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delfines
Contenido
Índice
Introducción
Aprendizaje y cognición
Atracción y cortejo
Sistema de
apareamiento
Cuidados parentales
Competencia, agresión
y conciliación
Migración y emigración
conclusión
Hasta que el género humano no les tomó la delantera, los delfines eran
probablemente las criaturas con mayor volumen cerebral, y tal vez con mayor
inteligencia, del planeta.
Rosa Hilda
La inteligencia de los delfines
Fernández
Introducción
A la inteligencia del hombre se le ha querido
asimilar la de los delfines. Las primeras
investigaciones comenzaron en 1955, en el acuario
marino de Florida. Las emprendió John Lilly, quien
se hallaba convencido de la inteligencia de los
delfines y de su lenguaje, que él creía enriquecido
con un vocabulario complejo. Arrastró en su
empeño a la Armada estadounidense en los años
sesenta. Se suponía que esos cetáceos, entrenados de
manera adecuada, se convertirían en piezas óptimas
La inteligencia
de la maquinaria militar. fuese para detectar minas,
alertar de la presencia de misiles y otros objetivos.
de los delfines
Pero Lilly cayó en extremismos disparatados: desde
defender la capacidad de los delfines para la Pese a los avances de la
comunicación con seres extraterrestres hasta darles ciencia, dicen los
LSD con el fin de hablar con ellos. Del inevitable investigadores, gran parte
desprestigio salvó la investigación Lou Herman, de la cognición de los
quien, en 1970, mostró que los delfines podían delfines sigue siendo un
comprender dos lenguajes artificiales, uno basado en misterio. Los científicos
sonidos electrónicos y otro en mímica con las estudian cómo romper la
manos. Avanzó también que captaban una suerte de barrera comunicativa
gramática y sintaxis. entre delfines y humanos.
Lenguaje corporal
Los delfines se comunican con el cuerpo además de con sonidos.
Cuando un delfín oscuro salta fuera del agua frente a la costa de la
Patagonia podría estar enviando una señal a sus congéneres: aquí
hay buena comida, venid.
Introducción
1.2 Formulación
1.3 Sistematización
1.5 justificación
Época de reproducción de los delfines. Por lo general, los delfines se aparean durante las épocas
más cálidas (primavera-verano), por lo que migran hacia las zonas más templadas para ello. No
obstante, no existe una única época de celo de las hembras delfín, sino que pueden ovular de
dos a siete veces al año, dependiendo de la especie. Son poliéstricas estacionales, por lo que su
época reproductiva acostumbra a ocurrir entre la primavera y el otoño.
Los delfines son polígamos y los machos pueden aparearse con varias hembras durante el
mismo día. Además, mantienen relaciones sexuales por placer.
El apareamiento vientre contra vientre permitiría a los machos empujar a las hembras hacia
arriba, utilizando la superficie del agua como barrera. Si ambos miran en la misma dirección «el
macho mueve su pene alrededor del cuerpo de la hembra»
«Los machos pueden mover el pene». Necesitan este control tan increíble para navegar por la
compleja estructura vaginal de las hembras. En algunas especies de delfín se presentan vaginas
con numerosos pliegues, característica que podría tener la función de decidir si el esperma del
macho llega hasta el óvulo o si se queda en un callejón sin salida. Se podría decir que la vagina
del delfín está llena de maniobras de distracción.
El pene del delfín es fibroelástico, lo que significa que el tejido eréctil está lleno de colágeno y
elastina y puede emerger rápidamente. Este diseño podría resistir mejor a la fuerza de arrastre
del agua, que probablemente ha influenciado la estructura del pene. El apareamiento en sí solo
lleva unos momentos. La selección natural podría favorecer a los machos de delfín «que pueden
liberar su esperma rápidamente», debido a la dificultad de mantener estas posiciones y al hecho
de que los delfines tienen que salir a la superficie para respirar.
Las hembras pueden negarse por no encontrarse fecunda o por esperar a un compañero más de
su gusto; los machos no pueden obligarla. Un triste suceso que a veces pasa es que un conjunto
de machos enamorados pueden empezar a perseguir a una hembra con cría hasta que la cría, no
pudiendo mamar por el bullicio de la huida y exhausto por la misma, muere.
curiosidad
Las mamás delfín cantan a sus
Capitulo IV crías cuando aún están en el
útero.
2.3 marco teórico
Cuidados parentales
Una vez producida la fecundación, los delfines empiezan a desarrollarse dentro del vientre de su madre,
donde se encuentran rodeados de una placenta conectada al cordón umbilical. En este sentido, el período
de gestación de la cría dentro del vientre es de 12 meses, aunque puede variar dependiendo de la especie
siendo más o menos largo.
La hembra gestante, durante el periodo de su embarazo. La futura mamá delfín tenderá a comer una
mayor cantidad de comida, tanto para garantizar el adecuado desarrollo del feto como para poder
alimentarlo correctamente una vez nacido. Por otro lado, en algunas especies, como el delfín nariz de
botella, se ha observado que las hembras gestantes migran a zonas más cálidas para dar a luz allí,
buscando un clima más templado y huyendo de las corrientes de agua frías.
Al contrario que los seres humanos, por ejemplo, las crías de delfín no asoman la cabeza al momento de
nacer, sino que salen a través del orificio vaginal mostrando primero la cola y luego el resto del cuerpo.
Una vez que el delfín ha salido por completo, se rompe el cordón umbilical y la cría sube a la superficie en
busca de oxígeno. Todo este proceso puede durar entre 40 y 60 minutos, aunque en ocasiones se extiende
hasta tres horas.
Puesto que durante el parto la hembra pierde una gran cantidad de sangre, muchos depredadores podrían
aprovechar el momento para cazarla a ella y a su cría. Sin embargo, los delfines son de los pocos animales
que asisten los partos. Así, cuando nacen los delfines, los miembros del grupo se colocan alrededor de la
hembra para protegerla. Durante este proceso, una o varias hembras suelen acercarse para comprobar
que todo va bien y asistir al delfín que está pariendo si lo necesita. Las hembras paren una solo cría cada
2-3 años en función de la especie, siendo poco habitual que tengan dos crías a la vez.
Los delfines tienen la capacidad de crear vínculos sociales para cazar y reproducirse, pero también para
criar a los recién nacidos. (de diciembre a febrero) y principios de otoño (marzo), aumenta el número de
hembras en aguas tranquilas y poco profundas, justo el momento que coincide con los nacimientos. “En
esos meses las hembras forman grupos como guarderías con otras hembras adultas y sus crías, donde
descansan y cuidan juntas a sus pequeños”. los ciclos temporales en los vínculos sociales que establecen
las hembras de delfín para evitar a los depredadores y el acoso de los delfines macho.
Puede parecer poco creíble, pero, así como algunas mujeres embarazadas hablan con sus bebés cuando
aún están en el útero, los delfines hacen lo mismo con sus crías. Antes de suponer cualquier cosa,
recordemos que el cerebro de los delfines es un 25% más pesado que el del humano y que también tiene
dos hemisferios, sin embargo, se dividen en cuatro lóbulos en lugar de tres.
durante las primeras dos semanas os bebés delfín no desarrollan su propio silbido hasta que cumplen unos
de vida, los otros animales adultos dos meses, así asumiendo que ese será su “nombre”.
bajan la intensidad de sus silbidos,
mientras que la mamá la mantiene "Lo que pueden estar haciendo los otros delfines al permanecer callados
elevada. Una vez que la mamá deja (durante las dos primeras semanas) es evitar que la cría aprenda el
de realizar estos sonidos, los otros silbido equivocado (y no pueda identificar a la madre)", le dijo Ames a la
empiezan a producir sus propios revista Live Science.
silbidos con una intensidad más
alta. la madre delfín ayuda a su bebé a nadar hasta la superficie, lo acompaña
suavemente, esto es para que busque su alimento. La cría por su propia
Cuando un delfín está esperando naturaleza busca las glándulas mamarias ubicadas en sacos en la parte
bebé, hay otros delfines que le trasera de la madre.
cuidan como si fueran parteras.
Pueden ser amamantados por 12 o 18 meses, en cuanto nacen lo hacen,
pero este debe salir a la superficie para respirar. Luego que pasa la etapa
de los primeros meses de vida en donde solo se alimentaba de leche
materna, estos aprenden a cazar su alimento por ellos mismos,
aprenden de los delfines que están en la manada. Luego Se vuelven
carnívoros, se alimentan de peces, pulpos, moluscos.
Los delfines no mastican solo engullen.
Capítulo V
2.4 marco teórico
Competencia, agresión y conciliación
Los delfines pueden competir, agredirse o conciliarse por diferentes motivos, como la
búsqueda de comida, el apareamiento o por migración.
Cuando se trata de la época de cría, existe una gran competencia por las hembras. En la década
de 1980, Connor y sus colegas fueron los primeros en documentar un delfín macho siendo
agresivo con una manada de hembras fértiles de Australia en Shark Bay. Las hembras eran
“pastoreadas” mientras trataban de escapar. Uno de estos eventos de “pastoreo” comienza
cuando dos o tres machos capturan una hembra, según los autores. Luego van juntando más
hembras y las persiguen bloqueándoles el camino, hasta por 7 kilómetros. Con el tiempo se hizo
evidente que los machos se asocian con frecuencia para este tipo de eventos, pudiendo
congregar hasta 14 machos.
La resistencia de las hembras podría deberse a la violencia con la que los machos las reúnen. Pero
no es la única oportunidad en que los delfines se muestran violentos. Durante 1996 y 1997, 37
jóvenes delfines fueron encontrados muertos en las costas de Virginia. Una autopsia reveló que
la causa de muerte había sido “severo trauma por objeto contundente".
Las lesiones las tenían principalmente en la cabeza y en el pecho, y tenían múltiples fracturas de
costillas, laceraciones pulmonares y contusiones de tejidos blandos, según se lee en el estudio
publicado en 2002. Encontraron pruebas de que los responsables de dicho acto habían sido
delfines adultos. Se ha observado delfines adultos golpear delfines bebés para que mueran y así
causar un nuevo estado de celo en las madres. En 2013, los investigadores vieron delfines machos
atacan a un bebé recién nacido cerca de las costas de Virginia. Las hembras, entonces, se aparean
con varios machos para así evitar que los machos maten a las crías por pensar que no son sus
hijos. De esta manera aseguran la supervivencia de sus crías.
Otro comportamiento inquietante de los delfines tiene que ver con la alta tasa de endogamia,
que es mayor a la esperada por azar. Un análisis de paternidad de 2004, encontró que la
población de Shark Bay practicaba incesto. Un macho, conocido como BJA, fue padre en 1978 y
luego se apareó con su propia hija en 1993, 15 años después.
De acuerdo con la teoría de nicho, especies simpátricas con requerimientos ecológicos compiten
por los recursos, su coexistencia requiere en alguna medida de la repartición de recursos, tales
como la segregación de hábitat o el uso de diferentes recursos alimenticios dicha repartición
parcial de los recursos puede ser afectada por las diferentes preferencias de microhábitats,
variaciones temporales en el uso de hábitat, adopción de diferentes tácticas en la obtención de
alimento, y por la preferencia de diferentes presas o el tamaño de las mismas.
Especies simpátricas pueden además explotar recursos conjuntamente por medio de la
formación de asociaciones en grupos mixtos. Especies mixtas o asociaciones poli específicas son
agregaciones temporales de individuos de diferentes especies que se ven envueltas en
actividades similares por periodos de tiempo que pueden durar desde algunos minutos a horas,
días o incluso años. Estas asociaciones son muy comunes en aves, primates y cetáceos.
Se han propuesto varias hipótesis para explicar la formación de estas asociaciones. Entre las
principales están:
a) la evasión a depredación,
b) optimización de la caza de presas,
c) ventajas sociales
(Stensland et al. 2003). La hipótesis de evasión a depredación, establece que los individuos se
benefician de la asociación incrementando sus habilidades para detectar y evadir depredadores.
Sabiendo que la competición inter-específica es limitada, grupos de especies mixtas pueden ser
más grandes que los grupos uniespecíficos, lo que provee seguridad. La hipótesis de optimización
de la caza de presas, propone que los individuos se pueden beneficiar de la asociación al
aumentar su capacidad para detectar y explorar áreas de recursos alimentarios ricos en presas
con distribución agrupada (Norris & Dohl 1980, Scott & Cattanach 1998, Stensland et al. 2003).
Una de las predicciones de esta hipótesis es que hay un tamaño de grupo efectivo que promueve
la eficiencia de cacería. La hipótesis de ventajas sociales establece que los participantes de la
asociación deben ganar alguna ventaja social o reproductiva, tales como el aumento de su ámbito
de acción, uso de diferentes hábitats, y la práctica de comportamientos sociales (Stensland et al.
2003, García et al. 2000; Herzing et al. 2003).
Scott y Chivers (1990) propusieron que la formación de grupos inter-específicos es más común
en especies de aguas oceánicas, donde el riesgo de depredación es considerablemente más alto,
y las presas comúnmente se agregan en grandes escalas (Norris & Dohl 1980; Wells et al. 1987).
Sin embargo, Frantzis y Herzing (2002) reportan que, en el Mar Mediterráneo, la frecuencia de
asociación de delfines comunes con delfines rayados está inversamente relacionada con su
abundancia y no con la de los recursos. La formación de grupos inter-específicos también ha sido
documentada en aguas costeras. En aguas costeras la depredación se cree que es menor, y que
la distribución de los recursos alimentarios es más estable y uniforme (Scott & Chivers 1990). En
el caso de grupos inter-específicos costeros las ventajas sociales de dichas asociaciones pueden
ser mayores al incrementar el ámbito de acción, uso de diferentes micro-hábitats, y la práctica
de comportamientos sociales. Sin embargo, en ocasiones estas interacciones sociales incluyen
comportamientos agresivos que pueden conllevar a la muerte.
La temporada de apareamiento suele ser en primavera, y durante este periodo, los delfines
machos compiten vigorosamente entre ellos para demostrar su fuerza y tamaño.
La comunidad les sirve a los para la protección, porque de este modo les es más fácil defenderse
cuando se les acercan los depredadores. Los adultos machos pueden recorrer las zonas más
alejadas del grupo para prevenir los ataques, además, ellos suelen explorar nuevos territorios u
objetos desconocidos y transmitírselo al grupo. Por otro lado, se ayudan cuando hay algún
miembro herido, pueden apoyarlo físicamente y conducirlo hasta la superficie para que pueda
respirar. Tienen un gran sentido del compañerismo y son animales muy sociales que necesitan la
interacción para cazar, reproducirse o defenderse.
Se puede ver la interacción de los delfines y su comportamiento, por ejemplo, en sus juegos.
Tanto los jóvenes como los adultos, se persiguen y se divierten. Asimismo, tienen contacto físico
entre ellos con caricias, roces, nadando en cercanía o con algunos golpes. Si pensamos en la
comunicación entre delfines, ellos la hacen a través de silbidos o vocalizaciones, además de
señales no verbales, como la postura o el tacto.
Alianzas estratégicas
Estos pueden organizarse en pares o tríos para capturar e incorporar a su grupo hembras fértiles
de otra población. Para impedir que otros machos se acerquen, "acompañan a las hembras en
cortejos que pueden durar más de un mes", explicó el investigador estadounidense Richard
Connor, quien viene estudiando delfines en Australia desde hace dos décadas.
En una segunda respuesta, los animales pueden organizarse en equipos de entre cuatro y 14
machos que defienden al grupo o lanzan ataques contra otras poblaciones para capturar
hembras. Los investigadores señalan que, al igual que en las comunidades de chimpancés, los
machos en estas poblaciones de delfines tienen un rol defensivo.
En una tercera posibilidad, los mamíferos de diferentes grupos se juntan para crear un gran
ejército de delfines que trabajan juntos para defender a sus hembras de la agresión de otros
grupos muy numerosos.
Sociedades complejas
para vivir en sociedades de este tipo, Constantemente deben decidir si un animal no familiar es
potencialmente un aliado o una amenaza.
"Una de las ideas más aceptadas es que la evolución de cerebros grandes fue impulsada por
relaciones sociales complejas", Cuando se encuentran con delfines de otro grupo, los mamíferos
no reaccionan automáticamente con agresión, adoptando una actitud de "nosotros contra
ustedes".
En cada caso, los animales deciden cuándo mostrar agresividad y cuándo comportarse en forma
amigable para crear alianzas. En algunas ocasiones, los delfines incluso abandonan la lealtad a su
grupo original y se unen a otra población. Hasta ahora, los seres humanos y los delfines son los
únicos seres vivos en los que se han observado estos múltiples niveles de alianzas.
Capítulo VI
2.5 marco teórico
Migración y emigración