Noticia tomada de la red social Instagram de la página: @ultimahoracol; el día 26 de julio
del 2022. La cual añade la siguiente ampliación:
En mi opinión considero que de esta noticia se pueden mencionar varios aspectos
importantes a tener en cuenta, pienso que uno de los que más resalta es cuan lento puede llegar a ser el sistema judicial de nuestro país, puesto que recién hoy y después de más de 15 años de haberse presentado estos hechos tan atroces, se empiezan a destapar una serie de ollas podridas, que reflejan lo fácil que nos resulta como colombianos engañar y manipular cualquier tipo de hecho a nuestra conveniencia, y es que estos actos casi genocidas y que popularmente son un secreto a voces, son un reflejo a gran escala de la falta de escrúpulos que podemos reflejar cómo cultura, pero lo cierto es que claramente en menor proporción, en nuestro día a día la gran mayoría de nosotros engañamos, manipulamos y acomodamos los hechos y nuestras versiones de ellos a nuestro favor, sin importar muchas veces a quien podamos perjudicar, todo con tal de salvar nuestro pellejo. Aunque reconozco que mi preámbulo son un montón de palabras, en las que me expreso de manera general acerca de nosotros los colombianos y nuestra cultura de no asumir nuestras responsabilidades y encontrar siempre al prójimo como culpable; pero en el fondo también soy consciente, de que para cada regla siempre hay excepciones, y por ende también doy fe de que aún existen entre nosotros, aquellas personas que asumen las responsabilidades por sus actos, y es que para no desviarme más del tema, es precisamente eso lo que más duele, respecto a estos episodios marcados por la violencia y la sangre fría, con los que nuestro país se vio manchado durante el mandato del impresentable, Doctor Alvaro Uribe Vélez (en su mayoría). Puesto que las familias de estas cantidades inconcebibles de víctimas, en su mayoría personas del común, jóvenes de bien y gente trabajadora y honrada, a día de hoy aún siguen esperando respuesta del paradero de sus seres queridos, o que los culpables salgan y den la cara e inicien un proceso de reparación, de algo que irónicamente en el fondo ellos mismos saben que es un daño irreparable, pero se que tanto para ellos que han sufrido el vacío en sus vidas en carne propia, como para mí que no soy del todo ajeno al tema, porque pertenecí al ejército durante el año 2015, tiempo en el que presté mi servicio militar, es muy injusto que aquellas personas que laceraron tanto a distintas comunidades, anden por ahí libremente por las calles, como si no hubieran roto un plato, o al menos los autores intelectuales, puesto que ya muchos de quienes bajos sus órdenes cometieron éstas barbaries cómo autores materiales, se han acogido en la jurisdicción especial para la paz y han comenzado un largo proceso de, primero que todo admitir sus errores y segundo corregirlos de manera que puedan reponer a la sociedad aunque sea un poco de todo lo que le quitaron en su momento, es por eso que noticias como éstas, son un pequeño bálsamo para seguir confiando en que algún día todos o en su gran mayoría, aquellos quienes perpetraron estos actos de inhumanidad, van responder por sus delitos y van a tratar de Reivindicarse consigo mismos y con nuestro país, por tanto daño causado.