Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/310327359
CITATIONS READS
0 940
2 authors:
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
SAQint3-INQUA Project: Interactions between climatic forcing, tectonics and volcanism during the Late Quaternary:
a multidisciplinary approach applied on key regions of South America View project
All content following this page was uploaded by Ernesto Brunetto on 15 November 2016.
CUATERNARIO DE
BRASIL, PARAGUAY
Y URUGUAY
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 1
Iriondo, Martín H.
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay / Martín H. Iriondo ; Ernesto
Brunetto. - 1a ed ilustrada. - Córdoba : Martín Horacio Iriondo Martín,
2016.
494 p. ; 20 x 12 cm.
ISBN 978-987-42-2573-3
ISBN Nº 978-987-42-2573-3
© Museo Provincial de Ciencias Naturales Florentino Ameghino
CUATERNARIO DE
BRASIL, PARAGUAY
Y URUGUAY
Martín H. Iriondo y Ernesto Brunetto
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 3
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
PRÓLOGO
Este volumen es una síntesis parcial de los conocimientos
disponibles sobre el Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay,
que conforman la mayor parte del frente atlántico de Sudaméri-
ca, y forma parte del Proyecto “Tabla de Correlación Estratigrá-
fica de Sudamérica” que desarrolla el Grupo de Estudio del Cua-
ternario (GEC), Miembro Regional de INQUA (International
Union of Quaternary Research) desde principios de la década de
1990. Tiene como objetivo principal facilitar a los interesados el
acceso al conocimiento del último período geológico de la histo-
ria de la Tierra y está dirigido no solamente a los especialistas en
el tema, sino también a usuarios de disciplinas afines que necesi-
ten o se interesen en las características principales y cambios
ambientales de la región a lo largo de los últimos dos millones y
medio de años. Este libro es el sexto y último volumen de la se-
rie que comprende a los quince países sudamericanos y que co-
menzó con el Cuaternario de Bolivia en 2008.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 5
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
6 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
RESUMEN
BRASIL - La República Federativa de Brasil es el país más ex-
tenso de América del Sur; con 8.500.000 Km2 de superficie abarca
más de la mitad del continente, con regiones importantes en ambos
Hemisferios. Limita con todos los demás países de Sudamérica, excep-
to con Chile y Ecuador y comparte sus sistemas geomorfológicos y
dinámicos en forma directa o indirecta, con el resto del continente,
excepto con la Patagonia. Desde el punto de vista del estudio del Cua-
ternario se puede dividir en siete sistemas: El Norte; está controlado
por el Escudo de Guayanas, caracterizado por rocas proterozoicas y
paleozoicas labradas por paisajes antiguos precuaternarios. Limita
con Venezuela y las Guayanas. El clima es tropical húmedo a ecuato-
rial. Los depósitos cuaternarios más importantes son campos de arena
eólica extendidos en la región del río Branco que se continúan en Ve-
nezuela. El Oeste; se extiende desde la frontera con Colombia, Perú y
Bolivia hasta cerca de la longitud de Manaos. Está influido directa-
mente por la Corrdillera de los Andes, que ha formado durante el Ce-
nozoico dos mega-abanicos que sufrieron importantes procesos de
acumulación en el Plioceno y el Cuaternario y cuyas regiones distales
se extienden varios cientos de kilómetros en territorio brasileño. La
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 7
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
8 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 9
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
10 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 11
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
1 - EL CUATERNARIO
y SUDAMÉRICA
Este libro está dedicado a la Geología del Cuaternario en
Brasil, Paraguay y Uruguay. El Cuaternario es un Sistema Ge-
ológico. En Estratigrafía, un Sistema es una unidad compuesta
idealizada del registro geológico compuesta por una sucesión
de rocas o sedimentos que fueron depositados juntos dentro de
un intervalo de tiempo definido y son utilizadas a su vez para
datar cosas y eventos dentro de un cierto período geológico co-
rrespondiente.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 13
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
14 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 15
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
LA FORMACIÓN GEOLÓGICA
La Formación es la unidad esencial en la Ciencia Geológica
y está incluida entre las “unidades litoestratigráficas”. Es un
conjunto de rocas o sedimentos, generalmente estratificados y
de forma tabular, que se caracteriza por su homogeneidad e
identidad litológica; es cartografiable en superficie y puede se-
guirse e identificarse en el subsuelo. Está separada de otras
formaciones mediante “contactos” concordantes o discordantes.
Representa un ambiente paleogeográfico uniforme y bien defi-
nido, con parámetros sedimentarios, geotécnicos e hidrogeoló-
gicos semejantes en todo su volumen. Puede ser dividida en
16 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
OTROS TIPOS DE UNIDADES
Existen otros tipos de unidades, que no son tratadas sis-
temáticamente en este libro. La más importante de ellas es la
“unidad bioestratigráfica”, que se puede definir como un con-
junto de sedimentos o rocas caracterizados por su contenido
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 17
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
EL TIEMPO EN GEOLOGÍA Y
LAS DATACIONES ABSOLUTAS
Es importante hacer una discriminación: El Tiempo no es
parte de la Geología, está fuera de ella. El Tiempo es un con-
cepto filosófico-cosmológico y una dimensión matemática de la
Teoría de la Relatividad (ver Duncan, 1999). Ha sido definido y
medido de varias maneras diferentes a lo largo del desarrollo
del pensamiento científico, cada vez con mayor precisión. Hoy
en día se utilizan en Geología del Cuaternario varias aproxi-
maciones muy buenas basadas en métodos de la Física Nucle-
18 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 19
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
ESQUEMA GENERAL DE SUDAMÉRICA
Sudamérica es una placa gondwánica rodeada por grandes
áreas oceánicas, localizada en una región claramente influencia-
da climáticamente por el Anticiclón Antártico. Durante el Cua-
ternario la dinámica sedimentaria de las tierras bajas está domi-
nada por la cordillera de los Andes, un gran orógeno simple
formado por subducción de placas oceánicas debajo de su mar-
gen continental del oeste. Los procesos más importantes en el
Cuaternario de los Andes son las glaciaciones y el vulcanismo: el
escenario actual está dominado por meteorización física y mo-
vimientos de masa. Las tierras bajas están ubicadas al este de la
cordillera, formando una sucesión de mega-abanicos (cada uno
de estás mide miles de kilómetros cuadrados), secuencias de lo-
ess-paleosuelos y campos de arenas eólicas. En las regiones
húmedas se forman grandes humedales. Los ríos mayores
20 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
LA CORDILLERA DE LOS ANDES
En la definición más sencilla, la cordillera de los Andes
puede ser descrita como un orógeno simple formado por sub-
ducción de placas oceánicas debajo de un margen continental.
En la mayor parte de su extensión, los Andes están formados
por un arco magmático acompañado por una fosa oceánica hacia
el oeste y cuencas de antepaís hacia el este. Se trata de una faja
montañosa no colisional formada a lo largo de un sistema de
subducción de larga vida y todavía activo (Jordan et al., 1983).
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 21
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1 - 1 – Sistemas geotectónicos
de Sudamérica.
22 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 23
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
24 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1 - 2 – Zonas volcánicas de Sudamérica
(según Clapperton, 1993)
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 25
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
NEOTECTÓNICA
Un marco adecuado para caracterizar las principales ma-
nifestaciones neotectónicas reconocidas en Sudamérica es con-
siderar aquellas deformaciones comprendidas en el Cuaterna-
rio. Este marco temporal permite involucrar los rasgos estruc-
turales que resultan del campo de esfuerzos actuales, estructu-
ras que generaron cambios topográficos recientes o que se en-
cuentran en progreso y estructuras con evidencias recientes de
sismos y que tiene capacidad de producirlos en el futuro
próximo (Costa et al., 2006). Sudamérica presenta una región
de máxima actividad neotectónica asociada al borde occidental
de la placa Sudamericana el cual interactúa con los bordes de la
placa del Caribe al Norte, el borde de la placa de Nazca en el
Noroeste y Centro-Oeste, la Placa Antártica al Suroeste y Placa
de Scotia al Sur. Esta región donde se concentra la deformación
corresponde a la cadena orogénica Andina de más de 8000 km
de extensión. Las deformaciones neotectónicas se generan por
la liberación de los esfuerzos vinculados a extensas zonas de
subducción con diferentes grados de empinamiento de la losa
que subduce debajo de la placa Sudamericana. En el dominio
andino costero que corresponde a la antefosa se producen los
mayores terremotos, incluyendo aquellos de mayor magnitud
registrados en el planeta durante la historia instrumental, como
fue el terremoto de Chiloé en 1960. En esta región las tensiones
se liberan principalmente como energía acumulada por defor-
26 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 27
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
28 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 29
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Andes Centrales
30 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 31
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
32 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 33
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
34 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Andes del Sur
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 35
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Región extra-andina de Sudamérica
36 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
LAS GLACIACIONES
Indudablemente, el factor decisivo del actual enfriamiento
a largo plazo de la Tierra fue la glaciación de la Antártida, que
comenzó en el Mioceno al situarse dicha masa continental en la-
titudes polares. El extremo sur de los Andes, situado a menos de
1000 kilómetros de la Península Antártica, sufrió la influencia de
ese nuevo sistema climático desde los primeros tiempos. Según
Mercer (1983) los Andes patagónicos fueron sometidos a varios
períodos glaciales desde el Mioceno: en el Mioceno superior
ocurrió una glaciación de montaña relativamente importante en
Tierra del Fuego y sur de Patagonia. Posteriormente, varias gla-
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 37
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
38 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 39
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1 - 3 – Plataforma patagónica emergida durante el Último
Máximo Glacial (EI 2).
40 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
LAS TIERRAS BAJAS INTERIORES
Las tierras bajas interiores son la expresión superficial de
una cuenca geológica continental ubicada entre el cinturón
móvil de los Andes y los terrenos más estables del este de Su-
damérica. Desde un punto de vista geotectónico, se trata de la
cuenca subandina de antepaís, que se extiende desde los 10°N
hasta los 40°S, en el sur de la Pampa. Está dividida geológica-
mente en varios sectores, que coinciden en general con nom-
bres geográficos (Iriondo, 1999b). Los cambios climáticos cua-
ternarios estuvieron caracterizados en las tierras bajas por va-
riaciones en humedad más que en cambios de temperatura.
Los climas húmedos favorecieron la generación de suelos y fa-
jas fluviales; climas semiáridos provocaron la sedimentación
areal de cauces efímeros y grandes derrames aluviales, lo que
resultó en la construcción de mega-abanicos. En intervalos de-
finidamente secos dominaron los procesos eólicos, que forma-
ron campos de dunas y mantos de loess.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 41
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
MEGA-ABANICOS
42 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 43
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1 – 4 – Mega-abanicos al este de los Andes.
44 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Depósitos eólicos
Grandes volúmenes de limo y arena originados en los
Andes y transportados a las tierras bajas fueron deflacionados
en los períodos secos y formaron extensos campos de arena y
mantos de loess. El sistema mejor conocido de éstos se desa-
rrolló en la Pampa durante el Ultimo Máximo Glacial y el
Holoceno Superior, que muestra un patrón clásico: montañas
glaciadas -- área de deflación -- campos de arena -- faja de loess
periférico. Otros sistemas eólicos tuvieron diferentes modelos
de desarrollo, por ejemplo el "modelo chaqueño", en el cual
vientos secos tropicales del norte, originados en la planicie
amazónica, deflacionaron hacia el sur a los sedimentos aporta-
dos a la llanura por los ríos que bajan desde el oeste. Se forma-
ron así grandes campos de dunas en Bolivia y Paraguay y una
faja marginal de loess en el sur de Bolivia y noroeste de Argen-
tina (Iriondo, 1997).
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 45
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1. 5 – Sistema de vientos en
Sudamérica durante el Último
Máximo Glacial (EI 2).
46 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Humedales
Los procesos tectónicos tensionales que ocurren en el ante-
país andino y en otras tierras bajas producen el hundimiento de
bloques de varios miles de kilómetros cuadrados de superficie.
Bajo climas húmedos, esas depresiones son ocupadas por cuer-
pos de agua someros y una densa vegetación palustre. Se trata
de un caso especial de humedales que, debido a su gran exten-
sión, complejidad, flujos internos de sales y sedimentos y otras
características, deben ser considerados como macrosistemas
(Neiff et al., 1994). Dichas áreas están caracterizadas por inun-
daciones más o menos periódicas y constituyen complejos eco-
sistemas adaptados a grandes fluctuaciones en el nivel del agua.
Los cuerpos de agua frecuentemente tienen condiciones ana-
eróbicas y acumulan materia orgánica con varios grados de
descomposición. Una lista parcial publicada por Neiff et al. con-
tiene 15 humedales con superficies mayores a diez mil kilóme-
tros cuadrados. Otros humedales algo menores se forman en fa-
jas fluviales abandonadas dentro de mega-abanicos. Ejemplos
de ese tipo pueden encontrarse en el sistema del río Pilcomayo,
donde una faja antigua está ahora transformada en un pantano
de 250 Km de largo y 7 a 12 Km de ancho; en toda esa área la
profundidad oscila solamente entre 20 y 80 centímetros. Ese
humedal está ubicado en la provincia de Formosa, en Argenti-
na. Otro similar se encuentra en el Chaco paraguayo, una corta
distancia hacia el norte. La superficie del agua está cubierta por
vegetación palustre (Graminiae y Cyperaceae) y plantas flotantes
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 47
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
48 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Los grandes ríos
Los ríos mayores de Sudamérica funcionan como colecto-
res de las grandes redes hidrográficas formadas como resultado
de la elevación mio-pliocena de los Andes, con la excepción
parcial del Orinoco. La literatura sobre la historia cuaternaria de
los ríos sudamericanos es abundante y excede el motivo de este
capítulo. Sin embargo, se pueden hacer dos comentarios aquí:
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 49
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
llega desde los Andes vía río Amazonas. Nuestras propias ob-
servaciones realizadas en la alta cuenca del Amazonas confir-
man este origen: Las orillas de los ríos Napo y Pastaza y las de
sus tributarios en Ecuador están formadas por arena volcánica
fresca y muy suelta, la que es erodada en grandes volúmenes
durante la estación lluviosa. La arena tiene composición meso-
silícica y además los valles reciben frecuentemente nuevas llu-
vias de cenizas y sedimentos similares. El río Pastaza ha gene-
rado un mega-abanico de 400 kilómetros de largo, formado por
arena volcánica y ceniza alterada, presumiblemente durante el
Pleistoceno Superior (Iriondo, 1994). El borde distal del abanico
está marcado por el río Amazonas. Integrando ambas observa-
ciones se concluye que la carga sedimentaria del Amazonas
tiene una fuente volcánica moderna, y no debe ser considerada
dentro de la teoría "normal" de meteorización ambiental.
50 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
La costa y la plataforma continental
La relación entre continente y océano es altamente asimé-
trica en Sudamérica. La plataforma continental atlántica es an-
cha y bien desarrollada, por ejemplo en Patagonia, con todas
las características de un margen pasivo. Por el contrario, la cos-
ta pacífica es escarpada y termina abruptamente en una fosa
oceánica. La cordillera de los Andes es por lejos la fuente más
importante de sedimentos que llegan al océano.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 51
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
52 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1 . 6 – Deriva de sedimentos sobre
la plataforma atlántica en períodos de
alto nivel del mar.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 53
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Los climas cuaternarios
Sudamérica ha sufrido numerosos cambios climáticos du-
rante el Cuaternario. En las tierras altas y en latitudes mayores
a los 40°S dichos cambios se expresaron en cambios extremos
de temperatura (glaciaciones e interglaciales), mientras que en
las tierras bajas se han producido secuencias de ari-
dez/humedad. La glaciación de mayor intensidad y extensión
fue la llamada Gran Glaciación Sudamericana, ocurrida en el
Estadio Isotópico 30, alrededor de un millón de años antes del
presente, al finalizar el Pleistoceno Inferior.
54 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 55
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1.7 – Tipos de clima.
V : Tipo Venezuela
P : Tipo Pampa.
56 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 1 . 8 -Columnas comparativas de humedad y temperatura
de los dos tipos de clima.
LOS MEGA-ABANICOS DE LA AMAZONIA OCCIDENTAL
Una serie de mega-abanicos aparece a lo largo de la ver-
tiente oriental de los Andes, en la Amazonia Occidental (Fig. 1-
4). Los mayores de éstos están ahora drenados por las cuencas
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 57
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
EL CLIMA ACTUAL
El clima actual de Sudamérica, con datos instrumentales e
información que cubre a todo el continente y océanos vecinos,
se utiliza como base de referencia para el estudio y compara-
ción de los climas del pasado. Una actualización de los cono-
cimientos sobre este tema ha sido publicada por Garreaud y co-
laboradores (2009). Una síntesis es la siguiente:
58 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 59
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
LOESS CLÁSICOS Y NO CLÁSICOS
El loess es un sedimento eólico de grano fino con un grado
bajo de epigénesis. Debido a razones históricas, los grades de-
pósitos de loess han sido estudiados desde el siglo XIX en Eu-
ropa y en China, donde este sedimento fue generado por proce-
sos derivados de glaciaciones o derivados de meteorización ba-
jo climas fríos, este escenario también ha ocurrido en Sudaméri-
ca en Argentina, Bolivia y Uruguay (Argollo e Iriondo, 2008;
Iriondo, 2010); de tal manera que la existencia de ambientes
fríos ha influido tan fuertemente en la teoría que la vinculación
con los fenómenos glaciales se suele dar por inevitable. Sin em-
60 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 61
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
62 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 63
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
64 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 65
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
66 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Los loess sudamericanos
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 67
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
El Polvo Eólico Patagónico en la Antártida
68 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
REFERENCIAS
Argollo, J. e Iriondo, M. 2008 – El Cuaternario de Bolivia y
regiones vecinas. Museo Provincial de Ciencias Naturales “Flo-
rentino Ameghino”, 378 pág. Santa Fe.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 69
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
70 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 71
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
72 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 73
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
74 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Paris, G., Machette, M., Dart, R., and Haller, K., 2000. Map
and Database of Quaternary Faults and Folds in Colombia and
its offshore Regions U.S.Geological Survey Open-File Report
00-284, 66 p.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 75
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
76 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Soulas, J.P., Egüez, A., Yepes, H., and Pérez, V.H. 1991,
Tectónica activa y riesgo sísmico en Los Andes Ecuatorianos y
el extremo sur de Colombia. Boletín de Geologia Ecuatoriano
2(1): 3-11.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 77
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
2 - BRASIL
ESQUEMA GEOMORFOLÓGICO
La República Federativa de Brasil es el país más extenso
de América del Sur; con 8.500.000 Km2 de superficie abarca
más de la mitad del continente, con regiones importantes en
ambos Hemisferios. Se extiende desde el Cabo Orange, a 4
grados 35´ de latitud Norte (frontera con la Guayana Francesa)
hasta el Chuy, ubicado a 33 grados 40´ de latitud Sur (frontera
con Uruguay). La extensión este-oeste es aun mayor, con unos
43 grados de longitud o sea cerca de cinco mil kilómetros de
distancia. Limita con todos los demás países de Sudamérica,
excepto con Chile y Ecuador y comparte sus sistemas geomor-
fológicos y dinámicos en forma directa o indirecta, con el resto
del continente, excepto con la Patagonia.
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 79
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
80 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 81
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 2-1 - Esquema del Cuaternario de Brasil: 1) Norte. 2) Oeste.
3) Amazonia Central y Oriental. 4) Nordeste. 5) Brasil Central.
6) Extremo Sur. 7) Plataforma y Litoral.
82 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
NEOTECTÓNICA DE BRASIL
Ambiente Tectónico regional
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 83
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
84 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
FALLAS CON ACTIVIDAD CUATERNARIA
En la Plataforma Brasilera numerosos ejemplos de Tectó-
nica cuaternaria han sido reportados en las últimas décadas
(Riccomini et al., 1989; Assumpcao, 1992; Saadi, 1993; Bezerra
et al., 1998; 2001; 2005; 2006; Saadi et al., 2002, 2005; Bezerra y
Vita Finzi, 2000). El inventario de estructuras tectónicas con ac-
tividad cuaternaria fue tomado del "Map and database of Qua-
ternary faults of Brazil" - USGS (Saadi et al, 2002).
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 85
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
CUENCA DEL AMAZONAS
Las estructuras con actividad Cuaternaria indicadas para
esta región son lineamientos a lo largo de los valles del Río
Amazonas (Riccomini y Assumpção, 1999). A partir de fallas
normales con rechazos de 5-7 m, se ha estimado un eje de exten-
sión ESE y la compresión máxima en el eje NNE. Dichos recha-
zos se observaron afectando bloques basculados por fallas nor-
males y de desplazamiento lateral, los cuales presentan perfiles
de lateritas del Plio-Pleistoceno (Fernandes Filho et al., 1995).
Cuenca superior del Río Amazonas
86 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Cuenca media del Río Amazonas
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 87
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Cuenca inferior del Río Amazonas
88 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 89
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
REGIÓN DEL NORDESTE
Esta región corresponde a la provincia geológica de Bor-
borema y al Norte del Cratón de São Francisco. Es una zona de
alta sismicidad que presenta numerosas evidencias de sedi-
mentos cuaternarios afectados por fallas. El desarrollo de gran
cantidad de estudios estructurales ha permitido obtener de-
terminaciones confiables del campo de esfuerzos de la región
(Riccomini y Assumpção, 1999). Hay excelentes marcadores en
bancos rocosos costeros datados, los cuales permiten estimar
rechazos de hasta 3-4 m generados durante el Holoceno (Beze-
rra et al., 1998; Bezerra 1999). Dichos bancos de playa son cor-
tados por fallas de rumbo ENE a NE. Estudios de dos terrazas
correspondientes a los últimos estadios interglaciales (7c y 5e)
ubicadas en Río Grande do Norte concluyeron que la costa su-
frió levantamiento/subsidencia de hasta 12 m (Barreto et al.,
2002). Por ser una región de relativamente alta sismicidad y a
partir del sismo de Joao Cámara ocurrido en 1986, se intensifi-
caron los monitoreos instrumentales y los análisis de sismici-
dad a través de redes de alta densidad y precisión (Bezerra et
al., 2006). Dichos estudios han revelado que la zona de mayor
sismicidad se localiza al Norte del os 7° de latitud, a lo largo de
la costa orientada en dirección ONO-ESE. Se concentra en el
basamento cristalino en los bordes de la cuenca de Potiguar y
en la zona de cizalla de Pernambuco. A pesar de que el área de
Joao Cámara tiene el mejor registro de macrosismos, la sismi-
90 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 91
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
92 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 93
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
94 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 95
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
96 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Centro de Brasil
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 97
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
98 Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Sur de Brasil
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto 99
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
NORTE
EL ESCUDO DE GUAYANAS
Esta región está ubicada en el norte de Brasil y en los paí-
ses limítrofes (Colombia, Venezuela y Guayanas). En esas rocas
se preservan paisajes antiguos en los que ha dominado una
dinámica de erosión a lo largo de toda la historia geológica. Di-
cha dinámica ocurre debido a la tendencia secular de elevación
suave que sufre el sistema en forma permanente o episódica.
Su historia está compuesta por una sucesión de niveles to-
pográficos que se ubican en forma de escalera, con el más mo-
derno en las parte baja hasta el más antiguo en las cotas más al-
tas. Cada “escalón” consiste en un paisaje completo, general-
En rocas cristalinas
En areniscas
El Karst Silíceo
Fig. 2.2 – Estructura morfológica de una mesa o tepuy
(Según Briceño y Schubert, 1985).
El pedimento pasa hacia abajo a sabanas herbáceas o fo-
restadas, con relieve bajo, y crece hacia arriba hacia el pie de la
escarpa con superficie cóncava de 5 a 15 grados hasta alcanzar
la base de la escarpa. Esta geoforma está generada por el retro-
El Macizo de Chimantá
Edades de las superficies
Se han preservado parcialmente hasta la actualidad seis
superficies en el Escudo de Guayanas. Schubert et al. (1986)
publicaron la siguiente tabla de correlación de las mismas:
Elevación Nombre Edad
2.000-2.900 Auyán Tepuy Mesozoico
Los Campos de Dunas
Fig. 2-3 – Detalle del frente de avance del campo de arena de Rupununi (Guya-
na, cerca de la frontera brasileña) hacia el norte. 1) Pantano preexistente. 2)
Primera fase de avance. 3) Segunda fase de avance. (Según Iriondo, 2014).
LA PLANICIE COSTERA
Un sector menor del norte de Brasil está representado por
la Planicie Costera, que forma una faja de algunas decenas de
kilómetros de ancho entre el Escudo de Guayanas y la plata-
forma continental. Se extiende desde el Estado de Pará hasta la
frontera con la Guayana Francesa y (a través de Surinam y Gu-
yana) hasta Venezuela.
Fig. 2-4 a- Sector de la Planicie Costera en la zona de
frontera entre Brasil y la Guayana Francesa.
Fig. 2-4 b) Planicie Costera en Guayana Francesa y Surinam.
Se extiende hacia el oeste (Según Iriondo, 2014).
Fig. 2-4 c) Planicie Costera en Surinam y Guyana.
Fig. 2-4 d – Planicie Costera en Guyana.
El Sistema de Dispersión Amazónico comprende alrede-
dor de 5.000 Km2 en el norte de Sudamérica, que se extiende
también sobre la plataforma del Amazonas, de las Guayanas y
Las ingresiones marinas en la planicie amazónica
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 2-5 – Mapa geomorfológico de la llanura aluvial del Amazons inferior. Nótense los depósitos
de la ingresión marina pleistocena hasta el área de Nhamundá. (Según Iriondo, 1982).
139
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 2-6 – Mapa de la isla de Marajó compuesta por un área de
terraza marina pleistocena y un área de terraza marina holocena.
LA AMAZONIA OCCIDENTAL
La Amazonia Occidental es una gran región que com-
prende un área mayor a un tercio del país (Fig. 2-1). Su geo-
morfología y estratigrafía cuaternarias están dominadas por el
sistema geotectónico de la Cordillera de los Andes, que ha de-
sarrollado una serie de mega-abanicos en su flanco oriental a lo
largo de todo el continente. Dos de ellos se ubican en territorio
brasileño: El Purús-Madre de Dios, que ocupa la mitad sur, y el
Caquetá-Meta (con ápice en Colombia) que cubre el norte de la
región. Ambos sistemas están separados en sus fajas distales
por el río Marañón-Amazonas, que funcionó como efluente
permanente hacia el océano Atlántico a lo largo de todo el
Neógeno.
El caso del Grupo o Formación Solimoes
El Mega-abanico Purús-Madre de Dios
Fig. 2-7 - Mega-abanico Purús-Madre de Dios: 1) Depresión Ucayali-
Ucamara (Perú). 2) Arco de Iquitos (Brasil-Perú). 3) Cuenca superior del
río Madre de Dios (Perú-Bolivia).4) Colinas de Acre-Pando (Bolivia-Brasil).
5) Región Distal (Oete de Brasil).
CUENCA SUPERIOR DEL RÍO MADRE DE DIOS – El río
Madre de Dios es el colector de la región sur de la Amazonia
peruana. Su cuenca se extiende desde la Cordillera Oriental y
las Sierras Subandinas de Bolivia y Perú hasta el arco de Iqui-
tos, llegando hacia el norte hasta la latitud de 10° S en territorio
peruano. La parte central de la cuenca forma una figura de
embudo, con numerosos afluentes de tamaño importante con-
vergiendo hacia el área donde el colector cruza el arco de Iqui-
tos en sentido oeste-este. En dicha área se acumularon sedi-
mentos fluviales durante el Cuaternario. Rigsby et al describen
tres formaciones a las que califican como terrazas; en orden de
edad decreciente: T3, T2 y T1. El grupo de formaciones cuater-
narias yace en discordancia sobre la Fm Ipururi (Mioceno).
Tiene unos 50 metros de espesor; está compuesta por una se-
cuencia de sets de arenas gruesas de cauce y espiras de mean-
dro (“point bar”) encajados en gruesos sets de llanura de inun-
dación de hasta 6 metros de espesor individual. La superficie
de esta unidad está labrada en un paisaje de unos 15 metros de
relieve y se localiza entre 30 y 46 metros sobre el nivel del agua
del río. Se estima su edad entre el Mioceno y el Pleistoceno su-
perior. T2 es la “terraza intermedia” de ese río, que morfológi-
camente puede ser considerada como la terraza más vieja, con-
siderándola gran extensión de la primera superficie. Está com-
Fig. 2-8 – Esquema estratigráfico y geomorfológico de la unidad Acre-Pando
del mega-abanico Purús-Madre de Dios (según Argollo e Iriondo, 2008).
LA REGIÓN DISTAL -La región distal del mega-abanico
Purús-Madre de Dios se encuentra en el territorio brasileño de
la Amazonia Occidental y alcanza la longitud geográfica de 64°
W. La recorren los ríos Javarí, Juruá y Purús; la Rodovía Ma-
naus-Porto Velho recorre su límite oriental.
Fig. 2-9 – Trazas de grandes paleocauces en la región distal del
mega-abanico Purús-Madre de Dios.
En toda la región central y distal del mega-abanico se con-
servan trazas de paleocauces meándricos de gran tamaño, va-
rias de las cuales han sido ocupadas por afluentes de tamaño
mediano con cuencas desarrolladas en el interior de este siste-
ma (Itaquá, Boa Vista, Biá y otros). También se han preservado
espiras de meandro de tamaños similares en zonas menos alte-
radas (Fig. 2-9). Los tamaños de estos paleocauces se agrupan
en dos conjuntos: los mayores miden entre 100 y 120 kilóme-
tros de longitud de onda y 45 a 50 kilómetros de amplitud (di-
mensiones similares a las actuales del Solimoes); los menores
tienen longitudes de onda cinco veces menores (alrededor de
25 Km) y 30 a 35 Km de amplitud. Casi todos ellos tienen di-
Agradación de los Valles
Formación Trinidad
Formación La Tagua
Las terrazas fluviales del mega-abanico Jaquetá-Japurá
en Brasil
Fig. 2-10 – Mega-abanico Caquetá-Japurá (Colombia-Brasil).
AMAZONIA CENTRAL Y ORIENTAL
Consideramos bajo esta definición al segmento amazónico
que se extiende desde aproximadamente los 60· hasta los 45·
de longitud Oeste, es decir desde el área de Manaos hasta la
costa del Atlántico (unos 1.600 a 1.700 kilómetros de distancia).
Aunque el Cuaternario de esta región conserva su identidad
amazónica, presenta algunas características particulares que lo
diferencian de la Amazonia Occidental. Una de ellas es la dife-
rencia en el sustrato de rocas antiguas, otra es la muy escasa in-
fluencia de la Cordillera, también es visible la mayor importan-
cia de las pendientes locales en la evolución de las geoformas.
El paisaje está dominado en la mayor parte del territorio por la
Formación Parintins y por campos de arenas eólicas.
La Formación Parintins
Fig. 2.11 – Perfil transversal del Paraná do Ramos
(según Iriondo y Latrubesse, 1994).
Fig. 2-12 – Mapa de la región de Manaos (según Iriondo y Latrubesse, 1994).
Las arenas eólicas
Fig. 2-13 – Detalle del perfil de una cantera en Parintins.
(según Iriondo y Latrubesse, 1994).
Figs. 2-14 y 2-15 – Estructuras internas de las colinas
convexas (según Journeaux, 1975).
Escenario climático
NORDESTE
El Nordeste de Brasil forma una región cuya identidad
ambiental es considerablemente fuerte y claramente diferente
del resto del país. Está caracterizado actualmente por un clima
semiárido y cálido; de acuerdo con los datos disponibles esta
identidad existió a lo largo de todo el Cuaternario (Iriondo y
Brunetto, 2010). Dentro de esta gran región existen diferencias
ambientales internas entre el sector norte donde están ubicados
los estados menores (Ceará, Piauí, Río Grande do Norte, Sergi-
pe) y el sector sur, básicamente ocupado por el sur de Bahía.
Dichas diferencias ocurren debido a la mayor influencia de los
vientos alisios en el norte versus un control dominante del sus-
trato geológico y grandes diferencias topográficas en el sur.
El Sistema de Vientos en el Nordeste
El sistema de vientos en la actualidad es similar al estable-
cido durante el Cuaternario superior, dominado por la dinámi-
ca de los Alisios del Sur, originados en el Anticiclón. Durante
la mayor parte del año la región está sometida a dichos vientos,
que son una masa de aire descendente, relativamente constan-
Fig. 2-16 – Campos de dunas del Nordeste (Según Iriondo y Brunetto).
Fig. 2-17 a – Granulometría de la Formación Cariutaba
(Según Iriondo y Brunetto, 2009)
Fig2-17b – Mineralogía de la Formación Cariutaba
(Segun Iriondo y Brunetto, 2009).
Fig. 2-18a – Composición granulométrica de la Formación Porteiras
(según Iriondo y Brunetto, 2009).
Fig. 2-18b – Composición mineralógica de la Formación Porteiras
(según Iriondo y Brunetto, 2009)
El porcentaje de cuarzo en Porteiras no es tan alto como en
la Fm Cariutaba; los feldespatos y micas están presentes en
porcentajes considerables. Los minerales arcillosos detectados
son caolinita, montmorillonita e interestratificados, todos con
baja cristalización. Todo esto indica que Porteiras es un sedi-
mento menos maduro que Cariutaba, que fue depositado du-
rante un clima más árido que impidió la meteorización y la
oxidación del hierro (que es más abundante que en Cariutaba,
con 4,2 a 7,3 %). Dichas condiciones de sequía también explican
la existencia de cuerpos de arena eólica. El escenario general
sugiere un clima similar al actual, con precipitaciones inferio-
res inferiores a los 1.000 milímetros anuales.
Fig. 2-19 - Tabla de datos químicos de Cariutaba y Porteiras
(Iriondo y Brunetto, 2009)
Unidad Edad
Rocas jurásico-cretácicas
EL SUR DEL ESTADO DE BAHÍA
Este sector del Nordeste está caracterizado por un sustra-
to geológico complejo, compuesto por rocas antiguas modela-
das por
El paisaje antiguo
BRASIL CENTRAL
EL ESCUDO DE BRASIL
El Escudo Brasileño ha estado durante el Cuaternario so-
metido a una dinámica de procesos de meteorización química
en ambientes de alta temperatura y climas que varían entre
muy húmedo y semiárido. En general se conservan paisaje an-
tiguos, principalmente terciarios, y los sedimentos y geoformas
cuaternarias son de escaso espesor y discontinuos. Se han desa-
rrollado algunas geoformas y depósitos típicos, poco frecuen-
tes o desconocidos en otros ambientes, entre ellos:
EL ESCUDO EN BOLIVIA -El sector sudoeste del Escudo
de Brasil cubre una amplia región de aproximadamente
240.000 Km2 en el noreste del país. Esta región forma un típico
paisaje antiguo, dominado por lineamientos tectónicos y super-
ficies de aplanamiento (Pitfield, 1983). Se han reconocido en es-
ta región las tres superficies de aplanamiento clásicas estudia-
das por King en Brasil: a) La superficie Sul Americana, deno-
minada en Bolivia Superficie Pega Pega; b) la Superficie Velhas
o San Ignacio; c) el Ciclo Erosivo Paraguazú, llamado Superfi-
cie Tres Lagunas.
° Planalto Chiquitano - Representa la superficie general
más extensa y mejor preservada (Superficie San Ignacio). Estra-
tigráficamente está constituída por paleosuelos asociados a co-
razas lateríticas terciarias, probablemente del Mioceno tardío,
sobre los que se desarrollan los suelos actuales y subactuales.
Entendemos que el material parental de dichos suelos es de
origen eólico.
° Glacis Disectado Mercedes-Santo Corazón - Es una ram-
pa en forma de circo que conecta el Planalto
° Las Serranías - Se trata de tres cordones principales ubi-
cados en la periferia del escudo, además de otras elevaciones
de pequeña extensión en el interior del mismo.En ningún caso
sobrepasan los 1200 metros de altura. Los tres cordones princi-
pales son las Serranías del Norte (parcialmente recubiertas por
superficies lateríticas en altura), las del Oeste (con relieve
abrupto y sin lateritas) y las del Sureste (que terminan cerca de
las grandes lagunas Mandioré y La Gaiba, en la frontera con
Brasil; casi no tienen lateritas).
° Penillanura Eólica Ondulada de San José - Desde el sur
de San José de Chiquitos hasta la frontera con Paraguay se de-
sarrolla una penillanura ondulada, labrada en areniscas y cali-
zas dolomíticas.
EL PANTANAL
El Pantanal es un gran humedal ubicado en el interior de
América del Sur; está particularmente bien desarrollado en te-
rritorio brasileño, aunque también se extiende algunos miles de
kilómetros cuadrados en Bolivia y en una superficie menor en
Paraguay. Se lo conoce genéricamente como “el Pantanal del
Mato Grosso” (Fig. 2-11 y 2-12). Se trata de una depresión
tectónica ubicada alrededor del eje Paraguay-Paraná. Está re-
llenada por una potente sucesión de sedimentos cuaternarios.
Su superficie corresponde a un relleno del Cuaternario supe-
rior, de la época de la última glaciación, probablemente remo-
vilizado por el viento en el Holoceno superior. La geomorfo-
logía de la depresión tiene formas de clima seco (semidesierto
o desierto). Está ocupada por grandes abanicos aluviales; el
mayor de ellos es el del río Taquarí, el del río Sao Lourenco es
el segundo en tamaño. Ambos provienen de sistemas hidrográ-
ficos de la meseta oriental. Se pueden distinguir en la superfi-
Fig. 2-20a – Mapa del Pantanal del Mato Grosso según Assine y Soares (2004)
Fig. 2-20b – Mapa del Pantanal de Mato Grosso (según Klammer, 1982).
EL PANTANAL BOLIVIANO
ÁREA NORTE
Fig. 2-21 - El Pantanal boliviano (según Argollo e Iriondo, 2008).
AREA SUR
Fig. 2-22 – Mapa de la planicie Araguaia-Xingú.
El sector occidental – Está formado en superrficie por un
paisaje fluvial de valles y colinas convexas redondeadas de
1.800 a 7.000 metros de longitud labradas en sedimentos finos.
La edad de dichos sedimentos es plio-pleistocena, según el Ge-
logical World Atlas. L red fluvial está bien desarrollada.
Fig. 2-24 – Detalle de hoyas de deflación y carcavamiento
en el norte de la isla del Bananal.
Terraza alta del Araguaia – Se extiende el forma continua
por la margen derecha del valle con un ancho de 7 a 20 Km de
ancho. Está formada por bancos de arena bien conservados de
6 a 11 Km de longitud, yuxtapuestos en un patrón diagonal con
respecto a la pendiente. Su superficie está bien conservada, sin
indicios de carcavamiento o disipación de geoformas menores.
El talud frontal está marcado por erosión lateral del cauce.
Cauce del río Araguaia – Tiene traza casi recta en este trecho,
formando curvas muy suaves de varios kilómetros de longitud.
El ancho del cauce mayor varía de 2.500 metros a 5.000 metros.
Interpretación
La Cuenca Superior
Bernardo de Irigoiyen
---------------------------
Aristóbulo del Valle 1
Aristóbulo del Valle 2
Aristóbulio del Valle 3
----------------------------
Apóstoles 1
Apóstoles 2
Fig. 2-25 – Formaciones cuaternarias de la cuenca del río Uruguay
(según Iriondo y Kröhling, 2008).
El Pleistoceno Inferior
Fig. 2-26 - Esquema del Cuaternario de la cuenca del río Uruguay
(Según Iriondo y Kröhling, 2006).
El Pleistoceno medio
El Pleistoceno superior
Fig. 2-27 a) – Esquema de generación de la Formación Oberá.
Fig. 2-27 b) Perfil ttípico de Fm. Oberá sobre colinas convexas
(media-naranjas) (según Iriondo y Kröhling, 2008).
LITORAL Y PLATAFORMA
La plataforma continental atlántica de América del Sur es
amplia, bien desarrollada, y está caracterizada por una serie de
sistemas geomorfológicos mayores, entre los cuales figuran
cuencas sedimentarias. Dichas cuencas son en general conti-
nentales de tipo marginal, que se agrupan en cinco tipos (Mar-
tins y Willwock, 1987): deltaicas; de bloques fallados; bloques
fallados con desarrollo de arrecifes encerrando centros de se-
dimentación; bloques hundidos mediante fallas normales; y
cuencas de depósitos progradantes sobre basamento en hun-
dimiento gradual. Martins y Willwock describen las siguientes
regiones en la plataforma brasileña:
Fig. 2-28 – Mapa de la composición mineral de la arenas en la plataforma
continental en el norte de Brasil (Según Barreto et al., 1975).
En la actualidad la concentración de sedimentos amazóni-
cos en suspensión sobre la plataforma excede generalmente los
20 mg/l y a menudo los 100 mg/l. Existen fuertes tensiones de
corte en el lecho marino, que resuspenden partículas y mantie-
nen un balance en la sedimentación. La alta concentración de
sedimentos en suspensión indica más bien una inhibición de la
sedimentación por turbulencia que un aporte muy alto de se-
dimentos.
252
Martín H. Iriondo – Ernesto Brunetto
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig.2-29 – Mapa geomorffológico del tramo inferior de la llanura aluvial del Amazonas. Nótense los depósitos de la
ingresión marina en la zonna de Nhamundá, a 800 Km de distancia de la costa atlántica actual (Según Iriondo, 1981).
Cuaternario de Brasil, Paraguay y Uruguay
Fig. 2-30 – Isla de Marajó, formada por los depósitos
de las ingresiones pleistocena y holocena.
Región Parnaíba-Cabo San Roque - Desde el delta del río
Parnaíba hasta el cabo San Roque, donde la costa sudamerica-
na se curva hacia el sur, la costa es más o menos recta, con cli-
ma semiárido y dunas costeras abundantes, detrás de las cuales
se forman albuferas y llanuras de marea. En esa región la plata-
forma se hace mucho más estrecha, alcanzando alrededor de 30
kilómetros de extensión cerca del cabo San Roque. El talud
Fig. 2-31a – División de la plataforma continental basileña
Fig. 2-31b – Plataforma y talud continental en el sur de Brasil
(Según Martins y Willwock, 1987)
Región Cabo Frío-Cabo Santa Marta - Este sector está carac-
terizado por una línea de costa formada por playas de arena in-
terrumpidas por afloramientos rocosos. Predominan las albufe-
ras, cerradas por un sistema de cordones litorales. Otra carac-
terística particular de esta región del sudeste de Brasil es la pe-
queña área drenada por los ríos que llegan al mar. Estos son cor-
tos y acarrean solo un escaso volumen de material en suspen-
sión, la mayor parte del cual se deposita en estuarios y albuferas.
Fig. 2-32 – Tipos de cuencas geológicas de la platafoma
atlántica brasileña (Según Martins y Willwock, 1987).
Fig. 2-33 – Perfil geológico del Cuaternario litoral en Río Grande do Sul
(según Buchmann et al., 2009).
Fig. 2-33 – Mapa geológico de la planicie litoral de Río Grande do Sul
y norte de Uruguay (Según Buchmann et al., 2009).
ALGUNOS RÍOS BRASILEÑOS
El Río Amazonas
Fig.2-34 – Sector representativo de la llanura aluvial del río Amazonas en su tramo medio (Según Iriondo, 1981).
La fase antigua
La fase actual
Los valles sumergidos
El Río Paraná
Fig. 2-35 – Cuenca geológica del río Paraná (según Iriondo y Paira, 2007).
Fig. 2-36 – Divisoria entre las cuencas del Paraná y el Amazonas
en Mato Grosso do Sul y norte de Bolivia.
El Alto Paraná
Fig. 2-37 – Mapa geomorfológico de un sector del
Alto Paraná en Porto Rico (SC).
El Paraná fluye en dirección noreste-suroeste por un va-
lle de 20 a 30 kilómetros de ancho y 3 a 5 kilómetros de ancho
dentro de una llanura aluvial arenosa estrecha. El cauce es
trenzado-anastomosado, la llanura aluvial es estrecha y está
formada por bancos de arena alargados y lagunas desarrolla-
Fig. 2-38 – Perfil geológico de la llanura aluvial del Paraná
en Porto Rico (Según Stevaux, 1994)
El Paraná Inferior
Fig. 2-39 – Mapa geomorfológico de un sector de la llanura aluvial del Paraná
Inferior (provincias de Santa Fe y Corrientes, Agentina).
El Río Uruguay
Fig. 2-40 -Mapa de la cuenca del río Uruguay dividida en tres subcuencas
(según Iriondo y Kröhling, 2008).
La red hidrográfica del Uruguay fluye sobre tres regiones
diferentes, que constituyen sendas subcuencas. La superior
está desarrollada sobre la meseta basáltica de sur de Brasil y
noreste de Argentina; la subcuenca intermedia drena una re-
gión caracterizada por un conjunto de formaciones cuaterna-
rias y se extiende por el extremo sur de Brasil y por la Mesopo-
Fig. 2-41 – Incorporaciones y pérdidas
de áreas de la cuenca del río Uruguay
durante el Cuaternario (según Iriondo y
Kröhling, 2008).
REFERENCIAS
Absy, M., Servant, M. y Absy, M. 1993 – A história do cli-
ma e da vegetacao pelo estudo do pólen. Ciencia Hoje, 16:26-
30. Río de Janeiro.
Almeida, F.F.M. de., Hasui, Y., Brito Neves, B.B. de., and
Fuck, R.A., 1981, Brazilian structural provinces—An introduc-
tion: Earth Science Review, v. 17, p. 1-29.
Ussami, N., Padilha, A., Fisseha, S., Porsani, J., Souza, L.,
Boggiani, P. y Carvalho, M. 2000 – Investigacoes geofísicas in-
tegradas na planicie do Pantanal Mato-Grossense: implicacoes
tectónicas e hidrogeológicas de sub-superfície. 3er. Simpósio
sobre Recursos Naturais e Socio-Económicos do Pantanal.,
Proc. 125. Embrapa Pantanal, Corumbá.
FORMACIONES GEOLÓGICAS CUATERNARIAS DE BRASIL
• Balterra
• Barreiras (Grupo)
• Barrio Paraíso
• Candelaria
• Coesewijne
• Coronie
• Coropina
• Chupiari
• Demerara
• Ica (Izá)
• La Tagua
• Lelydorp (miembro)
• Mara
• Pantanal
• Para (miembro)
• Paranavaí
• Parintins
• Pumacahua
• Q1
• Q2
• Q3
• Q4
• Sapuenilla
• Solimoes (Grupo)
• T1
• T2
• T3
• Trinidad
• Villa Bosch
3 - PARAGUAY
La República del Paraguay está formada por dos grandes
regiones claramente diferentes: El Paraguay Oriental y el Chaco,
separadas por el río Paraguay. El Cuaternario de las mismas se
puede dividir en unidades menores; el Chaco comprende el Me-
ga-abanico del Parapetí, una Región de Dunas Eolicas y el Me-
ga-abanico del Pilcomayo; el Paraguay Oriental está integrado
por un sector del Mega-abanico del Río Paraná y por un área de
Superficies Antiguas con depósitos cuaternario menores.
Fig. 3-1. – Mapa del Cuaternario de Paraguay
EL CHACO SUDAMERICANO
INTRODUCCION
El Chaco es una amplia llanura deshabitada y pobremente
conocida, ubicada en el corazón tropical de Sudamérica. Su su-
perficie es de unos 840000 km2, repartidos entre Bolivia, Para-
guay y Argentina. A pesar de su fuerte identidad climática. ge-
ológica y biogeográfica, no ha recibido la atención de los inves-
tigadores científicos en la medida en que lo han hecho, por
ejemplo, en la Amazonia o la Patagonia. Está ubicado a ambos
lados del Trópico de Capricornio, entre la pampa y la planicie
amazónica, y limita hacia el oeste con las Sierras Subandinas y
hacia el este con el Planalto brasileño.
Fig. 3-2. – Mapa geomorfológico del Chaco sudamericano.
CLIMA Y BIOGEOGRAFIA
El clima del Chaco es tropical semiárido a tropical húme-
do. Está caracterizado por un intercambio pennanente de ma-
sas de aire tropical y austral. Durante periodos de viento norte,
la temperatura puede subir a 40 °C o más en una hora, incluso
durante los meses frescos de agosto y septiembre. Las lluvias
son generalmente intensas y pertenecen a dos tipos de precipi-
tación: frontal, producida por el avance de masas de aire frío
del sur; y convectiva, originadas en fenómenos convectivos lo-
cales dentro de una masa de aire tropical húmedo estacionada
sobre la región en el verano. En este último caso pueden caer
más de 200 milímetros en unas pocas horas en áreas muy limi-
tadas, mientras que a pocos kilómetros de distancia brilla el
sol. La temporada de lluvias comienza en octubre y tennina en
marzo; los inviernos son secos.
EL CHACO OCCIDENTAL
El Chaco occidental se caracteriza por su clima semiárido;
es bordeado hacia el oeste por las Sierras Subandinas, donde
ocurren precipitaciones del orden de los 1000 y 2500 mm. Es
dominado por la dinámica de los grandes ríos alóctonos que
poseen fuerte tendencia a la divagación lateral. Dichos ríos lle-
gan a la llanura desde sus cuencas montañosas a lo largo de
profundos cañones, transportando arenas cuarzosas finas, bien
seleccionadas. A pesar de la elevada capacidad de transporte,
las fracciones granulométricas gruesas están ausentes, excepto
algunos escasos bancos de rodados a pocos cientos de metros
de la montaña. La única excepción es el río Bermejo. Al salir de
la montaña los ríos han formado 2 terrazas.
Durante los climas más secos que el actual, los ríos que
descienden del oeste han sido más pequeños y más divagantes,
hecho que se deduce de la presencia de numerosos paleocauces
de reducidas dimensiones en toda la llanura del oeste. Estos
paleocauccs tienen un patrón distributario a gran escala; son
LOS EPISODIOS EOLICOS
De la misma manera que el resto de Sudamérica, el Chaco
sufrió durante el Cuaternario cambios climáticos de diferente
magnitud. En las latitudes tropicales los cambios se expresaron
en diferencias de humedad, más que en mudanzas en la tem-
peratura. En todo el Chaco existen evidencias geomorfológicas
y sedimentológicas de épocas más secas que la actual, durante
las cuales la acción del viento fue dominante. De acuerdo con
los datos estratigráficos obtenidos, se han podido identificar
dos períodos secos, en los últimos miles de años, uno de ellos
ocurrido durante el Pleistoceno final, seguramente vinculado
con el Máximo Glacial, y el otro de edad Holoceno superior,
más corto y menos severo.
Fig. 3-3 – Depósitos eólicos en el Chaco occidental sudamericano.
(Según Iriondo, 1994).
Período seco del Pleistoceno
Período seco del Holoceno superior
El mega-abanico del Parapetí
Fig. 3-4 – Sistema sedimentario del Parapetí en Bolivia y Paraguay
(Según Iriondo, 1994).
Fig. 3-5a - Mapa geomorfológico de los depósitos del Parapetí
en el noroeste de Paraguay.
Fig. 3-5b - Mapa geomorfológico de los depósitos del Parapetí
en el área de Lagerenza.
Fig. 3-5c – Detalles locales del mapa anterior.
Las dunas eólicas cubre aproximadamente 20.000 km2 del
sistema del Parapetí, 14.000 de ellos en territorio paraguayo.
Está formado por dunas longitudinales fósiles con orientación
norte-sur (formadas por vientos secos provenientes de la cuen-
ca amazónica), compuestas por arena anaranjada. Su edad es
con toda probabilidad el Pleistoceno superior. Algunas de esas
dunas han sido retrabajadas durante el período seco del Holo-
ceno superior (3.400 a 1.400 A.P., Servant et al., 1981). Yacen
sobre arcillas coloradas con manchas blancas depositadas en
pantanos no permanentes, y niveles arenosos fluviales. El perfil
resultante es el siguiente:
Los resultados obtenidos en el sistema del Parapetí, que
representa el noroeste del Chaco paraguayo, son coincidentes
con las conclusiones paleoclimáticas alcanzadas para el Panta-
nal y para el Escudo precámbrico boliviano, ubicado inmedia-
tamente al norte de la frontera (Fig. 3-5).
Fig. 3-6 – Perfil geológico general del Escudo Boliviano
(Según Argollo e Iriondo, 2006).
Fig. 3-7 – Mega-abanico del río Pilcomayo. Cubre parte de Parraguay,
Bolivia y Argentina (Según Iriondo, 1991).
La baja cuenca del río Pilcomayo está desarrollada ac-
tualmente en una faja del mega-abanico de este río, que consti-
tuye el abanico aluvial más importante del Chaco. Se trata de
uno de los pocos abanicos aluviales activos de gran tamaño del
continente sudamericano. Su superficie total es de 210 000 km2.
Tiene una amplia cuenca montañosa en la Cordillera Oriental y
en las Sierras Subandinas bolivianas. Atraviesa esas montañas
en grandes meandros incididos, en una situación claramente
antecedente. Por lo tanto, para el río Pilcomayo debe deducirse
una edad terciaria, probablemente Plioceno inferior. Sus
La faja reciente/actual del río Pilcomayo
Trecho intermedio – Son los antiguos esteros de Patiño, que
ocupan un bloque hundido de 15.000 Km2 de superficie entre
200 y 300 Km aguas arriba de la desembocadura. Forma un
complejo paisaje de cauces abandonados, pantanos cubiertos
por vegetación flotante y lagunas. Se forman diques de troncos
y ramas arrastrados por el río, que constituyen eficientes tram-
pas de sedimentos que terminan por colmatar el sitio y provo-
can la migración del cauce. Los diques de troncos son poste-
riormente enterrados por la arena, se oxidan y desaparecen,
provocando el colapso de la arena sobreyacente. Este fenómeno
origina el paisaje de “hoyales”, áreas cribadas de pozos de has-
ta 5 metros de diámetro y 1,5 m de profundidad. Hacia 1980 el
estero Patiño terminó de rellenarse completamente.
Formaciones cuaternarias en el trecho intermedio
Formación Salto Palmar – Está compuesta por arenas al-
go arcillosas, fuertemente yesíferas de color rojizo (Cordini,
1947) y coherencia muy variable, en sets de 4 a 20 metros de
espesor. El espesor total alcanza a por lo menos 120 metros.
Presenta intercalaciones de arena suelta, limo color verde
grisáceo y restos vegetales. Se trata de un depósito de laguna o
pantano de clima árido desarrollado durante el Pleistoceno in-
ferior a Plioceno.
Trecho inferior – Este trecho es el que atraviesa el Chaco
Oriental, una región de clima húmedo caracterizada por exten-
sos pantanos y fajas fluviales antiguas. La evapotranspiración
en los pantanos es varias veces mayor que la evaporación po-
tencial y el río está alimentado por lluvias locales, prácticamen-
Formaciones cuaternarias en el trecho inferior
Formación Ituzaingó - La Formación Ituzaingó es el de-
pósito fluvial característico del río Paraná. Está ubicada en el
subsuelo del sector distal del mega-abanico desde la ciudad de
Formosa hacia el sur. Está compuesto por arena cuarzosa fina
amarillenta y rojiza en estratos medianos y gruesos, interestra-
tificada con limo gris y verde. Comenzó a sedimentarse al for-
marse este gran colector, en algún momento del Plioceno, es
decir entre 2 y 4 millones de años atrás. Y sigue depositándose
hasta el día de hoy. En general, esta unidad está compuesta por
típicas facies fluviales de cauce en la mayor parte de su espesor
y la parte superior está formada por una mezcla de arena y se-
dimentos finos, probablemente relleno local de un cauce aban-
donado. En la facies fluvial la relación cuarzo/feldespatos osci-
la entre 17 y 100 (es decir, hay entre 94 y 99 % de cuarzo). El
mineral arcilloso representativo es la caolinita, que aparece en
CONCLUSIONES
Las siguientes conclusiones se desprenden del análisis de
la faja reciente/actual del abanico del Pilcomayo:
PARAGUAY ORIENTAL
Paleosuperficies y valles menores
El paisaje de la meseta basáltica es la combinación de la
preservación de un paisaje heredado antiguo, labrado sobre las
paleosuperficies del Cretácicas tardío-Terciario y la dinámica
geomorfológica del Cuaternario. Abarca el Sur de Brasil, SE de
Paraguay y NE de Argentina, comprendiendo las cuencas altas
del Río Paraná y el Río Uruguay. La Provincia de basaltos de
inundación Paraná-Etendeka está relacionada a la apertura del
Océano Atlántico del Sur, durante la ruptura del Gondwana
occidental. Son basaltos toleíticos que datan 135-130 Ma (Peate
et al., 1990; Milner et al., 1995; Torsvik et al., 2009). Es un siste-
ma de superficies elevadas de bajo relieve separadas por escar-
pas muy pronunciadas que fueron producidas por incisión flu-
vial. La incisión generó profundos valles y meandros encaja-
dos. Cuatro niveles de paleosuperficies que representan ciclos
de erosión de edades diferentes fueron propuestas por King
(1956) para la Meseta Basáltica Paranaense: 1) Superficie
Gondwánica (Cretácico Superior); 2) Superficie Sul-Americana
(Terciario Inferior); 3) Superficie de Velhas (Terciario Superior);
4) Superficie de Paraguaçú (Plio-Pleistoceno). Mediante técni-
cas morfométricas modernas pudo confirmarse la existencia y
Terraza fluvial de los tributarios al Río Paraná
en Misiones (Argentina)
El valle del arroyo Garuhapé (Misiones) se encuentra la-
brado sobre basaltos de la Formación Serra Geral. El relleno
sedimentario de este valle conforma una terraza fluvial bien
desarrollada, en el sector de la cuenca inferior próximo a la
desembocadura en el río Paraná. Sobre la intersección de la ru-
ta 12 y el arroyo se observa un perfil representativo (Fig. 3.8).
La sucesión de la terraza está constituida por set y co-sets de 80
cm de espesor, con tendencia grano-decreciente en cada uno de
ellos. Están compuestos en la base por gravas mal selecciona-
das con bloques sub-redondeados de hasta 30 cm. Son gravas
gruesas con matriz mal seleccionada de sábulos arenas, arenas
y fangos. Forman artesas y estratificación cruzada de bajo
ángulo (Facies Gt). Es común la presencia de rellenos de gravas
en la sombra de bloques mayores. Hacia arriba, cada set mues-
tra niveles de arenas estratificadas (Facies St) y en el tope nive-
les de fangos muy arcillosos con presencia de cutanes de óxi-
dos de Fe y Mn muy abundantes. Los niveles pelíticos tienen
hasta 40 cm de espesor. Son sedimentos ocres a rojos, eviden-
ciando la procedencia del material desde las superficies de ero-
sión basáltica. Los sets muestran variaciones marcadas en los
tamaños medios de bloques en diferentes afloramientos y tam-
bién en diferentes sets de cada perfil. Estas observaciones indi-
Valle del Río Paraná en la meseta basáltica
A la altura del Dorado (Puerto Pinares), el río Paraná pre-
senta una terraza de 10 a 12 m de altura. Está constituida por
arenas finas bien seleccionadas, de color ocre a blanquecinas,
con estratificación de bajo ángulo (Facies Sp). Estos depósitos
corresponden a sedimentos de ambiente de lecho del río Pa-
raná durante un perfil de equilibrio con un nivel de base dife-
rente al actual. La terraza presenta un desarrollo continuo so-
bre las márgenes del valle. Sobre la margen derecha del Pa-
raná, en territorio de Paraguay, se desarrolla de manera casi
continua la terraza correlativa. La dinámica general dominan-
temente erosiva del ambiente, donde aflora roca basáltica en
las laderas del valle fluvial, permite interpretar que la terraza
preservada corresponde a un lapso de tiempo durante el Pleis-
toceno tardío.
Fig. 3-8 -Perfil en el Arroyo Garuhapé en la intersección con la Ruta 12
(Argentina).
Mega-abanico de la Formación Ituzaingó
El registro de la historia del río Paraná en Argentina, está
representado por la Formación Ituzaingó. Los afloramientos de
esta unidad litestratigráfica se extienden desde las cercanías de
la ciudad de Ituzaingó en Corrientes hasta la ciudad de Paraná
en Entre Ríos. La sección en la localidad tipo, situada en las
cercanías de Ituzaingó, presenta exposiciones del orden de 12-
15m de potencia. Sin embargo, podemos extender su registro
aguas arriba, a partir de las exposiciones descriptas en la terra-
za alta del río Paraná, representado por los depósitos acumu-
lados y preservados sobre el plateau basáltico, en la Provincia
de Misiones.
Paraguay Oriental
El Cuaternario del Paraguay Oriental se caracteriza por el
desarrollo de los sistemas sedimentarios acumulados por: 1) el
Río Paraguay, 2) por el río Bermejo en el sector distal del mega-
abanico generado en las Sierras Subandinas y 3) El río Paraná y
la depositación del mega-abanico de la Formación Ituzaingó,
desde el este. Además se caracteriza por los procesos de ero-
sión de superficies expuestas de rocas paleozoicas-mesozoicas
Formación San Antonio
En la localidad de Ytororó (San Antonio) en la ciudad de
Asunción, aflora la sucesión sedimentaria que ha sido reporta-
da como Formación San Antonio (Palmieri y Velázquez, 1982),
representativa del Cuaternario de Paraguay. Esta unidad es ri-
ca en contenido de fósiles de vertebrados. Presser y Fernández
(1984) citan en los alrededores de la localidad de Ytororó en el
Departamento Central, varias especies de Glyptodon, Lestodon
sp, Megatherium sp. y otros restos óseos de taxones no bien
identificados (p.e. mastodonte). La Formación San Antonio
comprende los sedimentos acumulados en el área próxima al
río Paraguay y sus afluentes, en la región Oriental del país.
Cubre un área de 60.782 km2 (Palmieri y Fúlfaro, 1986). Está
constituida por una arenisca blanquecina, con tamaño de grano
medio a grueso, sábulos dispersos y lutitas intercaladas. Las
areniscas, en contacto con estas lutitas, presentan clastos de ar-
cilla. Existen también capas de areniscas arcillosas de hasta 1,5
m de espesor. El ambiente de sedimentación fue interpretado
como fluvial (Palmieri y Fúlfaro, 1986).
Fig. 3-9- Perfil tipo de la Formación San Antonio,
en la localidad de Ytororó (perfil 1)
Fig. 3-10 - Perfil 1 en el área tipo de la Formación San Antonio en la localidad
de Ytororó (Municipio de San Antonio, Asunción: 25°26'56"S; 57°32'48"O).
Fig. 3-11 - Terraza del Río Paraguay correspondiente a la Formación
San Antonio en la localidad tipo de Ytororó (Municipio de San Antonio).
Fig. 3-12 -Perfil 2 en una cárcava situada en el área tipo de la
Formación San Antonio, en la localidad de Ytororó
(Municipio de San Antonio, Asunción: 25°27'14"S; 57°32'41"O)
Fig. 3-13 - Perfil complementario en el área tipo de la Formación
San Antonio, en la localidad de Ytororó (perfil 2).
Fig. 3-14 -Sección del Río Paraguay en la localidad de Ytororó,
Municipio de San Antonio, Asunción
La terraza se preserva en la región Norte, en el área donde
se asienta la ciudad de Concepción. En ese sector han sido re-
portados hallazgos de vertebrados fósiles cuaternarios (Souber-
lich y de la Fuente, 2011; Souberlich et al. 2013; Ríos Díaz, 2013;
Ríos Díaz et al., 2014).
También se preserva en el Sur del país, en el sector que
bordea el afloramiento de rocas cretácicas en el área de la ciudad
de San Ignacio (Fig.3.15). La terraza es atravesada por la Ruta 4
Fig. 3-15- Afloramiento de la Formación San Antonio en la terraza alta,
sobre la Ruta 4 entre San Ignacio y Pilar (26°53' 3.7"S; 57°13'47. 4"O).
Fig. 3-16- Detalle del perfil de suelo plintítico en la Formación San Antonio.
Formación Limpio
En el municipio de Limpio (Asunción) se preservan dos
terrazas. Una de ellas con cotas alrededor de 75 -80 m.s.n.m.
(25°8'25.1"S; 57°28'37.5"O), la cual podría ser interpretada como
registro de la sección superior de la Formación San Antonio.
Está constituida por arenas friables de blancas a ocres, con
abundantes segregaciones de hierro. Posee estratificación hori-
zontal e intercalación de niveles delgados de arcillas.
Fig. 3-17 - Sección del Río Paraguay en la estancia Alborada,
Municipio de Limpio, Asunción
Fig. 3-18A - Perfil tipo de la Formación Limpio en el área de la Estancia
Alborada sobre el riacho San Francisco (25°8'25.1"S; 57°28'37.5"O). B y C-
Detalle de las estructuras sedimentarias que señalan
el origen fluvial de los depósitos.
Fig. 3-19 - Perfil tipo de la Formación Limpio en la estancia Alborada
(25°8'14"S; 57°30'31.8"O), Municipio de Limpio, Asunción.
Reconstrucción paleoambiental e interacción
de los ríos Paraguay, Pilcomayo, Paraná y Uruguay
El Cuaternario en el centro y sur de Paraguay Oriental
está representado por una extensa llanura de sedimentos, re-
sultante de la depositación de un megasistema fluvial integral
y dinámico formado por la interacción de los ríos Parapetí, Pil-
comayo, Paraguay y Paraná. Estos sistemas depositacionales
coalescen y confluyen conformando el relleno de una gran
cuenca de antepaís abierta al sur, que sobrepasa los límites de
las cuencas sedimentarias previamente desarrolladas. La inter-
acción queda evidenciada por la presencia interdigitada de ni-
veles estratigráficos mostrando la señal sedimentológica y mi-
neralógica general que caracteriza a los distintos depósitos flu-
viales cuaternarios. Por ejemplo, La Formación Limpio se pre-
senta en la margen izquierda del actual río Paraguay apoyada
sobre la Formación San Antonio, sugiriendo un episodio do-
minado por la dinámica sedimentaria del mega-abanico del
Pilcomayo en el eje de la cuenca del río Paraguay.
oeste con el sistema fluvial del río Paraguay y el abanico del río
Pilcomayo. La superficie se presenta en terrazas y está incidida
por sistemas fluviales abandonados y avulsionados desde su
ápice. Los sedimentos de las terrazas situadas al norte presen-
tan mayor grado de cementación y consolidación en relación a
las terrazas cuaternarias cercanas al cauce actual, integradas
por arenas gruesas y sueltas. El grado de consolidación del se-
dimento y la actitud de las superficies sugieren una relación
secuencial entre diferentes niveles depositacionales de la Fm.
Ituzaingó. En cercanías a la ciudad de San Ignacio es posible
reconocer el contacto entre la terraza de la Formación San An-
tonio, (cota 78m) y la terraza alta de la Formación Ituzaingó
(cota 73m).
El Valle de Ypacaraí
El valle de Ypacaraí es uno de los más importantes de esta
región y puede ser considerado representativo de la geomorfo-
logía e historia cuaternaria de la misma. Mide aproximada-
mente 75 kilómetros de longitud y ancho variable, entre 20 y 35
Km. Está excavado en la Superficie Velhas/Aristóbulo de Valle
y su nivel está unos 160 metros por debajo del nivel general del
paisaje. La Superficie Velhas está ubicada en 180-230 metros
sobre el nivel del mar en esa zona; presenta un relieve fluvial,
con valles en V y colinas bajas asociadas, con desniveles inter-
nos generalmente menores a los 50 metros, que consideramos
originales de su época de generación, desarrollada en el Tercia-
rio medio.
Fig. 3.20 A- Mapa geomorfológico del valle de Ypacaraí; SUP: superficie
regional; TL: talud; TA: terraza alta; TB: terraza baja; LA: nivel del lago.
B- Perfil transversal P1. C- Perfil transversal P2.
La morfología actual del valle ha sido generada por retro-
ceso areal generalizado de las paredes laterales bajo clima seco,
afectando rocas antiguas (ver estudios de Briceño y Schubert
en el Escudo de Guayanas y tesis de Soldatelli en el Nordeste
REFERENCIAS
Argollo, J. e Iriondo, M. 2008 – Cuaternario de Bolivia y
regiones vecinas - Museo Prov. de Cs. Nat. de Santa Fe, 378
pág. Santa Fe.
FORMACIONES GEOLÓGICAS DEL
CUATERNARIO PARAGUAYO
• Fortín Soledad
• Guaharupá
• Ituzaingó
• Las Lomitas
• Limpio
• Paleocauce La Pampa
• Salto Palmar
• San Antonio
• San Guillermo
• Ypacaraí
4 - URUGUAY
El Cuaternario del Uruguay está determinado en gran
medida por dos factores básicos: a) La dinámica geológica du-
rante el Neógeno fue de elevación de casi todo el territorio,
produciendo el desarrollo de superficies escalonadas y pedi-
planos bajo climas diversos, aunque no extremos (por ejemplo,
no existieron glaciaciones ni selvas ecuatoriales. b) La acumu-
lación de depósiitos de loess durante por lo menos tres épocas
diferentes, con sendas secuelas de retransportes torrenciales y
pedogénesis, que cubrieron parcialmente rocas y sedimentos
más antiguos. c) Las oscilaciones del nivel del mar, durante las
cuales se generaron playas y albuferas en el litoral y se depo-
sitó la mayor parrte de la carga sedimentaria de la Cuenca del
Plata en la plataforma uruguaya.
El Cuaternario Inferior
Fig. 4-1 – Mapa de Uruguay. Regiones principales durante el Cuaternario:
a) Cuenca del río Uruguay. b) Complejo de rocas antiguas. c) Cuenca de Santa
Lucía. d) Planicie litoral. e) Plataforma continental.
La Formación Raigón
Esta formación está compuesta por un conjunto de sedi-
mentos diferentes: arcillas verdes, arenas finas arcillosas verdes
y blancas, arenas medias y gruesas feldespáticas, gravas y con-
glomerados. Los clastos poseen baja redondez y poca madurez
mineralógica. Está bien estratificada en la base, condición que
se va perdiendo hacia arriba. En la parte superior existen fre-
cuentemente bancos de caliza y acumulaciones de óxidos de
hierro en forma de costras. El color general es oscuro, verde o
gris. La consistencia es friable en general (Bossi, 1969).
0,00 – 2,50 m. Fm San Salvador:
Cordini (1949) publica un análisis granulométrico repre-
sentativo del yacimiento de Puerto Campichuelo, citando los
El Loess Retransportado de Itapebí/Libertad I
En los terrenos basálticos de la cuenca en el Uruguay, al
este de Salto (Uruguay), se encuentra un loess antiguo, local-
mente retransportado hacia el fondo de valles labrados en el
basalto y depositado en ambiente palustre temporario. Su posi-
ción en el paisaje favoreció la concentración del carbonato de
calcio, que fue transportado por el agua freática hacia las de-
presiones y precipitado por surgencia.
Ton-That et al. (1999) dataron la llamada Gran Glacia-
ción Patagónica entre 1Ma y 1,17 Ma, lo que resulta coetá-
neo con la sedimentación del Grupo Punta Gorda.
La Formación Bellaco
Esta unidad está compueta por arcillas esmectíticas grises,
verdes y negras que contienen concreciones de yeso en algunos
niveles (Bossi y Navarro, 1998); correlaciona con la Formación
Hernandarias de Entre Ríos (Iriondo 1980) y es completamente
similar a ésta según Panario y Gutiérrez. Representa un anti-
guo barreal depositado por el río Uruguay durante un período
muy seco del Pleistoceno Inferior, con aporte eólicos menores.
La formación Hernandarias cubre gran parte de la provincia de
Entre Ríos y sur de la de Corrientes, aflorando en un área de
61.000 Km² (Iriondo, 1989). Su espesor es variable, en algunas
canteras de la zona de Hernandarias se la ha excavado hasta 15
m de profundidad; en la barranca del Paraná aflora general-
El PLEISTOCENO MEDIO
El Pleistoceno Medio comprende un largo intervalo de
tiempo de casi 700.000 años de duración del cual no se encon-
traron hasta el momento depósitos sedimentarios. Se deduce
entonces la existencia de un largo período de erosión generali-
zada, que labró un paisaje de colinas en partes de las formacio-
nes Hernandarias, en Entre Ríos, y Fray Bentos, en el Uruguay
(Iriondo, 1998).
EL CUATERNARIO SUPERIOR
La FormaciónSalto/El Palmar
Esta formación geológica es un depósito fluvial del río
Uruguay, se la conoce como Formación Salto en Uruguay y fue
definida como Fomación El Palmar en Argentina (Iriondo, 1980;
Kröhling, 2009; Ramos et al, 2012). Está compuesta por arenas
de cauce que incluyen grandes lentes de gravas y cantos roda-
dos; además de la facies de cauce el sistema incluye depósitos
en facies arenosas de inundación y de albardón, configurando
0,00 - 1,50 m. Facies de pantano. Arcilla plástica oliva, con
variaciones al rojo,
La Fm El Palmar/Salto domina ampliamente en el paisaje
en el área de Salto, entre el arroyo Itapebí Grande y el río
Dayman. En el área de acceso a la presa de Salto Grande (ruta 3
y acceso), la unidad está cubierta por arenas eólicas holocenas,
de hasta 0,50 m de espesor. Un perfil representativo es el si-
guiente, de abajo hacia arriba:
En las afueras de Salto y junto al río Uruguay, la Fm El
Palmar / Salto cubre en discordancia a la Fm Fray Bentos (Oli-
goceno), formando la terraza alta del Uruguay. Al norte de la
La Formación Paso Perico
Esta formación fue formalmente definida por Panario y
Gutiérrez (1999). Representa un depósito aterrazado del río
Negro compuesto por bancos de arena generalmente desarro-
llados en las concavidades de meandros, con cotas de 20 a 30
metros sobre el nivel actual del agua. Sigue un patrón aproxi-
madamente meándrico, típico de flujos estables. Un paleosuelo
de tipo Ultisol se ha desarrollado en el tope, cubierto poste-
riormente por dunas eólicas. Los minerales dominantes en esta
formación son cuarzo y feldespato secundario.
La Formación Oberá
La Fm Oberá es un sedimento eólico fino de color rojo que
cubre en forma de manto el paisaje de colinas y sierras de Mi-
siones, NE de Corrientes, Paraguay oriental, SE de Brasil y NO
del Uruguay. Fue definida por Iriondo et al. (1997). De acuerdo
con dataciones obtenidas, el miembro inferior de la unidad fue
depositado durante el período relativamente fresco y seco del
Último Máximo Glacial (Pleistoceno Superior), mientras que el
miembro superior fue generado durante el período seco del
Holoceno superior.
• Cubre el relieve preexistente en forma de manto.
El loess tropical tiene un origen homólogo al del loess
típico. Sus diferencias principales ocurren en la fase postdepo-
sicional: evolución del depósito eólico bajo un clima de sabana
(en lugar de estepa) con migración generalizada de minerales
de hierro, que cumplen el mismo rol que los carbonatos en lo-
ess normales (loess no clásicos, IK).
En el norte de Uruguay se ha descrito la Formación Las
Arenas (Bossi et. al, 1975), un sedimento rojo cuaternario que
agrupa a las formaciones Oberá y Yapeyú de Argentina. En la
localidad tipo (Las Arenas), el cuerpo sedimentario equivalente
a la Fm Oberá (sedimento franco arenoso) está cubierto en dis-
cordancia erosiva por otro de la misma naturaleza general, pe-
ro contaminado con sedimentos gruesos, en general dispersos
en la masa, y también formando un conglomerado basal, lo que
equivale a la Fm Yapeyú. Estudios de detalle en la zona de Ba-
ñado de Rocha, al norte de Tacuarembó, demuestran que en
áreas de colinas y valles labrados en el Cretácico, el equivalente
a la Fm Oberá está en posición más elevada que la Fm Yapeyú;
esta última ha rellenado depresiones excavadas en la Fm
Oberá.
La Formación Yapeyú
La Formación Yapeyú (Iriondo1996) es un sedimento
franco arenoso a franco arcilloso, masivo, que contiene escasa
proporción de cantos rodados, gravas y guijas silíceos englo-
En el territorio argentino de la cuenca, los primeros aflo-
ramientos (de sur a norte) de la unidad se reconocen en el valle
del arroyo San Joaquín. Allí está constituída por arena arcillosa
roja, con escasa plasticidad; contiene en forma dispersa guijas y
cantos rodados finos con alta esfericidad, de composición silí-
cea en forma dominante y basáltica subordinada. El sedimento
es friable; se presenta decolorado al oliva grisáceo en un típico
patrón moteado. Contiene localmente fragmentos de troncos si-
licificados y de costra ferruginosa.
La Formación Tapebicuá
La Formación Tapebicuá es una una formación geológica
compuesta por depósitos palustres y aluviales, acumulados
principalmente en el este de la provincia de Corrientes (Iriondo
y Kröhling, 2008). Los depósitos se extienden desde Santo
Tomé hasta casi el límite con la provincia de Entre Ríos. En la
margen izquierda del río Uruguay, la faja ocupada por la Fm
Tapebicuá es algo más reducida, con su mayor expresión entre
Uruguaiana (RGS) y Bella Unión (Uruguay).
La Formación Libertad
Esta unidad sedimentariase describe genéricamente como
loess y es la continuación del Sistema Eólico Pampeano, que se
desarrolla principalmente en la Pampa Norte de Argentina
(Entre Ríos-Santa Fe-Córdoba) (Iriondo, 2008). Se extiende am-
pliamente por territorio uruguayo, principalmente en el sur del
país, cubriendo las formaciones más antiguas en forma de
Fig. 4-2 – Formaciones loessicas del Uruguay (Según Panario y Gutiérrez, 1999).
Considerando las evidencias de campo, la Formación Liber-
tad correlaciona con lla Formación Tezanos Pinto de Entre Ríos y
Santa Fe, depositada durante el Último Máximo Glacial del Pleis-
La Formación Sopas/Dolores
La Formación Sopas (Antón, 1975) representa la terraza in-
ferior de los ríos y arroyos uruguayos. Está compuesta por dos
miembros. El miembro basal está formado por sedimentos flu-
viales de cauce, que incluyen gravas y cantos rodados;es en par-
tes masivo, clasto-soportado o soportado por una matriz que
puede ser pelítica o arenosa. En otras localidades, generalmente
en los cursos inferiores de los ríos, está formado por loess re-
transportado, levemente consolidado y suele contener restos
fósiles de malacofauna y mastofauna (Panario y Gutiérrez,
1999). Según dataciones de Ubilla (1996) su edad oscila entre 43
y 45 ka AP, es decir, correlaciona con la Fm Arroyo Feliciano.
Los Suelos Vertisólicos
El desarrollo de suelos vertisólicos es uno de los fenóme-
nos más significativos del Holoceno uruguayo (Bossi y Ortiz,
2011). Están caracterizados por un elevado contenido de arci-
llas montmorilloníticas y aparecen en una faja de dirección es-
te-oeste de 20 a 40 kilómetros de ancho que recorre todo el te-
rritorio del país.
La Formación Concordia
La Formación Concordia es el depósito sedimentario que
constituye la terraza baja del río Uruguay (Iriondo y Kröhling,
2008). Esta terraza aparece a lo largo de unos 1.300 Km de dis-
tancia, desde Chapecó en Brasil hasta San Javier. La informa-
ción disponible indica que la generación de la terraza baja
abarcó todo el Holoceno y probablemente haya comenzado un
poco antes (Kröhling e Iriondo, 2002).
Miembro Inferior:
Miembro Superior:
La presencia de cerámica en el miembro superior indica
una edad de 2.000 años como máximo en ese nivel. En conse-
cuencia, el Horizonte B del paleosuelo del techo de la unidad
0,00 -1,40 m. Arena fina limo-arcillosa gris oliva, con inter-
calaciones de arena media cuarzosa.
Junto al Puerto de Paysandú aflora el miembro superior y
el suelo enterrado del techo del miembro inferior de la forma-
ción. Desde el nivel de aguas medias:
0,00 - 0,30 m. Horizonte Bt del suelo enterrado. Arcilla gris
oscura con manchas de óxido férrico, bien estructurada en
poliedros resistentes de 5 a 10 cm de lado. Forma una pla-
taforma de abrasión.
En San Javier aflora esta terraza 1 m de altura sobre el ni-
vel del río, representada por la facies de llanura aluvial, com-
puesta aquí por estratos difusos finos. El sedimento es limo ar-
cilloso gris oscuro a negro; un estrato de 0,25 m de espesor y de
color negro corona la unidad.
#El depósito más antiguo de la terraza baja se formó du-
rante el Pleistoceno Tardío y principios del Holoceno
(orientativamente entre 13.000 y 8.000 años A.P.), durante
una fase climática semiárida, con cauce pequeño y grandes
inundaciones esporádicas acrecionando sedimentos finos
mal seleccionados en el valle.
Los Cauces Menores Holocenos
La terraza inferior de ríos y arroyos (Fm Sopas/Dolores)
fue erosionada por cárcavas y cauces en diferentes ciclos de
corte y relleno, que se pueden reunir en dos grupos (Panario y
Gutiérrez, 1999):
a) El grupo más antiguo es un depósito arenoso con talud
vertical datado en 9900 años A.P., que contiene fogones de
origen humano (Austral, 1994). Está cubierto por arcillas
grises, que ocuparon cauces abandonados, con grietas de
desecación en el tope. Esas fisuras están rellenas con arena
eólica deflacionada de los bancos de arena fluviales y cu-
biertas por una delgada capa de arena del mismo origen.
Estos sedimentos están cubiertos por un suelo vértico co-
lor negro desarrollado en tiempos históricos que contiene
restos de fauna europea posterior al año 1661. Panario y
Gutiérrez estiman una edad alrededor del 4.000 A.P. para
el período seco que produjo las grietas de desecación; exis-
te una datación de 4.200 ± 50 a. A.P. en la base de los de-
pósitos eólicos (López e Iriarrte, 1995).
La Formación Cuaró Grande
Esta formación es un depósito de limo eólico gris oscuro
suelto a friable con arena muy fina de 0,50 a 1 metro de espesor
depositado sobre el canchal de fragmentos basálticos en la re-
gión oriental de la meseta de Masoller. Su área típica está si-
tuada al este de Jaiver de Viana, en las altas cuencas de los
arroyos Tres Cruces, Cuaró Grande y Yucutujá, afluentes del
Cuareim, donde cubre el paisaje en forma de manto continuo
sobre una penillanura (Iriondo y Kröhling, 2008). Hacia el este
el limo aparece como relleno intersticial entre los bloques de
basalto del canchal.
La Fm Cuaró Grande correlaciona con la Formación San
Guillermo, que cubre gran parte d la región Chaco-Pampeana y
la provincia de Entre Ríos en Argentina. Esta unidad fue depo-
sitada durante el período seco del Holoceno superior, entre
3.500 y 1.400 años A.P.
EL RÍO URUGUAY
El río Uruguay cubre un área de 365.000 Km2 en Brasil,
Argentina y Uruguay. Las mayores superficies dentro del sis-
tema corresponden a los estados de Río Grande do Sul y Santa
Catarina, de Brasil, y la mayor parte del resto a la República
Oriental del Uruguay. La longitud del cauce es de 1838 kilóme-
tros. Tiene sus nacientes en la Serra do Mar, a solo 64 kilóme-
tros de distancia del Atlántico; con el nombre de Río Pelotas
fluye hacia el oeste y al confluir con el río Canoas (cerca de Pi-
ratuba, a 1.800 m.s.n.m.) recibe el nombre de Uruguay hasta su
desembocadura en el Río de la Plata. Queremos notar que el río
no sufre cambios geomorfológicos ni hidrológicos en dicha
confluencia, sino que el cambio de nombre tiene origen históri-
co, como tantos otros casos. El caudal va aumentando paulati-
namente en su recorrido, hasta alcanzar un promedio anual de
4.660 m3 en Concordia, con extremos de 25.000 a 37.000 m3 en
crecidas extraordinarias.
Fig.4-3 – Cuenca del río Uruguay. La subcuenca superior está ubicada en Brasil
y Argentina. La subcuenca media en Brasil, Uruguay y Argentina. La subcuenca
inferior en Uruguay y Argentina (según Iriondo y Kröhling, 2008)
La cuenca media cubre una superficie de 163.000 Km2. El
río entra en la misma en Santo Tomé/Sao Borja (Argenti-
na/Brasil) y la abandona en Concepción del Uruguay/Colonia
Ofir (Argentina/Uruguay). Está caracterizada por terrenos ba-
jos y de altura intermedia, moonos meteorizados que los de la
alta cuenca. Durante el Neógeno la cuenca media sufrió gran-
des capturas fluviales de afluentes, algunas de la cuales cubren
miles de kilómetros cuadrados de superficie (Fig.4-4). En una
época no precisada se incorporó la mayor parte de la cuenca
del Ibicuy, mientras que durante el Pleistoceno medio se per-
Fig. 4-4 – Incorporaciones y pérdidas de áreas de la cuenca del río Uruguay
durante el Cuaternario (según Iriondo y Kröhling, 2008).
El cañón sumergido – Una característica notable del cauce
del río Uruguay a lo largo de todo su recorrido es la existencia
de un cañón incidido en su lecho y sumergido en forma per-
manente aun en aguas bajas. Dicho cañón mide entre1/4 y 1/8
del ancho del cauce actual y es entre tres y siete veces más pro-
fundo. Sus bordes están bien definidos, en partes son casi ver-
El delta del río Uruguay – A la altura de Paysandú (es de-
cir, al comenzar la cuenca baja) el valle del río se ensancha en
forma suave, pasando de 1 kilómetro de ancho al norte de la
localidad de Nuevo Berlín, a 14 kilómetros de amplitud aguas
abajo. El cauce se divide en dos ramas principales y varios cau-
ce secundarios, formando un delta alargado de 65 kilómetros
de longitud, con patrón claramente distributario en los 20 Km
finales; aguas arriba presenta morfología anastomosada.La
mayor parte de los distributarios se encuentran actualmente ac-
tivos, con una dinámica bastante intensa y variaciones impor-
tantes en las profundidades (Iriondo y Kröhling, 2008).
Fig. 4-5 -Mapa geomorfológico de un sector del río Uruguay inferior
(según Iriondo y Kröhling, 2008)
La terraza marina pleistocena – Una terraza marina anti-
gua de 10 Km de largo y 4 Km de ancho, con forma elíptica, se
ha preservado en el área de la desembocadura de los arroyo
Román Grande y El Pingüino, al norte de Nuevo Berlín. En la
margen derecha la terraza es algo mayor (20 Km de longitud
por 3,5 Km de ancho). La terraza se halla a una cota media de
10 metros sobre el nivel del mar, con una leve pendiente desde
el valle hacia afuera. No hemos encontrado sedimentos litora-
les sobre la superficie, de manera que la consideramos de ori-
gen erosivo.
La gran curva Fray Bentos-Gualeguaychú – En este tramo
el río fluye hacia el oeste a lo largo de 20 Km, controlado por
una importante fractura que se extiende desde Tostado (Santa
Fe), pasando por la ciudad de Paraná hasta el interior de la Re-
pública Oriental del Uruguay. La curva incluye un sector de
llanura de mareas. El depósito de mareas en Puerto Unzué está
formado por un estrato superior de arena cuarzosa fina a me-
diana marrón, moderadamente seleccionada. El depósito con-
tiene escasa proporción de finos, es friable y masivo. Pasa hacia
abajo a un estrato de arena cuarzosa mal seleccionada, de color
amarillo claro, friable, con escasa cantidad de finos.
El perfil geológico del valle del Uruguay, elaborado a par-
tir de las perforaciones realizadas durante la construcción del
puente Fray Bentos-Puerto Unzué está representado en la Fig.
4-6. Está compuesto por rocas cretácicas en el subsuelo entre 10
y 60 metros por debajo del lecho del río. Sobre éstas rocas se
encuentra una capa irregular de Fray Bentos, compuesta por
limolitas arenosas con matriz calcárea. Dicha unidad se extien-
Fig. 4-6 – Perfil geologico del valle del río Uruguay en Fray Bentos
(según Iriondo y Kröhling, 2008)
El Cuaternario comienza con una formación de limos arci-
llosos y arcillas limosas endurecidos con abundantes concre-
ciones de CO3Ca con hasta 12 metros de espesor; estimamos
que se trata de la Fm Punta Gorda/Itapebí/Libertad I. Tentati-
vamente, por correlación continental, suponemos que su edad
corresponde a la Gran Glaciación Continental, ocurrida alrede-
dor de 1 Ma A.P.
El tramo final del río Uruguay – El tramo final del río
Uruguay es una amplia depresión heredada, de 85 Km de lon-
gitud por 5 a 12 Km de ancho. Se extiende desde Guale-
guaychú hasta Nueva Palmira. No se trata de un cauce fluvial
propiamente dicho; es una amplia depresión inundada y por
su interior corre el cañón sumergido del río. El resto del cauce
es un área anegada de escasa profundidad que limita con los
barreales de cheniers en la margen derecha (Iriondo, 2008) y
con las barrancas de Fray Bentos en la margen uruguaya. Este
segmento tiene una dinámica general de oleaje, generada por
los vientos dominantes.
El río Negro en la zona de confluencia – El tramo inferior
del río Negro está caracterizado por una serie de grandes me-
andros de 10 a 12 Km de longitud de onda y 6 a 8 Km de am-
plitud de onda. El cauce mide en ese tramo entre 500 y 800 me-
tros de ancho. Presenta bancos e islas de cauce, cuyo tamaño
aumenta hacia la desembocadura. Se asocia al cauce la Forma-
ción Paso Perico en forma de terraza.
EL RÍO DE LA PLATA
El Río de la Plata es un profundo golfo de origen tectónico
ocupado actualmente por agua dulce proveniente de los ríos
Paraná y Uruguay, pero conserva en gran medida morfología y
dinámica litorales. Su condición actual es transitoria en alto
grado. Durante el Último Máximo Glacial su cauce era normal
(no más ancho que el Paraná actual) y atravesaba las platafor-
mas interna e intermedia, desembocando en la plataforma con-
tinental exterior a 125 metros por debajo del nivel del mar ac-
tual. Su carga de arena se derramaba en las planicies abisales
del Atlántico. En el Holoceno fue ocupado en su totalidad por el
mar, que llegó aguas arriba hasta Rosario y cerca de Paysandú.
Además de las unidades geomorfológicas anteriores se
debe mencionar que el cañón sumergido del río Uruguay
(Iriondo y Kröhling, 2008) se prolonga varias decenas de kiló-
metros en el Río de la Plata, pasando entre la isla Martín García
y San Isidro, desapareciendo aguas abajo cubierto por sedi-
mentos jóvenes. Es una “zanja” de gran tamaño, con 1 a 2
kilómetros de ancho y más de 15 metros de profundidad que
comienza en el alto Pelotas y continúa sin interrupciones hasta
el centro del Río de la Plata.
Las conclusiones de Parker y Violante son las siguientes:
La isla Martín García – Esa isla es un pequeño bloque de
basamento, de pocos kilómetros cuadrados de extensión, que
emerge en el interior del Río de la Plata. Se han conservado en
ella cuatro formaciones sedimentarias cuaternarias, cuyas rela-
ciones estratigráficas no son completamente claras (Gonzálezy
Ravizza, 1987). a) La más antigua es una coquina fuertemente
cementada por CO3Ca, color amarillo, que se apoya sobre una
plataforma de abrasión labrada en el Complejo Ígneo-
Metamórfico. Lateralmente pasa a limos, sábulos de cuarzo y
ágatas de color castaño claro.Se le atribuye edad EI5, o sea
Último Interglacial. b) Limos limos arenosos castaño claros, con
concreciones de tosca; se trata de la Formación Tezanos Pin-
to/Libertad II del UMG. c) Un depósito estuárico, atribuido a
una hipotética transgresión interestadial del Pleistoceno supe-
rior. d) Depósitos holocenos yaciendo en discordancia erosiva
sobre sobre la unidad “b”; están compuestos por gravas grue-
sas con litoclastos de metamorfitas, alternando hacia arriba con
arena y conteniendo abundantes valvas de moluscos oligohali-
nos. Fueron datados mediante radiocarbono en 5.800 ± 120 y
5740 ± 130 a. AP.
EL LITORAL ATLÁNTICO
El Cuaternario del litoral atlántico uruguayo está com-
puesto por tres áreas bien definidas: el sector norte, vinculado
a la laguna Merín, el sector central, que forma una estrecha
línea a lo largo de la costa del complejo ígneo-metamórfico, y el
sector costero de la cuenca de Santa Lucía.
que se suma al descenso del nivel del mar (Bossi y 0rtiz, 2011).
Durante este período del Holoceno se depositaron la formacio-
nes Villa Soriano (apr. 5.000 años A.P.) y Punta Loberos (apr.
3.000 años A.P.) (Prost, 1982) ambas en ambiente litoral. Ante-
riormente las lagunas fueron bahías que recibían el oleaje del
mar abierto.
Fig. 4-7 – Esquema morfoestratigráfico de la costa uruguaya
(según Bossi y Navarro, 2005).
LA PLATAFORMA CONTINENTAL
La plataforma continental uruguaya ha estado sometida
durante el Cuaternario a dos dinámicas diferentes. Durante las
épocas glaciales de bajos niveles del mar los sistemas fluviales
menores cercanos a la costa desarrollaron fajas aluviales y del-
tas en la plataforma interior e intermedia; durante los períodos
de niveles altos (tales como eel actual) e produce una deriva de
la carga sedimentaria del Río de la Plata a lo largo de la plata-
forma interior hacia el noreste. Se trata de un fenómeno general
de la plataforma atlántica sudamericana (ver sección “Sudamé-
rica” en este volumen).
Fig. 4-8 – Esquema paleogeográfico de la plataforma continental
uruguaya y regiones anexas durante el Cuaternario
(según Urien, Marttins y Willwock, 1980).
A lo largo del área Uruguay/Río de la Plata la plataforma
interior presenta una faja de barro que cubre un canal extendi-
do desde el estuario hacia afuera (Urien y Martins, 1978) (Fig.
REFERENCIAS
Antón, D. 1995 – Evolución geomorfológica del norte de
Uruguay. Dirección de Suelos y Fertilizantes, MAP. 28 pág.
Montevideo.
FORMACIONES CUATERNARIAS DE URUGUAY
• Bellaco
• Cuaró Grande
• Dolores
• Fray Bentos redepositado
• Libertad
• Malvín
• Paso Perico
• Punta Loberos
• Raigón
• Salto
• Sopas
• Tapebicuá
• Villa Soriano
• Vizcaíno
INDICE
PRÓLOGO ...................................................................................................................5
RESUMEN ....................................................................................................................7
2 - BRASIL ................................................................................................................ 79
ESQUEMA GEOMORFOLÓGICO ....................................................................... 79
NEOTECTÓNICA DE BRASIL .............................................................................. 83
FALLAS CON ACTIVIDAD CUATERNARIA ........................................................ 85
Este libro se terminó de imprimir en Moglia S.R.L.
en Corrientes, Argentina – Noviembre de 2016
ojejapo Taragüípe