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Informe –Actividad III

Retos y dilemas de la sociedad II

Curso 2015-2016

Jon Xabier Guezala Varela


Índice
1 - ¿Qué es interpretar? - Pág. 2

- 1.1 - ¿Para qué interpretar? - Pág. 3


- 1.2 – Sociedades interpretativa - Pág. 4

2 – Mi interpretación sobre el tema analizado - Pág. 5

3 – Elaboración del vídeo - Pág. 7

4 – Bibliografía - Pág. 8

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1 - ¿Qué es interpretar?

Antes de comenzar con mayores consideraciones, convendría aclarar qué tipo de


interpretaciones se van a tratar en este primer apartado. Las interpretaciones que nos
interesan en este caso son las de tipo ideológico, aquellas que versan sobre distintas
maneras de ver el mundo. Una vez aclarado esto comenzaré a dilucidar sobre lo que
significa interpretar.

Según John Thompson, interpretar ideología es, por una parte, realizar un análisis
práctico de formas simbólicas y construcciones sociales y, por otra parte, realizar una
construcción creativa de significado, una explicación interpretativa, en base al análisis
previo.

Para interpretar de manera correcta es necesario en primer lugar utilizar una


metodología correcta. De esta manera, Thompson ha desarrollado un marco
metodológico al que ha llamado “hermenéutica profunda” y que permite un análisis
sencillo de la ideología. La hermenéutica profunda consta de tres fases de análisis no
lineales; es decir, no es un análisis por pasos, sino que cada parte es analizable de
manera individual, aunque no sea independiente de las otras.

La primera fase de análisis de la hermenéutica profunda es el análisis sociohistórico. El


análisis sociohistórico se centra en el análisis de los escenarios espacio-temporales, de
los campos de interacción, de las Instituciones sociales, de la estructura social y de los
medios técnicos de transmisión. En definitiva y como su propio nombre indica, el
análisis sociohistórico conlleva examinar el contexto social histórico en el que se
produce un discurso o una ideología determinada.

La segunda fase es la del análisis formal o discursivo. Esta parte del análisis se centra en
el propio discurso; se trata de analizar qué es lo que se dice y cómo se dice. Para la
consecución de dicho objetivo existen diferentes métodos de análisis: el análisis
semiótico, el análisis conversacional, el análisis sintáctico, el análisis narrativo y, por
último, el análisis argumentativo.

La última fase de análisis tiene por nombre “interpretar reinterpretar”. Se trata de, una
vez analizado el contexto sociohistórico y el propio discurso, realizar un discurso propio
que verse sobre lo analizado. Según Thompson, esto es reinterpretar ya que “por más
rigurosos que sean los métodos de análisis formal o discursivo, no pueden abolir la

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necesidad de una construcción creativa de significado, de una explicación interpretativa
de lo que se representa o se dice”. (Thompson, 2002) Al fin y al cabo, estamos
reinterpretando un objeto ya interpretado por los sujetos que constituyen el mundo
sociohistórico.

Algo remarcable para cerrar este primer punto, es que una interpretación no es en
ningún caso un hecho tangible. Cuando interpretamos no estamos dotando de
significado al objeto de interpretación, sólo estamos proyectando uno de los
significados posibles.

1.1 - ¿Para qué interpretar?

Según Daniel Innerarity, la ideología dominante actual es la transparencia comunicativa


y reproductiva, según la cual para la correcta lectura de datos solo es necesario el código
correspondiente. Esta manera de pensar menosprecia el poder de la interpretación que
hay en todo conocimiento y favorece los saberes científicos.

Dicho paradigma de reducción de la inteligencia a la lectura acrítica de datos es ineficaz


a la hora de tratar de dar respuesta a situaciones de gran incertidumbre. “El saber de
mayor utilidad no es el que se refiere a una utilidad inmediata o sectorial, sino el que
permite hacernos una idea general de lo que va a suceder y gracias a lo cual podemos
poner en marcha operaciones tan importantes como anticipar, prevenir, favorecer o
asegurar”. (Innerarity, 2012)

Además, para Innerarity no se puede disociar democracia e interpretación, la


democracia debería entenderse como un modelo político en el que todos somos
intérpretes. La sociedad debe ser la puesta en común y el conjunto de todas nuestras
interpretaciones, algo mucho más democrático que la sumisión a unos datos
supuestamente objetivos.

Frente a la lectura de datos, la idea de la sociedad de intérpretes supone un modelo


político que va más allá de la mera administración:

Una política de la interpretación supone siempre abandonar los lugares comunes,


reconsiderar nuestras prioridades, describir las cosas de otra manera, formular otras
preguntas… Frente a esta indeterminación democrática, todos los sedicentes realistas
han apelado siempre a los datos para impedir la exploración de las posibilidades. Pero
sabemos que esto no es sino una forma sutil de poder que consiste en insistir en los

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datos sin cuestionar las prácticas hegemónicas a partir de las cuales se obtienen
precisamente esos datos y no otros. Esa dimensión crítica de la interpretación la hemos
aprendido en el cultivo de eso que llamamos humanidades, que son, por cierto, la mejor
educación para la ciudadanía. (Innerarity, 2012)

1.2 – Sociedades interpretativas

Las sociedades también interpretamos el mundo de forma colectiva. La tesis que


defiende Alan Touraine en su libro Un nuevo paradigma para entender el mundo de
hoy es la de que en las últimas décadas ha ocurrido un cambio de paradigma en la
manera en la que las sociedades occidentales representamos nuestra vida colectiva y
social.

Si durante el Antiguo Régimen el paradigma social dominante era el religioso, donde


las referencias a Dios y a las expresiones religiosas eran mayoritarias, durante el
Renacimiento el paradigma social dominante era el político, donde la realidad social se
adscribía a términos políticos (guerra y paz, poder y Estado, el rey y la Nación…), y
durante el siglo pasado y parte del anterior el paradigma social dominante era el
económico y social, donde las categorías de burguesía y proletariado explicaban la
manera en la que funcionaba el mundo, podría decirse que en la actualidad estamos en
transición a un paradigma cultural de interpretación de la realidad.

Este nuevo paradigma cultural ha sido invadido, por un lado, por las fuerzas “no
sociales” que son el interés, el miedo y la violencia y, por otro lado, por actores cuyos
objetivos son la libertad personal o la pertenencia a una comunidad heredada.

En esa búsqueda de la libertad personal, a la que Touraine prefiere llamar subjetivación


en vez de individualismo, las mujeres ocupan un lugar central. La sociedad de hombres
está comenzando a ser sustituida por una sociedad de mujeres en el sentido de que al
haber sido éstas últimas víctimas de una polarización que las colocaba
permanentemente en posición de inferioridad, promueven más fervientemente esta
reconstrucción entre la vida pública y la vida privada, entre lo masculino y lo femenino.
El machismo parece ya arcaico y hasta residual. (Touraine, 2007)

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2 – Mi interpretación sobre el tema analizado

Mi tema analizar era el del tratamiento por parte de los medios de comunicación de la
relación entre la tradición religiosa cristiana, las mujeres políticas y el feminismo. La
conclusión a la que he llegado es que los medios de comunicación realizan una
polarización entre los conceptos de tradición religiosa y feminismo, construyendo así un
discurso que legitima una cierta exclusión de las mujeres en la participación de las
tradiciones religiosas y que radicaliza a todas aquellas mujeres que no las acepten.

Según Thompson, el análisis que yo he realizado se denominaría análisis semiótico del


discurso. Este tipo de análisis consiste en observar las relaciones entre los elementos
que componen una forma simbólica o signo que es parte de un discurso. En mi caso,
dichos elementos serían aquellos conceptos codificados en los anteriores trabajos.

Del estudio de dichas relaciones, he llegado a la conclusión de que existe una cierta
polarización entre los conceptos de tradición religiosa y feminismo. Esta polarización
ocurre en diferentes grados en función del diario analizado.

En el caso de El País, la polarización entre estos conceptos es practicamente inexistente.


En lugar de hacer declaraciones propias, El País busca en sus noticias un
distanciamiento neutral y nos ofrece titulares como “El PP lanza una ofensiva contra
Manuela Carmena por la Cabalgata de reyes”. En dicha noticia se exponen los motivos
de la ofensiva del PP, pero no se ataca de manera directa a Manuela Carmena en ningún
momento. En el caso de la condena a Rita Maestre, la noticia que la relata se limita a
narrar los hechos acontecidos durante el juicio.

En la sección de opinión de El País, los autores se muestran comprensivos. En su


artículo sobre la Cabalgata en Madrid, Javier Rivas apoya la idea de modificar las
tradiciones en favor del feminismo, aunque no cree que Carmena lo haya hecho
correctamente. En el caso de la condena de Rita Maestre, Rubén Amón afirma que el
juicio a la concejal es una desproporción y critica a aquellos que se abogaban por la
libertad de expresión en los atentados a Charlie Hebdo y que ahora están a favor de la
condena de una persona que solamente ejerció su libertad de expresión.

El Mundo, por su parte, se muestra más agresivo con titulares como “Carmena impone
una cabalgata étnica y poco navideña”. En este caso, se trata de atribuir a la mujer
política un exceso de autoridad y se critica la Cabalgata de Reyes por motivos de

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apariencia. Cuando antes he hablado de polarizaciones entre feminismo y tradición me
refiero a citas como “No se atrevió el Consistorio a incluir tampoco a ninguna mujer
como intérprete de algún Rey mago, al igual que sucedió en las cabalgatas de algunos
distritos, no sin polémica”. En dicha cita, se observa como el autor da por supuesta la
polémica que suscitaría la interpretación de un Rey Mago por parte de una mujer.

Por otro lado, en la sección de opinión de El Mundo, uno de sus editoriales afirma
abiertamente que lo ocurrido en la Cabalgata es “esperpéntico” y que “es absurdo tratar
de defender la igualdad de género modificando la tradición”. La polarización de
conceptos resulta evidente aquí. En cuanto al caso de Rita Maestre, José Luís Miró
defiende que Maestre debería dimitir de su concejalía al haber roto las líneas rojas de su
propio partido al ser condenada por ofender los sentimientos religiosos.

Pero sin duda, el caso más extremo de polarización lo protagoniza Okdiario, llegando a
la burla y al desprecio. “Carmena culmina su mamarrachada: el Rey Baltasar era la
Reina Baltasara”. En este caso, se argumenta que “Carmena se ha cargado una tradición
milenaria” y que “los niños han quedado desconcertados ante la mujer-Rey-Reina-
Maga-Mago”. En el caso de la concejal Maestre, Okdiario nos ofrece titulares como “La
asaltacapillas Rita Maestre es condenada por un delito contra los sentimientos
religiosos. El desprecio a las mujeres que desafían las tradiciones religiosas es muy
notorio en Okdiario. La línea argumental en este caso es “las mujeres han venido a
cargarse las tradiciones por que no respetan de dónde venimos, nuestros orígenes”.

Como vemos, aunque El País utiliza un tono más neutral, tanto El Mundo como, y,
sobre todo, Okdiario generan un discurso que justifica la exclusión de las mujeres en las
tradiciones religiosas y que ridiculiza o criminaliza a aquellas mujeres políticas que se
rebelan ante las tradiciones. El caso de Okdiario es todavía más extremo que el de El
Mundo, llegando a la ofensa en muchas ocasiones.

Como cierre a este apartado del trabajo, me gustaría realizar un poco de autocrítica y
afirmar que esta interpretación no es en ningún caso un hecho objetivo, ni mucho
menos. No estoy diciendo que esto ocurra así, simplemente estoy dando una de las
muchas posibles interpretaciones que se le podrían dar a esta situación.

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3 – La elaboración del vídeo

El objetivo de mi vídeo será demostrar mi tesis de que los medios de comunicación


realizan una polarización entre los conceptos de tradición religiosa y feminismo,
construyendo así un discurso que legitima una cierta exclusión de las mujeres en la
participación de las tradiciones religiosas y que radicaliza a todas aquellas mujeres que
no las acepten.

Para ello, utilizaré extractos de vídeos de diferentes medios de comunicación como


puede ser uno de los artículos de opinión audiovisuales de Okdiario o extractos
procedentes del programa “Al Rojo Vivo” del canal de televisión LaSexta.

Como hilo conductor de la narración del vídeo utilizaré mi voz en off acompañada de
distintas imágenes de los artículos de El País, El Mundo y Okdiario que he analizado
con Atlas.ti.

Sin embargo, aún no tengo claro cómo organizaré mi discurso, no sabría plantear un
guion concreto en estos momentos. Lo que sí tengo claro es que el vídeo no se tratará de
presentar como algo neutral, porque no lo será. Mi interpretación tiene unas
implicaciones ideológicas específicas y no me parece ético ocultarlas para presentar mi
video como un producto fruto de la objetividad impersonal.

De todas maneras, trataré de que el tono del video sea profesional en el sentido de
argumentar lo que se dice. Por último, había pensado terminar el vídeo con un toque de
humor.

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4 – Bibliografía

INNERARITY, D: “La sociedad de los intérpretes”. Disponible en Internet en el


siguiente enlace: http://www.danielinnerarity.es/opinion-preblog/la-sociedad-de-los-
interpretes/

TOURAINE, A.: "Un nuevo paradigma”. En: Una nuevo paradigma para comprender
el mundo de hoy. Barcelona: Ediciones Paidós, 2005. pp.13 - 20

TOURAINE, A.: "Punto de partida" y "Punto de llegada”. En: La mirada social. Un


marco de pensamiento distinto para el siglo XXI. Barcelona: Ediciones Paidós, 2007.
Pp.13 - 23 y pp. 224 - 247

THOMPSON, J.: "La metodología de la interpretación”. En: Ideología y cultura


moderna. Teoría Crítica social en la era de la comunicación de masas. México: UAM,
20022. pp. 395 - 473

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