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LAS MARAVlll---~.
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LAS MARAV1LLAS DEL
ESPAC10 1NTERNO
SANT DARSHAN SlNGH
Título en Inglés
The Wonders of lnner Space / Mystic Talks

Traducción
Marcela Beltrán
Oswaldo Pérez

Segunda Edición en Español


Quito - Ecuador 2.001

Diseño y Diagramación
Ciencia de La Espiritualidad
Publicaciones SK

Fotomontaje e Impresión
EditCAR
Telfs.: 02 - 44 98 n / 02 - 26 38 16
Quito - Ecuador
A los pies de Loto
de Hazur Baba Sawan Singh Ji
y Param Sant Kirpal Sing Ji
Darshan Singh

"Aprende a elevarte sobre La consciencia


del cuerpo y explora
Las Maravillas del Espacio Interior"
Darshan Singh
LAS MARAVILLAS DEL
ESPACIO INTERNO
SANT DAltSHAN SINGH
Acerca del autor

Nacido en 1921, Darshan Singh recibió entrenamiento


espiritual de su maestro Hazur Baba Sawan Singh (1858-1948)
y de su ilustre padre Sant Kirpal Singh (1894-1974). Sirvió en
la misión de los dos maestros. En 1974, Sant Kirpal Singh, lo
designó como sucesor.
Sant Darshan Singh fue el ~undador de la Misión ruhani
Sawan Kirpal, la Ciencia de le Espiritualidad, una organización
espiritual que tiene sus oficinas principales en Delhi, India y
cuenta con 550 centros en 38 países. Fue Presidente de la
Sexta Conferencia Mundial de Religiones. Como reconoci-
miento a sus distinguidos trabajos en poesía, recibió el premio
de la Academia Urdú y es ampliamente considerado como el
poeta místico líder en lengua urdú. Sus colecciones en urdú
incluyen Talash-e-Noor (En Búsqueda de la Luz) y Manzil-e-Noor
(La Morada de la Luz). Se han publicado dos volúmenes de sus
versos en inglés: (El Llanto del alma y Una Lágrima y una Estrella.
Sus charlas espirituales están compiladas en El Secreto de los
Secretos. El Despertar Espiritual y Las Maravillas del Espacio Inte-
rior. Pocas horas antes de abandonar este mundo, completó
un ensayo sobre su concepto de la poesía y le dio el título de
Amor a Cada Paso. Sus obras se han traducido a más de cuarenta
idiomas.
Empezando en 1978, en sus cuatro giras mundiales entró
en contacto con todos los segmentos de la sociedad, tanto en
Europa como en América. También ha recibido muchos tribu-
tos y honores cívicos. En 1983, el Parlamento Colombiano lo
honró con la Medalla del Congreso.
Sant Darshan Singh fue un Maestro del Surat Shabda
Yoga, cuyo método de meditación puede ser practicado por
gente de todas las edades, desde niños hasta personas cente-
narias. Es un sendero de misticismo positivo, en el cual honra-
mos nuestra familia y cumplimos con las obligaciones sociales
mientras continuamos nuestro desarrollo espiritual. El Maes-
tro tuvo una distinguida carrera en el servicio civil, habiéndose
retiradu como Secretario Diputado del Gobierno de India.
Antes de su partida física de la tierra, en 1989, designó
a Santa Rajinder Singh como sucesor espiritual.
Contenido
Prefacio del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Prólogo / Dr. Robert Muller . . . . . . . . . . . . 19
1. Almargía, la Fuente de toda Energía .. 21
2. La Ciencia de la lnmortalid<1d ... 35
3. Las Maravillas del Espaci1> lntt•rno 47
4. El Vehículo Perfecto .. 59
5. La Felicidad Perdurable 73
6. Seguro Eterno . . . . . . . 81
7. El Más Alto Grado 93
8. La Joya Invaluable . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
9. Oración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
10. El Significado de Cristo . 123
11. El Castillo de Santa Teresa 139
12. El Pasaporte del Amor 149
13. El Regalo Más Grande . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
14. Paz Interna y Externa 163
15. Amor a cada Paso ... 171
Prefacio1

Las charlas incluida s en este volumen , con excepció n de


El Significado de Cristo, fueron escritas durante mis giras mun-
diales de 1983 y 1986. Empren dí estos viajes con el propósit o
de ayudar a encende r la lámpara del amor divino en Jos bus-
cadores de Ja verdad y de difundir el mensaje de amor y paz,
cuya sola luz podría iluminar el mundo.
Los santos y los místicos , a través de las edades, nos
han dicho que dentro de nosotros yace un infinito océano de
amor. Es al elevarno s sobre la concienc ia del cuerpo quepo-
demos entrar en contacto con esta fuente ilimitada . Yo llamo
a esta fuerza divina almargía, porque viene del alma. Contac-
tándola·, podemo s explorar las regiones espiritua les internas
y experim entar paz y bienave nturanza perdurab les.
Teniend o en cuenta los rápidos cambios que la ciencia
y la tecnolog ía han producid o, he intentad o presenta r el eterno
conocim iento de los místicos en el idioma contemp oráneo. La
esencia de sus enseñan zas es que para todos es posible seguir
la jornada interna. La técnica que ellos presenta n para el logro
de este fin, es.cientí fica y no requiere de conversi ón religiosa.
Al contrario , incluye un proceso de inversió n o concentr ación
interna. Algunos de los métodos tradicion almente usados para
este propósit o son tan exigente s que requiere n del buscado r
la renuncia a todas sus ocupacio nes mundan as y el empeño

l. Este prefacio correspon de a la primera edición en.lengua inglesa.

17
en una rigurosa discipiina. Este sistema ya no es práctico. En
contraposición a tal misticismo negativo, abogo por lo que he
llamado misticismo positivo. Se basa en un método de medita-
ción tan simple que puede ser praticado por un niño de cinco
años o por una persona centenaria, por aquellos que están
saludables como también por los que están enfermos o acha-
cosos. Puede ser practicado sin darle la espalda a nuestras
obligaciones mundanas.
Haciendo el desarrollo espiritual de esta manera, simul-
táneamente enriquecemos todos los otros aspectos de nuestra
vida. Es sólo transformándonos que podemos cambiar el mun-
do. Si deseamos traer la paz a la tierra, primero debemos
establecerla en nuestros corazones.
Cuando partí de India hacia Occidente, en 1983, había
gran expectativa sobre el lanzamiento de una serie de naves
espaciales. El creciente interés por los programas de la explo-
ración del espacio exterior me inspiró para hablar de las ma-
ravillas del espacio interno. Oro para que cada lector de estas
charlas explore el espacio interior y experimente la belleza,
alegría y paz de la jornada mística.
Estoy en deuda con Vinod Sena, Jay y Ricki Linksman,
R.K. Jain, l.R. Malik y S.P. Sahni por preparar este volumen
para su publicación. Agradezco a Ruth Seader, Steve Kuzma
y Rus Anderson por el diseño de la portada. También estoy
agradecido con Sandra Glassman y Martha Smith por transcri-
bir mis charlas; a John e Isabel Wolf y Jonathan Kruger por
el plan de la obra y a Jamieson Smith, Douglas Kruger, Dawn
Hess y Sheila Greyson por la corrección de pruebas.
Darslzan Singh
abril 2 de 1988

18
Prólogo

Los grandes logros humanos de los últimos siglos han


sido principalment e en las regiones de la mente y de la materia.
Sólo hasta ahora estamos comenzando a explorar 'lo que la
humanidad podría lograr si empezara a desarrollar más plena-
mente sus capacidades sentimentales y espirituales.
La próxima etapa del desarrollo humano será nuestra
entrada en una era global de amor -la era cósmica-. El renom-
brado Maestro espiritual Sant Darshan Singh ofrece a los lec-
tores de Las Afarai•illas del Espacio l11ter110, una inspiradora vi-
sión de nuestro potencial efectivo y espiritual. El expone, en
un lenguaje acorde con la ciencia moderna, las verdades sutiles
que representan los más altos ideales de la humanidad.
Sant Darshan Singh habla conmovedor<1 mente a nues-
tros corazones, en un lenguaje que refleja la belleza lírica y
elevación espiritual de su alma. Es mi esperanzél que los lec-
tores de este volumen exploren ellos mismos las maravillas
de su espacio interior y reconozcan la unidad subyacente en
el individuo, en la humani~ad y en toda la creación.

Dr. Roficrl Mulla


Primer Secretario Cenera!
Asistente de las Naciones Unidas
y Cancilkr de la
Universidad por la Paz.

19
CAPITULO

Almargía
La fuente de toda energía

Hace muchísimo tiempo, un hombre buscaba a lo largo


y ancho del mundo, un objeto mágico que le pudiese dar
riqueza, poder y felicidad. Un día encontró una vieja botella,
la tomó en sus manos y mientras la examinaba, la destapó.
Repentinamen te, una niebla llenó el lugar y un genio de as-
pecto feroz apareció ante él y le dijo al hombre estupefacto,
que sería su siervo y cumpliría todos sus mandatos. Sin em-
bargo, había una condición, "deberá mantenerme ocupado
todo el tiempo, pues en el momento en que no tenga trabajo
te destruiré".
Como el genio era mágico, podía realizar tareas colosales
en muy poco tiempo. Al principio el hombre pensó que por
fin había encontrado la clave para realizar todos sus deseos
y rápidamente acumuló una gran fortuna, comodidades ma-
teriales y poder. Pero muy pronto se le empezaron a agotar
las tareas que el genio debería realizar y se percató de que su
vida estaba en grave peligro. Comprendió que el genio, por
más útil que fuera, era una espada de doble filo que en cual-
quier momento podría volverse contra su amo y destruirle.
Esta historia es una alegoría del destino del hombre. A
través de los siglos éste ha realizado grandes avances, pero
cada vez que hace un nuevo descubrimient o científico o tec-

21
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

nológico, o cuando ha dominado una nueva forma de energía,


su logro resulta en una espada de doble filo. Mientras le ha
llevado al progreso, simultáneamente es un peligro para su
ex1stenc1a. Encontramos otro eiemplo en la m1tologia gnega.
Se dice que Prometeo robó de los cielos el fuego del sol para
concederlo a los hombres, teniendo que pagar un elevado
precio por su acción.
Sin embargo, su sacrificio desinteresado transformó al
hombre de una bestia en un ser que podía competir con los
dioses. El fuego traído por Prometeo hizo al hombre compa-
rable a los dioses. Pero en manos de conquistadores errantes
también sirvió para destruir ciudades y civilizaciones.
El control de la energía del vapor y de la energía mecánica
y eléctrica ha hecho posible grandes avances, pero estos logros
también han sido utilizados con propósitos destructivos, de
los cuales ninguno ha sido tan evidente como el caso de la
energía nuclear. La humanidad ha entrado en la era nuclear
y, por primera vez, el fuego de los dioses puede ser utilizado
para destruir el mundo entero.
Existe una forma de energía de la cual, hasta ahora, no
hemos sido conscientes o la hemos ignorado. La paz y la
armonía que pueden salvarnos de la catástrofe dependen del
descubrimiento de su fuente. Como las otras formas de ener-
gía que existen en el mundo material, esta energía se encuen-
tra dentro de nosotros y es la fuente de todas las demás ener-
gías. Al llegar a esta fuente se sucede un desarrollo rápido y
espectacular que se manifiesta en la completa transfiguración
del hombre. Tiene el poder de convertir lo humano en divino.
A diferencia de lo que sucede con las varias formas de
energía material, la energía del alma es de naturaleza pura-
mente positiva. No puede ser utilizada con propósitos destruc-
tivos. Unicamente puede ser utilizada para el bien del hombre.
Esta forma de energía no se encuentra en el exterior sino
dentro de nosotros mismos. He acuñado una palabra para
describirla. La he llamado Almargía, porque es nacida del alma.
También la he llamado bzergía. Mientras que la energía viene

22
ALMARGIA

de afuera, la inergía brota de nuestro interior.


Rara vez pensamos en los santos y místicos como espe-
cialistas en el dominio de la energía, pero debemos acudir a
ellos para comprender y dominar esta ilimitada fuente que se
encuentra dentro de nosotros.
Los santos, como los científicos, exponen ciertos postu-
lados sobre la naturaleza y el origen del universo y de nuestra
relación con éstos. Nos explican que toda vida es manifesta-
ción de una energía única y nos ensei'tan cómo puede ser
explorado este oculto e inagotable poder.
La ciencia moderna está confirmando las verdades enun-
ciadas por los místicos a través del tiempo. Luchando por
dl'scubrir la fuerza unifican te que trajo a la luz toda la creación,
lo::. investigadores han desarrollado nuevos métodos experi-
mentales para explorar los fenómenos subatómicos, los cuales
no son perceptibles directamente por los sentidos. Y el len-
guaje utilizado para describir sus hallazgos, a veces, nubla
los límites entre la ciencia y el misticismo. Detrás de la aparente
variedad e individualidad de las cosas, dicen ellos, hay un
estado dinámico de unidad. En verdad, el premio Nóbel ga-
nado p.or los físicos ha expuesto la "Gran Teoría Unificada",
la cual dice que la creación comenzó con luz y, después de
algún tiempo, en un futuro distante, terminará en luz. La
búsqueda de la única energía primordial o poder que existe
detrás de toda vida, inevitablemente conduce a un reino mu-
cho más allá de los sentidos. Es en este punto donde comienza
la ciencia interna, la cual es el dominio de los santos.
Desde tiempos inmemoriales, los santos y profetas nos
han enseñado que Dios, en su estado absoluto, no tiene forma
ni nombre. Está más allá de toda concepción y descripción.
Por supuesto que solamente podemos hablar de la última
realidad en términos metafóricos. Se puede describir como
un infinito océano de conciencia bienaventurada. Los santos
y místicos nos dicen que Dios era único y pensó en convertirse
en muchos. Este impulso produjo una vibración, la cual se
manifestó en la forma de Luz de Dios y Música de las Esferas.

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LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Estas dos manifestaciones combinadas son nombradas en la


Biblia como el Verbo Sagrado: "En el principio era el Verbo,
y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Juan 1:1).
Se habla del Kahna en las escrituras musulmanas; Naad,
Shabda y Naam en las escrituras hindúes; la Luz Sonora en
las escrituras budistas; Sraosha en las escrituras zoroastrianas;
Tao en las escrituras chinas; como Logos por los antiguos
filósofos griegos y Baang-i-Asmani por los sufíes. Las sagradas
escrituras del mundo están llenas de referencias acerca de la
Luz y el Sonido. De hecho, teniendo esto en cuenta, se puede
observar que en los templos o sitios de adoración de varias
religiones se hace uso simbólico de la Luz y el Sonido.
El Verbo o Naam es la manifestación más directa del
Creador y es enteramente espiritual. A medida que fue descen-
diendo dio existencia a reino tras reino -el Supracausal, el
Causal, el Astral, el Físico. También creo la humanidad y las
demás especies vivientes.
La mente, la cual origina el reina causal y la materia,
con la cual fue construido nuestro Universo, son también
creación del Poder Supremo. Viviendo en el mundo físico,
pensamos que nosotros somos seres compuestos de mente y
materia. Pero los santos y los Maestros nos recuerdan que la
materia como la mente son creación del Espíritu. Nos dicen
que aunque hemos hechos notables avances en el campo ma-
terial e intelectual, por desgracia hemos olvidado penosa-
mente el campo espiritual. Esta es la razón por la que, a pesar
de nuestro progreso espectacular, a menudo nos sentimos
frustrados e infelices y cualquier cosa que hacemos parece
terminar en disgusto y desilusión. Hemos fallado al no reco-
nocer que esencialmente somos espíritu. A menos que desa-
rrollemos este lado espiritual, no podremos encontrar la paz
interior ni la realización perdurable. Como Sant Kirpal Singh
solía decir "Los sanfos vienen a decirnqs, 'Hombre, conpcete
a ti mismo"'. Ellos nos capacitan para reconocer nuestra propia
identidad y desarrollarla. Nos enseñan cómo explorar esta
ilimitada fuente de energía espiritual.

24
ALMARGIA

Nos hemos identificado con la mente y con el cuerpo,


ignorando, infortunadame nte, el elemento más importante,
el alma.
En verdad, es el alma la que le da vida y poder al cuerpo
y a la mente. Los santos nos ayudan a renacer en el mundo
del espíritu. Nuestra mente debería estar bajo el control del
alma y los sentidos bajo el control de la mente, pero en la
actualidad estamos experimentand o precisamente lo contra-
rio. Las atracciones sensuales seducen a la mente y cuando
ésta se pierde en los placeres, también el alma toma el mismo
camino; pero los santos y los místicos han estado implorándo-
nos para que aprendamos el arte de la inversión. Tenemos
dentro de nosotros la fuente de agua viva y cuando saboree-
mos una gota de dicho néctar, nuestra naturaleza inmortal es
revelada.
Los santos nos dan el método práctico mediante el cual
podemos analizar nuestro ser, separando al alma de la maraña
del cuerpo y de la mente, trascendiendo la limitada conciencia
física.
Ellos nos dan la experiencia directa de la Luz de Dios y
de la Música de las Esferas, el mismo día de la iniciación.
Luego, nos remontamos a regiones más y más elevadas hasta
que retornamos a nuestra fuente, llegando a ser uno con ella.
Esto, nos dicen ellos, es la meta suprema de la vida. Su pro-
pósito es capacitarnos para llevarnos de la muerte a la inmor-
talidad, de la obscuridad a la luz, de ser individuos limitados
a ser colaboradores conscientes del plan divino.
Corno toda energía brota del espíritu, los santos nos
invitan a explorar esa infinita fuente de Alrnargía. Nos dan
una experiencia práctica de primera mano, po ... .:ndonos en
contacto con esta inergía innata. La utilización de esta fuerza
del alma, nos lleva a la más profunda transformación .
En India, el término para describir esta exploración de
la energía que yace dentro de nosotros, es "YOGA". Literal-
mente significa ligar o unir nuestra alma con Dios. La palabra
religión significa casi lo mismo. Si estudiarnos su etimología,

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LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

encontramos que se deriva del prefijo re que significa "regre~


sar", y la raíz ligio que significa "atar". Dicho.en otras palabras,
la religión provee los medios para atarnos a la Fuente Supre-
ma. En el caso de los seres humanos, la chispa del espíritu
que anima a cada persona, se conoce como alma, la cual es
esencialmente consciente, una gota del océanÓ de toda con-
ciencia. El alma distribuye su corriente energética en el cuerpo,
a través de un punto ubicado detrás del entrecejo. Este punto
es el centro más elevado del alma dentro del cuerpo.
En el momento de la muerte, cuando el alma abandona
el cuerpo, éste se desploma. Si han observado a alguien du-
rante el momento de su muerte, habrán notado que las extre-
midades, los pies y las manos, son las primeras en entumecer-
se. El adormecimiento continúa hacia arriba, alcanzando el
corazón y la garganta y, finalmente, con un movimiento de
loo:: ojos, la persona parte. Las diferentes escuelas de misti-
<;:ismo y de yoga suministran variadas técnicas para concentrar
las corrientes sensorias en el punto más elevado dentro del
cuerpo, llamado "el ojo interno". La Biblia se refiere a este
centro como "el ojo único" o tercer ojo; entre los sufíes se le
conoce como Nukta-e-sweda. En India se le llama "el ojo de
Shiva" o tisra til.
EL SURA T SHABDA YOGA es la forma de meditación
más accesible en nuestro tiempo. Puede ser practicada por
niños de cinco años o por personas centenarias. Los Maestros
de Sant Mato del Surat Shabda Yoga ofrecen una técnica muy
simple y directa. Ellos nos enseñan un método natural para
retirar las corrientes del alma, del cuerpo, sin interferir con
las funciones corporales normales. Nos enseñan a concentrar-
nos directamente en el tercer ojo.
Con el fin de ayudarnos en este proceso, el Adepto nos
da un impulso, en nuestra concentración, por medio de su
propia atención. De este modo, el retiro de las corrientes del
alma dentro del cuerpo, se lleva a cabo en un tiempo relativa-
mente corto. -En otros sistemas de yoga, e! esfuerzo puede
requerir incluso toda una vida y es posible que no sea logrado-.
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ALMARGIA

Así como el fuego enciende el fuego, la luz viene de la


luz y la vida de la vida. Un Maestro espiritual puede analogarse
a Prometheus , quien habiéndose elevado a los cielos, devuelve
a la humanidad el fuego de los dioses. El es el portador de la
llama que puede volver a encender el fuego que ahora se halla
latente dentro de nosotros. Para lograr esto, el Maestro enseña
tres prácticas: si111ra11, bhaja11 y dhyan. El simran se refiere a la
repetición de los cinco nombres esotéricos de Dios. Esta prác-
tica debe hacerse mentalmen te y no con la lengua física. Este
grupo de cinco palabras, cargado con la atención especial del
Maestro, le ayuda al buscador a concentrar su atención y a
inmovilizar su mente.
Diariamente vemos cómo mientras nuestra lengua física
recita himnos de diversas escrituras, nuestra mente vaga de
un lugar a otro. Pero cuando hacemos el Simran con la lengua
del pensamient o, nuestra mente es callada y podemos concen-
trarnos.
A medida que avanza el proceso de la concentraci ón, las
corrientes sensorias, esparcidas en cada extremidad del cuer-
po, empiezan a retirarse hacia arriba. El resultado es una
especie de entumecim iento físico. Igualmente , a medida que
aumenta la concentraci ón, de la oscuridad que normalmen te
aparece cuando cerramos los ojos, empiezan a surgir puntos
de luz.
Al comienzo, estos puntos luminosos carecen de estabi-
lidad. No es que se estén moviendo sino que nuestra atención
es inestable.
Tan pronto como uno empieza a ganar habilidad en la
concentraci ón, los puntos de luz se estabilizan y le dan paso
a un firmamento de estrellas. A su debido tiempo, la más
grande de éstas eclipsa a las demás y, a su vez, ésta le da
paso a la luna interior, la que finalmente le da vía a la contem-
plación del sol.
Del mismo modo como la corriente eléctrica produce luz
y calor, la corriente de Almargía produce luz. Pero ésta es
mucho más radiante y brillante y tiene el poder de inundarnos
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LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

de paz y éxtasis. Si nos aferramos a esta c9rriente, nos llevará


sobre la conciencia del cuerpo hacia los más elevados planos
internos.
Cuando vemos la Luz interna, comenzamos a verificar la ver-
dad que los santos y profetas han pregonado siempre: "Que
el microcosmos contiene al macrocosmos".
Normalmente pensamos que dicha percepción es posible
a través de los órganos de los sentidos. Sin embargo, cuando
nos elevamos sobre la conciencia del cuerpo, no estamos
viendo con los ojos físicos sino con el espíritu. Y al ingresar
al mundo interno de la percepción visual, ésta es acompañada
por la audición interna.
La segunda práctica de meditación que los Maestros nos
enseñan, es el Bhajan o entrar en contacto con la armonía de
las armonías.
En este caso, también centramos nuestra atención en el
tercer ojo u ojo único y escuchamos la corriente de sonido
. que resuena incesantemente en nuestro interior. Si somos
·capaces de concentrarnos siquiera por quince o veinte minu-
tos, podremos escuchar las tonadas de la música celestial: el
repique de una gran campana, como de iglesia; de campa ni tas,
flautas o "de diversos instrumentos de cuerda como violines
y guitarras; el sonido de tambores o del trueno o el sonido
de trompetas como el shofar de la tradición judía.
Al principio, los sonidos celestiales parecen venir de am-
bos lados, pero debemos concentrarnos únicamente en los
que vienen del lado derecho. A medida que uno progresa,
descubre que los sonidos que parecen venir del lado derecho,
en verdad, descienden del mismo centro. Cuando la fuerza
del sonido aumenta, su poder se hace irresistible y nos atrae
rápidamente hacia arriba. La corriente de sonido acelera mar-
cadamente el proceso de retiro. Al trascender completamente
el cuerpo físico, cruzamos las estrellas, la luna y el sol, y nos
encontramos con la forma radiante del Maestro, el Adepto
quien nos guiará en la jornada interna,
La tercera práctica es la contemplación o Dhyan, la cual

28
ALMARGIA

es el fruto de nuestro intenso amor por Dios. Sant Kirpal


Singh, frecuentemente usaba el término persa Khuda para
nombrar a Dios; literalmente significa, "Aquel que viene por
su propia voluntad". El nos explicaba que el misticismo trataba
con la realidad y no con la imaginación. Nos daba el ejemplo
del amor de la madre por su hijo. Una madre cierra los ojos
y ve la forma de su hijo en plenitud. Ella no tiene que pensar
si es que tiene una cicatriz en la frente o en el color del cabello.
Del mismo modo, si nuestro amor por el Maestro es intenso
y sin límite, cuando cerramos los ojos, vemos ante nosotros
su forma radiante y efulgente. ·
Cuando cerramos los ojos, normalmente, vemos oscuri-
dad y el proceso de concentración se hace difícil. Pero si somos
bendecidos con la forma radiante del Maestro, en nuestro
interior, la concentración se facilita y el progreso en el sendero
espiritual es acelerado. La forma interna del Maestro es tan
radiante y efulgente, tan encantadora, que quisiéramos fundir-
nos en ella.
Hasta cuando alcanzamos este punto, pensamos de
nuestro Maestro como una persona limitada, como nosotros
mismos. El viene como un amigo o como un profesor y trata
d~ hacernos reconocer los verdaderos valores de la vida. Si
respondemos a su mensaje y practicamos sinceramente el mé-
todo que nos ofrece, comenzamos el sendero de la meditación.
Después, cuando llegamos hasta el nivel donde se presenta
en su forma radiante, nos damos cuenta de que el Maestro,
aunque posee la forma humana como nosotros, ha desechado
las limitaciones humanas y es uno con el Infinito. La gota,
habiéndose unido al océano, es infinita como el océano mismo.
De aquí en adelante, el Maestro ya no será considerado
como otro amigo o ayudante más, sino como el divino guía
que nos acompañará en toda circunstancia de la jornada espi-
ritual y en nuestra vida, aquí en este mundo. Como dijo una
vez el poeta sufí: .,
"Tengo a mi amigo encerrado en mi pecho y sólo tengo que
mirar hacia adentro para contemplar/o"
29
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Podemos hablarle y consultarle. Es nuestro amigo infa-


lible.
Alcanzamos su verdadera presencia sólo cuando hemos
trascendido por completo el cuerpo físico, y este estado, señala
el punto de partida de nuestra jornada interior. Pero también,
en otro sentido, aquí termina la parte más importante de
nuestro viaje de regreso a Dios. Hasta este nivel, nuestra lucha
y esfuerzo es individual, pero de aquí en adelante, el Maestro
Interno nos toma bajo sus alas protectoras, llevándonos hacia
arriba, de región en región. Es nuestro auxiliar, nuestro cons-
tante compañero, nuestro piloto y guía. Bajo su dirección,
cruzamos del plano astral al causal y de éste, al supracausal.
Al trascender el cuerpo físico, lo dejamos atrás por un tiempo.
Cuando traspasamos el plano astral, dejamos el cuerpo astral.
Y cuando remontamos el plano causal, nos deshacemos del
cuerpo más sutil de todos, la mente. Finalmente, después de
tras<.:em.ler el supracausal, el alma se ve en su gloria pristina.
Analicemos nuestro sol físico; es tan poderoso que sos-
tiene todo el sistema solar. Ahora, imaginemos el poder del
alma, cuyo resplandor y efulgencia han sido comparados con
la luz de doce soles; ella es t0da percepción, toda conciencia
y todo gozo. Es tan brillante e inmaculada como un cisne.
Ustedes habrán notado que en India, a los yoguis más alta-
mente desarrollados se les llama para111a/11111sas o grandes cis-
nes. Al alcanzar esta condición de gloria prístina, el alma
exclama; "Sohang" o "A han Brahm Asmi" -"yo soy eso"-.
Entonces, ve que es de la misma esencia de Dios.
Más aún, el viaje del alma no termina aquí. En efecto,
ésta es la etapa en la cual se prepara para la unión final con
Dios. A medida que el alma se acerca a la etapa final, se
encuentra cara a cara con el Creador en los reinos que las
escrituras llaman "el verdadero hogar" o "Sach Khand". Esta
región es puramente espiritual, no estando sujeta a las limita-
ciones del tiempo. El nii'to perdido ha sido restituido al regazo
del Padre Supremo. El hijo pródigo ha retornado a su hogar
eterno. El alma llega a ser un colaborador consciente del plan

JU
ALMARGIA

divino.
Este viaje, desde nuestra limitada condición física hasta
el verdadero hogar, puede ser descrito igual al ascenso desde
un valle hasta la cima de una montaña. Pero no hay palabras
para describir lo que sigue: la progresiva unión del alma con
su Creador. No hay en la ti€rra términos para hacer una ana-
logía o paralelo. Cuando se logra la completa fusión del alma
con su Creador, no hay sujeto ni objeto, contemplador ni
contemplado, ya no hay amante ni amado. Ambos se han
convertido en uno. Todo lo que puede decirse es que el rayo
del sol se ha convertido en el sol; que la gota de agua se ha
convertido en el océano. Esta es la meta ultérrima de la vida
humana.
El sendero propuesto por los Santos y Maestros es el
más natural. Nuestra identificación con el cuerpo y la mente
es tan completa que separar el alma de éstos, puede ser un
proceso tan lento y tortuoso como retirar una seda enredada
en un arbusto espinoso. Y a pesar de lo difícil que sea este
desafío, ¿qué puede ser más natural para regresar a nuestra
fuente, a nuestro verdadero hogar?
El Surat Shabda Yoga es un sendero natural y directo.
Lo que lentamente se alcanza en otros sistemas de yoga, al
trascender chakra tras chakra, rápidamente puede ser logrado
en Sant Mat -€n cierto sentido, uno se salta estas etapas-. El
Adepto, al concentrar su atención sobre nosotros, nos capacita
para la unión con el Verbo, la Luz interna y el Sonido interno,
éstos, a su vez, suministran el poder motriz, el magnetismo,
la atracción que ayuda a las corrientes del alma para que
asciendan hasta lograr la completa transición. Sabemos acerca
de lo poderosa que es la energía magnética del universo físico
y bien podemos imaginar cuánto más poderosa será la fuerza
magnética de Almargía, la cual, tiene Ja capacidad de elevar
el alma, desde el mundo material hasta la comunión ultérrima
con Dios.
El desarrollo espiritual enriquece nuestras vidas ayudán-
donos a cumplir con nuestras responsabilidades familiares y

31
LAS MARAVIL LAS DEL ESPACIO INTERNO
-1
sociales y además, provee la base para lo que he llamado
Misticismo Positivo, en contrast e al misticism o negativo . Du-
rante mi primera gira mundial , en 1978, encontré en el Occi-
dente, muchas personas que tenían concepto s equivoca dos
acerca de las prácticas espiritua les del Oriente. Pensaba n que
el misticism o oriental enseñab a a sus seguidor es el abandon o
de sus hogares y huida hacia las frías cuevas del Himalay a o
cabañas pajizas del desierto, para dedicars e allí a una vida
solitaria y a la meditaci ón. Correcta mente, los occident ales
sostenía n que ese era un sendero escapista y que sus seguido-
res no eran buenos ciudadan os. "Sí", les dije, "lo que ustedes
describe n es verdad, pero ese no es nuestro sendero" .
La Ciencia de la Espiritua lidad, como la enseñan los
Maestro s, no aprueba tales prácticas . Por el contrario , el Mis-
ticismo Positivo incluye el cumplim iento de nuestros deberes
tanto para con nuestra familia como para con nuestra comu-
nidad y nación. También tenemos nuestra::> obligdciu nes a
nivel internac ional y cósmico y los Maestro s del Surat Shabda
Yoga enfatiza n el cumplim iento de tales obligacio nes, lo cual,
debe hacerse de la mejor manera posible. El misticism o debe
seguirse , no a expensa s de la vida sino, más bien, como un
element o culmina nte de la vida.
En este sendero, buscamo s vivir de acuerdo con los más
elevados valores éticos y, de este modo, establec emos una
congrue ncia entre lo que pensamo s, decimos y hacemos . El
matrimo nio lo consider amos como un sacrame nto y podemo s
tener una familia, pero no persegu imos los placeres sensuale s
por sí mismos; tratamos de llevar una vida familiar ideal.
Cuando mis jóvenes amigos, especial mente los occident ales,
vienen a visitarm e, encuent ro que muchos han perdido todo
contacto con sus padres, entonces , les pido que les escriban
inmedia tamente y que vayan a verlos tan pronto como regre-
sen a sus países; algunos han dejado sus colegios y universi -
dades, pero les aconsejo que complet en su educació n; muchas
parejas se encuent ran al borde del divorcio y trato de hacer
lo posible para unirlas, para que tengan uná vida armonio sa.
32
ALMARGIA

Nuestro sendero nos enseña a ser verdaderos seres hu-


manos. Los Maestros enfatizan el servicio desinteresado y la
ayuda para todos lo:;; que nos rodean. Quieren que seamos
miembros útiles para nuestras familias, comunidades, nacio-
nes y el mundo entero. De hecho, ahora que hemos ido al
espacio exterior, tenemos que enfocar las cosas desde un
punto de vista más amplio, porque hemos adquirido una res-
ponsabilidad de tipo cósmico. Pero al hacer esto, no debemos
perder de vista el objetivo primordial de la vida humana: el
conocimiento de sí mismo y la realización de Dios.
En el Surat Shabda Yoga se hace gran énfasis en la me-
ditación y en la vida ética. Tanto lo externo como lo interno
deben ir a la par. A menos que observemos una vida ética,
no habrá progreso espiritual. Por esta razón, disponemos del
diario introspectivo, el cual, es una forma científica que nos
ayuda a mejorar nuestro desempeño a nivel interno como
externo también. Este diario contiene columnas que cubren
la no violencia, la veracidad, la castidad, la humildad y el
amor para todos, tanto en pensamiento como en palabra y en
acto. Todas las noches debemos revisar nuestros pensamien-
tos, palabras y acciones del día, anotando nuestros errores.
Así, podemos erradicar las fallas y mejorar día a día.
El aprovechamiento del recurso interno que llamamos
almargía, lleva al engrandecimiento del equilibrio mental y
espiritual. Podemos establecer relaciones más armónicas con
nuestras familias, amigos y con la sociedad en general. Antes
de ser reformadores de los demás, tenemos que reformarnos
a nosotros mismos.
Concentrando esta energía, por medio de la meditación,
nos volvemos más amorosos y compasivos. Esto, nos permite
edificar vidas más integrales y contribuir al positivo desarrollo
de nuestras comunidades. Veremos más claramente las cuali-
dades de los demás, lo cual, se traduce en mayor unidad
social. En India, el saludo tradicional, Namaskar, sugiere sim-
bólicamente "la luz de Dios dentro de mí, reconoce y saluda
a la misma Luz de Dios que veo dentro de tí"
33
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Un subproducto natural de esta realización es la dedica-


ción al servicio desinteresado. En India, por ejemplo, encon-
tramos ésto en la tradición Ghandiana y en el trabajo de la
M~dre Teresa, Seva significa servicio y al servirle a los demás,
finalmente le servimos al Dios que está dentro de nosotros.
Cuando el Amado Maestro Sant Kirpal Singh oía acerca de
alguien que tuviera serios problemas o que estuviera enfermo,
sacaba tiempo para visitar y ayudar a esa persona. Debemos
llegar hasta los necesitados, los mayores, los incapacitados,
los enfermos, el hambriento y el desprotegido.
En esencia, lbs beneficios de la inergía afectarán positi-
vamente nuestras vidas cotidianas. Tendremos una visión más
universal y compasiva del mundo. Seremos mejores seres
humanos y ciudadanos planetarios.
Si deseamos establecer la paz en el mundo, primero te-
nemos que establecerla en nuestra alma y manifestarla en
nuestra vida cotidiana. La conciencia de la cual hablamos,
debe ser establecida en las costumbres de nuestro diario vivir.
Entonces, tendremos verdadera paz y tranquilidad real. .Y
durante el proceso ganaremos también la salvación. Esa es la
base misma de nuestras enseñanzas.

34
CAPITULO
2

La ciencia de la inmortalidad

Edith Warthon, la renombrada escritura inglesa, cuenta


una interesante historia acerca de un gran sultán. Una vez,
mientras el sultán estaba sentado en su palacio en Damasco,
uno de sus súbditos favoritos, un joven, entró corriendo a su
habitación. El joven gritó con gran angustia: "¡Tengo que salir
de inmediato hacia Baghdad!". Entonces, le rogó al sultán que
le prestara su caballo más veloz. El sultán preguntó: "¿Por
qué tanta prisa por partir?". El joven respondió: "Su majestad,
cuando pasaba por el jardín del palado, hace unos pocos
minutos, ví a la Muerte allí parada. Al verme, alzó sus brazos
como si fuera a amenazarme. Quiero huir inmediatamen te de
sus garras". El sultán se compadeció y facilitó al joven su
caballo ~ás rápido.
Después de un corto tiempo de la partida del súbdito,
el sultán fue al jardín y encontró a la Muerte todavía allí. Con
indignación, exclamó: "¿Cómo te atreves a amenazar a uno
de mis súbditos favoritos?". Asombrada, la Muerte respondió:
"Su majestad, no lo amenacé; solamente alcé mis brazos sor-
prendida de verlo aquí en Damasco, porque esta noche tengo
una cita con él en Baghdad". ,
Como el joven del relato, también n,o's0tros intentamos
escapar de nuestro inevitable encuentro con la muerte. Esta-
mos dispuestos a gastar cualquier cantidad de dinero con tal

35
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

de evitar Ja enfermedad y la muerte. Incluso, cuando los mé-


dicos dicen que nuestra muerte es inminente, gastamos miles
y miles de pesos para seguir con vida por uno o dos días. y
aún por unas pocas horas más. A pesar de nuestros esfuerzos
y de los maravillosos avances de la ciencia médica, la muerte
sigue siendo inevitable. La humanidad no ha podido conquis-
tarla. En verdad, Ja muerte ha sido y seguirá siendo la única
cosa cierta de la vida aquí en Ja tierra. Como dijo Gurú Nanak:
"La vida es un engaño; la muerte es la realidad".
¿Es entonces Ja búsqueda de la inmortalidad una tarea
vana? "De ninguna manera", dicen los santos. Ellos nos han
dicho que Jos seres humanos, quienes somos de Ja misma
esencia de Dios, ciertamente podemos alcanzar la inmortali-
dad. Pero también nos dicen que, hasta ahora, nuestros esfuer-
zos han sido mal dirigidos. La inmortalidad de Ja que hablan,
no es Ja del cuerpo sino Ja del alma. Si desde el amanecer de
los tiempos, Ja humanidad ha rehusado aceptar Ja supremacía
final de Ja muerte, es porque intuitivamente sabe que es inmor-
tal. Somos esencialmente espíritu. Desafortunadamente, nos
hemos identificado tanto con nuestro cuerpo, el cual está he-
cho de materia, que buscamos la. Inmortalidad en el lugar
equivocado. Tratamos de prolongarle la vida a nuestro cuerpo
físico. Hemos luchado siempre por prolongar su longevidad,
con la magia y Ja alquimia en el pasado, y con Ja medicina y
la cirugía en el presente. Pero Jo que ha nacido de la carne
debe decaer y volver a la tierra. Como dicen las escrituras:
"Porque polvo eres y en polvo te convertirás" (Gén.3.19).
La historia registra los repetidos esfuerzos de la humani-
dad por alcanzar la vida eterna. Así, el objetivo principal de
los alquimistas de Ja antigüedad, fue lograr el rejuveneci-
miento del cuerpo físico para alcanzar la inmortalidad.
Los antiguos egipcios desarrollaron el arte de embalsa-
mar. Su idea era preservar el cuerpo físico creyendo que así
podrían continuar su existencia terrena. Cuando alguno de
los faraones moría, a sus sirvientes también se les quitaba la
vida y eran embalsamados con ellos. Los egipcios trataron de

36
LA CIENCIA DE LA INMORTALIDAD

asegurarse de que cuando los faraones reanudaran su vida


después de la muerte, sus sirvientes estuvieran allá para aten-
derles. Pero han pasado miles de años y los reyes de Egipto,
al igual que sus sirvientes, yacen todavía en momificado es-
plendor.
Por el contrario, los sabios de Oriente eran indiferentes
respecto a la preservación del cuerpo de los muertos. El ver-
dadero yo, declaraban, no es la armazón física, hecha de ele-
mentos, sino la entidad consciente que reside en la estructura
material y la anima. Esto era lo que realmente les importaba.
La aceptación de la muerte física como algo absoluto, es el
primer paso hacia la sabiduría. Así, mientras los egipcios de-
sarrollaban técnicas para preservar el cuerpo, los rishis y mu-
nis de la antigua India, desarrollaban técnicas para alcanzar
la inmortalidad, separando el alma del cuerpo, mientras aún
vivían.
Los místicos y los santos han encontrado la solución al
problema de la muerte, no tratando de vencerla sino aceptán-
dola. Ellos dicen que nuestro cuerpo pertenece al mundo del
tiempo y algún día debe morir. También nos dicen que nuestro
verdadero yo no es el cuerpo sino ~¡ espíritu. Como seres
humanos, estamos constituidos de tres partes: cuerpo, mente
y alma. Hemos hecho grandes progresos en lo relativo a nues-
tro cuerpo y mente, pero desafortunadamente hemos descui-
dado nuestra alma. Nuestro cuerpo funciona solamente du-
rante el tiempo que el alma lo anime. En verdad, el cuerpo
ya no tiene ningún valor desde el instante en que el alma
parte, en el momento de la muerte física. Es enterrado o
quémado y convertido en polvo o cenizas.
El cuestionamiento acerca de la naturaleza de la morta-
lidad humana, nos recuerda la historia del príncipe Siddharta.
Nacido en una familia real, estaba rodeado de lujos. Su padre
lo aisló de todo conocimiento del dolor, de la enfermedad,
del sufrimiento y la muerte. Pero un día, el príncipe abandonó
su palacio y entró a la ciudad. Tropezó con una persona en-
ferma que se retorcía de dolor. Cuando preguntó a su cochero
37
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

qué le sucedía a ese hombre, éste respondió que en lél vida


todos sufrimos enfermedad y dolor. Un poco más allá, el
príncipe vio un anciano cuya espalda estaba encorvadél y su
cara arrugada. Preguntó: "¿Qué le ha pasado a ese hombre?"
"Ha llegado a la vejez", fue la respuesta de su cochero. "Cada
hombre, a su debido tiempo, se vuelve débil y demacrado".
Continuando, vieron el cuerpo de un hombre que era
conducido a la pira funeraria, rodeado de gente que lloraba
y se lamentaba.
Cuando Siddharta preguntó acerca de esta escena, se le
dijo que el final de la vida humana es la muerte. El joven
príncipe estaba profundamente conmovido. Abandonando su
palacio real, su bella esposa y su hijo, se aventuró en la jungla
para resolver el misterio de la vida y de la muerte. Finalmente
obtuvo la iluminación y llegó a ser conocido por todo el mundo
como el Buda.
En la vida de Sant Kirpal Singh Ji, también hubo un
momento crucial. Un día, durante su juventud, se sentó al
lado de una joven enferma. Ella, despidiéndose de los miem-
bros de su familia, cerró los ojos y murió. Cuando el cortejo
fúnebre llegó al campo de cremación, Sant Kirpal Singh Ji leyó
una inscripción que decía: "¡Cuídate tú que caminas! Nosotros
también fuimos una vez como tú, disfrutamos esta vida hasta
el máximo, pero ¡ay de nosotros! ahora, sólo somos un puñado
de polvo debajo de estél piedra".
El cuerpo de la joven fue colocéldo en una pira contigua
a otra donde ardía el cuerpo de un anciano. Al contemplar
ésto, Sant Kirpal Singh se preguntó: ¿Qué es esto que anima
el cuerpo y que cuando parte hace que esta estructura física
quede sin ningún valor? La muerte no perdona ni a los viejos
ni a los jóvenes. ¿No hay respuesta al problema de la muerte?"
Así comenzó su búsqueda espiritual y finalmente resolvió este
misterio cuando conoció al gran Maestro de Beas, Hazur Baba
Sawan Singh Ji.
Todos los VC'rdaderos santos han encontrado la respuesta
al problema de la muerte. Nos enseñan qµe debemos hacer

38
LA CIENCIA DE LA INMORTALID AD

el mejor uso posible de nuestras energías y desarrollar el


espíritu o alma, porque es esta fuente interna de divinidad Ja
que es inmortal. El primer discurso de Sant Kirpal Singh Ji,
en Occidente, se tituló: "Hombre, conócete a tí mismo". Ese,
en verdad, ha sido el mensaje de los santos en todas las
épocas. Ellos vienen a recordarnos nuestra verdadera identi-
dad. El misticismo, nos dicen, no es un vuelo de la imagina-
ción, más bien, es una ciencia interna práctica.
Hay unos cuantos conceptos erróneos acerca de la yoga
y de la espiritualid ad. Muchas personas ni siguiera creen en
la verdad de la experiencia mística. Aquellos que sí creen,
piensan a menudo que ésta es un regalo dado por Dios y que
unos pocos reciben por casualidad, la cual es_tá más al!á del
dominio del ser humano corriente. Así como la muerte es
universal e inevitable, de la misma manera lo es la solución
al problema de la muerte, la cual está al alcance de todos.
Una vez, el escritor inglés, G.K. Chesterton, estaba sen-
tado con varios amigos literatos. Discutían sobre cuáles libros
desearían tener si estuvieran extraviados en una isla desierta.
Uno de ellos dijo que le gustaría leer la Biblia. Otro, dijo: "Las
obras completas de Shakespear e". Cuando se le pidió su opi-
nión a Chesterton, respondió: "La Guía de Thomas para la
Construcció n Práctica de Barcos".
La espiritualid ad, en su verdadero sentido, demanda tal
enfoque práctico. No es un sendero de fe ciega o de dogmas.
No podemos lograr nuestra meta simplement e leyendo libros
y escrituras. La espiritualid ad no sólo plantea algunas verda-
des acerca de la naturaleza de la vida, sino que nos ofrece
una manera de experiment ar estas verdades de primera mano,
a través de las prácticas espirituales . Estas se apoyan en la
experiencia personal y en b percepción directa. Como Sant
Kirpal Singh Ji solía decir: "Sentimien tos, emociones y deduc-
ciones están todas sujetas al error. Ver está por encima de
todo". Hazur Baba Sawan Singh Ji y Sant Kirpal Singh Ji, Jos
dos grandes Maestros a cuyos pies de loto tuve la buena
fortuna de sentarme, presentaron la espiritualid ad como la

39
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

madre de todas las ciencias. Enfatizaron que si practicamos


las enseñanzas espirituales de los Maestros, podemos elevar-
nos sobre nuestra limitada conciencia física, a través de la
med1tac1ón y tener experiencias místicas de acuerdo con un
proceso natural. Estas experiencias nos conducen a la unidad
de nuestra alma con Dios y pueden concedernos ¡a inmorta-
lidad durante esta vida.
Generalmente, pensamos que la ciencia y la espirituali-
dad están opuestas la una a la otra, pero en realidad, el objetivo
primordial de ambas es conocer la verdad. Albert Einstein,
en cierta ocasión, conversaba con un cardenal católico alemán.
"Su Eminencia", dijo Einstein, "respeto la religión, pero creo
en la ciencia. Probablemente esta va en dirección opuesta a
ustedes".
El cardenal le respondió: "Mi querido hijo, estás equivo-
cado. Para mí, la religión y la ciencia son sólo diferentes aspec-
tos de la misma exactitml rlivina".
"Pero su Eminencia", dijo Einstein, "¿qué diría si la cien-
cia llegará algún día a conclusiones que sean directamente
contrarias a las creencias religiosas?".
"Bien", dijo el cardenal, "tengo el más alto respeto por
la competencia de los científicos y estoy seguro de que nunca
descansarían hasta que descubrieran su error".
Aunque la ciencia física y el misticismo buscan la verdad,
existe una diferencia en sus métodos de estudio. Las ciencias
físicas utilizan instrumentos de medida materiales, pero el
alma es sutil y solamente puede ser experimentada en el labo-
ratorio del cuerpo humano, cuando invertimos nuestra aten-
ción, elevándonos sobre la conciencia del cuerpo y remontán-
donos hacia las regiones superiores.
Si deseamos realizar un experimento en el campo de la
química o de la física, necesitamos un laboratorio bien dotado
y moderno, sustancias puras y la guía de un científico expe-
rimentado. Lo mismo se requiere para los experimentos que
hacemos con nuestra alma. El cuerpo humano, el cual, Dios
ha hecho con sus propias manos, es el laboratorio en el que

40
LA CIENCIA DE LA INMORTALIDAD

podemos comprobar l::is verdades de Ja espiritualidad. Tiene


dos componentes perfectos: nuestra alma y Dios. Si llevamos
a cabo el experimento de fusionar nuestra alma con Dios, bajo
la guía de un Mentor o Maestro perfecto, obtendremos los
mismos resultados de los que hablaron todos los grandes san-
tos.
La meditación es el método mediante el cual podemos
separar nuestra alma del cuerpo y del mundo externo, para
sumergirnos en Dios, el océano de toda conciencia. Este pro-
ceso de retirar el alma del cuerpo, es el mismo que experimen-
tamos en el momento de la muerte. La diferencia está en que
al morir, se rompe el "cordón de plata", que conecta el alma
con el cuerpo y ya no puede regresar. Pero durante la medi-
tación, este cordón de plata no se rompe y podemos regresar
al cuerpo, a voluntad. Una vez dominada, esta técnica puede
ser repetida muchas veces al día. Este proceso se conoce como
morir mientras se vive, que es en verdad, el arte de lograr la
inmortalidad. Thomas de Kempis, dijo: "Aprende a morir
para que puedas comenzilr a vivir". Cuando Jestís dijo: "A
menos que un hombre nazca de nuevo, no podrá ver el reino
de Dios" (Juan 3.3), estaba señalando el mismo principio. Sólo
cuando nos elevamos sobre el cuerpo, nacemos en espíritu.
Las escrituras musulmanas dicen: "Mauto-Kablantu-mauto"
o "Muere antes de la muerte". Sócrates dijo que los verdaderos
filósofos están "Siempre ocupados en el proceso de morir".
Dadu Sahib, uno de los más grandes místicos hindúes, dijo:
"Cada uno de nosotros debe morir el día señalado, ¿por qué
no aprendes a conquistar la muerte en el transcurso de tu
vida?" Esta muerte, a la cual todos le tenemos miedo, es
considerada como una fuente de felicidad por los místicos y
los santos. Cuando los sufíes celebran el aniversario de la
muerte de un santo, se refieren a la ocasión como un "Urs"
o un día de bodas. Es una ocasión para celebrar porque es
sólo con la muerte que el alma se une para siempre con Dios.
El gran poeta, Janab Shamim Karhani, ha escrito:

41
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

La festividad del 11aci111ie11to ter111i11ó


y la festividad de la 11111erte está aú11 por 11e11ir.
Una fiesta matrimonial ha pasado,
y la otra todavía está por llegar.
Los santos nos enseñan cómo concentrarn os en el tercer
ojo u ojo único. Este punto está entre y detrás del entrecejo
y representa el centro más elevado del alma en el cuerpo. A
él se refieren como el ojo místico, kooh-i-toor, divya clwkshu,
tisra tilo el Monte de la Transfigura ción. Inicialment e, cuando
enfocamos nuestra mirada allí, contemplam os oscuridad. A
medida que aumenta Ja concentraci ón, vemos la Luz brotando
de Ja oscuridad. Vemos las estrellas internas, después Ja luna
y el sol internos. Ustedes podrán haber encontrado en las
escrituras, referencias de las estrellas, la luna y el sol internos
y haberse preguntado si serían figuras literarias. Pero son, en
verdad, los primeros fenómenos que experiment amos en el
vi<Jje interno .
. A menudo, el misticismo utiliza paradojas. Dice que de-
bemos aprender a morir mientras vivimos, con el propósito
de vivir verdaderam ente. Afirma que aquel que está en el
sendero interno contempla al mediodía las estrellas y la luna,
y a la media noche. el sol en todo su esplendor.
A medida que nuestra alma se eleva sobre la conciencia
del cuerpo, empezamos a escuchar internamen te la Música
Celestial, el Verbo de· Dios. La música externa es un poderoso
instrument o para calmar la mente y atraer la atención, pero
el Verbo o Naam, la divina Melodía interna es incomparab le-
mente más poderosa y atractiva. A medida que nos concentra-
mos en ella, nuestra atención deja de vagar y la corriente de
nuestra alma es irresistiblem ente arrastrada hacia arriba. Escu-
char internamen te es Ja segunda práctica de meditación ense-
ñada por los santos. A ella se refieren como bhajan y propor-
ciona gran tranquilidad y bienaventu ranza. En los registros
de los místicos encontrarán referencias al trueno y a los soni-
dos produGidos por diferentes instrumento s musicales tales
como campanas, gongs, flautas, tambores, sirenas o pitos,

42
LA CIENCIA DE LA INMORTALIDAD

violines o guitarras y gaitas. Estos representan los sonidos


que en realidad se escuchan en las diferentes etapas de la
jornada interna.
En verdad, si observamos los lugares de culto, encontra-
remos símbolos de la Luz y la Música eterna. En las iglesias
encienden cirios y tocan campanas. F;n los templos prenden
lámparas y tocan tambores. En el templo Bahai, en Chicago,
la estructura tiene nueve lados. En el techo hay una abertura
a través de la cual, la luz penetra. La estructura misma simbo-
liza las nueve puertas del cuerpo humano: dos ojos, dos oídos,
dos fosas nasales, la boca y las dos aperturas inferiores.
Después de logr;u la completa concentración en el foco
del ojo, nuestro cuerpo físico queda atrás. En es~ momento
comprendemo s que no somos el cuerpo. De la misma forma,
al trascender el plano astral, queda también atrás el cuerpo
astral. Este proceso se repite cuando trascendemos las regio-
nes causal y supracausal. Entonces, encontramos que la luz
del alma es tan brillante como la luz de doce soles. El sol de
este mundo material ilumina todo el sistema solar. Pero
cuando penetramos internamente, descubrimos que la luz del
sol externo es tan sólo un reflejo de la luz del mundo astral.
De la misma forma, éste último es un reflejo del mundo causal.
¡Podemos imaginar cuán ilimitada es la brillantez y efulgencia
que caracteriza al mundo del espíritu puro!
Después de que el Maestro nos ha llevado a través de
los tres primeros planos internos, llegamos al'manantial del
Agua de Vida, conocido como Amritsar en las escrituras sikhs,
o como Chasma-e~Kausar en la tradición sufí. Cuando nuestra
alma prueba este néctar, porque se desprende finalmente de
todo rastro de mente, materia e ilusión y reconoce su propia
identidad. Entonces, 'maravillada exclama: "Yo soy Ese". El
espíritu puro reconoce por fin que es de la misma esencia de
Dios.
La fase final de su jornada ascendente conduce al alma
ante la presencia de su Creador. Esta región se conoce como
"Sach Khand", "Maqam-e-Ha q" o "Verdadero Hogar". Este

43
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

punto marca el final nuestra búsqueda espiritual. El hijo ha


retornado al regazo del Padre. Muchos Maestros del Surat
Shabda Yoga se han referido a Sach Khand como nuestra meta
o destino. De aquí en adelante, comienza el proceso gradual
mediante el cual, al final, la gota se funde en el océano. El
hijo no se distingue más del Padre y ya no hay ni "Yo" ni
"Tú". Es un estado para el cual no hay analogías en la vida
terrena. Está más allá de la concepción y la descripción.
En una de mis giras por el Occidente, un profesor univer-
sitario, me manifestó que él no podía aceptar Ja probabilidad
de alcanzar la unión divina del alma con Dios. "¿Cómo",
preguntó: "puede uno desear Ja aniquilación de su propia
identidad?". Le expliqué que todos somos microdioses y como
tales, tenemos una chispa de Dios dentro de nosotros. Cuando
meditamos, nuestro verdadero yo, gradualmente, se expande.
Constantemente estamos hablando del deseo de crecer en las
diferentes actividades de Ja vida. El resultado de la meditación
es el crecimiento del espíritu. Cuando alcanzamos Ja meta
ultérrima de la unión de nuestra alma con Dios, no perdemos
nuestra identidad. Al contrario, la expandimos hasta que lle-
gamos a ser co-trabajadores conscientes del plan divino. Los
santos siempre toman un enfoque positivo. Ellos no buscan
disminuir sino engrandecer.
La corte de Akbar, el gran emperador Moghul, fue cono-
cida a causa de sus nueve sabios consejeros, quienes fueron
reconocidos como las nueve luminarias o joyas. Con frecuen-
cia, el emperador les presentaba problemas y les pedía una
solución. Cierto día, tomando una vara, dibujó una línea en
el suelo. Volviéndose hacia las nueve luminarias, los desafió
a que cortaran la línea sin borrar ninguna parte de ella. Ellos
miraron la línea y luego al emperador, empezando a rascarse
sus cabezas. Como no encontraban ninguna solución, algunos
se preguntaban si su monarca se había vuelto loco . ¿Cómo
puede acortarse una línea a no ser que parte de ella sea borra-
da? Finalmente, Akbar, miró a Birbal, el más brillante de sus
cortesanos. Birbal, inclinándose, tomó uná vara y dibujó una

44
LA CIENCIA DE LA INMOlffALIDAD

línea paralela a la de Akbar, pero más larga.


Esta es la forma como trabajan los santos: no tratan de
borrar nuestra muerte física, pero al lado, dibujan la línea de
la vida eterna.

45
CAPITULO

Las maravillas del espacio interno


Desde que el Sputnik entró en órbita y los seres humanos
pusieron el pie sobre la luna más tarde, el espacio exterior ha
cautivado nuestra imaginación. Cada año surgen nuevos lo-
. gros en este campo y se abren nuevas perspectivas a la explo-
ración espacial. Los astronautas americanos y los cosmonautas
soviéticos son, en verdad, los héroes y heroínas de nuestra
época.
Aunque hemos logrado notables progresos y alcanzado
distantes planetas, tristemente, no estamos más cercn del co-
razón de nuestro prójimo. En verdad, hoy nos encontramos
al borde de un precipicio; un paso en falso y este bello planeta
nuestro, con sus miríadas de formas de vida, será destruido.
Sólo hay un camino para lograr la paz y felicidad perdurables:
Debemos hacer nuestro el reto de lo que he llamado "espacio
interior".
Para viajar al espacio interior tenemos que aprender
cómo elevarnos sobre la conciencia del cuerpo. Este cuerpo
humano es la plataforma de lanzamiento; el Naam, Shabd o
Verbo es el vehículo espacial; el Satgurú o Maestro es el piloto
y sistema de guía y el amor es el combustible que necesitamos
para este viaje interno. Dados estos cuatro requisitos, no hay
razón para que no podamos regresar a nuestra Fuente, el
Creador, durante este mismo período de vida. Este es el men-
saje eterno de los místicos.

47
LAS MARAVILL AS DEL ESPACIO INTERNO

Desde tiempos inmemori ales, los santos y profetas nos


han Jidw que así como tenemos mundos y universos exter-
nos. también tenemos mundos y universos internos. Nos han
hablado del viaje a estos mundos internos y en las escrituras
de las grandes religiones encontram os referencia s de tales
viajes místicos, cuyo fin último es la comunión del alma con
su Creador. Por unos pocos siglos, en aras de la ciencia, la
humanida d, particular mente en el Occidente , ha ignorado la
realidad interna. Pero la misma ciencia está redescubr iendo
esta antigua sabiduría. Empezan do con el libro del Dr. Ray-
mond Moody, Vida desp11és de la Vida, investigad ores médicos
han registrado las experienc ias "después de la muerte" de
muchas personas declarada s clínicame nte muertas pero que
revivieron . Con esta evidencia , los médicos están comenzan do
a tomar conciencia acerca de la existencia de una vida después
de la muerte o de una vida antes de esta vida. Se están dando
ú1e1Ha de que hay una conciencia individua l que 110 perece
al morir el L"llerpo y que mientras está en él, se identifica con
éste pero no es él. Es una concienci a que es capaz de separarse
del cuerpo y de ver y oír sin la ayuda de los órganos corporale s,
cuando se presenta una crisis inesperad a.
En efecto, esta verdad es el fundamen to de las tradicione s
esotéricas y religiosas legadas a nosotros desde los tiempos
más remotos. Tales tradicione s no sólo manifiest an que el .ser
humano es una entidad espiritual , una entidad que sobrevive
a la muerte física, sino que también afirman que es posible
para dicha entidad o alma, elevarse sobre el cuerpo mientras
todavía vive y entrar, a voluntad, en los reinos que existen
má'>, allá de lüs mundos físicos. Viajar .por el espacio externo
puede ser un nuevo concepto para la ciencia, pero viajar hacia
el espacio interno ha sido parte integral del misticism o desde
los albores de la historia.
Si deseamos explorar las maravilla s del espacio interior,
debemos experimen tarlo por nosotros mismos. Nuestro
cuerpo físico es la plataform a de lanzamien to para ir hacia el
espacio interior. Los santos, los profetas y las escrituras nos
48
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

dicen que el nacimiento humano es la única forma de vida en


la que podemos lograr la realización de Dios. El cuerpo hu-
mano es el templo que el Señor Dios ha construido con sus
propias manos. El no reside en los templos levantados por
'l~s manos humanas. Reside en el templo que El mismo ha
h~cho. Todos los santos y las escrituras dicen que el naci-
miento humano es la cima y corona de la creación, porque de
las 8.4 millones de especies de vida, sólo en la forma humana
tenemos la dorada oportunidad de realizar la unión de nuestra
alma con el Creador. Los musulmanes se refieren al naci-
miento humano como Ashraf-ul-makhlugat y los hindués lo
llaman nar-naraini-deh. Las escrituras cristianas dicen que Dios
hizo al hombre a su propia imagen. Se dice que cuando los
seres humanos fueron creados, aún a los ángeles se les pidió
inclinarse ante ellos, porque si desean fundirse con el Creador,
primero tienen que asumir la forma humana.
Entonces, el cuerpo humano es la plataforma de lanza-
miento para remontarnos al espacio interior. Por eso, tenemos
que invertir la atención del mundo externo y entrar al interno.
La atención o surat es el atributo del alma. Actualmente, nues-
tra atención va hacia afuera a través de los sentidos. Tenemos
nueve aberturas: dos ojos, dos oídos, dos fosas nasales, la
boca y las dos aberturas inferiores. Nuestra atención está atra-
pada en los placeres sensuales. Idealmente, nuestra alma de-
bería estar controlando a la mente y ésta a los sentidos. Pero
la situación es al contrario. Somos almas encarnadas y ambas,
el alma y la mente, viven juntas dentro del cuerpo humano.
Los sentidos arrastran a la mente y como alma y mente están
unidas, también nuestra alma es arrastrada por los placeres
sensuales. Así, somos incapaces de escapar a los atractivos
del mundo externo y de invertir nuestra atención hacia los
mundos internos. ¿No es extraño que por una parte Dios nos
haya ordenado llevar una vida ética y espiritual, mientras que
por la otra, haya llenado de tentaciones cada paso del sendero?
Nuestra condición ha sido descrita apropiadamente por el
gran sufí persa, .Khwaja Hafiz: "El hombre ha sido atado a

49
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

una balsa y abandonado en medio de los altos mares con la


advertencia: ¡Ten cuidado, no sea que tus ropas se mojen!"
Es en este aprieto que el hombre se da cuenta de su desamparo.
Entonces grita desde el fondo de su corazón y le ora a Dios
para que venga en su rescate. Gurú Gobind Singh, el décimo
Gurú de los sikhs, ha dicho que Dios escucha más rápido el
llanto de una hormiga que el trompeteo de un elefante. Uno
de mis versos, en urdú, dice:
S11n11e ga rooh parwaaz
dey kc dck/1 zaraa,
Qan:c/1 lwi 11sey aaw:: dey ke dekh zarna.
El está dispuesto a esrncliaril'
si sola111c11te c/crns t11 espíritu.
El está 11111 cerca de tí,
L/á11111/o, con seguridad rcspo11derá.
Dios escucha el llanto que sale de los corazones y almas
de los buscadores sinceros. El envía, desde los más elevados
cielos, a los santos o Maestros para que nos rescaten de las
garras de los deseos y enredos mundanos. Nos enseñan a
invertir la atención, del mundo externo al interno y nos llevan
de regreso al Hogar, a través del contacto directo, de primera
mano, con el Verbo o Sagrado Naam.
Así como tenemos una nave para ir al espacio externo,
utilizamos el vehículo del Sagrado Naam o Verbo para viajar
a través del espacio interior. Gurú Nanak, dice:
El Naam creó todos los m1111dos
y 1111iversos
El Naam sostie11e toda vida y creación.
La 'Luz de Dios y la Música de las Esferas son las mani-
festaciones primarias del Poder Creador que dieron lugar a la
existencia de las regiones interiores, a todos los universos, a
la humanidad y a todas las demás especies de vida. Desde el
comienzo del tiempo, ha sido Ley de Dios que quien desee
obtener la comunión de su alma con el Creador, lo hará a
través del cpntacto directo con la Luz de Dios y la Música de
las Esferas.

50
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Dado que necesitamos el vehículo del Naam o Verbo


para viajar por el espacio interior, surge la pregunta: "¿Cómo
podremos abordar este vehículo?" Según el Surat Shabda
Yoga, el método más natural es conectando la atención o surat
con el Poder del Naam n Verbo. Uniendo la atención con el
Shabd podemos reunirla con su Fuente. El proceso de la me-
ditación empieza cuando nos concentramos en el más elevado
asiento del alma dentro del cuerpo, conocido como tercer ojo
u ojo único. Cuando nuestra atención es concentrada en el
centro del ojo, la oscuridad que i11icialmente vemos, es disi-
paJ<.1 y percibimos Jireclc1111enle l.:i Luz Je Dios.
Junto con la visión interna, comenzamos a escuchar el
Verbo de Dios, el no interpretado Shabd o Música Celestial.
Esta práctica es conocida como bhajan o escuchar la Corriente
de Sonido. A medida que la conciencia se concentra en el foco
del ojo, sentimos que el cuerpo se adormece. Las corrientes
motoras que sostienen las diferentes funciones corporales que-
dan intactas, pero las corrientes sensorias comienzan a reti-
rarse hacia arriba. Este proceso de retiro es similar al que se
experimenta en el momento de la muerte. Sin embargo,
cuando es practicado bajo la guía de un Adepto, es un proceso
sin dolor y lleno de felicidad. Comienza con el Simran o visión
interna y es grandemente acelerado, durante el Bhajan o au-
dición interna, cuando nos concentramos en la Música interna.
Al trascender completamente el cuerpo, contemplarnos
la forma radiante interna de nuestro Maestro. Ahora, nos
damos cuenta de que, a diferencia de cualquierr otro profesor
o amigo, el Maestro está siempre con nosotros y, en cierto
sentido, más cerca de nosotros que nosotros mismos. Al com-
prender que el nos está guiando y protegiendo constantemen-
te, nos colocamos bajo su dirección y él nos guía etapa tras
etapa, durante el resto de nuestra jornada sin reposar hasta
que seamos uno con el Creador.
Además de una plataforma de lanzamiento y de un vehí-
culo para viajar por el espacio, necesitamos también un piloto
y un sistema de guía. En el caso del espacio externo, miles

51
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

de técnicos y científicos recolectan y proveen de datos al com-


putador para capacitar a quienes están en la nave espacial con
el fin de que viajen en forma segura. Pero pílra viajar hacia
el espacio interior sólo necesitamos la ayuda del Adepto espi-
ritual. Es el Maestro viviente quien nos da la guía necesaria
y nos lleva en el vehículo del Sagrado Verbo o Naam hasta
nuestro destino final. Nos enseña cómo elevarnos sobre la
conciencia del cuerpo y nos concede una experiencia directa
de la Luz de Dios y de la Música de las Esferas.
Con frecuencia, me han cuestionado el porqué la necesi-
dad del Maestro viviente o Gurú si deseamos seguir el sendero
espiritual. La gente dice: "Hemos tenido grandes maestros
tales como Budha, Mahavira, Cristo, el Profeta Mahoma, Gurú
Nanak y otros. ¿Por qué entonces necesitamos un Maestro
viviente?" Es sorprendente que ésto nos preocupe sólo en el
campo de la espiritualidad. En casi todos los demás quehaceres
humanos, claramente aceptamos la necesidad de un profesor
viviente.
En el campo de los estudios académicos, sabemos que
no hay substituto para el profesor viviente, para aprender
cualquiera de las ciencias de la humanidad. Así, enviamos
ª
nuestros hijos a la escuela y cuando han crecido, Jos colegios
y universidades. Si deseamos hacer un experimento en el área
de la física, con seguridad buscamos un profesor que sea
competente en esta materia. No nos importa si él o ella vienen
de alguna nación en particular o si pertenecen a alguna tradi-
ción religiosa específica. Lo que nos importa es su competencia
en la respectiva disciplina. Igual sucede con cualquiera de las
artes. Si es nuestro deseo aprender un arte, tenemos que
estudiarlo a los pies de un artista. Yo soy poeta y tuve que ir
a donde uno de los principales poetas de la lengua urdú, de
la época, Janan Shamim Karhani, quien me enseñó todo lo
referente a la prosodia y demás refinamientos de la poesía.
Si no hay substituto para un profesor viviente en las
actividades profanas ¿por qué no aceptamos el mismo princi-
pio en el campo de la espiritualidad? En verdad, en el caso

52
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

del sendero místico, hay dos razones adicionales especiales


por las que debemos tener un guía o Maestro viviente. Cristo
dijo que cuando le hablaba a las multitudes, lo hacía en pará-
bolas, pero que a sus discípulos se dirigía en términos directos.
Las escrituras describen las experiencia s y revelacione s inter-
nas legadas a nosotros por los santos, sabios y profetas. Ellos,
con frecuencia, se refieren a regiones más allá del alcance de
nuestro intelecto y entonces, recurren a la parábola, a la ale-
goría o al símbolo. Si no tenemos la guía de un Hombre-Di os,
que haya recorrido por sí mismo los planos internos, que viaje
internamen te cada día, en realidad, muchas veces al día, to-
maremos como figurativo lo que tiene un significado literal y
viceversa.
Las escrituras son invaluables como registros de las reve-
laciones pasadas, pero si queremos entender su verdadera
importancia , necesitamo s la ayuda de un Adepto viviente.
Ellas, son como la Bella Durmiente que regresó a la vida sólo
cuando recibió el beso de un príncipe viviente. En verdad, el
Maestro, el Hombre-Di os, el profesor viviente, con su toque
mágico da vida a los libros sagrados del pasado y los hace
hablar con tal exactitud, que al principio puede tomarnos casi
por sorpresa.
El conocimien to, sin embargo, es sólo una parte del do-
minio de la espiritualid ad y además, la más pequeña. El mis-
ticismo se apoya en última instancia, en la experiencia directa
de primera mano. No es un sendero de dogma o creencia
ciega. Un santo ha dicho: "A menos que vea con mis propios
ojos, no creeré ni siquiera en lo que mi Maestro diga". Noso-
tros mismos necesitamo s experiment ar la realidad interna.
Necesitamo s viajar al espacio interno. La ayuda del Maestro
viviente es crucial si queremos lograr el correcto entendi-
miento de nuestras escrituras. Es aún más indispensab le
cuando vamos a emprender la tarea de ir internamen te. Nece-
sitamos a alguien que haya recorrido el espacio interior, que
haya viajado a través de las muchas regiones internas y se
haya fundido con Dios. En verdad, si queremos tener éxito,

53
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

es tan definitivo el papel del Adepto viviente, que su impor-


tancia difícilmente puede ser enfatizada. Es él quien primero
nos trae a Sus pies, porque como dice un dicho sufí: "El amor
primero emana del corazón del Amado". Todos somos ovejas
extraviadas. No podemos encontrar el camino sin la ayuda
del pastor. Ni siquiera estamos capacitados para reconocer
nuestro pastor. Es el Hombre-Dios, quien por su profunda
compasión, se apiada de nosotros y nos atrae con su radiación.
Trae consigo los inexplicables tesoros del Señor Mismo, ocu-
pándose solamente de su distribución. El no mira nuestros
fracasos, nuestras limitaciones, nuestros pecados. Si lo hiciera,
¿quién podría ser digno de este don divino? El gran regalo
que nos concede es la iniciación o contacto con el Poder del
sagrado Verbo o Naam.
El Maestro no es un mortal corriente, sujeto a las limita-
ciones de la existencia individual. Siendo uno con el Señor,
comparte sus atributos. Aunque nos guía a cada paso, en
cada vuelta, somos inconscientes de su cuidado permanente.
Sin embargo, una vez nos elevamos, le vemos llevándonos
bajo sus alas protectoras y ayudándonos, etapa tras etapa, a
recorrer los planos espirituales interiores.
La tremenda complejidad y los peligros potenciales del
viaje ai espacio exterior hacen necesaria la utilización desiste-
mas de guía especiales, dirigidos por científicos, en centros
de control desde la tierra. El Maestro viviente realiza una
función similar. Aunque esté a miles de millas de distancia,
provee guía y asistencia al discípulo en todo momento, a
través del poder de la transferencia de pensamiento. Entonces,
de nuevo, viajar al espacio interior conlleva aún mayores ries-
gos que viajar al espacio exterior. El sendero se encuentra
obstaculizado por distracciones y tentaciones. No es fácil ir
más allá del alcance de. la mente, la cual, es un adversario
sumamente sutil y encuentra millones de formas para retener
al alma dentro de su ámbito. Si llegamos con éxito a nuestro
destino final, se debe al omniabarcante amor y gracia del
Maestro. Somos incapaces de impulsarnos por nosotros mis-

54
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

mos. Sin su guía, dirección y protección constantes, nos per-


deríamos miles de veces antes de pasar siquiera por los niveles
preliminare s de Ja jornada.
Mi propio Maestro, Hazur Baba· Sawan Singh Ji, solía
decir: "Trátame como si fuera tu hermano mayor o tu padre.
Trátame como a un viejo amigo o a tu profesor. Escucha lo
que te digo y practica Jo que te he enseñado. Una vez que
vayas internamen te, podras llamarme con el nombre que gus-
tes".
Cuando viajamos al espacio exterior, necesitamo s un
combustible especial para nuestra nave. El combustible co-
rriente no puede servirnos para recorrer el camino que tene-
mos por delante. Para el viaje al espacio interior también ne-
cesitamos un combustible especial, el combustible del amor
divino. Si queremos lograr la meta final de ser uno con Dios,
sólo podremos hacerlo desarrollan do amor por El y por toda
Su creación. La palabra "amor" aflora fácilmente a nuestros
labios y hablamos muchísimo de la hermandad del hombre
y de la necesidad de la comprensió n y la compasión, pero
esto sólo lo hacemos desde un nivel intelectual. No es más
que una declaración verbal. No creemos en el amor en lo más
profundo de nuestro corazón, en lo más profundo de nuestra
alma.
Los santos hablan del amor que permea cada átomo,
cada célula de nuestro ser. Es un amor que mira hacia Dios
y hacia todo ser humano; es un amor que no desatiende esta
vida o e:>te mundo por la vida del más allá o el mundo del
más allá. Es un amor que contempla toda la creación como
obra de Dios, haciéndono s ver que si fracasamos en el amor
hacia las criaturas de Dios, ya sea un ser humano, un ave o
una bestia, fracasaremo s en amar al Creador. Es un amor que
nos inspira de la forma como lo hizo con San Francisco de
Asís, quien consideraba a un simple burro como a su propio
hermano.
La ciencia espiritual nos invita a ser íntegros o seres
humanos cabales. Estamos constituido s de tres partes: cuerpo,

55
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

mente y alma. Tenemos un cuerpo físico y es apenas natural


que nos desarrollemos físicamente y aseguremos la salud de
nuestro cuerpo. Del mismo modo, tenemos un intelecto y
hacemos todo el progreso posible en el campo intelectual. En
verdad, en los últimos años, los logros en el campo de la
ciencia y de la tecnología han sido tan espectaculares que ya
nos han comunicado con el universo que nos rodea. Pero
junto con el cuerpo y el intelecto tenemos el alrna, la cual
anima a estos dos y hasta ahora, la hemos menospreciado.
Los santos y los sabios nos dicen que también debemos desa-
rrollarnos espiritualmente. Es sólo haciendo ésto que podemos
esperar convertirnos en seres completamente integrados y
darnos cuenta del potencial oculto que yace dentro de noso-
tros.
En una de mis giras, conocí a un astronauta que había
ido a la luna y hablamos del viaje a través del espacio interior
y exterior. Existen paralelos entre los dos, expliqué, los cuales
están relacionados el uno con el otro. Dijo que cuando la nave
despegó de la tierra, no era más que un científico cuya mente
estaba ocupada por completo en la difícil misión a la que había
sido enviado. Sin embargo, cuando completó está misión e
iba de regreso a casa, su mente comenzó a expandirse hasta
los planetas y cuerpos celestes ante él. Este planeta madre,
rodeado de un halo azul, lucía tan exquisitamente hermoso
que se llenó de amor por todo lo que abarca, por todas las
formas de vida que sustenta. Había abandonad.o esta tierra
como científico y ahora regresaba casi como un místico.
El día que salimos de nuestro planeta, nuestra persona-
lidad adquirió una dimensión interplanetaria. Si viajando al
espacio exterior podemos transformar así nuestra forma de
percepción, imagínense lo que podría lograrse viajando al
espacio interior. Es significativo que los más grandes exponen-
tes del amor universal que el mundo ha conocido, hayan sido
los santos y los místicos, los Maestros del espacio interior.
Son ellos quienes nos han hecho comprender la Paternidad
de Dios y la hermandad del hombre. El amor, según ellos,

56
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

no es algo abstracto sino una realidad viviente. Ellos son en-


carnaciones del servicio y del sacrificio. Los anales del misti-
cismo y de la espiritualidad están llenos de mártires que volun-
tariamente dieron sus vidas por amor a la humanidad. Para
nosotros, en el mundo exterior, Ja unidad de toda vida es una
suposición mental o un concepto intelectual, pero cuando
vamos internamente, nuestra visión se hace más sutil. Al avan-
zar en el sendero interior, percibimos cada vez más la Luz de
Dios que irradia cada objeto a nuestro alrededor. Sólo cuando
vemos que toda Ja creación es sustentada por Ja misma vida,
la misma Luz, podemos finalmente amar a nuestro prójimo
como a nosotros mismos. Entonces, adquirimos la humildad
infinita de los santos, porque a los ojos de quien puede ir al
espacio interior a voluntad, tanto Ja más insignificante como
Ja más elevada de las criaturas, son bendecidas con la divini-
dad.
Si amamos a cada criatura no puede haber enemigo ni
extranjero, tampoco habrá lugar para el odio ni la desconfian-
za, la violencia o la guerra. Viviríamos en perfecta armonía y
paz como hijos del mismo Padre. Esta es la meta hacia la cual
los místicos y los santos han estado siempre dirigiendo nues-
tros pasos. Ellos vienen a nosotros diciéndonos: "No somos
el cuerpo sino espíritu. ¿Por qué sacrificarlo todo por él?
Aprende a elevarte sobre la conciencia del cuerpo y explora
las maravillas del espacio interior. Descubre por tí mismo tu
propia divinidad y Ja de toda la creación".

57
CAPITULO

El vehículo perfecto

A través de las edades, en diferentes partes del mundo,


la humanidad ha tratado de dfi!sarrollar diferentes técnicas
para explorar el espacio interior. Los exploradores del espacio
interior dejaron relatos sobre sus viajes y exploraciones y estos
registros han llegado a ser reverenciados como las escrituras
de las religiones del mundo.
Los santos, quienes han aparecido en diversos lugares,
en épocas diferentes de la historia, liberaron sus almas de sus
cuerpos y han recorrido los reinos del espacio interno. Han
resuelto el misterio de la vida y de la muerte y alcanzado la
meta final de comunión con la Fuente de toda vida. Quienes
hoy deseen viajar al espacio interior podrán obtener una indi-
cación en estas escrituras sobre la naturaleza de la jornada,
pero no es suficiente sólo leer tales reportes. Necesitamos
experimentar por nosotros mismos.
La gente se ocupa en los ritos y rituales, va a los templos
e iglesias, adora las reliquias y escritos de los santos y escucha
los sermones e interpretacion es de las escrituras. Aunque estas
prácticas pueden inspirar el deseo por la vida interna, no nos
ayudan a experimentarl a realmente. Estas prácticas y formas
externas son símbolos de las verdades internas y no pueden
substituir Ja realidad, así como los cohetes de juguete no pue-
den llevarnos a la luna.

59
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Si dt>seamos explorar las maravillas del espacio interior,


nosotros mismos debemos emprender la jornada. El esfuerzo
más probado y sistemático en esta dirección, quizás haya ve-
nido del Oriente. India ha sido la cuna de muchas formas de
yoga. La p,1labra "yoga" generalmente nos hace pensar en
ciertas posturas y ejercicios que ayudan a dar flexibilidad y
salud al cuerpo. Pern usada en su sentido original, se apoya
en una disciplina, en el control de sí mismo. El fin de esta
autodisciplina es un estado de sa111ad!zi. El término sánscrito
s1111111d/1i implica un estado de igualdad o unidad con nuestra
propia r;1íz o cc1usa. Dicho en otras palabras, la yoga tiene
como única meta la unión con el Creador.
El Bhagavad Cita habla de diferentes formas de yoga.
En los últimos años, los estudiantes de la espiritualidad en el
Occidente, se han hecho cada vez más conscientes de la diver-
sidad de técnicas que están disponibles para nosotros. Al en-
fre11L<1r lct11La variedad, uno puede desconcertarse. ¿Qué sen-
dero deberíamos seguir? La pregunta es vital si no deseamos
desaprovechar la oportunidad que la vida humana nos provee.
Pero no es fácil decidirse porque los exponentes de cada yoga
reclaman la suya como la más elevada.
Una ayuda para escoger el camino más apropiado en
esta edad moderna, es mirar primero la filosofía básica de la
yoga tradicional y luego considerar el Surat Shabda Yoga, el
sendero de la Luz y el Sonido internos. Luego, necesitarnos
considerar cuatro aspectos: naturalidad, velocidad, seguridad
y alcance.
En verdad, somos almas aún cuando generalmente pen-
semos que sólo somos cuerpo y mente. En realidad puede
decirse que nuestra alma está vestida por este cuerpo, al igual
yue nuestro cuerpo lo está por sus prendas de vestir. En
verdad, según la yoga, nuestra alma no sólo está cubierta con
el cuerpo físico, el cual es conocido como anua-mai-kosha, sino
también por otras cuatro envolturas cada vez más sutiles.
Estas envolturas o koshas son: pran-mai-kosha, mano-mai-kosha
y a111111d-111ai-koslza.

60
EL VEHICULO PERFECTO

La meta del aspirante es librarse de ellas, quitando una


por una hasta que el alma vea qué es y reconozca que es de
la misma esencia de Dios. Para lograr este objetivo, la yoga
más ortodoxa y sus ramas modernas empiezan desde la parte
más baja. De uno u otro modo, regresan al Ashtang Yoga de
Patanjali u óctuple sendero. Involucran un riguroso curso de
ejercicios orientados a disciplinar el cuerpo y la mente. Tam-
bién buscan canalizar y someter las energías pránicas por medio
de la respiración yóguica y la activación del kundalini o poder
serpentino que yace enrollado y dormido en la base de la
espina dorsal.
Los aspirantes de algunas de estas formas tradicionales
de yoga, generalmente empiezan intentando la concentración
de las energías pránicas en el clwkra o centro más bajo·, situado
en la base de la espina dorsal, conocido como el g11da clwkra.
Aunque los chakras no deben confundirse con los órganos
corporales, su ubicación puede ser descrita en términos de
estos órganos. Cuando el aspirante ha dominado completa-
mente el xuda chakra continúa con el centro inmediatamente
superior, conocido como indri clzakra, localizado cerca al órgano
generativo. Después, el aspirante continúa su camino ascen-
dente hacia el centro cercano al ombligo, conocido como el
nabhi chakra. Después llega al l1riday cltakra, localizado cerca al
corazón. Avanza hasta el chakra situado entre y detrás de las
cejas, conocido como el ajna chakra. Solamente al llegar a este
punto final, es cuando logra la completa trascendencia del
cuerpo. Este proceso de activar e iluminar los chakras, uno a
uno, es extremadamente lento y requiere mucho tiempo.
Existen otras formas de yoga que, para el progreso espi-
ritual, se basan en la fuerza de la mente y del intelecto. Si
tenemos un poderoso intelecto, podemos hacer uso de Ja dis-
criminación intelectual, para distinguir entre lo permanente
e impermanente, entre lo real y lo falso. Entre más persistente
y sutil sea el discernimiento, mayor será la habilidad para la
concentración intelectual. Esta es la Jnana yoga.
AlternativamPnte, si uno tiene una naturaleza emocional

61
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

n1uy marcada, puede desarrollar una adoración apasionada


por alguna manifestación de lo Divino. Con el desarrollo de
la concentración, se olvida el mundo externo y el cuerpo.
llegando a identificarse más y más con el objeto de adoración.
A su debido tiempo, cuando aumenta la devoción, el aspirante
pierde su pequeño ser y ve la deidad omnipermeante. Esto
se conoce como Bhakti Yoga o yoga de la devoción.
Ahora, miremos brevemente el Surat Shabda Yoga. Los
santos nos dicen que Dios, el Absoluto, es Sin Nombre y Sin
Forma. Cuando entró en expresión, creó los medios para que
aquellos yue anhelaran la unidad con El, pudieran retornar a
su Hogar eterno. El significado de ésto no es otro que Verbo
de Dios o Naam. Los atributos elementales de este Poder son
la Luz y el Sonido. Este Poder sustenta toda la creación y
fluye dentro de cada uno de nosotros. Puede ser contactado
sólo al trascender la conciencia del cuerpo. Una vez nos afe-
rremos a él, podremos viajar de regreso a nuestra fuente
divina.
Según el Surat Shabda Yoga, el contacto con el Poder
del Naam o Verbo es el medio más natural para el progreso
espiritual. La palabra "surat" significa "atención" y la concen-
tración es el atributo primario del alma. Quienes siguen el
sendero de los Maestros aspiran a unir el surat con el Shabda
o Verbo y luego, ir en pos de él, de regreso hacia la Fuente.
El factor cruda! en el sendero es el desarrollo del pod~r
de la concentración. La atención o conciencia, son esencial-
mente facultades del alma. El buscador aprende a enfocarlas
en el centro, entre y detrás de las cejas, el cual es el asiento
más alto del alma en el cuerpo.
Como una ayuda en este esfuerzo y para prevenir que
la mente corra alocada, el Maestro otorga cinco Nombres car-
gados que deben repetirse con la lengua del pensamiento, no
físicamente. La potencia de tal repetición o simran no está en
las palabras en sí, sino en la., carga transrerida por el Adepto,
quien es uno con el Señor. Cuando nuestra atención se enfoca
en el centro del ojo, la oscuridad inicial es dispersada por la
62
EL VEHICULO PERFECTO

Luz. Con una mayor concentración, comenzamos a ver las


estrellas, la luna y el sol internos. Este proceso de concentra-
ción creciente va acompañado del retiro gradual de las corrien-
tes sensorias y sentimos entumecerse el cuerpo.
El segundo método de meditación es la concentración
en el Sonido interno o Shabd. Escuchamos la Música Divina
con el oído interno y el proceso de retiro sensorio se acelera
hasta que nos elevamos sobre el cuerpo físico. Entonces, nos
encontramos cara a cara con la forma radiante del Maestro,
la cual nos guía de ahí en adelante y no nos abandona hasta
que nos volvamos uno con el Creador.
Habiendo discutido Jos principios básicos de las diferen-
tes yogas, consideraremos ahora el primer aspecto: naturali-
dad. Para practicar cualquiera de las formas más tradicionales
de yoga, necesitamos poseer dotes especiales. No todos Jos
que deseen viajar al espacio exterior pueden hacerlo. Sólo
unos pocos individuos, altamente expertos, especialmente en-
trenados y excepcionalmente saludables y aptos, llegan a ser
astronautas. El viaje al espacio exterior está reservado para
los pocos seleccionados que, después de años de entrena-
miento especial, sean capaces de resistir las tensiones físicas
y psicológicas asociadas con los medios actuales de transporte
hacia el espacio exterior.
El viaje hacia el espacio interior, a través de muchos de
los senderos yóguicos, es tan limitado como el otro. Si practi-
camos la yoga basada en el control del prana e intentamos
dominar todas las energías corporales con la ayuda de postu-
ras complicadas, requerimos un cuerpo fuerte y saludable y
una dieta altamente especializada. Este sendero no puede ser
practicarlo por los muy jóvenes o los muy ancianos. También
está vedado para los enfermos o faltos de salud. Y lo que es
más, las diferentes prácticas son tan exigentes y demandan
tanto tiempo, que no es práctico que un individuo común que
trabaje y mantenga una familia, se ocupe en ellas. Por esta
razón, en India, era tradicional que en estas formas de yoga
los aspirantes renunciaran al mundo. Ellos se convertían en

63
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

sannyasin o monjes y su sustento dependía de la generosid<1d


de la gente común. Pero <1hora, la situación es muy difícil.
Hoy, cuando nuestras necesidades se han multiplicado y el
nivel de vida ha aumentado, un asalariado difícilmente puede
sostener a su familia. Frecuentemen te, los dos esposos traba-
jan y se aspira a que los hijos se independicen económicamen te
lo más pronto posible. La verdad es ineludible: actualmente,
las yogas que requieren dedicación de tiempo completo y la
renuncia al mundo, no son prácticas.
Si Dios sólo pudiera alcanzarse a través de las formas
tradicionales de yoga, entonces, El sería exclusivo. En verdad
algunas yogas son tan exigentes respecto al tiempo y la salud
corporal, que para practicarlas rigurosamente necesitamos re-
nunciar a la vida normal. Sólo unos pocos afortunados que
pudieran permitirse el lujo de renunciar al mundo, y además,
'que estuvieran dotados con excelente salud y maravillosa re-
sistencia física, podrían aspirar a lograr el conocimiento de sí
mismos y la realización de Dios. Pero Dios no es monopolio
del joven o de quienes poseen un buen físico. Igual que la
lluvia y el sol, los dones del Señor deben ser gratuitos y dis-
ponibles para todos.
Los Maestros del Surat Shabda Yoga nos dicen que ésto
es así en verdad, que la espiritualidad es un don de Dios tan
natural como todos los demás. El sendero que nos ofrecen es
accesible parn todos, jóvenes y viejos, enfermos y sanos, ile-
trados e instruidos, ricos y pobres, hombres y mujeres y aún
niños.
La yoga que ellos enseñan no requiere dotes excepciona-
les del cuerpo ni de la mente. No exige un horario que haga
imposible la vida normal. En el Surat Shabda Yoga -la Ciencia
de la Espiritualidad - uno puede avanzar incluso, si dedica
diariamente una décima parte de su tiempo a las prácticas de
meditación. Además, es posible continuar con los asuntos
cotidianos de la vida. No ;e nos pide volverle la espalda a la
sociedad ni abandonar n~estra familia o profesión. Dicho en
otras palabras, no estamos para convertirnos en renunciantes

64
EL VEHICULO PERFECTO

o en una carga para los demás.


En verdad, la gran ventaja del Surat Shabda Yoga es su
naturalidad. Todo el tiempo, nuestras facultades de ver y oír
permanecen orientadas hacia el mundo externo. Los Maestros
de este sendero nos enseñan a invertir y enfocar dichas facul-
tades hacia dentro, y así, embarcarnos en el vehículo del
Naam. El uso de dichas facultades no presupone ningún don
especial: ellas forman parte del equipo conque la naturaleza
nos ha provisto a cada uno. Para su empleo no requerimos
ninguna postura especial ni ejercicios respiratorios. Todo lo
que necesitamos es un lugar donde no seamos interrumpidos.
En verdad, la espiritualidad no es sino Ja reorientación de la
atención, de Jo externo hacia lo interno. Este punto le fue
demostrado al gran místico Bulleh Shah, cuando encontró por
primera vez a su Maestro, Inayat Shah, quien era un jardinero.
Cuando el aspirante Je preguntó al santo sobre el secreto de
la espiritualidad, Inayat Shah dijo: "Es sencillamente un
asunto de trasplante. Desenraizar la atención de aquí y plan-
tarla allá".
Como hemos visto, El Surat Shabda Yoga no depende
de ninguna disciplina física, emocional o intelectual extraordi-
naria. No prescribe ejercicios, prácticas ni posturas especiales.
Podemos adoptar cualquier posición confortable en la que
permanezcamos inmóviles durante el mayor tiempo posible.
Incluso, un niño o una persona anciana pueden practicarlo.
El Surat Shabda Yoga no sólo es el medio más natural
sino también el más rápido para lograr nuestra meta. En esta
era de la exploración espacial, deseamos utilizar el sistema de
propulsión de cohetes más efectivo del cual dispor>gamos.
Esta es una era de velocidad, de atajos y estamos impacientes
por llegar a nuestro destino. Queremos conseguir todo lo que
abrigamos en nuestro corazón, en el menor tiempo posible.
A este respecto, el Surat Shabda Yoga no nos falla. Como
hemos visto, las yogas tradicionales empiezan con la disciplina
del cuerpo. Después, inieian en el centro más bajo, localizado
en la base de la espina dorsal, luego ascienden hacia el centro

65
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

más próximo entre y detrás de las cejas. Este proceso es largo


y demanda mucho tiempo. El Surat Shabda Yoga ha eliminado
todos estos pasos. Si el foco del ojo es el asiento más alto del
alma en el cuerpo humano y si desde este punto descienden
las corrientes del alma hacia las diferentes partes del cuerpo,
entonces, en lugar de controlar los centros inferiores, ¿no es
mucho más rápido y sencillo empezar a concentrarse en el
mismo centro del ojo? Esto es lo que enseñan los Maestros
de este sendero. Ellos empiezan donde terminan la mayoría
de las formas tradicionales de yoga.
Además nos explican que la vida, en el mundo físico,
depende de dos fuerzas o corrientes: la motora y la sensoria.
Las corrientes motoras controlan el funcionamient o de nues-
tros órganos vitales, incluyendo el crecimiento de las uñas y
del cabello, la respiración, la digestión y la circulación de la
sangre. Por otra parte, las corrientes sensorias proveen las
sensaciones. Cuando éstas se difunden por el cuerpo percibi-
mos una sensación. Pero cuando se retiran de las extremida-
des, los miembros se entumecen. La mayoría de las formas.
tradicionales de yoga tratan de controlar las corrientes motora
y sensoria por medio del control de la respiración. Pero los
Maestros del Surat Shabda Yoga no emplean tal método ni
interfieren con las corrientes motoras.
Aunque las corrientes motoras son necesarias para el
funcionamient o del cuerpo físico, son las corrientes sensorias
las que intervienen en el proceso de la meditación y de elevarse
por encima del cuerpo. Además, cuando desarrollamos cual-
quier actividad no somos conscientes de la respiración. Mien-
tras escuchamos a alguien, ¿acaso somos conscientes de nues-
tra respiración, de los latidos de nuestro corazón o de la circu-
lación? Cuando nos concentramos en una labor, somos incons-
cientes de la respiración y el cuerpo continúa con sus funciones
vitales aún cuando nuestra atención no esté enfocada hacia
ellas. Similarmente, al concentrarnos en el centro del ojo du-
rante la meditación, nuestras corrientes sensorias se retiran
pero no interferimos con las motoras, las cuales prosiguen
66
EL VEHICULO PERFECTO

sus funciones naturalmente. Adoptando este enfoque, se aho-


rra mucho tiempo y esfuerzo.
El Surat Shabda Yoga es también el sendero más seguro.
La seguridad puede parecer un criterio extraño, pero es el
más relevante. Todos somos conscientes de los peligros inhe-
rentes al viaje espacial. Constantemente se debe estar alerta.
Cuando viajamos al espacio exterior, inevitablemente corre-
mos el riesgo de ser golpeados por algún meteoro, o si desvia-
mos la ruta, podemos ser atraídos por la fuerza gravitacional
de uno u otro cuerpo celeste. Si nos acercamos al sol, el intenso
calor puede destruirnos o podemos ser bombardeados por la
radiación. También existe eJ peligro de perder el camino y
quedar flotando en el espacio para siempre. Teniendo en
cuenta la complejidad y los riesgos del viaje espacial, gran
parte de la orientación es llevada a cabo desde un centro de
control en tierra. Apoyados con sofisticados computadores,
estaciones de radar y avanzados sistemas de comunicación,
el centro de control orienta la nave espacial en forma segura.
Viajar al espacio interior no difiere mucho del viaje al
espacio exterior. En verdad, el espacio interior es mucho más
vasto y complejo, por lo cual, viajar a través de él, puede ser
más arriesgado. Por ejemplo, hay muchos peligros que pue-
den asaltar al practicante de las formas tradicionales de yoga,
aún cuando lo haga bajo la guía de un gurú. Con frecuencia,
dichas yogas tratan de activar las energías internas que tene-
mos encerradas, como una ayuda para el viaje espiritual. Sin
embargo, -el despertar el poder del kundalini puede estar
acompañado de sensaciones de calor o quemazón, las cuales
pueden permanecer por tiempo prolongado. En cierta ocasión,
un hombre, a quien le fue activada dicha energía, vino a
donde Sant Kirpal Singh Ji. El tuvo sensaciones agonizantes
durante dos años y no sabía cómo superarlas. Cuando empezó
a practicar el Surat Shabda Yoga, encontró la solución a su
problema. En muchos sistemas de yoga, al igual que al desper-
tar ~I kundalini, los aspirantes notan que no se encuentran
en perfecto control. Es como si otro poder hubiera tomado el

67
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

control de la psiquis y uno fuera simplemente un conducto.


Si nuestro objetivo es elevarnos hacia la completa conciencia
para purificarnos y expandir nuestro ser hasta que se de cu en ta
de la semejanza con el Ser Superior, entonces tal suspensión
del control de sí mismo, difícilmente puede decirse que avanza
hacia este fin.
En ciertas formas de samadhi, mediante la ayuda de la
respiración yóguica, el aspirante no experimenta un estado
de bendición consciente sino una animación suspendida de
hibernación física y psíquica. Al retornar a la conciencia nor-
mal, debe ser masajeado esmeradamente y ayudado por otros
antes de que pueda recobrar las funciones motoras y sensorias
del cuerpo. En contraste, El Surat Shabda Yoga es un sendero
de continuo aumento de la conciencia y del control. Deja
intactas las energías inferiores y no interfiere con las funciones
motoras del cuerpo. El aspirante se compromete, a través de
la meditación, a lograr niveles de conciencia más y más eleva-
dos, donde uno es más desarrollado y consciente que en la
vida diaria. Es un sendero de completo control, donde uno
es consciente de cada paso, de cada nuevo nivel escalado en
la jornada. El Maestro se revela al discípulo internamente y
viaja a su lado ofreciéndole constante compañía y protección.
La jornada espiritual está colmada de tentaciones. Esca-
par de las garras de la mente es difícil. La mente puede crear
innumerables trucos y distracciones para impedir que el alma
se eleve. Si logramos el éxito en alcanzar nuestra meta final,
se debe a la gracia y protección del Maestro. Aunque se en-
cuentre a miles de millas de distancia, nos proporciona la guía
a través del poder de la transferencia de su pensamiento.
Al emprender cualquier viaje, el vehí.culo utilizado nos
proporciona un medio de transporte y además define qué tan
rápido y qué tan lejos podemos viajar. Si deseamos cruzar el
Atlántico o el Pacífico, no podemos hacerlo en una nave que
deba ser abastecida cada mil millas. Y si queremos viajar a la
luna, ni siqu~era nos es útil un jet intercontinental.
Cualquiera que sea la energía utilizada por una yoga en

68
EL VEHICULO PERFECTO

particular, en la capacitación para el progreso espiritual, ine-


vitablemente le fija un límite a la exploración interna del <1spi-
rante, porque estas energías sólo pueden llevarlo hasta donde
se originan.
En el sendero interno, como en la vida, los medios no
pueden separarse del fin. Si deseamos alcanzar las regio1,1es
del espíritu puro, debem~s utilizar para el viaje a trnvés del
espacio interior, un vehículo lo suficientemente sutil parn pe-
netrar en ellas. En otras palabras, debemos utiliza_r un vehículo
puramente espiritual. Cualquier medio inferior, cuando mu-
cho, nos llevará hasta su propia fuente, quedando inconclusa
la jornada. Aquí es donde los exponentes del Surat Shabda
Yoga dan la más revolucionaria respuesta al reto de todos los
retos, la unión con el Creador. El vehículo que ellos nos ofre-
cen para la jornada interna es el Naam, Shabd o Verbo.
¿Qué mejor vehículo puede tener uno para la jornada a
través del espacio interior que aquel de la Corriente divina
que todo lo ha creado? Si pudiéramos embarcarnos en él,
invertiríamos el procesn mediante el cual descendimns a esta
vida y regresaríamos a nuestra Fuente misma. Si pudiéramos
utilizarlo como una carretera o una autopista, podríamos estar
seguros de llegar hasta el punto desde el cual el Sin Nombre
se expresó como nombre y forma. Por esta razón, Nanak dijo:
"Quienquiera que aborde el buque del Naam, alcanza su des-
tino final".
Entonces, la primera cosa que debe comprenderse, es
qué el Surat Shabda Yoga, la escuela de misticismo que busca
realizar sus objetivos conectando Ja atención con el Verbo n
Shabd, selecciona como vehículo para el viaje interno, una
energía de origen puramente espiritual que puede llevarnos
hasta nuestra meta suprema. En comparación, otras formas
de yoga, en el mejor de los casos, pueden conducirnos a
etapas intermedias. Ellas usan energías cuya naturaleza no
es puramente espiritual y limitan la extensión de lo que uno
puede explorar internamente.
Aquellos que estuvieron a los pies de grandes santos

69
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

como Hazur Baba Sawan Singh Ji y Sant Kirpal Singh Ji, com-
prendieron por sí mismos que el Surat Shabda Yoga es un
sendero natural. Hubo muchos que trascendieron completa-
rnerHe la conciencia del cuerpo en el momento de la iniciación,
proceso que, en el caso de las yagas tradicionales, puede
requerir años de arduas prácticas. Muchos cruzaron la estrella
mística, la luna y el sol y contemplaron la forma radiante del
Maestro internamente, ni siquira a los niños pequeños les fue
negada la iniciación. Como dijo Cristo: "Yo os agradezco ¡oh
Padre!, Señor del cielo y de la tierra, porque habéis ocultado
estas cosas al sabio y al prudente y las habéis revelado a los
niños" (Mateo 11:25).
Hay una historia que ilustra la diferencia entre el Surat
Shabda Yoga y las otras formas de yoga. Un gran santo vivía
tranquilament e, cerca a la orilla de un río. Un yogui, después
de haber escuchado acerca de la grandeza del santo, le visitó.
Pero fue con más orgullo que humildad. El era un maestro
de las formas tradicionales de yoga y no podía creer que este
santo fuera espiritualment e superior a él. Nada está oculto a
los ojos de un Maestro. El santo conocía la razón de la visita
del yogui, pero lo recibió con gran humildad y cortesía. Era
de mañana y el yogui quería entrar en debate sin pérdida de
tiempo. Pero durante años, el santo había ido, cada manana
a orar al templo situado al otro lado del río. "No he aprendido
lo suficiente para discutir contigo", le dijo el santo, "y estoy
seguro de que tengo mucho que aprender de tí. Sin embargo,
¿no podría esperar nuestra discusión hasta que regrese del
templo donde oro diariamente a esta hora?".
El yogui aceptó renuente. Entonces, los dos caminaron
hacia la orilla. Cuando el santo fue hacia·el bote, el yogui le
preguntó; "¿ Quiércs decir que vas a usar un bote para cruzar
este trecho de agua?" Cuando el santo inclinó afirmativamen te
la cabeza, el yogvi protestó: "Pero oí decir que eras un hombre
de gran poder espiritual. ¿De qué te sirve si ni siquiera puedes
cruzar el río sin la ayuda de este bote?" El yogui quería utilizar
sus poderes yóguicos para desplazarse sobre el agua y co-
70
EL VEHICULO PERFECTO

menzó los preparativos. Entre tanto, el santo subió al bote y


cruzó el río. Después de sus oraciones, regresó y encontró al
yogui a la orilla del río, ocupado en sus prácticas. "¿Has estado
en el templo?", le preguntó el santo. "No", dijo el yogui.
"Pero acabo de completar las prácticas preliminares para cami-
nar sobre el agua".
Este era el momento que estaba esperando el santo. Los
Maestros son encarnaciones de la humildad, pero nadie puede
superarlos cuando dicen la verdad directa y llanamente. En-
tonces, le dijo al yogui: "Tu hablaste con vehemencia sobre
la grandeza de tu yoga, pero encuentro que no vale ni siquiera
medio penique". El yogui exclamó lleno de ira: "¡Cómo te
atreves a decir semejante cosa!" El santo replicó: "Has desper-
diciado años y años de tu vida dominando esos poderes yó-
guicos. Sin embargo, los resultados de tus prácticas no tienen
ningún valor porque mi barquero puede hacerlo por medio
penique y en menos tiempo".
Si tenemos que viajar a través de un continente entero,
bien podemos hacerlo a pie, pero, ¡cuántos estarían dispuestos
a soportar una prueba tan rigurosa como ésta! Sería mejor
viajar en tren o infinitamente mejor a bordo de un avión. Del
mismo modo, podemos utilizar diferentes medios para viajar
y explorar el espacio interior. Pero en esta era de aviones
supersónicos y de cohetes de propulsión, el vehículo interno
idealmente preparado para nuestro viaje, es el Naam. Pode-
mos abordarlo siguiendo el sendero del Surat Shabda Yoga
que nos llevará hasta nuestro destino final, nuestro verdadero
Hogar, en el tiempo más corto posible

71
CAPITUL O

La felicidad perdurable

Recienteme nte encontré una adaptación de Aladino y su


Lámpara Maravillosa. Ví que este cuento popular infantil ha
sido convertido en una parábola de la cual los adultos podemos
aprender mucho. En este cuento, Aladino, un niño pobre y
despreocup ado, encuentra una lámpara maravillosa y se con-
vierte en el amo de su genio. Este, le concede todas las cosas
que su corazón ansía: gran riqueza, un magnífico palacio, una
bella esposa y el reinado de un vasto imperio. Pero estas
posesiones y su imponente posición le ocasionaron muchos
problemas. Al final, Aladino, sobrecargad o de cuidados y
preocupacio nes, anhela regresar a su vida pobre pero despreo-
cupada. Pero el genio ya no tiene el poder para concederle
su deseo y Ja lán:ipara mágica desaparece para siempre. El
cuento concluye diciendo que Aladino, en lugar de vivir feliz
siendo la persona más rica y poderosa del mundo, cada vez,
fue menos y menos feliz.
También nosotros somos como Aladino. Gastamos toda
la vida tratando de encontrar la felicidad en la riqueza, en el
poder y en la posición. Con la magia de la lámpara y del
genio, Aladino pudo colmar estos deseos, pero demasiado
tarde descubrió que la felicidad no reside en las posesiones
mundanas ni en el poder. Pero, a diferencia de Aladino, no
tenemos la lámpara mágica. Tan absortos hemos estado en

73
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

nuestros deseos que nunca nos hemos detenido a considerar


su vercfadero valor ni cuán durddera puede ser la felicidad
hallada.
La felicidad se define como el estado que se logra al
poseer aquello que consideramos bueno o que anhelamos.
Pero hemos sido incapaces de lograr la felicidad porque aque-
llo que deseamos es la causa misma de la infelicidad. Buscamos
la felicidad a través de la familia, la riqueza, el poder o la
fama. La buscamos a través de las drogas, del alcohol o gra-
tificándonos con los placeres sensuales. Pero todo ésto es
pasajero, transitorio. Cuando las perdemos o tenemos que
abandonarlas, como finalmente sucede, de nuevo nos invade
un vacío, la infelicidad y el sentimiento de insatisfacción. Ve-
mos al mundo retorciéndose de dolor, decepción e infelicidad.
El escritor inglés William Thackeray, pregunta: "¿Quién es
feliz en este mundo? ¿Quién tiene su deseo, o teniéndolo,
está satisfecho?" Estamos enredados en el laberinto de deseos
que surgen en nuestra mente. Y aún entonces, cuando lo
atenemos, rápidamente nos cansamos de él y buscamos algo
nuevo. Igual que un perro tratando de coger su propia cola,
damos vueltas, gruñendo y ladrando hasta desfallecer exhaus-
tos o darnos cuenta finalmente de la futilidad de nuestras
acciones.
Sobre este particular, hay una inspiradora historia acerca
de un monarca de la antigua India. El rey Bhartari estaba
dedicado el bienestar de su gente y era muy amado por ellos.
En cierta ocasión, un santo visitó la corte y bendijo al rey con
una fruta que al comerla mantenía a la persona siempre joven.
El rey regaló la fruta a su reina como un signo especial de su
amor y le explicó sus virtudes. Pero la reina estaba enamorada
del jefe de policía y le obsequió la fruta. Este hombre estaba
fuertemente cautivado por una prostituta y le entregó la fruta
a ella. Cuando la prostituta supo sobre las cualidades especia-
les de esta fruta, penso que habiendo gastado toda su vida
en el pecado, si la comía, simplemente prolongaría su pecami-
nosa existencia. Por lo tanto pensó, ¿por qué no regalarle la

74
LA FELICIDAD PERDURABLE

fruta al rey quien era tan virtuoso, noble y grande y en cuyo


reino todos eran tan felices? Cuando le ofreció la fruta al rey,
de inmediato la reconoció y consternado, preguntó: -"¿Dónde
la conseguiste?" Ella le relató cómo le fue obsequiada por el
jefe de policía. El rey envió por él y señalando la fruta, pregun-
tó:-"¿ Cómo conseguiste esta fruta?" Naturalmente, el jefe de
policía estaba renuente a decir la verdad, pero eventualmente
abrió su corazón y dijo al rey: -"Me la dio la reina". Después
de considerar el mezquino asunto, el rey Bhartari pensó:
"Cuán desdeñosamente correspondió esta disoluta reina a mi
honesto amor. Pensar que ella tenía por esposo a un rey y
sin embargo, fue donde uno de mis sirvientes, el jefe de po-
licía. Y cuán infortunado es él, teniendo a la reina como aman-
te, corre detrás de una prostituta común. ¿Qué clase de mundo
puede ser éste donde suceden cosas así, donde nadie está
satisfecho con lo que tiene? ¿Qué clase de gente vive en este
mundo? ¡Tantos viles y cuán pocos nobles!" Embargado con
tales pensamientos, desde entonces, el rey Bhartari dedicó su
vida a la adoración del Señor.
Nosotros pensamos que podemos ser felices al satisfacer
nuestros deseos mundanos. Pero, ¿cómo podemos obtener
felicidad y contentamiento con aquello cuya naturaleza misma
es efímera? El mundo y las cosas cambian constantemente.
Si queremos obtener felicidad perdurable poseyendo aquello
que es variable, con seguridad terminaremos frustrados y de-
cepcionados. Porque si conseguimos algo en este mundo, no
será por mucho.tiempo. Envejece, decae o muere. No se puede
esperar más apegándonos a las cosas efímeras que lo que uno
consigue aferrándose a las formas cambiantes de Proteo.
Nuestros amigos, familia y parientes, a lo sumo perma-
necen con nosotros sólo hasta la muerte, cuando nos dejan o
les abandonamos. Muchas veces, aquellas personas que más
apreciamos, nos dan la espalda debido a las diferencias de
opinión, intereses partid.istas o cambios en nuestra fortuna.
Cuán indignas de confianza son las riquezas y las posesiones.
Esto se probó vívidamente cuando India fue dividida y se

75
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTER.1\10

formó Pakistán, en 1947. Las riquezas y posesiones de las


cuales estaban orgullosos y confiados, se convirtieron en la
causa de su temor. Oraban al Señor por sus vidas y se consi-
deraban afortunados al haber escapado aún teniendo que dejar
todo atrás. Una sola vuelta del destino, un sólo evento y todo
lo que les sostenía había dejado de estar allí. Siempre ha sido
así. Los cambios y vicisitudes son inherentes a la naturaleza
del destino. De la noche a la mañana el rico puede ser reducido
a la pobreza. Aquellos que fueron envidiados por su fama y
posición, tuvieron que ocultarse de las miradas públicas, con
un sólo giro del destino.
La fuerza física y la belleza son igualmente transitorias,
si no lo son más. La fuerza nos abandona cuando pasamos
de la juventud a la edad mediana y de aquí a la vejez. Y la
belleza del cuerpo físico, la cual parece una parte nuestra, y
de la que aparentemente no podemos diferenciarnos, también
es efímera. Baba Farid ha dicho: "Pisa suavemPntP porque el
polvo sobre el cual colocas tus pies pueden ser los restos de
alguien muy hermoso a quien rindieron sus corazones en
tributo aquellos que le contemplaron".
La mayoría vivimos con la creencia de que la felicidad
es algo externo a nosotros y atribuimos la desdicha a las cir-
cunstancias que nos rodean. En algunos paises, por ejemplo,
mucha gente culpa a la pobreza física de su infelicidad. Pien-
san: si tan sólo pudiéramos tener tres buenas comidas al día;
si tan sólo tuviéramos casas amobladas confortablemente y
un techo sobre nuestras cabezas; si tan sólo tuviéramos sufi-
ciente dinero para vestirnos bien; si tan sólo ... ; si tan sólo ... ;
si tan sólo ... Pero he encontrado que en las naciones ricas del
mundo, la felicidad es igualmente ilusoria. Aquellos que viven
allá tienen todas las posesiones materiales con las cuales la
gente de las naciones pobres amoblaría el cielo de su imagina-
ción. Sin embargo, ¿son ellos más felices? He encontrado tán-
tos que sufren por la angustia, las tensionés y el desasosiego.
En realidad, mucha gente trata de escapar de sus senti-
mientos de tensión y de vacío tomando dro.gas o alcohol, con

76
LA FELICIDAD PERDURABLE

la creencia de que éstos pueden inducirle la felicidad que


buscan. Pero la alegría perdurabl e no puede hallarse en los
intoxicant es temporale s. No solamente producen efectos físi-
cos destructiv os sino que embotan la conciencia . Vemos per-
sonas que pierden el control de sí mismas bajo el influjo de
dichos intoxicant es. Ríen y lloran durante horas y pasan rá-
pidament e de la euforia a la depresión . Tales drogas destruyen
las funciones vitales del sistema humano. En el mejor de los
casos, la sensación de olvido que se experimen ta es pasajera.
Cuando cesa el efecto Q.e dichos intoxicant es, regresan los
mismos problema s olvidados temporalm ente. En realidad, en
muchos casos, uno queda aún más abatido y melancóli co.
¿Es la búsqueda de la felicidad tan sólo una alucinació n,
producto de nuestro optimism o? .¿Podemo s, en realidad, ob-
tener la felicidad verdadera y permanen te? La respuesta ha
sido dada a través de la historia por los grandes sabios y
santos. El primer' paso, dicen, es darnos cuenta de que nada
es permanen te en este mundo. Si deseamos lograr la felicidad
y PI contentam iPnto duraderos , debemos enfocar la atención
en lo que es eterno.
Dios es todo conciencia , amor y bendición . Es el alfa y
el omega y está más allá del nacimient o y de la muerte. Los
seres humanos estamos constituid os de cuerpo, mente y alma.
El cuerpo y la mente son materiales , pero el alma, que es de
la misma esencia de Dios, es espíritu. Combes una entidad
purament e conscient e, sólo puede derivar felicidad de aquello
que es conscient e, no de lo material. La riqueza mundana ,
las comodida des, la posición, el nombre y la fama, pertenece n
al plano de la materia. Lo material sólo puede proveerno s
alegría' temporale s o comodida des al cuerpo físico. El alma
es feliz solamente cuando entra en contacto con el Señor,
quien es todo conciencia . San Agustín ha dicho apropiada -
mente: "Nuestra alma no des<;ansa hasta que reposa en Tí,
¡oh Señor!"
Estando la fuente de toda bendición dentro de nosotros,
¿por qué no la hemos encontrad o? Desafortu nadament e he-

77
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

mos olvidado nuestro' verdadero ser y nue3tro Hogar eter110.


Somos cuerpos en almas. Hasta el momento, nuestra alma
está bajo el control de la mente y ésta a su vez está bajo el
control de los sentidos. La vista, el oído, el olfato, el gusto y
el tacto atraen las sensaciones y arrastran la atención hacia el
mundo efímero. El alma se ha identificado tanto con la mente
y el cuerpo, 4ue no se da cuenta de que es un ser indepen-
diente del mundo. Ha olvidado que el cuerpo es una casa
arrendada, la cual debe desocuparse algún día. Los Shastras
dicen: "La necesidad de alimento y sueño y los deseos de la
carne, nos atan al cuerpo a través de miles de tentaciones".
PMa liberarnos de la esclavitud de los apegos materiales,
debemos invertir la atención, del mundo externo a las regiones
t:>spirituales intt:>rnas. Esto se logra aprendiendo la técnica de
la meditación dada por el Maestro. Al cerrar los sentidos ex-
ternos y abrir la puerta interna, quedamos inundados con la
Luz espiritual y el Sonido celestial. Ambas manifestaciones
divin.:is se conocen corno el Naam o Verbo. Gurú Nanak ha
dicho:
Este es un m1111do de dolor.
Sólo conoce la paz
quien esté anclado al Naam.
Este poder divino es eterno y es al retenerlo dentro del
templo del cuerpo humano, que regresamos a la Fuente de
toda vida. Como nos dice la Biblia:
Porque toda carne es como hierba,
y toda la gloria del hombre, como su flor.
La hierba se marchita
y la flor decae:
Pero el Verbo del Señor
perdura para siempre.
(1 Pedro 1:24.25)
Cuando Babar conquistó a India, encarceló muchos san-
tos. Gurú Nanak también fue apresado y obligado a triturar
trigo en un molino de mano. Cierto día, el ministro principal
de Babar visitó la prisión. Asombrado, vio cómo mientras

78
LA FELICIDAD PERDURABLE

Gurú Nanak estaba absorto en meditación, el molino giraba


por sí solo. El ministro, tembloroso, rápidamente corrió a
donde el emperador y dijo: "Su majestad, hemos cometido
un gran error. Nanak es un Hombre-Dios". Entonces, relató
lo que había presenciado. Babar, admitiendo su error, inme-
diatamente liberó a Nanak y lo llevó a su corte con todos los
honores. Allí, le ofreció una copa de hashish, diciéndole: "So-
mos hermanos, sentémonos y compartamos ésto". Gurú Na-
nak, cortésmente, rehusó diciendo: "Oh Babar, esta copa em-
briaga sólo por un momento. Su éxtasis desaparece a las pocas
horas. Pero el vino del Naam que yo bebo, produce una em-
briaguez que nunca termina".
La bendici0n espiritual es inefable. Puede ser insinuada
más no transmitida completamente por la limitada mediación
de las palabras. Sin embargo, es tan fundamental para la vida
interna, que virtualmente todos los místicos han hablado de
ella. El visionario dominico, Henry Suso, en su Libro de las
Verdades describe el estado de aquel que va internamente y
experimenta la alegría del Señor: El siente, en un grado inefable,
lo mismo que experimenta un hombre embriagado. Desapa-
rece y se funde en Dios, convirtiéndose en espíritu con El,
igual que una gota de agua cuando es sumergida en una
cantidad de vino. Todos los deseos humanos son retirados
de él, de una manera indescriptible y está sumergido en la
Voluntad Divina".
Al entrar en el éxtasis de la unión espirituaJ, nos ancla-
mos en una fuerza sobre la cual las vicisitudes de la vida no
tienen poder. Ya no estamos sujetos a los siempre cambiantes
penas y placeres de este mundo transitorio. Somos liberados
para siempre de las agitaciones y como ha dicho el místico
del siglo XIV, John Ruysbroek: "Tenemos constante paz y
bienaventuranza interna, consuelo y socorro, de los cuales el
mundo no puede participar'"
La verdadera felicidad, dijo el Buda, sólo puede ser lo-
grada cuando dejamos de tener deseos. Otros santos se han
referido a esta condición como someterse a ia voluntad d{'

79
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Dios. Logramos alcanzar este sublime estado, solamente al


elevarnos sobre lil conciencia del cuerpo, viajando por las
regiones internas, e inflamados en el éxtasis de la unión, fun-
dirnos con el eterno Creador.
La felicidad perdurable sólo puede hallarse internamen-
te. Aladino descubrió la verdad demasiado tarde, pero noso-
tros aún tenemos una dorada oportunidad para lograr nuestra
meta espiritual y llegar a estar completament e inbuidos de
éxtasis divino y eterna bienaventuran za. No debemos vacilar.
L1 met,1 est,í lejos y el tiempo otorgado a nosotros se está
yendo r<ípidamente.
Una mañana, el renombrado general francés, Marshal
Lyautey, le pidió a su jardinero que sembrara cierto árbol. El
jardinero dijo: "pero señor, el árbol crece muy lentamente y
no alcanzar.1 la madurez en cien años". Al oír ésto, el general
respondió con gran urgencia: "En este caso, no tenemos
tiempu que perder, ¡plántalo inmediatamen te!".
Ahora, tenemos aún menos tiempo.que perder. Empece-
mos de una vez nuestra jornada hacia el Hogar.

80
CAPITUL O

Seguro eterno

¿Han observado cuando un bebé se para a jugar en su


corral y súbitament e se resbala y cae? Miren cómo cambia su
expresión de placer por la de temor; cómo extiende sus manos
y se agarra de la baranda adhiriéndos e a ella por su misma
vida. Esta es una reacción instintiva -la cual, parece básica en
nuestra constitución -. Procuramos retirarnos de aquéllo que
tememos nos pondrá en peligro.
Gastamos mucho dinero protegiéndo nos de un desafor-
tunado suceso, del que tenemos miedo. Si conducimo s un
automóvil, tomamos un seguro para cubrir los riesgos finan-
cieros involucrado s en un posible accidente. Pagamos grandes
sumas de dinero, cada mes, en nuestro seguro de salud, de
tal modo que cubra los riesgos cuando estemos enfermos. Si
somos médicos, tomamos un seguro contra las malas prácticas
médicas, temiendo que algunos pacientes hagan acusaciones
de que no los atendimos diligenteme nte. Existen seguros con-
tra robo, incendio, amotinamie nto, inundacion es y aun para
cubrir la pérdida del equipaje. El mundo moderno nos ofrece
muchas pólizas de seguros para protegernos contra cada infor-
tunio concebible. Los vendedores de seguros se basan en la
psicología del temor y es tal su potencia, tal su fuerza, que
el seguro se ha convertido en uno de los negocios más grandes,
podríamos decir, el supernegoc io del mundo moderno.

81
LAS MARA VILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Con el propósito de protegernos contra todas las even-


tualidades, parecemos no haber olvidado nada. Sin embargo,
¿nos hemos asegurado contra la inevitabilidad de la muerte?
Por supuesto que señalaremos el seguro de vida como una de
las más grandes formas de seguro vendidas en el mundo.
Pero, ¿es este un seguro para la vida o un seg~ro para la
muerte? ¿Nos protege de la inevitabilidad de la muerte, del
dolor que trae y del trauma que puede acompañar la destruc-
ción de un individuo? Podemos remplazar un carro que ha
sido destruido "en un accidente. Si se presenta un robo en la
casa, el seguro puede substituir los bienes robados. Pero,
¿podemos remplazar a una persona que muere? El así llamado
seguro de vida, lo máximo que puede proporcionar es una
especie de seguridad económica a los que quedan, pero para
quien parte es futil.
La muerte entonces es inevitable. Aun, si nos fuera per-
mitido buscar un substituto para que muera en nuestro lugar,
nadie estaría dispuesto a hacerlo. La historia de la mitología
griega del rey Admetus, ilustra este punto. Admetus era amigo
del dios A polo y éste, sabiendo que su amigo estaba destinado
a morir, intercedió en su favor. Zeus, el padre de los dioses,
accedió a salvar a Admetus si alguien moría en su lugar.
Apolo, feliz por su triunfo, le dio al rt:y las buenas notieias.
A Admetus le fue concedido un año para que encontrara un
substituto dispuesto a morir por él. Inmediatamente pensó
en sus ancianos padres. Ellos estaban envejeciendo y al avan-
zar en edad, les llegaban enfermedades y dolores constantes.
Frecuentemente habían dicho que era preferible morir que
continuar viviendo en esta condición miserable. Pensando
que gustosamente encontraría un substituto voluntario en su
anciano padre, Admetus fue a verle y le contó toda la historia.
Pero su padre, furioso, le regañó diciendo: "Te he levantado
desde un estado de desamparo. Te he educado; te he dado
todo lo que has deseado y aún te entregué mi reino ¡y ahora,
quieres mi misma vida!".
Así es en este mundo. No importa cuál sea nuestra con-

82
SEGURO ETERNO

dkión, nuestra edad o que eventualmente tengamos quemo-


rir; nadie está preparado para abandonar voluntariamente este
mundo.
Un cuento popular indio, nos hace comprender este
punto con igual fuerza. Una anciana tenía una bella hija quien
enfermó seriamente. Cuando la medicina no produjo ningún
beneficio, la madre oró: "Oh Señor, sería mucho mejor que
yo muriera en lugar de mi hija porque ya estoy vieja y he
tenido lo suficiente del mundo. En cambio, ella es un capullo
que aún tiene que florecer". Esta oración estaba constante-
mente en los labios de \a anciana.
Un día, poco tiempo después, la puerta de entrada a la
casa quedó accidentalmente abierta y un toro extraviado entró
al patio. Al ver una gran vasija de barro, el toro metió la
cabeza para comer el alimento qµe pudiera contener. Pero su
cabeza quedó atascada en la vasija y aturdido, empezó a correr
por todo el patio con la gran olla negra cubriéndole la cabeza
y ojos, mugiendo de terror y estrellándose contra todas las
cosas. Al escuchar el ruido, la señora salió a ver qué estaba
sucediendo. Cuando llegó al patio, el toro se lanzó hacia ella.
Sobrecogida por el pánico y confundiendo esta extraña criatura
con el ángel de la muerter gritó: "Por favor, yo sólo soy una
anciana. ¡No me lleves! Mi joven hija yace allá adentro! ¡Llé-
vatela en mi lugar!"
No es sorprendente que estemos temerosos de la muerte.
En parte se debe a nuestro temor de lo desconocido y en parte
al temor del sufrimiento físico que la acompaña. Las escrituras
musulmanas dicen, que el dolor que se experimenta en el
momento de la muerte es como si a uno le pasaran un cardo
espinoso a t~vés del recto y lo sacaran por la boca. Las escri-
turas hindúes, comparan la agonía de I~- muerte con la pica-
dura de miles de escorpiones. El místico sufí, Baba Farid, ha
dicho que en el momento de la muerte, sentimos como si cada
miembro del cuerpo se estuviera rompiendo. Pero, si hay algo
seguro en la vida, es que la muerte nos llegará algún día.
¿No es extraño que en este mundo moderno, donde

83
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

buscamos protegernos contra todas las eventualidades, haya-


mos fallado en buscarle solución al temor más fundamental
de todos, el de la muerte? Este no es· solamente un enigma
de hoy. Ha sido parte de nuestra situación desde el amanecer
del tiempo. En la épica india, el Mahabharata, cuando se le
preguntó al príncipe Yudhisthira, cuál era la cosa más extraña
de todas, él, sin vacilar, replicó: "El hombre percibe cada día
la inevitabilidad de la muerte, sin embargo, sigue como si
nunca fuera a morir". ~
Aunque sabemos que la muerte es un fin necesario, es
tal el poder de la ilusión o maya que nos hacemos los. ciegos,
como si no existiera. Habiendo fracasado en conseguir una
respuesta a esta realidad fundamental, gastamos toda nuestra
energía asegurándonos contra temores menores. Si deseamos
llegar verdaderamente libres de temores, tenemos que poner
término al miedo a la muerte.
¿Cómo lograremos este propósito? ¿Cómo ascgurnrcmos
realmente nuestras vidas con la certeza de evadir el trauma
de la muerte? La humanidad ha encarado este reto desde el
principio del tiempo y a través de las edades, los santos y los
místicos han venido a traer la respuesta. A diferencia de los
vendedores de seguros, los Hombres-Dios, verdaderamente
asguran nuestra vida. Vienen a recordarnos que somos espí-
ritu y no el cuerpo y nos reafirman que si el cuerpo perece,
el espíritu continúa viviendo. Ellos han resuelto el misterio
de la vida y de la muerte y habiéndola conquistado, pueden
ayudarnos a hacerlo también. Los Santos y Maestros no sólo
dan la teoría sino más bien una experiencia práctica de la
muerte en vida. A este proceso de morir mientras se vive, los
Maestros lo llaman meditación, la cual, nos asegura contra la
tiranía de la muerte. A través de su propia transferencia de
pensamiento, un santo nos ayuda a retirar nuestra atención
de las nueve aperturas o puertas exteriores del cuerpo físico,
elevándola hasta el centro del alma, en ia décima puerta, entre
y detrás de las cejas. El rasga el velo y abre nuestro ojo interno
para ver la luz de Dios y nuestro oído interno para escuchar

84
SEGURO ETERNO

la Armonía Celestial reverberando internamente.


Esta experiencia espiritual de primera mano, es dada por
un Maestro viviente cuando nos inicia en los misterior del
Más Allá. Si somos lo suficientemente afortunados al encon-
trar tal Adepto, no sólo tendremos éxito al elevarnos sobre la
conciencia del cuerpo, conquistando la muerte, sino tambié!'l,
a su debido tiempo, obtendremos Ja comunión con Dios, Jo
cual, es la misma consumación de la vida.
Plutarco ha dicho, que las almas de los iniciados en los
misterios del Más Allá, experimentan el mismo retiro que
aquéllos que abandonan el cuerpo en el momento de la muer-
te. El proceso de retirar el alma del cuerpo, el cual, se experi-
menta en el momento de la muerte física, lo podemoq practicar
durante nuestra vida, aprendiendo a meditar bajo la guía de
un Maestro viviente. Por esta razón es que se le llama morir
mientras se vive.
Los santos mueren muchas veces al día. Ellos pueden
elevarse sobre la conciencia del cuerpo, remontarse a regiones
más elevadas y regresar en el parpadear de un ojo. Ellos
instruyen a sus discípulos para que hagan Jo mismo. Una vez
que aprendemos a dominar este arte, Ja muerte ya no nos
atemoriza. Cuando viene la separación final del alma del cuer-
po, no es nuevo para nosotros y partimos declarando como
San Pablo: "¡Oh muerte!, ¿dónde está tu agüijón? ¿dónde está tu
victoria?"
Cuando hemos llegado a un Maestro perfedo y obtenido
esta victoria, comenzamos a ver Ja muerte desde una nueva
perspectiva. Bajo su influencia todas las penas y aflicciones
inherentes a la muerte son eliminadas y abandonamos el
cuerpo físico, en un estado de bienaventuranza y paz. El
Angel de la Muerte, que normalmente viene a llevar el alma
para su juicio final, no aparece. En su lugar, nuestro Maestro
se presenta en su forma radiante interna y conduce nuestra
alma a través de los portales de la muerte y hacia los planos
espirituales más elevados. La muerte pierde su agüijón y la
conocida oración bíblica del salmo 23, ya no es para nosotros

85
LAS MARA VILLAS DEL ESPACIO INTERNO

una esperanza sino una realidad: "Sí, aunque camine a través


del valle de las sombras de la muerte, no temeré mal, porque
tú estás conmigo".
Entonces, la muerte se convierte para nosotros en una
fuente de liberación y alegría. El gran santo Kabir, ha dicho:
"La muerte, de la cual otras personas están temerosas, es una
fuente de felicidad para mí. Sólo con la muerte obtenemos
bienaventuranza eterna". Santa Teresa de Avila, ha dicho:
"Yo no muero. Paso a la vida".
A menudo, me preguntan: "¿Por qué necesitamos un
Gurú? Ya hemos tenido grandes líderes espirituales como
Budha, Cristo, el Profeta Mahoma y Gurú Nanak. ¿Podemos
esperar que un santo viviente los sobrepase?" No es un asunto
de competencia con los grandes líderes espirituales del pasa-
do. Cuando enviamos a nuestros jóvenes a la escuela o al
colegio, no es con la expectativa de que sus profesores superen
a Sócrates o a Platón o a Aristóteles. Sencillamente, en cual-
quier disciplina, sin importar cuán v05to sea el conocimiento
puesto a nuestra disposición, no hay substituto para el profe-
sor viviente. Fácilmente se acepta ésto cuando se trata de
educar a nuestros hijos. Pero en el campo de la espiritualidad,
súbitamente cuestionamos este principio básico de la vida.
Los sabios del pasado son una invaluable fuente de ins-
piración para nosotros. Pero, como dice el dicho, la vida viene
de la vida, tal como sólo un cirio encendido puede encender
otro cirio.
En la espiritualidad hay aún más razones importantes
para buscar un Maestro viviente. La espiritualidad trata con
niveles de experiencia que generalmente no son conocidos
por la humanidad. Es verdad que tenemos un rico tesoro en
las escrituras, las cuales, son el registro de las enseñanzas de
los santos del pasado. f>ero las experiencias de los místicos
están más allá del nivel intelectual y las pal.abras son inadecua-
das para transmitir aquelas experiencias. Además, los santos
se ven forzados a hablar figurativamente, con alegorías y pa-
rábolas. Con frecuencia, al leer los registros- de los santos y

86
SEGURO ETERNO

profetas del pasado, interpretamos como figurativo aquello


cuyo significado es literal y viceversa. En otras palabras, para·
comprender el verdadero valor de estos tesoros escritos, nece-
sitamos la ayuda y guía de alguien que haya tenido las expe-
riencias registradas en ellos y conozca con certeza lo que des-
criben.
Pero la espiritualidad es más que un asunto de correcto
entendimiento. Este, por supuesto que se necesita, pero sólo
como un primer paso. Aún, si comprendemos la verdadera
importancia de lo que dicen las escrituras, todavía no hemos
aprendido cómo conquistar la muerte y asegurar verdadera-
mente nuestra vida eterna. La espiritualidad es esencialmente
un sendero de experiencia, experiencia de primera mano.
Cuando miramos el lado práctico de la espiritualidad, el lado
cuya importancia es fundamental, nos damos cuenta, en cada
paso, de la necesidad de un Adepto.
El Adepto nos enseñó cómo sentarnos en meditación,
cuál es la postura más natural y conducente al progreso espi-
ritual y cómo desarrollar la concentración. Nos enseña el mé-
todo del esfuerzo sin esfuerzo. Este no es un concepto fácil
de entender, pero al enfatizar su necesidad y hacernos una
demostración de las enseñanzas, nos lo hace comprender. No
importa cuán grande sea el esfuerzo, veremos que es casi
imposible aquietar la mente aún por un momento. Sólo los
Cinco Nombres Cargados, que el Maestro nos otorga en el
momento de la iniciación, nos ayudarán a lograr el éxito en
nuestro empeño. Los Nombres que él nos da no son meras
palabras. Están cargados con Poder, con espíritu. Como Sri
Ramakrishna nos recuerda: "El y Sus Nombres no son diferen-
tes. Estos nos ayudan a calmar la mente y a enfocar la aten-
ción". Pero ésto, tan sólo es el primer paso en el sendero que
seguimos. Trascender el cuerpo marca el comienzo de una
larga y variada jornada. Muchos son los peligros que acosan
al alma peregrina cuando marcha adelante; muchas las tenta-
ciones y las distracciones. A cada paso, en cada crisis, los
Nombres cargados nos dan firmeza y nos protegen.

87
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Una vez se ha logrado la atención individida, trascende-


mos la conciencia del cuerpo y comenzamos a entrar a nuevas
y maravillosas regiones. Cruzamos el reino de las estrellas, la
luna y el sol; y cuando viajamos más allá, contemplamos la
Forma Radiante de nuestro Maestro. Hasta entonces, lo habre-
mos considerado como a cualquiera de los profesores que
hemos tenido en nuestra vidil, como a alguien que vino a
impartir el conocimiento y prevenirnos contra las posibles
trnmpas. Pero ahora, habiéndonos fundido en-la Fuente de
toda vida, vernos que el Maestro es el polo humano a través
del cual fluye el Poder Infinito hacia el mundo. El llega a s1¡>r,
en un sentido muy exclusivo, el verdadero amigo, el Pastor
o el Amado. Vemos que siempre está guiándonos. El se hace
cargo del alma peregrina y la dirige en su larga y difícil jornada
hasta cuando, finalmente, alcance el reino del Absoluto. El
también está allí para brindarnos su amistad, incluso en la
vida secular.
Siendo habitante de regiones más allá del dominio de la
muerte, el Maestro tiene la capacidad de guiarnos en este
mundo y en el próximo. El es como un agente divino que
puede asegurar nuestra vidil, en el verdadero sentido de l;i
palilbra. En verdad, la relación entre el Maestro y el discípulo
no tiene p;iralelo en la vida secular. Aquí en el mundo, cu;indo
evolucionamos y progresamos, aumentamos nuestras relacio-
nes. Pero en el dominio de la espiritualidad es completamente
diferente. Esta relación no la podemos aumentar. Se expande
y desarrolla a cada paso. El Maestro es el Amigo eterno que
nos capacita para ir de lo físico a lo astral, de lo astral a lo
causill y de lo causal hacia los reinos del más allá, los reinos
del espíritu puro.
Es entonces cuando nos vemos cara a Cilra con Sat P11rnsh,
el Señor Absoluto, sólo para descubrir que él no es otro que
el Amado mismo. Se ha dicho que Kabir tuvo entre sus discí-
pulos a una reina llamada lndu Mati. Ella era espiritu;ilmente
avanzada y al lleg;ir a Sach Kh;ind, el Hogar eterno, vio ;i
Kabir sentado en el trono del Serior. Ellél k• preguntó a su

88
SEGURO ETERNO

maestro: "¿Por qué no me dijiste de antemano que tú mismo


eras el Señor?" Kabir respondió: "Hija mía, si lo hubiera hecho
antes, ¿me habrías creído?".
Entonces, el Gurú es aquel a quien primero aceptamos
como nuestro instructor, quien nos habla del camino que está
por delante y nos persuade para que transitemos por él. Una
vez comenzamos esta jornada, descubrimos que es nuestro
guía y compañero constante y además, nos damos cuenta de
que es el vehículo que nos impulsa hacia adelante. Sólo cuando
finalmente llegamos a nuestro destino, descubrimos que tam-
bién él es nuestra meta. Quien haya encontrado un Amigo
así, es verdaderamente bendecido. No importa cuán distantes
estemos de la meta, el ser aceptado a los pies de un Adepto
viviente, es haber cubierto una parte sustancial de la jornada.
En el Maestro encontramos a un Amigo consciente de todas
nuestras acciones y quien nos ayuda permanentemente.
En los momentos difíciles, el Maestro está con el discí-
pulo ofreciéndole solaz y elevación. Tan grande es el amor
del Maestro que sacrifica su propia comodidad con tal de
aseg11rar la de aquéllos que ha tomado bajo sus alas. Habién-
dose fundido con el Creador, el Maestro es la enrnrnación del
amor y el amor sólo sabe de dar, dar y dar.
El Maestro sacrifica todo por sus discípulos para que
logren desarrollar todo su potencial espiritual. Les ayuda a
trascender los problemas y complicaciones del mundo. Les
enseña los valores. éticos que conforman los cimientos de la
espiritualidad. Les ayuda a elevarse sobre la conciencia del
cuerpo y finalmente, a obtener el conocimiento de sí mismos
y la realización de Dios.
El amor y la compasión de los Maestros son verdadera-
mente incomprensibles. No tenemos idea de cuánto se sacri-
fican y sufren con tal de que alcancemos la meta eterna. Ellos
se visten con el frágil vestido de carne y sangre, viviendo
entre nosotros como un amoroso Amigo. Incluso, cargan sobre
sí mismos los sufrimientos kármicos de sus discípulos, librán-
dlllos de indecibles penas y torturas.

89
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

El universo no es casual. Opera bajo la inexorable ley


de causa y efecto. En Oriente, este principio se conoció como
la ley del Kamw, porque toda acción tiene una reacción. Cada
pensamiento, palabra y acto dan lugar a una reacción que
regresará a nosotros alguna vez. Aquellas reacciones no cose-
chadas en nuestra vida actual son trasladadas para la próxima.
Sean nuestras acciones buenas o malas, ellas igualmente nos
atan. En el Blwgauad Cita, texto sagrado hindú, el Señor
Krishna las describe como cadenas de oro y de hierro. Así,
nacemos y morimos una y otra vez para cosechar las recom-
pensas o sufrir el castigo de nuestras propias acciones.
Existen tres categorías de karma. La primera es el sanchit
o karmas almacenados. Estos representan nuestras acciones
pasadas acumuladas, las cuales fructificarán en vidas futuras.
Está más allá de la capacidad humana el neutralizarlos en este
término de vida. Cuando los Maestros nos inician en los mis-
teriue:; del m.b all.i, a::;umcn c:;to:; k.lrmu:..
La segunda categoría se conoce como el pralabdli o karma
destino. Como su nombre lo dice, éste representa aquéllas
acciones pasadas que determinaron directamente nuestra vida
presente. El Maestro no asume todos estos karmas porque si
lo hiciera, nuestra vida terminaría. Pero nos hace concesiones
inimaginables. Muchas de estas reacciones son eliminadas y
otras, son grandemente reducidas en su intensidad.
La tercera categoría se conoce como kriyaman karmas, es
decir, aquéllos karmas que constantemente estamos acumu-
lando. Aun cuando el setenta y cinco por ciento de nuestro
destino está determinado por el karma, tenemos libre albedrío.
Dentro del contexto del veinticinco por ciento restante, tene-
mos la libertad de escoger la forma de llevar nuestras vidas.
También aquí, es indispensable la guía del Maestro. Con sus
preceptos y lo más importante aún, con su ejemplo, él nos
enseña cómo llevar una vida recta y desinteresada, evitando
de este modo, incurrir en karmas futuros.
Cuando progresamos en el sendero, somos más y más
conscientes del amor que el Maestro tiene por nosotros y de

90
SEGURO ETERNO

su ilimitada gracia y protección. En consecuencia, desarrolla-


rnos, cada vez más, la virtud de la humildad y nos sometemos
a su voluntad. Empezamos a ver que él es el hacedor y nosotros
sus instrumentos. Mientras seamos los hacedores, estamos
sujetos a las leyes de acción y reacción, las leyes del karma.
Ya hemos visto cómo el Maestro nos ayuda a soportar nuestro
karma en una forma grandemente diluida, eliminando incluso
algunos de ellos. Maulana Rumí, ha dicho: "El Maestro vi-
viente no sólo tiene el poder para interceptar una flecha lan-
zada por Dios, sino para retornarla a El desde la mitad del
camino". Cuando permitirnos que el Maestro sea el hacedor,
cesarnos de incurrir en karmas adicionales, llegando a ser
neh-karma o libres de karma. Los sufíes dicen que llega un
momento en la vida del discípulo cuando su propensión para
incurrir en karmas buenos o malos, se desvanece.
Estando fundido en el océano de toda conciencia, el
Maestro no tiene karmas personales. No está atado por las
leyes que gobiernan la rueda de la vida y de la muerte. Pero
cuando asume nuestros karmas, éstos se convierten en suyos
y de acuerdo con las leyes de la naturaleza, tiene que sufrir
algunas penalidades físicas.
De todos los amigos que podamos tener, él es el más
auténtico y cercano. En verdad, está más cercano a nosotros
que lo que estamos nosotros mismos. Podemos engañar a los
demás, pero no a nu~stro Amigo. Paciente e incansablemen te,
nos exhorta para que todos los días dediquemos algún tiempo
a morir mientras aún vivimos. Su propósito es darnos vida,
vida eterna. Todo lo que nos pide es amor -nuestro amor, a
cambo de su ilimitado amor y gracia-. No nos promete una
vida fácil y cómoda sino libre de temor .. Las tristezas y desilu-
·siones de este mundo continuarán atormentándo nos igual
que a las demás personas. Pero sabiendo que él está perma-
nentemente con nosotros, al descansar en su regazo, no somos
vencidos por éstos. Cuando la enfermedad o el cambio de
suerte nos sbrprenden, todos pueden voltearnos sus espaldas
y abandonarnos . Pero el Maestro es Amigo en todas las épo-

91
LAS ~IARA\'ILLAS DEL ESPACIO INTERNO

cas. El está para darnos amor y comodidad aun cuando el


mundo nus h,1ya abandon.:ido. La muerte no p~1ede separarnos
de él. Cuando el finc1l se acerca. no es el Angel de la muerte
quien viene por nosotros, sino la Forma Radiante de aquél
que nos ha tomado bajo su cuidado, asegurando nuestras
mismas vidas.

92
CAPITULO

El más alto grado

En Kuniya, pueblo persa, un famoso filósofo se sentó


cerca de una charca y se puso a leer algunos manuscritos. El
gran místico sufí, Shamas-i-Tabr iz, fue hacia él y al verlo
consagrado en el estudio, señalando los manuscritos, pregun-
tó:-' ¿Qué es esto?". El erudito, mirando al desaliñado visitan-
te, comentó: -"Es un conocimiento que está más allá de la
comprensión del iletrado". Tabriz, levantando el volumen, lo
arrojó al agua. Escandalizado y lleno de angustia, el filósofo
gritó: -"¡Tosco dervish! ¿Qué has hecho? Por tu acto irreflexivo
el mundo ha perdido un tesoro de conocimiento" . Tabriz,
introduciendo la mano en la charca, sacó el manuscrito seco
e intacto. Sorprendido el erudito, exclamó: -"¿Qué es ésto?".
Tabriz sonrió y dijo: -"Es un conocimiento que nace del éxtasis
y el cual, está más allá de la comprensión del erudito". Fue
así como el gran sufí, Jalaluddin Rumí, conoció a su Maestro
y de maulvi (hombre de erudición), fue transformado en 111au-
la11a (sabio).
Existen dos campos de conocimiento, el externo o exoté-
rico y el interno o esotérico. En la tradición sufí los han llamado
11111-e-safina e Ilm-e-scena. Hazur Baba Sawan Singh solía refe-
rirse a ellos como varnamak (el conocimiento que puede ser
expresado en palabras) y dl1u11atmak (el conocimiento nacido
de la Música interna). Sant Kirpal Singh Ji se refirió a ellos

93
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

como apra vidya y para iiidya. Este último proviene de la reve-


lación mística y viene con el conocimiento de sí mismo y la
realización de Dios. Como dicen los Upa11ishads de la antigua
India: "Este es un conocimiento que al conocerlo, todo lo
demás es conocido".
Estamos familiarizados con la disciplina que se requiere
para el conocimiento externo. Enviamos nuestros niños a las
escuelas, colegios y universidades a obtener grados académi-
cos, de modo que puedan llevar vidas más completas y recom-
pensan tes. Conseguir algo de valor, en la vida, requiere de
disciplina y sacrificio de nuestra parte. Cada área del conoci-
miento presenta a los estudiantes sus propias demandas. Pien-
sen en los sacrificios que hacen los padres para edu~ar a sus
hijos, en los años de duro trabajo y en el esfuerzo de los
estudiantes para obtener su grado. Uno debe estudiar veinte
años o más para ganar un Ph.D .. Si se requiere tanto tiempo
y disciplina para ser un perito en un campo específico del
conocimiento mundano, consideren cuánto se requiere para
dominar lo que Tabriz llamó ,;el conocimiento nacido del éx-
tasis". Es a través de este conocimiento que podemos obtener
el grado más elevado.
Primero debemos determinar una meta y habiendo to~
mado una decisión, tenemos que ordenar nuestras priorida-
des. Ahora estamos a la deriva. No hemos decidido qué que-
remos en la vida. Algunas veces queremos el mundo, otras
a Dios. El resultado es que no tenemos éxito ni contentamien-
to. Si estamos convencidos de que la meta espiritual es fa más
elevada y la única que puede brindarnos felicidad permanente,
debemos perseguirla con pasión y celo, sin mirar atrás.
Aún en los asuntos ordinarios, aquéllos que trabajan por
un objetivo único, son los más grandes triunfadores. Si que-
remos ser un gran artista, científico o un doctor, necesjtamos
dedicarnos de todo corazón a aquello. que hemos escogido.
Existen tantos intereses compitiendo que nos damos por ven-
cidos. Así pues, si deseamos el éxito en el sendero espiritual,
debemos convertirlo en una pasión. Cuando Sant Kirpal Singh

94
EL MAS ALTO GRADO

Ji terminó sus estudios, durante siete días enteros analizó lo


que deseaba hacer con su vida. El poseía grandes dotes inte-
lectuales y una fuerte determinación, lo cual, le permitiría
tener éxito en cualquier actividad que escogiera. Pero después
de un largo debate interno, decidió: "Dios primero y el mundo
después". Una vez que tomó esta decisión, nunca volvió atrás.
La búsqueda del conocimiento de sí mismo y la realización
de Dios se convirtió en la pasión dominante durante su vida
y este propósito se realizó cuando llegó a los pies de Hazur
Baba Sawan Singh Ji.
La Biblia habla del Señor como un Dios celoso. Podemos
alcanzarle sólo cuando nuestro anhelo es tan intenso que todos
los deseos conflictivos desaparecen. Cuando buscamos a Dios
sobre todas las cosas, nuestros apegos mundanos desapare-
cen. Sant Kirpal Singh Ji tenía su propia manera para expre-
sarlo. Decía que si buscamos a Dios tan intensamente como
el hombre que al estarse ahogando lucha por respirar, con
seguridad le encontraremos. Dios escucha el apasionado grito
que nace desde las profundidades del corazón y nos muestra
el camino hacia El, dirigiéndonos hacia un Mentor espiritual
o Adepto. El Adepto es aquel que ya ha concluido su propia
búsqueda espiritual, unificándose con el Creador. Conoce el
camino de regreso a Dios y puede guiarnos paso a paso du-
rante el viaje. El nos dice que el nacimiento humano es la
única oportunidad. Sólo en esta forma podemos aprender a
elevarnos sobre la conciencia corporal y recorrer los reinos
internos.
Había una vez un hombre, propietario de un gran bos-
que. Decidió despejarlo y comenzó a vender los árboles como
madera para el fuego. Cierto día, cuando casi había terminado
con la arboleda, vino un experto horticultor y dijo al propie-
tario que los árboles que vendía como leña, eran de sándalo
y de un inmenso valor. Así, el dueño vendió los pocos árboles
que le quedaban por más dinero del que había ganado con el
resto de la arboleda. De igual modo, el Adepto nos explica
que cada día de la vida humana es un precioso don de infinito

95
LAS MAl<A VII !.AS DEI. ESPACIO INTEl<NO

valor. Nos ensel'la cómo utilizar mejor el tiempo que nos ha


sido concedido. Si seguimos sus instrucciones, es posible que
obtvngamos la meta más elevada de nuestr•1 existencia, du-
r,rnte este periodo de vida.
La primera lección es que no somos el cuerpo sino espí··
ritu. Como l'S necesario sostener el cuerpo físico, debemos
hacerlo causando el menor dai1o posible a la vida. En el campo
de la dieta, ésto requiere que seamos vegetarianos, evitando
la carne, el pescado, las aves y los huevos, tanto los fértiles
comn los in fértiles. Además, como nuestra meta se. encuentra
en los estados de conciencia más y más elevados, debemos
abstenernos del alcohol y de las drogas porque embotan y
deforman nuestra conciencia. Nacimos en una familia y debe-
mos honrarla y cumplir con nuestras obligaciones sociales. Es
indispensable ganar el sustento por medios honestos y no ser
una cMga para lus demás. El sendero espiritual no nos exige
que n:nuncie1líos a lü externo porque sería una manera ue
escapar de nuestros deberes. Lo que requiere es que mientras
cumplimos con nuestras obligaciones mundanas, no aparte-
mos los ojos de nuestra meta espiritual.
Como siempre lo he dicho, el éxito en cualquier actividad
requiere dedicación. En la universidad, el estudiante que tra-
baja con plena concentración es el que triunfa y obtiene su
grado lo más pronto posible. Por el contrario, aquel que se
retira constantemen te o mantiene cambiando sus estudios,
toma mucho tiempo para completar sus cursos. El que- se
aplica con pasión y celo y hace los sacrificios necesarios para
lograr la meta escogida, en el menor tiempo posible, está más
inclinado hacia el éxito. El Maestro le concede a cada discípulo
una experiencia interna de primera mano, en el momento de
la iniciación. Esta debe ser desarrollada a través de la práctica
constante, regular y exacta. El buscador que hace ésto 'más
rigurosamente , logra el mayor progreso.
Pero el sendero espiritual también requiere del análisis
y evaluación de nuestro progreso. Si observamos las vidas de
la gente de éxito, veremos que tuvieron el hábito de hacer

96
EL MAS ALTO GRADO

una pausa regularmen te para analizar sus errores y medir su


progreso. Khwaja Hafiz, el gran poeta místico persa, mantenía
cerca una vasija de barro y cada vez que cometía un error,
depositaba una piedra. Después de unos pocos días, se escan-
1
dalizó al ver que la vasija estaba casi llena de guijarros.
San Ignacio de Loyola también hacia gran énfasis en la
introspecció n. Benjamín ·franklin mantuvo un diario donde
registraba sus faltas con respecto a las virtudes que necesitaba
perfecciona r en su vida.
El diario más científico fue desarrollad o por Sant Kirpal
Singh Ji. En él están registradas las virtudes de la no violencia,
la veracidad, la castidad, la humildad y el servicio desintere-
sado. Algunas columnas están subdividida s para distinguir
las fallas en pensamient o, palabra y acto. Cada día, debe
registrarse el número de faltas en la casilla correspond iente.
Igualmente , debe registrarse la cantidad de tiempo dedicado
al servicio desinteresa do y a la meditación.
Si queremos hacer progreso espiritual, debemos observar
una vida ética. Sant Kirpal Singh Ji solía decir: "Es difícil ser
un hombre en el verdadero sentido de la palabra. Pero una
vez lo somos, no es difícil encontrar a Dios". El propósito de
la introspecció n diaria es identificar los puntos débiles en nues-
tra vida ética, de modo que podamos mejorar día a día. No
registramos el número de aciertos en el cumplimien to de nues-
tros ideales. El diario refleja las oportunida des perdidas y sólo
registramos las fallas éticas, por medio de un sistema de "ca-
lificaciónne gativa". Si en un día hemos fallado cien veces,
entonces haremos todo el esfuerzo posible para reducirlas a
ochenta el día siguiente, a setenta el próximo y menos en los
días subsiguient es. Hacer el diario no es un ejercicio para la
felicitación de sí mismo, pero tampoco para la autoflagelac ión.
Al reconocer nuestras debilidades , debemos decidirnos a su-
perarlas, pero no podemos lograrlo insistiendo insanament e
en ellas.
Cuando iniciamos la observancia del diario, frecuente-
mente sólo notamos las fallas más obvias en palabra y en acto.

97
LAS MARA VILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Pero cuando nos volvemos más rigurosos en la introspección,


entonces captamos nuestras faltas en pensamiento. Hay así
un incremento bien definido en el número de nuestras fallas
registradas. Esto refleja la expansión de nuestra conciencia y
sin tal conciencia, ¿cómo podemos erradicar nuestras faltas?
De allí en adelante, el número registrado se P.Stabiliza y co-
mienza a disminuir.
Las cinco virtudes incluidas en el diario cubren todos
los aspectos de nuestra vida. La no violencia, -entendida y
practicada correctamente, se aplica no sólo a las relaciones
con los demás sino con toda la creación. No hacer daño es el
primer principio en todas las tradiciones religiosas. Debemos
aprender a practicarla tanto en pensamiento como en palabra
y en acto. Cuán fácil es hacer descuidadamente comentarios
sarcásticos o pensar mal de alguien. No es difícil ser conscien-
tes del daño físico que podemos causarle a los demás. Pero
es necesaria la indagación de uno mismo para ver cuán pro-
pensos estamos a herir a los demás en pensamiento y en
palabra. ·
No debemos criticar a los demás, ni causarle daño a
, nadie, ni herir sus sentimiento. Más bien, debemos aplicar el
bálsamo de las palabras dulces, en sus lacerados corazones.
No solamente importa lo que decimos sino también cómo lo
decimos.
Habrá ocasiones cuando los demás nos hieran y nos
tergiversen. Pero en vez de sentirnos provocados, debemos
recordar al Señor y a nuestro Maestro. Antes de responder
con ira, debemos apartarnos y dejar que nuestra ira desaparez-
ca. Si nos disciplinamos, finalmente aprenderemos a no reac-
cionar contra aquellos que abusan de nosotros o nos hieren.
La meta es aprender a responder con tanto amor que disipe-
mos los sentimientos negativos de los demás, con la fuerza
de nuestra influencia positiva. Cuando verdaderamente desa-
rrollamos ahimsa, quienquiera que venga a nosotros será
transformado por nuestra radiación de amor.
La veracidad es básica para la vida recta. En el campo

98
EL MAS ALTO GRADO

de la actividad, debemos ganar nuestro sustento por medios


honestos, sin hacer trampa o sacar ventaja desleal de los de-
más. No debemos engañar a nadie y ésto se refiere de igual
m<mera a nuestras palabras como a nuestros actos. Tendemo s
a exagerar los defectos de los demás y a ocultar nuestras _
propias faltas. Podemos engañar al mundo pero en realidad
nos estamos engañand o a nosotros mismos. A menos que
seamos veraces con nuestro propio ser y estemos dispuesto s
a aceptar y reconocer nuestras debilidad es, no podemos espe-
rar ser mejores. Esta es en realidad la premisa básica del diario.
El más grande obstáculo que se interpone en nuestro
progreso espiritual es el ego. El orgullo del conocimie nto, la
riqueza y el poder nos ciegan a los valores humanos. El ego
engendra complacen cia y nos engaña haciéndon os creer que
somos autosufici entes. Por esta razón, todos los santos y sa-
bios han enfatizado la importanc ia de la humildad . Esta virtud
se apoya en el reconocim iento de que no somos el centro del
universo sino que cada criatura, alta o baja, es la obra de Dios.
Como Sant Kirpal Singh Ji dijo: "Cada uno es único en su
propia forma. Hay un propósito divino detrás de la vida de
todo aquel que viene a este mundo. Ninguno ha sido creado
para nada. Tenemos algo que aprender de todo el mundo.
Este es el secreto de la humildad ".
En verdad, la acti~ud humilde es esencial para todo
aprendiza je. A menos que vayamos donde el profesor, con-
vencidos de que él puede darnos algo de valor, respecto a lo
que necesitam os, ¿cómo podemos aprender de él? El estu-
diante que se cree superior al profesor, termina siendo como
una copa invertida sobre la cual no puede vertirse nada. En
el campo espiritual, sobre todo, no debemos juzgar al Maestro
con las bases de nuestro limitado ego. Debemos escuchar
cuidadosa mente lo que él dice y esforzarn os por llevar sus
enseñanz as a la práctica. Es desarrolla ndo respeto y reverencia
por él que podemos incremen tar nuestra receptivid ad y ganar ·
el completo beneficio de las riquezas espiritual es que tiene
para dar.
99
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Cristo dijo: "Benditos los puros de corazón porque ellos


verán il Dios". (Mateo 5.8). Para lograr esta pureza, debemos
aprender a controlar nuestros sentidos. Sin embargo los santos
no enst•r'lan el sendero del ascetismo. Ellos creen en la santidad
del matrimonio, en donde uno de los objetivos puede ser
tener hijos. t.\los dicen que la sensualidad y la espiritualidad
nos lle\·an en diferentes direcciones. Hay un mundo de dife-
rencia entre el amor y la lujuria. El amor nos lleva hacia los
cielos. La lujuria nos atrapa en la mente y en la materia,
arrastrándonos hacia abajo. Los placeres de los sentidos son
transitorios. La vida del espíritu es de permanente felicidad
y alegría. Una vez que aprendemos a ir internamente y a
experimentar la Música Celestial. la mente descqbre el éxtasis
interior, olvidando los placeres externos. El objetivo, al hacer
el diario, es movernos paso a paso hacia la meta, cambiarnos
de lo terrenal a lo Celestial.
El servicio dt:!sinteresado es una expresión de nue!Stro
amor por la creación de Dios. Se dice que la razón por la cual
fueron creados los seres humanos, fue para que tuvieran com-
pasrc'ln de sus semejantes. Como lo dijo el famoso poeta urdú,
lqbal: "Dios hizo al hombre expresamente para que participara
de las dichas y las tristezas de los demás. Si sólo deseara
devoción, para eso ya tenía a los ángeles". Mientras la virtud
de no criticar nos exige evitar herir los sentimientos de los
demás, el servicio desinteresado nos incita al sacrificio por
nuestros semejantes, en un espíritu de amor.
Si examinamos cuidadosamente las virtudes registradas
en el diario ideado por Sant Kirpal Singh Ji, nos daremos
cuenta de que son interdependientes. Ellas se refieren al reco-
nocimiento de que toda vida es una expresión del Creador,
_nuestro Padre universal.
, Hemos pasado a través de incontables formas de vida
antes de obtener el nacimiento humano. Sólo en esta forma
podemos conocernos a nosotros mismos y llegar a ser uno
con Dios. ¿Qué puede ser más natural que retornar a nuestra
Fuente? Sin embargo, el camino hacia allá es el más exigente.

100
EL MAS ALTO GRADO

No requiere nada más que reordenar nuestras vidas. El Adepto


espiritual es completa mente competen te para ayudarno s a
obtener el conocimie nto de nosotros mismos y la realizació n
de Dios. En el momento de la iniciación nos enseña el método
para recorrer los reinos internos y finalment e, llegar a fundir-
nos en el Creador. _El nos promete que será nuestro perma-
nente guía y compañer o, aquí y en el más allá.
· La espiritual idad es otorgada librement e, C<?mo un don
de Dios y un verdadero Maestro no cobra por impartir sus
enseñanz as ni por la iniciación. Pero antes de emprende r este
sendero, debemos establecer un comprom iso y cumplir con
ciertos requisitos previos. Primero, cada día debemos estar
dispuesto s a dedicar algún tiempo a las prácticas espiritual es,
porque a través de ellas entramos en contacto con el Verbo
sagrado. Segundo, debemos observar una vida ética y ganar
el sustento por medios honestos. Adicional mente, nuestra
dieta debe ser estrictam ente vegetarian a, evitando la carne,
el pescado, las aves y los huevos. No debemos ingerir alcohol,
drogas alucinóge nas u otros intoxicant es.
Para acelerar el progreso espiritual , debemos estar dis-
puestos a elaborar, todos los días, el diario introspect ivo y
asistir regularme nte al satsang. Los satsangs presidido s por
el Maestro o por sus represent antes, tienen su propia radia-
ción, y aquellos que asisten, reciben elevación espiritual .
Cuando asistimos al satsang donde el Maestro está presente
físicamen te, obtendrem os el máximo beneficio si enfocamo s
nuestra atención, única y exclusiva mente en él. Hazur Baba
Sawan Singh Ji nos exhortaba para que abandoná ramos cien-
tos de tareas. con el fin de asistir al satsang y miles para prac-
ticar la meditació n.
Algunas personas me han dicho que las restriccion es de
esta forma de vida son como un pesado yugo alrededor de
sus cuellos. Pero yo no miro este yugo como una carga. Más
bien, es la forma en que Dios pone sus amorosos brazos alre-
dedor de nosotros.
Debemos seguir el sendero espiritual con total concentra -

101
LAS MARA VILLAS DEL ESPACIO INTERNO

ción y, simultáneamente, cumplir de la mejor manera posible


nuestras obligaciones externas. Los santos nos invitan a ern-
prendér el reto de armonizar la vida interna con la externa y
aquel que lo logre, verdaderamente dominará el arte de vivir.
Sin embargo, lograr tal armonía nos parece tan difícil, que
creernos que el éxito en el sendero espiritual, sólo es posible
a través de la renunciación. Pero ésto no es así.
Raja Janak, aunque era un rey, fue también un gran
místico. En aquellos días, había un joven asceta con inclina-
ción espiritual, llamado Sukh Dev. Era el hijo de un famoso
sabio, Ved Dyas. El sabio le dijo a su hijo: "Si quieres la
completa iluminación, debes ir a donde Raja Janak y aceptarlo
corno tu Gurú". El muchacho dudaba en ir donde t?l rey por
instrucción espiritual. El pensaba:" ¿Cómo puede un monarca
y padre de familia guiar a un asceta corno yo?" Sin embargo,
no podía desobedecer a su padre.
Cuando Sukh Dev fue a la corte y vio el lujo en que vivía
Raja Janak, sus dudas se incrementaron mil veces. Nunca
había visto tal esplendor. Muchas mujeres hermosas habita-
ban la corte y la más encantadora atendía al rey. Sukh Dev
pensó: "¿Cómo puede este hombre, obviamente perdido en
el mundo de los sentidos guiarme?" Los santos quienes como
Janak han realizado a Dios, son conocedores de todo. Ellos
ven la verdadera inclinación de los pensamientos de quienes
vienen ante su presencia. Pero son los señores de la compasión
y tratan de ayudarnos en la mejor forma que sea necesaria.
Janak quería salvar a Sukh Dev de que se desviara y hacerle
ver una importante verdad espiritual.
Llamado el joven asceta, le preguntó, si había visto los
maravillosos espectáculos en la capital. Cuando Sukh Dev
respondió negativamente, Janak le pidió que hiciera un reco-
rrido por la ciudad, acompañado por sus guardias. Sukh Dev
se sintió muy complacido, pero antes de partir, el rey le en-
tregó una rebozante taza de leche, diciéndole: "Lleva ésto
contigo mientras vas por la ciudad. Si derramas aunque sea
una sola gota, mis guardianes tienen órdenes para decapitarte

102
EL MAS AL TO GRADO

inmediatam ente". Asombrado , Sukh Dev empezó a temblar


de miedo. Pero como era una orden del rey, no había escapa-
toria.
Horas más tarde, Sukh Dev regresó exhausto y abatido.
Rápidamen te devolvió la taza de leche, exhalando un suspiro
de alivio al ver que su cabeza todavía estaba sobre sus hom-
bros. Janak Je preguntó: "¿Cuál de los marav.illosos espectá-
culos te gustó más?" Sukh Dev dijo: "Mi atención estaba com-
pletamente fija en la taza de leche. ¿Cómo iba a disfrutar de
algún espectáculo si tu espada estaba amenazand o mi cabe-
za?" El rey, haciendo señas para que los guardias se retiraran,
le dijo a Sukh Dev: -"Mira, hijo mío, debo continuar con estos
deberes reales porque mi mentor espiritual me ord~nó hacerlo.
Pero en medio de toda la grandeza de la corte, mi atención
está en Dios. Sé, en el fondo de mi corazón, que todos los
placeres y posesiones mundanas son efímeros. Sé que la es-
pada del tiempo amenaza mi cabeza".
Si recordáram os que la espada del tiempo amenaza nues·
tras cabezas, no olvidaríamo s, ni siquiera por un momento,
nuestra meta final. Este es el mensaje que los Adeptos ponen
frente a nosotros. Llevando sus sublimes enseñanzas a la prác-
tica ganaremos el conocimien to nacido del éxtasis y obtendre-
mos el grado más alto en la escuela de la vida: -el conocimien to
de sí mismo y la realización de Dios-.

103
CAPITULO

La joya invaluable

La hulla y el carbón de leña están catalogados como las


sustancias menos sublimes. Pero, ¿sabemos que al colocarlos
en condiciones apropiadas, se transforman en la gema más
preciosa? Los científicos dicen que el carbón, a setenta y cinco
millas bajo la superficie de la tierra, soporta un intenso calor
y presión. Después de innumerables años, se cristaliza y final-
mente, se incrusta cerca de la superficie de la tierra, en la
forma de un diamante. Pero aún así es áspero y difícilmente
se distingue de cualquier piedra ordinaria. Necesita ser tallado
y pulido por un experto joyero para que se transforme en una
joya invaluable.
Igual sucede en el plano espiritual, porque somos como
el carbón que ha sufrido el largo y lento proceso de transfor-
mación. Después de soportar el intenso calor, las pruebas y
tribulaciones del ciclo de la transmigración, hemos asumido
la forma humana. Las escrituras indias dicen que en este pro-
ceso debemos pasar por 8.4 millones de especies de vida.
Maulana Rumi, el místico persa, lo ha expresado así:
Morí como mineral y llegué a ser una planta;
morí como planta y me elevé a animal;
morí como animal y me convertí en un hombre.
¿Por qué temer? ¿Cuándo fui menos al morir?
Sin embargo, una vez más moriré como hombre,

105
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

para remontarme con los ángeles benditos;


pero a1Í11 después de lo angelical
dcbu cu11ti11uar; excepto Dios, todo perece.
Cuando haya sacrificado mi alma de ángel,
111c cu11vertiré en lo que ninguna mente
ha co11cebidu.
¡Oh!, 110 me dejeis existir, porque la no existencia
proclama con tonos de órgano, "A El regresaremos".
Las escrituras dicen que la forma humana-es la cima y
corona de la creación. Y la sagrada Biblia dice que Dios hizo
al hombre a Su imagen. Adentro tenemos la gema más precio-
sa, el alma o espíritu. Es la más pura y perfecta de toda la
creación, porgue es una chispa del Creador. Es más luminosa
y más deslumbrante que la luz misma e infinitamente más
preciosa que la más costosa de las joyas. Es el tesoro que Dios
ha ocultado en el cofre, hecho con sus propias manos, el
cuerpo humano. Las fariseos preguntaron a Jesús cuándo ven-
dría el reino de Dios. El les dijo: "El reino de Dios no viene
por observación ... está dentro de ustedes". (Lucas 17.20-21).
Entonces, surge la pregunta: "cómo se puede extraer ese dia-
mante y transformarlo para que refleje la belleza y la luz de
su Creador?
Es tal el apego al cuerpo físico y al mundo externo que
estamos inmersos en la ilusión. Creemos que sólo nos compo-
nemos de cuerpo y mente, ignorando que en verdad somos
alma, una gota del océnao de conciencia total. Somos como
el hombre que teniendo un tesoro enterrado en su casa, gasta
su vida entera buscándolo por todo el mundo. Actualmente,
nuestra visión está nublada y no podemos ver nuestro verda-
dero valor.
Bhai Nand Lal Goya, un conocido poeta persa, dijo: "Sólo
el ojo del joyero, puede decirnos cuál es el valor de una joya
con un vistazo". Un santo es el joyero del espíritu. Habiendo
realizado su divinidad, ve claramente que, aun con todas nues-
tras imperfecciones, somos almas. En este sentido, es como
ei escultor que visualiza en el bloque de piedra, la imagen

106
LA JOYA INVALUABLE

terminada. Es como Miguel Angel, quien pudo ver la figura


de David en el bloque de mármol que estaba delante de él.
Cuando terminó de tallar, cincelar y pulir, la imagen era tan
viva y dinámica, que se dice que él le dil, un puntapié y gritó:
"¿Por qiQ no hablas?"
Para obtener el conocimiento de sí mismo y la realización
de Dios, debemos aprender a retirar la atención, del mundo
externo, y concentrarla en el asiento más elevado del alma en
el cuerpo. Este punto· se conoce como el ojo único o tercer
ojo. Un Maestro espiritual puede enseñarnos la técnica de
meditación, con la c:ual, el alma puede elevarse sobre la con-
ciencia física, entrando en contacto con el Verbo sagrado y
recorriendo el sendero interno que lleva a la Fuente.
La vida ética es un prerrequisito para el progreso interno.
Debemos suprimir nuestras imperfecciones e inculcar las vir-
tudes divinas. La meditación y la vida ética se complementan
la una con la otra y aceleran el desarrollo espiritual. En verdad,
estas dos prácticas equivalen al proceso de tallado, donde se
revela el verdadero valor del diamante.
Debemos remover aquellas impurezas que atan el alma
al mundo efímero de materiá e ilusión. Para ayudarnos a
reemplazar la ira, la codicia, el apego, la lujuria y el ego, Sant
Kirpal Singh Ji desarrolló el diario introspectivo. Tal instros-
pección nos provee un método científico para el mejoramiento
de nosotros mismos.
En verdad, Sant Kirpal Singh Ji decía que si hacíamos
el diario, regularmente, aun por unos pocos meses, nuestra
vida experimentaría un notable cambio, para bien.
Los diamantes son valorados según su pureza y transpa-
rencia, las cuales, determinan su brillo. Similarmente, para
reflejar plenamente la Luz de Dios, debemos volvernos puros
y transparentes. Es la mente, llena de ego y de deseos mun-
danos, la que oscurece la Luz del espíritu. Las escrituras indias
cuentan que el Señor Krishna venció a la serpiente de mil
cabezas de la mente, tocando su flauta. El Maestro nos conecta
con el Verbo sagrado o Música Celestial, en el momento de

107
LAS MARAVILLAS OH. ESPACIO INTERNO

la iniciación. Entre más nos sintonicemos con ella, a través


de la meditación, estaremos más absortos con la intoxicación
divina. El deseo por los transitorios placeres de los sentidos,
desaparece y es reemplazado por un anhelo y ansiedad por
la bienaventuranza espiritual.
A medida que progresamos internamente, vemos refle-
jada la Luz de Dios en el mundo que nos rodea. Vemos Su
mano guiando y dirigiendo nuestra vida. La humildad es otro
término para este reconocimiento. Somos limpiados del orgu-
llo y de la vanidad y nos sometemos a la voluntad del Señor.
En la naturaleza no encontramos nada comparable al
vacío. Cuando las imperfecciones son erradicadas, se reempla-
zan por virtudes divinas. Nuestros deseos mundanos son sus-
tituidos por el anhelo de la unión espiritual y el velo del ego
es reemplazado por la Luz de Dios. Sant Kirpal Singh Ji, a
menudo, solía decir que hombre menos deseos, es Dios y
Dios más deseos es hombre. Dicho en otras palabras, cuando
estemos libres del ego y de los apegos mundanos, descubrire-
mos nuestra verdadera naturaleza. Cuando los vientos del
deseo cesen de atormentarnos y perturbarnos, empezaremos
a reflejar la gloria del Creador.
Un incidente en la vida del Señor Krishna ilustra gráfica-
mente esta verdad. Hubo un pintor que fue muy aclamado
por su habilidad para hacer retratos. Tanto era el talento, que
podía hacer una pintura del sujeto, en una sola sesión. Al oír
de la belleza y generosidad del Señor Krishna; fue hasta la
ciudad de Dwarka y pidió permiso para pintar un retrato del
renombrado rey. El Señor Krishna le concedió el permiso y
posó para él. Después de la sesión, el artista llevó la pintura
a su casa para aplicarle los últimos retoques. Al día siguiente,
orgullosamente le presentó el retrato al rey. El Señor Krishna
lo desempacó y lo observó cuidadosamente; sosteniéndolo,
preguntó: "En verdad, ¿es este mi retrato?" El artista, difícil-
mente podía creer lo que veía. Por primera vez en su vida,
lo que había. pintado no se parecía en nada al sujeto. Escan-

108
LA JOYA INVALUABLE

dalizado y avergonzado, suplicó al rey por una segunda opor-


tunidad.
Así, el artista se preparó para trabajar más duro que
nunca. Pero al regresar al siguinte día con la pintura termina-
da, Jos resultados no fueron diferentes que los anteriores.
Cabizbajo y compjetamente desanimado, el artista estaba es-
tupefacto. El Señor Krishna le alentó, diciendo: "No debes
darte por vencido, amigo mío. Posaré para ti una vez más"
Aunque el corazón del artista no estaba dispuesto, no podía
desobedecer al rey.
Cuando regresaba a su casa, después de esta sesión, se
encontró con uno de los grandes devotos del Señor Krishna.
Viendo el abatamiento del artista, el discípulo le preguntó
cuál era la causa. Después de narrarle lo sucedido, el discípulo
Je reveló que el rey no era un sujeto común, sino la encarnación
del Señor Mismo. EL le aseguró al artista que su caso no era
para perder Ja esperanza y Je indicó cómo podía cumplir con
su tarea.
Al día siguiente, cuando el artista entró a la corte, colocó
su trabajo ante el rey. Igual que Jos días anteriores, Krishna
desempacó el retrato y lo miró fijamente. Pero esta vez, con
una sonrisa, dijo: "Verdaderamente has tenido éxito".
De acuerdo con un poeta místico:
La forma del Amado produce
un nuevo matiz a cada momento;
El tiene miles de maravillas ocultas
bajo sus trenzas.
Lo que- Krishna sostuvo ante él, fue un espejo, y sólo
por 'ésto, pudo reflejarse sin imperfecciones la imagen misma
del Señor.
Similarmente, un diamante refleja completamente la luz
sólo cuando está libre de manchas y es transparente. El joyero
examina cuid.adosamente la joya antes de empezar a trabajar
en ella. Luego, la talla y la pule para resaltar su belleza, pero
no puede remover las imperfecciones que le son inherentes.
La tarea del Maestro es más difícil y de mayor alcance. El

109
LAS MARA VILLAS DEL ESPACIO INTERNO

trabaja con la más sutil de todas las sustancias, el alma. En


el reino espiritual, la meditación y la vida ética equivalen al
proceso de tallado de la gema y la devoción corresponde al
pulimento. Pero los cambios efectuados por el Maestro son
mucho más espectaculares que los ejen~tados por el joyero.
En verdad, un santo puede transformar el material humano
más defectuoso, en una imagen de lo divino.
Sólo el poder del amor puede dar lugar a tal transforma-
ción. El Maestro, habiéndose fundido con el Cr~ador, irradia
una inagotable fuente de amor. Entre má da, más posee. Hasta
el punto en que cada discípulo puede afirmar con toda .razón
que el Maestro le ama más que a nadie. Es el .intenso calor
de este amor el que extingue nuestras imperfecciones.
En la terminología de los místicos, el rendimiento de sí
mismo debe entenderse en términos positivos. Antes que dis-
minuirse o aniquilarse, nuestro verdadero ser se expande
hasta ábarcar a toda la creación.
El Maestro posee todas las virtudes divinas. A medida
que nuestras imperfecciones son eliminadas, las reemplaza-
mos con las cualidades del Amádo. Este es el gran misterio
del poder transformativo del amor. Nos transmuta en su pro-
pia imagen. De esta manera la gema se vuelve perfecta y
completamente transparente. Cada diamante terminado, que
ha pasado por las manos del joyero Maestro, es capaz de
reflejar, en toda su gloria, la Luz del infinito.
No importa donde sea colocada esta valiosa joya; ésta
satisface a todos aquellos que la contemplan con alegría y
admiración. Esta, irradia el esplendor.del cielo y el amor que
sustenta el universo.

110
CAPITUL O

Oración

Cuando llegué a Alemania, -durante mi segunda gira


mundial, me presentaron una copia de la famosa Obra de
Alberto Durero, "Manos orando" Las manos unidas y en
señal de súplica, son parte del lenguaje universal del espíritu.
A dondequier a que vayamos, sea al Oriente o al Occidente,
veremos que entre los budistas, los hindúes, los sikhs, los
judíos o los cristianos, las manos se unen espontánea mente
cuando estamos en disposición de orar. La oración es tan
inevitable como la respiración. Seamos o no religiosos, en
algún momento de nuestra vida, nos dirigimos hacia algún
poder más elevado en busca de dones o ayuda.
Esto me recuerda una divertida historia publicada, hace
algún tiempo, en uno de los periódicos de India. Relata el
caso de un niño que perdió a su padre y envió una carta a
Dios, solicitándol e una pequeña suma de dinero para comprar,
un juguete que deseaba con todo su corazón. En vez de ser
entregada en el cielo como esperaba el niño, la carta llegó a
la oficina de correspond encia extraviada. Cuando el personal
de servicio la leyó, se conmovió tanto con su contenido que
de inmediato reunieron algún dinero y lo enviaron en un giro
postal. Poco tiempo después, recibieron una segunda carta
dirigida al Señor, en la cual, el niño agradecía a Dios por la
pronta respuesta a su oración, pero se quejaba de que la suma

111
LAS MARAVIL LAS DEL ESPACIO INTERNO

recibida era muy poca para lo que necesitab a. "¡Quizá! ", con-
cluía el niño, "¡la gente de la oficina de correos ha robado
algo del ·dinero de Dios!"
Tal vez nunca hayamo s escrito ni enviado una carta a
Dios como lo hizo este niño, pero con segurida d que cada
uno, de una u otra forma, hemos dirigido una oración al
Señor. Si examina mos las diferente s tradicion es religiosas del
mundo, encontra remos que la oración ocupa el lugar centrar
en casi todas ellas. Por ejemplo, en la tradición cristiai:ia, Jesú_s,
después del Sermón de la Montaña , continuó habland o acerca
de la oración, de la actitud mental con la que debe ser hecha
y del objeto por el que uno debe orar. El ideal que colocó ante
sus discípul os fue: "Sed perfecto s como vuestro ~adre que
está en los cielos es perfecto ". (Mateo 5.48). Esto represen ta
verdade ramente , la culminac ión de nuestra búsqued a espiri-
tual: ser perfecto s como nuestro Padre que está en los cielos.
U, como lo señálan los sufíes, nut:!stra mela debiera ser, lograr
tal punto de desarrol lo que uno pueda declarar: "Anal~haq"
("Yo soy Dios"). En el misticism o hindú tenemos la misma--
meta expresad a en la palabra "Sohang ", que significa "Yo soy
eso", o "Aham Brahm Asmi" que quiere decir, "Yo soy eso".
Sea que deseemo s gritar "Yo soy eso" o llegar a ser perfecto s
como "vuesto Padre que está en los cielos es perfecto ", el fin
es el mismo, o sea, obtener identida d con el Creador . La
oración y la meditaci ón ocupan un destacad o lugar en el logro
de la m~ta. Si deseamo s seguir el sendero espiritua l, es muy
importa nte entende r el significa do de la oración y lo que invo-
lucra su correcta práctica.
Ante la diversid ad de oracione s, ¿hay alguna que sea
más recomp~n sante, fructífer a o deseable que las demás? No
importa como lo definam os, orar a Dios es estar en contacto
con El, de una u otra forma, es establec er un puente entre lo
finito y lo infinito. Este, es el verdade ro propósit o de la ora-
ción. En buena parte, la relación que establez camos con el
Cre<tdor depende de nuestro tempera mento y nivel evolutiv o.
Lo correcto, desde el punto de vista de nuestro crecimie nto
112
ORACION

espiritual, puede no serlo desde otro punto de vista.


Hay cinco clases de oración:
1) De petición o súplica, en la cual le pedimos a Dios las
cosas que necesitamos en este mundo.
2) De acción de gracias y gratitud por lo que Dios nos ha
dado.
3) Oraciones para que nos sea mostrado el camino que
lleva a Dios.
4) De perdón y gracia, después de reconocer nuestros pe-
cados.
5) Meditación, el nivel en donde comulgamos con el Se-
ñor.
La forma de plegaria más común está descrita en la ora-
ción del niño que envió la carta a Dios. Cuando deseamos
algo y no lo podemos conseguir, le oramos a dios por ello.
Tales pedidos se relacionan con la oración de petición o súpli-
ca. Aquellos que se consideran avanzados espiritualmente,
con frecuencia, dicen que tales oraciones deben evitarse. Pedir
a Dios cosas y ganancias materiales, dicen, es perder el punto
esencial de la espiritualidad. Pero el asunto no es tan simple.
El bebé, primero aprende a amar a su madre por el sustento
que ella le da. Posteriormen,te, empieza a amarla por ella mis-
ma. Por eso, cuando alguien condenó las oraciones en las que
se le piden a Dios cosas mundanas, Swami Vivekananda,
señaló: "Si el hombre no hubiera deseado cosas para sí, ¿pien-
sas que se habría inclinado a la oración y a la adoración?
¡Desde luego que nunca hubiera pensado en Dios!"
Es natural que un niño, continuamente, le pida una y
otra cosa a sus padres, un nuevo juego, una nueva bicicleta,
este juguete o aquel otro. Y aunque, espiritualmente, todos
somos niños, no es sorprendente, que en el noventa y nueve
por ciento de los casos, las oraciones busquen este o aquel
beneficio. En verdad, comúnmente, le pedimos a Dios riqueza,
comodidades material~s, salud y el bienestar para nuestros
hijos, seres queridos y allegados. Aunque tal oración esté
dirigida hacia fines mundanos, tiene una relevancia espiritual
113
LAS MARAVILLAS ÓEL ESPACIO INTERNO

subyacente. Si oramos con toda sinceridad, ésto demuestra


que por lo menos creernos en un Poder más elevado, en un
Ser más elevado y así, se dispone el camino para finalmente
someternos a Su cuidado.
Este reconocimiento de la existencia de un Poder más
elevado, un Poder que pueda responder a nuestras necesida-
des, es el punto de partida de nuestra jornada espiritual.
Cuando empezamos a crecer y a desarrollarnos, cambianos
nuestro interés en los objetos materiales que puede conceder-
nos el Poder Superior por el infinito amor y protección que
dicho Poder vierte sobre nosotros. Ahora, abandonarnos la
preocupación por las cosas que necesitarnos, porque entonce_s,
comprenderemos las palabras de Jesús: "Tu Padre sabe lo que
necesitas antes de que lo pidas". (Mateo 6.8). El énfasis cambia
de la súplica al segundo tipo de oración, el de acción de gracias
y gratitud. Dejamos de mirar a Dios corno Aquel que nos
otorga lo que desearnos y comenzarnos a verlo corno el Padre
que se anticipa a todas nuestras necesidades y que sabe lo
que es mejor para nosotros. Este cambio de actitud es defini-
tivo. Señala un importante punto en nuestro desarrollo espi-
ritual. Al llegar a este nivel, obtenemos un nuevo sentido de
aceptación y entendimiento. Acogemos cualquier cosa que
Dios nos conceda. A pesar de lo que los demás puedan decir
o pensar, rf'conocernos que Dios está trabajando para nuestro
beneficio final. Y no solamente aceptarnos con gusto lo que
nos envíe, sino que estarnos llenos de gratitud y de reconoci-
miento.
La mayoría de las oraciones, e'n las tradiciones religiosas
del mundo, son de petición o de acción de gracias. Pero al
desarrollarnos, hacernos el tercer tipo de oración, rogando
por ayuda y asistencia para encontrar el camino de regreso a
nuestro Padre. Una vez que estarnos llenos de deseo de cono-
cer al Señor, alcanzamos el punto donde aquellos que nos
ayudaron en el pasado, no pueden seguir haciéndolo: nuestros
padres, profesores, amigos y compañeros. Las escrituras son
Uf!a fuente de gran inspiración y nos ayudan a reforzar nuestra

114
ORACION

credulidad en la existencia de un Ser divino que cuida de


nosotros. Comenzaremos a creer en la posibilidad que tiene
el ser humano, de estar en comunión directa con Dios. Pero
como en cualquier otra actividad, la palabra impresa no es
suficiente. Necesitamos un guía viviente. Cuando las oracio-
nes del buscador se hacen más y más insistentes, adquieren
un tono de angustia.
Sant Kirpal Singh Ji solía hablar de su anhelante y tor-
tuosa búsqueda antes de encontrar a su Maestro, Hazur Baba
Sawan Singh Ji, de Beas. Conoció muchos santos e intentó
COf! muchos senderos. Pero ninguno le dio la seguridad in-
terna de llevarlo hasta su meta. Muchas fueron las lágrimas
que derramó y fue extrema la angustia conque oró al Señor
para que le condujera hacia un Maestro perfecto. Sólo así, su
búsqueda tuvo feliz término y obtuvo la meta de la vida misma.
Si tales oraciones son intensas y sinceras, sin duda, el
señor las atenderá. Gurú Gobind Singh, el décimo Gurú de
lps sikhs, declaró: "Dios escucha más pronto el llanto de una
hormiga que el trompeteo de un elefante". Y, más reciente-
mente, Sri Ramakrishna, dijo: "Con seguridad Dios se te reve-
lará algún día. Orale de la manera que gustes. El está siempre
listo a escucharte. Puede escuchar aún el paso de una hormi-
ga". Sant Kirpal Singh Ji solía decir, que como el observador
que se para en la cima de una montaña puede ver el humo
que se eleva desde la fogata más pequeña en el valle, el Señor
observa los corazones que verdaderamente arden por El.
Cuando ese anhelo se vuelve intenso y patético, Dios encuen-
tra los medios para responder las oraciones de sus hijos. El
les responde enviándoles a un Hombre-Dios, o dicho en otras
palabras, enviando a alguien que se ha hecho uno con El, que
trabaja en comunión directa con Dios. Como dijo Cristo: "Yo
y mi Padre somos uno". (San Juan 10.30). El quinto de los
Sikhs Gurú Arjan Dev Ji, declaró: "El Padre y el Hijo están
teñidos del mismo color". El Maestro puede parecernos un
ser humano como cualquiera de nosotros, pero en realidad,
él no está separado del Supremo. Al fundirse en Dios, después

115
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

de haber resuelto el misterio de la vida y de la muerte, puede


mostrarnos el camino que lleva de regreso al Señor.
Una vez nuestro anhelo por Dios ha sido respondido en
la forma de un Maestro perfecto y hemos sido aceptados a
sus pies, nuestras oraciones adquieren un nuevo significado.
A pesar de lo intensa que puede ser nuestra conciencia de
Dios y de su gracia, es difícil desarrollar una relación estrecha
con un Ser a quien no podemos ver, quien por definición, en
su estado absoluto, está más allá de toda forma y nombre.
Pero con un Hombre-Dios es diferente. El es el Poder de Dios
manifestado en la forma humana y podemos verlo y hablar
con él. Encontrarlo, es encontrar una relación que abarca y
trasciende todas las demás asociaciones humanas. El es un
Amigo que nunca nos abandona, ni ·aquí ni en el más allá;
un Padre capaz de darnos infinitamente más amor que un
padre y una madre juntos; un Amado cuya mirada tiene el
Poder de transformarnos. El Maestro viene a nosotros a un
nivel humano, Jo cual no puede hacer el Dios absoluto y
podemos pedirle sin sentir vergüenza y sin reservas, aún hasta
el juguete más simple, igual que el niño lo hace con sus padres.
El sentido de asociación que involucra la oración, adquiere
ahora una realidad humana. El amor y la paciencia que el
Maestro nos demuestra, la infinita gracia que vierte sobre
nosotros, no tienen paralelo. Entre más amor derrame sobre
nosotros, más conscientes nos hacemos de las propias debili-
dades.
Viendo nuestra falta de méritos, nos maravillamos con
el amor que el Maestro vierte sobre nosotros. Nuestras oracio-
nes comienzan a expresar gratitud, un agradecimiento que va
mano a mano con el reconocimiento de nuestros pecados y
limitaciones. Cada día que pasa, nos concientizamos de nues-
tros errores y colocamos nuestras faltas a los pies del Maestro.
Ahora, pasamos al cuarto tipo de oración, donde implo-
ramos la gracia y el perdón. Nos damos cuenta de que si
dependiéramos de nuestros propios recursos, nunca llegaría-
mos a la meta. Si avanzamos hacia ella, es gracias al amor, la
116
ORACION

compasión y la gracia del Amado. Tal aceptación de nuestros


pecados y errores es un paso esencial en el sendero espiritual.
Sólo cuando el alma peregrina grita con toda intensidad: "Se-
ñor, ¡no soy digno!, ¡no soy digno!", empieza a ser curada de
la enfermedad del ego, la última enfermedad de una me'nte
noble, como la llamó el poeta inglés, Milton. Ahora, uno está
listo para entregar su propio ser más y más completamente
a la guía y consejo del Maestro. Experimentamos una nueva
libertad y alegría en el servicio al Maestro. Cualquier oportu-
nidad de servirle al Amado se considera un privilegio que él
nos concede. No somos quienes le ayudamos, sino que él,
por su gr:acia, nos selecciona para que trabajemos en su viña.
Hay diferentes formas de servicio. Las cuales podemos
ejecutar con el cuerpo, con la mente y con el ,alma, siendo
ésta última la más importante. La tarea primordial del Hom-
bre-Dios es llevar las almas anhelantes de regreso donde su
Creador y nada lo complace más que nuestra dedicación a las
prácticas espirituales, las cuales, nos ha impartido para ese
propósito.
La oración refleja nuestra condición interna, tan clara-
mente, que podemos decir en qué nivel de desarrollo espiritual
se encuentra una persona por la forma como ora. Finalmente,
la oración es un medio de enlace entre los humanos, seres
limitados y el Señor, que es ilimitado. En nuestra infancia
espiritual, oramos por las cosas de este mundo. Pero lo permi-
sible en los estados elementales de la espiritualidad, puede
llegar a ser un sacrilegio en los niveles rhás altos. A medida
que crecemos! el propósito de nuestra oración se cambia por
un deseo de comunión directa y plena con el Creador. Para
nosotros al final, el Dador llega a ser más importante que Sus
dones.
En cierta ocasión, un gran rey ordenó que se organizara
una feria o "Meena Bazaar" en su reino e invitó a todos los
ciudadanos. Se exhibían muchas cosas maravillosas y cada
visitante podía seleccionar un artículo y llevárselo como un
regalo del rey. Los ciudadanos acudieron en masa y se emo-

117
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

donaron con los maravillosos regalos. A muchos les fue difícil


decidir qué escoger. Algunos se detenían en el primer mostra-
dor, otros iban un poco más adelante mientras unos cuantos
avanzaban un poco más. De todos los asistentes, sólo uno,
una joven, caminó de un extremo a otro sin tomar ningún
objeto. Al fondo del jardín, ella encontró al rey, quien le
preguntó por qué no había seleccionado un regalo. "Pronto
terminará la feria", le dijo, "debes escoger algo. Seguramente
alguna cosa te guste y no debes desperdiciar -esta oportuni-
dad". La niña, inmediatamen te se paró delante de él y a pesar
de sus protestas, colocó su mano sQbre la cabeza del 'rey;
diciendo: "Si tú eres mío, también la feria entera es mía'"
Cuando el Creador llega a ser nuestra pasión dominante,
antes que Su creación, estamos listos para hacer la oración
más elevada. La plegaria se transforma en meditación y ésta,
es el único medio con que el alma puede tener comunión
directa con Dios.
¿Cuáles son los requisitos para lograr el éxito en la me-
ditación? ¿Cómo obtener el mejor resultado? Hay dos prerre·
quisitos para triunfar. Primero, acercarnos a solas al Señor y
segundo, aprender el secreto del esfuerzo sin esfuerzo. Ne
estamos en capacidad de estar a solas con el Señor, si somo~
distraídos por los ruidos, zumbidos y bullicio del mundo. Sin
embargo, si estamos decididos, encontraremo s la paz y tran-
quilidad necesarias, aún en medio de la ciudad más concurri-
da. Como Sant Kirpal Singh Ji solía decir: "Haz de tus noches
una jungla donde puedas buscar al Señor mientras el resto
del mundo duerme". La quietud y el silencio no son suficientes
por sí mismas. El hombre puede llevar consigo el mundo aún
al corazón del más denso de los bosques. De uno u otro modo,
los sabios y los santos han enfatizado la necesidad de ir a
Dios, a solas. Swami Vivekananda declaró: "Cuando abando-
nas tu apego por el dinero, por tus amigos, por las posesiones
y todo cuanto hay en este mundo y solamente oras por el
amor a Dios, entonces habrás ganado la salvación". Sant Kirpal
Singh Ji, en su inimitable manera, dijo: "Dios está completa-

118
ORACION

mente solo. No tiene padre, ni hermano, ni hermana, ni ami-


go. El desea que todos vayan a El completament e solos.
¿Quién eres? Una entidad consciente, no el cuerpo. A El no
le gusta que lleves tu cuerpo contigo. Esto significa que ni
siquiera piensen en el cuerpo que usas; permanece totalmente
sólo con El".
Al sentarnos en meditación, debemos romper todos los
enlaces con el mundo. Si deseamos que, simultáneame nte,
nuestra meditacipn sea regular y fructífera, sólo hay un cami-
no: dominar el arte de olvidar el mundo al sentarnos en nuestra
alfombra de oración. ¿Cómo podemos, verdaderamen te, estar
a solas con el Señor? No podemos realizarlo por medio del
esfuerzo intelectual. Nuestra mente es un potente y poderoso
agente que no podemos acallar con nuestra propia fuerza de
voluntad. Tampoco podemos persuadida para que deje sus
constantes comentarios sobre el mundo, simplemente, porque
intelectualmen te sabemos que debemos dejar todo atrás
cuando nos sentamos a orar. No importa cuánto nos esforce-
mos, la mente no se puede aquietar con el esfuerzo intelectual.
A menos que estemos llenos con profunda pasión y amor por
Dios, seremos incapaces de olvidar los amores de este mundo.
Sólo cuando nuestra asociación con Dios sea más importante
para nosotros que todas las demás relaciones del mundo,
pensaremos total y exclusivament e en El. Tal amor no puede
ser enseñado ni comprado, sólo captado como un contagio y
si nos contagiamos, empezamos a sufrir y entonces sabremos
lo que es estar a solas con Dios. Al buscar Su presencia, a
través de la oración, no sólo trascendemos el mundo sino que
también olvidamos nuestro propio ser. Para el mundo, esta
completa absorción puede ser una especie de locura, pero
para el devoto es su vida misma. Como lo he expresado en
uno de mis versos:
¡Oh!, dile a la oscuridad del intelecto
que busque la locura del amor,
porque esta locura es un rayo de Luz
y nada más que Luz.
119
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Para ser aceptables a los ojos de Dios, tenemos que acer-


carnos a El completamente solos. Para lograr esto, nuestro
amor por El debe alcanzar un grado de tal intensidad que
borre todos los demás amores. Sin embargo, cuando El se
haya convertido en nuestra única realidad, en nuestro exclu-
sivo objeto de anhelo y amor, todavía debemos aprender a
no luchar por conseguirle. El sendero de la espiritualidad está
lleno de paradojas y la del esfuerzo sin esfuerzo es la más
central. Esta se sustenta en el hecho de que mientras hacemos
de Dios el único objetivo de nuestra vida, cuando nos embar-
camos en esta búsqueda, no debemos consagrar la atención
en El. ¿Cómo es posible buscar y al mismo tiempo refrenarse
en la búsqueda? Podemos esforzarnos para dirigir nuestras
energías y atención hacia un sólo 9bjetivo, pero haciéndolo
en un estado de completa sumisión. Precisamente, ésto es lo
que los grandes Maestros, en todas las épocas, nos han pedido
que hagamos. Es el sendero del esfuerzo sin esfuerzo. Permí-
tanme c,:itar de nuevo las palabras de Sant Kirpal Singh Ji: "A
ustedes les corresponde sentarse a la puerta totalmente solos,
retirados por completo de lo externo. A El le corresponde dar.
No necesitan estar ansiosos. Algún día El los invitará a entrar".
La palabra persa para nombrar a Dios, es Khuda, que
literalmente significa "aquel que viene por sí mismo". El es
el Rey de los reyes y no podemos forzarlo para que venga a
través de un acto de voluntad. ¿Qué somos si no errados
mortales llenos de pecados y limitaciones? ¿Có"mo podemos
esperar forzarlo para que venga a nosotros? Dios es un rey y
al mismo tiempo Padre. El está lleno de amor. Si podemos
sentarnos con profunda devoción y sumisión, nos concederá
la gracia de Su presencia. No pensemos, ni por un momento,
que si nos consideramos preparados para estar ante Su presen-
cia, verdaderamente.Jo estamos. Dejemos que El juzgue cuál
es el momento apropiado porque conoce nuestra verdadera
condición mejor que nosotros mismos. Si podemos hacer de
El el principio y fin de nuestra existencia, si podemos amarle
excluyendo todo lo demás, si podemos aprénder a estar abso-

120
ORACION.

lutamente solos cuando le veamos y podemos ser pacientes


y receptivos, sin un impaciente esfuerzo cuando nos sentemos
a Su puerta, podemos tener la certeza de que nos invitará a
entrar.

121
CAPITUL O

10

El significa do de Cristo

Cada año, por esta época, la gente celebra en todo el


mundo la Navidad, porque de acuerdo con la tradición, fue
ese día cuando el Poder de Dios asumió una forma humana
para traer la eterna Palabra de Dios a la humanidad .
La conmemora ción del nacimiento de Jesús es una época
de júbilo. Cantamos, felicitamos a todos, damos regalos y
deseamos el bien. Es una época en la cual -a pesar de que la
temperatura puede estar tan baja que nos haga temblar de
frío- nuestros corazones están llenos del calor del amor y del
sentimiento de hermandad .
La Navidad también es una época en la que deberíamos
hacer una pausa y reflexionar sobre el gran significado que
posee. Cuando Sant Kirpal Singh Ji visitó el Occidente por
primera vez, en 1955, algunas. personas le preguntaron :
"¿Cuándo regresará el Mesías?". El contestó: "¿Acaso alguna
vez nos ha abandonado ? ¿No dijo Cristo! ¡Estaré siempre con
vosotros, ir ::luso hasta el fin de los tiempos?!". (Mateo 28.20).
Cuando fui por primera vez a América, en 1978, di una charla
en Montreal y enfaticé la necesidad del profesor viviente si
deseábamo s obtener la vida eterna. Cuando dije que todos
los grandes Maestros, independie ntemente de la tradición n:~­
ligiosa a la que pertenecier an, le dieron gran importancia a
este punto, de inmediato fui, podría decir, fieramente desa-

123
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

fiado por un caballero muy decidido, quien dijo que cualquier


cosa que pudiera ser verdad en otras tradiciones, ciertamente
no lo era en el caso de Jesús, pues él vino como Salvador, no
sólo de esta era sino de todas las épocas. Le pregunté: ¿Acaso
el mismo Jesús no dijo, "Mientras esté en el mundo, soy la
Luz del mundo"? (San Juan 9.5). Este hombre dijo que de
ninguna manera Jesús podría haber dicho tal cosa. Afortuna-
damente, una copia de la Sagrada Biblia estaba a mano y el
Evangelio de San Juan, el más directo y místico-de los cuatro
evangelista, vino en mi rescate.
Les estoy relatando estos dos incidentes porque nos traen
en forma patética la paradoja del misterio de Cristo. Por un
lado, El insistió en que no nos abandonaría, y 'por el otro,
dijo, como un ser bien consciente, que su trabajo espiritual
debería desarrollarse en el limitado tiempo que se le concedió
aquí.
Una y otra vez encontramos en los evangelios que Jesús
se refiere a sí mismo como "el hijo del hombre" o como "el
hijo de Dios". El misterio de Cristo sólo puede ser entendido
·desde esta perspectiva dual. Como "hijo del hombre", Jesús
caminó sobre la tierra igual que los demás hombres. Descendió
al nivel humano y convivió con sus discípulos. Comió, lloró
y sufrió con ellos. Todo el tiempo les exhortó, les rogó para
que le pusieran atención a su mensaje espiritual y que apren-
dieran a entrar en el Reino de los Cielos.
Como les he dicho, Jesús era consciente del limitado
tiempo que tenía para llevar a cabo su ministerio espiritual y
les advirtió a sus discípulos que hicieran el mejor uso del
tiempo que quedaba. A medida que se acercaba el final de su
misión, las exhortaciones estaban llenas de apremio: "Todavía
un poco más estará la Luz con vosotros. Caminad mientras
tenéis la Luz ... " (San Juan 12.35).
Por un lado, Jesús manifestó que su misión estaba limi-
tada de acuerdo al tiempo que permaneciera sobre la tierra.
Igualmente, ·dijo que ésta abarcaba a todos aquellos que le
habían escuchado, a quienes creían en su mensaje y obedecían

124
EL SIGNIFICADO DE CRISTO

su llamado. Sin embargo, Jesús también se refirió de sí mismo


como existente antes de la creación y que viviría más allá del
tiempo (como inseparable e indistinguible de Dios). A simple
vista, parece una contradicción y uno se pregunta si quienes
escribi,eron sobre la vida de Jesús, años más tarde, no malin-
terpretarían sus palabras. Pero al profundizar en la materia,
a la luz de las enseñanzas de los grandes místicos y Maestros,
la contradicción desaparece, porque en esta paradoja se en-
cuentra el corazón del misticismo.
El Evangelio según San Juan se refiere a Jesús como el
Verbo hecho carne y que habitó entre nosotros, además, una
y otra vez, Jesús habla de sí mismo como "el hijo del hombre"
y "el hijo del Padre".
El fue uno de los que alcanzó aquellas alturas místicas
donde el alma se funde con su Creador y comprende que es
de la misma esencia de El. Y habiendo comprendido su divi-
nidad y estando unificado con el Padre, escapa a todas las
limitaciones a las que estamos sometidos los demás, en este
mundo material. Tales personalidade s pueden continuar vi-
viendo y moviéndose entre nosotros, comiendo y bebiendo,
y aun así, han escapado del reino de la muerte y entrado al
reino de la Luz eterna. Su voluntad es la Voluntad de Dios y
las palabras que hablan no son otras que las dadas por el
Señor a ellos. Al unificarse con el Padre, se vuelven cotraba-
jadores conscientes del plan divino. Podemos ha~lar de ellos
como instrumentos de Dios, pero tales'Maestros , al unificarse
con el Creador, en verdad, no se distinguen de El. Su verda-
dero valor está más allá del entendimiento humano. ¿Cómo
puede el lenguaje humano abarcar lo que son? Cuando nos
hablan, utilizan el limitado vehículo de las palabras para que
comencemos a entender algo de lo que son. ¿Cuántos de
nosotros podemos concebir la idea de que un individuo limi-
tado, como nosotros, simultáneame nte sea Dios, el Absoluto?
Para facilitarnos la comprensión, los Maestros recurren a las
metáforas. La relación del padre y el hijo es una de las más
usadas. Históricament e, en la mayoría de las sociedades, el

125
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

hijo comparte y hereda directamente la autoridad y el poder


del padre -y ésto es particularmente cierto si el hijo engen-
drado es único-. Jesús no ha sido el único que ha hablado de
su relación con Dios utilizando la figura del hijo y el padre.
Gurú Arjan Dev, el quinto Gurú de los sikhs, declaró: "El hijo
y el Padre están teñidos del mismo color". Y además: "El
Padre y el hijo se han asociado". El décimo Gurú de los sikhs,
Gurú Gobind Singh, decía que él no deseaba descender de
los reinos de Luz al mundo físico. Sin embargo, E>ios le ordenó
y dijo: "Ve, te hago mi hijo para que guies a la errante huma-
nidad". Uno podría multiplicar tales ejemplos. Hablando .de
su relación con Dios, otros místicos han utilizado la metáfora
del esposo y la esposa, el amo y el sirviente, la madre y el
hijo o el amante y el amado. El uso de tales metáforas es
necesario, porque sin ellas ¿cómo podríamos soslayar lo que
los grandes místicos tratan de decirnos? Lo más importante,
no obstante, es ir más allá de la figura verbal, hasta el principio
que se ha querido expresar.
El principio que los evangelios poderosamente nos traen,
es el Poder Crístico, el Poder que salva. Dios, el Absoluto,
no tiene nombre ni forma, pero al asumir estas características,
al crear la miríada de regiones y de seres que íOnforman su
Creación sin límites, también ha manifestado un poder que
no es diferente de El. Este Poder, que siempre estuvo latente
en El, es el Poder Crístico, el Poder que salva y nos reune
con el Creador. Nuestro mundo puede fenecer, p~ro ese Poder·
nunca terminará. Existió antes del tiempo y existirá más allá
del tiempo. Este es el Poder que se invoca en las palabras
Iniciales del Evangelio según San Juan: "En el principio era
el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. El
mismo estaba en el principio con Dios. Todas las cosas fueron
hechas por El y sin El n~da pudo haber sido creado. En El
estaba la vida y la vida era la Luz de 1.os hombres". (Juan
1.1-4). Esta Luz era la que estaba manifestada en Jesús y mien-
tras vivió, ciertamente era la Luz del mundo. En tanto que
era humano, fue el hijo del hombre, pero en la medida que

126
EL SIGNIFICADO DE CRISTO

era uno con el Poder Salvador y se convirtió en su canal entre


los hombres, fue el hijo de Dios. No escatimó esfuerzos para
congregar a los hombres que Dios le había confiado para que
los rescatara de la muerte y de la oscuridad, haciéndolos hijos
de la Luz. Pero Jesús no fue el primer polo humano en que
operó dicho Poder, tampoco el último. El mismo afirmaba que
el Poder Crístico que se manifestaba en él nunca partiría o
abandonaría a la humanidad. Hablaba de aquel como algo
viviente, algo contrario a la muerte.
De hecho, tal Poder no es otra cosa que el Naam o Verbo
de Dios. Los evangelios lo designan como el Espíritu Santo
o Verbo, y en otras tradiciones religiosas es conocido como
Kalma, Baang-e-Aasm ani, Sarosha, Lagos, Shabd, Sruti, Ud-
git o Naam. El Verbo de Dios fue el que hizo posible la Crea-
ción. Los sufíes y los sabios de la antigua India nos dicen lo
mismo. Los idiomas utilizados pueden ser diferentes, pero el
significado es idéntico. Los Maestros dicen que el Verbo -o
Dios como Poder Creador- se manifestó primeramente en la
forma de Luz y Sonido. Esta corriente produjo todo lo creado.
A medida que se extendía la manifestación, pasó de un estado
de espíritu puro hasta la materia burda. Pero a pesar de que
los reinos creados son temporables, esa Corriente es intempo-
ral y eterna. Si el mundo material donde vivimos es sinónimo
de oscuridad y muerte, esta divina Corriente significa todo lo
que es Luz y que está más allá de la muerte.
Cuando los maestros se refieren al Verbo o al Naam no
están expresando solamente una figura retórica, sino que alu-
den al Poder dinámico dador de vida. Quienquiera que res-
ponda a su llamado y venga a sus pies, será unido a este
Poder, internamente. Si en el momento de venir a este mundo,
nacemos en el reino de la muerte y la oscuridad, cuando nos
conectamos con el Verbo, en el momento de la iniciación,
renacemos en el mundo de la Luz y la vida eterna. En India
decimos que aquél que desea la salvación debe ser d110-jm1mna
o.nacido dos veces. Jesús le dijo a Nicodemo, un gobernante
judío: "A menos que un hombre nazca de nuevo, no podrá
127
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

ver el reino de los cielos". (Juan 3.3). Nicodemo no entendió


lo que el Maestro decía y le preguntó cómo un adulto podría
reentrar en el útero materno. Jesús le explicó que el renaci-
miento a que se refería era de carácter espiritual. "Aquello
que nace de la carne, es carne; y aquéllo nacido del espíritu,
es espíritu. Maravillaos de lo que os digo, debéis nacer de
nuevo". (Juan 3.6-7).
Nuestro nacimiento señala la entrada al mundo físico.
La iniciación o renacimiento marca la entrada al mundo del
espíritu. La iniciación es un misterio que el Mae&tro revela
solamente a sus discípulos. No es algo que se pueda dar en
los libros o públicamente. Los seguidores de Jesús, en cierta
ocasión, le preguntaron porqué usaba tantas parábolas cuando
le hablaba a las multitudes. El dijo que a sus discípulos les
había dado directamente el secreto del cielo, pero que a los
demás sólo podía hablarles en parábolas y dejarlos que inter-
pretaran el significado. Si leen cuidadosamen te el Nuevo Tes-
tamento, encontrarán que la tal iniciación en los misterios del
cielo, o el bautismo espiritual, era algo más que un simple
salpicado de agua sobre alguien. Al comienzo de todos los
evangelios se nos dice que Juan Bautista bautiz.ó con agua,
pero que Jesús bautizó a sus discípulos con el Espíritu Santo
y con fuego. ¿Qué es el bautismo con Espíritu y co.n fuego?
Es el proceso de la iniciación, cuando el discípulo es conectado
internamente con el Poder del Verbo.
La Luz y el Sonido son las manifestacion es primarias de
este Poder. En las escrituras de todos los místicos encontramos
referencias acerca de ello. Para contactar este Poder, tenemos
que aprender a elevarnos sobre la conciencia del cuerpo, o
dicho en otras palabras, aprender a morir a este mundo físico.
jesús fue muy claro en este punto: "Si un hombre quiere venir
~n pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz
diariamente y que me siga". (Lucas 9.23). ¿Qué guiso decir
jesús con tomar la cruz diariamente? Esperaba que sus discí-
pulos realizaran el proceso de la muerte diariamente, y al
hacer ésto, uno trasciende el cuerpo físico. Como lo dijo San

128
EL SIGNIFICADO DE CRISTO

Pablo: "Yo muero diariamente". Aquél que aprende a morir


de esta manera, abrirá su ojo interno. Una vez más, el ojo
interno no es una figura idiomática -es una abertura que en
el misticismo oriental se conoce como la décima puerta dentro
del cuerpo humano-. Las otras nueve aperturas son: los dos
ojos, los dos oídos, las dos fosas nasales, la boca y los dos
orificios inferiores. La décima puerta también se conoce como
"Daswan Dwar". Mientras las otras nueve permiten que el
alma se comunique con el mundo material, la décima se abre
hacia lo espiritual. Está localizada entre y detrás de las cejas
y frecuentemente se refieren a ella co.mo "tercer ojo". Puede
ser que hayas visto pinturas del Señor Shiva, una de las dei-
dades hindúes, ellas muestran ese tercer ojo en medio de la
frente. Este ha sido dibujado no como un ojo que recibe luz,
sino más bien como uno que la irradia en la forma de lenguas
de fuego. Es conocido como "Shiv netra" u "ojo de Shiva".
Marca el asiento más elevado del alma dentro del cuerpo.
Desde este punto, la corriente del alma desciende hacia e!
cuerpo y se pierde en la vida de los sentidos físicos. Si se
dirigiera hacia arriba, directamente nos llevaría a las regiones
espirituales. En este punto, lo humano se transhumaniza.
Cuando los evangelios se refieren al "Ojo único", están ha-
blando de dicho punto.
Si este ojo se abre, nuestra vida será iluminada por lo
divino. Si permanece cerrado, nuestra vida estará inmersa en
la oscuridad. Como dijo Jesús: "Cuando tu ojo es único, todo
tu cuerpo está lleno de luz". (Lucas 11.34).
No hay duda de que el Reino de los Cielos prometido
por jesús a sus discípulos no era otro que aquél que se encuen-
tra más allá del tercer ojo u ,,¡o único. Asimismo, el Pan y
Agua de Vida no eran otros que el Poder salvador de Dios
llamado Verbo, la Corriente de Sonido efulgente.
Tal como lo he dicho, los misterios internos del sendero
de la espiri~ualidad son transmitidos por el Maestro al discí-
pulo. No pueden ser plenamente registrados en los libros.
Cuando mucho, los escritos de los grandes místicos como los

129
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

del Cristo, sólo indican el proceso por el que uno puede lograr
esa realidad. Mientras aquellos que están familiarizados con
el sendero místico entienden inmediatamente la importancia
de las claves e insinuaciones, los demás nos enredamos con
las argumentaciones e interpretaciones de índole intelectual.
Esta es la razón del porqué, si verdaderamente deseamos
comprender el significado místico de Cristo y seguir con sin-
ceridad el sendero espiritual, necesitamos del Adepto vivien-
te. El Poder Crístico, el Poder Salvador, nunca ha nacido ni
nunca morirá, es eterno. Si Dios nos ha lanzado en medio de.
Su creación, también ha provisto los medios para regresar y
reunirnos con El.
Aunque las enseñanzas místicas de Cristo fueron dadas
en parábolas, alegorías y .símbolos, las éticas se impartieron
directa y abiertamente. En la Biblia, especialmente en el Ser-
món de la Montaña, que en sí mismo es la cúspide del idea-
lismo moral, se nos dice que la vida ética no solamente debe
juzgarse por los actos sino también por las palabras y los
pensamientos.
Jesús, como todos los grandes santos, enseñó la necesi-
dad de llevar una vida pura. Al hablarle a las multitudes,
decía: "Benditos los puros de corazón, porque ellos verán a
Dios". (Mateo S.8). La vida etica consiste en la no violencia,
la veracidad, la castidad, la humildad, el servicio desintere-
sado y el amor por todos. Jesús fue la encarnación de todas
estas virtudes, igualmente, Buddha, Mahavira, Kabir, Nanak
y otros santos y Maestros. Ellos le enseñaron a sus discípulos
la observancia de dichas virtudes, cuando deseaban regresar
a Dios. Pero, ¿cuántos de los que hoy en día reclaman ser
cristianos, budistas o hindúes pueden decir que viven de
acuerdo con estas virtudes? ¿Cuántos podemos ser pacíficos
hasta el grado en que Jesús nos exhorta, "poniendo la otra
mejilla" o "amando a nuestros enemigos"? ¿Cuántos vivimos
honestamente, hasta el grado que Cristo reclamaba cuando
criticó a aquellos que hicieron de la casa del Padre, una cueva
de ladrones? Y su pedido sobre la castidad no llegaba sólo

130
EL SIGNIFICADO DE CRISTO

hast~ el acto, sino que ioa hasta el fondo de nuestros pensa-


mientos: "Habéis oído que se dijo, 'no cometerás adulterio'.
Pero yo os digo que todo aquel que mira a una mujer con mal
deseo, ya ha cometido adulterio en su corazón". (Mateo 5.27-
28). A todos nos gusta pensar bien de nosotros mismos. Si
no hemos hecho mal a nadie, si cumplimos con nuestras obli-
gaciones sociales y familiares y además, damos algo en cari-
dad, estamos convencido s de que somos un modelo de virtud
y nobleza. Nos agrada pensar que somos la misma sal de la
tierra. Pero Jesús dijo que las buenas acciones externas no
son suficientes, sino que deben estar respaldadas por la pureza
de pensamient o.
Las leyes sociales se refieren a lo que los hombres hacen
o dicen a los demás. En consecuenc ia, la mayoría de los có-
digos de ética tienen que ver solamente con la conducta exter-
na. Pero los grandes santos están interesados , además de lo
externo, con lo interno. Aquel que aspire al Reino de los
Cielos, el cual está en el interior, no podrá entrar en él a
, menos que sea puro de pensamient o. Podemos engañar al
mundo, aún nos podemos engañar a nosotros mismos, pero
no a Dios.
Para ayudarnos a lograr tal pureza, Sant Kirpal Singh Ji
diseñó un método sistemático de introspecció n. El diario que
él prescribió tiene columnas para las virtudes tales como la
no violencia, la veracidad, la castidad, la humildad y el servicio
desinteresa do. Cada día, uno debe registrar bajo los subtítulos
de pensamient o, palabra y acto, el número de fallas en el
cumplimien to de tales virtudes. Al registrar diariamente las
fallas, la percepción de los defectos se hace de manera segura.
Entonces, nos sentimos motivados para orar por gracia y re-
doblamos nuestros esfuerzos para llevar vidas puras.
Sant Kirpal Singh Ji acostumbra ba a decir que al practicar
tal introspecció n honestamen te, nuestras vidas se transforma-
rían. Llegaríamo s a ser tan puros como un bebé reden nacido.
Cuando algunos celosos discípulos trataron de evitar que los
niños se acercaran a Jesús, él les replicó, diciendo: "Quien no

131
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

reciba el Reino de Dios como un nmo, no entrará en él".


(Marcos 10.15). Un pequeño no sabe nada de engaño o de
hipocresía. No hay división entre su pensamiento y palabras,
ni entre sus palabras y acciones. Si queremos entrar en el
Reino de Dios, tenemos que olvidar la hipocresía aprendida
a través de los años. Tenemos.que recobrar la pureza infantil.
El más grande mensaje que Jesús le transmitió a sus
discípulos, puede resumirse en dos mandamientos: "Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y
con toda tu mente". y" Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
El, les explicaba: "En estos dos mandamientos se funda toda
la Ley y los Profetas". (Mateo 22.37-40). Jesús no solamente
impartió estos dos mandamientos, sino que, dé hecho, él los
vivió. Este es el verdadero distintivo de los santos, porque
son la encarnación del amor.
Dios es amor; el alma del hombre es una chispa de ese
amor y éste es el vínculo entre Dios y el hombre, por una
parte, y además, el hombre es Su creación. El amor es la
realización de la Ley de la Vida y de la Luz.
Reflexionemos para ver si nuestras vidas reflejan ese
amor. ¿Le servimos a los demás con amor? ¿Somos pacientes
y tolerantes con aquellos que difieren de nuestros puntos de
vista? ¿Tenemos amor por toda la Creación de Dios y estamos
prestos a abrazarla como cosa nuestra? Uno de mis versos dice:
He aprendido a amar toda la creación
como si fuera mía,
Tu mensaje de amor es el más significativo
de mi vida.
¿Tenemos simpatía y _compasión por los oprimidos?
¿Oramos por los enfermos y por los que sufren? S.i no vivimos
del amor, ciertamente estamos lejos de Dios y de la religión,
no importa cuán alto se eleve nuestra voz, ni cuán piadosas
sean nue.stras prácticas, ni pomposas nuestras proclamas.
Los santos tienen amor por todos. Ellos no hacen distin-
ción entre las personas de un color u otro, entre su naciona-
lidad o religión. Para ellos no existe el encumbrado o el humil-
,,
132
EL SIGNIFICADO DE CRISTO

de. Cristo aceptó tanto a los judíos como a los que no lo eran,
incluso a quienes eran considerados de clase baja. A través
del ejemplo, durante su vida, Jesús reveló el amor de Dios a
las gentes de su tiempo. El los exhortaba así: "Este es mi
mandamiento, que os améis los unos a los otros como yo o's
he amado. Nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida
por sus hermanos". (Juan 15.12-13).
Jesús representaba los más altos ideales, sin embargo,
era la compasión personificada con aquellos que no podían
vivir de acuerdo con ellos. Su amor se extendió hasta el más
ruin de los pecadores. Su sendero no fue el de la justicia sino
el de la compasión y el perdón, y advertía a aquellos que
utilizaban la justicia para referirse a los pecadores: "No juz-
guéis y no seréis juzgados; no midáis porque con la medida
que midáis, seréis medidos". (Mateo 7.1-2). La crucifixión es,
para nosotros, la lección más patética sobre la no violencia y
la humildad. Clavado en la cruz, oraba a Dios: "Padre, perdó-
nalos porque no saben lo que hacen". (Lucas 23.34). Otros
santos también han demostrado la misma capacidad de per-
dón y redención que encontramos en Jesús. Tal capacidad de
amor, humildad, servicio y sacrifieio que demuestran, no tiene
comparación. Para los santos, la voluntad de Dios es lo más
importante. Siendo ca-trabajadores conscierytes del plan divi-
no, Su voluntad es la de ellos. Tal como lo expuso Jesús:
"¡Padre! ¡Todo es posible para Ti! ¡Aparta de. mí este cáliz!
Pero no se haga mi voluntad sino la Tuya". (Marcos 14.36).
Dios deciende hasta nosotros en forma humana, pero
pocos lo reconocen. Uno de los discípulos le pidió a Jesús que
les mostrara al Padre. Jesús dijo: "Tanto tiempo he estado con
vosotros y ¿no me has conocido, Felipe? El que me ha visto,
ha visto al Padre. ¿Cómo dices tu: muéstranos al Padre?".
(Juan 14. 9). Solamente aquellos que son atraídos por los san-
tos, tienen ojos para reconocerlos. Y aún así, tan sólo se nos
revelan hasta el punto que ellos desean. Somos como ovejas
perdidas, incapaces de encontrar al pastor. Es el Pastor quien
nos encuentra. Un proverbio persa, dice" "El amor emana del

133
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

corazón del Amado". Dios ve los corazones que verdadera-


mente le anhelan y hace los arreglos necesarios para conectar-
los con Aquel en donde esté manifestado y hacerlos llegar a
sus pies.
Es por la Gracia del Maestro que llegamos a sus pies,
igualmente, por su Gracia, podemos cumplir con los manda-
mientos. Cuandó se ha incrustado en sus discípulos, en ellos
fluyen sus cualidades divinas. Jesús dijo: "Yo soy la vid y
vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él,
dará mucho fruto, porque sin mí, nada podéis hacer". (Juan
15.5). ¿A cuáles frutos se refería Jesús? A la ultérrima fruta,
la unión con Dios. Jesús, la vid, personifica los atributos de
Dios. Los discípulos, como ramas encajadas en él, podían
asimilar todas esas cualidades. Asimismo, si residimos en el
Maestro viviente, podemos moldear nuestra vid\ con sus man-
damientos. Entre más lo hacemos, más gracia recibimos y esta
gracia nos llega en la forma de un impulso espiritual interno.
El penetra nuestra alma y vida. Entonces, seremos benditos
con un sólo pensamiento, un sólo deseo, un sólo destino,
unificarnos con el Maestro. Tenemos que llegar al nivel en
que podamos exclamar como San Pablo: "Vivo, más ahora no
soy yo, sino Cristo quien vive en mí". El Cristo viviente puede
vivir dentro de nosotros cuando permea nuestro ser y se con-
vierte en el principio rector de nuestra vida. Y ésto, sólo es
posible al recibir sus miradas líricas de gracia, las cuales vienen
en la forma de la iniciación. El nos bendice con su radiación,
llevándonos a sus pies y poniéndonos en contacto con el Verbo
Sagrado.
El Maestro nos otorga todo ésto como un obsequio. Los
verdaderos Maestros no cobran por sus enseñanzas. La espi-
ritualidad es un don de Dios, igual que el aire, la luz del sol
y la lluvia.
Los santos no nºos piden que cambiemos nuestra religión,
costumbres o formación social. Jesús· nació en el seno de la
religión judía, sin embargo, no insistió en que los gentiles se
convirtieran al judaísmo para que pudieran seguirle. Los san-

134
EL SIGNIFICADO DE CRISTO

tos no exigen a sus discípulos que abandonen sus credos y


se conviertan a otros. Kabir y Nanak tuvieron discípulos mu-
sulmanes y también hindúes. Recientemente, a los pies de
Hazur Baba Sawan Singh y Sant Kirpal Singh Ji, se sentaron
hindúes, musulmanes, sikhs, budistas, cristianos, judíos y
aún aquellos que se proclamaban ateos. De hecho, un verda-
dero ateo es aquel que busca a Dios. El Maestro nos dice que
debemos permanecer en nuestras tradiciones religiosas, cum-
pliendo su verdadero credo. Si somos cristianos, debemos ser
_.verdaderos cristianos; si somos musulmanes, debemos se-r
verdaderos musulmanes; si somos sikhs, debemos ser verda-
deros sikhs; si somos hindúes, debemos ser verdaderos hin-
dúes, porque ser verdaderos cristianos, musulmanes, hindúes
o sikhs, significa ver la Luz de Dios. ljna vez que somos
puestos en contacto con la luz de Dios, por un Maestro perfecto
viviente, vemos la Luz de Dios reflejada en toda la creación.
Respetamos a todos los polos humanos donde el Poder
de Dios o Poder Crístico se ha manifestado y continúa traba-
jando para guiar a la humanidad infantil. Debemos permane-
cer en nuestra religión, no es necesario cambiar, pero debemos
se·r sinceros en ese credo, porque así, encontraremos al Cristo
viviente que puede colocarnos en el camino de regreso a Dios.
Ese Poder nunca nos abandona, pero solamente lo pode-
mos contactar a través de la ayuda de un Dios-Hombre vivien-
te. El es el polo humano, a través del cual se canaliza a sí
mismo, aquí en este mundo físico. Ese polo humano puede
morir, pero el Poder que opera a través de él, nunca muere.
Cuando el polo humano deja de funcionar, el Poder comienza
a trabajar en otro. Al fundirse un bombillo, no es la corriente
la que se va, sino el filamento el que se quema, entonces, en
su lugar se coloca otro bombillo y el mundo continúa ilumina-
do.
Jesús fue uno de tales polos humanos, uno de tales bom-
billos. El lo dijo: "Mientras esté en el mundo, soy la Luz del
mundo". (Juan 9.5). El fue el Cristo viviente, el Mesías, el
Bienamado Hijo del Padre Supremo, quien vino a salvar y

135
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

redimir a los escogidos. También hubo otros polos humanos


donde trabajó el Poder Crístico, en diferentes épocas, porque
el principio de Ja heredad es continuo. Dicho Poder está tra-
bajando ahora, y continuará en el futuro.
Tanto Hazur Baba Sawan Singh como Sant Kirpal Singh
Ji solían decir que el Maestro no es el cuerpo, éste sólo es un
vehículo, sino el Poder Crístico, el Poder de Dios, el Poder
del Gurú, que no tiene nacimiento y como tal no está sujeto
al cambio. Los Maestros vienen comisionados por el Altísimo;
ellos no son elegidos por el hombre.
Los santos no vienen a juzgar sino a salvar. Su tarea es
atraer, de nuevo, al regazo ·del Señor, a aquellos que lo anhe-
lan. El Maestro perfecto tiene la autoridad para perdonar y,
cuando acepta un discípulo y lo inicia, asume su pesada carga
de karmas. De ahora en adelante, el discípulo no depende
del Señor de la Muerte. Su nombre es transferido, del Libro
de la Muerte al Libro de la Vida. Esto no quiere decir que su
cuerpo no muera, ya que al estar constituido de carne y sujeto
a la decadencia, debe morir. Al aproximarse el final, la forma
radiante del Maestro recibe al alma y no el Angel de la Muerte.
Si el discípulo ha desarrollado maestría en el sendero, regresa
para siempre al seno del Creador. Por otra parte, si tan sólo
apenas comienza la jornada, el Maestro no abandonará al
discípulo hasta tanto no logre su objetivo, en el menor tiempo
posible. El Gurú, habiendo aceptado al buscado~ como suyo,
nunca lo abandona. Le guía y protege hasta el fin de los
tiempos.
Jesús no sólo le pidió a sus discípulos que escucharan
su mensaje, sino que lo vivieran. Muchos son los que oyen,
pero pocos los que entienden y de éstos pocos que entienden,
muy contados los que siguen.
Permítanme concluir con una parábola que Jesús mismo
relató. Un sembrador salió a sembrar. Algunas semillas caye-
ron al borde del camino, pero las aves se las comieron. Otras
semillas cayeron en terreno rocoso, donde no había mucha
capa vegetal y aunque las plantas crecieron rápidamente, salió

136
EL SIGNIFICADO DE CRISTO

el sol y las chamuscó. Al no tener raíces, las plantas fueron


arrancadas. Algunas otras semillas cayeron en medio de las
zarzas, que las aprisionaron y no dieron fruto. Unas semillas
cayeron en tierra buena y dieron fruto, algunas el treinta por
ciento, otras el sesenta y algunas el ciento por ciento.
Jesús prosiguió explicando a sus discípulos que la semilla
de la cual hablaba no era otra que el Verbo. Es mi ferviente
oración que ella caiga ~obre ti, en terreno feraz y que crezca
y produzca el fruto, no al treinta por ciento o al sesenta, sino
al ciento por ciento.

137
CAPITULO

11

El cas.tillo de Santa Teresa

Los santos y sabios de las diferentes naciones, han expre-


sado las verdades espirituales en su propio lenguaje y estilo.
Sin embargo, el aspecto esotérico de la religión es universal.
En verdad, en ocasiones, he encontrado qu<;c> las escrituras de
los místicós de un país, parecen ser casi una traducción directa
de los escritos del místico de otro país.
El libro de Santa Teresa de Avila, El Castillo l11terior, es
un buen ejemplo de la naturaleza universal de la experiencia
mística.
El Renacimiento en Europa cambió el curso de la historia.
Un nuevo espíritu de investigación inspiró a la gente en todos
los aspectos de la vida, incluyendo la religión. Muchos empe-
zaron a cuestionar las prácticas y doctrinas de la Iglesia. Santa
Teresa de Avila nació en 1515 y participó en el espíritu de la
época. En lugar de alejarse de Ja Iglesia Católica, quiso refor-
marla desde adentro. Durante siglos, los obispos, frailes y
mojas habían perdido la sencillez, la sinceridad y la devoción
inherente a la vida religiosa y vivían confortable y lujosamen-
te. Santa Teresa fundó la Orden de las Carmelitas Descalzas,
llamadas así porque sus miembros no usaban zapatos. Esta
Orden se proponía restablecer las austeridades y el espíritu
de servicio que caracterizó a los primeros cristianos.

139
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

La Iglesia Católica le exigía a sus devotos que repitieran


las oraciones varias veces al día. Santa Teresa, viendo que la
repetición verbal se volvía mecánica, descontinuó tales ritua-
les. Mientras repehan las palabras con la lengua, la mente
vagaba lejos. Igual que los Maestros del Surat Shabda Yoga,
ella enfatizó la necesidad de la oración mental u oración con
atención. A los aspirantes del Surat Shabda Yoga se les pide
que cuando· mediten, repitan mentalmente o con la lengua
del pensamiento, los Nombres esotéricos dados en el mo-
mento de la iniciación. ·
Como frecuentemente les sucede a los santos y. a los
profetas, los ortodoxos y aquellos que tenían autoridad se
opusieron a Santa Teresa. En ocasiones tuvo que hacerle frente
a la persecución: Pero aquellos que están centrados en la Luz
interna son capaces de atraer una fortaleza ilimitada. Dos días
antes de su muerte le dijo a sus compañeras que su fin estaba
pr_óximo. Ella dijo: "Hijas y hermanas mías, es el momento
de que mi exilio termine y mi alma disfrute de la unión eterna
con el Amado, lo cual, he deseado por largo tiempo". A pesar
de toda la oposición que tuvo que enfrentar, Santa Teresa fue
aceptada como una de las grandes místicas de la tradición
cristiana. Es satisfactorio saber que en 1970, el Papa Paulo VI
honró a Santa Teresa con el título de Doctora de la Iglesia,
siendo la primera mujer en recibir este honor.
Consideremos unos cuantos pasajes significativos de El
Castillo Interior, de Santa Teresa:
El problema que afrontamos es cómo entrar en el castillo
del rnerpo.
Hay muchas almas que sólo rondan el castillo, pero m111ca
entran en él. No saben qué tesoros llaya dentro
del castillo, ni cuántos hermosos cuartos tiene.
Habréis escuchado que el camino interno está en la inversión.
Pero el asunto es cómo hacerlo?
La puerta de acceso al castillo es aquella de la oración
con atención. Yo no llamo oración a la acción de mover los
labios. En esta no sabéis a quién oráis ni a quién pedís

140
EL CASTILLO DE SANTA TERESA

vuestras peticiones. El camino interno no es a través de la


oración verbal, sino a través de la oración mental con
atención.
El simbolismo es la característica de la poesía mística.
En este pasaje Santa Teresa habla del castillo del cuerpo huma-
no. Nuestra alma, siendo una chispa de Dios, está dentro del
castillo, pero se encuentra extraviada en los ilusorios apegos
mundanos.
En realidad, el hombre se compone de cuerpo, mente y
alma. Hemos hecho grandes avances para desarrollar el
cuerpo y la mente, pero desafortunadamente hemos menos-
preciado nuestro aspecto más importante. El alma .es la que
anima al cuerpo y a la mente. Los profetas y los místicos
enfatizan la necesidad d~ prestarle atención a nuestro desarro-
llo espiritual.
El sendero místico es de inversión, no de conversión. Santa
Teresa habla de una puerta que da acceso al interior del castillo.
Muchos místicos de India han manifestado la necesidad de
abrir la décima puerta. El cuerpo humano tiene nueve puertas:
dos ojos, dos oídos, dos fosas nasales, la boca y los dos orificios
inferiores. Nuestra atención fluye hacia el mundo exterior a
través de estas puertas. Se ha dicho que Dios cerró con llave
la décima puerta, la cual, también es conocida como tercer
ojo u ojo único. Ahora la pregunta es, ¿cómo podemos abrir
esta puerta y entrar? Lo que Santa Teresa llamó oración con
atención, es, en verdad, meditación. Debemos concentrarnos
en el tercer ojo u ojo único y orar, no con la lengua física sino
con la del pensamiento, o sea, orar mentalmente.
Santa Teresa escribió:
El resplandeciente sol que está dentro del alma
no pierde su brillantez ni su belleza.
Ese resplandor pertenece al alma
y nada puede arrebatarle esa belleza.
Pero si la cubrimos con una sábana oscura, entonces,
a pesar de que la brillantez no disminuye
parece ser más ocura.

141
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Todas las escrituras dicen que Dios es Luz y nuestra


alma, siendo de la misma esencia de Dios, también es Luz.
Cuando Santa Teresa habla de una sábana oscura cubriendo el
alma, se refiere a las diferentes envolturas de la mente, la
materia y la ilusión. Generalmente, en Ja literatura mística,
se dice que el alma está envuelta en tres cuerpos diferentes:
el físico, el astrar y el causal. En el misticismo de India, hay
diferenciaciones más sutiles. Se hace referencia a cinco koshas
o envolturas, en las cuales, el alma está enjaulada. Cuando
esta trasciende la conciencia física entra al plano .astral, se
deshace del cuerpo físico. Cuando va más adelante y entra a
los reinos causales, se deshace del cuerpo astral. A medida
que avanza, experimenta cada vez más su propia brillantez.
Al cruzar el plano causal y remontarse hacia el supracausal,
llega a la fuente de vida que los sufíes llaman chashma-e-kausar
y las escrituras sikhs Amritsar. Al probar sus aguas, finalmente
se despoja de su envoltura más sutil, su cuerpo causal. Al
final, se yergue purificada de materia, mente e ilusión. Los
místicos comparan su brillantez con la de doce soles. Al llegar
a este estado, el alma se da cuenta de su divinidad innata y
exclama: "Yo soy Eso".
Es sólo cuando trascendemos la conciencia del cuerpo,
que nuestra alma entra a los reinos espirituales internos. Santa
Teresa se refiere a las regiones internas como los cuartos de
un castillo. Dice:
Debéis comprender que los cuartos e11 /o5 castillos
110 de/Je11 ser considerados como si est11viera11 uno encima
del otro, 11i como c11e11tas e11 un hilo.
De/Jéis mirar en el centro del castillo, donde reside el rey.
Considerad cómo se como el palmito. Te11éis q11e quitar muchas
capas antes de obtener el corazón de la palma que coméis.
Santa Teresa habla de remover las capas para llegar al
corazón de la palma. El fruto de la palma tiene muchas capas
o envolturas. Si quieres encontrar su almendra, el verdadero
fruto, tienen que retirar las capas, una por una. Cuando final-
mente llegan al corazón ~e la palma, encuentran que es muy
¡4:¿
EL CASTILLO DE SANTA TERESA

dulce y que da vida.


Los autores místicos enfrentan un difícil reto. Al describir
la Luz interna tienen que referirse a aquello que sus lectores
no han experimentado. Por tal razón, recurren a las metáforas,
a los símbolos y analogías. Al describir la jornada interna,
frecuentemente dan la impresión de que tiene un carácter
lineal, como un viaje externo. La imagen del fruto de la palma
utilizada por Santa Teresa es maravillosa. Gráficamente hace
comprender la naturaleza del desarrollo espiritual. Cuando
golpeamos internamente, removernos capa tras capa, las en-
volturas que oscurecen la brillantez del alma. Sólo cuando
llegamos hasta el corazón es que probamos el fruto divino.
Tal es la brillantez del alma cuando se despoja de la mente,
la materia y la ilusión, que queda maraviUada.
En verdad, tan grande es Ja luz que el alma irradia, que
se pierde en la Luz y no puede proseguir sin ayuda. El Maestro
es indispensable para que el alma pueda cruzar la región
donde al final estará ante la presencia de Dios. Este reino se
conoce como Sach Khand o verdadero Hogar, en el misticismo
de India y Maqam-e-Haq entre los sufíes.
El siguiente extracto de Santa Teresa es:
Tanto desea Dios que regresemos a El, que continúa
llamándonos una y otra vez para que nos le acerquemos.
Debido a Su dulce voz sagrada nuestra alma está perdida en
éxtasis y se rinde totalmente a Su voluntad.
Este pasaje se refiere al principio llamado Naam o Slzabda
de las escrituras sikhs; Udgit en los Upanishads; Lagos, según
los antiguos griegos; Tao, según los chinos; Kalma, según los
musulmanes; Saut-e-Sarmadi, según los sufíes y Verbo Sagrado
en la Biblia. Sus manifestaciones primarias son la Luz y el
Sonido internos. El Verbo Sagrado provee el mejor medio
para regresar a nuestra Fuente. Está resonando constante-
mente dentro de cada uno de nosotros y como dijo Santa
Teresa, es la dulce Voz de Dios que siempre está llamándonos
de regreso a nuestro Hogar eterno.
En el momento de la iniciación, el Adepto nos da un

143
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

contacto directo con el Verbo. Empezamos a concentrarnos


visualmente y de la oscuridad ante nosotros brota la Lu:f.
Después de haber obtenido un cierto grado de concentración,
comenzamos a escuchar la Corriente de Sonido, que tiene una
belleza indescriptible y un poder magnético que nos atrae
irresistiblemente hacia arriba. Es una música no interpretada
e interminable.
Podemos cansarnos con la música más bella compuesta
por los seres humanos, pero la divina Armonía nos embelesa
y nos llena de bienaventuranza. Nos atrae hacia adentro y
hacia arriba, logrando trascender completamente la conciencia
del cuerpo.
Santa Teresa, dice:
Como resultado de las maravillosas bendiciones de Dios,
el alma está tan consumida de anhelo por disfrutar
completamente del
Uador de estas bendiciones, que vive en un grande
pero deleitoso tormento. Con lágrimas y el más fuerte deseo
de morir, ruega a Dios que la saque de este exilio.
Está hastiada de todas las cosas que ve.
Si encontrara algún alivio, pronto volvería su tormento.
Sin embargo, cuando el alma no experimenta este dolor,
se siente incompleta y vacía.
Hay muchos senderos que nos llevan a Dios. En la tra-
dición de India tenemos diferentes yagas o escuelas de misti-
cismo. El Bhagavad Gita, por ejemplo, se refiere a una yogé\
diferente en cada capítulo y uno podría añadir otras a la lista.
Pero ninguna es más efectiva que el sendero del amor. Santa
Teresa nos hace comprender esta verdad. Ella ha trazéfdo el
camino del amor y la devoción. La jornada no empieza por
iniciativa nuestra, comienza porque el Señor Mismo se vuelve
hacia nosotros. Por edades hemos estado separados del Señor,
olvidados de nuestra identidad divina. A menos que El venga
hacia nosotros a través de un acto de gracia, no podemos
. darnos cuenta de quiénes somos ni regresar a nuestro Hogar
eterno.

144
EL CASTILLO DE SANTA TERESA

Cuando tenemos la primera prueba de amor divino, nos


produce una alegría que está más allá de toda concepción. El
alma se encuentra con el Alma Superior; el amor se reune con
su Fuente. Entonces, experimentamos una bienaventuranza
que no tiene comparación con nada en el mundo del tiempo
y del espacio. Por fin, el alma encuentra su verdadero Com-
pañero, su eterno y divino Amado. Mira Bai, dijo: "Habiendo
encontrado un Esposo inmortal, Mira es bendita para siem-
pre".
Pero el amor es un sacrificio y la senda del amor está
colmada de angustia y lágrimas. Una vez que hemos contem-
plado al inefable Amado, nada en esta tierra 'pue<;le satisfacer-
nos. Entonces, habiéndonos encantado y embelesado, el
Amado después desaparece. Penamos y anhelamos por El,
pero no aparece por ninguna parte. Cualquiera que lea los
escritos de los místicos notará que frecuentemente se refieren
a los tormentos experimentados por el buscador durante la
búsqueda del divino Esposo. Paradójicamente, aunque se dice
que el sendero nos lleva hacia la bienaventuranza elevada,
está pavimentado con angustia de la separación y lágrimas.
Uno de mis versos es:
Yo esperaba que cuando llegara el Escanciador,
extinguiría mi sed,
pero, ¡ay!, El ha venido y se ha ido
y mi sed se ha intensificado
Quien no esté familiarizado con la filosofía mística segu-
ramente se preguntará: ¿Por qué necesitamos seguir un sen-
dero de angustia y de tormento? Pero él, p.asa por alto el
hecho de que mientras el buscador derrama muchas lágrimas,
experimenta un dolor lleno de exquisita dulzura. Santa Teresa
expone ésto con maravillosa claridad. Una vez que probamos
el vino del amor divino, no es comparable con nada de este
mundo efímero. Aún si el Señor parece retirarse de nosotros,
no podemos abandonarle. No tenemos otra alternativa. Esta-
mos sufriendo y no descansaremos hasta que nos reunamos
con El. Puede ser que nos haga llorar y anhelar por El, pero

145
1 AS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

es lo más dulce y querido para nosotros. No es que El sea


voluntarioso y coqueto a propósito; su amor por nosotros es
constante. Pero aún después de que El nos ha encontrado,
todavía no estamos completamente libres de los apegos y
deseos mundanos. Al retirarse de nosotros, alejándose, nos
obliga a seguirle. Cuando reconocemos que no hay nada com-
parable con la alegría de Su presencia, nbs deshacemos de
nuestros apegos mundanos, uno a uno. El sufrimiento y la
,rngustia de la separación son procesos con los cuales somos
limpiados de todos los deseos mundanos. El amor consume
todo excepto el objeto de amor. Y cuando inquietamente espe-
ramos el más leve sonido de Sus pasos, estamos siendo lim-
piados y reconstruidos desde adentro. Uno de mis versos es:
¿brnclw arnso 11lgú11 so11ido?
¿Scrií11 los pasos del Amado?
O es que me enga1ia11 los latidos
de 111i corazó11.
Dios quiere 4ue regresemos a El, y sólo cuando El se
convierte en la pasión exclusiva de nuestra vida, nos concede
la unión perdurable. Los místicos cristianos se refieren al su-
frimiento en este estado del sendero interno como a la noche
osrnra dd alma. Según Santa Teresa, llegamos a un punto
donde la muerte se hace preferible a la separación de aquel
a quien amamos, porque la vida sin El es peor que la muerte.
Dice Santa Teresa:
La 1111ió11 espiritual es difere11te del matrimonio mundano.
Aún rna11do ambos implican la unión de dos en uno,
c11 la 1111ió11 marital los dos están separados y
pcmw11ece11 así.
Pero c111mdo el alma se une con el Señor, permanece
ccntrada e11 Dios. La unión marital es como juntar dos
¡ic/as hasta tal punto que la llama que proviene de
ellas se hace única. Pero luego, una vela puede ser
separada fácilme11te de la otra y existen todavía dos
Pelas. Lo mismo sucede con la mecha. En el matrimonio
cspirit11lll, la u11ió11 es como cuando la lluvia cae

146
EL CASTILLO DE SANTA TERESA

sobre u11 río. O como un rayo entrando al mar. No lzay


manera de separarlos. ·
Nuevamente, e::; como una luz brillante que penetra a un
marta ti través de dos ventanas separadas. A pesar de
estar separados los rayos de tui, se convierten en
uno.
Santa Teresa nos habla de la naturaleza de la condición
humana, de la meta que debemos perseguir y del sendero de
amor y lágrimas que nos lleva a ella. Veamos que nos dice
acerca del estado que esta meta representa. Claramente, el
misticismo trata con una dimensión más allá de lo que haya-
mos experimentado en nuestra vida mundana. Y ésto, es ver-
dad, particularmen te, en lo referente a la unión del alma con
Dios. Los místicos describen esta experiencia como algo que
está más allá de las palabras. Es como la miel para el mudo.
Puede probarla pero no describirla. También la describen
como el desgarramient o del velo que separa el alína de su
Creador. Algu.nos hablan del hijo pródigo que regresa al ho-
gar. Otros utilizan el lenguaje del amor romántico y su consu-
mación en el matrimonio. Santa Teresa ha empleado esta úl-
tima figura y al hacerlo así, se asemeja a muchos místicos
orientales. Cuando finalmente el alma se reune con el Señor,
es inseparable de El. Paramahansa Ramakrishna lo compara
con una muñeca hecha de sal, la cual, al sumergirla en el agua,
se disuelve en ella ..
Santa Teresa emplea una sucesión de figuras para ilustrar
este punto. Habla de la luz entrando a través de dos ventanas.
Cuando los rayos de luz se funden, son indivisibles. Similar-
mente, explica cómo la lluvia al caer en el arroyo las aguas se
vuelven una e inseparables. Igual sucede con el alma cuando
ha llegado hasta su meta final.
Habiéndose fundido con el Creador, muchos santos y
místicos describen su unión con Dios en términos de las rela-
ciones humanas. Cristo y Gurú Arján Dev Ji hablarón de la
unidad del Padre y el hijo. Y como hemos visto, Santa Teresa
se refiere al matrimonio espiritual con el Señor.

147
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Entendido apropiadamente, la sumisión y la unión final


con Dios, no son una negación, un rechazo o aniquilación del
ser individual. Más bien, es la afirmación de que el macrocos-
mos está en el microcosmos y, a pesar de lo limitados que
creemos ser, ~n verdad, somos infinitos y eternos.
Aquellos que alcanzan el estado de unión, ven en su
corazón, la mismísima Luz que ilumina a toda la creación.
Para ellos, el amor y el servicio se convierten en una inevitable
forma de vida. Están rebosantes de paz y bienaventuranza y
todo aquel que se encuentra con ellos, queda profundamente
conmovido. Son antorchas que arden eternamente y cuyas
llamas atraen y espontáneamente encienden el amor de Dios
en innumerables corazones. Santa Teresa describe cómu la
luz que penetra a través de dos ventanas se funde en un rayo.
Aquellos que arden en el amor de Dios están unidos; la Luz
que brilla en el mundo dispersará toda oscuridad, ayudando
a traer el reino de Dios a la tierra.

148
CAPITULO
12

El pasaporte del amor

Antes de salir de India, en mi gira por el Occidente, tuve


que conseguir un pasaporte, luego fui donde el agente de
viajes, quien era conocedor de los horarios y rutas de las
diferentes líneas aéreas y que además estaba familiarizado
con los lugares que iba a visitar. Me ayudó con todo lo nece-
sario para el viaje, proporcionándome la guía necesaria de
modo que la travesía fuera exitosa y pudiera llegar a mi destino
lo más pronto posible. Sin el pasaporte no podría visitar otros
países. Este hecho trajo a mi mente la verdad de que también
en el sendero espiritual necesitamos un pasaporte y a alguien
que nos haga los arreglos para el viaje hacia nuestro destino
final.
El sendero espiritual es de amor. Dios es amor. Nuestra
alma, siendo de la misma esencia de Dios, es amor. Y el
camino de regreso a Dioses también a través del amor. En este
sendero, el pasaporte necesario para ser admitidos en el reino
divino, es el amor. El único que puede hacer'los arreglos y
guiarnos allá, en el menor tiempo posible~ es el Maestro vivien-
te. El es, en verdad, un residente de dicho reino y ha sido
enviado por el Rey Mismo como guía y compañero de viaje
ge aquellos que desean entrar en la tierra eterna del amor.
El amor es la llave de oro que abre la puerta del reino
de los cielos. Siri él, nada se ha logrado ni se logrará en el

149
LAS MARAVll LAS DEL ESPACIO INTERNO

sendero espiritual. Pero es difícil entender el significado del


amor, su propósito y alcance. En realidad, es tan ilimitado
corr{o DiüS mismo y conocer su sig11ifü:aJu eslá rnás allá de
nuestro limitado intelecto. El amor es innato en nuestra alma,
porque en verdad somos gotas del océano de todo amor,
separadas de la Fuente desde el comienzo de la creación. Al
haber salido origirtalmen te del reino eterno, podemos no co-
nocer la paz y la felicidad perdurables hasta que regresemos
a nuestra Fuente.
Si deseamos lograr el éxito en el sendero espiritual, es
necesario descubrir el amor que yace dentro de nosotros. Gurú
Gobind Singh Ji, el décimo Gurú de los Sikhs, dijo: "Les digo
a todos, que sólo aquellos que aman pueden conocer a Dios".
Simil.irmen te, en la Biblia San Juan dijo: "El que no ama, no
conoce a Dios, porque Dios es amor" (1 Juan 4.8). En realidad,
d ,1111or es l'l tema central de todos los santos y místicos,
porque verdaderam ente es el pasaporte para el reino de los
cielos.
Analicemos el sendero del amor y veamos cómo pode-
mos obtener este don. La naturaleza del amor es apegarse a
algo. Aunque el amor es innato en nuestra alma, no lo hemos
orientado hacia el objeto apropiado. Estamos atrapados en el
mundo de los sentidos y somos manejados por nuestros de-
seos. Nuestro amor se ha dirigido hacia lo transitorio. En
consecuenc ia, hemos olvidado nuestra verdadera naturaleza.
Así, nos encontramo s inmersos en la ilusión, profundam ente
dormidos, por decirlo así. Dios, la Fuente de todo amor, está
dentro de nosotros y sin embargo somos ciegos a la presencia
de nuestro Amado Divino. El Gurbani dice que el mundo
entero duerme profundam ente. Nuestros padres, hermanos,
hermanas, amigos y parientes, todos, están dormidos. No
podemos despertarno s y tampoco pueden hacerlo aquellos
que están dormidos. Sólo aquel que está despierto puede ha-
cerlo. Estamos e.orno la Bella Durmiente; esperando ser resca
tados de nuestro adormecim iento, por el beso mágico del
príncipe.
150
EL PASAPORTE DEL AMOR

Sólo podemos desarrollar el amor innato en nuestra alma


y ap~gamos a su Fuente, cuando nos conectemos con alguien
que sea la encamación del amor, y ese es el Maestro viviente.
El ha transitado la senda divina y habiéndose sumergido en
el océano de toda conciencia, está rebosante de amor. El puede
concedemos el regalo del pasaporte del amor. El puede actuar
como nuestro compañero y guía en el viaje hacia el reino
eterno.
El amor no es un negocio; no es un bien que pueda
comprarse o venderse. No puede ser comprado o enseñado.
Sólo puede ser contagiado, igual que una infección. Por al-
guien que esté imbuido por él. Un Maestro es tal ser. El irradia
amor a todo su alrededor y dondequiera que vaya a su presen-
cia, queda infectado por él. Nuestro amor es recíproco. El es ·
quien primero nos ama y luego somos atraídos por su amor.
Cuando el alma está ansiosa y anhelante por regresar a su
verdadero Hogar, entonces el Señor responde. Envía a alguien
que actúa como un guía y que además hace los arreglos para
el viaje del alma hacia el Hogar.
El medio de transporte es el vehículo del Naam o Verbo.
Este Poder ha creado todos los universos y continúa sustentán-
dolos. Cuando Dios se manifestó, asumió dos formas: Luz y
Sonido, las cuales, son las que llamamos Verbo. Si podemos
contactar ese Poder internamente podremos viajar sobre esa
corriente y seguirla directamente hasta la Fuente. De esta
forma, el Maestro reserva nuestro pasaje en el vehículo del
Naam. Esto es hecho en el momento de la iniciación, cuando
nos enseña cómo invertir la atención, del mundo externo al
interno. Este proceso se conoce como meditación. El Maestro
nos concede un contacto directo con el Poder divino del Verbo
y valida nuestro pasaporte con et sello del amor. La meditación
que él enseña nos capacita para trascender este mundo, elevar-
nos sobre la conciencia del cuerpo y atravesar las estrellas, la
luna y el sol internos. Cuando proseguimos con el viaje, cru-
zamos el reino astral, el causal y el supracausal. Primero nos
fundimos con el Maestro y finalmente con el Creador.

151
LAS MARAVILLAS QEL ESPACIO INTERNO

En el sendero del amor es indispensable el Maestro.


¿Cómo podemos, en nuestro actual estado, desarrollar amor
por Dios a·quien no hemos visto? Dios es lo más sutil entre
lo sutil y para verle tenemos que elevarnos a Su nivel. Pero
el Poder de Dios se manifiesta en aquel que se ha fundido
con el Señor. Cuando colocamos un bombillo y conectamos
el interruptor, lo que nos interesa es la luz. Pero si no tenemos
el bombillo, no veremos la luz. Similarmente, el Maestro es
como un bombillo a través del cual, podemos ver y experimen-
tar la Luz y el amor de Dios.
El primer paso para disponer nuestro viaje, es encontrar
a alguien que esté desbordante de amor divino. En el misti-
cismo persa, alguien así, es definido como el Escanciador. De
sus ojos fluyen cántaros de vino divino. Nos embriaga con
sus miradas líricas de amor. En la terminología de los sufíes,
vino se refiere a la intoxicación espiritual. Como he dicho en
un verso:
¿Qué importa si nunca recobramos nuestros sentidos?
Este día, oh Escanciador,
sirve tanto como podamos beber.
Cristo usaba la imagen de la vid y las ramas cuando
hablaba de nuestra relación con el Maestro. ·El exhortaba a
sus discípulos a que moraran en él. Esto es fundirse en el
Maestro, ser uno con él. Tal sumisión es, en verdad, un trabajo
difícil, porque exige la superación de nuestro pequeño ego y
la completa aceptación de la voluntad divina. El sendero del
amor no es tan fácil como podemos imaginar. Como lo expresó
el poeta Robert Bridges:
Cuando nos conocimos no imaginamos
que el amor demostraría ser un maestro
tan duro.
f'ero a pesar de lo difícil, la sumisión al Amado es nece-
saria en el sendero del amor. San Pablo hace referencia a esto
cuando dice: Yo vivo, sin embargo no ya yo sino Cristo quien vive
en mí". Con el. fin de lograr la completa auto-sumisión, el
Amado debe convertirse en la pasión dominante de nuestra

152
EL PASAPORTE DEL AMOR

vida. Debemos tene; una aspiración, un deseo: el amor del


Amado. Como lo señalan los sufíes: "El amor todo lo extingue,
excepto al Amado". Dicho en otras palabras, nos hace olvidamos
del mundo. Un incidente del romanticismo clásico acerca de
Laila y Majnu, ilustra bien esto.
Mientras la princesa Laila caminaba para encontrarse
con su amante, sucedió que pisó la alfombra de orar de un
sacerdote musulmán. El la reprendió por el sacrilegio. Pero
sin darse cuenta, ella continuó su camino. Cuando le dijeron
al sacerdote que la mujer cubierta por un velo a quien había
reprendido era la princesa, quedó aterrorizado. Al verla de
regreso, él cayó a sus pies y le imploró perdón. Pero la princesa
no recordaba nada del sacrilegio ni del regaño. Ella dijo:
"Mientras iba a encontrarme con mi amado terrenal, estaba
abstraída de todo. Si hubieras estado en comunión con tu
Amado divino, ¡ni siquieras me habrías notado!
Tulsi Sahib, ha dicho:
Limpia la cámara de tu corazón
para que así el Amado pueda entrar.
Si nos detuvieramos a hacemos una introspección, en-
contraremos que estamos llenos de vanidad y de deseos mun-
danos. ¿Cómo podremos iniciar nuestra jornada si estamos
en una cárcel? Primero .debemos ser liberados. En este mo-
mento estamos encadenados al mundo material por nuestra
mente y sentidos. Estarrios tan preocupados con nuestro tra-
bajo, familia, finanzas, amigos, por el nombre y la fama, que
pensamos constantemente en ellos, aún mientras dormimos.
Nuestra mente, arrastrada por los sentidos hacia el mundo
material y el placer, está siempre inquieta. Si tratamos de
sentamos calmadamente a concentrar nuestra atención y a
aquietar la mente, nos daremos cuenta de que no podemos
hacerlo. Dios, la fuente del amor divino, reside dentro de
nosotros. Si lográramos retirar nuestra atención del mundo
externo y aquietar la mente a través del proceso de meditación,
podríamos entrar a los reinos internos. Pero somos impotentes
ante el poderoso flujo de pensamientos mundanos que cons-

153
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

tantemente inundan nuestra mente y que nos atan cada vez


con mayor fuerza al efímero mundo del tiempo, el espacio y
la materia. Por nosotros mismos, somos incapaces de liberar-
nos de nuestra condición actual. Entonces, ¿cómo podremos
liberarnos de la prisión que hemos construido? Los místicos
responden diciendo que debemos estar preparados para sacri-
ficar todas las cosas, someterlo todo y pagar cualquier precio.
Si nos sometemos al Amado, estaremos libres del equi-
paje y de los apegos de este mundo, quedando listos y prepa-
rados para la jornada interna. El Rey Janak, monarca de la
antigua India tenía un gran deseo por obtener la iluminación
espiritual. Reuniendo en su corte a todos los santos y sabios
de su reino, les preguntó cuál de ellos podría concederle la
iluminación en el tiempo que le tomara subir a un caballo. De
todos ellos, sólo uno, un jorobado con ocho deformaciones
físicas, de nombre Ashtavakra, dio un paso adelante. Todos
los congregados se burlaron de él porque solamente veían su
aparie.ncia externa.
Ashtavakra, ignorando la multitud, le dijo al rey Janak
que si verdaderamente buscaba el conocimiento espiritual,
primero debía pagar el precio: "Tienes que entregar al Gurú
tu cuerpo, mente y posesiones. Considera cuidadosamente
este asunto y después de una concienzuda deliberación, debes
hacer tu promesa". El rey, con gran ardor, aseguró: "Ashtava-
kra, de buena gana pagaré el precio".
Entonces, Ashtavakra le dijo: "Ahora, no pienses en tus
riquezas porque tus posesiones me pertenecen; tu mente tam-
bién es mía y no tienes derecho ni siquiera a pensar con ella
ni a tener ningún deseo". Cuando el rey Janak cumplió, el
santo enfocó su atención en él y el alma del rey inmediata-
mente se retiró hacia los reinos superiores. Una y otra vez,
Ashtavakra llamó verbalmente a Janak, pero no hubo res-
puesta porque el rey estaba perdido en la bienaventuranza
interna.
Posteriormente, el santo trajo la atención del rey de
vuelta al cuerpo físico y le preguntó: "¿Has obtenido la ilumi-

154
EL PASAPORTE DEL AMOR

nación que buscabas?". El rey Janak, respondió: "La he obte-


nido, oh santo, y es mucho más grande, más gloriosa y biena-
\'enturada de lo que jamás había soñado".
Ashtavakra le dijo entonces: ''No tengo necesidad de tu
cuerpo, de tu mente ni de tu riqueza. Te lo devuelvo todo.
Actúa como un administrador y úsalos en mi nombre".
Consideren lo que se requiere para transitar la senda del
amor. Un poeta sufí, ha dicho: "He dado mi vida, mi corazón,
mi fe y aún estoy agradecido con Dios porque en retorno he
recibido amor. Este es un contrato invaluable". Si un discípulo
es afortunado al recibir la mirada cargada de amor del Maestro,
CL!n seguridad logrará una bienaventuran za inefable.
El sendero del amor es paradójico. Por un lado, el Maes-
tro distribuye la espiritualidad gratuitamente , como los demás
dones de la naturaleza y por el otro, se lleva todo: nuestro
corazón, nuestra alma y todos nuestros apegos mundanos.
Cuando bebemos profundament e en la Taberna del Amor,
quedamos absortos en la intoxicación del Escanciador, llegán-
donos a olvidar aún de nosotros mismos. En ese estado de
éxtasis, somos despojados de todo lo mundano; sólo perma-
nece lo espiritual. Nos sumergimos en la fuente misma del
amor y el amante se convierte en el Amado.
Cuando avanzamos hacia nuestra meta, un gran secreto
nos es revelado. Desc'ubrimos que el amor es el principio y
el fin de nuestra jornada. Porque el amor no sólo es el pasa-
porte para el reino de Dios; es el destino mismo.

155
CAPITULO

13

El regalo más grande

En cierta ocasión, un anciano mendigo que parecía estar


débil y hambriento, se le acercó al conde León Tolstoy. El
famoso autor buscó en sus bolsillos algún dinero, pero, para
su consternación, se dio cuenta que no tenía ni un centavo.
Tomando la mano del desdichado hombre, le dijo: "Lo siento
hermano, pero no tengo nada para darte". Los cansados ojos
del anciano se iluminaron cuando respondió: "Pero me has
llamado hermano y ese es el regalo más grande"
En realidad, no existe regalo más grande que el del amor.
Podemos recibir dinero, joyas, comodidades materiales, fama
o poder, pero a menos que recibamos el regalo del amor,
nunca podremos experimentar verdadera feliddad o paz.
Como dijo una vez el gran escritor alemán del siglo XVIII,
Friedrich Schiller: "¿Qué es la vida sin la radiancia del amor?"
Desde el momento en que abrimos nuestros ojos en este
mundo, somos nutridos por el amor. Un bebé recién nacido
no se interesa en los juegos o juguetes; sólo ansía el afecto
de su madre. Cuando crecemos, el amor por los padres y la
familia continúa siendo la fuerza primaria de nuestra vida.
Más tarde, buscamos el amor de nuestros amigos. Y cuando
alcanzamos la edad adulta, buscamos un compañero en la
vida a quien querer.
Anhelamos el amor en todos los aspectos de la vida.

157
LAS MARAVILLAS DEI. ESPACIO INTERNO

Buscamos el afecto y la aceptación de aquellos con quienes


nos. asociamos. Y cuando nos son negados, nos sentimos de-
sengañados y aún dPprimirlns
La falta de amor es la causa de tanto dolor e infelicidad
en este mundo. Casi a diario escuchamos aterrorizan tes relatos
de gente tratclda de forma inhumana. Sólo tenemos que mirar
a nuestro alrededor para ver los devastadores resultados del
odio y la intolerancia. Piensen en la gente que ha perdido el
amor de sus seres queridos, o que nunca ha sido amada. Su
vida está llena de miseria. Viven con perturbaciones emocio-
nales y con frecuencia buscan ahogar sus tristezas en prácticas
autodestructivas. Esta gente puede recurrir a las drogas, al
alcohol o a una forma de vida libertina. En' realidad, aquellos
que nunca han conocido el amor pueden inclinarse hacia el
crimen y la violencia. A nivel personal, familiar, de la comu-
nidad, a nivel nacional y global, la falta de amor ha resultado
en miseria, dolor y aun más mtiérté. Sólo el amor puede traer
paz, armonía y bienaventuranza.
¿Qué es lo que hace que esa fuerza intangible sea la
necesidad primordial de la vida? ¿Qué es el amor? Cuando
hablo de él, me refiero al Poder de Dios, el cual es eterno y
transforma la tristeza en bienaventuranza y la miseria en éx-
tasis. Cada uno está familiarizado con las diferentes formas
de amor existentes en el mundo. Pero el amor divino del que
hablan los santos, trasciende todas las otras formas y simultá-
neamente las enriquece. Esencialmente, es una relación lla-
mada del otro mundo, pero, paradójicamente, también esta-
blece relaciones más profundas y significativas en este mundo.
y
Este tema ha sido tratado por los místicos los santos
desde tiempos inmemoriales, pero, especialmente hoy, es el
más relevante y crític() de los temas. El amor no es un vuelo
irrealizable de la imaginación del poeta. Es en efecto el medio
por el cual podemos enriquecer y realizar nuestras vidas y las
de aquellos que nos rodean.
A pesar de que la búsqueda del amor permanente es un
impulso natural, hemos sido incapaces de encontrarlo. La

158
EL REGALO MAS CRANDE

razón para esto es que estamos bajo una gran ilusión. La


expresión externa del alma es la atención. Si dirigiéramos
nuestra atención a Dios, la Fuente de amor, seríamos reconec-
tados al Poder regenerativo que es infinito y eterno. ¿Dónde
está la fuente del amor? Dentro de nosotros. Cristo dijo: "El
reino de los cielos está dentro de tí".
Desafortunadamente, nuestra atención se ha acostum-
brado a salir a lo externo, y nos hemos identificado con el
cuerpo y el mundo material. El alma, gue debería estar contro-
lando la mente, y ésta a los sentidos, están funcionando al
revés. Como resultado de que nuestra atención haya sido
arrastrada hacia el mundo por los sentidos, nuestro amor se
ha enfocado equivocadamente. Anhelamos el amor perdura-
ble en un mundo efímero.
Si queremos lograr la meta de fundirnos con el Creador,
debemos aprender a redirigir nuestra atención del mundo
externo al interno. Debemos aprender a trascender el nivel
de los sentidos y de la mente y a funcionar al nivel del alma.
Pero, ¿cómo pretender esto cuando estamos atados de pies y
manos a la mente y los sentidos? La única forma es experimen-
tando la bienaventuranza interna, la cual, es más atractiva y
embelesante que los placeres externos. Dicho éxtasis es el
amor que Dios nos otorga. El amor Divino es tan intensamente
bienaventurado, que los apegos mundanos se vuelven insig-
nificantes. Libres de la atadura material, nos remontamos ha-
cia el Más Allá, elevándonos más y más, atravesando reinos
maravillosos que las palabras no pueden describir. Finalmen-
te, nos fundimos en el Creador; la Fuente de toda Luz y amor.
Al regresar a este mundo, vemos la Luz de Dios vivifi-
cando toda la creación. Aquellos que se unen a la Fuente de
amor eterno, se convierten en manantiales de amor. Su amor
es tan puro como el de la Fuente. Es universal, ilimitado y
dado libremente a todos. Como lo he expresado en un verso:
El amor es el principio y el fin
de amflos universos;

159
LAS MARA VILLAS DEL ESPACIO INTERNO.

conmigo he traído este inmortal regalo


para entregarlo a todos.
El amor por nuestros semejantes es parte del amor por
Dios, del cual Ja Biblia declara enérgicame nte: "Si un hombre
dice que ama a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso;
porque si no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede
amar a Dios a quien no ha visto?" (1 Juan 4:20). La piedad no
es solamente elevar nuestras manos en oración al Señor; con-
siste en expandir nuestros corazones con Ja 'simpatía por nues-
tros semejantes .
Cristo explicó el significado del amor a nuestros semejan-.
tes con la parábola de Ja Buena Samaritana (Lucas 10.29-37).
Si esta historia es tan ampliamen te conocida, se debe a que
su mensaje es central para la vida espiritual.
Nuestros sentimiento s de hermandad y el servicio a la
humanidad nos hacen aptos para el reino de Dios. Simultá-
neamente, contribuyen a traer el Reino de Dios a Ja tierra.
Después de la primera guerra mundial, India fue golpeada
por una devastadora epidemia de influenza y plaga. Tan mor-
tal fue Ja enfermedad y se extendió tan rápidament e, que las
víctimas a menudo fueron abandonada s. Tei;niendo por sus
vidas, las personas huyeron de las ciudades. Abandonar on
al enfermo e incluso dejaron los cuerpos de sus familiares .
tirados en el camino. En estos momentos desesperad os, Sant
Kirpal Singh Ji, despreocup ado de su propia seguridad, em-
pezó a atender a los enfermos y desvalidos. Reunió a los
miembros de su comunidad y formó un organismo de servicio
social que distribuia medicinas y consolaba al afligido. A esta
clase de servido que no busca nada en retorno, se refirió el
escritor francés, Antaine de St. Exupery, cuando escribió: "El
verdadero amor empieza donde ninguna recompensa se espe-
ra".
Cuando Sant Kirpal Singh era todavía un estudiante, su
tío se enfermó y fue hospitalizad o. El joven visitaba diaria-
mente a su tío, alimentánd olo y encargándo se de sus necesi-
dades. En la cama de al lado había un anciano 'carente de

160
EL REGALO MAS GRANDE

amigos y parientes que había sido abandonado para sutrir


solo. Cuando Sant Kirpal Singh Ji le preguntó qué podía hacer
por él, brotaron lágrimas de los ojos del demacrado hombre
y dijo: "Hace muchos años que nadie me ha preguntado qué
puede hacer por mí". Entonces, el joven comenzó a traerle
alimento e incluso pagaba sus medicinas. El tío de Sant Kirpal
Singh le preguntó por qué le servía a tal hombre que no era
ni siquiera pariente ni tenía t:ómo retribuirle sus servicios. El
joven dijo que los consideraba a ambos de la misma manera
y que el anciano tenía tanto derecho sobre él y sus servicios
como su tío. El explicó que, en efecto toda la creación tenía
el mismo derecho sobre él y que había venido a servir a todos.
¿Quién puede saber qué efectos pueden tener en los
demás nuestros pequeños actos de bondad? Tal vez la mayor
contribución de la Madre Teresa, quien sirve a los desprotegi-
dos y menospreciados, es haber inculcado en aquellos que
han sido abandonados, la comprensión de que también son
amados. Esto puede cambiar la desolación por esperanza.
Nuestros actos de compasión, no ·importa cuán humildes,
pueden elevar, desde las profundidades de la desesperación,
a aquellos que sufren en cuerpo y en espíritu y pueden ilumi-
nar el más oscuro de los rincones del corazón humano. Como
dijo William Blake:
El amor no busca complacencia para sí mismo,
ni para sí mismo, tiene' ningún cuidado
pero abandona su comodidad por el otro
y construye un cielo de un desesperado infierno.
Cuando nuestro amor abarca a toda la humanidad, ver-
daderamente comenzamos a llevar una vida divina. Y ¿quién
es la humanidad? Es nuestro cónyuge, nuestros hijos, nues-
tros cotrabajadores, vecinos y amigos. Son los incontables
hombres y mujeres con quienes nos encontramos día tras día
y cuyos nombres no conocemos, pero que reconocemos como
nuestros hermanos y hermanas. Al mirarlos, podemos ver
reflejada la Luz de nuestro Padre universal. A esta visión de
la unidad de la creación se refirió Cristo cuando dijo: "Lo que

161
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

hayáis hecho a uno de los más pequeños hermanos, me lo


ha beis hecho a mí'' (Mateo 25:40). Una historia famosa, popu-
larizada por Leigh Hunt, nos recuerda este punto sublime:
Una noché, un hombré dé santidad llamado Abou Ben
Adhem, estaba sentado solo en su casa. De repente apareció
un ángel. El ser radiante estaba escribiendo en un gran libro
los nombres de aquellos que amaban a Dios. Ojeando el libro,
Abou Ben Adhem vio que no estaba su nombre. Dirigiéndose
al ángel, le dijo: "Si acaso hubiera una lista de aquellos que
aman a sus semejantes, oro para que pueda ser incluido allí".
Unos días después, apareció el ángel nuevamente. Mostrando
el libro corregido a Abou Ben Adhem, el ángel le explicó que
cuando le contó al Señor sobre la petición, Dios dijo: "Haz
una nueva lista de aquellos que aman al Señor y pon el nombre
de Abou Ben Adhem a Ja cabeza"

162
CAPITUL O

14

Paz interna y externa


Hace unos pocos años, un avión de Air India se estrelló
en el océano Atlántico y no hubo sobrevivien tes. Se pensó
que una bomba escondida en el avión, fue la causa de la
explosión en la que perdieron la vida cerca de cuatrocient as
personas inocentes. Fue uno de los peores desastres aéreos
del mundo. Desde entonces, todo avión y equipaje son regis-
trados rigurosame nte cuando se tiene aún la más remota sos-
pecha de que una bomba ha sido colocada a bordo de un avión.
Lo hecho con respecto a nuestros medios de transporte
terrestre, no lo hemos hecho aún con respecto a la Tierra, la
nave espacial en la cual todos viajamos. El día en que la
humanidad se aventuró a explorar el espacio externo, debería
haber cambiado nuestra percepción de nuestro planeta y del
universo. Pero hemos fallado en tomar conciencia de este
cambio. Continuam os pensando y actuando como antes de
la era espacial.
Este planeta giratorio, la Madre tierra, es también una
nave espacial. Así como ha costado millones de dólares crear
una plataforma espacial, al Creador le ha costado millones y
millones de años de trabajo evolutivo para alcanzar su actual
estado de desarrollo. Es el hogar de incontables criaturas vi-
vientes, cada una única e irrernplazab le. Pero por sobre todo,
es el hogar de la humanidad , a la cual, todas las grandes
escrituras se refieren como la corona de la creación.

163
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

No ahorramos esfuerzos para garantizar la seguridad de


nuestros aviones, sin embargo, descuidadamente cargamos
nuestra nave espacial, la Tierra, con explosivos que pueden
destruirla cientos de veces y deshacer el trabajo de incontables
milenios.
Los santos y los sabios de la antiguedad tuvieron un
sólo mensaje: Ahirnsa Parrno Dharma, lo cual significa "La no
violencia es la religión suprema". Mahavira y Buda enseñaron
esta gran verdad. Cuando Jesús dijo que si nos golpeaban la
mejilla derecha también debíamos ofrecer la otra, estaba ense-
ñando la misma verdad. Mientras muy pocos individuos, en
cada generación, han reconocido la importancia de ahimsa o
no violencia, las naciones y la humanidad en general la han
ignorado. Con el desarrollo de las armas nucleares hemos
llegado a un estado tal que no podemos continuar descono-
ciendo la sabiduría de los sabios y profetas, como si fuera una
fantasía de otro mundo. Ha llegado a ser vital para nuestra
supervivencia y la de nuestro planeta. Si ignoramos el mensaje
de los santos, precipitaremos a la Madre Tierra en la destruc-
ción. La advertencia de John F. Kennedy, es particularmente
relevante: "Si la humanidad no pone fin a la guerra, la guerra
pondrá fin a la humanidad". Igual que con los infortunados
pasajeros del avión de Air India, no habrá sobrevivientes, ni
nadie para investigar lo sucedido.
En cierta ocasión, Robert Oppenheimer, conocido como
el padre de la bomba atómica, fue llamado a declarar ante el
Congreso de los Estados Unidos. Uno de los senadores, le
preguntó: "Dr. Oppenheimer, ¿existe alguna protección con-
tra esta bomba?". "Ciertamente", respondió. "¿Y cuál es?",
preguntó el congresista. El Dr. Oppenheimer dijo: "La paz".
En verdad, se ha hecho más y más obvio que si la humanidad
desea sobrevivir, no tiene otra alternativa que la paz. El aterra-
dor poder destructor de nuestras armas modernas es tal, que
por primera vez en la historia, tenemos el poder de destruir
toda forma de vida conocida. Nuestros logros tecnológicos
son realmente maravillosos, pero como Janus, tienen dos ca-

164
PAZ INTERNA Y EXTERNA

ras. Podemos crear un mundo de luz o destruir el mundo con


fuego. Estamos parados al borde de un precipicio. Un paso
en falso y nuestro bellísimo planeta, con sus miríadas de
formas de vida, será destruido.
El gran lídei: de los derechos civiles, Martín Luther King
Jr., lo expresó apropiadamente cuando dijo" "Nuestro poder
científico ha sobrepasado a nuestro poder espiritual. Hemos guiado
proyectiles y desviado hombres".
La respuesta a la actual crisis yace entonces en desarrollar
nuestro poder espiritual. Es verdad que todas las guerras co-
mienzan en la mente humana, pero es igualmente verdadero
que es en la mente humana donde debemos encontrar la so-
lución a la guerra. Como dijo el Dr. Oppenheimer, nuestra
única defensa es la paz.
Entonces, los interrogantes ante nosotros son: ¿Cómo
podemos desarrollar nuestro poder espiritual y traer la paz a
nosotros mismos y al mundo?
Esta tarea no es nueva; en realidad, es el reto más antiguo
de la humanidad. En el curso de la historia, grandes santos
y profetas, los divinos pacificadores se han referido incansa-
blemente a los medios con los cuales podemos lograr tanto la
paz interna como externa. Desafortunadamente, hemos olvi-
dado, en gran parte, su mensaje sublime. Si bien es cierto
que llevamos los distintivos externos de nuestras religiones,
sin embargo, la prueba real de ia religión se encuentra en
nuestras acciones diarias. Sobre este particular, sólo tenemos
que mirar a nuestro alrededor para juzgar dónde nos encon-
tramos.
Los grandes tragedias y sufrimientos que vemos a nues-
tro alrededor, han hecho que algunas personas se sientan
desalentadas y aún desilusionadas. En cierta ocasión, al Dr.
Billy Graham se le acercó un hombre completamente desani-
mado, quien le manifestó cuán deprimido estaba al ver la
miseria y crueldad por todas partes. Dijo: "Dr. Graham, es
suficiente el hacer que un hombre pierda su religión". Luego
de un momento el Dr. Graham, replicó: "Amigo mío, me

165
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

parece que es suficiente hacer que un hombre use su religión".


Lo que estoy sugiriendo es que reexaminem os el mensaje
de !Os santos y que lo usemos, esto es, ponerlo en práctica
en nuestras vidas. Esto producirá por si mismo una paz per-
durable.
Las escrituras nos dicen que estamos compuestos de
cuerpo, mente y alma. Hemos hecho maravilloso s progresos
para el desarrollo del cuerpo y de la mente, pero desafortuna -
damente hemos descuidado el espíritu. Nuestra alma es una
gota del océano de toda conciencia. Como tal, nuestra misma
naturaleza es luz, vida y amor. Pero al estar asociada con el
cuerpo y con la mente, se ha olvidado de sí misma. Mientras
operemos sólo al nivel del cuerpo y de los sentidos, permane-
ceremos congelados y nuestra visión será limitada. Somos
egoístas y egocéntrico s. Podemos tener amor por nuestra fa-
milia y mientras estamos dispuestos a sacrificamo s para que
nuestros hijos estén bien álimentado s y saludables, sin embar-
go, volteamos nuestros ojos y corazones cuando vemos que
los hijos de los demás están hambriento s, enfermos o mori-
bundos. Necesitamo s expandimo s desde nuestro ser indivi-
dual hacia el Ser universal. Debemos elevarnos sobre la con-
ciencia del cuerpo hacia la conciencia cósmica.
Esta transformac ión de la cual hablo no es metafórica
sino literal. Es más real que lo que ahora conocemos como
realidad. Y si existe algo seguro, es el sendero para alcanzar
esta meta. No importa la religión a la cual pertenezcam os, ni
nuestra nacionalida d, raza, color, sexo o edad. Este sendero
interno es el mismo para todos, siempre ha sido así y conti-
nuará igual en el futuro.
El poder creativo de Dios, conocido como Naam o Verbo,
es la causa de .la creación como también es el medio para
retomar a la Fuente de toda creación. Es el medio a través
del cual podemos elevarnos sobre el cuerpo, realizar nuestra
divinidad y finalmente obtener conciencia cósmica.
Rodeados por la mente y la materia y encadenado s por
los s~ntidos, hemos perdido el contacto con el Poder del Ver-

166
PAZ INTERNA Y EXTERNA

bo. El resultado es que hemos caído en un estado de gran


engaño, habiendo olvidado que somos alma, una gota de
Dios. Para salir de este estado de engaño, debemos analizar-
nos. Es por esto que se ha dicho: "Hombre, conócete a ti
mismo". Podemos hacerlo invirtiendo nuestra atención, la
cual es la expresión externa de nuestro ser consciente. Tene-
mos internamente una décima puerta, la cual, conduce hacia
el Más Allá. Si logramos cerrar las nueve puertas del cuerpo
y abrir la décima, entraremos en contacto con el Naam o
Verbo, la Luz y Sonido celestiales, los cuales nos llevan de
regreso hasta nuestro Verdadero Hogar.
Aquellos que se han elevado sobre la conciencia del
cuerpo y han logrado el conocimiento de sí mismos y la rea-
lización de Dios, ven que Dios es espíritu Y. que hasta el más
insignificante de los insectos tiene la misma esencia que aquel
que posee el intelecto más desarrollado. Ellos hablan de la
necesidad absoluta de ahimsa o no violencia. Si reconocemos
que nuestro vecino es nuestro propio ser en Dios, evitaremos
cualquier cosa que pueda herir o lastimar los sentimientos de
los demás. En este punto la Regla de Oro, no es meramente
un mandato moral sino una forma de vida.
En la antigua China había una continua rivalidad entre
los propietarios de ovejas y de cabras. Un día, Confucio llamó
a los grupos rivales y les habló como un amigo, con bondad
y comprensión. Fue durante esta charla que dijo: "No hagas
a los demás lo que no quieras que te hagan a ti". La gente
tomó a pecho estas palabras. La pelea terminó y hubo paz y
prosperidad en el país. Esta Regla de Oro ha sido expresada
de diferentes maneras por los santos, a través de las edades,
por Zoroastro, por Buda y por Cristo, quien <lijo: "No hagas
a los demás lo que no quieres que te hagan a ti". Poniendo
en práctica este único precepto, reconstruiremos nuestra exis-
tencia. Las oscuras nubes del odio y de la intolerancia serían
dispersadas para siempre. Pero en un mundo donde existe
tanta violencia y crueldad, ¿cómo podemos vivir bajo este
principio? Necesitamos desarrollar la capacidad de pasar por

167
LAS MARA VILLAS DEL ESPACIO INTERNO

alto y olvidar los errores que cometen con nosotros y de per~


donar a aquellos que nos ofenden.
Clara Barton, la fundadora de la Sociedad Americana de
la Cruz Roja, fue conocida porque nunca guardó rencor contra
nadie. En cierta ocasión, un amigo le recordó el instante en
que alguien había sido cruel con ella, unos pocos años atrás.
Como Clara no respondió, el amigo preguntó: "¿Es que no
recuerdas lo que esa persona te hizo?" "No", replicó Clara,
"perfectamente recuerdo haberlo olvidado".
Si pudieramos desarrollar la capacidad de perdonar y
olvidar los agravios cometidos contra nosotros, nuestras vidas
estarían llenas de serenidad en lugar de rivalidad. Y lo que
es más, perdonando a aquellos que se oponen a 'nosotros.
podemos ser capaces de transformarlos en amigos.
Durante la Guerra Civil Americana, el presidente
Abraham Lincoln fue denunciado por hablar con simpatía de
los Confederados. En un tono sarcástico, una mujer le pre-
guntó al presidente, cómo podía hablar tan bondadosamente
acerca de sus enemigos cuando debería estar tratando de des-
truirlos. "¿Por qué, señora", respondió Lincoln, "acaso no los
destruyó cuando les hago mis amigos?".
Durante mi tercera gira mundial fui invitado a las Nacio-
nes Unidas. Me reuní con el anterior Asistente del Secretario
General, el Dr. Robeit Muller, quien actualmente es el canciller
de la Universidad por Ja Paz. El habló de la imperativa nece-
sidad de establecer la paz. Compartió conmigo sus esfuerzosc
y los de las Naciones Unidas para promover la armonía y la
cooperación entre las naciones. "El mundo ora por la paz",
señaló, "pero paga por la guerra". En respuesta, hablé de la
necesidad de infundir la paz dentro del corazón de cada per-
sona y la necesidad de ver a cada uno como hermano o her-
mana en el Padre universal. Seguí explicando cómo el sendero
espiritual es de misticismo positivo más bien que de misticismo
negativo. Este último es una forma de renunciación que im-
pone cierto tipo de violencia sobre nuestra familia y comuni-
dad. En el misticismo positivo, sin embargo, mientras mante-

168
PAZ INTERNA Y EXTERNA

nemos la meta de la realización espiritual, simultáneanwnte


cumplimos con nuestros deberes y obligaciones como miem-
bros de nuestras familias, comunidades, naciones, de nuestro
mundo y finalmente del cosmos.
La paz puede ser vista en términos similares. En el con-
texto de la espiritualidad es una fuerza positiva. La paz a la
cual el mundo se refiere es una ausencia de hostilidad. Real-
mente, con frecuencia es considerada como sinónimo de tre-
gua. Pero la paz de la cual hablan los santos es intensamente
positiva porque nace de la visión de la unidad de la vida.
La meta ultérrima del sendero espiritual es fundirse con
el Creador. Esta experiencia causa la más profunda transfor-
mación, porque lo que era humano se convierte en divino.
Vemos la misma Luz brillando sobre toda la creación. Para
tales personas no existe la dualidad, ni individualidad, ni
extranjero, ni forastero. Todos somos vistos como hermanos
y hermanas. Una vez que empezamos a ver la Luz de Dios
brillando en cada corazón, desarrollamos amor por todos y
nos convertimos en verdaderos creyentes de la unidad de
toda vida. Cuando alcanzamos este estado, contemplamos la
misma esencia de la vida y vemos reflejado allí el amor del
Creador. Vemos que todos, desde el más humilde hasta el
más encumbrad~ de los hijos de Dios están bendecidos con
la divinidad. Toda la creación se· vuelve nuestra y nosotros
pertenecemos a toda la creación. Como lo he expresado en
uno de mis versos:
¿Qué importa si me llaman hombre?
En verdad, yo soy el alma misma del amor;
la tierra entera es mi hogar,
y el universo mi pafs.
No Hay duda de que hoy afrontamos grandes dificulta-
des, individual y colectivamente. Pero los santos son profetas
de esperanza, no de condena. Mientras reconocemos los erro-
res que deben ser corregidos, no nos absorbamos excesiva-
mente en ellos. Más bien que morar en la oscuridad, vivamos
en la Luz.

169
LAS MARA VII. LAS DEL ESPACIO INTERNO

En un mundo desesperad¡¡ mente necesitado de paz, cada


uno de nosotros tiene una doble obligación. Una con nuestro
propio ser, la otra con aquellos que nos rodean. Si deseamos
establecer la paz en este mundo, primero debemos establecerla
en nuestra alma y expresarla en nuestra vida diaria. De esta
forma. nos convertimos en puntos de luz, !os cuales, cuando
son reunidos conformarán un faro que ilumine al mundo en-
tero. Primero debemos reformarnos si queremos ver a los
demás reformados y debemos transformarnos si queremos
ver a la humanidad transformada. La paz universal empieza
en cada uno de nosotros.
Cuando Benjamín Franklin vio que en la ciudad de Fila-
delfia había gran necesidad de alumbrado público, él trató de
persuadir a los ciudadanos para que se tomaran la molestia
y el gasto de instalar lámparas. En lugar de esto, colocó un
grande y bello farol sobre un soporte, frente a su casa. Lo
limpió y lustró para que brillara más vívidamente y cada noche
prendía la lámpara. La gente que caminaba por las oscuras
calles veía el farol de Benjamín Franklin a lo lejos y se acercaba
agradecida por su radiancia y calor. Pronto, todos los vecinos
de Franklin comenzaron a instalar faroles frente a sus casas.
Y no pasó mucho tiempo para que la ciudad entera estuviera
iluminada de amor fraternal.

170
CAPITULO

15

Amor a cada paso

El ghazal es una forma precisa de la poesía lírica en la


lengua persa y en urdu. El término se deriva de la misma
fuente que la palabra inglesa "gazelle ". Busca emular el gra-
cioso y bello movimie nto ondulan te de su homónim o. Cada
verso contiene un mundo entero de significa do. En su mejor
manifest ación el ghazal exhibe gran fuerza de expresió n y
libertad de mO\ imiento. Los escritore s que emplean el ghazal,
han usado tradicion almente el amor humano como tema prin-
cipal. Pero ocasiona lmente también han sido usados para ex-
presar experien cias místicas .
El misticism o tiene que ver con la realidad . No es el
producto qe la imaginac ión. Mi poesía brota de mis experien -
cias personal es. Detrás de cada palabra hay algún incident e,
algún evento que causó profund a impresió n en mí. Pernií-
tanme ilustrarle s con uno de mis ghazals.
Comienz a con el siguient e verso:
Cada vez que viajé
de la tierra a la Vía Láctea,
encontré amor a cada paso
y belleza en cada mirada.
Aquí estoy habland o de mi primera prueba del néctar
del amor, cuando sólo era un niño de cinco años. Nací en
una familia con una atmósfe ra cargada espiritua lmente. Desde

171
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

cuando abrí mis ojos, disfruté de la paz y felicidad que muchos


no experimentan en toda su vida. Mi padre, Sant Kirpal Singh
Ji, era altamente evolucionado. Cuatro años antes de mi naci-
miento empezó a ver en sus meditaciones, a Hazur Baba Sa-
wan Singh Ji, quien fue su Maestro y tiimbién el mio.
Así, crecí en un hogar cargado con el éxtasis místico.
Tenía tres años cuando mi padre conoció a Hazur Baba Sawan
· Singh Ji y fue iniciado. Recuerdo cómo mis padres se sentaban
en meditación por la mañana y yo me sentaba a su lado tra-
tando de imitarlos. ·
Unos días antes de cumplir mis cinco años fui a ver al
gran Hazury le pedí queme diera el Naam. La palabra "Naam"
significa al mismo tiempo Verbo Sagrado e iniciación espiri-
tual. Pero hay otra palabra en lengua urdu y punjabi que se
pronuncia más o menos en la misma forma, es "enaam" y
quiere decir recompensa. Cuando solicité el Naam, el gran
'Maestro pidió algunos dulces y me los dio como mi enaam.
Me sentí completamente feliz, tomé los dulces y partí. Pero
cuando salía de la casa, todavía con un pie en el umbral,
súbitamente me detuve. Me dije: "Este no es el Naam que le
fue dado a mi padre, quien se sienta en meditación. Estos
dulces puedo comerlos f'n nwlguier momento". Así que rá-
pidamente volví donde Hazur y le rogué: "Señor, bondadosa-
mente dáme el mismo Naam que le has dado a mi padre". El
me sonrió de la manera más fascinante. Cuando Hazur sonreía
era como si la creación entera se regocijara y los capullos
florecieran. El dijo: "Muy bien, mi querido hijo, ven por la
tarde y tendrás el Naam que deseas".
A la hora señalada fui a su habitación. El estaba sentado
en su silla y me pidió que me sentara al frente. Me dio una
mirada lírica y empecé a concentrarme en el tercer ojo u ojo
único. Me elevé sobre la conciencia del cuerpo y comencé a
tener experiencias de Luz y de Sonido. Me preguntó qué
estaba viendo y cuando le dije que las estrellas, exclamó: "Esto
es suficiente por ahora". Yo estaba inexplicablemente feliz,
intoxicado, embriagado y fuera de mí, con mucha alegría. Al

172
AMOR A CADA PASO

abandonar su cuarto, .corrí a encontrarme con mi padre, quien


estaba parado al otro lado del patio. Me apresuré hacia él y
rebosante, dije: "Bauji (padre), Bauji, me han dado el Naam
y he ido hasta las estrellas. ¿Qué tan lejos fuíste con el Naam 7 "
Esa fue mi primera experiencia con el Néctar de la espi-
ritualidad. Posteriormente, con su gracia, a menudo solía tras-
cender la conciencia del cuerpo y ver interiormente las estrellas
y otros cuerpos celestes. A esto me estoy refiriendo en el verso
anterior.
Otro de mis versos es:
Oh, inquieto corazón, ven, lloremos,
retorzámonos de dolor.
¿Por qué pensar ahora en dormir?
Tenemos una noche
que no conoce amanecer.
Existen muchos niveles en la jornada espiritual. Al prin-
cipio parece fácil. Es un sendero lleno de rosas, alegría, belleza
y éxtasis. Recibimos mirada tras mirada de gracia hasta que
llegamos a estar completamente abstraídos de nuestro propio
ser y del mundo. En los estados iniciales, usualmente, recibi-
mos mucha atención del Maestro y casi nos malcría. Pero
cuando progresamos en el sendero, comenzamos a experi-
mentar el dolor, la angustia e inquietud del amor. Nuestro
Amado comienza a jugar con nosotros a las escondidas. Algu-
nas veces obtenemos más atención y otras menos. Algunas
veces gozamos de bienaventuranza y otras estamos en dolor.
Esta fase es otro aspecto de la vida del devoto. Cuando no
podemos ver al Maestro en su forma física, nuestro anhelo y
deseo se hacen más y más intensos. Esperamos por el Amado,
pero él parece eludirnos. Queremos tener una mirada del
Amado, pero las circunstancias externas son tales que ese
deseo no se cumple. A medida que el tiempo pasa, nos volve-
mos más y más inquietos. En esta condición, nuestro corazón
puede compararse al mercurio, el cual, nunca permanece quie-
to. En este estado de inquietud, nuestro corazón se derrite y
se escurre por los ojos. Al principio, nuestra angustia puede

173
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

humedecer nuestras pestañas o incluso fluir en la forma de


lágrimas. Estas perlas preciosas, sin embargo, le revelan al
mundo el secreto de nuestro amor. Cuando progresamos,
nuestros ojos todavía se llenan de lágrimas, pero éstas perma-
necen invisibles.
Percy Bysshe Shelley, ha dicho: "Nuestras más dulces
canciones son aquellas que hablan de los pensamientos más
tristes". Ellas vienen directamente del fondo de nuestro cora-
zón, del fondo de nuestra alma y conmueven los corazones
de aquellos que las escuchan. Tales son nuestra angustia y
dolor que no podemos dcrmir.
Como lo he expresado en un verso:
0'1, uida 111isma de nuestros s11e1íos,
quienquiera que salió de tu recámara
de miríadas de espejos taclionada,
lo liizo con ojos q11e para sie111pre
pntlil'l"IJll 1-ill 1-iUl'liV.
Otro de mis versos es:
El llanto que emana desde el fondo de mi corazón
penetra e11 los corazones de /i>s demás.
Mi i11strww11to puede ser sutil,
pero /a músirn que p11s1111 trm•és de d.
es más s11til aún.
Este verso fue escrito cuando súbitamente fui conside-
rado como un eminente poeta. Esto sucedió en un tiempo tan
corto que aún mis amigos escritores estaban sorprendidos.
Muchos me preguntaban la razón por la cual l_1abía ganado
fama tan rápidamente. Este verso fue mi respuesta.
El secr~to de mi éxito no se encuentra en la forma de
expresión. No yace en mi dicción, ritmo, aliteración u otras
técnicas pot'.•ticas. El verso implica, en realidad, que el ins.tru-
ment<1 de expresión es defectuoso. Una flauta de caña o de
bambú puede tener algunos defectos, sin embargo, la música
que fü1ye a través de t.•lla puede ser perfecta. Similarmente,
mi instrumento puede ser imperfecto, pero la música que pasa
a través de él es la divina Música dd Maestro. Es la Música
AMOR A CADA PASO

celestial, la Armonía de todas las armonías.


Toda gloria para el Amado por romper mi corazón,
las notas de su estallido
¡endulzaron el silencio de la noche!
La gracia del Amado puede estar en forma de éxtasis y
bienaventuran za o de dolor y tortura. Generalmente nos que-
jamos de que el Amado rompe nuestro corazón. Pero al hacer-
lo, nos otorga un regalo. Es de noche y hay un silencio perfec-
to. El rompimiento de nustro corazón, sin embargo, produce
una música que endulza el silencio de la noche. Así es como
el devoto experimenta la gracia del Amado.
Partí al amanecer del tiempo
y ahora me aproximo a su ocaso.
Esta vida es corta
pero mi jornada de amor Iza sido larga.
Este es un simple verso, sin embargo, abarca nuestra
existencia desde el amanecer del tiempo. Mi vida actual puede
ser corta, pero Ja historia de mi existencia individual empezó
hace eones cuando Dios decidió, de Uno, convertirse en mu-
chos. Una vez separada de su Creador, el alma no descansa
hasta que retorna a su Hogar. Tiene que pasar a través de
incontables vidas. Si la separación del alma de su Creador,
está representada por el amanecer del tiempo, entonces, de
acuerdo al poeta, puede hablarse del presente como el anoche-
cer del tiempo. En verdad, la jornada es larga y sólo se com-
pleta después de lo que parece ser una eternidad de anhelo.
El alma ha estado penando por obtener paz, tranquilidad y
bienaventuran za perdurables. Una oración brota del alma y
el corazón del poeta. El le implora al Señor de la Taberna para
que le conceda ese vino divino que causa la reunión del alma
con el Creador.
Los vuelos a lo ancho de esta vasta creación
un día llegarán a su fin.
Cuando el hombre esté totalmente exhausto,
finalmente regresará a Ti, oh Señor.

175
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

Hemos logrado un desarrollo espectacular en el campo


tecnológico, pero ¿no es extraño que a pesar de haber ido a
la luna, no hayamos llegado al corazón de nuestro vecino?
No sabemos si nuestros hermanos o hermanas, en la próxima
puerta y en plena noche, se retuercen de dolor o están mu-
riendo de hambre. No hemos sido capaces de traer la paz y
la armonía a nuestro planeta.
Pensamos que somos cuerpo y mente, pero en realidad,
el cuerpo y la mente son animados y sustentados por el alma.
El espíritu es una chispa del divino Creador, mientras el
cuerpo y la mente pertenecen al mundo terrenal. El alma, al
haberse identificado con ellos, busca la realización en el pro-
greso material. Pero ¿cómo puede una chispa del Infinito en-
contrar paz y felicidad perdurables asociándose con lo finito?
No importa lo que hagamos ni cuán espectaculares sean nues-
tros logros y progresos tecnológicos, porque en ellos no encon-
tramos descanso ni alegría.
Siempre que los santos o profetas vienen, nos sacan de
nuestro prolongado letargo. Nos enseñan a retirar el alma del
cuerpo y de la mente. A través del Hombre-Dios es como
. podemos conocernCls y unirnos con el Creador. No es volando
más y más por el espacio externo, sino yendo internamente
y atravesando el espacio interno, que podemos resolver el
misterio de la vida y obtener la verdadera felicidad.
l/11 corazón sublime recibe más luz del amor
que de la /Jcl/cza que sus ojos co11templa11.
En este mundo encontramos dos tipos de benefactores.
Los Hombres-Dios que nos otorgan la eternidad, quienes traen
inexpresables tesoros de espiritualidad del·Creador y los dis-
tribuyen con ambas manos. Pasan por alto nuestras faltas y
pecados y nos otorgan el don de la sagrada iniciación. Reem-
plazan la oscuridad por la iluminación en nuestros corazones
y almas. Nos ayudan a remontarnos hacia regiones más altas
de conciencia para alcanzar nuestra meta final: la obtención
de la unidad con Dios ..
Hay otro grupo, el de los aparentes benefactores cuya

176
AMOR A CADA PASO

brillante lustre puede atraer la mirada. Pero no todo lo que


brilla es oro. Son como candelabros en un palacio que dan su
luz para unos pocos escogidos. Viven en medio de las como-
didades y no tienen que afrontar los desafíos de la época. Son
felices cuando aquellos de quienes se benefician materialmen-
te, los colman de alabanzas.
Por otro lado, el Hombre-Dios es como una lámpara
ardiente al lado del camino, que tiene que encarar las tormen-
tas, las lluvias y los vientos feroces. No cuenta con la protec-
ción que el candelabro disfruta en el palacio. La luz del cande-
labro es sólo para un grupo limitado de personas, mientras
la luz del Hombre-Dios es dada a todos. Nada puede extinguir
su llama inmortal y da luz a cada viajero. No distingue entre
quienes lo conocen y quienes no lo conocen. Aquel que entra
en contacto con él, recibe de su generosidad.
Un verdadero Maestro no pertenece a ninguna religión
o nación. Pertenece a la creación entera. Como Kabir, vive
por la máxima: "Mientras respires, da, da y da". Es todo
sacrificio y asume nuestros karmas. Sufre por nuestra causa.
Es el verdadero amigo y benefactor del viajero.
Si deseamos comprender la espiritualidad y el amor,
estos pueden resumirse en una palabra: Maestro. Si miramos
en las páginas de la historia veremos cómo han sufrido bs
santos por nuestra causa. Cristo fue crucificado. Shamas-i-Ta-
briz fue desollado vivo. El quinto Gurú sikh, Gurú Arjan Dev
Ji, murió quemado sobre una plancha de hierro. La historia
del amor divino es de sacrificio.
Uno de mis versos es:
Oh hombres lujuriosos, cuidaos de entrar
en la tierra del amor,
aquí sólo encontrarán la cruz y la horca.
El Hombre-Dios viene para ayudar a las anhelantes almas
a retornar al Creador. Cada vez son atraídas más personas,
pero desafortul').adamen te algunas van sólo con propósitos
mundanos. El verso anterior está dirigido a ellos. La espiritua-
lidad es el sendero donde finalmente logramos la bienaventu-

177
LAS MARAVILLAS DEL ESP.ACIO INTERNO

ranza eterna. Pero no es un camino fácil. Se caracteriza por


el anhelo y Ja angustia intensos. Aquellos que buscan al Hom-
bre-Dios para obtener ganancia material, malinterpretan Ja
verdadera naturaleza de su misión. Sólo cuando estamos pre-
parados para sacrificar nuestros deseos mundanos, podemos
progresar espiritualment e.
Todos los lugares de adoración
son símbolos del mismo Amado.
Inclina tu cabeza cuando veas un templo
y saluda cuando veas una mezquita.
Comprendida correctamente , Ja espiritualidad nos une
los unos a los otros. Como dicen las escrituras sikhs, "Un
santo es aquel que enlaza a todos en uno". Baba Sawan Singh
Ji y Sant Kirpal Singh Ji, en sus profundos estudios compará-
tivos de la religión, enfatizaron el carácter universal de las
enseñanzas místicas de todos los grandes credos del mundo.
Nos enseñaron a reverenciar a todos los profetas y a respetar
todas las escrituras ..
Nuestro Amado Maestro Sant Kirpal Singh Ji, fue más
lejos y fundó la Confraternida d Mundial de Religiones. Fue
en Ja época en que los eruditos hindúes y los sultanes musul-
manes, los sacerdotes católicos y los ministros protestantes,
los rabinos judíos y los gyanis sikhs no se hablaban unos a
otros; pero el Amado Maestro reunió a los ministros y segui-
dores de todas las religiones. Esto fue un milagro. Todos los
líderes religiosos se sentaron juntos y cada uno presentó las
enseñanzas de su fe. Descubrieron que la quintaesencia de
todas las religiones es la misma. Todas enseñan que debemos
ser hombres y mujeres buenos, no violentos, veraces, castos,
humildes. y llenos de servicio desinteresado.
La Confraternida d Mundial de Religiones auspició cuatro
conferencias internacionale s en India y algunas regionales en
otros países. En 1974, Sant Kirpal Singh Ji dio un paso más
y convocó la Conferencia sobre la Unidad del Hombre. El me
pidió que redactara una circular para este propósito. Pensé
que ésta sería como cualquiera de las anteriores conferencias

178
AMOR A CADA PASQ

y así, presenté el borrador de la circular. Después de leerlo,


él dijo: "Darshi, todo lo que has escrito es correcto, pero has
olvidado el aspecto más importante. La unidad de las confe-
rl'ncias anteriores fue la religión. Sólo podían participar aque-
llos que eran teístas, quienes creían en una u otra religión.
Pero la unidad de ahora es el hombre. Toda persona, sea
teísta o atea, puede tomar parte en ella". Tal es la universalid ad
de los santos.
La promesa del Amado
no es nada más que un continuo deseo,
rnando una noche pasa,
yo espero la próxima.
El sendero del amor es de paciencia y perseveranc ia. Es
de continuo anhelo y languidecim iento por el Amado. Re-
cuerdo un incidente que me causó gran impacto. Cuando
estaba en el colegio, estudié algunos poemas del Dr. Moham-
med Iqbal, quien era el portador de la antorcha de la poesía
mística urdú y persa de esa época. Uno de sus versos se
refería a reinos mucho más allá de las estrellas y decía que el
amor tiene que someterse a muchas pruebas. Otro verso del
mismo poeta decía que el amor produce la marea baja en el
océano de la vida y permea cada vena y poro de nuestro
cuerpo, igual que el céfiro o brisa matutina vivifica a cada
planta. Yo tenía sólo diecisiete años y no podía comprende r
el concepto del amor que insinuaban estos versos. Entonces,
fui donde mi profesor Sufi Gulam Mustafa Tabassum, distin-
guido poeta urdú por derecho propio. En esa época leíamos
en la clase de inglés poetas románticos tales como Keats, She-
lley y Byron y sus escritos sobre el tema del ámor parecían
ser completam ente diferentes a los versos de lqbal. Yo le dije
a mi profesor: "Señor, no entiendo lo que Iqbal quiere decir
cuando habla del amor". Mi profesor era amigo del famoso
poeta e iba a visitarlo esa misma noche. Me pidió que lo
acompañara . Cuando llegamos a la casa del Dr. lqbal, le rendí
mis respetos. Los dos poetas comenzaron a tratar elevados
temas literarios y tocaron los aspectos más sutiles de los escri-
179
LAS MARAVILLAS DEL ESPACIO INTERNO

tos místicos.· Cuando terminaron, mi profesor le explicó al


Dr. Iqbal mi interés por la poesía mística y mi dificultad con
algunos de sus versos. Después de recitar los versos, el gran
poeta me miró a los ojos y dijo: "Hijo mío, has planteado un
punto muy relevante. Si quieres comprender mi poesía, re-
cuerda que cuando hablo del 'amor', quiero decir.'una lucha
continua, una continua inquietud"'. Esta clara v:isión de Iqbal
ha encontrado expresión, una y otra vez, en mi poesía.
El amor es un sendero de fidelidad, de constancia. Tam-
bién es un sendero de inquietud. Uno de mis versos es:
Amor es el nombre de una continua
inquietud del corazón,
este anhelo interminable
es el símbolo de mi vida.
Siempre estamos inquietos por llegar a la meta de la
fusión con nuestro Amado, de la comunión con Dios. Este es
un sendero extrano. Cuando estamos sedientos, oramos patá
que el Amado venga, nos dé una mirada y calme nuestra sed.
Pero cuando el Amado nos compl<1c;-e y luego desaparece, nos
damos cuenta de que en lugar de apaciguar nuestra sed, ha
puesto más combustible al fuego y la sed se ha hecho más
intensa.
Nuestra inquietud aumenta. Entre más obtenemos, más
deseamos. Este proceso continúa hasta que llegamos a la unión
final con Dios. Yeats ha dicho correctamente: "El deseo que
puede ser realizado no es un gran deseo". La poesía más
grande no expresa el anhelo por las cosas de este mundo,
sino del otro. Encuentra su consumación en el amor divino.
Los santos y profetas, músicos, poetas y artistas han
descrito la búsqueda eterna de la inmortalidad. Si deseamos
llegar a nuestra meta, tenemos que soportar las pensas de la
separación, el anhelo y la ansiedad por el Amado. Sólo cuando
nuestro deseo de unión con Dios se ha.ce irresistible, se logra
su realiz;aci(m.
Comprendo que no soy digno
de tus continuas miradas,

180
AMOR A CADA PASO

pero reserva al menos una mirada


para tu desamparado Darshan.
En urdú, tradicionalmente, el poeta usa su nombre de
pluma o su nombre en el verso final.
Somos mortales falibles y nunca podremos ser verdade-
ramente dignos de las miradas de un Dios-Hombre. El poeta
acepta esto, pero le ora al Amado para que le otorgue al menos
una mirada fugaz.
Recuerdo cuando Hazur Baba Sawan Singh Ji visitó por
primera vez nuestra aldea. Todos los ministros se reunieron
en el templo local y le hicieron muchas preguntas, las cuales
respondió a satisfacción. Al final, cuando ya no hubo más
preguntas, el presidente se levantó y dijo: "Es correcto que
distribuyas tu divino regalo a quienes lo merecen, pero lo
entregas aún a quienes no lo merecen". Hazur replicó: "Si un
hombre rico está preparado para distribuir su riqueza, ¿por
qué debe alguien preocuparse?". Hizo una pausa y añadió:
"Si fuera cuestión de ser digno, entonces, ni siquiera yo me-
rezco este divino don. Fue por la gracia de Baba Jaimal Singh
Ji, mi Maestro, que él me bendijo".
Ninguno de nosotros es merecedor de las miradas líricas
del Maestro. Es sólo a causa de su compasión y generosidad
que él nos bendice, eleva nuestras almas y acelera nuestro
camino hacia Dios.
Un período de vida es demasiado corto para expresarle
nuestra gratitud por el regalo del amor. Como lo he dicho en
otro verso:
Con cada aliento debo inclinarme
ante mi Amigo,
porque debo mi vida a su gracia.

181
En Ecuador, si necesita información acerca de las publicaciones yactividades de
"Ciencia de la Espiritualidad" favor dirigirse a cualquiera de las siguientes personas:

Pablo Rivadeneira Ponce


Angostura 212 e Iheria (La Vicentina)
Casilla Postal 17 - 15 - 0432
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Hernán Tores & Danilo Silva
García Moreno 600
Teléfono: 02 - 34 04 33
e.mail dsilva@andinan et.net
Conocoto - Quito
Lucía A. de Gangotena
!heria 413 y Angostura
Teléfono: 02 - 23 62 93 e:
e.mail: diegog@usfq.co m.ec
Quito D.M.
Patricio Ortiz
Fclicísimo Vega 482 e Ignacio Jarrín
Teléfono: 02 - 38 03 38
e.mail:_patortiz58@hotmail.com
Pifo - Quito
Byron Noriega
Av. Hermano Miguel - Urb. IETEL
Teléfono: 04 - 23 20 39
e.mail: hyronoriega 357@latin-mail .com
Guayaquil
Gabriel Montesinos
Av. Benigno Malo 476
Casilla Postal: 01 - 01 - 0108
Teléfono: 07 - 82 36 76
e.mail: naturart@etapa. com.ec
Cuenca
Mauro Montesinos
Av. Remigio Crespo 328 y Agustín Cueva
Teléfono: 07 - 82 34 68
e.mail: marriaga@cue.s atnet.net
Cuenca .
Susana Maldonado
Casilla Postal 108
Teléfono: 07 - 84 15 63
c.mail: naturart@e;:tapa.com.ec
Cuenca - Azuay
Elisa Quintana
Empt:rador Cacha 248. Caranqui
Teléfono: 06 - 95 04 18
lbarra - lmbabura
Carlota Zamora
Pichincha 5 17 y Guayas
Teléfono: 07 - 92 12 54
e. mail: carlotazamora@yahoo.com
Machala - El Oro
Sant Rajinder Singlr Ji Maharaj, Director Mundial de
Ciencia de la Espiritualidad, recibe su correspondencia
en las siguientes direcciones:

Kirpal Ashram Teléfonos: 91 - 11 - 72 22 244


Kilpal Marg. 91 - ll - 72 23 333
Vigay Nagar Fax. 91 - 11 - 72 14 040
Delhi - 110009 - llldia

Science of Spirituality Center


4S. 175 Naperville Rd. Teléfonos: 630 955 1200
Naperville, 11, 60563 fin: 630 955 1205
USA

**********
ACERCA DE LA
CIENCIA DE LA ESPIRITUALIDAD

La Ciencia de la Espiritualidad - Misión Sawan Kirpal Ruhani,


es una organización sin fines de lucro dedicada a presentar a los
buscadores de la verdad las enseñanzas de Sant Rajinder Singh
Ji Maharaj, Sant Darsan Singh Ji Maharaj, Sant Kirpal Singh Ji
Maharaj, Hazur Baba Sawan Singh Ji Maharaj y los Maestros
espirituales que les precedieron.

A los buscadores se les enseña la ciencia de la meditación por


medio de la cual experimentan la Luz y el Sonido internos, se
elevan sobre la conciencia del cuerpo, trascienden las más altas
regiones espirituales y finalmente obtienen el autoconocimiento
y la realización de Dios.

La Ciencia de la Espiritualidad, cuyo centro internacional está


localizado en el Kirpal Ashram, Oelhi, India, tiene más de 1000
centros en cuarenta países.

Lo~ buscadores y los estudiantes pueden visitar a Sant Rajinder


Singh Ji Maharaj, en el Kirpal Ashram, 2 Canal Road, Yigay
Nagar, Delhi, India 110009 o en el centro de la Ciencia de la
Espiritualidad, 4S. 175 Naperville Road, Naperville, IL 60563,
U.S.A. para recibir instrucciones de meditación, iniciación,
retiros y asistir a los discursos o pueden encontrarle en sus
frecuentes giras mundiales.
PARA INFORMACION INTERNACIONAL,
FAVOR DIRIGIRSE A UNA DE LAS SIGUIENTES PERSONAS

ARGENTINA BRASIL
Misiones Belo Horizonte Cali
Luis Majluf Nysa Diaz de Luz José Arango
Alfredo Palacios 1063 Rua Joao da Cunha, 277 era 65 No 5-154
C. Postal 3364 Apt. 102 Tel: 39 67 83
San Vicente Misiones CEP-30 480-020 Cali, Colombia
Argentina Tel: 33468 60 Medellín
Tel: (0755)60121 Belo Horizonte lván D. Posada
Brasil AA4911
BOLIVIA era. 69 No 32E-27
Sao Paulo
Urbano Ferreira Lima Tel: 2 35 40 69
Su ere Rua Sarao de Medellln, Colombia
Gustavo Vlllarroel Morenos. 67 Bucaramanga
Loa 922 Casilla 629 CEP-05453-040 Claudia Alblar
Sucre. Bolivia Sao Paulo-ST era 26 No 35A-96
Tel: 23629 Brasil Altos de Cañaberal 11
La Paz Tel: 38oo n7
Walter Barron COLOMBIA Santander, Colombia
Calle Agustín, Aspiazu
Santafé de Bogotá Duitama
Pasaje 743. Domicilio César Contreras
Blanca Libia Arias
2033 era 16 No 19-20 Apt 201
La Paz. Bolivia AA 10031
Cra 18 No 47-37 Tel: 60 61 51
Cochabamba Santalé de Bogotá D.C. Duitama. Boyacá
Guido Benalcázar Tel: 2 45 76 64 Colombia
Casilla 1703, Colombia
Cochabamba
tel 43307, Bolivia Fanny de Carrillo
Tarija era 18 No 63-60
Eduardo Pino Santafé de Bogotá
Casilla 1361 Tel: 2 49 02 15
Tarija, Bolivia Colombia
ESTADOS UNIDOS PERU
ESPAÑA
Alicia Carrero Science of Spirituality
La Punta-Callao
Av. José Antonio Center. 45 175,
Mary de Beckett
Segovia 40005 Naperville
Rd, Naperville IL García y García 202
España
60563 Tel: 297-076
USA La Punta 5 Callao,
PANAMA Perú
Melba de Urrutia MEXICO lquitos
A.A. 98-29 México D.F. Milton Padilla
Panamá 4 Maria de 1nurdP.!': A Pasaje Quiñones 480
Panamá Calle Dr. M. Morales 14 Tel: 232-349
Tonalco, Xochimilco · lquitos-Perú
México 23 DF 16410
URUGUAY Piure
San Carlos Edwin Ojeda Rivera
Mor el os
Julio César Camargo Carmen Uribe Manzana C. 1. Lote 17
Rincón y Duhart Progreso 105. Altos. Primavera. Castilla,
C. Postal 20400 COLONIA Piura . .Perú
Carolina, Cuer·navaca
San Carlos. Mido
Morelos, México
Uruguay.
Tel: 120-930
Hazur Baba Sawan Singh Ji (1858
- 1948): Puso a disposición de la
humanidad el Surat Shabd Yoga, el
método de meditación que hasta
entonces había sido asequible para
unos pocos. Profetizó el
advenimiento de un gran despertar
espitual.

Sant Kirpal Singh Ji (1894 - 1974): A


través de tres giras mundiales y
numerosos libros, enseno la
espiritualidad como una ciencia práctica.
Fue el Presidente fundador de la
Confraternidad Mundial de Religiones y
presidió cuatro Conferencias Mundiales
de Religiones. Convocó la Primera
Conferencia de la Unidad del Hombre en
1974 y sentó las bases para la unidad
humana.

Sant Rajinder Singh Ji (nacido en


1946): Convocó la primera Conferencia
Global sobre Misticismo y la Conferencia
Internacional sobre la Integración
Humana. Sostiene seminarios de
meditación y viaja por todo el mundo
enseñando a las personas cómo lograr
paz interna y externa por medio de la
meditación.
Aquellos que han transitado el sendero místico nos cuentan que
así como existen mundos externos, también existen mundos
internos. Sólo recientemente hemos cruzado la última frontera del
espacio exterior. Pero los santos y místicos a través de las edades
nos han estado invitando a explorar las maravillas del espacio
interior. Nos han dicho que existe sólo un camino para alcanzar la
paz y la felicidad perdurable: ir internamente.
Sant Darshan Singh habla en forma sencilla y directa sobre este
viaje que él mismo ha realizado. Nos trae el mensaje eterno de los
místicos en el lenguaje de nuestra época. El método de meditación
que él enseña es tan sencillo que puede ser practicado por todos .
"E l próx imo nivel de desarrollo humano será nuestra entrada a
una edad universal de amor; la edad cósmica, El renombrado
Maestro espiritual Sant Darshan Singh ofrece a los lectores de Las
Maravillas del Espacio Interior una v1s1on inspiradora
consecuente con la ciencia moderna las verdades sutiles que
representan los más elevados ideales de la humanidad".
Dr. R o b erl Muller
C anciller de la U ni',,ersida d por la Paz
Y a nte rio r Asistente d e l Secretario Gen e ral de l as Nacion es U nidas

"Una vida recta, un pensamiento recto y una meditación correcta en la llav~ para e l
progreso y la salud espiritua l. Los escritos de Sant D arshan Singh so.i un recordatorio
lúc ido y propulsor de esta verda d . El usa la te rminología de la ciencia moderna con la
delicadeza y belleza de un poeta, con e l fin d e r evivir una sabiduría antigua que h e mos
olvidado".
Kushak Bakula, Director Lama d e Ladakh

"En una edad de vacío moral, esterilidad espiritual y fanatismo religioso, la voz poética
de D arshan S ing h es asertiva de valores human os y espiritua les perdurables. El h a u sado
las más sen c illas palabras s in sacrificar la complejidad y riqueza del s ignificado".
Syed Amanuddin, World Literature Today

EL AUTOR
Sant Darshan Sing h fue el máximo expon e nte
del Surat Shabd Yoga, la Ciencia d e la
Espiritualidad, h asta el mes de m ayo d e 1989,
cuando abandonó este mundo ; recibió el
Premio de la Academia Urdú de poesía y sus
colecciones de poesía urdú, Talash-e-Noor y
Manzil-e-Noor, le establecieron como líder d e
la poesía mística urdú d e su é poca . Otros
libros su y o s son: D espertar Espiritual, E l
Secr e to de los S ecretos: C harlas espirituales,
Una Lágrima y una Estrella, E l Lla nto del
Alma: P oesía mís tica y Amor a cada paso: mi
con cepto d e la poesía.

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