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En la situación actual de la sociedad global, existen dos temas que precisan atención: la
contaminación y la información y comunicación. Podría pensarse que estos dos temas no
tienen nada en común, sin embargo, el costo del desarrollo tecnológico puede llegar a ser
demasiado alto, ya que la informática es una de las industrias que más contaminación
produce. No obstante, las nuevas tecnologías también pueden ser un aliado en la lucha
contra el cambio climático y en pro del desarrollo sustentable a través de procesos
denominados tecnologías verdes
En el impacto ambiental podemos mencionar, entre los más resonantes: residuos o
desechos peligrosos y cultura del descarte: tanto el sistema de cómputo como sus
componentes contienen materiales tóxicos y los consumidores se deshacen de los viejos
CPUs, monitores u otro equipamiento electrónico dos o tres años después de su compra.
Una computadora en la actualidad se puede volver obsoleta al año de su compra, y gran
cantidad de estos componentes terminan contaminando la tierra y, en muchos casos, el
agua. Aún durante este periodo de vida útil, es muy probable que sea necesario realizar
actualizaciones tanto referidas al hardware como al software. En la producción de cada
unidad, se genera gran cantidad de residuos, denominada la carga ecológica. Es necesario
contar con una metodología clara de reciclaje del equipo y su tratamiento sustentable ya
que muchos países son dejados al sector informal. No podemos dejar de mencionar el
cambio climático ya que es un problema global con graves dimensiones ambientales,
sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos
actuales para la humanidad. Si hablamos del agua potable, el proceso de la fabricación
de PCs y otros sistemas vinculados con las nuevas tecnologías requiere una serie de
procesos altamente complejos y químicamente intensivos ya que utilizan grandes
cantidades de sustancias químicas y agua, incluyendo los numerosos ciclos de enjuague,
resultando una importante pérdida de metales y químicos que se incorporan en las aguas
residuales.
Las universidades como centros de investigación y formación de profesionales,
exponentes de la cultura, y el desarrollo social, desempeñan un papel esencial en el logro
del desarrollo sostenible, a partir de la formación ambiental, desde los componentes
curriculares, investigativos, laborales y de extensión universitaria, en las concepcio¬nes
sobre la educación ambiental en el proceso de formación de este profesional. La inclusión
en la formación del ingeniero informático es un ejemplo de ello.
Partiendo de esta necesidad es importante su inclusión en asignaturas como Ciencia,
Tecnología y Sociedad.
Curso de Postgrado Civilización Industrial, Medio ambiente y Cultura material sustentable
ISDi, Universidad de La Habana. Cuba. 2020
Referencia Bibliográfica.
Bibliografia.
Los textos leídos, aunque muy acertados en contenido, pueden percibirse que fueron
escritos desde la perspectiva del Norte, Euro centrista, en detrimento del Sur y a favor
del desarrollo del Norte. Hay que pensar el desarrollo demográfico desde el Sur, que, en
definitiva, aunque son los territorios con mayor natalidad, también son los que presentan
mayor mortalidad y en ellos un alto porcentaje de la población, vive por debajo de la línea
de la pobreza.
El desarrollo demográfico y las urbanizaciones son un fenómeno multicausal y
multifactorial y por tanto hay que verlos desde múltiples miradas. A pesar de esta
observación los textos tienen un enfoque humanista, una perspectiva social que se ajusta
a lo planteado en la Cumbre de Tbilisi (1977), “la salvaguarda del medio ambiente
constituye pues, una tarea multidimensional que no podría llevarse a cabo sin tener en
cuenta los factores socioeconómicos que dan origen a los problemas ambientales”. Vemos
un ajuste a un criterio muy contemporáneo de ver al hombre en la naturaleza porque es
parte de ella y no al hombre y la naturaleza como dos entes individuales que se
relacionan.
Mientras vemos un enfoque muy crítico de la mercantilización de la naturaleza, que viene
desde los mal llamados, Viajes de descubrimiento por los Países Capitalistas, que
provocaron una marcada y cruel mercantilización de la naturaleza, y del hombre como
parte de esa naturaleza. Somos invitados a pensar en el hoy y no en el mañana, el
desarrollo sostenible es usar lo que nos aporta la naturaleza, pero con racionalidad, no
se puede sacrificar el futuro en pos del presente. Vemos reforzada la idea defensora del
desarrollo sostenible, que no es lo que defiende el Capitalismo. Aunque en el caso de
Cuba, algunas de las ideas planteadas en cuestiones de sobreconsumo y demografía no
se aplican porque tenemos, por ejemplo, un marcado envejecimiento poblacional, por lo
cual nuestras políticas de sostenibilidad varían sustancialmente, aunque si son de
necesario punto a tener en cuenta como seres sociales de un planeta que agoniza.
terminan contaminando ríos y mares, afectando así el medio ambiente. Los países
industrializados, son en su mayoría, países capitalistas desarrollados, lo que nos da a
entender, que el desarrollo económico provocado por dichas industrias, en gran medida
es repartido de forma desigual, lo que provoca el enriquecimiento de los más ricos y el
aumento de la pobreza. Existe un problema difícil de ignorar cuando hablamos del
impacto de la Civilización Industrial en el Medio Ambiente: “el consumo excesivo de los
recursos naturales”, recursos que se pueden agotar, provocando múltiples cambios en el
ecosistema. La expansión industrial ha alterado profundamente los sistemas sociales,
creando nuevos bienes, diversificando los patrones de consumo, introduciendo nuevas
necesidades, alterando las estructuras económicas, sociales y políticas y,
fundamentalmente, acelerando el proceso de expansión económica a nivel mundial. Y ahí
es donde debemos preguntarnos: ¿Valdrá la pena dicho “desarrollo económico” aun
cuando ya no tengamos un lugar sano en el que vivir, aun cuando respiremos plomo y el
agua que tomemos, si hay, sea contaminada? Es cierto que muchos de estos cambios
puede que nosotros no los vivamos, pero ¿qué mundo le queremos dejar a las siguientes
generaciones? "Estamos viviendo como si tuviéramos un planeta extra a nuestra
disposición, utilizando un 50 por ciento más de los recursos que la Tierra puede producir
de manera sostenible y, a menos que cambiemos el rumbo, ese número crecerá
rápidamente, e incluso para el año 2030 dos planetas no serán suficientes", señaló Jim
Leape, Director General de WWF Internacional.
El desarrollo de las fuerzas productivas durante el siglo XIX tuvo su mayor expresión en
la Revolución Industrial con la cual en sistema capitalista alcanza cierto grado de
madurez. Si bien esta etapa significó un inmenso avance tecnológico para la humanidad,
de igual forma trajo consigo severas consecuencias para el medioambiente, cuyos efectos
perduran hasta la actualidad. El descubrimiento, uso y explotación de combustibles
fósiles y minerales, el agotamiento de recursos energéticos y biológicos, la contaminación
de las aguas, la atmosfera y los suelos, el calentamiento global, y la acumulación de
residuos tóxicos, son solo algunos de los daños provocados por la industrialización.
El impetuoso desarrollo tecnológico ha propiciado la transformación de las condiciones
de vida del hombre, la reducción de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida
al nacer. Como consecuencia de esto la población mundial se ha multiplicado varias veces,
surgiendo así, nuevas necesidades y problemas sociales como la vivienda, alimentación,
salud, educación, etc. Es por esto que se ha incrementado proporcionalmente el gasto de
energía, la producción de alimentos y la necesidad de bienes de consumo en general, por
lo tanto de recursos naturales, llegando a atentar contra el equilibrio ecológico de la
Tierra.
Como una de las soluciones económicas a esta “crisis de superpoblación”, surge la
agroindustria, que si bien solucionó algunos problemas como la alimentación, tributó
graves consecuencias para el medioambiente. Esto ocurre debido al empleo
indiscriminado de energía fósil, químicos fertilizantes, pesticidas y el aumento de las
tierras de cultivo, por ello nuestro planeta ha recibido penosos daños como la erosión,
deforestación, desertificación y destrucción de hábitats. Un ejemplo de esto, es el uso y
abuso de los plaguicidas para elevar en corto plazo los rendimientos de cultivos
Curso de Postgrado Civilización Industrial, Medio ambiente y Cultura material sustentable
ISDi, Universidad de La Habana. Cuba. 2020
Consta de manera fehaciente que la buena calidad del ambiente representa una
exigencia imprescindible para la salud humana y el progreso sostenible de la sociedad y
economía del mundo. A continuación se refieren algunas de las fortalezas y debilidades
de la Civilización Industrial frente a la naturaleza.
Fortalezas
El desarrollo industrial indujo una fuerte reactivación socioeconómica.
Promovió mejoras aparentes, en la calidad de vida de la población.
Accesibilidad a nuevas fuentes de empleos, con la respectiva humanización del trabajo.
Aumento de la productividad e incremento de las producciones en serie de diversos
productos económicos.
Debilidades
Provoca importantes modificaciones que ocasionan el desequilibrio de ecosistemas.
Induce diversas formas de contaminación, de las aguas, los suelos y el aire por la
emanación de gases tóxicos y nocivos para el medio ambiente.
Ocasiona agotamiento de recursos naturales y su degradación.
Incide negativamente, de forma directa o indirecta sobre el bienestar, la calidad de vida
y la salud de la población.
Curso de Postgrado Civilización Industrial, Medio ambiente y Cultura material sustentable
ISDi, Universidad de La Habana. Cuba. 2020
Bibliografía
Referencias Bibliográficas:
Capote León, G. E., Rizo Rabelo, N., & Bravo López, G. (2015). La Formación de
Ingenieros en la actualidad, una explicación necesaria. Universidad y Sociedad.
Bibliografia
Referências bibliográficas
Hoje vejo que agricultura fugiu do conceito tradicional de produzir bens para comer, não
mais produzimos simplesmente para nos alimentar fazemos mais que isso
“agroindústria”. Não levo a questão em um sentido negativo retrogrado ou desacreditar
que as evoluções não trazem benefícios de produção alimentar massiva para as pessoas,
mas a questão para mim e ética, se me permitem, o respeito que devemos ter pelo que é
produzido e consciência se os mesmos tem efeito nefastos. O assunto agroindústria no
meu ver se tornou de negócio de elites onde os investidores querem ganhar em toda a
investida desmedindo o impacto que certas produções possam causar ao ambiente, temos
de ver a questão numa perspectiva fora de negócio e sim como humanos e animais, se o
que produzimos será um câncer para nossas vidas melhor não os produzirmos a nossa
vida e passageira e não temos o direito de ditar o futuro dos nossos sucessores.