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, Mayo 03 de 2021
Querido Pastor
Tu has visto mi caminar como creyente hasta ahora y tengo mucho que agradecerte en
cuanto a tu testimonio cristiano y también en cuanto a la formación que como niño en la fe he
recibido, cosas por las cuales estoy sumamente agradecido y por las cuales lo estaré siempre,
es una tarea que no ha sido fácil y es una lucha contra el pecado que me ha costado mucho y
en la cual muchos han aportado, de la misma manera que muchos han aportado en mi
santificación personal y han estado ahí para apoyarme aun en los momentos más difíciles de
mi caminar cristiano hasta ahora.
La razón por la cual me encuentro luchando es por algunas afirmaciones bíblicas que
han chocado con la práctica que realizamos y por eso quiero exponértelas para que ellas
queden sentadas y para que si Dios lo tiene a bien estas puedan también ser luz para tu
ministerio y vida y de esta manera el Señor que es digno de toda gloria sea honrado en
nuestras prácticas.
Se que la citación de estos versículos es muy amplia así que por favor tu coloca si
tuenes a bien solo las citas y no los versos completos porque se vuelve muy extensa y
probablemente el pastor no querrá leerla.
Todos estos versos nos muestran algunas verdades en las que quiero poder recaer:
He notado que aunque de manera un poco mas emotiva y sutil, gran parte de la iglesia
cristiana de nuestros días hace lo mismo, ya no promocionando perdón o entregando
indulgencias sino más bien promocionando milagros, bendiciones y compromisos de Dios que
Él en realidad nunca ha adquirido con nadie y mucho menos cuando se trata de asuntos
materiales. Si pensamos que Dios devuelve al ciento por uno y lo usamos como una forma de
incentivar a la iglesia para que dé, entonces la conclusión natural es que las personas aunque
darán, también estarán centrando su vida en el aquí y ahora, llámese sanidad, un milagro,
economía o lo que sea, ellos no estarán haciendo tesoros en el cielo y buscando su mejor vida
allá sino aquí y entonces contradecimos las palabras de Cristo cuando dijo:
El principio que por lo que veo en la Escritura podemos obtener de los mandatos de
Dios con respecto al dar es “da de lo que ya te dí” por eso Dios no se compromete en nada con
nosotros porque dimos de lo que ya nos dio, además de esto entiendo por la biblia que Dios no
esta comprometido con nuestra salud, o provisión o futuro, y que todo lo que podemos recibir
de eso lo recibimos por gracia, porque Él ya dio lo mas valioso de la existencia, dio lo que
cuesta más que cualquier objeto material, y nos salvo en Jesus, lo que es mayor que cualquier
cosa que podemos recibir en este mundo.
Veo en la Escritura que nunca se trato de mi sino de Él, que su rescate a mi vida vino
porque Él quiso y que no puedo ganarlo o comprarlo porque es incalculable (Salmo 49.8), por
eso recibo por gracia cualquier bien adicional que quiera hacerme.
En torno a esto he entonces estado buscando un nuevo lugar donde poder suplir este
deseo de comprender mejor la Escritura de Dios y las doctrinas que el autor de Hebreos
menciona como “rudimentos” de la fe.
Quiero agradecer mucho el cuidado pastoral y familiar que he recibido hasta ahora y
aunque tardé un poco en escribirles sobre esto, lo hago después de ponerlo en oración y sin el
deseo de ser irreverente o rebelde porque sabe Dios que la motivación que tengo es celosa de
su verdad proclamada en su palabra y no obedece a deseos personales u orgullosos sino a
deseos honestos primeramente para con Él.
Ruego no dejen de orar por mi y por mi familia como también yo lo hago por el gran
aprecio que les tengo como discípulo hasta este momento.