Algunos recursos

Documento práctico
Módulo 4
 Índice

Primer paso: aprender a regularnos 4

Segundo paso: aprender a reconectarnos 6

Tercer paso: aprender a reconocernos 7

Cuarto paso: aprender a reconciliarnos 8

©️ Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe -RSMLAC, 2021
La reproducción total y parcial de este documento está permitida siempre y cuando se cite a la fuente.
Como citar y reproducir este documento: Quinto paso: aprender a revisitar 9
Martínez C.(06 de Octubre de 2021). Algunos recuros. Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y
del Caribe. https://www.reddesalud.org/es/autocuidado-feminista Sexto paso: aprender a rearmonizar 9

Séptimo paso: aprender a recapitular 9

Autora: Cristina Martínez Olivé
Coordinadora Curso “No estás sola, estamos en red”: Clara Elena Cardona Tamayo
Comité Editorial: Sandra Castañeda Martínez, Eliana Riaño Vivas, Juliana Gómez Nieto
Edición y corrección de textos y estilo: Juliana Gómez Nieto
Diseño y diagramación: Valeria Palacios Rodríguez

A continuación, presentamos una sugerencia de ca-
minos a recorrer para desplegar una sanación desde donde
potenciar la escucha y el diálogo honesto, corresponsable y
transparente. Un camino desde donde transitar los nudos
existentes entre lo individual y lo colectivo que atraviesan
nuestros espacios -cuerpo personal y colectivo-; y resta-
blecer nuestra conexión segura para sanar de una forma
profundamente política. Un lugar desde donde generar
propuestas de accionar verdaderamente transformadoras:
el camino de las 7Rs.
1.Regular(nos) aprendiendo a restablecer nuestra seguridad
fisiológica y corporal que nos permita estar en el presente
–en nuestra esencia–.
2.Reconectar(nos) con la seguridad de sentirnos parte de
las otras personas y del universo.
3.Reconocer(nos) a nosotras mismas y a las demás en todos
los abanicos de sensaciones y emociones que existen, sin
juzgarnos, dándonos el espacio y tiempo necesario.
4.Reconciliar(nos) con nuestras sensaciones y emociones,
incluidas aquellas que nos asustan o incomodan, entendien-
do sus propósitos para poder soltar y abrirnos a elegir los
estados emocionales que queremos vivir.
5.Revisitar las memorias personales o ancestrales que ha-
bitan nuestro cuerpo, desde donde aprendimos y fijamos
nuestras respuestas defensivas, pero también nuestras re-
siliencias.
6.Rearmonizar nuestra historia conectando con la verdade-
ra esencia de nuestro ser.
7. Recapitular nuestra historia personal y colectiva con
compasión para reescribir nuestro futuro.
4 5
Primer paso: aprender
a regularnos
Uno de los primeros pasos para iniciar un camino de cre-
cimiento personal, ancestral y feminista es poner nuestro
cuerpo en el centro, para aprender a volver a habitarlo.
Como vimos, el trauma es un proceso de desconexión que
muchas veces nos obliga a “deshabitar” nuestro cuerpo.
Puede ser que hasta podamos temer sentirlo por miedo
a no poder sostener lo que hay en él. Muchas veces oire-
mos en nuestra mente expresiones como: “¿para qué volver
ahí?”; “el pasado es pasado”. Sin embargo, nuestro cuerpo
lleva la cuenta de los años, meses y días que esas huellas es-
peran a ser reencontradas. En ellas está la clave para lograr
volver a sentirnos completas. Poner nuestro cuerpo en el
centro es aprender a volver a sentirlo, de manera que sea
otra vez confiable. Para ello, aquí algunas herramientas que
pueden ayudarte.
Estrategias para el enraizamiento
El enraizamiento es el proceso de toma de conciencia de
la relación que existe entre nuestro cuerpo y el cuerpo-te-
rritorio. Mediante la visualización vamos a sentir la energía
que nos conecta con nuestra madre tierra (Pachamama) la
cual nos sustenta incondicionalmente para ofrecernos no
solo agua y comida, sino también energía y vitalidad. A la
par nos conectaremos con la fuerza de los árboles, los cua-
les nos dan cobijo y nos protegen al igual que hacen con el
reino animal.
Nuestra capacidad de entendimiento, sostén y protección
tiene que ver con la capacidad de enraizar hacia abajo, pero
también hacia arriba. La madre tierra nos brinda una sen-
sación de solidez tanto física como psicológica. Los árboles
nos muestran cómo una vez enraizados se elevan en busca
del cielo con fortaleza y robustez, llenos de la vida que pro-
tegen en sus ramas.
Todo ello nos ofrece un lugar, el cual podremos revisitar
siempre que necesitemos, desde donde anclarnos a nues-
tra realidad, aquí y ahora. A partir de allí, podemos dejar el
pasado que todavía nos atormenta a un lado y apartar de
nuestro futuro las imágenes aterradoras que proyectamos
a partir de nuestros miedos y ansiedades. Esto genera en el
sistema regulatorio interno una sensación de contención y
seguridad. Hay muchas formas de hacer el enraizamiento,
aquí algunas de ellas:
Ejercicio 1:
Al escuchar este audio podrás seguir el ejercicio y
practicarlo desde tu casa1:
Es preferible buscar un sitio o lugar que sea tranquilo
y que nos agrade, incluso mejor si es en contacto con la na-
turaleza. Si no, basta con un lugar donde poder dedicarnos
un poco de espacio para nosotras.
1. Siéntate con la espalda recta, siendo consciente de
estar sentada, preferiblemente con los pies en contacto con
el suelo (descalza o con calcetines).
2. Haz unas respiraciones profundas para ubicarte
y descargar tensiones del cuerpo, poniendo la atención en
todo tu cuerpo y en cómo estás sentada. Presta atención
en dónde tu cuerpo está en contacto con la silla, el suelo, o
donde estés apoyada.
3. Cierra los ojos y pon atención a la planta de tus
pies mientras respiras. Presta atención a cada dedito de los
pies para sentir cómo se extienden en el suelo.
4. Respira por la nariz o la boca y lleva todo lo que
puedas tu exhalación hasta el vientre bajo, sin forzar. Luego
intenta llevarla al útero, mientras sientes el peso de la gra-
vedad en tu cuerpo. Nuestro cuerpo se va volviendo cada
vez más relajado.
5. En cada exhalación siente como el aire calenti-
to de tus pulmones sale del centro de tu corazón, pasa por
todo tu cuerpo, hasta salir por tus pies y dirigirse hacia el
corazón de la tierra, al centro de la tierra. Haz esto por un
rato.
6. Siente ahora como tu corazón se conecta con el
latido del corazón de la tierra. Siente una ola de gratitud
y profundo amor hacia esa madre que nos sostiene, nos
alimenta, nos da calor, el aire que respiramos, el agua que
necesitamos para estar vivas. Siente el profundo amor in-
condicional hacia esta madre que nos cuida, aun cuando
olvidamos cuidarla de regreso.
7. Siente esa conexión de tus pies al suelo mientras
envías todo ese amor hacia abajo, y espera hasta sentir qué
es lo que nos regresa. Haz esto por un momento.
8. Ahora conéctate a un árbol gigante y frondoso.
Escoge alguno de tu agrado, que sea especial para ti. Tal vez
alguno que has conocido o has tenido cerca alguna vez, o
quizás alguno que, aunque no conozcas te parece mágico.
Siente ese tronco en tu espalda. Siente la fortaleza de ese
árbol en tu espalda. Mientras la madre tierra nos sostiene,
el árbol frondoso y fuerte nos protege, ya nada nos puede
1
https://drive.google.com/file/d/1k2FFrYQqACR5ewVr6cpELFAcmtJAveR4/view?usp=sharing
2
https://drive.google.com/file/d/1Xq7_0nkAK3stTJOhwZuODYYJgYgyL-61/view?usp=sharing
pasar. Siente lo rico que es percibir ese árbol en nuestra
espalda.
9. Desde esa posición y sensación, mira ahora qué te
perturba hoy, sintiendo la madre naturaleza sosteniéndote
y el árbol protegiéndote, ahora pregúntate: ¿es diferente o
se percibe diferente eso que te estaba preocupando desde
esta sensación que hoy me regala la madre tierra y este “mi
árbol” para no sentirme sola nunca más?
10. Cuando estés preparada, respira profundamente
unas tres veces y abre los ojos observando cómo se sien-
te ahora estar en esta, tu vida. Recomendamos hacer este
ejercicio entre 5 y 10 minutos al día.
Estrategias de anclaje
El anclaje es una de las técnicas energéticas que ayudan a
autorregular nuestros estados emocionales mientras cons-
truimos un estado de seguridad y calma a través de nues-
tro cuerpo. El anclaje energético y emocional a través del
cuerpo permite que la energía circule correctamente, per-
mitiendo volver a amigarnos con nuestro mundo interior
Ejercicio 2:
Aquí puedes escuchar este audio donde podrás seguir el
ejercicio y practicarlo desde tu casa2:
Nuevamente busca un sitio o lugar que sea tranquilo, donde
poder dedicarnos un poco de espacio para nosotras.
1. Siéntate con la espalda recta, siendo consciente de estar
sentada, preferiblemente con los pies en contacto con el
suelo (descalza o con calcetines).
2. Haz unas respiraciones profundas, para ubicarte y des-
cargar tensiones del cuerpo, poniendo la atención en todo
tu cuerpo y en cómo estás sentada. Presta atención en
donde tu cuerpo está en contacto con la silla, el suelo, o
donde estés apoyada. Cierra los ojos y pon atención a la
planta de tus pies mientras respiras tocando el suelo.
3. Ahora coloca una de las dos manos en el pecho o centro
del corazón y permítete sentir tu mano sobre tu piel o la
ropa. Siente el calor de tu mano sobre tu pecho y, a la vez,
el pecho debajo de tu mano. Siente el calor del contacto
de tu mano con la piel, justo ahí, como si se tratara de un
diálogo entre las dos partes. Respira lenta y profundamente
sintiendo esta conexión.

4. Ahora coloca la otra mano sobre el ombligo, y siente
esta mano sin perder la conexión con la que permane-
ce en el pecho. Siente el calor en tu ombligo. Quizás
el calor aumenta, siente lo rico que es ese calorcito en
tus manos, esas manos que te están sosteniendo.
5. Imagina ahora un hilo dorado que conecta ambas
manos y puntos de tu cuerpo, mientras respiras lenta y
profundamente. Ahora permítete sentir cómo la res-
piración y tu energía se tornan circulares, pasando por
cada punto a medida que inhalas y exhalas. Haz esto
por un tiempo hasta notar que tu respiración se relaja,
y tu ritmo cardíaco desacelera hasta obtener un estado
de calma.
Segundo paso: aprender
a reconectarnos
La teoría polivagal y, anteriormente, las teorías
sobre el apego, vienen a coincidir en la necesidad que
tenemos como especie humana de estar en contacto
con otros seres. Nuestro sistema nervioso está diseña-
do para aprender a regularse primero de todo en com-
pañía de otras personas, pero también en compañía de
los seres vivos que nos rodean. En estadíos muy tem-
pranos aprendimos a sentirnos seguros o seguras en la
presencia de otros u otras, encargados de nuestra pro-
tección. Dependiendo de nuestras experiencias pre-
vias, deberemos aprender a volver a confiar o a prestar
atención a las señales que nos dan seguridad afuera,
a la par que podremos identificar en nuestro cuerpo
las señales que emitimos para hacer sentir seguros a
los y las otras. Todo ello nos permitirá establecer una
comunicación más abierta y compasiva hacia nosotras
mismas y las demás personas.
3
https://www.youtube.com/watch?v=xIpqUPbZff8
6 7
Estrategias espejo
La empatía somática es la idea de que nuestras
neuronas espejo copian no solo las posturas y gestos
de la otra, sino también el estado del sistema nervio-
so autónomo de las personas que tenemos enfrente.
Aprender a estar en presencia con otros y otras nos
permite no solo prestar atención a las palabras, sino
a los cuerpos, tanto el mío como el de la otra perso-
na. Nos permite conocernos conocer al otro u otra,
aprendiendo sobre las señales que emitimos y las se-
ñales que nos emiten para lograr construir seguridad.
Ejercicio 3:
Este ejercicio puede tener variantes. Puedes es-
coger hacerlo con animales o con personas. Puede ser
divertido probarlo con ambos. Si estás en grupo, hazlo
por parejas.
Ahora, sin hablar, sitúense enfrente a una dis-
tancia donde las dos se sientan a gusto. Prueben si
debe ser más o menos cerca. Acepten lo que las dos
partes necesiten. Una vez estén cómodas cierren los
ojos. Mientras están con los ojos cerrados, cada per-
sona se concentra en respirar y sentirse en calma. Se
van a repartir los roles, una seguirá las instrucciones y
la otra solo se concentrará en sentir lo que pasa en su
cuerpo. Una vez tengan claro quién es quién, abren los
ojos y una de las partes observa a la otra sin hablar e in-
tenta hacerla sentir bienvenida. Intenten expresar solo
con su mirada que están ahí para escucharla, sentirla y
respetarla. La otra persona va a sentir lo que pasa en
su cuerpo. Hagan esto por un minuto, y luego cierren
los ojos. Respiren profundamente liberando cualquier
emoción y sensación. Luego cambian de roles.
Escriban o comenten lo que ha pasado y apren-
dan sobre qué cosas necesita cada una para sentirse
segura. Pueden repetir el ejercicio una vez han com-
partido y seguir probando formas de reconectarse y
sentirse seguras. Otra modalidad sería probar cuando
no se sienten seguras, para entender que le pasa al
cuerpo y cómo identifican las señales de inseguridad.
Para entender mejor el sentido de este ejercicio,
solo observa este vídeo3 y mira lo fácil que sería todo
si pudiéramos volver a reconectarnos con nuestras ni-
ñas interiores.
Tercer paso: aprender
a reconocernos
Aprender a conocerte a ti misma a través del senti-
do de la percepción es un primer paso hacia la curación del
trauma. Durante siglos el feminismo ha luchado contra la
idea de que los cuerpos femeninos, y más tarde los raciali-
zados, eran los que estaban sujetos a las pasiones y por tanto
eran inferiores, por lo que debían ser excluidos del mundo
racional y público. Desde sus inicios el feminismo quiso po-
litizar y sacar del confinamiento privado a las emociones, al
cuerpo, la sexualidad, la reproducción y el cuidado. Se inició
la defensa de lo afectivo como constitutivo de toda huma-
nidad, no solo de determinados cuerpos. De esta manera
se asume que: “la precariedad y vulnerabilidad son afectos
constitutivos de toda subjetividad” (Butler, 2006), acep-
tando que todo ser se construye a través del sentir.
Muchas veces esta construcción del sentir ha sido
determinada por otros y otras. El “odio, el amor, el asco y la
ira” todavía hoy circulan social y culturalmente para definir,
dar sentido y jerarquizar cuerpos específicos como son: las
lesbianas, las feministas, las indígenas, las inmigrantes...etc.
Con la consigna “lo personal es político”, los grupos
de concienciación fueron el espacio donde politizar los sen-
timientos que hasta ese momento eran considerados in-
adecuados, o patológicos, pero también para deconstruir la
forma como hemos sido definidas.
Una forma de hacerlo es a través del aprendizaje del
rastreo del cuerpo. Aprender como el cuerpo se expresa nos
permite autorregular nuestro mundo interno y, a la vez, en-
tender como reaccionamos frente al exterior.
Estrategias de rastreo
Ejercicio 4:
1. Nos ponemos cómodas y con los pies en el suelo. Ya sea
que estemos sentadas en la silla o el suelo.
2. Nos concentramos en la respiración, respirando por la
nariz y sacando el aire por la boca.
Mientras respiramos vamos a tomar conciencia de nuestros
pies, bien anclados en el suelo, para sentir esa conexión que
venimos trabajando.
3. A veces nuestra mente no quiere parar, y vienen muchas
ideas que se meten en nuestra cabeza. Cuando eso pase,
observamos el pensamiento y lo vamos a poner lenta y ami-
gablemente a un lado, sin pelearnos. Luego nos volvemos
a concentrar en la respiración. Poco a poco la mente se irá
calmando y el cuerpo se relajará.
4. Ahora vamos a imaginar que tenemos la capacidad de es-
canear nuestro cuerpo desde la parte más alta de la cabeza,
pasando por la frente, las cejas, los ojos, la nariz, las orejas,
la cara, la mandíbula. Vamos observando dónde hay tensión
o dolor. Vamos haciendo esto por todo el cuerpo mientras
respiramos.
5. Cuando encontremos un lugar verdaderamente tenso,
vamos a observar esa parte del cuerpo.
Escuchándola como una amiga que viene a vernos y quiere
ser escuchada, solo que esta amiga se llama “tensión”. Va-
mos a tratar de escucharla mientras le damos las gracias y
le decimos que “aunque quizás no lo entendemos, seguro
viene porque nos quiere decir algo”. No importa si ahora
no sabemos o no comprendemos del todo. Solo respiramos
profundamente permitiendo el movimiento.
6. Allá en ese lugar, a veces hay una pequeña memoria. No
vamos a interpretar nada, solo escuchamos como si esta
parte del cuerpo nos pidiera atención, que le prestemos
atención.
Si no es muy abrumador, puedo escuchar o ver lo que ne-
cesito ver. Si vinieron memorias claras, las puedo apuntar
en mi diario.
7. Si sentimos que esa memoria es muy perturbadora la
soltamos y recordamos que es solo una memoria. En ese
caso, puedes respirar, abrir los ojos y mirar alrededor de la
sala observando cada pequeño detalle. Pueden ver objetos
que les gusten y recordar por qué les gustan. Una vez más
calmadas, pueden volver al lugar donde se abrumaron o de-
cirse a ustedes mismas, “esto es solo una memoria y no es
necesario que lo resuelva ahora porque es demasiado, luego,
otro día, podré hacerlo otra vez”.
8. Tras hacer esto por un rato, podemos respirar profunda-
mente tres veces y abrir los ojos.
Una vez abiertos podemos dar palmadas a nuestro cuerpo,
empezando por los brazos, las manos, las piernas y los pies,
para soltar las memorias, emociones o sensaciones que he-
mos tenido: para recordarnos que estamos aquí y ahora.
 8 9

Cuarto paso: aprender 4. Ahora puedes empezar la serie de puntos, tal y como
ves en el dibujo. Golpetea suavemente (haz tapping)
Quinto paso: aprender Ejercicio 6:

Hemos trabajado las emociones y sensaciones.

a reconciliarnos en la serie de puntos, de siete a diez golpes por punto,

Tomar la decisión de no sufrir es asumir la res-
ponsabilidad de cuidar de mi espacio interior, primero
observándome. De este modo podré darme cuenta de
que muchas veces lo que me hace sufrir no es una si-
tuación externa, sino mis propios pensamientos sobre
esa situación o lo que pasa dentro de mí por esa si-
tuación. Con esta técnica puedo permitirme soltar los
pensamientos y emociones que me hacen sentir vícti-
ma de la situación (atrapada). Son todas esas emocio-
nes de culpa, juicio, vergüenza, rabia u enojo. Puedo
hacer esto por mí, y de este modo también cambiar
los pensamientos que proyectan miedo hacia el futu-
ro. Puedo hacer esto cada vez que los siento, ya no
luchando contra ellos sino permitiéndome el espacio y
el tiempo para sentirlos.
sin importar el lado, mientras mantienes en mente la
molestia o incomodidad. Empieza por la coronilla, si-
gue en el entre ojo, los lados de los ojos, debajo de los
ojos, debajo de la nariz, la barbilla, los puntos de claví-
cula y debajo de la axila.
5. Revisa ahora, ¿qué sientes? Si todavía tienes alguna
intensidad emocional, vuelve al paso tres.
Repite tantas veces como sea necesario hasta bajar la
intensidad emocional a cero.
a revisitar
Revisitar entendido como el acto de mirar hacia atrás
con nuevos ojos, nos permite entrar a algo que ya sucedió,
pero que todavía está presente en tanto existe la herida aquí
y ahora. Si no logramos ese “nuevo mirar” seguirá siendo
texto antiguo presente en nuestro cuerpo, que, como acto
de sobrevivencia, reproduce una y otra vez los mismos
efectos o formas de reacción, lo cual no solo no transforma
la realidad, sino que la ancla a la repetición.
Estrategias de liberación a partir de memorias
Vamos a trabajar ahora sobre las memorias que
han venido durante el rastreo. Agarremos una sola
memoria, la que responde a la tensión que había en esa
parte de mi cuerpo. Aunque hemos trabajado emocio-
nes y sensaciones, ahora queremos trabajar las memo-
rias. Por ejemplo: “Todas las veces y formas en que no
fue seguro expresar mi enojo”.
Una vez lo tenemos, colocamos una mano allá
donde estamos sintiendo la tensión cuando repetimos
la frase en voz alta. Permítete sentir el calor de la mano
en ese lugar. Esta mano quedará fija durante todo el
ejercicio. La otra mano seguirá los siguientes puntos,
tal y como está en el dibujo, mientras repetimos la fra-
se en voz alta (o en nuestra mente) y respiramos.
Para ampliar el ejercicio, puedes encontrar aquí4,
en la sesión 3, la forma de trabajar la Técnica de la Te-
rapia Integrativa Avanzada5.

Estrategias de liberación
Ejercicio 5:
1. Piensa en las emociones o sensaciones que vinie-
ron cuando hiciste el rastreo, y que sean más o menos
perturbadoras. Si vino una memoria, solo hazlo con las
emociones que se conectan a esa memoria. Si no hay
memorias, siente la emoción o sensación.

2. Califica cuánto es de incómoda o molesta esa emo-

ción o sensación. Califícala del 0 a 10, donde 0 es “no
me molesta sentirla” y 10 es “me abruma y no quiero
sentirla”.

3. Golpetea el punto de karate (costados de las ma-

nos), mientras repites esta frase tres veces:

Aunque siento esta (nombra la emoción o

sensación que es molesta) y es difícil para mí
sentirlo, yo no me juzgo por ello, y me amo
profunda y completamente con todas estas
limitaciones. Acepto abrirme y cada día poder
un poco más, abrirme a la posibilidad de sen-
tir todo esto (emoción o sensación), está bien
para mí, puedo hacerlo por mí ahora.

4
https://ensoterapias-1.mozello.com/news/documentos-para-usar/
5
La Terapia Integrativa Avanzada (AIT) es un modelo psicoterapéutico centrado en el trauma, desarrollado en la década de 1990 por la Dra.
Aisha Clinton. El instituto AITI quiere compartir algunas herramientas para aprender a manejar la crisis por la que todas y todos estamos
pasando, por eso ha permitido a sus maestras poner a disposición algunas herramientas para ser compartidas, más allá del uso clínico tera-
péutico.

Sexto paso: aprender
a rearmonizar
Este ejercicio se llama el enganche de Cook por
la persona que lo descubrió, Wayne Cook. Permite po-
ner en orden nuestros pensamientos, aporta claridad
mental, ayuda a recuperar la concentración, a mejorar
nuestra capacidad de aprendizaje, así como la capaci-
dad de afrontar situaciones difíciles o tensas sin estre-
sarnos de la misma forma. Esto se debe a que permite
equilibrar las hormonas del estrés, reconectando los
circuitos energéticos del cuerpo. Hace que los hemis-
ferios del cerebro se comuniquen mejor.
Ejercicio 7:
Colocar el tobillo izquierdo sobre el tobillo
derecho.
Colocar la mano izquierda estirada al frente con
el pulgar hacia abajo. El brazo y la mano derecha se
cruza sobre la izquierda de manera que quede palma
con palma. Entrelazamos los dedos.
Doblar las manos enlazadas hacia abajo en
dirección al pecho, de manera que las manos queden
a la atura del corazón, y apoyarlas en él, sin tocar la
barbilla. Respirar profundo, mientras colocamos la
lengua en el paladar superior detrás de los dientes de
arriba.
Respiramos varios minutos hasta sentirnos
mejor.
Aquí6 pueden ver este ejercicio en la herramienta 1:
6
https://site-1010604.mozfiles.com/files/1010604/Manual_basico_Final.pdf?1598380176
7
Ver en Tapas Fleming TAT for a stressfull event (2011) y Tapas Fleming Posturas TAT de Tapas Fleming. (2005)
10
Séptimo paso: aprender
a recapitular
Recapitular no es solo recordar, sino que es volver a
vivir para darle un sentido a nuestra identidad actual,
más allá de los juicios limitantes que una vez nos hici-
mos. Estas recapitulaciones pueden hacerse regresan-
do a cuando estábamos en el vientre materno, hasta
cualquier parte de nuestra historia. A veces, aunque no
recordemos, existen las sensaciones ancladas.
Ejercicio 8:
1. Observa otra vez la memoria que venimos trabajando, y
observa con todo detalle todo lo que sucedió (con sonidos,
colores etc...) Las personas que hay, las emociones y sen-
saciones que tuviste en ese momento y los pensamientos
que vinieron. Mientras haces eso, mueve tu cabeza hacia la
izquierda e inspira lentamente hasta llegar al tope. Regresa
tu cabeza hacia la derecha mientras vas exhalando y sientes
que te deshaces de todo lo que ya no necesitas seguir car-
gando, hasta llegar al tope.
Repite esto, muy lento, permitiendo que baje el ritmo de
tu respiración. Sigue examinando la escena, mientras la
respiras, inhalando hacia la izquierda y exhalando hacia la
derecha, soltando todo lo que ya no necesitas. Haz esto
durante un rato. Pueden venir nuevas escenas que estén
relacionadas con esto. Si sientes que es mucho, regresa solo
a la escena inicial.
2. Ahora imagina que mientras mueves la cabeza hacia la
derecha (exhalando) la madre tierra va retomando cada
cosa que liberamos a través de nuestros pies. Va saliendo
todo lo que no necesitamos ahora (emociones, pensamien-
tos, sensaciones, juicios…).
3. Una vez sientas que estás más tranquila, imagina cual
sería el resultado positivo y empoderador para ti si ya no
necesitaras seguir identificándote, ni vibrar, con todo lo que
vienes trabajando. Imagina cómo haces mentalmente todo
lo que está en tus manos para hacer realidad lo que te gus-
taría hacer y así poderte sentir liberada. Todo lo que harías
si ya no cargaras con todo eso en tu cuerpo. Solo imagínate
haciéndolo, mientras colocas las manos de la siguiente ma-
nera, de acuerdo con la posición de TAT7 (Tapas Fleming
2005 y 2011).
11
4. Con una mano coloca la yema del dedo pulgar (primer
dedo) dos centímetros arriba del área interna del ojo, cerca
del puente de la nariz. Con el dedo anular (cuarto dedo)
Con esto llegamos al final de recorrido propuesto, siendo
estos ejercicios un ejemplo que puedes intentar replicar en
tus colectivos. No dudes en ponerte en contacto conmigo
de la misma mano, coloca ligeramente la yema del dedo,
dos centímetros arriba de la otra área interna del ojo, cerca
del puente de la nariz. Ambos dedos están ahora a ambos
para contarme cómo te ha ido, cuáles han sido los logros,
reflexiones o dificultades encontradas. ¡Este es un camino
de todas!
lados del puente. Ahora coloca la yema del dedo medio, en
el punto medio entre las cejas, a unos dos centímetros por
encima del nivel de las cejas. Sin presionar fuerte.
Coloca tu otra mano detrás de la cabeza a la altura de la
curva craneal, por encima de la línea del cabello (puedes
bajar los brazos y retomar la posición tantas veces como
necesites).
5. Mientras estás en esta posición, siente la energía que la
madre tierra envía hacia ti a través de tus pies, para poder
imaginar cómo quieres que sea tu vida, ahora, sin todo eso.
Quizás puedes traer la fuerza del árbol que trabajamos al
inicio para que sostenga tu accionar. Percibe lo rico que se
siente poder hacerlo.
6. Para terminar, cuando ya sientes que está todo lo que
necesitas, baja las manos y voltea la cabeza hacia la derecha
y la izquierda sin respirar en un solo movimiento, y ahora
relájate mientras te permites volver a tu respiración normal.
7. Abre los ojos, y observa tu entorno, sin todo lo que car-
gabas. Voltea tu cabeza a ambos lados con los ojos abiertos
observando cómo es ahora tu entorno. Puedes en este mo-
mento escribir sobre lo que has aprendido de ti con este
ejercicio y sobre cómo se siente estar otra vez empoderada.
 12 13

Bibliografía

Butler, J. (2006). Vida precaria: el poder del duelo y la violencia. Paidós.

cmartinezolive2@gmail.com

https://www.ensoterapias.com/

Red de Salud de las

Mujeres Latinoamericanas
y del Caribe, RSMLAC

w w w. r e d d e s a l u d . o r g