostró otra foto a Hyewon. Debió haber sido durante las vacaciones de verano del
primer año de secundaria. Había obligado a Kang Hye-won, que no quería decolorarse el
cabello con él, a ir a la peluquería que estaba en la esquina. Después de todo, Dohan nunca
hizo nada solo y aunque Kang Hye-won siempre decía: "Hazlo tú" o "No voy a ser parte de
esto" la realidad era que nunca hablaba en serio. Cuando Dohan se echó a reír de nuevo,
Hyewon suspiró y terminó por sentarse a su lado para ver el álbum: Kang Hye-won, que
tenía el cabello amarillo brillante, como un plátano, realmente se veía muy chistoso porque
ese color no le sentaba nada bien a su tono de piel. También había una foto de los dos yendo
juntos a la playa, y otra foto de los dos mojados hasta los huesos. Había muchas fotografías,
así que terminó llegando hasta el momento de secundaria y luego, saltando la prepa,
comenzó de nuevo en la universidad.

Y es que Hyewon estaba a su lado cada que cambiaba la imagen.

Estaba junto a él, a veces a sus espaldas y otras tantas en la esquina. Incluso en la foto de la
ceremonia de graduación de la universidad, podía notar que estaba detrás, caminando con
sus padres y una caja de regalo enorme que tenía entre las manos. Dohan dejó escapar una
risa bastante linda. Si hubiera sido antes de que se diera cuenta de que estaba enamorado de
él, simplemente se habría burlado diciendo algo como, "Se nota que no puedes vivir sin mi"
o "Que aterrador eres." Pero, no ahora. Realmente le gustaban estos pequeños momentos
juntos. Cada uno de ellos.

"Nos llevamos realmente bien ¿Verdad?"

"Creo que fue en parte porque nuestros padres son excelentes amigos y siempre nos
arrastraban a sus fiestas."

Dohan asintió ante la respuesta de Hyewon.

"Oye y... ¿Alguna vez me odiaste?"

"¿Qué?"

Las fotos estaban llenas de puros momentos buenos, pero se preguntaba si hubo alguna vez
en la que Hyewon sintiera lo mismo que pareció experimentar ahora. Pensó que ciertamente
los pecados que había cometido en el pasado eran bastante gigantescos pero, aún así, si la
respuesta fuera un"Sí" sería doloroso.
"Yo... Siempre fuí el que rompía sus promesas y quien solía burlarse de ti con chistes muy
malos."

"A veces pensaba que eras un pendejo."

"¡Oye!"

Las cejas de Hyewon se curvaron ligeramente ante el fuerte sonido de Dohan.

"Pero, no. No hubo un momento así. Incluso si me enojaba y lloraba, cuando me doy la
vuelta para ver el pasado... Creo que todo fue divertido y precioso para mí. Todavía lo es."

El rostro de Dohan se puso rojo ante la respuesta de Hyewon. Eso solo significaba que los
recuerdos pasados, como su amigo, fueron agradables para él pero, de todos modos pareció
muy avergonzado al respecto. Como si sus mejillas se sonrojaran tras haber oído una
confesión.

"Gracias..."

Las manos de Dohan, que habían estado rebuscando en fotos anteriores, se detuvieron en la
última imagen de él con el uniforme de la escuela secundaria. Y gracias a eso, una pregunta
que había sido tácitamente enterrada en su cabeza vino a su mente de un modo un tanto
cauteloso. Igual a si no debiera ser realizada nunca.

"Kang Hye-won. En aquel entonces, en la escuela preparatoria..."

"¿Sí?"

"¿Por qué de repente desapareciste?"

"..."

Sintió que era demasiado tarde para preguntar, pero Dohan tenía curiosidad por eso. La
mirada de Hye-won pasó a la suya por un momento, tocó el borde del álbum y luego
regresó. Después de ese breve silencio, finalmente abrió la boca:

"Tenía dolor".

"... ¿Cómo que dolor? ¿Estabas enfermo?"

"Sí."

Hyewon, que era blanco pero no pálido enfermizo, y que tenía un cuerpo más fuerte que el
de cualquier otra persona, no pareció coincidir con la imagen que tenía de los otros niños
que se enfermaban seguido. Menos para haberlo hecho faltar todo ese tiempo. Dohan
frunció el ceño y miró a Hyewon de arriba para abajo.

"Bueno, solías ser un poco delgado. ¿Cuánto dolor tuviste?"


"Un poco. Bueno no. Mucho."

Las pobladas cejas de Dohan se movieron en diferentes ángulos en poco tiempo. Estas dos
personas habían estado juntas por tantos años que el álbum estaba repleto y, de todos
modos, había un montón de dudas sobre él que no tenían respuesta.

"¿Mucho? ¿Qué te ocurrió? ¿Estás bien ahora?"

Él estaba en lo correcto. Preguntó demasiado tarde.

Cuando se volvieron a encontrar en la universidad, fue extraño pero no quiso hablar sobre
esto en ese momento. ¿Tenía miedo de escuchar que se fue porque lo odiaba? Dohan negó
con la cabeza ante el pensamiento que le vino a la mente y sonrió un poco ante lo infantil
que estaba volviendo a comportarse. Luego Dohan, que se sintió extrañamente incómodo de
repente, hojeó el álbum otra vez y sacó una foto.

"Regálame esta."

"¿Que?"

Era una palabra que dijo al azar para evitar el ambiente tan pesado. Pero de hecho, tan
pronto como salió de su boca, realmente pensó que quería conservarla. Hasta ahora, no tenía
ni una sola foto con Kang Hye-won. Siempre se tomaba muchas selfies pero no había una
de los dos juntos en su teléfono celular. Ahora, Dohan quería una.

"Te ves feo aquí. La necesito para reírme cuando tenga un mal día."

"... Si quieres."

Dohan sonrió. Había elegido deliberadamente la imagen más fea para meterla en el bolsillo
trasero de su pantalón.

"¿Te gustaría comer algo para celebrar nuestro primer día de mudanza?"

"Sí. Ya es un poco tarde y no nos dimos cuenta de eso."

Dohan levantó la comisura de la boca y metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón


hasta que sintió el papel pegado a su palma. Tener la foto de Hyewon, quien se decoloró el
cabello del mismo tono amarillo brillante que él, lo tenía bastante emocionado. 
Chapter 11

No estaban en un piso muy alto, pero la casa nueva igual pareció ser increíblemente
silenciosa desde todas direcciones. Además, no estaba acostumbrado a la nueva habitación
y la disposición de los muebles recién traídos ocasionó que Dohan sacara un suspiro más
pesado de lo que imaginó.

Sin contar la pared de cemento que estaba en frente de él, ahora estaba cara a cara con
Hyewon. En realidad, estaban lo suficientemente cerca el uno del otro como para que ese
tonto pudiera responder si gritaba su nombre o si le decía que lo necesitaba. Y si quisiera, si
se levantara de la cama, incluso podría invadir su puerta y mirarlo de verdad para decirle un
poco de sus sentimientos... Pero ni siquiera lo intentó, por supuesto. Para ser más precisos,
no tenía las agallas para hacer eso.

Dohan se sacudió todos estos tontos pensamientos que llenaban su cabeza y se dedicó a
mirar fijamente al techo. Cuando volvió el silencio, por dentro y por fuera de él, se escuchó
entonces el sonido de las mantas y el murmullo del resorte rebotando cuando Hyewon se
daba la vuelta. Luego, se percató del ruido de él levantándose de la cama y poniendo ambos
pies en el suelo para ir a su buró. Era como si no hubiera paredes que los separaran así que
su corazón comenzó a latir con demasiada fuerza incluso con esa "cosita de nada" . Fue
como si Dohan finalmente entendiera que estaba con Hyewon bajo el mismo techo. E igual
a si su corazón estuviera tan ansioso como él, sintió la manera completamente agitada en
que estaba golpeando contra su pecho en un: Tack, Tack, Tack, constante. ¡Maldición! ¿Fue
por la cerveza que se bebió para la cena?

Dohan levantó su mano y se frotó el pecho. Podía sentir su corazón latiendo bajo sus
gruesos músculos así que incluso dejó escapar una larga queja al ver que su corazón
posiblemente estaba a punto de salirse de su lugar.
Este era el primer día en que Hyewon y él habían comenzado a vivir en la misma casa.
Desde el primer momento le preocupó lo que iba a pasar en el futuro de los dos y se
preguntó incluso si sería capaz de sobrevivir a su lado sin volverse loco con tanto
sentimiento. Luego, tal vez después de quitarse la manta de encima, se escuchó el sonido de
Hyewon volviendo a la cama y la manera en la que bostezó. Posiblemente había bebido un
vaso de agua.

Era una noche larga porque no tenía ni un poco de sueño. Además, Dohan estaba sintiendo
como si estuviera flotando en el aire en lugar de estar acostado en la cama, por lo que dio
vueltas y vueltas una y otra vez en un intento por encontrar la posición decisiva.

5 minutos.

10 minutos.

20 minutos.

30 minutos.

El tiempo pasó y pasó, pero los ojos de Dohan siguieron bien abiertos

¿Ya se había dormido Hyewon?

Y es que aunque todos los sonidos habían desaparecido, el latido de su corazón aún pareció
ser tan inextinguible que Dohan tocó su pecho por segunda vez. ¡Era como si incluso
estuviera en su cabeza! El pulso en su oído era tan fuerte que se sintió avergonzado, movió
el labio inferior, cerró la boca y cerró también los ojos antes de preguntar:

"¿De verdad estás durmiendo ya...?"


Con una voz que ni siquiera se escuchó.

Luego, Dohan miró lentamente hacia la pared y pensó en el rostro de Hyewon sobre las
sábanas blancas. Era una belleza indiscutible, con densas y ricas pestañas sobre una nariz
alta y unos labios increíblemente bonitos. Lo imaginó, durmiendo como un ángel con una
cara hermosa y se dio cuenta de que ese rostro en su cabeza no era su imaginación, sino un
recuerdo. Era el rostro de Kang Hye-won, que había visto en el hotel. Recordó el error de
ese día, el sentimiento de sus manos y sus piernas y de repente, la fiebre subió por todo su
cuerpo hasta provocar que abriera los ojos rápidamente. Sus pezones estaban endurecidos...
Y fue todo por recordar el rostro dormido de su mejor amigo.

La camiseta, oculta bajo el edredón, se volvió tan incómoda de llevar que Dohan frunció el
ceño y trató de calmar el corazón que seguía comportándose de una manera increíblemente
estúpida todo este tiempo ¡Un Omega ni siquiera se hubiera comportado de esta forma
después de enterarse de un enlace! ¡Era patético! Pensó que el cuerpo, que se había
resentido porque le había quitado el hábito del sexo, no se quedó quieto durante el tiempo
que estuvo desatendido sino que tenía tantas ganas que ahora explotaba con un solo toque.
La sensación de la manta, el hecho de que Kang Hye-won estuviera dormido detrás de esa
pared y la ropa que revelaba cada uno de sus contornos, estaba resultando un estímulo que
pareció un tanto impresionante. Además, después de darse cuenta de que estaba enamorado
de Hye-won, pensar en él y masturbarse con su cara era un tabú porque se sentía como un
gran pecado. Era tan descarado, tan travieso, tan necesitado que sintió que ya había tocado
fondo.

Era el primer día. ¡Y no tenía ganas de sacar a flote el deseo sexual por un hombre que
estaba durmiendo profundamente en la habitación de al lado justamente el primer día! Sin
embargo, sin importarle en absoluto el dilema de Dohan, la camiseta comenzó a frotar
deliciosamente su pecho y en su cabeza, el rostro de Hyewon no dejó de aparecer
intermitentemente.

Dohan se puso rojo brillante.

Presionó nerviosamente la manta sobre su cabeza y se estiró por completo a todo lo largo
del colchón. Sus músculos fuertes se tensaron al máximo y las curvas de sus caderas se
destacaron muchísimo más que al inicio. Dohan hundió la cara en la almohada y suspiró. La
nueva funda se sentía rígida y pareció tener un pequeño olorcito a plástico. Luego cerró los
ojos con fuerza, acomodó la cabeza un poco mejor y metió las manos por completo bajo sus
pantalones. Sus dedos grandes estaban increíblemente calientes, pero no tan duros como el
pene que había comenzado a endurecerse bajo él. Además, esa masa de carne, ya erguida,
estaba tan excitada que, aunque su mano tenía un poco de fiebre, se sentía fría en
comparación.

Dohan respiró hondo y se agachó un poquito más.

"Ummm..."

Enterró aún más la boca sobre su almohada, temiendo que el aliento áspero que se escapaba
pudiera desplazarse por las paredes. Luego enterró también la nariz en la almohada y jadeó
y jadeó hasta que su aliento se volvió sofocante y su cuerpo comenzó a moverse de un
modo un tanto involuntario. Por si fuera poco, el sonido del edredón, frotándose contra él,
resonó de un modo que sintió un tanto indecente.

"Oh, ummm..."

Dohan recordaba constantemente la cara de Kang Hye-won en su cabeza así que se estaba
mordiendo los labios todo este tiempo en caso de que pronunciara su nombre por accidente.
Luego, el hombre, que se acurrucó sobre la manta, sostuvo la punta de su pene con una
sensación de placer tan impresionante, que pensó que en definitiva iba a derramar semen en
cualquier momento.

"Ah, mierda. ¡Mierda!"

¿Fue porque se trataba de un placer que estaba recibiendo después de mucho tiempo, o fue
porque la persona de su delirio estaba durmiendo tranquilamente detrás de la pared sin
conocer lo mucho que lo deseaba? Dohan no podía negar el hecho de que esa extraña
sensación de inmoralidad venía también con una mayor sensación de placer y tampoco
negaba que cuanto más rápido se movían sus manos, más intenso era el ritmo del sonido de
la tela rígida rozando su piel.

Hasta la cena, todo fue tranquilo y hermoso. Era un día muy normal y ameno con su mejor
amigo de la infancia. Pero por la noche, las ganas de tener sexo con él lo comenzaron a
volver alguien completamente diferente.

Dohan agarró la punta de sus genitales con las yemas de los dedos y, mientras frotaba
bruscamente la zona que se le había puesto al rojo vivo, su boca, que había intentado estar
bien cerrada todo este tiempo, se abrió de par en par hasta que Dohan alargó el cuello y
arqueó los dedos de los pies en un intento por soportar el placer tanto como le fuera posible.

"Ah, ah, umm... Ah."

Los ojos imaginarios de Hyewon se quedaron completamente fijos en los suyos. Su mirada,
que pareció fría a primera vista, le estaba dando tanto calor que empezó a sentir que
definitivamente estaría a punto de eyacular con solo tener esa cara ligeramente roja y esos
labios húmedos y abiertos en frente de él...

"Kang Hye-won... Ah, ¡Hyewon!"

Dohan se tragó el nombre de Kang Hye-won tanto como pudo.

"Hye-won..."

Al mismo tiempo, Hye-won tampoco podía dormir al pensar que Dohan estaba en la
habitación de al lado.

A pesar de que Hyewon rara vez tenía fluctuaciones emocionales, no pareció poder
controlar su corazón tembloroso o la manera en la que estaba dando vueltas y vueltas en la
cama. Quizá el alcohol que se bebió durante la cena fue demasiado para él porque estaba
ansioso incluso aunque Dohan pareció tan callado como si ya se hubiera quedado bien
dormido. Y una vez más, igual a si fuera un tonto, Hyewon sonrió de una manera que
definitivamente no se parecía en nada a la suya.
Hasta hace apenas unos días, cuando dijo que se había enlazado a alguien, el período que le
siguió fue todo un completo y total infierno. Pero, ahora podía decir que cada parte a su
alrededor era risas y amor. Y como estaba tan, tan horriblemente emocionado por estar con
él, supuso que iba a quedarse despierto toda la noche y en lugar de pelear contra eso,
Hyewon se puso los auriculares para escuchar algunas conferencias médicas y hacer un par
de anotaciones de pacientes que necesitaba. Pero, increíblemente tampoco pudo
concentrarse en eso.

Hyewon mantuvo sus ojos en la pantalla que mostraba el rostro de un doctor bastante
anciano que estaba discutiendo el nuevo método quirúrgico para pacientes con cáncer de
mama y luego, se tomó un momento para ordenar sus ideas lo suficiente como para no
escribir una estupidez. Pero cuando recuperó su concentración distraída y sintió que ya se
estaba acostumbrando a la voz algo entrecortada del hombre, Hyewon de repente pareció
escuchar a Dohan llamándolo por su nombre.

Debido a que el tiempo de estudio ya había pasado, Hyewon se quitó los auriculares y se
preguntó si tal vez había escuchado mal. Le puso "pausa" al vídeo, y tranquilamente intentó
concentrarse en todo lo que había a su alrededor: Era un traqueteo de mantas y el sonido de
una mala respiración.

Hyewon se levantó de la cama, preocupado de que Dohan pudiera estar enfermo como la
última vez, o tal vez incluso teniendo una pesadilla.

Pero cuando estaba a punto de salir de la habitación para ir a la suya, entonces escuchó un
pequeño: "¡Umm!" Diferente a un gemido de dolor.

Hyewon dudó de sus oídos y con cuidado se sentó en la cama de nuevo. En el tranquilo
amanecer, cuando todo era absorbido por las paredes, cada uno de los sonidos producidos
por los pequeños movimientos de Dohan comenzó a cobrar vida como si lo tuviera en su
misma cama. Y al darse cuenta de lo que significaba el jadeo que venía desde el otro lado,
se tapó la boca con la mano antes de que pudiera ponerse en evidencia.

"Ah, ah, ah... ¡Ah!"

Boom, bom, bom, bom. Todos los vasos sanguíneos de su sistema comenzaron a bombear
sangre directo a su corazón. Y como un niño que había sido atrapado haciendo algo
incorrecto, retrocedió sin destapar su boca y escuchó con atención el sonido que todavía
estaba atravesando la pared. Pero el ruido del edredón, frotándose contra la cama, hizo que
Hye-won pensara en el hermoso cuerpo del hombre al que ya había abrazado una vez.

"Ah, ah..."

¿Qué tipo de expresión haría si abriera con cuidado su puerta, agarrara la manta que
seguramente cubría el cuerpo de Dohan y lo dejara al descubierto? ¿Se avergonzaría de ser
atrapado en algo que su mejor amigo no debería haber descubierto nunca?

Hyewon extendió la mano y tocó la pared. Imaginó en su mente cuán obscenamente esa
boca, que siempre levantaba las comisuras de una manera brillante y juguetona, sería
aplastada de tan solo poder colocar su pene dentro de él. Y al recordar a Dohan,
avergonzado de jadear, con un cuerpo desnudo que se movía al compás del suyo, Hyewon
puso una mano entre sus piernas sin tener tiempo de pensar en lo que estaba haciendo.

"Dohan..."

Hyewon se apoyó contra la pared y apretó las muelas para intentar no decir su nombre ni de
chiste. 
Chapter 12

Los dos se encontraron frente a la puerta del baño, temprano en la mañana. Y en una
palabra, dijeron:

"Hola."

Hyewon, que no pudo dormir en toda la noche, tenía la ropa desordenada y chueca, y
Dohan, medio desnudo, estaba caminando como si pudiera golpearse contra la pared en
cualquier momento. Ninguno de los dos durmió cómodamente, por lo que el cansancio
recaía sobre sus hombros de una forma completamente evidente. Además, como estaban
bastante tímidos por lo que habían hecho la noche anterior, ambos cerraron la boca como si
lo hubieran prometido.

"¿Dormiste bien?"

"Sí. Muy bien ¿Tú?"

"Sí, perfecto."

Las caras de los dos hombres, intercambiando saludos matutinos, eran opuestas a las
palabras que salían de sus bocas.

"¿Te gustaría desayunar?"

Hyewon miró por encima del hombro de Dohan y preguntó. Sus ojos parecieron un tanto
desenfocados, pero Dohan también tenía las pupilas así por lo que no se dio cuenta de esto.
Los dos hombres dijeron:

"¿Vamos al hospital a comer?"

Cuando terminó la conversación, regresaron a sus respectivas habitaciones como si tuvieran


un itinerario realmente ocupado en la cabeza. No podían ni verse a la cara de inmediato por
la maldita vergüenza así que, al final, solo cerraron la puerta y se escondieron justo como lo
harían un par de niños.

Dohan, cuyo rostro estaba sonrojado, no se cambió de ropa de inmediato y en su lugar


decidió abrió la ventana de su habitación de par en par. Pero cuando el viento frío de la
mañana entró en la recámara, tembló como si lo hubiera golpeado un rayo. El lugar estaba
cubierto con su feromona debido al deseo que brotó de su piel durante toda la noche, por lo
que pensó que era necesario que ventilara un poquito antes de salir. No había forma de que
Hye-won, que era un Beta, pudiera oler su feromona de todos modos pero, Do-han, que no
pensó en eso, incluso se cambió de ropa al ras del viento.

Hyewon se había quedado sin palabras desde muy temprano e incluso Dohan, que era
increíblemente ruidoso, no decía mucho. Es más, los dos salieron del complejo de
apartamentos sin decir nada, con una atmósfera incómoda que fluía entre los dos en la
medida en que cada cosa que hacían se sentía extraño incluso para las otras personas. Pero
cada uno de ellos estaba tan absorto en su propia situación que no se dieron cuenta de esto
en absoluto.

Dohan y Hyewon caminaron con la cabeza gacha todo este tiempo, ya que no tenían las
agallas para mirarse a la cara. Pero si los pasos de Do-han superaban a los de Hye-won,
Hye-won lo seguía hasta alcanzarlo y si Hye-won era quien estaba adelante, Do-han se
apresuraba para estar a su altura.

Los dos se quedaron en silencio y caminaron hacia el hospital como si estuvieran jugando
un extraño juego infantil. Luego se sonrieron y Dohan, que entró en la sala de espera sin él,
finalmente suspiró y enterró la cara en el plato de cereal que se había servido hasta que la
leche le entró por la nariz. La verdad era que estaba increíblemente cansado de mover la
mano derecha toda la noche ante un deseo que pareció no querer apagarse nunca y por culpa
de eso, se durmió hasta bien entrada la mañana. Por supuesto que era evidente que sus ojos
estaban inyectados en sangre.

Dos minutos más tarde, Mihee Kim entró en la sala de espera con el pelo atado en una
coletita alta.

"¿Estuviste de guardia?"

"No."

Después de todo, la apariencia de Do-han, que había llamado la atención de Mi-hee, pareció
la de alguien que había estado en el hospital toda la noche.

"¿Por qué estás así entonces?"

"Porque... No lo sé ¿La edad?"

"¿No estás haciendo horas extra como un loco otra vez?"

"Creo que solo... No me he recuperado correctamente de esa vez."

Y es que estaba cansado porque trabajó horas extras, estaba cansado porque su mente no
dejaba de pensar en tonterías, estaba cansado porque se masturbaba frecuentemente
pensando en su mejor amigo toda la maldita noche y estaba cansado de estar cansado.

"No creo que sea solo eso. Estás muy raro últimamente. Has... Cambiado un poco".
"¿Que ha cambiado exactamente?"

"No has dicho nada sobre salir a tomar una copa y no hay nadie esperando frente al hospital
para matarte."

Kim Mi-hee puso una expresión realmente seria, con los brazos cruzados contra su pecho
como un médico que estaba dictando una sentencia de muerte. Y al ver a Mihee, colocando
una arruga entre su frente y haciendo una mirada significativamente aterradora, Dohan hizo
una expresión que le obligó a fruncir los labios.

"¿Qué? ¿Crees que soy del tipo de persona que bebe todo el tiempo y deja a la gente
despechada parada frente al hospital?"

"Así es."

Dohan agitó su mano hacia Mihee, con una expresión que pareció ser la de alguien a punto
de reírse. Sin embargo, tan pronto como escuchó su respuesta tan increíblemente firme,
cerró la boca igual a si se sintiera humillado. Ya sabía que esa era la imagen que proyectaba
a los demás.

"Dejé el club. Tampoco voy al bar desde hace un tiempo y he decidido abstenerme de
seguir buscando sexo"

Por supuesto, fue algo obligatorio para no ponerse a vomitar por el olor de los Omega.
Además, después de reconocer que estaba enamorado de Hye-won, sin importar cuanto
hombre guapo o mujer hermosa pasara junto a él, la verdad era que estaba tan concentrado
en él que ni siquiera les ponía atención. Sus ojos estaban en la parte posterior de la cabeza
del doctor últimamente. Mirando sus manos, sus piernas, y la manera en la que se movía de
un modo en que ya ni siquiera pareció recordar que parpadear era importante para él.

"... ¿Tienes una enfermedad mortal?

"¿Qué?"

"¿Por qué dejaste el club? Eres bien perro, una persona así no cambia solo porque se le
ocurrió."

"Oye, oye. La gente puede cambiar si quiere hacerlo."

Pero ante tanta pregunta continua de Mi-hee Kim, Dohan apretó los dientes e intentó sonreír
de la forma más bonita que se le ocurrió. Dohan ya se había sentido como una bomba a
punto de estallar desde ayer así que cuando Mihee lo atacó de esa manera, la luz en su
cabeza pareció encenderse de una manera bastante peligrosa. Contó el número de veces en
su corazón y la verdad era que desde que se convirtió en adulto, nunca había dejado de
asistir a una cita para beber durante tanto tiempo. La cerveza ligera que bebía mientras
comía era una porquería en comparación a lo que solía hacer. Porque cuando Dohan tomaba
alcohol, a menudo se decía que lo hacía hasta el punto de terminar en el suelo e incluso
hubo un tiempo en que lo llamaban "el genio". Era un término que se usaba en broma
porque decían que solo abrían una botella y aparecía de la nada. Por supuesto, la persona
que le dio ese apodo fue Kim Mi-hee para empezar.

"Si haces algo que no estás acostumbrado a hacer, es porque te estás preparando para tu
muerte."

La situación ya era inquietante, pero cuando Mi-hee continuó diciendo tanta tontería, Do-
han, que estaba molesto, hizo un ruido fuerte con la boca y se aventó de nuevo en el sillón
como para restarle importancia. Luego, igual a si lo hubieran invitado a unirse, otra persona
interrumpió su conversación:

"¿De qué hablan?" Era Yoon Ji-ho, quien había llegado a su turno. "¿Quién se está
muriendo?"

Incluso había llevado una silla para sentarse frente a los dos así que Mi-hee apretó aún más
su expresión.

"Yoon, escucha. De repente Dohan dejó de beber y dijo que llevaría una vida decente"

Aunque el hecho de que no bebiera y no conociera a otros Omegas no significaba que


estuviera viviendo una vida del todo "decente", en comparación con la rutina diaria de
Dohan hace unos meses, era completamente evidente que estaba caminando en una
dirección casi santa. A los ojos de quienes lo conocían bien, era una cosa de miedo.

"Tiene razón. Si haces algo que no haces comúnmente, significa que pasa algo grave. Ya se
me hacía raro que estuvieras caminando como un zombi en estos días."

"Cierto."

"No hace mucho, le pregunté sobre su CARDEX y los registros de enfermería, pero igual
me ignoró y se quedó viendo a la nada."

"Si a un alcohólico se le pide repentinamente que deje el alcohol, le da el síndrome de


abstinencia. Seguro es lo que te está dejando el cerebro frito como huevo".

Las expresiones serias de Kim Mi-hee y Yoon Ji-ho hicieron que Do-han se sintiera un
poco... Angustiado. Sabía muy bien que se estaba portando diferente, pero ¿Era tanto como
para que los dos reaccionaran así de mal? Al mismo tiempo, incluso reflexionó sobre la
manera en que se estaba reflejando a los ojos de los demás. Como dijo Kim Mi-hee, había
pasado un tiempo considerable desde que había dejado de beber, y, aunque no era que
estuviera deprimido por eso, no le gustaba estar solo por mucho tiempo. Además, era cierto
que recientemente tuvo calambres estomacales y era hasta claro que ya ni tenía tanta
energía como en otras veces. Incluso, solo ahora se había enterado de que Jiho Yoon le
preguntó sobre el Cardex. Debe haber sido en el momento en que él y Hyewon estuvieron
evitándose. Porque aunque llevaba una vida bastante desordenada después del trabajo, era
un hombre increíblemente profesional en el hospital. Sin embargo, ahora estaba enamorado
apasionadamente de su mejor amigo y era difícil mantenerse enfocado con él frente a sus
ojos todo el bendito tiempo. Do-han, quien recordó lo que sucedió anoche, sin ninguna
razón en particular, se perturbó hasta un punto en que tuvo escalofríos. Pensó que esta
nueva vida, con Hyewon brillando en su cabeza, estaba resultando increíblemente bien para
ser cierto. Pero tal vez estaba equivocado.

Dohan tragó saliva ante el sabor repentinamente amargo en su boca y respondió con la
misma expresión seria que la que tenían los dos:

"No soy un alcohólico."

Mihee Kim, que había disfrutado de la diversión de burlarse de Dohan durante mucho
tiempo, agitó exageradamente las manos y gritó en voz alta, como en un drama:

"¡Entonces realmente te vas a morir ¿Verdad, mi amor?!

"¡¡No!!"

"¿No estás enfermo terminal?"

"… Kim Mi-hee, por favor."

"De repente te ves muy extraño. No pareces el mismo que conozco."

"¿Quieres que hagamos una misa de cuerpo presente en el hotel que tanto te gustaba?"

"Ay, por favor. ¡Cierren la puta boca!"

Cuando Dohan, que no pudo soportarlo más, se levantó, los dos retrocedieron y huyeron de
Dohan. Hasta hace un tiempo se le trataba como un hombre moribundo, pero ahora
parecieron verlo como un germen.

Y en medio de toda la conversación, finalmente pasó el tiempo y llegó la hora de que todos
se fueran a trabajar. Mi-hee, que estaba revisando el horario de la cirugía con anticipación,
de repente recordó algo tan importante que llamó a Do-han con la mano:

"Dijiste que te acabas de mudar ¿Verdad? ¡Bebamos juntos entonces!"

"¿De qué estás hablando?"

La sugerencia de Mi-hee hizo que Do-han pareciera sorprendido.

"¡Digo que bebamos hasta sangrar por la nariz!"

"¡Dejé de beber, te digo!"

"¡Ay, vamos! ¡Voy a invitar a Byung también! Se va a poner bueno."

Las orejas de Do-han se aguzaron ante las palabras de Mi-hee, que todavía decía que las
personas no podían cambiar en un instante. "Te haré beber hasta sangrar por la nariz" Dijo.
En realidad, Kim Mi-hee y Kim Byung-jun de emergencias, eran una combinación que
podía ser divertida para jugar, comer y beber y la verdad era que le gustaba mucho estar con
los dos hasta la madrugada. De repente, como si tuviera sabor a alcohol en la boca, Dohan
tragó saliva. Para ser honesto, aunque no fuera una fiesta tan elaborada, quería ir a un pub
cercano y beber hasta terminar en el baño. Sin embargo, no quería mostrarle a Kang Hye-
won un lado tan desagradable de él.

Do-han, que ignoraba la mirada de Mi-hee, mirando la pared, se quedó un tanto en blanco.
Lo que decía era cierto, el amor no debería ser un impedimento para vivir como antes y
relajarse antes de explotar.

"¿Entonces qué dices? Yoon se va a unir. También es buena onda."

"Sería... Bueno".

Al final, Dohan cedió a la tentación.

Aun así, ya que no podía quitarse la ansiedad, repitió un pequeño mantra que decía: "Está
bien beber con moderación". "Está bien beber con moderación" "ESTÁ BIEN BEBER
CON MODERACIÓN."

Dohan igual creyó que tal vez si estaba un poco en problemas. 


Chapter 13

"Doctor Kang, excelente como siempre. Puede continuar por su cuenta ahora".

"Muchas gracias, doctor."

"Es todo, muchachos. Será una recuperación sencilla. Cierren y limpien."

Cuando el doctor principal, un anciano con muchos años de experiencia, salió de la sala de
operaciones, Dohan miró la manera en la que Hyewon se movía tan fluidamente frente a él.
La incomodidad de la mañana fue breve, y aunque no habían hablado mucho, los hombros
de Dohan ya no estaban todos tensos.
Y luego, como para romperle la ilusión, el hombre, que había estado esperando a que
terminara la operación, con una sonrisa bajo su cubrebocas y las manos viajando por cada
uno de los instrumentos quirúrgicos, de pronto se encontró de frente con los ojos de
Hyewon, quien aparentemente levantó un poco la cabeza.

A través de la lupa unida a sus gafas, las pupilas de Hyewon captaron las suyas por tanto
tiempo, que Do-han dirigió la dirección de su cuerpo hacia otro lugar. Se rascó la cabeza y
se puso en cuclillas en el suelo para evitar hacer cualquier tipo de contacto con Hye-won
mientras se ponía a contar. Y en lo que colocaba las gasas empapadas de sangre una por
una, en una bandeja especial, Hyewon suspiró y se concentró de nuevo en la operación. Era
lo bueno de estar en un quirófano, donde era inaceptable apartar la mirada del paciente
durante tanto rato.

Luego, mucho después de que se completara la cirugía y se realizaran todos los recuentos
necesarios, Dohan finalmente terminó de limpiar y salió de la sala de operaciones solo para
encontrarse a Hyewon, quien lo estaba esperando sin quitarse aún el gorro de quirófano.
"¿Qué...? ¿Qué haces?"

Dado que era la última cirugía de la mañana, Do-han, que se había ocupado de su trabajo de
un modo bastante despreocupado, ahora estaba mirando a Hye-won como si no pudiera
creer que lo estuviera esperando todavía. Había parecido bastante reacio a enfrentar este
"cara a cara" con él debido al crimen que cometió anoche pero, de todas maneras, el hombre
pareció tan casual que Do-han tensó su cuerpo.

"¿Vamos a comer juntos?"

"Uy, ¿Cuándo me ves te da hambre?"

Dohan, que estaba muy nervioso, dijo un chiste que de inmediato sonó como algo que no
debió haber dicho nunca en su vida. Y fue peor cuando Kang Hye-won lo agarró por el
hombro y dijo:

"Pervertido."

Madre santa.

"... Vamos entonces."

Después de que Dohan sufriera de gastritis durante unos días, Hyewon se comportó como
una "madre pájaro" que no podía vivir sin alimentarlo decentemente. Los dos fueron al
vestidor, se cambiaron de ropa y se pusieron las batas blancas de costumbre. Pero mientras
caminaban hombro con hombro, Dohan de repente se dio cuenta de que Hyewon siempre lo
había estado esperando. Es decir, fue una suerte que el programa de cirugía terminara tan
temprano hoy, pero, hubo momentos en los que salía demasiado tarde del quirófano. Y a
menos que hubiera una discusión con Hye-won o Hye-won tuviera otros asuntos, el hombre
siempre esperaba obedientemente a que apareciera en el pasillo del hospital. Era irónico que
se diera cuenta hasta ahora pero, de hecho podía decirse que Do-han no había prestado
mucha atención a sus acciones. Siempre pensó que era muy casual. Además ¿No había un
dicho que decía que cuanto más te acostumbrabas a algo más descuidado te volvías?

Hye-won, esperándolo a la hora de la comida, era terriblemente familiar para Do-han. Tanto
que se olvidó de apreciarlo.

Dohan se sonrojó completamente. Tal vez era algo tonto, pero de repente comenzó a sentir
una nueva oleada de vergüenza que estaba haciéndole cosquillas hasta subirle por la
garganta. Y es que el hecho de que Hyewon lo hubiera estado esperando para comer juntos
hizo que su corazón latiera de manera extraña ¿Por qué no se había dado cuenta de esto
antes? ¿Cuánto tiempo estuvo comportándose como un tonto con él?

Los pasos hacia la cafetería eran ligeros. La culpa y la incomodidad se desvanecieron


rápidamente y Dohan, que se sintió mejor casi sin darse cuenta, siguió adelante con una
sonrisa bastante bonita. La verdad era que estaba un poco emocionado de estar con él, casi
como un niño. Y para intentar no ser tan evidente, se atrasó un poco y se dedicó a mirar la
espalda de Hyewon de un modo un poquito descuidado. Pero no se había dado cuenta de
que la nueva túnica corta le sentaba bastante bien. Es solo que no tenía el temperamento
para elogiarlo.

En lugar de eso, dijo:

"Ahora que me doy cuenta, tu trasero se ve muy grande cuando usas esas nuevas batas."

"... Ah. No sé que decir ¿Gracias?"

"No. Toma una talla de bata más grande para la próxima".

"¿...? De... Acuerdo."

De hecho, cuando caminó detrás de Hyewon, el extremo de su bata se sacudió debido al


movimiento tan marcado de sus caderas, lo que logró ponerlo muy nervioso.
Definitivamente una bata larga hubiera sido mejor. Esa cosa era demasiado corta para
alguien como Hyewon, que era muy alto. Si levantaba los brazos o se movía mucho, se le
marcaban muchísimo las nalgas y los contornos de los músculos. No quería que nadie lo
viera, no quería mostrarlo.

Dohan sabía que era demasiado tonto estar celoso.

Sin embargo, a diferencia de lo incómodo que estaba en la mañana, Hyewon sonrió un poco
y suspiró al ver a Dohan luciendo con tanta energía. Pareció inexpresivo ante los ojos de
todos, pero definitivamente había un sentimiento de alegría al borde.

Entonces, la mirada de Dohan, que había estado juzgando a Hyewon atentamente mientras
caminaba delante de él, llegó ahora a posarse sobre sus zapatos. Mirándolo bien, la punta de
sus Crocs estaba torcida y las suelas casi demasiado gastadas. Los médicos de turno, que
estaban tan ocupados deambulando por el piso del hospital, sin tiempo alguno para sentarse,
a menudo tenían las suelas de sus zapatos justo así y el plástico desgarrado de la orillas.
Dohan lo observó una última vez y dobló las rodillas para comprobar las plantas de sus
propios pies. No tenía los zapatos tan feos como los de Hyewon, pero si necesitaba
cambiarlos.

"Ten cuidado."

Dohan se dio la vuelta en el momento en que Hyewon lo echaba un poquito para atrás. Los
residentes, corriendo, parecieron tener una emergencia lo suficientemente grave como para
no saludarlos a los dos.

"Gracias."

Y a medida que se acercaban a la cafetería, el olor a comida llenó el pasillo a tal punto que
el estómago de ambos hombres gruñó con mucha fuerza. Fueron a cirugía desde temprano
en la mañana y no habían comido nada de nada. Por supuesto, gracias a eso, el plato de
Dohan, que era goloso, y gritaba "¡Más!" A la cocinera, era bastante sustancioso.

La luz del sol, que entraba en el lugar por cada una de las ventanas, era tan brillante que
Dohan cerró los ojos involuntariamente. Y Hye-won, que observó las acciones de Do-han,
extendió la mano y lo ayudó a bloquearlo.

"Esto acaba de matar mis globos oculares."

"El sol está cada vez más fuerte. Es verdad."

"Es lo único que voy a estar feliz de dejar."

"¿Entras de noche?"

"Ajá. Para el turno de mañana."

A partir de mañana, Dohan tenía el turno de la noche. Pero cuando las cosas del trabajo
cambiaban así, entonces el mayor reto al que se enfrentaban era a dormir. Podía decirse que
era un estilo de vida difícil. En particular, porque al cambiar de un turno de día a un turno
de noche de esta manera, tenía que permanecer despierto durante horas utilizando su fuerza
de voluntad o pidiendo el poder del alcohol. Y si bebía como un imbecil toda la noche y
entraba en la casa por la madrugada, dormiría como una piedra y se despertaría hasta que el
sol se volviera a ocultar. Estaba bien para él ir a trabajar después de bañarse y comer ramen.

"¿Vas a tener guardia hoy?"

"No, me voy a ir temprano. Tengo una cita esta noche."

"Ya veo..."

No era evidente para los demás, pero Hyewon había estado trabajando duro desde la
mañana para salir del trabajo lo más temprano posible. Vio a todos sus pacientes, estuvo
con los residentes, verificó de antemano si vendría una llamada de guardia y tomó cada nota
importante. Los pacientes ambulatorios también se manejaron sin bloqueos e incluso llenó
sus informes perfectamente. Y todo fue solo por una razón importante: Quería pasar tiempo
con Dohan en casa.

"Voy a tomar una copa con Kim Mi-hee hoy".

Después de pensar un rato, Hyewon abrió la boca.

"¿Solo con Kim Mi-hee?"

"No, Kim Byung-jun está libre hoy. Estaremos de fiesta."

Hyewon estaba profundamente decepcionado. Es decir, estaba muy emocionado desde la


mañana y pensó que lo tendría para él también en la noche. Pero, igual no era como que
pudiera expresar su disgusto. Cuando decidió vivir con Do-han, prometió no invadir su
privacidad libertina y además, Kang Hye-won, que era solo un amigo, no tenía derecho a
interferir en su vida o con sus planes. Era solo él quien estaba frustrado por expectativas
irreales. Hyewon hizo una pausa por un momento y se tocó el pecho. Ahora debía ser
maduro, ser generoso, un hombre relajado y fingir que no le importaba lo que fuera a hacer.
"Diviértete mucho."

"Claro que sí".

"Recientemente tuviste gastritis. No bebas demasiado".

"No te preocupes. Solo beberé lo suficiente para sentirme bien"

Eso es lo que dijo, pero Dohan quería llegar lo más tarde posible. Si era posible, en un
momento en que Kang Hye-won ya estuviera profundamente dormido y no tuviera que
verlo a la cara. 
Chapter 14

"Vamos al puto club."

Kim Mi-hee y Kim Byeong-jun, miraron a Do-han cara a cara y comenzaron a decir un
montón de palabras extrañas. Ambos estaban ligeramente borrachos para ese momento.

"¿De qué están hablando? Solo estoy planeando quedarme aquí una hora más y luego irme a
dormir."

"... Ya no tienes 20 años. Idiota. Deja de actuar así".

Kim Mi-hee y Byeong-jun, que querían disfrutar de un ambiente más ruidoso después de
mucho tiempo encerrados en el hospital, empezaron a quejarse y a decir que era un
amargado. Pero Do-han quería evitar el club tanto como fuera posible. ¿Cuántas personas
realmente iban a ese lugar con la pura intención de disfrutar de la música, el alcohol y el
baile? Imposible.

"Vamos, vamos..."

Mi-Hee empujó la espalda de Do-han hasta que la cabeza le empezó a rebotar para adelante
como un muñequito.

"Bueno ya. Vamos."

Contrariamente a la expresión temblorosa de su rostro, Dohan estaba muy hablador y


emocionado de estar con sus amigos. Después de todo, era como una oruga que tenía que
comer las pequeñas plantas de un pino para sobrevivir. Cuanto más entraba el veneno en su
organismo, más brillantes se volvían sus ojos y su resistencia entonces se tornaba en algo
tan bueno, que incluso comenzaba a desbordarse.

Salieron del bar, cruzaron la calle y pasaron de inmediato por una tienda de Crocs que le
llamó la atención en el primer momento. Aunque igual Dohan negó con la cabeza al ver a
Mihee correr en dirección al club sin fijarse por donde iba.

"¡Oye! Espera un minuto, loca."


"¿Por qué?"

Mi-hee y Byeong-jun, que ya iban muy adelante, volvieron rápidamente la cabeza a la


llamada de Do-han. Él señaló la tienda de zapatos con el pulgar.

"Quiero comprar algo allí."

"¿Qué? ¡Oh! ¡Cómprame Jibits!"

"Cómpralos con tu dinero si quieres".

Kim Mi-hee entonces se tiró en los brazos de Do-han y dejó que la arrastrara dentro de la
tienda mientras cantaba "Jibits" "Jibits" una y otra y otra vez justo como una niñita.

Y mientras Mi-Hee estaba bastante emocionada por elegir Jibits, Do-han escogió el diseño
más básico de unos Crocs blancos. Fue porque Hyewon, a quien vio durante el día, tenía las
suelas de los zapatos completamente destrozadas y el plástico saliéndose. Algunos
hospitales especificaban el color de los zapatos que tenían que utilizar durante sus rondas,
pero el Hospital de la Universidad de Deokwon no era así en absoluto. De todos modos,
como era de esperar, Hyewon siempre insistía en el blanco porque decía que así se veía
elegante. Algo muy diferente de otras personas que usaban todo tipo de adornos y colores.

Quiso tener unos iguales para él.

Dohan, quien le pidió al personal del establecimiento que trajera un par del número siete
para Hye-Won, dudó en si comprar los Jibits que Mi-Hee Kim le había enseñado o dejarlo
así como estaba. Sin embargo, pensó que si usaba los zapatos como venían de fábrica, sin
adornos ni colores, iba a ser fácil que los perdiera al estar en un lugar lleno de personas que
tenían exactamente los mismos que él. No obstante, a Hyewon realmente no le gustaban las
cosas que eran demasiado ruidosas o vistosas así que, considerando su gusto, Dohan eligió
Jibits con sus iniciales en negro.

Pero, cuando estaba a punto de darse la vuelta junto con Kim Mi-hee, que sostenía una
bolsita llena de Jibits de Mickey mouse entre sus manos, un muñequito, con lindas gafas
redondas y ojos chiquitos, llamó su atención tan drásticamente que hasta se paró en seco.
Eran gafas con montura plateada, muy iguales a los que llevaba Kang Hye-won. Dohan
tomó impulsivamente el Jibit en su mano y lo pagó.
Era un regalo para mañana. Quería darle algo bonito y al mismo tiempo, fue una compra
irreflexiva de un impulso momentáneo de poseer lo mismo. Como una pareja.

Con una bolsa de compras que contenía dos pares de zapatos, Do-han siguió a Byeong-jun y
Mi-hee y entraron todos juntos al club a pesar de que aún era bastante temprano. Le gustaba
el fuerte sonido de la música en sus oídos porque de por sí disfrutaba mucho de lo ruidoso
en lugar de lo tranquilo y normal. Podía decirse que era algo con lo que se sentía cómodo.
Cuando estaba solo, en espacios tranquilos, le asaltaban pensamientos sombríos y la soledad
le hacía sentir infinitamente extraño. Allí al menos no tenía que pensar.

El club, en el que había estado entrando durante mucho tiempo en el pasado, estaba
completamente lleno de gente para ese momento y era muy, muy escandaloso. Vio algunos
rostros familiares y, mientras buscaban lugar al fondo, también observó a Kim Mi-hee
bailar tan apasionadamente que era difícil saber si eran movimientos nuevos o una rutina de
gimnasio.

"Mihee Kim ¿Por qué haces pilates?"

"Creo que eso lo ví en un vídeo de zumba."

Byeong-jun y Do-han miraron a Mi-hee atentamente, quien estaba haciendo un ejercicio a


nivel aeróbico mientras sujetaba una copa de vino entre su mano. Como dijo Byeongjun, de
verdad era muy difícil ver eso como un baile. Incluso aunque fuera uno moderno.

Luego, al final de la mirada de Dohan, quien estaba escaneando la pista, captó el rostro
familiar de un par de Omegas con los que ya se había acostado con anterioridad. Los
hombres, que hicieron contacto visual también, agitaron brevemente la mano y lo miraron
como pidiendo que se acercara. Y en ese momento, Dohan sintió una repentina sensación de
vértigo que le hizo cerrar los ojos. Pero ya que no se aproximaron porque estaban
básicamente hasta la esquina, los ignoró y vertió de inmediato un nuevo vaso de licor en su
boca.

"Mihee, ¿Ya terminaste las repeticiones?"

Kim Mi-hee, que caminaba por la pista, respiró hondo y se acercó a la mesa donde sus
amigos se habían acomodados. La mujer estaba sudando profusamente y su rostro se había
pintado de color rojo cereza, por lo que ni siquiera tuvo tiempo de tomarse a mal la
pregunta de Byeong-jun.

"Hoy fue un día realmente difícil. Entré dos veces seguidas a ayudarle a Donald con la
cirugía."

"¿Cómo que a Donald?"

"El doctor de Cirugía ortopédica. Shin Sung-seop."

Ante la aparición de un apodo que solo se había extendido entre los doctores y enfermeros
de quirófano, Dohan se echó a reír con ganas. Sin embargo, Byeong-jun, que estaba
encargado de urgencias, miró alternativamente a Do-han y Mi-hee y preguntó:

"¿Por qué le dicen así?"

"Habla justo como el pato Donald. Suena igualito."

"Ponga mucha solución salina tibia para artroscopía, señor Dohan."

Dohan agregó una explicación muy detallada para resolver la curiosidad de Byeongjun,
utilizando una voz chistosa que ocasionó un montón de risas. Dohan llenó los tres vasos con
más de licor.

"¡Beban despacio, maldita sea!"


"Ella dice que hay que beber hasta que la nariz nos sangre."

Después de eso, cada vez que Byeong-jun hablaba de un error divertido cometido por un
nuevo interno o residente o de algo que había pasado con un paciente extraño, Mi-hee Kim
y Do-han se sujetaban el estómago y se reían tanto que pareció como si llegara un momento
en que ya no podían ni respirar. Los rumores se difundían rápidamente dentro del hospital,
pero dado que ellos estaban en un quirófano cerrado, los chismes iban más lento para ellos
que para el hombre que estaba siempre en la sala de emergencias. Luego, de la nada,
alguien tocó el hombro de Dohan, quien seguía sonriendo, puso una mano alrededor de sus
hombros, bajó la cabeza y acercó sus labios hasta pegarse a su oreja. Obviamente era uno de
esos Omega con quien había tenido una aventura antes.

"Hola, Dohan. Mucho tiempo sin verte."

La sensación del cabello de otra persona, haciéndole cosquillas en la mejilla, hizo que el
cuerpo de Dohan se erizara hasta el infinito.

"Dejaste de hablarme tan de la nada..."

"Estoy con mis amigos, perdón."

El ambiente, que había sido infinitamente agradable hasta hace un momento, cayó al suelo
hasta quebrarse justo como lo haría una taza. El toque en su hombro fue horripilante y el
olor de la feromona de ese hombre, mezclado con el aroma a alcohol y sudor, le comenzó a
dar tantas náuseas que hasta bajó la cabeza. El Do-han, que sonreía y reía abiertamente,
desapareció en un instante hasta dejar solo a un hombre de corazón frío con una cara tan
apagada como la de Kang Hye-won.

"Es que estoy muy feliz de estar contigo."

"Si finjo que me alegra verte, ¿Te irás?"

El hombre continuó hablando sin perder la sonrisa a pesar de la voz tan fría de Dohan. Pero
cuando cortó el final de sus palabras, pareció quedarse un tanto atónito. Aunque estaban en
un club oscuro, con una iluminación caótica de luces rojas y verdes, igual pudo ver
claramente el rostro del hombre Omega sonrojado por la vergüenza. Y en respuesta a la
reacción de Dohan, Mihee Kim lo miró a los ojos y dijo:

"Creo que este tipo ya está borracho. Te llamará más tarde. Déjalo por ahora."

Mihee sonrió y consoló al hombre que evidentemente estaba muy desconcertado por todo
esto. Cuando se alejó, Dohan palmeó el lugar donde lo había tocado la mano del Omega y
se sacudió casi como si tuviera polvo en la ropa.

"Vivir con el doctor Kang hace que se te peguen sus hábitos."

"Es que no lo soporto. De verdad."


"Dohan-ah, esa actitud es algo nuevo para ti. ¿De verdad estás bien?"

Y es que Do-han no sabía cómo deshacerse de su frente arrugada o de sus ojos llenos de
odio. E incluso después de que se fue, las feromonas del maldito Omega parecieron
permanecer a su alrededor tan fuertemente, que Dohan, sintiéndose incómodo en el
estómago, llenó un vaso de alcohol y se lo tragó de un solo golpe. Gracias a eso, la
palpitación de su cabeza desapareció un poco

"¿Por qué los omegas son tan pegajosos?"

"Bueno, antes que nada, porque eres muy guapo".

"Atraes a mucha gente, maldito suertudo. Eso no es para ponerte odioso."

Kim Byeong-jun, que estaba pasando un tiempo bastante solitario como soltero, se cayó
sobre la mesa y escupió una queja increíblemente pesada al respecto. Dohan se limitó a
servirse más licor sin poder decir una solo palabra en medio de la incomodidad que aún
ardía entre los tres.
En el pasado, habría disfrutado de una noche encantadora con sus brazos alrededor de la
cintura de un Omega sexy. Mientras gozaba de un contacto moderadamente cercano,
sonreiría pidiéndole que se sentara con ellos y se pondría a reír por la sensación de la piel
apretándose alrededor de su mano. Y por supuesto que para terminar, se divertiría con ganas
teniendo sexo en un hotel toda la noche. Ahora ni siquiera quería hablar o respirar en el
mismo espacio que ellos.

Aunque igual lo deprimió un poco que su cambio se debiera a su amor no correspondido


por Kang Hye-won. Fue triste porque la vida del pasado, que era desenfrenada y loca, era
más cómoda y sin complicaciones que esta en la que se encontraba confundido

"Ay, Kim Byeong-jun, cada vez que dices que estás muy solo, te ves como un anciano de
mil años".

"Es por culpa de este maldito guapo. Lo veo y me dan ganas de ser un Alfa también."

La risa de Kim Mi-hee hizo que Dohan sonriera tardíamente, como para encajar con la
atmósfera.

"Pero para ser honesto, siento que te estás desperdiciando últimamente. Naciste como un
alfa, hombre. Sostener a un muñeco como ese está bien en ocasiones."

Pero Dohan desvió la mirada en lugar de seguir participando en la conversación. Las


personas que buscaban pareja y los que estaban uno al lado del otro en la pista de baile, le
habían llamado mucho la atención en ese momento porque la verdad era que... En días así
preferiría haber sido un Beta en lugar de un Alfa. Es decir, habría sido un poco más fácil.
Era solo un pensamiento basado en lo mal que se sentía justo ahora pero, Dohan igual
pareció terriblemente sorprendido por tener presente algo que en otros tiempos hubiera sido
imposible en él. Aunque alfa, omega y beta eran iguales en la sociedad, estrictamente
hablando, Dohan era una persona con una supremacía muy importante. Era la primera vez
que quería ser alguien diferente, así que se sintió raro.
Dohan llenó su copa de vino, la vació de un trago, y se levantó de su asiento de inmediato.
Los dos, que habían estado hablando con bastante entusiasmo sobre sus días en el hospital,
levantaron la cabeza y lo miraron antes de que caminara más:

"¿A dónde vas?"

"Al baño."

"Si no regresas pronto, te mato. Te lo juro."

"No lo haré. Vendré enseguida"

Dohan tenía antecedentes por desaparecer inesperadamente en las fiestas. Por supuesto, era
obvio saber donde estaba entonces. Cuando Mi-hee Kim, que lo conocía bien y estaba
familiarizada con él, lo amenazó, Do-han gritó que "no se preocupara" y se tambaleó hacia
el baño.

Quizá fue porque bebió alcohol durante mucho tiempo, pero Dohan tomó un ritmo bastante
torpe. Sintió que su cabeza temblaba con la música y estaba tan borracho, que tuvo que
poner sus manos en la pared para no irse de cara. Un Omega y un Alfa, quienes se estaban
besando, bloquearon la entrada de un modo tan descarado que tuvo que empujar a los dos
con una expresión bastante molesta en la cara. Sin embargo, el Omega, a quien Dohan había
tratado mal en la mesa, estaba allí de pie para hacer de todo algo muchísimo peor.

"Han pasado más de dos meses desde que te vi, ¿No es realmente demasiado?"

"He estado enfermo. No eres tú así que, por favor..."

Como dijo Kim Mi-hee, trató de decir algo agradable para no parecer un cabrón. Pero esto
no duró demasiado. Molesto por el acto de deslizar sus brazos alrededor de su cuello,
Dohan tiró bruscamente de su muñeca y lo empujó hasta que se estampó en la pared. El
asco fue tan intenso que sintió que iba a vomitarle encima.

"¿Qué?"

"¡No estoy interesado en ti! Apestas ¿De acuerdo? ¡Así que lárgate de una maldita vez y
déjame en paz!"

Dohan, que se había quedado sin paciencia, se tapó la boca, tiró de él hacia atrás y corrió
hacia el cubículo del baño antes de que fuera demasiado tarde. El sonido del agua saliendo
del grifo abierto y el sonido de las náuseas del compartimiento más alejado, llenaron todo el
baño hasta que pareció honestamente ridículo. En los oídos de Dohan, se escucharon las
palabrotas del hombre omega a todo lo que daban sus pulmones pero, en realidad, no le
importaba mucho que digamos ahora que se sentía tan enfermo. Era un tipo que solo
recordaba como alguien con quien tuvo sexo. Era un sujeto de quien no sabía ni el nombre
ni dónde lo conoció. Y como si fuera a escupir sus intestinos, Dohan se inclinó y vomitó
con tanta fuerza que hasta el baño se quedó en silencio. Ni siquiera comió algo, por lo que
solo arrojó todo el alcohol y sus jugos gástricos.
Y en cuanto el Omega, que estaba escupiendo un montón de maldiciones, salió del baño, las
náuseas de Dohan disminuyeron gradualmente hasta que finalmente se le quitaron. Era un
enlace imaginario y de todos modos se estaba volviendo más grave de lo que pensó.

Se inclinó para escupir una bola de baba y entonces, el teléfono que tenía en su bolsillo
cayó al suelo. Dohan miró fijamente el aparatito, luego se puso en cuclillas y lo levantó. Su
rostro se reflejó en la pantalla negra así que notó que su cabello, que había arreglado para
salir, estaba desordenado y que tenía vomito pegado en la barbilla. Debería estar feliz, pero
la imagen reflejada no se veía así en absoluto. Y mientras observaba su rostro, así de
sombrío, de repente quiso ver a Kang Hye-won con tanta desesperación que se le llenaron
los ojos de un montón de lágrimas.

Dohan se arrodilló en el suelo del baño y sollozó con ganas. De hecho, pensó que quería
volver a casa de Hyewon, cenar con él y dormir a su lado. ¡No importaba que estuviera allí
esa estúpida pared! Pero aunque no era demasiado tarde ahora, Do-han ni siquiera tenía la
fuerza para llamar a Hye-won o irse en este momento.

Debió haber sido divertido, pero ahora no estaba nada feliz. 


Chapter 15

Hubo un sonido de estallido.

Cuando se golpeaba a alguien en la mejilla, generalmente se producía un chasquido que


sonaba como un pequeño "pack". Pero Kim Byeong-jun literalmente le asentó todo el puño
en la mandíbula.

Byeong-jun, que estaba de pie para poder apoyar a las dos personas que se le habían caído
en la calle, estaba a punto de entrar en un nuevo estado de desesperación que no había
conocido ni cuando trabajaba en el hospital. Además, no podía solo despertar a Do-han con
una mano amistosa y frases lindas en una situación en la que literalmente las palabrotas
estaban saliendo de la nada.

"¡No te desmayes de nuevo! ¡Maldito cabrón!"

Cuando Byeong-jun, que se había cansado de cargarlo para todos lados, liberó la fuerza de
su brazo izquierdo, Mi-hee Kim, que estaba también sobre su hombro, cayó al suelo como
si fuera un pedacito de papel. Ella ya no tenía zapatos y el cabello se le había pegado a la
frente a un punto en que hasta parecía un monstruo peludo más que una mujer.

Byeong-jun respiró con fuerza, analizó sus posibilidades y al final, pellizcó el pecho de Im
Do-han con todas sus fuerzas en un intento desesperado para que abriera los ojos. Por
supuesto que gritó tan pronto como sus pezones fueron torcidos para la derecha.

"¡¡Aaaaah!! ¡¡Me duele!!"

"El paciente parece estar todavía inconsciente. ¡Haré otra prueba de estimulación de pezón
para estar seguro!"
"Te estoy... Te dije que estoy y que aquí y que eso me duele. Me duele. Me... ¡Buargh!"

Kim Mi-hee, que estaba tirada en la calle igual a una indigente, se levantó para vomitar
también porque aparentemente ese sonido le había dado asco.

"¡Buargh!"

"No puedo, me rindo. Vamos a tener que vivir así y comenzar una nueva vida en las calles."

Después de todo, no era nada fácil volver a casa con dos personas ahogadas en alcohol. Kim
Mi-hee era difícil, pero Do-han ni siquiera caminaba sobre sus propios pies, sino que se
aferraba a Byeong-jun como un niño chiquito. ¡Ni siquiera sabía que Dohan era tan
putamente pesado! Byeong-jun literalmente se estaba muriendo por haber arrastrado a un
gigante por tantas calles y la verdad era que ya ni sentía la espalda.

"¡Hey! Ven aquí ¡No vomites allí, estúpido! Ah, ayúdame por favor. ¡¡Voy a ponerme a
llorar!!"

Byeong-jun, que vio a Hyewon al final de la calle, agitó las manos con tanta desesperación
que pareció a punto de echarse a volar. Ambos hombres se reunían frecuentemente en el
pabellón de emergencias cuando el flujo de pacientes era exagerado así que, bien podía
hasta decirse que se habían vuelto muy amigos.

"¿Quieres que pidamos un taxi?"

"No, voy a... ¡Que no hagas eso, loca!"

Kim Mi-hee, que yacía en el suelo y entre las piernas de Byeong-jun, trató de quitarle los
pantalones tan extrañamente que él se defendió dándole un zape. Luego, el hombre empujó
el cuerpo de Do-han y lo arrojó en su dirección como si fuera un equipaje no deseado que le
estaba regalando. Hye-won, que lo sostuvo entre sus brazos, comprobó su estado actual y lo
ayudó a vomitar de nuevo para que no fuera a ahogarse.

"¡Me hubieras llamado a la salida del club! Habría ido hasta allá."

"¿Estabas de humor para eso? La escena estuvo más intensa en el club, créeme."

"¿Cuánto bebió?"

"Dejó seco el lugar pero, "el genio" siempre es así ¿No? Aunque bueno, sí. Hoy pareció más
desesperado que de costumbre."

El olor a alcohol emanaba fuertemente de Dohan incluso aunque tenía la cabeza gacha y los
labios en una dirección muy diferente a la suya. Hye-won no podía entender por qué había
llegado al punto de beber hasta perderse pero, aunque ciertamente estaba enojado con él,
podía decirse que su preocupación le estaba ganando a eso con creces. No hace mucho tuvo
una gastritis aguda y calambres estomacales. Siempre parecía estar especialmente cansado y
ya tenía mucho que no iba a beber. No quería meterse en su vida privada así que nunca
habló al respecto, pero viendo lo mal que estaba hoy, pensó que tal vez debería preguntar y
ver si había algo que pudiera hacer para ayudarlo.

"Ven aquí, borracho".

"No estoy borracho ¡Tú estás borracho!"

Dohan, que estaba agachado, de repente inclinó el cuerpo en su dirección y estiró los brazos
para que pudiera sostenerlo. Entonces Hye-won, que se acomodó de tal manera que terminó
sosteniendo la cabeza de Do-han contra su hombro, frunció el ceño ante el olor que le
golpeó de lleno contra la nariz.

"Entonces, te lo encargo."

"Gracias, ve con cuidado a casa y cuida mucho de Kim Mi-hee".

Hye-won, quien puso el brazo de Do-han alrededor de sus hombros y su mano izquierda en
su cintura, saludó a Byeong-jun con un movimiento de cabeza y lo observó atentamente
hasta que él y Kim Mi-hee, que estaba sobre su espalda como una bolsa de papas crudas,
llegaron finalmente a la esquina y dieron la vuelta.

"Bueno... Ven aquí."

Las piernas de Dohan se arrastraron por el suelo. Ni siquiera podía caminar o poner los
tobillos rectos. Y cada vez que daba un paso, apoyado contra Hyewon, la bolsa de compras
blanca, que no había soltado por nada del mundo, comenzó a golpearles las rodillas una y
otra vez hasta hacérselo más difícil.

"Me dijiste que ibas a beber con moderación..."

"Es que me siento... Me siento mal. Por eso bebí."

"¿Por qué te sientes mal? ¿Qué pasó?"

A medida que su cuerpo, hecho completamente de músculos fuertes, se estiraba hacia


adelante y hacia atrás como muñeco de gasolinería, Hye-won tuvo que poner más fuerza en
si mismo para intentar no tirarlo en la calle. Hubiera sido bueno levantarlo y sostenerlo
como una pareja en alguna película romántica de la televisión, pero la diferencia de altura
era de apenas unos milímetros y, además de eso, Dohan, que hacía mucho ejercicio, pesaba
muchísimo más de lo que imaginó. Cada vez que se desplomaba y hacía un gran
movimiento en su dirección, Hyewon tenía que obligarse a ponerse muy duro para no hacer
que se cayera de cara. Además, la maldita bolsa de compras en la mano de Dohan seguía
golpeándolo en la rodilla hasta que lo puso de malas.

Hye-won, que estaba nervioso, se acercó para tomar la bolsa y hacerla a un lado pero, Do-
han, enojado, lo empujó.

"¡No me toques! ¡Tampoco toques eso! ¡Es un regalo y no es para ti!"


Luego, Dohan quitó el brazo de su hombro, luchó, y de repente se apartó completamente del
lado de Hyewon.

Hyewon miró la espalda del hombre, que caminaba en zig zag, como si fuera a caer hacia
adelante o hacia atrás de una manera bastante abrupta. Y cuando el cuerpo de Dohan, que
iba ya muy adelante, tropezó violentamente con un bache, Hyewon lo siguió y lo apoyó
antes de que se diera un golpazo. Pero cuando agarró su hombro otra vez, Dohan sacudió la
cabeza y repitió:

"No quiero que me toques, ya te dije."

"Pero te vas a caer."

Hyewon apoyó en silencio la espalda de Dohan mientras subía las escaleras. El hombre
estaba completamente borracho y al parecer, eso le hizo actuar molesto incluso aunque
pareció estar de un excelente humor cuando le dijo que tenía una cita para tomar una copa.
Por supuesto que no estaba de acuerdo con que hubiera ido pero, al ver la manera en la que
esperaba tanto por el momento de estar con sus amigos, pensó que todo estaría bien y que se
portaría tan decente como le prometió. Aparentemente le tenía más confianza de la que
debería.

"Ah..."

Do-han, que había estado caminando de un lado a otro durante mucho tiempo, se detuvo en
el lugar y de repente maldijo en voz alta:

"… ¡Mierda! ¿Por qué me estás siguiendo? Ya te dije que me dejes. Van a venir por mi ¿De
acuerdo? Así que lárgate."

Dohan, que escupió un montón de maldiciones al aire, como si hubiera actuado de verdad
muy injusto con él aunque solo lo estaba cuidando, se agachó y hurgó en sus bolsillos.
Luego, sacó su teléfono celular y comenzó a llamar a alguna parte. En ese momento, sin
embargo, sonó el teléfono celular de Hyewon. El nombre que se mostraba en su pantalla
LCD era "Im Do-Han" así que contestó con una expresión bastante aturdida en su rostro.

"Ah... Hola."

Una voz ronca vino justo en frente.

"¿Puedes venir a recogerme? Estoy perdido y hay un tipo molesto detrás de mi."

Pero él era quien estaba justo detrás de Dohan.

"Lo haré."

Respondió y colgó el teléfono, así que Hyewon se acercó nuevamente y lo hizo levantarse.
Do-han, todavía borracho, volvió a desconocer a Hye-won así que se quejó en voz alta
diciendo:
"¡Tengo a alguien esperándome! Va a venir por mi así que encuentra a alguien más."

"Vamos."

"¿A dónde vamos?"

"Entremos."

"Pero ya no me sale tener sexo con desconocidos. ¿Quieres sexo?"

Hye-won no discutió, solo permaneció en silencio y sostuvo a Do-han, que estaba a punto
de caer, hasta que finalmente se dio por vencido y pudo meterlo al complejo.

"¿Por qué?, ¿Por qué no vienes por mi? Idiota. ¡Me están secuestrando y no te importa!"

Pero la persona con la que estaba enojada, en realidad lo miraba desde una distancia
realmente corta.

Después de eso, Dohan, que pareció quedarse dormido de pie, (porque se quedó quieto con
los ojos cerrados) de repente, se volvió para mirar a Hyewon y preguntar:

"¿Te gustaría dormir conmigo?"

"Por favor, cálmate."

El rostro de Hyewon, que había estado un tanto desesperado, se tiñó de vergüenza en un


segundo. Sus ojos se pusieron redondos, y sus labios rojos se abrieron con sorpresa en
contraste con la piel que tenía muy pálida. Luego Dohan estiró su brazo y tocó el pecho de
Hyewon antes de envolverse alrededor de su cuello.

"Vamos al hotel."

Hyewon lo agarró también y sostuvo los hombros tambaleantes de Dohan para evitar que
fuera a resbalarse. Sin embargo, incluso con algo tan pequeño como eso, su corazón se
aceleró igual a si hubiera corrido más de diez calles para llegar hasta él. Su rostro pálido de
repente se puso rosado y sus orejas se pintaron como lo haría una cereza madura.

"Espera por favor..."

Hyewon entonces respiró hondo y profundamente. Fue agridulce sentir un toque tan lindo
contra él a pesar de que ni siquiera lo había reconocido y a pesar de que lo trató como
alguien con quien quería pasar una noche casual. Era como verter jarabe en un espresso
muy amargo.

Hyewon lo movió para la habitación sin dejar de abrazar a Dohan, incluso aunque tenía esa
bolsa de compras tan estorbosa golpeando entre sus piernas enredadas constantemente. Con
cuidado, en caso de que tropezara, lo condujo por el pasillo y lo juntó a su abdomen para
que no se fuera a pegar en la cabeza. En realidad, eso era una excusa. Era un deseo egoísta
llevar este calor con él un poco más antes de que tuviera que soltarlo.
"Hotel, vamos al hotel..."

"Sí, te llevaré a un lugar mejor que a un hotel. Te llevo a casa."

"¿En serio vamos a casa? ¿Ya te quieres deshacer de mi después de acosarme?"

Hyewon sonrió mientras miraba a Dohan y entonces, casi inmediatamente, le llegó un


pensamiento extraño a la cabeza ¿Era demasiado el deseo de estar juntos? ¿Lo valía tanto
como para arriesgar lo que tenían ahora? Porque incluso en este momento, le preocupaba
enormemente que fuera demasiado tarde para dar una vuelta atrás. Más aún ya que su
propia codicia había hecho que siguiera abrazándolo.

Hye-won, que llegó frente a la casa, apoyó a Do-han con una mano y hábilmente abrió la
puerta principal con la otra, pero quedó atrapado en sus zapatos y su abdomen y
rápidamente tropezó sin poder detener la caída. Las piernas de Dohan y las piernas de
Hyewon se enredaron y los dos terminaron muy pegados el uno contra el otro. La bolsa de
compras en la mano de Do-han golpeó la cara de Hye-won y entonces los dos se quejaron
de dolor al mismo tiempo.

Hyewon, quien repentinamente fue atacado por Dohan, como en una película dramática de
tercera categoría, reconoció lo tonto que seguramente se veía ante él en este momento y se
sonrojó hasta la cabeza. Estaba caliente, como si las piernas que lo tocaban estuvieran en
llamas, y como si el aliento que tenía a centímetros de él incluso estuviera derritiendo su
carne. Avergonzado, Hyewon no pudo hacer nada por un momento y solo se quedó allí,
escuchando el sonido de su corazón latiendo y latiendo en su pecho y en sus oídos también.
Luego, sus gafas torcidas cayeron de su rostro hasta aterrizar finalmente sobre el pecho de
Dohan.

Dohan, que sostenía la bolsa de los zapatos, la dejó contra el suelo, y utilizó los dedos que
ya tenía libres para recoger los lentes que habían caído sobre él. Eran unas gafas plateadas
así que las puso en la cara de Hyewon casi sonriendo. Luego dijo, con un brillo extraño en
sus ojos entreabiertos y los labios ligeramente separados:

"¿Quién eres?"

"¿Quién?"

"Es que... Recientemente descubrí lo mucho que me gusta que tenga estas gafas."

Ante esas palabras, el corazón de Hyewon se aceleró como loco.

"No entiendo ¿Te gustan los hombres con anteojos?"

"No. Jajaja. Me gusta como se le ven a él."

Hye-won no supo que decir ante las palabras de Do-han. Incluso por un momento, cuando
su corazón temblaba, lo único que pudo hacer fue sentir como el aire salía lentamente de
entre sus labios para intentar evitar que le diera un infarto.
Hye-won, quien estaba temblando, trató de levantarse para salir de esa vergonzosa situación
y volver a intentar llevarlo a la cama, pero Do-han lo agarró por el cuello muchísimo antes
de que tuviera éxito.

Entonces Hye-won, que estaba intentando ponerse derechito, de repente perdió el equilibrio
y volvió a caerle encima. Dohan le agarró el cuello de la camisa tan fuertemente que los
tendones del dorso de su mano sobresalieron en color blanco y las venas que siempre le
llegaban a la muñeca se le empezaron a marcar. Luego, levantó un poco la cabeza y hundió
la cara en el cuello de Hyewon completamente. Apoyó la barbilla en la clavícula del
hombre, que estaba expuesta a través de su ropa, y acercó la nariz hasta su nuca para
comenzar a olfatearlo justo como lo haría un perro. Y cada vez que inhalaba y exhalaba, un
aliento caliente, que contenía todo el deseo de Dohan, recorrió su cuello y su columna
vertebral hasta hacerlo estremecerse.

Al igual que oler la comida antes de comer o saborear el aroma del vino antes de llevárselo
a la boca, Dohan olió el perfume de Hyewon hasta que comenzó a babear de ganas. Olía a
caramelo de menta triturado.

"… ¿Estás bien?"

"No. Por favor levántate ya."

La parte donde lo tocó el aliento de Dohan estaba tan caliente, que Hyewon dobló las
rodillas y echó el trasero hacia atrás tanto como pudo en un intento por volver a ponerse de
pie. Pero no importaba cuán fuerte intentara hacer que le soltara el cuello, no pudo hacerlo
ni una sola vez. Es más, Dohan le dio más fuerza a su mano y lo acercó.

"..."

Sin decir nada durante mucho tiempo, Do-han miró fijamente a los ojos de Hye-won y le
sonrió mientras decía:

"Besame."

"Estás borracho..."

Pero las palabras para instar a Dohan a calmarse no duraron mucho tiempo. Dohan agarró a
Hyewon por el cuello, levantó su cuerpo y colocó su boca rápidamente sobre la suya. El
olor a alcohol en el aliento de Do-han fue tan fuerte que incluso Hye-won se sintió
borracho. Sus brazos perdieron fuerza ante el toque de sus cálidos labios y luego,
simplemente se deslizó hacia abajo como para poder continuar pegado a él. Al final, cuando
la fuerza de los brazos que soportaban su peso para no ponerlo todo en Dohan, desapareció,
los dos se superpusieron por completo y sus labios en contacto se hundieron todavía más
profundamente que la primera vez. Los ojos de Hyewon estaban bien abiertos así que, lo
que tuvo de él, fue un reflejó inmediato del rostro sonriente de Dohan, con los ojos cerrados
y las mejillas bien rojas.

Estaba claro que era Hyewon quien se estaba tragando nuevamente unas expectativas que
no tenían mucha esperanza, y quien finalmente se estaba aprovechando del alcohol en
Dohan. Sin embargo, los labios del hombre eran demasiado suaves y muy cálidos como
para negarse a ellos. Eran... Tan fabulosos que Hyewon ni siquiera pudo evitar cerrar los
ojos por un momento.

Solo un momento.

"Ummm...."

Una lengua caliente y agudamente puntiaguda, penetró entre los dos labios superpuestos y
se hundió hasta llegar a sus dientes. El movimiento de la carne al pasar por la boca, como
un ser vivo, era un tanto aterrador para los dos pero igual Dohan chupó y chupó como si
deseara aceptarlo por completo. Y comparado con Hye-won, que se movía tan rígido como
un muñeco oxidado, Do-han era demasiado hábil a pesar de que estaba todavía borracho.

"Ah, Do-Han... Basta."

Cuando la mano de Dohan se metió en sus pantalones, Hyewon se levantó rápidamente y


empujó a su amigo contra el suelo. Ya estaba mal desde el momento en que cayó enredado
con sus piernas y definitivamente no quería llevarlo más allá de esto. Después de todo, esta
vez no sería una casualidad como lo fue en el hotel y... Más que eso, Hyewon no quería
mezclar su cuerpo con el suyo si lo mismo de la otra vez igual iba a volver a suceder. Era
posible que no pudiera volver a verlo a la cara. Y es que podría haberlo descartado como un
error una vez, pero no dos veces. Hye-won dijo que "no" y se levantó. Dohan, tendido en el
suelo, frunció el ceño y miró a Hyewon con una expresión que definitivamente estaba llena
de enojo. Estaba insatisfecho de que huyera y lo dejara excitado.

Hyewon recuperó la compostura, agarró el brazo de Dohan e intentó ponerlo de pie. Pero
como un niño que insistía en que no daría un solo paso hasta que le compraran un juguete
en el mercado, Do-han no siguió a Hye-won tan fácilmente ni se atrevió a extender los
dedos. Pero cuando pasaron como dos minutos y entonces aceptó su ayuda, Dohan puso sus
labios en el cuello de Hyewon y le asentó una mordida.

"Hueles riquísimo."

Hyewon ignoró las palabras de Dohan, tratando de no involucrarse demasiado para seguir
adelante con el plan de ponerlo a dormir. Pero Do-han se paró en sentido opuesto a la
dirección en la que quería llevarlo y puso toda su fuerza otra vez como si esta fuera su
manera de decirle que no estaba de acuerdo con el momento en que paró el beso.
Intoxicado, continuó balbuceando y hablando en el oído de Hyewon.

"Vamos, cariño... Anda..."

Pero Hyewon no escuchó el apodo con el que lo llamó porque estaba más ocupado en hacer
que la mano grosera de Dohan dejara su trasero.

Hyewon sudó y luchó por llevar a Dohan a su habitación. Y cuando finalmente llegó a la
puerta principal, respiró aliviado y abrazó al hombre, que fluía como un líquido entre sus
dedos, para poder aventarlo de lleno en la cama. En ese momento, sin embargo, Dohan
empujó a Hyewon una vez más, volvió a perder el equilibrio y se tambaleó hasta terminar
por segunda vez abajo de su amigo. La noche en el hotel pasó por la mente de Hyewon en
un instante, así que se congeló en su lugar y se mordió la boca. Necesitaba tiempo para
aclarar su mente. Necesitaba irse de allí para no cometer una estupidez. ¿Sería diferente si
conociera la angustia de Hye-won? No, era tan malo que pensó que tal vez lo estaba
haciendo a propósito.

El pene de Hyewon estaba exactamente en contacto entre sus fuertes y musculosas nalgas.

"Lo siento, pero tengo prisa".

"… ¡Dohan-ah!"

"Siento que te necesito..."

La sensación de pesadez, que sintió debajo de sus pantalones, estimuló terriblemente a


Hyewon. Gritó el nombre de Dohan para que se quitara de encima, pero él se estaba
concentrando tanto en quitarse la camisa que ni siquiera lo escuchó.

La luz que se filtraba por la ventana, iluminó la parte superior del hermoso cuerpo de
Dohan: Sus hombros anchos, su pecho plano y sus abdominales marcados se resaltaron tan
intensamente como si estuvieran a plena luz del día. El pene erecto de Dohan, que ya había
estado duro desde mucho antes, tocó la parte inferior del abdomen de Hyewon cuando se
inclinó para volver a besarlo y entonces, cada vez que Dohan se encogía de hombros y le
sonreía, Hyewon, que yacía debajo de él, comenzaba a sentir que le costaba cada vez más
resistirse a la emoción que se apoderaba del momento.

Tan pronto como pensó si es que acaso había hecho esta misma expresión mientras se
masturbaba en su recámara, el pene de Hyewon se puso tan completamente erecto que
apuñaló las nalgas de Dohan hasta un punto divertido.

El hombre sonrió por el toque y comenzó a desabrochar los pantalones de Hyewon. Él, por
su parte, agarró la mano de Do-han, que estaba acariciando su cintura, e intentó bloquearlo
para que no llegara más lejos. pero Do-han apartó sus dedos con gracia y dijo:

"Tranquilo..."

"Espera un minuto… Espera."

Pero antes de que Hye-won pudiera resistirse, Do-han decidió que era buena idea envolver
los dedos alrededor de su pene. Era blanco y limpio y más grande de lo que pensó que iba a
ser. Luego sonrió, y se inclinó lo suficiente como para poder morder la punta utilizando los
labios. Hyewon respiró hondo ante la sensación de ese agujero cálido, suave y húmedo,
envolviendo la punta de su glande y mordiendo su carne de un modo completamente
experto. Alargó la mano para empujar la cabeza de Dohan hacia abajo y se quejó tanto, que
hasta terminó por colocar la palma de la mano completamente en su frente. Sin embargo,
Dohan no se quitó con facilidad. Más bien, cuanto más lo empujaba, más ponía fuerza en el
cuerpo hasta terminar por agregar todo su peso contra él.
"Demonios. Eres grande."

Do-han estaba sosteniendo la verga de Hye-won completamente dentro de su boca. Hizo un


sonido chirriante por un momento, como si el gran pene de Hyewon le estuviera apuñalando
la garganta, y luego murmuró para si mismo mientras intentaba llevarlo un poquito más
adentro de él. Hyewon dejó escapar un gemido bajo y luego se cubrió la boca con una mano
para tratar de que esto no sucediera de nuevo. Y a pesar de que ni siquiera podía decir a
ciencia cierta con quién se estaba mezclando en este momento, a Dohan le encantaba el
aroma, la forma de su piel y el hecho de que tuviera anteojos. Justo como el hombre que
amaba. Inclinó la cabeza, enterró la cara entre sus piernas y con cuidado, chupó más fuerte
y se encargó de atenderlo bien con la punta erguida de su lengua. Pero por alguna razón, la
otra persona permaneció en silencio. Cuando no pudo escuchar un gemido que le avisara si
lo estaba haciendo bien o si le estaba gustando, Dohan levantó suavemente la cabeza y miró
a su oponente: Su cara estaba tan roja que pareció que iba a explotar, y tenía la boca
cubierta con ambas manos.

Dohan se movió con orgullo en respuesta a la reacción bastante ingenua del hombre, se
inclinó, abrió más y dejó que el pene llenara su boca lo suficiente como para golpearle la
garganta. Luego, puso fuerza en sus sus muslos y repitió un movimiento tranquilo de un
lado para otro. Tenía la boca tan abierta que no podía abrirla más y por eso mismo le dolía
terriblemente la articulación de la mandíbula. Chupó desde la punta de su raíz hasta la punta
del glande y sintió claramente la manera en que sus genitales se contraían en su boca como
locos.

"¡Umm! ¡Ugh!"

Tan pronto como salió un gemido de la boca de Hyewon, Dohan pareció satisfecho y dejó
escapar una risa bastante traviesa sin dejar de tocar su pene ni una sola vez. En realidad, esa
risa sonaba como una burla. Estaba tan satisfecho con la voz que intentaba ahogar bajo sus
manos y con la sensación de sus yemas temblorosas corriendo por su cabello, que sintió
como si esta fuera su propia "victoria personal."

"Ah, ah, ah... Por favor, Dohan ¡Dohan!"

Hye-won, que había llegado al clímax, se llenó por todos lados con un placer tan
desbordante, que luchó por tomar la cabeza de Do-han nuevamente entre sus manos incluso
aunque él solo se estaba dedicando a darle una mamada. Hyewon empujó su frente tan
fuerte como pudo y al final, cuando Do-han, que no pudo superar la fuerza esta vez, fue casi
aventado a la cama, el hombre abrazó a Do-han, lo aplastó bajo el colchón y eyaculó
completamente sobre su abdomen.

El líquido blanco hizo un sonido de traqueteo entre los dos cuerpos superpuestos. Después
de todo, Hye-won abrazó a Do-han con fuerza y hundió los labios en su hombro, temblando
ante el resplandor que se produjo después de la eyaculación tan fuerte que había
experimentado. Luego, Hyewon rodó sobre la cama, todavía abrazando a Dohan con fuerza
entre sus brazos, y terminó por hacer que quedaran acomodados de una forma
completamente invertida a como estaban cuando esto empezó. Después de todo, fue Dohan
quien encendió el fuego...
Y el segundo error ya se había producido de tal forma que ahora no podían volver atrás. 
Chapter 16

Hyewon se quitó la camisa, que se había desordenado al ser agarrada por el cuello varias
veces, y le lanzó un beso increíblemente salvaje a Dohan. Por supuesto que el repentino
cambio en la situación hizo que su acompañante se hundiera de inmediato en la cama. Y
cuando Dohan trató de levantarse de nuevo, entonces Hyewon le dijo que "No" y lo empujó
de nuevo para abajo.

Hye-won, que codiciaba los labios de Do-han por tercera vez, estaba tan desesperado por
tenerlo que pareció volverse una persona completamente diferente. Era como alguien
sediento que anhelaba un sorbo de agua. Y si lo de esa anoche fue solo un error, esta vez
estaba plenamente consciente de todo. Del ambiente y del hombre que estaba debajo de él,
como un cachorrito.
Hyewon endureció su corazón y trató los labios de Dohan con menos delicadeza que la
primera vez. Podía decirse que ya no tenía la paciencia suficiente como para resistir la
tentación que representaba todo el cuerpo de Do-han.

Hyewon le desató el cinturón, incluso sin dejar de besarlo. Y ya que la parte delantera de
sus pantalones estaba increíblemente mojada con semen y sudor, no fue extraño que tan
pronto como Hye-won le desabrochara la cremallera, la verga de Do-han saliera con
impaciencia casi como un resorte.

Le besó el pene...

"¡Oh por...! Ummm..."

Un gemido bajo y un sonido de frotamiento húmedo, de su boca contra su carne, resonó en


toda la habitación en un segundo. Dohan se mordió los labios y miró a Hyewon, que se
había arrastrado encima de él para jugar con su cuerpo. Le dijo:

"Chúpame..."

Do-han levantó los brazos y buscó a tientas su mano en la cama, diciéndole a Hye-won de
manera autoritaria que lo chupara otra vez hasta que estuviera satisfecho. Sin embargo,
sintiendo que faltaba algo mientras miraba el rostro del hombre junto a él, Dohan le apartó
el cabello enredado de la frente y le puso las gafas que todavía tenía entre las manos. Luego,
dejó escapar un fuerte gemido de sorpresa cuando finalmente sintió que era la imagen que
quería ver:

"Ah, eres... Eres perfecto... Um..."

Cada vez que Hyewon enterraba su rostro profundamente entre las piernas de Dohan, la
cintura del hombre temblaba y comenzaba a moverse más y más en su dirección. Entonces
torcía la cintura y abría un poquito más las piernas. Estaba sintiendo como el húmedo
agujero de su boca envolvía sus genitales y como los apretaba de esa forma que tanto le
gustaba. Era un placer que no podía compararse ni siquiera con el de la masturbación.
"Ah, ah, amm... ¡Ah!"

Dohan se mordió repetidamente los labios y extendió y apretó los dedos de los pies un
montón de veces. Cerró los ojos y levantó la barbilla mientras intentaba soportar el
sentimiento de eyaculación que le había venido de una forma un tanto acelerada. Y en
respuesta a esta reacción, Hyewon sostuvo sus caderas con ambas manos y ensanchó las
mejillas para intentar que la mamada se sintiera muchísimo mejor de lo que al parecer era
ahora. Luego, cuando llevó las yemas de los dedos al apretado agujero de su ano, lo hizo
retorcerse tanto en los cama que pareció a punto de rodar hasta caerse.

Después de eso, Hyewon pasó sus labios por el pene de Dohan, desde la raíz hasta la punta,
y metió entonces un dedo más entre las densas arrugas de su ano. Atravesó su pared
interior, lento e increíblemente suave, y pareció como si si estuviera intentando ensanchar
un lugar que se estaba reduciendo en defensa por la intrusión tan repentina.

"Respira..."

El agujero se aflojó después de entrar y salir tres o cuatro veces más y luego, fue evidente
que había decidido aceptar sus dedos más fácilmente que la primera vez. Hyewon trazó el
interior como si buscara algo, empujó más profundo y con más fuerza y poco después, el
cuerpo de Dohan saltó del colchón mientras volvía a abrir toda la boca. Sus muslos,
esculpidos en poderosas curvas, temblaron tanto y tan terriblemente fuerte, que llamaron su
atención cuando se levantaron de la cama.

"¡Ay! Umm... ¡Umm!"

Dohan jadeó y gimió ante la estimulación que se le estaba dando tanto por delante como por
detrás. La feromona, que ya había sido liberada, se desbordó tan exageradamente que llenó
cada una de las paredes y las ventanas pero, aún así Hyewon no pudo notarlo. No importaba
cuánto lo intentara, solo podía percibir un poco del aroma de la piel de Dohan y el alcohol
que todavía salía de su boca. Sin embargo, igual hundió la cara entre las piernas de Dohan
como si tratara de sentir el regusto de su feromona al menos una vez en su vida.

Cada que Dohan retorcía su cuerpo y dejaba escapar un gemido, su vientre plano se contraía
y se inflaba repetidamente bajo sus manos. Sus músculos abdominales, increíblemente bien
tejidos, se movían tan suave y delicadamente como el rastro de una serpiente sobre la hierba
y, cuando Hyewon empujaba un dedo o dos dentro de él, entonces respiraba de un modo
escandaloso y comenzaba a sacudir la cabeza como para decir que se detuviera.

Hyewon entonces empujó la punta del glande de Dohan hasta su garganta, examinando en
todo momento al hombre que levantaba la cintura porque ya no lo podía soportar. Y como
lo imaginó, el semen que comenzó a gotear de su boca pareció tan espeso, pegajoso y
turbio, que no pudo tragarlo fácilmente en cuanto le llegó al paladar. Sin embargo Hyewon
se limpió las comisuras de la boca con el dorso de la mano y se encargó de beberlo hasta el
final. No quería desperdiciar nada de Dohan, sin importar qué o cómo fuera.

"Ah, ah, ah..."


Dohan se cubrió los ojos con ambas manos y exhaló con muchísima más fuerza que la
primera vez. Jadeó, como un corredor que acababa de hacer 10 kilómetros y cruzar la línea
de meta, y entonces, al mismo tiempo que llegaba a su clímax, empezó a sentir un repentino
cansancio y todos los efectos de la embriaguez al mismo tiempo. Estaba tan somnoliento
que le resultaba molesto incluso mover un dedo y el mundo pareció comenzar a girar y girar
a su alrededor. Además, como si la sensación no quisiera desaparecer todavía, Dohan siguió
respirando, cerró los ojos y pasó un largo rato intentando controlar el sonido de su
respiración tan acelerada. Su cuerpo era pesado, como un algodón empapado en agua, así
que imaginó que sería bueno dormirse justo así y no despertar hasta dentro de mil días.
No obstante, mientras Dohan contenía el mayor volumen de oxígeno dentro de sus
pulmones, Hyewon, que era un incendio sin importar donde se le mirara, levantó las pierna
del hombre como para que viera que no tenía ni la más mínima intención de detenerse solo
por estar repentinamente cansado. Él, quien había mostrado una paciencia considerable en
el pasado, dejó de lado la razón y el razocinio y comenzó a actuar ante Dohan como un
potro desenfrenado, como un carnívoro que descubría a un herbívoro moribundo después de
mucho tiempo hambriento. Levantó sus caderas y dejó que sus nalgas, redondas y elásticas,
se revelaran por completo en el aire.

Do-han, que estaba disfrutando de su minuto de somnolencia, de repente abrió los ojos y
bajó la cabeza para mirar a Hye-won:

"¿Qué...? ¿Qué haces?"

Simultáneamente, con la pregunta de Do-han en el aire, Hye-won levantó la espalda y tomó


su mano. Dohan no evitó los dedos largos y blancos que estaban fuertemente entrelazados
con los suyos y tampoco intentó huir aunque su corazón estuviera tan terriblemente
asustado. Y es que, en primer lugar, la sensación de estar envuelto alrededor de cada
articulación suya no estaba tan mal como pensó que sería. Ni siquiera aunque el calor que
sentía en la parte baja de su espalda lo estuviera poniendo nervioso.

Las cejas de Dohan se torcieron cuando preguntó "qué estaba haciendo" y sin embargo, el
pene de Hyewon, que ya había estado brillando con semen y palpitando debido a la
increíble excitación que le ocasionó su acompañante, tomó su lugar entre su trasero y se
empujó sin recibir la resistencia que pensó que iba a tener de su parte al verlo tan destruido
contra el colchón. Dohan solo inclinó la cabeza hacia atrás y apretó los dientes ante el
repentino dolor que lo había atravesado en una sola y constante dirección final.

"Ah... ¡Ay! Espe... ¡¡Ummm!!"

Aunque hubo un juego previo, igual fue difícil abrazarlo.

Dohan apretó los dientes, incapaz de escupir todas las maldiciones que se le estaban
viniendo a la cabeza por culpa del dolor que estaba presionando la parte inferior de su
cuerpo. La sangre brotó entre sus labios apretados y los ojos se le llenaron de muchas
lagrimitas ansiosas. Y al ver la expresión de Do-han bajo de él, tan placenteramente
destruida por lo que le estaba ofreciendo, Hye-won agarró su verga, tan erecta como para
tocar su vientre, y la frotó con suavidad ocupando solo la punta de los dedos.

"Ah, ah, duele... Me duele cuando... ¡Umm!"


"Lo siento, Dohan".

Para ser honesto, Hyewon también estaba tan borracho la primera noche que su memoria no
era completamente perfecta. Pero ahora era diferente. Todas y cada una de las expresiones
faciales de Dohan eran tan vívidas como si estuvieran impresas en sus corneas. Pero aunque
no había bebido ni siquiera un sorbo de alcohol, Hyewon igual se sentía tan confuso como
si estuviera borracho por el aliento de Dohan o por el calor que estaba emanando tan
constantemente de sus manos. Y ante el gemido reprimido y la expresión distorsionada de
su acompañante, Hyewon se disculpó y terminó por abrazarlo para intentar hacerlo sentir un
poquito más seguro estando allí con él. Sin embargo, se encontró con que era muy difícil
sostener un cuerpo tan firme y fuerte con solo sus brazos.

"Un poco, solamente un poco más."

"¡Aaaaah! Espera... No te muevas, ¡Umm! ¡Mierda!"

Las piernas de Dohan se estremecieron en el aire.

Hyewon sostuvo sus muslos con una de sus manos blancas y dejó que se quedaran pegados
contra el colchón para permitir que siguiera moviéndose justo como le venía en gana. Por
supuesto, gracias a eso, el contraste fue muy marcado cuando sus dedos, completamente
pálidos y largos, le tocaron las partes de piel que estaban más bronceadas. Igual a si se
hubiera ido a la playa el fin de semana en lugar de estar en el hospital.

Hyewon presionó una pierna de Dohan con una mano y con la otra, subió su cintura lenta y
profundamente hasta donde lo necesitaba.

El pene de Hye-won, que se había sumergido muy dentro de él, atravesó el pequeño orificio
un poco más profundo y se hundió hasta pegar con el tope de su carne. Y cuando la frente
de Do-han se arrugó de nuevo, Hye-won entonces besó suavemente sus labios y le dijo que
"lo estaba haciendo realmente muy bien." No fue algo sexual, por supuesto. Fue algo de
cariño. Muy similar a una mamá dando un besito de buenas noches antes de dormir. Pero a
pesar de su mente confusa y desgarrada, Dohan igual levantó la cintura nuevamente, le
sonrió, y se aferró a los labios de Hyewon para buscar placer en lugar de ese dolor que ya
estaba sintiendo.

Ambos estaban locos.

Si hubieran estado cuerdos en primer lugar, las cosas no habrían ido justo en este rumbo.

Y después de un largo período de paciencia, Dohan finalmente se tragó el pene de Hyewon


por completo. Le llenó el estómago y pudo sentir a la perfección esa materia caliente y dura
muy adentro. Sin espacios, moviéndose sin ninguna filtración y casi palpitando a su propio
ritmo...

Dohan se agarró la parte inferior del vientre, que estaba manchada con el semen de
Hyewon, y respiró hondo como para intentar aguantarlo de nuevo.
"Umm..."

Una sensación de satisfacción llegó a Hye-won lo suficientemente fuerte como para querer
que el mundo terminara justo ahora. Incluso el temor de que su relación con Do-han, que
ocupaba un lugar muy importante en su corazón, se arruinara, desapareció y en su lugar se
encendió un deseo de posesión que estaba cerca de la obsesión desmedida. Así que, si Do-
han volviera a olvidar la noche con él mañana por la mañana, entonces el dejaría un montón
de rastros para que pudiera recordar.

Hye-won miró el rostro de Do-han y lentamente comenzó a frotarle el abdomen como si


fuera un niño pequeñito. Frunció el ceño y al mismo tiempo, dibujó un círculo en su interior
mientras presionaba sutilmente cada parte de la pared de su ano hasta que el lugar, que
había estado mordiéndole de una manera bastante pesada, se abrió y se cerró igual a si
estuviera latiendo.

"Ah, ah, ah... Um..."

El pene de Hyewon presionó profundamente hasta que sintió un bulto de tamaño


considerable en la punta de su glande. Le tocó la próstata y presionó con fuerza sin perder
de vista el sentimiento de emoción que había crecido en su pecho. El cuerpo de Dohan se
retorció de dolor, frunció el ceño, rebotó como si lo hubiera golpeado un rayo y dejó
escapar un fuerte grito que se escuchó como:

"¡Oh! ¡Oh, por Dios! Aaah... Maldita sea, maldita sea."

"Ah, Dohan. ¿Aquí? ¿Te gusta aquí?"

Esta vez, Hyewon golpeó las nalgas y la pelvis de Dohan tan fuerte como para hacer un
sonido chirriante sobre la cama. El cuerpo de Dohan saltó y luego gimió una vez más:

"¡Ah, ah! Es... Es muy bueno. Es muy bueno.... Me encanta. Eres maravilloso. Es perfecto...
Um..."

Los ojos de Hyewon se abrieron el doble de su tamaño cuando se encontraron con los
suyos. El hombre, que pareció un muñeco de madera durante el inicio del momento sexual,
cambió la expresión bajo sus anteojos y puso una expresión preciosa en su cara. Dohan era
débil para el placer y la seducción. Y sobre todo, hermoso como si fuera una flor en el
jardín.

El sonido de la carne chocando y el sonido húmedo del ritmo intermedio de sus caderas,
llenó la habitación en un segundo. Y justo después de algunas repeticiones más, Hyewon
pudo moverse correctamente dentro de Dohan hasta ocasionar que, justo como hace unos
minutos, sus cejas se arrugaran como si todavía pensara que el movimiento era muy pesado
como para soportar. Incluso aunque obviamente se veía muchísimo más cómodo que al
principio. Además de eso, su agujero estaba tan húmedo y resbaladizo que ahora era mucho
más fácil entrar y salir de él.

Hyewon soltó la mano que sostenía el muslo de Dohan y entonces se inclinó un momento
para comenzar a acariciar el cabello que se le había extendido por todo el colchón. Su pelo
castaño, teñido con partes rojizas, estaba tan empapado en sudor que pensó que hasta se
había dado una ducha.

"Eres hermoso..."

Hye-won, que no pudo soportar la sensación de su cuerpo a punto de explotar, hundió la


cara en el hombro de Do-han para asentarle una mordida tan poderosa como la que él le
había dado al momento de olfatearle la nuca. Y entonces, mientras seguía golpeando
repetidamente su cintura, las piernas de Do-han se abrieron más de la cuenta y, sin notar
que lo estaba haciendo así, envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Hyewon igual a
si estuviera increíblemente concentrado en encontrar el placer en la situación.

"Ah, más. Más rápido. ¡Más rápido! Ummm..."

Emocionado por la reacción de Do-han, Hye-won aceleró sus movimientos y presionó


suavemente sus hombros con las palmas de las manos. Luego se detuvo un momento para
acomodarse, exhaló un aliento bastante pesado y miró a Dohan debajo de él: Había unos
hermosos ojos marrones desenfocados, cabello húmedo, respiración jadeante y unos labios
ligeramente agrietados y cubiertos de saliva. Todo era exagerado, pero increíblemente
divino.

Hyewon se tomó un momento para recuperar el aliento y al mismo tiempo, pareció echar las
caderas completamente para atrás como para alinearse. Y cuando el pene de Hyewon salió
de su agujero, el corazón de Dohan, que había estado exageradamente emocionado durante
todo el encuentro, se calmó lo suficiente como para comenzar a respirar un poquito más
pausado. No obstante, tan pronto como Hye-won confirmó que Do-han estaba más calmado,
hundió su pene en él desde la raíz hasta la punta y lo embistió de una manera que podía
considerarse brusca y salvaje. Y junto con el sonido sordo del golpe de su carne, Dohan
también dejó escapar un gemido entrecortado que le dio la pauta para comenzar a sacudirse
por completo segundos después. La pared interna que sujetaba el pene de Hye-won se
estremeció y luego convulsionó mientras gritaba:

"¡Aaah! ¡Por favor! ¡Por favor! Espera... Espera..."

Pero al contrario de las palabras de Dohan, que no dejaban de decir "espera", su agujero,
que estaba rojo e hinchado hasta la locura, agarró con fuerza la verga de Hyewon y no supo
como hacer para poder soltarla. Más bien, pareció que cuanto más profundo lo perforaba,
más temblaba y más parecía no querer que parara jamás.

Hye-won, que llegó al límite de su paciencia, se aferró a Do-han una vez más y movió
ferozmente la parte inferior del cuerpo. El sonido de la carne golpeando contra la suya llenó
la habitación hasta los cimientos y la cama, que no podía soportar los movimientos
apasionados de los dos, hizo un ruido chirriante que le hizo creer que se iba a desarmar.

"Ah, ah, ah, ah, ah, ah. Es tan... Es ¡Ummm!"

"Dohan, yo... Siempre he sido sincero contigo. Pero tú..."

"¡Ummm! ¡Ugh!"
El monólogo de Hyewon no continuó por mucho tiempo. Las piernas de Do-han, que
parecieron gusanitos retorciéndose en frente de él, apretaron con fuerza su cintura hasta
asfixiarlo y la pared interior caliente, que se estaba tragando perfecto los genitales de Hye-
won desde la raíz, repitió la contracción y la relajación constantemente que ya conocía
como sinónimo de un orgasmo.

Dohan, más ebrio de placer que de alcohol, extendió la mano y trazó el rostro de Hyewon
lentamente con los dedos. Como si buscara algo, las manos que habían estado acariciando
su rostro pronto llegaron a sus lentes y luego, igual a si perturbara deliberadamente la
limpieza en los cristales, llevó el dedo justo en medio de las gafas y las manchó de sudor y
de un montón de sus huellas dactilares sin forma.
Hyewon cerró los ojos ante la visión borrosa que le ocasionó y abrazó el cuerpo de Dohan
con más fuerza que antes. Golpeó su cintura y se movió hasta que su pene llegó a la parte
más profunda y caliente de Dohan.

Y Hyewon, que no tenía intención alguna de dejarlo ir todavía, ni siquiera aunque ya


estuviera experimentando el clímax delante de él, lo abrazó con fuerza y lo embistió:

"Ah, ah, ah... Um..."

"Do-han-ah, Um... Do-han."

Pronto, una sensación de placer, algo que ya no podía tolerarse, se apoderó de Hyewon y de
Dohan al mismo tiempo. Y apretado por sus brazos calientes, Dohan jadeó como una bestia
en peligro y Hyewon comenzó a gritar su nombre una y otra vez hasta que finalmente
vomitó un montón de semen dentro suyo.

El líquido se derramó por todo el interior de su pared interna, que se había amoldado a la
forma del pene de Hyewon, y salió por un agujero hinchado que pareció incapaz de soportar
tanto de todo.

El cuerpo de Dohan, cubierto de semen, saliva y sudor, estaba resbaladizo y caliente, pero
no le importaba. Por ahora, solo quería sentir su temperatura un poco más. Sus manos. Su
boca un poco más. Podría ser un calor que mañana desaparecería como burbujas. 
Chapter 17

Dohan comenzó la mañana frotando sus ojos. En realidad, se había despertado muchísimo
antes de abrirlos, pero ni siquiera tenía la fuerza suficiente como para poder moverse bien.

Todavía era un lugar un tanto desconocido ya que se acababa de mudar, pero pudo darse
cuenta de que el paisaje que se desarrollaba ante sus ojos era definitivamente su habitación.
Sin embargo, se sintió como si estuviera atrapado en una dimensión bastante diferente
porque, además de que había una clara señal de que antes alguien se acostó a su lado, le
dejaron una nota sobre el buró.

Dohan, acostado de lado y con la cara completamente enterrada en la almohada, no había


movido ni un solo dedo desde que se despertó. Sabía lo que había pasado y sabía
perfectamente bien lo que había hecho y con quién lo había hecho para variar. Una vez
pudo descartarlo como un error pero ¿Dos veces? La segunda no podía llamarse
equivocación sino deseo.

Dohan murmuró esto para si mismo mientras sus ojos se fijaban en la nota en la mesa, como
si no supiera lo que era para empezar.

"Mamá, tu hijo enloqueció completamente..."

Y comenzó un movimiento cerebral para organizar cuidadosamente lo que había sucedido


la otra noche.

Todo empezó después de conocer a un Omega en el club. Fue vulgar y hasta le dio asco la
insistencia con la que quería tener sexo. Y claro, él era un hombre que solía rodar y jugar
como un perro con cualquiera que se le cruzara en frente y también, conocía que tenía un
hábito de años bastante arraigado, que la gente no cambiaba de la noche a la mañana y que
no podía vivir con la lujuria oculta en una mochila tras de su espalda solo porque se
enamoró. Y mientras bebía con Mi-hee, pudo recordar claramente cuántas veces dijo algo
estúpido como "Quiero tener sexo" y también lo mucho que lloró por estar insatisfecho.
Estaba un poco deprimido por el deseo no resuelto y por eso comenzó a arrojar alcohol
como un loco dentro de su boca. Y luego de una breve pausa, se fue con Byeong-jun y pasó
la noche hablando de lo injusto que la vida había sido con él. Después sintió unas manos y
unas piernas y cuando movió un poco la cabeza, se encontró con que todo su cuerpo estaba
cubierto de marcas rojas de besos y chupetones y que su piel estaba suavecita como si
acabara de tomar un baño. Pero, además también tenía la misma sensación que había
experimentado en el hotel: El agujero dolorido, el trasero dormido y muchísimos calambres
en la espalda.

Do-han, que estaba pensando en la situación, todavía con la suficiente calma como para no
perder la cabeza, levantó su brazo y se tocó el cabello. Sus pelitos castaños estaba vueltos
un desastre, dándole la forma de la casa de una urraca. Y por supuesto que fue peor cuando
comenzó a jalarlos mientras leía la carta:

[Me voy a trabajar primero, pero me gustaría que habláramos de lo que hicimos anoche,
cara a cara. -Kang Hye-won]

En caso de que no supiera quién era el sujeto de la nota, la otra persona amablemente había
escrito su nombre. Aunque claro que ya sabía que quien había dejado la hoja, era nada más
y nada menos que su intenso acompañante sexual, Kang Hye-won.

Y Dohan, que yacía boca arriba en la cama, gritando y moviendo los pies durante mucho,
mucho tiempo, entonces comenzó a gemir por el dolor que sintió recorriendo su columna
hasta detenerse en la parte más profunda de su ano. Esta vez, más que la primera, tenía
muchas, muchas, muchísimas ganas de morir.

"Realmente quiero morir. Muere, muere de una vez ¡Por favor, Do-han! Muere antes de que
pase algo más horrible que esto."

Y pequeños momentos de anoche comenzaron a pasar de inmediato por la cabeza de Do-


han.

"¿Te gustan los hombres con anteojos?"

"No, me gusta como se le ven a él."

¡¡¡Ahxgkfuijg!!!

¿¡¡Qué diablos estaba diciéndole a Hyewon!!? Y además de la resaca, su cabeza comenzó a


latir con fuerza hasta que ya no lo soportó.

"Quiero desaparecer, quiero desaparecer ahora".

Las tendencias evasivas de Dohan se destacaron de nuevo. Fue un error que se ocasionó por
beber así que ¿Debería ponerse de rodillas y pedir su perdón, diciendo algo como: "Te
confundí con otra persona?"? ¿O explotar como una bomba de relojería y decir: "Lo hice
porque me gustas"?

Y en medio de esto, más aterrador aún, era el hecho de que se acercaba la hora de ir a
trabajar.

Dohan se había acostado en la cama mientras miraba la nota por un largo, muy largo rato. Y
luego, mientras caminaba hacia el baño para poder ducharse, Dohan pensó que había un par
de cosas que todavía no le habían llegado a la cabeza. En primer lugar, no podía recordar la
expresión de Hyewon en absoluto. Y además de la manera en la que se había comportado
con él, lo que dijo mientras lo besaba era muy confuso. ¡Fue terrible que recordara
claramente los comentarios que él había soltado pero que no pudiera pensar ni en una sola
oración de Hyewon!
A estas alturas, Do-han era muy consciente de que, aunque antes pensó que podía
concentrarse en su trabajo y desempeñar sus funciones como profesional y como enfermero,
en realidad no era así para nada. Porque de haber sabido que las cosas serían tan pesadas
para él, adentro y afuera de su cabeza, entonces definitivamente se hubiera confesado desde
mucho antes.

Todo se sentía como un castigo a sus malas acciones. Desde el hecho de que conoció a un
Omega que lo golpeó en la cara, pasando por el hecho de que bebió demasiado alcohol, y
deteniéndose en el momento en que descubrió que tenía un corazón bastante cautivado por
Hye-Won y comenzaron a vivir juntos en esta casa. Todo fue, lamentablemente, causado
por él mismo. Dohan estaba sumergido en el agua que vertió en su propio cuerpo y que se
transformó en un pozo profundo. Y es que si viera a Hye-won Kang en el hospital, ¿Cómo
demonios lo miraría a la cara y qué le diría para empezar? Y a medida que se acercaba el
instante de ir a trabajar, la angustia de Han se hizo demasiado profunda para aguantarla.

Fue un poco incómodo, pero no le resultó un gran problema caminar o moverse. Sin
embargo, sentarse en una silla dura durante mucho tiempo o agacharse, le provocaba un
dolor ardiente en la parte inferior del cuerpo. En especial entre las nalgas. ¿Cómo se atrevía
a dejarse penetrar dos veces por la misma VERGA COLOSAL? Estaba claro que era un
completo loco.
Se agarró la cabeza y el estómago dolorido, se lavó el cabello y se preparó para largarse a
trabajar. No obstante, le vino a la mente la letra de una canción muy popular en la radio que
decía en una de sus estrofas que "podía vivir bien incluso si se separaban." Por supuesto,
eso no fue escrito para una situación como la que acababa de pasar entre los dos sin
importar que definitivamente estuviera pensando que el impacto podía ocasionar que se
alejaran el uno del otro.

¿Y de quién era la culpa para empezar?

Las palabras que había escupido al inicio del encuentro todavía permanecían intactas en su
memoria. Fue el primero en hablarle, y fue él también quien primero se quitó el pantalón.

"Mis pantalones..."

Cuando la textura lechosa de entre sus piernas se desplegó nuevamente en su cabeza, Dohan
se sonrojó tan intensamente que terminó golpeando su frente contra la puerta del casillero
tan pronto como entró al área de trabajo del hospital. Pero luego Do-han, que se culpaba a si
mismo por ser un pervertido y se golpeaba con entusiasmo contra cada superficie que se
encontraba en su camino, se levantó por el sonido de alguien entrando ruidosamente a los
vestidores. Y es que de verdad pareció que estaba a punto de romperse el cráneo en algún
momento.

"Maestro, ¿Qué está haciendo?”

"Oh, nada."

"... Huele a alcohol."

"Sí, es que fuí de fiesta anoche."

Pero de hecho, ahora se encontraba en un estado en que su cuerpo estaba compuesto casi en
su totalidad por alcohol.

Mientras Dohan sonreía torpemente y revisaba el olor de su ropa, Kim Hee-jae abrió la
puerta del casillero y comenzó a quitarse la ropa para ponerse el uniforme quirúrgico.
Dohan sonrió, volvió la mirada para intentar desvestirse también y sin embargo, en el
momento en que estaba a punto de quitarse la camisa, recordó lo que pasó y volvió a bajar
la ropa que se había subido un poco arriba del ombligo. Antes de ir a trabajar, el reflejo en
el espejo de cuerpo completo, que vio mientras se duchaba, estaba rojo como si hubiera sido
atacado por un enjambre de insectos hambrientos. No tenía ganas de mostrarle un cuerpo
lleno de rastros de la historia de amor de la noche anterior a un compañero de trabajo. Más
que nada, porque no era sensato. Kim Hee-jae husmeó en su dirección porque Do-han se
había quedado inmóvil, solo sosteniendo la puerta de su casillero.

"Maestro... ¿Puedo preguntar algo?"

"¿Qué?"

"Tiene... ¿Tiene una relación con el doctor Kang?"


"Wo... ¿Qué? ¿Yo qué con quién?"

Dohan alzó la voz igual a un estudiante de primaria que se estaba defendiendo de un


compañero que decía chismes sobre él y luego, seguramente sin darse cuenta, se agarró de
la puerta del casillero como si este fuera un escudo.

"Es que... Me encontré con el doctor Kang en el ascensor y... Está lleno de su feromona.
Lleno, lleno."

De camino al trabajo, Hee-jae, que subió en el mismo ascensor que Kang Hye-won, olió el
aroma de Do-han en cada parte de su cuerpo. Estaba tomando supresores para no ser
afectado con esto pero, igual podía saber lo que significaba y el motivo por el qué lo había
hecho además. Y Hee-jae obviamente estaba muy curioso al respecto.

"¿Son pareja?

"¡¡Vivimos juntos!! ¡Vivimos juntos, estamos en el mismo espacio y compartimos hasta las
toallas para después del baño! Obviamente va a oler a mi!"

"Umm..."

Al verlo actuar así, el joven estudiante sonrió y asintió con un movimiento bastante torpe de
su cabeza. Pero Dohan, que fue quemado por las brasas que Heejae arrojó sobre él, ardió en
rojo vivo por un tiempo y emitió calor por todas direcciones como si no pudiera calmarse
con nada. ¡Era algo en lo que no había pensado antes! Sacó un montón de feromonas
mientras tenían relaciones sexuales y lo había prácticamente marcado, pero no iba a decir o
a explicar nada de esto frente a él o frente a nadie más.

"¿Está enojado conmigo por preguntar, maestro?"

"No. No lo estoy."

Pero la respuesta final de Dohan fue casi un murmullo. Rápidamente se inclinó hacía el
casillero y se volvió notablemente más pálido que al único, sujetando el pomo de la puerta
metálica con unas manos tan temblorosas que hasta hubiera llegado a pensar que se estaba
muriendo de frío. Heejae sonrió otra vez, como si hubiera gritado la respuesta correcta en
un programa de "preguntas y respuestas" en la televisión.

"¿Se pelearon?"

"… ¿Crees que estamos peleando todos los días o algo?"

La respuesta de Dohan fue tímida y además, como para atormentarlo, había comenzado a
dolerle la cabeza de bueno. Tal vez por la resaca o por Heejae, que constantemente le
rascaba los nervios.

"Maestro."
"¿Otra vez? ¿Qué?"

"¿No vas a cambiarte de ropa?"

"Después ¿De acuerdo? Después".

Ante las palabras de Dohan, Heejae se encogió de hombros y dijo "Bueno". Luego empacó
sus pertenencias y salió del vestidor sin decir nada más así que, por fin, el ambiente tan
desagradable desapareció y Dohan, un hombre solo en el vestidor, suspiró como si su alma
hubiera descansado un momento. Y no era una exageración decir que tan pronto como Kim
Hee-jae, que lo había estado distrayendo, desapareció, las preocupaciones que había dejado
de lado se precipitaron en su cuerpo en forma de un reflujo atroz.

"Dios... Maldito. Maldito malestar estomacal. Maldito dolor de cabeza, maldito cansancio."

Dohan escupió todo tipo de quejas, justo como un niño. Y pronto llegó la hora de que
comenzara a trabajar.

Dohan tenía que cambiarse de ropa antes de que la gente acudiera en masa al vestidor, por
lo que pareció bastante ocupado moviendo su cuerpo de un lado para otro y arreglando cada
detalle como para intentar olvidar sus nervios. Pero la parte superior del cuerpo que se había
reflejado en el pequeño espejo de mano, adjunto al casillero, era un completo y total
desastre. Además, había marcas de dientes por todas direcciones. Como si Hye-won se
hubiera vuelto un puto zombie. Afortunadamente, tuvo la inteligencia suficiente para evitar
los lugares visibles al público.

"¿Eres un perro o qué? Pendejo..."

Incluso en esta situación, hubo risas.

Dohan dejó escapar un suspiro apagado y tocó suavemente la bolsa de compras arrugada
que había llevado al trabajo también ¿Cuántas veces había golpeado esto como para que
estuviera tan arrugada y maltratada ahora? Además ¿Previó el futuro y le compró los
zapatos como un intento de indulgencia por lo que hicieron en su cama?

Dohan, que volvió a abrir su bolsa de compras, se inclinó para ponerse las medias de
compresión que utilizaba de costumbre, luego arrugó las cejas y volvió a enderezar la
cintura lo más lento posible para evitar algún tipo de dolor. Pensó en si hacer esto o aquello,
luego se rascó la cabeza, cerró el casillero y salió del vestidor. Tomó una respiración
profunda caminó a la sala de espera y pensó en sus posibilidades: 1: Decía que había sido
un error, se ponía de rodillas y rezaba o 2, confesaba sus sentimientos, se ponía de rodillas y
rezaba.

En la sala de enfermeros, Dohan apretó los dientes y reflexionó sobre esto TODA la hora de
trabajo, aunque no obtuvo una respuesta que le hiciera sentirse tranquilo. El turno de la
noche no tenía un horario especial que seguir excepto, claro, para las cirugías que eran de
emergencia. Y esto solo significaba que le estaban dando el tiempo suficiente para hundirse
en sus propios pensamientos sobre su mejor amigo sin interrupciones.
"Ojalá hubiera recordado todo la primera vez."

Si su rostro, o incluso el movimiento de una ceja, hubiera permanecido en su memoria, la


respuesta a sus preocupaciones actuales habría llegado muy pronto hasta permitirle
descansar. Ahora, aunque tampoco podía recordar exactamente su expresión, los recuerdos
de sus movimientos y el placer que le había dado en la cama, seguían siendo increíblemente
vívidos. Para ser honesto, podría decir que fue mejor que cualquier otra relación que
hubiese tenido antes. Tan sensacional que hasta perdió la cabeza por un momento.

"¡Fjchjdhhfh!"

Dohan, que había estado golpeando el escritorio con su cabeza, estaba tan avergonzado de
si mismo que de repente se sonrojó y tosió con muchísima fuerza igual a si se ahogara de
repente. Nadie en la estación se preocupaba por él porque de por si era muy dado a volverse
extraño de la nada pero, ahora fue diferente porque las orejas de Dohan se pusieron tan rojas
como el asa de una olla caliente y de repente, hasta pareció que estaba sintiendo que su
corazón iba a saltar a través de su pecho.

"¿Pero si estará por aquí? ¿Ya se fue?"

Dohan miró su teléfono. Ni siquiera podía enviarle un mensaje de texto a Hyewon porque
no tenía el coraje de contactarlo primero. Y Hyewon, quien por lo general se comunicaba
cuando llegaba y cuando iba a comer, no había dicho una sola palabra en lo que iba de su
turno. Tal vez porque era difícil para un robot como él lidiar con este problema. Pensando
así, Dohan siguió encendiendo y apagando la pantalla del teléfono repetidamente.

Ese fue el momento.

Su celular vibró tan fuerte que tuvo que revisar el historial:

[Kang Hye-won: ¿Quieres ir conmigo a comprar café?]

Esta era, en pocas palabras, la declaración de guerra que esperó durante todo el día. El
momento de la batalla decisiva que finalmente había llegado.

Dohan tragó saliva. Y aunque aún no sabía qué decirle a Hyewon, envió una respuesta al
mensaje con movimientos rápidos de la mano:

[Voy enseguida.]

Dohan, rogándole a su colega que lo perdonara por un momento, saltó rápidamente al


vestidor para llevarse los Crocs que había comprado especialmente para su mejor amigo.
Fue porque pensó que debería usarlo como una especie de soborno en caso de que algo
saliera mal al hablar.

Dohan fue al vestidor, agarró su bolsa de compras y revisó el contenido nuevamente. Allí
estaban los Jibitz en forma de muñequito con gafas y unos crocs blancos.

"¿Qué estoy haciendo?"


Se sintió tan frustrado que deseó salir corriendo del hospital. Y estaba tan enamorado de su
mejor amigo que por primera vez se sintió cobarde.

"¿Y si me confieso?"

¿Pero qué tipo de reacción mostraría Hyewon si Dohan se confesara? Ni siquiera podía
imaginarlo.

Respiró hondo y fue a la habitación de medio tiempo para doctores porque este era el lugar
en donde habían quedado de verse. Sin embargo, permaneció allí sin hacer nada por mucho,
mucho, MUCHO tiempo. No podía empujar la puerta, que se abriría con solo girar la
manija, y no podía tocar o aclarar su garganta o decir algo importante al respecto estando
tan nervioso. Tragó saliva otra vez, puso la mano en la madera, recitó una oración rápida y
luego negó con la cabeza, se mordió los labios y decidió irse. Pero en ese instante, la puerta
de la oficina se abrió.

"¿Qué estás haciendo si ya estás aquí?"

Hye-won, que encontró a Do-han parado frente a la puerta, puso una expresión bastante
casual. Y después de un momento de vergüenza por la reacción tan contundente de su
amigo, Dohan decidió hablar como siempre:

"¿Qué onda?"

"¿...? Pues yo te pregunté si querías ir por un café y... Resulta que me dijiste que sí".

"Ah, sí claro. Vine a verte para que fuéramos por café. Justo eso."

Hyewon tomó la delantera y Dohan lo siguió. 


Chapter 18

Siguiendo a Hyewon como un cachorrito, Dohan se aclaró la garganta muy ruidosamente


mientras se dedicaba a ver para todos lados. Había mucha gente en el hospital, así que
pensó que lo iba a sacar de allí para acusarlo de violación y darle un buen puñetazo en el
estómago. No. ¿Qué carajo estaba pensando? No importaba lo que hubiera pasado entre los
dos en la noche, Kang Hye-won no era del tipo de persona que se iba a los puños primero
cuando podía arreglar todo muy racionalmente. Sin embargo, estaba tan preocupado que
todo tipo de pensamientos extraños comenzaron a pasar por la mente de Dohan sin ningún
tipo de filtro.

El jardín abierto, en el piso medio del edificio del hospital, era un espacio común en el que
nunca había estado antes. Y como ni siquiera era fumador, no se atravesaba ni por
casualidad. Por supuesto, pensó que era lo mismo para Hyewon.

Los dos se sentaron en un banco del jardín, con una taza de café entre las manos, y se
quedaron sin decir una sola palabra por un tiempo que se sintió como una eternidad.
Ya era pasada la 1:00 de la mañana, no había nadie en el jardín y los pasillos estaban
completamente deshabitados. Dohan luchó por reprimir la incomodidad que estaba trepando
por todo su cuerpo y sin voltear a verlo, jugueteó con el vaso de papel que tenía en la mano
mientras que rasgaba las correas de una bolsa de compras con la otra. Fue un acto natural de
ansiedad, así que Hyewon, que lo notó a la perfección, bebió un sorbo de café y luego dijo:

"Im Dohan..."

"..."

Lo que tanto estaba temiendo finalmente había llegado. Dohan tensó todo su cuerpo.

"Dime."

"¿Por qué tienes los tobillos tan hinchados?"

Ante las palabras de Hyewon, Dohan miró de inmediato hacía sus piernas y se buscó los
pies. Sus tobillos, que se podían ver bajos sus Crocs y bajo el dobladillo de sus pantalones,
ciertamente estaban terriblemente hinchados. Y la verdad era que tampoco sabía lo que
había pasado para que se vieran así de mal. Tan pronto como comenzó el día, tuvo una
operación de dos horas y desde entonces, estuvo caminando de aquí para allá para no dejar
ningún punto sin cubrir. No fue un horario difícil en comparación con lo habitual, pero,
pensó que sus tobillos se hincharon porque no se puso sus medias de compresión como de
costumbre.

El incómodo flujo de aire desapareció por un momento cuando las dos personas enfocaron
sus ojos en la hinchazón de sus pies.

"¿Por qué no te pusiste tus medias?"

"Oh, creo que estuve muy distraído como para darme cuenta de eso."

"Ya..."

Y después de las palabras de Hyewon, el silencio volvió a caer entre los dos.

Como si estuviera descalzo sobre el asfalto en pleno verano, Dohan sintió el aire cálido
arremolinándose a su alrededor hasta un punto en que todo comenzó a sentirse muy
incómodo. Estaba sudando profusamente y tenía la cara muy caliente, así que pensó en si
levantarse del asiento y correr o solo intentar hablar de cualquier otra cosa. Pero,
contrariamente a su corazón tan escandaloso, su boca no podía abrirse bien ante él y las
palabras que no podía pronunciar, ni siquiera después de pensarlo todo el día, siguieron
resonando en su garganta hasta un punto en que sintió que se iba a ahogar con ellas. Dohan
se lamió los labios y pensó: "Vamos. Tú puedes. Simplemente confiesa, se golpeado y
acaba con esto." Así que volvió la cabeza y miró a Hyewon. Le había llamado mucho la
atención su puente nasal afilado y esa línea de su mandíbula, delgada, pero no demasiado
frágil. Kang Hye-won, el hombre más guapo del universo entero, estaba tan cerca que no
podía apartar los ojos de su cara incluso aunque él siguiera atento en las piernas hinchadas
de Dohan. Y ya que tenía la cabeza ligeramente inclinada, podía ver incluso cada una de
esas bonitas y largas pestañas en su cara y sus diminutos lunares. Además, cada vez que
soplaba el viento, algunos mechones de cabello volaban y rozaban suavemente sus ojos
hasta el punto en que parecieron unas cortinas. ¿Le hizo el amor con una cara así de
hermosa? Dohan pintó su rostro, de la noche que no podía recordar, en su cabeza, y tan
pronto como obtuvo una reacción en su vientre, rápidamente carraspeó e intentó
concentrarse en algo más. Tal vez estaba actuando como si alguien le hubiera puesto
pegamento en los labios, pero eso no era un impedimento para que sus pensamientos
siguieran filtrándose de una manera bastante explícita.

Dohan finalmente sacó la bolsa de compras para intentar bloquear la mirada de Hyewon.

"Toma."

"¿Es para mí?"

"Ajá. Es para que puedas cambiar esos zapatos tan feos que tienes."

Dohan le entregó a Hyewon la bolsa de compras que había estado cargando desde ayer en la
noche.

"¿En serio?

Hyewon miró alternativamente dos pares de Crocs y a Dohan. Las cejas rectas no se le
movieron ni un poco, pero era evidente que tenía dudas al respecto.

"Es que uno es mío."

"¿Los jibitz también?"

"Sí. Velos y dime si te gustan."

Hyewon seguía sin expresión. Sus labios, sus ojos y sus cejas estaban increíblemente rectos,
pero Dohan igual sintió que le gustaba muchísimo su regalo. Y cuando mostró signos de
querer decirle "gracias", él simplemente giró la cabeza y miró hacia el oscuro cielo nocturno
como si este fuera un intento desesperado por no enfrentarlo más. Este siempre había sido
su problema. Do-han, que solo coqueteaba, tenía sexo casual y nunca hablaba de sus
sentimientos, tenía un problema realmente serio en cuanto a dejar la vergüenza y organizar
sus ideas apropiadamente. ¡Ni siquiera sabía cómo sacar tema de conversación!

"Yo..."

Pero entonces, un par de dedos fríos tocaron el tobillo de Dohan, que estaba perdido en su
mente complicada, y lo hizo saltar de su asiento debido a lo inesperado que fue sentirlo. No
era una exageración decir que había perdido completamente la consciencia cuando su pierna
se levantó de repente para quedar bien recargada contra su pecho.

"Es bueno mantener las piernas en alto cuando las tienes hinchadas."

"De... Déjame en paz. No puedo beber mi café en esta posición."


Pero no era por el café. El café era solo una excusa para que lo soltara antes de que viera su
rostro tan terriblemente encendido. Do-han trató de que Hye-won dejara que se pusiera de
pie, pero Hye-won le dio fuerza a sus movimientos y no pareció querer soltarle el tobillo
por nada del mundo. Más bien, ahora le estaba quitando los crocs, verificando el grado de
edema y comenzando a frotarle los dedos de los pies y a girar lentamente su tobillo en
pequeños circulitos.

"Detente, Hye-won..."

Cuando estaban en la universidad y Dohan regresaba del entrenamiento y tenía las piernas o
los pies terriblemente hinchados, Hyewon le daba masajes cada una de las veces hasta que
se sentía considerablemente mejor. En ese momento, no era nada importante para él, y más
bien, le gustaba bromear y hasta decirle que frotara más fuerte. Pero ahora no podía actuar
así. Como alguien que había hecho algo muy malo, Dohan se cubrió la cara con el brazo y
se mordió el labio inferior para intentar no hablar. Fue vergonzoso que tocara sus pies, pero
estaba más preocupado en concentrarse en no soltar un gemido o hablar de más.

"Dohan..."

"..."

Hyewon presionó suavemente su pantorrilla con la punta de sus dedos. Y a diferencia de


Dohan, que sentía que todo su cuerpo estaba hirviendo en lava, la mano de Hyewon pareció
inmensamente helada. En realidad, hasta estaba demasiado tranquilo.

"Si es difícil, no tienes que esforzarte. Solo relájate..."

"… Kang Hye-won..."

Los dos intercambiaron sus nombres.

Hye-won estaba demasiado cerca, pero igual Do-han no podía alejarlo, quitarle los pies de
encima o sacar las palabras que había guardado en su interior todo el bendito día. Nada de
eso. Fue lo mismo con Hyewon. Lo había pensado innumerables veces durante toda la
noche mientras Dohan dormía, pero ahora pensó que no podía llegar a una conclusión tan
fácilmente. ¡Había demasiado que perder! Además, cada uno de los pensamientos de
Hyewon eran negativos porque las acciones y comentarios de Dohan en el pasado no fueron
precisamente agradables. Decía "¿Yo? ¿Tener novio? ¿Por qué haría eso?" y "Nunca me
involucro con mis compañeros de trabajo." Por supuesto que cada una de estas palabras
siempre hicieron que se rindiera incluso antes de que pudiera comenzar.

Hye-won, un amigo y compañero de trabajo, probablemente era el más alejado de poder


tener una oportunidad con Do-han.

Para Hye-won, pareció que todo estaría perdido si se confesaba solo para estar cómodo
consigo mismo. Tal vez le rociaría el café que tenía en la mano y luego de eso, el vínculo de
la relación se rompería como lo hizo en la preparatoria.
Hye-won miró a Do-han, con los mismos ojos tranquilos de siempre. Su mejor amigo tenía
las puntas de las orejas rojas y las mejillas ardiendo igual a si tuviera muchísima fiebre,
pero estaba tan confundido que pensó que solo era algo creado por su propio deseo y sus
ganas de ver algo en donde no había nada. Tal vez estaba avergonzado porque se acostó con
alguien como él, o debió estar maldiciendo la escena por dentro. Y mientras Hye-won tenía
curiosidad por los pensamientos de Do-han, la cabeza de Do-han también estaba muy
ocupada por lo que estaría dentro de la mente de Hye-won.

"Voy a confesarme", pensó. "¡Sí! Es tu oportunidad. ¡Hazlo ahora!" Y si gracias a eso no


volvía a ver a Hyewon a la cara, aunque sería doloroso, de alguna manera se sentiría mejor
que tener este dolor tan constante en el pecho.

Dohan decidió ser valiente:

"Kang Hye-won, quiero decirte algo importante..."

Al contrario de lo decidido que estaba, su boca no podía dejar de temblar. Incluso sintió
como si de repente estuviera cayendo al suelo sin cesar, arrojado desde el techo del hospital
rumbo al vacío. Fue vergonzoso y tan aterrador, que su corazón latió y latió igual a si fuera
a explotar. "Boom, bang, bang, bang" una y otra vez y otra vez en sus oídos. Fue la primera
confesión que estaba haciendo en toda su vida y descubrió que requería más paciencia que
coraje. Era la paciencia para renunciar a estos sentimientos y sensaciones desagradables y
no huir, enfrentar su mirada y quedarse quieto sin importar todos los pensamientos
desagradables que tuviera en su cabeza.

"Do-han, sé lo que estás pensando".

"¿En serio?"

"Sí. Estabas borracho y cometiste un error. Fue como siempre. Es como un hábito tuyo."

El rostro de Dohan estaba extrañamente arrugado. No importaba cuánto tiempo hubiera


vivido una vida de libertinaje, esto que había pasado con él no era ningún hábito. Por
supuesto, se acostaba con casi todo lo que se moviera, pero no era una basura tan promiscua
como para atacar habitualmente a su mejor amigo así.

"Hyewon-ah, no es eso. Quiero decirte que tú me..."

"Solo me ves como una más de tus parejas sexuales."

Las dos personas, que tenían prisa, se enredaron en el aire y mezclaron sus palabras al
mismo tiempo. Dohan detuvo lo que estaba diciendo y dudó de lo que acababa de escuchar,
por lo que se golpeó la oreja una vez con la mano.

"¿Qué dijiste?"

"Que está bien. Solo fue un desliz que tuviste conmigo y, yo lo entiendo a la perfección así
que no tienes que preocuparte tanto por esto ¿Bueno? No tienes que ponerte nervioso ni
pensar que me debes nada. No debes pensar tanto en alguna excusa que darme".
"No entiendo..."

"Has estado pensando en cómo explicarme que fue un error. Piensas en como hacerme
entender desde el momento en que despertaste. Está por toda tu cara."

"No, espera, Kang Hye-won. Eso no..."

"Entonces yo quería decirte que no te preocuparas. Da igual lo que pasó. Vamos a


olvidarlo."

Las palabras que habían subido a su garganta hace un rato bajaron a la parte más profunda
de su cuerpo de una vez. Ante las oraciones de Hyewon, Dohan perdió el corazón para
confesarse.

"Claro. Sí."

Dohan se levantó de su asiento, levantando la pierna tan bruscamente como si fuera a patear
la cara de Hyewon. Durante todo el día, había estado pensando en Kang Hye-won hasta el
punto en que era lo único que quedaba en su mente. No quería perderlo, era verdad, así que
no deseaba confesarse ni duro ni imprudentemente... Pero las palabras de Hye-Won lo
desmoronaron como una galletita. Y como Hyewon tampoco quería perder a Dohan, había
hablado de una forma en la que pensó que haría que no se sintiera tan agobiado.

Obviamente le salió mal.

Dohan saltó de su asiento, agarró su bolsa de compras y miró a Hyewon.

"Tengo algo que hacer. Disfruta tu café."

Hye-won se levantó para seguir a Do-han antes de que se fuera, pero él no miró hacia atrás
y en su lugar, salió casi corriendo del jardín. 
Chapter 19

Dohan aceleró los pasos y corrió por el pasillo que lo llevaba directamente hasta el baño del
personal. Sintió que estaba a punto de ponerse a llorar y definitivamente no quería que
nadie se diera cuenta de eso.

Dohan empujó su cuerpo dentro del compartimiento más alejado y cerró con llave. Fue una
suerte tremenda que no hubiera gente en el piso medio, donde solo había áreas de descanso
como salas para ofrecer misa y capillas privadas.

Por un momento se sintió abrumado por la tristeza, pero luego contuvo sus emociones tanto
como su cuerpo se lo permitió y respiró de un modo realmente profundo. Aguantó la
respiración y se arrodilló hasta que la voz de Hyewon Kang, buscándolo, y la de los crocs
estrellándose contra el suelo de mármol, solo terminaron por desvanecerse a la distancia.
Había estado mirando a Hyewon todos los días en el hospital durante años y siempre se
preguntaba con frecuencia sobre como luciría a determinada hora o sobre la manera en la
que se sentiría después de su turno... Pero ahora no era una exageración decir que ni
siquiera quería verlo.

"Dios... ¿Qué piensas de mi en realidad?"

La tristeza seguía creciendo con fuerza dentro de él así que Dohan se habló a si mismo sin
importar que tuviera una voz increíblemente apretada. ¿Qué pensaba de él? No solo
Hyewon, sino todos lo demás. ¿Qué impresión estaba dando? Sus compañeros le llamaban
"Sex Boy" y claro que hubo un tiempo en que le pareció satisfactorio. Pero ahora pensaba
que todo era parte de un karma bastante bien organizado que se había originado gracias a
sus propias y terribles acciones. Y mirando hacia atrás en su pasado, Dohan suspiró y
golpeó su frente contra la puerta que dividía su cubículo del de los demás. Hacer esto no le
estaba haciendo sentir mejor ni de chiste, pero era una alternativa más sensata que esa de
quedarse sentado sin hacer nada para perderse en sus propios pensamientos fatalistas.
Además, pensó que definitivamente iba a llorar sin importar que Hyewon estuviera frente a
él o no.

Y ahora, aunque lo intentó con fuerza, al verse solo en un espacio tan pequeño, sus lágrimas
simplemente empezaron a brotar.

En el club, Hyewon dijo que si seguía viviendo así, sería castigado de una manera
completamente terrible. Ahora, estaba claro que Kang Hye-won se estaba encargando de
cumplir sus palabras personalmente. Era como si lo hubiera golpeado en la cabeza con un
gran martillo hasta dejarlo confundido y dolorido. Desprotegido solo por haber escuchado
una palabra que nunca debió salir de su boca para empezar.

"Kang Hye-won... Entonces, si te digo que lo hagamos de nuevo ¿Vas a aceptar solo porque
es parte de lo que soy?"

Dohan sonrió mientras murmuraba para si mismo, sin dejar de golpearse la cabeza contra la
puerta del baño. Para ser honesto, el placer que sintió Dohan anoche fue increíblemente
fabuloso. Fue sexy, fue tierno y fue terriblemente intimo. No era del tipo que juzgaba cosas
como la inocencia porque ya había tenido sexo demasiadas veces pero, si lo miraba bien,
Hyewon fue el primer hombre de Dohan en cada sentido de la palabra. Y solo de pensar en
eso le hizo sentir calor en todo el cuerpo. El cuello del hombre, con la cabeza inclinada
hacia abajo, estaba caliente como el infierno y lo mismo pasaba con sus mejillas y con sus
manos. No podía recordar la cara de Hye-won durante esa noche, pero sabía claramente que
las sensaciones que le había dado fueron increíblemente buenas.

Im Do-han era una persona que se enamoraba fácilmente del placer, por lo que Si Hye-won
respondiera que le gustaba la forma en la que se movía o la forma en la que era frente a él
en la cama, entonces saltaría en su dirección y volvería a tener una relación íntima con él
sin rechazarlo. ¡No había razón para hacerlo para empezar! Y no sabía si debía estar feliz o
triste por el paso que acababan de dar en el jardín sin darse cuenta ¿Debería regocijarse por
el hecho de que, aunque no pudiera confesarse, habían abierto la puerta a una relación en la
que podían compartir algo físico? ¿O debería afligirse por ser tratado como un fácil sin
importar que lo amara tanto?
Ni siquiera sabía por qué mantuvo la boca cerrada de esa manera en lugar de confesarse. No
sabía por qué no...
Por qué simplemente no...

En ese momento, su respiración se ahogó. Las lágrimas llenaron sus ojos y no pudo decir
ninguna otra palabra. Suspiró una vez más, y agarró su cabeza temblorosa con ambas
manos. La bolsa de compras que golpeaba su pie le estaba molestando de sobremanera para
ese momento así que simplemente la aventó igual a si fuera basura ¿Y qué si le había
llevado un regalo bonito? ¿¡¡De qué había servido!!? Dohan pateó la bolsa que estaba junto
a la puerta, luego pateó también la caja hasta destrozarla, la tiró al cesto y se puso los crocs
que había dentro. Estaba solllozando con mucha fuerza pero igual intentó calmarse lo
máximo posible solo para concentrarse en los jibits y en los zapatos blancos que se veían
excepcionalmente limpios debido al panorama. Al igual que los de Kang Hye-won.

Cuando sorbió la nariz y su estado de ánimo pareció calmarse repentinamente, Dohan


descargó su ira pisando el empeine de sus zapatos nuevos hasta que hicieron un ruido
similar al de un desgarre. Ahora, tenía que dejar de actuar como un niño y volver al trabajo.
Tenía que ser profesional y era su deber aceptar lo que había pasado y tomar solo lo mejor
para poder aprender de sus errores. Sin embargo, Dohan salió del baño como una vaca que
iba rumbo al matadero, y volvió al quirófano de la misma manera en la que lo haría un
zombie. Y estaba tan exhausto que hasta se sentó en el primer banquito disponible que
encontró.

Kim Hee-jae se acercó a él y dijo:

"Maestro, deje de llorar. No sé exactamente lo que fue pero, le aseguro que todo estará bien
muy pronto."

"..."

No quería que nadie se diera cuenta de lo que le acababa de pasar, pero aparentemente Kim
Hee-jae era un chismoso. Do-han, quien todavía estaba apuñalado en el corazón por culpa
de su mejor amigo, miró a Kim con cara deprimida y luego, contrario a lo que pensó que iba
a hacer, solo le sonrió. Hee-jae tenía razón, pero Do-han, que no podía admitirlo,
simplemente miró su rostro inocente y dijo que "no sabía lo que estaba tratando de decir."
Se aclaró la garganta y fijó ahora su mirada en el monitor. Revisó el registro de la cirugía
que había escrito más temprano y trató de concentrarse en las letras negras y verdes que se
estaban extendiendo frente a su hoja. Pero como era de esperar, no podía deshacerse
fácilmente de las muchas emociones complejas que le estaban comiendo la cabeza para ese
momento.

"Heejae, sabes que lo que pase conmigo no te importa, ¿Verdad?"

"... Pues, yo solo quería decirle que creo que el doctor Kang se siente igual de triste que
usted."

Trató de poner toda su ira en Kim Hee-jae, como para desquitarse con él de lo que le había
pasado... Pero cuando se encontró con la cara del Omega, quien respondió de un modo
casual y luego se dio el lujo de mirarlo con una expresión de cachorrito en apuros, todo se
derrumbó tan rápidamente que se quedó sin otro plan. Y mientras observaba a Kim Hee-jae,
a quien aparentemente no le importaba lo que fuera a decir de él, y notaba sus manos al
mismo tiempo, de repente le vino a la mente Kang Hye-won y sus palabras y fue suficiente
para que su pecho comenzara a arder otra vez.

"Él... Tiene trabajo. No hay tiempo en su agenda para estar triste." Luego dijo. "O tal vez
está sentado con las piernas estiradas en la habitación de doctores pensando en la manera
correcta de llenar sus amados informes. Después de todo es lo único que le importa a
alguien así."

"Pero el turno es muy tranquilo hoy...."

"... Señor Heejae, ¿Qué acaba de decir?"

Era una palabra que no debía decirse en la sala de emergencias, la estación o en cualquier
lugar del hospital. Heejae se inclinó de inmediato al darse cuenta de esto y se disculpó con
todos sus colegas, quienes lo miraron con una expresión increíblemente temblorosa en la
cara.

Había una creencia entre el personal, ya fueran médicos o enfermeras, que decía que cuando
no había pacientes, ellos acudirían en masa si decían la palabra: "Es un turno tranquilo." Y
por esta razón, todos se quedaron quietos en sus lugares, conteniendo la respiración como si
el tiempo se hubiera detenido por un instante, agitándose de miedo, y viéndose los unos a
los otros igual a si quisieran comenzar a correr. Y cuando Dohan tocó el hombro de Heejae
con la completa intención de regañarlo, el teléfono sonó violentamente desde la mismísima
sección de urgencias. A las dos y media de la mañana, entró una llamada al quirófano
diciendo que había ocurrido un accidente horrible en la carretera y que necesitaban todos
los cuartos disponibles que pudieran ofrecer. Do-han se apresuró a salir en cuanto lo
escuchó.

"¿A dónde va?"

"¿Cómo que a dónde voy, Heejae? ¡Tenemos trabajo gracias a ti! También tendrías que
empezar a moverte."

Era hora de dejar en una esquina todo el asunto de la confesión fallida y del enamoramiento
por su mejor amigo. Y decidido en esto, Dohan tomó sus cosas y se alejó. 
Chapter 20

Fue una mañana terrible. Y gracias a esto, Dohan no pudo salir del quirófano ni siquiera
aunque ya había pasado muchísimo más del tiempo de su turno. Es más, incluso tuvo que
hacer un par de horas extras para ayudar a sus compañeros. Había entrado a trabajar en la
noche, cuando estaba absolutamente oscuro, y al día siguiente, cuando el sol ya estaba en lo
alto del cielo, pudo salir.

Una tormenta azotó el hospital hasta tal punto que era imposible decir si fue por la regla que
rompió Heejae o solo algo provocado por su mala suerte. Debido a una colisión a gran
escala en una carretera cercana, todos los trabajadores del Hospital Universitario de
Deokwon estuvieron corriendo de un lado para otro sin oportunidad de descanso. Fue una
emergencia tan grande, que incluso Kim Byung-jun, quien se suponía que tenía el día libre,
también fue arrastrado al campo de batalla gracias a su supervisor.

Dohan ingresó al quirófano a las 3 de la mañana y salió de allí después de 6 largas horas.
Obviamente sus piernas, que se habían hinchado desde antes porque no estaba usando sus
medias de compresión, ahora estaban casi completamente irreconocibles por lo que se quejó
un montón de veces antes de sentarse en un banco frente a la cafetería. Kang Hye-won
estaba allí también, pero todavía no se había dado cuenta de eso.

Hyewon había tenido que operar a una paciente que fue puesta en la mesa de operaciones
con los órganos completamente destrozados debido al impacto del accidente de su
automóvil. Y cuando la mujer murió, el hombre tuvo que aguantar ver morir a su pequeña
hijita y también, al paciente con cáncer que recién había subido a cuidados intensivos.
Entonces fue una vez en la sala de emergencias, una vez en la mesa de operaciones y luego
en una camilla que estaba en el pasillo. Ahora no era el momento de pelear emocionalmente
con él ni decir cosas sobre quién tenía la razón, quién estaba equivocado o quién tenía el
derecho de estar molesto. Dohan se sentó a su lado sin decir una palabra y le dio unas
palmaditas en el hombro. Su cabello, que siempre estaba pulcramente peinado, estaba
revuelto sobre su cara, y rastros de la sangre de alguien más todavía pareció estar goteando
de sus zapatos.

Hyewon se había quedado en el banco, mirando fijamente al techo sin parpadear ni una sola
vez. Y es que ser un médico, observando a las personas estar al borde de la muerte sin poder
hacer nada para evitarlo, era algo realmente duro. Terrible, sin importar lo mucho que
estuvieran acostumbrados a esto. Porque tal vez el tiempo los había vuelto expertos, pero no
insensibles. Aunque Hyewon era reticente y poco expresivo, era el médico más devoto y
afectuoso que hubiera conocido jamás. Además, para variar, el paciente de cáncer terminal
que falleció, era un hombre joven que había estado viendo a Hye-won durante bastante
tiempo y que había establecido una relación de amistad con él.

Robodoc tenía un corazón más cálido de lo esperado.

"Oye... Oye, ven. Vamos a casa."

Ante las palabras de Dohan, Hyewon asintió sin abrir la boca.

A través de sus lentes torcidos, se dibujó una cara cansada y triste que le llamó
completamente la atención. Sus largas pestañas temblaban y la piel bajo sus ojos se había
vuelto tan oscura que pareció como si tuviera moretones. Dohan agarró la mano blanca que
colgaba sobre el banco y entrelazó los dedos con los suyos hasta que la temperatura
corporal de su cuerpo provocó que él también empezara a ponerse más tibio. Luego se
levantó, y lo ayudó a hacer lo mismo para poder sacarlo de allí.

Hye-won estaba inexpresivo, como si nada hubiera pasado para empezar, pero ahora era el
momento en que necesitaba consuelo y la compañía de alguien. Y la única persona en este
mundo que podía notar cada uno de sus cambios y calmarlo justo como lo necesitaba, era
Im Do-han. Y la verdad era que ambos lo sabían perfectamente.

Los dos caminaron sin soltarse de las manos ni una sola vez. 
Chapter 21

Dohan todavía sostenía la mano de Hyewon así que, de vez en cuando, al verlo distraído o
escucharlo sorber la nariz, le daba pequeñas palmaditas en la espalda y le decía que "estaba
allí a su lado" y que "Definitivamente no se iba a ir." De hecho, había perdido el momento
para cortar con la escena, así que, cuando se dio cuenta, todavía seguían aferrándose el uno
al otro como si se necesitaran para seguir adelante. Tardíamente llegó la incomodidad y el
sudor comenzó a brotarle de las palmas. Era difícil soltar sus dedos ahora, incluso aunque
pensó que era extraño para los demás ver a dos hombres grandes caminando de la mano por
todas las calles que los llevaban a su departamento. Sobre todo, porque él estaba
extremadamente nervioso por esta situación.

Torpe y terriblemente deprimido, Kang Hye-won caminó hombro con hombro junto a él sin
decir una sola palabra al respecto. En realidad, el silencio había continuado por tanto tiempo
que pensó en si debería decir algo sobre lo que acababa de pasar o una frase para
consolarlo, pero Dohan rápidamente cerró la boca. Era porque sabía muy bien que no era
bueno en cosas como levantar el ánimo y que además, en momentos como este,
posiblemente era mejor mantener la boca cerrada y simplemente pararse a su lado hasta que
se sintiera un poquito mejor. Además, si hubiera sido al revés, Hyewon hubiera preferido
ofrecerle a Dohan un consuelo más plausible que directo.

Do-han miró el rostro de Hye-won mientras tomaba su mano con fuerza y se movía como
un niño al que su madre había regañado más temprano en la mañana. Pareció inexpresivo,
pero si miraba un poquito más de cerca, entonces notaba que había cosas muy fuertes como
angustia y tristeza mezcladas en cada movimiento.
La persona que falleció en la mañana era el paciente que Hyewon había visitado desde que
era residente hasta que se volvió su médico tratante. Y después de recurrencias y cirugías
repetidas, anoche tuvo que despedirse de él a la distancia. La emoción que debía estar
dentro de él en este momento, debió ser una terrible sensación de impotencia. La única cosa
que podías sentir en el momento en que te dabas cuenta de que en realidad no podías hacer
nada y que no te quedaba más remedio que ver de cara a la muerte. Debió ser lo
suficientemente doloroso como para sostener la mano de Dohan todo el tiempo y llegar
hasta el frente de la casa sin soltarlo. Y con una preocupación realmente sincera, Dohan
siguió cada uno de sus movimientos con la mirada hasta que finalmente llegaron a la
entrada. Sin embargo, Dohan solo colgó las llaves, se quitó los zapatos y volvió a agarrar su
mano para llevarlo hasta su habitación. Se veía bien por fuera, pero actuaba como si dentro
de él ya hubiera dejado de existir el alma de un hombre.

Dohan, que suspiró por un momento, le buscó ropa limpia y lo empujó hacia el baño
diciéndole que se bañara antes de irse a dormir. Y cuando después de un rato finalmente se
escuchó el sonido del agua corriendo en la ducha, Dohan suspiró y se rascó la cabeza. Sabía
que siempre sufría mucho ante la muerte de un paciente pero, hoy era considerablemente
peor que cualquier otro caso que se le viniera a la memoria. Incluso la paciente que le
asignaron murió en la madrugada y después de eso lo hizo también una pequeñita que iba
en el asiento del copiloto, por lo que no podía entender ni un poco de cómo se sintió. No
podía saber que estaba pensando.

Dohan, que había estado vigilando la puerta del baño mientras escuchaba a Hyewon
ducharse, miró sus piernas hinchadas y se dio cuenta de que no era el momento de
preocuparse por él cuando tenía cosas que hacer por su propio cuerpo. Hyewon estaba
sufriendo pero eso no significaba que pudiera quedarse sin hacer nada porque tenía que
volver al hospital cuando se pusiera el sol.

Después de ducharse en el otro baño, Dohan se tumbó en la cama y suspiró por segunda vez
en lo que iba del día. Sus piernas se sentían tan pesadas que fue como si no estuvieran
unidas a su cuerpo y, además, después de recibir todo el agua caliente encima de su cuerpo,
estaba tan cansado que sintió que podía quedarse dormido si tan solo tuviera un momento
para acomodarse decentemente sobre el colchón. Sin embargo, como era de esperar, Dohan,
volvió a abrir los ojos tan pronto como sintió que ya se le estaban cerrando. Fue porque
estaba muy preocupado por el hecho de que no hubiera ni un solo ruido en la habitación de
Hyewon.

Do-han, quien se levantó abruptamente, salió de puntitas de su cuarto y abrió con cuidado la
puerta de Hye-won. El hombre, con una toalla en la cabeza, estaba sentado en la cama con
la cara en dirección a la ventana y los ojos bien abiertos.

"¿... Qué estás haciendo, tonto?"

Dohan se acercó, agarró la toalla que estaba en su cabeza y comenzó a moverla por todo su
cabello en un intento por secar la mayor cantidad posible. Hyewon ni siquiera parpadeó.

"Hye-won..."

Robodoc estaba roto, así que Dohan detuvo sus manos e hizo una expresión que pareció
realmente muy contrariada. De hecho, debido a que el hombre era terco como una mula,
soportaba todo lo que le ocasionaba dolor en completo silencio. Era tan así, que pensó que
si fuera cualquier otra persona, habría llorado con fuerza mientras decía que ya no quería
ser un doctor. Se abría permitido ser débil y desmoronarse. De hecho, a menudo ocurría que
los especialistas tenían desviaciones importantes precisamente por este motivo.

"Oye... ¿Quieres hablar de eso?"

"..."

Hye-won permaneció en silencio, probablemente porque estaba pensando en otra cosa así
que ni siquiera fue capaz de escuchar lo que Do-han había dicho. Dohan, que estaba harto
de todo esto, gritó:

"¡Kang Hye-won, maldita sea!"

Entonces Hyewon levantó la cara y miró en dirección a su compañero. El hombre, que


había estado de pie, con los brazos cruzados y las piernas en línea recta, se acercó hacia él
cuando sus ojos se encontraron y le tomó la cara entre las manos para juntarla a la suya.
Hye-won no pareció saber que decir al respecto.

"¿Qué estás haciendo?"

"¿Cómo me dices que qué estoy haciendo cuando estoy en esta posición? Estoy... Tratando
de hacerte sentir mejor ¿No te das cuenta?"

"No entiendo..."

Hyewon se había quedado atónito por los comentarios de Dohan. Aunque el propio Kang
Hye-won había hablado de la relación entre los dos como algo que harían las "parejas
sexuales", pareció no saber que la próxima vez en la que estarían juntos, vendría tan extraña
y repentinamente en un momento en que tenían tanto dolor.

Dohan se subió a la cama de Hyewon y luego se sentó sobre sus rodillas hasta que logró
empujarlo en la cama. Y es que en opinión de Dohan, el consuelo más efectivo ahora
mismo, era tener sexo. De hecho, tenía que decir que cuando Dohan no podía soportar la
melancolía que había acumulado en el trabajo, se regodeaba con Omegas hasta que
comenzaba a sentirse infinitamente mejor. Y después de eso, las largas noches, con muchos
pensamientos estúpidos, se acortaban significativamente de tal manera que su mente se
volvía un cuadro sin nada. Además, pareció que no solo Hyewon sino Dohan necesitaban
mucho de un momento de reinicio.

Dohan extendió las manos lentamente y comenzó a quitarle el pijama de encima. Y cuando
la parte superior del cuerpo, ligeramente húmedo de su mejor amigo, quedó bien expuesto
ante sus ojos, Hyewon agarró su propio pecho y preguntó el motivo por el que ahora había
decidido tratarlo así.

"Solo déjame hacerlo..."

"Dohan… "

"Cállate... Solo... Solo cállate. Por favor..."

Dohan cubrió la boca de Hyewon con sus labios. Luego, el cuerpo de Hye-won, que había
estado bastante confundido, se endureció, y finalmente llegó el momento en que comenzó a
adaptarse a los movimientos de su compañero.

Dohan metió la lengua entre los labios de Hyewon y le tocó el pecho al mismo tiempo. Su
mano, que había estado acariciando en medio, se resbaló y entró tan abajo de su ropa que
Hyewon dejó escapar un gemido que se escuchó excepcionalmente hermoso. Pero a pesar
de que era evidente que estaba exhausto después de tanto trabajo y tantas perdidas, su
reacción fue más que evidente. Y después de que la cálida mano de Dohan frotara su pene
un montón de veces, comenzó a levantarse justo como si recordara lo que habían hecho
juntos la noche anterior.

"Ummm...."

Dohan tenía manos desesperadas...

Había logrado exhalar con fuerza durante un momento, abrió los labios y luego los volvió a
juntar como si estuviera pidiendo que no se detuviera todavía. La boca de Hyewon, húmeda
con su saliva, se presionó contra la de Dohan de tal manera, que los músculos de la línea de
su cuello se destacaron exageradamente entre cada movimiento que realizaba para hacer de
su encuentro algo un poco más profundo. Algo un poco más... Real.

Dohan giró la cabeza y envolvió su lengua alrededor de la lengua de Hyewon de nuevo.


Había un montón de sonidos húmedos y desesperados que se filtraban entre sus labios,
jadeos, pequeños gemiditos ansiosos y, cada vez que giraba la cabeza y la nariz alta de
Dohan tocaba las gafas de Hyewon, había también un pequeño montón de quejas que
sonaban como gruñidos de animal.

Por supuesto, no fueron únicamente sus labios los que se mojaron.

Cuando agarró su pene con un poco más de fuerza y lo sacudió hacia arriba y hacia abajo
sin detenerse, poco a poco comenzó a fluir un líquido espeso desde su punta hasta chocar
contra la tela de sus ropas. Estaban tan juntos y apretados que ni siquiera parecieron tener el
menor margen de maniobra mientras sus labios y esos genitales tan calientes e hinchados se
peleaban por conseguir un poco más de placer. Y cada que Do-han movía la mano, la ropa
interior de Hye-won se mojaba y revelaba por completo toda su enorme forma.

Dohan enrolló los dedos y frotó la punta del glande de Hyewon, quien estaba temblando
debajo de él como si definitivamente no pudiera soportarlo más. Sus abdominales, que
parecieron estar tallados en mármol, saltaron contra su cuerpo, se abollaron y luego
temblaron en respuesta a los movimientos de sus dedos. Dohan miró a Hyewon sin dejar de
sonreír.

"Do-han... Ah, Dohan, espera un minuto... No sé si... Deberíamos..."

La reacción de Hye-won, al sonrojarse por sus gestos, morderse el labio inferior y dejar que
la cabeza se le fuera completamente para atrás, hizo que el estado de ánimo de Do-han se
elevara hasta las alturas. Estaba terriblemente excitado por todo lo que estaba haciendo.

"No. Quédate quieto. Te hará sentir mejor."

"Ah, mierda. Mierda..."

"Ah, ah..."

Dohan ya no estaba respirando bien. Estaba demasiado interesado y concentrado en lo que


había comenzado a formarse bajo sus manos como para pensar razonablemente en cualquier
otra cosa. Quería sentir más de los temblores de Hye-won bajo sus piernas. Tenía curiosidad
por ver la expresión en su rostro cuando se llenara de placer y lo que haría cuando estuviera
a punto de eyacular. Tenía curiosidad por ver si sería lascivo como el Kang Hye-won en su
imaginación y estaba tan ansioso por volver a besarlo que fue consciente del momento en
que su corazón latió tan rápido como para dejarle la boca seca.

Hye-won, que fue empujado por la mano áspera de Do-han, no pudo hacer esto o aquello
debido a que su mano sostenía su pene como si quisiera arrancarlo desde la raíz. Y no
quería hacerlo, pero en realidad estuvo a punto de de correrse entre sus dedos en el
momento mismo en que comenzó a moverse más deprisa.

Hyewon apretó los dientes e inclinó el cuerpo un poco más para adelante. Las gafas se
deslizaron ligeramente hacia abajo para terminar por recargarse sobre el puente de su nariz
y, al mismo tiempo, los tendones se marcaron en su cuello completamente expuesto hasta
incluso hacer evidente la manera en la que estaba respirando. Dohan se humedeció los
labios con la punta de la lengua. El largo cuello, que estaba expuesto frente a él, tan blanco
e indefenso como la nuca de una presa, fue mordido tan violentamente como si de pronto se
hubiera vuelto un animal con hambre. Sin separarse, agarró el pene de Hyewon entre sus
manos y lo sacudió tan imprudente como un niño que tenía un juguete nuevo.

Hyewon aprovechó el momento para agarrar el trasero de Dohan con ambas manos.
Envolvió sus nalgas con los dedos y extendió su carne de par en par hasta dejarlo bien
abierto. Dohan levantó la cintura y tembló cuando su acompañante metió una mano que se
sintió extremadamente fría. Se le puso la piel de gallina en todo el cuerpo e incluso se
permitió quejarse un poquito aunque igual no pensaba en hacer que se separara de él. La
última vez estaba completamente borracho, pero ahora, como si fuera algo natural, Dohan
había fruncido el ceño ante el toque tan tierno de Hyewon y dejado que continuara
moviendo sus dedos para poder abrirle el culo justo como le viniera en gana. Era un lugar
en el que había entrado apenas hace unas horas así que, tan pronto como pensó en eso, en
que estaban juntos otra vez y tan rápidamente, una sensación de eyaculación repentina le
hizo levantar la cabeza en un momento. Si Dohan no le hubiera soltado el pene para poder
acomodarse, entonces estaba cien por ciento seguro de que habría vomitado un puñado de
semen en su palma.

Y aprovechando la manera en la que Dohan se había doblado encima de él, los dedos de
Hyewon se deslizaron a través de su agujero hasta llegarle un poquito más allá de la mitad
del ano.

El interior del agujero, que se había comido anoche, todavía no se recuperaba


completamente del encuentro así que podía sentir como su pared interior estaba toda llena
de bultos. Cuando dobló los dedos y empujó el interior, Dohan se aplastó contra su mano y
miró a Hyewon igual a si quisiera que se detuviera un momento para dejarlo acostumbrarse
a como se sentía esto. Sin embargo Hye-won agarró con fuerza las nalgas de Do-han, que
estaban todavía encima de sus piernas, e insertó los dedos tan profundamente que fue como
si empezaran a derretirse con rapidez gracias a la temperatura corporal de su mejor amigo.

Y entre sus paredes internas, Hyewon no tardó mucho en presionar un pequeño montículo
de carne que provocó que Dohan saltara en su lugar igual a si hubiera recibido una
descarga. Su cara estaba roja, su ceño fruncido y sus labios, ligeramente abiertos,
comenzaron a parecer tan dulces y desesperados que lo contagió.

"Ah, Kang Hye-won. ¡Ah! ¡Hyewon! Dios mío. Umm..."

Dohan no solo era débil al placer, sino que incluso era increíblemente sensible en algunas
partes.

Le pareció honestamente encantador que se enrojeciera desde la nuca hasta los hombros y
también encantador que comenzara a hablar sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.
Hyewon cerró la boca con fuerza antes de que empezara a hacer exactamente lo mismo y
metió dos dedos más hasta ocasionar que la brecha entre los dos se abriera otro poco.
Después de todo, Dohan todavía no podía acostumbrarse a la sensación de algo largo y frío
entrando hasta el fondo, empujando y tanteando su carne a un ritmo desigual. Y aunque ni
siquiera se había tocado el pene, ya estaba tan erecto que sobresalía de los pantalones de su
pijama.

Cada que los dedos de Hyewon se movían hacia adentro, se bamboleaba de un lado para
otro y dejaba que la punta de su pene se frotara contra los abdominales de Hyewon. Y como
la ropa interior presionaba sus genitales hasta un punto en que estaba haciéndolo más
doloroso que placentero, Dohan se levantó un poquito y se bajó los bóxers y los pantalones
con una sola mano. De esta manera, su verga, que se había hinchado y abultado como si
estuviese a unos pasos antes de la eyaculación, golpeó los abdominales de Hye-won hasta
que un líquido blanco y espeso, que había comenzado a fluir de la punta de su glande,
manchó la carne inferior del estómago de Hyewon completamente. Además, las gotas de
semen, que se habían formado en la punta, estaban fluyendo sobre sus abdominales en
pequeñas curvitas perfectas.

"Ah, ah, ah ¡Ay!"

Su espalda se sacudió salvajemente. Con cada movimiento, el pene endurecido se frotaba


contra el cuerpo de Hye-won y esto dificultaba que Do-han pudiera seguir aguantando otro
minuto más.

"Ah, ah, ah, voy a... Maldita sea, voy a correrme..."

"¿Ya?"

"Sí... Ah, sí. Voy a... ¿¡Qué estás haciendo, imbecil!? ¿Por qué te estás separando? ¡Deja de
perder el tiempo y apúrate, maldita sea! No tengo tiempo para que te portes bien ahora."

Aunque aparentemente estaban teniendo una breve pelea, Dohan, que estaba terriblemente
caliente, apretó los dientes, se estiró hacia atrás y agarró la punta de los genitales de
Hyewon hasta que quedaron entre sus nalgas. Hye-won tomo su trasero entre las manos y lo
separó para que su agujero quedara completamente expuesto para él. Los hombros de
Dohan temblaron ante la sensación de frío pero, tan pronto como la punta de el pene de su
mejor amigo se acomodó y comenzó a presionarle directo en la entrada, el calor comenzó a
llegar desde tantas direcciones posibles que fue imposible pasarlo por alto.

Los pliegues fuertemente entrelazados de su culo se abrieron de par en par, y un lugar que
estaba casi palpitando, se tragó la punta gruesa de su glande hasta el fondo.

Dohan cerró los ojos por un momento y soportó el ligero dolor y la sensación de un cuerpo
extraño dentro de él. Entonces Hye-won, que se dio cuenta de que estaba temblando, agarró
su mano con la suya y sostuvo sus hombros utilizando los otros dedos. La forma de su pene
se estaba sintiendo a la perfección con cada maldito movimiento así que, cuando se insertó
más allá de solo el glande y llegó a hundirse hasta la parte más gruesa del tronco, Dohan
sintió tanta pesadez que Hye-won tuvo que volver a presionarle la muñeca para intentar
darle una pequeña sensación de que él estaba cuidando de él.

"Ah, ah, ah... ¡Ummm!"


Dohan, quien finalmente se tragó la cosa de Hyewon hasta el final, se inclinó hacia atrás y
se sentó completamente sobre su cuerpo. La base del pene largo y grueso y las nalgas de
Dohan estaban en estrecho contacto así que inclinó la espalda otro poquito y exhaló con
muchísima más fuerza que al inicio. Fue lo mismo con Hyewon, quien la estaba pasando
difícil. La pared interna de Dohan lo estaba agarrando con tanta fuerza que pensó estar a
punto de derretirse y luego, la acción inconsciente de Do-han de apretar y aflojar el extremo
de su agujero aumentó la emoción de Hye-won hasta las alturas.

Como un caballo al galope, Hye-won apenas soportaba las enormes ganas que tenía de
derribar a Do-han y empujarlo como loco para abajo. Y Dohan, que había contenido la
respiración durante un buen rato, simplemente se tocó el vientre con la palma de la mano y
dijo:

"Ah, siento que estoy a punto de explotar. Ya no... Ya no puedo..."

Ante las palabras de Dohan, Hyewon comenzó a moverse hasta levantarse un poco de la
cama. Do-han, que había estado sentado, ligeramente relajado sobre él, de repente tuvo que
inclinarse justo como lo quería y de tal forma que su pene penetró aún más profundo dentro
de su cuerpo. Y cuando su centro de gravedad se vio perturbado y su espalda estaba a punto
de caer completamente hacia atrás, Dohan envolvió sus brazos alrededor del hombro de
Hyewon y Hyewon, quien definitivamente no se iba a perder del momento, enterró su rostro
en el pecho de Dohan y agarró su pelvis con ambas manos para que no se le fuera a apartar.
El delgado cuerpo del hombre encajaba perfectamente en las palmas de Hyewon así que,
mientras Do-han, que perdió el equilibrio, había decidido mantenerse erguido todo este
tiempo, Hye-won decidió que estaba bien morder ese pezón que casi había comenzado a
tocarle la mejilla.

"¡Ah!"

En un instante, Dohan gimió y sacudió su cuerpo con más fuerza que la primera vez. Sus
genitales se pusieron de pie en el aire y comenzaron a arrojar un líquido blanco que goteaba
en dirección al colchón. Por supuesto, la oleada de eyaculación trajo más fuerza al agujero
de Dohan así que irremediablemente terminó por apretarlo con mucha fuerza, casi como si
estuviera a punto de cortarlo.

"Ummm... ¡Um!"

Antes de que Dohan pudiera escapar del resplandor de la situación, Hyewon se llevó el
pequeño bultito de su pecho a la boca justo como si fuera un bebé chupando la leche de su
madre. Sus pezones, en ese amplio y perfecto pecho, entrenados justo como se esperaba de
un Alfa, eran infinitamente suaves y lujuriosos así que mientras Hyewon continuaba
mamando, esta parte solo consiguió ponerse muchísimo más dura de lo que esperó la
primera vez. Y aunque había decidido utilizar solo la lengua, luego sacó los dientes y
mordió suavemente sus pezones levantados hasta que el agujero de Dohan se contrajo y se
tensó repetidamente.

Cuando Hyewon levantó la pelvis de Dohan con ambas manos, las nalgas del hombre, que
habían sido ligeramente alzadas también, emitieron un sonido chirriante segundo antes de
hacer que se sentara de nuevo sobre su enorme verga. Fue un pequeño movimiento en
realidad, pero el peso de los músculos de Dohan había conseguido hacer que apretara el
pene de Hyewon profundamente dentro de él hasta que el semen, que vomitó sin darse
cuenta, comenzó a quedarse bien adentro sin encontrar una ruta de escape.

"Ah, ah, ah, ah..."

El cuerpo de Dohan, que había estado aguantando todo este tiempo, finalmente colapsó
entre los brazos de Hyewon. Y con las manos alrededor de sus hombros, Hyewon se enterró
tanto en su pecho que empezó a parecer como si más bien se estuviera sofocando por él.

Hyewon continuó sosteniendo su pelvis, levantándola y bajándola una y otra vez hasta que
las nalgas de Dohan se volvieron un desastre.

Estaba el sonido de la respiración áspera, el chirrido húmedo, el sonido de la carne pegada


una a la otra, las respiraciones calientes tocándose el cuerpo y el sudor corriendo por las
curvas de sus caderas. Dohan apretó los dientes porque no estaba familiarizado con la voz
que estaba saliendo de su boca pero, al final, eso tampoco duró mucho tiempo y el sonido
finalmente se filtró hasta perderse en las paredes. Hyewon continuó agarrando su pelvis y
levantando su cintura así que, cada vez que sentía la manera tan desesperada en que el
cuerpo de Dohan se estremecía sobre él, el pene, que estaba bien adentro, hacía un
chasquido poderoso y apuñalaba repetidamente hasta llegar a sus testículos. La relación
sexual entre los dos fue más apasionada y feroz de lo que pensaron que sería.

"Ah, ah, ah, ah, ah..."

"Ah, ah, ah... Um..."

El aliento de los dos, abrazándose y jadeando, era increíblemente dulce.

Hyewon apoyó las manos en la espalda de Dohan y le dio la vuelta. Dohan, quien ahora
estaba acostado en la cama, se separó del cuerpo de su acompañante por un segundo y luchó
por encontrar un lugar que se sintiera cómodo para poder quedarse justo allí. Hyewon
sostuvo las piernas de Dohan para que pudiera abrazarlas contra su pecho y luego, incluso
se permitió besar las puntas de sus pies uno por uno y de un modo un tanto detenido. Le
preocupaba muchísimo que sus piernas hinchadas fueran aplastadas cada vez que repetía
sus movimientos y que esto le pudiera ocasionar otro problema más grave en el futuro.

"Saca tu trasero para mí."

Al escuchar la voz de Hyewon, que pareció haberse quedado sin aliento, Dohan lo miró con
los ojos tan desenfocados como estaban los suyos. Sus lentes torcidos parecieron llenos de
humedad y del vapor de su cuerpo así que, lentamente, extendió la mano hacía él y le secó
el sudor con el dorso de los dedos. Luego levantó la pierna.

"Que el doctor Kang me inyecte... Es un placer. No sabía que era tan bueno en eso..."

Ante las palabras de Dohan, Hyewon se rió hasta que emitió un sonido bastante encantador
como para ser suyo. Luego le acarició las rodillas y finalmente le levantó la cadera otro
poquito.
"Ah... Date prisa. Date prisa, Hyewon..."

Ante las palabras de Dohan, Hyewon se inclinó, le abrió las piernas y le mordió el pecho
otra vez. Dohan frunció el ceño ante el agudo dolor, pero en lugar de apartarlo, abrazó la
espalda de Hyewon y le pidió que no se fuera de su lado. Y cada vez que levantaba la
espalda, los músculos blancos de la cadera de Hyewon se contraían y relajaban tan
repetidamente que llegó un punto en que Dohan quiso levantar un poco la cabeza para mirar
lo que estaba pasando entre sus cuerpos. Su semen estaba bien pegado al vientre de Hyewon
así que, cada vez que empujaba su cintura, el líquido goteaba de la punta de su pene hasta
hacer un sonido como de jabón contra el agua. Era tan bueno y tan obsceno, que estaba
haciendo que su mente se volviera irremediablemente loca. Si tuviera que elegir el sexo más
satisfactorio y cautivador que había tenido últimamente, en definitiva sería ahora.

"¡Ah! ¡Ah! Kang Hye-won... Hye..."

Cuando una repentina sensación de eyaculación recorrió completamente su cuerpo, Do-han


abrazó a Hye-won con más fuerza y gritó su nombre. Su cuerpo no podía dejar de temblar.

"Ah, Dohan. Dohan..."

Así como Dohan había sentido muchísimo placer, Hyewon estaba experimentando el doble.
El pene erecto de Dohan, que estaba aplastado debajo de él, se balanceaba cada vez que
levantaba la espalda y comenzaba a gotear algo muy parecido al agua. La pared interior de
Dohan estaba resbaladiza por el semen que Hyewon derramó sobre él y precisamente por
eso, todos los movimientos emitían un desagradable sonido chirriante cada vez que se
juntaban y se separaban de nuevo.

"Ah, ah, ah, se... Se siente bien. Se siente muy bien. Umm..."

"Ah, ah, ¿Qué se siente bien, Dohan-ah?"

"¡Ah! Ah, cuando te mueves... Cuando te mueves dentro de mi. Ah, ah, ah..."

No habían utilizado condón, pero las dos relaciones anteriores fueron iguales.

Hyewon abrazó a Dohan y sacudió su cintura como una bestia sin autocontrol. Su corazón
latía tan rápido que sintió que su cuerpo y su cerebro se estaban derritiendo e incluso se
preguntó si estaba en un mundo diferente o si tal vez era un sueño que se iría cuando abriera
los ojos. Hyewon abrazó a Dohan aún más fuerte que al inicio y lo besó en el hombro hasta
hacer un sonido chispeante con sus labios. Las marcas rojas que había dejado la noche
anterior todavía estaban esparcidas por su clavícula pero, de todos modos, Hyewon levantó
la boca sobre las marcas que hizo y chupó la carne con cada una de sus fuerzas. En
repetidas ocasiones, mordió tan fuerte como para dejar rastros que eran lo suficientemente
oscuros como para verse como moretones exagerados y pensó, que era lo que necesitaba
para ver que todo esto había sido real cuando llegara la mañana.

Dohan, jadeando bajo Hyewon, llegó a su límite.


El placer excesivo había hecho que su mente comenzara a divagar y entonces, en un
momento dado, comenzó a gemir como un completo demente. Sus muslos estaban
temblorosos y sin fuerza así que se abrieron de par en par para que Hye-won hiciera lo que
quisiera hacer con él.

"¡Ay! ¡Ummm! ¡Ah! Voy a... Voy a correrme otra vez..."

"Dohan-ah... Ah, ah, Dohan..."

"¡Ah! Hyewon... Ah."

"Dohan..."

El sonido de sus nombres y de su pelvis chocando contra su trasero reverberó en toda la


habitación. La respiración áspera y los movimientos apasionados se repetían una y otra vez,
y los dos hombres se estaban abrazando como si fueran a desmoronarse de no hacerlo así. Y
cada que Hye-won le daba una palmada en el trasero, Do-han, que era empujado hacia atrás,
quedaba bloqueado por la cabecera de la cama de tal manera que le pareció imposible
moverse o expresarse tanto como le hubiera gustado. De verdad estaba a punto de perder la
cabeza así que incluso la saliva fluyó de su boca abierta hasta hacer un pequeño caminito
por su barbilla.

El movimiento de los dos corriendo hacia el clímax, fue feroz. Cuando Hyewon golpeó las
nalgas de Dohan una vez más, el cuerpo del hombre se puso rígido y su cintura se torció
completamente para adelante. Sus muslos abiertos de par en par se convulsionaron, los
dedos de sus pies se retrajeron involuntariamente y luego se abrieron como en un bonito
abanico. El semen se derramó del pene de Dohan en un segundo y salpicó la cara de
Hyewon por completo, haciendo que un líquido blanco y espeso fluyera por las gafas que de
por si ya estaban empapadas de sudor y vapor. Y tan pronto como el glande salió de su
entrada, Hyewon también alcanzó su punto máximo y el semen comenzó a fluir por el ano
hinchado que todavía estaba completamente abierto y adolorido. El espeso semen que corrió
entre sus nalgas cayó sobre la sábana y pronto todo fue un desastre de sudor y saliva que se
vio un poco asqueroso. Sin embargo, ambos querían disfrutar el resplandor del clímax al
final del placer desbordante en lugar de mover uno solo de sus dedos para corregir tanto
desorden. Hyewon respiró hondo y se acostó sobre el cuerpo de Dohan.

"Ah, ah, ah..."

El cabello negro de Hyewon estaba desordenado sobre el pecho de Dohan, quien pareció no
dejar de temblar ni una maldita vez. Además, su aliento, que tocaba su pecho, era tan cálido
y perfecto que le hizo sentir como si su corazón comenzara a latir ahora con mucha más
fuerza que antes.

Dohan se tapó la boca con la palma de la mano porque pensó que iba a estallar en
carcajadas. ¿Era esto algo tan bueno o algo malo? Ni siquiera pudo confesarse
correctamente y sin embargo, se convirtió en la pareja sexual de su mejor amigo en un
momento en que ambos estaban vulnerables. Pero aunque esta situación era completamente
absurda, por otro lado, una sensación de satisfacción avasalladora recorrió todo su cuerpo
hasta que la risa finalmente se le escapó sin que pudiera hacer algo para detenerlo. Y
cuando el resplandor del clímax desapareció de su cuerpo cansado, se apoderó de él una
somnolencia repentina que le hizo cerrar los ojos igual a si estuviera muy satisfecho con lo
que logró.

Dohan tocó el cabello del hombre, que todavía yacía sobre su pecho, y le acarició la cabeza
un par de veces antes de detener la mano en su nuca. Era una cabeza empapada en sudor, de
un hombre que había comenzado a suspirar como si se hubiese quedado dormido a su lado. 
Chapter 22

Dohan y Hyewon se despertaron con el sonido de una alarma en la habitación de al lado.


Era el despertador del teléfono celular que había dejado en la recámara y aunque
lógicamente tenía que salir de la cama y apagarla, ninguno de los dos deseaba irse de debajo
de las cobijas para ir a ver.

Dohan, que estaba despierto, envolvió su cuerpo con la manta y luchó por quedarse
enterrado en la almohada un minutito más. Mientras tanto, Hyewon, que ya había abierto
los ojos también, fingió estar dormido al no querer perder el calor que le estaba
proporcionando su bonito cuerpo. Y es que tenía los brazos envueltos alrededor de la
cintura de Dohan, las piernas entrelazadas entre si y las cabezas completamente unidas.
Podía decirse que todos sus sentidos estaban satisfechos y sus almas bien llenas, a
excepción, por supuesto, de los ojos cansados y la fatiga que era constante para alguien que
de por si trabajaba en el sector de la salud.

Dohan se estiró por el sonido de la alarma, que volvió a molestar y a molestar y a molestar
como si le gritara que ya era suficiente. Sin embargo, cada una de sus articulaciones
crujieron como si fuera un esqueleto saliendo de un ataúd y hasta los dedos le hicieron ruido
cuando sujetaron la sábana. Irse a la cama tarde dos días seguidos, con el cuerpo
completamente molido y el ano punzando, no le estaba haciendo maravillas a su físico en
absoluto.

"¡Ah!"

El hombre, que se levantó lentamente de la cama, se quitó el cuerpo de su mejor amigo de


encima y le ofreció un par de pequeñas palmaditas en la cabeza como si lo estuviera
arrullando para que no fuera a despertar. Le dolían las nalgas, tenía el cuerpo lleno de un
montón de secreciones pegajosas y estaba terriblemente cansado por culpa del tipo que lo
había penetrado como un animal hasta muy entrada la tarde. Y aún así, las comisuras de sus
labios se habían levantado de inmediato en cuanto lo vio. Porque de solo pensar en
Hyewon, durmiendo a su lado toda la noche, con sus dedos entrelazados a los suyos y la
cabeza contra su pecho, fue difícil contener su buena energía y su maravilloso y renovado
humor.

En realidad, Dohan se sentó en la cama de nuevo y se la pasó un buen rato de su tiempo


viéndolo a la cara: Tenía unas pestañas tan largas y hermosas que proyectaban una sombra
muy marcada sobre sus mejillas y unos labios que todavía parecieron mostrar un fuerte
signo de inflamación. ¡Maldita sea!, fue realmente fabuloso tener sexo con él. Y
seguramente había sido lo mismo para Kang Hye-won porque todo lo que hizo y la manera
en la que lo sostuvo entre sus brazos, se lo estaban diciendo casi a gritos:
"Realmente me gustas mucho, Kang Hye-won".

Pensó. De lo contrario, no habría forma de que pudiera dejar que lo tocara como lo hizo o
de que se hubiese aferrado a él toda la noche como esos Omega que siempre se encontraba
en el club. Y, sobre todo, porque el rostro de Kang Hye-won, incluso aunque en realidad era
el mismo de siempre, le estaba pareciendo decenas de veces más hermoso de lo que en
realidad era. Miles de veces.

Estaba oscuro fuera de la ventana, y el reloj de la pared ya marcaba las 8:00 de la noche.
Tenía que darse prisa si quería llegar al trabajo a tiempo así que se levantó de la cama por
segunda vez y se sostuvo de inmediato de la cadera antes de que pudiera caer contra su cara.
Ayer también le había dolido muchísimo la espalda durante todo su turno en el quirófano
pero, ahora, después de un juego de horas y horas en varias posiciones diferentes,
aparentemente la columna se le había desbaratado como si fuera una galletita de jengibre.
Por no hablar de su maldito culo.

Dohan se quejó un momento y luego volvió a mirar a Hyewon. No tenía las gafas puestas,
así que pareció un tipo de ángel gentil en lugar de un hombre que en realidad era bastante
tirano e insensible en la cama.

No lo resistió por mucho tiempo.

Dohan se aproximó de nuevo, extendió los dedos en su dirección y le repasó lentamente de


la mejilla hasta un poquito más abajo de la línea de su mentón. Cuando la frente de Hyewon
se arrugó debido a su toque, Dohan se tragó una risa un tanto traviesa y dejó de molestarlo
lo suficiente como para permitirle que volviera a su antigua expresión. No importaba lo que
hubiera pasado entre los dos, mirar su rostro, durmiendo tan pacíficamente contra las
almohadas, alejó sus preocupaciones de tal manera que se descubrió a si mismo suspirando
como un niño de preparatoria enamorado.

Al final, Dohan recogió la pijama que había esparcido por el suelo, se sostuvo la cintura
otra vez y se dirigió rápidamente al baño. Pero cuando entró y cerró la puerta, Hyewon
abrió los ojos de nuevo y se llevó una mano justo al lugar donde lo había acariciado hace
unos segundos. Fue como si sus dedos todavía quemaran. Como si estuviera a su lado.
Como si no se hubiera ido para empezar.
El sonido del agua, cayendo de la regadera, se podía escuchar perfectamente a través de las
paredes y aunque era de noche, pensó que era como uno de esos momentos en que una
pareja saludaba a la mañana juntos antes de irse cada quien a trabajar. Por supuesto que la
relación entre ambos no era de pareja sino... De simples amigos que aparentemente también
se reunían para tener sexo ocasional.

Hyewon, que sintió el calor de Dohan mientras seguía tocando el lugar que había dejado en
el colchón, fingió estar dormido de nuevo al oír la puerta del baño abriéndose y cerrándose
con un golpe. Si se despertara ahora, esta calma se rompería y habría incomodidad entre los
dos y palabras que todavía no habían ensayado. Hyewon, solo quería sentir este resplandor
un poco más antes de que se lo quitaran.

Cada vez que Dohan daba un paso, emitía un gemido o una maldición ocasional mientras
buscaba su maleta para ir al trabajo.

Tuvo el sonido del llavero, temblando. El sonido del desodorante, y el sonido de la tapita
del gel contra la mesa, de modo que todas sus acciones se representaron en su cabeza como
si lo estuviera viendo de frente. Luego se oyó el ruido de la puerta principal al chocar contra
el marco y en el lugar por donde pasó, el olor de su piel quedó como un recuerdo. 
Chapter 23

Fue un día infernal para Dohan, física y mentalmente hablando.

Las cirugías importantes no dejaban de llegar y de llegar y después de dormir con Hyewon
durante dos días seguidos, todo su cuerpo estaba tan infinitamente débil que sintió que en
definitiva iba a morir en el momento mismo en que diera un paso en falso.

Dohan logró salir de la sala de operaciones solo para desplomarse en la estación de


enfermería en el momento justo en que la alarma de su reloj había comenzado a sonar. Era
hora de que saliera el sol, y lo había agendado para que no se le fuera a pasar el momento.
En realidad, existieron muchas veces en que perdía el sentido del tiempo y no sabía si el sol
salía o se ponía después de estar encerrado en la sala de quirófano durante tanto. Era solo
que, en poco tiempo, sería hora de que Hyewon se levantara para ir a trabajar y Dohan había
pensado que sería agradable reunirse con él en el vestíbulo. Por supuesto que sería un poco
incómodo hablarse pero, al mirarlo a la cara, solo por un segundo solamente, imaginó que
en definitiva los pasos que daría en el camino de regreso a casa serían muchísimo menos
pesados.

De repente, Dohan incluso pensó que sería mejor permanecer como su pareja sexual que
confesar que estaba enamorado. Por supuesto, no iba a ser algo completamente satisfactorio
para él pero, aun así, era mejor que pensar en la posibilidad de perderlo. Además, no
importaba cuántas veces reflexionara o pensara sobre esto, sintió que no podría vivir un solo
día sin ver el rostro de hierro de Kang Hye-won en el trabajo o en la calle o de camino a
casa.

Después de terminar su turno, Do-han se cambió de ropa y caminó lentamente por los
pasillos del hospital hacía la sala de operaciones. Cuando se fuera, Hye-won entraría a
trabajar, y cuando Do-han regresara, Hye-won se marcharía a casa. Pensó que
definitivamente sería difícil encontrarse cara a cara con él si no lo buscaba ahora así que,
tomando un enorme aliento, pasó por su oficina y extendió la mano. En un momento dado,
fingió estar actuando de un modo infinitamente relajado pero, de alguna manera, después de
mezclar su cuerpo tres veces con el hombre había algo dentro de él que...

Algo dentro de él que quería hacer que las cosas entre los dos realmente llegaran a resultar.

Dohan consultó el reloj de su muñeca de nuevo, se detuvo deliberadamente en medio del


pasillo y se apoyó contra la barandilla de las escaleras para descansar. Allí, vio gente
entrando al hospital desde muy temprano en la mañana. Doctores, enfermeras y también un
montón del personal de administración. A las 6:30 am, sus colegas, que habían estado de
servicio durante toda la noche, irían a pedir desayuno en la cafetería y después, se formaría
una larga fila en la sala de extracción de sangre alrededor de las 7:00. Y así, aunque de un
modo bastante apagado, pronto comenzaría otro día pesado en el hospital.

Do-han, que no tenía intención de irse a casa todavía, miró tranquilamente a toda la gente
en el pasillo y a los que iban entrando en el elevador. Su cuerpo estaba pesado, pero de
alguna manera, incluso así, se sintió tan fresco y renovado que hasta había comenzado a
reírse. Lo único que se resolvió, en todo caso, fue el deseo sexual que se había acumulado
por la impronta de su imaginación y de todos modos, no sabía por qué se sentía tan
terriblemente feliz de haber despertado junto a Hyewon en la noche. Tan emocionado...

Entonces, alguien palmeó el trasero de Dohan mientras todavía permanecía de pie


tranquilamente, medio apoyado contra la barandilla, y con la mirada un tanto perdida en sus
pensamientos. Y volteando hacia atrás, descubrió que era Choi Ki-joon, a quien no había
visto en mucho, mucho tiempo debido a que las horas de trabajo no coincidían entre los dos.

"¿Entonces qué pasó? ¿Vas a ir a mi boda este fin de semana?"

"Estoy trabajando."

"Naaaa, si te va a dar tiempo. Además, el lugar de la boda está super cerca del hospital.
Tienes que ir."

Ahora que lo pensaba bien, había olvidado por completo que recibió la invitación para su
boda desde muchísimo antes. Ya le había prometido que haría tiempo para él.

"Ven con el doctor Kang."

"¿Por qué... Crees que vamos a ir juntos?"

"¿No son amigos?"

"… Así es, pero..."

No sabía qué decir, pero había logrado ponerlo muy nervioso.

"Además, si vienes tú, Kang también lo hará sin poner ninguna excusa."

"Bien. Haré todo lo posible".

"Entonces nos vemos el fin de semana, amigo".

Choi Ki-joon, quien golpeó el trasero de Do-han con la palma de la mano justo como lo
hizo cuando apareció, se fue en dirección al elevador que estaba cruzando el pasillo. La
verdad era que aunque ese era un saludo especial de los dos, esta vez había logrado hacerle
sentir un dolor increíblemente punzante en el culo. Aunque obviamente no podía quejarse
porque no había manera de que le dijera el motivo por el que estaba así para empezar.

"Un matrimonio ¿Eh?"

Dohan murmuró esto para si mismo mientras miraba a Choi Ki-joon alejarse. En realidad,
aunque todavía tenía los mismos pensamientos de antes de descubrir que le gustaba
Hyewon, después de darse cuenta de que estaba locamente enamorado de él, su cabeza
pareció estar un poco... Complicada. Matrimonio, novio, familia, antes pensó que eran cosas
que estaban demasiado lejos de su alcance. Sin embargo, como hijo pródigo de una familia
adinerada, siempre imaginó que llegaría un día en que estaría bajo presión para encontrar
una mujer adecuada con quien pudiera casarse. E incluso pasaría lo mismo con Hye-won
eventualmente. Pero más que temer por su vida y el fin de su libertad, la idea de Hye-won,
casándose con otra persona, siempre había logrado ocasionarle un horrible dolor en el
estómago que hasta le daba náuseas. Esto era más vertiginoso que cuando veía a la
anestesióloga pegada a él.

Kang Hye-won podía ser un hombre que no estaba precisamente interesado en las
relaciones amorosas para empezar pero, aún así, su rostro era hermoso y su cuerpo siempre
estuvo bastante bien entrenado. Era inteligente, tenía una buena familia y tenía un camino
prometedor como médico cirujano. Pareció estar completamente desinteresado en el sexo
hasta el punto en que dudaba seriamente que hubiera un problema con la función de su pene
pero, ya lo había probado tres veces en estos últimos días y había confirmado que estaba
funcionando increíblemente bien para ser verdad. Excelente en realidad. Y la idea de que
algún día podría estar al lado de una mujer, como ahora estaba pasando con Choi Ki-joon,
le hizo sentir un tanto miserable.
Estaba claro que era un pensamiento irreflexivo, una preocupación innecesariamente
prematura. Lo sabía en su cabeza pero... La verdad era que el repentino sentimiento de
miedo y los pensamientos desagradables, no parecieron querer desaparecer tan fácilmente
de su mente ni siquiera después de intentar.

Demonios. En momentos como este, de verdad necesitaba ver el rostro de Kang Hye-won.
Después de hacerlo, como si nunca en su vida hubiera tenido pensamientos tan inútiles, se
sentiría más relajado y comenzaría a tener una gran sonrisa en la cara.

Dohan consultó su reloj, suspiró, y caminó nuevamente hacia la sala de cirugía general. Sin
embargo, no pudo entrar a la habitación tan fácil como lo creyó así que terminó por
deambular por el pasillo un montón de veces como si estuviera perdido. Vino hasta aquí
pensando que sería maravilloso ver su rostro para recargarse de energía pero, cuando trató
de entrar, pensamientos fatalistas inundaron su mente por tercera vez en lo que iba del día.
La principal preocupación era su propia boca. Es decir, le asustaba que pudiera volver a
decir tonterías sin razón solo por la vergüenza de su último encuentro, y le preocupaba
recordar la forma en la que se veía durante el sexo lo suficiente como para quedarse en
blanco.

Y mientras Dohan seguía dando un montón de vueltas por el pasillo, vio a uno de los
internos, Marton, caminando en su dirección con una cara cansada y el cabello tan
desordenado como para hacerle sentir que una rata había creado su nido allí. Incluso aunque
el día acababa de comenzar.

Y cuando vio a Do-han, lo saludó como si lo conociera desde hace muchísimo tiempo
aunque en realidad eran un par de extraños.

"¿El doctor Kang está aquí?"


Dohan negó con la cabeza ante su pregunta, aunque en realidad ni siquiera lo sabía. No se
había acercado porque todavía no tenía el coraje de llamar a la puerta. Pero mientras Marton
seguía rascándose la cabeza y golpeando la madera de la entrada de la oficina como si no
supiera donde estaba la manija, la voz de Hyewon se filtró por cada una de las ventanas
hasta que ocasionó que se pusiera a temblar. El pasante abrió la puerta de la oficina de
tiempo completo y saludó a la persona que estaba adentro. Dijo los nombres de varios
pacientes y habló sobre uno en particular que estaba muy grave. Y mientras le informaba de
esto y de lo otro, Dohan dio un paso hacia un lado solo para poder ver la cara de Hyewon.
Asomó la cabeza por encima del hombro del interno y miró dentro de la habitación hasta
que unos ojos negros, con pestañas largas y párpados dobles, se colocaron con gracia en
Dohan y lo miraron atentamente.

Dohan, que miró a Hyewon a los ojos, sonrió torpemente, levantó la mano y la agitó por
encima de la cabeza del interno. Hyewon todavía estaba asintiendo ante el informe del
hombre, pero su mirada igual estaba fija en Dohan más que en alguna otra cosa en el
mundo.

Dohan, que era juguetón de por sí, movió las manos detrás de Malton. Hizo cuernitos con
los dedos en la cabeza del interno, luego estiró los brazos y simuló acariciar su cabello, que
era muy chino, antes de "darle una mordida" como si se lo fuera a comer. Cuando Hyewon
miró por encima del hombro del interno, sin mover demasiado su expresión, entonces
Dohan comenzó a hacer una mueca graciosa. Algo infantil que incluso los estudiantes de
primaria no harían, como abrir los ojos deliberadamente y sacar la lengua. Al final, Hye-
won, que no sabía que hacer con él, se echó a reír tan fuerte que por un momento, Malton,
que estaba de pie frente a Dohan, se sobresaltó y se quedó en blanco. Y ante la hermosa
sonrisa de Hyewon, Dohan se cruzó de brazos con una expresión triunfante y sonrió
también, de la forma que lo haría un general que ganó la guerra. Sin embargo, solo el
pasante, que malinterpretó la risa de Hyewon, se quedó quieto sin levantar la cabeza incluso
después de que terminó de dar el aviso. El doctor devolvió a la víctima, que no sabía nada, a
la sala de operaciones con una sola palabra contundente así que tembló igual a si hubiera
visto algo que no debería. Luego se inclinó y desapareció rápidamente por la puerta
principal.

Todavía parecía que había visto un fantasma.

"No hagas eso. Los espantas".

Fingiendo escuchar atentamente a Hye-won, Do-han se metió las manos en los bolsillos y
caminó hasta ponerse a su lado. Después de todo, este era el famoso lugar donde Hyewon,
el mejor cirujano del mundo, se quedaba a perder el tiempo por las tardes. Había dos
escritorios más además del de Hyewon, pero en lugar de estar vacíos, los libros y
documentos estaban apilados aquí y por allá hasta parecer un desastre. Por otro lado, en la
esquina más alejada, había una cama plegable barata donde se podía dormir la siesta así que
pareció que sería más apropiado llamarlo "sala de almacén" en lugar de la "sala de
doctores".

Hyewon miró alrededor de la habitación, empujó la pila de materiales en su escritorio a un


lado y se sentó en su silla con rueditas. Dohan se acomodó encima, con las piernas cruzadas
y los dedos de los pies en movimiento mientras miraba a Hyewon una vez más. Cuando se
encontraron cara a cara hace un momento, su corazón se relajó lo suficiente como para
jugar bromas como un niño inocente que solo quería pasar un buen momento con su amigo.
Ahora, Hyewon tenía la mirada en el monitor y las manos moviéndose a toda prisa por el
teclado de tal manera, que el sonido de sus dedos largos y blancos era lo único que llenaba
el silencio.

Y como Hyewon ni siquiera lo miró, Dohan se estiró y observó el monitor como un niño
que quería llamar su atención. Cuando el rostro de Dohan apareció de repente frente al
suyo, Hyewon se echó hacia atrás por puro reflejo.

"¿Qué haces?"

"Una tesis".

Dohan fue el primero en decir que quería cuidar de sus acciones cuando estuviera a su lado
y aun así, estaba tan cerca de Hyewon que hasta daba un poco de miedo. Y cuando dirigió
su atención al monitor lleno de escritura que definitivamente no podía entender, de repente
notó que algo frío le estaba tocando un punto preciso del cuello hasta bajar por su clavícula.
Sorprendido por la sensación, se dio la vuelta y descubrió que en realidad, era el dedo de
Hyewon.

"¿Qué...?"

"Se te ve un chupetón."

Ante las palabras de Hyewon, Dohan instantáneamente se sonrojó y tiró del cuello de su
camisa para adelante. Sin embargo, el botón de su ropa, que sostenía en su mano, cayó
sobre el escritorio y giró hasta parecer un trompo fuera de control.

Ambos tenían la cara roja debido a esto.

Estaban tan cerca que costaba respirar y el aliento caliente del otro circulaba entre ambos
hasta parecer como si se robaran el oxígeno.

Dohan, que estaba rojo desde las orejas hasta la nuca, tosió, se echó el cuello de la camisa
hacia atrás y miró para abajo. Hyewon presionó el botón, que aún giraba en el escritorio,
con su dedo índice, y lo detuvo lo suficiente para que ya no hiciera ruido. Pero esta extraña
corriente de aire todavía dificultaba la respiración. Dohan se aclaró la garganta haciendo un
sonido de "hmm hmmm" y luego dijo, intentando ocultar su voz temblorosa:

"Deberías... Hacer esto en un lugar que no se note".

"… Perdón."

Ante las palabras de Dohan, un extraño color rosa apareció en su pálido rostro hasta que no
tuvo más remedio que frotarse la nuca.

"Oye, yo... Choi Ki-joon me dijo de su boda así que..."


"Iré si tú vas".

"Si estás ocupado, no tienes que ir. Puedo ir solo."

"No. Iré".

Había sido tan cómodo y cálido hace un momento pero, en un instante, el aire en la
habitación se volvió lo suficientemente bochornoso e incómodo como para que se quedara
quieto.

"Entonces, ah... Yo creo que... Me voy a casa ¿Bueno? Trabaja con moderación".

Al escuchar las palabras de Do-han, Hye-won sonrió en medio de la incomodidad y dijo que
"Sí." Aunque Hye-won era una persona que no era "moderada" en nada de lo que hacía. Ya
fuera trabajo, estudio o incluso con Dohan. Era algo así como su comportamiento natural.

Dohan salió de la oficina de su amigo y, justo detrás de él, incluso aunque no había mirado
en su dirección, Hye-won agitó suavemente la mano antes de bajarla en completo silencio.

Y de pie, con la espalda apoyada en el pasillo fuera de la oficina, Dohan se agarró el pecho
que estaba a punto de explotar, y respiró de un modo realmente hondo y agitado. Luego,
ocultando su rostro enrojecido, corrió de regreso a casa y se preparó para darse una ducha
bien fría y terriblemente larga. Su cara caliente y su corazón palpitante no podían calmarse.
Corrió las cortinas opacas y se acostó en la cama a oscuras para intentar descansar del
trabajo pero, igual resultó que no podía dormir en absoluto. Estaba frustrado porque siempre
se convertía en un idiota cuando se paraba frente a Hyewon, así que pataleó en el aire por
un rato y se golpeó la cabeza contra la pared un montón de veces. E incluso mirando la luz
del sol, que entraba por los pequeños agujeritos que no había cubierto, le vino a la mente el
rostro de Kang Hye-won y la manera en la que le sonrió esa mañana. ¡Hasta la lámpara
redonda del techo le recordó su cara y definitivamente ni siquiera sabía que aparecería en
sus sueños también! Esto era entonces, un signo de enamoramiento muy serio.

Dohan, que había estado dando vueltas y vueltas, se durmió profundamente tres horas
después. 
Chapter 24

Sonó una notificación en su teléfono celular.

Cerró los ojos y los abrió, sin saber si seguía cansado o si tenía más energía que antes o si
simplemente había llegado un momento en el que de verdad se había quedado bien
dormido. Después de todo, su cuerpo todavía estaba gritando de dolor y sus ojos no se
podían abrir fácilmente.

Dohan, que no quería ni levantarse de la cama, se estiró por un momento y se quejó con la
cara completamente hundida sobre su mantita. Pero mientras la alarma del celular seguía
sonando casi en su oído, la puerta se abrió y entró Hyewon, con la misma expresión facial
que le había visto poner en el hospital hace unas horas.
Después de apagar la notificación, Hye-won, medio sentado en la cama, levantó la manta
hasta descubrirle un poquito debajo de la cadera y luego susurró:

"Dohan, despierta..."

En realidad se le había quitado el sueño desde el momento mismo en que Hyewon había
entrado en la habitación, pero Dohan igual retorció su cuerpo como un gato que quería
echarse bajo el sol otro minuto, cerró los ojos, y no se levantó de la cama ni siquiera aunque
estaba pareciendo tan insistente. Y ya que había optado por estirarse, torció la espalda,
movió los brazos y reveló completamente la parte superior de un cuerpo que tenía un
montón de marcas sexuales encima. Había mordidas, chupetones, y un par de moretones de
color púrpura intenso. Además, los pantalones de su pijama se enrollaron tanto debido a
todos sus movimientos tan desordenados que la mitad de la piel de sus piernas y de sus pies
había comenzado a sobresalir sobre las sábanas.

La hinchazón no desapareció durante varios días, así que notó que sus tobillos seguían lo
suficientemente maltratados como para pasarlos por alto.

"Ummm..."

Los dedos de sus pies se curvaron cuando sus manos frías comenzaron a tocarle los talones.

"La hinchazón no está desapareciendo..."

Hyewon frotó ligeramente los pies de Dohan y utilizó los dedos para meterse entre los
suyos. Dohan entonces consiguió abrir los ojos ante la sensación tan fresca y ligeramente
cosquilleante que le estaba haciendo sentir.

"Estás fuera del trabajo muy temprano, doctor..."

"Volveré. Es que tenía algo importante que hacer primero."

La mano de Hyewon, frotando sus pies, pareció moverse con un tipo de ternura que no le
había visto tener antes.

"Es bueno que te tomes un descanso de vez en cuando. No me gusta que hagas tantas horas
extras..."

"Ojalá fuera tan sencillo..."

Básicamente, todos en el hospital vivían de una manera bastante complicada. No había


mucho personal ni horas disponibles o tantas ganas, pero si demasiadas emergencias y
muchísimos pacientes.

"Ojalá."

Había dormido prácticamente durante todo el día así que no era de extrañar que su cabello
rojizo estuviera esparcido por todos lados de su cara.
"Cenemos ¿De acuerdo? Cenemos y luego me voy al trabajo otra vez."

Cuando Do-han se levantó y terminó por sentarse en la cama, Hye-won presionó


suavemente la punta de su desordenado cabello con los dedos hasta que consiguió hacer que
se quedara quieto detrás de sus orejas. Y ante el movimiento de Hye-won con sus manos,
algo que debió haber hecho sin pensar, Do-han volvió su cabeza hacia abajo y se sonrojó
tan fuerte, que comenzó a parecer más bien una manzana en lugar de un humano. Pero al
verlo con la boca cerrada y la cabeza inclinada en dirección a las mantas, Hye-won se
levantó y le dio un par de toquecitos en el hombro con las yemas de los dedos como para
seguir haciéndole burla por su reacción. Era lindo y divertido, como un niñito, así que
inconscientemente le dieron ganas de meterse con él.

Cuando Hyewon salió de la habitación, Dohan, que estaba sentado todavía en la cama,
levantó la mirada y se atrevió a ver fijamente en dirección a la puerta. Si tenía que ir al
hospital otra vez ¿Por qué había venido a la casa para empezar? Y es que, ahora que lo
pensaba bien, ciertamente no podía entenderlo. No necesitaba ropa limpia porque tanto él
como Dohan tendían a mantener una muda de pantalón, camiseta y bóxers en caso de horas
extras. Las tres comidas al día se proporcionaban en el hospital y también había servicio de
agua caliente a cada hora por lo que no había necesidad alguna de volver tan temprano. Era
más eficiente tomar una siesta de 5 minutos en la oficina de tiempo completo que caminar
20 para dormir 2 y volver a irse.

Dohan frunció el ceño ante la situación que no estaba entendiendo bien.

Después de una ducha rápida, Dohan salió de la habitación con el pelo mojado y una
camiseta húmeda que de todos modos tenía que cambiarse para ir a trabajar. Luego, vio
finalmente la forma en la que había arreglado el comedor:

"... ¿Qué es eso?"

"Lo compré de camino a casa".

Sobre la mesa que estaba en el medio, había tanta comida deliciosa que definitivamente no
pensó que siguiera estando dentro de su casa. Es decir, fue agradable ver el comedor con
comida bien preparada después de tener cenas de hospital que se servían en platos
desechables.

"¿Dónde?"

"En el supermercado que está a una calle del departamento."

"¿Por qué? Es que... Estás muy ocupado. Solo tenías que ir al comedor del hospital y ya
¿Sabes?"

"Me dijiste que ya no te gustaba ir allí."

Pensó que ciertamente había dicho algo como eso cuando cenaron juntos en el hospital la
semana pasada. Dijo que quería comer comida casera al menos una vez en su vida porque
sentía que las guarniciones de la cafetería no estaban precisamente tan ricas que digamos.
Pero fue solo una palabra que arrojó casualmente así que no pensó que fuera a tomarle
mucha importancia. Especialmente porque, para ser honesto, a Dohan ni siquiera le gustaba
tanto la comida casera como para ponerse a pelear por tener un poco de ella. Simplemente
era que se estaba cansando de la rutina diaria de comer en el hospital para después dormir
todo el día en casa.

Dohan se encogió de hombros y se humedeció los labios antes de sentarse a la mesa. Y


después de esperar que comenzara a comer primero, Hyewon tomó la cuchara y empezó a
servirse un poco de cada platillo sin decir una sola palabra al respecto.
Bueno, definitivamente era muy diferente de la comida del hospital que le servían todos los
días. Además, ya fuera por el sabor o por el pensamiento de que Hyewon Kang recordó y se
ocupó de sus palabras para hacerlo feliz, sus hombros se levantaron como si estuviera
probando la cosa más rica del universo entero.

Dohan miró a Hyewon mientras comía y luego, se rió a carcajadas como si realmente no
pudieran evitarlo.

"Viniste hasta aquí solo para comer conmigo".

"No..."

"¡Claro que sí! ¿Por qué no puedes admitir que es justo lo que hiciste?"

Dohan, que no pudo ocultar su sonrisa, le había hecho una pregunta a Hyewon a modo de
broma. No había forma de que la respuesta volviera en su dirección para empezar pero,
entonces Hyewon hizo una pausa por un momento y luego dio una frase bastante firme:

"Estaba extrañandote bastante."

"¡...!"

Cuando la atmósfera de repente se volvió tensa, Dohan se tragó todo lo que tenía en la boca
y tembló. 
Chapter 25

Dohan suspiró cuando el traje, que había estado colgado en el armario durante más de tres
meses, fue sacado para poder ponérselo encima.

La verdad era que se veía muy elegante y guapo. Su característico cabello castaño estaba
cuidadosamente arreglado para atrás con gel, y su piel morena resaltaba demasiado gracias
a que vestía ese traje gris oscuro, de tela escocesa, y una hermosa corbata de seda sin
estampados. Su rostro, que originalmente era hermoso, estaba resaltando más a últimas
fechas porque estaba tan feliz, que hasta era como si tuviera un montón de brillantina
encima. Y eso definitivamente daba puntos.

Después de terminar con esto, Do-han, quien se miró en el espejo con una expresión
bastante solemne, volvió al vestidor y comenzó a sacar ahora la ropa que utilizaría Hye-won
para la fiesta. Fue porque estaba claro que si Dohan no se ocupaba de ello, probablemente
usaría ese traje descuidado y espantoso que había utilizado la vez pasada en el funeral del
jefe de oncología.

Hoy era el día de la boda de Na-young Kim, y de su colega y amigo, Ki-joon. No podía
ignorarlo porque durante la última semana, lo había estado persiguiendo por aquí y por allá
para decirle que "definitivamente tenía que asistir sin importar nada".

Dohan, después de tomar el traje azul marino de tres piezas de Hyewon, una vez más pasó
un tiempo considerable frente al espejo para arreglar hasta los más pequeños detalles que no
podía ver a simple vista. Por supuesto, deseada verse así por Kang Hye-won más que por
sus amigos y compañeros de clase que seguramente vendrían a la boda. Después de todo,
Choi Ki-joon era un compañero de trabajo muy cercano y Kim Na-young era su compañera
de la universidad. En otras palabras, su boda sería en realidad un lugar para que todos los
del hospital pudieran darse un respiro y al mismo tiempo, también sería un tipo de
reencuentro para recordar los días de su juventud.

Dohan, a quien siempre le había importado muchísimo las opiniones de los demás, por
supuesto que no iba a llegar viéndose menos que asombroso. Pero ahora, quería mostrarle a
Hyewon que se estaba arreglando solamente para él. Era una especie de forma de llamar su
atención y en otras palabras, de verse bien frente a la persona que le gustaba.

Después de cerrar el botón de su traje y ponerse una chaqueta ajustada, se peinó una vez
más, se puso perfume y llegó hasta el lugar del encuentro:

"¡Do-han oppa! Ha sido un largo tiempo."

"Im Do-han, ¡Estás aquí!"

"Dohan-ah, es difícil ver tu cara últimamente".

"Hola, Im Do-han".

Siempre era ruidoso alrededor de Dohan, quien había llegado temprano al lugar de la boda.
Eran todas las personas con las que se llevaba bien cuando estaba en la universidad y
también todos con los que hablaba cuando comenzó a trabajar en el hospital del centro.
Había llegado a la ceremonia hombro con hombro con Hye-won, pero de repente, debido a
la multitud, Do-han se alejó de él de tan manera que no pudieron ni decirse nada.

A espaldas del grupito de amigos, Hyewon había dado un paso para atrás para mirar un
poco mejor al centelleante y perfecto Dohan, rodeado y amado por cada persona en la fiesta.
El Dohan que se reflejaba en los ojos de Hyewon siempre brillaba como un hermoso fuego
pero, hoy, era tan fuerte que también había atraído a los demás.

"¡Amigo mío! Ha pasado mucho tiempo. Te has vuelto guapo."

"Jajaja. Gracias. Tú sigues siendo tan hermosa como siempre."

"No pensamos que fueras a venir. Es muy difícil agendar una cita contigo."
"Deberías volver al hospital principal con nosotros."

"Deberíamos agarrarlo de los pies y llevarlo a rastras al muy maldito."

Sin dudarlo, lo tocaban, palmeaban su espalda, se reían y no dejaban de hablarle de cada


pequeña cosita que se les venía a la cabeza. Dohan, mientras tanto, sonreía, colocaba los
brazos sobre sus hombros, aplaudía cuando algo le parecía muy gracioso y por supuesto,
hablaba con cada persona que le dirigía la palabra. Estaba a solo un paso de distancia de él,
pero Hye-won sintió que estaban a diez millas.
Hace un rato, antes de poner un pie en este salón de bodas, estaban hombro con hombro así
que pensó que incluso podía tomarle de la mano con tan solo dar un pequeño paso en su
dirección. Podía... Acercarse para besarlo frente a todos y arrastrarlo a la cama. Entonces no
quedaría nada de esa ropa que le hacía sentir celoso y no habría nadie más que ellos dos.

Pero a medida que el rostro de Hyewon se volvía más frío y oscuro, Dohan de repente
sonrió y miró hacia atrás para buscarlo. Hizo contacto visual con él y lo agarró del brazo
antes de que se le fuera a escapar de nuevo:

"Ven conmigo".

La distancia que pareció demasiada lejana, volvió a convertirse en 0.

Hye-won, quien había sido agarrado por la mano de Do-han, fue atraído hacia él sin poder
hacer nada para evitarlo así que, como era lógico, terminó por sentarse a su lado en el
rincón más alejado del salón de bodas. Aparentemente estaba tratando de evitar a la gente,
pero ellos siempre acudían a su encuentro para hablarle, saludarlo o tomarse una foto con él.
Fue porque siempre se trató de una persona increíblemente amiguera. Y ya que en el poco
tiempo que se sentó a tomar agua pasaron cuatro o cinco personas a su mesa y todas ellas lo
tocaron de alguna manera, entonces Hyewon extendió la mano con cuidado y colocó su
brazo sobre el hombro de Dohan como en un gesto para poder protegerlo del frío. Y cuando
los dedos de Hyewon lo tocaron de repente, Dohan, que había estado riendo y charlando
con la gente, finalmente lo miró y preguntó:

"¿... Qué haces?"

"No estoy haciendo nada."

"Tranquilo. Solo vamos a esperar un rato, que tomen la foto y nos vamos a tomar un café o
algo así ¿Bueno? Solo tú y yo."

"Sí..."

La mano de Hyewon, que estaba sobre el hombro de Dohan, se deslizó naturalmente por la
parte posterior de su espalda hasta detenerse en su cintura. Y temblando y sintiendo la piel
de gallina ante el acto aparentemente insignificante de ese hombre, frunció el ceño otra vez
y miró a Hye-won directo a la cara. A él no le gustaban los lugares llenos de gente y
tampoco era fanático de pasar el rato hablando con alguien más. Supuso que gracias a eso
no se veía tan bien como esperaba que lo hiciera.
"Aunque igual está muy guapo. Me dan ganas de dejarlo aquí más tiempo para poder
sacarle muchas fotos." Pensó.

Dohan, quien también estaba un poco cansado después de su turno en el hospital, miró a
Hyewon, casi vuelto bolita por estar en un lugar que no le sentaba bien, y se echó a reír ante
el pensamiento que le cruzó por la mente. Estaba preocupado por él pero, al verlo bien
vestido, tan lindo y tan inalcanzable, le hizo querer presumirlo otro poquito más antes de
volver a encerrarlo en su casa. Era difícil que un traje azul marino oscuro le quedara tan
perfecto a alguien como lo hacía con él.

Dohan en realidad se había quedado viendo a Hyewon con la barbilla sobre la mano que
había acomodado en la mesa. Su cara casi estaba siendo atravesada por sus ojos pero, en
realidad nadie pensó que era extraño. Para ser completamente sinceros, los dos siempre
habían sido así el uno con el otro. Ellos eran los únicos que no se habían dado cuenta.
E incluso si lo pensaba y lo pensaba y luego lo volvía a pensar, llegaba a la conclusión de
que era un rostro del que no podía evitar haberse enamorado. Y es que contrario a su
personalidad tan contundente, tenía una carita que parecía haber sido cuidadosamente
dibujada con un pincel muy fino y coloreada con acuarelas de la mejor calidad. Por
supuesto, tal delicadeza estaba bien escondida debajo de una personalidad agresiva. Y como
un río que fluía bajo el espeso hielo congelado en pleno invierno, esta parte no se revelaba
fácilmente con nadie más que con él.

Pero mientras Dohan miraba con calma la cara de Hyewon, la persona en cuestión pareció
ponerse increíblemente inquieta por esto. Fue porque no podía entender por qué Dohan lo
estaba observando así ni por qué al parecer se había olvidado hasta de pestañear. Y sin darse
cuenta de los pensamientos insidiosos de Do-han sobre lo mucho que amaba su rostro, Hye-
won comenzó a sentirse aterrorizado de que estuviera incómodo por el hecho de que le
hubiera tocado el hombro.

"¿Por qué?"

"¿Por qué?"

"¿Por qué me ves así?"

"... Ah, pues es que... ¿Tiene algo de malo verte? ¿Te desgastas si te veo o algo así?"

"No, para nada."

Ante la pregunta de Hye-won, Do-han recobró el sentido de repente, apretó su barbilla y


finalmente se apresuró a enderezar su postura como si intentara actuar de la manera más
casual del mundo. Luego Dohan respondió:

"Es que tus lentes están sucios. Estaba pensando en como decírtelo."

Cuando Dohan extendió su mano frente a Hyewon, le quitó las gafas y las colocó en la
palma de su mano mientras buscaba un trapito que pudiera utilizar para quitarle sus huellas
del cristal. Si era algo super común que Hyewon frotara los pies de Dohan en la cama,
también era común que Dohan se preocupara por las gafas de Kang Hyewon. El pulcro
Hye-won siempre estaba descuidando esta parte.

"Quiero decir, necesitas cuidar bien tus ojos."

"Gracias."

"Ya no toques los lentes con las manos".

"No es mi intención tocarlos".

"Lo sé, sé que es un hábito horrible. Pero ¡Mira nada más eso! ¿Qué ves si tiene un montón
de mugre?"

Do-han, que estaba avergonzado, regañaba a Hyewon una y otra vez mientras le limpiaba
las gafas. Pero aún así, en realidad se sentía bien. Fue como si finalmente hubieran
conseguido atrapar su pequeño momento ordinario y trivial incluso en medio de tanta gente
y ruido.

Por lo general, existieron momentos en los que le resultaba difícil ser una persona
agradable, siempre maravillosa y brillante como si no pudiera enojarse con nadie o estar de
mal humor. Y era especialmente malo cuando había personas en la oficina principal que
conocían muy bien la situación familiar en la que estaba envuelto. Entonces Dohan, que
había estado inconscientemente nervioso durante todo este tiempo, sintió que su mente se
calmaba ante la leve pelea que tuvo con Hye-won por algo tan tonto como sus horribles
lentes. Incluso se rió.

"Ven aquí..."

Dohan le puso suavemente los lentes limpios, haciendo que las patitas se deslizaran sobre
sus orejas blancas y bajo su cabello perfectamente bien peinado. Pero el tacto suave del
pabellón de sus orejas, tocando la punta de sus dedos, fue tan suave y tan extrañamente
íntimo que la cara de Dohan se sonrojó en un instante.

"Oye..."

"¡Ah!"

Do-han, cuyo corazón estaba latiendo de nuevo, golpeó la frente de Hye-won con la palma
de la mano porque no sabía que más hacer para cortar la atmósfera. Y lo peor es que, sin
poner ningún tipo de resistencia, Hyewon dejó que Dohan lo hiciera tan fuerte como
quisiera y las veces que le vinieran en gana. Fue como una broma infantil, igual a lo que
haría un niño virgen antes de un beso.

"Ay perdón. Si me pasé."

"No, está bien. Está bien."

Cuando Hyewon agarró la mano que frotaba suavemente su frente, entonces se convirtió en
un breve juego en el que se daban de manazos el uno al otro. Fue tan tonto que Do-han
sonrió hasta mostrarle esa expresión de dientes blancos perfectos y de ojos que se curvaban
hasta volverse más chiquitos. Hye-won también sonrió.

"¡Do-han oppa!"

Una mujer saludó calurosamente a Dohan desde la entrada, se acercó casi corriendo y lo
llamó en una voz que podía escucharse perfectamente desde cualquier lado.

"Ah, hola."

Do-han agitó suavemente la mano y Hye-won, que estaba a su lado, bajó un poco la cabeza.

"Mírate nada más. Que guapo ¿Todavía soltero o ya tienes a alguien por allí?"

"Creo que ya es un estado permanente."

La recordaba perfecto porque era una estudiante de tercer año en la clase de al lado. Rose,
que estaba particularmente interesada en las aventuras amorosas de otras personas, incluso
cuando estaba en la escuela, pareció estar todavía muy interesada en la vida de los demás
como para pasarla por alto.

"Que desperdicio."

Y entonces, comenzaron a acercarse más personas otra vez.

Se habían sentado en la esquina para evitar el ruido pero, una vez más, la gente se reunió
junto a Dohan como si ya se hubiera vuelto costumbre. El hombre no podía evitar ser
brillante, por mucho que hubiera comenzado a cansarle tanta atención exagerada.

"Oppa, ¿Puedo presentarte a un Omega alguna vez? Es realmente perfecto para ti".

"Jangmi Lee, no inventes ¿Por qué quieres presentarle a alguien cuando seguramente tiene
mil personas en lista de espera?"

"¿Pues porque es guapo?"

"Quizá algunos no lo saben pero, Im Do-han era increíblemente famoso en otros


departamentos de la universidad además del nuestro. Todos los omegas se lo querían
comer."

"Todos sabían perfecto quien era. Hasta los profesores."

Dohan sonrió ante las palabras de sus compañeros y puso la misma expresión de siempre.

"Anda hombre, deberías decir que sí. Es un compañero de trabajo. Es muy bonito, alto,
super amigable. Yo creo que quedarían perfectos."

Su cabeza estaba latiendo con fuerza, pero Dohan no perdió la sonrisa ante la persona tan
entrometida que intentó hacer que se metiera con un Omega desconocido. De hecho, era
Hyewon quien pareció estar increíblemente enojado por esto. Su rostro, que de por si ya era
muy frío, se endureció tanto que su mentón, moderadamente delineado, se volvió tan firme
como para parecer que estaba apretando las muelas.

"Jajaja, de todos modos... Voy a tener que decirte que no."

"¿Cómo qué no?"

"Ya no soy de estar conociendo a personas nuevas. Y la verdad es que no planeo salir con
nadie en mucho, mucho tiempo. Así como estoy y con las personas con las que estoy, me
siento bien".

Ante las palabras de Dohan, Hyewon miró la parte posterior de su cabeza como si no
supiera para donde dirigir la mirada en realidad. Que Hye-won no fuera incluido en esa
oración de "no voy a conocer a nadie nuevo", lo entusiasmó lo suficiente como para hacer
que comenzara a suspirar.

"En serio está muy bien. La verdad es que hasta me sorprende que no quieras"

Los dos, que no tenían muchas palabras que decir en esa situación, expresaron su pesar
mordiéndose la boca. Y en ese momento, antes de que pudieran decir cualquier otra palabra
para defenderse, las luces del salón se atenuaron y la música de fondo se hizo
considerablemente más fuerte.

Gracias a que había comenzado la ceremonia, las personas que habían hecho que Dohan se
pusiera nervioso regresaron a sus asientos uno por uno para poder ver y tomar fotos de los
novios. Kim Na-young, que siempre se veía cansada y de mal humor, brilló hermosamente
en el papel de la novia. Y el hombre que corría por el hospital de un lado a otro con cara de
muerto, ahora tenía una sonrisa de oreja a oreja que hasta contagiaba a los demás. El sabor
de la felicidad pareció provenir completamente de cada parte del cuerpo de quienes se
amaban y habían decidido hacerse compañeros de vida para siempre. Había un brillo
poderoso a su alrededor incluso.

Dohan, que estaba aplaudiendo a Nayoung y Ki-joon, vio a Hyewon haciendo exactamente
lo mismo desde el asiento a su lado. ¿Cuánto tiempo permanecería Hye-won junto a él? Ya
fuera como amigo o como compañero para tener sexo. Y a pesar de que le gustaba tanto,
¿Por qué ni siquiera podía ser sincero con sus propios sentimientos y decirle que lo amaba?
¿Era porque se trataba de un Alfa? ¿Era porque pensaba todavía que un Beta nunca lo
pondría como su objetivo? Si se hubiera dado cuenta de lo que sentía al comienzo de la
escuela secundaria o la preparatoria ¿Habría habido un mejor resultado? Al igual que Ki-
joon y Na-young, ¿Podrían él y Hye-won estar en el altar alguna vez? Los ojos de Dohan
revolotearon en su dirección. Honestamente, nunca fueron amigos normales. En la escuela
secundaria, en la escuela preparatoria, en la universidad, e incluso en el hospital, la gente
alrededor de Hyewon y Dohan bromeaban y decían cosas como: "Los dos están saliendo",
"son como aguja e hilo" o "están tan unidos como chicle". A veces, estaban molestos y, en
otras tantas ocasiones, incluso se reían de eso. Pero pensó que igual tenían razón. No lo
sabía, pero lo que veían los ojos de los demás era correcto. Siempre pareció como si
estuvieran en una historia de amor unilateral. Nunca habían sido solo amigos y siempre se
miraban con emociones que no eran solo de amistad.

Pero era tan común para ellos que no le habían tomado tanta importancia.

Do-han miró alternativamente la cara sonriente de Ki-joon y la cara de Hye-won. Quería


que él sonriera así alguna vez, por él.

Su cara estaba roja, su boca estaba seca y su estómago había comenzado a sentirse muy
caliente. Dohan dejó de aplaudir y extendió su mano para cubrirse por completo. Por alguna
razón, no quería que nadie viera la expresión que estaba colocando justamente ahora. En
especial Hyewon. Fue una suerte que el personaje principal de hoy no fuera él y que las
luces estuvieran casi apagadas.

Hyewon definitivamente le gustaba mucho más de lo que suponía. Do-han pensó eso
cuando miro a Ji-hoo y se miró a si mismo, y a Hye-won tomando el lugar de Na-young en
un pasillo nupcial.

Había lágrimas en sus ojos, pero logró quitarlas antes de que alguien se diera cuenta de eso.

Después de que terminó la hermosa ceremonia, con la misa oficiada por un sacerdote
bastante anciano, empezó el momento de tomar las fotos a los novios. Todos los estaban
felicitando con palabras hermosas y abrazos llenos de amor y de deseos bonitos, pero
Dohan todavía estaba ebrio con sus pensamientos y además, Hyewon no era de los que
decían cosas así en primer lugar por lo que nadie se movió de su sitio.

"¡Oye! ¡Ven aquí, tonto! ¡Vamos a tomarnos una foto con todos los del hospital!"

Dohan, quien fue atrapado por Ki-joon, se levantó de la silla y se movió de un lado para
otro según la voluntad de su compañero. Le había reservado un lugar justo detrás de la
novia y el novio y luego, el hombre incluso le comenzó a gritar y a reír para que todos se
pusieran bien derechitos y mostraran sus mejores caras de felicidad.

Sus compañeros comenzaron entonces a alinearse a la izquierda y a la derecha, se


empujaron y se movieron para poder salir todos en la fotografía así que, Dohan, que había
estado parado en un ángulo extraño, perdió el equilibrio y tropezó por completo como si
fuera a caerse para adelante en cualquier momento. Y al ver a Dohan, tambaleándose y a
punto de darse un golpazo en la cara con el adorno de las flores, Hyewon le rodeó la cintura
con un brazo, puso la otra mano contra su pecho y lo atrajo de nuevo hacía él lo suficiente
como para estar cara a cara. Por supuesto, fue lo que necesitaba para que recuperara su
centro y respirara de una manera muchísimo más aliviada.

"1, 2 y 3 ¡Listo!"

Ante las resonantes palabras del fotógrafo, Dohan miró al frente, incapaz de salir de los
brazos de Hyewon envueltos alrededor de su cintura y Hyewon también se enderezó incluso
aunque evidentemente tenía cara de que no sabía que acababa de pasar. Fue tan rápido que
los rostros de los dos hombres, parados en el medio, entre los numerosos invitados, se
pusieron rojos como un jitomate muy maduro. Después de todo, la foto final, apareció con
Do-han y Hye-won, juntos, con los brazos alrededor de la cintura y contra su pecho como si
ellos fueran los novios en lugar de sus compañeros. ¡Incluso se veían más enamorados que
ellos! Debió haber sido la sesión de fotos conmemorativa más tensa de la vida.

"¡Gracias! Se respira el amor."

Tan pronto como terminaron las palabras del fotógrafo, Dohan y Hyewon se alejaron
rápidamente el uno del otro como si hubieran recibido una descarga eléctrica. Naturalmente,
palmeó a Ki-joon en el hombro y lo felicitó una vez más. Fingiendo que no tenía ganas de
morirse. 
Chapter 26

Dohan estaba caminando por el pasillo del hospital así que, cuando se detuvo tan
abruptamente, el Americano helado en la caja de café que sostenía con ambas manos, se
balanceó y traqueteó hasta formar un pequeño charquillo en el suelo.

Estaba de muy buen humor ese día, así que se le ocurrió dejar su puesto en el quirófano y
salir a comprar café para él y su compañero de turno. Pero entonces, Hee-jae, que estaba
siguiendo los pasos de Do-han muy de cerca, se detuvo de repente cuando una gran espalda
lo bloqueó.

"Auch... ¿Maestro?"

"¿Qué...?"

"¿Qué?"

"¿Qué es eso?"

Heejae miró a su alrededor ante la voz temblorosa de Dohan. Kang Hye-won estaba
riéndose, RIÉNDOSE, con un mujer de vestido blanco y zapatillas de tacón.

"¿Qué? ¿Kang Hye-won?"

Hee-jae miró a Do-han como si estuviera muy confundido sobre lo que aparentemente
debería de ver.

"No, eso no. ¿Quien es... Esa mujer?"

"Pues no sé. Es la primera vez que la veo"

"¿Teníamos un doctor así en nuestro hospital para empezar?"

En respuesta a la voz de Heejae, Dohan volvió a preguntar. Especificando lo que quería


saber de su objetivo con bastante precisión. Pero, la respuesta que obtuvo no fue
precisamente muy útil. "Quién sabe." Dijo. Porque al igual que Dohan, era la primera vez
que él la estaba viendo dentro de las instalaciones. Sin embargo, la tarjeta de identificación
de empleado del Hospital Universitario Deokwon estaba colgada alrededor de su cuello y
vestía la misma bata corta que utilizaban todos los empleados por lo que, estaba claro que
era médico en este hospital.

Después de que Dohan se quedó mirando a Hyewon y a la mujer misteriosa, Mihee Kim se
acercó lentamente y le susurró al oído:

"Su nombre es Park Eun-soo. Es una becaria que vino a nuestro hospital ayer después de
trabajar en el Departamento de Salud Mental del Hospital Universitario Sunhwa".

"¡Aaaaaaaah!"

Dohan estaba tan absorto con Hyewon, que no pudo evitar gritar al sentir el aliento de
Mihee directo en su oreja. Ella se elevó de hombros por un momento y continuó
explicando:

"No sé qué tipo de relación tengan, pero se dice que ella y Hyewon Kang coincidieron en un
seminario una vez y que desde entonces son muy amigos."

Mihee habló con una voz bastante misteriosa, como una detective de la brigada de
homicidios que investigaba a un criminal bastante importante. Dohan, por otro lado,
escuchó la explicación hasta el final y miró lentamente a la mujer que estaba parada frente a
Hyewon, con el cabello atado en una coletita alta y un par de medias de red de color negro.
Se veía muy cómoda frente a él así que, naturalmente, metió las manos en los bolsillos de su
bata y colocó una pierna frente a la otra de una manera muy elegante. Además, era una
mujer con una impresión bastante pulcra encima. Tan bien vestida que de alguna manera se
parecía bastante a Hyewon. Y cuanto más observaba a Park Eun-soo, más se elevaban las
cejas oscuras de Do-han hasta que pareció de verdad alguien completamente enojado.
Luego, se formaron arrugas en su frente y la vena en la cabeza le saltó hasta que creyó que
le iba a estallar. La razón era que, Kang Hye-won no dejaba de sonreír. ¡Era la primera vez
que veía a Kang Hye-won sonriendo así en el pasillo e incluso era la primera vez que notaba
que estaba hablando con un médico en el hospital! ¡Nadie le hablaba porque él no platicaba
para empezar!

¡¡¡Robodoc estaba sonriendo y hablando con una mujer en el puto pasillo!!!

El chisme circuló durante todo el turno de la noche y, a la mañana siguiente, se habían


difundido un montón de rumores de que los dos estaban saliendo y también, de que incluso
estaban comprometidos. Lo común en el hospital. Sin embargo, se estaba sintiendo como si
su corazón estuviera helado. Más helado que el hielo en su café Americano que tenía
todavía en la mano. Todo esto eclipsó el pensamiento de que él era la única persona en el
mundo que podía ver la hermosa sonrisa de Hye-won o el único con quién se sentía cómodo
de estar. No podía escuchar bien la conversación entre los dos pero, al ver que hablaban y se
reían, fue obvio que se llevaban increíblemente bien. De maravilla incluso.
En primer lugar, Hyewon, cuya única conversación con los demás era un "sí" o un "no"
muy ocasionalmente, había estado hablando con ella como si tuviera muchísimas cosas que
contarle.

Los ojos de Dohan tenían llamas adentro.

"¿Estás bien?"
"¿De qué está hablando Kang Hye-won? ¿Sabes?"

"Jajaja ¿Cómo voy a saber eso, tonto?"

Era la hora de que comenzaran con su turno, pero con Hyewon sonriendo así... Dohan no
podía ni encontrar la motivación para hacerlo:

"Maestro, tenemos que subir ahora".

Los ojos marrones de Dohan miraron ferozmente a Hyewon una última vez, como si
estuviera disparándole directo a la cabeza.

Después de eso, comenzó el aburrido turno de noche así que, Dohan, que estaba
completamente tumbado en la estación porque no tenía un horario de cirugía específico,
sacudió las piernas con tanta fuerza que pudo escuchar como la silla en la que estaba había
comenzado a quejarse. Y es que la imagen de Hye-won, que vio de camino al trabajo, no
había abandonado su mente en todo este tiempo así que no era una exageración decir que se
estaba volviendo terriblemente loco.

"Hey, cálmate ya."

Mihee golpeó la espalda de Dohan utilizando toda la palma de su mano. Sin embargo,
aunque debió ser bastante doloroso, el hombre no dejaba de mover las piernas para adelante
y para atrás como si estuviera haciendo un baile bastante extraño y además, para su mala
suerte, los síntomas de ansiedad empeoraron tan significativamente con el paso de las horas
que estaba concentrando toda su energía en darle vuelta a un bolígrafo utilizando las yemas
de los dedos. Casi como si esperara que se fuera volando. Fue justo como si hubiera
presenciado la escena de su novio teniendo una aventura con la chica sexy del trabajo. Al
final, la pluma, que había decidido hacer rodar encima de su libreta, cayó sobre el escritorio
con un chasquido y rodó bajo la puerta hasta dejarlo sin nada que hacer.

Dohan recordó el rostro de Eunsoo Park sin darse cuenta. ¡Maldita sea! Era una mujer
bastante hermosa así que no era un rostro que pudiera olvidar tan fácil. Dohan trazó su
memoria hasta los días en que Hyewon se fue de seminario por una semana e incluso
intentó recordar lo que pasó después. Porque ¿Cómo es que Hye-won tenía una amiga que
Do-han no conocía? Ja. Literalmente las palabras "Do-han no sabe" y "algo sobre Hye-won"
eran dos cosas que no existían en el mundo. O al menos eso era lo que siempre había
pensado. Además ¿Cuál era el maldito punto de contacto entre una psiquiatra y un cirujano?
¡¡¡Estaban tan separados como Cartoon network y Disney!!! Por supuesto, para ser honesto,
no conocía a todas las personas que Hyewon frecuentaba en el hospital pero si entendía a
Hyewon mejor que nadie en el universo entero y Hye-won no tenía las agallas para reírse
así con alguien a quien había visto una o dos veces. Debió ser algo más. Algo íntimo.
Después de pensar por un momento, Dohan agarró su cabeza con las manos y la apretó.

"¿... Tengo que preocuparme por esto?"

La voz de Mihee se podía escuchar desde atrás, pero a él no le importaba en absoluto.


Ahora, todos los nervios de Do-han estaban estáticos en la cara sonriente de Hye-won. En
su risa ¡De repente estaba sintiendo que se estaban llevando al amor de su vida delante de su
cara! ¡¡Puta madre!! ¿¡Por qué nadie veía lo grave que era esto en realidad!?
Dios. De ninguna manera… ¿Era alguien con quien pensaba formalizar una relación?
Porque cuando Dohan llamó a Hyewon al club el otro día, había recordado que dijo que
quería casarse ¿¡Se iba a casar!?

Estaba tan desesperado que su mente pareció fluir a una velocidad incontrolable. Tanto y
tanto y tanto que llegó a un momento en que imaginó a Hye-won casado con una doctora
llamada Park Eun-soo y sosteniendo a un bebé entre sus brazos que no tenía expresión fácil.

El rostro de Dohan se volvió terroso.

Sus pensamientos se estaban saliendo de control tan rápido que ni siquiera se dio cuenta del
momento en que lo hicieron. ¡Quería correr de inmediato, agarrar a Hye-won por el cuello y
preguntarle cuál era su relación con ella y por qué demonios estaba sonriendo así! Pero no.
No. Esos eran pensamientos muy tontos y sucios. Eran amigos y tal vez una pareja sexual
muy ocasional así que ¿Qué derecho tenía a cuestionarlo y preguntarle sobre tal cosa?
Además, Dohan estaba actuando como si le hubiera puesto los cuernos.

Pero si se los puso ¿No? Porque el Kang Hye-won sonriente era algo que solo él podía ver.

Y cuando la cosa de la que estaba bastante orgulloso finalmente se desvaneció, pronto


comenzó a compararse con la mujer que ni siquiera conocía. La edad, los antecedentes, la
personalidad, definitivamente estaba perdiendo. Park Eun-soo era Beta también y además
era una doctora. Dohan de repente miró hacia atrás en su vida y comenzó a lamentarse por
no haber estudiado con más ganas y por no haber cumplido con su promesa de convertirse
en doctor también. ¿¡Por qué había sido tan idiota!? ¿¡Por qué perdió el tiempo cogiendo
con tantos Omegas!? ¿¡Por qué no le había dicho que le gustaba en todas las oportunidades
que tuvo frente a la cara!?

Sus pensamientos se ramificaban en tantas direcciones, que definitivamente pareció muy


difícil que las llegara a controlar. Obviamente había pensado que algún día Hyewon podría
casarse con alguien más y dejarlo a un lado pero, cuando notaba que podía hacerlo de
inmediato, entonces sentía que su vida era muchísimo más frágil de lo que imaginó y que
cada uno de sus cimientos comenzaban a hundirse bajo la tierra. Y aunque no tuviera nada
seguro, era difícil pensar en cualquier cosa que no fuera él y un futuro en que ya no lo
tuviera.

Dohan bajó la mano, que tiraba de su cabello, y la acomodó contra su pecho sin pensarlo
demasiado. El lugar que tocó se sintió tan doloroso que incluso pensó en si mismo como
una persona que acaba de perder un par de trocitos de su corazón.

Quería desaparecer del hospital.

Quería convertirse en aire y evaporarse como si nunca hubiera existido desde el principio.

Y es que, aunque trató de decirse a si mismo que estaba haciendo un drama bastante
exagerado, no ayudó mucho que digamos porque ese lado racional que todavía tenía en la
cabeza se había destrozado gracias a la sonrisa de Hyewon. Una sonrisa que le pertenecía.
¡Era lo único que Dohan había monopolizado todo este tiempo! Y sí, se sentía como si le
hubieran quitado algo precioso, y odiaba a esa mujer y quería patear a esa mujer aunque
solo conociera su nombre. Fue como si un ladrón hubiera entrado en su casa y antes incluso
de decirle que le diera a Hyewon, esa persona ya lo tuviera entre sus brazos y estuviera
caminando rumbo a la puerta ¡Así se sentía!

Pero entonces Dohan, que había caído en su propio mundo, escuchó las palabras: "El doctor
Kang" y se aproximó otro poquito para la derecha con toda la intención de poder escuchar.
Como era de esperar, la historia de Hyewon y la doctora se estaba convirtiendo en un tema
candente entre todos los enfermeros del quirófano.

Al parecer, Park Eun-soo, que era hija de doctores, era muy popular debido a su apariencia
elegante y personalidad tranquila cuando trabajaba en el Hospital del Sur. También había
intentado entrar a medicina interna pero, ya que le gustaban demasiado los niños, recurrió a
psiquiatría pediátrica y consiguió una base. Y el hecho de que le gustaran los niños, que
tuviera una apariencia elegante, y que tuviera una personalidad amable y amistosa, le estaba
haciendo tener los nervios de punta.

E incapaz de soportar los celos y la curiosidad, Do-han finalmente encontró la cuenta de


Facebook de Park Eun-soo y se metió.

Mientras esperaba en la estación del quirófano, agarró su teléfono y revisó sus fotos una tras
otra con mucho cuidado de no ponerle "Me gusta". Y si había algo afortunado de esto, era
que al menos no se había tomado ninguna foto con Hyewon. De hecho, en la pantalla del
teléfono celular, solo estaba Park Eun-soo una y otra vez, sosteniendo un cachorrito o un
gatito o un conejo mientras sonreía igual a si fuera el mejor día de su vida. Y que se tratara
de una médico que amaba a los niños y a los animales, era tan de revista que pareció casi
cegador.

El tiempo pasaba desesperadamente lento cuando se tenían muchos pensamientos estúpidos


en la cabeza así que, al final, tuvo que sentarse sobre sus manos para no llamarle a Hye-won
de inmediato y comenzar a interrogarlo sobre sus "supuestas actividades de hombre infiel". 
Chapter 27

Cuando se dio cuenta, descubrió que en realidad el sol ya estaba brillando con mucha fuerza
fuera de la ventana. La operación que estaba atendiendo aún estaba en curso pero, debido a
que era muy complicada y había durado más de 8 horas, todo el personal, excepto el
cirujano operador, fueron reemplazados por los del turno de la mañana.

En el caso de una cirugía de este estilo, que a menudo necesitaba de bastantes horas extra,
se rotaba al personal quirúrgico al igual que el resto del personal operativo porque, aunque
podían ser completamente profesionales y dedicados a sus trabajos, seguían siendo
humanos y necesitaban tiempo para satisfacer sus necesidades fisiológicas mínimas. Sin
embargo, el cirujano principal tenía que convertirse en una máquina perfecta y, al mismo
tiempo, debía confiar en sus compañeros lo suficiente como para verse igual a si fueran uno
solo.

Do-han entró en el vestidor con el cuerpo tan cansado, que incluso terminó por tumbarse en
un banquito que estaba en el rincón. La fatiga mental era mayor que la fatiga física y el
daño psicológico que se causó a si mismo después de un montón de pensamientos
inesperados pareció ser más grande de lo que había pensando que sería. Incluso hasta había
ocasionado que sus articulaciones también se sintieran muy estúpidas.

Dohan, tumbado todavía en el banquito, miró su reloj de muñeca muchísimo antes de que
pudiera levantar el brazo para cubrirse los ojos. Ya era hora de que Hyewon empezará a
trabajar y aunque quería pasar un momento por el centro quirúrgico para ver su rostro, la
imagen de su sonrisa le volvió a su mente de una manera tan terriblemente desagradable,
que Dohan terminó descartando el plan por completo. Tenía miedo de encontrarse con él
ahora y que, en lugar de hablar como siempre, solo pronunciara palabras duras y expresara
un montón de pensamientos oscuros y de emociones acumuladas que tal vez no tenían nada
que ver. No quería convertirse en una peor persona para Hye-won de lo que era ahora.

Dohan, que estaba acostado en el banco mirando hacia el techo, levantó la mano y se tocó el
pecho. Tenía una sensación de vacío terrible, estaba cansado y quería ir a casa de inmediato.
Pero al mismo tiempo no quería llegar. El departamento vacío, donde no iba a haber nadie,
estaría tranquilo y solitario y aunque pareció que gracias a eso podría dormir tranquilo
después de horas de insomnio, definitivamente iba a ser un problema que su mente siguiera
sin dejarlo en paz. En el pasado, en un día como este, hubiera llamado a alguien para tomar
una copa de vino o entrado en un hotel para follar. Pero ahora, la verdad era que eso no le
estaba interesando en absoluto. No fue solo por la huella de su imaginación alarmista sino
que, desde que empezó a amar a Hye-won con tanta fuerza, no podía imaginar estar piel con
piel con alguien más que no fuera ese hombre. Aunque él si que podía divertirse con otra
mujer.

La puerta del vestidor se abrió en cuanto Dohan se quitó la camiseta solo para comenzar a
maldecir de nuevo.

"¿Por qué estás saliendo tan tarde?"

"Porque sí ¿Por qué estás entrando tan temprano?"

"Tengo que ayudar con una cirugía".

"Bueno."

Era Kang Hye-won. Tal vez se le había hecho tarde esta mañana porque su cabello oscuro
todavía estaba húmedo y se le veía completamente pegado sobre la cara. Dohan miró a
Hyewon como si no quisiera: Era un día bastante bochornoso, por lo que su ropa se había
vuelto más ligera. Además, cuando se quitó las gafas para ponerlas en su casillero, sus
largas pestañas comenzaron a verse más largas, ricas y gruesas de lo que eran normalmente,
por lo que las cosquillas en el cuerpo de Dohan incrementaron de nivel.

"Tú... ¿Saliste temprano del trabajo ayer?"

Dohan se aprovechó del momento para hablar de un tema que le estaba dando mucha
curiosidad. Fue porque pensó que ya que no tenía puestas las gafas, no se notaría aunque
hiciera la expresión más extraña del mundo. Ante la pregunta de Do-han, Hye-won se quitó
la camisa y asintió.

"Sí. ¿Me viste?"

"Oh, no. No, solamente… Estaba pensando en eso."

"Salí temprano porque quedé de encontrarme con alguien."

"Ah, mira. Te quedaste de ver con alguien. Ya veo."

A la respuesta de Hye-won, Do-han fingió estar tranquilo y respondió como si estuviera


teniendo una conversación bastante normal. Pero no pudo ocultar su expresión desencajada.
Bueno sí, un varón adulto independiente podía tener una cita para comer o para salir. Do-
han no tenía que saber y monitorear cada movimiento de Hye-won pero, en realidad igual
estaba enojado. Las sospechas de Dohan comenzaron a crecer y el sentimiento de celos ya
se había arraigado muy, muy, MUY dentro de su pecho.

"¿Está todo bien?"

"¿Por qué?"

"No me gusta tu voz".

Hyewon frunció el ceño y lo miró. No era porque estuviera de mal humor, sino que estaba
frunciendo el ceño porque no podía ver sin sus anteojos. Pero cuando observó su cara,
incluso en esta situación, el estado de ánimo de Do-Han pareció caer todavía un poquito
más hacía el subsuelo. La expresión de ahora, con las cejas juntas y un montón de arrugas
entre su frente, y la sonrisa que vio ayer camino al trabajo, riéndose con una mujer, se
superpusieron en la mente de Dohan en un segundo.

"Es porque estoy cansado. Fue una operación larga"

"Date prisa y ve a descansar."

"Iba a hacerlo incluso si no me lo decías."

Pero al final, el tono de voz de Dohan pareció tan molesto que solo terminó por morderse la
boca. Trató de no mostrarlo tanto como fuera posible, pero al final salió de un modo casi
demasiado orgánico. Hyewon se puso las gafas y miró a Dohan porque le había llamado la
atención esa voz tan irritada. Sin embargo, Do-han abrió el casillero para cubrirse con la
puerta y comenzó a cambiarse de ropa con el único motivo de no verlo a él. Hye-won estaba
tan completamente confundido con el comportamiento de Do-han que volvió a preguntar:

"¿Te pasó algo malo?"

"No. No me pasó algo malo. Es porque estoy cansado. Ya te dije ¿De acuerdo?"

Al final, salió una respuesta llena de irritación.


Al oír el aumento de voz de Do-han, Hye-won se limpió las gafas y lo miró con ojos llenos
de sorpresa y preocupación. Dohan escondió cobardemente su rostro detrás de la puerta del
casillero abierta de par en par e intentó que se fuera. Incluso Dohan había logrado
avergonzarse por su voz tan llena de emociones. Se conocía a si mismo, estaba herido,
decepcionado y enojado de la manera en la que estaba llevando la situación así que todo
esto era como leña para su fuego.

Queriendo irse rápidamente, Dohan se quitó las medias de compresión de un jalón y las
arrojó al casillero sin organizarlas primero. Do-han cerró de golpe la puerta del casillero y
pasó sin mirar a Hye-won a la cara ni una sola vez.

"Me voy."

"Ve con cuidado."

A pesar de la molestia inexplicable de Do-han, Hye-won habló como de costumbre y lo


miró con unos ojos aún más preocupados que al inicio.

"Im Do-Han..."

Ante esto, Dohan se giró para mirarlo y Hyewon vaciló, como si tuviera algo que decir pero
no supiera como:

"Fuí a comprar un sándwich para ti. Tu favorito. Está en la mesa así que... Come antes de
dormirte ¿De acuerdo?"

"..."

Dohan se quedó sin palabras. Cuando la mano que sostenía el pomo perdió fuerza, la puerta
del vestuario comenzó a cerrarse y Hye-won pareció decidir alejarse también. Y tan pronto
como quedaron divididos, el arrepentimiento y la vergüenza inundaron a Dohan hasta un
punto en que tuvo ganas de ponerse a llorar de lo patético que había sido. Estando solo en el
hospital, empezó a sentir todo tipo de delirios y un sinfín de dudas, pero Hye-won estaba lo
suficientemente preocupado por él como para comprarle algo de comer. Y por eso mismo,
el comportamiento infantil de Dohan hizo que quisiera esconderse en una ratonera de la que
no pudiera salir jamás. Como siempre, esta vez no se sintió como un adulto. Era igual a un
niño pequeño que intimidaba al que le gustaba.
Deseó abrir la puerta del vestidor de nuevo para disculparse con Hyewon por estar tan
molesto con él pero, realmente no tuvo el coraje de hacerlo de inmediato por lo que se
quedó parado frente a la puerta sin decir una sola palabra. Luego se apresuró a alejarse
cuando escuchó que el casillero se cerraba de nuevo.

Tan pronto como Dohan llegó a casa, se dirigió a la cocina. Sobre la mesa, en un bol de
cristal, había un sándwich enorme, cortado en rodajas y con pequeños palillitos encima.
Hyewon, que siempre tenía el cabello completamente seco y organizado, se fue a trabajar
con la cabeza húmeda porque seguramente se le fue el tiempo comprándolo. La sensación,
que ya se había calmado considerablemente, mejoró todavía más hasta que dejó de existir.

Dohan se sentó solo en la mesa y le dio un mordisco al sándwich que Hyewon le había
dejado. Tenía jamón, queso, huevos y lechuga, pero de alguna manera sabía bastante dulce
y rico. Sonrió.

"Me haces sentir peor, tonto."

Dohan murmuró para si mismo. Era un desayuno en una casa vacía, pero no se sentía solo
en absoluto.

Pero después de devorar el sándwich que Hye-won le había dejado, Do-han, que se iba a
duchar después de lavar los platos, se detuvo cuando vio el bote de basura que estaba en la
cocina. Fue porque allí había un empaque desechable de comida de una cafetería muy
popular de donde había venido el sándwich. Pero después de dudar por un momento, una
fracción de segundo, Dohan finalmente miró dentro del bote como si se le hubiera caído
algo dentro. Allí había tres piezas de plástico de embalaje de pan. Una para Kang, una para
él y otra para su amiguita.

"Ajá, maldito desgraciado, infiel. Creíste que podías engañarme..."

Aunque en realidad era un detective muy malo. Si saliera un solo cabello largo en la basura,
habría filmado una película en su cabeza que terminaría con ellos dos besándose en su casa
y teniendo sexo sobre la mesa.

Y Dohan, sintiendo que una sola pieza de basura de plástico no era suficiente evidencia para
comenzar a preocuparse, se quedó mirando el bote de basura incluso aunque su cabeza
estaba diciendo "¿¡Qué carajo estás a punto de hacer, maldito loco!?"

Metió la mano.

Rebuscando en el bote de basura y desconfiando completamente de Hyewon, pareció


comenzar a escribir toda una novela de misterio en su cabeza que terminaba en tragedia.
Incluso pensó que se veía demasiado... Demasiado Psicópata.
Él siempre había pretendido ser el hombre más genial del mundo entero. Solía enojarse con
los Omega que se le pegaban después del sexo, diciéndoles que esa actitud solo hacía que
dejara de considerarlos atractivos. Pero, ahora la situación era al revés.

"En serio, ¿Por qué eres así? ¡Cálmate!"

Dohan levantó la mano y se abofeteó en la mejilla un par de veces. Estaba claro que se
había vuelto loco, incluso si decía que era algo justificado. Era una paranoia la que tenía
encima, una enfermedad sospechosa. Dohan trató de borrar la cara de Hyewon, que le venía
a la mente cada rato, y respiró igual a si intentara practicar yoga.

"Ya. No es nada. Él te trajo un sándwich y luego... Se comió dos porque tenía mucha
hambre. Ajá, es eso. Asunto arreglado".

Pero incluso si había dicho eso, su mente no se estaba organizando fácilmente. Mucho
menos se estaba calmando. Después de mirar en el bote de basura durante mucho tiempo,
sin decir una sola palabra, Dohan lo pateó y entró en su habitación mientras maldecía a
todas las personas en las que pudo pensar en tan poco tiempo. ¡Se duchó y finalmente se fue
a la cama, pero no pudo dormir por nada del mundo! Solo podía ver el rostro sonriente de
Hyewon rondando constantemente en su cabeza. La cara de esa mujer, el sándwich y a su
madre diciendo que había perdido el juicio y que así no era como lo había criado.

Dohan dio vueltas y vueltas, pero la miseria y el arrepentimiento que lo habían estado
presionando todo este tiempo, finalmente lo alcanzaron.

//Final del tomo 2// 


Tomo 3

"Mira nada más esto..."


"¿Qué?"

"Pareces sopa."

Kang Hye-won barrió su propio cabello caído, que aún estaba terriblemente mojado debido
al baño.

"Pues gracias."

Hye-won y Park Eun-soo estaban sentados uno al lado del otro en el jardín del segundo piso
del hospital universitario. La mujer suspiró un minuto y luego tomó la pequeña loncherita
de Hye-won para mirar lo que había adentro. Entonces frunció el ceño:

"¿Por qué tienes dos sándwiches? Aunque uno parece el hermano mutante de este."

Dentro de su lonchera, había un sándwich hermoso y otro con los bordes torcidos, queso
machacado, figuras extrañas encima y tocino envuelto de una manera bastante rara.
Además, que el pan estuviera medio quemado hizo que se viera mucho peor de lo que
seguramente sabía.

En realidad, después de que lo compró, buscó una receta de internet que decía "Como hacer
sandwiches bonitos para tu pareja" y trató de que pareciera un conejito utilizando un molde
que compró en el supermercado. Pero era la primera vez que lo hacía, así que no fue de
extrañar que saliera horrible. Hyewon, que había estado pensando durante un tiempo si
tirarlo a la basura o comérselo, solo compró otro pan y decidió llevar este al trabajo para
que Eunsoo lo viera y le dijera en que había fallado con exactitud.

"En primer lugar, deja de arruinar comida que ya es perfecta."

"Anotado."

Hyewon levantó la cabeza cuando Eunsoo hizo lo mismo.

La primera vez que Hyewon conoció a Eunsoo, fue en la sala de emergencias del hospital
del centro. Fue en el momento justo en que pareció terriblemente desesperado por poder
convertirse en un Omega que pudiera estar al lado de Dohan y cuando decidió tomar un
montón de supresores. Ese día, Hyewon, quien colapsó a cambio del mal uso y abuso de
una droga en respuesta a un rumor de que podría convertirse en un omega si lo hacía, tuvo
que ser llevado a la sala de emergencias de inmediato para tratar de salvarle la vida. El
rostro pálido de su madre, que lo había encontrado en la habitación, todavía estaba tan claro
en su cabeza como si estuviera ocurriendo justo ahora. Y cuando recuperó el sentido,
después de completar el lavado gástrico, una avalancha de sentimientos de frustración y
decepción lo inundaron tanto que Hyewon entonces comenzó a gritar y a llorar como si el
mundo se le hubiera acabado en ese instante. Al mismo tiempo, resultó que Park Eun-soo
estaba hospitalizada en la cama que estaba junto a la de él. Se acostó, con los ojos bien
abiertos, y escuchó todo sobre lo que el chico, que también iba a entrar a primero de
preparatoria, había hecho para que decidieran internarlo. Corrió la cortina y le preguntó a
Hyewon:
"¿Por qué hiciste eso?"

Normalmente la habría ignorado, pero en ese momento necesitaba algo de consuelo y


también necesitaba estar con una persona además de con sus padres. Hubiera sido perfecto
si ese consuelo viniera de Dohan pero, por supuesto que era imposible.

"Quiero ser un omega".

"¿Y te resultó?"

Eunsoo volvió a hacerle una pregunta, pero Hyewon cerró los ojos y le dio la espalda en
lugar de responder. Como seguramente podía ver, el resultado final fue un completo fracaso
pero, la niña, tal vez también de 14, era curiosa y completamente persistente en lo que
quería saber. Además, Eun-soo hablaba constantemente con Hye-won sin importarle ser
ignorada. "¿Por qué quieres convertirte en un Omega? ¿Cómo te sentiste cuando tomaste
tantos medicamentos? ¿Estás loquito?" Y así sucesivamente. Park Eun-soo era el tipo de
persona que no podía contener sus preguntas así que Hyewon, que quería estar solo, no tuvo
ni una sola oportunidad de ponerse a pensar.

Finalmente, lo trasladaron a la sala general así que, cuando se preguntaba si eso significaba
que ya era libre, Park Eun-soo fue hospitalizada en la sala opuesta y tuvo que volver a ver
su rostro todo el bendito tiempo. A diferencia de Hyewon, Eunsoo estaba realmente
enferma. Su mamá había muerto el mes anterior así que también había tomado medicinas.
Solo que para morir de verdad, no por lo que lo hizo Hyewon. E incluso después de que
fuera dado de alta, resultó que terminaron reuniéndose nuevamente en la sala de "cuidados
mentales" en la que tuvieron que ser internados para completar su tratamiento.

"¿Por qué quieres ser un Omega?"

"Porque la persona que me gusta es un Alfa..."

"¿Qué importa eso? En el amor, si eres un Alfa o un Omega, da igual."

Hyewon rió amargamente por su respuesta.

Tenía que quedarse en la institución, ir al psiquiatra y tomar su medicamento para poder


salir de allí y convertirse en un médico como le había prometido a Dohan que lo haría. Y
como necesitaba que le dijeran que estaba curado porque le pedían el papel médico en los
registros para la universidad, se concentró en su terapia, fue a charlas y tuvo un registro
bastante puntual. Y cada vez, se quedaba platicando con Eun-soo en la sala de espera.

Un evento desafortunado, se convirtió en su vínculo especial. Ella se volvió en la única


persona que conocía los sentimientos internos de Hyewon y él se volvió en su mejor
compañía en un mundo que la hacía sentir horriblemente sola. Eran los únicos que sabían de
un dolor de corazón que no lograban contarle a nadie más.

"El punto es que el sándwich se ve asqueroso."


"Pero no sabe feo."

"Jajajaja ¿Quieres que lo pruebe, maldito? Para eso lo llevas en tu lonchera ¿Verdad? Ya te
descubrí."

Pero cuando notó que Hyewon estaba viendo en su dirección con un rostro completamente
inexpresivo, no pudo soportarlo más y le dio un gran mordisco para darle gusto. La forma
estaba terrible, pero en realidad el sabor estaba pasable.

"Ahora otra pregunta ¿Lo estás haciendo así para poder dárselo a Im Do-han? Sé honesto."

"..."

Hye-won no respondió a la pregunta de Eun-soo. Era una persona muy preguntona por
naturaleza, así que, incluso si lo contestaba, su curiosidad igual iba a ser completamente
interminable y se le ocurriría algo más que decir para molestar.

"Cuando hablé contigo en el lobby, todos me miraron de una manera extraña y me


preguntaron cuál era nuestra relación. Entonces escuché que solo te pasas el rato en el
quirófano con Dohan y también que es super raro verte con mujeres."

"Sí."

"¿Sigues en las mismas?"

Cuando Hyewon asintió, ella le dio un mordisco más grande al sándwich y sacudió la
cabeza, diciendo: "definitivamente no tienes remedio".

"¿Y tú? ¿Te estás acomodando bien a la vida en el hospital?"

Hyewon cambió de tema porque no quería hablar más de Dohan. De pie, junto a Eun-soo,
se volvía a sentir como un niño que había entrado en depresión para después beber un
montón de drogas. Igual a si las cosas que quería ocultar salieran a la luz de nuevo. Eunsoo
sonrió:

"Más o menos. Los doctores de piso nos tienen metidos en una dictadura infernal. Mis
compañeros tienen una cara como la tuya así que me dan ganas de darles una patada en la
entrepierna para ver si al menos así se quejan o algo."

"... Gracias por siempre tenerme en tus pensamientos."

"Sin ofender, sin ofender."

Eun-soo palmeó a Hye-won en el hombro y se echó a reír, pero él no le siguió la corriente.


Eun-soo chasqueó la lengua porque era una apariencia que nunca le había visto poner
cuando se ponían a charlar así.

"Oye, ya en serio. Me estás poniendo de nervios. Solo dile como te sientes entonces".
Y debido al ambiente tan apagado, el tema volvió directo al amor no correspondido de
Hyewon.

"Si has estado en un amor unilateral durante tanto tiempo, entonces en realidad se siente
como si ya no tuvieras nada que perder."

"..."

"Yo no podría aguantarlo."

"Bueno, es fácil para ti decirlo..." Se tragó las palabras groseras que iba a decir a
continuación y finalmente contestó: "Si pierdo a Dohan, no podré durar ni un solo día aquí".

"Las enfermeras del lugar son increíblemente hermosas. Pierdes algo, ganas otra cosa".

"Voy a... Solo voy a fingir que no dijiste eso."

"¡Vuélvete hetero!"

"¡Vuélvete hetero tú!"

"¡Entonces vete con algún otro enfermero que te haga caso, idiota!"

Ante las palabras de Eun-soo, Hye-won recordó el rostro de Do-han cuando coincidieron en
la mañana. Se preguntaba si había pasado algo malo durante las horas de trabajo o si el
doctor le regañó de nuevo por culpa de su estudiante. Sin embargo, a estas alturas
seguramente habría llegado a casa, comido el sándwich que dejó sobre la mesa y metido a la
cama para descansar antes de su nuevo turno. La hinchazón de sus piernas ya debería haber
disminuido un poco para ese momento así que se preguntó cómo se vería ahora y cómo se
sentiría también. Hyewon estaba preocupado por él, incluso si lo había agarrado para
desquitar su frustración.

"Bueno, es que... No lo sé. Lo que quería decirte era que últimamente me siento más
optimista con esto ¿Sabes?"

Era como si Dohan lo estuviera notando más.

Hyewon esperaba que Dohan se sintiera mejor después de despertarse y que volviera a su
lado para mostrarle esa bonita sonrisa que parecía dibujar solamente para él a últimas
fechas. Ella lo estaba dudando.

"¿Cómo qué?"

"Hay avances significativos."

"Pero igual te sigue tratando como amigo."

"Eso somos. Yo solo decía que, se sentía diferente a lo que tenemos acostumbrado."
"Amigo" era una espada de doble filo que se clavaba en el corazón de Hyewon siempre que
lo mencionaban. Pero gracias a eso, podía estar a su lado tanto como quisiera, tocarlo,
hablarle e incluso dormir en la misma casa. Pero por otro lado, también significaba que no
podía cruzar la línea que definitivamente estaba bien marcada en el suelo. Cuando Hyewon
inclinó la cabeza y le mostró una sonrisa amarga, Eunsoo no preguntó nada más y
simplemente lo abrazó con muchísima fuerza. Para una persona que siempre había tenido
muchas preguntas que soltar, ahora su boca ya no tenía ganas de moverse.
Luego, cuando los ojos de Eun-soo y los de Hye-won se encontraron, le sonrió de un modo
hermoso y luego decidió jugar con él mordiéndole la cabeza mientras hacía un sonidito
cómo de "ñam, ñam, ñam". Pero a diferencia de ella, que ya estaba relajada porque había
terminado su ronda, Hyewon no tenía ni la menor sensación de tranquilidad como para
ponerse a hacer tonterías también. Tenía que ir a la próxima cirugía y además, resultaba que
había muchos pacientes externos que necesitaba revisar para darles el alta.

Cuando Hyewon se levantó del banco, sin decir una palabra, Eunsoo se enojó:

"¿Por qué me dejas?"

"Tengo una laparotomía."

"Bueno. Adiós, bebé."

Eunsoo agitó su mano suavemente en su dirección. Si Do-han tenía a Mi-hee como mejor
amiga, una mujer con una personalidad atrevida y fuerte, entonces Hye-won podía decir con
honestidad que a su lado estaba Eun-soo.

"Bye."

Hyewon levantó la palma de la mano hacia Eunsoo en una postura rígida, como si fuera un
robot descompuesto. La verdad era que no estaba acostumbrado a hacer este tipo de saludo
a nadie más que a Dohan. 
Chapter 2

Fue una semana angustiante.

Dohan había estado enojado todo el tiempo, 24 horas al día o al menos desde el momento
en que recordaba lo que pasó.

Tenía una actitud que no era para nada como la de un adulto maduro pero, aunque lo sabía,
de todos modos no era como si pudiera controlar sus emociones tan fácilmente. No, en
realidad no tenía intención alguna de controlarlo. Dohan originalmente era egoísta,
inmaduro y celoso y por eso mismo colocó un "No me hablen" en su rostro y no lo quitó de
allí por nada del mundo. Sin embargo, por mucho que estuviera enojado, había pacientes y
trabajo que hacer y no tenía tiempo para tomarse un respiro y ponerse a pensar en la
situación. El estrés se le había duplicado y por eso mismo no estaba de muy buen humor
para ver si la gastritis, que se había calmado por un momento, le regresó o no o cuál era el
motivo por el que le dolía tanto la panza. Más que nada, porque le molestaba que no hubiera
manera de resolver las dudas y delirios que se habían acumulado con fuerza dentro de él.
Miró a su alrededor.

El hecho de que el quirófano estuviera ocupado significaba que los cirujanos también lo
estaban.

Hyewon, así como Dohan, tenían un horario asesino y como resultado, los dos no pudieron
verse cara a cara en público durante una semana y ni siquiera lograron saludarse
correctamente en la entrada. El tiempo voló sin remedio, solo hubo malentendidos entre los
dos y aunque vivían en la misma casa, Hyewon no podía volver y Dohan solo llegaba a
dormir debido a las continuas horas extras. Do-han estaba tan loco que recordaba el rostro
de Hye-won miles de veces al día y aún así, frente a la vida y la muerte, ese problema se
convirtió en algo completamente menor que decidió afrontar en otro momento. Sin
embargo, estaba con los nervios de punta. El estrés del trabajo y la presión de pensar en
Hye-won le estaban pasando una cuenta mayor de lo que esperaba. Y ya que nunca antes
había tenido este tipo de sentimiento de soledad, no sabía a ciencia cierta como evitarlo o
qué hacer para corregirlo.

Al parecer, el amor era mucho más difícil de lo que había pensado. Su rostro le venía a la
mente docenas de veces al día y aunque en un momento se sentía bien, inmediatamente
después su estado de ánimo se le venía abajo tan rápidamente que hasta se quedaba con la
cabeza en blanco. Incluso en el quirófano no había dejado de pensar en Hyewon ni por un
momento y notó que esto había empeorado después de verlo sonreír y hablar con Eunsoo.

Dohan pensaba que tal vez estaba muy enfermo. Pero aunque no fuera algo como eso, igual
intuyó que definitivamente no era una situación que pudiera tratarse a la ligera ¿Y es que
acaso los Omega, a quien él mismo había estado evitando, habían experimentado algo como
esto en algún momento de sus vidas? Era una sensación muy similar a cuando te drenaban
la sangre o a cuando te apuñalaban.

"Maestro, ¿Está enfermo otra vez?"

Kim Hee-jae preguntó esto después de ver el horrible color en la piel de Do-han. Sin
embargo, simplemente pareció que había decidido negar con la cabeza en lugar de
responder. No quería decir que estaba bien. No quería responder las mismas tonterías que
siempre le decía a sus compañeros cuando lo saludaban y no tenía tiempo para parecer cool
o relajado como siempre. El dohan bondadoso que hacía reír a la gente cuando estaba en la
estación, desapareció hace mucho tiempo. Desde el día en que llegó esa mujer, para ser un
poco más específicos. Pero por supuesto, debido a que siempre fue amigable y atento, los
cambios de Do-han fueron tan notorios que todos pudieron sentirlo con claridad. Estaban
preocupado por él, pero tampoco querían meterse tanto porque pensaban que debía ser lo
suficientemente grave si ya lo tenía metido en esa condición.

"Solo necesito hacer un poco de ejercicio".

"¿Cómo?"

Hee-jae se sobresaltó por el diálogo de Do-han y lo miró con una expresión de asombro que
pareció completamente exagerada. Y ante la reacción tan intensa de Hee-jae, Do-han se
estremeció sin darse cuenta y miró hacia atrás, preguntándose si acaso había algún doctor
importante detrás de los dos que estuviera intimidándolos. Por supuesto, no había nadie.

"¿Qué? ¿Por qué tienes esa cara?"

"Profe, tiene que ir al hospital, no al gimnasio."

"¿Al hospital? ¿Me veo tan mal?"

"Sí. Parece como si tuviera un clavo atorado en el pecho."

"..."

"De verdad. Aunque estemos en el hospital, tiene que ir a revisarse. Lo digo muy en serio."

Dohan inclinó la cabeza ante las palabras de Kim Heejae y luego simplemente se rascó la
cabeza. Kim solo estaba preocupado por él y aunque en realidad no tenía ni la menor idea
de lo que estaba sintiendo o el motivo por el que lo estaba sintiendo, igual era cierto que se
sentía como si tuviera una espina o un clavo bien metido en el pecho.

Pero recordando que había dicho que fuera al hospital, Dohan sintió como si hubiera
encontrado una solución mágica para sus problemas. Porque en primer lugar, nunca,
realmente NUNCA había experimentado estas emociones confusas antes y ciertamente
necesitaba una especie de guía. Solo estaba allí, agachando la cabeza ante cada movimiento
de Hye-won, constantemente haciendo delirios locos por su cuenta, y teniendo un montón
de otros tantos pensamientos confusos que solo le hacían imposible respirar.

"Gracias, Heejae. Creo que tienes razón. Necesito ir con algún experto."

"¿En serio?"

"En serio."

Se sintió como si de repente hubiera una salida débilmente iluminada después de haber
estado tanto tiempo en la oscuridad.

Y justo antes de que pasara el tiempo de su turno, Dohan, que tenía ambas manos metidas
en los bolsillos de su uniforme de quirófano, se paseó durante un buen rato frente al pasillo
del centro quirúrgico antes de adentrarse otro poquito más para buscar a Hyewon. No estaba
allí para intentar hablar con él sobre lo que le pasaba últimamente, era solo que... Pensó que
necesitaba ver su rostro por un momento para confirmar que su condición física realmente
se volviera anormal cuando estaba junto a él.

Sin embargo, tan pronto como dobló la esquina para intentar buscarlo desde la distancia, y
entró en el pasillo que conducía al quirófano, Do-han hizo contacto físico con Hye-won y
Hye-won también encontró sus ojos. Estaba sentado en el banco al final del pasillo, mirando
en su dirección y con un aspecto tan cansado como el que seguramente estaba encima suyo.
Había pensado por un momento que si se encontraban cara a cara, se volvería a sentir tan
molesto por lo que le había visto hacer la última vez, que deliberadamente trato de apartarse
y hacer que sus turnos de descanso no se juntaran en lo más mínimo. Pero cuando lo vio
esta vez, su corazón se volvió tan ligero como una espora de diente de león en el aire. Igual
a si su presencia hubiese ocasionado que se fuera a volar.

Dohan luchó por ocultar su expresión temblorosa y se acercó a Hyewon mientras notaba la
manera en la que parecía casi estarse derritiendo sobre el banco. Y observándolo fijamente,
como analizando lo que hacía y lo que no, descubrió también que su manera de andar había
comenzado a sentirse tan errática como si fuera un juguete sin mucha pila o un cachorro al
que le habían puesto zapatos. Dohan pensó que estaba actuando tan ridículamente con él,
que incluso tuvo que hacer una pausa para respirar y calmarse antes de decidir irse
corriendo para el otro lado. Se acercó, apoyó la espalda en el respaldo del banquito e intentó
aflojar su expresión facial tanto como le fuera posible. Volteó la cabeza:

"¿Cómo estás?"

Pero cuando Dohan se sentó a su lado, Hyewon movió tan rápido la cabeza en su dirección
que una de las lámparas del techo le pegó directamente en los ojos. ¿Era así como se sentían
los pacientes cuando se acostaban en la mesa de quirófano? Y es que, además del brillo,
estaba tan nervioso de estar a su lado después de semanas de no verlo que incluso pareció
un hombre que estaba a punto de someterse a una cirugía importante.

Entonces, en el momento en que la luz atravesó sus ojos, las lágrimas brotaron por su cara
hasta hacerle ver como si estuviera llorando. Llevaba días sin poder dormir y ni siquiera
tuvo tiempo de sentirse cansado o de tomarse un respiro. Y ahora era como si todo eso se le
hubiera venido de golpe hasta destrozarlo por completo. Hyewon cerró lentamente los ojos
e inclinó el cuerpo en dirección a Dohan porque hasta empezó a sentirse mareado. Su
cabeza, colgando de su cuello, tocó el hombro de su compañero y luego cada una de sus
articulaciones parecieron quedar completamente recostadas sobre él como si le pidieran un
momento para reponerse del cambio de luces.

Dohan se quedó en shock.

Su corazón había comenzado a latir igual a si estuviera loco y pensó que era cuestión de
tiempo antes de que se le detuviera, necesitara de RCP y lo llevaran a la sala de
emergencias para darle tratamiento. Afortunadamente, si le daba un infarto en el hospital,
las posibilidades de sobrevivir aumentaban drásticamente hasta volverse un hecho. Más
aún, porque Robodoc estaba a su lado y porque había un montón de enfermeras que de
verdad harían lo que fuera para no dejarlo morir.

Respiró. Intentó contar hasta diez.

Uno.

Dos.

Tres.

Cuatro.
CINCO.
SEIS.
SIETE.
OCHO.
NUEVE
¡Auxilio! ¡El corazón se le estaba saliendo por la garganta! ¡¡Auxilio!!

Tal vez esto era una enfermedad del corazón, pero de todas maneras no le pareció normal
que fuera Hye-won quien se la activara.

"Oye..."

Cuando Dohan de repente le acarició la mejilla con el dorso de los dedos, Hyewon suspiró y
acomodó la cabeza un poquito mejor hasta mostrarle la manera en que tenía los ojos bien
cerrados. Y en el momento en que la luz le pegó de lleno en el rostro, su impresión cansada
y sensible comenzó a ser más evidente desde todas direcciones.

"¿Estás bien?"

Hyewon no dijo nada, solo mantuvo apoyada la cabeza en el hombro de Dohan. Tenía los
hombros pegados a los suyos, la mano acariciándole la cara y su pecho moviéndose
ligeramente con cada respiración. Y en ese momento, cada segundo y cada minuto
comenzaron a sentirse como si estuvieran completamente dedicados para ellos dos. Luego
Hyewon puso una sonrisa.

"Hola..."

"... ¿Estás bien?"

"Sí."

"¿Tienes sueño?"

"Sí."

"¿Sí?"

Ya que Hyewon seguía dando la misma respuesta a sus preguntas, Dohan giró un poco la
cabeza y miró atentamente a Hyewon. Todavía con la frente en su hombro, podía ver que
sus largas pestañas estaban chocando contra los cristales de las gafas, que la punta de su
nariz estaba roja y que su pecho no dejaba de subir y de bajar alternativamente. Luego,
sintió que su corazón estaba entrando en un punto crítico y que el calor de sus cuerpos,
juntos, era muy similar al del verano que se acercaba rápidamente a Corea.

"Estoy cansado... Solo... Necesito estar contigo".

Una sonrisa involuntaria apareció de repente en los labios de Dohan, quien estaba todavía
observando su cara de un modo, tal vez, demasiado obsesivo. La verdad era que tan pronto
como observó sus labios, a centímetros de los suyos y un poquito abiertos, surgió una sed
loca y un impulso de acercarse a él que fue complementemos sofocante. Ya estaban juntos,
acariciándose y tocándose así que fue como si el instinto se estuviera apoderando de su
cuerpo nuevamente. Conocía la textura de sus labios y lo caliente que era su lengua cuando
se metía dentro de su boca. Y la quería. La necesitaba de nuevo como necesitaba respirar.

Dohan se humedeció los labios con la lengua y le tomó de la barbilla.

"... Dios."

Pero al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, la cara de Dohan se puso roja como
una manzana y se levantó de su asiento de un solo y rápido movimiento. Y Hyewon, que
tenía la cabeza apoyada sobre su hombro, casi se cayo de frente sobre el banquito cuando
Dohan se fue. No podía controlar sus propias emociones y pensamientos y aunque al
principio estaba preocupado, luego estaba tan emocionado que su mente se quedó
infinitamente confundida y su cuerpo en un estado en el que pareció imposible dejar de
temblar. Era como si la pubertad, ese período de agitación y furia, hubiera regresado solo
para hacerlo pasar vergüenza. Se sentía igual a si estuviera hundiendo sus pies en baños
fríos y calientes y cambiándolos con frecuencia cada determinado tiempo.

Do-han se rió, diciendo que era estúpido, pero Hye-won, que no entendía lo que acababa de
pasar, solo lo miró sin decir una palabra.

"Yo solo... Yo..."

Do-han giró la cabeza de nuevo y salió del pasillo casi corriendo. Hyewon dijo el nombre
de Dohan un montón de veces para que regresara pero no miró hacia atrás ni una sola vez
hasta que llegó al final del pasillo.

Hye-won miró el lugar por donde había desaparecido pero, antes incluso de pensar en eso,
el recordatorio de que necesitaba empezar con su ronda en el quirófano sonó en su bolsillo
haciendo "bip, bip, bip, bip". Y por otro lado, Dohan corrió y corrió hasta llegar a la entrada
del hospital. Por supuesto, no fue el Hospital Universitario Deokwon, sino el lugar donde le
diagnosticaron el enlace imaginario por su mejor amigo.

Mientras esperaba su turno en la salita, Do-han pensó en Hye-won y en lo que había hecho
antes de escapar y, tras esperar por casi una hora, finalmente entró en la sala de tratamiento
y se agarró la cabeza.

"Necesito ayuda. Ya no puedo más. ¡Es suficiente! Hay más síntomas."

"¿Cuáles?"

"Mis emociones suben y bajan docenas de veces al día. Es como si estuviera cambiando
entre manía y depresión. Yo... Suelo enojarme como loco, luego mejoro y luego otra vez..."

"¿Qué más?"

"Estoy muy estresado. Me importan demasiadas cosas, al mismo tiempo. Mi trabajo y mi


vida diaria son difíciles, pero presto atención a cada movimiento de esa otra persona como
si no supiera que más hacer."

Su habitual apariencia confiada y juguetona desapareció, y solo quedó un hombre, sentado


en una silla en la sala de tratamiento, mostrando lo terriblemente confundido que se
encontraba justo ahora. Incluso pareció ansioso.

"He estado pensando en él todo el día y entonces es difícil que me concentre en algo más.
Ya ni siquiera soy bueno en mi trabajo."

"¿No son estos sentimientos generalmente representativos de encontrar a tu destinado?"

"..."

Dohan miró al médico con una expresión de insatisfacción en su rostro. Luego, después de
poner los ojos completamente en blanco por un momento, miró al suelo, no al hombre, y
continuó.

"Tengo miedo. No importa lo que sea, realmente tengo miedo. Es muy fuerte. Todo es
demasiado para mí así que, ni siquiera puedo... No puedo excitarme si no lo tengo conmigo
¿Entiende hasta que punto llegó?"

"Señor Dohan, esto es solo..."

"¡No! Solo... Por favor, por favor solo deme un medicamento para calmarme. ¡Solo
ayúdeme con algo antes de que deje de ser yo mismo! Yo no puedo con esto. De verdad no
puedo. Tal vez el enlace es bueno para otros Alfas pero no es bueno para mí. ¡No sirvo para
tener un destinado!"

Y después de una larga consulta, el médico le recetó un antidepresivo incluso aunque en


realidad sabía que no iba a tener la intención de tomarlo. Era simplemente... Una consulta
para intentar sacar su frustración con alguien, así que el doctor no dijo nada demasiado
peligroso ni algo que le diera la idea de que quería detenerlo.

Sintiéndose repentinamente patético y tan idiota como ningún otro, Dohan se hundió en un
banco vacío del parque que estaba frente al hospital y se quejó hasta que dos mujeres
pasaron justo detrás de él, lo suficientemente cerca como para escucharlas decir:

"¿No es ese Dohan?"

Así que miró hacia atrás al sonido de sus palabras, pero las dueñas de la voz ya se habían
ido.

Entonces, Dohan negó con la cabeza mientras miraba la receta del tratamiento para la
ansiedad. Nunca pensó que llegaría el día en que tendría que pedir un medicamento como
este en la vida y definitivamente nunca pensó que llegaría un instante en que se sintiera tan
desquiciado por algo tan común como era el amor. Arrugó la hoja, se lo metió en el bolsillo
y pensó que solo necesitaba un momento. Solo un tiempo para pensar decentemente sobre
lo que tenía que hacer.
El turno ya casi había terminado. 
Chapter 3

Después de una cena, justo a las 8 de la noche en punto, Hyewon y Eunsoo caminaron
tranquilamente frente al hospital con las manos metidas en sus respectivos abrigos. A lo
largo de la comida, la expresión de Hye-won no fue precisamente normal, por lo que le hizo
muchas preguntas curiosas e incluso le pidió que le dijera sobre lo que estaba mal para que
pudiera ayudarlo. Pero no abrió la boca ni una sola vez.

"Anda, dime ¿Pasó algo malo, bebé?"

"..."

Los ojos de Eunsoo se pusieron en blanco ante la indiferencia de Hyewon. Para ella, como
psiquiatra, el tipo era un paciente increíblemente difícil. Un niño herido que buscaba
compañía, establecía una pequeña relación con alguien y luego huía en cuanto veía que las
cosas estaban viajando por el camino equivocado. Y Eun-soo, curiosa por saber lo que
había pasado con Hye-won como para que mantuviera la boca cerrada todo este tiempo, lo
tomó de las manos y trató de llevarlo a un lugar tranquilo con la esperanza de que pudiera
sentirse lo suficientemente cómodo como para soltar la sopa. Pero en el momento en que
Eun-soo entró en su posición de "amiga chismosa" y se preparó para abordarlo, Hye-won
abrió la boca y miró a lo lejos.

"Entra primero ¿De acuerdo?"

"¿Qué?"

Con la cabeza en dirección al lugar donde su mirada se detuvo, Eun-soo vio entonces a
Dohan, caminando con la espalda gacha y las manos estrujándose entre si igual a si no
pudiera soportar un ataque de nervios que lo estaba golpeando.
Y al ver a Hye-won, que no podía apartar los ojos de él ni por un momento, Eun-soo sonrió,
le dijo que tuviera cuidado y retrocedió sin decir ni una sola cosa sobre lo que acababa de
ver. Pero mientras fingía regresar al hospital, como una doctora buena, Eun-soo se dio la
vuelta nuevamente y los observó a los dos medio oculta en un par de arbustos sin podar. En
realidad, siempre le pareció bastante divertido ver la historia de amor de otras personas.
Algo romántico y mega, MEGA tierno.

Eun-soo se paró oblicuamente a la puerta principal, ahora junto a un bote de basura, y espió
a Hye-won y Do-han con atención.

"... ¿Qué está haciendo aquí, doctora?"

"Hola. Estoy... Estoy viendo que me encuentro".

"¿Detrás de la basura?"

"Algo así."
El comportamiento de Eun-soo fue cuestionado por Mi-hee, la entrometida mejor amiga de
Dohan, quién no podía simplemente ignorar a la doctora cuando ya era demasiado famosa
por tener algo con Kang Hye-won recientemente. Mi-hee, que notó que Do-han se acercaba
a Hyewon desde lejos, tropezando como un zombi, agitó la mano para llamarlo en el
momento justo en que Eun-soo la tacleaba y la metía con ella detrás del bote de basura.

"¿¡Qué te pasa!?"

"¡Los estoy espiando a las dos, tonta!"

"¿Qué...?"

"Kang Hye-won e Im Do-han. Necesito ver qué hacen ¿De acuerdo?"

"¿Qué hay de interesante en ver lo que hagan estos dos?"

Eunsoo susurró en secreto palabras que no tenían ningún significado así que, incluso
aunque no la estaba entendiendo para nada, Mihee también bajó la voz y miró a los dos
hombres alternativamente. Hyewon se paró frente a Dohan, quien caminaba todavía
tambaleándose, y le preguntó algo que no pudo escuchar bien mientras él negaba con la
cabeza. La apariencia de los dos era completamente asquerosa, pero pensó que era gracias a
que habían estado de guardia por casi una semana.

"¿Qué quieres ver?"

"Por Dios. Quiero estar de metiche en su relación ¿De acuerdo? Así como todos ustedes en
el maldito hospital."

"No entiendo..."

Mi-hee asomó la cara y luego la miró como si hubiera escuchado algo que no tenía que oír
en primer lugar. Luego, con una expresión de incredulidad impresionante, volvió a observar
a Dohan y a Hyewon y dijo:

"Ellos... Jajaja, no es así. Ellos son sólo mejores amigos."

"Bueno, pues... Básicamente, un amigo se convierte en un novio con el tiempo."

"Im Do-han es un Alfa."

"¿Qué tiene eso que ver? ¿Dices que un Alfa solo tiene que amar a un Omega o algo así?
Creo que tus pensamientos están un poco... Sin ofender, ya sabes."

Ante las palabras de Eun-soo, Mi-hee cerró la boca por completo. Ahora que lo pensaba
bien, no podía imaginar ninguna razón válida para no creer que ellos tuvieran algo. De
hecho, no todos los Alfa que conocía tenían un novio Omega y, como dijo Eunsoo, la
mayoría de las personas primero conocían a sus parejas siendo amigos.
"Es una historia cliché pero, para amar a alguien ¿Necesitas condiciones específicas?
¿Necesitas que sea Alfa u Omega, hombre o mujer, tu amigo o tu compañero de trabajo? Si
te gusta, te gusta. Y creí que al menos tú podías compartir el mismo pensamiento que yo."

Mihee una vez más captó a Hyewon y Dohan en sus ojos. Y la verdad era que después de
escuchar las palabras de Eun-soo, la atmósfera entre los dos pareció... Inusual. ¡Ah, madre
santa! ¿Por qué no se dio cuenta antes? Más bien, lo notó pero, su visión estaba oscurecida
por las declaraciones habituales de Dohan y su comportamiento tan descuidado en los
clubes. Cuando estaba en la universidad, o incluso antes de eso, ambos estaban tan pegados
como un par de chicles. Do-han consolaba a Hye-won cuando los resultados de la cirugía no
eran buenos, le llevaba comida, su abrigo, ropa y dulces y sabía que Hye-won se esforzaba
muchísimo para hacer tiempo para visitarlo. Aunque Mihee había visto esto innumerables
veces, pensó que solo era algo típico de ellos ¿Y era porque Dohan siempre fue el alfa
perfecto del que todos hablaban? O ¿Por qué pensó que nunca saldría con un Beta? Sobre
todo, se sintió estúpida porque la forma en que Hye-won miraba a Do-han ahora, y la forma
en que él miraba a Hye-won, OBVIAMENTE no era de amistad.

Mihee casi se rió, pero fue de nervios.

"Que raro. En serio."

"Entonces, ya que estás aquí conmigo ¿Puedo pedirte algo? ¿Podrías tener una charla con
él? Entiendo que es tu mejor amigo y Hyewon es el mío así que... Seguramente las dos
queremos lo mejor para ellos ¿No? Por favor..."

Ante las palabras de Eun-soo, Mi-hee miró a Do-han, luego a ella y asintió en silencio con
la cabeza.

"Haré lo posible..." 
Chapter 4

Hyewon interrumpió la caminata de Dohan y lo llamó por su nombre. Sin embargo, con una
expresión realmente cansada en el rostro, Dohan, se hizo a un lado sin mirar a Hyewon y
dijo que "tenía prisa".

Pero ante la actitud del hombre, de ignorarlo y huir, Hye-won arqueó levemente las cejas y
lo agarró del brazo diciendo: "¡Espera!"

"¿Por qué?"

Do-han, quien fue atrapado por Hye-won, estaba molesto. No había logrado dormir en
varios días así que su mente estaba increíblemente nerviosa ahora. Pensó que ya estaba un
poquito más calmado e incluso pensó que ya estaba lo suficientemente bien como para ir a
trabajar, pero desde la distancia, vio a Kang Hye-won caminando frente al hospital con
alguien. Y resultó que ese alguien era Park Eun-soo. Entonces, todo tipo de emociones
sucias, las que había luchado por sacar de su cabeza, se hincharon lentamente hasta que fue
insoportable.
Fue arrastrado por la atmósfera, estaba enojado y no quería romper el momento amable que
había entre los dos solo por el hecho de que había algo dentro de él que estaba a punto de
explotar. Aunque ir a trabajar era difícil en si, no quería comenzar el día con una carga en
su corazón debido a tener que enfrentar a Hye-won antes del turno. Sin embargo, Dohan ya
había sido arrestado hacía otro lugar.

Dohan levantó la cabeza y miró por encima del hombro de Hyewon: Mi-hee y Park Eun-
soo, con caras de estúpidas, estaban paradas a la distancia fingiendo que el bote de basura
podía ocultarlas. Y cuando la mirada de Dohan se hizo más intensa, entonces Hyewon la
siguió también y se quedó observando para atrás. Allí, Eun-soo, que lo miraba desde su
lugar, pareció tener un brillo un tanto aterrador en las pupilas. Hicieron contacto visual, ella
se sobresaltó, se encogió de hombros, sonrió brillantemente y le mostró un signo de corazón
con los dedos. Más o menos tenía la intención de animar, pero para Do-han, que estaba
construyendo una torre de incomprensión, pareció tener un significado diferente.

"Perfecto, me largo."

"Dohan-ah, espera. Espera, por favor. Solo quiero que hables conmigo".

"¿De qué? ¿Qué pasa de repente?"

Se quejó.

"Estoy cansado ahora, así que hablemos más tarde".

"No, necesito hacerlo ahora."

Cuando Do-han sacudió la mano de Hye-won y cerró el camino, Hye-won lo detuvo una
vez más.

Dohan frunció el ceño ante el comportamiento de Hyewon, que nunca antes había sido así,
y lo miró directo a la cara. Si su expresión estaba tan seria y desesperada ahora debió ser
por una buena razón pero, de alguna manera, sintió que no podía soportarlo ni siquiera
aunque lo fuera. Dohan realmente quería llorar. Realmente quería preguntarle: "¿Qué haces
con esa mujer? ¿Estás saliendo con ella?" Y en su lugar, solo sonrió. Realmente no podría
hacer tal cosa ni aunque le pagaran. Pero mientras Do-han se paraba sin decir una palabra,
Hye-won preguntó sobre la cosa que había tenido bien metida en la cabeza todo el día:

"Im Do-han, ¿Te sientes mal? ¿Estás enfermo?"

"¿Qué?"

Dohan abrió mucho los ojos ante la pregunta inesperada y miró a Hyewon. La expresión del
hombre, pidiendo una respuesta, era completamente decisiva. Seguramente esto había
estado llenando a Hyewon todo el día hasta que finalmente lo soltó.

Todo comenzó con la enfermera ambulatoria. Ella, que había estado rondando el hospital
durante la hora del almuerzo, le preguntó a Hye-won si Dohan estaba enfermo y agregó que
hace un rato, cuando se encontraron en la mañana, se veía cansado y un poco flaco. Él le
respondió que no sabía y ella dijo ahora que vio a Do-han sentarse con una expresión seria
en el centro de cáncer del hospital general, en el que se había detenido por un tiempo para
tomar un par de documentos que necesitaba. Él se había sentado allí por alguna razón, pero
tenía una receta médica en la mano y un rostro demacrado que pareció el de alguien que
tenía un problema muy serio.
Después de escuchar esas palabras, Hyewon se sumió en la ansiedad y estaba tan
preocupado por él que lo llamó más de diez veces, pero nunca le respondió. De repente,
recordó a Dohan, que se veía particularmente cansado y sensible estos días, y su figura, que
pareció la de alguien particularmente débil. Incluso si trataba de aliviar sus preocupaciones
sobre si podría tener gastritis nuevamente, la palabra "centro de cáncer" que pronunció la
enfermera, le seguía molestando tanto que lo puso de nervios.

Dohan parpadeó un montón de veces ante la repentina explicación de Hyewon y luego, puso
los ojos en blanco al escuchar la telenovela que se habían armado. Perfecto, ¡Ahora tenía
cáncer! ¿Era normal que los hospitales fueran tan chismosos? Afortunadamente, el lugar
donde fue encontrado no estaba frente al departamento de ginecología porque el rumor de
un embarazo hubiese sido más aterrador.

"No estoy enfermo ¿De acuerdo?"

"¿Entonces qué es eso que tienes en el bolsillo?"

"¿¡Qué te importa!?"

Dohan sacudió la mano de Hyewon que se le había metido en el bolsillo de la bata, pero él
ya tenía la bolsa de antidepresivos y una receta que decía sobre el "enlace imaginario" y los
signos médicos de un "destinado." Dohan lo jaló como si le quisiera arrancar los dedos.

"¡Do-han!"

De repente, el brazo, que había estado tirando a la fuerza lejos de él, salió de su bolsillo de
tal manera que incluso un sobre blanco, lleno de medicina, voló directo al suelo. Dohan se
quejó, recogió rápidamente las cápsulas que se habían caído y se las guardó antes de que
pudiera ver lo que eran. Por supuesto, eso solo había conseguido hacer que Hye-won se
asustara todavía más. Eso y lo que dijo la enfermera de consulta externa, todas las
circunstancias coincidieron e hicieron que los sentimientos de Hye-won se sintieran
intensos.

Hyewon hizo un ruido fuerte cuando agarró el brazo de Dohan, quien constantemente
intentaba evitarlo.

"¡Ya, maldita sea! Do-han ¡No huyas y dilo correctamente! ¿Qué te pasa?"

"Suéltame..."

"¡Qué sucede contigo!"

"¡No pasa nada conmigo! ¡Déjame en paz!"

La forma apasionada de ser de Hyewon, que nunca antes había visto en persona, hizo que
Dohan pareciera increíblemente nervioso.

Dohan siguió moviéndose de un lado para otro y como era de esperar, Hyewon pareció
sentir una gran decepción y un terrible enojo por el intento de Dohan de escapar y evitar la
pregunta. Luego Hyewon lo aventó contra la pared y golpeó la pizarra de avisos que estaba
cerca de su cara, gritando como si no pudiera soportarlo más:

"¡¡Im Dohan, carajo!!"

Dohan se sorprendió por esta reacción. En el pasado, a menudo se peleaban y se gritaban


pero Hyewon nunca había expresado tanto sus sentimientos como lo estaba haciendo ahora.
Do-han se sorprendió muchísimo por el fuerte ruido de Hye-won, y Hye-won también se
sorprendió tanto que pareció pensar que lo mejor era cerrar la boca. El sonido fue tan
horrible que incluso los transeúntes dejaron de caminar y los miraron a los dos por un
momento antes de comenzar a susurrar cosas que seguramente eran mentira. Pero Dohan no
sabía que decir. La punta de sus cejas se elevaba hacia lo alto y las arrugas cavaban con
fuerza en su frente hasta un nivel que parecía, no enojado, sino lo que le seguía. Dohan, que
enfrentó a Hyewon, frunció el ceño al mismo tiempo.

"Yo... Ya te dije que no es nada de eso."

"Entonces no huyas y habla conmigo."

"¿Por qué tengo que hacer eso?"

¿Qué tenía que decir? "Si no fuera por ti, no estaría sufriendo" "Si no fuera por ti, si no
fuera porque estoy enamorado de ti, yo sabría qué hacer y sabría qué decirte." Para nada.
Además, no quería hablar con el chico que casualmente estaba saliendo con esa mujer frente
al hospital. No estaban en un parque, o en un café, estaban FRENTE A LA PUERTA. Para
los protagonistas de los chismes del trabajo, de los que se rumoreaba tanto desde hace
mucho tiempo, caminar uno al lado del otro era como anunciar que estaban a punto de
casarse.

"Do-han..." Hye-won, sin tener una explicación, pronunció su nombre en voz baja: "Deja
todo lo demás, no importa. Eres mi mejor amigo... ¿Tú y yo ni siquiera podemos hacer
preguntas como estas?"

"..."

Fue Dohan quien cerró la boca esta vez. El problema era que no lo había calmado para nada
diciéndole "amigo." Aunque se comieron en la casa, la relación de Hyewon y Dohan se
definió como amigos. Claro, no estaba mal, pero Dohan de repente se enojó por eso porque,
para empezar, lo había agarrado en un momento en el que estaba demasiado vulnerable.
Tanto así, que la ira y el resentimiento se mezclaron y Dohan simplemente le dio un
manotazo para que lo dejara en paz.

"Si tienes tiempo para preocuparte por mí, mejor tómate esos minutos para preocuparte por
tus asuntos amorosos."
"¿Cuáles asuntos amorosos?"

"Por favor. Ya circulan rumores en el hospital de que tienes una relación con Park Eun-
soo".

"¿Qué?"

Dohan levantó la cara en su dirección. Supuestamente tenía que mostrarle una sonrisa, pero
las comisuras torcidas y levantadas de sus labios temblaban y sus cejas aún estaban bien
arrugadas y juntas. Sin embargo, Hyewon habló como si fuera la primera vez que escuchaba
algo como esto.

"No es así. Euni y yo... Son solo rumores."

"Ah, mira. Euni… Sí, de acuerdo. Llamas Euni a Park Eun-soo pero, todo muy casual
¿No?"

Dohan escupió palabras que no tenían sentido ni para él.

"... Park Eun-soo y yo solo somos…"

No queriendo crear tal malentendido con Do-han, Hye-won se apresuró a decir lo que
pasaba.

"Park Eun-soo y yo solo somos amigos".

"Amigos."

"Amigos."

"¿Desde cuándo? Hasta donde yo sé, no tenías una amiga así".

Dohan estaba de pie, con los brazos cruzados. Hasta hace un rato, Hyewon pareció estar
muy enojado pero, esta vez, por el contrario, Dohan pareció ser el que tenía los ojos
encendidos.

Hyewon se mordió el labio inferior porque no había una respuesta fácil a su pregunta. Para
explicar su relación con Eun-soo, tenía que hablar también sobre los años en los que estuvo
internado. Fue un momento en el que abusó de si mismo para convertirse en un omega que
coincidiera con él. ¿Cómo podía explicarle eso a Dohan? Dohan miró a Hyewon como si
estuviera esperando.

"... Conocí a Park Eun-soo antes de abandonar la escuela y... Durante todo el tiempo de la
preparatoria."

"¿Cómo?"

Dohan intentó fingir estar tranquilo, pero le hervía el estómago. En otras palabras, Hye-
Won dijo que Park Eun-Soo sabía sobre el tiempo que él no conocía, los tres años que Hye-
Won no le contó. Ese solo hecho hizo que Do-han sintiera que había perdido por completo
ante ella.

"Eso es..."

Podría simplemente mentir. Pero Dohan y Hyewon no podían hacerse eso el uno al otro así
que se quedó sin palabras y completamente atascado. Esperó mucho tiempo a que siguiera,
pero no hubo respuesta. Cuando Hyewon finalmente cerró los labios, Dohan apartó la
mirada de él y miró hacía el pasillo.

"Te devolveré lo que dijiste. Eres mi mejor amigo, pero ¿Tú y yo ni siquiera podemos
hablar de eso?"

Dohan repitió justo lo que había dicho Hyewon.

"Dohan-ah".

"Ya, solo déjalo así".

"Dohan, no es lo que piensas. Es solo que..."

"Un malentendido o lo que sea, ¿Qué tengo que ver yo con su relación de todas maneras?
Me alegro de que hayas encontrado a la persona adecuada de la que tanto estabas hablando.
Felicitaciones". Pero Do-han se molestó todavía más al ver a Hye-won, que inclinaba la
cabeza sin responder ni siquiera ante sus palabras más agudas. "¿Y sabes qué? Yo estoy
cansado de esto. No quiero tener nada que ver contigo en algo que no sea... Ser solo amigos
y esas cosas. No deberíamos haber tenido sexo en primer lugar."

Sabía que algún día se volvería loco pero no que iba a ser tan terriblemente miserable en el
trabajo.

Dohan miró a Hyewon, que estaba de pie frente a él, con la cabeza gacha, y luego observó
hacia el corredor. Dijo:

"Tengo que ir a trabajar."

Pero Hye-won agarró el brazo de Do-han antes de que se diera la vuelta.

"Hyewon, tengo que ir a mi turno".

La mano fría que sostenía su muñeca pareció temblar un poco.

"Déjame".

Y de todos modos, dijo lo contrario a lo que quería su corazón.

"Sí..."

Miró a Hyewon por última vez. Su cabeza, que había estado inclinada para abajo, como un
muerto, se levantó lentamente... Y entonces se reveló el rostro ensombrecido de su mejor
amigo. Por supuesto, Dohan pareció dejar de respirar de nuevo por lo que se encontró: Los
ojos de Hyewon, quien siempre se había mostrado indiferentes, se llenaron de tantas
lágrimas que no podía soportarlas y que, por eso mismo, se estaban desparramando por sus
mejillas hasta caer en su bata. Y mirando esos ojos lamentables, se arrepintió en un segundo
de todas las palabras que había dicho contra él. Fue como si todas esas emociones que se
derramaron en su cabeza, volaran nuevamente hacia Dohan como una flecha en llamas.

Quería salir de este lugar ahora mismo. Quería largarse. Si miraba a Hyewon por un minuto
más, parecía que diría cualquier cosa que quisiera decir y finalmente él sería quien
terminaría llorando.

"Yo... Solo estaba preocupado... ¿Estás realmente bien?"

Ante la pregunta de Hye-won, Do-han apartó la mano de él y retrocedió un par de pasos.


Pero cuando la mano de Do-han se apartó a la fuerza de la suya, la de Hye-won cayó al lado
de su cuerpo justo como si le hubieran drenado toda la energía. Ya no lo atrapó ni lo llamó,
solo lo miró con un montón de lágrimas en las comisuras de los ojos antes de darse la vuelta
y entrar al hospital.

Dohan, quien se fue por el otro lado, caminó rápidamente por el pasillo, cubriéndose la cara
con las dos manos para evitar que alguien más pudiera ver la expresión que tenía encima.
En el medio, Kim Mi-hee y Park Eun-soo se encontraron con él y lo saludaron, pero Do-han
las ignoró y las pasó de largo. Kim Mi-hee era inocente pero, Park Eun-soo...

No quería ni ver a Park Eun-soo.

Después de todo, un hombre celoso era desagradable, tan patético y miserable que pensó
que solo deseaba esconderse en alguna parte por el resto de su vida.

Dohan caminó directamente al baño. Su reflejo en el espejo era verdaderamente patético y


al igual que Hyewon, las lágrimas comenzaron a brotar por lo que había hecho hace un
minuto así que, abrió el grifo del lavabo y se inclinó por completo contra él para lavarse la
cara.

"Ah, ah..."

Dohan ni siquiera tenía derecho a llorar porque fue su culpa. Todo siempre era su culpa,
todo lo malo al menos. La expresión desconsolada de Hyewon brilló frente a sus ojos y la
verdad era que, cuanto más lo recordaba, más le hundía el pecho hasta un punto en que
sintió como si no pudiera ni respirar. Había hecho algo patético. ¡Algo estúpido! Para salir
de la situación, hizo del problema algo más grande. Ni siquiera era un niño pero no podía
superar sus sentimientos y todo lo arregló con la ira. No tenía la intención de llegar hasta
esto porque Do-han si había creído las palabras de Hye-won de que "no eran nada". Es
decir, Hye-won nunca fue alguien que le mentiría a Do-han, por lo que pensaba que era
cierto eso de que solo eran amigos. Sin embargo, independientemente de su creencia, su
cabeza se volvió loca porque a Hye-won se le había ocurrido llamar a Park Eun-soo
"Eunsi". No bromeaba, fue bastante grave. Hyewon era realmente indiferente con todos los
del hospital. Incluso con Mihee, a quien ya conocía desde hace muchísimo tiempo. Como
prueba de eso, Mihee todavía llamaba a Hyewon doctor Kang y él le respondía por su
apellido. Los sentimientos de Do-han se complicaron mucho cuando la llamó así, con tanta
ternura. Además, estaba terriblemente resentido porque había un secreto entre ellos dos que
él no conocía.

La tristeza, la ira y la obsesión se mezclaron, y Do-han se deslizó en varias emociones


complicadas al mismo tiempo. Era como una boya balanceándose, apoyada en una sola
cuerda en medio del mar turbulento. Se sintió como si su pecho estuviera siendo desgarrado
tanto y tanto que incluso fue doloroso seguir.

Dohan colocó su mano sobre su pecho e inclinó la espalda. La notificación del inicio de su
turno seguía sonando en su bolsillo pero Dohan solo se agarró el estómago, se puso en
cuclillas en el suelo del baño y se quedó sin levantarse durante mucho tiempo. Si tuviera el
coraje, hubiera salido corriendo de allí para ir a abrazar a Hye-won mientras le decía lo
mucho que lo sentía, que estaba enamorado, y que se había portado así porque estaba
celoso. Pero no tuvo el coraje de hacerlo. Dohan se odiaba a si mismo por huir como un
cobarde cada vez y se odiaba a si mismo por no ser honesto. Tenía miedo de perder a Hye-
won pero igual derramó un montón de palabras que lo lastimaron.

¿¡¡¡Qué estaba pensando cuando le dijo todas esas cosas!!!?

Cuando la confusión disminuyó por un momento, lo inundaron la culpa y los


arrepentimientos sin fin y sus pulmones se llenaron de tanto dolor que fue como si se
estuviera ahogando con el aire ¿Y qué pasaría si Hyewon, que estaba cansado de sus duras
palabras, dibujaba una línea diciendo que al final ni siquiera valía la pena ser amigos? No.
Hyewon no podía hacer eso ¿Verdad? Pero no había ninguna garantía de que lo quisiera
tanto como para aceptarlo incluso ahora que se había portado tan cruel con él. Fue entonces
cuando Dohan de repente se asustó de verdad.

Fue cuando pensó que realmente quería llorar. 


Chapter 5

"Dohan...."

Después de la hora de comer, Kim Mi-hee decidió hablar con Do-han, que estaba parado en
una esquina como si fuera una especie de piedrita solitaria por el camino. Y ya que tenía la
cabeza y el corazón terriblemente complicados, no escuchó su llamada ni pensó en abrir la
boca una sola vez. Dohan solo se apoyó contra la pared, suspiró y luego se puso de pie
débilmente. Justo como si fuera un zombie con hambre. Mihee se acercó a él.

"Hola, Do-han".

Mihee empujó el costado de Dohan con el codo. Sin embargo, ante el gesto de Mi-hee, Do-
han solo la observó una vez y luego volvió a apartar la mirada. Ella suspiro y lo empujó por
el costado una vez más en respuesta a la reacción tan irritable de Dohan pero, cuando sintió
dolor, Dohan solo respondió de mala gana:

"¿Puedes dejarme en paz?"


Era una voz llena de fastidio.

"No".

"Bueno, entonces voy a irme ¿Feliz?"

"¿Es por el doctor Kang Hye-won?"

"¿Qué? ¿Vas a hablarme también sobre él y Park Eun-soo? Porque de verdad no tengo
tiempo para eso así que..."

"No, no."

Tan pronto como Mi-hee sacó el nombre de Hye-won, él respondió como si lo estuvieran
atacando. Era casi como un reflejo automático.

Mihee, que se había estremecido por un momento ante la reacción incluso un tanto nerviosa
de Dohan, negó con la cabeza y continuó.

"No iba a hablar sobre eso."

Normalmente habría dicho algo como: "¿Por qué te molesta tanto?" Pero hoy, Mihee
también pareció un poco perdida. Pareció dudar por un momento sobre lo que tenía que
decir y luego, minutos más tarde, continuó con la idea que originalmente tenía en la cabeza.

"Solo quería preguntar lo que opinabas de Kang."

"Ja ¿Qué opino? ¿Justo ahora? Pues que es un idiota ignorante, ciego, infiel, un idiota, un
sinvergüenza que solamente llora para chantajearme. Y le sale bien, por cierto."

Mihee lo miró con cara de perplejidad cuando una respuesta diferente a la que había
pensado que diría salió de su boca. De camino al trabajo, había tenido una conversación
bastante extraña con Eun-soo, así que por eso fue con él y preguntó que pensaba del
hombre. Claro, imaginó que al menos diría que él era un buen amigo o su colega de
quirófano. Pero, como si hubiera algo así como un pequeño rencor contra Hyewon, él solo
rechinó los dientes y escupió un montón de palabras muy feas. Por supuesto, feas según ella
porque nunca lo había escuchado hablar así.

"Bueno y ¿Tú cómo eres, amigo? ¿No actúas un poco ignorante e idiota también algunas
veces? Piensa seriamente. No respondas."

Mihee, que había estado escuchando atentamente las palabras de Dohan, respondió esto con
el ceño bien fruncido. Mihee tenía razón. En realidad, Dohan no estaba en condiciones de
juzgar a Hyewon porque estaba actuando de la misma maldita forma. Suspiró.

"De todos modos, a partir de hoy no soy su amigo así que no preguntes por él".

"Ah, con razón ¿Ustedes dos pelearon?"


"..."

"Incluso los estudiantes de primaria ya no pelean así últimamente. Que infantiles, de


verdad. Tenían que ser hombres."

Dohan resopló ante las palabras de Mihee, pero en realidad también era muy consciente de
lo infantil que era. Terriblemente infantil, en realidad. Lo malinterpretó, estaba celoso y
estaba resentido con alguien que era una completo extraña para él. Y además, estaba triste
con Hye-won porque no le había contado la historia con la que había conocido a su supuesta
amiguita. Y lo peor era que aunque sabía que sus acciones eran similares a las de sus
primitos de 10, igual pensaba que no podía hacer nada para remediarlo ¡¡¡Al principio, todo
amor era infantil!!!
Además, todavía le dolían esos tres años de su desaparición. No preguntó al principio pero,
cuando lo hizo, dijo que había tenido "mucho dolor". Así, sin contexto. Dónde y cómo le
dolía ¿Quién sabe? Porque Hye-won nunca le contó correctamente a Do-han sobre lo que
pasó en ese tiempo. Como si no quisiera que lo supiera o si le avergonzara.

El Hyewon, que dudaba en responder, siguió viniendo a su mente todo este tiempo y
también fue lo mismo con el Hyewon que le sonrió a Eunsoo y el Hyewon que le decía
"Eunsi". Y cada vez que esas imágenes se reproducían en su cabeza, aparecía entonces un
rasguño mucho más profundo que el anterior en su corazón. Porque aunque no podía
responder a la pregunta, los estándares que estableció para su relación eran muy estrictos. Y
en primer lugar, Hyewon tenía que ser INCREÍBLEMENTE honesto con el. Y no lo era.

"Bueno, siempre has sido así de todos modos. Tal vez fue mi culpa por pensar de más."

Mientras Do-han estaba inmerso en los pensamientos que tenían que ver con Hye-won, Mi-
hee tamborileó con los dedos en la mesa y se levantó igual a si ya hubiera sacado sus
propias conclusiones. Como era de esperar, las palabras de Park Eun-soo eran solo una
hipótesis sin sentido por lo que Mi-hee negó con la cabeza, le dijo que era "patético",
incluso aunque fuera su mejor amigo, y se alejó de él. 
Chapter 6

Dohan evitó a Hyewon, y Hyewon también evitó a Dohan.

En lugar de hacerlo con el pretexto de estar ocupados con el trabajo, justo como antes,
ambos eran abiertamente honestos con sus deseos de no verse más y reacios a encontrarse
incluso en el hospital. La excepción era, por supuesto, cuando estaban juntos en la sala de
operaciones o en alguna junta del personal. Y de todos modos, aunque no había operaciones
urgentes o pacientes que necesitaran atender con cuidado, Dohan descubrió que Hyewon
nunca volvió a casa de nuevo. Como en sus días de residente, estaba viviendo en el hospital,
durmiendo en la sala de doctores y comiendo en la cafetería.
Una y otra vez, Dohan esperó a que Hye-won regresara a casa, exhausto y diciendo "vamos
a hablar de lo que pasó". Pero al final, no volvió ni de chiste. Obviamente estaban
trabajando en el mismo lugar así que si quería saber sobre él, podía solo averiguar todo lo
que quisiera asomando un poco la cabeza en su área de trabajo. Era solo que, no tenía el
suficiente coraje.
Una semana.

Dos semanas.

Era evidente que lo estaba evitando a propósito. Después de todo, él mismo le dijo que no
quería que volvieran a juntarse de nuevo por lo que, lo que estaba haciendo ahora, era un
movimiento completamente normal. Sin embargo, en el otro lado de su mente, siempre
estaba esa expectativa de que Hyewon regresara con él y volviera a casa. Todavía
imaginaba que iba a abrir la puerta normalmente, como si nada hubiera pasado, y que lo
saludaría como todos los días. No obstante, al ver que no era así, Dohan comenzó a pensar
en cómo superar esta situación que él mismo había creado en primer lugar. También era
como si le estuviera dando la razón a ese dicho que decía que la persona que se enamoraba
primero siempre era la que perdía.

Se podía decir que hizo todo lo posible por comprender y aceptar a Hye-won mientras se
consolaba a si mismo diciendo cositas como estas.

Pero contrario a los esfuerzos de Do-han por no huir, esta vez Hye-won fue quien se escapó.
Lo esperó en casa después de darle ese "periodo de descanso post pelea" pero igual no
regresó ni una sola vez. E incluso después de encontrarse con él en el hospital, Hye-won
siempre sacaba algo de la manga para evitar enfrentarlo. Y al ver tal situación, Dohan, que
siempre estaba a punto de disculparse, comenzó a ver qué realmente tenía un serio problema
entre las manos.

Ya no era algo tan simple.

"¡Hola!"

De camino al trabajo, escuchó entonces la voz de esa misma mujer que siempre lograba que
intentara contener toda su ira y que al mismo tiempo, le hacía tener ganas de golpearse la
cabeza contra el casillero. Y cuando se dio la vuelta, entonces se encontró con que
verdaderamente Eun-soo Park estaba de pie, con su bata, su falda y un café en una mano.
Do-han, quien la había estado vigilando desde la distancia en los últimos días, descubrió
que Eun-soo siempre se la pasaba dando vueltas alrededor del hospital. Tanto que pensó que
definitivamente tenía más energía que Mi-hee. No mucho después de llegar al Hospital
Deokwon, andaba por aquí y por allá y pronto consiguió llevarse bien con cada una de las
enfermeras del sitio. Sin embargo, Do Han, que estaba resentido a un nivel en el que odiaba
a muerte a Park Eun-soo después de la pelea que tuvo con Hye-won, nunca pudo hablarle
bien o al menos concordar en el mismo espacio.
No obstante, podía decirse que había logrado capturar sus propios sentimientos hasta un
punto en que dejó de parecer tan lunático. Después de todo, Dohan era un adulto maduro y
Park Eunsoo era, hasta cierto punto, inocente. No era su culpa ser tan odiosa.

Dohan recibió su saludo con la expresión más brillante del mundo. Había decidido dejar de
culpar a las personas que lo rodeaban solo por tener sentimientos revueltos y ser tan infantil.
Pensó que este era el primer paso hacia la superación.

"Hola."
"¿Estás de camino al trabajo?"

"Sí..."

Era completamente evidente porque estaba a una calle del hospital, así que incluso comenzó
a pensar que había venido a encontrarse con Do-han a propósito.

"Que coincidencia."

Eun-soo sonrió un poquito ante las palabras de Do-han y lo siguió muy de cerca. Y como
estaba previsto, los dos caminaron uno al lado del otro en una banqueta tranquila, hacia el
trabajo que ambos tenían en el hospital.

Después de intercambiar palabras sin sentido por un tiempo, como su opinión del clima y
algunos chismesitos locales, Eun-soo finalmente le dijo a Do-han esa cosa que al parecer le
había despertado la curiosidad durante toda la semana.

"¿Tuviste una discusión con Kang Hye-won?"

"... ¿Por qué preguntas?"

"No, por nada. Es que es extraño que Robodoc no sea un Robodoc en estos días".

"¿No?"

"Parece que no está comiendo bien".

"Ya. Pues seguramente está ocupado. Está haciendo mucho tiempo extra."

"Cierto."

Trató de fingir que no era gran cosa, algo así como un asunto bastante casual del trabajo.
Pero el tema que mencionó Eun-soo ciertamente había logrado despertar el interés de Do-
han. Tenía mucha curiosidad acerca de dónde y cuán extraña era la condición de Hyewon
justamente ahora.

"Pero ¿Cómo está?"

"¿Hye-won Kang?"

"Sí."

Ante la pregunta de Dohan, Eunsoo levantó ligeramente las comisuras de sus labios y tomó
un sorbo del café que estaba en su mano.

"Terrible. Está durmiendo en el quirófano".

"Bueno. El suele hacer eso cuando está ocupado".


"No importa lo que le preguntes, no responde."

"Él no suele hablar mucho".

"Y sobre todo, ya ni siquiera habla de ti. Creo que eso es lo que más me sorprendió."

Dohan, que había estado contestando cada una de las palabras de Eunsoo con respuestas
más o menos lógicas, se detuvo completamente en su última oración. Si decía eso...
¿Entonces significaba que solía hablar de él a menudo?

"¿... Habla de mí?"

"Muchísimo. Por lo general me habla de ti nada más."

"¿De qué?"

"Oh, sobre como le compraste un par de zapatos, de que tus pies están muy hinchados. De
que no comes mucho, de que te enfermaste del estómago. De todas las veces que iban
juntos al quirófano o de las veces que se encontraban en el pasillo para ir a comer".

"Vaya. Es demasiado..."

"Yo sé, es exagerado. Pero por lo general eres todo su tema de conversación."

"..."

"Pero, de pronto se detuvo. Tal vez se le acabaron las historias."

Dohan se mordió el labio inferior con fuerza en un intento por ocultar su expresión tan...
Desordenada. Era todo un enigma ese hombre ¿Por qué informaba de cada movimiento de
su mejor amigo a otras personas? Podrían malinterpretar su relación ¿Verdad?

"¿Usualmente hablan de mi cuando están juntos?"

"Pues sí. Pero a veces hablamos un poco sobre los pacientes más complicados."

"Doctora..."

"¿Sí?"

"¿Desde cuándo conoce a Hyewon?"

Al ver a Eun-soo hablar de todo esto, Do-han también sacó a relucir las dudas que tenía
dentro de él. Sintió que ella podía llenar el vacío que Hye-won dejó cuando no respondió.

"Desde que éramos muy jovencitos. Él me dijo que en ese momento había dejado la
preparatoria."
"¿En dónde se conocieron?"

"En el hospital. Ambos éramos pacientes."

Las palabras de Hyewon, que fueron escupidas como si fueran algo pasajeros, vinieron de
inmediato a la mente de Dohan. "Tuve mucho dolor" dijo ¿Pero qué le dolía realmente?
¿Acaso estaba escondiendo alguna enfermedad grave? Mirando a Eun-soo, quien le dio una
respuesta inesperadamente dócil, Do-han planteó una pregunta más profunda:

"¿Hye-won se enfermó?"

"Pues… Sí. En ese momento, Hyewon Kang estaba muy enfermo así que tuvo que ser
hospitalizado. También me pasó lo mismo."

Estaba seguro que si le preguntaba dónde y cómo o incluso qué fue lo que le pasó
exactamente, Eun-soo estaría más que feliz de responder a todo eso. Pero Do-han decidió
no hacerlo. No quería escuchar lo que Hyewon no quería decir.

"¿No me vas a preguntar de qué estaba enfermo?"

"No, yo... Creo que sería mejor escucharlo de él."

"Me alegra. Me habría avergonzado si hubieras preguntado eso. La información del


paciente debe ser protegida, ya sabes. Cuando te vuelves personal de salud, lo entiendes un
poco mejor."

"Sí."

"Es solo que... Me frustra demasiado ver lo que hace Hyewon últimamente, así que por eso
te lo dije. Si los dos tuvieron una pelea, me gustaría que pudieran hacer las pases pronto.
Luchar durante tantos días no sirve de nada. Es como cortar agua con un cuchillo."

"... Claro."

Pero incluso aunque Dohan se detuvo por un momento, Eunsoo siguió caminando.
Arrastrando suavemente sus Crocs con pasos ligeros e incluso tarareando. En realidad, lo
que había dicho Eun-soo era parte de un dicho: "Pelear contra tus sentimientos, es como
cortar agua con un cuchillo". 
Chapter 7

Después de la cirugía de la mañana, Dohan, quien estaba desinfectando el quirófano, se


quedó inexpresivo por un momento y recordó la conversación que había intercambiado con
Eunsoo hace apenas algunas horas. Durante los tres años que desapareció de su lado, ya
había pensado en eso de que en realidad lo hizo porque estaba muy enfermo. Lo pensó sin
tener pruebas, por supuesto. Pero teniendo en cuenta que Park Eun-soo estaba diciendo
exactamente lo mismo, ya no había ninguna duda al respecto.

"¿Pero ya está bien?"


De repente, las preocupaciones brotaron hasta de los dedos de sus pies. ¿De qué se había
enfermado? ¿Qué tratamiento recibió? Y sobre todo ¿Estaba bien ahora? Quería correr
hacia Hye-won de inmediato y preguntarle dónde, cómo y cuánto le había dolido y si eso ya
era cosa del pasado o todavía necesitaba de algún tipo de atención especial incluso ahora.
Sin embargo, gracias a estar pensando en eso, Dohan dejó caer las tijeras metzembaum de
sus manos sin darse cuenta.

"Crash".

Dohan frunció el ceño mientras miraba la herramienta de acero inoxidable que se le había
caído. Ahora estaba en el suelo, así que eso significaba que tenía que empezar otra vez con
toda la desinfección. Además de eso, debía terminar de limpiarse, arreglar, anotar y preparar
antes de que comenzara la próxima operación, pero su cuerpo seguía estando increíblemente
lento. Podía decirse que ahora entendía mejor los sentimientos de Hye-won, quien había
preguntado si estaba bien hasta el final, incluso aunque estaba lleno de un montón de
lágrimas en la cara. Lo hizo porque él sabía mejor que nadie lo que era estar enfermo. Su
pecho comenzó a latir con ansiedad y preocupación y después, con un montón de
sentimientos crueles dirigidos completamente hacía si mismo. Solo había escupido palabras
duras contra él.
Además, el rostro de Hyewon, que había estado llorando durante su pelea, apareció incluso
sobre las toallitas desinfectantes que sacó de la estantería.

"Ah, maldita sea."

Le vino a la mente la frase "Tan difícil como cortar agua con un cuchillo".

De repente tenía muchísimas ganas de estar con él.

Mientras las manos de Do-han disminuían la velocidad, Hee-jae, que había terminado de
organizar, comenzó a ayudarlo con algunas cosas para que pudieran terminar con su turno
un poco más rápido. Y ya que los dos movieron sus manos al mismo tiempo, las cosas se
juntaron en el orden adecuado tan fácilmente que ahora de verdad estaba muy orgulloso de
su querido alumno.

Pensó que si salía justo ahora, podía encontrarse con Hye-won mientras fingía que todo esto
era solo una mera coincidencia. Extendería su mano descaradamente en su dirección, le
sostendría los dedos y al darse cuenta de que estaba helado, como pasaba frecuentemente, le
diría: "Ve a casa y lávate". Y lo tendría a su lado esa misma noche. Con eso en mente,
Dohan se cambió de ropa, fingió escabullirse del trabajo y se detuvo en el centro quirúrgico,
pero Do-han no pudo encontrar a Hye-won por ninguna parte. Trató de buscar al jefe de
residentes y preguntarle, pero ni siquiera pudo hacer eso porque descubrió que estaba
corriendo como un loco de un lado para otro. Y ya que él también debió haber tenido
mucho trabajo, se sentó cerca del laboratorio y esperó por un rato, pero igual no pasó nada.

Do-han, que no podía encontrar a Hye-won por ninguna parte, fue a urgencias con un paso
que decía a todas luces que se estaba muriendo de la desesperación. Y ya que Kim Mi-hee
iba a asistir una cirugía de cabeza y cuello, pensó que no le quedaba más remedio que ir con
Kim Byung-jun para preguntar si no quería ir a tomar un café con él mientras estaba de
descanso. Además, también iba a aprovechar el momento para que le diera un consejito o
dos sobre como mejorar con las relación de pareja. Sin embargo, la sala de emergencias
estaba más ocupada de lo que esperó encontrar y aunque no parecía lo suficientemente loco
como en otras ocasiones, tampoco creyó que su amigo pudiera tener suficiente tiempo libre
como para charlar y salir a comer con él.

Do-han, inclinado sobre la mesa de la recepción, buscó a Byung-jun con una enfermera que
estaba mirando el historial de un paciente.

"¿El doctor Kim Byung-jun?"

"Por ahí."

Entonces miró en la dirección que señalaba la enfermera y notó a Kim Byung-jun, de pie y
con los brazos completamente cruzados. Era como si estuviera examinando a un paciente de
una forma bastante detenida así que le pareció incorrecto ir con él solo a quejarse de su
vida. Dohan se dio la vuelta con una sonrisa infinitamente amarga y pensó "Ni modo".

Sin embargo, tan pronto como Dohan dio un paso para adelante, hubo un fuerte sonido de:
"¡Oye!" Así que, mirando para ese lugar, descubrió que había un problema entre el paciente,
el doctor y la enfermera.

Dohan se detuvo en su camino y miró: Había enfermeros omega batallando con pacientes
alfa. Y la forma en que estos últimos estaban sentados, malhumorados y con los ojos un
tanto entrecerrados, le hacía creer que se estaba enfrentando a uno de esos prejuiciosos que
se creían mucho solamente por su posición y su papelito que decía "A". Dohan miró
alternativamente al doctor, al paciente y a la enfermera que gritaba y entonces, se levantó de
hombros. Incluso en el mundo actual, siempre existían momentos en que entraban personas
que eran arrogantes y muy, muy groseras. Pacientes y familiares también. El acoso sexual
era bastante frecuente, pero era mayor en la sala de emergencias donde entraba y salía todo
tipo de gente. Lo triste era que la mayoría de las enfermeras que lo sufrían ya estaban tan
agotadas que no hacían nada por cambiarlo. O mejor dicho, ya ni querían quejarse porque
sentían que igual nadie haría nada o que daba lo mismo.

"Si sigues haciendo esto, llamaré al guardia de seguridad."

Hubiera sido agradable que la realidad fuera tan justa como un cuento de hadas, pero no lo
era.

La enfermera omega, que pareció ser la víctima, habló con firmeza y lo amenazó con el
guardia, pero el hombre, que era el familiar, solo habló con su paciente y se rió de ella. Y a
medida que la conmoción se hizo más larga y el ambiente pareció hacerse más lento, la
cortina de la cama junto a él se retiró para revelar a un hombre que pareció completamente
cansado de todo el asunto. Era Kang Hye-won, el doctor que había estado buscando por
todo el hospital.

Kang Hye-won, que había corrido y cerrado la cortina de la cama de al lado, se quitó los
guantes que le dio la enfermera y miró al paciente y al familiar, los causantes principales de
toda esa conmoción.
"Están ebrios. Desde hace un rato están causando problemas en la sala pero no vienen a
ayudarnos."

La enfermera, que estaba apoyada en la estación, le dijo esto a Dohan mientras volvía a
levantar el teléfono. Dohan se dio la vuelta y se aproximó, observando de cerca todo lo que
hacían.

Hyewon, que pareció ser indiferente a la pelea, había tomado a la enfermera para esconderla
detrás de él. Los labios del hombre luego se torcieron levemente hacia el paciente y el
cuidador y ellos inmediatamente después comenzaron a reírse de lo que estaba diciendo. En
un instante, Dohan también se puso muy serio. Fue porque el familiar se levantó de su
asiento y caminó hacia Hyewon. La blasfemia y la voz fuerte del macho alfa atrajeron la
atención de todos en la sala de emergencias porque estaba actuando amenazadoramente,
como si estuviera a punto de golpear a Hye-won con el puño. Las cejas de Dohan se
levantaron hasta que su expresión entera se arrugó.

"Llama a seguridad otra vez. Si nadie viene en dos minutos, llama a la policía".

"Pero yo..."

Antes de que la enfermera, que estaba apoyada en la estación, terminara de responder, Do-
han corrió hacia Hye-won para intentar ayudarlo. No obstante, el hombre igual consiguió
golpear a Hyewon directo en la cara. Las gafas, que estaban sobre una nariz alta y suave
cayeron al suelo, y la enfermera que estaba detrás de él, brincó del miedo y gritó:
"¡Doctor!"

Dohan, que corrió hacia los dos, agarró la muñeca del hombre incluso aunque todavía
estaba en el aire. De hecho, cuando trabajaba en la sala de emergencias del hospital, hacer
esto siempre fue responsabilidad de Dohan, quien era un Alfa dominante. Si la otra persona
reaccionaba con dureza, entonces los sacaba como si fueran basura porque para empezar, él
era el hijo del director del hospital. Y aunque decía que no, tenía un par de beneficios
adicionales gracias a esto. Si hubiera sido otra persona, no habría intervenido por miedo a lo
que pasaría después, pero Dohan era diferente en este asunto. Y por encima de todo, la
víctima era nada más y nada menos que Kang Hye-won. ¡No podía quedarse quieto!

"Kang Hye-won, ¿Estás bien?"

"Jajaja. Acabo de recordar que un puto Beta no puede defenderse solo."

El hombre, que olía fuertemente a alcohol, continuó escupiendo un lenguaje bastante


abusivo hacia Hyewon. Además, le había dejado un montón de huellas rojas en el rostro que
eran muy evidente, incluso aunque estaba inmóvil en el suelo como si tratara de enfocar
algo forzando la vista.

Recogió los lentes que se le habían caído al suelo, los arregló y respondió que "Estaba
bien". Y sí, tal vez Hyewon estaba bien, pero a Dohan se lo estaba llevando el demonio.
¡Era el rostro de Hye-won el que había tocado! Y es que cuando vio las huellas rojas de sus
manos, que contrastaban por completo con su rostro pálido, su ira se desbordó
repentinamente y entonces terminó por empujar al hombre con todas sus fuerzas en
dirección a la pared. En su mente, quería golpearlo hasta destrozarle la cara, pero en
realidad no podía hacer eso. Como era trabajador del hospital, lo que se esperaba de él era
que fueran a la estación de policía uno al lado del otro y levantara cargos decentemente. El
problema era que le hervía el estómago. Tan solo de pensar que ese hijo de puta que tenía
frente a él había tocado a Kang Hye-won, las ganas de matarlo solo aumentaban más y más
hasta que incluso le gruñó.

El hombre, que había caído al suelo por el empujón de Dohan, saltó y empujó la camilla
hacia adelante. Pero al verlo, Dohan solo se burló.

"¿Un bastardo como tú piensa que le va a ganar a un Alfa como yo? Vamos, amigo. Sería
mejor que te largaras antes de que necesites cuidados verdaderos."

"Yo te voy a enseñar a necesitar cuidados verdaderos."

"¿Ya llamaste a la policía? No esperes, hazlo ya."

Tan pronto como cayeron las palabras de Dohan, los otros doctores, que habían estado
observando lo que pasó, más preocupados que otra cosa, sacaron sus teléfonos celulares y
comenzaron a llamar a la policía justo como él dijo. Pero aparentemente la respuesta de
Dohan pareció ser tan ofensiva para el hombre que, antes de que lo notara, lo empujó con
ambas manos hasta ocasionar que se tropezara hacia atrás por el impacto y que su cuerpo
entrara en contacto con el de Hyewon, que ahora estaba de pie detrás de su espalda. Pero tan
pronto como giró la cabeza para mirarlo, el puño de ese hombre voló en su dirección y
aterrizó directo en su mandíbula.

El sonido de estallido fue seguido por muchos otros ruidos más. Había gritos de personas y
también palabras muy enojadas del resto del personal. Y tan pronto como Dohan fue
golpeado por el puño del hombre, Hyewon, que todavía estaba parado detrás de él, apretó el
puño y caminó hacia adelante para ahora ser él quien golpeaba al tipo utilizando todo su
poder. Fue muy inesperado ver que él tenía una expresión más enojada que la suya y
también, fue una sorpresa que supiera noquear.

"¿Estás bien?"

Cuando los ojos de Hyewon se encontraron con los de Dohan, lo agarró por la barbilla y le
hizo girar la cara para examinarlo.

"Ah, sí. ¿Tú estás bien?"

El hombre, tendido en el suelo, estaba desmayado. Aunque obviamente no le tomaron


importancia. Además, justo en ese momento, dos guardias de seguridad, con un físico fuerte
y una cara tan en blanco como la de Hye-won, entraron a la sala y sacaron al sujeto casi a
rastras.

"No te preocupes por mi. Mi cara no crujió como la tuya."

Cuando Hyewon agarró su barbilla y miró un poco más de cerca, Dohan se sonrojó tanto
que pareció que también se iba a desmayar. Pero al verlo con los ojos llenos de
preocupación y miedo por lo que le habían hecho, se mordió el labio con fuerza al pensar
que una sonrisa se escaparía si no tenía cuidado.

"No, pero en serio ¿Estás bien? ¿Por qué interviniste así, idiota? ¿Qué tal si...?"

"¿¡Entonces solo tenía que ver y esperar a que te pegara de nuevo!?"

Y cuando Hyewon levantó la voz, Dohan hizo lo mismo:

"¡Si lo hacía otra vez, iba a regresarle el golpe!"

"¡No sabías si ibas a poder regresarle el golpe! ¿Y si te dejaba inconsciente?"

"¿Y si te dejaba inconsciente a ti? ¿Entonces qué?"

"Niñas, niñas, ambas son bonitas. Es suficiente."

Kim Byung-jun intervino entre Hye-won y Do-han y empujó sus espaldas para el otro
cuarto. Uno de los guardias de seguridad, que sacó al hombre a rastras, estaba esperando a
Hyewon y Dohan para hablar con ellos y tomar sus declaraciones. Por fortuna, las cámaras
de seguridad de la sala de emergencias siempre estaban grabando y además había
demasiados testigos. Por si fuera poco, ya que uno de los involucrados era el hijo del
presidente del hospital y el otro hijo del presidente de la junta directiva, fue algo que se
resolvió en un pestañeo. Sin embargo, igual fueron regañados individualmente, como si se
trataran de niños que habían participado en una tonta pelea escolar. 
Chapter 8

Dohan, que escuchó tantos regaños como para llegar al punto en que le dolían los oídos,
sacó la boca como un pato y se dirigió a la sala de quirófano acompañado de Hyewon. Y
cuando Dohan se sentó en la cama de la esquina, Hyewon entonces sacó la gasa empapada
en desinfectante y una pinzas kelly del balde de acero inoxidable que ya tenía preparado
encima de su escritorio. Luego, con mucho cuidado, limpió los coágulos de sangre en los
labios desgarrados de Dohan.

"Auch, pica".

"Quédate quieto."

Dohan miró a Hyewon todo este tiempo mientras le sostenía de la barbilla. El hombre tenía
una mirada preocupada encima y unas largas y perfectas pestañas que no dejaban de chocar
con el cristal. Sin embargo, las mejillas rojas eran lo que más destacaba de esto. Dohan lo
miró en silencio por un momento y luego, dejándose guiar por sus pensamientos, levantó la
mano y decidió acariciarle lentamente la cara.

"Mira como te dejó. Todos los Alfa son unos bastardos."

Dohan dijo eso como si él no fuera un Alfa.


La piel de Hye-won era tan delgada y tan blanca que le preocupaba muchísimo que los
moretones se le notaran y que además de eso, duraran más de un par de días en desaparecer.
Los labios de Dohan se torcieron ante la idea de verlo así de herido todos los días en el
trabajo así que incluso gruñó sin darse cuenta y apretó un poco más los dedos que seguían
sobre su mentón. Mientras tanto, las manos de Hye-won, que estaba sorprendido por el
toque tan repentino de Do-han, se endurecieron tanto y tanto que comenzó a ser hasta
doloroso que siguiera trabajando alrededor de su boca. Arrugó la frente:

"Bien, es suficiente. Me duele."

"No seas cobarde."

"En serio, déjalo así. Además, me voy a ver como un chico malo. Me van a dar descuentos
en el bar y toda la cosa."

Hye-won negó con la cabeza y dejó escapar una pequeña risita ante eso. Una prueba de que
la broma tan ligera de Dohan había vuelto más casual la brecha que había entre los dos.
Luego, Dohan movió el dorso de su mano contra su boca y frotó el lado que tenía abierto
para ver si seguía saliendo sangre. Sin embargo, ante la acción de Do-han de tocar la herida
que ya había sido desinfectada, Hye-won le agarró de la muñeca y lo regañó.

"No hagas eso".

"Tranquilo. Más que eso... A ver, dame tu mano también. Anda."

Dohan estiró la mano de Hyewon y la sostuvo contra la suya. Allí había una herida
increíblemente inflamada que iba desde la muñeca, pasaba por el dorso y se quedaba en sus
dedos.

"Ya sabía. No sabes dar buenos puñetazos."

Dohan tomó la kelly de la mano de Hyewon y comenzó a desinfectar las heridas en el


dorso. Él frunció el ceño como si realmente le doliera muchísimo lo que le estaba haciendo.

"No debiste actuar así, solo te hiciste daño."

Las palabras de Dohan parecieron puras quejas insatisfechas pero, por dentro, estaban llenas
de nada más que de arrepentimiento. En el momento en que ese... Infeliz abofeteó a Hye-
won en la mejilla, estalló un fuego en su pecho que le hizo actuar imprudentemente. Era
como si las chispas salpicadas en un hoguera se convirtieran en un incendio forestal. La ira
realmente ardió en un instante y luego se extendió. De hecho, hasta había pensado
seriamente en moler la cara de ese bastardo a patadas.

Dohan agarró la mano de Hyewon y arrugó la cara.

Sus mejillas también eran importantes, pero como era un cirujano, sus manos eran algo que
debería apreciar más que nada en el mundo así que no era una exageración decir que le
dolía el corazón al verlo así. Además, aunque era una herida que podía curarse perfecto con
solo pomada, Dohan lo vendó hábilmente y además lo envolvió con una gasa, lo que hizo
que la mano de Hyewon quedara un poco inservible. Hyewon movió sus largos dedos para
ver si podía trabajar aún así.

"Gracias por venir a ayudarme..."

"Es porque te pegó a ti. Si hubiera sido otra persona tal vez me hubiera ido a casa."

Dohan agarró su barbilla y la giró hacia la derecha y hacia la izquierda, tal como lo hizo
Hyewon con él la primera vez. Tal vez era porque su rostro se veía particularmente blanco
pero, la parte que recibió el golpe de verdad estaba terrible. Tanto que volvió a enojarse otra
vez por el recuerdo de lo que pasó.

"Ese pendejo, idiota. Golpeaba como un anciano pero de todos modos te arruinó."

"Cierto. Como un anciano de 30 años, musculoso y enojado."

"No dolió."

"¿Entonces por qué no dejabas de quejarte con tu padre?"

Ya que se rió ante la pretensión de Dohan, su rostro comenzó a ponerse tan rojo como la
mejilla de Hyewon.

"Para que tuviera compasión de mi y no fuera tan duro. Ahora cállate."

Mientras Dohan agarraba su barbilla, todavía fanfarroneando sobre una pelea que no le
dolió, Hyewon también le sostuvo de la cara para ver si había algo más que necesitara curar.
Sin embargo, Do-han, quien fue agarrado por el mentón sin darse cuenta, hizo un sonido
tonto como de "¿Eh?" y se quedó completamente quietecito. Hyewon tomó el ungüento de
la mano de Dohan, se puso un poco de la pomada en las puntas de los dedos y presionó
suavemente la parte herida de sus labios en pequeños toquecitos.

Dohan tragó saliva.

El sonido fue tan fuerte que resonó en el consultorio, pero nadie dijo nada.

Estaba claro que solo estaba aplicando medicina, pero de alguna manera, su corazón
comenzó a reaccionar... Y también su verga. Maldita cosa traicionera. Cuando le decía que
se pusiera de pie en el club no lo hacía ni aunque le rogara pero en un momento tan difícil,
se le ponía dura. ¡Perfecto! Dohan secretamente echó el trasero hacia atrás. Sin embargo,
cuando hizo eso, su cintura se dobló y su rostro se acercó unos centímetros más al de
Hyewon. Y... Cuando la cara de Do-han, que de alguna manera estaba del color de una
cereza, se acercó un poco más a él, Hye-won inconscientemente lo abrazó y lo besó.

Gracias a la pomada, sus labios, que de por si eran suaves, se volvieron todavía más
accesibles. Había un sabor amargo en la boca y una sensación que no concordaba para nada
con la de su saliva, pero le daba enteramente igual. Hyewon enderezó el cuello y lentamente
mandó su cuerpo en dirección hacia el de Dohan. Empujando y empujando hasta que su
espalda chocó contra la pared y ya no tuvo para donde moverse.
Además, cuando la mano de Hyewon, envuelta en un montón de vendajes, se apoyo a su
lado, entonces Dohan, que estaba hipnotizado por la nariz de Hyewon, que tocaba la suya,
el aliento caliente en sus labios y sus párpados temblorosos, suspiró y decidió que
participaría mordiéndole la lengua con muchísimas ganas. E igual tenía que admitir que
sentía como si toda la habitación estuviera girando. Además, como Hyewon lo besó
primero, se preguntó qué había pasado exactamente y después de eso, incluso comenzó a
emocionarse al pensar en el enorme paso que estaban dando ¿De dónde había sacado ese
coraje para hacerlo? ¿O acaso era que simplemente se había emborrachado con la atmósfera
tan sensible que formaron entre los dos? No tenía ni idea. Pero el punto ahora era que
Hyewon había envuelto su mano ilesa alrededor de su cintura como para que no fuera a
escapar e igual a si quisiera codiciar a Dohan de una manera cada vez más íntima. Debido a
la pelea, había evitado verlo y hablarle y había olvidado lo mucho que extrañaba su olor, su
tacto e incluso su calorcito. Las lágrimas brotaron de nuevo, pero Hyewon era alguien que
de por si acostumbraba a llorar.

"Hey... No llores... No... Solo ven aquí."

Dohan, que no podía dejar de besarlo mientras hablaba, abrazó la espalda de Hyewon como
para intentar acomodarlo un poquito mejor contra él. Sin embargo, la espalda del hombre no
cabía bien entre sus brazos, por lo que comenzó a pensar si Hye-won siempre había
parecido así de ancho o era solo por la posición en la que estaban ahora. Era como un gato
inmenso. Y mientras Dohan batallaba contra esto y contra la excitación, Hyewon pareció
desear tanto sus labios que fue como si se olvidara de que todavía estaban en un cuarto del
hospital y a plena luz del día. Con la punta de la lengua, buscó a tientas sus dientes y luego,
le repasó las membranas mucosas de las mejillas tan lentamente que hasta Dohan, que sintió
una sensación de cosquilleo, tuvo que tocarse esa parte:

"Um..."

Dejó escapar un gemido bajo.

Era un beso con la persona que tanto amaba después de mucho tiempo sin tocarlo. Y la
verdad era que se sentía más que perfecto. Lo suficientemente caliente como para llenar
todo el vacío de estas últimas semanas. Algo que fue cuidadoso y suave, pero que
gradualmente se volvió maduro y apasionado. Se codiciaban como si fueran a tragarse y, en
la tranquila sala de la oficina de tiempo completo, solo comenzó a escucharse un roce
húmedo y a sentirse una excitación que se acompañaba de respiraciones jadeantes.

Dohan, que se había recostado en la cama, con el peso de Hyewon apoyado contra el suyo,
empujó la lengua de su acompañante con la suya y comenzó a tocarlo como si realmente se
hubieran olvidado del lugar. Entonces, cuando la parte inferior del torso caliente de uno
tocó el cuerpo del otro, Dohan, sin saberlo, envolvió sus piernas alrededor de la cintura de
Hyewon y lo abrazó con muchísima más fuerza para continuar con las succiones a su boca.

Fue allí cuando:

"¡Um...!"
Dohan dejó escapar un breve gemido ante el repentino dolor punzante de su cara y terminó
incluso por arquear las cejas. Hyewon, alertado por el sonido, saltó y se sentó a un lado.

"Lo siento..."

Hye-won tocó sus labios, que estaban empapados de ungüento y saliva, y se disculpó con
una cara bastante roja. El beso que comenzó con ternura y cariño, pronto se convirtió en una
mezcla de lujuria y pasión que hizo que los labios de Dohan se abrieran otra vez. Dohan se
trazó la boca con la punta de los dedos para ver que tan mal estaba ahora y encontró sangre
de color rosa claro mezclado con baba que no sabía si era suya o de Hyewon.
Los dos hombres no dijeron nada por un momento, pero sus rostros se pusieron del mismo
color caliente. Había pasado mucho tiempo desde que se habían visto de frente así que ¿Tal
vez fue por eso? ¿Fue por la adrenalina? Ni Dohan ni Hyewon hablaron sobre lo que
acababa de suceder, solo cubrieron sus labios brillantes con el dorso de sus manos y
revisaron que no se hubieran lastimado de más.

Después de un largo silencio, Dohan se levantó. La emoción del beso aún no había
disminuido y su apariencia estaba lejos de ser digna. Hyewon lo observó así que, cuando
sus ojos se encontraron, miraron rápidamente en otra dirección y decidieron fingir que había
algo más importante en la pared o en el techo y se pusieron a aparentar estar ocupados. Do-
han se apresuró a limpiar su ropa desordenada y Hye-won volvió a organizar los materiales
de tesis que tiró cuando lo estampó contra la pared.

Dohan, que estaba a punto de salir del cuarto sin decir una palabra, agarró el pomo de la
puerta por un momento y se detuvo, luego cerró con una voz escalofriante y dijo:

"Hablemos más tarde. Aquí no".

El olor de la piel de Dohan llenó la habitación de tiempo completo, que tenía menos de un
metro cuadrado y que estaba lleno de pilas de papel y desinfectante. Hyewon se mordió el
labio, donde el calor y el aliento de Dohan habían permanecido hasta hace un rato, y le dio
la espalda a la puerta para ocultar su rostro ardiente. Sus labios hormiguearon más que las
mejillas que le golpearon.
Chapter 9

Dohan, que se escapó apresuradamente del centro quirúrgico, justo como si lo persiguiera
un ladrón, se fue por la salida de emergencia, apoyó la espalda contra la puerta de hierro y
respiró hondo por un momento que se sintió igual a una eternidad. De hecho, hizo esto
muchas veces en un intento por tranquilizarse pero, incluso así, su corazón estaba latiendo
tan fuerte como si fuera a estallarle en cualquier momento y eso, a su vez, ocasionó que un
horrible calor le subiera hasta la cabeza. Su rostro se puso rojo como una manzana madura y
sus labios, ligeramente hinchados, le mostraron que todavía tenían el toque y el aroma de
Hye-won bien presente en toda su piel.

Dohan se cubrió la cara con ambas manos y bajó rápidamente las escaleras de la salida de
emergencia, incluso aunque pareció a punto de caer de boca un montón de veces.
Park Eun-soo, que se enteró de la conmoción en la sala de emergencias, subió corriendo las
escaleras justamente por la misma área así que, sin darse cuenta, se encontró con Do-han
cara a cara. Casi hasta darse un golpazo. Y como si el hombre estuviera borracho, sus ojos
estaban medio abiertos y su rostro pareció tan rojo brillante que hasta pensó que estaba
enfermo. Eunsoo, que no sabía exactamente qué decir, inclinó la espalda para saludarlo pero
él solo salió corriendo sin mirarla ni una vez. Eun-soo dirigió los ojos hacia ese mismo
lugar, arqueó las cejas y dibujó una expresión verdaderamente extrañada en su rostro. Como
sospechando algo...

"¿...?"

Mientras tanto, Dohan, que no podía correr en el vestíbulo del hospital, apretó los dientes y
se fue caminando con la misma urgencia que lo haría de querer ir al baño. Luego, cuando
finalmente llegó a un lugar más despejado, se fue corriendo hacia su casa y justo como si
estuviera haciendo ejercicio, le dio vueltas al complejo de apartamentos tres veces antes de
abrir la puerta. Pero, incluso entonces, descubrió que su corazón no sabía cuando quedarse
quieto. Estaba latiendo y latiendo en la medida en que pensó que podría desmayarse o hasta
sufrir de un ataque cardíaco de verdad. Estaba mareado, sus labios estaban secos y no podía
volver a la normalidad ni concentrarse.

Dohan sacó una lata de cerveza del refrigerador y se la bebió de un solo trago. Sin embargo,
el calor y la sed no disminuyeron incluso después de eso así que se bebió otra lata. Luego,
arrugó el envase, lo aventó por allí y miró al techo sin importarle que tuviera los ojos un
tanto desenfocados.

"Loco."

Sí, era una puta locura.

"Es una locura. Kang Hye-won ¿Qué...? Dime ¿Por qué hiciste eso? ¿Qué pasó?"

Dohan, mirando hacia atrás, a lo que había sucedido en la sala de quirófano, comenzó a
tocarse los labios con un par de dedos completamente temblorosos. La herida se le había
abierto de nuevo así que ahora tenía un dolor punzante cada vez que hablaba pero, en
realidad había descubierto que eso no le importaba en absoluto. Y contrario a lo que se
esperaba que hiciera, Dohan frotó su boca con más fuerza, la apretó y luego la mordió sin
temer que comenzara a dolerle. Dios, recordaba la textura de las sábanas de la cama en ese
cuarto, las pestañas temblorosas de Hyewon, su olor, su temperatura corporal, su peso, la
dureza de sus labios húmedos y la forma de su lengua enredada entre la suya. Es más,
incluso sus lágrimas comenzaron a llegarle de nuevo a la mente con cada respiración.

"¿Por qué…? ¿Porqué me besaste?"

Hyewon no era el tipo de persona que vivía a su gusto, como Dohan. No era un hombre que
actuaría de manera improvisada según el deseo de ser descarado y además, por encima de
todo eso, podía jurar que la mano que le abrazaba la cintura y los labios que buscaban los
suyos no se sentían igual a si solo estuviera intentando reconciliarse. Era comprensivo y
apasionado. Amoroso incluso. Y además, después de eso, Hye-won tenía una expresión
bastante... Tímida. Cómo si estuviera apenado de que ese accidente hubiese ocurrido en una
situación en la que no debería haber pasado nada para empezar.
Dohan, con los ojos borrosos, volvió a su habitación, tambaleándose y reflexionando sobre
las sensaciones que quedaron en sus labios después del hecho. Y cuando finalmente estuvo
tendido en la cama, entonces agarró la almohada y movió su cuerpo de un lado para otro en
un movimiento que no correspondía en nada con alguien de su edad. Con solo un beso, se
sintió como un adolescente que acababa de confesarse así que en realidad, no pudo conciliar
el sueño por mucho, mucho tiempo después de eso. 
Chapter 10

La luz del sensor se encendió incluso antes de que se abriera la puerta de la entrada. En una
noche tranquila, completamente silenciosa y calida, Hyewon regresó nuevamente a casa.

En cuanto entró, sintió un extraño olorcito en la punta de la nariz pero, de inmediato


descubrió que provenía de la mesa que estaba atestada de latas de cerveza arrugadas y
vacías. No dijo nada. La mejilla, que le habían golpeado en la mañana, se le hinchó tanto
que comenzó a parecerle un globo de agua así que, preocupado de que le pasara lo mismo a
la cara de Dohan, Hyewon llegó, subió las escaleras y abrió la puertita de su habitación con
muchísimo cuidado. Miró dentro, a través de la rendija, y pensó:

"¿Y si está despierto?"

Pero al final, sonrió al descubrir que en realidad Do-han estaba roncando.

Cuando se acercó, notó que incluso se había quedado dormido mientras escuchaba música
porque una canción en inglés comenzó a filtrarse por el auricular que estaba fuera de su
oreja. Además, aunque la pantalla del teléfono también estaba brillantemente iluminada,
reproduciendo un vídeo de un concierto de rock, su cabeza estaba tan enterrada debajo del
edredón que se preguntó como es que todavía estaba respirando.
Se sentó suavemente junto a Dohan y le sacó los audífonos. Luego los puso sobre la mesa,
colocó el teléfono celular allí también, lo acomodó un poquito más al centro e incluso se dio
el lujo de ponerle una almohada en los pies para lograr que los tuviera bien en alto. Luego,
cuando la cama, que había estado algo caótica, se arregló lo suficiente como para no parecer
un nido de ratas, Hyewon miró cuidadosamente a la cara de Dohan como aprovechando que
no lo estuviera escuchando ni mirando precisamente en ese momento.

Tal vez había sido por lo que habían hecho antes, pero los labios de Dohan parecieron tan
hinchados como seguramente lo estaba su mejilla. Y mirando su boca roja y regordeta, la
verdad era que el beso en el salón del hospital le vino a la mente sin que pudiera hacer algo
para evitarlo.

Hyewon suspiró, y en ese momento decidió acariciar suavemente los labios de Dohan
utilizando los dedos. Era muy posible que se hubiese sorprendido demasiado por el beso
que le dio en el hospital así que, después de que salió apresuradamente de la habitación,
Hyewon se arrepintió mucho y deseó no haberlo hecho nunca para empezar. Era solo que,
se trataba de un momento demasiado íntimo como para que pudiera pasarlo por alto.
Demasiado sexy como para no hacer ningún movimiento.

Los dedos de Hye-won, que habían rozado cuidadosamente los labios de Do-han,
atravesaron su barbilla recta y pasaron por su nariz, increíblemente afilada y hermosa. Sus
cejas oscuras se fruncieron ligeramente por lo frío de su piel y gracias a eso, las arrugas
parecieron comenzar a formarse en el medio hasta que Hyewon, que le sonrió, comenzó a
acariciarle suavemente con las puntas de los dedos hasta que su hermoso rostro se
tranquilizó de nuevo. Luego, frotó sobre sus cejas oscuras, como si jugara con ellas, y peinó
sus pelitos hacía la derecha para que quedaran tan lisas como siempre. Le repasó los lunares
con la punta de las uñas y segundos más tarde, solo bajó por su mentón y se perdió en su
cuello.

Nuevamente, Hyewon pareció no poder apartar los ojos de sus labios.

Hyewon miró a Dohan en silencio y lentamente bajó la cara sobre la suya. El cabello,
enmarañado por soportar un día realmente pasado, rozó su mejillas y su nariz y finalmente
se derramó completamente sobre Do-han hasta hacerle cosquillas.

Los labios rojos de Hyewon tocaron los suyos. Fue un contacto muy breve en realidad. Una
cosita de nada.

"Buenas noches."

Como un gato callejero cruzando el umbral, los suaves pasos de Hyewon volvieron a
escucharse en la habitación uno tras otro tras otro y luego, la puerta que había dejado bien
abierta todo este tiempo se cerró firmemente con un pequeño "Click".

Pero cuando Hyewon desapareció, la mano de Dohan, que yacía sobre la cama, se apretó
hasta volverse un puño. De hecho, hizo tanta fuerza en los dedos que se le salieron las venas
del dorso y lo hicieron parecer como si le estuvieran palpitando. Al inicio realmente se
confundió en cuanto a quién era la persona que acababa de tocar su rostro y robarle un beso.
Pero aunque el calor de su asiento en la cama desapareció, el olor de su mejor amigo
permaneció en la habitación hasta llenarle los pulmones. Incluso sin abrir los ojos, podía
sentir su mirada vertida en él y la manera en la que estaba suspirando.

Dohan se tapó con la manta hasta la coronilla y empezó a escuchar ese molesto sonido de
latidos en sus orejas. "Pam, pam, pam." Como si no solo su cerebro, sino la casa entera
estuviera a punto de derrumbarse. Además de eso, el calor hizo que su pecho se sofocara y
que sintiera que no podía respirar a menos que abriera una ventana y se abanicara con las
manos.
Pero lo malo de esto era que debido a Hye-won, quien solo dejó dudas y temblores en su
cuerpo, Do-han se quedó despierto TODA la noche, con los ojos bien abiertos y las manos
en la boca.

Pero aún así, era como si la cerca llamada "Amistad" no se cayera fácilmente y Dohan solo
la rondara igual a una mansa oveja que se movía según la voluntad de un pastor. 

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