Tienes la herida de la traición, que se forma entre los 2 y los 4 años de edad con el padre del sexo opuesto (si eres mujer con tu padre, si eres hombre con tu madre).
De niñ@ no fue colmada tu necesidad de atención y amor por parte
del padre del sexo opuesto, y esto lo viviste como una traición. A raíz de ello, una parte de ti perdió la confianza plena en dicho padre.
No te gusta mostrar tus debilidades y no consientes que nadie vea tu
vulnerabilidad. Si te sientes amenazad@ te encargas de pagar con la misma moneda.
Al no estar en contacto con tu propia vulnerabilidad, no entiendes qué
sucede cuando te sientes mal y tiendes a culpabilizar a los otros. Tapas tu sensibilidad con tu fortaleza aparente, pero en realidad, dentro de ti hay un niñ@ herido que está reclamando amor y atención.
En el fondo de tu corazón, sientes miedo cuando hay riesgo de
separarte de aquello que verdaderamente te importa. Crees que conoces muy bien las necesidades del sexo opuesto pero nunca te dan la razón, y te demuestra así que no te aman. Sientes miedo al perder el control de ser juzgado y evaluado por otros, y perder la credibilidad que otros tienen en ti.
Las buenas noticias
Conforme vayas sanando tu herida de traición dejarás de comportarte de
manera controladora sobre los demás y comenzarás a actuar como líder desde tu auténtica esencia. Al llegar a ser una persona más completa, también te comportarás de manera más íntegra y holística como líder.
Ya no necesitarás demostrar tu fuerza para controlar las situaciones, los
comportamientos más naturales en ti serán
• Ser un jefe o líder más tolerante y abierto, que no impone sus
puntos de vista a los demás. • Usarás tu labia para ayudar a los demás, más que para llevártelos a tu terreno. • Tu fuerza natural impulsará el talento natural en otros, en lugar de reprimirlo. • Tu capacidad de toma de decisión seguirá siendo igual de contundente, pero ahora darás más espacio a la reflexión y considerarás nuevos puntos de vista. • Aprenderás a delegar el trabajo y a no tener que supervisar constantemente cada detalle. • Desarrollarás tu confianza en los demás y tu capacidad de aceptación de las maneras de proceder de cada uno, aunque no sean las que tú emplearías. • Cuando te veas amenazado, ya no te sentirás débil, entenderás que puedes aprender mucho de esa situación. • Aumentará tu capacidad para admitir errores. • Usarás tu encanto natural para ser amable y no para controlar. • Te permitirás ser vulnerable y observar tus miedos sin pensar que eso sea una debilidad, sino, más bien, una condición de ser un ser humano.