Donna Grant. - Reapers 09 - Dark Alpha's Temptation

SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
DARK ALPHA’S TEMPTATION
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
Índice
Argumento ........................................................................................................................ 3
Capítulo 1 ......................................................................................................................... 4
Capítulo 2 ......................................................................................................................... 9
Capítulo 3 ....................................................................................................................... 14
Capítulo 4 ....................................................................................................................... 20
Capítulo 5 ....................................................................................................................... 26
Capítulo 6 ....................................................................................................................... 32
Capítulo 7 ....................................................................................................................... 37
Capítulo 8 ....................................................................................................................... 43
Capítulo 9 ....................................................................................................................... 49
Capítulo 10 ..................................................................................................................... 54
Capítulo 11 ..................................................................................................................... 59
Capítulo 12 ..................................................................................................................... 65
Capítulo 13 ..................................................................................................................... 71
Capítulo 14 ..................................................................................................................... 76
Capítulo 15 ..................................................................................................................... 81
Capítulo 16 ..................................................................................................................... 87
Capítulo 17 ..................................................................................................................... 93
Capítulo 18 ..................................................................................................................... 98
Capítulo 19 ................................................................................................................... 102
Capítulo 20 ................................................................................................................... 108
Capítulo 21 ................................................................................................................... 113
Capítulo 22 ................................................................................................................... 119
Capítulo 23 ................................................................................................................... 126
Capítulo 24 ................................................................................................................... 131
Capítulo 25 ................................................................................................................... 136
Epílogo.......................................................................................................................... 140
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Argumento
No hay forma de escapar de un Reaper. Soy un asesino de élite, parte de una hermandad
que sólo responde ante la Muerte. Y cuando la Muerte diga que tu tiempo se ha acabado, iré
a por ti...
Llevar las órdenes de la Muerte es mi único deber. Nunca he tenido motivos para
cuestionarla, aunque no esté de acuerdo. Pero la fiereza y la fuerza de voluntad de Kyra
arrojan luz sobre mi misión. Ella aleja la oscuridad de mi mundo. Las respuestas a los
objetivos de los Otros están en su pasado. Por Kyra, me arriesgaré a ir en contra de los
deseos de la Muerte. Por ella... lucharé contra el pasado y el futuro mismo.
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Capítulo 1
Drumshanbo, Irlanda
Junio
Era bueno tener razón.
Por otra parte, Kyra siempre tenía razón. El pub estaba más lleno que de costumbre, pero
no prestó atención a los clientes mientras se tomaba de un trago el whisky y dejaba en
silencio el vaso vacío sobre la barra antes de abrirse paso entre la gente hasta la puerta
lateral.
Su objetivo no la vio. Aunque se aseguró de que no ser vista. Era un don que su tía le había
enseñado, y Kyra le daba un buen uso a esa habilidad. Aún así, nunca imaginó que
utilizaría su talento para seguir a un Reaper.
Se escabulló fuera del pub en la noche de verano. Drumshanbo podría ser una pequeña
aldea, pero era una meca para los viajeros ya que estaba perfectamente situada y contenía
bosques, colinas y lagos, así como las Iron Mountains.
El Reaper se detuvo. Kyra se escabulló en un callejón cercano y esperó varios segundos
antes de salir como si no le hubiera estado siguiendo. El Reaper se había ido. No era la
primera vez que le perdía, así que no se sintió para nada desconcertada por ello.
Kyra sintió que estaba siendo observada. Sin duda por el mismo Reaper. Sonrió en su
interior y caminó hacia su moto. Se ajustó el casco y se puso los guantes antes de arrancar
la máquina. Algo había llevado al Reaper a Drumshanbo, y ella iba a averiguar qué era.
Aceleró el motor antes de comprobar su punto ciego y salir al tráfico. No pasó mucho tiempo
antes de que Kyra saliera de la aldea y se encontrara en las oscuras y sinuosas carreteras.
Orientó su moto hacia las montañas. La cabaña que había elegido estaba fuera del camino,
lo que significaba que no había razón para que nadie pasara por delante de ella.
La verdad era que le gustaba estar en la cumbre de la colina. Disfrutaba de la vista, pero
en realidad le gustaba que le recordara las historias que su tía le contaba sobre el Reino
Fae y todas sus maravillas.
Kyra aparcó la moto al lado de la casa de campo y se dirigió a la puerta. Se detuvo, poniendo
su mano contra el borde de la puerta para sentir las protecciones que había colocado. No
habían sido perturbadas. Su magia no era excepcionalmente fuerte, pero era capaz de hacer
una multitud de cosas que otros Fae no podían hacer. Además, no importaba lo fuerte que
fuera su magia porque dudaba que hubiera algo que pudiera mantener a un Reaper fuera
si quería entrar a toda costa.
Dio un pequeño empujón con su magia, y la puerta se abrió, deshaciendo tanto el bloqueo
humano como el de los Fae. Puso su casco, guantes y llaves en la pequeña mesa entrando
por la puerta antes de quitarse la chaqueta y pasarse los dedos por el pelo. Hubo un golpe
contra su pierna antes de que un miau la alcanzara. Kyra se inclinó y rascó al gato detrás
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de las orejas. El pequeño cachorro había aparecido el primer día que Kyra llegó, y el animal
había estado viniendo desde entonces. Kyra no tenía ni idea de cómo el gato seguía
entrando, pero en realidad, era agradable volver y encontrar al animal allí. No es que el gato
se quedara. Sólo lo suficiente para comer, tal vez tomar una pequeña siesta, y luego el
animal se iba hasta el día siguiente.
"¿Tuviste un buen día?" Kyra preguntó mientras cogía el gato y entraba en la cocina.
El gato ronroneo fuertemente, frotando su cabeza contra el mentón de Kyra. Se rió mientras
sacaba la lata de comida para gatos del armario. El gato saltó de sus brazos y se enrolló
alrededor de las piernas de Kyra mientras ella servía la comida.
Dejó el plato y se puso en cuclillas junto al animal cuando este empezó a comer. "En caso
de que te lo preguntes, yo también tuve un buen día. Lo volví a ver. Sin embargo, voy a
tener que ser más cuidadosa. No quiero enfadarle antes de tener la oportunidad de hablar
con él"
El gato miró hacia arriba, parpadeando sus grandes ojos verdes hacia ella.
Kyra retorció sus labios. "Deberías verlo. Es... bueno, digamos que hace girar la cabeza".
El gato se lamió el hocico y simplemente se quedó mirando.
Kyra puso los ojos en blanco y se enderezó. "Está bien. Es bochornosamente magnífico. ¿Es
eso lo que quieres que diga?"
En respuesta, el gatito volvió a comer.
Kyra suspiró y caminó hacia el escritorio. Extendió las fotos que había tomado del Reaper.
No necesitaba el artilugio humano para recordar su cara, pero le gustaba poder mirar las
fotos de él. Deseaba saber su nombre. Era alto y ancho de hombros y caminaba con una
confianza que hacía que los demás le dieran un amplio margen. Usaba el glamour para
proteger sus ojos y su pelo alrededor de los humanos, pero ella había llegado a ver su
verdadera coloración.
Profundos ojos carmesí que no mostraban ni una onza de misericordia. Cabello negro con
plata entretejido a lo largo de la gruesa longitud que era más larga en la parte superior y
más corta en los lados.
Ella debería tener cuidado con él. No solo era un Reaper, sino que también era un Dark.
Esas dos cosas deberían haber sido todo lo que ella necesitaba para mantenerse alejada.
En vez de eso, se había encontrado embelesada. Completamente enamorada.
Totalmente encaprichada.
Había sido por puro accidente que había descubierto que había Reapers. Y si los siete -
junto con la única hembra Dark- no hubiesen estado luchando contra una docena de
criaturas de piel pálida en el Castillo de los Light, la hubiesen notado. Afortunadamente,
su atención había estado en las bestias, lo que le permitió ver la batalla, algo que
probablemente nunca volvería a ver.
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Kyra conocía las caras de los siete Reapers, pero la que ella seguía era la que se destacaba
para ella. No tenía nada que ver con sus labios besables, sus ojos penetrantes, o su
asombroso cuerpo. Era una mentira que ni siquiera podía decirse a sí misma. Había algo
en la cara del Reaper que había atraído a Kyra al instante.
Quizás hubiera tenido más suerte siguiendo a la mujer Dark con sus largas trenzas y sus
rojas uñas.
Kyra negó con la cabeza. En el momento en que sus ojos habían caído sobre su Reaper, no
había podido apartar la vista. Había luchado como un hombre salvaje. Era salvaje y feroz,
y ella no había sido capaz de mirar a nadie ni a nada. No le había dado cuartel a las bestias.
Y Kyra tenía la sensación de que su Reaper miraba el mundo así como así.
Sin cuartel.
Sin perdón.
Su mirada pasó por encima del rostro en la foto. Mejillas huecas, labios finos, nariz regia y
una mandíbula cuadrada. Era un rostro que nunca olvidaría. También era uno que nunca
compartiría con nadie más.
Los Fae, en general, tenían miedo de los Reapers. Algunos no creían que los Reapers fueran
reales, mientras que otros estaban totalmente convencidos de su existencia. Como todos
los niños Fae, a Kyra le habían contado las historias cuando era niña. Había temido a los
Reapers durante gran parte de su vida, pero después de un tiempo, cuando no encontró
ninguna prueba de ellos, ese terror comenzó a disminuir.
No fue hasta la batalla en el Castillo de los Light que se dio cuenta de que los Reapers eran
reales. Para ser justos, al principio no sabía quiénes eran los siete guerreros, pero no tardó
mucho en darse cuenta.
¿La hembra Dark que luchaba con ellos? Bueno, esa era otra pieza del rompecabezas que
Kyra aún no había resuelto. Finalmente lo haría, pero ahora mismo, su atención estaba en
su Parca y en averiguar todo lo que pudiera sobre él.
Era peligroso. Ella lo sabía, pero no había mucho en su vida que no lo fuera. Había estado
viviendo al margen del mundo de los Fae durante siglos, interactuando con ambos bandos
y obteniendo información que podía transmitir. La mayoría de las veces, trataba más con
los humanos, pero aún así se aseguraba de ir al Castillo de los Light con frecuencia para
estar al tanto de lo que pasaba con los Fae.
El Castillo era un centro de información para los Light. Todo lo que Kyra tenía que hacer
era pasar un rato allí de unas horas, y podía aprender todo tipo de jugosos chismes. La
mayoría eran tonterías, pero siempre se llevaba una o dos gemas.
Dejó la foto y se inclinó hacia atrás en la silla para apoyar sus pies en el borde del escritorio.
Su madre había querido que fuera una dama de verdad. Era lo esperado de cualquier mujer
de su familia, pero Kyra se había rebelado. Quería seguir su propio camino. Su padre le
había seguido la corriente, pero su madre había luchado con ella por cada pequeña cosa
hasta que Kyra no pudo soportarlo más.
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Fue entonces cuando su tía intervino. Eva había pasado por algo muy parecido a Kyra, así
que su tía había decidido tomar el asunto en sus propias manos. Fue Eva quien se aseguró
de que Kyra mantuviera una relación con sus padres. También fue Eva quien le enseñó a
aceptar lo que la hacía diferente, pero también a aceptar y amar lo que la hacía parte de su
familia.
Kyra extrañaba profundamente a Eva. Su tía había desaparecido hacía más de un siglo. No
era típico de Eva, por lo que Kyra había sabido que algo andaba mal. Pero no importaba
dónde mirara, no importaba a quién le preguntara, nadie tenía respuestas. Era como si Eva
hubiera dejado de existir un día.
Había respuestas, y Kyra iba a encontrarlas. Había una posibilidad de que los Reapers
pudieran saber algo. Era una posibilidad remota, pero en este punto, Kyra estaba buscando
cualquier cosa. Si tan sólo pudiera aprender más sobre los Reapers antes de acercarse a
ellos. Sin embargo, había muy poco que seguir, y menos aún que alguien supiera.
Había preguntado por ahí y obtuvo una respuesta distinta sobre los Reapers de casi todas
las personas con las que había hablado. Nadie parecía saber nada con seguridad. Y como
ella era la única Light que de alguna manera había conseguido ver la batalla contra las
criaturas, nadie sabía de qué estaba hablando.
Arrugó la cara al pensarlo. Probablemente fue la peor idea que tuvo. Sólo superada por la
de que decidió seguirlo en primer lugar.
Kyra le había visto pelear. Sabía exactamente de lo que era capaz y lo rápido que se movía.
Sin duda tenía otras habilidades que ella no conocía. Eso la había llevado a preguntarse
cuánto tiempo podría seguirle sin que él lo supiera. Ella era buena, pero él era un Reaper.
Kyra se quedó sin aliento. Lo mejor sería que ella olvidara a su Reaper. Dejarlo ir por su
camino mientras ella lo hacía por el suyo. Sí. Eso sería lo más inteligente.
Pero no lo haría.
Lo sabía con la misma certeza que sabía que nunca se pondría un par de tacones altos.
Había algunas cosas que no eran típicas de ella, y rendirse era una de ellas.
Aunque su verdadera motivación para seguir a su Reaper era obtener respuestas, eso no
era todo. De hecho, ella estaba bastante segura de que lo estaba siguiendo simplemente
porque no podía dejar de seguirlo.
"Oh, a mamá le encantaría escuchar eso", se dijo a sí misma con un giro de ojos.
Si tan sólo pudiera encontrar una fuente confiable para contarle más sobre los Reapers.
Ella quería detalles. Todos los detalles. Especialmente sobre un Reaper Oscuro con manos
grandes y hombros anchos y ojos rojos en los que no podía dejar de pensar.
Cerró los ojos mientras su cuerpo palpitaba de deseo, una necesidad que se extendía hasta
el alma. Era lo mismo cada vez que pensaba en él. También había sucedido la primera vez
que le vio. Como si un interruptor hubiera sido accionado en el momento en que su mirada
se posó en él.
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Casi como si ella hubiera... cobrado vida... al verlo. Sólo pensaba en él. ¿Y sus sueños? Las
cosas que él le hacía en sus fantasías provocaban que temblara de necesidad.
Kyra se puso de costado e intentó ignorar su cuerpo, pero sabía que era inútil. No podía
dormir hasta que se aliviara un poco. El ansia volvería por la mañana, pero al menos tendría
unas pocas horas de descanso.
Se echó de espaldas y dejó que los pensamientos de su Reaper llenaran su mente mientras
su mano se deslizaba entre sus piernas.
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Capítulo 2
Le estaban siguiendo. Dubhan estaba seguro de ello. Pasó la mayor parte del día poniéndose
en posiciones en las que podía ver a quienquiera que fuera.
Le había llevado más tiempo del que quería admitir, pero una vez que se dio cuenta de que
la mujer seguía cambiando su pelo y sus ojos pero no sus rasgos, fue capaz de encontrarla.
Se sorprendió de que no hubiera usado el glamour para su cara o su cuerpo.
Dubhan había querido enfrentarse a ella, pero había decidido esperar. Ella debía saber que
él sospechaba de ella porque poco después se había marchado de la zona en moto. Le
intrigaba por qué no utilizaría su magia para teletransportarse, pero eso no era lo único
que le fascinaba.
No le había llevado mucho tiempo localizar a la Fae después de que ella se marchara. Estaba
fuera de la pequeña cabaña en la cima de la montaña. Todo lo que ella hizo le recordaba a
un humano, casi como si prefiriera ser uno en vez de un Fae.
Más preocupante era por qué ella le seguía. Por alguna razón, ella le había elegido, pero él
no podía entender por qué o cómo. Como Reaper, él podía velarse indefinidamente. Sin
embargo, eso no parecía disuadir a la hembra.
De hecho, ella había logrado localizarlo a pesar de sus intentos de despistarla. Era como si
de alguna manera hubiera encontrado una manera de vincularse a él. Pero eso era
imposible.
¿No?
Él se asomó a la ventana mientras ella caminaba por la casa. No pasó mucho tiempo antes
de que saliera del baño con el pelo cambiado de nuevo. Los colores y estilos salvajes
deberían hacerla resaltar, pero en un mundo en el que los humanos experimentaban con
todo tipo de color de pelo, ella encajaba perfectamente.
Dubhan dio un paso hacia la puerta para confrontarla, pero luego dudó. No quería
involucrarse en lo que fuera que esta hembra estaba haciendo. Había otros asuntos
importantes que atender, a saber, conseguir una ubicación de Xaneth.
Aunque, si Dubhan fuera sincero, sospechaba que el Light Fae Real estaba muerto, y que
Usaeil, la Reina Light, había conseguido de alguna manera asegurarse de que la Muerte -y
por tanto los Reapers- no pudieran localizar su cuerpo.
Dubhan se quedó sin aliento. Todo estaba muy jodido. Con Usaeil ahora muerta, las cosas
deberían haber vuelto a la normalidad, pero él estaba empezando a pensar que eso no iba
a suceder.
Los Light no eran los únicos que no tenían un gobernante. Los Dark también se
tambaleaban desde que Balladyn, su rey, había sido asesinado nada menos que por Usaeil.
A Dubhan le había gustado Balladyn, principalmente porque había hecho grandes cosas
para los Dark en el corto tiempo que había estado sentado en el trono.
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"Maldita Usaeil", murmuró enfadado Dubhan.

La Reina Light había engañado a todo el mundo, pero sobre todo a su propia gente. Los
Light no sabían qué hacer con el hecho de que la Reina a la que habían seguido durante
eones había sido Dark casi todo el tiempo. Nadie sabía qué hacer con los Fae. La muerte no
era más que un juez y un jurado para sus almas, y los Reapers eran los ejecutores de la
Muerte. Si Erith había previsto algo de esto, no se lo había dicho. Por otra parte, la Muerte
no les dijo mucho.
Dubhan se pasó una mano por la cara. No importaba lo intrigado que estuviera por la mujer
de la cabaña, había cosas más importantes en juego ahora mismo. Aunque parecía que el
caos se les estaba yendo de las manos.
Para los Reapers, nada había cambiado. Un grupo de siete todavía cosechaba almas para
la Muerte, mientras que el grupo de Dubhan continuaba su búsqueda de Xaneth. Sólo
había un hecho que sabían: que Usaeil se había llevado a su sobrino. Nadie sabía si Xaneth
estaba muerto, si Usaeil lo había convertido en uno de sus Rastreadores, o si Xaneth estaba
siendo retenido en algún lugar.
Aunque Dubhan estaba velado, se congeló en el momento en que la hembra miró por la
ventana en su dirección, sus pensamientos se dispersaron mientras se concentraba en ella.
Ella no podía verle, de eso estaba seguro. Sin embargo, sentía sus ojos sobre él. Había
estado velado en medio de cientos de otros que miraban a través de él, y nunca antes había
experimentado algo así.
¿Quién era esta Fae?
La pregunta seguía corriendo por su mente. Negó con la cabeza. Podía irse en ese momento,
ir a otra parte del mundo o incluso a otro Reino, y acabar con lo que fuera que esta hembra
intentara hacer siguiéndole.
Sin embargo, no se movió.
Algo le mantenía arraigado al lugar. ¿Era la hembra? ¿Era el hecho de que había buscado
en Drumshanbo durante un par de días pero se había quedado porque algo le decía que
podría encontrar una pista que le llevara a Xaneth?
Deseaba tener algunas respuestas porque así no se sentiría tan desorientado. La mujer
salió de la casa y se paró en el porche. Se abrazó y levantó la cara mientras cerraba los ojos.
Se quedó allí durante varios minutos, simplemente permaneciendo.
Dubhan no podía recordar la última vez que había hecho algo parecido. Porque hasta donde
podía recordar, su vida había estado llena de una misión tras otra, antes de morir y
después.
No podía apartar sus ojos de ella. Ella era alta, su forma esbelta. Tenía un rostro en forma
de corazón con ojos que atravesaban cualquier cosa sobre la que cayesen, como si tuviese
que absorber lo que fuese que mirase. Tenía una boca ancha, sus labios delgados pero
increíblemente sexy. Especialmente cuando sonreía, lo que hacía a menudo.
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Y lo hacía libremente. Desde los Fae a los humanos, e incluso a los animales. Había una
cualidad feliz en ella que Dubhan no podía entender del todo. La mayoría de los Fae, tanto
los Dark como los Light, estaban en un estado de shock en ese momento, todos tratando
de averiguar qué hacer y quién gobernaría.
Pronto comenzarían las luchas entre las facciones, donde cada una buscaría tomar uno de
los Tronos. ¿Se vería arrastrada por ello? Dubhan sinceramente esperaba que no. No quería
que nada embotara su sonrisa. La hacía... única.
Como ahora. Simplemente disfrutaba de la paz y los sonidos que llenaban la noche a su
alrededor. Dubhan dejó que sus párpados se cerraran. Luego levantó su cara hacia el cielo.
Al principio, todo lo que escuchó fueron los animales. Luego sintió la brisa en su mejilla. Le
hizo un poco de cosquillas, causando que sonriera. Respiró hondo e inhaló la fragancia de
las flores que le rodeaban, haciendo que entrase otro de sus sentidos.
La tensión empezó a dejar sus miembros mientras estaba de pie bajo la luz de la luna,
absorbiendo todo lo que le rodeaba. No sabía cuánto tiempo estuvo allí antes de darse
cuenta de que podía oír algo más. Era débil, como si algo estuviera latiendo.
Su atención bajó al suelo bajo sus pies. Y se dio cuenta de que estaba sintiendo, oyendo y
sintiendo la magia dentro del Reino.
Siempre supo que estaba ahí, pero era la primera vez que Dubhan la sentía. Atravesaba la
piel, el músculo y el hueso para hundirse en su alma. Fue un momento tan profundo que
le quitó el aliento.
Sus ojos se abrieron de golpe. Quería, no, necesitaba compartir la experiencia con alguien.
Cuando miró hacia donde estaba la hembra, se había ido. Estaba solo en medio de una
experiencia como ninguna otra, y no tenía a nadie con quien compartirla.
Podía decírselo a los otros Reapers, pero ¿cómo podía explicar algo que él mismo no
entendía verdaderamente? Pero sabía que la hembra lo haría.
Dubhan se puso en cuclillas y puso su mano sobre la tierra que aún estaba caliente por el
sol. Empujó la magia a la tierra, devolviendo al Reino lo que le daba a cada ser mágico que
vivía en ella.
Cuando Dubhan se enderezó, ya no se sintió tan desconectado. En todo caso, parecía como
si se hubiera fortalecido. Tampoco estaba tan cansado. Se sentía rejuvenecido.
Dio dos pasos antes de detenerse. Dubhan volvió a la casa. Pensó en teletransportarse
dentro, pero sospechó que había hechizos y guardas. No lo mantendrían fuera, pero le
avisarían de que estaba allí.
Aunque quería saber quién era ella, decidió que otro enfoque podría ser beneficioso. Un
plan echó raíces. Echó un último vistazo a la cabaña antes de regresar a la aldea para
continuar su búsqueda de Xaneth.
Algo lo mantenía en Drumshanbo. Necesitaba averiguar qué era y descubrir si tenía algo
que ver con Xaneth. Permaneció velado mientras caminaba por las calles, mirando dentro
de los edificios, observando a los demás y escuchando las conversaciones.
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Vio a dos Fae-un hombre Light y una mujer Dark-que intentaban hacer que pareciese que
se encontraban casualmente cuando no era así.
"¿Te han seguido? preguntó el macho.
La mujer agitó la cabeza. "¿A ti?"
Él le dirigió una mirada plana. "Todos están tan asustados que nadie en mi familia se dio
cuenta de que me había ido".
"Es así de malo, ¿eh?", preguntó ella.
El macho suspiró y asintió. "Nadie sabe qué creer. La Reina está muerta, Inen no se
encuentra en ninguna parte, la mayor parte de la Guardia de la Reina ha sido diezmada, y
hay división dentro de los Light a medida que la gente empieza a hacer saber que podrían
liderar".
"Eso no suena tan mal como los Dark", respondió la hembra. "Balladyn había empezado a
hacernos confiar, y a las pocas horas de su muerte, todo se ha ido a la mierda. Si alguien
no toma el Trono pronto, los Dark podrían implosionar".
"Maldición. No tenía ni idea"
"Lo mismo podría pasarle a los Light".
"¿Qué demonios nos ha pasado? Antes éramos un pueblo al que había que temer y respetar,
y ahora…”
Se fue yendo sigilosamente, pero Dubhan no necesitaba escuchar el resto. Entendía
exactamente lo que el macho estaba diciendo. Los otrora grandes Fae habían sido puestos
de rodillas. Se necesitaría a alguien especial para volver a levantarles.
Dubhan no sabía quién sería la persona adecuada para liderar a los Dark. ¿Pero a los Light?
Bueno, sospechaba que la Muerte había estado mirando a alguien durante bastante tiempo,
Rhi.
Erith había tomado un interés especial en la Light Fae, pero nunca le dijo a nadie por qué.
Era la Muerte la que le había dicho a Rhi que era su trabajo eliminar a Usaeil. Rhi lo había
hecho, ¿pero a qué coste? Rhi había visto a Balladyn, su amigo y aliado, derribado ante ella
por la Reina.
No le había costado mucho a Dubhan ver la oscuridad que crecía dentro de Rhi. Balladyn
debió haberla visto también. El Rey de la Oscuridad podría haber usado eso a su favor y
convertido a Rhi ya que estaba enamorado de ella. Quizás fue porque Balladyn amaba a
Rhi que no lo hizo.
En cualquier caso, el que Rhi matase a Usaeil y detuviese la pretensión de la Reina de
gobernar tanto a los Light como a los Dark le había quitado a Rhi más de lo que nadie se
esperaba. Si Erith había predicho que Rhi tomaría el Trono Light, entonces parecía que la
Muerte estaba equivocada.
La cosa era que Erith nunca se equivocaba.
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Entonces, ¿qué había pasado?

Dubhan dejó a los dos Fae que continuaran con su conversación. Podría llegar un momento
en el que los Reapers tuvieran que intervenir y arreglar las cosas. La Muerte podía tomar el
control como Reina ya que era, de hecho, una Diosa, pero ser Reina de los Fae no era algo
que ella quisiera.
Continuó pensando en los sucesos de los Light Fae y de los Dark mientras vagaba por las
calles. Se dio cuenta de que sus vagabundeos le llevaban por un edificio anodino. Uno que
había estado allí durante más de trescientos años. Había pasado por delante de él
numerosas veces en los últimos dos días.
Dubhan se detuvo ante él y miró fijamente. El cartel decía que era una librería. El edificio
había sido reparado, no mostrando signos de abandono. Se dirigió a la puerta y comenzó a
tocarla cuando notó la marca en la puerta. Era una para mantener a los Fae fuera.
Y justo debajo había otro símbolo que solo había visto una vez antes, grabado en el marco
de la puerta de la casa de su familia.
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Capítulo 3
Ella se preguntaba si el Reaper sabía que él sobresalía como un pulgar dolorido entre los
simples humanos. Kyra escondió una sonrisa cuando notó que los que estaban más cerca
del Reaper le miraban con flagrante interés, pero él no les prestaba atención.
Kyra se acercó a él tanto como se atrevió mientras caminaban por la calle. Él había ocupado
sus pensamientos toda la noche. En realidad, había ocupado su mente desde que ella lo
había visto por primera vez. Fue una imprudencia para ella acercarse tanto, pero no pudo
evitarlo. Él era como un imán, y ella no podía resistirse a su atracción. Podría hacer que la
mataran, pero incluso sabiendo eso, ella todavía maniobraba para acercarse a él.
No fue hasta que una sola persona les separaba que decidió que estaba lo suficientemente
cerca. Su paso era relajado mientras se movía por la acera. Si se daba cuenta de que había
un grupo de personas a su alrededor, no actuaba como si eso importara. Algunos se
quedaban a su lado por un rato antes de seguir adelante. Otros nunca le abandonaban, ni
siquiera cuando entraba en las tiendas.
Y Kyra era una de ellas.
Ella entró en el pub y se sentó antes de que el Reaper llegara al bar. Extrañamente, parecía
más tranquilo hoy que antes. Algo debía haber pasado después de que ella le dejara ayer.
Hizo que Kyra deseara haberse quedado para ver lo que él había encontrado. Sea lo que
fuere, ella apostaba a que había sido interesante.
O tal vez su vida era tan aburrida que tenía que aferrarse a alguien más.
No, no era así en absoluto. ¡Se trataba de un Reaper! Un verdadero Reaper. Y ella iba a
averiguar todo lo que pudiera sobre él mientras tuviera la oportunidad. Él no la había
mirado de nuevo hoy, lo que significaba que no la reconocía. Cambiar su peinado y color,
así como sus ojos, parecía funcionar. Era extraño que su color de pelo salvaje no la hiciera
destacar, pero cuando tantos otros tenían tonos de azul, púrpura, verde, naranja, rosa y
todo lo demás, ella encajaba perfectamente.
Kyra pidió un trago y miró por la ventana. La hacía sentir menos acosadora el retirar la
mirada de vez en cuando del Reaper. Cuando la camarera llegó con su bebida, Kyra miró a
la barra, pero el Reaper se había ido. Kyra buscó apresuradamente en la barra sin hacerlo
demasiado obvio. No le vio, así que se levantó con su cerveza y caminó hacia las dianas de
dardos en un intento por echar un vistazo mejor a los alrededores.
Fue entonces cuando se dio cuenta del pasillo que conducía a los baños. No hay duda de
que estaba allí. Se lamió los labios y decidió volver a su mesa para ver si él había salido o
no. Kyra giró y se sacudió cuando lo encontró parado justo detrás de ella, con los ojos fijos
en ella.
"Tengo curiosidad por saber por qué me has estado siguiendo".
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Su voz era profunda, su acento irlandés era fuerte. Se dio cuenta, tarde, de que no le había
oído hablar antes de ese momento. Ella también comprendió algo más. Le gustaba su voz.
Mucho. Se deslizó sobre ella como la miel, espesa, seductora y devoradora.
Una ceja se arqueó en su hermoso rostro. Kyra parpadeó entonces, comprendiendo que no
le había contestado. Espera. ¿Cuál había sido la pregunta? Frunció el ceño mientras
intentaba recordar sus palabras. Eso es. Él quería saber por qué ella le estaba siguiendo.
Sus ojos se abrieron de par en par cuando se dio cuenta. Mierda. ¡Él lo sabía!
"Una respuesta sería muy buena ahora", dijo en un tono contundente.
Kyra tragó, decidiendo que era mejor ir con una verdad parcial, todo el tiempo, esperando
que él la creyera. "Parece que no puedo evitarlo".
"Esa no es una respuesta".
Se lamió los labios y se encogió de hombros.
"No me estás contando todo".
Odiaba admitir que él tenía razón, pero por otra parte, no quería contarle todo. No estaba
muy segura de lo que él haría cuando se enterara de todo.
Él suspiró ruidosamente y puso su mano en la parte baja de su espalda para guiarla hacia
una mesa en el rincón trasero. Se deslizó hacia un lado, y Kyra tomó el otro. Dejó su pinta
de cerveza, agradecida de no tener que aguantarla más ya que parecía no poder dejar de
temblar.
Ella sospechaba que un día él la confrontaría, pero no se había puesto a pensar en lo que
diría cuando eso sucediera, así que no estaba preparada para nada de esto. Aunque eso fue
posiblemente la cosa más estúpida puesto que prepararse para hablar con el Reaper debería
haber sido la primera cosa que ella debería haber hecho.
"Empecemos con algo fácil", dijo mientras ponía sus brazos sobre la mesa. "Tu nombre".
"Kyra. Kyra Kavanaugh".
Él asintió. "No ha sido muy difícil, ¿verdad?"
Se encontró a sí misma sonriendo. “¿Puedo saber tu nombre?”
Él vaciló durante un instante, luego dijo “Dubhan”
"Dubhan", repitió ella, gustándole cómo se le escurría de la lengua. El nombre significaba
oscuro o negro, y como era un Dark Fae, le convenía. Pero también porque podía sentir que
había algo que llevaba con él, como demonios que no podía sacudir del todo y que colgaban
sobre él como una nube sombría.
"Ahora, ¿qué tal si empiezas por el principio?"
Ella miró a la mesa. "Sólo si tengo la seguridad de que no me harás daño".
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"¿Hacerte daño?" Su cara se contorsionó con el ceño fruncido, como si las mismas palabras
de ella le hubiesen ofendido. "No tengo ninguna razón para hacerte daño".
"Quiero tu garantía primero", insistió.
La miró fijamente durante un largo minuto antes de asentir. "Te doy mi palabra, no te haré
daño".
"Ni nadie que conozcas me hará daño"
Entrecerró los ojos. "Conozco a mucha gente".
Sí, eso, probablemente, era demasiado pedir. "Tenía que intentarlo".
Dubhan se sentó, con las manos cruzadas sobre la mesa mientras esperaba pacientemente.
Kyra respiró hondo y dijo: "Os vi en el Castillo Light".
Él ni siquiera pestañeó.
Así que decidió revelar un poco más. "Te vi a ti, a la hembra Dark, y a otros seis como tú
luchando contra esas extrañas criaturas".
Se movió tan rápido que no tuvo tiempo de reaccionar. En un momento estaban sentados
en el pub. Al siguiente, él la tomó del brazo y los teletransportó a un bosque espeso. Kyra
intentó liberar su brazo, pero su agarre no se aflojó.
"Te equivocas", dijo en un tono firme.
Ella le miró fijamente, levantando la barbilla. "No estoy mintiendo, ni me equivoco. Sé lo
que vi. No sé por qué nadie más en el Castillo lo presenció, pero yo sí lo hice".
"Dime todo lo que viste", exigió. Todo su cuerpo estaba tenso, sus fosas nasales se abrían
de par en par mientras la miraba.
Kyra trató de teletransportarse, pero no pudo irse. Ya sea por su agarre o por su ubicación,
ella estaba atrapada con él. Y eso no era algo bueno.
"Kyra", gruñó.
Ella miró su mano en su brazo. "Libérame".
"No hasta que me digas lo que quiero saber".
"No hay mucho que contar. Estaba fuera cuando apareció la primera criatura. No fue hasta
que las dos mujeres y la criatura comenzaron a pelear que me agaché detrás de unos
arbustos para esconderme y posiblemente tratar de ayudar si lo necesitaban, lo cual, debo
añadir, no pasó. Nunca tuve tiempo de escapar antes de que las otras criaturas llegaran".
"Estabas en el escudo de Aisling", murmuró él mientras miraba a otro lado.
Se acercó más. "¿Qué?"
Su mirada se volvió hacia ella. "Nada".
"¿Quién es Aisling? ¿Es la de las trenzas?"
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DONNA GRANT
"No importa", le dijo. "¿Me has estado siguiendo desde entonces?"

Bueno, eso sí que la hacía parecer una acosadora. Kyra se encogió de hombros a medias.
"No cada segundo. Dejaste el Castillo de los Light".
La soltó tan rápido que ella retrocedió un paso. Él cruzó los brazos sobre su pecho, y su
mirada se estrechó, diciéndole que no se creía sus palabras. "¿Y resulta que te encuentras
en Drumshanbo al mismo tiempo que yo?"
Kyra vaciló, sin estar segura de si debía contarle más.
"Eso es lo que pensé", murmuró él y puso los ojos en blanco. Luego apretó los labios. "Creo
que deberías contarme el resto".
"No quieras saber".
"Realmente no, pero tengo que hacerlo. Puedes decírmelo a mí o a mis amigos".
Ugh. Cuando se le daban esas opciones, no es que tuviera muchas. Ella miró hacia otro
lado, preguntándose si podría liberarse. Entonces se dio cuenta de que estaba hablando
con un Reaper, lo mismo que había esperado hacer. Simplemente no se conducía como ella
quería. "Después de esa batalla, me di cuenta de que había sido testigo de los Reapers".
"Por el amor de Dios", murmuró en voz baja y bajó la barbilla al pecho.
Kyra se detuvo, preguntándose si se había equivocado. Tal vez no era un Reaper. Entonces
ella negó con la cabeza. No, Dubhan era, definitivamente, un Reaper. "Hice algunas
averiguaciones sobre los Reapers", continuó. "No hay mucha información por ahí, y lo que
hay, no dice realmente nada. Ni nadie me dirá nada sobre tu grupo".
Él mantuvo la cabeza baja mientras preguntaba, "¿Cómo me encontraste?"
"Honestamente no lo sé. Me quedé pensando en ti, y lo siguiente que supe es que estabas
ahí. Es como ha sido desde entonces".
"¿Pensando en mí?" preguntó, levantando la cabeza para encontrarse con su mirada. "¿En
mí?"
Kyra asintió, dándose cuenta de lo loca que probablemente sonaba.
"¿Qué quieres de mí?"
"Nada", respondió precipitadamente, decidiendo posponer la pregunta sobre su tía por el
momento, ya que Dubhan parecía muy... irritado. "Sólo quiero conocerte".
Dio un paso hacia ella, dejando caer sus brazos a los lados. "Eso es peligroso, Kyra. Más de
lo que puedas imaginar"
"Dijiste que no me harías daño".
Negó con la cabeza y miró al cielo. "Algunas cosas están fuera de mi control. Y hay reglas".
Eso casi confirma que era un Reaper. No había negado o estado de acuerdo con su
declaración, pero no necesitaba hacerlo. "Vi algo asombroso y aterrador hace unas
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semanas. No sé lo que pasó, pero me alegro de que estuvieras allí. Todos vosotros. Gracias,
porque no estoy segura de que los Light pudieran haber manejado a las bestias solos".
"Trackers", dijo. "Se llaman Trackers, y fueron creados por Usaeil".
Kyra miró hacia otro lado, asintiendo lentamente. "¿Es por eso que Usaeil fue asesinada?"
"¿Estabas en el castillo cuando ocurrió la batalla entre Usaeil y Rhi? Preguntó en vez de
contestar.
"No. Te estaba buscando, pero es todo de lo que cualquier Fae habla. Balladyn asesinado
por Usaeil, y Usaeil eliminada por Rhi. Creo que hay un panorama más grande aquí que
poca gente puede ver, sin embargo"
Su silencio fue suficiente respuesta.
Kyra se movió, incómoda en la quietud del bosque. No intentó escapar, aunque
probablemente sería lo correcto. Pero le gustaba hablar con Dubhan, y quería saber más.
"¿Qué significa esto para mí?", preguntó finalmente.
Respiró hondo. "Estabas en el lugar equivocado en el momento equivocado".
"¿Lo estaba?", preguntó. "No lo creo. Conseguí ver algo que nadie más hizo. Eso sucedió por
una razón".
Dubhan se apretó el puente de la nariz con el pulgar y el índice. "Kyra, no deberías haberme
encontrado, y realmente no deberías haberme seguido".
"¿Es esa una de las reglas?"
Su brazo cayó a un lado. "¿Cómo me encontraste?"
"Te lo dije. No dejé de pensar en ti mientras conducía mi moto. Lo siguiente que supe fue
que llegué aquí y te vi".
"¿Eso es todo? ¿Sin hechizos, sin magia?"
"Se necesita sangre para encontrar a alguien. Yo no uso magia de sangre", dijo ella, ofendida
de que él incluso lo sugiriera. No importaba que no la conociera. Su mente se había dirigido
inmediatamente a la magia tabú.
Levantó las manos brevemente. "Mis disculpas. Es sólo que... no deberías haber sido capaz
de localizarme".
Se dijo a sí misma que se callara, pero sus labios se separaron, y dijo: "En realidad te
encontré cuatro veces diferentes. La última fue esta mañana".
Él cerró los ojos y suspiró.
La aprensión la llenó ante la apenada expresión de su cara. Acababa de empeorar su
situación. No sabía cómo lo sabía, pero lo hizo. ¿Iba a desaparecer como su tía? Tal vez eso
era exactamente lo que le había sucedido a Eva.
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DONNA GRANT
Ese pensamiento no ayudó a la ansiedad de Kyra. Su mente se apresuró a pensar en algo -

cualquier cosa- que pudiera evitarle el daño.
"No puedo explicar por qué me siento atraída por ti", admitió. "Es inexplicable, pero es la
verdad. He tratado de irme, he tratado de olvidarte, pero no puedo".
"El Destino". Sus ojos se abrieron y se encontraron con los de ella. Su glamour había
desaparecido, y su mirada roja oscura mantuvo cautiva a la de ella. "Es el Destino".
"¿Y qué significa eso para mí?"
" Sinceramente, no lo sé".
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 4
Dubhan nunca se había encontrado en tal posición antes. No sabía si contactar con
Eoghan, su líder o incluso con la propia Muerte, para hacerles saber lo que había
descubierto sobre que Kyra le había visto a él y a los demás en el Castillo de los Light.
El hecho de que Kyra supiera que era un Reaper era suficiente para preocuparse. Era la
primera regla de ser un Reaper. Ningún Fae podía saber quiénes eran.
Las reglas no eran tan rígidas y estrictas para una Halfling. Aparentemente, ser medio
humana ayudaba en esa situación. Pero Kyra era totalmente Fae. Lo que llevó a otras
preocupaciones. Algunos Fae sabían quiénes eran los Reapers. Balladyn lo sabía, Rhi lo
sabía, y también Xaneth. Sin mencionar a los Fae que ahora eran amantes y esposas de los
actuales Reapers.
Así que, Dubhan sinceramente ya no sabía dónde estaba la línea. Lo más probable es que
fuera decisión de Erith, pero él no quería llamar a la Muerte todavía. Había algo en Kyra
que hizo que le gustara al instante. Y creerla.
Ella no le estaba mintiendo. De eso, estaba seguro. Se jugaba la vida en ello. Eso en sí
mismo llevaba a otra pregunta. Él no conocía a Kyra, así que ¿por qué estaba dispuesto a
apostar por ella?
No tenía una respuesta, y aún así estaba preparado para hacerlo.
"¿Dubhan?"
Le encantaba el sonido de su nombre en sus labios. Dubhan se sacudió interiormente y se
concentró en el problema. Kyra le miró con grandes y brillantes ojos azules. No eran de su
color natural, ni el pelo rosa era suyo. Él quería verla como realmente era, no por el glamour
que eligió utilizar ese día.
Pero no le pidió que se lo mostrara.
"No sabes qué hacer conmigo, ¿verdad?", le preguntó.
Los labios de ella se curvaron en una sonrisa de pena, como si hubiera aceptado su destino.
Y, de alguna manera, eso le enojó.
"Sólo ha habido otra persona que conozco que podría rastrear a uno de nosotros". No dijo
'Reapers', porque no quería confirmar nada, aunque su admisión estaba justo ahí si alguien
buscaba lo suficiente.
El interés de Kyra pareció despertar. "¿Puedes decirme quién?"
Dubhan negó con la cabeza. "La cosa es que nadie debería ser capaz de hacerlo".
"¿Cómo lo hace la otra persona?" preguntó ella.
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DONNA GRANT
"No lo sé con seguridad". Era algo que tendría que preguntarle a Cael la próxima vez que le
viera. Nadie se había esperado que nadie más que Rhi pudiese realizar tal hazaña, pero
aquí estaba Kyra.
Ella se humedeció los labios y le miró. "¿Ayudaría si intentara averiguar cómo lo hice?"
Dubhan negó con la cabeza. "Es suficiente que lo hayas hecho. No hay necesidad de hacerlo
de nuevo".
"No se trata de todos vosotros", dijo. "Sólo de ti".
No estaba seguro de cómo reaccionar a su declaración. Por un lado, su admisión le hizo
feliz por razones que no pudo determinar. Por otro lado, sabía que nada bueno podría salir
de todo esto.
Tal vez necesitaba enfocar esto de otra manera. "Querías conocerme. ¿Por qué?"
"Eres un Reaper".
Como si eso lo dijera todo. Dubhan respiró hondo. "¿Tenías preguntas? ¿Cosas que querías
decir?"
"Tengo razón, ¿no? Eres un Reaper".
Trató de pensar en una manera de responderle sin realmente contestarle, pero
desafortunadamente, no hubo tal respuesta.
"¿Por qué no puedo saberlo?", preguntó ella. "No se lo diré a nadie".
Dubhan le pasó una mano por la cara. Dale una batalla frente a cientos de sus enemigos,
y podría manejarlo. Dale una hembra con preguntas que no puede responder, y estaría
fuera de su órbita.
"Ya veo", dijo ella, con la cara abatida.
"Kyra", dijo y cerró brevemente los ojos. "Se suponía que no debías ver nada en el Castillo
de los Light".
Ella arqueó una ceja. "Tal vez no, pero lo hice".
"Sea como fuere, eso no cambia el hecho de que no puedes seguir siguiéndome".
"Estás buscando algo o a alguien, sin embargo. Tal vez pueda ayudar"
Él negó con la cabeza. "No puedes. Lo mejor que puedes hacer es alejarte de mí y olvidar
que hemos hablado".
"No puedo".
Esas dos palabras fueron todo lo que se necesitó para sellar su destino.
Él dejó caer la cabeza. "Kyra, por favor".
Ella dio un paso más. "Puede que no sepa mucho sobre los Reapers, pero te he visto,
Dubhan. Te he observado durante días. Eres un buen hombre. Eres amable".
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"No soy ni remotamente amable", dijo mientras levantaba la cabeza. "Estoy muy, muy lejos
de eso. Y por lo que conoces, el hombre que te he mostrado estos últimos días no podría
ser nada más que un acto para atraerte".
Pareció pensar en eso por un momento y se encogió de hombros. "Podría haber sido, y si
ese es el caso, entonces me engañaste. Pero eso no cambia el hecho de que todavía quiero
conocerte".
"¿Por qué?"
"Porque eres un Reaper", dijo con una sonrisa. "Eres una persona temida y respetada por
encima de todo, excepto por la Muerte. Los Fae realmente tiemblan cuando se mencionan
a los Reapers".
Él cerró los puños, sin que le gustara a dónde iba esta conversación. "¿Y quieres utilizarme
ahora que crees que sabes quién soy?"
Ella se echó hacia atrás como si la hubieran golpeado, su cara contorsionada por el ceño
fruncido. "No. Nunca".
"Esa es la única razón por la que podrías querer conocerme".
"Hay otras razones. Como el hecho de que creo que eres increíble. Sé lo que vi. Todos
vosotros podéis hacer un daño serio en la batalla, pero tú" - se detuvo, sonriendo - "tú,
Dubhan, eres excepcional. Nunca he visto a nadie moverse como tú".
No le gustaba cómo sus elogios le hacían querer erguirse más. "¿Y has visto muchas
batallas?"
La sonrisa murió en sus labios. "He visto un par, sí. Y antes de que preguntes, no soy una
guerrera. Tengo algunos movimientos si me atacan, pero mis habilidades están en otra
parte".
"¿Qué habilidades son esas?"
Su rostro se abrió de repente en una sonrisa. "Soy muy buena con la magia. Conozco
hechizos que la mayoría de los Fae no conocen"
"¿Cómo es eso?"
"Mi tía tenía un libro de hechizos que venía del Reino Fae. Es increíblemente viejo".
Ahora, estaba intrigado. Hechizos como ese no eran fáciles de conseguir. "¿De dónde lo
sacó?"
"Regresó al Reino Fae para recuperar algunas cosas de la familia y se fue a mirar alrededor.
Dijo que lo encontró entre los escombros"
Dubhan no estaba tan seguro de cómo su tía había encontrado el libro, pero la interrogaría
más tarde sobre eso. Tal vez incluso hablaría con su tía para averiguar a quién pertenecía
realmente el libro. "¿Usaste uno de esos hechizos para encontrarme?"
Kyra puso los ojos en blanco. "Te dije que no lo hice".
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DONNA GRANT
"No, dijiste que sólo pensabas en mí".

"Exactamente. No estoy mintiendo"
"No tengo ninguna razón para creerte".
Ella se cruzó de brazos. "No tienes ninguna razón para no creerme".
"En realidad, tengo varias". En el momento en que las palabras salieron de su boca, quiso
retirarlas, aunque fueran la verdad.
Kyra bajó los brazos y dio un paso atrás. "Veo que esto no nos lleva a ninguna parte. No me
crees, y no tengo forma de probarte nada. Así que llama a quien necesites".
"¿Qué?" preguntó, confundido.
"Tengo la idea de que no quieres tratar conmigo. Lo que significa, que dejarás que alguien
más sepa sobre mí y lo que he visto"
Quería decirle que se equivocaba, pero no le llegaban las palabras. En su lugar, preguntó:
"¿Has notado algo diferente en el pueblo?"
"¿En Drumshanbo? En realidad no estaba mirando la ciudad. ¿Encontraste algo? ¿Por eso
te has quedado?"
Miró alrededor del bosque y se quedó sin aliento. "Estoy buscando a alguien, pero hay algo
en el pueblo que me ha mantenido aquí. Encontré algo"
"¿Qué?"
"Un edificio. Es una librería dirigida por un mortal".
Kyra se encogió de hombros, sus labios se retorcieron. "No hay nada fuera de lo común allí".
"Excepto que hay dos marcas en la puerta. Una es para mantener a los Fae fuera"
"¿Y la otra?" preguntó ella cuando él hizo una pausa.
"Es un símbolo que he visto en otra ocasión en mi vida. No sé lo que significa, y me gustaría
averiguarlo".
La frente de Kyra se arrugó mientras lo miraba. "¿No puedes preguntarle a los otros
Reapers?"
"Me gustaría guardarme esto para mí por ahora" Dubhan era consciente de que cada vez
que respondía de esa manera, confirmaba sin decirlo realmente que era un Reaper, le instó,
extendiendo su mano.
"Muéstrame", le instó, extendiendo su mano.
Dubhan no la alcanzó inmediatamente. Lo había mencionado para cambiar de tema, pero
tan pronto como lo hizo, una parte de él esperaba que ella supiera cuál era el símbolo.
"No te morderé", dijo ella, con la cara seria. Luego ella sonrió con maldad. "Mucho".
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Él no pudo detener la sonrisa que se le dibujó en los labios. Tomó su mano y los llevó al
callejón frente a la librería de Drumshanbo.
"Oh, he visto este lugar", dijo Kyra mientras estudiaba el edificio. "Has pasado por aquí
varias veces".
"Sí. No pude averiguar por qué hasta hace poco"
Ella le miró fijamente. "Estaría feliz de ir a verlo si me soltaras."
"La cosa es que no deberías subir allí"
Su mirada se dirigió a la tienda antes de volver a él. "¿Por qué?"
"No lo sé. Una sensación"
"¿Se ha utilizado magia?"
"¿Aparte del símbolo para mantener a los Fae fuera? No lo creo."
Ella asintió con la cabeza y miró hacia el edificio durante un tranquilo momento. Luego le
enfrentó. "Puedo cubrirme con un velo el tiempo suficiente para ir allí y echar un vistazo a
las cosas"
Mierda. Dubhan no podía creer que fuera a hacer esto, pero entrelazó sus dedos con los de
ella. Esto podría salir mal, muy mal. Pero ni siquiera ese pensamiento pudo detenerlo de
velarlos a ambos. "No me sueltes", le dijo.
Entonces empezó a caminar.
A mitad de la calle, ella le miró fijamente. "Estamos velados, ¿no? ¿Puedes mantener un
velo tanto tiempo? No sólo para ti, sino también para otro. Es increíble".
De nuevo, no respondió. ¿Qué podía decir?
"No se lo diré a nadie", respondió ella en un tono mucho más sosegado.
Llegaron a la puerta de la librería, y ella se quedó callada. Ambos estudiaron los símbolos
durante varios momentos de tensión, y luego ella le hizo una seña con la cabeza. Se
volvieron como uno solo y volvieron sobre sus pasos. No fue hasta que volvieron al callejón
y desaparecieron de la vista que él la soltó.
En el momento en que sus manos se desconectaron, quiso alcanzarla de nuevo. Fue casi
como si hubiera encontrado algún tipo de comodidad aferrándose a ella, y que ella se
aferrara a él. Era... extraño. Y muy agradable.
Y algo en lo que no estaba interesado en profundizar. Kyra era hermosa, y él se sentía
atraído por ella. Eso fue suficiente para que la enviara lejos. El hecho de que sintiera...
cosas... no era un buen presagio.
En absoluto.
"Nunca había visto esa marca antes", le dijo Kyra.
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
Maldición. Esperaba que ella supiera qué era, porque volver con su familia para obtener
respuestas no era una opción. "Gracias por buscar".
"Dije que no lo sabía. Eso no significa que no pueda preguntar por ahí o incluso investigar
por mi cuenta." De repente frunció el ceño. "Ahora que lo pienso, hay algo que podría
ayudar. Ven", dijo.
Tan pronto como la palabra cayó de sus labios, le tomó la mano y les teletransportó. Dubhan
se encontró dentro de su casa. Lo soltó y se dirigió a la mesa de café donde descansaba un
gran libro.
Se sentó y dio unas palmaditas en el sofá de al lado. "Este es el libro de hechizos del que te
hablé. Hay una sección aquí que hojeé pero que realmente no leí. Tiene símbolos que
podrían ser utilizados por los humanos contra nosotros"
Se acercó a ella y se sentó en el borde del sofá. "¿Quién le dijo a los humanos cómo
enfrentarse a nosotros?"
"No lo sé", dijo Kyra encogiéndose de hombros mientras hojeaba el libro. Finalmente,
encontró la página y señaló. "Ahí".
Por supuesto, había más de cuatro docenas de símbolos diferentes que podían hacer todo
tipo de cosas a los Fae, desde evitar que entraran en un edificio, hasta quitarles el glamour.
"Solo he visto el que mantiene a los Fae fuera", dijo él.
"Uh, hmm. Y no veo tu otro símbolo aquí. Es raro que los humanos olviden todas estas
otras marcas"
Miró la lista de nuevo, esperando que pudiera haber pasado por alto lo que estaba
buscando, pero no estaba allí.
"¿Dónde más has visto el símbolo?" preguntó.
Dubhan giró la cabeza hacia ella y dijo, "En la puerta de la casa de mis padres".
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
Capítulo 5
La admisión de Dubhan sacudió a Kyra. "¿Tus padres?"
Él hizo un ligero movimiento de cabeza como si no quisiera admitirlo por segunda vez.
"¿Nunca te dijeron lo que era?"
Su mirada roja se deslizó lejos de ella. A ella le gustaría que no volviera a recurrir al glamour.
Había algo en la mirada de sus orbes carmesí que la hipnotizaba.
"En esa casa no se hacían preguntas".
Ella notó que él no dijo "mi hogar" ni siquiera "mi casa". Era la casa. Y eso era muy revelador.
Ella casi le preguntó qué tipo de infancia había tenido, pero si no quería hablar de un
símbolo, ciertamente no iba a contarle sobre su pasado.
Y como ella no había criado a su familia, no iba a presionar.
"¿Cómo aprendes algo si no puedes hacer preguntas?", preguntó ella.
Dubhan se encogió de hombros y se puso de pie. Caminó unos pasos antes de volverse para
mirarla. "La filosofía de mi padre era que nos mostraba lo que había que hacer, y nosotros
seguíamos su ejemplo. No preguntamos por qué o cómo. Simplemente lo hacíamos"
Nosotros. Eso significaba que Dubhan tenía al menos otro hermano. Tenían eso en común,
al menos. Sus palabras, sin embargo, hablaban por sí solas, pero quizás era porque ella
escuchaba más que la mayoría de los demás.
Kyra cerró el libro en silencio y cruzó las manos en su regazo. "No puedo imaginar que esa
fuera una forma fácil de crecer"
"No había nada en mi vida que fuera fácil"
Su mirada se alejó, lo que cerró firmemente la puerta a su pasado. Kyra no se atrevió a
preguntar más sobre ello, no importa lo desesperadamente que quisiera saber. No es que
pudiera curar sus heridas, principalmente porque no había ninguna. Sólo había cicatrices.
Y ellas eran muy profundas, hasta el alma.
"Hay un par de personas a las que puedo preguntar sobre la marca", le dijo. "Puede que no
sepan nada, pero es el único lugar que conozco para empezar si no quieres preguntar a tus
amigos o familia".
Los ojos rojos volvieron a clavarse en ella. "¿Harías eso por mí?"
"¿Por qué no?" preguntó ella con un encogimiento de hombros. "No es que esté haciendo
algo grande o noble. Sólo le hago una pregunta a algunas personas".
Un músculo hizo un tic en su mandíbula. "Mi instinto me dice que sea cual sea el símbolo,
hay que andar con cuidado".
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
"Siempre lo hago".
"Kyra", empezó, y luego se detuvo. Después de un momento, dijo, "No estoy seguro de que
debas preguntar sobre ello".
Se puso de pie. "Puede que no sea una guerrera, pero sé cómo cuidar de mí mismo. Además,
algo ha continuado atrayéndote a esa librería. Se suponía que debías encontrar ese símbolo,
y necesitas saber qué es".
"No necesito saber. Quiero saber"
Ella puso los ojos en blanco. "Confía en mí, tienes que saber. De lo contrario, no estaría
hurgando en ti como un pájaro picoteando a un insecto."
Por una fracción de un instante, sus labios se inclinaron en una sonrisa. "Tienes una
habilidad con las palabras".
"No importa lo que diga alrededor de mi madre, siempre se ofende por ello. No soy la hija
que ella quería, pero soy quien soy"
Su cabeza se inclinó hacia un lado. "¿Por qué no es feliz con lo que eres?"
"Porque no soy la dama que ella, mi hermana, o todas las demás mujeres de la familia son.
No quiero usar tacones y vestidos y pasar tiempo en la Corte, buscando un marido. Prefiero
llevar mis botas, andar en moto, hacer lo que me haga feliz"
Dubhan parpadeó. "¿Y tú hiciste lo que querías?"
Ella se rió, pensando en ese momento difícil. "Lo hice, porque sabía que era mi vida, y que
tenía que ser yo quien la viviera, no mi madre ni nadie más. Eso creó una gran brecha entre
mi familia y yo. Mi tía, Eva, que había pasado por lo mismo que yo, intervino y me ayudó a
encontrar un camino que me hizo feliz pero que no me alejó de la familia".
"¿La misma tía que encontró el libro de hechizos?"
"Sí. No quería que cometiera los mismos errores que ella. Después de haber hecho su
elección, no volvió a hablar con nadie de la familia. Sabía de ella porque me encontró cuando
era sólo una niña. La veía cada pocos siglos más o menos. No fue hasta que estaba forjando
mi propio camino que me dijo que había visto las mismas cualidades en mí que había
descubierto en ella misma y quería ayudar."
Los ojos de Dubhan se abrieron de par en par por un momento. "¿Y le pediste ayuda?"
"No vi cómo eso pudiera hacer daño. Además, no quería perder a mi familia. Quería que me
aceptaran por lo que era, igual que yo les aceptaba a ellos por lo que eran. No quería que
me obligaran a cambiar o a ajustarme a sus normas".
Hizo un sonido en el fondo de su garganta. "Eso nunca se me ocurrió. Mi camino estaba
trazado y lo seguí".
"Tampoco hay nada malo en eso. Todo el mundo tiene un camino. Además, si no hubieras
tomado ese camino, no estarías donde estás ahora. Trato de pensar en todos los errores
que cometí y cometeré como experiencias de aprendizaje. Necesito que esos eventos sucedan
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
para que me ayuden con algo en el futuro. Tenías que seguir tu camino porque estabas
destinado a ser un Reaper. Ese es tu verdadero camino. No tu pasado".
"Tal vez", murmuró él.
Kyra echó un vistazo al libro de hechizos. "Déjame ir a preguntar por el símbolo mientras
sigues haciendo lo que sea que estés haciendo"
"Me sentiría mejor si fuera contigo"
¿Estaba preocupado por ella? Eso hizo que su estómago revoloteara de excitación. "Estaré
bien".
"Puedo ir con velo. Nadie más que tú sabrá que estoy ahí".
"He forjado estas relaciones sobre la confianza. No les mentiré ahora".
Dubhan asintió con la cabeza. "Respeto eso, pero siempre debes esperar que alguien te
traicione"
"Es una forma horrible de vivir"
"Es la única manera de vivir".
"¿Es eso lo que te pasó? ¿Fuiste traicionado?"
"Sí".
Una palabra. Eso era todo lo que iba a conseguir. Y, francamente, estaba sorprendida de
haber conseguido tanto. "Lo siento".
"Yo no. Odiaba mi vida entonces. Como dijiste, estoy destinado a estar aquí".
"Todavía siento que te hayan traicionado".
"No importa lo que la gente diga, siempre debes esperar lo peor"
Kyra negó con la cabeza lentamente. "La gente miente, engaña, roba y mata. Esos son
hechos. Sé que le va a pasar a alguien, y posiblemente a mí. Pero prefiero vivir mi vida
mirando la belleza de las cosas y encontrando paz dentro de mí en vez de aferrarme a la
negatividad".
"Ser inteligente no es ser negativo. Puedes seguir siendo feliz y tener paz mientras eres
inteligente y consciente de cómo es la gente"
Obviamente, iban a tener que estar de acuerdo en no estar de acuerdo. "No tardaré mucho.
¿Dónde te encuentro?"
"Sólo di mi nombre. Te encontraré"
Ella le sonrió y luego se teletransportó a Belfast y a una pequeña tienda escondida en las
profundidades de la ciudad. Ignoró a los otros Fae que la rodeaban y se dirigió directamente
a la puerta de la herboristería que vendía hierbas pero también magia si sabías qué pedir.
Entró, y una campana tintineo sobre ella mientras lo hacía. Su mirada se dirigió
instantáneamente a la derecha donde había un mostrador, y detrás de él, una pareja.
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
"Tate. Jesta. ¿Cómo van las cosas?" preguntó.

La pareja de ancianos eran Light Fae que empleaban el glamour para envejecer de joven a
viejo a través de los años para que los mortales no se dieran cuenta de quiénes y qué eran.
Esta era la quinta vez que la pareja había alcanzado la mitad de sus setenta años. No
pasaría mucho tiempo antes de que murieran, la tienda pasó a otro miembro de la familia,
-alias Tate y Jesta-, y empezaron de nuevo.
"Ha pasado mucho tiempo, Kyra", dijo Jesta, con sus ojos grises y brillantes.
Kyra asintió. "Así es".
Tate sonrió. "¿Todavía tienes la moto?"
"Por supuesto", respondió Kyra. "He estado dando vueltas y viendo el mundo. Vosotros dos
deberíais comprar una y viajar. Es increíble sentir el viento volando a tu lado".
"¿Has estado viajando por trabajo?" Tate preguntó mientras se movía.
Kyra no dijo nada sobre el nerviosismo de Tate mientras se encogía de hombros y le sonreía
a Jesta, que no había dicho nada más. "No he estado trabajando mucho últimamente.
Tomándome un tiempo libre para intercambiar secretos entre Dark y Light"
Jesta no le devolvió la sonrisa. La normalmente amistosa Fae parecía como si se hubiera
tragado un limón. "Me alegro de verte".
"De alguna manera, no te creo. ¿Qué es lo que pasa?" Kyra dijo. Estaba acostumbrada a
buscar señales de que alguien le estaba mintiendo. Tenía que estar alerta cuando trataba
con los Dark e incluso con los Light, así como con los humanos.
"Nada", dijo Tate apresuradamente.
Kyra miró de Tate a Jesta. "Mejor que me lo digas. Lo averiguaré al final"
Fue Jesta quien dejó escapar un fuerte suspiro. "Tu madre estuvo aquí".
¿Su madre? ¿Aquí? ¿De qué demonios iba eso? Kyra puso sus manos en el mostrador,
frunciendo el ceño. "¿Qué dijo?"
"Que sería prudente no tratar más contigo"
Tate asintió. "También dijo que nos reportaría a la próxima persona que tome el Trono de
los Light".
Kyra no podía creer lo que estaba escuchando. "Primero, mi madre está loca. No la
escuches. Segundo, lamento que hayas tenido que lidiar con ella. Tercero, ¿a quién le
importa a quién le hable de ti? Diriges un negocio como muchos otros Fae que atienden
tanto a los de nuestra clase como a los humanos"
Tate y Jesta intercambiaron una mirada, ninguno de los dos dispuestos a mantenerle la
mirada a Kyra.
Kyra hizo un gesto de dolor. "Nunca registrasteis vuestros negocios con el Trono, ¿verdad?"
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"Rectificamos eso", dijo Tate.

Jesta asintió rápidamente. "Pero nos multaron fuertemente por esperar tanto tiempo como
lo hicimos"
"Bueno, está hecho, y nadie puede sostener eso sobre vuestra cabeza ahora"
Tate se encogió de hombros. "Cierto". Pero estos son nuestros problemas. No tienes que
preocuparte por eso. ¿Qué podemos hacer por ti?"
"Tate", advirtió Jesta mientras ella giraba repentinamente la cabeza en su dirección.
Puso su mano sobre la de Jesta. "No nos metemos en asuntos familiares, pero Kyra es una
mujer adulta. Siempre ha sido honesta y justa con nosotros en el pasado".
Jesta suspiró y le dio a Kyra una mirada de disculpa. "Tiene un buen punto de vista. Eres
una de las pocas personas con las que podemos hacer amistad. Y nos envías a los mejores
mortales para hacer negocios. Dinos lo que necesitas".
"Para lo que normalmente estoy aquí. Para información" Kyra utilizó su dedo, pulsando su
magia a través de la punta para trazar el símbolo en el mostrador en color rosa para
coincidir con su cabello. "¿Alguno de vosotros ha visto esto antes?"
La pareja estudió la marca durante varios momentos antes de negar con la cabeza.
"Lo siento", dijo Tate frunciendo el ceño.
Kyra forzó una sonrisa que no sintió. "Gracias. ¿Sabéis quién podría darme una respuesta?"
"Maximillian", dijo Jesta.
Tate miró a su esposa y asintió con la cabeza. "Siempre parece saber de cosas oscuras como
esta. Pero, ¿qué es?"
"Se encontraba junto con un símbolo para mantener a los Fae fuera", explicó Kyra.
Las cejas de Jesta se arquearon. "¿En la puerta de un mortal?"
"Sí".
"Cuando descubra lo que es, ¿puede hacérnoslo saber?" Jesta preguntó preocupada.
Kyra les mostró una brillante sonrisa. "Considéralo hecho. Y, la próxima vez, no dejes que
mi madre ni nadie de mi familia entre. Confía en mí, estarás mejor".
Saludó a la pareja y salió del edificio, feliz de tener a alguien que le diera lo que necesitaba.
Una vez en la acera, se detuvo y miró hacia un lado y luego hacia el otro. Kyra sabía de
Maximillian y dónde encontrarlo. Un Fae en su línea de trabajo tenía que saber dónde ir
para lo imposible. Sin embargo, ella lo conocía mejor que la mayoría. Casi siempre tenía la
respuesta que alguien buscaba, pero su precio era elevado.
Demasiado alto.
Sin embargo, ella no sabría cuál sería el precio hasta que se reuniera con él. Por lo que ella
sabía, él querría algo que ella pudiera darle fácilmente.
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Había considerado acudir a él por Eva, pero al final, Kyra lo pensó mejor. Había algo en sus
entrañas que le decía que él debía ser su último recurso. El hecho de que siguiera
voluntariamente al Reaper en lugar de ir a un Fae, hablaba mucho de lo peligroso que podía
ser Maximillian.
Kyra se teletransportó a Dublín y se abrió camino por las calles hasta que llegó a un edificio
en ruinas con un cartel de NO TRASPASAR y CONDENADO justo debajo. Miró a su
alrededor para asegurarse de que nadie la miraba, y luego se cubrió con un velo durante
todo el tiempo que tardó en entrar en el edificio. Subió las escaleras hasta el tercer piso y
comenzó a bajar el pasillo. En la tercera puerta de la izquierda, se detuvo y se enfrentó a
ella.
Para un humano, parecía nada más que una puerta con pintura astillada y bisagras
oxidadas. Para un Fae, era una puerta que daba directamente a Maximillian y dondequiera
que estuviera su actual escondite.
Respiró hondo y giró la manilla. La puerta se abrió, y sin dudarlo, cruzó el umbral y entró
en la pequeña casucha donde vivía el solitario y ligeramente loco Light Fae.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 6
A Dubhan le llevó diez segundos decidirse a seguir a Kyra. No fue porque no confiara en
ella, sino porque tenía un pensamiento persistente en la nuca de que el símbolo era
peligroso.
Lo suficientemente peligroso como para causarle preocupación, lo que significaba que no
era algo que cualquier Fae debería investigar.
No tuvo problemas para seguir a Kyra hasta Belfast, y estaba impresionado por la forma en
que había manejado una situación que podría haber ido muy mal con la pareja Fae. Pero
cuando mencionaron a Maximillian, Dubhan inmediatamente se puso tenso.
Su primera reacción fue alcanzar a Kyra y asegurarse de que no pudiera llegar a al recluso,
pero se detuvo. No quería que supiera que estaba con ella porque sólo estaba allí por si se
metía en problemas. Y ahora que sabía que ella se dirigía a donde Maximillian, estaba
doblemente contento de haberla acompañado.
Aunque sospechaba que ella no iba a estar contenta en absoluto.
Cuando fue a caminar por la puerta del Fae, dudó. Alguna voz interior le dijo que si pasaba,
las cosas no irían bien. Pero fue esa misma preocupación por Kyra la que le hizo ignorar
esa voz y seguirla de todas formas.
En el momento en que atravesó la puerta, se sintió como si mil espadas le atravesaran.
Dubhan contuvo su bramido y se armó de valor contra la embestida. Su mirada encontró a
Kyra y la vio pasar sin problemas. Eso significaba que lo que le estaba pasando tenía algo
que ver con el hecho de que era un Reaper.
Dubhan estaba a punto de darse por vencido y volver por la puerta cuando vio a Max joven,
vibrante y feliz. Toda la vieja rabia y el dolor se elevaron, arrojándose dentro de Dubhan
como un volcán en erupción. Si no hubiera tenido tanto dolor, habría atacado al bastardo.
"Hay un símbolo con el que me he encontrado y del que no puedo encontrar nada", explicó
Kyra.
Max asintió astutamente. "Y crees que puedo ayudar"
"Probablemente puedas. Sin embargo, dependerá del precio de la información".
Max se rió y volvió a su asiento. "No has cambiado nada, Kyra. Sigues buscando el mejor
trato sin dar demasiado. ¿Cómo es el símbolo?"
Esta vez, Kyra usó su magia para dibujarlo en el aire. Dubhan mantuvo su mirada en Max,
entrecerrando los ojos cuando el palpitar se intensificó y causó que su visión se desdibujara
en los bordes. A pesar del dolor, Dubhan vio que los ojos de Max se abrían ligeramente
antes de borrar toda la emoción de su cara. El gilipoyas sabía algo. La pregunta era si Max
le diría a Kyra la verdad o no.
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Esa era otra cosa de la que la mayoría de la gente no se daba cuenta, Max mentía. Mucho.
La mitad de las veces, no sabía las respuestas, pero sabía lo suficiente para hacer creer a
la gente que sí. Max no sentía ningún remordimiento por mentir y tomar lo que fuera que
alguien estuviera dispuesto a pagar por información.
"¿Dónde viste ese símbolo?" Max exigió.
Kyra le miró fijamente. "No puedo recordar".
"Sabes exactamente dónde. Dímelo"
"Dime qué es".
Max apretó la mandíbula. "Kyra, no sé en qué estás metida, pero sea lo que sea, olvídalo.
Deja de hacer preguntas y no vuelvas al lugar donde viste la marca".
Dubhan olvidó el dolor mientras miraba a Max. Definitivamente algo pasaba con el Fae, y
realmente deseaba poder interrogar a Max él mismo. Pero eso no era posible... y no
simplemente porque Dubhan estuviera velado.
"¿Qué sabes, Max?" Kyra presionó mientras daba un paso hacia él.
La cabeza de Max se le tiró encima. "¿No escuchaste lo que dije? Esto es serio"
"Dime qué es lo que te ha asustado"
Max lanzó un ladrido de risa. "Por las estrellas, eres terca. No te diré más de lo que ya
sabes"
"Sólo lo dices para subir el precio. Te olvidas que te he visto hacer esto a otros. Conozco tus
métodos".
En un parpadeo, Max estaba de pie y a pocos centímetros de Kyra. Dubhan se movió a su
lado, listo para arremeter contra Max, sin importar el dolor que tenía. Era todo lo que
Dubhan podía hacer para mantenerse en pie, pero estaría allí para alejar a Kyra de Max.
"Kyra, detente. Detén todo", exigió Max, con la cara llena de ira y aprensión. "Si no quieres
morir, dejarás todo esto en paz. No estoy jugando aquí. No estoy tratando de conseguir
nada. Lo que intento es advertirte".
Ella puso los ojos en blanco. "¿Cuál es tu precio?" Cuando no respondió, cruzó los brazos
sobre el pecho y ladeó la cadera. "Siempre tienes un precio. Dámelo".
Durante varios minutos, Max no pronunció ni una palabra. Su mirada se estrechó mientras
se componía. "Mi precio es que te quedes aquí conmigo y no vuelvas a preguntar por nada
de esto"
Dubhan parpadeó, inseguro de haber escuchado correctamente a Max con el zumbido en
su cabeza.
"¿Qué?" Kyra preguntó con una risa ahogada. "Eso no va a suceder".
Max le dio una inclinación de cabeza, sus labios se comprimieron. "Ese es mi precio".
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Suspiró fuerte y puso los ojos en blanco. "Realmente pensé que trabajarías conmigo. No
vine pensando que me darías algo gratis, pero no pensé que tratarías de trabajar conmigo
como lo haces con otros"
"No lo hago".
Parecía sincero, aunque Dubhan deseaba que fuera de otra manera. Sin embargo, Dubhan
no podía decirle eso a Kyra. La miró para encontrarla desafiante y dispuesta a quedarse el
tiempo necesario para conseguir lo que quería.
Max de repente frunció el ceño y dio un paso atrás mientras miraba a su alrededor. "¿A
quién trajiste?"
Kyra puso una cara. "¿Traer? No traje a nadie".
"Hay alguien aquí".
"Max, sabes tan bien como yo que ningún Fae puede permanecer oculto tanto tiempo. Estoy
sola"
Dubhan miró la cara de Kyra. Ella dijo todas las palabras correctas, pero él vio la tensión
en sus labios. Ella se había dado cuenta de que él estaba aquí, y no estaba feliz por ello. Al
menos, no le había entregado.Todavía.
Max se acercó a Kyra y le susurró: "Te conozco. Se te mete algo en la cabeza y no paras
hasta que estás satisfecha".
"Soy tenaz".
"Eres una maldita testaruda. Y esta vez, podría costarte la vida", dijo con fuerza, con la cara
marcada por la ira.
Kyra se rió, pero esta vez no estaba tan relajada. "¿Por qué dices eso?"
Sus fosas nasales se abrieron mientras negaba con la cabeza. "Hay algunas cosas con las
que ni siquiera yo me meto. Creo que de alguna manera estás involucrada en ambas".
"¿Ambas?" Preguntó Kyra, con las cejas juntas.
Dubhan quería que empujara a Max y averiguara qué quería decir con eso, pero Max le dio
la espalda, con su mano gesticulando en el aire. "Deberías irte. No le preguntes a nadie más
sobre ese símbolo".
"Lo que sea". Kyra ya había dado la vuelta para volver a la puerta.
"¡Espera!" Max gritó y se puso de pie delante de ella. "¿Has ido con alguien más preguntando
sobre la marca?"
Kyra vaciló. Después de un momento, asintió con la cabeza. "Otro lugar".
Dubhan hizo una mueca y se mordió la lengua, tratando de no gritar de dolor. Necesitaba
escuchar porque empezaba a sospechar que Max podría estar diciendo la verdad.
"No deberías haber hecho eso. ¿Qué te dijeron?" Max exigió.
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Kyra se encogió de hombros y dijo: "Me dijeron que te viera".

Max se rastrilló una mano a través de su pelo corto y negro mientras caminaba agitado.
"Joder. Esto es malo"
Dubhan se dio cuenta de que tenían que irse. Y pronto. Pero no podía irse sin Kyra.
No se iría sin ella.
A estas alturas, Kyra estaba frunciendo el ceño. Era obvio que incluso ella estaba
empezando a creer en Max. "Es sólo un símbolo".
"Es mucho más que eso", dijo Max. Se detuvo y miró a Kyra. "Realmente te has metido en
algo que no deberías, cariño".
"Necesito estar preparada, entonces"
Max suspiró en voz alta y asintió con la cabeza. "Desafortunadamente, tienes razón, pero
una vez que te dé este conocimiento, serás cazada"
"Tienes las respuestas que busco", dijo Kyra enojada. "Sabía que las tenías".
Max resopló fuerte. El ácido goteaba de su voz mientras hablaba. "¿De verdad crees que
vivo así, escondido, sin salir nunca porque quiero? Piénsalo de nuevo, cariño"
"Pero cualquiera puede encontrarte si quiere"
"No de los que me escondo. ¿Por qué crees que la puerta de aquí está cubierta de marcas
ocultas?"
Ahora, Dubhan sabía por qué tenía tanto dolor. Maldición, debería haber mirado. Giró la
cabeza para mirar la puerta y encontró numerosos símbolos allí, algunos de ellos corriendo
juntos. ¿O era sólo el dolor que afectaba a su vista? Mierda. Realmente no lo sabía.
Pero era consciente de que estaba perdiendo fuerza y rápidamente. Si no salía pronto, se
derrumbaría, y no estaba seguro de si el velo se mantendría levantado si lo hacía.
"¿Qué tipo de símbolos?" Preguntó Kyra.
Dubhan se agachó, respirando profundamente para tratar de mantener la mayor parte del
dolor manejable. Miró la alfombra bajo sus pies mientras los escuchaba.
"Todo", dijo Max encogiéndose de hombros.
Ella le miró fijamente. "Dame un ejemplo".
"Me he asegurado de que Usaeil no me encuentre, y si ella no puede encontrarme, entonces
tampoco sus Rastreadores. También me he asegurado de que mi alma no pueda ser tomada
por los Reapers".
Dubhan apenas aguantaba, pero incluso escuchando eso, quería resoplar. El dolor era
insoportable, ya que irradiaba por todo su cuerpo, sonando como una campana.
"¿Reapers?" Kyra preguntó en voz baja.
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Max asintió. "Cree en ellos, Kyra. Son reales".

"¿Cómo lo sabes?"
"Me he dedicado a saber todo tipo de cosas"
Dubhan levantó la cabeza y lanzó una mirada de odio a Max. Max sólo pensó que podía
mantenerse alejado de los Reapers. Dubhan quería dejar caer el velo y probar que los
símbolos no harían nada para proteger a Max de los Reapers o de la Muerte. Entonces Kyra
habló, recordándole a Dubhan para qué estaba realmente allí.
Ella tragó saliva. "¿Cuál es el símbolo por el que te pregunté?"
Max pasó por delante de ella y se sentó, inclinándose hacia adelante para que sus codos
descansaran sobre sus rodillas. Su cara estaba girada hacia el fuego, bañando su piel en
luz roja-naranja. "Hace mucho tiempo, los Druidas de otro Reino vinieron aquí. Eran
fuertes, pero no pudieron derrotar a los Reyes Dragon".
Dubhan se forzó a sí mismo a escuchar la mención de los Reyes Dragon porque era una
información que los Reapers, la Muerte y los Reyes necesitaban saber. Pero el dolor le estaba
comiendo de dentro a fuera.
"Los Druidas trajeron aquí a los mortales sin magia, y los Reyes hicieron un lugar para ellos
sin darse cuenta de que había un motivo oculto"
La boca de Kyra se abrió. "Estás bromeando".
"No", dijo Max, aún sin mirarla. "Los Druidas esperaron hasta que algunos de los mortales
desarrollaron magia, y mientras eso ocurría, fueron a los Fae y encontraron aliados entre
nuestra especie. Light Fae y Dark se unieron, junto con los buenos y malos Druidas de la
Tierra. Las tres entidades separadas unieron su magia en un esfuerzo por derribar a los
Reyes Dragon. Se llaman a sí mismos los Otros. Y siempre están aquellos que buscan unirse
a sus filas"
Kyra estaba callada, simplemente mirando a Max. Dubhan se sintió mal del estómago
porque sospechaba hacia dónde iba la historia.
Las luces se encendieron en los ojos de Dubhan. Sabía que no podía durar mucho más. Se
estaba aferrando a un hilo que se le escapaba entre los dedos.
Max respiró hondo antes de decir: "Cualquiera con ese símbolo marcado en cualquier parte
se ha declarado con los Otros". Max volvió la cabeza hacia Kyra. "Y derribarán a cualquiera
que se interponga en su camino".
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 7
Kyra se estremeció hasta la médula. Incluso después de salir de casa de Max, no podía
dejar de oír sus últimas palabras mientras estaba en el edificio en ruinas. Miró a su
alrededor, esperando que Dubhan se mostrara. No estaba enfadada porque la hubiera
seguido. Estaba irritada.
No tenía razón para estar enfadada ya que él no la conocía y no tenía motivos para confiar
en ella. Pero a medida que pasaban los minutos y ella no lo veía, empezó a preocuparse. Tal
vez no había sido él el que estaba con ella en casa de Max.
"Dubhan".
Su nombre resonó por los pasillos abandonados, rebotando en las puertas antes de
desvanecerse. Aún así, no se materializó. Se dio la vuelta y miró la puerta de Maximillian.
Había dicho que había puesto guardias para mantener a los Reapers fuera. Si eso fuera
cierto, Dubhan no habría podido pasar. ¿Verdad? Honestamente no lo sabía, porque parecía
del tipo que no dejaría que nada se interpusiera en su camino si quería algo.
Se dio la vuelta y saltó cuando vio a Dubhan apoyado en la puerta frente a ella, con aspecto
de enfermo. Su respiración era irregular y su cara estaba pálida. Sus ojos estaban cerrados
como si fuera una lucha por permanecer de pie.
"Estabas tú conmigo", dijo.
Sus ojos rojos se abrieron brevemente para encontrarse con los de ella. "Me preocupaba...
que algo... te pasara"
El hecho de que tuviera dificultad para hablar le dijo lo que ese símbolo le había hecho. Ella
caminó hacia él y puso su brazo alrededor de su cintura mientras lo colgaba sobre sus
hombros. Pero él no se apartó de la puerta.
"Déjame ayudarte", dijo ella cuando él se resistió.
"Puedo hacerlo".
Ella puso los ojos en blanco. "Estás a punto de caer de cara. ¿Debería liberarte para que
puedas?"
"Eres una descarada", murmuró.
Eso la hizo sonreír porque Eva le había dicho eso a menudo. "Claro que sí. Ahora, vamos.
No es debilidad dejar que alguien te cuide"
Con un fuerte suspiro, apoyó todo su peso sobre ella. Kyra no estaba preparada para ello,
y sus rodillas casi se doblaron. Se las arregló para permanecer de pie y teletransportarles a
su cabaña, justo al lado del sofá, justo a tiempo para que él se inclinara de lado. Kyra se
movió para que Dubhan cayera sobre los cojines, pero terminó cayendo con él.
No fue hasta que se deslizó del borde del sofá que se dio cuenta de que se había desmayado.
Se puso de rodillas y movió suavemente su pesado brazo alrededor de sus hombros. Estaba
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medio de lado, medio sobre su estómago. Apenas pensó en ello, usó magia para ponerlo de
espaldas para que descansara más cómodamente.
Kyra se tomó ese tiempo para regresar a Belfast para advertir a Jesta y Tate. Primero estudió
la tienda para ver si había algún signo de peligro, pero todo parecía normal. No fue hasta
que entró y encontró la tienda vacía que empezó a preocuparse.
Llamó en voz alta a la pareja, pero su pregunta fue recibida en silencio. Kyra se dirigió al
mostrador de la parte trasera de la tienda, pero no encontró nada fuera de lugar, y ninguna
señal de Tate o de Jesta. Se dio la vuelta y dio un paso, su pie se hundió en algo. Cuando
miró hacia abajo, vio dos montones de cenizas.
Kyra saltó hacia atrás, su corazón palpitaba con miedo y conmoción mientras miraba lo
que quedaba de la pareja. Miró a su alrededor para asegurarse de que no había nadie más
en la tienda antes de teletransportarse rápidamente a su casa. Sus manos temblaban
incontrolablemente mientras ponía más guardias alrededor de su casa, pero no estaba
segura de que eso mantuviera a los Otros fuera.
"¿Qué ha pasado?"
Se dio la vuelta con el sonido de la voz de Dubhan. Estaba tan contenta de que él estuviera
aquí. No quería estar sola. No ahora.
"Kyra", insistió mientras se sentaba, con el ceño fruncido de preocupación arrugando la
frente.
"Tate y Jesta". Están... muertos"
El remordimiento se le notaba en la cara. "Lo siento".
"¿Es por las preguntas que hice? ¿Les hice esto como dijo Max?"
Dubhan se puso de pie y fue hacia ella. Ahora estaba más estable, pero aún se veía un poco
verde alrededor de las branquias. "Esto no es culpa tuya. Es mía"
"Yo soy el que habló con ellos".
Él tomó sus manos en las suyas. "Esto es por mi cuenta. Todo depende de mí. Nunca debí
haberte preguntado por ello".
Sacudió la cabeza y se acercó a él, necesitando su calor. Hablar de la pareja era demasiado
difícil ahora mismo. Ella necesitaba pensar en otra cosa. "¿Cómo pudiste ir a casa de Max
si él utilizó el símbolo para mantener fuera a los Reapers?"
"No fue fácil", confesó. "Me dolió mucho".
"Me doy cuenta. Te ves mejor ahora"
"Me gustaría saber cómo encontró el símbolo de los Reapers para mantenernos fuera. Nunca
he oído hablar de él antes"
Disfrutaba que se siguieran tocando, y se preguntaba si él se daba cuenta. No era como si
ella fuera a liberarlo. Había soñado con que él la tocara durante mucho tiempo, no iba a
dejar pasar la oportunidad de experimentarlo de verdad. Y se sentía muy bien.
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Sus pensamientos volvieron al tema que nos ocupa. "Hay muchas cosas que Max sabe que
no está contando".
"No puedes creer todo lo que dice".
Kyra ladeó la cabeza cuando escuchó la nota de ira en la voz de Dubhan. "¿Conoces a Max?"
"Lo hice en una época".
Estudió a Dubhan. Había dicho las palabras sin ayuda, pero era obvio que intentaba ocultar
algo. Su ira era demasiado palpable para ser ignorada. "¿Qué hizo?" Porque Max obviamente
había hecho algo.
"No importa. Simplemente no confíes en todo lo que dice como verdad".
Apretó los dedos en los de Dubhan. "Sé qué clase de persona es Max. Puede ser amable,
pero se preocupa por sí mismo ante todo".
" Vosotros dos erais amantes".
Estaba preparada para esto desde el momento en que se dio cuenta de que Dubhan la había
seguido. Hacía mucho tiempo que no hablaba de Max ni pensaba en él. "Durante un tiempo.
Estaba empezando, moviéndome entre los Light y los Dark, aprendiendo secretos, e
intercambiándolos así como objetos. Sólo estuvimos juntos unos pocos meses, pero vi quién
era realmente durante ese tiempo, y no me gustó. Fue entonces cuando terminé lo que
había entre nosotros".
Dubhan mantuvo su mirada, mirándola profundamente a los ojos. Kyra se preguntó qué
vio allí, o tal vez estaba buscando algo. Ella era un libro abierto. No había nada en su vida
que mantuviera en secreto. Si alguien quería saber algo, todo lo que tenía que hacer era
preguntar.
"¿Todavía te importa?" Dubhan preguntó.
Kyra se encogió de hombros. "Terminamos las cosas amigablemente, al menos lo hicimos
así según mi manera de pensar. No tengo ninguna animosidad hacia él. Pero no
consideraría a Max como un amigo si eso es lo que preguntas".
"Es bueno saberlo".
"¿Qué te hizo?"
"Digamos que siento una gran animosidad hacia él"
"Oh". Kyra odiaba que Max hubiera herido a Dubhan, y realmente quería saber la causa de
ello.
"Es una historia para otro día".
"Lo siento".
"No tienes nada de que disculparte"
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Ella le dio una sonrisa débil. "Me siento como si lo hiciera, simplemente por mi asociación
con Max"
"No", dijo Dubhan con voz suave, sus ojos carmesí mirando a los de ella.
Su pulgar rozó el dorso de una de sus manos. A ella le gustaba cómo se sentía, y le gustaba
tener esta conexión con él.
De repente, Dubhan soltó sus manos y dio un paso atrás. "¿Has oído hablar de los Otros
antes?"
"No", dijo Kyra con un movimiento de cabeza. Luchó por encontrar algo que hacer con sus
manos ahora que ya no tenían las de Dubhan. "¿Tú lo has hecho?"
Él asintió con la cabeza. "Desafortunadamente. Son asuntos desagradables".
"¿Y van tras los Reyes Dragón?"
"De hecho, los Reyes han estado tratando con los Otros desde hace algún tiempo.
Necesitarán saber esta nueva información. Especialmente la parte en la que hay más
personas que desean unirse a ellos. Hasta ahora, todos asumimos que su número era
limitado".
El que Dubhan compartiera la información significaba que se iba. La tristeza llenó a Kyra
con ese pensamiento. Se preguntaba si le volvería a ver, pero no se atrevió a hacer la
pregunta por miedo a lo que pudiera oír. "Los Reapers necesitan saber, también."
"Sí", admitió él un instante más tarde.
Kyra se abrazó a sí misma, repentinamente congelada. "Tendrás que hablarles de mí".
Él sólo asintió con la cabeza.
Kyra probablemente no debería preocuparse por los Otros en este momento. Su
preocupación debería estar en los Reapers y en el hecho de que conociera su existencia
significaba para ella. "Lo entiendo".
"¿Lo haces?" Dubhan preguntó con una ceja arqueada.
En lugar de responder, preguntó: "¿Qué hay de la persona que has estado buscando? ¿Crees
que está aquí?"
Dubhan respiró hondo, sus ojos se movieron por encima de su hombro hacia la ventana
que daba a la aldea desde la montaña. "Empiezo a pensar que nunca le encontraremos".
"¿Quién es? Tal vez pueda ayudar."
La mirada carmesí de Dubhan se deslizó hacia ella mientras sonreía. "Ya has puesto tu vida
en peligro hoy. ¿Por qué quieres seguir ayudándome?"
"Para estar cerca de ti", respondió honestamente.
Él parpadeó, aparentemente sin estar preparado para su respuesta. "¿Por qué?"
"Me gustas".
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"No me conoces".
Ella sonrió con tristeza mientras miraba hacia otro lado. "Siempre he tenido el hábito de
seguir mi instinto o mi corazón o lo que sea que me lleve por un camino u otro. He tenido
algunas aventuras increíbles, he visto cosas asombrosas, y he sido parte de grupos
maravillosos. Todo lo que he hecho, cada decisión que he tomado, se ha hecho escuchando
esto", dijo y se tocó el pecho. "No lo cuestiono. Simplemente dejo que suceda".
"Te han herido".
Kyra se encogió de hombros, sus labios se curvaron. "Todo el mundo lo ha sido. Es parte
de la vida. ¿Cómo puedes esperar vivir, si te preocupa que alguien te traicione o te rompa
el corazón? Sí, me han herido. He sido agraviada, y me han roto el corazón. Pero son
experiencias de las que no me arrepiento. Ni las cambiaría por nada"
"¿No les quitarías el dolor?" Dubhan frunció el ceño como si no pudiera comprender lo que
ella decía.
"No, porque he aprendido algo de ellas. También crecí como persona. Vivir es lo que anhelo.
Quiero ver la belleza de las cosas, quiero experimentar tanto como pueda"
Los labios de él se suavizaron al tiempo que su expresión se suavizaba. "Eso suena bien".
"Si. Deberías probarlo".
"Lo haré".
Ella le sonrió, con los brazos caídos a los lados. "Me alegra escucharlo".
"¿Por qué yo?" preguntó.
Su mirada le recorrió. "Primero, eres increíblemente guapo. Verte en la batalla... bueno, fue
impresionante. Tú eres tú. No usas el interés de un mortal en ti para tu beneficio. De hecho,
les ignoras. No importa lo que fuiste en el pasado, ahora eres algo maravilloso".
"Yo era un Dark".
Lo dijo como si lo resumiera todo. Y ella creía que lo hacía de alguna manera, aunque no
podía decir por qué exactamente. ¿No sería siempre un Dark? "Ahora eres un Reaper".
"No me hagas ver como algo que no soy. Hice cosas terribles antes"
Ella le estudió por un momento, viéndole como realmente era, y aún así, lo deseaba con un
anhelo que sabía que nunca se saciaría. "Lo sé. Tu pasado está ahí en tus ojos rojos y en la
plata de tu pelo"
"¿Y... eso no te molesta?"
En respuesta, ella caminó hacia él, se puso de puntillas y apretó su boca contra la de él.
Por un instante, él no hizo nada. Entonces sus brazos la rodearon y su cabeza se inclinó
hacia un lado. Su lengua se deslizó a lo largo de la unión de sus labios, y ella los separó
para él. El primer sabor de su beso fue sublime, enviando olas de placer a través de ella
hasta que su cuerpo ardió. Ella le rodeó el cuello con sus brazos y se rindió ante el deseo
ferozmente erótico que se apoderó de ambos.
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Él comenzó a retroceder. Ella le agarró la cara a ambos lados de la cabeza y le dijo entre
besos: "No te atrevas a parar".
Su forma de abrazarla se estrechó mientras profundizaba el beso. El deseo pulsaba a través
de ella, centrándose en su sexo que palpitaba de necesidad. Kyra utilizó magia para
quitarles la ropa. Sin perder el ritmo, Dubhan la tenía contra la pared.
Se arrodilló y enganchó una de sus piernas sobre su hombro, y luego presionó sus labios
contra su sexo. Kyra gimió mientras él lamía y lavaba su clítoris. Ella enhebró sus dedos
en su cabello y se rindió al placer. La sensación de sus manos sobre sus caderas, muslos y
trasero la arrullaba mientras su lengua y boca la enviaban en espiral hacia el éxtasis.
Cuando él empujó un dedo dentro de ella, Kyra jadeó. El placer se duplicó, poniéndola al
borde del orgasmo más rápido de lo que nunca antes había estado. Y con la misma rapidez,
disminuyó la velocidad de su lengua.
Ella gimió de anhelo y movió sus caderas, queriendo más, pero él no se lo dio. Fue entonces
cuando se dio cuenta de que su cuerpo era de él. Dubhan era el único que tenía el control
de cuando ella conseguiría su liberación. Ella no sabía cuándo se había convertido en suya
de esa manera. Por lo que ella sabía, fue cuando lo vio luchar contra los Trackers, pero no
importaba. Le gustaba exactamente donde estaba.
La mantuvo al límite, acercándola al clímax y luego retrocediendo. La volvía loca de
necesidad hasta que susurró su nombre una y otra vez.
Luego, finalmente, la llevó al borde.
∗∗∗∗∗∗∗
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DONNA GRANT
Capítulo 8
El sonido de su placer, le puso duro, dolorido por estar en su interior. Dubhan continuó
lamiéndola hasta que colapsó contra la pared, con lo último de su orgasmo dejándola débil
y apenas capaz de mantenerse en pie.
Él se quitó la pierna de su hombro y se puso de pie. Luego la levantó de forma que sus
piernas le rodearon la cintura. Sus ojos se encontraron y se quedaron clavados. El glamour
de ella desapareció revelando sus ojos plateados claros y su pelo hasta los hombros de color
negro.
Dubhan ni siquiera estaba seguro de que ella supiera que esto había sucedido, pero, sin
embargo, le gustaba. Ver a la Kyra real, desnuda no sólo de sus ropas, sino también de su
magia, hizo que se le paralizara el corazón.
Era asombrosa. Su cuerpo, más allá de la perfección, desde sus pequeños senos hasta la
sexy hendidura de su cintura. Sus manos no paraban de tocarlo. Sus dedos eran suaves,
sus caricias, al mismo tiempo gentiles y eróticas.
La abrazó, clavándola entre la pared y su cuerpo. Los labios de ella estaban separados
mientras su pecho se levantaba y bajaba rápidamente. Un rubor teñía su piel por el
esfuerzo. Ella apoyó sus palmas en su pecho, con una mano sobre su corazón. Luego giró
sus caderas como si buscara su excitación.
Dubhan apretó los dientes mientras una oleada de deseo le atravesaba. Se deslizó hasta
que la cabeza de su vara rozó contra los mojados pliegues de su sexo. Kyra se mordía el
labio e intentó moverse, pero él la mantenía cautiva, negándose a permitirle hacer nada
salvo sentir lo que él le estaba haciendo, absorbiendo el placer que se arremolinaba entre
ellos.
Dubhan se impulsó en su interior otro centímetro. Ella dejó caer su cabeza hacia atrás
contra la pared, un gemido cayendo de sus labios. Pero cuando se dio cuenta de que él no
iba a llegar más adentro, frunció el ceño, intentando una vez más deslizarse para impulsarle
más profundamente. Él sonrió ante su frustración, y ante la forma en que su cuerpo
buscaba al de él.
Después de unos instantes, él se movió. Las manos de ella se deslizaron hacia sus hombros,
y sus uñas se le clavaron en la piel. Ahora ella gimoteaba, su deseo muy intenso.
Gradualmente, él la fue penetrando, más y más profundamente. Estaba demasiado
concentrada en su propia ansiedad para darse cuenta de cuánto le afectaba a él también la
lentitud de lo que hacían. Con una última embestida, la llenó completamente. Entonces no
hubo forma de detenerlo.
Él empezó a balancear sus caderas, embistiéndola rítmicamente. Pero pronto, eso no fue
suficiente. Se impulsó profundamente, más duramente, lanzándoles a ambos hacia el
precipicio del placer mientras se besaban salvajemente. Entonces fue cuando él detuvo sus
movimientos.
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DONNA GRANT
La respiración de ambos era jadeante, sus cuerpos resbaladizos por el sudor. Él se volvió y
la cargó hasta su dormitorio. Sus labios se encontraron en otro beso feroz mientras la mano
de ella volvía a acariciar su pecho, y sus hombros.
Dubhan se sentó en el colchón y le besó la garganta. La inclinó sobre sus brazos mientras
sus labios se arrastraban por su pecho hasta sus senos. Su gemido cuando él tomó su
turgente pico en su boca hizo que sus bolas se tensaran.
Ella balanceó sus caderas al mismo ritmo que el movimiento de su lengua, sus suaves
gemidos llenando la habitación. La boca de él se trasladó al otro pico, donde él jugueteó sin
piedad hasta que sintió su cuerpo tensarse para otro clímax. No cedió, no disminuyó la
velocidad mientras la impulsaba al límite. La sensación del cuerpo de ella cerrándose
alrededor de él mientras ella se liberaba era electrificante.
Cuando ella se desplomó en sus brazos, él salió de ella y la movió sobre su estómago con
las piernas cayendo por el borde de la cama. La cogió de las caderas y entró en ella por
detrás con una embestida. Su jadeo llenó el silencio de la habitación, seguido rápidamente
por su gemido.
Su cuerpo todavía convulsionándose por el placer, le impulsó a encontrar el suyo propio.
Acarició con sus manos los glúteos de su firme trasero antes de empezar a moverse dentro
y fuera de ella. Con su pelo oscuro cubriendo la mitad de su cara mientras yacía en una
mejilla, ella hundió sus dedos en la colcha, gimiendo de éxtasis.
Ella se levantó sobre sus manos impulsándose hacia atrás, encontrándose con él embestida
tras embestida. Entonces le miró por encima de su hombro, encontrándose sus miradas.
El deseo que él vio allí le llevó al punto más allá de cualquier pensamiento racional.
Todo lo que le importaba, todo lo que importaba era la felicidad que les esperaba.
Y ella se correría conjuntamente con él cuando él llegara al clímax.
Quería escuchar sus gritos una vez más, ver la forma en que su cuerpo se tensaba y luego
temblaba cuando el éxtasis la invadiera. Dubhan alcanzó y encontró su clítoris, dándole
vueltas con su pulgar.
Su gemido en respuesta le hizo saber lo que ella necesitaba. Pero estaba más cerca del
orgasmo que ella y no sabía si podría controlarse más tiempo. Él acarició su espalda con
sus manos, recorriendo con sus dedos su columna en dirección a su trasero, una y otra
vez. Cada vez, se acercaba más a su ano hasta que dejaba que un dedo se quedara allí.
Luego, presionó contra la zona fruncida hasta que la punta de su dedo entró en ella
mientras continuaba empujando dentro de ella.
En poco tiempo, sintió su cuerpo tenso. En el momento en que ella gritó su nombre, él cedió
al placer y dejó que su clímax le llevara.
Todo dejó de existir, excepto Kyra y la felicidad que habían encontrado juntos. Era la
decadencia en su máxima expresión, y él ya ansiaba más.
Se retiró de ella y se dejó caer en la cama. Ella se puso a su lado mientras él le abría los
brazos. Con las piernas colgando sobre el lado del colchón, entrelazaron los miembros y
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simplemente se acostaron en el silencio de la habitación, cada uno perdido en la satisfacción

que habían experimentado.
"Vaya", murmuró ella.
Dubhan sonrió y frotó la mano a lo largo de su espalda desnuda. "Estoy completamente de
acuerdo".
"Vamos a hacer esto de nuevo".
No era una pregunta, y le encantaba lo directa que era con todo. "Ciertamente lo haremos".
Ella sonrió contra su pecho. "Bien"
Quería languidecer después de que hicieran el amor, pero su mente se desvió hacia el
peligro que ahora la rodeaba. Lo había llevado a su puerta. Era cierto que ella no había
tenido que ayudarle, pero él no debería haberle preguntado. Eso estaba directamente sobre
sus hombros.
Dubhan tampoco estaba seguro de cómo Eoghan o la Muerte reaccionarían ante Kyra. De
hecho, estaba más que un poco preocupado de que se enteraran. Pero si había aprendido
algo en su tiempo con la Muerte, era que ella siempre lo descubría todo al final. No tenía
sentido ocultarle nada.
Respiró profundamente, con la mirada en el techo. La respiración de Kyra se había nivelado
con el sueño. Deseaba poder unirse a ella, pero era un lujo que no podía permitirse. Dubhan
permaneció con ella tanto tiempo como pudo antes de hacerla rodar suavemente hacia el
otro lado para poder sacar su brazo. La puso completamente en la cama y la cubrió antes
de entrar en la sala, convocando a su ropa mientras lo hacía.
Después de teletransportarse al exterior, miró al cielo y cerró los ojos, buscando la misma
paz que había descubierto la noche anterior. Para su sorpresa, la encontró. Dubhan la
retuvo por un momento más, dejando que se filtrara en su cuerpo que ya estaba relajado
después del sexo.
Entonces abrió los ojos y dijo, "Eoghan".
El líder de los Reapers llegó menos de un minuto después. Miró a Dubhan antes de mirar
a su alrededor, sus ojos azogue se quedaron en la cabaña antes de volver a Dubhan.
"¿Encontraste algo?"
"Sí", respondió Dubhan. "Pero no a Xaneth. En realidad me encontré con algo totalmente
distinto".
Eoghan esperó en silencio.
Dubhan había luchado contra muchos Fae en su vida antes y después de convertirse en un
Reaper, pero podía decir sinceramente que se alegraba de no haber conocido a Eoghan en
el campo de batalla. Había una razón por la que el Reaper era uno de sus líderes.
"Algo en Drumshanbo me mantuvo en la aldea", le dijo a Eoghan. "No me di cuenta de lo
que era hasta que reconocí que mis andanzas me llevaban a cierto edificio. Es una librería
propiedad de los mortales".
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La frente de Eoghan se contorsionó con el ceño fruncido. "¿Por qué los humanos atraerían
tu interés? ¿Estaban tratando con Fae?"
"En realidad, fueron las marcas en el marco de la puerta"
"¿Qué marcas?"
Dubhan miró a la luna. "La primera era un símbolo para mantener a los Fae fuera".
"Eso no es raro aquí en Irlanda. Especialmente si la línea familiar se remonta a cuando los
Fae llegaron por primera vez"
"No sé nada de eso. Sinceramente, no me preocupaba demasiado que los mortales
mantuvieran a los Fae fuera. Fue el otro símbolo el que me llamó la atención. Uno que sólo
había visto una vez más en mi vida"
Eoghan levantó las cejas. "¿Dónde?"
"En la casa de mis padres".
Eoghan lo aceptó, asintiendo ligeramente con la cabeza. "¿Sabes cuál es la marca?"
"Nunca me lo dijeron".
Eoghan conocía la historia de Dubhan. Los líderes de los Reapers conocían el pasado de
aquellos a los que dirigían para ayudarles a convertirse en una unidad cohesiva, así que
Dubhan no sentía la necesidad de explicarlo.
"Ya veo", dijo Eoghan después de un momento.
Dubhan deseaba que eso fuera todo lo que tenía que decir. "Hay más".
"Por lo general, siempre lo hay. Supongo que tiene que ver con quienquiera que ocupe esta
casa de campo"
Dubhan asintió con la cabeza. "Te diré cómo nos conocimos, pero primero, quiero que sepas
que le pedí ayuda para descubrir lo que significaba el símbolo. Cuando fue a averiguarlo,
me velé para seguirla mientras iba a Belfast a preguntarle a una pareja Fae de allí. La
enviaron a Maximillian"
Eoghan no pronunció una palabra, pero todo su cuerpo se puso tenso.
"La seguí a través de la puerta de los Fae para verle y de inmediato se me presentaron unos
dolores como nunca he experimentado"
"Ni siquiera un símbolo para mantener a los Fae fuera nos detendrá", dijo Eoghan.
Dubhan resopló. "Se las arregló para encontrar una marca para protegerse de la Muerte"
Los labios de Eoghan se separaron ante las noticias. "¿Es así? ¿Pero te las arreglaste para
quedarte en su casa?"
"Fue insoportable, y me desmayé después, pero sí, lo hice"
"Supongo que soportaste el dolor por alguna razón".
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Dubhan tragó saliva. "Él sabía cuál era el símbolo que yo buscaba. No quería decírselo a
Kyra al principio, pero ella se las arregló para sacárselo".
"Max no le dice a nadie nada que no quiera que sepan".
"Creo que realmente él no quería decírselo. Fueron una vez amantes, y creo que todavía se
preocupa por ella. Trató de convencerla de que se olvidara del símbolo, pero no ella quiso"
Eoghan gruñó suavemente. "¿Qué le dijo?"
"Es un símbolo para los Otros. Más precisamente, es para los que forman parte de los Otros,
o los que quieren unirse a ellos"
La cara de Eoghan se relajó. "Esta es una información importante. Me alegro de que lo
hayas investigado"
Dubhan se pasó una mano por la cara. "La pareja a la que fue Kyra, preguntando por el
símbolo... Fueron asesinados no mucho después de que ella les visitara"
"Eso no es una coincidencia".
"No, no lo es".
Las narices de Eoghan se abrieron de par en par cuando miró la casa. "¿Quién es ella?"
"Una Fae Light".
La sorpresa llenó la cara de Eoghan cuando se volvió hacia Dubhan.
"Lo sé", dijo Dubhan. "La cosa es que estaba en el Castillo Light cuando luchamos contra
los Trackers. De alguna manera, estaba en el área de la magia que Aisling puso para que
ningún Fae pudiera ver la batalla"
Eoghan simplemente se sentó allí.
La preocupación hizo un nudo en el estómago de Dubhan. "Me encontró simplemente
pensando en mí. De hecho, me ha estado siguiendo desde el Castillo"
"Debe estar usando algún tipo de magia".
Dubhan negó con la cabeza. "Tiene un antiguo libro de hechizos que su tía encontró en el
Reino Fae, pero le eché un vistazo. Creo que me está diciendo la verdad sobre cómo me
encontró".
"No me gusta, Dubhan. Y a la Muerte tampoco le va a gustar".
Dubhan dio un paso hacia Eoghan. "Sin Kyra, no sabríamos nada del símbolo. Ha puesto
su vida en peligro para ayudarme".
"Ella sabe lo que eres".
No era una pregunta. Dubhan miró hacia otro lado y asintió con la cabeza. "Ella lo sabe".
" Sinceramente, no sé cuál será la decisión de la Muerte sobre esto".
"Me gustaría defender el caso de Kyra", dijo Dubhan.
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Eoghan arqueó una ceja, la sorpresa grabada en sus rasgos. "¿Tú?"

"Sí".
"Veré lo que puedo hacer".
∗∗∗∗∗∗∗
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DONNA GRANT
Capítulo 9
Kyra no sabía qué la despertó. Sus ojos se abrieron de golpe, su corazón latía con fuerza.
"Yo también lo oí", susurró Dubhan a su lado.
Ella agarró su brazo que estaba sobre su cintura mientras ajustaba su cuerpo al de ella por
detrás. Ninguno de los dos se movió mientras esperaban oír el sonido de nuevo, aunque ella
era muy consciente de lo inquietantemente silenciosa que era la noche. Casi como si todos
los animales simplemente hubieran... desaparecido.
Su cuerpo estaba tenso, su sangre bombeaba rápidamente. Cada nervio gritaba ¡peligro! No
dejaba de pensar en encontrar a Tate y Jesta asesinados. Y en la advertencia de Max. ¿Eran
los Otros? ¿Estaban allí para exigir su venganza?
Kyra podría saber cómo salir de la mayoría de las cosas, pero cuando se trataba de pelear
o escapar, se iba.
"Tranquila", le susurró Dubhan al oído.
No tenía ningún interés en reunirse con los Otros ya que no tenía intención de que su vida
terminara. No se arrepentía de haber ayudado a Dubhan, pero sólo sería un obstáculo en
la batalla.
Kyra abrió los labios para hablar cuando oyó una rama fuera de su ventana partirse en dos.
Con su corazón latiendo doblemente, trató de decidir qué hacer. Antes de que pudiera,
Dubhan los tenía en pie y vestidos. La giró para mirarla y le puso el dedo en los labios. Ella
asintió con la cabeza, demasiado aterrorizada para hacer otra cosa.
Pasaron varios minutos tensos antes de que la noche cobrara vida de nuevo. Lo que había
estado ahí fuera había desaparecido. Debería sentirse aliviada. En cambio, no podía dejar
de pensar en lo que podría haber pasado si Dubhan no hubiera estado allí.
La liberó y dio un paso atrás.
"¿Adónde vas?", preguntó ella en un susurro frenético.
Él se volvió tranquilamente hacia ella. "Voy a mirar afuera. Puede que haya alguna pista de
quién estaba ahí fuera".
Ella hizo un gesto cuando él usó su voz normal, pero ella mantuvo la suya en un susurro.
"Ambos sabemos quién fue".
"Tal vez", dijo Dubhan encogiéndose de hombros. "No lo sabré hasta que mire. Se han ido,
Kyra".
"Eso es lo que piensas. Podrían estar ahí fuera esperando"
"Si quisieran entrar, ya lo habrían hecho", le dijo.
Ella comenzó a discutir cuando se dio cuenta de la verdad de sus palabras. Su boca se
cerró cuando miró alrededor de su habitación. Ya no se sentía segura en la casa de campo.
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Todos estos años, había creído que tenía muy pocas cosas de las que preocuparse para no
lastimarla. El darse cuenta de que había un grupo como los Otros ahí fuera, que también
tenía problemas con los Reyes Dragón era aterrador.
¿Cómo un Fae como ella, o cualquier Fae, para el caso, combatía a un grupo así?
La mirada carmesí de Dubhan la estudió. "No me voy a ir. Solo voy a echar un vistazo fuera"
"Iré contigo", dijo. Entonces se dio cuenta de que ya no susurraba y no estaba segura de
cuándo había dejado de hacerlo.
Dubhan extendió su mano. Ella se la cogió, uniendo sus dedos con los de él. En el momento
en que sus manos se conectaron, parte de su ansiedad se fue. Él le hizo una seña con la
cabeza. Ella sonrió a su vez. Luego salieron juntos de la casa de campo. Sus sentidos
estaban en alerta máxima. Ella miró por todas partes, pero se dio cuenta de que no veía
nada, ya que sólo estaba ojeando cosas.
Kyra respiró hondo y miró a Dubhan para ver qué estaba haciendo. Permanecía
perfectamente inmóvil, su cabeza deslizándose lentamente de un lado a otro mientras sus
ojos buscaban en la oscuridad cualquier signo de un intruso.
No estaba tenso. De hecho, parecía relajado, pero eso era probablemente sólo para poder
reaccionar rápidamente si era necesario. Ella le imitó, forzándose a relajar sus músculos y
a calmarse. Sin embargo, su miedo todavía la tenía firmemente atenazada.
Y su deseo de huir lejos de todo esto era fuerte.
Se esforzó por mantenerse firme. Era una tontería, este miedo dentro de ella. Nunca antes
se había encontrado con alguien o algo donde se viera forzada a defenderse con magia o
habilidades de batalla. No ayudaba que toda su vida, su madre le hubiera enseñado que
las mujeres debían dejar que los hombres manejaran la batalla, mientras ellas se ocupaban
de la vida hogareña.
Tantos años de eso, y se había arraigado en ella el correr a la primera señal de conflicto.
Kyra se había adaptado a lo largo de los años, y había logrado la habilidad de Eva para salir
de situaciones difíciles, pero esto era completamente diferente.
A pesar de lo que le pasaba, Dubhan no parecía ni un poco perturbado. Eso era
probablemente porque estaba acostumbrado a la batalla. No tenía nada que ver con que
fuera Dark, y todo que ver con estar en escaramuzas anteriores.
Sus ojos rojos miraban en su dirección. No dijo nada cuando empezó a dar vueltas por el
lado de la casa. Ella no quería ir. De hecho, sus piernas se negaban a moverse al principio,
pero hizo que sus músculos obedecieran su orden y siguieran el ritmo de Dubhan. Él
caminaba lentamente, deteniéndose y mirando fijamente al suelo durante unos momentos
antes de que su mirada se moviera por la zona. Lo hizo una y otra vez hasta que llegaron a
la ventana de su dormitorio.
Vio la ramita rota al mismo tiempo que Dubhan. Se puso en cuclillas a su lado, soltando
su mano para poder inspeccionar el palo. Después de unos momentos, se enderezó y se
volvió hacia ella.
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"Esa es una mirada de preocupación", dijo ella.

Sus labios se estrecharon brevemente. "Un Fae estuvo aquí, pero no sé si era Light o Dark.
¿Alguien sabe dónde te estás quedando?"
"Nadie".
"Hmm", dijo y miró hacia abajo de la montaña al pueblo de abajo. "Hay varios Fae ahí abajo".
Ella siguió su mirada. "Cierto, pero no interactué con ninguno de ellos"
"Eso no significa que uno no te haya seguido desde que montaste en la moto en vez de
utilizar la magia"
Kyra frunció el ceño mientras pensaba en su medio de transporte favorito. "He estado
montando eso durante años. Ningún Fae ha estado interesado todavía. Ni ninguno me ha
seguido".
"Es una posibilidad".
Ella le dirigió una mirada displicente. "También los que dejaron esas marcas en la librería.
Todavía no sabemos qué es lo que quieren"
"No hay necesidad de pensar así. Podría haber sido otra persona".
"Me ocupo de los hechos", declaró ella. "Los hechos son los que mantienen las cosas simples
y directas. No endulces las cosas porque no creas que yo pueda manejarlo".
Él respiró hondo. "Tienes razón, pero también vi tu reacción al saber que alguien estaba
aquí".
"Estoy trabajando en eso. El hecho de que todavía esté aquí dice mucho".
"Sí, así es" Miró hacia otro lado, mirando hacia abajo de la montaña durante un largo y
silencioso minuto. Luego la enfrentó y dijo: "Podrían haber sido los Otros. También podría
haberse tratado de otra persona. Puede que fuera un Reaper".
Eso la sorprendió. Ni siquiera había contemplado esa posibilidad. "¿A menudo te acercas
sigilosamente a tus compañeros Reapers?"
"No. Ni tampoco habrían venido y no me habrían llamado"
"Así que volvemos a los Otros o a los que desean unirse a ellos"
Sonrió. "¿Siempre piensas lo peor?"
"Es más seguro así".
"Incluso si fueran los Otros, no te habrían alcanzado"
Ella arqueó las cejas. "¿Has luchado contra ellos antes?"
"No exactamente".
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Lo que significaba que no tenía ni idea de si podía enfrentarse a ellos. Kyra no señaló eso.
No estaba en su naturaleza hacer que los demás se sintieran pequeños o estúpidos, así que
se guardó sus pensamientos para sí misma.
"¿Sabes cómo me convertí en un Reaper?" preguntó él de repente.
Ella jugaba a cualquier cosa para apartar de su mente a los que la perseguían, y su
potencial muerte. Sacudió la cabeza. "¿Cómo?"
"Tuve que morir. Violentamente, y por traición. Me gané mi lugar entre los Reapers por mi
habilidad para luchar"
Kyra le miró fijamente, su mente no pudiendo asimilar lo que él decía. "¿Moriste?"
Sus fosas nasales se abrieron. "La Muerte nos elige cuidadosamente. Se nos ofrece nuestra
alma a cambio de un servicio".
"¿Cuánto tiempo sirves?"
"Hasta que volvamos a morir".
Kyra tragó, su ceño fruncido. "Pero has sido resucitado".
"Así es, pero no es algo que la Muerte pueda hacer -o hará- de nuevo. Tenemos una
oportunidad. No conozco a nadie que haya rechazado la oportunidad de convertirse en un
Reaper. No sólo tenemos una segunda oportunidad, sino que estamos sirviendo a un poder
superior".
"Te he visto moverte. A todos vosotros. Sois mucho más que sólo Faes"
"Eso es cierto. Tenemos una gota de los poderes de la Muerte. Eso nos hace más rápidos,
nuestros sentidos más agudos, nuestra magia más fuerte, y podemos permanecer velados
tanto tiempo como queramos"
Saber que ella lo había estado siguiendo, pensando que le estaba engañando la hizo quedar
como una tonta. Era una maravilla que Dubhan no la hubiera liquidado en el acto. Kyra
respiró con calma. "¿Por qué me cuentas esto?"
"No lo habría hecho, pero me viste y me seguiste. También me ayudaste. Siento que es justo
que sepas algo".
Ella le dirigió una mirada cautelosa, sus ojos se estrecharon. "No conozco a nadie que
conozca a los Reapers. La mayoría de los Fae ni siquiera hablarían de vosotros. E incluso
cuando tú y yo hablamos, te desviaste de tu camino para no declarar que eras un Reaper.
Supongo que había una razón para ello. Como, quizás que se supone que no debo saberlo"
Su mirada fue suficiente respuesta.
"Ya veo. ¿Qué significa para mí ahora que lo sé?"
"Tenemos una regla. Nadie puede saber de nosotros. Si alguien descubre la verdad, muere"
Bueno, ella era la que había preguntado. Kyra realmente necesitaba aprender a mantener
la boca cerrada. A veces, era mejor no saberlo todo. "Voy a morir".
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"No quiero darte falsas esperanzas, pero pienso hablar con la Muerte en tu nombre"
Kyra estaba aturdida por su declaración. "¿Por qué harías eso?"
"Me ayudaste. Voy a ayudarte".
Quería creer que era porque él podía sentir algo por ella, pero Kyra sabía que no debía
asumir nada. Sin duda su pensamiento era tan básico como lo había sido su declaración.
Él la estaba ayudando porque ella le había ayudado a él.
"Gracias. Te lo agradezco. Pero, ¿deberías?", preguntó ella.
Sus cejas se fruncieron mientras el viento le erizaba el pelo. "¿Qué se supone que significa
eso?"
"Los Otros probablemente vendrán por mí. Tú y yo lo sabemos después de lo que le hicieron
a Jesta y Tate".
"No sabemos con certeza si fueron ellos"
"Y no sabemos si no lo fueron. Max estaba lo suficientemente asustado como para
mantenerse escondido. Eso me dice que tengo que tomármelo en serio".
Dubhan resopló y miró hacia otro lado, la burla marcando su cara. "Maximillian miente".
"Ya hemos hablado de esto. Sé que Max miente, pero le creo en esto". Cuanto más tiempo
miraba el perfil de Dubhan, más tenía la sensación de que él sabía algo más.
"No te gusta Max".
Dubhan dio una simple sacudida de cabeza.
Kyra tuvo una sensación de malestar en el estómago, una que rezó porque su hiper-
imaginación se hubiera equivocado. "¿Fuiste a ver a Max para algo?"
" Evidentemente", fue la respuesta de Dubhan.
Eso había sido evidente, pero no había podido sacar la pregunta que realmente quería
hacer. Ahora, sin embargo, era o preguntar o dejarlo ir... y ella no podía dejarlo ir. "¿Fue
parte de tu traición?"
"Él no fue parte de ella. Él organizó todo el asunto".
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Capítulo 10
"¿Dubhan hizo qué?" Preguntó Cael, con la voz entrecortada por el asombro.
Erith se sentó en el banco dentro de la torre blanca con Cael y miró a Eoghan mientras le
contaba todo lo que Dubhan le había dicho sobre Kyra, el símbolo, y los Otros.
"Es algo fuera de lo común para Dubhan", dijo Eoghan mientras estaba de pie ante ellos.
"¿Lo es?" preguntó ella.
Ambos hombres la miraron. Erith cambió su mirada de los ojos de plata líquida de Eoghan
a los ojos púrpura de Cael. Tanto ella como Cael estaban aprendiendo sus nuevas
habilidades juntos, y cada día, él la sorprendía con lo que podía hacer ahora. A veces, ella
aún no podía creer que hubiera encontrado el amor que tan desesperadamente anhelaba.
Salvo que encontró que lo tenía.
Eoghan se aclaró la garganta. "Dubhan quiere defender el caso de Kyra".
Erith giró la cabeza hacia Eoghan mientras Cael se ponía un mechón de su largo pelo negro
azulado alrededor del dedo. "Era mucho más fácil cuando las cosas se cortaban en seco y
se acababan para todos vosotros, pero ya no es tan simple"
"Eres la Muerte", declaró Cael. "Puedes hacer lo que quieras".
"Eso no significa que deba hacerlo", respondió con una sonrisa.
Los labios de él se curvaron en una sonrisa. "Y esa es una de las muchas razones por las
que te amo".
Se puso a su lado en el banco y puso su mano en el muslo de Cael mientras dirigía su
atención a Eoghan. "Estoy más que un poco preocupada por cómo fue capaz de encontrar
a Dubhan. Necesitamos saber cómo lo hizo, porque si fue con magia, entonces eso puede
ser enseñado a otros"
"Dubhan no cree que ese sea el caso", dijo Eoghan.
Cael resopló. "Dubhan está pensando con su polla".
"No te equivocas", dijo Eoghan con una sonrisa de complicidad.
La Muerte puso los ojos en blanco. "Si Dubhan está dispuesto a arriesgar su cuello por esta
hembra, entonces ella debe ser importante. ¿Tengo que señalar también que Dubhan no es
exactamente el tipo de persona que pide ayuda? ¿Alguno de vosotros se ha dado cuenta de
que podría haber acudido a nosotros para ayudarle a entender el significado de ese símbolo?
En lugar de eso, se lo pidió a Kyra".
"Soy muy consciente de ello", declaró Eoghan. No había ira en su tono, pero no estaba
complacido en lo más mínimo.
Erith suspiró. "Por lo que Dubhan te ha dicho, Kyra no dudó en ayudar. ¿Y Dubhan la
siguió?"
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DONNA GRANT
"Lo hizo", dijo Eoghan. "Aunque dijo que era para asegurarse de que estuviera a salvo, no
porque no confiara en ella".
Las cejas de Cael se elevaron. "Eso dice mucho sobre lo que Dubhan siente por esta Fae.
¿Y ella es Light?"
"Lo es", dijo Eoghan con un asentimiento.
A Erith no le importaba eso. Su interés se centraba en otras cosas. "¿Dubhan fue a donde
Maximillian?"
Eoghan levantó las manos con incredulidad. "Lo hizo".
"¿Y no mató a Max?"
"No sé si fue por el símbolo que Max utilizaba para mantener a los Reapers fuera, o si
Dubhan se las arregló para controlarse. Pero, no, no fue tras Max"
Erith echó un vistazo a Cael. "Eso es una hazaña en sí misma".
"Lo es", Cael estuvo de acuerdo.
"Este símbolo que Max tiene para los Reapers", dijo, "necesitamos saber quién lo inventó".
Eoghan se encogió de hombros. "Apuesto a que Max lo hizo, pero lo investigaré".
"Que lo haga Dubhan".
Su declaración hizo que ambos hombres la miraran con asombro.
"¿Por qué le pondrías en tal situación?" Preguntó Eoghan. "Ya sabes lo que Dubhan siente
por Max".
Cael no le dio tiempo a ella para responder antes de decir: "Siempre has permitido que mi
grupo se vengue de los que les traicionaron".
No tenía el hábito de explicarse, pero tampoco gobernaba sola. Como Cael tenía ahora una
buena dosis de su magia, él era su igual. Para que su relación funcionara, tenían que
compartir todas las cosas.
"Es verdad, he dado a algunos Reapers la oportunidad de vengarse de aquellos que les
mataron. No lo hice con Dubhan porque Max es la respuesta para muchos Fae que no
tienen a donde ir. Muchas veces, sus mentiras, tan horribles como son, son también las
respuestas que necesitan los Fae"
"A Dubhan no le va a gustar esa razón", advirtió Eoghan.
Un músculo saltó en la mandíbula de Cael. "Porque es una mierda, y todos lo sabemos".
Erith puso los ojos en blanco. "Si hubiera dejado que Dubhan matara a Max hace tantos
años, no habría habido nadie ahora para contarle a Kyra o a Dubhan el símbolo o su
significado".
"Sigue siendo una razón de mierda", declaró Cael.
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Erith sabía que lo era, pero no tenía otra opción. "Dubhan será capaz de conseguir su
venganza al final".
"Creo que Erith pudo haber hecho el movimiento correcto", dijo Eoghan.
Cael hizo un sonido en el fondo de su garganta. "¿Qué?"
Eoghan levantó la mano para impedir que su amigo hablara. "Escúchame. Pudimos ir tras
los que nos perjudicaron no mucho después de que nos convirtieran en Reapers. ¿Ejecutar
esa venganza nos curó?"
Erith miró a Cael, pero él no contestó.
Eoghan entonces continuó. "Escuchar que Dubhan fue capaz de estar en la misma
habitación con Max y no atacarle, demuestra que Dubhan podría estar pasando página con
su pasado".
Erith pensó en lo que Max le había hecho a Dubhan, y sabía que no era así, pero se mordió
la lengua por el momento.
"¿Qué vas a hacer con Kyra?" Cael le preguntó.
Erith miró hacia arriba. "He hecho muchas concesiones para los que nos han ayudado. Rhi,
Balladyn, Xaneth. Todos sabían de los Reapers, y yo les permití vivir. Las mujeres que han
encontrado el amor con los Reapers nos ayudaron porque nos ayudaron cuando más lo
necesitaban"
"¿Le estás dando a Kyra esa misma distinción?" Preguntó Eoghan.
"Estoy esperando para emitir un juicio. Quiero ver qué pasa después, y me gustaría hablar
con Dubhan yo misma", dijo. "Además, necesitamos llegar al verdadero asunto en cuestión.
Los Otros".
Cael puso su mano sobre la de ella que descansaba en su muslo. "Necesitamos llevar esta
nueva información que Kyra y Dubhan descubrieron a Con y a los Reyes Dragón
inmediatamente"
"Sí, lo haremos", respondió Erith. No había hablado con Constantine o con ninguno de los
Reyes desde que Usaeil fue ejecutada. Había mucho que quería preguntarle al Rey de los
Reyes Dragón, pero también había mucho que él podría querer mantener en privado.
Eoghan interrumpió sus pensamientos. "También está el asunto de los Otros que vienen
tras Kyra."
"Eso no va a suceder", declaró Erith. "Eoghan, envía a Aisling y Rordan a la herboristería
de Belfast. Quiero pruebas de que fueron los Otros los que mataron a la pareja Fae"
Eoghan asintió con la cabeza. "¿Algo más?"
"Envía a Cathal con Maximillian. Quiero saber qué puede sacar Cathal de Max. Que el resto
siga buscando a Xaneth". Sabía que encontrar al Light Fae Real era probablemente una
apuesta arriesgada, pero estaba en deuda con Xaneth, y tenía la intención de seguir
buscándole.
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Después de que Eoghan se hubiera ido, Cael se puso en pie y fue a servirse un poco de
ginebra y a ella un vaso de vino tinto. Regresó, entregándole la copa de vino.
"¿No estás de acuerdo con mi decisión respecto a Dubhan y Max?" preguntó ella.
Él se encogió de hombros y se sentó, poniendo un brazo en el respaldo del banco. "No estoy
en desacuerdo. Definitivamente creo que una visita a Max es pertinente. Tiendo a estar de
acuerdo con Kyra en que fueron los Otros los que mataron a la pareja Fae en Belfast, pero
eso es simplemente porque no creo en las coincidencias".
"No", dijo Erith con un suspiro. "Yo tampoco. Pero los Otros reaccionaron rápidamente. Si
están cerca, lo que aparentemente están, ¿por qué no han atacado a los Reyes ya que ese
es su principal objetivo? ¿O se trata de un grupo completamente diferente con el que
estamos tratando?"
Cael tomó un trago de la ginebra. "Creo que están esperando algo. Piensa en todo lo que los
Reyes Dragón han pasado con las cosas que los Otros pusieron en marcha hace miles de
años. Los Otros no son nada sino pacientes. Y tienes razón, podría haber otro grupo"
"Pero los Druidas involucrados en el grupo original hace tiempo que se han ido. Incluso los
Fae podrían estar muertos ahora. Pero si hay otros..."
"Los Reyes y Rhi no han podido encontrar nada"
Ella miró hacia otro lado y bebió su vino. "Siempre me he centrado en los Fae".
"Eso no es cierto. ¿Necesito recordarte las veces que visitaste a Con con el pretexto de
ayudarle?"
Erith llevó la mano de Cael a sus labios y la besó. "Te amo".
"Yo también te amo", dijo él y la atrajo hacia él, de forma que ella se reclinó contra su
costado. "Todavía está el asunto de que Kyra esté en peligro. ¿Debo sacar a mis Reapers de
la recolecta de almas?"
Ella negó con la cabeza. "Que tengan más tiempo libre. Puede que no lo tengan mucho más
tiempo, y han pasado por mucho. Pensé que tú y yo podríamos vigilar a Kyra. Porque me
gustaría tener una vista de cerca de los Otros".
"Me gusta esa idea", dijo Cael y le besó la parte superior de la cabeza.
"Preferiría que besaras otras partes de mí".
Él se echó a reír y se levantó mientras dejaba a un lado su vaso. Tomó su mano cuando se
puso de pie y la llevó con él a la escalera de la Torre que llevaba a su dormitorio. "Todo lo
que quiero hacer es besarte, por todas partes. Ciertamente no voy a rechazar esa oferta".
"Tenemos varios milenios que compensar", dijo ella mientras subían las escaleras.
"Claro que sí". Luego él se detuvo, la tomó en sus brazos y les teletransportó a su dormitorio.
Erith les quitó la ropa con un pensamiento, y cayeron sobre la cama en una maraña de
labios y extremidades.
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DONNA GRANT
∗∗∗∗∗∗∗
Maximillian miró fijamente el portal Fae. Grabó más marcas para mantener fuera a los
Reapers y a los asociados con los Otros. Una no era suficiente. Alguien había entrado por
la puerta con Kyra, estaba seguro de ello.
O ella no lo sabía, o Kyra le había mentido. Era una gran mentirosa, así que no podía estar
seguro de qué se trataba. De todas formas, se iba a asegurar de que no hubiera otras
sorpresas como esa otra vez.
Principalmente, se arrepintió de lo que le había dicho a Kyra. Debería haber mentido.
Debería haberle dicho cualquier cosa menos la verdad. ¿Por qué creyó que si ella conocía
los hechos, podría cambiar de opinión? Max negó con la cabeza, deseando poder retroceder
en el tiempo y cambiar lo que le había dicho sobre el símbolo.
Kyra se aseguraba de alejarse de cualquier tipo de conflicto físico, pero era lo
suficientemente terca como para creer que podía ser más lista que los Otros y mantenerse
a salvo. Pero Max sabía que no era así.
"Oh, Kyra", murmuró mientras profundizaba en el símbolo que estaba marcando en la
puerta.
Si hubiera habido alguien a quien pudiera haber amado, habría sido Kyra. De hecho, estaba
seguro de que se había enamorado de ella. Luego ella le dejó. Ese había sido un golpe
particularmente difícil y un momento muy malo de su vida.
Había dicho numerosas mentiras a muchísima gente. Algunas para mantenerles fuera de
peligro, pero esas habían sido las menos. En su mayoría, dijo mentiras porque no sabía la
verdad. Y le gustaba que le pagaran. Descubrió rápidamente que la gente no comprobaba
si lo que les decía era verdad. Simplemente pagaban y se iban.
Los pocos que volvieron buscando venganza fueron rápidamente eliminados.
Y luego estaba ese Dark. Nunca olvidaría la cara del Fae, pero el nombre se le escapaba a
Max. La propia familia del Dark quería que se fuera, y le pagaron a Max no sólo para que
ideara el plan, sino también para facilitar las cosas. La gran cantidad de dinero que había
ganado con ese trato le había establecido durante docenas de siglos.
Max nunca había dudado en mentir a los demás. Era algo natural. Unas cuantas veces,
decía la verdad para que la gente dudara de si era un mentiroso o si se había equivocado.
Pero la única vez que había tenido algo que ver en enviar a alguien a la muerte era a ese
Dark Fae. Eso le había atormentado hasta el día de hoy. Por lo que Max sabía, podría unirse
a ese Dark pronto, porque tenía la sensación de que no importaba lo que hiciera, los Otros
le encontrarían.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 11
No importaba lo mucho que se esforzara en olvidar el pasado, siempre estaba ahí, esperando
para patearle los pies. Dubhan lo sabía, y aún así, no podía enderezarse nunca. Esta vez
no fue diferente. A pesar de que fue él quien le dijo a Kyra la verdad sobre Max.
Ya fuera porque él sacara a relucir el pasado, o que éste apareciera por sí mismo, seguía
golpeándole de costado. ¿Cuándo se dejaría ir? ¿Cuándo dejaría de interrumpir su vida?
"¿Max hizo qué?" Kyra preguntó en voz baja. Sus ojos estaban muy abiertos, su cara floja
por la incredulidad.
Dubhan quería sorprenderla, pero sobre todo, quería que supiera que Max no era el hombre
que ella creía que era. Sin embargo, ahora que Dubhan había dicho las palabras, quería
retractarse. No estaba bien que transfiriera su dolor a Kyra. Ella no se merecía eso.
"No importa".
Kyra se movió para ponerse delante de él cuando él intentó apartarse. "Ciertamente lo hace.
Sabía que Max había hecho cosas cuestionables, pero... No sabía que caería tan bajo. Lo
siento"
A Dubhan le sorprendió que pensara que necesitaba disculparse. "No has hecho nada por
lo que disculparte".
"No estoy de acuerdo. Conocía a Max. Al menos por estar conectada con él, te debo una
disculpa".
La giró, poniendo su mano en su espalda mientras la llevaba a la casa de campo.
"Maximillian es responsable de sus pecados. No tú"
"¿Puedes decirme qué hizo exactamente? No es que importe. Saber que fue un instrumento
en tu traición y muerte es suficiente para asegurarme de no volver a hablar con él"
"Puede que tengas que hablar con él de nuevo. Nos guste o no, Max encuentra su camino
para saber ciertas cosas. Tendré que asegurarme de que no miente la próxima vez que le
veamos".
Los labios de Kira se curvaron hacia arriba en una sonrisa. “Me gusta tu forma de pensar”
Luego frunció el ceño.
“¿Qué?” preguntó Dubhan.
“Dos cosas. Una ¿puedes hablar con él? ¿No se dará cuenta de lo que eres -lo que
significaría su muerte?"
"¿Pensarías menos de mí si dijera que sí?"
Ella negó con la cabeza. "Max se merece lo que le espera después de lo que te hizo. Si
descubrir que eres un Reaper significa su muerte, que así sea"
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Dubhan quería sonreír, pero se lo guardó dentro. Sus palabras le complacieron más de lo
que ella podía imaginar. Estar cerca de ella, tenerla involucrada en todo, le estaba haciendo
algo. La atracción se estaba profundizando, se estaba convirtiendo en algo que no estaba
seguro de poder deshacer.
Si es que siquiera quería intentarlo.
"¿Y la segunda?"
"¿Cómo determinaremos si está mintiendo o no? Max es un maestro en eso"
"Me quedaré con él mientras compruebas lo que sea que nos diga. Si está mintiendo, no lo
hará con nadie más. Pero todo esto podría ser un punto discutible. Puede que no tengamos
que ir a él de nuevo"
Kyra curvó sus labios mientras suspiraba fuertemente. "Espero que tengas razón, pero
tengo el presentimiento de que volveremos a ver a Max".
Dubhan estaba asombrado con Kyra. Ella encontraba lo bueno de cada situación. Era algo
nuevo y completamente ajeno a él, y sin embargo le gustaba la idea. No estaba seguro de
poder hacer lo mismo, pero le gustaría intentarlo.
"¿Qué?", preguntó ella.
Dubhan se dio cuenta de que se había quedado mirando. Se aclaró la garganta. "Eres
diferente a todos los que conozco".
"Has estado saliendo con la gente equivocada", dijo ella con un guiño.
Él se rió, recordando a sus compañeros Reapers. Cada uno de ellos tenía sus propios
problemas, pero eso solía suceder cuando una persona era traicionada y asesinada. Nada
de eso desaparecía cuando la Muerte se acercaba a ellos.
"¿Crees que quienquiera que estuviera fuera volverá?" Kyra preguntó con el ceño fruncido.
Dubhan asintió, pensando en la ausencia de algo que había encontrado alrededor de la
casa. "Aunque no te voy a abandonar".
"Todavía estás buscando a Xaneth".
"Entonces ven conmigo".
Sus labios se curvaron en una sonrisa. "¿Puedo hacer eso?"
"Por supuesto".
"Bien. Siempre me han gustado los rompecabezas, y parece que localizar a Xaneth es mi
especialidad".
Dubhan vio como ella caminaba hacia la cocina y ponía agua en la tetera. Era una Fae y
podía hacer casi todo lo que quería con la magia, como la mayoría de los Fae podían. Pero,
aparentemente, no Kyra. Ella había escogido el enfoque de un mortal en la vida cotidiana.
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Ella levantó la mirada y sonrió mientras ponía la tetera en la cocina. "Crecí utilizando la
magia para todo. No fue hasta que estuve con mi tía que la vi haciendo cosas mundanas
como esta. Le pregunté por qué, y me dijo que encontraba cierto tipo de satisfacción al
hacer esas cosas. No lo entendí entonces".
Permaneció en silencio mientras su mirada se alejaba. Entonces pareció estremecerse y
encender la estufa antes de que su mirada plateada se deslizara hacia él.
"Una vez que Eva murió, me encontré buscando cualquier cosa que me ayudara a superarlo.
Estaba tan enojada que rompí una taza de té que resultó ser su favorita" Kyra le sonrió,
pero estaba llena de tristeza. "Yo, por supuesto, lo arreglé con magia, pero me hizo pensar
en lo precioso que ella encontraba esas cosas. Después de eso, intenté hacer algunas cosas
aquí y allá que la había visto hacer sin magia. Por extraño que parezca, ayudó. La ira dentro
de mí comenzó a disiparse, y en poco tiempo, estaba haciendo cada vez menos magia. Puede
que no lo creas, pero siento que me ha dado más poder para cuando utilizo la magia".
"Ya veo", dijo. "Tu tía te importaba mucho. ¿Qué le pasó?"
"No lo sé. Ella sólo... desapareció"
Frunció el ceño, confundido. "¿Desapareció? ¿Entonces por qué dijiste que estaba muerta?"
"Porque Eva nunca se iría así. Algo le pasó. Hace más de un siglo. Busqué por todo el Reino
y hablé con todos los que conocía, pero nunca la encontré"
"Un rompecabezas que no has resuelto".
Kyra torció los labios. "Exactamente. Cuando te vi pelear en el Castillo de los Light y supe
que tenías que ser un Reaper, empecé a seguirte con la esperanza de que me ayudaras a
descubrir lo que le pasó a Eva"
"Nunca lo pediste", le dijo con el ceño fruncido. Y cuanto más lo pensaba, más se
preguntaba por qué no lo había hecho.
Kyra se encogió de hombros y miró hacia otro lado. "Iba a hacerlo". Sus ojos plateados se
deslizaron hacia los de él. "Pero cuando hablamos, supe que no podía pedir nada de
inmediato. Había planeado ver si podías ayudarme cuando termináramos tu rompecabezas.
Además, el tuyo es mucho más importante que el mío".
"No quise hacerte creer que no podías preguntarme sobre tu tía".
"Está bien", le aseguró con una sonrisa. "Tenemos tiempo".
Dubhan no señaló que aún tenía que encontrar a su tía. A veces, era mejor dejar las cosas
sin decir. Quería ayudar a Kyra, y por eso la Muerte quería mantener en secreto las
identidades de los Reapers, para que nadie pudiera pedir tal favor.
La tetera silbó. Kyra la sacó de la hornilla y vertió el agua hirviendo en dos tazas. Ella fue
a preparar su té, y mientras tanto, él no podía dejar de mirarla. Sus movimientos eran
fluidos, practicados, y había una sensación de satisfacción en ella que no había notado
antes.
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Tal vez era su paz la filtrándose en él. Sea lo que fuere, a él le gustaba. Ella le hacía ver
todo de manera diferente, para considerar todas las posibilidades en lugar de ser rígido en
sus pensamientos y acciones.
Y por alguna razón, eso le hizo pensar en el pasado. Antes de que se diera cuenta, las
palabras salieron de su boca.
"No te he dicho lo que hizo Max".
Se apartó el pelo negro de su rostro, y mientras lo hacía, se volvió púrpura oscuro que se
tornó verde azulado. El largo permaneció igual, sólo rozando la parte superior de sus
hombros. "No necesitas decírmelo si prefieres no hablar de ello"
"Quiero hacerlo". Y lo hizo, curiosamente.
Kyra se acercó a él y le tomó la mano antes de tirar de él hacia el sofá. Ella le dio un pequeño
empujón, así que se sentó. Luego regresó a la cocina para coger las tazas antes de
acurrucarse a su lado.
Dubhan aceptó el té, sin tener corazón para decirle que no podía soportarlo. Es curioso que
no dudara en decir lo que pensaba a los demás, pero cuando se trataba de Kyra, se
guardaba esas cosas para sí mismo. Podría haber sido diferente si ella le hubiera
preguntado si quería el té en lugar de suponer.
Miró el líquido mientras sus pensamientos volvían a esa fatídica noche. " Te conté que fui
educado para seguir órdenes sin hacer preguntas. Si alguno de nosotros se atrevía,
rápidamente sentíamos el puño de mi padre"
"Esa no es una buena manera de crecer"
"Es todo lo que sabía. Creí que todo el mundo era así durante mucho tiempo. Unas cuantas
veces me pasé de la raya y no me moví lo suficientemente bien o rápido, y fui recompensado
con una paliza. Mi padre no creía en el perdón. Decía que nadie le hacía sentir misericordia.
Para él, cualquiera que hiciera esas cosas era débil, y quería asegurarse de que sus hijos
no fueran débiles"
Kyra sorbió su té, sosteniendo la taza entre sus manos. "¿Y tu madre? ¿Qué pensaba ella?"
"Lo mismo que mi padre. Otros Dark nos daba un amplio margen de maniobra. Mi padre
dijo que era porque nos temían, y eso lo hacía feliz. Me puse en la fila como mis cuatro
hermanos, haciendo todo lo que se esperaba de mí. Hasta que un día, me enviaron con mi
hermano menor. Estábamos separados por menos de un año de edad, pero nunca nos
llevamos bien"
Kyra le tocó el brazo brevemente y sonrió cálidamente. "Yo tampoco me llevaba bien con mi
hermana".
"Esto fue diferente. A él le gustaba provocar dolor. También a mis hermanos mayores, pero
no con tanto regocijo como a mi hermano menor".
"¿Y tú?" Preguntó Kyra.
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Dubhan pensó en eso por un momento antes de encogerse de hombros. "Tenía un deber.
Lo hacía sin pensar, sin sentir. Fue como me enseñaron. Pero ese día, vi a mi hermano
atacar a un pájaro simplemente porque quería. Lo torturó hasta que no pude soportarlo
más. Lo aparté del animal y saqué al pájaro de su miseria. No me dijo una palabra a mí, ni
yo a él. Seguimos con nuestro día y completamos el trabajo que mi padre nos había enviado
a hacer. Pasaron semanas. Si entraba en la habitación con mi familia, tenía la sensación
de que habían estado hablando de mí. Nunca fueron cálidos y cariñosos, pero había una
forma diferente... de frialdad en ellos después de eso"
"¿Pensaste en irte?"
Asintió con la cabeza antes de que se llevara la taza a los labios y bebiera sin pensarlo. Se
sorprendió al descubrir que le gustaba el sabor. Dubhan terminó tomando varias copas
antes de hablar. "Todos los días, en realidad. Ese no es el plan que mi padre tenía para
nosotros. Durante generaciones, mi familia había establecido prácticas. Los hijos se
quedaban con los padres, haciendo todas las tareas hasta que encontraban cónyuges. Sólo
entonces podían salir de las casas de sus padres"
"¿Estás bromeando?" preguntó, con la boca abierta.
"Como dije, era todo lo que sabía".
"¿Cómo se supone que ibas a conocer a alguien si no tienes tiempo para ti mismo? ¿O tenías
tiempo para ti mismo?"
Negó con la cabeza. "En realidad no. Tuvimos un poco, pero no estaba contento con eso.
Empecé a fijarme en otras familias y personas cuando salíamos. Cuando era enviado solo
a las misiones, me tomaba tiempo extra para estar solo".
Kyra frunció el ceño. "¿Misiones?"
Dubhan cerró brevemente los ojos mientras apartaba la cabeza. "Era Dark".
"Sí", dijo ella en voz baja. Luego puso la mano en su brazo.
Y esta vez, ella la dejó.
Dubhan volvió el rostro hacia ella. "Una semana me enviaron con uno de mis otros
hermanos a una misión, pero primero teníamos que obtener información de Maximillian.
Max le dio un objeto a mi hermano, pero me dijo que tenía que ir a otro lugar para conseguir
otro. Sabía que estaba mintiendo, pero no estaba seguro de por qué. No le interrogué. En
vez de eso, me fui. Tan pronto como llegué al lugar, mi familia me estaba esperando".
Kyra cogió su taza y puso a un lado la suya y la de él. Luego se subió a su regazo y le abrazó.
Pasó un momento antes de que él le devolviera el abrazo. Ella no dijo nada, simplemente le
abrazó. Mientras estaba sentado allí, sintiendo la energía de ella a su alrededor, se dio
cuenta de que el dolor que solía sentir al pensar en esa noche no era tan grande como lo
había sido antes.
No sabía cómo lo había hecho Kyra, pero casi podía imaginar que estaba curando las
cicatrices de esa traición. Era absurdo.
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Y aún así, sabía que era la verdad.
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Capítulo 12
Kyra no se había dado cuenta de que una persona podía tener tanto dolor dentro de ella.
Aunque normalmente intentaba no sentir el dolor de los demás, ahora buscaba el de
Dubhan. Pero abrirse a tales emociones era... peligroso. El tormento cayó a su alrededor
como una manta sofocante que amenazaba con asfixiarla. Instantáneamente, la magia que
mantenía oculta a los demás se levantó y comenzó a cambiar el dolor, sacándolo de Dubhan
y llevándolo a ella misma. Necesitaba encontrar la paz, y si ella podía ayudarle a
conseguirla, entonces lo haría.
Estaba horrorizada de que algo tan atroz pudiera ser hecho a una persona por su familia,
sin importar si era Dark o no. Y saber que Max estaba involucrado... Ella conocía a Max. Él
habría conseguido todos los detalles de por qué querían que ayudara, así que sabría
exactamente lo que estaba haciendo.
Kyra cerró los ojos cuando su cuerpo se puso pesado por haber sufrido tanto dolor. No era
algo que hiciera a menudo porque la recuperación se hacía más larga cada vez que lo hacía.
Fue un regalo del lado de la familia de su padre, uno que ninguna de sus hermanas había
recibido. Kyra atesoraba su habilidad, pero también la hacía muy consciente del dolor de
los demás hasta tal punto que quería ayudar a todos.
Y es por eso que a menudo se lo guardaba para sí misma. Porque había aprendido por las
malas que no todos querían ayuda.
Se hizo imposible mantener la cabeza alta. Apoyó su mejilla en la cabeza de Dubhan, pero
no estuvo allí por mucho tiempo. Él les movió, para que ella quedara tumbada en su regazo
mientras él la mantenía en sus brazos. Ella miró sus profundos ojos rojos y sonrió antes de
pasar sus dedos por su pelo negro y plateado.
"¿Qué has hecho?" preguntó él, con la curiosidad despertando en sus profundidades
carmesíes.
"Te ayudé a librarte de parte del dolor. Tal vez debería haber preguntado, pero ya lo has
llevado demasiado tiempo"
La miró fijamente, el shock reverberando a través de él. "Por las estrellas. Eres uno de esos
Kavanaughs. Pensé que la historia de los Kavanaugh era un mito, pero es real".
"¿Qué quieres decir?", preguntó preocupada.
"He oído hablar de tu familia, Kyra. Tu línea tiene la habilidad de quitar el dolor, ya sea del
cuerpo o del espíritu. Sé que hay Dark que han querido capturar a uno de vosotros".
De alguna manera, eso no la sorprendía. Le hacía preguntarse si era por eso que su tía
había desaparecido. Tan pronto como lo pensó, desapareció. Si Eva tuviera la habilidad de
quitar el dolor, se lo habría dicho a Kyra.
"Pareces enferma", dijo Dubhan.
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Se encogió de hombros y cerró los ojos mientras dejaba caer su mano sobre su propio
regazo. "Lleva un tiempo para que lo que he absorbido se filtre a través de mí".
"¿Lo absorbes?", preguntó con voz suave. "¿Significa eso que está... en ti?"
Ella asintió con la cabeza ya que hablar requería demasiado esfuerzo.
Su agarre en ella se apretó. "¿La llevas siempre contigo o se va?"
"Algo de esto se va"
"Gracias", dijo y le besó la frente. "Pero no soy digno de que te hagas daño"
Forzó sus ojos a abrirlos para mirarle. "Sin duda, tú vales la pena. Eres más digno que
nadie que yo haya conocido"
Un músculo se movió en su mandíbula, pero él no dijo nada más. Durante la siguiente
hora, sencillamente la sujetó, dejándola a la deriva entre el sueño y la vigilia hasta que pudo
mantener los ojos abiertos.
"¿Cómo sabes cuánto debes tomar de alguien?" preguntó.
Ella trató de bajarse de su regazo, pero él la apretó, negándose a dejarla moverse. "No lo
hago. Dejo que mi cuerpo me diga cuando ha tomado demasiado. Luego me detengo".
"No le digas a los demás lo que puedes hacer. La gente lo utilizará en su beneficio"
"Tengo que elegir a quién ayudar", dijo ella.
Él negó con la cabeza. "No te has encontrado con lo peor de este Reino. Los que manipulan
y mienten para conseguir lo que quieren, mientras te hacen creer que fue tu idea todo el
tiempo"
"Supongo que he sido afortunada, entonces"
"Mucho". Él negó con la cabeza, sus labios estrechándose. "Cuando pienso en lo que podría
haberte pasado. . . .”
"No", le dijo. "Estoy bien. Estoy aquí contigo, ilesa".
Sus ojos carmesí se encontraron con los de ella. "Estoy muy agradecido por eso".
"Ya hemos perdido bastante tiempo. Empecemos a buscar a Xaneth".
"He estado en todo Drumshanbo. No está aquí".
Puso los ojos en blanco. "Hay muchos lugares en los que no has mirado".
"Soy minucioso".
"No estoy insinuando que no lo seas, pero hay algunos lugares que necesitan una mirada
más profunda. Sin mencionar la librería".
Él se levantó, poniéndola de pie mientras lo hacía. "No puedes acercarte a ella, ¿recuerdas?"
Ella arqueó una ceja. "Tal vez yo no, pero alguien tiene que visitar ese lugar".
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"No vas a ser tú. O yo, para el caso"

"Puedo reconocer cuando alguien señala algo que pasé por alto. Además, me gustaría
mucho seguir viva, ya que no he terminado de explorar ese hermoso cuerpo tuyo".
Dubhan sonrió y la atrajo contra él, rodeándola con sus brazos una vez más. "Eso es algo
bueno ya que planeo hacer mucho más por ti"
"¿Es eso cierto?" preguntó con un brillo burlón en su ojo. "Definitivamente estoy dispuesta
a ello".
"Sólo espera. Hay mucho más"
Ella elevó las cejas. "Es todo en lo que estaré pensando ahora"
"Eso es exactamente lo que quería oír".
"Oh", dijo ella y juguetonamente le dio un puñetazo en el brazo. "Eso no es justo".
"Es que cada vez que te miro, sólo pienso en besarte, lo que me hace pensar en lo hermosa
que eres cuando te corres"
Su cuerpo se apretaba con el anhelo en sus palabras. Estaba sin aliento cuando dijo:
"Realmente tienes que parar".
"Nunca".
"¿Es una promesa?" preguntó ella con una sonrisa.
Él asintió con la cabeza. "Sí, lo es".
Realmente podría acostumbrarse a esto. Dubhan podría haber llevado una carga sustancial
de dolor y rabia, pero a pesar de todo, o tal vez debido a ello, no había permitido que lo
destruyera como lo haría con los demás. Demostró su fuerza de carácter, algo de lo que la
Muerte también debía haber tomado nota.
Su sonrisa cayó mientras pensaba en un futuro con Dubhan, uno que no había imaginado
hasta ese momento. Ella quería más con él, desesperadamente, pero ¿cómo podía tener eso
cuando él era un Reaper y le debía su vida a la Muerte? No había espacio en su mundo
para ella.
"Te has puesto triste", dijo él, frunciendo el ceño en su rostro.
Ella forzó una sonrisa y se puso de puntillas para poner sus labios sobre los de él. "Soy feliz
estando contigo".
"Nada de mentir, ¿recuerdas?"
Kyra miró hacia otro lado y respiró hondo antes de soltar un suspiro. Sólo entonces se
encontró con su mirada. "Supe cuando te vi por primera vez en el Castillo Light que eras
especial. No me di cuenta de ello hasta que te conocí. Pensé que te había seguido porque
podías ayudarme a encontrar a Eva. Pero incluso eso pasó a un segundo plano ya que todo
lo que quería era estar cerca de ti, hablar contigo. Entonces sucedió. Y tú eras... ...mucho
más de lo que podría haber esperado. No esperaba enamorarme tanto de ti"
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“¿Enamorarte de mí?” repitió él en voz baja mientras sus ojos buscaban los de ella.
Ella tragó saliva y continuó hablando mientras trataba de que no se le notara que él se
había sorprendido ante sus palabras. “Directamente me he dado cuenta de que tengo un
tiempo limitado contigo, y quiero tener más”
“Kyra” empezó él.
“Si no me vas a dejar ir a la librería, entonces tenemos que encontrar a alguien que pueda
y lo haga. Creo que conozco a alguien que podría hacerlo”
“¿Quién?”
Ella le sonrió. “Un mortal. Un adolescente que busca hacer un poco de dinero rápido y fácil.
Me imagino que es nuestra mejor apuesta".
"¿Por qué confiarías en él? Podría trabajar para los Otros o para aquellos que buscan unirse
a ellos"
"Tal vez lo haga. No lo sabremos hasta que preguntemos"
Dubhan le dirigió una mirada dura. "Ni siquiera lo sabríamos entonces puesto que ninguno
de los dos va a entrar en la librería"
"Caray. Buen punto", dijo y arrugó la nariz. "Ven a conocerle. Puedes decidir si le pedimos
que haga esto o no"
Dubhan asintió. "¿Dónde está él?"
"Siempre está cerca de la Biblioteca, tratando de timar a la gente"
"Divertido", dijo Dubhan en un tono seco.
Kyra se rió. "Es bastante bueno, en realidad. Te gustará".
"Es casi el amanecer. Vamos a ver algunos de los otros lugares de los que hablabas antes
de que encontremos a tu colega".
Ni siquiera tuvo la oportunidad de responder antes de que él los teletransportara al pueblo.
Evidentemente, él no tenía interés en subir a su moto, lo que era una pena porque ella
estaba segura de que le gustaría la velocidad.
"¿A dónde?" preguntó Dubhan.
Las calles estaban empezando a cobrar vida. Se preguntó por qué Dubhan les había dejado
cerca del pub donde la había enfrentado, pero pronto se dio cuenta de que estaba velado, y
como él la tenía sujeta de la mano, ella también.
"Me gusta esto", dijo ella, mirándole.
Él sonrió pero se llevó el dedo a los labios. Ella hizo una mueca interna. Nunca se había
quedado con el velo lo suficiente como para darse cuenta de que mientras los demás no
podían verles, podían oírles. En realidad, no estaba segura de si algún otro Fae fuera de los
Reapers sabía que los Fae no podían mantener un velo por mucho tiempo.
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DONNA GRANT
Dubhan le dio un codazo. Kyra se giró y empezó a caminar. Siguió su paso, con los dedos
entrelazados mientras caminaban por la calle. Era agradable tenerlo a su lado. Por un
momento, podía fingir que eran una pareja yendo de paseo.
Luego llegaron a la iglesia. Dubhan frunció el ceño, pero ella lo arrastró tras ella cuando
entró por una puerta en la parte de atrás y bajó varios tramos de escaleras. Exploraron el
subterráneo hasta que él quedó satisfecho de que no había nada fuera de lo común allí.
Después de eso, revisaron un edificio en las afueras del pueblo que estaba siendo renovado,
un conjunto de apartamentos, y una habitación oculta arriba en un pub.
Y aún así, no encontraron nada.
Kyra estaba más que decepcionada. Ella realmente esperaba que Dubhan descubriera algo
que le ayudara a encontrar a Xaneth.
"No soy el único que está buscando", le dijo cuando nadie estaba lo suficientemente cerca
para oírle. "También hay otros que buscan a Xaneth".
Ella le echó una mirada. "Eso está bien, pero este Reino es bastante grande, como sabes.
¿Cuántos Reapers hay?"
Se encogió de hombros. "No los suficientes, al parecer"
Kyra se rió de su sarcasmo pero se dio cuenta de que no había respondido a la pregunta.
Sin embargo, no presionó. "Siento que no haya habido nada".
"En realidad, el hecho de que no hubiera nada aquí era algo. Ahora podemos marcar este
pueblo y pasar al siguiente"
Kyra se preguntaba si podría ir con Dubhan cuando él se fuera. No habían hablado del
futuro, y ella no estaba segura de cómo sacarlo a relucir. O incluso si debería hacerlo.
Cuanto más lo pensaba, más convencida estaba de que era mejor si aceptaba cualquier
tiempo que tuviera con Dubhan. Podrían ser diez horas, diez días, diez meses o diez siglos.
"Vamos a buscar a tu mortal", dijo Dubhan.
Kyra apenas podía contener su excitación. Quería saber qué había en la librería, y esperaba
que a Dubhan le gustara lo suficiente como para permitirle entrar. Kyra tenía suficiente
dinero para hacer que valiera la pena el tiempo del mortal.
"Estás frunciendo el ceño otra vez".
Miró a Dubhan y alisó la frente. "Estaba pensando que el joven no tendrá ni idea de lo que
estamos buscando. Podría mirarlo fijamente y no darse cuenta de que necesitamos saberlo".
"He estado pensando en eso. Los humanos llevan sus teléfonos móviles a todas partes.
Podría usarlo para grabar la tienda y así podríamos mirarla en nuestro tiempo libre"
"Eso es brillante".
Dubhan sonrió antes de recurrir al glamour para ocultar sus ojos rojos y la plata de su
pelo. "Gracias".
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DONNA GRANT
Se preguntaba cuánta gente le habría dicho que él había hecho el bien en su vida. Sabiendo
cómo había sido criado, sospechaba que ese número era muy bajo.
Sus pensamientos se detuvieron al llegar a la Biblioteca, y encontró al mortal tumbado en
las escaleras, enrollando un cigarrillo.
∗∗∗∗∗∗∗
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DONNA GRANT
Capítulo 13
"Sabía que volverías", le dijo el joven humano a Kyra con una sonrisa arrogante antes de
pasar sus manos por su pelo corto y rubio.
Dubhan había visto muchos lados de los mortales. Los jóvenes, notó, eran más confiados y
asertivos que las generaciones mayores. Sospechaba que era porque los jóvenes aún no se
habían dado cuenta de lo que estaba en juego, o de lo que se les podía quitar.
Kyra no le devolvió la sonrisa al joven. En su lugar, le clavó sus ojos plateados al muchacho
y le respondió: "¿Qué te hace pensar que estoy aquí por ti?"
"¿Por qué si no estarías en la Biblioteca?" Su mirada marrón oscura recorrió a Kyra de
arriba a abajo. "No pareces del tipo que necesita libros. Especialmente cuando llevas
músculos contigo" Mike inclinó su cabeza hacia Dubhan.
Dubhan decidió que era hora de que interviniera. "Mi nombre es Dubhan. Deduzco que
tienes un nombre"
El joven volvió su mirada hacia Dubhan y se encogió de hombros. "Tal vez. ¿Por qué debería
dártelo?"
"Tenemos un trabajo para el que te estamos considerando. Kyra cree que serías perfecto
para él. ¿Yo? No estoy convencido"
El joven sonrió y asintió con la cabeza mientras miraba a Kyra. "Deberías confiar en ella.
Ella puede detectar alguien bueno".
Kyra puso los ojos en blanco. "Y eres muy modesto".
El mortal se encogió de hombros. "En este mundo, si no te pones de pie y te das las
palmaditas en la espalda, nadie más lo hará".
A Dubhan le gustaba el humano. Kyra tenía razón, sería la persona perfecta para entrar en
la Librería.
"¿Y bien?", preguntó el joven mientras miraba a uno y a otro. "Soy tu hombre".
Kyra resopló y cruzó los brazos sobre el pecho. "Ni siquiera sabes lo que queremos que
hagas".
"No mataré ni lastimaré a nadie. Aparte de eso, considero cada trabajo por los méritos que
se me den".
Dubhan notó lo flaco que estaba el mortal. "¿Cuándo fue la última vez que comiste?"
El mortal de repente no quiso hablar. Se encogió de hombros y miró hacia otro lado. "Comí".
Dubhan miró al joven. Sospechaba que el mortal no había tenido una infancia fácil, pero
eso se puede decir de muchos humanos. "¿Por qué te sientas aquí en estos escalones en
vez de buscar un trabajo?"
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DONNA GRANT
"Estoy buscando un trabajo, pero no es fácil cuando no has terminado la escuela. Tengo
inteligencia callejera, y eso es lo que utilizo a mi favor", declaró el joven, levantando la
barbilla, con desafío en sus ojos oscuros.
Dubhan no dijo nada cuando se encontró con la mirada de Kyra antes de asentir con la
cabeza a un café cercano.
Kyra se volvió hacia el joven. "Vamos a desayunar. Si quieres conocer nuestra oferta de
trabajo, eres bienvenido a unirte a nosotros"
Ninguno de ellos miró hacia atrás cuando se dieron la vuelta y caminaron hacia el
restaurante. Apenas habían conseguido una mesa cuando el mortal llegó, sus dedos se
metieron en los bolsillos delanteros de sus vaqueros. Dubhan extendió su mano a una de
las otras dos sillas vacías, y el joven se sentó.
"Mis amigos me llaman Mike".
"Encantado de conocerte, Mike", dijo Dubhan. "Pide lo que quieras".
Kyra conoció la mirada de Mike. "Lo que quieras, y cuanto quieras".
"¿Por qué están siendo tan amables?" Mike preguntó con escepticismo.
Dubhan se encogió de hombros y miró el menú. "Es bueno tener una saludable dosis de
desconfianza por la gente".
"No puedo decirte cuántas veces la gente ha intentado engañarme" Miró a Kyra. "Lo siento.
Me jodió"
Ella no pestañeó, -ni levantó la mirada del menú-, cuando dijo: "Eso es jodidamente
horrible".
Dubhan escondió su sonrisa cuando Mike se reclinó en su asiento, poniéndose más
cómodo. Aún no había descifrado a los mortales. ¿Estaba el joven dándoles un montón de
mierda para hacerles sentir lástima por él? Era una posibilidad. Mike podría estar diciendo
la verdad, pero Dubhan sospechaba que la mayor parte de lo que caía de los labios del
humano eran mentiras, ya que hacía lo posible por mantener comida en su vientre y un
techo sobre su cabeza.
"Este es un pequeño pueblo. Apuesto a que conoces a casi todo el mundo", dijo Dubhan.
Mike se encogió de hombros. "Los turistas se destacan. Los convierte en blancos fáciles".
"¿Qué hay de mí?" Kyra dijo.
Su mirada oscura se deslizó hacia ella. "Me has intrigado. No eres una local, pero tampoco
eres una turista. No estoy seguro de por qué estás aquí. Tal vez visitando amigos. No eres
como cualquier otra".
"No me creerías si te dijera lo que soy", dijo con una sonrisa.
Dubhan entrecerró los ojos a Mike mientras la mirada del humano se intensificaba. Algunos
mortales conocían a los Fae. No había muchos, pero los que sí, conocían a los de su clase
porque tenían algún tipo de interacción con los Fae, ya fuera sólo por hablar o por sexo. La
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única razón por la que Mike y todos los demás no estaban actualmente cayendo sobre Kyra
o Dubhan era porque se habían asegurado de enmascarar lo que atraía a los mortales hacia
ellos como una llama a las polillas.
"Pruébame", instó Mike.
Dubhan se encontró con la mirada de Kyra. No le diría al mortal lo que eran, pero tampoco
le diría a Kyra qué hacer. Si ella quería que Mike supiera que era Fae, entonces esa era su
elección.
Kyra miró a Mike durante un largo momento antes de cruzar los brazos en la mesa y se
inclinó hacia delante. "Está bien. Te lo diré"
Fueron interrumpidos por la camarera. Kyra y Dubhan eligieron sus comidas, cada uno
eligió un gran plato. Cuando llegó el momento de que Mike pidiera, el joven no dudó en
hacer lo mismo.
"Estoy esperando", dijo Mike cuando estuvieron solos una vez más.
La sonrisa de Kyra desapareció. "No es una historia glamurosa. La verdad es que estoy tras
un ex-novio que se escapó con bastante dinero mío. Le hemos", dijo, asintiendo a Dubhan,
"rastreado hasta aquí, hasta una librería. Sin embargo, él nos conoce, y no podemos entrar
para asegurarnos de que está allí y así poder enfrentarle".
"¿Para eso me necesitas?" Mike preguntó mientras apoyaba un brazo sobre la mesa.
Dubhan asintió con la cabeza mientras miraba alrededor del café sólo para estar seguro.
"Nos gustaría que grabaras tu llegada e interacciones con cualquiera que esté allí, pero
también intenta conseguir una vista de todo lo que hay en la tienda".
"No es sólo el ex-amante lo que buscas, ¿verdad?" Mike dijo con una sonrisa de
conocimiento.
Dubhan señaló con el mentón a Kyra. "Ella va tras el ex. Yo voy tras otra cosa".
"Tiene sentido". Mike respiró hondo y soltó el aire. "Todo esto suena bastante fácil. ¿De qué
tipo de pago estamos hablando?"
"¿Qué quieres que te paguen?" Preguntó Kyra.
Los ojos oscuros de Mike se estrecharon. "Nadie me pregunta qué me gustaría".
"Nosotros lo hacemos". Dubhan esperó a que el humano dijera una cifra.
No le llevó mucho tiempo a Mike. "Dos de los grandes".
"Quinientos", respondió Kyra.
El humano negó con la cabeza, sonriendo. "Quinientos".
Kyra dejó de respirar y se inclinó hacia atrás, haciendo una pausa. Luego dijo: "Mil".
"Trato hecho", dijo Mike y extendió su mano.
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Después de que se estrecharan, Mike extendió la mano frente a Dubhan. En lugar de

estrecharla, Dubhan dijo: "No hemos llegado a un acuerdo".
El joven parpadeó, con su mano cayendo sobre la mesa. "¿Qué?"
"Usted y Kyra acordasteis lo que te pagaría por buscar a su ex. También necesito
información, y estoy dispuesto a pagar por ella".
Mike negó con la cabeza, repentinamente cauteloso. "Hay una trampa".
"No hay trampa", le aseguró Dubhan. "¿Quieres el dinero o no?"
"Te conseguiré lo que quieras, pero por los mil que se acordaron".
Dubhan sonrió y extendió su mano. "Trato hecho".
Las estrecharon justo cuando llegó la comida. El resto de la comida se pasó escuchando a
Mike hablar de sus planes para el futuro, parte de los cuales era abrir su propia barbería.
Parecía que tenía talento con las tijeras, y así es como ganaba la mayor parte de su dinero.
Cuando la comida terminó, Mike dijo: "Supongo que quieres que haga esto hoy".
"Estaría bien", dijo Dubhan.
Kyra añadió rápidamente: "Podrías ir a la librería a buscar libros sobre cómo empezar tu
propio negocio".
"Hmm. No es una mala idea", dijo Mike.
Dubhan pagó por la comida mientras Kyra le daba a Mike la dirección y algo de dinero para
gastos y le decía que se reuniera con ellos en el café en una hora. El mortal aceptó y se fue.
"Te dije que te gustaría", dijo Kyra con una sonrisa.
Dubhan se rió. "Sin duda es un personaje".
Ella se humedeció los labios, la sonrisa desapareció. "Podría estar caminando hacia el
peligro. Estos se trata de los Otros. O como mínimo, los asociados a ellos".
"Lo más probable es que sepa exactamente quién es el dueño de esa librería".
"¿Por qué no le preguntaste?"
"Quiero oír lo que tenga que decir cuando vuelva", dijo Dubhan. "Mike se sienta en esos
escalones todos los días, y mientras recorta el pelo, lo que realmente hace es observar. Ya
le has oído. Puede distinguir fácilmente a los locales de los turistas".
Kyra tamborileó sus dedos sobre la mesa. "Buen punto".
"Vámonos".
"¿A dónde?", preguntó ella con el ceño fruncido.
Dubhan extendió su mano cuando se puso de pie. "Puede que no podamos entrar en la
librería, pero seguro que quiero ver lo que Mike está haciendo".
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DONNA GRANT
Kyra se puso en pie de un salto ante sus palabras. Unieron sus manos y salieron del café.
Fue fácil para Dubhan ver a Mike más adelante, pero no le siguieron muy de cerca. Llevó a
Kyra a un callejón y esperó a que nadie estuviera cerca antes de levantar el velo. Luego
volvieron a la acera y alcanzaron a Mike.
El mortal fue detenido un par de veces por la gente que le preguntaba sobre un corte de
pelo, confirmando que parte de su historia no había sido una mentira. En poco tiempo,
Mike llegó a la librería. Sacó su teléfono y empezó el vídeo mientras se acercaba a la puerta,
pero justo antes de que su mano tocara el pomo, se detuvo un segundo. Fue suficiente para
que tanto Dubhan como Kyra se dieran cuenta.
"¿Qué fue eso?", susurró.
Dubhan levantó un hombro encogiéndose de hombros mientras Mike abría la puerta y
entraba.
"Me encantaría estar ahí dentro".
Dubhan estuvo de acuerdo. Era difícil esperar fuera e imaginar lo que se podía decir o hacer
en la librería. Los minutos pasaron. Kyra se puso nerviosa, moviendo sus pies y apretando
y flexionando los dedos de su otra mano.
"Todo irá bien", le aseguró en un susurro.
Ella le echó una mirada oscura. "Eso no lo sabes".
"Está buscando un libro. Eso lleva tiempo"
"Es verdad", concedió ella a regañadientes.
Dubhan escondió su sonrisa. A pesar de la feliz perspectiva de vida de Kyra, era la persona
menos paciente que conocía. Es extraño como ella tenía dos cualidades tan diferentes.
Había aprendido a tener paciencia antes que nada. Tal vez por eso le resultaba tan fácil.
Pasaron otros veinte minutos antes de que Mike saliera de la librería con una bolsa en la
mano. Dubhan se dio cuenta de que el mortal ya no tenía su teléfono apagado.
"Más vale que haya tomado una foto de toda la librería", murmuró Kyra.
Dubhan pensaba lo mismo mientras seguían a Mike al café. Esta vez, sus pasos fueron más
rápidos, su zancada más larga como si tuviera prisa. Dejaron entrar a Mike al restaurante
primero. Dubhan hizo esperar a Kyra otros cinco minutos en un callejón antes de dejar caer
el velo y fueron a reunirse con Mike.
∗∗∗∗∗∗∗
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
Capítulo 14
Kyra estaba nerviosa. Odiaba la emoción. Enviaba su mente y su cuerpo en todo tipo de
direcciones excepto en la que necesitaba calma.
Si ella y Dubhan no podían encontrar a Xaneth, esperaba que al menos pudieran averiguar
algo sobre los Otros. Como su vida estaba ahora en juego, tenía un interés en las cosas. Por
eso, no quería preguntarle a Dubhan si podía ayudarla a averiguar algo sobre Eva. Pero era
su tía. Eva había hecho mucho por ella. Lo menos que Kyra podía hacer era preguntarle a
Dubhan si podía descubrir algo.
Cuando ella y Dubhan se acercaron a la mesa donde Mike se sentaba, el mortal parecía
estar tranquilo. Eso podría significar que no le había pasado nada malo mientras estaba en
la tienda, o podría significar que sabía exactamente quién estaba en la tienda y no se había
preocupado por ser atrapado ya que también era parte de los asociados con los Otros.
Dubhan esperó a que ella se sentara antes de hundirse en una silla. Mike les miró fijamente,
pero nadie habló más que para hacer pedidos de café.
Finalmente, Dubhan preguntó: "¿Y bien?"
"Es una pequeña librería", dijo Mike. "Muy estrecha, con montones y montones de libros.
Pensé que la biblioteca tenía muchos, pero esta tienda tiene tantos, que no hay forma de
que nadie pueda encontrar lo que quiere sin la ayuda de los que trabajan allí"
"¿Qué tiene que ver eso con nada?", preguntó ella.
Mike añadió azúcar y crema a su café y lo revolvió, dando golpecitos con la cuchara a un
lado antes de ponerlo en una servilleta. Luego tomó un sorbo y dejó la taza en el suelo.
"Significa que eché un vistazo mientras filmaba todo lo que pude antes de que se hiciera
evidente que no había un orden real en la mercancía. Al menos no como otras librerías en
las que he estado".
"En otras palabras, tenías que pedir ayuda", dijo Dubhan.
Mike asintió. "Precisamente. Y no podía sacar mi teléfono exactamente por todo eso. Hice
lo mejor que pude, pero quería que ambos supieran que no pude sacarlo todo".
Kyra se deslizó hasta el final de la silla. "¿Qué has conseguido?"
"Suficiente, espero. Si no, volveré", se ofreció mientras sacaba su teléfono móvil y lo ponía
sobre la mesa. Luego le dio al play.
Kyra y Dubhan miraron fijamente la pequeña pantalla mientras veían la grabación de Mike
entrando en la tienda. Era tan estrecha y mezclada con los libros como él dijo. La mayoría
de los volúmenes no estaban de pie en los estantes, sino a los lados o apilados en el suelo.
Mike caminó a lo largo y ancho de la tienda, capturando casi todo. Kyra no estaba segura
de que hubiera algo que ver ya que todo era sólo libros, libros y más libros. Ella tenía que
estar de acuerdo con Mike, nunca antes había visto tantos en un lugar pequeño.
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"Rebobina", ordenó Dubhan.

Mike extendió la mano y comenzó a mover la marca de la pantalla hacia atrás. "Más lejos".
La mirada de Dubhan se estrechó. "Ahí".
Kyra se inclinó hacia adelante para tener una mejor vista y tratar de ver si podía ver lo que
había capturado la atención de Dubhan. Terminaron viéndolo tres veces, y en la última, lo
vio... el mismo símbolo de la puerta estaba tallado en una de las estanterías.
Terminaron de ver el video y escucharon una parte de la conversación cuando una joven de
casi la edad de Mike se acercó a él. Ella lo llevó a la sección de libros que estaba buscando,
y luego le ayudó a seleccionarlos. No fue hasta que ella le entregó un volumen que Mike
guardó su teléfono. El audio seguía encendido, así que escucharon todo hasta que salió de
la tienda.
"¿Qué os parece?" Mike preguntó cuándo estaba hecho.
Dubhan señaló con el mentón al teléfono. "Rebobina hasta la parte que vimos varias veces.
¿Puedes ampliar los libros en ese caso?"
"Claro", dijo Mike e hizo lo que se le pidió.
Kyra no sabía de qué esperaba que fueran los libros, pero ciertamente no sería un romance
paranormal.
Dubhan cogió el móvil y volvió a ver todo el vídeo, parándolo y arrancándolo, ampliándolo
en algunos lugares y mirando cada detalle. Durante esto, Kyra mantuvo a Mike ocupado.
"No había ningún hombre en la tienda", dijo ella.
Mike negó con tristeza con la cabeza. "Lo siento. Realmente quería ayudarte".
"Lo has hecho. Esta pista podría no ser nada".
"Para ti. Obviamente, él encontró lo que quería", dijo Mike con una sonrisa mientras asentía
a Dubhan.
Kyra se rió suavemente. "Dime, ¿qué tipo de vibración te dio la tienda?"
"¿Vibración?" Mike la miró con escepticismo. "¿Son ustedes gente de la New Age o algo así?"
"Depende de cómo definas la New Age", respondió con una sonrisa. "En realidad, siempre
he creído que todo desprende energía. Las plantas, los animales, el suelo, y sobre todo, la
gente. Te has topado con aquellos a los que sabías que no debías acercarte, ¿verdad?"
Mike se encogió de hombros, asintiendo con la cabeza. "Sí, supongo".
"Es alguien que no quiere que nadie le moleste. Emite esas vibraciones negativas para
mantener a los demás alejados. Aunque hay algunos que ni siquiera se dan cuenta de que
están emitiendo tal energía. Luego están aquellos con los que te encuentras que pueden
convertir tu mal día en un buen día debido a su energía positiva que comparten con los
demás a su alrededor. Y por último, pero no menos importante, tienes a aquellos que te
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chupan la energía. Algunos lo hacen a propósito, pero la gente ni siquiera se da cuenta de

que lo están haciendo".
La frente de Mike estaba arrugada mientras contemplaba sus palabras. "Nunca he pensado
en las cosas de esa manera, pero tienes razón".
"Entonces, sabiendo todo eso, ¿cómo era la energía en la librería?"
"Calma", respondió inmediatamente. "Era pacífico. Quería quedarme más tiempo, pero
cuando me di cuenta de la hora, supe que debía irme e informar a ambos".
Kyra no dijo que probablemente se usara alguna forma de magia. Si esos mortales estaban
con los Otros, entonces eso significaba que probablemente eran Druidas. Aunque sabía que
había un puñado de Druidas en el Reino con suficiente magia para enfrentarse a los Fae,
en su mayoría, ninguno de ellos era lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a uno
de los Fae.
"También estaba limpio".
Ella levantó sus cejas ante sus palabras. "¿Eso es importante?"
"No había polvo en los libros. Eso significa que alguien está limpiando regularmente,
¿verdad?"
"Parecería que sí" De nuevo, lo más probable es que fuera magia.
Kyra le echó un vistazo a Dubhan, pero él seguía entusiasmado con el video. Apestaba no
poder verlo y comentarlo con él, pero eso tendría que pasar después.
"Aquí está el resto de tu dinero", dijo Kyra y deslizó los billetes doblados sobre la mesa bajo
una servilleta. Había añadido mil más, para darle a Mike los dos mil dólares que había
pedido originalmente.
Mike levantó la servilleta y miró los billetes. "Eso es demasiado".
"Te mereces cada centavo", dijo Dubhan sin mirar hacia arriba desde la pantalla del móvil.
La mirada de Mike pasó de Dubhan a ella. "Aquí está pasando algo más, ¿verdad?"
"Siempre hay más en cada historia", respondió.
El joven resopló y sacudió la cabeza. "Está bien. Probablemente es mejor que no lo sepa. Si
alguno de vosotros necesita algo otra vez, estoy dispuesto a ayudar"
Kyra sonrió al mortal. "Definitivamente te tendremos en cuenta".
Dubhan le devolvió el móvil a Mike. "Gracias".
Kyra se puso de pie. Al darse la vuelta, vio la bolsa de la librería. Se detuvo y preguntó:
"¿Qué libros compraste?"
"Dos sobre cómo empezar un negocio", dijo Mike. "Entonces la chica me sugirió que probara
con una novela de ficción".
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SERIE THE REAPERS 9
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Kyra compartió una mirada con Dubhan antes de preguntarle a Mike, "¿Te importa si miro
los libros?"
El mortal negó con la cabeza y le pasó la bolsa. Kyra sacó los dos libros de negocios y se los
entregó a Dubhan para que los revisara. Luego retiró un libro de fantasía con Dragones en
la portada. Eso no era tan fuera de lo común, ya que muchos libros de ese género tenían
Dragones en ellos. Pero fue la chica de la portada con ojos rojos y plata en su pelo negro,
sosteniendo un orbe iridiscente de magia entre sus manos lo que llamó la atención de Kyra.
Sin duda, la hembra era una Dark Fae.
Kyra se lo mostró a Dubhan y miró a Mike. "¿Lees a menudo fantasía?"
"No me gusta mucho la ficción. Ni siquiera veo mucha televisión", explicó. "Me gusta
mantener mis pies firmemente arraigados en la realidad"
Kyra se rió, un sentimiento de inquietud corriendo a través de ella. "¿Crees que había
alguna razón en particular por la que la chica te mostró este libro?"
Dubhan le entregó la novela a Mike mientras el mortal sonreía. "No tengo ni idea. Sólo la
compré porque esperaba que me diera la oportunidad de invitarla a salir más tarde".
"Ten cuidado", le dijo Dubhan a Mike. "Y si necesitas algo, simplemente di mi nombre o el
de Kyra".
Mike echó la cabeza hacia atrás, con el rostro contorsionándose por las arrugas de la
confusión. "¿No tienen un móvil?"
Kyra usó su magia para hacer aparecer un móvil. Lo sacó de su bolsillo y se lo mostró a
Mike. "A Dubhan le gusta burlarse de la gente". Ella le dio el número. "Y envíame el video,
por favor"
"Ya lo estoy haciendo", dijo Mike.
Saludaron y se fueron. Cuando salieron de la tienda, Kyra dijo: "No puedo creer que le hayas
dicho que sólo diga nuestros nombres. Ya piensa que somos raros".
"Apuesto a que sabe exactamente lo que eres".
Miró a Dubhan y sacudió la cabeza. "No lo creo".
"No lo viste mirarte antes. Sabe que eres Fae, pero no quiere decirlo".
"No importa realmente. Sólo me alegro de que nos haya ayudado. ¿Viste algo en el video?"
Dubhan la llevó a un callejón antes de teletransportarlos a su casa. "Sólo vi el símbolo una
vez, pero parecía fuera de lugar allí. Escuché y vi sólo a la única chica trabajando"
"¿Pero crees que había otros?"
"Sí, lo creo".
El móvil de Kyra sonó, y miró hacia abajo para ver un mensaje de Mike con el vídeo. "Tengo
la sensación de que la chica sabía exactamente lo que Mike estaba haciendo".
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DONNA GRANT
"Si ese es el caso, ella le hizo comprar el libro de ficción a propósito. Tal vez para mostrarnos
que ella sabe lo que estamos haciendo"
Kyra pensó en eso por un momento. "Honestamente no creo que Mike esté trabajando con
o para los Otros, pero algo anda mal"
"¿Cómo es eso?"
Se encogió de hombros, incapaz de encontrar las palabras. "Mike dijo e hizo todo lo correcto.
Grabó toda la visita a la tienda, incluso nos dio audio cuando no pudo grabarlo".
"¿Pero?" Dubhan presionó.
"Podría estar mintiendo".
"El mortal no está mintiendo".
Los ojos de Dubhan se abrieron de par en par con el sonido de la voz. Kyra se dio la vuelta
y encontró a un hombre y una mujer parados detrás de ella. El hombre era alto, con cabello
negro y grueso y ojos morados. La miró como si no estuviera seguro de lo que pensaba de
ella.
La mujer era pequeña y tan asombrosamente bella que Kyra se quedó sorprendida. El largo
y ondulado cabello negro azulado de la mujer estaba trenzado a un lado por su oreja derecha
antes de caer libre con el resto de sus mechones. Y sus ojos lavanda estaban fijos en Kyra.
"No sabía que vendríais", les dijo Dubhan.
Kyra no podía apartar la mirada de la mujer. Había algo imponente y poderoso en ella. Kyra
no estaba exactamente asustada, pero tampoco estaba tranquila.
"Os hemos estado siguiendo a ambos toda la mañana", dijo el hombre.
La mujer dio un paso adelante. "Me llamo Erith, aunque quizá me conozcan mejor como la
Muerte".
La habitación empezó a girar mientras Kyra intentaba mantenerse de pie.
Todo lo que podía pensar era que esto es lo que se sentía al morir.
∗∗∗∗∗∗∗
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
Capítulo 15
Por primera vez, Dubhan sintió miedo. Se apoderó de él con fuerza, sacando el aire de sus
pulmones y el sentido común de su cerebro.
"¿Siguiéndonos?" interrogó Dubhan.
La mirada púrpura de Cael se clavó en él, retándolo a cuestionar más a la Muerte. Dubhan
tuvo que apretar los dientes para detener las palabras que anhelaba decir. Ser un Reaper
significaba no cuestionar nunca a Erith.
Era la primera vez que Dubhan hacía algo así. Sin embargo, él no se arrepentía. Podría
servir a la Muerte, pero no se quedaría quieto mientras Cael mataba a Kyra simplemente
porque ella había sido lo suficientemente lista para descubrir que era un Reaper.
"Veo que nuestra presencia os ha molestado a ambos", declaró Erith con calma. Le dio a
Kyra una sonrisa. "No hay necesidad de tenerme miedo".
"No estoy de acuerdo", dijo Kyra, con la voz temblorosa. "Tú eres la Muerte".
Dubhan se movió para estar al lado de Kyra. No dijo nada ya que su mirada y la de Cael
permanecieron bloqueadas.
Fue la Muerte quien dio un suspiro. "Dubhan, supe en el momento en que me miraste a los
ojos y aceptaste mi oferta de unirte a los Reapers que siempre serías leal. Porque sólo das
esa lealtad a aquellos que se la han ganado a tus ojos. Veo esa misma devoción en ti por
Kyra"
Dubhan no estaba preparado para las palabras de la Muerte. Él la miró a sus ojos color
lavanda. "Te has ganado mi lealtad y siempre seré uno de tus Reapers"
"¿Pero?" Erith instó cuando se quedó callado.
"Kyra merece vivir", dijo. "Quedó atrapada en la magia, estuvo en el lugar equivocado en el
momento equivocado, y fue su inteligencia la que la ayudó a descubrir quiénes éramos".
Cael frunció el ceño cuando preguntó: "¿Y su capacidad para encontrarte?"
Dubhan todavía no podía explicarlo. "No lo sé".
"Yo sí", dijo Erith mientras sus ojos se dirigían a Kyra.
Kyra se movió nerviosamente. "No es un hechizo. Lo juro. No dejé de pensar en él, y lo
siguiente que supe fue que estaba ahí".
"Lo sé". Los labios de la Muerte se curvaron en una sonrisa. "Eres una de las Kavanaughs,
Kyra. Puedes quitarle el dolor a los demás, lo cual es un raro don en sí mismo. Por eso sé
que no usaste un hechizo para encontrar a Dubhan".
Dubhan miró de Erith a Kyra, completamente confundido. "¿Qué?"
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
"Te seguimos hoy, ¿recuerdas?" Cael preguntó. "Durante ese tiempo, hicimos una pequeña
investigación por nuestra cuenta y descubrimos que Kyra era de la antigua línea
Kavanaugh. La original".
La Muerte asintió con la cabeza. "Así es como me di cuenta de cómo te encontró Kyra".
"Espera. ¿Antigua? ¿Original?" Preguntó Kyra, estupefacta. "Debes estar equivocada. La
línea de mi familia no es tan antigua".
Cael se rió mientras negaba con la cabeza. "En realidad, es una de las familias Fae más
antiguas. Hay treinta libros de cada una de las líneas antiguas, pero los Kavanaughs se
remontan aún más atrás. Tu familia es una de las cinco fundadoras".
Dubhan no estaba seguro de quién estaba más sorprendido, si él o Kyra. Él sabía que ella
era especial, pero no se había dado cuenta de cuánto. "¿Por qué importa eso?"
"Porque cada pocas generaciones hay uno dotado de un poder especial", explicó Erith. Su
mirada regresó a Kyra. "Aquellos que tienen esta inusual habilidad son capaces de localizar
a su otra mitad, pero sólo después de conocerla".
El silencio llenó la habitación.
Kyra tragó, el sonido fuerte en la quietud. No miró a Dubhan, y él trató de no ofenderse,
especialmente después de saber que la única manera de encontrarlo era si eran almas
gemelas. Decir que se quedó sin habla era la subestimación de los milenios.
"Nunca escuché a nadie de mi familia hablar de este... poder", dijo finalmente Kyra.
Cael se encogió de hombros. "Por lo que entiendo, pocos en tu familia hablan de la
capacidad de soportar el dolor de los demás".
"Eso es verdad". Kyra respiró con dificultad. Mientras lo hacía, sus dedos se extendieron y
se enroscaron alrededor de los de él.
Dubhan quería gritar de alegría por esa simple acción. Sostuvo su mano con firmeza,
haciéndole saber que estaba allí, que siempre estaría a su lado. Le sorprendió esta repentina
emoción.
"Podemos discutir todo esto en una fecha posterior", dijo la Muerte. "En este momento,
tenemos asuntos más urgentes"
Cael cruzó los brazos sobre su pecho, el disgusto llenó su cara. "Los Otros".
Dubhan se aclaró la garganta. "Dijiste que Mike nos dijo la verdad".
"Lo hizo, pero no fue el único involucrado en todo esto", dijo Erith.
Kyra frunció el ceño mientras miraba a Dubhan. "No mentí. Y si ni Dubhan, ni yo, ni Mike
mintieron, entonces ¿quién lo hizo?"
"La chica de la librería", respondió Erith.
"Pero... ¿cómo entraste? Está protegida contra los Fae"
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Dubhan giró la cabeza hacia Kyra y dijo: "Erith es una Diosa. Aunque juzga a los Fae, no
es una de nosotros".
Los ojos de Kyra se abrieron de par en par cuando se dirigieron hacia la Muerte. "Oh. Ya
veo".
"¿Sobre qué estaba mintiendo la chica?" Dubhan preguntó.
Erith levantó un hombro en un encogimiento de hombros. "Esa humana es una Druida, lo
cual ya habéis descubierto. Su familia fue una de los mies originales en unirse a los Otros".
La mirada de Kyra se movió a un lado, frunciendo la frente. "Aún no entiendo por qué los
mies se unirían a los Otros. Los droughs es fácil de entender. Esos Druidas que se
entregaron al mal y todo el poder que iba con él"
"No me importa por qué lo hicieron", dijo Cael en un tono con el más mínimo indicio de ira.
"Sólo quiero que dejen este Reino y no vuelvan nunca más".
Dubhan se pasó una mano por la boca y la mandíbula. "Dijiste que la mujer estaba
mintiendo a Mike. ¿Crees que ella sabía que lo enviamos?"
"Sí", respondió Erith con un solo asentimiento.
Kyra preguntó: "¿Cómo sabes eso?"
"Sólo lo hago". La Muerte miró a Cael un momento antes de que su mirada se deslizara
hacia Dubhan. "Creo que Mike estará a salvo, pero los Otros, o al menos aquellos que
desean estar con los Otros o están asociados a ellos, ahora os tienen a ambos en su rádar.
No saben que eres un Reader, pero eso podría cambiar"
Dubhan no le temía a ningún grupo. Siempre había estado dispuesto y ansioso por la
batalla. Era lo único que había conocido durante la mayor parte de su vida. No fue hasta
los Reapers que aprendió lo que era una verdadera familia, e incluso entonces, no hasta
que Eoghan había tomado el mando como líder.
Dubhan tenía hermanos, pero no los consideraba como una familia. Sus compañeros
Reapers y la Muerte, eran su familia. Aprendió a confiar y ser digno de confianza de ellos.
"Los Otros tienen la vista puesta en los Reyes Dragón", continuó la Muerte. "Pero tengo el
presentimiento de que si descubren a los Reapers, entonces vendrán tras nosotros"
"Y vosotros dos", dijo Dubhan, asintiendo con la cabeza hacia ella y Cael. "Eres una Diosa,
y Cael es ahora un Dios".
La boca de Kyra se abrió por sorpresa. "Si ambos tienen tanto poder, ¿por qué no se
deshacen de los Otros ahora?"
"Este Reino es el dominio de los Reyes Dragon. Lo han custodiado y defendido en numerosas
ocasiones" La Muerte tomó aire y luego lo liberó lentamente. "Tomaron la decisión de
permitir que los humanos vivieran aquí, y les costó todo. Pero incluso entonces, no
menoscabó a los Reyes. En todo caso, les hizo más fuertes. Los Otros creen que han
debilitado a los Reyes Dragon".
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Cael dejó caer sus brazos a los lados. "Tal vez lo han hecho".
Erith negó con la cabeza, sonriendo. "No". Entonces sus ojos lavanda se movieron hacia
Kyra. "No es mi deber ni el de Cael acabar con los Otros. Pero más que eso, tengo fe en que
los Reyes se enfrentarán a los Otros por su cuenta y lucharán contra ellos"
"No hay ningún Fae vivo que no conozca y respete a los Reyes Dragón. Son inmensamente
poderosos, y estoy convencida de que pueden derribar a los Otros ellos mismos, pero
¿deberían hacerlo? Si juzgas a los Fae, y los Fae son parte de los Otros, ¿por qué los Reapers
no se involucran?" Preguntó Kyra.
Dubhan ni siquiera ocultó su sonrisa. Resultaba que estaba de acuerdo con Kyra. Y le
encantaba que ella no tuviera miedo de decir lo que pensaba delante de la Muerte.
Fue Cael quien dijo: "No estoy en desacuerdo contigo, Kyra, pero hay más en los Otros de
lo que tú sabes. Y no estoy seguro de que sólo estemos tratando con los Otros aquí. Los
humanos no llegaron un día a este Reino. Fueron traídos por un grupo de Druidas de otro
Reino"
"No estoy segura de cómo eso cambia las cosas", dijo ella y miró a Dubhan por un momento.
"Si este Reino es el hogar de los Fae porque los Reyes lo permitieron, y algunos de esos
mismos Fae han unido fuerzas con otros para derribar a los Reyes Dragón, como los Otros
o no, los que ahora somos conscientes de ello ¿no tenemos la obligación de estar con los
Reyes en contra de ellos? Sé que yo lo haría, independientemente de lo que hagan los demás.
Porque no hacer nada es como ponerse del lado de los Otros contra los mismos seres que
comparten este increíble Reino con nosotros"
Dubhan no podía quitarle los ojos de encima a Kyra. Nunca había sido capaz de poner sus
pensamientos y sentimientos en palabras, pero ella lo había hecho con facilidad y sin
ninguna condena.
"Me gusta", dijo Cael.
Dubhan se enfrentó a Kyra. "¿Te enfrentarías con los Reyes Dragon contra los tuyos?"
"Si hay quienes quieren derribar a los seres que son honorables y buenos simplemente
porque son poderosos, entonces... absolutamente", respondió Kyra.
Dubhan miró entonces de Cael a Erith. "Yo te sirvo. Siempre te serviré y siempre seguiré
tus órdenes. Sin embargo, Kyra hizo un excelente comentario. Los Otros fueron creados
porque temían a los Reyes Dragon. ¿Qué harán cuando sepan de nosotros? ¿O de ti?"
"No vivirían ni un segundo más", declaró Erith, con la ira ardiendo en sus ojos.
Cael suspiró y giró la cabeza hacia la Muerte. "Sé por qué nos hemos mantenido al margen
de las cosas. No nos necesitaban en la última batalla contra Usaeil, pero esto es diferente".
"¿Quieres que nos unamos a los Reyes?" Erith le preguntó. "¿Todos nosotros?"
Dubhan intervino rápidamente: "No. Yo aprovecho nuestras habilidades en beneficio de
todos".
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La mirada de la Muerte se estrechó sobre él por un momento antes de sonreír. "Eso es algo
que no había considerado. Podemos permanecer ocultos hasta que nos necesiten"
"No hasta que nos necesiten", dijo Cael. "Permaneceremos ocultos para obtener ventaja".
Dubhan sonrió, creciendo su emoción. "Como surgir detrás de ellos".
"Oh, eso es bueno", le dijo Kyra.
Compartieron una rápida sonrisa.
La Muerte, sin embargo, no parecía convencida. "No tenemos ni idea de cuánto tiempo
pasará antes de que llegue la batalla".
"Será más rápido de lo que piensas", dijo Cael.
Ella hizo un gesto con los labios. "Probablemente tengas razón. Ahora que Usaeil ha sido
derrotada, los Reyes pueden centrarse únicamente en los Otros"
"Eso no es todo por lo que tienen que preocuparse", dijo Cael crípticamente.
Dubhan no tenía ni idea de lo que Cael estaba hablando, pero Dubhan no estaba
preocupado. Los Reyes Dragón eran los guerreros supremos. Los había visto luchar juntos
durante las guerras Fae. Le habían aterrorizado, y con razón.
"¿Qué pasa con Rhi?" dijo Kyra.
La mirada de Dubhan se dirigió inmediatamente a Erith, pero ella no miró hacia él. De
hecho, mantuvo baja la mirada.
"Es... una situación difícil", respondió finalmente Cael.
Kyra resopló. "No lo es. Rhi es una de las mejores luchadoras que tenemos. Todavía está
ahí fuera, y vamos a necesitarla".
Cael le sonrió a Kyra. "Ciertamente no dudas en decir lo que piensas".
"Digo lo que hay que decir".
Dubhan levantó la mano de ella a sus labios y la besó. "Primero, tenemos que lidiar con los
que vienen tras de ti".
"Tras nosotros", corrigió.
Él se lo concedió. "Nosotros".
"Por eso estamos aquí", dijo Erith. "Podría haber pensado en dejar que los Reyes se
ocuparan de los Otros, pero no hay manera de que permita que ese grupo se acerque a mis
Reapers. O a las que han elegido. Tenía otra misión para ti, Dubhan, pero creo que tú y
Kyra debéis seguir con vuestro actual rumbo"
Dubhan inclinó su cabeza ante la Muerte porque sabía que ella acababa de dar su bendición
para que él y Kyra estuvieran juntos. Lo cual era algo bueno, porque no estaba seguro de
lo que habría hecho si ella no lo estuviera. Eso es lo mucho que amaba a Kyra.
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Ni siquiera pensar que eso le asustaba. Porque Kyra le daba el coraje de conservar cosas
que no creía lo suficientemente buenas.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 16
"Me siento un poco aturdida", dijo Kyra cuando se quedó de nuevo a solas con Dubhan.
Él levantó una ceja. "No lo ha parecido"
Ella miró a su alrededor. "¿Se han ido de verdad?"
"No lo sé", dijo encogiéndose de hombros. "Podrían estar todavía aquí"
Kyra se quedó sin aliento. "Santo cielo. Acabo de hablar con la Muerte".
Los labios de Dubhan se curvaron en una sonrisa.
Ella se echó a reír y se enfrentó a él. "La Muerte. En realidad, hablé con la Muerte. Y es
preciosa. No sabía que una criatura podía ser tan impresionante. ¿Cómo no te caíste sobre
ti mismo para meterla en tu cama?"
"Es hermosa, sí, pero no es mi tipo"
"Bien, esa es la respuesta perfecta"
Dubhan la arrastró hasta él y la abrazó. "No has dicho nada de lo que nos dijo Erith sobre
cómo me encontraste".
"No he tenido mucho tiempo para pensar en ello".
"¿Y ahora?"
Ella se rió. "No le das mucho tiempo a una chica, ¿verdad?"
"Quiero saber tus pensamientos".
Ella le pasó las manos por el pecho mientras miraba el cuello de su camisa. "Creo que sabía
en el fondo de mi mente que para encontrarte de la manera en que lo hice, tenía que ser
por una razón especial"
Su mirada se elevó para encontrar sus orbes carmesíes. "Fue como si un interruptor se
hubiera encendido dentro de mí cuando te vi peleando contra esos Trackers. No podía
apartar mis ojos de ti".
"No me conocías", dijo él en voz baja.
Ella rozó con sus dedos el borde duro de su mandíbula. "Mi alma lo hizo. Es la única forma
en que puedo explicarlo. Te reconocí y no pude pensar en otra cosa que no fuera acercarme
a ti".
"No puedo decirte lo contento que estoy de que me hayas encontrado"
"Pero", dijo ella, tragando. "No crees en las almas gemelas, ¿verdad?"
Él frunció ligeramente el ceño. "Yo no he dicho eso".
Ella le dirigió una mirada penetrante.
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Era el turno de él de mirar hacia otro lado. "Hasta que me convertí en un Reaper, no creía
que el amor existiera realmente. Entonces, lo vi de primera mano cuando Eoghan, el que
lidera mi grupo, se enamoró de Thea. Incluso entonces, creí que era una casualidad. No
importaba que otros Reapers se hubieran enamorado. No lo había visto. Entonces, fui
testigo de que la Muerte y Cael finalmente admitieron su amor el uno por el otro. Ese amor
los salvó a ambos". Respiró hondo y la miró. "Me gusta la persona que soy cuando estoy
contigo. Me haces ver todo bajo una luz diferente"
Ella sonrió ante sus palabras.
Su mirada se calentó. "Y además está el hecho de que no puedo quitarte las manos de
encima"
"Lo cual me gusta mucho, por cierto", intervino ella.
Él le dio un beso rápido. "No sé mucho sobre el amor, pero sé lo que siento por ti. Es
profundo y fuerte, y sin duda, sé que me he enamorado de ti"
La euforia irrumpió en Kyra. Ella arrojó sus brazos alrededor del cuello de Dubhan mientras
sus bocas se encontraban. El beso que le dio estaba lleno de crudo y primitivo deseo... y
ella sentía lo mismo en su interior. No sabía qué esperar al seguir a un Reaper, pero
ciertamente no contaba con enamorarse o descubrir más sobre su familia de lo que jamás
había conocido.
Fue Dubhan quien cortó el beso. Respiraba fuerte, su pecho subía y bajaba rápidamente
mientras la miraba. "Eres lo único que puede hacerme olvidar mis deberes o ir a la batalla"
"¿En serio?" preguntó ella con una sonrisa. "Me gusta poder hacer eso".
"Mujer, haces mucho más"
"Dime que sobreviviremos a esto con los Otros", dijo ella preocupada.
Él le arregló el pelo y la miró profundamente a los ojos. "Te doy mi voto de que, mientras
esté vivo, lucharé contra ellos con todo lo que tengo para mantenerte a salvo. Porque te
amo".
Saber cómo se sentía y escuchar las palabras eran dos cosas diferentes. El calor se extendió
a través de ella ante su declaración. "Te amo", le dijo a él.
Se quedaron en silencio por un momento antes de que ella preguntara: "¿Qué hacemos
ahora?"
"No lo sé", respondió con un ladrido de risa. "No me gusta esperar a que mis enemigos me
encuentren, pero al mismo tiempo, tampoco quiero ir a buscarlos contigo cerca"
"No me quedaré atrás", le dijo.
"Ni lo soñaría".
Ella asintió. "Lo tenemos claro entonces".
"Pero no te tendré en peligro"
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Su tono serio le recordó su situación. "¿Porque no sé cómo luchar?"

"Eso es en parte. El hecho de que estés dispuesta a pelear si tienes que hacerlo hace que
toda la situación sea volátil. Cualquier cosa podría pasar. Podrías ganar".
"O podría perder", dijo con un asentimiento de cabeza. "Lo sé. ¿Cuál es la otra parte?"
Él estrechó los labios por un momento. "No puedo perderte".
"Ahora entiendes cómo me siento al pensar que te enfrentas a los Otros"
Dubhan asintió lentamente. "Lo hago, en efecto".
Kyra salió de sus brazos y tomó su mano para llevarlo a la ventana para mirar el valle.
"Como tú, no quiero esperar a que nuestros enemigos nos encuentren. Podríamos continuar
nuestra búsqueda de Xaneth".
"No está aquí, y por mucho que esperara ser yo quien le encontrara, creo que eso recaerá
en otro de nosotros"
"Te aparté de la búsqueda". A Kyra no le gustaba eso.
Él negó con la cabeza. "No, me ayudaste a encontrarme a mí misma. Y a ti. Sin mencionar
que dijiste todo lo que quería decir sobre los Otros a la Muerte, cuando no encontraba las
palabras".
"Aunque tuvieras las palabras, no creo que se lo hubieras dicho".
"Probablemente tengas razón, pero creo que, al final, lo habría hecho. No deberíamos
quedarnos sentados viendo como los Reyes Dragón son golpeados por todos lados por este
grupo"
Kyra se volvió para enfrentarle. "Dubhan, si ese símbolo en la librería significa que los
Druidas son parte de los Otros, o incluso de algún otro grupo como los Otros, entonces..."
"Lo más probable es que también lo sea mi familia". Asintió con la cabeza. "Lo he aceptado".
"¿Escuchaste o viste algo antes de ser un Reaper que pueda ayudar?"
Se apretó el puente de la nariz con el pulgar y el índice. "No puedo decir que lo hice, pero
podría haberlo hecho y no me di cuenta. No teníamos visitas en la casa. Nunca. Ni siquiera
venía la familia. Nosotros nos dirigíamos a todos. Siempre me pregunté por qué era eso".
"¿Recuerdas que esa misma marca estaba en las casas de tus otros familiares?"
La mirada de Dubhan se alejó mientras sus pensamientos se volvían al pasado. "No puedo
recordar". Negó con la cabeza y le devolvió la mirada. "Es suficiente con que mi familia esté
involucrada en tal grupo"
"Tú no lo estás".
"Yo estaba. Sin siquiera saberlo".
"No puedes aferrarte a ese tipo de pensamientos. No sabías nada diferente".
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Él resopló y miró hacia la ventana. "Lo hice. Puede que no supiera en qué estaban
involucrados mis padres, pero sabía que era algo que haría a nuestra familia más fuerte al
final. Estaba de acuerdo con eso. Por un tiempo"
"Elegiste un camino diferente. Recuérdalo"
"Yo no cambiaría nada de eso", dijo mientras giraba la cabeza hacia ella. "Todo eso me hizo
lo que soy hoy. Me llevó a convertirme en un Reaper, lo que luego me llevó a ti"
"En realidad, te encontré yo", dijo ella con una sonrisa.
Él sonrió y tomó su mano. "Así es. Me encontraste"
Se volvieron hacia la ventana al unísono mientras se tomaban de la mano, cada uno perdido
en sus pensamientos. Kyra sabía que había una gran posibilidad de que Dubhan tuviera
que luchar contra su familia si la Muerte decidía que los Reapers unieran fuerzas con los
Reyes Dragón para luchar contra los Otros.
Kyra no estaba segura de poder hacerlo si las posiciones estuvieran invertidas. Por otra
parte, podría no llevarse bien con su familia, pero tampoco la habían traicionado y matado.
Eso ciertamente cambiaría su opinión.
"Nos uniremos a los Reyes", dijo Dubhan en el silencio.
Kyra miró hacia él. "¿Crees que Erith permitirá eso?"
"¿Permitir?" Mostró una rápida sonrisa. "Le hiciste ver otro lado que no había considerado.
Pero, sí, creo que se unirá a los Reyes, y entonces nos dejará tomar nuestra propia decisión"
Eso no era algo que Kyra esperase oír. "¿Dejar que toméis vuestra propia decisión? Creí que
le servís y hacéis lo que ella os pide".
La cara de Dubhan se inclinó hacia ella. "Lo hacemos, pero esta no es una batalla
cualquiera. Es una que podría acabar con toda una raza".
"¿Tienen los Otros realmente ese tipo de poder?"
"En realidad, lo tienen"
La llevó al sofá y la tiró a su lado mientras empezaba a contarle una historia tras otra de
cómo los Otros habían tendido trampas hacía millones de años para los Reyes Dragones.
Kyra estaba a su vez aturdida y estremecida por lo que los Otros habían hecho para
conseguir lo que querían.
"¿Y Usaeil era parte de ello?" Preguntó Kyra.
Dubhan asintió lentamente. "Lo estaba, pero a pesar de eso, quería a Con para sí misma".
"¿Para dar hijos a los Reyes?", preguntó ella con incredulidad.
"No pueden tener hijos con las mortales".
Kyra arrugó la nariz. "Pero el plan de Usaeil no se llevó a cabo. Falló. Y ahora está muerta".
"¿Lo está?"
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"Su cuerpo ha desaparecido. Me imaginé que la Muerte se la llevó"

Dubhan no dijo nada.
Kyra le miró fijamente. "¿Lo hizo?"
"No conozco cada movimiento que hace Erith. Por lo que sé, ella sí tomó el cuerpo de Usaeil.
Sé que la Muerte dijo que Rhi tenía que ser la que matara a la Reina".
"Interesante". Kyra solo había conocido a la famosa Fae una vez, pero le había gustado Rhi
al instante. La Light tenía ese tipo de personalidad.
Dubhan frunció el ceño. "¿Qué?"
"Nada. Sólo estaba pensando. No estaba allí para ver la batalla, pero escuché a suficientes
Fae hablando de ello. Tanto los Light como los Dark están desorganizados. Ninguno de los
dos tiene líderes, y eso va a pasar factura"
"Habrá luchas internas cuando los que están esperando los Tronos traten de tomarlos"
Kyra suspiró pesadamente. "Una de las muchas razones por las que nunca me gustó la
Corte. Sin duda alguien allí ya está buscando al descendiente de Usaeil para tomar el
Trono."
"Ese sería Xaneth. O... ”
Se alejó, haciendo que Kyra se interesara más que nunca. "¿Supongo que sabes de otro?"
"Sí. También Usaeil, pero creo que ella lo olvidó en su locura. O tal vez ella no pensó que él
era una amenaza. De todas formas, estoy bastante seguro de que no quiere el Trono".
"Lo que nos deja con Xaneth".
Dubhan hizo un sonido en el fondo de su garganta. "Lo cual no nos servirá de nada si no
podemos encontrarle".
"¿Asumiría el cargo de Rey?"
"No lo conozco lo suficiente como para poder responder a eso. Ciertamente es lo
suficientemente inteligente y astuto como para ser un buen líder".
"Pero si no lo quiere, volvemos al principio", dijo Kyra frunciendo el ceño.
"Los Dark es diferente".
Se estremeció al pensarlo. "Nunca han utilizado las líneas de sangre para determinar quién
gobernará. Siempre ha sido el más fuerte, ¿verdad?"
"Así ha sido".
"¿Se te ocurre alguien?"
Dubhan negó lentamente con la cabeza. "En realidad esperaba que Balladyn siguiera siendo
el Rey por algún tiempo. Me gustaba"
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"Su cuerpo también desapareció, por lo que he oído" Kyra miró fijamente a Dubhan,
esperando alguna señal que indicara que él sabía algo, pero todo lo que obtuvo fue un
encogimiento de hombros.
¿Era una coincidencia que tanto el cuerpo de Balladyn como el de Usaeil hubieran
desaparecido después de sus muertes? ¿Se los llevó la Muerte? Y si no, ¿quién lo hizo?
Y lo más importante, ¿por qué?
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 17
Quedarse quieto era algo que Dubhan había dominado hacía mucho tiempo, pero ese día,
le resultaba imposible esperar. Siempre había sido un hombre de acción, no alguien que
esperaba su momento, con la esperanza de que las cosas le llegaran.
Sus ojos se posaron en Kyra, que caminaba por la casa de campo. Ella había llegado a él,
pero él no la había estado esperando. ¿O sí?
Desde que Eoghan se había enamorado de Thea, Dubhan se había preguntado si era capaz
de tal emoción. Ahora, él sabía la verdad. Para alguien que no sabía lo que era el amor, se
sorprendió al reconocerlo. Por otra parte, algo tan profundo no era fácil de pasar por alto.
"Necesito mantenerme ocupada", dijo Kyra al salir de su habitación con un montón de
objetos. Esta vez, el flequillo de su cabello era naranja, el resto de sus mechones rojos y sus
ojos verdes. Se detuvo cuando le vio mirándola fijamente. "¿Qué?"
"¿No te gusta tu color natural?" preguntó.
Ella se encogió de hombros. "Es un hábito ahora. Ni siquiera me doy cuenta de que lo hago
la mitad del tiempo. ¿No te gusta?"
"Me gusta mucho. También disfruto mucho de tu cabello y ojos naturales".
Un latido más tarde, sus ojos volvieron a la plata, y su pelo a las onduladas y negras hebras
que caían sobre sus hombros.
Él le sonrió. "Puedes llevar el pelo y los ojos del color que quieras. Pensaré que eres hermosa
de cualquier manera"
Kyra estaba sonriendo cuando se unió a él en el sofá. "Probemos esto un ratito".
"Suena bien. Ahora, ¿qué estabas diciendo? ¿Necesitas mantenerte ocupada?"
Ella asintió con la cabeza y colocó los artículos en la mesa de café. Abrió el mapa del mundo
y luego colocó un frasco de pequeños alfileres con extremos de colores cerca de ella. Había
marcadores de varios colores, así como lápices y algunas lengüetas adhesivas.
"Oh", dijo y saltó para ir a la cocina.
Dubhan vio como abría una botella de vino y servía dos copas. Y todo se había hecho sin
ninguna magia. Le pareció entrañable que ella siguiera con su vida de esa manera. Él no
habría hecho eso, pero eso es lo que la hacía tan especial.
Ella levantó la vista y sonrió. "Aun no te acostumbras a que no utilice la magia, ¿eh?"
"Algo así".
"Toma", dijo ella y le entregó su vaso de vino. "Hay veces en las que recurrir a la magia es
más fácil"
"¿Como todo el tiempo?" preguntó arqueando la ceja.
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Ella se rió antes de tomar un trago. "Cierto, pero me gusta hacer cosas como esta".
Puede que no fuera una guerrera, pero tenía una fuerte voluntad y no dudaba en seguir a
su corazón. Dubhan no había conocido a muchas mujeres así. En realidad, Aisling había
sido la primera. Bueno, además de la Muerte.
Aisling podría ser la única mujer Reaper, pero era una fuerza a tener en cuenta. Él la había
escuchado algunas noches, atrapado en las garras de sus pesadillas. Ella no confiaba en
nadie más que en sus compañeros Reapers, e incluso entonces, Dubhan sospechaba que
Aisling creía que su tiempo podía terminar en cualquier momento.
Vivía la vida al máximo. Todo lo que hacía, lo hacía con toda su fuerza y pasión. No había
medias tintas con esa mujer. Y rara vez había visto a alguien tan experto en el campo de
batalla como Aisling.
Le gustó al instante, aunque ella le mantenía a distancia. Ella no necesitaba su protección,
pero Dubhan no podía evitar sentirse protector con ella. Casi como si fuera su hermana
menor. Él nunca le había dicho nada de eso, y ella probablemente le pondría un ojo morado
por ello, pero no se podía negar que la afinidad que sentía por Aisling es lo que le permitía
confiar en los otros Reapers.
"Estás muy metido en tus pensamientos".
Parpadeó y se concentró en Kyra. "Lo siento".
"No lo hagas", le dijo ella y le puso una mano en la rodilla. "¿Estás bien?"
" Estoy perfecto. Muéstrame lo que tienes aquí".
Ella sonrió con entusiasmo. "Utiliza estos alfileres y muéstrame todos los lugares donde has
buscado a Xaneth. Si sabes dónde otros han buscado, marca esos lugares también".
"Lo guardamos todo en nuestras cabezas".
"Hazme caso", le instó ella.
Dubhan se encogió de hombros e hizo lo que le pidió. Diez minutos después, se sentó y
examinó el mapa y las zonas en que había buscado.
"¿Esto es sólo tu búsqueda? ¿O también la de los otros Reapers?" Preguntó Kyra.
"Mayormente mía, pero ha habido ocasiones en que buscamos en equipos. Añadí lo que
sabía. ¿Para qué sirve esto?".
Kyra se sentó, con las rodillas pegadas al pecho mientras miraba el mapa. "No lo sé,
exactamente. Sólo tuve el impulso de sacar el mapa y encontrar los lugares en los que
habías estado".
"¿Algo así como que tenías que buscarme?" preguntó él.
Ella le miró, asintiendo con la cabeza.
"Entonces no te detengas", le dijo. "Le pediré a los otros Reapers que añadan sus
ubicaciones".
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"¿Podrías?"
Dubhan podría no entender del todo cómo funcionaba la mente de Kyra, pero no era
necesario. Cualquier poder o magia que le hubiera dado la habilidad de encontrarle,
también podría hacer lo mismo para localizar a Xaneth de alguna manera.
"No te preocupes", le dijo ella con una sonrisa. "No tengo sentimientos románticos por
Xaneth".
Dubhan la rodeó con su brazo y la atrajo contra él. "No soy del tipo celoso. O al menos no
he tenido razones para serlo en el pasado" Frunció el ceño. "Hmm. Tal vez esté celoso"
Kyra se echó a reír y le miró. "Saldremos de esta"
"Sí, lo haremos". Se sentó, forzándola también. "Tenemos que hablar de qué hacer si los
Otros aparecen"
"Bien. ¿Qué quieres que haga?"
"Sal de aquí. Teletranspórtate a un lugar seguro".
Ella estaba negando con la cabeza antes de que él terminara. "No me voy a ir".
"No quiero ser poco delicado, pero no eres una luchadora".
"Soy consciente", dijo ella con una sonrisa. "Pero no voy a huir esta vez"
"Ni siquiera puedo decirte que te quedes cerca de mí porque en el momento en que se den
cuenta de las dimensiones de mi poder, vendrán a mí con todo lo que tienen"
Kyra arqueó una ceja. "¿Y qué?"
La miró un momento. "¿Qué quieres decir?"
"Eres un maldito Reaper".
"¿No has oído las historias que te he contado antes? Los Reyes Dragón tienen la mayor
magia de todos los seres de este Reino. Y por lo que sé, la más grande de cualquier Reino.
Los Light y los Dark Fae, y los Druidas mie y drough, unieron su magia para crear algo tan
fuerte que puede hacer que los Reyes se vuelvan contra sus traseros"
Ella no parecía estar impresionada por sus palabras. "No eres un Rey Dragón".
"Soy consciente".
Poniendo los ojos en blanco, ella respondió: "Mi punto es que dijiste que la Muerte te dio
algo de su poder para convertirte en un Reaper. Ella te devolvió tu alma, incrementó tu
magia y mejoró tus sentidos. ¿Verdad?"
Él asintió con la cabeza.
"Bueno, si ella no le teme a los Otros, ¿por qué deberías tú? Supongo que su magia no
afectará a ninguno de los Reapers o a la Muerte y a Cael como lo haría con los Reyes".
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Ante eso, él frunció el ceño. "¿Por qué dices eso? La magia de los Reyes es más grande que
la de un Reaper".
"¿Y de la Muerte?", preguntó ella.
Dubhan se encogió de hombros. " Sinceramente, no tengo ni idea. Erith tiene un poder
increíble, pero también lo tienen los Reyes Dragón".
"¿Y crees que, porque los Reyes se vean afectados por la magia de los Otros, ¿todos vosotros
lo estaréis también?"
La miró de forma penetrante. "Es lógico, sí"
"Hmm", dijo ella y miró hacia otro lado, perdida en sus pensamientos.
Dubhan esperó mientras ella seguía mirando algo en la distancia. Los Reapers habían
estado tan concentrados primero en Bran y luego en encontrar a Xaneth que ninguno de
ellos se había detenido a pensar en los Otros.
O en lo que podría pasar si derrotaban a los Reyes Dragon.
Dubhan sabía que era una posibilidad remota pensar que los Reyes pudieran perder, pero
era un escenario que debía ser considerado. No podía entender por qué era tan importante
para los Druidas derrotar a los Reyes.
Los Reyes Dragon no habían ido a explorar otros Reinos. Estaban contentos con su hogar.
Sin embargo, habían hecho espacio para los mortales y los Fae -y miren lo que eso les había
traído a los Reyes.
"¿Alguno de los Reyes no ha sido afectado por la magia de los Otros?" Kyra preguntó de
repente.
Dubhan pensó por un momento. "'No afectado' es probablemente la palabra equivocada. V
fue capaz de encontrar una debilidad en su magia y al final la rompió, pero le llevó algo de
tiempo".
"Todos los Reyes necesitan saber cómo hacerlo. Y también hacerlo los Reapers"
"No es una mala idea", dijo.
Kyra se humedeció los labios. "También hay algo más que considerar".
"¿El qué?"
"Hacer exactamente lo que los Otros han hecho. Combinar vuestra magia"
Parpadeó, su mente quedándose en blanco ante la sugerencia. Su primer impulso fue
negarse, pero un momento después, lo reconsideró.
"Exactamente", dijo Kyra. "Si la magia de los Otros, que no es más que Fae y Druida
combinadas, puede obstaculizar a un Rey Dragón, ¿te imaginas lo que la magia de los Reyes
y Reapers podría hacer?"
"Sería más poderosa".
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Ella asintió.
Dubhan se inclinó hacia atrás y respiró hondo. "Los Otros emplean su magia en trampas y
situaciones en las que los Reyes no están acostumbrados. Ni una sola vez los Reyes se han
enfrentado a los Otros de frente".
"¿Y crees que nunca lo harán?"
"No lo sé", respondió sinceramente. "Es lógico que los Otros siempre han sabido
exactamente qué rumbo tomarán los Reyes y han puesto las cosas directamente en su
camino para frustrarles. ¿Por qué se reunirían y se levantarían para luchar cuando no
tienen que hacerlo?"
"Pero lo hacen".
Dubhan negó con la cabeza. "No lo hacen. Por lo que sabemos, han puesto miles de trampas
más que acabarán con los Reyes, una por una. Mira lo que le hicieron a V, quitándole sus
recuerdos durante todos esos eones de tiempo".
"No estoy de acuerdo", dijo Kyra. "Si los Otros no tuvieran la intención de defenderse, no
habrían puesto símbolos para anunciar quiénes son. No necesitan dejar que los miembros
de su grupo sepan quiénes son. Lo hicieron para alertar a cualquiera que pudiera estar
buscándolos".
Mierda. Ella tenía razón. Dubhan se pasó una mano por el pelo. "Erith dijo que la chica de
la librería sabía que habíamos enviado a Mike. Ella le dio ese libro de fantasía por una
razón. Me pregunto si no estábamos destinados a leerlo también".
Kyra se encogió de hombros y levantó las cejas. "Creo que deberíamos averiguarlo. Más que
eso, creo que deberíamos dejar que los demás sepan todo esto".
"Espero que te equivoques".
"Yo también. De lo contrario, tenemos que prepararnos para la guerra más pronto que
tarde"
Dubhan cerró brevemente los ojos. "Y con los Light y los Dark desorganizados sin líderes,
el terreno está abonado para que alguien intervenga y tome el control"
"No crees que los Otros lo harían, ¿verdad?"
"Creo que los Fae involucrados con los Otros lo harían".
La boca de Kyra formó una O.
Dubhan se puso de pie mientras llamaba a la Muerte.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 18
En algún lugar…
Echaba de menos el sol. Xaneth miró al cielo semi oscuro y se estremeció. Nada cambiaba
en este mundo en el que Usaeil le había puesto. El cielo era de un peculiar color azul que
bordeaba el púrpura y estaba atascado en un perpetuo atardecer. No había luna. Ni sol.
Eso era suficiente para volver loco a alguien. Pero Xaneth no se dejaba llevar tan lejos.
Aunque no estaba seguro de lo que podía hacer.
Había estado huyendo de la criatura que le perseguía durante... bueno, no estaba seguro
de cuánto tiempo había estado en este agujero del infierno, pero se sentía como una
eternidad. La bestia siempre parecía encontrarle. Xaneth no podía descansar en ningún
momento. Tenía que mantenerse en movimiento, tenía que permanecer tan escondido como
pudiera para poder seguir vivo.
Hacía tiempo que no escuchaba la voz de su tía bajando del cielo como si fuera un dios.
Cómo odiaba a Usaeil. Esperaba que alguien, la Muerte, Rhi, los Reyes Dragón, el infierno,
incluso Balladyn, matara a Usaeil. Era un cáncer que necesitaba ser eliminado antes de
que infectara a todos los Fae.
Pero no podía pensar en su tía. Sin duda ella era una molestia, pero antes que nada, el
tenía que seguir vivo. Al principio, pensó que Usaeil lo había puesto en este lugar para que
la criatura le matara, y que eso podría ser lo que pasaría. Pero empezaba a sospechar que
ella sólo quería torturarle.
¿Y si dejaba de jugar este juego de ella? ¿Y si dejaba de correr? ¿Qué es lo peor que podría
pasar? ¿Moriría?
Al menos ya no estaría en este lugar pútrido de tormento sin fin. No le temía a la muerte.
En las últimas semanas, había venido a rezar por ella unas cuantas veces. Luego recobró
el sentido y siguió luchando.
Pero se estaba cansando de todo esto. Había una salida, sobre eso, él era positivo. Sólo
tenía que encontrarla. Y si ya no tenía a la maldita bestia persiguiéndole, entonces podría
ser capaz de localizarla y volver a la Tierra.
Xaneth cerró los ojos. El gruñido de la criatura estaba más cerca ahora. Xaneth puso su
mano en el árbol, sintió la corteza clavándose en su palma. Sea lo que sea este lugar, le
impedía hacer uso de su magia. Sin embargo, eso no le disuadió. Él saldría.
Había algo que le preocupaba en el fondo de su mente, algo que debería saber, pero no
podía poner el dedo en la llaga. Cada vez que intentaba concentrarse, el pensamiento
retrocedía y se alejaba cada vez más. Sólo cuando pensaba en otra cosa se acercaba lo
suficiente como para burlarse de él con su presencia.
Xaneth saltó de su escondite detrás de un roble gigante y corrió sobre el terreno escarpado,
saltando sobre árboles caídos y usando sus manos para equilibrarse cuando se resbalaba
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por los valles escarpados. Pudo poner suficiente distancia entre la criatura y él mismo para
permitirse el tiempo que necesitaba para escalar las montañas. Algunas eran más difíciles
que otras, pero siempre se las arreglaba para llegar a la cima antes de que la bestia
apareciera.
Se deslizó hasta detenerse, agitando sus brazos cuando llegó al borde del acantilado. La
densa línea de árboles había ocultado el acantilado. Miró por encima de su hombro,
determinando lo cerca que estaba la bestia. Entonces miró por encima del acantilado para
ver un río debajo de él, rocas irregulares que sobresalían del agua, sin duda con muchas
más debajo de la superficie.
No hubo tiempo para que volviera sobre sus pasos y encontrara otra ruta. Sólo tenía una
opción: saltar.
Xaneth no dudó en saltar desde el borde. Por un segundo, hubo silencio, y luego el silbido
del aire pasó por sus oídos mientras caía en picado hacia el agua. Se sintió como una
eternidad antes de acercarse lo suficiente al río como para contener la respiración.
Entonces estaba bajo el agua, sus sentidos se vieron sacudidos por el rugido de las
corrientes y la fría temperatura que estaba tan en desacuerdo con el clima cálido. Xaneth
no fue capaz de sujetarse antes de ser golpeado contra una roca. Sin embargo, se las arregló
para girarse y usar su pie para evitar que su cuerpo fuera golpeado por segunda vez.
Después de eso, fue cuestión de usar las corrientes y las rocas para subir a la superficie.
Una vez que su cabeza estaba sobre el agua, respiró profundamente y se relajó mientras
flotaba con la rápida corriente. Luchar contra ella sólo le cansaría, y ya estaba agotado.
Afortunadamente, no pasó mucho tiempo antes de que las rocas desaparecieran, y el agua
se calmó lo suficiente como para que pudiera nadar hasta la orilla. Sus dedos se clavaron
en la arena húmeda mientras salía del agua.
Temblaba mientras el aire le rozaba. Xaneth se detuvo a mirar a su alrededor. Había algo
en este lugar que parecía familiar, pero nunca había estado aquí antes. Al menos ahora,
podría tener más tiempo para descansar y comer más que las bayas que encontraba
mientras corría por el bosque.
Xaneth anhelaba un fuego, pero no tenía idea de cómo hacer uno sin magia. Tendría que
conformarse con quitarse la ropa y dejarla secar. Después de esparcirlas en las rocas, volvió
a entrar en el agua descalzo. Una vez, hace mucho, mucho tiempo, su padre lo llevó a un
río donde trató de enseñar a Xaneth a pescar con sus propias manos. Xaneth no estaba
interesado en ese momento. Quería nadar, no pescar, pero aún recordaba la lección.
Cuanto más tiempo Xaneth estaba en el agua, más caliente se volvía. O tal vez simplemente
se estaba acostumbrando. Sus brazos y piernas estaban mucho más calientes que el resto
de él que no estaba sumergido, pero eso era sólo una contradicción más en este lugar donde
Usaeil le había arrojado.
El primer roce del pez contra su brazo hizo que su corazón saltara. Sin embargo, no se
movió. El pez se acercó más y más, finalmente nadando entre sus manos. Fue entonces
cuando Xaneth lo agarró y lo sacó del agua.
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Sus brazos se elevaron sobre su cabeza, una sonrisa en sus labios mientras se volvía hacia
la orilla. Y así como así, el recuerdo estaba ahí de él haciendo lo mismo hacía todos esos
años, volviéndose para mostrarle a su padre que había tenido éxito.
El aliento fue absorbido por Xaneth mientras se perdía en la memoria durante varios
segundos. Fue el movimiento del pez en su mano lo que lo llevó de vuelta al presente. Xaneth
mató al pez y caminó hasta la orilla.
Se puso de espaldas al agua, con los ojos cerrados para recordar todos los detalles de ese
día con su padre. Luego se volvió hacia el río y abrió los ojos. Fue entonces cuando lo supo.
No estaba en otro reino.
Estaba encerrado en su propia mente.
Xaneth miró sus pies y vio la roca con el borde afilado. La recogió y la usó para limpiar el
pescado. Encontró una roca lisa y la aprovechó para sentarse mientras comía el pescado
crudo, su mente clasificando lo que había descubierto.
Usaeil debió utilizar alguna magia poderosa para encerrarlo dentro de su propia cabeza,
pero eso no significaba que estuviera atrapado aquí para siempre. Podía salir. El problema
era... ¿cómo? En muchos sentidos, era más difícil que encontrar su camino fuera de un
reino.
"Maldita seas, Usaeil", murmuró.
Pero no podía permitirse quedar atrapado por su odio. Tenía que superarlo para despejar
su mente y descubrir la salida.
Primero, necesitaba deshacerse de la criatura que le acosaba. La mejor manera de hacerlo
era poner una trampa. Xaneth era joven cuando él y su padre llegaron al río, por eso no lo
recordaba al principio, ni tampoco recordaba el territorio que lo rodeaba.
Dejó su ropa y exploró el área, primero a un lado del río y luego al otro. Cuando regresó, su
ropa estaba seca y se la volvió a poner. El hecho de que hubiera pasado un tiempo
considerable sin que la bestia apareciera significaba que había ido a la deriva por el agua.
¿Pero cuánto tiempo le quedaba antes de que la criatura regresara? No era suficiente para
que él pusiera la trampa ahora, pero había encontrado un lugar. Todo lo que tenía que
hacer era encontrar una manera de atrapar a la bestia y matarla.
Quería adelantarse al demonio, así que empezó a caminar por el río. Ahora que no tenía
que huir, fue capaz de conseguir una mejor vista del terreno y llegar a un diseño para la
trampa. La montaña y las rocas ayudarían, pero todo se reduciría a la bestia que le seguía.
¿Cómo matarla era la siguiente pregunta? No podía emplear la magia, ni tenía armas.
Xaneth sonrió. Había rocas en abundancia, y si tenía que golpear la cabeza de la bestia, lo
haría.
Xaneth mantuvo el río a su izquierda. Pasó la mayor parte del día sin escuchar a la criatura,
y utilizó cada segundo de ese tiempo para reunir los objetos que necesitaba para hacer la
trampa, creando secciones de ella mientras caminaba, y dejándolas a un lado cuando
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terminaban. Sabía exactamente dónde estaba cada parte para poder reunirlas y llevarlas al
lugar que había establecido para atrapar a la bestia.
Como parecía que la criatura seguía cada uno de sus pasos, Xaneth zigzagueó por el bosque,
asegurándose de mantenerse a cubierto lo mejor posible.
Justo cuando pensaba que podría haber perdido a la bestia para siempre, escuchó el
gruñido. Xaneth terminó de hacer la última parte de la jaula y ató la gruesa enredadera que
mantenía los palos unidos.
Dudó, preguntándose si había tiempo suficiente para dar la vuelta y reunir las secciones y
dirigirse al lugar para atrapar a la bestia, pero el segundo gruñido estaba más cerca. Muy
cerca.
Xaneth escondió la pieza y salió corriendo. Había descansado la mayor parte de la tarde,
pero sus días de caminata parecían haber terminado. Lo había disfrutado mientras duró, e
iba a asegurarse de que lo que lo cazaba no durara mucho más. Porque el cazado estaba a
punto de convertirse en el cazador.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 19
El silencio después de que Dubhan le dijera a Erith y Cael sobre su propuesta fue aterrador.
Kyra se obligó a no mover sus pies o enredar con sus manos. Ella había dicho lo que
pensaba a la Muerte antes. Esto no era diferente.
Oh, pero lo era, y ella lo sabía. Kyra inspiró un poco de aire. Erith podría haberla aceptado,
pero eso podría ser arrebatado en cualquier momento.
"Estoy realmente molesto por no haber pensado en eso antes", dijo Cael.
Erith le echó una mirada antes de que su mirada se dirigiera a Kyra. "Para alguien que no
ha visto la batalla, estás muy dispuesta a unirte a ella".
"Estoy dispuesta porque sé lo que está en juego. Además, van tras de mí. Así que, en
realidad, sólo estoy tratando de sobrevivir", dijo Kyra.
¿Y por qué tenía que parecer tan... idiota? Kyra puso los ojos en blanco para sí misma. Si
tan solo pudiera sonar tan impresionante como lo había hecho antes. Por otra parte, la
presión conseguía que hiciera cosas irracionales.
"Lo admito, puede que hayas encontrado una solución", dijo la Muerte.
Kyra controló una sonrisa. Todavía no era el momento de celebrar. "Parecía lógico".
"A veces, lo que necesitamos son otros que no son guerreros porque no vemos el cuadro
completo", dijo Dubhan.
Sin mirar a Dubhan, Erith dijo, "Cael lo hace".
"Tengo que meditar sobre ello", respondió Cael.
La frente de Dubhan se arrugó. "¿Lo ves todo?"
Cael se encogió de hombros. "Si medito lo suficiente, puedo ver el mejor resultado de una
batalla".
"Por eso nunca has perdido", dijo Dubhan con una sonrisa.
La sonrisa de Cael fue su única respuesta.
Kyra miró entre ellos, tratando de leer entre líneas.
"¿Usaste ese mismo escenario contra Bran?" preguntó Dubhan.
La sonrisa de Cael se desvaneció. "Algunas cosas están fuera de mi control".
"La batalla con los Otros también lo estará", declaró Erith. "Para todos nosotros. Incluyendo
a los Reyes Dragon".
Kyra casi preguntó si eso significaba que la Muerte y los Reapers se iban a unir, pero pensó
que era mejor mantener la atención de Erith lejos de ella por el momento.
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En el siguiente latido del corazón, los ojos lavanda de la Muerte se dirigieron hacia ella. "Los
Reyes pueden haber hecho algunos enemigos por su poder, pero han hecho muchos más
aliados. Varios de los Reyes se han apareado con Druidas, algunas con lazos con la Isla de
Skye"
Kyra se encogió de hombros. "¿Los Druidas de Skye son especiales?"
"Mucho", respondió Cael. "Son los más fuertes. De vez en cuando, un poderoso Druida nace
fuera de Skye. Eilish es una de ellos. De hecho, me atrevería a adivinar que es más fuerte
que cualquier Druida de Skye. Y resulta que está emparejada con Ulrik, el Rey de los Silvers"
Kyra apenas podía creer lo que oía. "Son buenas noticias, entonces. Y sé de una Fae que se
emparejó con un Rey"
"Shara", dijo Dubhan.
Kyra no sabía por qué tuvo un repentino aumento de los celos, pero sin embargo estaba
ahí. Tal vez fue la forma en que Dubhan dijo su nombre. O tal vez Kyra estaba leyendo
demasiado en él. Pero todo el mundo sabía de la Dark Fae que se habían convertido en
Light y se había emparejado con un Rey Dragón. Shara era una leyenda, especialmente
porque se le había dicho a mucha gente de los Light que ningún Dark podría volver a ser
Light. Pero como era Usaeil quien les había dicho eso, obviamente había sido una mentira.
"¿La conocías?" Cael le hizo a Dubhan la pregunta que Kyra más quería saber.
Dubhan negó con la cabeza. "Sabía de su familia".
Kyra miró a Dubhan, y en el momento en que sus ojos carmesíes se encontraron con los de
ella, supo que había sido una tonta al pensar en estar celosa. Pero en su defensa, nunca
antes había estado enamorada. Era una loca protectora de Dubhan y su relación, tan nueva
como ésta era.
O tal vez porque era tan nueva.
Erith giró la cabeza, haciendo que un largo mechón de pelo negro azulado cayera sobre su
hombro. "También están los Guerreros".
Una vez más, Kyra se dio cuenta de que había mucho más en la historia de lo que ella sabía.
Estaba tan envuelta en todas las cosas de los Fae que no había pensado en nada ni en
nadie más. Eso tenía que cambiar.
"¿Los Guerreros?" preguntó.
Dubhan asintió con la cabeza. "Los celtas más fuertes de su rama familiar quienes
permitieron que los dioses primitivos los habiten para poder derrotar a Roma".
"Maldición", murmuró Kyra. Luego, con una voz más fuerte, dijo: "¿Y estos Guerreros siguen
vivos con estos dioses dentro de ellos?"
Erith respondió. "Sí. Son amigos de los Reyes, y los Guerreros también se casaron con
Druidas. Druidas poderosos".
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La Muerte había dicho que los Reyes tenían aliados. Ahora, Kyra empezaba a pensar que
su idea era absurda. Aparentemente, con los amigos que tenían los Reyes, no necesitaban
a los Fae.
"Sé lo que estás pensando", dijo Dubhan con una sonrisa.
Kyra frunció el ceño, y luego respondió con una voz atrevida y burlona, "¿Eso crees?"
"No crees que los Reyes necesiten a los Fae".
Ella retiró la mirada. "Tal vez sepas lo que estoy pensando"
"Los Reyes del Dragón nos necesitarán", declaró Dubhan.
Cael asintió. "Él tiene razón".
La Muerte suspiró. "Voy a visitar a los Reyes y hablar con Constantine sobre esto"
"¿Nos unimos a la lucha?" Dubhan preguntó.
Kyra contuvo la respiración mientras Erith y Cael intercambiaban una mirada. Entonces la
Muerte asintió una vez.
Dubhan sonrió. "Eso es bueno. Necesitamos estar con ellos".
"Puedes agradecerle a Kyra", respondió Erith.
Kyra estaba tan sorprendida que no sabía qué decir.
"No te sorprendas", dijo Cael. "Dijiste lo que necesitaba ser escuchado, y de una manera
que tuviera sentido para todos"
Erith tomó la mano de Cael en la suya. "Puede que este no sea mi Reino, pero tampoco lo
era el Reino Fae. Sin embargo, donde van los Fae, yo les sigo. Si este es su hogar, necesita
ser protegido. Más importante aún, los Fae necesitan permanecer aliados con aquellos cuyo
hogar es éste también"
"Los Reyes Dragón", dijo Kyra.
La Muerte se enfrentó a Cael. Hablaron en voz baja por un momento, y luego ella se fue.
Cael les miró. "Erith volverá más tarde. Me quedaré en caso de que los Otros decidan darse
a conocer"
"Kyra tuvo otra idea", dijo Dubhan.
Las cejas de Cael se elevaron en su frente. "¿Oh?"
"Para hablar con Mike, el mortal que enviamos a la librería, y tal vez conseguir el libro que
la chica le hizo comprar"
"Hmm. Es una buena idea"
Kyra se sentía incómoda con los elogios. "Era tanto de Dubhan como mía".
"Acepta el cumplido", dijo Dubhan mientras la abrazaba.
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Ella puso los ojos en blanco y sonrió. "Tienes razón. Gracias".

Cael se rió y sacudió la cabeza. "Estaré cerca, pero no demasiado cerca".
"Gracias", dijo Dubhan justo antes de que Cael levantara el velo.
Kyra se volvió hacia él entonces. "¿Qué pasa si todo lo que estamos haciendo es algo malo?"
"¿Y si es lo correcto?", respondió. "Tienes que confiar en ti misma".
"Esto no es decidir qué corte de carne comprar para la cena. Hay millones de vidas en
juego".
Dubhan puso sus manos sobre sus hombros. "Ninguno de nosotros se toma nada a la ligera,
pero tú tienes buenas sugerencias. Como les dije a Cael y Erith, a veces, estamos tan
atascados por el hecho de que habrá una batalla que los árboles no dejan ver el bosque.
Viste lo que no pudimos. Tal vez los Reyes vayan a por ello. Tal vez no lo hagan. De todas
formas, es una opción que debemos seguir y ver a dónde nos lleva. Puede ser la que nos
salve a todos".
"No estaba pensando en nada de eso cuando hablé", dijo Kyra. "Mi único pensamiento era
que los Reapers deberían unirse a los Reyes. De hecho, todos los todos -Dark y Light-
deberían unirse a ellos, pero no lo harán"
Dubhan negó con la cabeza. "No, no lo harán. Muchos estarán de acuerdo con los Otros.
Por lo que sabemos, si le contamos a los Fae sobre los Otros, algunos podrían unirse a ellos,
y no queremos eso"
"Tienes razón. Algunos Fae se unirían a ellos. Algunos pueden estar ya intentándolo".
"Los Reyes Dragón nunca han perdido una batalla".
Kyra le dirigió una mirada plana. "No estoy de acuerdo con eso. Mira quién domina este
mundo: los humanos. ¿Y los Reyes? Se están escondiendo".
"Los Reyes no perdieron", dijo Dubhan. "Eligieron retirarse por su voto de proteger a los
mortales. Hay una diferencia"
"No lo pensé de esa manera"
"Siempre hay muchas caras en cada historia, y nunca las escuchamos todas. Pero he
pasado algún tiempo mirando a los Reyes cuando he podido. Son los mejores de nosotros,
los más puros. La magia les eligió, les dio este mundo para que lo habiten y lo hagan suyo.
Fueron los Reyes quienes fueron tan acogedores, que invitaron a su casa a los que
finalmente destruirían sus vidas".
Kyra apretó los labios. "Es muy triste. ¿Todos los Reyes son tan indulgentes que vivirían
junto a los humanos?"
Dubhan echó la cabeza hacia atrás y se rió. "Es porque Con es un gran Rey de los Reyes
Dragon que ha sido capaz de mantener a los demás juntos frente a esto. Y, créeme, todos
ellos, incluso Con, han pensado en recuperar su mundo"
"El de todos nosotros", dijo Kyra.
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Dubhan asintió solemnemente. "De parte de todos nosotros".

"No les culparía"
"Basta de hablar de los Reyes. ¿Vamos a ver a Mike?"
Kyra asintió. "Intentemos llamarlo".
Varios intentos más tarde, era obvio que Mike no iba a contestar su teléfono. Dubhan tomó
la mano de Kyra, y en el siguiente instante, aparecieron en la biblioteca donde Mike solía
estar. Dubhan discretamente bajó el velo, y Kyra comenzó a preguntar si alguien sabía
dónde vivía Mike. No pasó mucho tiempo hasta que alguien les dio su dirección.
En el siguiente latido del corazón, estaban fuera de la puerta principal del piso de Mike.
Sin embargo, Mike no la abrió cuando llamaron. Vino a la puerta y exigió, "¿Quién es?"
"Dubhan y Kyra", dijo Kyra.
El sonido de las cerraduras siendo giradas llegó hasta ellos, y luego la puerta se abrió. Mike
les miró y sonrió. "No esperaba volver a veros a ninguno de los dos".
"Queríamos ver que estabas a salvo", dijo Dubhan.
Kyra le devolvió la sonrisa a Mike. "Intentamos llamarte".
"Lo siento", dijo Mike. "Mi móvil ha estado actuando de forma extraña, así que intenté
reiniciarlo".
"¿De forma extraña cómo?" Dubhan preguntó.
Mike se encogió de hombros. "Simplemente no funciona bien. Y después... bueno, ya sabes,
he estado más paranoico de lo normal".
"¿Es por eso que estás en tu piso y no en la Biblioteca?" Preguntó Kyra.
El mortal asintió y miró al suelo. "Así es".
Dubhan añadió: "Nos preguntábamos si podríamos echar un vistazo a ese libro de ficción
que compraste".
"Claro. Pasad", dijo Mike y se apartó para que pudieran entrar.
El piso era escaso. El sofá había visto mejores días, al igual que la mesa de la cocina y las
sillas mal emparejadas, pero el lugar estaba limpio. Mike cerró las puertas con llave y
caminó alrededor de ellas mientras iba al sofá donde el libro estaba abierto y puesto al
revés. Lo recogió, puso un trozo de papel roto como marcador y se lo entregó.
"Has leído más de la mitad", dijo Kyra.
Mike se encogió de hombros. "Es realmente bueno. No creí que me gustara la ficción, pero
me gusta. O al menos me gusta este autor".
"¿De qué trata el libro?" Dubhan preguntó.
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SERIE THE REAPERS 9
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Mike bajó la mirada y metió las manos en los bolsillos delanteros de sus vaqueros. "Una
Dark Fae que intenta proteger a su gente de este horrible grupo de Dragones".
El estómago de Kyra se retorció. "Fae y Dragones, ¿eh?"
"Es una fantasía", dijo Mike encontrándose con su mirada.
Dubhan llamó la atención de Mike. "Estoy seguro de que ha escuchado todo tipo de mitos
y leyendas irlandesas".
"Hay docenas de ellos, y sí, mi abuela solía contarme de todo tipo", dijo Mike.
Kyra sonrió. "Mi abuela también me contaba historias. Yo tenía mis favoritas. ¿Cuáles eran
las tuyas?"
"Veamos", dijo Mike, su mirada se dirigió a una esquina superior mientras pensaba. "Los
Fae, probablemente".
Dubhan preguntó en voz baja, "¿Y has conocido a algún Fae?"
Mike se puso nervioso de repente mientras se encogía de hombros. "¿Quién puede decirlo?"
"Tú puedes", dijo Kyra mientras atrapaba su mirada.
Mike miró entre los dos, y luego echó un segundo vistazo a Dubhan. Cuando Kyra miró a
Dubhan, notó que él se había quitado el glamour para mostrar su verdadera coloración.
"Eres un Fae", dijo Mike, con su voz sorprendida.
Dubhan asintió. "Ambos lo somos".
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Capítulo 20
"¿Qué significa eso para mí?" preguntó Mike.
Dubhan miró al mortal por un momento y se encogió de hombros. "Nada".
Mike hizo un sonido, su cara una máscara de duda. "No creo en eso. Seres como tú no le
dicen a los humanos esas cosas sin razón"
"Es porque confiamos en ti".
Dubhan no corrigió a Kyra. De hecho, confiaban en Mike hasta cierto punto. De lo contrario,
no le habrían dicho quiénes eran.
Mike miró a ambos. "En el libro, dice que hay dos sectas en los Fae... Light y Dark".
Dubhan no tenía idea de que un libro como ese había sido escrito, y si ese pedacito había
sido compartido, ¿qué más había en esas páginas? "Las hay. Soy Dark. Kyra es Light".
Mike no dijo nada, pero estaba tenso como si ya no confiara en ellos.
"La mayoría de los mortales no saben de nosotros", dijo Kyra. "Hay algunos medio-faes
alrededor -mitad-fae, mitad-humanos"
"Sí", murmuró Mike, dando un pequeño paso atrás para poner más distancia entre ellos.
Dubhan no tenía tiempo para esas cosas. "Voy a decirlo sin rodeos. Podríamos haberte
matado hace días si hubiéramos querido, pero no lo hicimos. No queremos hacerte daño.
Teníamos un acuerdo de negocios que salió bien, y te pagamos generosamente por eso"
"Pero estás aquí por otra cosa", dijo Mike.
Kyra apretó los labios. "Nos gustaría leer el libro, y nos gustaría saber lo que piensas de él"
La incertidumbre llenó los ojos de Mike. "¿Por qué queréis saber lo que pienso?"
"Porque la chica te lo dio por una razón. Para tal vez conectar los puntos de lo que somos",
sugirió Kyra.
Dubhan miró el libro en cuestión. "El simple hecho, Mike, es que tenemos enemigos. El
libro podría contener pistas".
"Entonces, ¿el libro estaba destinado a vosotros?" dijo Mike y respondió a su propia
pregunta con un asentimiento.
Kyra se encogió de hombros. " Sinceramente, creo que la chica quería que lo leyeras, pero
también nos gustaría ver lo que hay dentro".
"Ella sabía quién erais". Mike se quedó sin aliento. "Ya sabía yo que estaba pasando más
de lo que cualquiera de vosotros me había dicho, y sigo pensando que hay mucho más"
"Lo hay", respondió Dubhan. No tenía sentido mentirle a Mike, pero eso no significaba que
Dubhan se lo fuera a contar todo.
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Mike se cruzó de brazos sobre su pecho y se humedeció los labios. "Ambos han sido justos
conmigo. Me habéis dado más dinero del acordado, especialmente para un trabajo que no
era peligroso".
"Yo no diría eso", murmuró Kyra.
Mike hizo una pausa, su mirada se fijó en ella. Luego continuó. "La chica insistió en que
leyera el libro antes de pasárselo a alguien que pudiera estar interesado. Pensé que yo le
gustaba"
"Puede que sea así". Dubhan se encogió de hombros. "Puede que sólo quisiera que leyeras
el libro".
Mike bajó los brazos y se pasó una mano por la cara. "Tengo que admitir que es un buen
libro. No he podido dejarlo. Incluso me salté el almuerzo".
"¿Qué tal si voy a conseguir cena y nos dices lo que has descubierto del libro hasta ahora?"
Kyra sugirió.
Tomó menos de un latido para que Mike estuviera de acuerdo. Dubhan permaneció en
silencio mientras Kyra dejaba que el mortal eligiera qué comer. Pero si pensó que Kyra iba
a salir a buscarlo, Dubhan se equivocó. Chasqueó los dedos y la comida apareció en la
mesa.
"Maldición. Podría acostumbrarme a eso", dijo Mike mientras miraba la comida, su
estómago gruñendo.
Dubhan pudo haber tenido una vida dura, pero nunca se iba sin comer. Señaló con el
mentón hacia la mesa. "Come. La discusión puede esperar."
"Puedo hablar y comer al mismo tiempo", dijo Mike mientras sacaba una de las sillas y se
sentaba, alcanzando la primera caja que contenía la comida asiática que había pedido.
Mientras él hincaba el diente, Dubhan miró a Kyra, que sonreía. Al unísono, cada uno de
ellos se sentó en una de las sillas, con los ojos puestos en el humano, que se metió la comida
en la boca, masticando rápidamente.
"Lo siento", dijo Mike alrededor de un bocado de comida. "Tan pronto como lo olí, me di
cuenta de lo hambriento que estaba".
Kyra negó con la cabeza, moviendo las manos de forma despectiva ante sus palabras. "No
hay necesidad de disculparse".
Después de unos pocos mordiscos más, Mike disminuyó su ritmo de alimentación. Tomó
un largo trago de agua y dijo, "El libro dice que mientras que para la mayoría, los Dark Fae
son villanos, son, de hecho, los salvadores de los Fae".
"Es la primera vez", dijo Dubhan.
Mike miró de Dubhan a Kyra y luego de vuelta a Dubhan. "También dice que los Light y los
Dark no se asocian comúnmente entre sí".
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"No lo hacemos", respondió Kyra. "Pero Dubhan y yo no somos exactamente como la

mayoría de los Fae".
"En el Reino que una vez llamamos hogar, los Light tomaron una mitad y los Dark la otra",
dijo Dubhan. "Es lo mismo en Irlanda. Los Light se llevó la mitad superior, y los Dark la
inferior".
Kyra asintió lentamente. "Dublín es la línea que cruza el país".
Mike se tragó su bocado de comida. "Todo eso se dice en el libro. También habla de una
guerra civil que causó que vuestro mundo se volviera inhabitable"
"Sí". Dubhan no podía creer que su rabia y su odio habían llegado a eso. Pero eso es lo que
pasó cuando una raza olvidó que los Reinos no eran algo para ser saqueado y erosionado
sin consecuencias.
Durante los siguientes diez minutos, Dubhan se sentó junto a Kyra mientras escuchaban
a Mike explicar la trama del libro entre bocados. La heroína, una Dark Fae, vio el futuro de
su pueblo y supo que había que hacer algo. Se alineó con otros seres afines y creó un grupo
que se propuso forjar un camino diferente y mejor.
"¿Dice quiénes eran los otros seres?" Preguntó Kyra.
Mike negó con la cabeza. "Todavía no. Tengo la sensación de que no se comparte".
"¿Realmente una Dark empezó todo esto?" Dubhan le preguntó a Kyra.
Kyra se encontró con su mirada, sus labios se estrecharon brevemente. "Es posible. Aunque
no creo que nunca sepamos quién fue".
"¿Por qué no? Si son Fae, puede que aún estén vivos."
Kyra reflexionó sobre eso por un segundo y luego asintió con la cabeza. "Es una posibilidad
remota, pero podrían estarlo. ¿Me estás diciendo que quieres encontrar a este Dark?"
"Una mujer", intervino Mike.
"Eso podría haber cambiado", le dijo Kyra.
Mike levantó las cejas y la miró fijamente. "Por lo que he recopilado de este libro, no es
ficción en absoluto. Es una historia de los Fae, comercializada a los humanos como ficción"
Dubhan parpadeó, sorprendido por esa simple verdad de la que no se había dado cuenta
hasta ese momento. "Que me condenen".
"¿Qué?" Preguntó Kyra, con el ceño fruncido.
Dubhan no le respondió cuando se levantó y fue a buscar el libro. Cuando regresó, miró
más de cerca la portada, especialmente a la mujer del frente. La cara de la modelo estaba
semioculta, pero al examinarla más de cerca, vio quién era.
Luego le mostró el libro a Kyra, que frunció el ceño cuando aún se negaba a decir nada.
Finalmente, ella le arrebató el libro de las manos y miró hacia abajo. Los segundos pasaron
mientras estudiaba la cubierta. Luego jadeó.
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"Lo sé", dijo Dubhan.

La mirada plateada de Kyra saltó hacia él. "No la habría visto si no hubiera estudiado a la
mujer".
"¿De qué estáis hablando vosotros dos?" Mike preguntó mientras apoyaba sus antebrazos
en la mesa.
"Sabemos de quién se trata el libro", explicó Dubhan. "Está justo ahí en la portada".
Mike puso una cara. "¿No es broma? ¿Conocéis a esta mujer? ¿Ella es real? ¿Crees que
puedo conocerla?"
Kyra le mostró una mirada dura. "No puedes conocerla. Está muerta".
"Lo que significa que no podemos preguntarle nada", dijo Dubhan con un pequeño
movimiento de cabeza. Justo cuando había descubierto algo que podía ayudar, no les servía
de nada.
"¿Muerta?" Mike se sentó, frunciendo el ceño. "Por lo que estoy leyendo sobre ella en el
libro, es invencible. Sin mencionar los aliados que tiene".
El malestar se extendió a través de Dubhan. "¿Cómo que es invencible?"
"Invencible", dijo Mike, con un tono entrecortado. "¿Qué es lo que no entiendes de la
palabra? Significa que no se puede matar"
Dubhan sintió la mirada de Kyra sobre él. Ella pensaba lo mismo que él, el cuerpo de Usaeil
había desaparecido después de que Rhi la matara. Todo este tiempo, Dubhan había
asumido que la Muerte se había llevado a la Reina, pero ahora…
"Conozco esa mirada en sus rostros." Mike tragó fuerte y sacudió la cabeza. "Algo malo ha
sucedido".
"Tenemos que leer el libro", le dijo Kyra a Dubhan.
Aunque estuvo de acuerdo, una parte de él no quería saber qué había entre las páginas de
la historia. Tenía la sospecha de que lo que descubriera haría que todos se pusieran de
rodillas.
Mike le arrancó el libro de la mano a Kyra. "No hasta que yo lo termine".
Kyra levantó las manos brevemente. "No soñaría con quitarte eso antes de que termines".
"Bien". Mike entonces hojeó las páginas y encontró donde había marcado su lugar.
Dubhan estrechó su mirada sobre el mortal. "Mike, ¿lo grabaste todo cuando estabas en la
librería?"
"No", dijo el mortal después de un momento. "Apagué mi teléfono cuando salí de la tienda.
¿Por qué?"
"¿La chica de la librería te dijo algo que no entendiste bien? ¿Como si fuera en otro idioma,
tal vez?" Dubhan sondeó.
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"Ahora que lo mencionas, sí", dijo Mike mientras levantaba la vista del libro. "¿Por qué?"
Kyra mostró una gran sonrisa. "No hay razón".
Se quedaron callados cuando Mike volvió a leer, la comida... y ellos... fueron olvidados.
Dubhan quería hablar con Kyra, pero fuera del alcance del humano, pero tampoco quería
alejarse demasiado. Dubhan sacudió su cabeza hacia la puerta. Kyra asintió, y se
levantaron en silencio antes de llegar al pasillo.
"La Druida le hechizó", dijo Kyra, con sus palabras llenas de ira.
Dubhan agitó sus palabras. "Es un inconveniente, sí, pero no más que eso".
"Depende de lo que haya hecho. Por lo que sabemos, tan pronto como termine el libro, se
unirá a los Otros"
"Es humano. ¿Por qué lo querrían? No tiene magia".
Kyra puso los ojos en blanco. "Tú eres el que tiene todo el conocimiento de los Reyes Dragón,
no puedo creer que no reconstruyas lo que los humanos harían si supieran de los Reyes
ahora"
"Mierda". Dubhan apretó el puente de su nariz.
Un momento después, apareció Cael. Su cara estaba llena de aprensión. "Tenemos un
problema".
"¿Sólo uno?" Dubhan preguntó con una pequeña risa.
Cael no se rió ni siquiera un poco. Dubhan entonces miró más de cerca al nuevo dios. Cael
no sólo estaba preocupado, la tensión se apoderó de su cuerpo, y la ira llenaba su mirada
de color púrpura oscuro.
"¿Ha pasado algo?" Preguntó Kyra. "No es Erith, ¿verdad?"
Cael dio un solo movimiento de cabeza. "Ella y los otros Reapers están bien. Es lo que hemos
descubierto de Mike"
Dubhan esperó, sabiendo que cualquier palabra que cayera de los labios de Cael cambiaría
la situación. Quería que fuera a su favor, pero nunca lo fue. Lo que Cael sabía -y que estaba
a punto de compartir- iba a funcionar en su contra. La pregunta era, ¿cuánto?
Cael respiró profundamente antes de soltarlo lentamente. " Os lo hubiéramos dicho a todos
antes si uno de vosotros hubiera preguntado"
"¿Preguntar qué?" Dubhan presionó.
"Sobre Usaeil".
Kyra alcanzó la mano de Dubhan, deslizando su palma contra la de él para que sus dedos
se entrelazaran.
"La Muerte no se llevó el cuerpo de Usaeil", anunció Cael. "No sabemos dónde está Usaeil.
O quién la tiene"
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Capítulo 21
Se sentía como si todo estuviera girando fuera de control. Kyra esperó a que Cael se riera y
dijera que estaba bromeando, pero no parecía de los que bromeaban, especialmente cuando
se trataba de algo tan serio.
"¿Por qué ni tú ni la Muerte dijisteis nada?" Dubhan exigió.
Cael leo miró fijamente durante mucho tiempo antes de decir: "¿Crees que os cuenta todos
los problemas con los que hace malabares?"
"Creo que lo que Dubhan quiso decir es que esta noticia es importante, y aunque entiende
que la Muerte no le debe una explicación a nadie, la desaparición del cuerpo de Usaeil es
algo que todo el mundo debería saber", dijo Kyra.
Dubhan sostuvo la mirada pétrea de Cael con una de las suyas. "Incluyendo a los Reyes
Dragon".
"Lo que Erith decida decirle a Con y los Reyes es asunto suyo", respondió Cael.
Dubhan resopló. "Sabes exactamente lo que la Muerte compartirá y no compartirá con
todos".
Cael se encogió de hombros en respuesta.
Kyra apretó sus dedos alrededor de la mano de Dubhan. Su irritación no los llevaba a
ninguna parte. "No le hace ningún bien a nadie que discutamos entre nosotros. Este es un
problema seguro, pero uno que puede ser resuelto. De alguna manera", terminó,
preguntándose por qué no podía mantener la boca cerrada.
"Siempre la voz de la razón", dijo Dubhan mientras giraba la cabeza hacia ella.
Ella le miró y, para su sorpresa, sus labios se elevaron con una sonrisa. Ella se inclinó
hacia adelante y levantó su cara, presionando sus labios contra los de él. Sólo entonces
recordó que Cael estaba allí.
Kyra miró en su dirección para encontrar a Cael mirándola. Él le dio una rápida sonrisa y
una inclinación de cabeza como para decir que lo aprobaba. Ella no estaba segura de lo que
aprobaba, su beso a Dubhan, o el hecho de que estuvieran juntos.
Diablos, por lo que ella sabía, era ambas cosas. O algo totalmente distinto. No importaba.
Lo que le gustaba era que Cael parecía aceptarla, que era todo lo que necesitaba.
"Kyra tiene razón", dijo Cael. "Erith y yo debimos decíroslo a todos en cuanto descubrimos
que Usaeil había desaparecido".
Dubhan le miró y le dio un respiro. "Y debo confiar en que tú y la Muerte estáis manejando
todo como debe ser"
"Esto es bonito y todo eso, pero estoy confundida", dijo Kyra. "Por todo lo que he oído de
otros Fae, vieron a Rhi clavar su espada en Usaeil. La Reina está muerta"
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Cael arqueó una ceja. "No según lo que Mike dijo ahí dentro".
"Hay algo en el libro", dijo Dubhan.
Los tres se miraron el uno al otro. Cael se cubrió con un velo al mismo tiempo que ella y
Dubhan entraban en el piso, pero Mike no estaba en ningún sitio.
"Lo sabía", dijo Dubhan.
Kyra soltó su mano y registró el pequeño apartamento, esperando que Mike estuviera en el
baño o tal vez escondido en el armario, pero él ya se había ido.
Cael apareció cerca de la puerta. "Hay algo en ese libro que los Otros no quieren que
sepamos".
"Estaba segura de que el libro era para nosotros", dijo Kyra.
Dubhan se puso de pie con las manos apretadas. "Creo que querían que lo viéramos. Creo
que querían que averiguáramos exactamente lo que hicimos. Nunca debimos dejar a Mike
solo".
"No habría importado. Iba a irse con el libro de una forma u otra", dijo Cael.
Kyra estaba de acuerdo con el dios/Reaper. No estaba exactamente segura de lo que era,
pero sabía que era poderoso, que estaba al mando y que era el amante de la Muerte.
"Un Druida no podría hacer esto. No en un quinto piso", señaló Dubhan.
Kyra caminó hacia la ventana y miró hacia la calle de abajo. "Se escapó de alguna manera.
No hay escaleras aquí, pero eso no significa que se haya utilizado magia".
Se dio la vuelta para ver a Cael moviendo su mano en un gran círculo delante de él como si
estuviera limpiando una pared de cristal o algo así. Mientras miraba, vio su magia como
trazos de color púrpura moviéndose por el aire detrás de su mano antes de que se
desvanecieran.
Luego detuvo su mano y cerró los ojos. Un momento más tarde, las manchas de púrpura
explotaron horizontalmente en todas las direcciones. No tenía adónde ir, así que se quedó
quieta y dejó que la magia la tocara.
En el momento en que la energía se disparó, los ojos de Cael se abrieron, y se volvió hacia
la mesa donde habían dejado a Mike leyendo. La comida estaba tal como había estado. Cael
no tocó nada de eso mientras se movía alrededor de la silla de Mike.
"Se lo llevaron de este lugar", dijo Cael.
Kyra miró a Dubhan, quien simplemente se encogió de hombros como para decir que su
suposición era tan buena como la de él. Kyra estaba empezando a darse cuenta de que Cael
era bastante nuevo en todo esto de los dioses, pero cualesquiera que fueran los poderes que
tenía, eran impresionantes y extensos.
Sus ojos púrpuras se levantaron y se encontraron con los de ella. "Se usó magia. Magia
Fae"
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"Joder", murmuró Dubhan y se dio la vuelta enojado.

Kyra no pudo apartar su mirada de Cael. "¿Por qué me estás mirando?"
"Porque tengo una sensación de que estás aquí".
Ella se echó hacia atrás, insegura de si lo había escuchado correctamente. "No soy parte de
la ayuda a los Otros. No sólo me viste en el pasillo, sino que sabes que los Otros van tras
de mí"
"¿Lo son?", preguntó.
Dubhan se dio la vuelta, su rostro se endureció mientras sus ojos rojos miraban a Cael.
"Los Otros estuvieron en su casa de campo. Les escuché".
"Pero no atacaron", señaló Cael. "Ambos pensasteis que era curioso".
Kyra no pudo refutar eso. Miró a Dubhan antes de repetir: "No estoy ayudando a los Otros.
No tienes que creerme, pero sé la verdad".
Dubhan vino a ponerse a su lado. Luego tomó su mano en la suya y miró a Cael. "Ella está
con nosotros".
"Nunca dije que no lo estuviera", respondió Cael. "Simplemente señalé un hecho".
Kyra no quiso admitir que tenía razón, pero maldita sea si Cael no la tenía. Ella suspiró y
se enfrentó a Dubhan. "Quiero que sepas que estoy contigo. No tengo nada que ver con los
Otros, pero puedo ver que podría parecer de otra manera. Te encontré cuando ningún otro
Fae ha sido capaz de hacer eso. Me ofrecí a ayudar cuando la mayoría de la gente racional
no lo habría hecho. Se me ocurrió la idea de que deberíamos hablar con Mike y leer el libro.
Y la parte más condenatoria es que Cael me siente en la magia".
"No eres tú", explicó Cael. "Siento una parte de ti. Eso es diferente"
Un músculo hizo tictac en la mandíbula de Dubhan mientras la miraba a los ojos. "Te creo.
Te conozco. Suena loco, pero es como si te conociera de siempre".
"¿Alguno de vosotros me ha escuchado?" preguntó Cael.
Kyra quiso responder a Cael, pero su atención estaba en Dubhan. "Me sentí de la misma
manera la primera vez que te vi. Es por eso que traté de encontrarte, y por qué te seguí
cuando finalmente lo hice. Una vez que puse mis ojos en ti, no pude pensar en nada más
que en acercarme a ti".
"Como si nuestras almas se hubieran encontrado una vez más"
Sonrió, asintiendo con la cabeza. "Sí".
Hubo un largo y prolongado suspiro de Cael.
Dubhan finalmente volvió la cabeza hacia el dios. "Nunca he sentido la magia de nadie como
tú acabas de hacerlo. ¿Cómo sabes que no es Kyra?"
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"Uno porque, como dijo, estaba con nosotros. Supongo que podría tener una gemela, pero
creo que lo que sentí por ella habría sido más fuerte".
Kyra miró entre los dos hombres. "Todavía no entiendo lo que eso significa".
"Familia", dijo Cael. "Significa que sentí lo suficiente de ti para saber que es alguien que es
parte de tu línea de sangre. Alguien de tu familia estuvo aquí".
Como si no hubiera estado lo suficientemente conmocionada los últimos días como para
durar toda la vida. Kyra no tenía respuesta. ¿Qué podía decir?
"¿Cómo averiguamos quién es?" preguntó Dubhan.
Cael apretó los labios. "Sólo yo puedo. Lo sabré cuando sienta la magia de esa persona.
Dubhan, no te apartes del lado de Kyra ni un segundo. Olvida a Mike. Está fuera de nuestro
alcance de todos modos".
"¿Qué pasa con el libro?" Preguntó Kyra. "Tiene que haber otra copia en alguna parte.
Podríamos buscarla".
Cael asintió. "Ten cuidado por donde vas".
"¿Qué vas a hacer?" Dubhan preguntó.
"Voy a visitar a la familia de Kyra".
Sus labios se separaron para mencionar a su tía, pero no dijo nada antes de que Cael
desapareciera.
"Todo va a estar bien", dijo Dubhan.
Ella lo miró. "¿Lo está? Mi familia está involucrada con los Otros".
Le dio una mirada irónica. "Como lo está la mía".
"Lo siento. Tienes razón. Estaba sintiendo lástima por mí misma, pero no debería. No
deberíamos", corrigió. "Ninguno de nosotros es responsable de lo que hace nuestra familia.
Tomamos nuestras propias decisiones, y esas son las que nos hacen responsables".
"¿Seguirás sintiéndote igual cuando Cael regrese y te diga cuál de tus familiares se llevó a
Mike?"
"Espero hacerlo, pero si no lo hago, recuérdamelo".
Dubhan le mostró una sonrisa. "Lo haré, pero sólo si tú haces lo mismo por mí".
"Prometido", dijo. "Ahora, volvamos nuestras mentes a algo que podamos hacer. Como
encontrar otra copia de ese libro".
Él resopló. "Realmente tienes que ocupar tu mente todo el tiempo"
Dubhan usó su magia para producir una computadora donde buscaron el título del libro
para encontrar otra edición. Apareció inmediatamente, pero no pudieron encontrar una
copia disponible en ninguna parte. No se imprimieron nuevas copias, y todas las copias en
uso habían sido compradas.
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"No es una coincidencia", dijo Dubhan.

Kyra suspiró fuertemente. "No, no lo es. Alguien no quiere que leamos ese libro".
"Sospecho que porque hay algo ahí que podría ayudarnos".
"Entonces, ¿por qué ponerlo en el libro?"
Dubhan negó con la cabeza mientras resoplaba. "Al diablo si lo sé".
"Eso sería lo único que me aseguraría de omitir".
"Tendría sentido". Dubhan se frotó la barbilla pensativamente. "¿Y si Usaeil no escribió el
libro?"
Kyra lo consideró por un momento. "¿Por qué no lo haría? Se trata de ella. Incluso está en
la portada".
"¿Y si alguien más lo hiciera? Digamos que un Druida que escuchó las historias. ¿Y si
tomaron una de las fotos de Usaeil cuando se hacía pasar por actriz y la manipularon lo
suficiente para crear la portada?"
"Supongo que todo eso es posible"
"Entonces, ¿no sería lógico que los libros fueran una forma de pasar la información a otros
miembros Druidas de los Otros? ¿O incluso a aquellos que podrían desear unirse?"
Kyra tuvo que admitir que parecía plausible. "Si Usaeil hubiera escrito el libro, no habría
podido guardárselo para sí misma".
"No con ella estando en la portada. Ella desfiló como actriz", exclamó. "Le encantaba la
atención. No habría dejado pasar la oportunidad de contarle a todo el mundo sobre esto".
"Puede que nunca encontremos otra copia del libro. Aunque encontráramos al autor, no
estoy segura de qué serviría"
Dubhan negó con la cabeza lentamente. "No lo haría".
"¿Qué hacemos entonces? Porque no puedo quedarme esperando a que pase algo".
La tomó en sus brazos. Ella parpadeó, y estaban de vuelta en su casa de campo. No dijo
nada mientras la abrazaba.
"No es que no me guste esto, pero ¿qué estamos haciendo?", preguntó ella.
"No podemos encontrar a Xaneth. Perdimos a Mike. No hay una copia del libro disponible
para la venta. Y los Otros están detrás de nosotros. Digo que nos desnudemos para que
pueda lamerte de pies a cabeza".
Ella se estremeció y le miró. "Hmmm. Eso suena muy convincente."
"Todavía tienes la ropa puesta".
"Sí, lo hago".
Miró al techo con frustración. "Tienes una idea".
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"Hay alguien que podría saber cómo conseguir una copia del libro o podría conocer el secreto
que contiene"
Los labios de Dubhan se estrecharon en una fina línea. "Maximillian".
"Max", respondió Kyra con un asentimiento.
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 22
El único lugar que Dubhan no quería volver a ver era el único lugar que tenía que visitar.
"¿Estás seguro de esto?" Kyra lo preguntó por tercera vez.
Dubhan no estaba seguro en absoluto, pero no era como si tuviera elección. "Estaré bien".
"Te desmayaste antes. Ni siquiera estoy segura de cómo te las arreglaste para quedarte
conmigo todo el tiempo"
Se encogió de hombros, pensando en el símbolo que Max había utilizado para mantener a
los Reapers fuera. Dubhan aún había podido entrar en el lugar de Max, pero no había sido
fácil ni divertido. De hecho, el dolor que lo bombardeaba había hecho difícil concentrarse
en todo lo que se había dicho.
"Max sabía que estabas allí", dijo Kyra.
Dubhan miró a los ojos plateados. No quería hablar de su ex-amante o del hombre que
había ayudado a su familia a traicionarlo. Dubhan prefería tomarse su tiempo para tener
sexo con Kyra.
"No vas a ir sola", declaró.
Kyra puso los ojos en blanco. "No espero hacerlo. Tengo un plan más simple. Simplemente
quitaré el símbolo de la parte exterior de la puerta".
"No sé cuál es"
Se encogió de hombros. "No importa. Los quitaré todos".
"Entonces dejas a Max abierto a sus enemigos".
"Él se los hizo, no yo".
Dubhan la miró durante un largo momento. "Esencialmente lo sentenciarás a muerte, lo
sabes, ¿verdad?"
"Lo sé".
Sus palabras pueden ser fuertes, pero él escuchó la vacilación en su voz. "Incluso si fuera
posible para ti quitar los símbolos, yo no te dejaría. Nunca te perdonarías por hacerle eso a
Max. No eres tan insensible, que es justo lo que te hace tan buena persona"
"Tiene que haber una forma de eliminar los símbolos. He oído rumores de que se está
haciendo".
"Sólo el que pone los símbolos puede quitarlos"
Ella hizo un gesto despectivo hacia sus palabras. "Lo sé. He escuchado eso toda mi vida,
pero las cosas pasan. Los Fae mueren, lo que significa que alguien tiene que ser capaz de
borrar las marcas si quiere"
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Ella tenía razón, pero él esperaba que no se le ocurriera. "Kyra, por favor. No hagas esto"
"¿Por qué no?"
"Fui contigo antes. Puedo hacerlo de nuevo"
Le echó una mirada seca. "¿De verdad crees que Max va a creer que tenía a alguien conmigo
y no reforzará esos símbolos?"
Maldición. Dubhan miró hacia otro lado, sus opciones se estaban acabando rápidamente.
"Puedo hacerlo", insistió Kyra. "Puedo quitar el símbolo, y estaré bien con lo que sea el
resultado para Max porque esto es para ti, para mí, y para todos los Fae".
La tomó en sus brazos y la abrazó, apretando sus ojos. Si tan sólo pudiera borrar el símbolo,
pero como era uno de los que se mantenían fuera, no podía tocarlo.
Kyra salió de sus brazos, pero unió sus dedos con los de él. Con una rápida sonrisa, se
teletransportaron al último piso del edificio. Pero cuando se acercaron a la curva del pasillo
que les llevaría a la puerta oculta de los Fae, los pelos de la nuca de Dubhan se erizaron.
Fue la única advertencia que recibió para hacerle saber que no estaban solos.
Envolvió sus brazos alrededor de Kyra, llevándola de vuelta contra su pecho mientras
levantaba su velo justo antes de que doblaran la esquina. En el momento en que vio a los
otros ocho Fae, puso su mano sobre la boca de Kyra.
Se quedaron tan silenciosos como los muertos. Ninguno de ellos habló mientras miraban
fijamente el lugar donde él y Kyra estaban. Era como si los Fae supieran que estaban a
punto de llegar. Pero eso no era posible.
Los minutos pasaron. A Dubhan le picaba la oreja, pero no se movía. Sabía que nadie podría
verlo, pero no iba a correr el riesgo. El más mínimo sonido podía hacer que los que les
rodeaban se pusieran en marcha.
Los Fae -tanto Dark como Light- estaban armados para la batalla. Los Dark se mantenían
unidos, al igual que los Light, pero se comunicaban a través de señales de mano.
Veinte minutos después, un alto macho Dark se adelantó. Su pelo estaba recogido en un
estilo pomposo con los lados afeitados. Extendió su brazo ante él, con la palma hacia afuera.
Un momento después, un macho Light se le unió, imitando la postura.
Dubhan les miró, preguntándose qué estaban haciendo. Entonces, levantó a Kyra y dio un
paso atrás a la vuelta de la esquina, justo cuando la magia se desató en el pasillo. Los
bordes de la misma le chamuscaron, alertándole de que los Fae habían utilizado un hechizo
para detectar si alguien estaba cerca pero escondido.
Pasaron otros cinco minutos sin que Dubhan se alejara de la pared. Kyra no se movió ni
un poco. Su respiración era uniforme, y sus manos se agarraban a su brazo, sus dedos se
tensaban de vez en cuando.
Finalmente, Dubhan se inclinó a la vuelta de la esquina y estudió el pasillo. Todos los Fae
se habían ido. Nadie podía usar un velo y no ser visto por un Reaper. Por otra parte, estos
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no eran cualquier Fae, eso estaba claro. Sospechaba que podían ser parte de los Otros. O
tal vez eran un nuevo enemigo en conjunto.
Dejó a Kyra en el suelo y le quitó la mano de la boca mientras la giraba para que se
enfrentara a él. Puso un dedo en sus labios. Ella asintió en respuesta. Con una mano sobre
ella para asegurarse de que permaneciera velada, Dubhan se arrodilló y extendió sus dedos.
Con un empujón, envió magia de la palma de su mano y por el pasillo para ver si estaban
solos.
Lo estaban, pero Dubhan no estaba seguro de cuándo o si los Fae volverían. Se puso de
pie, y con pasos apresurados, ambos acecharon hasta la puerta del Fae. Dubhan se detuvo
cuando vio que varios símbolos habían sido quemados mientras que uno acababa de ser
raspado con una cuchilla de algún tipo. Lo que hizo parecer como si Max hubiera sido
visitado por dos grupos diferentes de personas a las que no les gustaban sus símbolos.
"¿Todo bien?" Kyra susurró mientras miraba por encima del hombro.
Dubhan sintió lo que quedaba del símbolo raspado e inmediatamente se echó hacia atrás.
Ese era el que mantenía a los Reapers fuera, lo que significaba que la Muerte o uno de los
otros Reapers ya había estado allí. Dubhan asintió con la cabeza y atravesó la puerta del
Fae.
El jadeo de consternación de Kyra le detuvo en seco. No quedaba mucho de la casa de Max.
Todo había sido destruido. No había ni rastro del Fae en ningún sitio, pero Dubhan no se
sorprendió. Era solo cuestión de tiempo que Max recibiera lo que se le venía encima. Ningún
ser del Universo podía repartir las cosas que Max hizo y no hacer que se volvieran en contra
con el tiempo. Honestamente, con Max, había tomado mucho más tiempo del que Dubhan
hubiera pensado.
Él no creía que un Reaper hubiera hecho esto. Si uno de sus hermanos había estado allí,
fue para obtener información, no para destrozar el lugar. La muerte podría haber juzgado
a Max, pero de nuevo, no había razón para destruir el piso. Lo que significaba que debía
ser quienquiera que fueran esos otros Fae.
Dubhan no liberó su control sobre Kyra. No estaba seguro de que no hubiera alguien, o
incluso un hechizo, que alertara a los demás de que estaban allí. El hecho de estar velado
impedía que la mayoría de los hechizos detectaran a un Reaper.
La mayoría.
Todo estaba en cuestión ahora por culpa de los Otros. Los Fae que habían estado allí cuando
llegaron podían ser parte de los Otros, o podían ser algo más.
Dubhan le dio un pequeño tirón a la mano de Kyra. Ella asintió, volviéndose hacia él. En el
momento en que salieron de la puerta del Fae, los teletransportó a cuatro lugares diferentes
antes de detenerse.
"Esos Fae nos estaban esperando. ¿Cómo sabían que estaríamos allí?" Preguntó Kyra.
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Dubhan miró alrededor del vasto Parque Forestal de Avondale antes de posarse en un árbol
caído. "Pensé que nos esperaban, y tal vez lo hicieron, pero creo que sabían que volveríamos
a visitar a Max. No cuando íbamos a hacerlo".
"De cualquier manera, no me gusta"
La bajó a su lado y la rodeó con su brazo. "A mí tampoco".
"Tu rapidez de pensamiento nos salvó".
"Cuando estás en tantas situaciones como yo he estado en el curso de mi vida, aprendes a
captar las pequeñas cosas que te advierten"
"¿Y algo te advirtió?", preguntó, con la cabeza vuelta hacia él.
Él asintió.
"Me alegro de que lo haya hecho". Tragó y miró hacia un pájaro que bajó de un árbol para
agarrar un gusano. "Max está muerto".
"Se veía de esa manera".
"¿Lo hicieron los Otros? ¿O los Fae que estaban allí? ¿O son uno y el mismo?"
Dubhan se encogió de hombros. "Los Otros podrían haberlo hecho. Y no sé quiénes eran
esos Fae, así que no puedo decirte si son parte de los Otros o no. Sé que un Reaper estuvo
allí en algún momento porque fui capaz de atravesarlo sin dolor. Sería como si Erith hubiera
enviado a un Reaper a casa de Max".
"¿No habría estado el Reaper todavía allí?"
"Me habría ido después de que Max fuera asesinado" Dubhan estaba pensando en quién
podría haber sido cuando Cathal apareció ante ellos. "Cathal".
El Reaper era el más alto de ellos, sus ojos rojos penetrantes. Su pelo largo, negro y plateado
colgaba a la mitad de su espalda. "Volvía a la casa de Maximillian justo cuando vosotros
dos os marchasteis"
"¿Volviste?" Dubhan preguntó.
Las fosas nasales de Cathal se abrieron. "Seguí al otro grupo de Faes".
"¿Quiénes eran?"
"No lo sé, pero eran poderosos. Muy poderosos", dijo Cathal. Se pasó una mano por la cara.
"No he visto ese tipo de poder en un Fae desde Usaeil o Rhi"
Kyra se humedeció los labios. "¿Y Max? ¿Está muerto?"
Cathal asintió una vez. "Fue el grupo de Faes. Eliminé el símbolo de los Reapers para poder
entrar en la csa de Max. Estaba allí para observar y ver si podía averiguar algo más sobre
el otro símbolo o los Otros. Entonces aparecieron los Fae".
"¿Querían algo de Max?" Dubhan preguntó.
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Cathal resopló. "Nada". Ni siquiera hablaron. Entraron a la fuerza, y cuando Max intentó
teletransportarse, lo atraparon con una red".
Eso sorprendió a Dubhan. "¿Una red?"
"Parecía como si estuviera hecha de plata. Eso le detuvo" Cathal echó un vistazo al suelo.
"Tengo que reconocérselo a Max. No les rogó por misericordia. Incluso cuando empezaron
a cortarle en pedazos".
Kyra inspiró y se cubrió la boca con la mano.
Dubhan la sostuvo cerca y asintió con la cabeza a Cathal. "Gracias por decírnoslo".
"Te veré pronto", dijo Cathal y asintió con la cabeza antes de desaparecer.
Kyra agitó la cabeza. "Siento que Max se haya ido. Fue una muerte horrible, pero al mismo
tiempo, no vivió una buena vida".
"Mueres como vives. Lo sé con certeza".
La mirada de ella se suavizó. "Sí, lo sabes".
"No tenemos el libro, ni siquiera sabemos dónde localizarlo", señaló.
Ella puso su mano sobre la de él. "Lo encontraremos".
"Tienes mucha confianza".
"Tengo que hacerlo. Esto es demasiado importante".
Él sonrió y le besó la sien mientras sus pensamientos permanecían en el grupo de Faes. Si
eran suficientes para hacer que un Reaper pensara que eran poderosos, entonces eran
alguien de quien los Reapers necesitaban conocer. Y rápidamente.
Pero Dubhan se guardó eso para sí mismo. Kyra tenía suficiente con lo que lidiar. Si tan
solo Dubhan pudiera darle un cierre a su tía, pero no había habido tiempo de hacer nada
al respecto todavía. Pero encontraría una manera.
"¿Dónde estamos?", preguntó ella.
"En el bosque de Avondale en Irlanda. Quería asegurarme de que no nos seguía un
enemigo".
Se sentaron en silencio durante unos minutos, cada uno perdido en sus pensamientos.
Dubhan aún no había bajado la guardia. Había demasiado sobre los Otros que no conocía
o no entendía del todo, pero no iba a subestimarles.
Luego estaba Usaeil. ¿Cómo es que la Reina no estaba muerta? Había tantas preguntas sin
respuesta, y Dubhan no estaba seguro de querer saber las respuestas. Las probabilidades
no estaban a su favor, pero así eran las cosas.
Todo estaba en su contra con Bran, y aún así le habían derrotado. Los Reapers harían lo
mismo con los Otros. Pero esta vez, los Reapers no estarían solos. Estarían de pie junto a
los Reyes Dragon.
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"¿Lista?" preguntó Dubhan a Kyra.

Tan pronto como ella asintió, él los llevó de vuelta a la casa de campo. Una vez dentro,
probó los hechizos que había puesto para asegurarse de que nadie más que los Reapers o
la Muerte había entrado mientras no estaban. Todo estaba como debía estar.
¿Por qué entonces todavía tenía la sensación de que habían venido más? Dubhan no podía
poner su dedo en la llaga. Revisó cada habitación de la pequeña cabaña dos veces, doble y
triplemente las salas y los hechizos. Sin embargo, esa molesta sensación de que algo estaba
a punto de suceder no se disipaba.
"Me estás asustando", le dijo Kyra mientras sorbía té, de pie y apoyada en la encimera de
la cocina.
Él se quedó sin aliento. Tal vez todo estaba en su cabeza. Después del encuentro con los
Fae en casa de Max y los Otros aparentemente a su alrededor, Dubhan podía estar viendo
cosas que no estaban allí. Era el ser protector con Kyra. Pero era mejor ser cauteloso que
no.
Dubhan giró la cabeza hacia ella y sonrió. "Sólo estoy siendo precavido".
Pero ella no le estaba mirando. La cara de Kyra estaba descolocada, sus labios separados
ligeramente cuando el shock abrió sus ojos. Sus dedos se aflojaron, y la taza cayó de su
mano en picado al suelo, donde se produjo una explosión de porcelana y té.
"Eva", murmuró.
Dubhan frunció el ceño y miró por encima del hombro en dirección a la mirada de Kyra.
Fue entonces cuando vio a la mujer de pie fuera de la casa.
Antes de que pudiera advertir a Kyra que no saliera de la casa, se había teletransportado
fuera. Dubhan la siguió inmediatamente. Se puso detrás de ella, con la mirada fija en la
mujer que se parecía al amor de su vida.
"Kyra", dijo la mujer.
Kyra comenzó a dar un paso adelante, pero luego se detuvo. "Eva. ¿Dónde has estado? Te
he buscado durante años"
Dubhan usó su magia para sentir detrás y alrededor de él para ver si alguien más estaba
cerca. Afortunadamente, sólo era Eva. Pero eso no significaba que la Fae no fuera letal.
Apenas podía creer que estaba mirando a la tía de la que Kyra le había hablado, la que Kyra
asumió que estaba muerta.
Porque la mujer frente a él estaba muy viva.
Tenía el mismo pelo negro y ondulado que Kyra, la misma forma de ojos, e incluso la misma
altura. Era casi como si Eva fuera la gemela de Kyra, tanto se parecían las dos.
Dubhan se dio cuenta de las piernas oscuras de Eva y las botas negras de motociclista en
sus pies. Tenía una chaqueta negra de cuero de moto con una camiseta blanca debajo.
Tenía el pelo suelto y no había señales de ninguna joya.
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Eva apretó los labios. "Tenía asuntos que atender".

"¿Asuntos? Directamente me abandonaste", dijo Kyra, con la ira tiñendo su voz.
Dubhan permaneció cerca de Kyra. Quería sentir alegría por Kyra por el regreso de Eva,
pero no pudo evitar la sensación de que algo no estaba bien.
Eva se encogió de hombros. "El deber llamaba".
En el momento en que dijo eso, la mirada de Dubhan se estrechó. Sus sentidos de Reaper
captaron el movimiento en el aire. Fuera de su visión periférica, vio llegar a Cael, Eoghan,
Aisling y Rordan con sus velos levantados.
"¿Deber?" Kyra repitió. "¿Qué deber?"
"El mismo deber por el que he venido a buscarte"
Kyra negó con la cabeza. "No me iré a ningún lado hasta que me digas de qué estás
hablando".
"Un grupo de personas que están haciendo lo que sea necesario para hacernos la gran raza
que una vez fuimos", explicó Eva. "Los mejores de nosotros son elegidos. Voy a asegurarme
de ser elegida, y si no puedo, entonces tú lo serás"
"Los Otros", dijo Kyra, la repulsión distorsionando su cara y profundizando en su voz. "Te
refieres a los Otros".
Eva suspiró y negó con tristeza con la cabeza. "Veo que ya has tomado tu decisión. Es una
lástima" Su mirada se encontró brevemente con la de Dubhan.
Kyra retrocedió para estar a la altura de Dubhan. "Pasé años buscándote, preguntándole a
todos los que conocía dónde encontrarte. ¿Cómo pudiste irte sin decir una palabra a
ninguno de nosotros? ¿A mí?"
Mató a Dubhan al oír el dolor en la voz de Kyra. Quería vengarse de ella, pero no se movió.
Todavía no. No cuando había más que averiguar sobre los Otros o el otro grupo misterioso,
si es que había alguno.
Cuando Eva no respondió, Kyra cruzó los brazos sobre su pecho. "Tienes que irte. Ahora"
Eva hizo un sonido mientras sacudía lentamente la cabeza. "Tienes dos opciones, Kyra.
Puedes unirte a nosotros, o puedes morir. Necesitamos tus poderes. Te he estado
observando durante algún tiempo. Soy la que se aseguró de que quedaras atrapada en el
escudo del Castillo Light para que pudieras crear a los Trackers. No tenía ni idea de que los
Reapers fueran reales o de que te enamoraras de uno, pero eso también está bien.
Necesitamos más información sobre ellos".
"No estás tocando a Kyra", declaró Dubhan.
Eva sonrió. "Intenta detenerme".
"Oh, lo haremos", respondió Dubhan.
∗∗∗∗∗∗∗
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DONNA GRANT
Capítulo 23
Todo sucedía muy rápido. La mente de Kyra aún se tambaleaba al ver a su tía, y luego se
enteró de que la razón por la que no había podido encontrar a Eva era porque su tía se
había convertido en parte de los Otros, o estaba tratando de hacerlo. O era parte de otro
grupo nefasto. Pero todo eso palideció en comparación con cuando le dijo a Kyra que moriría
si no se unía también.
Kyra escuchó la amenaza de Dubhan, pero sonaba como si estuviera en un túnel. Parpadeó,
sin saber qué hacer. Su tía, la misma que la había acogido, la había amado y le había
enseñado a ser ella misma a la vez que ser parte de su familia ahora iba a matarla. Algo no
tenía sentido.
"Sólo tenías que meter las narices en nuestros asuntos", le dijo Eva a Dubhan. "Y tú
involucraste a Kyra. Debí haberle contado lo de los Otros hace tiempo cuando pude haberla
convencido".
A Kyra no le gustaba que se hablara de ella como si no estuviera allí. "No me habría unido
a ti ni siquiera entonces".
"Fue liberador poder compartir finalmente el secreto que llevé durante tanto tiempo -que
soy la madre de Kyra", dijo Eva, ignorando a Kyra.
Kyra sintió como si la hubieran pateado mientras estaba en el suelo. "Detente".
Los ojos plateados de Eva se deslizaron hacia ella. "¿En serio nunca lo descubriste? ¿Por
qué crees que tus padres me permitieron intervenir cuando lo hice? ¿Por qué crees que me
puse en contacto contigo después de no tener nada que ver con tu crecimiento?"
"Basta", dijo Kyra con un movimiento de cabeza.
"No, es hora de que escuches la verdad. Mi amante era parte de nuestro grupo antes de ser
asesinado. Él estaba casado y yo era joven. No quería criar a una niña, así que mi padre
me sugirió que te diera a mi hermano y a su esposa para que te criaran, ya que ellos ya
habían empezado su familia. Parecía perfecto. Y lo fue. Hasta que mostraste signos de ser
como yo". Eva se encogió de hombros. "Puedes tratar de negar que no eres parte de este
grupo, pero la magia corre por tus venas, la sangre de tus dos padres. No puedes detener
el destino".
Kyra respiró con dificultad. "Al diablo que no puedo. Sé lo que está bien y lo que está mal,
aunque tú no lo sepas. Este Reino no es nuestro. Se nos permitió vivir aquí, y ciertamente
no tenemos derecho a quitárselo a los Reyes Dragón. Me enfrentaré a vosotros".
Eva sonrió. "No, niña, no lo harás. Estarás muerta. Y no hay nada que este Reaper pueda
hacer para detenerme".
"Ya lo veremos", dijo Dubhan.
Kyra pensó en todas las veces que podría haber aprendido algunas habilidades de combate
en caso de un ataque, pero estaba absolutamente indefensa. Si no fuera por Dubhan, sabía
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que no tendría ninguna oportunidad. No quería ser tan impotente y débil, y si sobrevivía a
esto, eso iba a cambiar.
Eva puso los ojos en blanco ante Dubhan. "¿Realmente pensaste que vendría a enfrentarme
a un Reaper y no estar preparada?"
"¿Realmente pensaste que traería a Kyra y no estaría preparado?" Dubhan preguntó con
una sonrisa maliciosa.
La confianza de Eva cayó, mostrando suficiente incertidumbre para hacer sonreír a Kyra.
Esta mujer a la que había amado, e incluso deseado que fuera su madre, no podía ser la
mujer que la había traído al mundo. Pero todo esto tenía sentido ahora.
¿Había sido Eva esta mujer todo el tiempo, y Kyra sólo lo veía ahora porque su tía... su
madre... finalmente estaba mostrando sus verdaderos colores? Todo era demasiado.
"No te tengo miedo", le dijo Eva a Dubhan. "Te he estado observando".
Kyra le echó un vistazo a Dubhan, pero no pareció para nada desconcertado por lo que se
decía.
"¿Ah sí?", respondió él. "¿Qué has averiguado?"
Eva resopló. "¿Crees que te lo voy a decir?"
"No importa lo que viste o no viste".
Kyra sabía que Dubhan se refería a la regla de los Reapers. ¿Significaba eso que la Muerte
estaba allí? ¿Los otros Reapers? ¿Habían venido a matar a Eva? Una parte de Kyra quería
detenerlos. Entonces miró a su tía/madre y se dio cuenta de que si Eva volvía a su grupo,
lo haría con más conocimiento de los Reapers.
Eso simplemente no podía suceder.
"Me usaste", dijo Kyra. Las palabras cayeron de sus labios antes de que ella se diera cuenta.
Miró a Eva y negó con la cabeza. "Me usaste desde el principio".
Las fosas nasales de Eva se ensancharon mientras negaba con la cabeza. "No al principio.
Quería ayudarte, para mostrarte que había otro camino. Pero te pareces demasiado a tu
padre. Ves el bien en todo sin ver el lado opuesto. No me escuchabas, así que me fui,
asegurándome de vigilarte. Imagina mi sorpresa cuando estabas en el Castillo Light cuando
Usaeil envió sus Trackers. Me sorprendió tanto como a ti descubrir a los Reapers".
"¿Estuviste allí conmigo?" Kyra preguntó confundida.
Eva mostró una sonrisa. "Oh, sí. Vi toda la gloriosa batalla".
Kyra miró a Dubhan. No necesitaba preguntarle para saber que otros Reapers estaban allí
y que planeaban matar a Eva. Kyra cogió la mano de Dubhan, y mientras sus palmas se
tocaban, ella invocó un cuchillo.
La frente de Dubhan se arrugó. "Kyra", comenzó.
Ella hizo un ligero movimiento de cabeza.
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DONNA GRANT
"Entre las costillas del lado izquierdo", susurró.

Ella tragó y se volvió hacia su tía. Kyra mantuvo el cuchillo escondido contra su antebrazo
mientras soltaba la mano de Dubhan y daba un paso hacia Eva.
"Soy tu hija, pero dijiste que me matarías si no me unía a ti".
Eva asintió. "Esas son las reglas. Las líneas de sangre son importantes para los Otros.
Especialmente la nuestra".
"¿Entonces hay muchos de vosotros?"
"Buen intento", dijo Eva con una risa. "Como si te lo fuera a decir"
"Sé que empezó con dos Fae y dos Druidas".
Eva miró hacia el cielo y vaciló por un momento. "Había seis en el grupo principal de los
Otros".
Maldición. Kyra quería información, aunque no pensaba que obtendría nada. No era mucho,
pero en este punto, cualquier cosa era mejor que nada. Lentamente siguió avanzando hacia
Eva. "Quieres que me una a un grupo del que no me dirás nada".
"Ya has dicho que no quieres participar en ello". Eva le echó un vistazo a Dubhan. "De
hecho, tu amante ha dejado claro que tiene la intención de intentar matarme"
"¿Puedes culparlo? Amenazaste mi vida", señaló Kyra.
Eva se rió. "Supongo que yo haría lo mismo en su lugar".
"Tú fuiste la que mató a Tate y Jesta".
"Yo no di el golpe mortal", dijo Eva encogiéndose de hombros. "Les hice una visita,
diciéndoles que era tu madre y les advertí en contra tuya, así como amenazé su sustento.
Pensé que sería suficiente. Entonces te vieron entrar en la tienda. No se necesitó mucho...
para que Tate me dijera todo lo que hablaron. Una vez que terminé, los mataron"
Kyra tragó. Sabía en sus entrañas que Eva había sido la responsable, pero al oírlo lo
convertía en algo tan... real. "¿Y Max?"
La sonrisa de Eva fue lenta. "Hizo lo mejor que pudo para salir de allí, pero fue inútil. Sabía
que estábamos allí por tu causa"
Eso fue como un golpe en el estómago.
Kyra no podía entender a la mujer que estaba delante de ella. Era exactamente lo opuesto
a la tía que había pasado años con ella, compartiendo tinas de helado, viendo la tele,
contando chistes estúpidos e instando a Kyra a hacer todo sin magia.
"¿Por qué hacías todas las pequeñas cosas como los mortales, diciéndome que no hiciera
magia todo el tiempo?" Kyra exigió saber.
Eva puso los ojos en blanco. "Déjame adivinar, todavía estás haciendo cosas como los
humanos". Echó la cabeza hacia atrás y se echó a reír. "No tienes ni idea de la fuerza de tu
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magia, Kyra. Si tan sólo hubiera obtenido el poder de los Kavanaugh en lugar de ti. Podría
estar utilizándolo para los Otros en vez de verte desperdiciarlo".
"¿Qué?"
"Lo utilizas sin darte cuenta. Quieres ayudar a todos y cada uno, incluso a los animales",
declaró Eva, con la voz cada vez más alta. "Ese tipo de poder debería utilizarse para algo
más importante que curar el ala rota de un pájaro. Es por eso que seguí instándote a no
utilizar tu magia. La estabas desperdiciando".
Kyra dejó de caminar ya que ahora estaba a pocos centímetros de Eva. Miró los ojos
plateados de la mujer y se encontró con una extraña que la miraba fijamente. Los mejores
años de su vida habían sido con su tía, y aún así todos habían sido una mentira.
A Kyra no le importaba eso. Había aprendido muchas cosas valiosas que le habían ayudado
a forjar un camino sólido. Sin importar las mentiras, sin importar las razones, Kyra era más
fuerte por todo.
"No deberías haberte acercado tanto a mí", le dijo Eva.
La garganta de Kyra se apretó con la emoción. Se la tragó y dijo: "No tuve elección".
Por el rabillo del ojo, Kyra vio el brazo de Eva levantarse como un orbe de magia formado.
Kyra vio la determinación en los ojos de Eva. Sólo había un camino para ella. Sin dudarlo,
metió el cuchillo entre las costillas de la Fae y justo en su corazón. Sus movimientos fueron
tan suaves, que Eva no sintió nada.
"Ni siquiera estás asustada", dijo Eva riendo.
Kyra dio un paso atrás, sacando el cuchillo mientras lo hacía. La sangre goteaba en el suelo.
La mirada de Eva bajó hasta el arma antes de mirarse a sí misma. Sólo entonces comprendió
lo que había sucedido. Se agarró a la herida, pero era demasiado tarde. Sus piernas se
tambaleaban antes de rendirse. Para cuando cayó al suelo, ya estaba muerta. Segundos
después, se convirtió en cenizas.
Kyra la miró fijamente. Nunca antes le había quitado la vida a otra persona. Se sentía...
horrible, sin importar las razones que había detrás. Había pensado en Eva como su
salvadora durante mucho tiempo. Habría sido más fácil dejar que Dubhan o uno de los
otros Reapers le quitara la vida a su tía/madre, pero no pudo hacerlo. Esta era su familia,
su responsabilidad.
Algo cálido y sólido envolvió su mano. Miró hacia abajo y vio los dedos de Dubhan.
Suavemente le quitó el arma y luego la giró para que se enfrentara a él. Sus fuertes brazos
la rodearon mientras la sujetaba. Ella se quedó allí un momento, sosteniéndolo con todo lo
que tenía. No entendía por qué la estaba sujetando. Los segundos pasaron, y luego vinieron
las lágrimas.
Después de llorar a mares por haber tomado lo que ahora sabía que era la vida de su madre,
se le revolvieron las tripas. Se dio la vuelta, vaciando su estómago mientras Dubhan le
quitaba el pelo de la cara. Cuando terminó, le dio agua para enjuagarse la boca y una toalla
para limpiarse la cara. Luego la sostuvo una vez más. No dijo nada, simplemente la consoló
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con su toque. Ella se alegró por ello porque no podía soportar escuchar ninguna palabra en
ese momento. No cuando su mente todavía estaba aceptando el hecho de que había matado
a una mujer que había amado y admirado.
No sabía cuánto tiempo estuvieron ahí antes de que se sintiera lo suficientemente fuerte
para inclinarse y mirar a su Reaper. Él limpió los restos de sus lágrimas antes de llevarla a
la casa de campo. Le quitó la ropa y la metió en la cama antes de desnudarse y meterse con
ella bajo las sábanas.
Se acostaron de costado, con su espalda contra el pecho de él, mientras miraban por la
ventana al sol que se hundía en el horizonte. Todo había cambiado ese día. Y, curiosamente,
se sentía como si su pizarra hubiera sido limpiada. Como si ella tuviera que decidir cuál
era el siguiente paso.
Pero ella ya había tomado esa decisión. Era, y siempre sería, Dubhan.
∗∗∗∗∗∗∗
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DONNA GRANT
Capítulo 24
La sensación de una mano suave acariciando su pecho sacó a Dubhan de sus sueños.
Sonrió cuando los labios de Kyra le besaron a lo largo de su mejilla y luego en su mandíbula.
Habían pasado la noche haciendo el amor, abrazándose, hablando y luego haciendo el amor
de nuevo. Había sido la mejor noche de su vida. Mejor aún, sabía que era el comienzo de
algo realmente asombroso, y no podía creer que Kyra hubiera entrado en su vida.
Gimió cuando su mano rodeó su dura polla. "Mujer, ¿no has tenido ya suficiente?" se burló.
Ella se rió, su aliento cálido soplando sobre su cuello. "¿De ti? Nunca"
La puso bocarriba en un parpadeo. Dubhan la miró mientras sentía el amor de ellos a su
alrededor. "Respuesta perfecta".
"¿Y tú?", preguntó ella, con la ceja fruncida mientras seguía acariciando su excitación. "¿No
has tenido suficiente?"
"Nunca tendré suficiente de ti. No en cien vidas"
Ella sonrió, el amor brillando en sus ojos. "Estoy tan contenta de que nos hayamos
encontrado"
"Yo también, amor". Descendió sobre ella para poder besarla.
Su abrazo se volvió apasionado cuando el deseo volvió a surgir en su interior. No se cansaba
de su cuerpo, su mente rápida o su naturaleza sensual. Le encantaba cómo, cuando
hablaban del futuro, ella lo incluía. Y no podía esperar a que ella conociera a los otros
Reapers.
Sus piernas se separaron cuando ella llevó su polla hacia su entrada, pero ambos se
calmaron cuando oyeron a alguien aclararse la garganta desde la otra habitación.
Dubhan dejó caer su frente contra la de ella. "Creo que nuestro tiempo se ha acabado por
el momento".
"Por el momento", susurró y le dio otro golpe a su vara antes de soltarla.
Él se apartó de ella para apoyarse en un codo pero no pudo dejar de mirarla mientras se
levantaba de la cama y empezaba a vestirse. De todas las personas del universo, nunca
pensó que sabría lo que era el amor. Nunca esperó que lo encontrara, ni se atrevió a soñar
que algo tan hermoso y maravilloso pudiera ser suyo.
Kyra lo miró por encima de su hombro después de haberse puesto la camisa. Se dejó caer
el pelo que aún estaba en su estado natural. Después de mostrarle una brillante sonrisa,
le hizo un guiño. "Vamos, guapo. Tenemos que movernos".
Al levantarse, él invocó a su ropa. Cuando se puso de pie, ya estaba completamente vestido.
"Te estoy esperando, hermosa".
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DONNA GRANT
Ella se rió, negando con la cabeza. Después de ponerse unos zapatos y pasarse los dedos
por el pelo, le hizo una seña con la cabeza. Caminaron juntos desde su habitación y
encontraron a Eoghan de pie en la cocina, haciendo un poco de té.
Él les echó un vistazo. "Buenos días. Os he dejado solos todo el tiempo que he podido".
"Gracias", dijo Kyra. "¿Necesitas ayuda?"
Eoghan negó con la cabeza. " Vosotros dos os sentáis. Yo me encargo de esto"
Dubhan esperó a que Kyra tomara una silla antes de hundirse también en una. Muchas
cosas corrían por la mente de Dubhan, pero él se mantuvo en silencio, esperando a ver qué
diría Eoghan. Y no tuvo mucho tiempo para esperar.
"Kyra, lo que hiciste ayer fue más de lo que nadie esperaba de ti. Especialmente la Muerte"
Eoghan se enfrentó a ellos con una bandeja en la mano. Caminó hasta la mesa y dejó la
bandeja antes de llenar tres tazas de té y darles a cada uno una taza. Sólo entonces se
sentó, con la mirada puesta en Kyra.
Ella miró el té y se encogió de hombros. "Tenía que ser yo".
Dubhan se acercó y le cubrió la mano con la suya. No habían hablado de lo que le había
pasado a Eva ni una sola vez durante la noche. Él había planeado dejarla hablar cuando
ella quisiera porque sabía lo difícil que era para ella. No importaba cómo lo mirara, ella
llevaría ese peso por el resto de su vida.
Pero era lo suficientemente fuerte para no sucumbir a su peso. Dubhan se aseguraría de
ayudarla si tropezaba, aunque dudaba de que eso sucediera.
"Hiciste lo que sentiste que debías hacer", dijo Eoghan con un guiño. "Ayer mostraste tu
verdadero carácter, pero a ninguno de nosotros nos sorprendió. No dudas en defender lo
que crees, y eso no es algo que muchos puedan reivindicar"
Kyra se encontró con la mirada de Dubhan antes de que su cabeza se volviera hacia Eoghan.
"Escuchaste a Eva. Mis dos padres son parte de los que intentan ser un Otro".
"¿Y qué?" Dubhan dijo. "Toda mi familia lo es. Lo que importa es lo que tú haces".
Eoghan asintió. "Estoy de acuerdo con Dubhan. No podemos evitar lo que hace nuestra
familia o las decisiones que toman. Lo único que podemos controlar son nuestras
elecciones. Tú tomaste las tuyas ayer".
"En realidad", dijo mientras le sonreía a Dubhan, "tomé esa decisión mucho antes de eso".
Dubhan sonrió como un tonto mientras apretaba su mano contra la de Kyra. Nunca había
sido tan feliz.
"Sí, ya lo veo", dijo Eoghan, con una sonrisa en su voz antes de tomar el té.
Dubhan inmovilizó a Eoghan con una mirada mientras empezaba a preocuparse por la
apariencia de Eoghan. "¿Por qué estás aquí? Pensé que la muerte ya había aprobado a Kyra"
"Erith lo ha hecho", respondió Eoghan con calma, dejando su taza. "Estoy aquí para hacerte
saber que tenemos que estar especialmente atentos ahora que los Otros nos conocen. No
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sabemos lo que eso significa para nosotros en el futuro. Pero al menos saben de un grupo
de Reapers".
"No importa lo mucho que busquen, no encontrarán nada en ninguno de vosotros", dijo
Kyra.
Eoghan respiró hondo y se sentó en la silla. "No podemos asumir nada. No sabemos si
Usaeil está viva o muerta. Sin duda les dijo lo suficiente cuando tuvimos nuestro encuentro
con ella".
"Usaeil sabe de nosotros desde hace tiempo", señaló Dubhan. "Podría haberle contado a los
Otros, o al menos al grupo al que Eva pertenecía, en cualquier momento, pero según lo que
Eva dijo, sólo recientemente se enteraron de nosotros".
Kyra arrugó su nariz. "No estoy segura de creer demasiado en lo que dijo mi tía".
"Estoy de acuerdo", dijo Eoghan. "De todas formas, ninguno de los dos debe permanecer en
este Reino por mucho tiempo"
Kyra hizo un sonido en el fondo de su garganta. "No hay ningún otro lugar donde ir".
"En realidad, sí", dijo Dubhan y se llevó la mano a los labios para que le besara los nudillos.
Eoghan se puso de pie. "Gracias a Kyra, Erith está hablando con los Reyes Dragón sobre la
unión de fuerzas"
"¿Debería tomar tanto tiempo?" Preguntó Kyra. "Me imaginé que sería una discusión
rápida".
Dubhan se encogió de hombros. "No hay nada simple en la unión de dos fuerzas poderosas".
"Hasta que llegue ese momento, debemos tener más cuidado a dónde vamos y con quién
interactuamos", le dijo Eoghan.
Dubhan vio la sabiduría en tal movimiento. "¿Qué hay de Xaneth?"
"Seguiremos buscándolo. Erith no se rendirá tan fácilmente en encontrarlo después de todo
lo que hizo por nosotros. Me gustaría pensar que encontraremos a Xaneth pronto, pero no
lo sé. Hay que ocuparse de los Otros, y creo que ocurrirá mucho antes de lo que pensamos".
Eoghan se puso de pie. "Espero veros a ambos pronto"
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, se fue.
Dubhan apartó su taza de té sin tocar y se concentró en Kyra. Empezó a abrir la boca
cuando su dedo tocó sus labios para silenciarlo.
"¿Deberíamos hablar?" preguntó ella, frunciendo el ceño mientras dejaba caer su brazo. "¿Y
si los otros están escuchando?"
"No pueden oírnos. Me aseguré de eso. Tampoco pueden entrar en esta casa de campo.
Estamos a salvo, por ahora, pero no me gustaría quedarme mucho más tiempo".
Kyra asintió lentamente. "Está bien. ¿Adónde vamos?"
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"Tenemos un lugar. Era de la Muerte, en realidad, pero ella lo abrió a los Reapers".
"¿Y me deja ir?"
"Por supuesto", dijo con una sonrisa. "Ahora eres parte de mí".
Su boca se abrió en una sonrisa. "Lo soy, ¿verdad? Y me gusta cómo suena eso"
"¿Estarás bien dejando todo esto atrás? No podrás decirle nada a tu familia sobre nosotros"
Se mordió los labios y miró la mesa. "No hablo mucho con ellos, y no es como si realmente
supiera qué decir ahora de todos modos. No puedo decirles sobre Eva. Nunca me
perdonarían"
"No hay nada que perdonar", le recordó. "Ella iba a matarte. Te protegiste a ti misma".
"Mi familia podría no verlo de esa manera"
"O podrían".
Ella levantó un hombro. "Pasará algún tiempo antes de que quiera averiguarlo de una forma
u otra. Todo sigue muy... duro."
Dubhan le tiró del brazo y la puso en su regazo. "No hay prisa. Ni siquiera tenemos que
discutirlo nunca más. Dime cuándo y si estás lista".
"Te quiero", dijo ella.
Le dio un beso suave. "Te quiero".
"¿Y realmente puedo ver dónde vives?"
"Es donde vamos a vivir"
Kyra abrió la boca para hablar, luego la cerró, dejando salir el aire.
"¿Qué?", insistió él. "Dímelo".
"Sólo me pregunto cuál será mi papel".
Dubhan la miró a los ojos plateados y sintió tanto amor que se sintió abrumado por ello.
"Serás mía. Y yo seré tuyo. Para siempre. Puedes hacer tanto o tan poco como quieras"
"No soy de las que se sientan al margen".
"Te apoyaré en lo que quieras hacer".
Ella miró hacia otro lado brevemente. "Es bueno saberlo, pero al principio hablaba de
nosotros".
"Nosotros, ¿cómo?" Sospechaba que sabía a dónde iba con esto, pero no era algo de lo que
había planeado hablar con ella hasta más tarde.
Por primera vez, vio su incertidumbre cuando ella le miró, y no le gustó.
Kyra respiró rápidamente. "No espero nada. Quiero que lo sepas. Me gusta saber en qué me
estoy metiendo. Planeo estar contigo siempre, pero..."
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SERIE THE REAPERS 9
DONNA GRANT
"Deseas saber cómo te llamarán"

"Sí", respondió con una rápida sonrisa. "Exactamente eso".
Le tiró de un mechón de pelo. "Bueno, hay algunos Reapers que han pasado por la
ceremonia de matrimonio. Otros que simplemente están juntos pero aún no han hecho la
ceremonia".
"Ya veo".
"¿Qué preferirías?"
Kyra se encogió de hombros. “Yo... No lo sé. No estoy en contra de la ceremonia, pero
tampoco estoy exactamente a favor. Supongo que mientras sepa que estamos juntos, eso
es suficiente para mí".
Dubhan extendió su mano, y una vez que ella puso la suya en la de él, la sujetó contra su
corazón. "¿Qué tal si hacemos nuestros propios votos, y si alguna vez queremos la
ceremonia oficial, entonces podemos hacerlo?"
"¿Quieres decir, como nuestra propia ceremonia privada?" preguntó, con los ojos brillantes
de emoción.
"Sí".
Ella sonrió, asintiendo con la cabeza. "Me gusta eso".
"Te juro que te amaré hasta mi último aliento y más allá. Te honraré, confiaré y respetaré.
Estaré a tu lado en todas las cosas y con gusto cargaré con todo lo que no puedas soportar.
Te protegeré en todos los sentidos".
Los ojos de Kyra brillaban con lágrimas sin derramar mientras movía sus manos para cubrir
su corazón. "Te doy mi juramento de que te amaré desde esta vida hasta la próxima. Te
honraré, confiaré y respetaré. Estaré siempre a tu lado, y cargaré con todo lo que no puedas
soportar. Y te protegeré en todos los sentidos".
"Soy tuyo", dijo él. "Y tú eres mía".
Una lágrima se deslizó por su mejilla mientras sonreía. "Soy tuya y tú eres mío".
∗∗∗∗∗∗∗
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Capítulo 25
Kyra no se lo pensó dos veces antes de coger la mano de Dubhan, y él les teletransportó a
una pequeña isla en medio de un lago.
Miró a su alrededor. "¿Dónde estamos?"
"Escocia", respondió. "Te mostraré cómo llegar aquí, pero por ahora, te quiero a salvo".
"Los Otros no están por aquí".
Levantó una ceja negra. "¿Cómo lo sabes?"
"Supongo que por la forma tan apretada en la que me sujetas la mano, estamos velados".
Dubhan asintió una vez.
"Nadie puede vernos", dijo ella.
Echó un vistazo a las oscuras aguas azules, y las nubes furiosas se reunieron sobre la
cabeza, pesadas por la tormenta que se acercaba. "Acabo de encontrarte. No te perderé tan
pronto. Puede que esté exagerando, pero prefiero estar seguro que arrepentirme".
"Tienes razón. No sabemos el alcance del poder de los Otros. Así que, ¿por qué probarlo?"
Él le sonrió brevemente, la preocupación aún en sus ojos carmesí mientras escudriñaba el
área alrededor de ellos. "Esta isla está cubierta ahora. Supongo que Erith o Cael la
añadieron para que sólo los Reapers puedan encontrarla"
Una sabia precaución, se dio cuenta Kyra. "Así que la isla está velada. ¿Necesitamos
estarlo?"
No le soltó la mano, lo que fue su respuesta. Dubhan cerró los ojos, su ceño fruncido.
"También hay varias capas de hechizos y guardas. Se han añadido algunos nombres para
permitir la entrada en la isla ahora" Sus ojos rojos se abrieron y la miró.
"Sé muy poco sobre Erith, pero no parece de las que hacen algo a medias. Ella protegerá a
sus Reapers a toda costa"
Dubhan aflojó su agarre y la miró soslayo mientras sonreía. "Tu nombre se ha añadido a
los de los demás".
Era otra forma en que los Reapers y la Muerte le hacían saber que ella era uno de ellos. Su
lado podría no ganar la batalla que se avecinaba, pero no había otro lugar en el que
prefiriera estar. No sólo porque sabía que era el bando correcto con el que tenía que luchar,
sino por el amor que había encontrado con Dubhan.
"¿Lista?" preguntó mientras miraba hacia el portal.
Kyra miró el portal Fae y luego le miró a él. "Si".
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Con un paso, fue transportada a otro mundo. Era tan hermoso que no tenía palabras. Sus
sentidos fueron asaltados por flores de todos los tamaños y colores, los pájaros cantando a
su alrededor, y el ligero perfume de la flora.
No tuvo tiempo de investigar el área porque Dubhan la estaba llevando tras él. Se
entrelazaron entre las diversas flores y plantas mientras ella sonreía mientras una libélula
zumbaba a su alrededor, el zumbido de sus alas hacía que su pelo se moviera al acercarse.
El mundo olía muy fresco, tan limpio que no podía dejar de respirar profundamente.
Entonces salieron del jardín y vio la torre blanca que brillaba en el cielo sin nubes.
"Bienvenida al Reino de la Muerte", dijo Dubhan con orgullo.
Él estaba mirando la torre, pero Kyra le estaba mirando a él. "¿No es tu mundo ahora
también?"
"Supongo". La miró entonces. "Pero en mi mente, esto siempre será de la Muerte"
Kyra negó con la cabeza hacia la torre. "Supongo que ahí es donde viven Erith y Cael".
"Así es. Ella nos abrió todo el Reino a nosotros los Reapers y nos ha permitido encontrar el
lugar donde queramos construir nuestras casas"
La idea entusiasmó a Kyra. "¿Podemos elegir cualquier lugar del Reino?"
"Uh-huh".
"¿Lo has explorado todo?"
Él negó con la cabeza, una sonrisa tirando de sus labios.
Ella miró a lo lejos a las montañas de un lado y a un bosque espeso del otro. "¿En qué
dirección miramos primero?"
"En la que te guste".
Su cabeza se balanceó hacia atrás y luego se enfrentó a él, moviendo sus brazos por su
pecho y luego alrededor de su cuello. "Quiero que elijamos el lugar juntos"
"Lo haremos".
Entrecerró los ojos y ladeó la cabeza. "¿De verdad me dirás lo que te gusta? ¿O esperarás a
que diga que me gusta algo y luego lo elegirás?"
"Posiblemente la segunda opción. Soy feliz si tú eres feliz".
¿Cómo podía enfadarse ante esa lógica? "Lo acepto, pero si hay un lugar que realmente no
te gusta, o uno que sí te gusta, ¿me lo dirás?"
"Lo prometo".
"Entonces eso es todo lo que necesito saber"
Él estrechó los labios mientras el pesar asaltaba su rostro . "Desearía que tuviéramos
tiempo para explorar el Reino a nuestra conveniencia"
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"No", le dijo ella. "Es algo que podemos esperar después de que este asunto con los Otros
se resuelva. Hasta entonces, donde sea que estemos juntos es mi hogar".
"Eres algo especial, Kyra Kavanaugh."
Ella se puso de puntillas y levantó su cara para un beso. Apenas él había tocado sus labios
con los de ella cuando suspiró. Kyra abrió los ojos y luego miró detrás de ella para ver una
fila de Dark y Light Fae, así como varia Halflings mirándoles fijamente. A un lado, Eoghan
estaba con una mujer que se parecía un poco a Usaeil.
Fueron rodeados inmediatamente. Kyra escuchó como algunos de los Reapers se burlaban
de Dubhan por su sonrisa ya que no era algo que estuvieran acostumbrados a ver.
Entonces, todos los ojos se volvieron hacia ella.
Kyra trató de recordar todos los nombres de los Reapers en el equipo de Dubhan así como
los que Cael lideraba. Luego estaban las mujeres con los Reapers. Una por una, vinieron y
hablaron hasta que sólo quedaron Eoghan, su mujer, y Aisling.
Eoghan y el Halfling se acercaron primero. "Kyra, me gustaría que conocieras a Thea. Es la
única hija superviviente de Usaeil".
"No por la falta de voluntad de mi querida madre de intentar matarme", dijo Thea con una
risa. "Me alegro de conocerte, Kyra. He oído mucho sobre ti en los últimos días"
Kyra asintió, su mente aún asimilando el hecho de que Usaeil tenía una hija, lo que
significaba que Thea tenía derecho al Trono. "También me alegro de conocerte".
"Veo las ruedas girando en tu cabeza", le dijo Eoghan a Kyra. "Confía en mí, Thea no quiere
formar parte del Trono".
"Cielos, no", dijo Thea con un movimiento de cabeza.
Hubo otros pocos minutos de bromas en los que Kyra notó varias características de Usaeil
en Thea. Kyra no estaba segura de que la Halfling lo supiera, así que no iba a señalarlo.
Kyra no querría saber tal cosa, especialmente si su madre había intentado matarla.
Pero espera, Eva lo hizo. Eso era algo que ella y Thea tenían en común. Sin duda, hablarían
de eso más tarde. Tal vez entonces, Kyra escucharía toda la historia de cómo Usaeil había
intentado y fallado en matar a su propia hija.
Una vez que Eoghan y Thea se alejaron, una pequeña Reaper con uñas rojo sangre y con el
pelo negro y plateado con varias trenzas se acercó.
"Dubhan", dijo ella.
"Aisling", respondió él.
Aisling entonces volvió sus profundos ojos rojos hacia Kyra. "Si alguna vez quieres hablar
de lo que pasó ayer con tu madre, estaré por aquí"
Y con eso, se fue.
Kyra se volvió hacia Dubhan. "¿De qué se trata?"
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"No lo sé", dijo encogiéndose de hombros mientras miraba a Aisling. "Todos somos
reservados sobre nuestros pasados. La Muerte estaba allí con todos nosotros, y se aseguró
de que Eoghan lo supiera para poder ayudar a su grupo si lo necesitábamos, pero no lo
hemos compartido entre nosotros" Deslizó su mirada hacia Kyra. "Puedo decirte que Aisling
no ofrece cosas como esas. Nunca"
Kyra se giró para ver cómo Aisling se retiraba. "Esa fue su manera de darme la bienvenida.
No lo habría dicho si no supiera exactamente por lo que estaba pasando".
"Eso es lo que yo también pienso" El brazo de Dubhan la rodeó.
Kyra no podía esperar a conocer mejor a Aisling. Había algo en los ojos de la mujer Dark
que hablaba de un dolor intenso, bien oculto. Kyra lo reconoció porque así había sido ella
en un momento dado. Tal vez fue otra vez después de Eva, pero ahora tenía a Dubhan. Y
una familia extensa a la que nadie en su sano juicio se cruzaría jamás.
"No sé cuánto tiempo tenemos antes de que la Muerte y Cael regresen", dijo Dubhan.
"Podemos empezar a investigar el Reino".
"¿O?", preguntó ella cuando él se fue.
Él se encogió de hombros y le sonrió. "Estaba pensando que podríamos terminar lo que
Eoghan interrumpió esta mañana"
Kyra miró al cielo y pensó en eso durante medio segundo. "Me quedo con la opción dos".
"Esperaba que dijeras eso".
"¿Montañas o playa?", preguntó él.
Se encogió de hombros, su sangre se calentaba mientras el deseo aumentaba. "No me
importa mientras no nos interrumpan al menos una hora"
No dijo nada mientras sonreía y los teletransportaba. Kyra se encontró de repente junto a
un río en lo profundo del bosque. Había una gran cueva hacia la que Dubhan se volvió. La
llevó a ella, y cuando se acercaron, apareció un enorme lecho. Esta vez, Kyra no dudó en
usar su magia para quitarles la ropa.
Dubhan miró su cuerpo desnudo y luego le sonrió. La levantó en sus brazos y se acercó a
la cama. Sus labios estaban trabados cuando la puso en el grueso colchón.
Ella suspiró mientras sus manos la recorrían antes de moverse entre sus piernas y acariciar
su sexo. El mundo se derrumbó cuando Kyra sucumbió al toque experto de las manos, los
labios y la lengua de Dubhan.
Este era el comienzo de su nueva vida.
Este era el comienzo de un futuro con su Reaper, su amor.
Su Dubhan.
∗∗∗∗∗∗∗
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Epílogo
La Muerte miraba fijamente a su Reino. Cael se acercó a su lado. Nunca pensaba mucho
en las cosas que tenía que hacer como la Muerte o la Señora de la Guerra. Pero con Cael a
su lado ayudándola, no se podía negar el peso que le había quitado, permitiéndole respirar
más fácilmente.
"Tomaste la decisión correcta", dijo él.
Ella apoyó su cabeza contra su brazo. "Sabías todo el tiempo que nos uniríamos a la lucha
contra los Otros, ¿no es así?"
"Sí", dijo él sin dudarlo. Movió su brazo, envolviéndola. "Estaba esperando que tú misma te
dieras cuenta de eso. Y sabía que lo harías".
"¿Por qué no dijiste nada?"
Él se echó a reír. "No estabas preparada para oírlo".
"Todavía no estaba dispuesta a escucharlo, especialmente de Kyra". Erith se quedó sin
aliento. "Pero me alegro de que se haya dicho. Nos da algo de tiempo para prepararnos"
"Entonces se trata del principio", dijo él.
Ella levantó su barbilla. "Entonces es el principio".
∗∗∗∗∗∗∗
Cathal se sentaba ante el fuego, afilando la hoja de su espada. Le gustaban las llanuras
abiertas para poder ver en todas las direcciones a su alrededor. Ningún enemigo podía
acercarse sigilosamente a él aquí. No era más que un interminable mar de hierba que se
balanceaba con la brisa con el cielo encontrándose en el horizonte.
Cada Reaper fue creado para la guerra. Algunos podrían no admitirlo, pero él sabía que lo
era. Era hora de que los Otros lo descubrieran también.
No le importaba quiénes formaban el grupo secreto, o si eran una o muchas facciones. El
hecho de que se levantaran contra los Reyes Dragon y los Reapers era suficiente para él. Si
los Otros no hubieran puesto sus ojos en los Reapers, él todavía habría luchado con gusto
con los Reyes contra ellos.
Cathal había perdido un mundo. No iba a perder otro.
∗∗∗∗∗∗∗
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"Maldita Usaeil", murmuró enfadado Dubhan.

Entonces, ¿qué había pasado?

"No importa", le dijo. "¿Me has estado siguiendo desde entonces?"

Ese pensamiento no ayudó a la ansiedad de Kyra. Su mente se apresuró a pensar en algo -

"No, dijiste que sólo pensabas en mí".

"Tate. Jesta. ¿Cómo van las cosas?" preguntó.

"Rectificamos eso", dijo Tate.

Kyra se encogió de hombros y dijo: "Me dijeron que te viera".

Max asintió. "Cree en ellos, Kyra. Son reales".

simplemente se acostaron en el silencio de la habitación, cada uno perdido en la satisfacción

Eoghan arqueó una ceja, la sorpresa grabada en sus rasgos. "¿Tú?"

"Esa es una mirada de preocupación", dijo ella.

Y aún así, sabía que era la verdad.

"No vas a ser tú. O yo, para el caso"

Después de que se estrecharan, Mike extendió la mano frente a Dubhan. En lugar de

"Rebobina", ordenó Dubhan.

chupan la energía. Algunos lo hacen a propósito, pero la gente ni siquiera se da cuenta de

Su tono serio le recordó su situación. "¿Porque no sé cómo luchar?"

"Su cuerpo ha desaparecido. Me imaginé que la Muerte se la llevó"

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Ella puso los ojos en blanco y sonrió. "Tienes razón. Gracias".

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Dubhan asintió solemnemente. "De parte de todos nosotros".

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"No lo hacemos", respondió Kyra. "Pero Dubhan y yo no somos exactamente como la

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"Lo sé", dijo Dubhan.

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"Joder", murmuró Dubhan y se dio la vuelta enojado.

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"No es una coincidencia", dijo Dubhan.

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"¿Lista?" preguntó Dubhan a Kyra.

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Eva apretó los labios. "Tenía asuntos que atender".

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"Entre las costillas del lado izquierdo", susurró.

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