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RESUMEN

Amor vs Obediencia: Cuando Dios nos lleva a ciertos niveles de vida,


donde Él nos reta a caminar en lo sobrenatural y fe, entonces necesitamos
esta base de la obediencia. Nuestra relación con Dios debe ser basado en
amor. Sabiendo que Dios es amor, es que Dios valora el amor, que
vivíamos en amor y su núcleo y esencia es amor. 

1. El amor de Dios: En la historia del hijo prodigo veremos que hay dos
tipos de creyentes: El hijo que cuando estaba en la casa de su padre pero
a la vez estaba insatisfecho y el hijo que vive en la familia de Dios pero no
aprovechan de todo los bienes y vive como huérfano en casa. Comienza
hoy a disfrutar del amor de Dios. Dios es amor y el perfecto amor hecha
fuera todo temor. Hoy tu puedes disfrutar de ese gran amor de Dios. 

2. El amor de otros: Con respecto a la familia es sumamente importante


que entiendas, que Dios no quiere que solo tengas una relación intima con
Él sino también con tu familia en Cristo. Otro punto importante del amor de
otros es poder conocer y ser conocido. Tiene que haber intimidad y
transparencia y tenemos que aprender a abrir nuestros corazones a
personas de confianza en la familia de Dios. 
3. El amor propio: Así como te amas a ti, Dios quiere que ames a otros.
Es importante que te ames. Eso quiere decir que tienes que cuidarte. 

Tiene que haber un balance perfecto entre tu amor por Dios, por otros y
por ti mismo. ¡Te animo que comiences a caminar en un amor propio!

VERSICULOS DIARIOS

DÍA 1

Hebreso 4:16

16 Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de


nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la
gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.

DÍA 2

Jeremías 31:3-4

3 Hace tiempo el Señor le dijo a Israel: «Yo te he amado, pueblo mío,


con un amor eterno. Con amor inagotable te acerqué a mí.

4 Yo te reedificaré, mi virgen Israel Volverás a ser feliz

DÍA 3

Juan 15:12-13

12  Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma


manera en que yo los he amado. 13 No hay un amor más grande que
el dar la vida por los amigos.

DÍA 4

Hechos 16:31-34

31 Ellos le contestaron:—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto


con todos los de tu casa. 32  Y le presentaron la palabra del Señor
tanto a él como a todos los que vivían en su casa. 33 Aun a esa hora
de la noche, el carcelero los atendió y les lavó las heridas. Enseguida
ellos lo bautizaron a él y a todos los de su casa. 34 El carcelero los
llevó adentro de su casa y les dio de comer, y tanto él como los de su
casa se alegraron porque todos habían creído en Dios.

DÍA 5

Proverbios 19:8

8  Adquirir sabiduría es amarte a ti mismo; los que atesoran el


entendimiento prosperarán.

DÍA 6

Romanos 8:8-10

8 No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros.


Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios.
9 Pues los mandamientos dicen: «No cometas adulterio. No cometas
asesinato. No robes. No codicies». Estos y otros mandamientos
semejantes se resumen en uno solo: «Ama a tu prójimo como a ti
mismo»[b]. 10 El amor no hace mal a otros, por eso el amor cumple
con las exigencias de la ley de Dios.

DÍA 7

Juan 14:21

21 Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que
me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo
los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.

TRANSCRIPCION
No puedes vivir sin amor

Amor vs Obediencia 
RETOS DE LA SEMANA

1. Toma 3 días de esta semana para poder intimar con Dios entrando con libertad y
NO HABLAR, sólo mantenerte en Su presencia y recibir Su amor.

2. Abre tu corazón a 2 o 3 personas dentro de la familia de Cristo. Personas en quien


puedas confiar.

3. Busca a 1 o 2 personas a quien puedas ayudar. Pregúntales en qué los puedes


ayudar y hazlo con amor, sin recibir nada a cambio.

Veo muchas ideas diferentes de que significa ser un hijo de Dios y crecer
en Cristo. Y muchas personas tienen esta palabra obediencia como algo
principal. Sin obediencia no podemos alcanzar nada en Cristo. Sin este
fundamento de la obediencia no podemos llegar a ningún lugar en la vida.
Cuando Dios nos lleva a ciertos niveles de vida, donde Él nos reta a
caminar en lo sobrenatural y fe, entonces necesitamos esta base de la
obediencia. Algo que me he dado cuenta es que puede haber tanto énfasis
en la obediencia que se crea una doctrina, una rutina y una estructura en
nuestra relación con Dios. Por ende, nuestra relación con Dios se convierte
en una relación mecánica.
 
Nuestra relación con Dios debe ser basado en amor. El amor es la base de
todo. Para Dios hay cosas más importantes que otras y Pablo lo dice en I
Corintios 13:1-3. No importa nada de lo que yo haga, si no tengo amor de
nada me sirve. Sabiendo que Dios es amor, es que Dios valora el amor,
que vivíamos en amor y su núcleo y esencia es amor. Jesús hablaba de
esto cuando dijo, “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si
tuvieran amor los unos con los otros”. Lo que nos diferencia es el amor. 

1. El amor de Dios 
Muchos sabemos que Dios es amor, pero no todos lo experimentamos.
Muy claramente se muestra en la historia del hijo prodigo. 
En esta historia veremos que hay dos tipos de creyentes: 

El primer tipo:

El creyente que no supo experimentar el amor de Dios es el hijo prodigo.


Ese hijo que cuando estaba en la casa de su padre pero a la vez estaba
insatisfecho. El pensaba que fuera de la casa y fuera del corazón del padre
iba a encontrar satisfacción. Entonces El va y le dice a su padre, “Ya me
canse de estar aquí, quiero ir a experimentar al mundo. Quiero vivir,”
porque el pensaba que el amor de su padre no era suficiente. El ya no
quería el compañerismo ni la libertad de su padre y decide que va a
encontrar lo que buscaba en el libertinaje. El termina malgastando su
herencia y comiendo con los cerdos. Cuando el se arrepiente y vuelve
casa, su papá le recibe con brazos abiertos y hace los preparativos para
hacer una fiesta de celebración. Dios es un buen padre y ese es el amor
de Dios hacia nosotros. Muchos cristianos no entienden y se viven
condenados porque quizá sienten que por algún pecado, por algunos
errores que tienen, por cosas que no están bien en sus vidas, o por
algunas malas decisiones que están tomando, el amor de Dios no los
cubren. La Biblia dice que el perfecto amor cubre multitudes de pecados.
Muchos de nosotros pensamos que el amor de Dios no los cubre,
entonces nos acercamos a Él con temor, con tristeza o con vergüenza y
todo el tiempo estamos pidiendo perdón tras perdón. Y yo entiendo, a
veces es necesario pedir perdón, pero más allá del perdón se trata de un
cambio de vida y mentalidad. Esta bien pedir perdón, pero muchas veces
detrás de ese perdón hay condenación y hay esa idea de que Dios no nos
ama. A veces sentimos que está lejos y peor pensamos que Él no nos
ama. Y al igual del hijo prodigo, muchos se ponen en posición de sirvientes
en vez de hijos y sirven a Dios por condenación, porque se sienten mal,
entristecidos, culpables, y viven en obediencia pero no en amor. Y cuando
la relación de Dios es en base de obediencia, sirven y viven por temor al
castigo, porque su padre esta enojado con ellos. 

El segundo tipo:
 
Lo representa el hijo mayor. Este hijo vivía en casa de su padre y
disfrutaba los bienes, pero cuando regresó su hermano a casa, se puso
celoso. Experimento pensamientos tales como: “¿Quien se cree él para
venir y que le hagan una fiesta?”, “¿Como le van a hacer fiesta a él
después de todo lo que hizo? Yo estando aquí siendo fiel, estando
sirviendo fielmente en casa de mi padre por tantos años  y acompañándole
en todo, luego viene mi hermano y le hacen una fiesta como la que nunca
me han hecho a mi,” entonces va a reclamarle al padre. Y lo que me
sorprende es la respuesta que le dio a su hijo, parafraseando, “¿Acaso no
sabes que todo lo mío también te pertenece?”.
 
Es por esa razón que hay muchos cristianos que viven en la familia de
Dios pero no aprovechan de todo los bienes y viven como huérfanos en
casa. Están sirviendo y trabajando en la iglesia pero la realidad es que se
sienten lejos, tristes, abandonados, ignorados, rechazados por Dios y
viven con celos de otros y  buscando posición y reconocimiento. El padre
amaba a su hijo mayor y le daba todo lo que tenia, pero el hijo mayor no se
veía como hijo y no entendía el amor del padre. 

Tu eres amado por Dios y eres especial. Comienza hoy a disfrutar del
amor de Dios. Dios es amor y el perfecto amor hecha fuera todo temor. Así
que no tengas miedo. La biblia dice que entres confiadamente al trono de
la gracia. No tienes que tener miedo. No tienes que sentirte culpable. Hoy
tu puedes disfrutar de ese gran amor de Dios. 

2. El amor de otros

Hay mucha gente que dice, “solo Dios y yo, nadie mas,” y lo dicen porque
están heridos. En algún momento de sus vidas, ellos abrieron su corazón a
otros y fueron defraudados, heridos y dañados. Ahora ellos prefieren
confiar en Dios pero no en otras personas. Déjame decirte algo, Dios no
nos creo solo para tener una relación con el, una relación vertical, sino nos
llamo a tener una relación horizontal, con su familia. Dios estableció una
familia en el jardín del edén. No es bueno que el hombre este solo ni es
bueno vivir solos. Dios les dijo a Adan y Eva que fructifiquen, multipliquen,
eduquen, crezcan y que expandan su reino por medio de la familia. 
 
Con respecto a la familia es sumamente importante que entiendas, que
Dios no quiere que solo tengas una relación intima con Él sino también con
tu familia en Cristo. Jesús, cuando estaba predicando, su mamá y sus
hermanos lo fueron a buscar. Cuando le dijeron que le estaban buscando,
Jesús respondió, “ellos, que hacen la voluntad de mi padre, ellos son mi
padre, mi madre y mis hermanos,”. Muchas personas toman eso como
Jesús devaluando a la familia, pero lo que en realidad estaba haciendo es
dando valor a su familia espiritual. Es importante saber que tu familia
espiritual es importante. Tu familia en Cristo tiene valor delante de Dios. No
solamente tu familia terrenal es valiosa, sino tu familia espiritual también.
Jesús hizo esto porque tenemos un mismo padre. Hay una idea
distorsionada del valor de la familia física y espiritual. Muchos dicen que la
familia física va primero, y hablando del ministerio si, el trabajo no va antes
de la familia física, pero la familia espiritual también es importante. Cuidar
a nuestra familia espiritual es tan importante como cuidar a nuestra familia
terrenal. En el cielo todos vamos a ser una familia. 

Otro punto importante del amor de otros es poder conocer y ser conocido.
El hecho que conozcas a otros y darte a conocer es muy importante. Una
mentira muy grande es, “lo que sucede en casa, queda en casa porque
nadie más debe saberlo,” así sea por vergüenza o porque no hemos
aprendido a ser transparentes o vulnerables. Y es cierto, no hay que
contarles a todos las cosas que pasamos, pero si debemos aprender a ser
transparentes. Porque si no eres transparente con alguien, nunca vas a
sentirte 100% amado por esa persona. Cuanto más intimidad hay en una
relación, más amado vas a sentirte. Especialmente cuando estamos
hablando de un amor incondicional. Estamos hablando de una familia que
se les conoce por su amor. Jesus dijo en Juan 13:35. ¿Eso que quiere
decir? Para formar ese amor, tiene que haber intimidad y transparencia y
tenemos que aprender a abrir nuestros corazones a personas de confianza
en la familia de Dios. 

3. El amor propio

Cuando Jesús dijo, “amarás a prójimo como a ti mismo”. ¿Esto que quiere
decir? Así como te amas a ti, Dios quiere que ames a otros. Así como te
valoras, guardas y ves de  ti, lo vas a hacer con otros. La manera que
tratamos a otros está muy ligado a como nos tratamos a nosotros. Como te
amas a ti está muy ligado a como amas a otras personas. Si ves a alguien
que trata mal a otros, vas a tener una idea de como esa persona se trata
con si misma. Si ves a alguien que juzga a otros, vas a ver alguien que se
juzga y auto critica a si mismo. 

Por otro lado, hay personas que se dan totalmente por otros, se sacrifican
por otros, pero ellos se descuidan totalmente. Esta bien sacrificar. Dios
sacrificó a su hijo por nosotros. La diferencia es que Jesús sabia quien era,
sabia que era hijo de Dios y ahora está sentado en la diestra del padre. Él
no tenia un problema de baja auto estima. Él no creía que era menos o era
un don nadie. Él sabia que era hijo de Dios y era poderoso y capaz, ahora
está disfrutando de quien Él es. Hay muchos que se sacrifican por Dios y
por otros pero lo hacen de un lugar de bajo auto estima. Lo hacen porque
no saben quienes son. Y por consecuencia, no se aman. Lo hacen porque
se sienten mal y condenados. Como no tienen ese amor propio, ellos
piensan, “Dios y otros son más importantes que yo, por eso no soy más
importante que nadie”. 

Es importante que te ames. Eso quiere decir que tienes que cuidarte.
Mirarte al espejo y decir, “Soy una hermosa creación. Gloria a Dios por
quien yo soy. Me amo. Me aprecio. Soy alguien que fue creado a imagen
de Jesús.” Cuando no te amas, eso crea distorsión en la forma que tratas a
otros y tratas a Dios. Así que quiero animarte a amarte y cuidarte. Como
pastor, a veces tengo que poner limites a otras personas. Soy alguien que
su profesión es cuidar a otros como también servir y adorar a Dios. Tengo
que darle importancia a los demás pero no puedo darle más importancia a
los demás que a mi mismo, a mi matrimonio y las cosas que son
importantes para mi. Así como los deseos y anhelos de otros son
importantes, mis deseos, anhelos y relaciones también son importantes.
Así como me amo a mi, tengo que amar a otros. 

Tiene que haber un balance perfecto entre tu amor por Dios, por otros y
por ti mismo. ¡Te animo que comiences a caminar en un amor propio! A
poner limites saludables con otras personas, donde puedes cuidar a ti
mismo, tu familia, tus deseos y anhelos. ¡Amate a ti mismo! Cuando
empieces a amar a ti mismo, vas a poder amar a Dios y a otros mejor. 
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