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Partes del Texto

1.Introducción
Son las primeras líneas… ellas determinan la actitud del lector. Sirver para:
Interesar: Estimula para despertar el interés del lector. Puede hacerse generando
intriga al lector y despertando el deseo de continuar. Hay muchas formas de
introducir y los límites sólo están en su imaginación. Anunciar el Tema: La
introducción debe anunciar el tema. Pero anunciar no es desarrollar. El anuncio de
un tema debe hacerse de una manera concisa.

2. Desarrollo Afirmar no es suficiente para convencer. Es necesario precisar lo que


se quiere decir mostrando las implicaciones prácticas de la idea y, sobre todo, es
necesario probar que la idea es buena. Desarrollar consiste en escoger elementos
(ventajas o desventajas) para apoyar la idea enunciada. Cuatro elementos están a
nuestra disposición para desarrollar una idea:

1. La demostración.

2. El ejemplo comparación.

3. La anécdota.

4. La solución combinatoria que consiste en combinar 2 ó 3, es decir incluir el


ejemplo o la anécdota en la demostración. Para ayudar al lector a seguir la
manera como usted esta razonando, es a menudo necesario destacar la forma
como va a organizar las ideas. Así podrán comprenderlo mejor.

3. Conclusión
La conclusión es de gran importancia, ya que ella le muestra al lector los posibles
caminos que puede empezar a recorrer. Es la que le permite, al lector, empezar a
interactuar con el lector.

Se proponen tres formas para concluir

1. Sintetizar: Consiste en recordar rápidamente los puntos esenciales que hemos


tratado. Se trata solamente de recoger en una o dos frases lo que se dijo para
llegar a designar claramente los puntos de convergencia de las diferentes partes
de nuestro discurso.

2. Abrir: Consiste en expandir el problema, en interrogar el futuro por ejemplo,


para buscar allí soluciones o eventualidades susceptibles de hacer evaluaciones al
tema del cual hablamos.
3. Sintetizar/Abrir: Esta forma de concluir, consiste en combinar las dos primeras
fórmulas y, en consecuencia, adicionar sus cualidades. Esta forma de conclusión
es la mejor.

Partes del Texto Literario

Como toda ciencia, arte o técnica, la literatura maneja una serie de términos
privados a los cuales les da significado especial.
    Para leer a cabalidad una obra literaria se requiere analizarla, lo cual significa
penetrar en su universo y desmenuzarla cuidadosamente a fin de reconocer los
diversos aspectos que la conforman. Este trabajo complejo permite evaluarla
demostrando sus calidades.
    Cuando examinamos una obra literaria ponemos especial atención en:
 

 El argumento y el tema
 La originalidad de presentación
 La claridad de exposición
 La habilidad del autor para sorprender nuestras expectativas
 La importancia que la obra tiene dentro de la historia literaria de la humanidad
 

Al finalizar el desmembramiento de la obra, conoceremos cuáles fueron los


recursos usados, qué intención abrigó el autor al redactarla, cuáles eran sus
preferencias y habilidades para la elaboración estructural del universo interno del
texto literario. En este momento el lector puede interpretar el anhelo del artista y
proceder a juzgar si consiguió plasmar a través del arte verbal su objetivo.

Argumento

Desde la época clásica se considera que una narración literaria debe contar con
ciertos componentes indispensables. Estos componentes son personajes,
universo interno, estructura, forma, estilo. Para ubicar cada uno de estos
componentes, el camino más fácil consiste en redactar de manera sintética el
argumento, es decir, el contenido de la obra.
    Cuando un lector cuenta lo ocurrido en una obra (es decir, lo que pasó en la
obra), ya sea relato, teatro y aun, poesía, inconscientemente incorpora cada uno
de los componentes antes mencionados.
Personajes

En el desarrollo de una obra, los personajes se distinguen por la importancia de


sus actuaciones. Los que mayor gravitación tengan serán protagonistas y
antagonistas. Si su fuerza de acción disminuye pasarán a ser principales,
secundarios, de marco, colectivos y de ausencia.
    El autor, según sus necesidades, trazará la figura de cada personaje. Habrá
ocasiones en las que consiga perfilar un personaje secundario con tanta habilidad
que éste se vuelva imprescindible y quede en la memoria del lector con mayor
fuerza que el protagonista.

Universo interno

El texto literario encierra un circuito de comunicación entre emisor (narrador) y


receptor (lector) vinculado mediante el universo interno de la obra.
    El universo interno lo crea el autor a su arbitrio, de acuerdo con sus
conocimientos y experiencias. El autor es el auténtico soberano, únicamente se
somete a las exigencias lógicas de la historia en sí; pero, dentro de dicho universo
puede alargar o acortar los acontecimientos, comenzar por el final, introducir otros
relatos, modificar el transcurrir del tiempo, brincar épocas, alterar retratos de
personajes, apegarse o no a la realidad porque él rige ese universo.
    Cuando un lector se interesa por una obra, si el universo interno de ésta se
encuentra bien trazado, el lector penetra en ese mundo totalmente ficticio y el
circuito de comunicación se cierra. A su vez, el lector debe estudiar lo
indispensable para reconocer los distintos momentos históricos, comprender las
variantes provocadas por las diversas situaciones geográficas, interpretar las
modificaciones de conducta derivadas de los núcleos sociales.
    El lector será capaz de acoger el mensaje estético enviado por un autor si en
aquel se dan las condiciones culturales, sociales y psíquicas requeridas en cada
caso. Este lector ideal --o "lector virtual", según la lingüística-- será capaz de
valorar los recursos técnicos empleados, la estructura manejada y el sentido del
mensaje contenido en la propia obra.

Estructura

Estructura en general

A lo largo de la historia humana se han repetido cerca de 31 temas artísticos. La


habilidad del escritor descansa más en la novedosa forma de presentación que en
la variedad del asunto. A partir del boom latinoamericano, cuando sus integrante
se inspiraron en los grandes narradores ingleses y norteamericanos, la estructura
cobró importancia especial en la narrativa. A los modernos les importa mucho lo
que cuentan; pero también les interesa la forma en que organizan los elementos
de la narración.
    Los escritores, apoyados en la libre rectoría de su universo respetarán el orden
preestablecido de los elementos estructurales conocidos como planteamiento,
nudo, clímax, desenlace o los modificarán, aumentando o eliminando párrafos
según las necesidades de su historia.

Definiciones:
Planteamiento: Se llama también "exposición". Con él se conoce la situación
general en que se dará el suceso central y la caracterización de los participantes;
aquí se esboza el problema con los respectivos presupuestos de la acción. Son
los datos necesarios para entender la acción de la obra; por ejemplo, la
descripción del ambiente, una explicación de la circunstancia inicial, la relación
entre los personajes, el tiempo y el lugar.
Nudo: En esta etapa se entrecruzan los hilos de las historias de los personajes,
complicando una situación problemática. Puede ser una acción, una decisión o la
revelación de algo que cambia la dirección de la obra.
Clímax: Es el momento culminante, el resultado del nudo. Es el momento de
máxima tensión entre fuerzas. Generalmente una de estas fuerzas es el hombre,
la otra parte puede ser la naturaleza, lo sobrenatural, otros hombres o el yo
interno.
Desenlace: Se pone fin al conflicto, casi siempre restituyendo el equilibrio de la
situación. Es la parte que presenta las consecuencias finales del clímax.

Ángulos de presentación

Dentro del universo de la historia el escritor tiene la posibilidad de presentarla


desde distintos ángulos; los más conocidos son el narrador omnisciente y el
narrador desde un punto de vista en primera persona.
    El narrador omnisciente se coloca en un mirador alto y desde allí conoce todos
los acontecimientos que ocurren en la historia. Sabe lo pasado y lo porvenir. Es
una especie de entidad divina que puede ver y oír a los personajes y por eso se
entera de lo que sienten y piensan.

En la actualidad se usa mucho la técnica del narrador que trabaja desde un punto
de vista. Aquí, el narrador, que vive en el universo interno de la obra, ignora lo que
sienten y piensan los personajes; puede deducir, por sus actuaciones, que
asumirán cierta conducta, pero sabe tanto como el lector de lo que sucederá en la
historia.
    El escritor que usa esta técnica "involucra" al lector porque lo obliga a penetrar
en el universo interno y, al mismo tiempo, como le presenta las cosas desde
diferentes ángulos, todos parciales, le da libertad para que construya su propio
enfoque.

Tiempo

En la narrativa tradicional el relato se ceñía al tiempo cronológico a fin de que lo


sucedido transcurriera como si fuera algo apegado a la vida real; sin embargo,
poco a poco se fueron modificando las historias hasta llegar al momento presente
donde el autor maneja el tiempo como materia maleable. Lo deja fluir o lo detiene;
lo condensa o lo alarga; relata hechos que sucedieron hace siglos como si
ocurrieran simultáneamente. El tratamiento temporal que presenta el autor en
alguna obra es índice de su actitud, pero también determina y revela el mundo
interior de los personajes.

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