LA ABUELITA Y LOS DOS NIETOS

Había una ve dos hermanos de 6 y 9 años, sus nombres eran Roger y

jassón. Ellos crecieron desde muy pequeños con su abuelita y tíos en la
ciudad de Contamana. Ellos ayudaban a su abuelita en los quehaceres
diarios del hogar, eran una familia humilde y pobre. La abuelita
sustentaba el hogar preparando chifles, canchitas, refrescos, chupetes
de aguaje y los nietos salían a vender en la esquina de la plaza de
armas de dicha ciudad. Así vendiendo ayudaban los dos hermanos. La
madre de aquellos los abandono para así ella poderse ir a vivir en la
ciudad de Pucallpa.

Pasaron dos años la madre regresa a ver a sus hijos como se

encuentran, la madre viéndolos mas grandes les propone irse con ella a
vivir. Los hermanitos no quisieron separarse, se pusieron ambos a
llorar junto con la abuelita y tíos. La madre viendo que no querían ir
con ella decide llevarse al menor sin autorización de la abuelita. La
abuelita y hermano mayor se abrazaron y se pusieron a llorar al ver que
se lleva al nieto menor, pasaron los días la abuelita se enfermo y sus
hijos se preocuparon mucho por la situación en la que se encontraba.
La casa quedo triste mucho tiempo, jassón no tenia con quien jugar, y
se la pasaba triste pensando en como se encontrará su hermano.

Una de las tías a quien Roger le decía mamá y tenia mas apego decide
llamar a la madre y preguntar como se encuentra: la madre le responde
que se encuentra bien y que está viviendo en la chacra. La tía
preocupada empieza a molestarse y discuten por llamada y le dice que
irá a buscarle y traerle de vuelta a Contamana. La madre corta la
llamada sin decir ni una sola palabra, ese día la tía alisto sus cosas se
embarco en una lancha y fue en busca de Roger. Llegando a Pucallpa se
fue con rumbo a casa de la madre, tal fue la sorpresa que le encontró
desnudo y todo su cuerpo lleno de heridas. La tía muy triste se puso a
discutir con la madre diciéndole: ¡Qué tipo de madre eres tú que no le
cuidas bien a tu hijo, mejor hubiese estado conmigo y con mamá
(abuelita)! La madre en su defensa le dijo: yo soy su madre yo lo parí y
no tú. El niño al ver esta escena se puso a llorar y llorar. La tía viendo
el dolor del niño y la manera en que estaba le dijo a la madre que le
llevara de vuelta a Contamana para que este junto con ellos.
Llegando a Contamana la abuelita salto de felicidad al reencontrarse
con su nieto menor, y al mirarlo lleno de heridas la abuelita se puso a
curar sus heridas con plantas medicinales.