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SIN LA CORRESPONDIENTE AUTORIZACIÓN
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Horacio Belgich / Noelia Casati

El avance de la Tristeza

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Deuda, patriarcado, femicidio

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Diseño: Gerardo Miño

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Composición: Eduardo Rosende

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Edición:

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ISBN:

Lugar de edición: Buenos Aires, Argentina


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Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación
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pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada
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con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista


por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos
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Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o


escanear algún fragmento de esta obra.
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© 2017, Miño y Dávila srl / Miño y Dávila editores s.l.


O

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ÍNDICE

JO
A
B
INTRODUCCIÓN

A
Dormidos con todos los cuentos........................................................ 15

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CAPÍTULO I

E
Subjetividades: entre el terror y el temblor...................................... 23

D
Subjetividad, identidad y poder.................................................... 24

O
CAPÍTULO II

N
Afectos en niñxs y adolescentes buscando un mundo .................. 35

R
El Estado de Soberanía.................................................................... 42

E
Datos.................................................................................................. 43

T
Cómo vivir y cómo morir............................................................... 44

IN
Narcotráfico y Estado de excepción.............................................. 49
TO Reclutamiento y afectos.................................................................. 50
Paz en la Tierra de Nadie................................................................ 58
Acerca de la justicia. Niñxs y escuela y colectivos de cuidado....... 61
N

La justicia como acto de ternura y concordia............................... 72


E
M

CAPÍTULO III
U

Deuda, sufrimiento y ciudadanía...................................................... 79


C

Educación y sometimiento.............................................................. 87
O

Concepciones modernas del siglo XIX y políticas imperiales


D

del siglo XXI...................................................................................... 92


Pensamiento nómade o microfascismos. Producción
contemporánea de subjetividad..................................................... 97
Patriarcado y ciencia en tensión .................................................... 110
Nuevas tecnologías, nueva sexualidad, nueva ciudadanía....... 115
Ariadna: entre Dionisos y Teseo.................................................... 123
Epílogo............................................................................................... 126

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CAPÍTULO IV CAPÍTULO IX
El sistema heteronormativo como causal de violencias................. 129 Trata de personas. Esclavitud. Femicidios....................................... 265
La visión patologizante desde la medicina.................................. 135 Sobre los Dioses: Ella o Él............................................................... 265
El silencio... cómplice de violencias............................................... 137 El Gran Dios, patriarcado y capitalismo neoliberal.................... 277
¿Y la escuela?... cómplice de violencias........................................ 139 Convivencias penosas y penadas.................................................. 280
Milenios de un ethos. Un trozo de historia................................... 294

JO
CAPÍTULO V Brujas................................................................................................. 299
Razón occidental.................................................................................. 145 Sobre el cuerpo, la batalla............................................................... 301

A
Razones y sinrazones para una cárcel........................................... 164 Religiones de guerra........................................................................ 302

B
Racismo y vida cotidiana................................................................ 168 Mundos gramaticales, rostro y raza.............................................. 303

A
El encuentro entre las subjetividades............................................ 175 Una Madre entre la justicia y el amor........................................... 313

R
Nomadismo en singular.................................................................. 187 La potencia sexual de las Hijas ..................................................... 318

T
Epílogo............................................................................................... 193 Odio latente....................................................................................... 322

E
Vida, muerte y patología ................................................................ 327

D
CAPÍTULO VI Urdimbre........................................................................................... 329
Acerca de la vedad de pertenecer ..................................................... 197

O
Rostridad y segregación.................................................................. 200

N
Bibliografía.......................................................................................... 329
El hombre y, el hombre o................................................................. 206

R
Ser entre ............................................................................................. 211

E
Un fragmento de invención, de entre, amistad

T
y acontecimiento.............................................................................. 213

IN
Política de la identidad y genocidio.............................................. 219
Epílogo............................................................................................... 226
TO
Fragmento de obra de Darío Fo .................................................... 228
N

CAPÍTULO VII
E

El tiempo y la subjetividad................................................................. 231


M

Sumisión y fluidez........................................................................... 235


U

Ética de la emergencia o ética de la solidaridad.......................... 237


C

El tiempo de la guerra cotidiana.................................................... 242


O

Epílogo .............................................................................................. 246


D

CAPÍTULO VIII
La sociedad contemporánea y sus agrietamientos.......................... 247
Los sacrificios y la democracia....................................................... 258
La potencia instituyente y pensar en red...................................... 259

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INTRODUCCIÓN
Dormidos con todos los cuentos

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Ahora el instrumento de control social es el marketing, y

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en él se forma la raza descarada de nuestros dueños... El

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hombre ya no está encerrado, sino endeudado.
G. Deleuze (Conversaciones)

A
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R

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Advertencia
eflexionar sobre lo que nos ocurre como argentinos y latinoa-
Este escrito fue publicado en edición de Editorial Laborde en el

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mericanos a principios de este nuevo siglo es una tarea ardua;
año 2008 con el título Subjetividad y violencia urbana (clase, géne-

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ro, racismo). Debido al vértigo de acontecimientos que nutrieron en primer lugar porque aún estamos imposibilitados de ser
dueños de nuestro propio tiempo, aún estamos en un tiempo

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la vida cotidiana en múltiples aspectos en nuestra región hacia
mediados de década, se decide componer una edición ampliada que nos es ajeno, extraño, porque está en poder de otros y estamos en

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para el año 2016. Ese lapso, y las transformaciones operadas en poder de ese tiempo. Y es, además, una tarea dificultosa porque nos

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los últimos tiempos en el campo político, económico, existencial arrastra una tempestad, con vientos devastadores vamos de aquí para

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y subjetivo podrán ser entendidas como un acontecimiento de allá y recorremos espacios en círculos, sacudidos y estropeados, pero

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difícil definición hoy, pero quizá sea recordado en el decurso de la en verdad hemos navegado muy poco; sólo hemos naufragamos como

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historia como un período liminar donde la grieta deleuziana (como
hombres y mujeres de este tiempo y también como ciudadanos. Y esas
proceso de demolición) comienza a atisbarse. Allí intervienen la
no son las mejores condiciones para la reflexión; aunque son las que
deuda como captura que produce una subjetividad endeudada, TO
cayendo el proceso de producción de deseo; en el mismo movi- tenemos, las únicas que disponemos para asomarnos a ver ese horizonte
miento el patriarcado vacila pues los signos en los que se sostenía incierto que es nuestro presente. Ese horizonte que resuena con violen-
N
se reemplazan, despertando su furor homicida, por otros signos, cia, descarnada o sutil, y que revela la necesidad de las subjetividades
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los del capitalismo voraz y se enlazan las mafias narcopolíticas, contemporáneas de encontrar un enemigo, de clase social, de razas, de
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que necesitan de cuerpos desplazados, endeudados, conocedores género; racismo sin pudor que devasta la democracia en un capitalismo
de de la esclavitud y de vidas despojadas. que es cada vez más incompatible con ella.
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Racismo y femicidio se conjugan en nuestro tiempo, pero este último


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fenómeno adquiere relieves que es necesario diferenciar, pues en con-


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sonancia con el vaciamiento que el capitalismo hace del imaginario del


D

mundo patriarcal, del cual abrevan y han abrevado muchos hombres


y mujeres modernos y premodernos, podemos pensar hoy que esos
hombres y mujeres ya no soportan carecer de potestad, (ese poder sobre
otros cimentados en creencia atávicas). Habiendo sido formados en la
convicción de que el otro (mujer, niñxs, indigente, inmigrantes pobres)

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debía ser tutelado, controlado y castigado ante la insumisión, cuando ello deja consecuencias al quebrar la antigua vida autorregulada basada
ésta se produce en movimientos políticos y micropolíticos que impulsan en la sexualidad de la mujer: en el período neolítico (5000 a 7000 años
flujos sociales del Hacer Igualdad de Género, el hombre patriarcal estalla, a.C) existía la red vincular basada en la urdimbre, donde el útero como
pues cae la ilusión con la que fue formado, y con la que fueron formados elemento icónico representativo de la potencia femenina, regulaba las
sus padres y sus abuelos. Toda su potestad se desvanece en el aire, la relaciones horizontales entre hombres y mujeres. La desintegración se
frustración deviene pues cae la ilusión de que alguien les pertenecía produce por invasiones de pueblos nómades, y desde allí la mujer fue

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como “algo”, y ese “algo” se transforma en sujeto conciente de derechos, sometida y explotada por miles de años (claro que con rebeldías): con
y ello conlleva salud mental y una experiencia ética respecto de la auto- una sexualidad acotada en el mandato de servir al hombre y el tirano

A
nomía, conmovedora de esa subjetividad que necesita colectivizarse. El de turno con su encargo reproductivo; y para ello era necesaria una

B
movimiento de mujeres en Argentina lo muestra cabalmente. Da miedo genitalidad reducida, un útero constreñido y un erotismo acotado a la

A
al hombre y mujer patriarcal la reconversión del poder de la mujer so- demanda del hombre. Aunque algunos llegan a reconocer que había algo

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bre su cuerpo y su sexualidad, entre ello, transformando el poder que inclasificable en la sexualidad de la mujer, pero en verdad se evidencia

T
las sometía en potencia apoderada, pues recupera su potencia erótica patología: partos traumáticos, patologías más o menos graves; pero no
sexual antes expropiada; y el miedo del patriarcado se transforma en otro destino aciago espera a la mujer, el de cuidar de otros, sumisa al

E
desolación. Ya no hay a quien mandar, su ser trepida ante la adquisición mandato de servir.

D
de derechos de los antiguos tutelados, la mujer no lo necesita contro- En una sexualidad de potencia, el placer de la inteligencia y la in-

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lador, violento, patriarcal, enfermo. Elige ella la salud al alejarse de él, teligencia del placer no es difícil de encontrar. El saber definir qué es

N
una potencia sexual la impulsa a otros territorios inexplorados y quizás belleza en cada época y qué es encanto ayudaría a encontrar el placer

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más amigables. Ocurre que el capitalismo tampoco lo necesita ya como y la inteligencia conjuntamente. Construirse como hombre o mujer no

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hombre fuerte, dominante, ordenador de una micropolítica familiar patriarcalistas requiere desarraigar el modo de existencia capitalista que

T
funcional al capital de otras décadas. Ya no es necesario el despotismo hay en cada uno de nosotros mismos, sintiendo propiedad y derechos

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patriarcal, la mujer puede trabajar, producir, empoderarse y ganar dine- incalificables sobre la sexualidad y la vida del otro.
ro. Aunque la gran captura a la que apuesta el capital es que ya no sirve Hemos asistido y asistimos, además, a modos de racismo en su estado
a sus intereses la mujer encerrada esperando lacónicamente al hombre
TO de explotación capitalista extremo, a aquellos que tiene relación directa
en el hogar, ahora la necesita afuera, trabajando y consumiendo. Algo con la miseria y lo único a ofertar por el sujeto es su fuerza de trabajo
de su potencia sexual y erótica restringida por miles de años se halla casi esclavizada en un país extranjero o en el propio, como también,
N

ahora a disposición del mercado. como último recurso de intercambio, ofertar un conjunto de órganos
E

El capital, es un amo que reemplaza al patriarcado en su tiranía, lo biológicos (explotación biológica)1 para un cliente ansioso en otra parte
M

sustituye al aplastar la sexualidad femenina que ha fraternizado, libre, del mundo; esfera de un organismo biológico que se analiza aquí desde
U

sin juicios, sin propiedad privada sobre el cuerpo del otro; el capital el poder del tecnomédico, y los múltiples cruzamientos y tráficos que
C

promueve la creencia de la libertad sobre el placer y la existencia, pero ocurren entre ofertas y demandas ominosas. También mencionamos en
O

lo conduce hacia el consumo, aplastando toda libertad. Usa ese credo de su análisis los enfrentamientos y el racismo de base de los mismos entre
D

libertad para suscitar consumir al mismo tiempo; los clientes sexuales sa- culturas de origen religioso diferentes, no siempre enfrentadas bélica-
ben de esa libertad de consumir cuerpos sometidos al igual que el cliente mente; así, la persecución a musulmanes y la indigencia y el destrato
de tiendas de ropas cuya hechura estuvieron en manos esclavizadas. en la que viven en Europa la mayoría de ellos, en parte dan lugar a una
Sin embargo, existió una comunidad habitando el norte de Europa
hace miles de años cuya red de poder horizontalizado fue destruido;
1. Remitirse a Balibar y Wallenstein (1991).

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respuesta de terror de fanáticos creyentes musulmanes en Europa en de casa. No hay pudor en la Historia, quizá nunca lo hubo; sí sabemos
estos últimos años. Pero en verdad el horror comenzado hace décadas que la Historia no tiene sentido en sí misma, pero que es creadora de
con el colonialismo y fue retomado con una guerra -en la década de 1990 sentido y el actual no es otro que el de la figura de ricos salvándose en
y en la de 2000 en Irak-, con una intromisión disfrazada de liberación un endeble bote dejando a los náufragos a la deriva.
llevada adelante por Estados occidentales con vocación de Imperio. En El título de la introducción quiere sugerir desde el principio que a
los propios países invadidos, alentó la reacción musulmana de ciertos nuestras vidas como argentinos y latinoamericanos no han faltado el

JO
grupos con furia crística extrema. Además, no olvidamos el racismo terror ni el estremecimiento de países que crujen sobre nuestras vidas,
sobre los sobrevivientes de los grandes genocidios negados, estos son sobre nuestras subjetividades, sobre nuestro sufrimiento. Después de

A
los pueblos originarios y los afroamericanos, y también el genocidio sentir este crujir, nuestros modos de sentir y de pensar al otro descla-

B
armenio a manos del gobierno turco hace ya más de un siglo. Todas sado, al otro del género y de la etnia, al otro extranjero, como también

A
las víctimas fueron negadas como alteridad, pues resulta insoportable la política, la representación, el futuro, la calle y sus dimensiones, será

R
de ser contado, registrado y calificado como genocidio para los perpe- sin dudas distinto, quizás con otras percepciones, con otros afectos a

T
tradores; del mismo modo cuando los Estados Imperiales dan vuelta los anteriores modos; quizás más atentos a las fuerzas que agitan al
la cabeza y miran la historia y los procesos que han efectuado con esos mundo, más permeables a incorporarlas para inventar, precisamente,

E
pueblos, es tan despreciable como la que hicieron en Irak, donde hubo un mundo, para seguir pulsando por la vida.

D
100 mil civiles muertos según la revista médica The Lancet (2005), hacen La sociedad percibe que una línea se propagó resquebrajando la

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decir al general Tommy Franks (del comando central norteamericano): dimensión del nosotros; esa dimensión que nos permite sentirnos perte-

N
“No nos ponemos a contar cuerpos”. Nunca lo han hecho. Salvo los pro- necientes a una comunidad, que nos habilita a permanecer en la misma

R
pios, que son héroes para pueblos que compran industrialmente desde con proyecciones en el futuro. Esa grieta que es demolición neoliberal,

E
hamburguesas hasta cuentos de libertad y democracia. Sin, revisión ni termina por desfondar la dimensión del nosotros, con el riesgo probable

T
revulsión, sin náuseas. de que se multipliquen las fragmentaciones, el desauxilio que desarti-

IN
Ahora bien, después de haberse capitalizado con las invasiones, la cula al principio respuestas colectivas, promoviendo la violencia entre
colonización que sólo buscaba la explotación económica con su mano de pobres, la persecución mutua entre víctimas, con dominaciones sutiles
obra casi esclava, después de haberse enriquecido con los que produjeron
TO -o no- del sexismo que llega al femicidio, incentivando el racismo, la
las riquezas con sus cuerpos, el capital entiende que es demasiado rizo- transfobia, la discriminación de clases medias y altas a sectores empo-
mático el mundo y la circulación de sus gentes. Ya no son controlables. brecidos, desocupados recientemente o no, o por ser migrantes en una
N

Masa informe que enloquece sistemas en su nomadismo, indetectables propagación insidiosa de la vigilancia sobre el otro; pero la destrucción
E

e indeseables. Se cuelan peligrosamente con sus rostros extraños, con del otro no termina aquí. La riqueza semiótica, la diversidad cultural
M

un farfullar indescifrable tratan con sus miradas torvas que no sonríen que fraternizaba y recreaba territorios desaparecen ante una embestida
U

al dueño de la tierra decir que están, no se espera que lo hagan por cor- sobre la mínima certidumbre que debe mantener una subjetividad, un
C

tesía, sino por obediencia y signo de sumisión; además, es de esperar digno lugar productivo en el mundo, su empleo. Un ajuste económico
O

que nunca miren a los ojos, otro signo de adaptación aceptable. Sólo que piden los dueños del capital sostiene un régimen de deuda; deuda
D

muestran un rictus que encierra algo que está contenido en la Historia y a un banquero, deuda pública externa que tiene correspondencia con la
en su historia, el hombre y la mujer blancos sienten odio por aquel que deuda privada de cada ciudadano consumidor. El dominio hoy es el de
ocupa soterradamente su lugar, su Nación, el odiado, entre el miedo y el la deuda, que es engendrada por estrategias macropolíticas; sin embargo,
resentimiento, sufre por mutilación de presentes y futuros. Ante ellos, la promueven patologías micropolíticas que necesitan de más enfermedad
expulsión, si están dentro, y un océano o un muro si están en la puerta

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para sostenerse en el consumismo, pues siempre es una deuda personal, de celular, hasta endeudarse nuevamente con la banca financiera para
propia, íntima la que manda a obedecer, por pecado original. pagar deudas contraída con ella misma. Infinita dependencia. La deuda
Deuda que se hace casi infinita en el sistema financiero, pues allí ha reemplazado a la vigilancia disciplinaria como captura.
está la trampa, el prestamista no da lo que dice dar de manera concreta, La historia nos dice que en esas condiciones se gesta un caldo de
todo es nominal, se presta para recibir a la enésima potencia lo que se violentamientos, con una funcionalidad en América latina que se con-
prestó pasado un tiempo. Por ello ni siquiera el dinero es tangible, no se forma en un plano que da consistencia a la muerte. Para dilucidar la

JO
materializa en escuelas, hospitales, en cuidados al ciudadano, vuelve al violencia en América latina, es necesario remitirla a una estrategia de
prestador ya secado el país; más temprano que tarde. Ello es violencia y biopoder. En un estudio organizado por Amnistía Internacional2 donde

A
reproduce violentamientos micropolíticos, diarios, casi imperceptibles se releva la violencia en esta región del mundo, queda establecido que

B
que se acumulan en una memoria colectiva. Aparecen grupos brutales es el continente más violento del planeta en tanto en él se producen más

A
que acrecentaron sus actividades de choque recreando la Liga patrió- homicidios que en otros continentes.

R
tica de principio del siglo XX en Argentina que apaleaba a extranjeros, Es significativo que casi el 60% de los homicidios se produce a manos

T
compuesta por miembros de la oligarquía fuertemente clasista, racista, de conocidos, es decir, vale aclararlo, no a manos de delincuentes. Así,
clerical y homofóbica. Grupos neonazis que asolan y destruyen lugares se colige que las disputas y diferencias interpersonales se dirimen de

E
de encuentros de grupos LGTBI (Lesbianas, gay, trans, bisex, intersexual) manera violenta. Si nos detenemos en la violencia familiar, nos dice el

D
en Argentina del siglo XXI. informe que en algunos países (por ejemplo Paraguay) el 25% de las

O
En una urdimbre mortífera que se teje diariamente en el marco del mujeres muertas fue a causa de la violencia de su cónyuge o pareja. En

N
capitalismo contemporáneo, un sistema caracterizado en su historia por Argentina, en lo que fue el año 2015 murió una mujer cada 32 horas a

R
la imprevisibilidad, en un complejo panorama de fuerte incertidumbre causa de femicidio.

E
financiera como lo ejemplifica la crisis de 2007, con epicentro en EE.UU. Esta violencia que arrasa puede conjurarse sólo cuando la comunidad

T
a partir de la caída de los préstamos hipotecarios de riesgo. Tal como descree de sus padres despóticos, omnipotentes frente a la vida, frente a

IN
lo dice Franco Berardi (2007): Los efectos son imprevisibles porque nadie la diferencia que muestran otros sobre el modo de pensar, de sentir, de
puede decir con exactitud dónde acabarán los fragmentos de capital financiero actuar la política, el deseo, la vida y el lugar en el que quieren estar en
basados sobre deudas ya no exigibles (p. 9). Esto fue dicho en el año 2008.
TO el mundo. Ese descreimiento de la comunidad al despotismo tiene que
No ignoramos la crisis financiera mundial de 2013. Estamos en 2016 y ser acompañado con la capacidad de deliberar y hacer en consecuencia,
sabemos de las mismas que embargaron bienes de ciudadanos en países otorgando ella misma sentido a las instituciones que rigen su conviven-
N

como España, Grecia, por políticas neoliberales dictadas por el Fondo cia, que no carecerá de conflicto, claro está, pero sí de resoluciones que
E

Monetario Internacional y el Banco Mundial. Ello sumió en depresiones acaben con el desasosiego y el desencuentro con las propias potencias
M

y estados melancólicos a no pocos afectados y una importante canti- de la vida psíquica y en consecuencia de la vida física.
U

dad de suicidios cuyas cifras no se dieron a conocer se propagó por Este ensayo intenta entonces trazar un mapa de situación, una car-
C

la comunidad europea, afectada por las deudas impagables al capital tografía donde se puedan reconocer los relieves más espinosos de una
O

financiero que termina por cobrarse con vida. Nuestro país, después realidad social que impacta sobre las subjetividades, con relación a las
D

de un arduo trabajo de desendeudamiento vuelve a tomar dinero de la nuevas racionalidades del capitalismo y a las verdades que conllevan
banca internacional, convirtiéndose nuevamente en deudor mayoritario, esas racionalidades despóticas que se instalaron con contundencia en
cuando unos meses atrás sólo se debía un porcentaje mínimo a la banca la década de 1990, que retomó a su vez la política de ajuste y endeu-
usuraria extranjera. Se buscó el destino de deudores, el gran engaño
neoliberal, desde la tarjeta de crédito para renovar el último diseño
2. www.repositotio.cepal.org.

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damiento de la última dictadura cívico militar eclesiástica en nuestro CAPÍTULO I


país (1976-1983) y también en la región; pero esas racionalidades que
patologizan aún continúan produciendo efectos porque se renuevan. Subjetividades: entre el terror y el temblor
Retornan después de 15 años, con políticas similares, apenas restañadas
las heridas de lo hecho cuando el estallido de diciembre de 2001 marcó
con la represión y la muerte que comenzaba a terminar ese camino de

JO
expoliación.
Hasta ahora, como comunidades, hemos escuchado argumentos

A
claros y precisos, acerca de nuestras desgracias y pesares, de nuestras

B
angustias, nuestros llantos y nuestros destinos, pero sospechamos que

A
algunos de ellos son sólo cuentos, que nos aletargan y procuran dor-

R
E
mirnos, inermes. Por eso, recordando a León Felipe, el título de la in-

T
troducción: Dormidos con todos los cuentos. l sentido de desasosiego que experimentamos en el tránsito
El poema del republicano español dice así:

E
en este aciago momento histórico, nos impele a considerar

D
Yo no sé muchas cosas, es verdad. cuáles son los sucesos dominantes y también cuáles son las
Digo tan sólo lo que he visto. subjetividades que encarnan esos sucesos.

O
Y he visto: La reflexión sobre esas instancias nos introduce a la descripción de la

N
Que los gritos de angustia del hombre sensación quizás más generalizada en nuestra sociedad, y ésta es la de

R
los ahogan con cuentos. amenaza de destrucción en la fantasía de los adultos (y también, aunque

E
Que el llanto del hombre de diferente manera en la de lxs niñxs y adolescentes). Los japoneses,

T
lo taponan con cuentos. después de las bombas en agosto de 1945, crearon el término ibakusha

IN
Que los huesos del hombre para designar a las personas afectadas por la explosión, tanto en el aspecto
los entierran con cuentos. físico como también en la dimensión exclusivamente subjetiva y singular.
Y que el miedo del hombre
TO Creo que podemos asimilar algún aspecto de aquella significación
ha inventado todos los cuentos. que creó el idioma japonés, pues si algo se extiende en nuestra sociedad,
N

Yo sé muy pocas cosas, es verdad, la argentina, y de algún modo también las sociedades a nivel planetario,
E

pero me he dormido con todos los cuentos es la angustia de catástrofe que se extiende después de acontecimientos
M

y sé todos los cuentos. fuertemente desubjetivantes para hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Crisis económicas y sociales, derrumbe de los sistemas de representación
U

Bien, sólo en esas condiciones adversas y con la intención de que el política, aumento de la exclusión económica, social y civil de sectores
C

pensamiento se sumerja en los cuentos pero sobreviva a ellos, es que cada vez más amplios de la población, corrupción en todos los estratos
O

este ensayo tiene sentido. de los gobiernos, las fuerzas de seguridad y también en la cotidianeidad
D

social. Migraciones masivas de habitantes de países colonizados durante


siglos en el que mujeres, niños, niñas y hombres intentan salvar sus
vidas yendo al centro del mundo, el que se enriqueció a costa de sus
países. Las guerras propiciadas en África por los centros dominantes
por razones económicas dejan como consecuencia este desplazamiento

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forzoso de los habitantes originarios, que mueren en cantidades sor- del sujeto centrado en sí mismo, la quiebra de la identidad asentada
prendentes y hacen pensar en un nuevo genocidio. Según las últimas en los pilares «fuertes» de la cultura. S i n e m b a r g o , l a identidad
cifras (año 2015) más de 600.000 mil personas en África han fallecido está siempre en reconstrucción como composición fragmentaria, nunca
en los enfrentamientos internos y en el intento de escape hacia Europa es algo definitivo.
que les veda el acceso directo a sus territorios. En primer término sería necesario definir lo que entendemos por
En el marco de ese horizonte y sobre ese zócalo de sensaciones pre- subjetividad, pues ello nos alejaría del término identidad que lo dejamos

JO
tendemos reflexionar sobre la problemática de la subjetividad contem- para el ámbito de la antropología cultural, lo que no significa que no lo
poránea. Si intentamos indagar sobre este aspecto es porque creemos utilicemos para establecer diferencias sustanciales respecto del concepto

A
que las subjetividades fueron instancias necesarias -con sus deseos y/o de subjetividad. Es necesario este deslinde para comprender de manera

B
sometimientos- de los actuales procesos de reorganización de acumula- más acabada la conexión de la subjetividad con el poder y la identidad.

A
ción de capital que significa la posmodernidad para Latinoamérica y el Consideramos que el concepto de subjetividad puede entenderse a

R
resto del mundo. Esa reorganización se realizó en función de un capital partir del concepto de materialidad corporal, en tanto lo corpóreo de la

T
de movilidad transnacional y de carácter netamente financiero y especu- subjetividad no es una categoría biológica ni sociológica, sino un punto
lativo, que Félix Guattari llamó Capitalismo Mundial Integrado (CMI). de superposición entre lo físico, lo simbólico, lo psíquico y lo sociológico.

E
Esa caracterización no es sólo un detalle, pues como veremos más Ese plano de intersección no determina, de ninguna manera, una esencia

D
adelante, cada uno de los parámetros de la economía política financiera, que se presenta monolíticamente, sino que por el contrario, ese plano es

O
tiene su correspondencia en la economía libidinal de las subjetividades, el sitio donde se entrecruzan una serie de experiencias múltiples, alta-

N
en los modos en que los afectos se anudan a ciertas representaciones mente complejas y no exentas de contradicciones. La intersección entre

R
sociales, entre ellas: sólo el dinero hace signo. líneas tales como la clase social, el sexo, la raza, la edad, las preferencias

E
Por otro lado anima esta reflexión las palabras de Michel Foucault, quien sexuales, las identidades de género, y otras, denotan esas experiencias

T
en Introducción a la vida no fascista (1993) nos dice que son tres los enemigos múltiples y convergentes en la constitución de la subjetividad, que in-

IN
con los que hay que estar advertidos, ellos son: los técnicos del deseo, refi- cluye una instancia que es el inconsciente atravesado por múltiples
riéndose a ciertos tipos de técnicas y terapias psicológicas y psicoanalíticas flujos. Al decir de F. Guattari, podemos decir que la subjetividad está
que ligan el deseo a la carencia y no a la realidad, a los militantes morosos
TO atravesada por un inconsciente, y éste es comprendido como:
que hacen de su ideario una Verdad absoluta, convirtiéndose así en los
… un territorio abierto por todos lados a las interacciones sociales y económicas, directamente
comisarios del pensamiento, y por último, el más importante enemigo, el
N
ligados a las grandes corrientes históricas y, por lo tanto, no exclusivamente centrado en
estratégico: el fascista que hay en cada uno de nosotros.
E

las disputas familiares de los héroes trágicos de la antigüedad griega. Este inconsciente, lo
M

denominaré “esquizoanalítico” por oposición al inconsciente psicoanalítico, porque se inspira


Subjetividad, identidad y poder más en el “modelo” de la psicosis más que en el de las neurosis, a partir de las cuales fue
U

construido el psicoanálisis. Yo lo calificaría igualmente como “maquínico”, porque no está


C

Partimos entonces para realizar este ensayo de la conexión existente esencialmente centrado en la subjetividad humana, sino que participa de los diversos flujos
O

entre identidad, subjetividad y poder. Entendemos por identidad a un de signos, flujos sociales y flujos materiales. Los antiguos territorios del Ego, de la familia,
D

término de origen antropológico; el descubrimiento de la historicidad de la profesión, de la religión, de la etnia, etc., se deshacen unos después de otros, se deste-
del «sujeto» (del sujeto burgués, el científico, o también del antropólo- rritorializan. No existe nada más evidente en el registro del deseo. (Guattari, 1989a: 2)
go) que antes se pensaba universal, a hecho posible pensar que éste
pudiese algún día desaparecer. En el mundo actual, globalizado y Por ello podemos afirmar que la subjetividad, masculina, femenina,
deslocalizado del capitalismo transnacional, algunos han hablado del transgénero, queer, se corresponde, modela y transforma de acuerdo
posmodernismo como una lógica cultural que trae aparejada la quiebra al contexto epocal. Esa referencia que denominamos época, acotado en

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cierto segmento histórico, determina y condiciona los modos de pensar en un despliegue de compulsiones y destrucciones de los que él mismo
y de sentir de los hombres, las mujeres y las personas trans contemporá- cree estar a salvo; sin embargo, es una víctima que victimiza a otros a
neos a ese momento histórico social. Es así que se parte de la concepción los que considera inferiores, diferentes, desiguales, desemejantes por su
de un deseo maquínico que es consustancial a la subjetividad y nada condición racial, religiosa, de género, sexual, etológica, etaria, cultural e
tiene que ver con la identidad entendida como esencia histórica, racial, ideológica, sumido así en patologías de rasgos paranoicos y de escisión
o de género. Sigue Guattari: de la realidad en no pocas ocasiones. Y eso se asienta en un principio: el

JO
identitario excluyente. Hay que librarse del principio identitario-figura-
Como toda máquina, (la máquina deseante) también puede paralizarse, bloquearse
tivo, cerrado, y es necesario hacerlo con presteza, pues se hace sentir en

A
(incluso más que cualquier máquina técnica); corre el riesgo de entrar en procesos de
toda la región, en el planeta, veamos sino los contenidos de las telenovelas
implosión, de autodestrucción, cuestiones que en el campo social generan fenómenos que

B
que circulan por el mundo con sus juegos y trampas de sometimientos
Deleuze y yo llamamos «microfascismos». Por lo tanto, la cuestión está en entender

A
triunfantes apelando a la envidia, celos, riquezas, amores contrariados
qué es efectivamente la economía del deseo en un nivel prepersonal, de las relaciones de

R
por cruzamientos interrreligiosos, u otros sostenidos por ilusiones de
identidad o de las relaciones intrafamiliares, así como en todos los niveles del campo

T
amores interraciales e interclases. cómo único recurso de sobrevivencia.
social. (Guattari y Rolnik, 2005: 181)
Esta concepción sobre el ser, se caracteriza por lo extraño que resulta

E
Así, por ejemplo, la potestad -entendida como poder sobre- de los el amor sin lo tortuoso de la aflicción, lo existencial sin el temor al tiem-

D
hombres en la modernidad fue casi excluyente, en cambio hoy ese poder po, lo vital como agitación de fuerzas que llaman a la vida, y la muerte

O
se ha desplazado a otras figuras que no necesariamente coinciden con las misma sin mistificaciones. La comprensión y habitación de ese mundo

N
de las figuras masculinas. El poder se re-diagrama anclándose aún en el de extrañeza, demasiado rivalizante, demasiado tú o yo, se resuelve
exacerbado falocentrismo (siendo su expresión dominante ya no el pa-

R
en la propagación permanente de violencia sobre otros que no valen
triarcado tambaleante sino la ostentación del consumo) y etnocentrismo

E
sino como algo intercambiable, sustituible rápidamente. Esa violencia
(que se revela en el racismo creciente y la xenofobia). Esto, lo sabemos,

T
también se ejerce sobre sí mismo, sintiéndose el sujeto intercambiable.
no es excluyente de la subjetividad masculina, pues las mujeres son

IN
En suma, esta subjetividad fue modelada y es funcional al capitalismo
moldeadas socialmente también para reproducir desde aquellos anclajes contemporáneo, caracterizado por un “proceso productivo global (que)
falo - etno- logocentrismo; es decir, asumiendo posiciones dominantes TO se nos muestra tendencialmente como un océano de fractales recombinantes
y de potestad, desde instancias de poder sometimiento a otros. Estamos celularizados. La persona no es más que un residuo irrelevante, intercambiable,
hablando del patriarcalismo que transmiten no pocas mujeres en sus precario en el proceso de producción de valor (Berardi, 2007: 93). Como modo
N

decires y haceres en un ethos que es ya cultura. Cabe aquí citar a Suely de producción y dominación el capitalismo fragmenta incesantemente
E

Rolnyk, quien respecto de la diversidad, dice que “es sentir la alteridad las comunidades exacerbando el narcisismo de las pequeñas diferencias,
M

en tu propio cuerpo”. Y aquí interviene una instancia fundante en todo como así también los cuerpos que se fragmentan y sus células se virali-
U

análisis de las perspectivas de las inclusiones y exclusiones, el cuerpo. zan con códigos cada vez más incontrolables. Enfermedades silenciosas
C

Queremos ser explícitos al respecto, y a modo de hipótesis propo- se propagan y cánceres a edades precoces son hoy un dato a tener en
O

nemos que las significaciones patriarcales con sus correspondientes consideración en cualquier estudio epidemiológico.1
ligazones racistas y logocéntricas, promueven en hombres y mujeres
D

Resulta entonces que de acuerdo a aquella definición de subjetividad,


contemporáneos un modo de ser ciudadanos, determinado por el fuerte existe una clara correspondencia entre ésta y la problemática del poder,
establecimiento de jerarquizaciones, dónde el sujeto se ata a los encargos
despóticos de un sistema que lo incita a consumir, que le impone un líder
con ideas infantiles, y por lo tanto lo infantiliza. Entrampado el sujeto 1. “Después de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer es la segunda causa de muerte
en América Latina”, afirmó la subdirectora de la Organización Panamericana de la Salud
en ese juego de sometimientos requiere de otros a los cuales someter, (OPS/OMS). 2014.

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entendido como un conjunto de líneas de fuerzas que componen un lamiento. Esencialmente la subjetividad es producción de subjetividad.
diagrama extendido en el todo social y no necesariamente verticalizado Veremos la importancia de esa producción más adelante.
de arriba hacia abajo (Foucault, 1990). Este diagrama, como concepto Si partimos entonces del reconocimiento de esa conexión entre los
que describe la modernidad cuando el poder abandona el modelo de tres conceptos, podremos dar cuenta de que en nuestro tiempo “la vida
soberanía para proporcionar un modelo disciplinario, deviene luego cotidiana durante las últimas décadas es el de una des-solidarización gene-
en biopoder. El concepto de biopoder, con el que M. Foucault intenta ralizada. El imperativo de la competencia se volvió dominante en el trabajo”

JO
comprender los fenómenos de gubernamentalidad, en tanto estrate- (Berardi, 2007: 87). Cada época crea esta conexidad entre subjetividad,
gias de los Estados para la regulación de la vida (relación del cuerpo identidad y poder, siempre en el marco de un campo social se promueve

A
viviente y la subjetividad), además de la regulación de la muerte de las un modelo identitario que se constituye a partir de la mercantilización

B
poblaciones. Así nos lo define este autor: de los vínculos y por la necesidad ansiógena de identidad (ibíd., p. 86),

A
dónde sólo el valor de cambio tiene valor, donde sólo el dinero hace
... biopoder, es decir, una serie de fenómenos que me parece bastante importante, a saber:

R
signo. Por ello podemos encontrar abundantes ejemplos históricos que
el conjunto de mecanismo por medio de los cuales aquello que, en la especie humana,

T
sirvan de instancias clarificadoras para entender la subjetividad colectiva
constituye sus rasgos biológicos fundamentales podrá ser parte de una política, una
con relación a un tiempo histórico social .

E
estrategia política, una estrategia general de poder. (Foucault, 2006: 15)
Uno de esos ejemplos históricos en el siglo XX es el de República de

D
Este control sobre la vida y la muerte de los sujetos, indica que el Weimar, período democrático de la Alemania de entre guerra, donde

O
poder no se posee sino que se ejerce, en cada acto micropolítico2; a dife- la subjetividad de los alemanes se hallaba denostada en sus emblemas

N
rencia de la concepción que establecía que en las sociedades de soberanía constitutivos como nación y como comunidad después del Tratado de
el poder coincidía con el soberano y de allí se desplegaba hacia abajo.

R
Versalles, donde se cede a los países enemigos -en la 1º Gran Guerra-
Pues bien, la subjetividad como modelamiento epocal corresponde a un

E
parte del territorio alemán, y el más rico en elementos naturales (la
modo de ejercicio del poder propio de una época con el imaginario social

T
cuenca del Rhur, con sus yacimientos de carbón, por ejemplo), se genera
que le es propio, con un funcionamiento maquínico del deseo también

IN
una reconversión subjetiva a partir del activismo de pequeños grupos
particular. Junto a esos dos conceptos se liga un tercero, el de la identi- nacionalistas; entre ellos el ascendiente partido nacional socialista, que
dad, el cual aporta la dimensión propiamente cultural a la interconexión TO reivindica el destino imperial de Alemania en pleno proceso hiperin-
entre subjetividad y poder, a partir de que cada sociedad crea modelos flacionario, donde el marco se devalúa a cada minuto3, tanto como el
identificatorios específicos, que no son estables, mutan pero se anclan Ser Alemán. Ese elemento, el fascismo, que surge en una máquina so-
N

en un valor permanente, el dinero. Es importante también considerar cial bloqueada, es el que permite a una comunidad con una identidad
E

que la subjetividad no se reduce al psiquismo ni al aparato psíquico del colectiva tambaleante filiarse a una Historia y con ello a un Futuro
M

sujeto, como hemos visto es un concepto más amplio y continente de -que duraría como el Reich, mil años. Es la impronta emblemática que
U

ese aparato. La subjetividad es el modelamiento que lo histórico social aporta su contenido identificatorio, como modelo que liga la Tradición
C

produce sobre el psiquismo y la manera en que éste reformula ese mode- Imperial y el Futuro Milenario del Reich a la producción de subjetividad
O

de los alemanes con su sedimento identitario imperial. Es impensable


D

una identidad sin lo identitario sacralizado. No hay mucha distancia


2. Dice Suely Rolnik sobre la micropolítica: “Es siempre importante aclarar que macro y entonces entre la apelación a la identidad nacional y la consolidación de
micro no es lo grande y lo pequeño. (...) Sino la distinción entre estar solo, sin problemas
una subjetividad de fuerte impronta mesiánica, mítica, moldeada por
con la subjetividad, en un funcionamiento que sólo activa la relación con el otro como
una proyección de mis representaciones, que lo categoriza, lo pone fuera de mí, y
una subjetividad procesual que quiere la presencia del otro y se dibuja a partir de ahí
“Sostenerse en la fragilidad más allá de toda erudición” (Rolnik, 2006: 3). 3. Ver Ferguson (1991).

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los dispositivos de poder de la máquina deseante mortífera nazi, con su hombres insolidarios, recostados en la futileza y de enriquecimiento
búsqueda de pureza racial y su política de dominio y destrucción (que rápido, donde era superfluo sentir la alteridad y su sufrimiento.
como toda máquina de guerra fascista termina en autodestrucción). Si realizamos una descripción somera de la subjetividad colectiva
Otro ejercicio de análisis lo podemos realizar con lo sucedido en de los sectores beneficiados por el andamiaje económico político que se
la década de 1990 en la Argentina, en tanto la dimensión que cobró armó en los años 90 en Argentina, reconoceremos, por ejemplo, que se
el dinero y la paridad 1=1 entre el dólar y el peso, resonó de manera caracterizó por ser una subjetividad que venía moldeada por el inicio

JO
preponderante en la subjetividad colectiva con sus correspondientes democrático de los años de la década de 1980 y también, en muchos
modelos identificatorios (el hombre exitoso = millonario, sin importar casos, abrevaron de la experiencia de lucha de los años 1970 o adhirie-

A
el origen de su fortuna), se crea así un régimen semiótico, un conjunto ron ideológicamente a ella. En otros países latinoamericanos existieron

B
de signos que se conjugan para producir un territorio de existencia. Ese procesos similares, en tanto esta región del mundo mantiene regíme-

A
Uno, como unidad simbólica y como significante despótico de sentido nes políticos en bloque; así, de acuerdo a un determinado ordenamiento

R
de identidad y equivalencia al mundo desarrollado, sostuvo la malla mundial y en el marco de procesos políticos sociales de liberación, hacia

T
vincular que permitió la filiación de sectores importantes de la población fines de la década del sesenta (iniciada en el comienzo mismo de la Re-
al mercado globalizado. volución Cubana), se produjeron experiencias gubernamentales de claro

E
Pues sobre aquella ecuación monetaria se construyeron verdaderas corte emancipatorio (S. Allende en Chile -1969-1973-; Héctor Cámpora en

D
ilusiones de pertenencia al primer mundo, mientras que el costo subjetivo Argentina, 1973; el General Torres en Bolivia, 1970); a las que posterior-

O
para el mantenimiento de la ilusión fue altísimo. La ruptura del contrato mente siguieron dictaduras sangrientas que eliminaron toda oposición

N
promueve, entonces, pagar un alto precio subjetivo y también un intenso política para instaurar planes económicos liberales sin restricción, y con

R
sufrimiento psíquico, pues no sólo hay mayor pobreza, desocupación y ello un fuerte endeudamiento externo con la banca internacional.

E
con ello más indigencia, sino que la ruptura de la paridad barre la ilusión En Argentina, durante el período de Terrorismo de Estado (1976-83),

T
de un futuro con certezas, previsible, y de pertenencias a un universo que se congelaron las expectativas, y la lucha fue sobrevivir en el silencio.

IN
demuestra claramente que puede funcionar sin nosotros. Esas expectativas se descongelaron en democracia pues gradualmente
Ello puede ser mejor comprendido, quizás, con los modos en que ese se volvió a recomponer una trama de participación y adhesión ideoló-
imaginario implicó a las subjetividades y a los modelos de masculinidad,
TO gica a la democracia. En la década de 1990 -donde comienza en bloque
feminidad y también de niñez. Recordemos que uno de los elementos en Latinoamérica una oleada de gobiernos de neto corte neoliberal y
imaginarios de mayor preeminencia durante la década del 90 ha sido y privatizador- muchos ganaron dinero, pudieron ofrecerse como profe-
N

lo sigue siendo el emblema del prestigio a partir del objeto de consumo sionales, como técnicos o bien vendieron sus saberes y destrezas a formas
E

-corriente de pensamiento que se reactivó después de unos años de la delictivas de hacer dinero (blanqueado de sobre precios de obras públi-
M

recuperación del país de la profunda crisis social, económica y política cas, contrabando en que fueron imputados empresarios), sin que ello
U

de 2000-2003. El fracaso personal en aquella década se daba a partir del resultara un delito evidente, pues todo desliz lo cubría el éxito; además
C

no ingreso a ese mundo de renovación permanente. La subjetividad hubo un cuidado de las formas y estilos, fueron políticamente correctos.
O

masculina y femenina de los sectores empleados y remunerados se vio Esa forma se extendió al conjunto social como modo de sobre viven-
D

impelida a recorrer un tránsito de loca carrera, plagada de insolidari- cia socialmente aceptado. Se crean así estratos de organización, esto es,
dad laboral y social, donde las metas de competencia se pagaban con según Deleuze, “hacer al cuerpo sin órganos un organismo, (...) Se le organiza
sufrimiento psíquico y con inervaciones somáticas de gravedad. Los según el principio de rendimiento de las energías útiles, de las energías del
modelos identificatorios que se presentaban no eran otros que el de trabajo” (2005: 202). Es decir, de un cuerpo con códigos extraños para el
sistema donde rige la ganancia (un cuerpo deliberativo, democrático,

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insumiso, contestatario) se llega a un cuerpo disciplinado al éxito laboral, Estas vidas simples son caras, pues el cuidado sólo pasa por el testeo
escolar, competitivo y se compone así un organismo viviente para el de minerales en el cuerpo, el gimnasio como abreacción de energías
rendimiento material y de producción intelectual de bienes. sobrantes, como ritual de conservación de imagen de juventud, pero
El sistema capitalista neoliberal o CMI, en el último decenio del siglo también como espacio de socialización y de encuentro con pares. Las
pasado, invitó incesantemente a las subjetividades que pueden sentirse energías útiles están organizadas según la premisa del rendimiento y
incluidas estructuralmente, a organizarse en función de la producción no promueven sino un estado patológico, como es la adicción al trabajo

JO
social, inhibiendo las energías consideradas inútiles; para Deleuze el -del que lo tiene-, ayudado en ocasiones por sustancias psicoactivas.
tono muscular es un dato estadístico y los fenómenos moleculares (mi- Esa concentración compulsiva al rendimiento, dónde el ocio también

A
crobiológicos) son reducidos a grandes conjuntos estadísticos. En suma, se organiza en torno a la producción, en función de la comunicación

B
la formación del organismo está ligada a las presiones sociales. Obtenía por el cambio tecno-comunicativo vía internet, whatsapp, celular o co-

A
dinero el más hábil en conseguirlo. Los que no tenían empleo ni dinero, municación satelital, e implica al mismo tiempo un cambio cultural e

R
eran responsables de ello por su falta de capacitación o por su desidia. identitario. Así, se modela subjetivamente en la sociedad de control

T
Ese engaño cae hacia el final de la década del 90. a partir de modelos an-afectivos (Berardi, 2007: 17). En tanto a mayor
En aquella década, las subjetividades están obligadas a correr riesgos porosidad del neoliberalismo por parte de la subjetividad, más psi-

E
inútiles probando sus capacidades físicas y sus fortalezas psíquicas (sólo copatología, por necesidad de posesión y control del otro, de la vida

D
basta recordar los juegos televisivos de pruebas físicas y emocionales aún y del tiempo del otro, como el sistema opera con el sujeto mismo que

O
vigentes). Pero la exposición a esos riesgos necesita de una subjetividad repite lo que soporta. Esa es una identidad cultural. Ese es un modo de

N
que descanse, sobradamente, en una conciencia plácida. Es decir, que la funcionamiento máquínico del deseo que no permite destinar el tiempo

R
exposición a riesgos inútiles de las conciencias complacientes fue de algún para lo lúdico sin rendimiento. Esa máquina tiene como corazón a un

E
modo una estrategia compensatoria para estas subjetividades, las que se inconsciente capitalista controlado y controlador.

T
abocaron con fruición a un alto consumo pero también al respeto por la También hay latencia claudicante a la espera de la orden para rendir,

IN
ecología y la democracia formal. Pudieron aunar sobre sí un intelecto y en el menor tiempo y eso mismo exige del otro. Y ello es lo más signi-
un ejercicio de sexualidad abierto, y con la creencia en la meritocracia ficativo de este período histórico social, en la cual la afectividad en la
(ascenso social por el mérito individual), y en el régimen de premios y
TO crianza de los niños y adolescentes aparece sin el acto de ahijamiento
castigos sociales (olvidando las desigualdades de base, estructurales). de una sociedad a partir de las expresiones de amor -que no deben ser
Estas subjetividades gustan de lo exótico, de la vida y del mobiliario entendidas como simples caricias-, sí como actos de justicia. Veremos
N

extranjero, pero también requieren firmeza cuando los lugares que ocu- esto más adelante cuando abordemos los afectos dados a los niñxs; tam-
E

pan los extranjeros pobres, los de otro color, olor, o rasgos fisiognómicos, bién cuando analicemos el patriarcado imperante en nuestra civilización
M

se desdibujan. Ello lo estamos reviviendo con vigor con la llegada de la occidental, y la represión en la historia sobre la urdimbre y trama de
U

oleada neoliberal en 2016, aunque en todos estos años estuvo presente afectos armada entre hombres y mujeres que habían conformado un
C

en la agenda emocional evidenciado por protestas callejeras de las clases plano de armonía comunitaria en el período neolítico (7.000 a.C).
O

medias y altas contra políticas estatales inclusivas que consideraban


D

dignamente al trabajo del antes marginado o del extranjero.


En cuanto a su consumo estos sectores se visten con ropas que son
necesarias para una vida que se expone a riesgos (botas polares, campe-
ras reforzadas) que ellos no corren ni correrán. Compran herramientas
para el ocio de fin de semana, pero al tiempo permanecerán intocadas.

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CAPÍTULO II
Afectos en niñxs y adolescentes
buscando un mundo

JO
A
El fascismo no es definido por el número de sus
víctimas, sino por la manera en que las mata.

B
J. P. Sartre

A
R
P

T
odremos comprender mejor algunos aspectos de esta crisis
dentro de la sociedad, en la medida que abordemos de manera

E
franca algunos sentidos transmitidos por el violentamiento

D
macropolítico y social, entre ellos los lugares conflictivos y a

O
veces sin significación que ocupa el adulto como padre-madre o sim-

N
plemente como un otro, y cómo esto tiene relación con la autoridad

R
que ejerce. Surgen interrogantes: ¿En verdad cómo se agencian de la

E
autoridad los adultos cumpliendo esas funciones? ¿Qué es la autoridad

T
hoy? ¿se ejerce a través del temor al castigo, por seducción del consu-

IN
mo, por identificaciones emblemáticas a líderes efímeros que cooptan
en una carrera rápida al dinero junto a la muerte? ¿Por el menosprecio
TO que cada subjetividad percibe al no sentirse incluida en la cultura del
consumo que el marketing dice que debe participar pues está excluida
estructuralmente? y además, ¿cuánto odio genera ello? Se ejerce la au-
N

toridad ¿por la represión de voces y cuerpos en la calle reclamando?


E

¿Por autocensura frente al capital dominante que castiga desde los me-
M

dios de comunicación a voces discordantes? ¿Por intentar pertenecer al


U

mundo globalizado y al pequeño mundo de cada uno endeudándose?


C

Si es así, ¿el mercado y los acreedores son los que ejercen autoridad,
O

pidiendo rendimiento y pagos de deudas? ¿Qué deudas tiene el niñx


D

con el mundo adulto? ¿Qué fuerzas agitan su mundo, su cuerpo vivo,


y cómo componen o no con las fuerzas que excitan el mundo?
Hemos consignado que la sociedad contemporánea no socializa
de acuerdo a los modos tradicionales de transmisión generacional de
emblemas y significaciones. Resulta evidente entonces que debemos

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orientar la atención sobre la construcción de identidades múltiples que esa interdicción es fundante de la salud psíquica infantil en cuestión.
se dan en un mundo con regímenes semióticos diversos, es decir con En cambio si no es así, surgen los montajes subjetivos que abren la di-
códigos y signos que denota el estallido de las nociones tradicionales mensión de la segunda perspectiva, donde los adultos que lo deberían
en importantes sectores de la población. emplazar como un semejante no están cumpliendo su función, o no hay
Para comenzar podemos diferenciar por algunos modos en que las interdicción sobre el cuerpo del niñx, hay abusos y violencias, profun-
subjetividades se componen. Uno de ellos se presenta como subjetividad damente desubjetivantes. Pueden ser o bien familias monoparentales

JO
construida desde lo más familiar y endogámico del sujeto, mientras donde el niñx aporta su dinero ganado en la calle con estrategias varias,
que otro modo de la subjetividad puede estar conformado por aspec- al hogar de madre o padre sin pareja y con numerosos hijos; o agrupa-

A
tos múltiples de lo social que la atraviesan (variaciones de clase social, mientos ensamblados que conforman un grupo conviviente sin nada

B
identidades a diversos grupos que proporcionan un lugar frente a un vital que permita percibir una vida nueva, pero también familia con

A
otro que lo reconoce); este último se involucra, en las intensidades de ambos padres sin apremios económicos. En suma, en todas ellas puede

R
su tiempo, con las estrategias del deseo en cualquier fenómeno de la haber desfondamiento de la subjetividad en tanto des-subjetivación, es

T
existencia humana. Pero ese deseo es de “algo” que pide percolarse, decir, falta: estar siendo con el otro. No hay distinción allí de formato ni de
salir, quizá un odio destructivo hacia otros o hacia sí mismo pues ha clase social para el ejercicio de la violencia. Lo que hay es un destino de

E
sido alimentado ese odio incesantemente. Sin embargo, también ese odio sobre el niñx que inviste sobre su territorio existencial un manto de

D
odio puede transformarse en nuevos modos de pensar, de sentir, que signos mortíferos que lo arrastrarán prontamente a sin salidas de vida.

O
distinto del odio, no implica que el sujeto olvide como borramiento (lo Esa vivencia an-afectiva es infantil y se conserva hasta el final de

N
que sería una ilusión) sino que como un cartógrafo construya un tipo de la vida si no es conectada con una red de afectos y perceptos, es decir,

R
sensiblidad que prevalezca en él, ubicado cerca de dónde se producen de un ver y sentir que dan una forma a la realidad, que convenga a

E
las mutaciones existenciales, en el entre la tensión que se da por el flujo conexiones vitales, de tal manera que esto se haga consciente a partir

T
que insiste en su devenir diverso, creativo, y la representación conocida, del recuerdo y la vivencia, el sentir, el decir y el hacer. Se suple aquello

IN
resistente a todo sentido nuevo. Un flujo que quiere escapar del plano de que no fue donado al niñx en su momento, (cuando debió haber sido
la autoridad, que castiga, que hace un territorio de esclavos; escapa o lo y por ello fue desubjetivado), en ciertas organizaciones privadas con
intenta para desestabilizarlo y con ello perturbar a una representación
TO fines protectivos colectivos, barriales, que cumplen en sus objetivos
aplastante, de dominio sobre la subjetividad. contenedores y subjetivantes; también estatales (no siempre eficaces
Estamos hablando de subjetividades con existencias agujereadas, estos últimos cumpliendo con el cuidado de derechos y de salud mental
N

con abandonos que mutaron sus existencialidades, nos referimos a los del niñx, especialmente en lo referente a la justicia). También subjetivan
E

adolescentes y niños y niñas cooptados por las bandas (algunas de estas organizaciones religiosas con su trabajo de instauración de ley y culpa.
M

narcos) en las grandes ciudades de Latinoamérica, según sus singula- La familia que pueda acoger las fuerzas que agitan al ninx y darles
U

ridades en cada región. paso a un decir, un sentir, o bien el Estado o colectivos de protección
C

La primera, la subjetividad construida desde el régimen de signos autogestionados que funcionen dando salida a esos impulsos, son los
O

familiar, con sus figuras modernas, se instituye a partir de que en su últimos resguardos para un sector de la infancia atropellada por políticas
D

sensibilidad inconsciente se instaura el miedo a perder el amor del otro; de exterminio biopolítico.
del que debiera ubicarlo como un semejante frente a sí; pueden lograr ¿Cómo se cumplen esos objetivos subjetivantes? Inventando posi-
ese funcionamiento si es un agenciamiento familiar no destructivo, es ciones que permitan que el odio como intensidad y pasión triste que
decir, un co-funcionamiento entre subjetividades de adultos y niñxs, disminuye la capacidad de obrar y pensar, encuentre movimientos, vi-
en el que el goce del primero se acota respecto del cuerpo del niñx, braciones con frecuencias posibles que aumente la potencia del flujo del

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hacer en el encuentro con causas externas; el aumento o la disminución la organización hará, pues es el fusilamiento. Todo ello anestesia los
de las potencias se asocian a causas externas y esas causas promueven perceptos y los afectos del cuerpo, y le impide descifrar el mundo que
alegrías (aumento de potencia o capacidad de obrar) o tristeza (dismi- existe fuera de ese territorio imperial del jefe.
nución de potencia). Define Spinoza (3, XIII, Escolio) (Spinoza, 1963), al El sujeto proyecta entonces sobre el campo de lo social aquello que
amor y al odio como alegría y tristeza respectivamente acompañada de percibió en su infancia -muchas veces sin otros que acompañen a ins-
causas externas (que la podemos entender como protección alegre cuan- talarlo como semejante-, y desde su propia angustia subjetiva revive

JO
do aumenta nuestra potencia o, contrariamente, como violencia venida esa falta de concordia que ha vivido como niño1, y este concepto, el de
del afuera, entristeciendo). El flujo se tensa con la representación cuando concordia, es sustancial para la producción de subjetividad, pues remite

A
intenta éste salirse, pedir paso, creando un sentido nuevo que no cabe a las materias de expresión de un hacer, sentir, decir, necesarias en la

B
en la representación; ese odio, si esa es la pasión, desborda la represen- subjetividad en tanto en la concordia se está exento de tensiones inútiles,

A
tación familia y la agujerea encontrando esa tensión territorios dónde esas que no sirven sino para enfermar y en ocasiones para matar: Esas

R
desplegar destrucción y autodestrucción. Ya rota la representación el expresiones necesarias han siendo calladas gradualmente en función del

T
flujo que es tensión puede encontrar salidas de paso hacia territorios o temor al dolor en la infancia, y luego ante un ordenamiento de obedien-
ya de destrucción en bandas, en grupos de choque, o autodestrucción, cia y violencia al grupo en búsqueda de dinero y prestigio frente a sus

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o bien, contrariamente se encuentra salida de tensión donde el flujo pares con pequeños delitos. Entra en un agenciamiento que es un modo

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hace un territorio nuevo para bordear un contorno de una represen- de existir que confronta la ley, a la que el sujeto se somete en ocasiones,

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tación nueva donde quepa lo fecundo, el amor sublimado, donde el pero puede no hacerlo y responder con reactividad, con intimidación

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extraño no lo es en calidad de ser odiado, donde la representación añeja a otros, con actos destructivos individuales, hasta que llega el enlace

R
se desestabiliza porque sus sentidos ya no alcanzan y es necesario un con el patrón. El jefe de la organización y sus subalternos comienzan

E
compuesto quizá híbrido, sui géneris de representaciones, constituyendo a ordenar sus vidas a veces desde la niñez o en la adolescencia. Fun-

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una realidad que acepta la vida y se entrega a ella. Entregarse a la vida ciona su máquina deseante como una máquina paranoica, destructiva.

IN
no es sino crear un sentido donde el grado de apertura a la existencia, Pertenecen, aman y temen al tirano y matan por él. Sabemos por qué.
en cada momento, es el criterio de valoración del sujeto. Si conocemos Las estructuras inconscientes no dependen de universales, ni las
ese grado de apertura, (movimientos donde el odio y la tristeza se trans-
TO relaciones intersubjetivas lo son todo, hay que considerar los trazados
formen con una política de la creación que los contenga, los atraviese, y que dejan entidades abstractas como un ethos regional, ancestral, que
los desintegre), se compone desde un principio la expansión de la vida. alimenta el mito, (lo escuchado de sus abuelos que relataban de los
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Si no hay oportunidades de enlaces protectivos de este tipo, estos


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niñxs se incluyen en organizaciones piramidales de bandas que delin- 1. Antifón de Atenas, filósofo griego (-411 a.C) no ve en el dinero la condición de la felicidad,
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quen y de bandas narcos. Los elementos de diversas procedencias son ni siquiera una vía hacia ella. Ésta es la vida armoniosa con uno mismo...la tranquilidad del
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alma que ignora la perturbación. ¿Ganar dinero? Claro. Si permite acceder al estado en el
característicos en estas últimas organizaciones; voces, movimientos, cual uno vive en concordia con uno mismo. La concordia se gana cuando el pensamiento
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situaciones, acontecimientos, lenguajes, estilos que incorporan a un está exento de tensiones múltiples y combates inútiles. El psiquismo se debilita y el
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cuerpo gregario con fuertes lazos de pertenencia y con rituales de ini- cuerpo paga con debilidades, dolores y enfermedades. El alma es tan mortal como el
cuerpo según Antifón, por ello se la debe cuidar, trabajar, calmar. Y se accede a ella por
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ciación crueles hasta llegar incluso a la muerte. Pues si un aspirante el lenguaje, el verbo, la palabra, la voz. Critica con mordacidad la tradición de la sangre
al grupo de narcos comete su primera falta, es rapado como signo de de las grandes familias e invoca el hambre y la sed y techo como necesidades semejantes
en todos y en cada uno de los seres humanos. Por ello, para Antifón, la dignidad de los
castigo, como señalamiento evidente ante los demás de su insumisión
seres humanos impone una obligación ética radical: mi existencia ética como individuo
o impericia; ante una segunda falta, un disparo de arma en una pierna me obliga a reconocer a mi semejante como tal. Sólo la concordia conmigo mismo hace
parece suficiente; y la tercera ya no es advertencia, es el último acto que posible la concordia con el otro... funda así una política libertaria. Ampliar en: Onfray
(2008: 101-103).

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suyos tales o cuales historias de bandidos; o la aparición de tal Virgen en actividad y comienza a actuar en el sentido de la pura destrucción de sí
protectora, también el culto a san La Muerte con alcohol, drogas y bailes mismo y/o del otro (Rolnyk, 2010).
que tiene numerosos devotos entre los sicarios y presos); pero también La concordia podría convertir la reactividad, la destrucción de sí
se suma en su inclusión y a la apertura inmanente del aquí y ahora, mismo y de otros en actividad de las formaciones del deseo, y también
con el placer que otorga el juego del riesgo de ganar y perder la vida en a un contenido representacional (como ser un varón sin necesidad de
cada envío u orden; ya no se puede pensar jugando y jugar a pensar, lo matar, por ejemplo). Desde su condición vital, puede descifrar el mundo

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que sería curativo, aliviador de la captura de la organización; también con liberación de afectos recién surgidos e introducirlos en otra ficción,
hay trazados subjetivos que se compone con letanías de cantos a la he- jugar a encadenar movimientos al componer una máquina con los mo-

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roicidad, de ciertos fundadores o rebeldes (acciones del Gauchito Gil vimientos del oficio aprendido, del instrumento de música, de la voz

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como santo conciliador y benefactor de pobres, por ejemplo, también que canta, del personaje que encarna en el teatro; podría convertir a las

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la historia de Isidro Velásquez es difundida por los mayores2); relatos momentáneas pérdidas de sentido en desengaños soportables, siempre

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que se actualizan y hacen del cuerpo un elemento que es espacio de conociendo un límite acerca de lo que se tolera en cada momento, en el

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emergencia de fuerzas sin nombre, es el cuerpo vibrátil que se percibe aquí y ahora de la inmanencia del cuerpo; también la concordia incita
en el aire pero capturado por conexiones despóticas, que le impiden la irreverencia a los mandatos ancestrales, de todo lazo familiarista

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otras conexiones que descubran una salida, encontrar sus potencias, alienante cuando al sujeto no se lo considera un semejante (lo dice papá

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sus capacidades para hacer saliendo y salir haciendo. Se trata de una –mamá, así se es varón, así se es mujer, la palabra del Patrón, del Líder se

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ardua tarea, de escurrirse entre los matorrales del mundo y encontrar escucha y por ello obedecer).

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posibles, hallar conexiones (como en el cuento de Kafka donde un mono Por lo demás, el problema crucial no es el de lo que es falso -la familia

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piensa en la libertad3); encontrar una salida; es el difícil intento. Ese abusiva y sus mandatos expulsivos en un sentido amplio, la corporación,

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es el inconsciente maquínico; allí hay los más diversos elementos que con sus regímenes de signos, los lazos de sumisión por deber, culpa o

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constituyen la subjetividad y todos sirven si se los sabe conexionar. deuda- en contra lo que se supone verdadero. También la apuesta a la

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Esos cuerpos, los de los soldaditos como son llamados los sicarios vida como nomadismo está lejos de ser una verdad universal (el des-
menores (último grado del escalafón de la organización) son intensida- centramiento de los lugares de poder); ni lo es lo teórico (enunciados
des que intentan buscar expresiones que no pudieron ser manifestadas TO conceptuales) contra lo empírico (la práctica en la inmanencia).
en otras oportunidades, palabras y haceres vedados por biopolíticas que El problema se da especialmente entre lo vital y lo destructivo; lo
los endureció en sus afectaciones, y no les permitió movimientos de vital: bucear la geografía de los afectos, siempre en nombre de la vida
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vibración y expresiones desde otro lugar y modo, desde el arte, el juego, promoviendo una caída del régimen de la deuda, pues el sometido se
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de la escritura y lectura en la escuela, desde la amistad de la parresía, siente por deuda y temor, y ello asegura la posición del amo; la deuda
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desde la sensibilidad hacia la diversidad (eso es también concordia para que es ancestral, bíblica, deudas como ciudadano, deudas privadas
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Antifón), donde se puede sentir la presencia de la alteridad, del otro en como consumidor, deuda a un Padre, al Patrón por vivir, deuda por no
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su propio cuerpo (Rolnyk, 2009). Esas energías no pudieron reconvertirse hacerle ganar lo suficiente, por no obedecer lo suficiente, por deberle
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la vida y su aire respirable4. El padre y el oxígeno en la creencia bíblica


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2. Especie de Robin Hood de principios del siglo XX en la zona del Chaco formoseño.
3. Kafka, F., “Informe para una academia”: “No, yo no quería libertad. Quería únicamente 4. S. Freud dice en Psicología de las masas y análisis del yo: “la conciencia moral no se
una salida: a derecha, a izquierda, adonde fuera. No aspiraba a más. Aunque la salida aplica en nada en lo que acontece al objeto (el padre, el líder, el hiponotizador) en la
fuese tan sólo un engaño: como mi pretensión era pequeña el engaño no sería mayor. ceguera del amor uno se convierte en criminal sin remordimientos” (1976: 107). Sin
¡Avanzar, avanzar! Con tal de no detenerme con los brazos en alto, apretado contra las embargo, se potencia la no renuncia pulsional agresiva, en este caso que analizamos, en
tablas de un cajón” (Kafka, 1973). tanto la misma (la renuncia) conlleva ser muerto por el propio padre.

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tienen una conexión indisociable, un soplo en la nariz de Dios dio vida tiene: ambición ilimitada de ganancias a cualquier costo) y la muerte,
al primer hombre que se va con el último hálito. (real o en in pace5: con el espíritu quebrantado).
El problema, recordemos, es entre lo vital contra lo destructivo, esto Tirano, simulación-disimulo, muerte, hacen una máquina destruc-
último es: la circulación de cuerpos como mutantes o el entierro de los tiva cuyas piezas se sostienen unas a otras con flujos y conexiones de
muertos aún calientes en nombre de las representaciones; ser soldadx, enunciados, actos, visibilidades, ardides y violencia.
en un régimen patriarcalista donde se ama al tirano, donde la deuda

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con él es impagable, personal y subjetiva, como instrumento de control Datos
social; y en el caso que abordamos, el narcotráfico como el corazón

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mismo del capitalismo, donde sólo el dinero hace signo; por lo que el En términos cuantitativos tenemos que las campañas masivas de

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afán de ganancias es ilimitado en ese régimen, sólo el valor de cambio inmunización han conseguido erradicar la polio en 175 países, pero

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tiene valor, y el dedo del sicario que presiona el gatillo es el valor que esta enfermedad sigue siendo endémica en 20 países y menos de la

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paga el Patrón pues esa es la mercancía que él compra, su mano de mitad de los niños subsaharianos están vacunados contra la difteria,

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obra, su fuerza de trabajo que se le vende, que permite la venta de la la tos ferina y el tétanos. Hacemos referencia a África con datos de
otra mercancía, la sustancia psicoactiva. Lo vital (trabajar para no ser una década de antigüedad para conocer que poco a cambiado de esa

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deudor de nada ni de nadie) se opone a lo destructivo. realidad de esos países hoy en guerra. Sólo el 80% de los niños acuden

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a la escuela primaria y 120 millones de niños -en su mayoría niñas- con-

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El Estado de Soberanía tinúan sin escolarizar. Además, 30 millones de niños no son afectados

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por las campañas de vacunación; 150 millones padecen desnutrición;

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Todo lo que concentre lo vital y la alegría, es la mejor prevención 250 millones de niños -de 5 a 14 años- son explotados laboralmente;

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de cooptación de jóvenes por bandas que actúan según la lógica del 600 millones de niños sobreviven con menos de un dólar diario, en la

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filósofo Carl Schmitt: miseria más absoluta; 30 millones de niños son víctimas de traficantes

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para su explotación sexual; 30 millones de niños han quedado huérfanos
I: es soberano quien puede declarar el estado de excepción y
de madre o padre por causa del HIV; más de 2 millones de niños fueron
II: el fundamento de toda política es teológico. TO muertos por las guerras6.
Su colega Leo Strauss -emigrado judío alemán- lo acompañó am- En nuestros países Latinoamericanos y del Caribe, actualmente, lle-
gar con planes sanitarios a toda la población es el “gran desafio” (año
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pliando sus concepciones, que ya veremos más adelante; ellas dejaron
registros indelebles en el inconsciente de generaciones humanas y prin- 2015) que tiene por delante la región, afirmó en Uruguay la directora
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cipalmente en los organizadores políticos hacedores de este mundo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Clarissa Étienne:
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contemporáneo en pleno genocidio. También promovió la mentira, el “Tenemos dificultades” para avanzar hacia la “cobertura universal de
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temor, para obtener ganancias ilimitadas. De tal forma que la sociedad salud” pero esa es la “mayor preocupación” de la OPS y “también debe
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sea vivenciada como un agregado de enemigos para los sicarios, (esa es serlo de las autoridades regionales”, agregó Etienne. Las enfermedades
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la lógica de Schmitt), en lucha por un territorio de venta de sustancias; no transmisibles “son causa de muerte de un porcentaje muy grande” de
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en tanto los superiores, los gobernantes, en su mayoría se encarnan


5. El in pace consistía en el encierro del hereje en la edad media en un pozo donde apenas
en la figura del tirano embaucador, políticos formados en esa escuela cabía su cuerpo parado, con una reja en la parte superior desde donde se le arrojaba pan y
de la dominación entre la simulación (fingir tener lo que no se tiene: agua hasta que desfalleciera. Antes de morir, ya su alma quebrada y su mirada sin orgullo
honradez, consideración del otro), el disimulo (fingir no tener lo que se de haber servido al demonio, podía ser llevado a la hoguera, entregado dulcemente por
satanás, que había perdido esa batalla (Michelet, 1973).
6. Datos obtenidos en Le Monde Diplomatique, junio de 2002, pp. 30-31.

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la población en la región y todo los países de América deben “redoblar Pero esto lo podemos encontrar ya no en la macropolítica, sino en
los esfuerzos” para tratar de prevenirlas. Además, “tenemos que luchar la micropolítica de la vida cotidiana de los barrios, bandas que se dis-
duro” contra otras enfermedades como el sida, la tuberculosis o la ma- putan el territorio para la venta y cooptan adolescentes y niñxs para
laria “que se cobran muchas vidas año a año en nuestros países”, enfatizó. sus servicios de venta y tráfico, comprando esa fuerza de trabajo que
Esto forma parte de prevención del genocidio cotidiano. Sin embargo, es sumisión pues la desobediencia se paga con la muerte. El sicariato
más allá de toda acción prevenible se despliegan políticas acerca de es una entrega total, donde se vende, se vigila, se hace inteligencia,

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cómo vivir y cómo morir. En suma, una biopolítica. se roba y se mata si es necesario. El sicario es un soldado fuera de las
convenciones de guerra.

A
Cómo vivir y cómo morir En las grandes invasiones imperiales actuales la vida es la moneda

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de cambio por el territorio a conquistar y el petróleo a extraer y la

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Para ahondar en esos cómo, volvamos a los fundamentos de estas población a explotar. Existen similitudes -que podemos recordar- con

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políticas, tanto ideológicos como filosóficos y políticos, pues son las que regímenes dictatoriales, pero creemos necesario establecer una línea

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cimientan las organizaciones narcos en su funcionamiento micropolí- de conexión entre una política del siglo XXI y otra política en términos
tico y operativo, que están ligados a los datos anteriores, pues actúan ideológicos y materiales del siglo XX, pero especialmente en lo referente

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en correspondencia militar y política con los sectores dominantes del a la producción de subjetividad como modelamiento de sensibilidades.

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planeta. La política necesita de las ganancias de las empresas que eva- Ambas políticas de guerra se relacionan con la descripta en las or-

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den impuestos y de las empresas narco para financiarse y ésta toma de ganizaciones narcos. Y para ello deberíamos remitirnos a los conceptos

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aquella sus fundamento políticos filosóficos, como por ejemplo el Estado establecidos por Carl Schmitt, jurista católico y filósofo del derecho quien

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de excepción: el soberano puede declararlo y eso demuestra su poder. fue autor en las primeras décadas del siglo XX de la justificación jurídica

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El Jefe declara la muerte y sobrevivencia, el territorio a conquistar y la y legal del ascenso del nazismo. Este intelectual, educado seguramente

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banda o nación a la cual exterminar, presidente o jefe narco. Dice un en los principios de la pedagogía alemana más dura, pronunció dos tesis

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periodista colombiano: “Esos líderes (narcos) se hacen a punta de plomo, de fundantes en su sistema de pensamiento. Cada una de ellas es posible
fuerza, de actos heroicos. El que mejor maneja la moto, el que tiene más puntería reconocerlas tanto en el accionar del régimen nazi como en la política
y mata más gente termina siendo el jefe....y los otros lo veneran....” Habla un
TO de guerra del gobierno norteamericano.
sicario: “El jefe es un serio, tenía como aureola y nos controlaba a todos (...) No sería difícil encontrar en la actual política norteamericana inter-
se mantenía impecable en el vestir, hablaba sólo lo necesario y cotizaba con las venciones a países extranjeros que se fundan en que “la soberanía es la
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mujeres” (Salazar, 1992: 27, 103, 171). que decide el estado de excepción”. Sin embargo, creemos de importancia
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Es un Estado dentro del Estado. Los países imperiales son los mo- indagar sobre otra tesis de Schmitt, aquella que afirma que “todos los
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delos de esos grupos, ambos basados en el Estado de excepción y la conceptos significativos de la moderna teoría del Estado son conceptos teológicos
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teologización de la política (la otra tesis de Smichtt); así el Jefe, o el secularizados” (2001: 43). Para reconocer su alcance en la realidad con-
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Presidente están ungidos por mandato cuasi divino o por la mayoría en temporánea encontramos que los neoconservadores (y los que no lo son
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caso de democracia (que en algunos casos ni siquiera lo es en términos abiertamente), los llamados halcones de los gobiernos de Washington
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cuantitativos). Ese Estado de excepción permite desangrar a países po- siguen con la distancia de los años las enseñanzas de un profesor de
bres en la vida de sus niñxs y adultos producto de invasiones y al mismo filosofía exiliado durante el nazismo, Leo Strauss7. De origen alemán,
tiempo organizaciones que toman mafiosamente al Estado acumulando
poder, territorio y población sectaria, adicta y temerosa. 7. Strauss da el ejemplo de al–Farabi, otro de sus autores esotéricos, para explicar cómo
se puede decir la verdad con palabras, sólo para engañar. “El piadoso asceta era muy
conocido en la ciudad por su abstinencia, humildad y mortificación, así como su probidad,

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no pudo permanecer en su país a causa de su origen judío. Strauss Un ejemplo de ello son los conflictos actuales que han adquirido
sostenía que en la vida política es necesario mentir, esa es la norma, una base teológica. La Casa Blanca, ha enunciado mensajes tales como:
porque es necesaria la mentira. Además, los que gobiernan, según su vamos a eliminar el Mal de este mundo, Así el Bien combate al Mal. ¿Pues
criterio, deben carecer de moral, pues no hay moralidad alguna en este que sería el uno sin el otro? Por otro lado los fundamentalistas islámicos
mundo y todo ello basado en un derecho natural, aquel que permite al reciben de Alá el mandato de la inmolación con su paraíso prometido.
ser superior dominar al inferior. Lo mismo ocurre con el Estado Islámico con sus atentados más impor-

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Protegido por Martin Heidegger y por el propio Schmitt, Strauss tantes en París y Bruselas (enero y noviembre de 2015 y marzo de 2016).
se exilia en EEUU y recibe una beca. Sus enseñanzas se cimentaron y Ahora bien, encontramos que si la democracia en este aspecto no

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crearon una verdadera escuela política, tanto en las Universidades de se opone a la dictadura, es porque en uno y otro caso lo homogéneo se

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Nueva York como la Universidad de Chicago. Insistía fuertemente en constituye como dimensión de una noción de nosotros sólo si lo hetero-

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la utilidad social del patriotismo y de la religión, a pesar de su ateísmo. géneo es excluido y declarado enemigo.

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Pensaba, además, que la verdad no puede ser comprendida por todos, Esta constitución de lo político en función de su origen teológico,

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y que una elite puede conservarla y engañar al resto. Evidentemente delimita también que la noción de Estado que monopoliza la violencia
podemos encontrar rasgos de esa teoría en los actuales discursos de la legítima presupone lo político, y con ello su esencia, que es el par opo-

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política de los países centrales, especialmente norteamericana; así, los sitivo amigo – enemigo. Dice Strauss: “Dado que la humanidad es intrínse-

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políticos que se formaron en la escuela straussiana, diseminaros¡n la camente perversa, debe ser gobernada. Ese gobierno, sin embargo, sólo se puede

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“verdad” acerca de las famosas armas de destrucción masiva que nunca establecer si los hombres están unidos, y sólo se los puede unir contra los otros”.

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aparecieron en Irak, ni tampoco importa eso ya, pues lo que sí importa, Por ello es necesario fabricar amenazas del exterior, si no las hubie-

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y con ello retornamos a Schmitt, es que hay un origen omnipotente del ra. Ya sean las armas de destrucción masiva en Irak o bien al modo de

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legislador moderno en tanto se identifica al dios con el rey. En este caso, Goering (el segundo de Hitler), quien decía: “El pueblo, claro, no desea

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toda política es teológica, en tanto las discusiones se producen sobre la guerra. Pero es el líder del país el que determina la política y siempre es

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dogmas de carácter teológico. fácil arrastrar al pueblo…Eso es fácil. Todo lo que hay que hacer es decirle
Es claro lo que plantea este último autor, pues si toda política se que está siendo atacado y acusar a los pacifistas de antipatriotas y de exponer
funda teológicamente, la democracia americana no se diferencia de TO al país al mayor de los riesgos” 8. Traslademos estos dichos a los países
una dictadura, aunque sus representantes fueron elegidos en comicios latinoamericanos. Seguramente encontraremos enunciados semejantes
libres. Pero en ambos casos hay reducción a una misma sustancia, sea de algunos gobernantes.
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la Voluntad del Pueblo, la Nación, la Autoridad, la Voluntad de la Ma- Es claro que la personalización en un líder produce que las normas
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yoría. Esa reducción se ve complementada en el caso norteamericano, que de él emanan es un acto de fundación; no se trata de superestructura,
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y en muchos otros gobiernos en la década de 1990 y en este milenio, se trata de un acto de violencia que funda la necesidad de un enemigo
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por el sesgo de la enseñanza de Strauss. Una clase dirigente apela a esa para ser tal (Estado). El líder toma decisiones que de ninguna manera
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Voluntad y termina engañando al resto. estuvieron previstas y anticipadamente captó lo que las masas reque-
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rían. No es la masa la que toma la decisión, es el líder el que lo hace


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convirtiéndose en objeto de identificación para la masa9.


corrección y devoción. Mas por algún motivo despertó la hostilidad del soberano de
su ciudad. Este ordenó arrestarlo, y para asegurar que no se fugara, puso en alerta a
los guardias a las puertas de la ciudad. No obstante, el asceta logró escapar. Vestido de
borracho y cantando al son de los timbales, se acercó a las puertas de la ciudad. Cuando 8. Ídem.
el centinela le preguntó quién era, le respondió que era el asceta piadoso que todo mundo 9. Para W. Benjamin “el derecho es la violencia, pura inmediatez, fuerza. Y tiene como toda
andaba buscando. El guardia no le creyó, y lo dejó pasar” (Drury, 1988: 10-11). legitimidad y origen la de la decisión” (Benjamin, 1991).

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Es la misma operatoria que realiza el Jefe narco, con su violencia no sólo parten de esa base y se restringen en su propio coto, sino que se
fundadora en un enclave territorial, decide y determina al enemigo, y propagan rápidamente afectos y preceptos de odio y destrucción a lo
los que no lo siguen tienen el mote de traidores y su castigo consecuente vital, y se evidencian en los microfascismos en la vida cotidiana, base
(el ajuste de cuentas que declaran los partes policiales). Sus seguidores real de su plano de sustentación.
sostienen sus decisiones y obedecen, por temor, por amor infantilizado,
por el dinero y el ascenso social en el territorio en cuestión, por protec- Narcotráfico y Estado de excepción

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ción, por sentirse pertenecientes a una organización y el prestigio que
ello promueve. Por muchas razones. Volvamos a Schmitt, en una de sus tesis sostiene: “Es soberano quien

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Recordemos sino la estructura de la servidumbre voluntaria, donde decide el estado de excepción) (2001: 23), y con ello confirma que en su con-

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prima (de acuerdo a La Boétie10) en dicha estructura, el amor de los cepción, la pregunta es por quien decide en caso de conflicto; se decide

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dominados sobre el censor. Pero se agrega una operación, la discrimi- con la fuerza policial, militar, con sus participaciones represivas pero

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nación, o la exclusión de lo heterogéneo. Pierre Clastres así lo aclara: también con los negociados propios de esas fuerzas. Y en uno y otro

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Príncipe, déspota o tirano, el que ejerce el poder desea tan sólo la obediencia unánime ejemplo (los nazis y los americanos del norte) encontramos que para
Schmitt esa facultad de suprimir la ley vigente -ya sea de manera general o

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de sus súbditos... estas relaciones establecen otra ley para conformar al sociedad: amar
de manera particular- es a tal grado la verdadera característica de la soberanía

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al tirano... El amor de (a) la ley -el miedo a la libertad- convierte a cada uno de los
súbditos en cómplices del príncipe: la obediencia al tirano excluye la amistad entre los (ibíd., p. 25). ¿Podemos pensar con esa tesis lo que sucede con gobiernos

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súbditos. (Clastres, 1998: 41) democráticos en nuestra región que recientemente han asumido con

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decretos que denotan el decisionismo de Schmitt?
Ello se corresponde, además, con la demagogia del líder, que man-

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Debemos sumar a algunas organizaciones de tráfico de drogas que
tiene unida a una sociedad en tanto la estructura libidinal de la misma

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presentan esas premisas en su funcionamiento. Deciden estado de ex-
requiere del chivo emisario, de la expulsión de un objeto que termina

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cepción y son soberanos al suprimir la ley vigente, ya sea dentro de
por unificar aún más al grupo. Si hay un nosotros es porque existe un

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un territorio más o menos extendido dentro de un país o dentro de la
chivo expulsado, y ello es sustancial a la democracia pero también a totalidad del país en cuestión (Veamos sino los intentos de avances
la dictadura, pues la discriminación es universal. Y ello requiere de la TO sobre los gobiernos colombianos y mexicanos).
enemistad de los sometidos que se vigilan mutuamente para detectar Pues para este filósofo, la soberanía reside en decidir qué constituye
un futuro traidor. la seguridad y el orden público cuando éstos están perturbados. Esa
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Existe entonces una fuerte correspondencia entre los conceptos de soberanía, además, sólo puede establecerse sobre el fundamento de
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Carl Schmitt -la política como fundamento teológico y la soberanía sos- una decisión y no de una norma preexistente. Se suspende el orden en
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tenida en el decisionismo- y la política de los países contemporáneos su totalidad, lo que permite a ambos regímenes (el norteamericano y el
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dominantes. La democracia norteamericana y europea se alimentan nazi), comenzar una guerra contra “los que los obligan a defenderse”. Se
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ideológicamente, tanto como los regímenes dictatoriales, del pensa- instituyen estados de excepción, donde el derecho (de los otros países,
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miento promovido por Smichtt y el emigrado Strauss, que parece ser de la vida de los prisioneros) se suspende para el logro de la autocon-
convincente en la nueva derecha norteamericana y europea. Las tiranías
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servación. Los prisioneros del gobierno de G. W. Bush y B. Obama en


la base de Guantánamo y Abu Ghraif son un ejemplo de ello, con sus
10. La Boétie, Etienne: El discurso de la servidumbre voluntaria o el contra uno. Escrito en
el siglo XVI. Así lo dice: “¿Qué os podría hacer si vosotros no fuerais encubridores del
fotos de policías militares humillando y torturando a prisioneros ira-
ladrón que os roba, cómplices del asesino que os mata y traidores a vosotros mismos? quíes, incluso fotografiándolos después de muertos por tortura. ¿Cuál
Sembráis vuestros frutos a fin de que él en vuestra presencia los devaste...” (p. 114). es la sociedad que engendró estos ciudadanos de uniforme? No muy
Recuperado de: [www.noviolencia.org].

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diferentes a los sicarios de las organizaciones de narcotraficantes con sus Por otro lado hay un esquema de interpretación para algunos niños
aparatos militares e inserción civil que disputa. En nuestras ciudades y niñas contemporáneos, pues los padres biológicos pueden estar o
argentinas, esas organizaciones son incipientes, pero barrios enteros no, otras figuras encarnan esas funciones, han deambulado buscando
son territorios de disputa, así la posesión del territorio garantizan las protección, alimento y evitando golpes. Se reproduce así una serie de
ventas que realizan menores desde los llamados bunker11. Simulación vivencias de origen infantil que se actualizan en situaciones donde el
y disimulo ante el mundo, no más. El paradigma de ello lo tenemos en intercambio simbólico entre los actores institucionales requiere de cierta

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el pueblo alemán y el nazismo tensión; el sujeto vivirá esa circunstancia de enfrentamiento como una
Los soldaditos, llamados así en esta región latinoamericana, sicarios acción reactiva a la autoridad de los adultos, a quienes ama y odia al

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de las organizaciones narcos, poseen el mismo mandato de homogenei- mismo tiempo, pero cuando son cooptados por los narcos, amor y odio

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zación del territorio, ya no por la preservación de la pureza de la raza, se transforman en temor al superior, al Patrón, al tirano de turno, pues

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sino por el desbrozamiento de obstáculos policiales, militares o rivales lo contrario cuesta la vida. Parece resuelto el dilema de si es mejor

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civiles a la circulación de la droga y el dinero, que se entronca con el someterse al despotismo y a la violencia de la organización narco en

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financiamiento de las campañas políticas electorales de los ciudadanos la que se puede ascender y ganar mucho dinero a riesgo cierto de ser
prestos a ocupar cargos públicos y mantener desde allí abiertas las vías muerto, o bien soportar la angustia de abandono (el estar solo respecto

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de tránsito de la conjunción droga-dinero-política. Allí se corrobora, a sí mismo, no respecto a los otros12) como castigo por transgredir (robar,

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en la zona, en el barrio, quien impone con una decisión el estado de matar) en soledad, sin protección y se perseguido por la acción penal;

O
excepción y se decide quién vive y quien muere. Por lo demás, no ol- es claro que la organización protege.

N
videmos que la desaparición forzada en Iguala (México) de 2014 fue Parece no existir una tercera salida; en aquel caso, la autoridad del

R
una serie de episodios de violencia ocurridos durante la noche del 26 Estado tiene su punición legal, el encierro en instituciones de menores,

E
de septiembre en el que la policía municipal de Iguala (220 km al sur o la cárcel, en la que se puede morir pues son sectores de la misma po-

T
de la ciudad de México) persiguió y atacó a estudiantes de la Escuela licía los que ordenan robar declarando zonas liberadas y se inventan

IN
Normal Rural de Ayotzinapa (257 km al sureste de Iguala). Esa policía delitos a quien se niegue a participar. Aunque también esa trasgresión
protegió a un cartel de la región contra las denuncias de los estudiantes (el robo, la muerte, no sólo la venta) la pide la organización junto a su
en campaña contra ambas organizaciones. Renunció después de varios TO fidelidad inamovible. No hay salida al atolladero de dos posibilidades
meses el gobernador del Estado. mortíferas, no hay fuga de ambas. Una aporía.
En dicho enfrentamiento habrían salido dañados periodistas y ci- Se gesta de esta forma una intensa fuente de tensión entre la repre-
N

viles. Los hechos dejaron un saldo de al menos 9 personas fallecidas, sentación de qué se espera del sujeto (ya sea sicario o joven en conflicto
E

41 estudiantes desaparecidos de esa escuela normal rural y 7 heridos. con la ley que persigue el dinero como único signo de valor, todo se
M

Un ejemplo de estados de excepción que terminan siendo permanentes transforma en valor de cambio) con sus afectos y preceptos, y el flujo
U

con sus normas impuestas de desaparición de personas. de intensidad vital que necesita puentes para crear un mundo, cuyos
C

afectos y palabras no están todavía como posibilidad.


O

Reclutamiento y afectos El dinero como aporte a la familia y especialmente a la madre, ligado


D

a la muerte, hace signo, lo invade, y esa tensión no se resuelve hacia la


búsqueda de expresión del miedo, de lo reactivo destructivo, del horror,
de la sensibilidad; los afectos y las palabras no tienen como salir, no tie-
11. Los bunker, llamados ostentosamente así pues protegen precariamente al vendedor de
drogas desde un tugurio con un agujero practicado en la pared por el cual circula el dinero
y la droga. 12. Cioran, E. M. (s/d).

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nen cómo hacer máquina con la expansión de mundos latentes de vida y atenúa el padecimiento o lo transforma canalizando intensidades
que aparecen con el arte y el amor a ese nuevo territorio; no puede haber con máquinas de lucha, con dispositivos que se oponen a aquellas má-
máquina deseante vital, conexión con fuerzas inmanentes que hagan quinas de dominio que tienen como guía el despotismo que necesita
amar la vida en el momento, no por el dinero obtenido y su disfrute servidumbre, la obligación de la acumulación de capital de manera
inmediato, sino por el placer de construirse a sí mismo (no en vano los ilimitada. Esa máquina de lucha por la vida impide entregar su cuerpo
fugados de la tragedia dicen de sí mismos: me rescaté). Sin embargo, el a cualquier normativa imperante, por despótica que sea; no integra la

JO
signo dinero ligado al temor lo inhibe en su capacidad de acción y de ficción del héroe cuyo fin es la muerte que carga en cada salida como
apropiación de sus afectos, de sus actos, de su pensamiento. Esa podría sicario; pues se trata allí, encarnando el personaje, de matar o morir. Si

A
ser la línea de fuga de los encierros, dar paso al flujo de intensidad recordamos las oraciones que la mayoría de los encarcelados sicarios

B
vital en cada uno con sus procesos de subjetivación singulares, pues colombianos tienen en sus celdas, hablan de la muerte inminente, como

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se huye para crear un mundo, en nombre de las fuerzas de la vida, no en cada operación se introducen en la Tierra de Nadie13. La oración más

R
para volver a caer en las capturas de las que se huyó. Y la captura lleva frecuente es al Santo Juez: “Señor, líbrame de mis enemigos. Si ojos tienen

T
a la muerte joven dejando a la madre protegida junto a sus hermanos, que no me vean. Si manos tienen, que no me agarren. Si pies tienen, que no
ocupando un lugar en el relato familiar como aquel proveedor que la me alcancen. No permitas que me sorprendan por la espalda. No permitas que

E
familia no tuvo, el padre. mi muerte sea violenta. No permitas que mi sangre se derrame. Tú que todo lo

D
Sin embargo, esta posición relevante no libera de la angustia de conoces, sabes de mis pecados pero también sabes de mi fe. No me desampares.

O
abandono que es producto además de mecanismos propios de socie- Amén” (Salazar, 1992: 85).

N
dades jerarquizadas, donde la subordinación se realiza a partir de la Ciertamente esta vida pende de un hilo muy fino, pero de ningún

R
resonancia de vivencias inconscientes, de flujos afectivos bloqueados, modo puede violar lo que le fue conferido como saber, como secreto.

E
transformados en destructivos, instaurados en momentos primitivos de Dice un detenido:- “Uno aquí sobrevive porque esta boca no sabe decir lo que

T
la infancia. Ahora bien, si el proceso de “fabricación social” del indi- ven estos ojos”(Idem).

IN
viduo que lleva adelante toda formación social, en tanto subjetivación Lo vital que pide un nuevo mundo en la subjetividad cede y esa
procesual, es una experiencia donde el mundo vive en nuestro cuerpo, cesión es posible por que algo más importante para ella a de perderse,
agitándose, emancipándose del mandato de la violencia demoledora, TO y ese elemento tan esencial por perder es el amor, el reconocimiento de
no se está exento ese cuerpo de sufrimiento, pero no será capturado por la lealtad y con ello la vida. Si es obediente a los superiores, al tirano,
afectos bloqueantes y destructivos. Pues ¿qué manda a decir el déspota, con ello conserva una vida con esa conexión mortal.
N

ya sea padre o líder?: “Lo esencial para el éxito es un trabajo permanentemente Pero el inconsciente es heteróclito, conformado con diferentes líneas
E

constante y regular de la violencia”. (A. Hitler, Mi lucha) donde coexisten multiplicidades semióticas, económicas, icónicas, hay
M

Si esa subjetivación procesual que estremece por la agitación de la paisajidad, hay animalidad, fijaciones arcaicas, no sólo líneas de padre –
U

existencia, se produce en un transcurso de un continuo movimiento de madre, líneas familiaristas donde obedecer la autoridad es irreversible.
C

creación de sentido vital y no en la anquilosada y repetitiva vivencia de Es decir, el inconsciente es:


O

golpes, mutilaciones afectivas, deseos de muertes de los más allegados


… multitud de objetos singulares, heterogéneos unos en relación a los otros, articulán-
D

sobre su vida, entonces es muy posible que no haya captura mortífera.


dose en constelaciones funcionales nunca reducibles a complejos universales....las prin-
A partir de ese movimiento vital el dolor se integra en una urdimbre de
cipales características del inconsciente maquínico: no es la sede exclusiva de contenidos
lazos afectivos de una cultura creadora, con sus signos de percepción
ligadores al mundo con un proceso emancipatorio, desbloqueado. Lo
subjetivo en relación al ver y al sentir se entrama con la vida sufriente 13. Tierra de Nadie es la denominación del estrecho espacio físico que separaban a los
combatientes de trinchera a trinchera en la Primera Guerra Mundial.

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representativos (representación de cosa, representación de palabra, etc.) sino el lugar por infelicidad, ya caída la promesa, se agota la vida en el consumo
de “interacción entre componentes semióticos y sistemas de intensidades más diversos” genital del sexo y la sustancia, se ignora la sensualidad, y la gratuidad
(semióticos lingüísticos, semióticos icónicos, semióticos etológicos, semióticos económicos, del placer y el sexo con ausencia de aflicciones. No hay conocimiento
etc.). (Guattari, 1989a) del cuerpo, no hay palabras, no hay encuentro con el cuerpo ni de los
Ese inconsciente pierde los registros y códigos de autoridad y por cuerpos, sólo el indispensable para un goce mecánico. La sexualidad
tanto el amor al tirano; en el caso del sicario al tirano se lo odia y se le no está relacionada al conocerse y conocer al otro por gratuidad, por

JO
teme, pero no da lugar ese odio a la desobligación de la deuda, no puede conocer como pulsión curiosa de quién es el otro, y cómo es, a qué es
salir de ella. Sí hay permeabilidad de afectos con los compañeros, caídos sensible, sobre qué vibra, cómo liga lo vivido a la percepción del tiempo.

A
muchos de ellos, con los que han compuesto un contorno y un sentido Todos interrogantes que se suspenden porque la muerte está esperando,

B
de sobrevivencia, también heterodoxo, que remite a intensidades del ansiosa, enamorada.

A
aquí y ahora, de la inmanencia donde el sujeto está emplazado. Esa existencia ha perdido lo más humano, lo perdido es el grado de

R
Estas intensidades de la inmanencia no actúan como principio de apertura a la vida, se desencuentra con la sensualidad, se renuncia al

T
realidad, en tanto desde S. Freud podemos decir que este principio es tiempo de la vida y a esa renuncia le sigue la angustia, que se encubre
con falsa libertad, pues es la del mercado, comprando cuerpos y objetos.

E
una creación social, pero sí podemos decir que la crueldad es inhe-
Continúa la crueldad con el viejo teatro, el de la sangre, donde la pulsión

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rente a lo humano, y si es una creación, lo es a partir de enunciados
y visibilidades aceptando -según Foucault- que “para cada enunciado destructiva es por lo destructivo mismo, es un cerramiento, una captura

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existen emplazamientos del sujeto, muy variables por otro lado” (Deleuze y de la subjetividad. Esa crueldad no es descarga de tensión psíquica, si

N
Foucault, 1987: 30). así fuera estaríamos hablando entonces de agresividad narcisística, nece-

R
Saben estos sujetos entre sus enunciados y visibilidades que en el saria a lo humano; la crueldad también es necesaria en lo humano, pero

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cielo nadie ni nada los espera, aunque los rituales a los caídos, pequeños las pulsiones desintegrativas se transforman al ligarse a identificaciones

T
altares en las esquinas de los barrios donde se reúnen amigos a beber amorosas, protectivas, narcisístas. Puede, sin embargo, dejar la pulsión

IN
y fumar, tienen sus ceremonias, recordatorios y hay oraciones como destructiva de ser sólo persecución y captura si hay conciencia plena
hemos visto dirigidas a santos cuidadores. Hay agradecimiento por la de la finitud de la misma vida, como principio de autoconservación
muerte en tanto sienten que: “quieren atraparnos altos y tan lejanos como
TO proveniente del yo, realzando los aspectos ligadores amorosos, sen-
una nube. Estamos en las alturas donde todo se mueve bajo nuestra mirada, suales, subjetivantes, que atenúan la crueldad y la desubjetivación del
otro. Ya no se ofrece para matar por encargo (mandato) o por temor al
N
somos inalcanzables, somos los reyes de este mundo” (Salazar, 1992: 11, 205).
fin de su mundo y al de su familia, hay enunciados que lo retienen en
E

En Argentina un grupo de jóvenes que conformaban una banda


su ceguera ante la destrucción, en tanto un trabajo posible (que no se
M

despidieron a su amigo muerto paseando el féretro por la cancha de


fútbol de su club, sin autorización de ninguna autoridad. En ocasiones realiza desde el Estado como debiera) sería el de crear sentidos a los
U

brindan con el muerto por el pronto reencuentro. Esta salida rápida de mundos que encierra esa subjetividad, darles salida, otorgarles paso, y
C

la vida es un estado de existencia, donde el consumo, el sexo y la muer- al mismo tiempo se da existencia a esos mundos al ligarlos a la autode-
O

te parece seguir el lema de la marca de ropa deportiva Nike: Just do it terminación, la autonomía, la deliberación propia y colectiva y con ello
D

-sólo hazlo-: “...Cuando coronábamos un negocio montábamos la francachela... la acción deliberada, donde el tirano no es amado, pues hay otro como
Conseguíamos guaro, perico y hembritas...” (ibíd.). Se crean visibilidades alteridad a restituir. Otro amor. ¿El de la madre? ¿a la madre? Quizá
y enunciados que hacen referencia al goce y la muerte tanto como a la no, pues ese amor lo empuja a la destrucción denegándose el sujeto una
crueldad y los emblemas de posesión del objeto. Por ello el soldadito elección, entre vivir o morir. No hay elección, se muere con ese amor.
es la expresión extrema del capitalismo, porque hay desensualización

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En las guerras actuales y en las de baja intensidad donde mueren Es allí donde el ser y su hacer responde y se enfrenta a las técnicas
más civiles que soldados, conviven crueldades y principios humanita- de subjetivación, las que crean con el marketing la mascarada del tener
rios, (salvar a los suyos del enemigo paro también al enemigo herido) el objeto subjetiviza, hace ser, hace sujeto. Por esa mascarada el objeto
pero ocurre que no siempre ese es un principio rector del combate, por genera ausencia de placer, y sólo se caracteriza por el emblema del logo
lo general se deniega la existencia humanitaria del otro como enemi- que emplaza con sus enunciados al sujeto como tal, por la posesión del
go, y ello es principio de aniquilación. Si hay una salida posible es la objeto que se consume o se roba, en suma, se posee compulsivamente.

JO
sensibilización hacia la desterritorialización para sostener la vida en Aunque en los bordes del abismo, quizá la muerte sea una salida, la
su movimiento de expansión, no de aniquilación, ligándola a la poten- única en la encrucijada sin señales claras.

A
cialización del deseo a través de la producción de artificio, en tanto “el La muerte elegida puede comprenderse como el posicionamiento

B
deseo es conglomerado de afecto y voz, indisociables, formando constelaciones de la subjetividad del sicario desafiando a los enunciados sociales de

A
existenciales singulares” (Rolnik, 2010). Por ello una práctica de análisis justicia y tolerancia cero, y también con respecto a la autoridad (Nar-

R
es política cuando da lugar a la ampliación del artificio que es el deseo, cos o Estado) a la cual en nada le importa su vida; así la autoridad es

T
produciéndolo lo real, y con ello produciendo la sociedad; generando tiranía y la manera de oponerse es ser dueño de lo único que queda en
habilitaciones de intensidades al crear nuevos artificios y ello significa pie, el goce de la crueldad y la muerte buscada por cuenta propia. Esa

E
crear nuevos mundos o dar paso a los larvados mundos para vivir en oposición a la autoridad no siempre es violenta; así como hay capturas

D
un nuevo territorio. Volver a la educación es uno de esos mundos, pero silenciosas, convincentes, también hay resistencias silentes que dañan

O
no a la educación estatal ritualizada y disciplinantes que lo expulsó de al propio sujeto, enfermándolo. Esa resistencia sino es producida como

N
la escuela y del sistema. Sino volver a la educación que es sensibiliza- acto, lo es en el fantaseo infantil de odio al tirano que no se concreta

R
ción, que le hace saber cuál es su lugar en el mundo, (él es un sicario, como acción contra lo que lo enferma.

E
un matador, un gatillero, un soldadito, un matón...) y ¿qué otro mundo En suma es un desafío que invita al sujeto en su capacidad de acción

T
puede crear sin la vulgaridad del lujo, en que lo entrampó la sociedad, deliberada y de apropiación de sus actos contra el tirano, que preten-

IN
haciéndole creer que puede con esfuerzo tener mucho, sabiendo muy de que se cumpla su orden, pero muchos no pueden con esa tensión
bien que los poderosos lo son porque han robado, ni más ni menos? entre la salida de la captura y la entrega a la misma. No hay elemento
¿Por qué no puede ser él uno de ellos por pocos meses? TO al cual dar lugar a la pulsión destructiva, por ello hay que analizar el
Sabe muy bien el soldadito la lección de Robert Merton14, no hay más aumento de la crueldad en estas formas de capturas subjetivas. El fin
violencia y criminalidad cuando hay más pauperización en la sociedad, es el mismo si no se resuelve esa tensión entre aniquilar (desubjetivado
N

sino cuando hay una ampliación de las desigualdades sociales. Lo sabe desubjetivando al objeto) y tratando de subjetivarse buscando con falsa
E

en carne propia y sabe del odio que surge de la envidia por no poseer alegría, pero tristemente, la muerte, que es la única forma de sentir un
M

lo que otros ostentan, y con ello el resentimiento ciego. Ese odio como reencuentro con lo viviente, perdiéndolo.
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intensidad debe tener salida, no como la pulsión destructiva, con el goce Pero si acepta su propia autonomía y el quebrantamiento de esa
C

del teatro de la crueldad, sino sosteniendo la vida creando artificios autoridad de manera consciente, se produce el sentimiento de que las
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nuevos donde incluirse. fuerzas que agitan el mundo viven en él, y sus mundos piden salida. Re-
D

sulta más productivo ese quiebre si es generado por la acción del grupo
o colectivo. Y ello supone que las subjetividades a partir de sostener la
14. Merton, al estudiar en la década de 1930 la relación entre violencia, delito y economía,
vida en constante movimiento de expansión, instalen dispositivos donde
afirma que muchos países pobres tienen índices delictivos más bajos que algunos países
ricos, y de ello resulta que una sociedad con alto estándar de vida no necesariamente les sea posible generar una trasgresión sin ficciones culpabilizantes y
tendrá menos delitos, ya que en verdad, para Merton, el delito se produce donde hay permita suspender la potestad (poder sobre); promoviendo el flujo del
inclusión cultural y exclusión estructural, es decir, económica (Merton, 1954).

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poder hacer, rompiendo la representación que aprisiona la máquina


deseante, es decir, aquella máquina que quiere una vida sin amos, sin Los países europeos partieron a la guerra en agosto de 1914, el estío
conflictos fatales, sin el eterno retorno de la pena. Esa vivencia de la y los cantos triunfalistas acompañaron la iniciación de muchos a la
trasgresión no necesariamente debe ser traducida como un acto violen- matanza. Poco tiempo después, comprendieron que no alcanzaban ya
to, sino como un acuerdo en permanente reterritorialización entre las los himnos, sino que necesitaban además de cobertores para la lluvia,
integradas subjetividades en comunidad o en soledad, que recurren a botas que impidieran que el barro se hicieran una sola cosa con los pies

JO
economías del deseo de las más variadas, como veremos en un ejemplo en las trincheras, necesitaban el sentido de por qué estar allí. Desencan-
inmediato. Esa manera de instalar la concordia como reconocimiento de to, frustración y mayor temor por lo insensato de la tarea. Un millón

A
la alteridad contra el sometimiento en la vida intensa de todos los días, de muertos era la cifra que recorría como un murmullo las cabezas

B
donde el carácter finito del vivir es palpable a cada momento, es incon- atrincheradas, a pasos de los hombre que debía matar. Para Navidad

A
ducente si no hay expresión de las intensidades de vida del inconsciente aumentó el dolor, el desasosiego, y según Jürge Michel se hizo notar15:

R
atrapado por pulsiones desconstituyentes, antivitales.
… una oleada de paz que comenzó con un villancico recorrió todo el frente, llevó a los

T
El encuentro con un funcionamiento de expresión es concordia, la
soldados de ambos bandos a sellar una tregua contra la voluntad de sus superiores, trepar
expresión de intensidades de vida del inconsciente, el reconocimiento

E
de las trincheras y encontrarse desarmados en esa tierra de nadie sembrada de cadáveres.
ético del otro como semejante sintiendo cómo el mundo vive en su cuer-

D
Ahí, durante dos días y a lo largo de cientos de kilómetros, miles de alemanes y británicos
po, cómo se agita en él, requiere de la concordia consigo mismo para
intercambiaron regalos, tomaron champagne, cantaron villancicos, armaron arbolitos,

O
lograr la concordia con el otro; y sólo se consigue con afectaciones, es
se cortaron el pelo, jugaron al fútbol, cavaron tumbas, rezaron juntos y enterraron a

N
decir, con sentir la alteridad en el propio cuerpo. ¿Se iría la vida en esa
sus muertos. La decisión de los generales terminó con esa paz espontánea largamente

R
búsqueda? Quizá. Pero hay ejemplos históricos donde la desobediencia
ignorada por los historiadores y cuya impronta más indeleble sobre la faz de la Tierra

E
a los superiores en situación de guerra fraternizó a los hombres. Olvi-
es haber hecho mundialmente conocida la canción “Noche de paz, noche de amor”. En

T
daron las órdenes de los Generales, Patrones y Tiranos.
el flamante La pequeña paz en la Gran Guerra, el alemán Michael Jürgs reconstruye

IN
Y ello permitiría superar las inhibiciones que la autoridad despótica
esos pocos días de paz durante la Primera Guerra Mundial a los que conspicuamente
promueve con el sometimiento a través de su basamento en el miedo,
se opuso un ignoto cabo llamado Adolf Hitler.
al abandono, al castigo, pero también en la ceguera del amor al tirano,
TO Atrás, en algún lugar, un par de ingleses cantan el himno nacional de su país. Los
propias de sus experiencias codificadas, infantiles, capturantes, inolvi-
sajones del otro lado los aplauden. Luego piden una canción, y los otros acceden al
dables; que sirven de alienación por ejemplo al grupo de adolescentes
N
pedido. Un poco más arriba, un mensajero alemán lleva un árbol de Navidad hasta la
soldaditos que saben que su último día puede muy bien ser éste, y el
E

frontera enemiga. Al tomarlo, los ingleses encuentran un papel proponiendo una tregua
sacrificio es exigido por un padre feroz.
M

navideña. Se encuentran a medio camino para ultimar los detalles.


Vaya un ejemplo de diversificación de la vida, sus expresiones de
En Pervize, entre Nieuwpoort y Diksmuide, las tropas alemanas levantaron un cartón
U

rebeldía al tirano y la concordia entre los hombres que dieron paso a sus
por encima de su trinchera: instaban a los belgas a olvidar la guerra por al menos una
C

mundos de vida y los expandieron en ese mundo de muerte; hombres


hora. Una sola hora de paz. Después, cada cual podría volver a su posición. El teniente
O

que jugaron, rieron, bebieron, cantaron y enterraron a sus muertos ante


Naviau, jefe de la división, no lo piensa mucho y acepta. Más tarde perdería por ello
D

el horror y terror de los Generales o de los Patrones, que prestamente


un ascenso a oficial. “Festejamos Navidad juntos como hermanos. Los alemanes nos
querían continuar con el horror y el terror, pues sólo así podían justificar
sus vidas y mandos.

Paz en la Tierra de Nadie 15. Jürge, Michel: “La pequeña paz en la gran guerra”. Recuperado de: [www.blog.comeva.
com.co].

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trajeron regalos, nosotros no teníamos nada. Ellos incluso ofrecieron vino”. Después jugó entre sí, no unos contra otros”. Navidad, 1916: frente al quinto regimiento King’s
empieza de nuevo, más bien sin ganas, el tiroteo cotidiano de un lado al otro. Liverpool en Ypres algunos soldados alemanes trepan de sus trincheras, les desean a los
Los alemanes ofrecieron una tregua. Pero la cosa no quedó en los acostumbrados ingleses Merry Christmas y les proponen encontrarse a mitad de camino en la NML.
intercambios de galletas por pan, pudding por tabaco. ¿Gustarían los Gentlemen tal Major Gordon echa una mirada y ordena a dos de sus francotiradores que bajen a los
vez un poco de cerveza? El depósito de la cervecería estaba lleno y no, no tenían por qué alemanes. Ellos obedecen. Private Walter Hoskyn lo vivió. En su diario personal dice:
preocuparse, no es que los quisieran emborrachar, se trataba de una cerveza muy liviana. “Ese perro asqueroso... No fue un acto digno de un británico”.

JO
Los ingleses dudaron, pero no mucho. Venga esa cerveza. Para el día de Navidad, el
Este relato realizado por un soldado, deja en claro que el amor al ti-
suelo barroso está lo suficientemente seco como para jugar. Para muchos, la verdadera
rano puede ser reemplazado por la avenencia (rozando quizá la amistad

A
historia no es la de la tregua, la de la paz, sino la de un partido de fútbol.
por minutos) hacia el otro venida primeramente de sí mismo, en tanto

B
Entre los ingleses, el fútbol era la actividad predilecta cuando descansaban del frente
la riqueza creativa y la cuantiosa disponibilidad de alternativas lúdicas,

A
en la retaguardia. No había rangos, se jugaba con pelotas de cuero, que para muchos
de festejos, de celebraciones, de lutos dan lugar a una sensibilidad que

R
soldados del Reino eran parte esencial del equipamiento de guerra.
acepta la vida y se embarca en la construcción de territorios existencia-

T
De arcos se usan un par de palos de madera, gorros o cascos. Las pelotas vienen del
les en la Zona de Nadie, pues hasta ese momento nadie sobrevivía si
lado de los anglosajones. “Mandamos a uno con la bicicleta a nuestros puestos de reserva a

E
la cruzaba. El problema entre los enemigos no está entre lo bueno y lo
buscar la pelota”, cuenta Harold Bryan de las Scottish Guards en una carta a sus padres.

D
malo, entre lo falso y lo verdadero, entre el odio inventado o la muerte
Sin embargo, para él no es tan importante el partido de fútbol, de por sí bastante alocado
a manos del otro, sino que está entre la vida y la destrucción. Claro que

O
para una guerra, sino un match de box entre un escocés y un alemán. “Se pegaron de tal
para Strauss, sus políticos y generales es mejor que se ame la Verdad

N
manera que tuvimos que pararlos”. Obviamente, aunque no era para nada obvio, todos
de la Causa, hasta entregar la vida, destruir y destruirse, por un signo,

R
rechazaron la propuesta de hacer un duelo entre un inglés y un alemán, cada uno con un
un símbolo, un pedazo de tierra que es y será de otro, un territorio de

E
tiro en la pistola. “Al fin y al cabo habíamos pactado un cese de fuego”.
explotación donde prima el valor del dinero.

T
Donde no había una pelota, se usaba un pedazo de paja bien aprisionada envuelta

IN
en alambre, de lo que había a montones. Como chicos corrían tras sus curiosas pelotas,
Acerca de la justicia. Niñxs y escuela y colectivos de cuidado
alentados por los que miraban desde las tribunas/trincheras. Los que tienen cámaras
fotografían el Juego de Guerra. De algún lugar apareció una pelota, recuerda Ernie
TO De manera extensiva, el odio promueve también una redistribución
Williams: “Armamos algunos arcos, dos fueron de arqueros y después todos se pusie-
de afectividades que en su composición es diferente del anterior encua-
ron a patear. Habremos sido un par de cientos”. Los Hampshires recibieron de los
N
dre afectivo. Así, los tiranos al ocupar su lugar de mandantes asumen
sajones de enfrente, cuando a éstos les prohibieron el 30 de diciembre cualquier otro
E

al mismo tiempo aquellos emblemas que dicen que él, como jefe, debe
tipo de encuentros, el siguiente mensaje de impotencia: “Queridos camaradas, les tengo
M

dar amor a sus soldados. ¿Pero de que se habla cuando se enuncia esta
que informar que a partir de este momento tenemos prohibido reunirnos con ustedes
idea? ¿Se puede amar a todos los hombres y mujeres? ¿Cómo pensar
U

allí afuera. Pero nosotros seguiremos siendo siempre sus camaradas. Si nos obligan a
el territorio de la escuela como una cartografía sensible que bloquee la
C

disparar, lo haremos siempre por arriba”. “Gentlemen –les escriben los sajones a sus
llegada del niñx al mundo del tirano?
O

enemigos–, nuestro coronel ha ordenado reiniciar el fuego a medianoche. Es un honor


En verdad un gobernante, un maestrx, no es sólo eso, ni un ciudadano
D

para nosotros informárselos”. Entregan el mensaje a la tarde, cuando se encuentran


tampoco es sólo eso; son, cada uno de ellos, sujetos sociales; y por ello
con los ingleses en la NML para la hora del té. Con el clima lluvioso nada mejor que
portadores de afectividades y referencias afectivas variadas, de acuerdo
un té caliente, ¿y quién si no un inglés para prepararlo bien? Los sajones llevan licor.
a su proceso de subjetivación, esto es, de composición maquínica con
Un año después, Navidad, 1915: “Estuvimos patinando por el campo como arriba de
elementos heteróclitos, singulares, que dan paso a formas de sentir,
una pista de hielo y después jugamos al fútbol. Los alemanes nos imitaron. Pero cada uno
pensar, desear, que crean figuras de un mundo dónde se incluyen, y

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esa inclusión los ha hecho humanos. Ocurre entonces que no se puede del adulto y el del niñx. Ambos no podrán ser socios en la agitación de
“dar amor” a todos los humanos, o bien ello significa que se ama a un la vida, de las fuerzas de la vida, ni compartir las entradas y salidas del
humano en particular, o amar al estado del ser humano pero no a todos mundo en el hogar y del hogar en el mundo.
los humanos. Debemos también considerar que muchas veces esos enun- Esa máquina deseante nace estropeada, con flujos bloqueados. Con
ciados ocultan agresiones inhibidas de los adultos sobre los niñxs. Pero encargos de adaptación compulsiva, sin riqueza semiótica, sin variacio-
volvamos a la reflexión sobre el don del amor, en este caso a los niñxs. nes de códigos, sin fugas posibles a la violencia institucional o familiar

JO
En verdad a un niñx puede dársele paciencia, comprensión, indul- ¿Cómo pedirle a un niñx que aprenda cuando su madre, trabajadora
gencia, cuidado, y esencialmente, justicia. Esta última noción es la que sexual de la pequeña ciudad es objeto cotidiano de comentarios de pa-

A
remite más cercanamente al amor; pues el amor puede ser dado de dres, madres y docentes? ¿Qué aprenda qué? Lo que escucha es que

B
manera extensiva a través de la justicia. Si intentamos definir a la justicia su madre es una prostituta, trabaja con camioneros en las playas de

A
diremos que es el amor hecho consciente, extendido a toda la huma- estacionamiento de las cerealeras, a veces en su casa, y él debe quedarse

R
nidad. Esa generalización del amor expresado a través de la justicia es afuera haciendo tiempo. Esa exclusión de por sí dada en el hogar, se

T
la que permite al niñx encontrar un adecuado sentido de la realidad. reproduce en la escuela, donde las acusaciones no son a viva voz, pero
Un contexto donde no exista el amor particularizado hacia él y donde es el hijo de quien es. ¿Justicia, derechos, salud mental? No encuentra

E
prime un ambiente injusto, producirá en el niñx una serie de sospechas esa conjunción en un gesto de amor que cobije. Un gesto de justicia

D
sobre los otros, que se generalizarán con el tiempo, y ello alterará su sobre ese niño es suspender todo juicio de valor sobre su madre y su

O
sentido de la realidad. actividad, pero eso lleva tiempo, y deseo; es un trabajo subjetivo que

N
Cuando no existe ni paciencia, ni indulgencia, ni tampoco cuidado, pocos adultos (maestrxs y padres) quieren hacer, pues siempre es bue-

R
el niñx no es amado, y el ámbito que carezca de estas características no no encontrar inferiores, en clases sociales y en comportamiento moral.

E
será un espacio afectivo adecuado para el crecimiento de lxs niñxs en Un régimen injusto es aquel que instala un agenciamiento discipli-

T
general, en cambio si existe todo aquello sí hay justicia y resguardo de nario, como unidad real mínima, donde dos términos co-funcionan,

IN
derechos humanos, y con ello preeminencia de salud mental. ¿Por qué la naturaleza y el hombre por ejemplo; un agenciamiento disciplinar
nos preocupa tanto esta correlación entre amor, justicia y derechos? como valor esencial es el que define las relaciones entre los adultos y
Porque hay pocos lugares que esta conjunción puede lograrse, y uno de
TO entre éstos y lxs niñxs; es decir que estas relaciones son proyecciones
esos lugares es la escuela; y esa institución es quizá la única que permite de la historia de estrías de dominación, por ejemplo a partir del enun-
detener la creciente cooptación de niñxs y adolescentes por parte de las ciado moral sobre una conducta que debe ser criticada, y la sexualidad
N

bandas y narcos. debe ser confesada. Pero no puede pensarse que a muchas mujeres les
E

Es por ello que en la recomposición afectiva que conlleva la actual ocurre sentirse ilusoriamente constituidas como tales casándose, pues
M

crisis, la justicia -tal como aquí es entendida-, no se instala como marco lo hacen por presiones que no pueden detener, por dudas, o convicción,
U

para la producción de subjetividad. Podríamos afirmar que en tanto no y pueden ser tan víctimas de violencia como la madre del niño que
C

exista ese marco, la coexistencia del adulto con el niñx en la institución vende sexo, pero aquí no hay venta, hay acostumbramiento, miedo,
O

escolar tendrá la característica del crispamiento, de la violencia velada, coerción económica, en tanto también hay violencia y sumisión. Casi
D

y con ello, una intensificación del sentido bizarro. Pues el vaciamiento nunca se habla de violencia de género en las escuelas, excepto de un
y las fragmentaciones que recompone el sentido se ordena de acuerdo femicidio difundido por los medios. ¿No es un material transversal a
a referencias alejadas de lo humano, mucho más cerca de la burocracia, trabajar como contenido educativo el cuerpo que es adueñado por otro,
del cumplimiento compulsivo de lo programático, haciendo desaparecer ya no públicamente, sino en lo más íntimo entre adultos, entre adultos
al ser humanizado (con sus afectos y pasiones) que encarnaría el lugar y niñxs? Educar es construir conjuntamente un mapa donde cada cual

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sepa cuál es su lugar en el mundo. Si ese lugar es el de reconocimiento Lo expresado anteriormente intenta delimitar la acción del adulto
de derechos, será el de la salud mental, entonces sabrá que hay derechos en la institución y reconsiderar su hacer. Si los contratos sociales que
a proteger y a ampliar. Allí se revela la ética de la enseñanza. históricamente convirtieron a la escuela en la institución socializadora,
¿Y cuánto del cuidado del niñx se deja de lado, cuánto de la indul- instructora y educadora de generaciones humanas deben trasformarse,
gencia del adulto, cuánto de la paciencia de escuchar problemáticas la acción del adulto en su tarea como educador adquiriría un sesgo
cruciales de la vida se pierde para lograr el cumplimiento estricto de lo donde el hacer, el pensar y el sentir tanto de sí mismo como del niñx

JO
estipulado por el encargo del programa, del trato familiar violento con puedan desplegarse sobre referentes existenciales, donde no hay un
gritos y golpes que niega al otro y su sufrimiento psíquico? modelo sino diversidad de modos de existencia; y ello significa que en

A
Si algo se comparte en la institución, no es el mundo ni la vida que un marco de justicia puedan compartir el mundo donde las referencias

B
circula de las formas más variadas, sino aquello que promueve la com- de los elementos de potestad del adulto se transformen en potencias,

A
pulsividad del complejo educativo, cercano a una lógica capitalista del entendidas como encuentros con lo que cada uno puede, en composición

R
rendimiento que con su voracidad traga toda variación semiótica. El de los elementos de potencia de lxs niñxs, -más adelante ampliaremos

T
sujeto con sus innovaciones, con su riqueza de expresión, se desdibuja el concepto. Es decir, que ambos gobiernen el mundo en que les toca
en sus posicionamientos creativos ante el cuerpo en el plano del ren- coexistir. Experiencia que jamás encontrará en la tiranía del grupo nar-

E
dimiento, del tono muscular acorde al logro esperado, crispado en la co, y que quizá le ayude a resistir su inclusión en él. Necesita el adulto

D
escuela y el hogar. el valor de trocar poder (prohibitivo, bloqueante de nuevos territorios

O
Preguntémonos entonces ¿Cuál es el trabajo del maestro? De una existenciales porque busca la sumisión tristemente), por potencia (re-

N
manera somera podríamos contestar que la tarea del docente es que cupero de capacidad de obrar, pensar y en un flujo colectivo del Hacer

R
el niñx encuentre qué hacer con lo que siente y con lo que sabe, soste- con nuevos sentidos para la vida). Así los niñxs reconocerán sus propias

E
niéndolo en su expansión de vida, en el reconocimiento de aquello que potencias, con un adulto aliado a su intento de autonomía, des-sujeción

T
se introduce en la escuela a partir de sus aperturas al mundo; por lo con pasión alegre.

IN
tanto, en lugar de que lxs niñxs se establezcan pasivamente ocupando Ello, necesariamente debe cimentar las relaciones entre ambos (do-
su lugar en el aula, el trabajo esperable del maestro es el de compartir cente-estudiante) descentrándola de los conceptos de programas, lec-
el mundo con el niñx, coexistiendo con él, agitando sus fuerzas con
TO ciones, horarios rígidos y también del concepto de escuela tradicional
él. Y principalmente, con todo ello, dar lugar a la alteridad. ¿De qué tal cual lo entendemos aquí, es decir, como institución que se define por
forma? Pues reconociendo el enseñante en sí el placer que produce el la construcción de compartimientos estancos entre el barrio, el club, los
N

encuentro con la inteligencia, y al mismo tiempo la inteligencia de saber vecinos, el hogar, el aula, el niñx y el adulto, cerrando de esta manera
E

encontrar el placer, en él mismo como enseñante y construir ese saber el acceso del niñx a un mundo heterogéneo, complejo y altamente sig-
M

con lxs niñxs para que se produzca ese encuentro, esa alteridad que está nificativo para sus aprendizajes.
U

dispuesta a incluirlo y al mismo tiempo es incluida. Esa es una salida Es posible pensar que las clases en las escuelas pueden llegar a ser
C

posible para el niñx descontenido, tal que le permita un atajo para no penetradas por elementos que provenientes de la burocratización y se
O

caer en el mundo de la banda y su reconocimiento “subjetivante”, ya instalan en ella de tal forma que impide vibrar en una territorialidad
D

que tanto más desubjetivado está, más posibilidades de ser soldadito propia, común a todos (las clasificaciones, la calificaciones, los exámenes
tiene. Construir ética respecto de la alteridad, subjetivarla, tomando en tradicionales son ejemplos de esos elementos). Pero la instalación de esas
cuenta al otro, humanizarlo introduciéndolo al mundo de las posibili- detenciones no es obra sino de la burocracia, que en su rol de contralor
dades, es una tarea posible. de las gestiones de acción educativa, promueve el centramiento de esas
acciones sobre la figura del docente (y del niñx) en el marco exclusivo

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del aula y no en el de la realidad, del mundo que agita sus fuerzas y ser capaz, ¿lo que remite a la potencia para Spinoza? No, ese poder no
quiere penetrar en la avidez de saber de los niñxs. es potencia, entendida como el encuentro con lo que se puede, como
Cuando hablamos de los lugares tanto del adulto como de lxs niñxs una pasión alegre, sino que es entendido como potestad del maestrx,
en la escuela, es necesario hacer notar que no se trata de borrar la ar- es decir, poder sobre.
quitectura de la escuela, ni los programas escolares, ni las clases, sino Veremos de qué se trata, en nuestra opinión, para ese niño ser ca-
que se trata de lograr construir una perspectiva donde cada uno de esos paz en ese territorio que cree conquistar con el objeto hurtado. Pues

JO
elementos se encuentre más cercano a la acción de la libertad del maestro se trata aquí de conquistas, de dejar marcas de un inconsciente ya no
y también a la del alumnx, en la apropiación de ambos de la gestión familiarista, sino basado en una economía del deseo, de su adhesión a

A
educativa. Libertad que es en acto, no una mera especulación discursiva. la sociedad de consumo. En verdad también ese poder de apropiación

B
Libertad para hablar de lo que ocurre en la vida de lxs niñxs, en el mundo no es potencia, pasión alegre, lo podemos entender como una pasión

A
del barrio, en la sexualidad de las vidas allí presente, de la violencia que triste, en tanto, como ya lo veremos en extensión, la tristeza no es si-

R
se esconde y disimula por temor o por un amor equivocado porque es nónimo de depresión, sino que es un concepto de B. Spinoza que nos

T
manipulación. Sólo de esta manera puede gestarse una recomposición de devela cómo esa pasión nos separa de lo que podemos, es decir, nos
las relaciones de convivencia y concordia que permitan superar la crisis desencontramos con lo que somos capaces de hacer, pensar, desear;

E
actual. Y ello supone reconocer tanto los poderes visibles e invisibles nos impide por tanto componer el flujo social (o singular) del hacer. En

D
del adulto como lxs del niñx. Hacia ese reconocimiento nos dirigimos. suma, la tristeza como pasión generada por un objeto exterior promueve

O
Encontramos un ejemplo quizás extremo para reflexionar sobre los odio16 (y el amor genera alegría)

N
límites, y este es el de un niño que roba; si acomete esa acción, sus mo- Y quizá ese niño que toma cosas de sus compañeros necesita territo-

R
tivaciones inconscientes nos dice de un deseo que se traduce en un acto rializar su deseo de propiedad en un mundo consumista con un objeto

E
de apropiación, pero es posible que el significado inconsciente (mejor di- ajeno, antes que utilizar la riqueza creativa puesta en el robo podría

T
ríamos preconsciente) no llegue a ser conocido por el sujeto; no obstante estar a disposición de una producción subjetiva afirmando su deseo de

IN
podría encontrar el significado de su acción en sus compañeros, esto es, poseer, pero no objetos, si un saber alegre, pues se envuelve con sus
a través del conjunto de reacciones que el grupo despliega sobre el niño. sabidos y lo hace más potente. Pero no puede tener esa pasión alegre,
Pero no es siempre así, pues el grupo en pocas ocasiones responde
TO su máquina deseante se atascó. ¿Podemos pensar en la envidia y en el
generando preguntas interpelantes, sino que lo hace el adulto (a veces), odio? De acuerdo a M. Klein, la envidia está motivada por el odio hacia
y en verdad, ese movimiento que si bien lo hace el maestro, es una reac- el que posee, montada en un sentimiento de enojo contra el que posee
N

ción del sistema y de la burocracia que se ordena internamente por su algo deseable, es una relación de a dos donde uno pierde el objeto o se
E

reglamentación de las conductas y las codificaciones sobre el deseo. No lo dañan. Ese sentimiento está entronizado sobre el odio (Klein, 1998:
M

pregunta qué necesita el niñx, sino qué debe corregir para no repetir el 186). ¿Quién es su aliado en vivir, quién es su amigo, su parresiastés17,
U

acto. Es por ello que las demandas del programa son las que rigen las cómo se inserta en el campo social ese amigo y él mismo con su acción
C

relaciones entre los sujetos, pues la forma en que circulan las coacciones de tal forma que le permita reconocer ese odio primitivo reactualizado
O

nos dice que el docente se encuentra en un contexto de incertidumbre por el fetichismo del marketing?
D

acerca del origen del poder que él ejerce en ese momento. Tanto para
el niñx como para el adulto en el aula, se instala de manera insidiosa
16. Hemos visto que Spinoza define en proposición (3, XIII, Escolio), al amor y al odio como
la siguiente pregunta: ¿Dónde está el poder? ¿Cuál es su origen? ¿Qué alegría y tristeza acompañadas de causas externas (Spinoza, 1963).
hacer frente a la situación salvo aplicar sanciones? Y entendemos al 17. La figura del Parresiastés viene de la voz griega Parresía, es el que encarna la virtud para
término poder desde su perspectiva etimológica: posse que significa los antiguos griegos de la franqueza, la libertad, la apertura que hacen que se diga lo que
hay que decir al amigo. Ver Foucault (1996).

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El requerimiento de respuestas parece urgente, si bien se desdibujan manizar el espacio para convertirlo en un mundo donde vivir, en tanto
sus búsquedas en las dependencias de la burocracia ministerial, en los se humaniza porque los sujetos arman (crean e inventan) una red que
deseos de los padres, o bien allí en donde se hace imposible su encuen- organiza la realidad de otro modo, con la conciencia y reflexión de que
tro con su pasión alegre, descubridora, audaz, que no necesita de ese se teje una trama, un mundo que se agita y transmite esa agitación; ese
odio primal para vivir, y si lo necesita, debe ser desplegado para dar mundo que vive en cada cuerpo y que contiene pero también ubica a
salidas singulares a la tensión psíquica que lo detiene en el robo, inútil, cada uno en lugares de responsabilidad y autonomía. Vemos cómo se

JO
patogénico como acto. Y para recibir esa patología y ampliarla está la conjuga el amor con la alegría de sentirse haciendo, colectivamente, y
banda esperando que la escuela agote posibilidades. la justicia de ser escuchado en lo que balbuceante se intenta decir sobre

A
Además, posibilidades que se diluyen, pues un sentido aparece lo que se siente.

B
como fuertemente determinante, y este es que existe una especie de Pero es frecuente que el adulto transmita al niñx falta de discerni-

A
racionalidad superior, una constelación de sentidos que sobrevuela el miento, junto a una carencia de autonomía; pues se presenta como una

R
espacio educativo y lo sobrecodifica, a veces de manera azarosa, y mu- persona que termina enredada en la urdimbre de un sistema burocra-

T
chas veces de forma altamente categórica y arbitraria; y que se traduce tizado. El niñx sabe que el poder le hace perder potencia al docente;
en la cuantificación que se revela como la instancia que representa el no tiene la potencia de encontrarse con una decisión propia y ejercerla,

E
poder difuso de la estructura del sistema. Se sostiene una industria de al menos para discernir sobre situaciones que le permitan componer

D
la normalidad, se codifica quién es apto y quién no lo es. El poder de decisiones conjuntas entre adulto, niñx y grupo.

O
los números trasciende la mera economía áulica para trasladarse a todo La composición del sentido de la potencia del hacer colectivo actual

N
el contexto institucional. Esta racionalidad que preside y comanda las (esta red humanizada que intenta establecer un orden siempre inestable

R
sanciones a través de cuantificar el rendimiento y el comportamiento con al mundo como conclusión provisoria y producto de la reflexión colecti-

E
cuantificadores aleja a las subjetividades de la posibilidad de construir va), es construido por los actores institucionales, y en esa potencia que

T
relaciones cimentadas en su potencia personal. La empresa se instaló en se perfila desde la experiencia misma, intervienen de manera esencial

IN
la escuela. Los criterios rentísicos son los valorados; nada de sensibilida- las relaciones intersubjetivas; es decir, las relaciones de intercambio hu-
des ni de tiempos perdidos en pensar en los mundos que habitan a cada manizantes que se producen entre lxs niñxs y entre éstxs y los adultos.
niñx. Ese tiempo está destinado a la acumulación de saberes técnicos,
TO Por ello si no hay potencia alegre del adulto, capacidad de encuentro
fácticos, pero no para saber sobre sí mismo. ¿Sabe el adulto sobre sí? con lo que puede, no habrá amor en sentido spinoziano. Ni los niñxs
Debería formar parte fundante de su formación ese saber sobre sí, de serán escuchados, por ello no habrá justicia.
N

sus odios y amores, de sus pasiones tristes y alegres. Y acerca de qué La coexistencia con las reglas construidas allí donde las demandas
E

transmite cuando deja señas en su tarea de educar. del sujeto se encuentran con las del grupo y las del adulto, permiten
M

Por ello si el niño en su búsqueda del límite que perfila la subjeti- descentrar la realidad escolar de las reglas arbitrarias, del universo in-
U

vidad (entre su deseo y la demanda social) sólo encuentra a un adulto justo de los poderes que se sostienen por fuera del marco inmediato y
C

que muestra visiblemente que el poder no reside en él, sino que es un someten a todas las subjetividades.
O

transmisor de mandatos que anidan en una nebulosa construida entre Ello nos impulsa a afirmar que en la escuela no existen los límites
D

la historia y la ficción de la institución, no reconocerá la posibilidad en el sentido aquí expresado; es decir en el verdadero sentido social y
de construir conjuntamente con ese adulto, y también con su grupo también psíquico; hay bloqueo del sentir y del decir.
de referencia, un poder hacer que surja de un sentido presente, que El niño en cuestión bien podrá intentar llegar a esos límites, reconocer
en verdad sería una potencia del hacer sobre lo pensado, una pasión donde está el poder del otro y del grupo, que intentará que ese poder se
alegre, constructiva, de encuentro.. Pues esa construcción significa hu- transforme en potencia, esto es, en encuentro con lo que puede hacer,

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decir, sentir, generando una pasión alegre con ello. Así la acción del de que el grupo necesita del niñx, de cada niñx, para el intercambio de
adulto de forma inmediata y personal, o la reacción de un compañero, sus deseos productivos y necesidades.
que muchas veces es un aliado o un amigo difícil de sustituir, permite Y para ello es necesaria la concordia, según nos refiere Antifón que
al niñx aprehender la gravedad de la situación, pues no sólo se está en su época, hace 2.500 años, hablaba de curar el alma, trabajar sobre
reconociendo la acción de un compañero o del adulto, sino también la ella, hoy podemos hablar de producir salud en la subjetividad, de res-
voz del grupo en su conjunto. Los impulsos del niñx pueden muy bien guardar sus modos de sentir, de reponer modos de sensibilización que

JO
ser contenidos por el grupo, y es sabido que cuando un niñx encuentra en la vida del sujeto quizá estuvieron, y ahora están vedados, o bien
esa capacidad de contención a sus propios impulsos en el grupo, su nunca lo han estado. Y esa sensibilidad habla del encuentro consigo

A
angustia tiende a disminuir, pues sabe que alguien, un otro, puede ma- mismo para encontrarse con el otro.

B
nejar lo que a él le resulta casi imposible, y esa imposibilidad de manejar El encuentro entre la subjetividad y el grupo supone una organiza-

A
la angustia, el odio, la envidia, es desencuentro con su poder hacer, es ción de las demandas de cada uno respecto del otro. Las seguridades

R
tristeza. No requiere de la presión o bloqueo brutal de sus impulsos, que se reconocen en el intercambio incrementan las capacidades de sen-

T
sino de una salida de tal impulso hacia una trama que lo enlace a otros sibilización de ambos y las respuestas crecen en creatividad e inventiva
impulsos de otros semejantes; deben ser sentidos así, con diferentes pues hay alteridad sentida, vibrante del otro en cada uno. Además de

E
intensidades, signos, sensibilidades que se marañan con otras. Esta es la generar un contexto de pasiones alegres que hacen encontrar pensa-

D
tarea de un colectivo que intente prevenir la cooptación de adolescentes mientos y acciones de los sujetos mucho más cerca de la autonomía que

O
que no encuentran qué hacer con su soledad, su fastidio, su odio, su de la alienación a la autoridad arbitraria de un poder ubicuo y difuso,

N
resentimiento y su pulsión desintegradora. Esa pulsión es la que necesita y por ello mismo despótico; pero eficaz en introducir temor y bloquear

R
para ser sicario o soldadito; odiar y odiarse por quien es y por qué no todo flujo de pasiones alegres.

E
tiene y no tuvo, y el dinero parecerá tender un manto que en apariencia Se comprende, con mayor o menor intensidad, que no hay nada mis-

T
hace olvidar, pero lo que no podrá borrar son las consecuencias de sus terioso en las palabras y gestos de los adultos en la institución, pues el

IN
actos para conseguirlo. poder encontrar que se puede hacer y sentir surge allí donde el sentido
Si hay un otro (el grupo, el adulto) que le dice que sabe cuidarse de se hace presente, actual, en el colectivo mismo. La inmanencia del aquí
él, y ello implica, paralelamente, que sabe cuidarlo de sí mismo, significa
TO y ahora, no la trascendencia de un más allá con sus representaciones
que el niño termina comprendiendo dónde se encuentra la potencia, oscuras que parecen calmar la angustia, pero sin embargo las incrementa.
construida como posibilidad, no como dominio sobre otro. Esa potencia Si esa comprensión existe, se crea subjetividad sin capturas tristes, desa-
N

retenida por los niñxs, por el adulto y por el grupo no es un efecto que parece el misterio del poder del adulto, el temor de la representación del
E

emana de las autoridades, ni del programa, ni del tecnócrata, es una castigo por pensar por cuenta propia y hacer y sentir en consecuencia.
M

potencia que enlaza y liga a territorios y objetos nuevos, creados para Ello es prevenir cooptación de un tirano, de cualquier clase.
U

ser depositarios de intensidades de la pulsión de muerte. La inmanencia se promueve, por ejemplo, con la implementación de
C

No es poder como potestad, es potencia en tanto el grupo se encon- dispositivos donde la enseñanza se oriente hacia el modo en el que cada
O

tró con un poder hacer algo con su acto destructivo. La potencia es un sujeto tiene de producir significados y entramarlos con la producción
D

encuentro con la capacidad de pensar qué hacer. La coexistencia entre que realizan los demás. En la creación de un régimen de signos que
semejantes, sentidos como tales, es concordia pues es reconocimiento no termine cerrándose en el valor de la nota, de la cuantificación, que
ético de la alteridad, y es posible entonces sobre el basamento de que después será traza subjetiva de dinero, o consumo, sino en saber trazar
el niñx, cada niñx, necesita del grupo, de su contención, de su juego; y una línea de fuga y saber cómo y dónde ir, encontrando nuevos mundos
que están en sí. Es producir lo real.

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Ello requiere de una importante capacidad expresiva, por lo que


resulta necesario considerar en esos dispositivos temas tales como: las Esta sociedad de control18 que domina nuestro mundo occidental ya
capacidades de cada miembro; las diferencias y los miedos, el rostro y no necesita de los espacios de encierro para producir, educar o castigar,
la autoridad del mismo, el desacuerdo con el grupo como conjunto tra- pues no son indispensables las instituciones disciplinarias modernas
mado de significados y de signos extranjeros que se tornan incompren- (como la fábrica, la escuela, la cárcel); el control se realiza por el ciber
sibles pero que puede aprenderse ese idioma balbuceante, huyendo de espacio, con comunicación digital. Se disemina así la posibilidad de ser

JO
lo conocido de las capturas mortíferas y lograr quizá una lengua común visto y detectado todo el tiempo. En nuestra sociedad conviven desde
para los mínimos acuerdos; la construcción del sentido del significado hace años aspectos de la sociedad de control con otros rasgos discipli-

A
grupal; lo que cada uno produce como singularidad; la significación y narios; no han desaparecido las instituciones modernas, aunque están

B
la construcción de la realidad inmanente; la potencia de construcción y transversalizadas por aquellos rasgos de control. Se desterritorializa

A
transformación individual y grupal de esa realidad, con las correlaciones gradualmente la subjetividad respecto de las instituciones modernas,

R
inmediatas en la práctica. con sus modos de sensibilización, sin embargo, se vuelve a territorializar

T
Todo ello conforma la reflexión, en función de que el pensamiento en aquello que Félix Guattari llamaría “las lógicas capitalistas, es decir, los
vuelve sobre sí mismo orientado por la pregunta: ¿por qué pienso y sistemas de juicios que proceden por equivalencia generalizada, conjuración y

E
siento tal cosa? Y esa reflexión se traduce en capacidad de acción, pero represión de las intensidades animistas, conversión de las trayectorias singula-

D
esta es una acción deliberada, reflexionada, pero primeramente sentida res, sistema de reiteración y de circulación de entidades formales en “mercados”

O
pues el deseo seleccionó conexiones para inventar algo. Alejándolo de desterritorializados (el de la economía, la moral, el arte...)” (Guattari, 2000: 61).

N
las capturas del tirano que puede estar esperando para cooptarlo. En suma, se modelizan sensibilidades que trabajan en no develar

R
Este trabajo tiende a recomponer la dislocada dimensión del nosotros, que lo único importante es el dinero, pues él todo lo equivalencia, y se

E
junto al intento de promover flujos de intercambios entre las sectori- complementa con el ascenso en la escala social. Y puedan lograrlo o no,

T
zaciones culturales y sociales del colectivo, que vulneren las compar- aunque la publicidad lo enuncie como posible, el sostenimiento en la

IN
timentaciones establecidas dentro del grupo, como también entre éste carrera lo producen los psicofármacos, como andamiaje químico que
y la realidad exterior. En suma creemos necesario abrir puertas para al modo de hilos sostienen al sujeto como un títere, erguido pero sepa-
que las subjetividades comiencen a pensar de otro modo frente a la
TO rado de su capacidad de hacer y sentir en lo singular y en lo colectivo,
autoridad en tanto al mismo tiempo sienten que pueden edificar reglas pierde autonomía, de decisión, de movimiento y de afectividad. Estos
inmanentes, construir concordia, sensibilidades nuevas, con un sentido agentes químicos deben incluirse en la composición de los estratos de
N

actual, que de respuesta a sus problemáticas y saltearlas; y también organización; pues son los que permiten la organización física y subjetiva
E

les permita enfrentar el temor al vacío que acecha permanentemente centrada en el principio de rendimiento. En ciertos estratos sociales la
M

inventando una salida. Esta labor vital calma la angustia frente a ese cocaína rindió y rinde sus beneficios a la producción del trabajo incesan-
U

vacío que es temor al abandono y puede impulsar a la búsqueda de te de los brockers en los competitivos medios bursátiles y financieros.
C

una protección alienada, en el Jefe por ejemplo; lo vital significa una La ilusión de pertenecer a ese mundo sólo pudo realizarse en función
O

respuesta bien distinta a la compulsión incontrolable, que en todo caso, de una subjetividad colectiva ávida de recibir la marca de un valor de
D

termina por impulsar a la subjetividad a realizar actos destructivos, sin pertenencia; como también lo fue en los años 90 la valorización de la
duda violentos e irreflexivos, como mandatos mortíferos que puede unidad del dinero en equiparación al país central, pues sabemos cómo
realizar como soldadito.

La justicia como acto de ternura y concordia


18. Para ampliación del concepto, remitirse a Deleuze (1990).

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se funden esos emblemas sociales en los procesos identificatorios de conocimiento o reconocimiento es esencial para la creación de un no-
los sujetos, promoviendo modos de sentir y de pensar determinados. sotros no como identidad fija, sí como dimensión cartográfica, es decir
La realidad psíquica de muchos jóvenes se presenta en toda su com- como creación colectiva desde la rizomática creadora (multiplicidad de
plejidad. Consumidores eventuales de sustancias psicoactivas durante tallos subterráneos invisibles que proliferan a distancia), en tanto pro-
la adolescencia, se agrava la situación cuando ingresan a trabajar en ductora de lazos de pertenencia que son inestables pero sostienen una
empresas de fuertes trama competitiva; la tensión laboral y el incre- salida; entonces la gestación de un nosotros integrador es posible, con

JO
mento constante de rendimiento y requerimiento de productividad, nuevos rituales de pasaje, nuevas legalidades, en el cual la diferencia
los empuja al consumo diario de la sustancia. La dependencia psíquica no sea sinónimo de enemistad. Allí encontramos al sujeto ético en un

A
se profundiza en tanto el tiempo de trabajo se extiende, junto a la in- agenciamiento de procesos de expresión. En aquel que puede inscribir

B
tensidad de la vida cotidiana. Con frecuencia surgen algunos síntomas en su subjetividad recursos con los cuales las preguntas sobre las dife-

A
que hablan de un exceso que lo insta a desterritorializar casi todos los rencia y sobre el otro son siempre fundantes pero aleatorias porque se

R
aspectos de su vida; la actividad sexual es frenética, y el alcohol les vive la experiencia de las fuerzas que sacuden al mundo y ello produce

T
impide disfrute de la misma, y no pueden recordar nada pocas horas efectos en el cuerpo, lo conmueve haciéndolo vibrátil. Pero esas fuerzas
después. Otra característica de esta situación subjetiva es la necesidad son siempre distintas. Son procesos de singularización que no hace

E
de estar comunicados de manera constante, el otro virtual o esa voz del nosotros una identidad exclusivista, eso sería un retroceso, sino un

D
escuchada en el celular los apacigua, aunque ya alcanza esa presencia estado para un pase a otro territorio para inventar otra conexión y otro

O
y requieren después compulsivamente del chateo o su whatsapp. Todo estado de existencia.

N
está ilusoriamente cerca, pero en sus realidades psíquicas casi todo está Siguiendo la línea sobre el estallido que provoca la ausencia de pa-

R
lejos, excepto su vendedor de sustancia. Estos excesos son una fuga des- labras y la escisión entre las afectaciones y el decir, tenemos otro relato

E
tructiva, desterritorializante, sin nuevos territorio donde anclar, caótica. para analizar, el del libro Pendejos, de Reinaldo Sietecase (2006), y esta

T
Ellos saben que no puede parar. Y temen no poder hacerlo. es también una situación ocurrida realmente, se trata de un joven de

IN
Pero ello no ocurre únicamente con subjetividades jóvenes de ori- 17 años con carencias materiales y simbólicas que abandonando la es-
gen socioeconómico medio alto, sino que incluye en su búsqueda de cuela tempranamente intenta trabajar en una verdulería, sin embargo
jerarquización social a través del consumo a adolescentes y jóvenes que,
TO es cooptado por un grupo de distribuidores de droga del barrio en el
pertenecientes a sectores socialmente precarizados, el montante afectivo que vive; asombra la inmediatez como rasgo con que suceden las cosas.
identificatorio es fuerte y siguen mandatos propicios al consumo en un En su barrio pobre comenzó a estar armado para hacer su trabajo, para
N

amplio sentido. Hablamos de ello cuando analizamos el fenómeno de hacerse respetar, seguramente, no más que eso. Una tarde se retrasa
E

guerra de niños y adolescentes que convertidos en sicarios buscan un en el reparto de la sustancia, para jugar un picado con amigos, sin otro
M

lugar de entre los muertos, sus propios compañeros caídos en las luchas modo de resolver la tardanza, detiene un taxi para que lo lleve a repartir,
U

entre narcos por el territorio, con el seguro arbitraje de parte de la policía pero no se hace llevar por el mismo, sino que ese día de la primavera
C

que se suma a las mafias buscando cobrar con violencia legitimada por de 2002 un inusual gesto del chofer le hace disparar el arma. Mata al
O

el Estado su porción de dinero y muerte. conductor, lo baja del asiento y lo deja en el pavimento, moribundo
D

Por ello creemos necesario creer en la presencia viva de ese otro, de y abandonado. Maneja el taxi hacia los lugares donde debe dejar la
sus palabras, de sus decires y actitudes, como principio de concordia; mercancía y luego busca a su novia con quien irá a una bailanta; ya de
ante eso, la hipótesis en la escuela de la materia curricular Cosas Im- madrugada, manejando el taxi, ella le pide ir hacia Luján, a visitar a la
portantes, es siempre un reaseguro de que la vida está allí, y cada uno virgen; cuando salen del oficio religioso, los detienen y sus primeras
puede estar conociéndose a sí mismo a partir de conocer al otro. Ese palabras son: “Lo maté sin querer”.

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Podemos encontrar aquí una negación de la existencia del otro, una nosotros, promotora de justicia en tanto amor hecho consciente, sobre
desubjetivación sostenida en la indiferencia, otro que ni siquiera es un ello nos dice Berardi: En el horizonte de la generación videoelectrónica (los
enemigo declarado, no hay odio, ni afectaciones contra la víctima; en actuales niñxs) aparece una necesidad de terapia. ¿Cómo construir posibili-
una guerra existe un matar o morir, no aquí, esta es otra guerra, donde la dades que reactiven la ternura, el reconocimiento y la circulación afectiva y
muerte es resultado de una resolución de un problema, donde la víctima discursiva? ¿Cómo construir espacios de trabajo creativo en los pliegues de la
no sabe que está en esa situación. Sin odio, sin afectos que interrumpan vida precarizada? (ibíd.).

JO
la tarea, la inmediatez del objetivo impulsa al acto. Lo dice Berardi: las Ese es el interrogante que insiste sobre la tarea: un modo es borrar
palabras sin emoción alimentan una sociabilidad cada vez más pobre, reducida toda cesión de la palabra con el montante afectivo que debe acompañarla,

A
a la lógica del dar y el tener (Berardi, 2007: 193). y así deshumanizarla, otro es componer un acto de justicia que, como

B
Sin palabras, nos vamos acercando al acto, al puro acto. Hemos visto hemos visto, es amor conscientemente sublimado, donado y recibido,

A
ya que el acto desgajado de lo simbólico es sólo eso, un acto que carece pero lo es también esencialmente cuando esa palabra se asume como

R
de sentido, de significación, y puede ser un asesinato brutal como una un derecho a ser enunciada con sus afectos y perceptos; allí la justicia se

T
golpiza entre adolescentes que termina en tragedia por la muerte de establece de manera plena, y podemos componer entonces la secuencia
alguno de ellos. de justicia, derechos humanos y salud mental, con la verdad que en

E
Es decir, se combinan en esta composición la falta de recursos afec- ese momento el sujeto expresa. Todo ello conforma un acto de amor

D
tivos, mundanos, amorosos que permitan a las subjetividades compo- sublimado, no como gesto acariciador, sino como garantía de derecho

O
ner con el mundo -no sin conflicto, pero no destructivamente-, por las a enunciar, de protección, de justicia (en suma, subjetivante), que se

N
carencias de legalidades que inician en la vida la máquina deseante, la sintetiza en la ternura del gesto (ceder la palabra) como búsqueda de

R
escisión entre palabra y afecto, o al decir de Rolnik: el deseo es conglo- concordia con ese otro semejante; es allí donde la verdad es curativa

E
merado de afecto y voz, indisociables, formando constelaciones existenciales en tanto es posible enunciar la palabra con afectividad, y ser escuchado

T
singulares; entonces ¿frente a que régimen de signos estamos? Decimos con tal afecto, así comienza la concordia con sí mismo (en un sentido

IN
régimen como un funcionamiento semiótico que da sentido y que dice terapéutico) para después viralizarla de manera rizomática, en espacios
qué noción nos orienta ante algún acto de la vida personal y también creativos donde se pueda gozar de las caricias de tonalidades vocales, de
colectiva, y es maquínico pues acopla singularidades de las más diver-
TO pieles que juegan en el roce, en un plano del aquí y ahora, del contacto
sas. Volvemos a la pregunta, ¿Cuál es el régimen de signos que orienta corporal placentero, de la sensorialidad y sensualidad en el momento
nuestro destino actual como humanidad en occidente? El Sólo hazlo ligado de producción de subjetividad adecuado. Esa posiblemente sea una de
N

al dinero como signo que hace valor. Veamos sino que el relato de Sietecase las maneras de atenuar la violencia reactiva, la pulsión destructiva y
E

sobre la prontitud de la resolución del adolescente que trabaja de dealer afirmar la justicia que no es otra cosa que el amor sublimado, consciente,
M

o soldadito ante el chofer de taxi, sólo actos sin aparentes consecuencias. ligador de afectos e inhibidor de lo destructivo, protector de derechos
U

En su libro, todas las narraciones de situaciones tienen ese origen, no y promotor de salud.
C

importan las consecuencias, poseen ese proceso y destino: acto y dinero.


O

Si las palabras si emoción nutre un intercambio humanizado cada


D

vez más carente, sumida en la lógica del acto de hacer y tener, expuesto
a la más absoluta precarización afectiva y existencia; la agitación del
mundo no puede vivir en ese cuerpo, está anestesiado a ver y sentir. Hay
una tarea, sin embargo, que es posible llevar adelante, y es la de unas
activismo que es la mismo tiempo política y terapéutica, y opinamos

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CAPÍTULO III
Deuda, sufrimiento y ciudadanía

“¿Qué os podría hacer si vosotros no fuerais encubridores

JO
del ladrón que os roba, cómplices del asesino que os mata
y traidores a vosotros mismos? Sembráis vuestros frutos

A
a fin de que él en vuestra presencia los devaste; amuebláis
y ocupáis vuestras casas para proveer a sus expedicio-

B
nes de robo; criáis a vuestras hijas a fin de que tenga en

A
qué saciar su lujuria; alimentáis a vuestros hijos a fin
de que él les lleve consigo para, en el mejor de los casos,

R
conducirlos a la matanza en sus guerras, o convertirlos

T
en administradores de sus codicias y ejecutores de sus
venganzas...”

E
Étienne de La Boétie. “El discurso de la servidumbre

D
Voluntaria. O el contrauno”

O
D
N
ebemos tener en cuenta que nuestro continente está atra-

R
vesado por profundas condiciones de desigualdad econó-

E
mica, social y cultural, en suma, los excluidos estructurales

T
del mercado de producción y consumo son productos de

IN
políticas que buscaron ese fin. Esa promoción de la exclusión, con sus
modos de sentir y de pensar se corresponde a dispositivos de poder
TO que diagraman las fuerzas en función de intereses determinados. Y ello
generó que mientras se promovieron modelos identificatorios como los
N
descriptos, se produjeran también enunciados con sus correspondien-
tes visibilidades acerca del pago en los últimos 40 años de una deuda
E

impagable. Recordemos: honraremos nuestras deudas. Hoy, mediados de


M

la segunda década del siglo XXI, esa deuda no termina de dominarse,


U

aunque los últimos gobiernos tuvieron actitudes firmes y eficaces en tan-


C

to al acotamientos de deudas usurarias hay una renovación compulsiva


O

de la política de endeudamiento en el año 2016. No podemos olvidar las


D

consecuencias de dichos compromisos que terminaron siendo pagados


con muchas muertes -físicas y simbólicas- de la ciudadanía.
En realidad esa deuda es con un padre despótico que perversamente
acota cuándo, cómo y para qué vivirá su hijo.

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Según el mensuario Le Monde Diplomatique entre 1976 y 2001, la deuda externa Y con ello suponemos que dada la prueba no hay más exigencias.
argentina pasó de 7.600 millones a 132.000 millones (155.000 millones sumando Si realizamos un esfuerzo de imaginación y trasladamos esa trama de
la deuda privada), a lo que hay que agregar 40.000 millones ingresados por la priva- relaciones de poder y acciones humanas a nuestra sociedad latinoame-
tización de empresas nacionales. Entre tanto la desocupación trepó del 3% al 20%, ricana, urbana y rural, encontraremos que el sacrificio se consuma. Los
la pobreza extrema de 200.000 personas a 5.000.000; la pobreza de 1 millón a 14 hijos son muertos por órdenes de superiores (del mundo financiero y
millones; el analfabetismo del 2% al 12% y el analfabetismo funcional del 5% al 32% político, nacional e internacional), a través del hambre, el apaleamiento,

JO
(Bonasso, 2002). el maltrato psíquico. Y esas víctimas son niñxs y adultos a los que se
¿Qué consecuencias en la salud mental producen estas condiciones condenan diariamente a no ver, no hablar, no conocer y si fuera posible

A
socioeconómicas e históricas? Devastadoras, lo veremos más adelante. no respirar.

B
Pero continuemos con los orígenes míticos y ficcionales que dan lugar La forma más común de violencia que sufren las mujeres es la violencia

A
a la obediencia ciega y al esperado sacrificio. física infligida por sus parejas. Según la periodista Mariana Carvajal:

R
Si tomamos como referencia a los textos del Antiguo Testamento, “las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas

T
encontramos un episodio donde se conjugan aspectos límites entre el en casa que de sufrir cáncer, accidentes de vehículos, guerra y malaria, según estadísticas

E
amor, la vida y la muerte, y el comportamiento de dos hombres respecto del Banco Mundial. Al menos una de cada tres mujeres ha sido golpeada, forzada a

D
del padre. El episodio de referencia es aquel donde Abraham, por un mantener relaciones sexuales o sufrido otro tipo de malos tratos a manos de su pareja a
mandato del mismo Dios, tiene que dar muerte a su hijo Isaac. En las lo largo de su vida. Con estas estadísticas como telón de fondo, ayer Naciones Unidas

O
representaciones pictóricas, especialmente la de Rembrandt, aparece lanzó en Nueva York una campaña mundial que se extenderá hasta el 2015 para que se

N
el hijo yaciente sobre un lecho, que suponemos de piedra, con el rostro intensifiquen las iniciativas en cada país dirigidas a erradicar la violencia contra las

R
cubierto casi por completo por la mano izquierda de su padre. Esta mano mujeres, tal vez, una de las violaciones de derechos humanos más extendida, frecuente

E
poderosa no deja que Isaac vea lo que sucede, tampoco puede hablar por y naturalizada al interior de miles y miles de hogares en el mundo. Y también en la

T
la presión sobre su boca; y dudamos que pueda respirar sin dificultad. Argentina, donde todavía está pendiente una política de Estado integral para enfrentar

IN
El brazo derecho del padre se erige blandiendo un hacha, pero suje- el problema” (Carvajal, 2008).
tado por el antebrazo por el Arcángel que impide el crimen, mandado
TO Aquí no existe la figura de Dios que suspende la muerte a través del
por Dios. La prueba de fidelidad ha sido dada.
Arcángel. La fidelidad de la lógica del sometimiento es implacable. No
En la expresión corporal del hijo adivinamos una sumisión completa,
se detiene en miramientos de ética de vida y muerte. Menos se aceptan
N
aunque es un adulto que dispone de toda su fuerza para oponerse y
preguntas. Hay un sometimiento expreso al mandato. Sin esas pregun-
E

salvar la vida. Entre el padre y el hijo no hay preguntas ni miradas que


tas se cierra definitivamente el proceso pues si bien no hay un olvido
M

se encuentren. Parece no existir el derecho a esas preguntas. El cuerpo


de cómo hacerlas, sí existe el pretendido olvido de cómo escucharlas.
del padre se halla retenido en un gesto que lo orienta hacia arriba y
U

Son dos las lógicas que se enfrentan. Por un lado la sumisión que
la mirada lo acompaña en la obediencia a Dios. Creemos que con esa
C

enceguecida responde a un mandato que se pretende natural: el sacri-


mirada pregunta a su Padre si lo que hace es lo que Él espera, si ésta es
O

ficio de una parte importante de la población, pero especialmente de


la prueba que Él pretendía.
los niños pobres, sin defensas de ningún tipo ante el avance del poder
D

Ahora bien, el relato bíblico nos dice textualmente: “Luego extendió


de los adultos (de los financistas que especulan con su existencia y el
su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo. Pero el Ángel le dijo: -No
de algunos padres que repiten el maltrato a que ellos mismos fueron
pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes
sometidos) o bien mujeres sometidas a sus parejas o maridos, victimas
a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único-“.
constantes de maltrato. Y por otro lado, se encuentra la lógica que dice

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que debemos amar la vida más que la obediencia; simplemente eso. Y interiorizado, consumando lo que no hizo Abraham. Preguntemos en-
no esperar como Isaac la muerte sin mirar, sin hablar, sin conocer, para tonces -como no pudo hacerlo Isaac-: ¿Padre, por que no evitas mi muerte,
después casi dejar de respirar. la de mi cuerpo y la de mi espíritu, si eso está a tu alcance? ¿Quiénes son más
Ello supone, lo sabemos sobradamente, hacer preguntas sobre no- importantes que tus hijos que prefieres entregarlos al sacrificio?
sotros mismos como hombres, como mujeres y como ciudadanos, pero Si estas preguntas pudieran hacerse, no habría quien las escuchara,
también sobre los que queremos proteger, los niñxs. Pues si reconoce- pues eso es un impensable y un indecible para los que gobiernan. Según

JO
mos que como hombres muchas veces idealizamos a un padre fuerte, la investigación llevada a cabo por Covenant House -institución que
sabio, bondadoso, que nos gobierna, nos dice qué pensar y qué sentir, lucha por los derechos de la infancia-, “casi un 40% de los niños de la

A
¿estamos en condiciones de pedir cuentas cuando ese padre envenena calle en Ciudad de Guatemala tuvo su primera experiencia sexual con

B
el medio ambiente, cuando permite que sus hijos se mueran de hambre alguien a quien no conocía. Los niños entrevistados habían utilizado su

A
o él mismo los manda a la guerra, no los protege ni preserva, cuando no cuerpo para sobrevivir y todos sufrían enfermedades de transmisión

R
puede soportar la mirada de sus hijos e hijas sobre su propia mirada? En sexual”4. Y por la misma fuente se sabe que los niños y niñas que ingresan

T
la década de 1990, “de acuerdo a UNICEF, 60 millones de niñas -20 millones al mercado sexual cada año alcanzan al millón. En la misma Guatemala
de niñas más que niños- no tienen acceso o no aprovechan la oportunidad para en años de la dictadura del general Ríos Montt, (1982-1983), juzgado en

E
asistir a la escuela primaria y sólo el 36% de las niñas en países en desarrollo 2013 por genocidio, se comprobó que en sus cuarteles existía la maquina-

D
acceden a la educación secundaria (…) Otra investigación llevada a cabo en ria de esclavitud sexual y doméstica de las mujeres indígenas de origen

O
Perú determinó que el 90% de las madres entre 12 y 16 años que había dado maya, implementada para dar descanso a los soldados que tomaban

N
a luz en un hospital, había sido víctima de violación, a menudo a manos de territorios matando a los hombres, tomando también como territorios

R
un familiar. Y en un hospital de Costa Rica se descubrió que las embarazadas a ocupar y violar a los cuerpos de las mujeres a sus servicios, según se

E
adolescentes entre 15 y 19 años en su mayoría eran víctimas de incesto”1. expuso en el juicio histórico que se llevó a cabo en ese país. Toda una

T
En el año 2014 podemos obtener estos datos, que no han variado alegoría sobre el poder de dominio del territorio jurisdiccional y sobre

IN
demasiado: “en Costa Rica hay cerca de 300 mil mujeres adolescentes entre el cuerpo de la mujer esclavizada.
los 12 y 19 años, (...) con rezago escolar; o bien, menores niveles de calificación El mapa es claro. Cuatro países sudamericanos y México destacan
laboral. (...) son las características de los nacimientos de las madres adolescen-
TO a nivel mundial por la cantidad de niños y niñas víctimas del turismo
tes”. Según la vicepresidenta, Ana Chacón, de 70.000 nacimientos, 14.000 sexual (2015).
corresponde a madres menores2. UNICEF calcula que alrededor de 1,8 millones de niños y niñas sufren
N

¿O bien cuándo permite y promueve el racismo o la homofobia?3 ¿Pero la explotación sexual en todo el mundo, aunque tanto esta organización
E

también cuando despliega formas de opresión que tiene como efecto in- como la principal red de lucha contra este flagelo, Ecpat International,
M

mediato la inmensificación de las ganancias de aquellos que lo dominan? reconocen que trabajan en función de aproximaciones y extrapolaciones.
U

Esto conlleva como premisa inmediata intentar reconocer cuál es la Sin embargo, un atisbo de esa enunciación que protesta contra esa
C

realidad psíquica de este padre que se deja dominar por su propio padre realidad se realiza en las críticas que los movimientos sociales antiglo-
O

balización hacen al cuestionar y boicotear las reuniones de la Organi-


D

zación Mundial de Comercio, o en todas las protestas antiglobalización


1. Revista Salud Mujer/Red de Salud de las mujeres latinoamericanas y del Caribe, 3/98, y anticapitalistas y ello significa, indudablemente, un conato de salida
p. 34.
2. La Nación de Costa Rica, octubre de 2014.
3. Muchos grupos conservadores resistieron el debate sobre la Ley de Identidad de Género
(Ley 26.743) en Argentina, que al aprobarse –mayo de 2012–, permitió poseer un
documento de identidad con el nombre y el sexo que se ha elegido. 4. Salud Mujer/Red de Salud de las mujeres latinoamericanas y del Caribe, 3/98, p. 34.

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de esa realidad ofensiva para la infancia, que está ligada al capitalismo y reconociendo sus propias fuerzas), que se contrapone a las formas
más expoliador. hegemónicas de pensar la acción política y cultural. Esa conciencia bien
En Argentina esas improntas de interrogantes surgieron con las puede llamarse nómade, pues se cimienta en la disolución de la idea
asambleas barriales, con el movimiento piquetero; como organizacio- de centro, referencias originarias o identidades auténticas, cualquiera
nes que discutieron el poder formal y real de la democracia represen- sea el tipo de éstas.
tativa en los acontecimientos de diciembre de 2001-2002. Pero también En nuestros países ha estado surgiendo esa articulación que permite

JO
se potenciaron protestas y acciones en las organizaciones dedicadas pensar en varios ejes (clase social, raza, edad, etnia, género) que se en-
a luchar por el bienestar y los derechos de los niños y adolescentes, o trecruzan al mismo tiempo en la política de resistencia y ampliación de

A
aquellas que promueven la educación sexual en la infancia y también derechos, a los más vulnerables, en lo socioeconómico y en los derechos

B
despenalización del aborto, pues, recordemos la situación en los años de las minorías, sexuales, por ejemplo. Y en ese naciente reclamo se fija

A
90 en América latina: “la Population Reference Bureau nos informa que una cuestión, no siempre valorada adecuadamente, que es que la pree-

R
en Chile y Argentina, más de un tercio de las muertes maternas de adolescentes minencia de lo económico sobre lo político se construye sobre un altar,

T
son el resultado directo del aborto inseguro, en tanto que en Perú un tercio de el del sacrificio de los más débiles. Se instala una semiótica cultural:
las mujeres hospitalizadas por complicaciones del aborto tiene entre 15 y 24 sólo el valor de cambio tiene “valor”, es decir, sólo el dinero hace signo.

E
años, de tal forma que el aborto es la tercera causa de muerte materna”5. Para adentrarnos en la complejidad creciente de esa problemática

D
Más de 10 años después, aún se cuestiona el derecho que garantiza que incluye aspectos subjetivos, políticos, y por supuesto económicos,

O
el Código Penal a interrumpir un embarazo en caso de violación, y se es que nos remitiremos a los mandatos que emiten las organizaciones

N
agrega como agravante que la joven padece discapacidad mental severa. mundiales financieras, que hombres y mujeres latinoamericanos reciben

R
Ocurre este freno en la provincias de nuestro país con el patrocinio de y acatan acalladamente la mayoría de las veces. Pues por ese mandato

E
sectores conservadores de la Iglesia Católica6. es que se derivan las acciones sacrificiales de la niñez, de las mujeres, de

T
Sin embargo, en Argentina la tasa de mortalidad materna sigue travestis en la mayoría de los países del mundo. No hay registros en el

IN
siendo muy alta y el aborto inseguro es la primera causa. Se hacen presupuesto para ellos y sus calidades de vida, de salud, de educación.
500.000 abortos por año. Las muertes por abortos en el último lustro Es necesario recordar que la edad promedio de vida de las personas trans
aumentaron el 51,5 % en el país.7  TO es de 35 años en nuestro país8 en 2007 y 41 años en 2015; esa diferencia
Así, un reclamo insiste a escala internacional, con clara exhortación, se debió a la ampliación de derechos de las personas trans.
es el de un orden social más justo; y ello se involucra acertadamente a la Ahora bien, si los padres de aquellos que juran defendernos son
N

política de manera privilegiada. Las manifestaciones anticapitalistas que los que obtienen las ganancias, los beneficios, y sólo piensan en cómo
E

alían a jóvenes universitarios, obreros, feministas, LGTBI, sindicalistas, incrementarlo, sabemos entonces el porqué de esa obediencia ciega.
M

Organizaciones no Gubernamentales, se eslabonan con movimientos Abraham temía a Dios, su Padre, y suponemos que de allí surgía la
U

que luchan por reivindicaciones particulares en sus tierras (Zapatistas obediencia, pero no es menos cierto que aquellos que juran defendernos
C

en México, Movimiento de los Sin Tierras en Brasil). Surge entonces un comparten -con importante porcentaje- el saqueo de los poderosos. Por
O

modo de conciencia crítica (al modo de Isaac rebelándose a su padre


D

5. Population Reference Bureau, The World´ Youth 1996, Washington, D. C. Citado por 8. Página 12, “Las leyes que reclaman los travestis”, 16 de diciembre de 2007, p.22,
Revista Salud Mujer, 3/98. recuperado de: [www.eterdigital.com.ar]. No debemos olvidar sin embargo, que la Ley
6. Página 12, “Nuevamente demorado el permiso para que aborte la menor MFC”, 16 de de Identidad de Género, incorporó la compra de hormonas para proveer en centros de salud
septiembre de 2007, p. 19. a personas trans, que las necesiten, y de insumos para los tratamientos de fertilización
7. www.agencialavoz.com (consultado el 12 de mayo de 2015). asistida.

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ello quizá sería necesario reconocernos huérfanos y con ello, capaces de a manos de sus dominadores de turno9; es frecuente encontrar a sujetos
encontrar las propias salidas como comunidad. ejerciendo sufrimientos crueles a otros que se supone más débiles para
En tanto no se articulen las preguntas, y no se abran las bocas para soportar las sumisiones a las que han sido sometidos, quitándoles con
discutir con esos padres, soportamos el sinsentido, el absurdo de inver- ese estado de sutil o brutal esclavitud todo tipo de potencia subjetiva.
siones de millones para fabricar armas mientras se mueren millones de Es lo que sucede con el hombre patriarcalista.
seres humanos por miseria fisiológica en todo el mundo. De acuerdo

JO
con Banco Mundial, y volvemos a los años 1990, (CD ROM, World Bank: Educación y sometimiento
Word Development Indicators, 1997) entre 1995 y el 2000 se calculaba que

A
morirían 100 millones de chicos en los países desarrollados. Esas muertes Interviene aquí entonces una lógica que es propia del diagrama social

B
podrían ser fácilmente evitables (sarampión, coqueluche, tétanos) Para de la modernidad, pero que, sin embargo, sigue generando sus efectos

A
evitarlas se debería gastar la misma cantidad de dinero como el que aquella formación disciplinaria. El modo de pensar contemporáneo con

R
invierten las empresas tabacaleras norteamericanas en publicidad en un sus aspectos de sociedad de control, está regido por significaciones cada

T
año. Otro dato, según el director de la Oficina de Análisis y Previsión de vez más exigentes en logros de eficacia y eficiencia, y ello des – huma-
la UNESCO, Jérôme Bindé: después de la guerra fría, los gastos militares niza, pues lo humano se reduce a criterios exitistas y determinaciones

E
en el mundo oscilaron entre los 800.000 y los 920.000 millones de dólares productivistas propias del rendimiento capitalista. Esto significa que

D
anuales. Para los 1300 millones de pobres registrados en las estadísticas, debemos estamos preparándonos para vivir en un mundo muy dife-

O
a un costo de 100 dólares por persona (hombre, mujer o niño) se les rente al actual.

N
ofrecería techo, agua potable y equipos sanitarios básicos con 130.000 Y ese modo de pensar de acuerdo a Alice Miller, abreva en un modo

R
millones. Entre un 15 y 20 % de los gastos en armamentos mundiales. de educación de la infancia que se impuso durante parte importante

E
Surgen entonces interrogantes: ¿cómo fueron educados nuestros pa- del siglo XIX y el siglo XX en los países occidentales, donde la peda-

T
dres para ser insensibles a estas contradicciones? ; ¿cómo nos educaron gogía intenta doblegar la voluntad del niño, obligarlo a la inexpresión

IN
para ser insensibles y al mismo tiempo propagar una moral de amor de su ira y dolor ante las actitudes del adulto. Todo ello es sustancial
al prójimo, impuesta en nuestra niñez, con una coerción permanente al capitalismo, pues los modos modernos disciplinarios de educación
basada en el miedo, la culpa y la esperanza que es pura espera como
TO y sometimiento promueven cuerpos tomados como mercancías, y su
formación subjetiva? fuerza de trabajo lo es, vendida en el mercado. Aquí vemos cómo estos
Una desobediencia es posible llevar adelante, con los ojos abiertos, modos de educación son los últimos registros fuertes del patriarcado
N

con la disposición a oír y decir; esa desobediencia no es otra que quebrar en la historia, no porque no siga existiendo ese modo de subjetivación
E

el mandato: “No conocerás, y obedecerás”. que busca el servilismo del otro, sino que entrado el siglo XXI, es menor
M

Esa desobediencia nos compromete como hombres, como mujeres, el daño que causa por decadencia y por reemplazo de otros modos de
U

como padres y también como ciudadanos, y en todo ello se diagrama dominación, como lo es la tecnología, que sigue siendo sostén y a la vez
C

qué tipo de masculinidad ejercemos los hombres, con el poder conse- herramienta fundante del capitalismo de este siglo.
O

cuente que ello implica, ¿cómo conjurar el patriarcado que como un El adulto, en la educación moderna, que aún subsiste, a su vez se
D

ethos moldea sensibilidades tiránicas y serviles? Para ello nos ayudará distancia del sufrimiento de su propia infancia, pues él mismo no pudo
la reflexión del último capítulo de este libro -IX-; donde se analiza de como niño defenderse de esa pedagogía que le imponía el mutismo ante
manera sui géneris el genocidio cotidiano que significa la matanzas de
mujeres y menores a través del trabajo esclavo y la muerte de las mujeres

9. http://m.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/13-52829-2016-01-15.html

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lo que sentía como humillación, ofensas, violencia por parte del adulto Incluso, nos aclara Miller, cumplió con satisfacción el pedido de sus
o del educador10 captores que escribiera sobre su vida. En esas memorias, se hallan epi-
Se generan entonces subjetividades que desde un primer momento sodios de la infancia donde se revela que el lugar del pequeño Rudolf
fueron entrenadas para hacer lo que se les ordena, para que dejen de ha- era inferior al de los animales en la casa, pues su padre los trataba mejor
cer lo que se les prohíbe, y para que sientan la voluntad del adulto como que a él, de allí su gran amor por ellos. Algo similar encontramos en
si fuera propia, pues por lo general nunca pudieron hacer su voluntad. el jefe de las SS, Heinrich Himmler, quien se ofusca contra los cazado-

JO
Esa pedagogía se impone desde muy temprano, y los niñxs olvidan lo res quienes “disparando a mansalva contra unos pobres animales inocentes,
que les ocurrió en la primera infancia. Comúnmente se supone que los inermes y desprevenidos, que están paciendo en las lindes del bosque. Pues,

A
niños desautorizan a los padres desobedeciendo, pero se trata, en esta viéndolo bien, se trata de un crimen “ (en Miller, 1998: 74). Se reconoce el

B
lucha, de que los padres intentan recuperar en su hijo el poder perdido crimen en el cazador de animales pero no en el cazador de humanos.

A
por ellos en su propia infancia ante sus propios padres. Obediencia que Ambos son productos de la pedagogía negra, a la que el pedagogo

R
se traslada luego al capital transnacional, al Mercado y su consumo, y G. Schreber11 contribuyó con sus escritos que se hicieron famoso en

T
a las figuras más notorias de su vida a las cuales el deber es obedecer. Alemania y también en el resto de Europa, traducidos en varios idiomas
Entre los numerosos ejemplos que cita la autora, tenemos el de Rudolf y prolongándose en la historia por edición tras edición (llegaron a cua-

E
Höss -Jefe del campo de concentración de Auschwitz-, quien fue educado renta). Este pedagogo decía en uno de sus libros, después de doblegar lo

D
para cumplir las órdenes que se les impartía sin que pudiera cuestionar que él llama testarudez en el niño: Si los padres se muestran consecuentes

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su contenido. En sus memorias dice: “Mis padres me enseñaron que debía con la aplicación de este procedimiento, muy pronto se verán recompensadas

N
tratar con respeto y reverencia a todos los adultos...Con especial énfasis me por el surgimiento de aquella agradable situación en la que el niño es controlado

R
repetían que debía realizar sin demora o bien obedecer los deseos y órdenes casi enteramente con una simple mirada de sus padres” (ibíd., p. 20). Queda

E
de mis padres, maestros, párrocos, y de todos los adultos, incluido el personal claro entonces que la autoridad del superior se manifiesta incluso con

T
de servicio, que nada debería apartarme de ese deber. Lo que ellos dijesen era la mirada, y ésta no puede desafiarse, y sólo queda el sometimiento al

IN
siempre lo correcto” (cit. en Miller, 1998: 73). superior o al adulto. No es posible reaccionar con dolor e ira, pues el
Podemos comprender por qué Höss nunca se opuso a ninguna orden superior no soporta esas reacciones, ya que explica Schreber:
impartida sobre cómo lograr el holocausto en su campo de prisioneros. TO “los gritos y llantos inmotivados con los que el pequeño manifiesta sus caprichos han
10. La psicoanalista Alice Miller, en su libro Por tu propio bien (Miller, 1998) enumera
de considerarse como las primeras pruebas para evaluar la efectividad de los princi-
N
una serie de objetivos de la pedagogía negra (concepto acuñado a su vez por Katharina pios espirituales-pedagógicos...(ante signos de testarudez)... actuar de manera más
E

Rutschky en su libro Schwarze Pädagogik). En él se describen todas las técnicas del positiva: distrayendo rápidamente su atención recurriendo a palabras serias o gestos
condicionamiento temprano con el posterior olvido del niño de esa imposición. Como
M

síntesis se puede señalar que la pedagogía negra tiene como fin enseñar:
amenazadores...cuando esto no surta efecto , mediante amonestaciones corporales...
Bastará con aplicar este procedimiento una vez, o a lo sumo dos veces, y seremos amos
U

- que los adultos son amos;


- que deciden lo que es justo e injusto; del niño para siempre” (en Miller, 1998: 19).
C

- que su ira no proviene de sus propios conflictos;


O

- que a los padres siempre hay que protegerlos; Esta pedagogía se extiende a otras regiones del mundo y por supuesto
- que los sentimientos vivos del niño suponen un peligro para el adulto dominante;
que ligadas a la disciplina naciente de la modernidad y al avance del
D

- que al niño hay que quitarle la voluntad lo antes posible;


- que todo hay que hacerlo a edad muy temprana para que el niño “no advierta nada” y capitalismo colonialista del siglo XIX, termina por conformar un tipo
no pueda traicionar al adulto.
Según estas autoras, los efectos de esta pedagogía, dominante en occidente en los siglos
XIX y XX, tuvieron como secuelas catastróficas ideologías como el nazismo y los modos 11. G. Schreber fue padre de un paciente psiquiátrico, juez de profesión, cuyas memorias
de dominación imperial y colonialistas; y aún padecemos sus secuelas en el maltrato a utilizó S. Freud para develar las incógnitas de la psicosis. El pedagogo aplicó sobre su
niños y niñas contemporáneos. hijo los métodos que lo hicieron famoso en todo el mundo.

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de sujeto al que se le impone obedecer; con esta educación el niño es ello es fuertemente desubjetivante, lo patologiza, pues así se termina
acosado, pero como la misma comienza desde muy temprano por lo por reproducir sobre otros lo que se sufrió pasivamente. La humaniza-
general ha sido olvidada por el sujeto, aunque tenga recuerdos como ción se opone de manera taxativa al servilismo y la desigualdad de los
niño, de que: “debe someterse a la voluntad de sus padres, y hay que hacerlo adultos, a las causas que promueven la violencia. Así por ejemplo, en
ya al principio...La obediencia consistirá: 1- en que los niños hagan con gusto tanto el estatuto social de la mujer se encuentre por debajo del estatuto
lo que se les ordene. 2- dejen de hacer gustoso lo que se les prohíba, y 3- queden del hombre, su frustración aumenta y se compensa con la sobrevalo-

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contento con las normas que se prescriban pensando en ellos”12. Muchos jefes ración psicológica del hijo varón. Esto implica que hay una serie de
nazis y muchos hombres y mujeres alemanes han sido esmerilado con mecanismos que promueven la sumisión de ese hijo, contribuyendo a

A
estas formaciones de poder y de ejercicio de autoridad y obediencia, generar patriarcado, y ello lo ubica en una posición servil respecto de

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proveniente del siglo XIX, como hemos visto. los poderes políticos, que lo manipulan psicoafectivamente, dejándolo

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Esta concepción del niño en la naciente modernidad se extendió y sin trabajo, inerme; violentándolo y volviéndolo violento con sueños

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promovió hasta avanzado el siglo XX un determinado modo de pen- que la publicidad dice realizables13, y violento con los que considera

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sar y de sentir, y por ello, los niños educados de esta forma -es decir que tiene bajo su potestad (poder sobre). La frustración ejerce entonces
la mayoría en América Latina-, bajo la férrea autoridad patriarcal del el mayor de los poderes dominando al sujeto que cree merecer lo que

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adulto, se sintieron vulnerables. Ya como adultos pueden defenderse le prometen, pero ello permanece incumplido.

D
de ese sentimiento reprimido de vulnerabilidad desplegando violencia Ello presiona con violencia a los sujetos, especialmente a los varones

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y queriendo doblegar a seres que inferioriza y considera más débiles que deben demostrar que son capaces de triunfar de todos modos aun-

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(sus hijos, personas de diferente religión, etnia, género). En suma, un que se está fracasando; esa ubicación del varón -en plena frustración-

R
despliegue de enunciados y actos microfascistas. Lo que es sustancial se compensa con la agresividad que éste descarga sobre los otros que

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al capitalismo que requiere como modo de producción la disciplina cree más débiles, su mujer, sus hijos, los más pobres, los extranjeros. Se

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pero también por competencia la enemistad de los que se hallan en el recorre así un circuito que va de compensación agresiva en compensa-

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juego del Mercado. ción agresiva. Y ello no es más que ideología fascista, cuyos preceptos
No resulta difícil encontrar aquí, en estos despliegues de métodos esenciales son el acoso y desprecio al más débil con la supresión de
pedagógicos, de pequeñas y grandes coacciones, de humillaciones re- TO contenidos creativos, vitales y emocionales.
petidas, de manipulación engañosa al niño, el posterior impulso de De acuerdo con los registros de A. Miller, entre los dirigentes del
aniquilamiento que revela el adulto matando a cientos de seres con III Reich no hubo ninguno que no haya tenido una educación rígida y
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una bomba, obedeciendo un mandato de la Patria, que muchas veces severa. Quizá lo mismo podría pensarse acerca de la educación de los
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es por el petróleo a conquistar por la empresa de turno. Y ello se hace dictadores y muchos políticos y hombres latinoamericanos, pues se ge-
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con buena conciencia, ya que para esta educación la debilidad y los sen- neraliza una mística masculina donde las características de dominación,
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timientos (las emociones, la simpatía, la ternura, la compasión) deben rudeza y competitividad exacerbada anulan toda posibilidad de sentir
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ser suprimidos de los modos de sentir de la subjetividad. empatía y comunicación con los otros. Y se sirve de todo esa urdimbre
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Humanización, para nosotros, significa el recupero del amor a sí de mandatos y violencia el capitalismo, que necesita para lograr su fin,
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mismo (entendido como respeto a la propia dignidad), y también la que es la acumulación ilimitada, una sociabilidad capitalista, donde todo
capacidad del articular la ira y el dolor adecuadamente ante la ofensa, se traduce por el signo del valor de cambio. Si ese valor existe, todo es
la humillación; no ha podido defenderse del sufrimiento con el silencio,

13. Ya citamos aquí la conclusión de Robert Merton (“Estructura social y anomia”, en Merton,
12. Miller, citando a J. Sulzer, año 1748, p. 27. 1954).

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conquistable, de muchos modos, con la invasión especialmente, pero Siete décadas atrás, en un mensaje de año nuevo, Joseph Goebbels,
también con el marketing. como ministro de propaganda del III Reich decía: “odian a nuestro pue-
También podemos proyectar este acoso al más débil, o a la búsqueda blo porque es decente, valeroso, esforzado, muy trabajador e inteligente…Nos
de enemigos, al modo en que los adolescentes en las escuelas en barrios odian como Reich y como comunidad. Nos han obligado a una lucha de vida o
populares van armados a sus escuelas, y dirimen sus cuestiones de po- muerte. Nos defenderemos en consecuencia”15.
der en función de la multiplicación de diferencias y mayor intolerancia Asimismo, Richard Perle, miembro del Pentágono, aclaraba hace

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frente al otro, con el uso u ostentación de esas armas (blancas o de fuego). pocos años: “No hay etapas. Esta es la guerra total. Luchamos contra una
Son cada vez más frecuentes los episodios de niños heridos (y también variedad de enemigos. Nuestros hijos cantarán grandes canciones sobre nosotros

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adultos), por el uso de esas armas, donde el disenso se dirime rompiendo en los años que vendrán”.

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la escena agrediendo al otro. Ello parece indicar que desde la pubertad Y el mencionado ministro de propaganda del régimen nazi decía en

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misma el sometimiento al otro se promueve con la intimidación directa 1943: “La guerra total es el imperativo de la hora. El peligro que enfrentamos es

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del arma o con el uso de la misma. enorme… Quienes no entienden esta lucha mañana nos agradecerán de rodillas

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Otro modo de funcionamiento de esta máquina social paranoica que la hayamos emprendido”.
del Capital, que es la que hace funcionar nuestra actual sociedad ar- Existen otras similitudes que podemos recordar, pero creemos nece-

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gentina y latinoamericana. Abordaremos ahora el trazado de una línea sario establecer una línea de conexión entre una y otra política en térmi-

D
que vincula las nociones modernas del patriarcado, de la violencia de nos ideológicos pero especialmente en lo referente a la producción de

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la educación con concepciones políticas que llegan al actual contexto subjetividad como modelamiento de sensibilidades. Y para ello debería-

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planetario que requiere de la guerra como estrategias de expansión, y mos remitirnos a los conceptos -ya citados aquí, capítulo II- establecidos

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por ello, necesita de enemigos. por Carl Schmitt, filósofo del derecho quien fue autor en las primeras

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décadas del siglo XX de la justificación jurídica y legal del ascenso del
Concepciones modernas del siglo XIX y políticas imperiales

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nazismo. Este intelectual, criado en el contexto de la pedagogía negra,

IN
del siglo XXI pronunció dos tesis principales en su sistema de pensamiento y que
las reconocemos tanto en las estrategias operativas de propaganda del
Es necesario reconocer en los discursos imperiales actuales de losTO régimen nazi como en la política de guerra del gobierno norteamericano.
países centrales algunas similitudes con el régimen nazi, con sus con- Su primera tesis dice: “Es soberano quien decide el estado de excepción”
cepciones, educación y producción de subjetividad. El presidente G. (Schmitt, 2001: 23). Entonces: ¿quien decide en caso de conflicto? Y en uno
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W. Bush dijo en septiembre de 2001 después del atentado a las Torres y otro ejemplo (los nazis, los americanos del norte y algunos países
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Gemelas14): nos odian por lo que se ve aquí mismo, en este salón, un gobierno europeos) encontramos que para Schmitt esa facultad de suprimir la ley
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elegido democráticamente. Los líderes de ellos se autoerigen. Nos odian por vigente -ya sea de manera general o de manera particular- es a tal grado la
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nuestras libertades: nuestra libertad de credo, nuestra libertad de expresión, verdadera característica de la soberanía (ibíd., p. 25). Pues para este filósofo,
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nuestra libertad de votar… la soberanía reside en decidir qué constituye la seguridad y el orden
O

El precandidato presidencial norteamericano D. Trump no deja de públicos cuando éstos están perturbados. Esa soberanía, se apoya sobre
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decir: “nosotros los americanos somos las víctimas y todo el mundo está contra el fundamento de una decisión y no de una norma que preexiste. Es por
nosotros”. ello que la suspensión del orden vigente en su totalidad le permite a uno
y otro régimen lanzar una guerra total contra aquellos que “los obligan

14. Bush, G., Discurso en el Capitolio, 21 de septiembre de 2001. Recuperado de:


[wwwfilosofía.org/his/2001/921]. 15. Recuperado de: [ww2diario.blogspot.com/2009/12/discurso-de-ano-nuevo-de1939].

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a defenderse”. Crean así estados de excepción, donde el derecho (de las Alemán, como instancia trascendente, ideal que se debe alcanzar con la
otras naciones, de la vida de los prisioneros) se suspende para el logro obediencia y la guerra al enemigo elegido hasta el exterminio.
de la autoconservación. Los prisioneros del gobierno de G. W. Bush y Las intervenciones norteamericanas toman como referencia el cuerpo
Obama en la base de Guantánamo lo dicen por sí mismo. conceptual de un exiliado alemán, Leo Strauss -al cual ya mencionamos-,
Y todo reposa en la decisión que se libera de toda obligación nor- discípulo y protegido de Carl Schmitt. Evoquemos otra de las tesis de
mativa y se presenta como absoluta. Seguimos con el ejemplo alemán16. Schmitt, la que afirma que: “todos los conceptos significativos de la moderna

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Pues ese Estado junto a sus hombres y mujeres, así enmarcados en una teoría del Estado son conceptos teológicos secularizados” (2001: 43).
norma que necesita de la homogeneidad, se adaptan adecuadamente a Los conservadores norteamericanos siguen los preceptos de Strauss,

A
la nueva situación de una decisión última que impone la excepción, sin quien sostenía que “en la vida política la mentira es la norma, además de ser

B
cuestionamientos incluso para las órdenes más atroces. necesaria”17. Por otro lado, “sólo pueden gobernar -para él- aquellos que

A
Evidentemente este discurso representa una ética y una estética del advierten que no hay moralidad alguna en este mundo y sólo puede existir un

R
pueblo alemán. También es claro que la norma anterior se destruye y derecho natural, aquel que permite al hombre superior dominar al inferior”18.

T
la decisión se separa de la norma jurídica y de esta manera la autoridad Strauss enseñó desde su escuela política, en universidades de nortea-
demuestra que no necesita tener derecho para crear derecho (Schmitt, 2001: 28), mericanas y sabía de la necesidad social del patriotismo y el patriarca-

E
en este caso derecho al exterminio de un pueblo desde una facultad de lismo consecuente, y la otra pata del sistema de poder que fomentaba,

D
imponer la excepción, que al decir de Schmitt, lo demuestra todo. Además, la religión, aunque él era ateo. La verdad, para Strauss, no puede ser

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esta noción de autoridad, ¿no nos resuena con aquellos enunciados que comprendida sino por unos pocos, ante ello no es ilícito mentirle a la

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a modo de consejos daba a los educadores el Sr. Scherber? Es evidente mayoría. Podemos encontrar en la política norteamericana a través de

R
que existe una clara conexión entre la autoridad ejercida sin necesidad sus discursos y acciones beligerantes la teoría de Strauss; estos políticos

E
de derecho con la determinación imperiosa de que otro obedezca in- que se formaron en esa escuela, muchos ejemplos hay, entre ellos el de las

T
cluso contra su voluntad. Veamos otro consejo citado por Miller: “Un famosas armas de destrucción masiva nunca aparecieron en Irak, y con

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niño acostumbrado a obedecer a sus padres se someterá también con gusto a ello retornamos a Schmitt, en que hay un origen ilimitado e omnipotente
las leyes y normas de la razón, pues ya estará habituado a no actuar según del legislador-gobernante actual en tanto se identifica el origen de su
su propia voluntad. Esta obediencia es tan importante que ha decir verdad, TO poder con lo divinizado. Así, para Schmitt, toda política es teológica,
toda la educación no es otra cosa que el aprendizaje de la obediencia” (Miller, en tanto las discusiones se dan en el marco de los dogmas teológicos.
1998: 26). Además, debemos recordar que las prescripciones educativas Ciertamente es claro lo que plantea este último autor, pues si la
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aclaraban: que los adultos son amos, y que deciden lo que es justo e injusto política tiene un fundamento teológico, la democracia está regida por
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(ibíd., p. 66). Vemos aquí un régimen de signos con codificaciones duras, mandatos casi divinos, sostenida por la fe del pueblo creyente, aunque
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sin la posibilidad de la flexibilidad considerada por fuera del Espíritu sus representantes fueron elegidos en comicios libres. Pero en ambos
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16. En marzo de 1933, a las pocas semanas de haber ascendido al poder, el Canciller Hitler 17. Son más que conocidos los retoques fotográficos con que Stalin eliminaba todo registro
de las personas que mandaba asesinar. Pero la historia de la manipulación de imágenes
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logró obtener todos los poderes del Parlamento, que desde ese momento se convirtió en
una caja de resonancia del Ejecutivo, carente de voluntad propia. Ocurrido el incendio con fines políticos o ideológicos es mucho más amplia: desde el Imperio Romano hasta
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del Reichstag, en manos de los nazis pero los acusados fueron los comunistas Hitler la invasión de Irak, pasando por Mussolini, la caída de Berlín, las playas de Iwo Jima,
solicitó al Presidente Hindenburg la aprobación de un decreto conocido como el Decreto Vietnam, el terror psicológico de la Guerra Fría, Bush padre e hijo, y otras falsificaciones
del incendio del Reichstag; un arma legal, el Canciller alemán podía abolir la libertad de forman parte de la política straussiana.
prensa, el derecho a la libre expresión, el derecho a la privacidad de las comunicaciones 18. “Strauss radicaliza a Schmitt al proponer la reteologización de lo político,la unión de
y el respeto a la propiedad privada. Además, el gobierno central podía usurpar funciones política, religión y moral - aun cuando piensa como Maimónides vi que ambas son
de los gobiernos regionales si lo consideraba necesario. Estado de excepción que se un fraude perpetrado por los sabios y los filósofos para engañar al pueblo que no está
prolongó durante todo el III Reich. preparado para conocer la verdad” (Acuña Vigil, s/f).

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casos hay reducción a una misma sustancia, sea la Voluntad del Pueblo, Seguramente encontraremos enunciados semejantes de algunos gober-
Espíritu, la Nación, la Autoridad, la Voluntad de la Mayoría. Esa re- nantes. Para los argentinos la palabra exterminio resonará en la historia
ducción se ve complementada en el caso norteamericano, y en muchos desde 1975, cuando resalta desde un decreto presidencial firmado por
otros gobiernos en la década de 1990 y en este milenio, por el sesgo de el presidente provisional. I. Luder.
la enseñanza de Strauss. Una clase dirigente apela a esa Voluntad y Resulta claro que la corporización personalizada en un líder remite al
termina engañando al resto19. hecho de que las normas que emanan de éste envían a un acto fundacio-

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Un ejemplo de ello son los conflictos actuales que han adquirido nal; de este modo lo político de ninguna manera es superestructural, sino
una base teológica. La Casa Blanca, ha enunciado mensajes tales como: que es violencia fundante en tanto necesita del enemigo para establecerse

A
vamos a eliminar el Mal de este mundo, Así el Bien combate al Mal. ¿Pues como tal. El líder capta lo que la masa requiere y toma decisiones que de

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que sería el uno sin el otro? Por otro lado los fundamentalistas islámicos ninguna manera estuvieron previstas por el curso de la historia. No es

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reciben de Alá el mandato de la inmolación con su paraíso prometido. la masa la que toma la decisión, es el líder el que lo hace convirtiéndose

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Asimismo las matanzas de Sabra y Chatila, fue justificada por ser un en objeto de identificación para la masa. Recordemos sino la estructura

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mandato que el pueblo judío recibió de Jehová. de la servidumbre voluntaria, donde prima (de acuerdo a La Boétie20)
Ahora bien, encontramos que si la democracia en este aspecto no en dicha estructura, el amor de los dominados sobre el censor. Pero se

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se opone a la dictadura, es porque en uno y otro caso lo homogéneo se agrega una operación, otra vez la discriminación, o la exclusión de lo

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constituye como dimensión de una noción de nosotros sólo si lo hetero- heterogéneo. Recordemos también a Pierre Clastres (cap. I), donde dice

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géneo es destruido. que la obediencia es el sostén del tirano, con su demagogia mantiene

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Esta constitución de lo político en función de su origen teológico, unida a una sociedad con un enemigo que la unifica, y ello no es ajeno

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delimita también que la noción de Estado que monopoliza la violen- a la democracia, no corresponde sólo a las dictaduras (Clastres, 1998).

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cia legítima presupone lo político, y con ello su esencia, que es el par Hay correlación entre los conceptos de Carl Schmitt –sus dos tesis

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opositivo amigo – enemigo. Dice Strauss: “Dado que la humanidad es principales: la política como fundamento teológico y la soberanía sos-

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intrínsecamente perversa, debe ser gobernada. Ese gobierno, sin embargo, sólo tenida en el decisionismo- y la política de los Imperios. La democracia
se puede establecer si los hombres están unidos, y sólo se los puede unir contra norteamericana tiene líneas de conexión ideológicas muy claras con
los otros” (citado por Catalán, s/f) . TO regímenes dictatoriales, y el peso político de la corriente de pensamiento
Por ello es necesario fabricar amenazas del exterior, si no las hubie- propugnada por el emigrado Strauss parece ser contundente entre la
ra. Ya sean las armas de destrucción masiva en Irak o bien al modo de nueva derecha norteamericana. Pensamiento que no sólo promueve
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Goering (el segundo de Hitler), quien decía refiriéndose al pueblo: ”... tiranías, sino que, además, necesita cimentar los microfascismos coti-
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es fácil. Todo lo que hay que hacer es decirle que está siendo atacado y acusar dianos y se alimenta de ellos.
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a los pacifistas de antipatriotas y de exponer al país al mayor de los riesgos“


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(Miller, 1998). Traslademos estos dichos a los países latinoamericanos. Pensamiento nómade o microfascismos. Producción
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contemporánea de subjetividad
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19. “Esta línea de pensamiento ha llegado a Leo Strauss, cuyos seguidores ejercenhoy una
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influencia notoria en la política exterior de Estados Unidos; algunos de entre ellos han Si consideramos entonces la subjetividad, veremos que se habla como
desempeñado un papel notorio en la invención del argumento de las armas de destrucción hombre, como también se habla como mujer, como niño o como niña;
masiva y, en general, del peligro inminente que representaba Saddam Hussein para Estados
Unidos, con el fin premeditado de invadir y ocupar Iraq. Entre otros Shadia Drury con sin embargo, los ejes sociales actuales (caída de la ilusión, inermidad
obras como The Political Ideas of Leo Strauss (1988) ha relacionado el papel de los
straussianos en el entorno de la Casa Blanca y su relación a la mentira política” (Catalán, 20. La Boétie, Étienne de, El discurso de la servidumbre voluntaria o el contra uno. Escrito
s/f, p. 9). en el siglo XVII.

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social, reconocimiento de una identidad denostada, búsqueda de ene- estrías que marcan rumbos como huellas transitadas, (¿como espacios
migos virtuales o reales, necesidad de discriminar, etc.), son los que lisos buscará mar y cielo?) quizá.
interaccionan, los que se intersectan y constituyen la subjetividad del Está visto que esta idea carece de concepción de centro y monopolios
hombre y la mujer contemporáneo que lo revelan reaccionario, conserva- de sentidos como el patriarcado, el falocentrismo y del racismo, todos
dor y agresivo. Por ello, podemos pensar que se habla como hombre, por componentes necesarios del CMI, es decir del capitalismo neoliberal
ejemplo, desde un determinado efecto y eficacia del régimen de signos que envuelve al planeta.

JO
que acentúa el personaje conceptual social hombre, y ese proceso debe El nómade adhiere a una sensibilidad micropolítica y afectiva que
indagarse para promover cambios en el campo social y en la semiótica está más allá de los límites de la raza, el sexo y la clase social, los reba-

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que regula la situación propia de la masculinidad en esta sociedad. Para sa; sobre ese desbordamiento pretende construir lazos que maquinen

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ello es indispensable contar con una epistemología que acompañe los resistencias a los poderes que no cesan de oprimir.

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corrimientos de sentidos de estas significaciones y promueva nuevas Por ello si nos preguntamos ¿qué significa ser hombre - mujer- trans?

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figuras para comprender aquella conexión entre identidad estratificada, ¿Desde que epistemología respondemos? Por ejemplo: ¿Quiénes son las

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ligada a lo fijo y a la identificación de las masas a un líder, una subje- personas Trans? Nos aclara Eva Giberti: “las personas transgéneros incluyen
tividad como producción en un corte histórico de formas de sentir, de transexuales (los que sienten que nacieron con el sexo físico equivocado) (...)

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hacer, de enunciar y el poder como potestad, como biopoder, que regula crosdreseros (anteriormente llamados travestis...) personas intersexuales (ante-

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instancias que serán una política estratégica a partir de rasgos biológicos riormente llamados hermafroditas)” (2003: 41); hoy, podemos enumerar una

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que involucran vida y muerte de poblaciones. serie de condiciones -características- que se alejan de las determinaciones

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Es posible ante ello fluir hacia un nuevo maquinismo que ensamble que sobrellevan en sí mismas las condiciones del habla dominante y los

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y conecte a esa producción del inconsciente contemporáneo con una emblemas del hombre blanco occidental.

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cultura sin centralidades despóticas (nómade), y mutante, capaz de Además, sabemos que las crisis sucesivas que devastan las

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mantener tradiciones pero al mismo tiempo deslizarse hacia un modo subjetividades son en verdad oportunidades claras para la fundación

IN
de existir diverso y quizá opuesto al encargo de la tradición. de pequeñas modificaciones en las subjetividades, en tanto éstas se ha-
¿Pues, a través de qué tipo de relación, concordancia y correlación llen implicadas en los procesos de deconstrucción de sentidos sociales.
puede producirse un conocimiento sobre la masculinidad, la feminidad,
TO Si nos remitimos a la sensación de catástrofe que ahonda los modos
la subjetividad colectiva en suma, de tal forma que se promuevan líneas de sentir de la ciudadanía (recordemos el ibakusha, que denomina a las
de fuga que habiliten procesos de pensamientos diferentes respecto de personas afectadas por la explosión), también podremos comprender
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las teorías sobre la crisis del sujeto? cómo y porqué surge un conjunto de alternativas microfascistas como
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Creemos que el pensamiento nómade (de acuerdo a Deleuze, 1980) resolución de la crisis.
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conceptual y políticamente habilita a reconocer la participación activa Estas improntas fascistas se articulan de manera clara con los modos
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y transformadora de la subjetividad de diferentes estratos de experien- de pensar y sentir desde el racismo y el patriarcado, necesarios uno para
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cias e incluye esto los diverso ejes en que la subjetividad se vértebra, el otro; pues es la cantera sobre la cual abreva una concepción determi-
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(la clase, la raza, el sexo, la edad) componiendo maneras críticas de nista de la subjetividad y por lo tanto determinante de la identidad de
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de planos sedentarios, conservadores y en ocasiones con desbordes los hombres, creándoles la ilusión de estar contenidos en la noción de
fascistas. Por otro lado, esos planos permiten distinguir al nomadismo Patria -por ejemplo-, o de pureza racial, o de su seguridad viril, basadas
por no estar representado, es decir, no le corresponde ni quiere propo- en criterios de pertenencia étnicas y de género, cuasi biológicos. Y ello
nérselo, identidades puras, originarias, , creacionistas. Lo contrario es se opone francamente a la concepción nómade, que carece de criterio
su combinación buscando espacios lisos, desprovistos de alambres, de único e insustituible, de identidad pura, es más bien una intensidad

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que extroduce (lleva hacia afuera), junto a la presencia de una fuerte estar vivo en el sentido de dejar de ser una subjetividad deudora y
conciencia crítica. temerosa, que sólo contempla los grises de la autoridad en un proceso
Pero en verdad sabemos que se trata, en las formaciones de poder de cronicidad de dominación, hay castigo, hay expulsiones o bien final-
fascista, de que las zonas más temidas del propio yo (los componentes mente muertes simbólicas. Contrariamente, las resistencias culturales
infantiles, lúdicos y vitales cuya expresión tempranamente fue castiga- conllevan líneas de fuga a estas muertes y vaciamientos simbólicos. La
da), son combatidos y depositados fuera en un enemigo supuestamente alegría resulta insoportable para un régimen de signos que se halla frente

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peligroso; es por ello que se requiere, como condición indispensable, a la producción cultural, pequeñas máquinas creativas y deseantes.
la existencia de un objeto que esté disponible como chivo expiatorio. Las semióticas capitalistas son múltiples y eficaces, se referencia

A
(Recordemos que el antiguo pueblo judío, en un ritual colectivo, enviaba en un régimen despótico que es el equivalente único, el dinero, como

B
un chivo al desierto, portador de todas las desgracias padecidas en el ficción de valor, pero también hay otros territorios que se apropian,

A
último tiempo, para que se las llevara con él). por ejemplo el cuerpo de la mujer. Veamos sino las acciones urbanas

R
El enemigo interior termina por ser perseguido afuera. ¿Cuál es ese de grupos anónimos que desvisten la ciudad con su arte, pero también

T
enemigo interior? Esa parte despreciada del propio yo es el niñx con cuando se trata de promover protestas políticas, tomemos las interven-
capacidad de sentir ira y dolor ante el autoritarismo del adulto, ante ciones de grupos de jóvenes en la marcha “Ni una menos” en la ciudad

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las humillaciones y castigos, y también es el niñx vital y creativo. Pero de Rosario -junio 2015-; uno de ellos permitía leer un cartel color flúo:

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ese niñx y esos modos de sentir deben ser reprimidos, separados de la Ni la tierra ni las mujeres somos mercancía, ni la tierra ni las mujeres somos

O
propia subjetividad para que la figura idealizada del adulto intolerante territorio de dominación, frase de “Mujeres creando”. Otras, vestidas con

N
y autoritario se sostenga como modelo identificatorio en un contexto medias transparentes, en una fila de seis o siete cuerpos, sostenían un

R
material e ideológico que permite recordar a cada momento qué es lo cartel para lectura de los hombres, que decía: “Soy la puta de tu madre

E
aceptado por este modelo y qué es lo sancionado. Por ello en los regí- que no pudiste matar”. Corto segmento que sintetiza semióticamente

T
menes autoritarios, tanto los enunciados (escritos, libros, comunicados) el femicidio, y el patriarcado que en sí tiene por contenido el odio a

IN
como lo que se da a ver como visibilidad (arquitectura, vestuario, expre- la mujer, pero especialmente dirigida a los hijos de madres y padres
sión de rostros en los rituales) cobran un valor esencial para modelar patriarcalistas, que se someten al déspota de turno y someten en su
las subjetividades. Se compone una máquina paranoica donde no hay
TO nombre formando hijos llenos de odios. En 10 palabras se desnuda un
afuera sin peligro, pues ¿a ver si se escapa un deseo y se conecta con la problema que excepto ciertos grupos de defensa de derechos de las
realidad? Siempre es mejor el gris de la representación. mujeres, de su vida misma, no es abordado por la cultura oficial, pues
N

Así, durante el nazismo surge la idea de Arte Degenerado, cuando éstas son semióticas que despueblan el análisis social de lo micropolítico;
E

Hitler (habiendo sido él mismo pintor) condena los colores por que lo que está en juego en esas 10 palabras es lo que sostiene a un régimen
M

despiertan sentimientos en los humanos. Esos colores eran criticados por de códigos que es la malla inconsciente de soporte de la política capita-
U

amenazantes, considerados peligrosos en tanto los contornos y las líneas lista. “Por ello el camino real del inconsciente no pasa por el imaginario, pasa
C

eran poco claros. El nazismo afirmaba que la falta de demarcación de por la práctica real social, individual o colectiva, que puede poner en juego a
O

las líneas y la cromaticidad intensa eran cosas de judíos y estimulaban multitudes enteras” (Guattari, 1989b: 60).
D

las fantasías. La riqueza semiótica era desterrada por suscitar pasiones Por otro lado, durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983)
alegres en sentido spinoziano, es decir, encontrarse con aquella potencia se estableció una clara articulación entre reglamentos, diseño arqui-
que cada uno tiene. Ese destierro de semiótica diversas no generan sino tectónico, urbanismo y concepción política y micropolítica, que da a
tristeza, desencuentro con culturas creadoras, nómadas, mutantes, en pensar que el análisis del inconsciente no se produce sólo entre cuatro
un arte en funcionamiento como modo de existir. Cuando se evidencia paredes, sino que es a la vez un problema político y micropolítico que

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involucra a las estructuras represivas con sus coordenadas de espacio Así la fascinación particular como efigie del capitalismo de las Torres
tiempo con que debemos enfrentarnos. Nos lo dice el arquitecto Rodolfo Gemelas se liga a que una torre se refleja en la otra, en la dualidad del
Livingston respecto de un conjunto de viviendas edificadas en el Gran monopolio; por otro lado, como símbolo de época, hace visible que las
Buenos Aires durante aquel período: Torres son sustancialmente diferentes a los otros edificios. Permiten
detener la lucha por la verticalidad (competencia) y muestran que no
Todo es coherente y tiende a empujar a la gente hacia adentro de las casas, …son
pueden compararse con las otras construcciones; son algo así como de

JO
viviendas que, definidas más por sus falencias que por sus virtudes, carecen de “adelan-
otra raza. Ese conjunto de signos que adquieren fuerte significación
te”, de “atrás” y de “encima” (no pueden crecer)…Con un agravante, sus habitantes,
semiótica significante, centralizante, sin duda opera irradiándose sobre

A
por su origen social, están muy habituados a la vida exterior propia del campo, de los
las subjetividades de occidente, especialmente desde el corazón del capi-
barrios y aún de las villas de emergencia. Por eso su sentimiento de pérdida es fuerte.

B
talismo financiero. Esa irradiación sobrevuela generando pertenencias,
(Livingston, 1990: 187-188)

A
identificaciones (muchas de ellas no conscientes), adhesión a valores;

R
Se desprende con claridad que ese diseño arquitectónico estuvo orien- en oposición a otros valores, no capitalistas, o quizás no occidentales.

T
tado al control de los cuerpos, las subjetividades y sus comunicaciones, También es importante involucrar el análisis de esta semiótica de
territorializándolas de acuerdo al estrato de organización que organiza la visibilidad en su utilización para la guerra. El investigador israelí

E
las energías y modela el cuerpo en función de la producción; y en el caso Eyal Weizman muestra imágenes en sus exposiciones mundiales so-

D
citado ello se logra desde la arquitectura, vigilando las vinculaciones e bre dónde se define un campo de batalla en conflictos contemporáneos, en lo

O
impidiendo el crecimiento. Ese diseño se opone a una arquitectura del que dio en llamar Arquitectura Forense. Allí, se describen las estrategias

N
encuentro, pues todo empuja hacia dentro, hacia el interior de la casa de los ejércitos (israelí y norteamericano) de cómo entrar en las zonas
en tanto el encuentro público era peligroso para el régimen dictatorial.

R
más densamente pobladas de las ciudades palestinas, no utilizando las
Por otro lado, la arquitectura misma nos revela concepciones de alta

E
esperables calles centrales, sino en los barrios periféricos por las paredes
significación simbólica, como por ejemplo las de las Torres Gemelas. Al

T
más finas de las casas de los habitantes sitiados allí, mediante agujeros
respecto nos dice Jean Baudrillard que el golpe dado a las mismas es

IN
en las medianeras o techos e interrumpiendo la actividad cotidiana
en verdad un golpe dado al sistema de valores occidentales. En primer de esa familia con una bomba. Se borra claramente el límite entre lo
lugar surge la pregunta acerca de ¿porqué dos torres en el World Trade TO privado y lo público. Y la pared no muestra desde afuera lo que ocurre
Center? Afirma el filósofo que históricamente los grandes edificios de adentro, pues puede permanecer en pie pero los droner (pequeños robot
Manhatan han competido entre sí en una verticalidad piramidal. Esos teledirigidos) pueden perforar un techo con un pequeño orificio y hacer
N

registros arquitectónicos muestran una jungla piramidal de edificios explotar dentro de la habitación una bomba que desparrama partículas
E

luchando unos contra otros en una era de competencias. Desde la erec- mortales, sin que desde afuera se entere nadie, salvo por un sonido que
M

ción de las dos torres en 1973, se desplaza la efigie del sistema de la ya es ruido cotidiano e inadvertido en la ciudad. Desde la calle no se
U

pirámide a la de la tarjeta perforada. Dice Baudrillard: evidencia que la casa a sido atacada. Del mismo modo, sensores que se
C

“Los edificios ya no son obeliscos, y se oponen unos contra otros sin desafiarse, como los incrustan 3 milímetros en la pared del edificio registra la humedad, can-
O

diagramas de barras de las gráficas estadísticas. Esta nueva arquitectura encarna un tidad de habitantes, disposición de los cuerpos y otros datos necesarios
D

sistema que ya no es competencia sino contable…El hecho de que las dos torres sean para el combate en casa de familias, en edificios civiles.
paralelepípedos idénticos significa el fin de toda competencia, el fin de toda referencia Estamos en un umbral de detectabilidad que involucra a los de-
original. Paradojalmente, si no hubiera más que una, el monopolio no estaría encarnado, rechos civiles y la geopolítica. Y la arquitectura es su herramienta de
porque el monopolio se estabiliza en una forma dual”. (Baudrillard, 2001) racionalidad instrumental. La disciplina Arquitectura Forense, nueva en
el campo, detecta esa instrumentación y la expone como un problema

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al cual enfrentarnos: el almacenamiento de información a través de las identidad, y su promoción, sólo generan ambivalencia afectiva. Pues
paredes de lo viviente, para posibles matanzas. el sujeto quiere que se lo considere uno de los suyos y recorre por ello
Sin embargo, a pesar de esa dominación militar, también ese régi- todos los rituales de la comunidad, pero alberga en sí el temor constante
men semiótico que constituye la arquitectura, comenzó a introducirse a no ser aceptado, por la vigilancia que se ejerce sobre él y que a su vez
en líneas que le permiten fugar de un campo tradicional, pues en sus él ejerce sobre los otros, a los que intentará reconocer como uno de los
descripciones hablan de la superficie de los edificios como la piel del suyos. Como es evidente esto genera una seudo amistad, pues el lazo de

JO
mismo, respecto de su color, textura; claro que ello puede tener fines de identidad étnica no es lazo solidario basado en una ética de la amistad,
marketing, o no en algunos casos, pero flexibilizan los códigos lingüís- sino que, contrariamente, propone lazos que al mismo tiempo son de

A
ticos y visuales que en lo micropolítico no deja de producir efectos, al enemistad, vigilancia y persecución mutuas.

B
no reforzar los componentes enajenantes. Es probable que ese código Sobre esas identidades se construyen resoluciones destructivas al

A
resista a ser engullido por el capitalismo en toda su exclusividad y mismo tiempo que horrorosas, como el fascismo, y mucho más cercano

R
permita una humanización de los diseños, donde la degradación del a nosotros, encontramos salidas como las dictaduras militares, donde la

T
hábitat y lo humano está en función de la ganancia. vigilancia de los ciudadanos entre sí era esencial para el régimen; aunque
Se transforman los droner con las bombas en un cotidiano en la gue- aquí no se trataba de una identidad de raza sino de una sentimiento

E
rra en esa región del planeta, en una forma impuesta que como otras exacerbado de filiación a una comunidad de fuertes rasgos paranoicos,

D
nada motivará, sino extrañeza por un tiempo, resignación quizá, y los que segrega por peligroso lo distinto que atentaba contra la Patria (en

O
enunciados bélicos todo lo taparán. Los civiles deben morir también, tanto pensamiento político y social), y pesquisa la pequeña diferencia

N
ello es un real dominante. para actuar en consecuencia en su destrucción. Estos mecanismos fueron

R
Se crea así lo que Deleuze llama “una intersección. Esta intersección usados consecuentemente por sociedades altamente despóticas.

E
que es la articulación misma significante / significado, forma gráfica / lección Por otro lado -posicionándonos frente a lo anterior-, si una ética es

T
de cosas, es lo que constituye lo que yo llamaría por comodidad lo real domi- posible (seguimos aquí a Giorgio Agamben, 1996: 51), es porque no existe

IN
nante” (2005: 206). ninguna esencia, ninguna vocación histórica o espiritual, ningún destino bio-
¿Cómo comprender ese real dominante? El real dominante de “un lógico que el hombre debería conquistar o realizar.
obrero resignado: es la fábrica, el laburo, la familia. Nos dirá que siempre ha
TO Este enunciado se presenta como invalorable para reflexionar sobre
sido así, que siempre hay patrones...” (ibíd., p. 207). Se articulan figuras de el ser hombre hoy, y el ejercicio de su masculinidad, con el poder que
expresión capturadas por formas impuestas, esto es, enunciados domi- la educación de género le concede. Pues en el actual momento de crisis
N

nantes, y figuras de contenido -la arquitectura y su articulación con la bien pueden surgir alternativas despóticas, que se apoderan del Estado
E

tecnología militar, por ejemplo, o todo aquello que remita a lo icónico: y lo convierten en una máquina paranoica de destrucción y fascinación.
M

el rostro del líder funge como un icono- que ligadas al significado se Cuando el campo social se ve amenazado surge la angustia de ca-
U

muestra como lección de cosas. tástrofe -también, desde luego, sentida por los excluidos- impele en
C

Se conforman identidades a partir del real dominante, pues la inter- situaciones que se generalizan cada vez más, a la búsqueda de respuestas
O

sección significante / significado promueve imposiciones que capturan compulsivas de las subjetividades, (persecución a los más pobres, por
D

a las subjetividades. Una de ellas es la pertenencia al grupo a partir ejemplo); y ello es tributario a la condición siguiente: la crisis no sólo
de modelos identitarios que requieren de la exclusión, del temor a la arrasa con los sentidos establecidos, sino que impide el establecimiento
diferencia. Recordemos pues en este ensayo a Baruch Spinoza, para de nuevos sentidos que permitan comprender el actual estado de la
quien el cemento del lazo social no es la identidad étnica (ni de clase, situación. Se generaliza así el vaciamiento de sentido y el avance de
ni de género, sospechamos nosotros), sino que por el contrario, esa la insignificancia (Castoriadis, 1996), como contexto histórico social.

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Esto lo podemos comprender también como un real dominante que el inconsciente como una máquina en maraña de flujos y líneas duras
ejerce fuertes modelaciones sobre las subjetividades. Y en ese marco o flexibles, también personológicas o de fugas a estratos familiaristas.
referencial de constitución de las subjetividades, se generaliza una crisis Ello revela que estamos ante la presencia de cierto crispamiento en
muy particular, la de los procesos identificatorios en nuestra sociedad. la inserción del sujeto varón en el mundo, como así también que existe
¿Qué ocurre con los hombres y mujeres de hoy, con el sentimiento de un vértigo en el despliegue del ser sujeto, y esto implica también a las
pertenencia a una comunidad que se ha derrumbado hace pocos años, mujeres en tanto hay una sostenida demanda sobre las jóvenes espe-

JO
con los mandatos de sostener en esta crisis la masculinidad o feminidad cialmente -sector servicios- del mercado laboral. Y aquí vale la pena
desde el género?, ¿acaso se refugian en las identidades más firmemente mencionar a F. Berardi acerca de la extensión de los ataques de pánico

A
y en el ejercicio de poder y lucha por el mismo con costos subjetivos a en mujeres jóvenes, sometidas a fuerte situaciones de precarización, y

B
pagar? Pero ello tiene sus consecuencias, si nos guiamos por los índices competencia laboral. Y la precariedad no es un elemento particular de

A
de femicidios donde el patriarcado declinante arrastra la vida de la las relaciones productivas, sino el corazón negro del proceso de pro-

R
que ya no puede someter; o bien la mortalidad de los hombres en edad ducción (Berardi, 2007: 103).

T
productiva, como resultado de los accidentes cerebro vasculares en la Sin embargo, lo anterior se traduce en un modo de vivir, de transi-
Argentina, o bien por enfermedades cardiocoronarias; ambas patologías tar la existencia como también de morir o bien de buscar lo mortífero,

E
en los últimos años se extienden también a las mujeres en importante especialmente por parte de los hombres y mujeres jóvenes y adultos

D
proporción. ¿entonces, de qué presión hablamos si el inconsciente busca de nuestro tiempo22.

O
y encuentra una salida rompiendo vasos sanguíneos o arterias? Una Es insoslayable que el encuadre mudo que representa la precarie-

N
salida como el relato del mono en el cuento de Kafka, que puede signi- dad laboral y las formas de consumo que se erigen como fácilmente

R
ficar descomprimir y vivir o inundar de sangre el órgano para morir. accesibles en la ilusión pero no en la realidad, provocan deterioros en

E
Es una política de la sangre que detiene sus flujos, o los viraliza como la subjetividades, mellando insidiosamente las significaciones -ya mella-

T
zumo, se desencuentra con las arterias, que ya son paredes débiles y das- de la masculinidad. Por otro lado, esos regímenes de signos fueron

IN
gastadas por soportar más de lo debido por años de una política del creados y sostenidos por la propia sociedad en función de mantener un
afuera enfermante a la que el cuerpo se sumió. El funcionamiento del dominio subjetivo de los sujetos que en el imaginario aparecían como
cuerpo es una micropolítica. Basta pensar en el concepto de cuerpo sin TO necesitados de tutelamiento (mujeres, niños, pobres, extranjeros, los
órganos (CsO), como un Lugar, un Plan, el yo no puede hablarse sino considerados “anormales”, etc.).
dentro suyo, es un agenciamiento de elementos21. Y allí se implica de manera muy directa el patriarcado en tanto se
N

El inconsciente clásico, freudiano, personológico y familiarista, ya registra la aporía entre la creciente inseguridad y precarización y el débil
E

no sirve para explicar con la interpretación y el significante la realidad lugar de la subjetividad frente a ella. Además, como un elemento que
M

psíquica y subjetiva contemporánea, se requiere de una concepción agrega a la aporía tiene un incremento del impulso de muerte, alarmante
U

de inconsciente que implique tanto la problemática micropolítica de en los sectores más pobres, junto a la angustia generalizada.
C

la familia como la de la fábrica, de la empresa, de la escuela, la micro- De acuerdo a los llamados al teléfono Salud Mental Responde, se
O

política del barrio y de la comunidad, pues allí se plantean problemas multiplicaron durante y después de la crisis de 2001 los pedidos de
D

políticos que atraviesan directamente las subjetividades y cuentan con ayuda de los habitantes de Buenos Aires por situaciones que podemos

21. Es un Lugar, necesariamente un Plan, necesariamente un Colectivo (agenciando elementos, 22. En Argentina, durante el mes de enero de 2005, murieron por día 38 personas a causa de
cosas, vegetales, animales, herramientas, hombres, potencias, fragmentos de todo eso; pues accidentes de tránsito. Y en 2014 un total de 7314 personas, es decir, 21 por día, a pesar
no puede hablarse de “mi” cuerpo sin órganos, sino de “yo” en él, lo que queda de mí, de disminuir, es una de las cifras más altas (proporcionalmente) en el mundo. (Datos:
inalterable y cambiando de forma, franqueando umbrales) (Deleuze y Guattari, 1994: 166). Asociación Luchemos Por la Vida).

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denominar de urgencia psíquica. El pedido de contención emocional, encuadre las experiencias subjetivas de los hombres, mujeres y niños/
oportuno en tanto es quizás la última acción que hace el sujeto antes as de nuestro tiempo.
de aislarse, tiene un elemento recurrente: el miedo. Hay un silencio La lógica del beneficio deja secuelas irreversibles, además de la muer-
forzado muchas veces porque no hay dónde poner palabras a la crisis te. Sabemos que los sectores pobres padecen enfermedades infeccio-
que golpea al sujeto23. Vemos que hacia 2014 esa demanda se atenuó sas y los ricos, enfermedades crónicas; que los jóvenes tienen muertes
considerablemente por intervenciones del Estado, pero hacia el año previsibles (por accidentes, por drogas) y que los sectores marginados

JO
2016, con el aumento del desempleo y la precarización creciente en lo se reagrupan en bandas para sobrevivir y resistir en una guerra entre
laboral, pude reeditarse aquel montante de angustia colectiva, pero ello pobres y de policías contra pobres.

A
no parece estar en la agenda emocional de los gobernantes. El malestar que se evidencia en cada resquicio de lo social, denota al

B
Se evidencia otro fenómeno, el de personas que se hallan en situacio- mismo tiempo la imposibilidad que tienen los dispositivos sociales de

A
nes de cierto congelamiento afectivo, pues han decidido no compartir hacerse cargo del mismo, es decir, de abordar con la eficacia requerida

R
más su vida con su pareja y, sin embargo, carecen de medios económicos a los procesos que dan origen al malestar singular y social. En verdad

T
para terminar la relación e independizarse. Esto genera un detenimiento se presenta una instancia paradojal, pues la sociedad contemporánea
angustiante que multiplica aún más el deterioro de la relación de pareja. muestra su incapacidad para neutralizar las causas que producen el

E
Es frecuente, además, que en esta disimetría donde en la pareja uno de deterioro de los procesos identificatorios y de las significaciones tales

D
los miembros conserva el trabajo, someta al otro en lo afectivo y en lo como la masculinidad contemporánea, y por otro lado parece que no

O
material y no es infrecuente la violencia en todas sus formas. puede estructurarse de una forma distinta este proceso de degradación

N
Sin dudas se evidencia que ante la fantasmática de la incertidumbre, de las identidades individuales y sociales. Este quebrantamiento también

R
la realidad se vuelve persecutoria; pues la inestabilidad (esencia de la afecta a los modos de ser mujer, niñx, ciudadano.

E
crisis) produce permanentemente agresión, con una fuerte impronta El concepto de régimen de signos puede ayudarnos a comprender

T
paranoica. Y ello se puede proyectar, además, en las salidas colectivas mejor esta crisis de las subjetividades. Así, entendiéndolo como aquellos

IN
que los pueblos eligen en situaciones de inseguridad y fragilidad sub- signos que dan sentido a los distintos elementos que conforman lo social,
jetiva, individual y colectiva. esos signos producen una malla de preceptos y afectos, (modos de ver
Así se hecha mano, con un mandato despótico, a salidas deses- TO y sentir) que cubre de sentido a la realidad y con ellas se compone una
peradas, autodestructivas a partir de enfermedades de claro origen realidad que modela a su vez las subjetividades.
psicosomático o bien a intentos de suicidios; pero también a acciones La variación de estas nociones depende del contexto histórico social,
N

delictivas donde la vida de uno y otro nada vale, ni de la víctima, ni del por ello cada régimen debe ser entendida de acuerdo a la correspon-
E

victimario ni de las fuerzas de seguridad. Esa sensación de catástrofe, dencia que tenga con otros signos. Podremos entender qué significa
M

propia de una situación de guerra es la que determina como un mudo ser hombre sólo en correspondencia a la noción de mujer y trabajo, en la
U

sociedad contemporánea; mientras que esa misma noción (hombre) en


C

23. En el año 2014 la situación es bien distinta, Matilde Massa, titular de la Dirección Nacional, los siglos XIX y XX correspondía al mundo de la vida pública y a un
O

sostuvo que los resultados del relevamiento “indican que la Argentina está encaminada sistema de participación social regulada por la moral de la época que
hacia un cambio franco de paradigma en lo que hace a la protección y promoción de la
D

salud mental de su población”. Aseguró avances y que el crecimiento de las internaciones prescribía por un lado la responsabilidad del varón en la constitución
en los hospitales generales públicos y de los dispositivos intermedios y comunitarios “hará de la familia, y por otro el lugar de proveedor indiscutido de la misma.
efectivo además un objetivo central del Plan Nacional de Salud Mental: reducir la brecha
Ahora bien, eso ha estallado y se está produciendo un nuevo aco-
en el acceso a las prestaciones, una situación que afecta a los sectores más vulnerables”.
Sobre la reducción de las camas en los neuropsiquiátricos públicos, el informe oficial modamiento de esos registros de ser hombre y un patriarcalismo en
afirma que eso “revela la eficacia de las acciones interjurisdiccionales”  Informe Nacional resistencia a la transformación, pero más sensible a lo nuevo aunque en
de Salud Mental del Ministerio de Salud, año 2014.

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ocasiones más tenso y agresivo hasta la muerte. El acomodamiento se


registra singularmente en un estudio24 realizado a 7000 varones (2012 en Los procesos de constitución de la subjetividad masculina, al en-
España, antes de la agudización de la crisis) cuyas esposas han parido, contrarse hoy en el centro de lo que puede entenderse como sociedad
y el 10% de ellos mostraba síntomas depresivos, como una instancia posmoderna, se hallan en permanente mutación y es posible pensarlos
similar a la depresión posparto de la mujer. El varón contemporáneo como procesos que se encuentran desfondados; su lugar como pareja
muestra entonces sensibilidad al desplazamiento por la llegada del (pues una mujer se habilitada socialmente para tener más de un hombre

JO
bebé, o bien directamente celos; esto ha sido una constante en el siglo para compartir su vida); como hombre proveedor (los procesos produc-
XX, pero lo que quizá antes se resolvía en violencia contra el niñx y la tivos prescinden de los hombres muchas veces, ocupando en su lugar a

A
madre, ahora se muestra más como síntoma psicosomático. La paterni- mujeres); como padre con autoridad excluyente (un niño o niña puede

B
dad se vuelve así una situación conflictiva, aumentando las tensiones tener como referencia de cuidado a una o más figuras que ejerzan la

A
que soporta el sujeto, ya no es un asunto de la mujer la crianza del niñx. función de protección, ya sea la actual pareja de la madre, que puede ser

R
El avance de derechos de la infancia acota la irresponsabilidad del va- un hombre, una mujer, los abuelos, o la madre sola); como hijo desocu-

T
rón como padre. ¿Deben parecer qué como padres? ¿Al padre que han pado (donde la independencia de los hombres idos de su hogar familiar
tenido, desobligado de su crianza, sin gestos cálidos, o al padre que se ve mellada al retornar a la casa de sus propios padres, generándose

E
ama a su hijx y odia al mismo tiempo con igual intensidad a la madre una extraña composición familiar en la que este hijo – hombre revive

D
del mismo? ¿O al padre que lo ha odiado por convocar el amor de su como adulto una situación muchas veces infantilizante); como amante

O
mujer? No es irrelevante que las tasas de depresión son mayores en los compartido (pues el dominio que la mujeres crecientemente alcanzan

N
hombres desempleados y en aquellos que mantienen una relación de en la actualidad respecto de su sexualidad, la vida pública, el trabajo,

R
pareja conflictiva, pues la depresiópn en el neoliberalismo marca como les permite la independencia necesaria para mantener relaciones no

E
ninguna patología el estar siempre en falta del sujeto respecto de lo que comprometidas ni duraderas con los hombres, pues las significaciones

T
le dicen puede realizar. También podemos recoger los testimonios de de las nociones familia, pareja, madre, también han mutado, y en todas

IN
hombres latinoamericanos que reflexionan sobre la violencia ejercida por ellas no parece necesario la presencia permanente de los hombres).
el varón en diferentes aspectos de la vida; así, un hombre nicaragüense Por lo demás es cada vez más frecuente encontrar uniones de jóvenes
dice: “Una de las desventajas de ser hombre es la sensación de soledad, producto
TO que tienen hijos y cada cual vive en la casa de sus padres o solos, mante-
de las dificultades que tenemos para establecer relaciones cercanas con los de- niendo visitas y encuentros como en una situación de noviazgo crónico.
más”; y también: ”La ternura ha estado censurada. Es fácil decir: estamos en También debemos analizar cómo los adelantos tecnológicos gestan en
N

contra de la violencia, porque nos da estatus, pero es más difícil decir: estamos el campo social, y también en la cotidianeidad, cambios en las relaciones
E

por la ternura, eso al macho le avergüenza. La no violencia no es suficiente”.25 entre los sexos, mediados por el discurso sobre el cuerpo.
M

Asimismo, si bien el lugar social, laboral, económico y sexual de la Analicemos esto. El discurso sobre el cuerpo se extiende en la moder-
U

mujer ha variado sustancialmente, aún perduran regímenes sociales nidad y se derrumba el antiguo paradigma dualista alma - cuerpo, que
C

que la hacen víctima y somete a modelos éticos y estéticos, propio de la dominó la visión clásica que organizó el conocimiento sobre el sujeto.
O

política patriarcal articulada con el capitalismo. Esto se verá de manera Pero también, al multiplicarse los discursos sobre el cuerpo, -al surgir
D

más aguda en el capítulo VIII de este ensayo. las ciencias humanas y sociales-, se multiplican los interrogantes desde
cada disciplina acerca de ¿qué es un cuerpo?
Patriarcado y ciencia en tensión No se logra consenso en la respuesta, hay diferencias entre la bio-
ciencia, el psicoanálisis, el esquizoanálisis y el derecho, y la cuestión del
24. www.consumer.es
25. Revista Mujer Salud, 1-97. p. 34.

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cuerpo vivo coincide con la pérdida de la visión unificada del sujeto Si nos remitimos a la tecnología y a sus instrumentadores, reconocere-
corporal, tal como lo plantea Rosi Braidotti (1999). mos que el tecnomédico adquiere una visibilidad nunca antes alcanzada
El discurso del biopoder -entendido como aquellos enunciados que sobre el cuerpo vivo y ello puede ser la condición previa de la mercan-
gobiernan las relaciones entre la sexualidad, la vida y la muerte-, privi- tilización del material vivo, entendido como explotación biológica. Así
legia en la modernidad el lugar de la sexualidad y la reproducción en el modelo de poder se encarna en sujetos cuya representación se acota a
el agenciamiento familiar. estas significaciones: hombre, blanco, occidental, masculino, adulto, razonable,

JO
En el siglo pasado ese discurso se liga de manera estrecha las dife- heterosexual, que vive en ciudades y habla un idioma estándar. Y no hace falta
rentes tecnologías de reproducción humana y también con las prácticas ser biológicamente hombre para asumir ese modelo, la mujer lo encarna

A
de placer de sí mismo. Entre las primeras tenemos a las distancias que en tanto toma sobre sí algunas de esas representaciones dominantes, en

B
adquirieron la reproducción por un lado, con el ejercicio de la sexua- un régimen que se vuelve casi exclusivo para comprender los signos que

A
lidad a partir de las tecnologías anticonceptivas; por otro, el concreto sostiene una realidad social (de género, étnicas y lingüísticas).

R
hecho de tener relaciones sexuales sin bebés, lo que redimensionó las Todo ello se resume en un modelo de masculinidad determinado,

T
relaciones intersubjetivas entre los actores sociales. que es micropolítica creadora de jerarquías, a la que el hombre no está
Pero bien, en los últimos años la ideología conservadora se explaya dispuesto enteramente a renunciar. Asimismo, ese modelo se ve amena-

E
en la idea de que el sexo mata -con la epidemia del sida-, y la tecnología zado por el avance mismo de la tecnología, que por un lado entroniza al

D
reproductiva garantiza tener bebés sin relaciones sexuales. Es decir, que tecnomédico, pero por otro devasta y desfonda el posicionamiento de la

O
la ecuación sería: la humanidad se puede reproducir sin sexualidad y el masculinidad tradicional, patriarcal, pues aquellas variables que en su

N
sexo sin reproducción mata. Se afirma de manera inequívoca entonces superposición conforman la subjetividad masculina, no tienen cabida

R
la prioridad del sexo reproductivo. Aún hoy obispos argentinos insisten como instancias de poder en la sociedad tecnologizada.

E
en la excesiva fornicación del género humano sin reproducción. Ante la mirada del técnico los organismos pierden toda referencia

T
Esta ecuación no podría gestarse sin el desarrollo de biotecnología, como forma humana. Asimismo, se pierde también toda posibilidad

IN
que penetra en la estructura de la materia viva y que también “ve”, con de reflexión sobre la muerte. Hay en cada trozo de órgano, de materia
novísimas tecnologías de imágenes, lo que no puede ser visto, reestruc- viva, un progresivo congelamiento que transporta a ese material a una
turando lo que no tiene forma. Pero al mismo tiepo, esta biotecnología
TO situación más allá de la muerte, más allá también del tiempo. Pues en
imprime un margen de libertad a mujeres y hombres que deciden tener la procreación artificial se congela fuera del tiempo, esa es una premisa
descendencia con independencia (con o sin compañerx de gestación y técnica; semen, óvulos, embriones, son congelados en el proceso repro-
N

de crianza de su hijx). ductivo. Por otro lado, el congelamiento del tiempo se articula con otro
E

Hoy, por sustanciales cambios entre política, tecnología, cultura y aspecto también paradigmático de la posmodernidad, la división en
M

economía, para el biopoder, la sexualidad y la reproducción continúan series discontinuas del proceso reproductivo. Cada elemento congelado,
U

siendo el objeto prioritario de las investigaciones de la tecnología. Cam- ubicado más allá del tiempo, suspende el tiempo de reproducción en las
C

bian rápidamente los límites entre lo que sabemos y lo que es conve- mujeres. Pensar en ellas permite pensar en lo político, lo micropolítico
O

niente que sepamos. La sociedad se convierte entonces en un gran ojo y lo inconsciente en el campo social: según la psicoanalista Irene Meler,
D

de atención permanente que no deja de penetrar con su mirada en cada son mujeres innovadoras:
resquicio del planeta. Esa es la misma condición posmoderna, la disloca-
“Claramente estas mujeres priorizan el desarrollo individual y laboral por sobre el
ción de la continuidad temporal-espacial. Hoy vemos simultáneamente
afectivo y de una familia, al contrario de lo que han hecho siempre las mujeres, que
lo que ocurre en el lecho oceánico y en la superficie de Marte, o un bom-
han apostado –inconscientemente– a los vínculos, porque era lo que las redituaba: la
bardeo a Libia, todo al mismo tiempo que suceden esos acontecimientos.
mayoría o de los mujeres ganan menos que las hombres, por lo tanto si forman pareja

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con un varón de su clase es probable que mejore su condición social en relación con si se capacidad reproductiva; aquello que históricamente fue su justificación
quedaran solas. Estas mujeres –que congelaron sus óvulos– son muy innovadoras, con para someter a la mujer por su infidelidad posible. Claro que esto deja
más chances de prosperar en el mercado laboral, apuestan a su desarrollo individual... sus consecuencias en el narcisismo masculino, ya no hace falta para la
también aspiran a hacerse a sí mismas, a asentarse económicamente antes de formar reproducción biológica, sino sólo esperma que otros donan, pues la
una familia, pero hay una diferencia que es biológica, el famoso reloj biológico. Las tecnología y el capitalismo resuelven junto a la mujer modos y tiempos
nuevas tecnologías están encontrando una excelente respuesta a esta cuestión, porque de reproducción humana.

JO
permite prolongar la edad de la maternidad, en un momento en que hay un aumento
de la esperanza de vida. Si vas a vivir hasta los 80 o 90 años, es sensato tener un hijo Nuevas tecnologías, nueva sexualidad, nueva ciudadanía

A
a los 40, porque vas a tener tiempo de criarlo y hasta tener nietos. También es lógico si

B
hay una prolongación muy grande de la adolescencia. Si la gente madura más tarde, es Es importante entonces retener que el biopoder, con su tecnología,

A
razonable que quiera tener los hijos cuando se sienta madura psicológica y socialmente. desterró el tiempo de la representación corporal y esto se desliza cada

R
Si bien uno podría pensar que se trata de un proyecto narcisista, mi postura es que vez más a la interpretación que nos dice de la negación de la muerte.

T
siempre el proyecto de un hijo nace de ideas narcisistas, aun en mujeres tradicionales...” Aunque ello no signifique que la que domine sea la vida; ésta, si se
conserva, lo hace perdiendo toda referencia a la forma humana.

E
Parece que aquí se subvierte la oferta demanda tradicional o de base
Nuestra concepción de la vida cotidiana está empapada de un tiem-

D
patriarcal, donde la mujer era elegida por paridora en casi todas las épo-
cas de la historia de la humanidad, necesitada por los reinos, los estados po congelado, además de la saturación expositiva en la que estamos

O
y los hombres en general para cimentar su virilidad y multiplicar la inmersos: desde el correo electrónico a las minicámaras, las antenas

N
prole, la fuerza de trabajo y el ejército. Ya la mujer descarta la demanda satelitales, el facebook, es decir un tiempo celularizado según lo refiere

R
y el encargo de otros, y puede ofertarse a sí misma un hijx. Pero esto es F. Berardi. El mundo de lo visible es el prioritario. Incluso aquello que

E
para mujeres que pueden pagar de manera privada ese congelamiento; antes se encontraba en el orden de lo mítico: el origen del sujeto, su

T
lo que habla de un mercado ávido de satisfacer esa demanda de la mu- vida intrauterina, es también representable y se revela en imágenes

IN
jer. Surge inevitablemente la pregunta por los niñxs que abandonados de la ecografía. En la actualidad hay jardines de infantes que ofrecen
están en institutos a veces en situaciones fuertemente patologizantes, a los padres el servicio de ver a sus hijos en actividades de sala y de
las políticas de estado implementadas en los últimos años, pueden pa-
TO recreación por internet.
recerse a un intento de componer en esos niñxs subjetividades sanas, Las marcas que se dejan en el tiempo se relacionan con las imágenes.
Hay un desplazamiento de las fronteras del tiempo (antes del nacimien-
N
pero no hay aún resoluciones de base, de protección, curativas, que se
to, se es un embrión representado por una imagen o una fotografía del
E

relacionan contraponiéndose a la violencia en que muchos de esos niñxs


feto) y también un desplazamiento de las fronteras del espacio (que
M

fueron gestados, tratados y posteriormente abandonados.


Tampoco debemos olvidar de qué manera en los últimos años se acre- indica un antes y un después de la interioridad en el cuerpo de la madre).
U

centaron derechos respecto de las parejas con dificultades para embara- En verdad el discurso científico se cimentó históricamente en la
C

zarse con la ayuda estatal respecto de la fertilización asistida, salteando analogía veo – sé. Lo escópico es lo que da garantía al conocimiento de
O

el complejo tecnológico comercial médico (privado) de fertilización. parecer verdadero.


D

Lo mismo ocurre con la fertilización in vitro o bien en los procesos Esta explicitación nos importa en tanto percibimos una nueva econo-
de maternidad sustituta, donde se descompone el continuo creador en mía de las superficies visuales, la superficie corporal se reduce a una pura
series de grados diferentes de gestación. Y todo ello sin que intervenga exterioridad sin profundidad. Veamos sino el énfasis en los accesorios,
el hombre como sujeto activo frente a la concepción. El patriarcalismo aquellos detalles que nos impactan, como los peinados esculpidos, o
tambalea con ese desplazamiento de potestad. La ciencia sustituye su también reflexionemos sobre el cuerpo andrógino de lxs modelos, casi

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unisex, donde se desdibuja la diferencia sexual y parece detenerse el Si la preocupación del mundo occidental es revertir la tendencia
tiempo generacional. decreciente de la tasa demográfica, por otro lado hoy las mujeres de los
Existe el mágico movimiento de desaparición de las categorías eta- países centrales se deciden por un crecimiento poblacional nulo. Para
rias, o en todo caso éstas se disgregan en categorías más amplias ello seguramente estará disponible la fábrica de bebés, lo que será similar
Generalizando, podemos decir que los límites se borran de manera a una fabricación serializada y globalizada, pues se dispone además de
gradual, pues las coordenadas espacio – tiempo se implican de otro una superpoblación de la infancia de los países pobres; infancia sobre

JO
modo. Pero en suma, las mayores transformaciones se producen en la cual se produce un verdadero genocidio. Ya hemos datos sobre ello
el campo de la sexualidad y la reproducción. Podríamos decir que el en el II capítulo de este ensayo, basta repetir que 30 millones de niños

A
acto reproductivo sexual será en el futuro improbable, mientras que ya son víctimas de traficantes para su explotación sexual; 30 millones de

B
algunos sienten las relaciones sexuales incómodas. Una proliferación niños han quedado huérfanos de madre o padre por causa del sida; más

A
de sexo virtual se extiende de manera acelerada. Pues el sexo genital de 2 millones de niños fueron muertos por las guerras y mucho miles

R
se ha vuelto peligroso, al igual que lo fue en la época anterior a los an- desplazados de sus países de origen por guerras o conflictos y no son

T
ticonceptivos. En internet se crean cada seis meses 8.000 nuevos sitios recibidos sino en campo de refugiados de países europeos donde piden
de pornografía; por otro lado se obtiene, con un abono mensual, desde amparo. O bien mueren en el intento de cruzar el mar y salvar sus vidas

E
supuesta pornografía en familia hasta la observación de vidas íntimas y de las balas para encontrar la muerte en la travesía.

D
cotidianas de jóvenes de ambos sexos, además de transmisión y recep- Por otro lado, y en correspondencia a lo anterior, toda política de

O
ción de sexo en vivo hecho por amateurs. De este modo se transforma procreación responsable es siempre relegada en la mayoría de las pro-

N
radicalmente el encuentro entre los sexos; las relaciones eróticas y el vincias de nuestro país y también en la región; pues con una política

R
conocimiento del otro se desplazan al chateo, donde la simulación y el adecuada al respecto no existirían las cifras extremas de mortalidad

E
engaño no son infrecuentes en ambos sexos. materna e infantil, por múltiples causas.

T
Además, como agregado a lo anterior, se intenta transformar en Los datos indican que la educación sexual con programas que se

IN
países europeos (Dinamarca) la sexualidad de los ancianos. Es por ello desplieguen en las escuelas generaría prevención tanto en los embarazos
que una iniciativa terapéutica significa proyectar cine hardcore (pornos) adolescentes como también en las enfermedades de transmisión sexual.
en instituciones geriátricas, o bien contratando servicios de prostitutas
TO Según la Organización Mundial de la Salud, la educación sexual no
para promover la sexualidad de los internos, con resultados importantes conduce a una actividad sexual mayor o a una edad más precoz, este
en tanto la reconexión con el sexo y el erotismo suple con sus efectos el enunciado es ya añejo, sin embargo, aún hoy, hay resistencia activa de
N

de algunos medicamentos. gobernantes y grupos integristas a implementar una adecuada política


E

Y todo ello socava de manera definitiva el poder tradicional patriar- de educación sexual integral. El inicio de la actividad sexual se retrasa
M

cal, naturalizado, que los hombres adultos jóvenes de la modernidad con esta educación y hay un aumento de prácticas de sexo más seguro.
U

ejercían sobre las mujeres, los ancianos, etc. Surge entonces un nuevo Además, se concluye que los programas que promueven la actividad
C

modo de ejercer la sexualidad en unos y en otros. sexual más protegida son más eficaces que los que sólo proponen la
O

Impera la asepsia de los laboratorios mientras que el interés por abstinencia. Remitámonos a un artículo aparecido en el año 2005 en el
D

el sexo disminuye. A ello contribuye, además, la sobrecarga laboral diario Clarín, dónde se revela que el debut sexual de las adolescentes
como también la carencia de trabajo, cada una de esas variables con sus de 13 a 16 años que concurren a hospitales públicos -esa es la población
particularidades y sus efectos sobre la masculinidad, la feminidad, las estudiada en toda la Argentina-, se retrasa cuanto más información y
personas trans, y sus representaciones. educación sexual tiene, porque ella decide el momento. Casi la mitad de
las encuestadas dijo haber preferido retardar ese inicio, pero cedió ante

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las presiones de su pareja. Esta presión puede entenderse como coacción, Y ello en un marco donde las fronteras nacionales se derrumban
que significa en términos jurídicos el acto de forzar a alguien a realizar ante la oferta de células de los países pobres, ya sea fetos congelados de
una actividad sexual contra su voluntad, mediante amenazas, violencias, cierto país de Asia o de América latina. Riñones, córneas u organismos
etc. Otro dato altamente significativo es que el 30% de las encuestadas vivos abastecerán esta economía planetaria. Se mixturan aquí tanto el
en su primera relación sexual no tuvo cuidados anticonceptivos ni de racismo como el etnocentrismo, pues son los pobres los que aportan el
prevención de enfermedades de transmisión sexual, y la mayoría aclaró material para consumo de los que pueden pagarlo.

JO
que fue porque su pareja no quiso ese tipo de cuidados26. Por otro lado esto produce una negación del tiempo (hemos visto la
Diez años después asistimos a cifras de femicidios que denotan que función del congelamiento), y también un derrumbe del tiempo secuencial

A
no existió un trabajo realizado con compromisos éticos (cuidados de la de las generaciones, (en el útero de la abuela se forma el feto de la hija).

B
salud mental a partir de protección de derechos) por parte del Estado Esto crea una falsa simetría entre las mujeres entre sí, y también

A
o bien directamente no se realizaron tareas protectivas en relación a la entre los hombres entre sí, y hay racismo en ello, pues la especie viva

R
prevención de violencia de género en el campo de la salud y en el de la a conservar en forma saludable es la población blanca y rica. Volve-

T
justicia. ¿Cuál son esas cifras? Cada 32 horas en Argentina muere una mos al concepto de estrato de organización, que sume a las energías
mujer a manos de un hombre por cuestiones relacionadas a lo afectivo, en actividades cuyo objetivo es el rendimiento, tanto productivo como

E
a lo económico, lo erótico, lo sexual. Casi un femicidio por día. estético, en este caso.

D
Entonces, a la información sobre salud reproductiva debe agregarse Debemos aclarar que si bien decimos población blanca, queremos

O
un trabajo muy específico sobre educación de prevención de violencia consignar realmente que más allá del color de piel, estamos haciendo

N
de género, es decir, prevención de actitudes patriarcalistas en los va- referencia a aquellos sectores de la población que asumen una posi-

R
rones y de sometimiento naturalizado en las mujeres. Pues no sólo es ción dominante respecto de otros sectores, ejerciendo potestad (poder

E
importante la información sino también la reflexión acerca de los roles sobre), justificando ese dominio -que casi siempre se corresponde con

T
de género que cierta cultura extiende en el tramado social. explotación económica con el trabajo esclavo- a través de elementos bio-

IN
Sin embargo, a pesar que en muchos países la educación sexual se lógicos (diferencias de razas, capacidades cognitivas devaluadas, origen
garantiza por ley en las escuelas (en Argentina la Ley de Educación étnicos, no olvidando su explotación biológica traficando sus órganos),
Sexual Integral, Ley 26.150) hay muy pocas experiencias lanzadas desde TO ideológicos (diferencias de clase social y culturales, marginación de
el Estado, pues casi siempre la prevención en salud reproductiva parte migrantes de otros países y trata de personas), de género (diferencias
de ONGs sensibilizadas en la problemática de la violencia y la defensa de sexo y sometimiento por cultura patriarcal). Así, no necesariamente
N

de los derechos de la mujer y los niños27. un hombre blanco asume posiciones falo-etno-logocéntricas, bien puede
E

hacerlo un hombre negro, o una mujer; lo que importa aquí es la relación


M

26. Clarín, “Las chicas debutan presionadas”, 5 de octubre de 2005.


dominador-sometido que se establece entre los sujetos -relación en la
U

27. Por otro lado no debemos olvidar que el Zika (enfermedad trasmitida por un mosquito) que ambos se involucran y reproducen-.
C

es una amenaza sanitaria mundial. Ya que se multiplicaron los embarazos con microce- Por otro lado, respecto del biopoder, las falsas simetrías se repiten en
O

falia y su detección es tardía. En Brasil, Colombia, Jamaica y El Salvador alertan a las el establecimiento de los roles que exige la industria de la reproducción
mujeres que si se embarazan pueden correr sus hijos estos riesgos al ser infectadas por el
D

mosquito. Sin embargo, no se garantizan sus derechos sexuales y reproductivos al acceso genética, es así que se ecuacionan donante de semen = donante de óvulo
pleno a la anticoncepción y al aborto seguro. En Argentina no llegó el virus, por ello no o útero. El anonimato del hombre en esa función donante también marca
hay un plan en marcha. Aunque organizaciones reclamaron que se refuerce –y no se le
un claro desplazamiento del rol que la modernidad le adjudicó como
quite personal ni recursos– al Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable y se
garantice el reparto de todos los anticonceptivos y la interrupción voluntaria del embarazo, reproductor activo de la especie.
en ese programa se redujo el personal capacitado en 2016, por ejemplo fueron dejados
sin empleos los capacitadores de dichos programas en la provincia de Buenos Aires.

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Ahora bien, esa falsa simetría implica negar la diferencia sexual, y al n sexos, pero es lo humano mismo no edipizado, es multiplicidad, en
negarla se niega la diferencia de la diferencia, es decir, la multiplicidad contraposición a aquel que se funda en las representaciones antropo-
de géneros a construir a partir del posicionamiento de género, pues mórficas de los sexos.
postular que los sexos son simétricos es similar a negar la diferencia. Es recurrente el ejemplo, pero el modelo posmoderno con su ética
Si se impone la fantasía de la simetría sexual entramos al universo de de borramiento de las diferencias sexuales y raciales (blanqueamien-
lo andrógino, de lo asexuado, casi de lo angelical. Lo que es distinto a to de piel) es el propio Michel Jackson transformado en Diana Ross.

JO
pensar que no sólo hay dos sexos, hay n sexos, tal como lo planteaban Esto implica querer estar más allá del tiempo, pues se des-sexualiza la
Deleuze y Guattari en Antiedipo. Capitalismo y esquizofrenia. masculinidad y lleva también a las mujeres a pasar de la heterosexua-

A
En verdad la diferencia entre el hombre y la mujer es una diferencia lidad compulsiva, sostenida por la moral de la época, a la tecnología

B
que deriva de la representación antropomórfica entre los sexos, basa- reproductiva, y ello impediría que se produzca el proceso de un deve-

A
da en la idea de que hay dos sexos (que a su vez deriva de la creencia nir subjetivo autónomo de la mujer rompiendo encargos culturales y

R
infantil de la realidad de un solo sexo, el masculino, ya que el niño eligiendo si quiere ser madre o no, si construye un devenir mujer que

T
supone la sola existencia del sexo del varón, y cree que a la niña se le ama a otra mujer, un devenir hombre de la mujer, o queers. Esos n se-
ha amputado el pene por transgredir ciertas prohibiciones relacionadas xos, multiplicidad de devenires, verdaderamente rompen la asimetría

E
con el deseo hacia el progenitor del sexo opuesto). Esta creencia infantil de los géneros (el patriarcado) pero también la falsa simetría que niega

D
habilita muchas veces fuertes sentimientos misóginos, y establece im- la diferencia de la diferencia28. Y ello habla de derechos adquiridos, de

O
prontas duraderas sobre las jerarquías entre los géneros, pues la mujer construcción artesanal de la subjetividad en tanto reconsideración de

N
es definida por la carencia. identidad de género y eroticidad que muta.

R
Por lo tanto la castración entendida como lo hace el psicoanálisis No debemos tampoco desconocer el avance que se dio en nuestro

E
más clásico es el fundamento de la representación antropomórfica de país sobre los derechos acerca la fertilización asistida a las parejas con

T
los sexos, y ello se cimienta, a su vez, en aquella creencia infantil de dificultades de procreación. Ello está más allá de los géneros de los que

IN
un solo sexo. Es así que la niña se identifica y es identificada por la ca- constituyen cada pareja.
rencia, por el no tener pene. Esto último, para autores como Deleuze y Tomemos los ejemplos más actuales de las Drag Queen, pues ser
Guattari, puede entenderse también como una ideología de la carencia,
TO drag queen exige del cuerpo más de lo que se supone o se imagina
y no corresponde sino a una representación de esa ideología, propia usualmente. Esos cuerpos marcan nítidamente sus límites a la anatomía
de un momento histórico social determinado -el capitalismo-, pues el masculina; cuerpos que una drag solía transformar por un tiempo aco-
N

inconsciente ignora la castración, y las representaciones diferenciadoras tado, de día, o noche, sólo por un rato en una fiesta, era femenina. Hoy
E

entre dos sexos; en tanto hay más que una diferencia, hay diferencia son espacios lisos en el que se dibujan geografías para alcanzar otro tipo
M

de la diferencia, pues hay en él una multiplicidad de objetos y flujos de cuerpos que exceden los conceptos de géneros binarios. Lo mismo
U

que entran en relación unos con otros. Así que en realidad no sería ocurre con lxs drag kings, que transformaban sus cuerpos de mujeres en
C

posible pensar en sólo dos sexos, el del hombre y el de la mujer, sino ostentosas corporalidades de hombres. “Esos límites no tienen que ver con
O

que habría que intentar pensar en cuántos hombres contiene la mujer, lo que para una persona sea viable ser sino con lo que para esa persona sea viable
D

y en cuántas mujeres contiene el hombre, y habría que suponer no dos representar, porque justamente el drag es ninguna otra cosa más que la puesta
sexos sino n sexos.
Este sexo no encorsetado en un registro de dos, excluyente, binario,
28. Nos dicen Deleuze y Guattari: “Hacer el amor no se reduce a hacer uno, ni siquiera
es lo que los autores citados refieren como sexo no humano, y que es lo dos, sino hacer cien mil. Eso es, las máquinas deseantes o el sexo no humano: no uno
propio del inconsciente, así puede reconocerse. El sexo no humano es ni siquiera dos sexos, sino n... sexos. El esquizoanálisis es el análisis variable de los n...
sexos en un sujeto” (1995: 305).

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en escena eventual de una identidad posible. Cuando esa identidad emerge se Pero actualmente es el capital el que impide a la mujer encontrarse
vuelve real, palpable, relacional; y cuando se desvanece, reverdece la identidad con su sexualidad y su libido, manipulando su deseo en el circuito de
“de base”29, con el tiempo el postizo cae como también se pierden piezas consumo, y esa estrategia no es otra que la de un déspota que como
propias del cuerpo originario, cabellos, uñas, y el gesto tranformatorio Dios le manda aplastar la serpiente, símbolo arcaico de la sexualidad
tiene su límite en el tiempo y en la salud de la drag, pues la exigencia femenina, con su múltiple potencia orgásmica. Hoy el Mercado mo-
de delgadez extrema, y en casos más elocuentes algunas de ellas buscan dela como quiere esa sexualidad cincelada por el consumo y estéticas

JO
saltear las convenciones de la femineidad con representaciones más dominantes (para hombres y mujeres), es decir, el Mercado sustituye
cercanas a los comics o imágenes mitológicas. Aquí nos encontramos no al patriarcado; pero es una falsa independencia la del Mercado para

A
con el borramiento de la diferencia binaria, sino con una potenciación la humanidad, especialmente con su política de marketing agresiva

B
de un imaginario creando transformer que puede no tener límites, más sobre las seres humanos porque hace comprar una falsa necesidad, y

A
allá, claro, que los que imponga el cuerpo y la salud. así deriva las energías sexuales, con pulsiones voraces hacvia la comida

R
Se trata entonces de construir una ética de la diferencia sexual que por ejemplo. Así abate a la serpiente (símbolo de su sexualidad potente)

T
sería una ética de la no-simetría de los sexos, y esta diferencia debe que le dice a la mujer cómo conocerse y conocer sin ser manipulada
ser reconocida en tanto no hay jerarquizaciones ni calificaciones en los por ficciones (el amor romántico de las novelas de las grandes redes

E
elementos que la componen, pues si pensamos en una ética, no habría de televisión son un uso de esas ficciones), y ello tiene relación a la

D
fundamentos biológicos ni históricos que determinen que un género desarmonía con su propio cuerpo (porque aprendió a desconocerlo y a

O
es y será de una vez y para siempre, pues ello no corresponde a una descuidarlo), que se rompe en comparación permanente con modelos

N
experiencia ética, sino a tareas que realizar como mandato del funda- que al modo platónico se replica como deber con cirugías, succiones,

R
mento. En el comentado caso de las drag queen se disparan equilibrios, implantes. Esto no significa que sea éticamente cuestionable la búsque-

E
se afirman no - proporciones, otras sensualidades, representaciones que da estética, sí cuando se convierte en un modo de existencia alienado,

T
no se relacionan a nada conocido. Y estas estratificaciones establecidas pulsados desde la imagen ponderada y obligada desde el mercado; y

IN
en tanto correspondencia entre lo masculino respecto de lo femenino, todo ello se realiza con violencias variadas, y la publicidad es una de
recordémoslo, son tributarias de la preeminencia de las jerarquías de gé- esas violencias. Ese cuerpo no juega, no puede permitírselo; es similar
nero instituidas por el patriarcalismo30. Es así que nuevas subjetividades TO a entrar y salir de un territorio y saber de qué se trata, como Alicia en
masculinas y femeninas son posible, en tanto su modo de sentir, pensar el país de las maravillas, donde los acertijos abundan, y las certezas son
y actuar pueda fugarse del entrampamiento de hierro que significa el absurdas. Pero entre el juego y la certeza muchos relatos se escuchan.
N

binarismo. Incluso deberíamos repensar si llamamos a una subjetividad


E

con la clasificación femenina o masculina. Ariadna: entre Dionisos y Teseo


M

En realidad así lo ha mandado el capitalismo; donde un polo domina


U

al otro (personas de raza blanca -hay un esfuerzo industrial cosmeto- Quizás sea oportuno en este momento de la reflexión, recordar a
C

lógico para que así sea, pues toda piel es marrón- sobre elementos de F. Nietzsche, quien en Ecce Homo (Nietzsche, 1999) nos introduce en el
O

diferencia de otras razas o lo extraño del otro en general, el mundo de lo relato mítico donde Ariadna transita en su elección entre Teseo, hombre
D

masculino sobre el mundo de lo femenino, la institución del adulto sobre de dureza inigualable y Dionisos, aquel que ríe y juega. Si la disyuntiva
la de la infancia, el ethos de un pueblo en relación al del otro vecino). está entre el hombre superior, de seriedad y pesadez por un lado, y por
otro el que afirma y aligera las cargas, es porque Ariadna siente que
Dionisos se le aproxima y ella se aproxima a él; más allá de Teseo que
29. D’Amore, I., “Muñequitas terror”, Suplemento Soy, Página 12, 19 de febrero de 2016.
30. Esto se explicitará más claramente en el capítulo IX de este ensayo.

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desprecia la tierra y el cuerpo, el que no puede reír y jugar pues eso le Es evidente que este discurso es representativo de una subjetivi-
impide llegar a la perfección. dad colectiva, de un modo de sentir y de pensar comunitario, aunque
Como hemos visto, la educación misma con un alto grado de rendi- hayan sido sólo las manos de los soldados las que mataron. Es así que
miento y competencia hoy, y de severidad y crueldad ayer, se corres- ese sentir colectivo hunde sus raíces y se nutre en una educación que
ponde de manera casi directa a la supresión de sentimientos en los niñxs; borra cualquier atisbo o signo de debilidad, (ya sean sentimientos de
incluso la carencia de sentimientos se vivencia como un logro en tanto humanidad, clemencia, apego, amistad, o bien turbación e impotencia).

JO
se supone que esas serán herramientas adecuadas para sobrevivir en El ario (también el europeo, el rico, el dominador colonial, el gobernante
esta sociedad compleja y excluyente. Pero esto no tiene su comienzo en delegado del imperio), como secuela de la propia educación ya no está

A
este momento de la historia, pues el objetivo a lograr con la carencia de amarrado a sentimientos que lo limiten en su tarea de exterminio; de

B
sentimiento es el de crear un hombre y una mujer sometidos y dignos a este modo es puro y fuerte, y moralmente apto. Esa subjetividad se ha

A
su vez de la mayor confianza para la manipulación política. Un ejemplo propagado en otros países y en otros períodos de la historia. Ya sean los

R
de ello lo tenemos en el pueblo alemán y el nazismo. Pues ese hombre y países colonialistas que destrozaban las instituciones y las vidas de los

T
esa mujer, así formados, se adaptan adecuadamente a los reglamentos colonizados como las dictaduras de los países sudamericanos.
y a la normativa de una manera a- crítica; sin cuestionamientos incluso No es menester remitirse a un pasado mediato, sino que hoy, con

E
para las órdenes más atroces. toda virulencia, se actualiza esa vocación imperial y destructiva; así nos

D
Tomaremos como ejemplo el famoso “Discurso de Posen” dado por lo hace saber el Comandante Ralph Peters: “el papel que desempeñarán

O
Himmler -jefe de las S.S.- dado a una selecta audiencia de 60 Gauleiters en realidad las fuerzas armadas estadounidenses será el de mantener el mundo

N
y Reichsleiter, empresarios y altos oficiales civiles y militares de las SS seguro para nuestra economía y abierto a nuestro asalto cultural. A tal fin

R
en el Castillo de Posen,  el 6 de octubre de 1943: daremos muerte a un gran número de personas”32.

E
Existen otras similitudes que ya recordamos, pero creemos necesario
Quisiera traer a colación aquí ante ustedes un tema muy delicado. Es preciso discutirlo

T
establecer una línea de conexión entre una y otra política en términos
abiertamente entre nosotros y, sin embargo, nunca hablaremos de él en público… Me

IN
ideológicos, como también en las políticas de desapariciones en el cono
estoy refiriendo a la evacuación de los judíos, al exterminio del pueblo judío. Es una
sur.
cosa fácil de decir… Figura en nuestro programa. Eliminación de los judíos, su exter-
TO Remitámonos a la Ley de Obediencia Debida en Argentina, aquella
minio… La mayoría de ustedes sabe qué significa ver cien cadáveres hacinados, o 500,
que en democracia exculpó a los militares argentinos que cometieron
o incluso 1.000. Haber aguantado esto y seguir siendo personas decentes, es lo que nos
crímenes de lesa humanidad. El argumento jurídico fue que un subor-
N
ha endurecido. Esta es una página gloriosa de nuestra historia que nunca ha sido ni
dinado no puede dejar de cumplir una orden de un superior, cualquiera
E

será escrita… Les hemos quitado las riquezas que tenían… para que esas riquezas
sea ella. Por ello el hombre sometido al imperio de la autoridad, en
M

reviertan en su totalidad al Reich. No nos hemos quedado con nada. Quienes hayan
la cual creía, sólo obedece, sin analizar el contenido de esa orden. Y
incumplido esto serán castigados en virtud de una orden que dicté al principio y que
U

para cumplirla debe carecer de afectaciones y estar seguro de no sentir


estipula: quienquiera que se apodere de un solo marco morirá… Teníamos el derecho
C

sentimientos propios, ni vivencias que lo hagan dudar de la propiedad


moral y la obligación, frente a nuestro pueblo, de exterminar a ese otro pueblo que quería
O

ética de esa orden.


matarnos… Jamás toleraré que aquí surja y se consolide ningún tipo de corrupción, por
D

Además, recordemos que estos hombres (los dictadores sudameri-


pequeña que sea. En conjunto podemos decir, sin embargo, que hemos cumplido con esta
canos, los nazi y los representantes actuales del imperio, neoliberales
difícil tarea por amor a nuestro pueblo. Y al hacerlo no hemos sufrido daño alguno en
gerenciales), devenidos en asesinos de masas algunos, no se hallaban
nuestro fuero interno, en nuestra alma, en nuestro carácter.31

31. www.forosegundaguerra.com 32. Comandante Ralph Peters, en “Constant conflict”, Parameters, verano de 1997, pp. 4-14.

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ni se hallan separados de la comunidad ni tampoco actuaban y actúan ya sea con un sistema de poder financiero o un líder, que lo infantiliza.
impelidos por la desesperación; eran y son hombres de buena concien- Como ejemplo tenemos el modo en que paga una deuda impagable y
cia, de confesión semanal, orgullosos de sus destinos y eufóricos en el con ello se somete a un padre altamente despótico, la banca financiera
logro de sus objetivos. internacional. No puede esta subjetividad, porque no pudo en su in-
Resulta necesario reflexionar entonces acerca de la pesadez de la fancia, criticar a sus padres y educadores, poner en tela de juicio sus
subjetividad masculina, pues este hombre de creencia superior, el que afirmaciones y sus conductas. Nunca tuvo autonomía, siempre se en-

JO
soporta las duras pruebas, cree que afirmar es cargar mandatos; y esa cuadró en normativas que aparecían como naturales, y ellas eran parte
carga termina por desplomarlo sobre la tierra seca del desierto y en sustancial de la moral y del sentido del deber. Si ello no era cumplido, el

A
ocasiones convertirlo en asesino. Es esa subjetividad la que se propaga riesgo era altísimo: la pérdida del amor de los padres. Así deja de lado

B
en los microfascismos, donde cada uno de los sujetos se revela como un sentimientos vitales, críticos, que le ayudarían a permanecer atento a

A
enclave de la identidad (étnica, u otras); afirmándose en ella y por ello sus afectos y emociones; pero todo se reduce a la construcción de una

R
mismo excluyendo (física y/o simbólicamente) a los que no pertenecen. urdimbre tensa y tupida donde toda diferencia respecto del ideal, por

T
Y ello se soporta en una lógica que involucra hegemónicamente desde pequeña que sea, es vivida con culpa intensa, y todo ello lo deprime, lo
un sentido común, a los opresores y los oprimidos; y en particular, a la hace sentir inutilizable. Buscará a otros donde depositarla y ello en una

E
forma en que aquellos que no pueden dejar de estar en este circuito de trama cotidiana de acciones microfascistas. Mata como han matado su

D
opresión, donde sostienen a su vez a sus opresores, porque la educación capacidad de deliberar, y de oponerse vitalmente a la destrucción. Ante

O
abolió sus sentimientos y ahora reciben órdenes despóticas. Por ello los esa muerte dentro de sí, en ocasiones no puede sino matar, explotar.

N
mandatos no sólo esmerilan la subjetividad masculina respecto de ser Todo ello se revela en un contexto de intensa transformación tec-

R
hombre como padre y como pareja, sino también como ciudadano, como nológica y del imaginario social. Los modos tradicionales de ejercer la

E
vecino, como consumidor. En su Discurso sobre la servidumbre voluntaria, masculinidad se hallan asimismo en crisis; crisis que atropella desde la

T
Étienne de La Boétie nos impele a desobedecer al tirano, no luchar con- inserción laboral -que en ocasiones significa la vida cotidiana misma en

IN
tra él, sino dejar de sostenerlo. Y aquí se renueva una forma de lucha, un sentido literal y también en un sentido existencial-, hasta el modo de
la desinstalar la trascendencia en todas sus formas de representación ejercer el erotismo y la sexualidad. Y esa transformación no es privativa
(religiosa, en tanto los monoteísmos han impuesto y bendecido gue-
TO de los hombres, las mujeres también participan de ese desmoronamiento
rras, las del gobernante que actúa desde el decisionismo, con decretos ocupando lugares que los hombres han abandonado, o bien creando
inconsultos con el pueblo o sus representantes, con los impulsores del posiciones por fuera de los registros falocráticos: avances de los de-
N

marketing, que inventan una geografía falsas y hábitos que responden rechos de los ciudadanos (ley de matrimonio igualitario, de fertilidad
E

a necesidades falsas). asistida, calificación de femicidio con aumento de pena por agravante
M

por la muerte de una mujer a manos de un hombre vinculado con ella).


U

Epílogo Pero con frecuencia el hombre patriarcal se halla enredado en ese


C

juego de sometimientos y requiere de otros a los cuales someter, en un


O

Recordamos entonces nuestra hipótesis, donde proponemos que despliegue de compulsiones y destrucciones donde es, asimismo, una
D

las significaciones falócratas junto a las significaciones etno y logocén- víctima que victimiza a otros a los que considera inferiores, desiguales,
tricas, promueven en hombres y mujeres contemporáneos un modo por su condición racial, religiosa, de género, etaria, cultural, económica
de ejercicio de la ciudadanía, entrampado en jerarquizaciones que se e ideológica. Esta concepción sobre su ser y el otro, lo impele a desplegar
profundizan a cada lustro, aumentando la violencia racista, de género, violencia sobre otros pero también sobre sí mismo, manteniendo la
xenófoba, dónde el sujeto se ata a los mandatos despóticos capitalistas,

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fragmentación que el capitalismo necesita como modo de sometimiento CAPÍTULO IV


subjetivo.
Extendamos la reflexión acerca de aquellos mandatos que el hombre El sistema heteronormativo como causal
soporta (como oprimido y como opresor) y veremos que esas construc-
ciones sociales de ninguna manera son eternas ni naturales, sino que de violencias
tienen prevalencia en este segmento histórico. Recordemos, que algunas

JO
de esas construcciones son: la Razón Occidental, el Tiempo y la Verdad
(Mattini, 2000).

A
B
A
R
C

T
uando nos introducimos en el terreno de las identidades

E
sexuales, nos encontramos con un campo de tensiones que

D
merece analizarlas a la luz de situar algunos interrogantes

O
que nos interesan poner a consideración a la hora de pensar

N
algún abordaje posible de las violencias basadas en las sexualidades. Nos
posicionaremos desde una perspectiva que integre los desarrollos pro-

R
venientes de la Teoría Queer1 y expondremos algunos atravesamientos

E
históricos y del contexto, teniendo en cuenta que se trata de un territorio

T
emergente y por lo tanto, requiere de revisiones y profundizaciones

IN
constantes por la dinámica de aceleración que habitamos en los procesos
TO culturales y sociales. En ese sentido nos preguntamos ¿Cuáles fueron
las condiciones de posibilidad para que se produzcan estas prácticas
segregativas hacia lesbianas, gays, bisexuales y trans?
N

Se hace imprescindible aquí poder revisar la “matriz heterosexual”


E

(Foucault, 1990; Butler, 2002) e investigar, fundamentalmente, los al-


M

cances e impactos del sistema de dominación heteronormativo.


U
C
O

1. Teoría Queer: producción teórica que revisa las categorías género e identidad, y sexo,
considerando que se trata de discursos y no esencias; buscando distintas políticas de
D

reconocimiento. Algunos autores como Monique Wittig, Andy Warhol, Roland Barthes,
Jacques Lacan, Louis Althusser, y Jacques Derridá, entre otros, iniciaron desarrollos
que fueron dando forma a lo que luego se denominó Teoría Queer. Entre los primeros
se encuentra Teresa de Laurentis, Michel Foucault, Joan Scott, Judith Butler… En sus
orígenes, “queer” significa “Raro” en inglés y alude, en forma peyorativa, a los gays…
término que luego se fue apropiando en forma positiva, de fortalecimiento hacia los
mismos.

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Para rastrear algunos antecedentes, merece mencionar una contribu- nando el modo de entender esas categorías, constituyendo las bases de
ción que revolucionó el pensamiento de la época y permitió sentar las lo que se denomina “teoría queer”. Se puede encontrar en su libro Género
bases de los estudios de género cuando se publicó “El segundo sexo” en Disputa, cuyo objetivo fue desterrar el esencialismo que defendía
de Simone de Beauvoir en el año 1949. Allí se establece una diferencia la inmutabilidad de estos conceptos. Se produce un cuestionamiento
entre sexo y género, como resultados de condicionamientos culturales y a una de las nociones centrales de la teoría feminista de los años 70:
no biológicos, revelados en la frase: “No se nace mujer, se llega a serlo”, la diferencia sexual. Según Butler, el origen mismo de dicha categoría,

JO
y desplegados en los ensayos. Posteriormente Monique Wittig propuso entraña la existencia de la dicotomía a de los géneros femenino y mas-
a las feministas desmistificar los conceptos de “Mujer” y “Hombre” culino, como únicas alternativas posibles y válidas, siendo solidaria con

A
que aparecían cristalizados bajo este modelo y apuntó a repudiar al la reproducción del sistema heteronormativo que revisa. Es entonces

B
esencialismo. sustituyendo este concepto por una noción subversiva y que encontramos que la ´diferencia sexual‘ la plantea en connivencia

A
que expresó resistencias para ese momento, como la que significa la ca- con el sistema de poder que afirma que a cada sexo corresponde sólo

R
tegoría de “Lesbiana”. Planteó desterrar categorías “mujer” y “hombre”, una posibilidad de construcción genérica, existiendo una relación lineal

T
enunciando que las lesbianas no constituirían la noción de “mujeres”, y única entre los significados de sexo, género y orientación sexual. la
en tanto no se encuentran enmarcadas dentro de la economía política autora anula la correspondencia del sistema binario de géneros en una

E
de la heterosexualidad (Wittig, 1981). Otra innovación temática que se relación mimética a los sexos. El género, alude a una interpretación

D
enfrentó con el feminismo tradicional, fue la de visibilizar la realidad de múltiple del sexo, por la cual los cuerpos sexuados pueden dar lugar

O
la multiplicidad de identidades existentes en el amplio universo de las a varios géneros diferentes; existiendo una multiplicidad de construc-

N
mujeres. Así puso en cuestión la identificación de las categorías “mujer” ciones identitarias posibles.

R
y “femenino” como conceptos a los que se le otorgaron significados Por otro lado, es necesario definir al género no sólo en términos

E
unívocos. De este modo, la autora evidenció las propias discriminacio- de los significados culturales que asume un cuerpo sexuado, sino del

T
nes que se producen al interior del movimiento feminista a causa de no aparato mismo de producción por el cual se establecen los sexos como

IN
considerar “existencias lesbianas”. dicotómicos. Es decir, como medio discursivo mediante el cual la ‘natu-
Retomando con el desarrollo previo, el sistema heteronormativo raleza sexuada’ se instaura como prediscursiva y anterior a la cultura.
es definido como un conjunto de disposiciones sociales, políticas, eco-
TO En este marco, retomamos a Judith Butler para considerar al género
nómicas, que producen significados en materia de sexo y sexualidad, como preformativo. Es decir, como un efecto, una actuación y un hacer
instaurando la relación entre mujeres y varones como la única relación reiterado que se realiza en función de normativas sociales que exceden
N

sexoafectiva aceptable para el “buen” funcionamiento de la sociedad. a los sujetos. La actuación posible de encarnar está signada siempre por
E

Este sistema posee mecanismos específicos que permiten su reproduc- un sistema de recompensas y castigos. La performatividad del género
M

ción, los cuales operan en las diferentes áreas de la vida social, como la no es un hecho aislado del contexto, sino que es una práctica social, una
U

medicina, el arte, la religión, el derecho, la psicología, etc., reafirmando reiteración continuada y constante en la que la normativa de género se
C

permanentemente los significados aceptables y los inaceptables. Dentro negocia. El sujeto no es hacedor de la performance de género que más
O

de estos últimos se encontrarían los cuerpos y las sexualidades abyec- le satisface, sino que se ve compelido a actuar el género en el marco de
D

tos que se apartan de la norma del binarismo de género, que afirma la ciertas normas que legitiman y aprueban o sancionan y excluyen. En
existencia de sólo dos géneros que se corresponden cada uno de ellos, esta tensión permanente, la actuación de género resultante, constituye
con una única orientación de objeto heterosexual. En la década del 90, una negociación inconsciente del sujeto con dichas normativas. En este
Judith Butler va a producir un cuestionamiento fuerte a la noción de sentido, el género es una ficción reguladora que determina que ciertos
sexo, y a la dicotomía entre las categorías de sexo y género, revolucio- cuerpos adquieran sentido y sean aceptados y otros, sean rechazados

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y excluidos. Es entonces que la feminidad y la masculinidad cobran rones fueran a priori de las relaciones sociales, desprendiéndose así, su
sentido dentro de esta ficción preformativa del género, como práctica carácter de obligatoriedad respecto de la hetererosexualidad. Este “sexo
ritual repetitiva que nos produce como sujetos sexuados. ficticio”, impone un sexo naturalizado limitando las posibilidades del
Es la matriz heterosexual la que define tanto la coherencia como la cuerpo erógeno, también produce demarcaciones entre lo “sexual” y lo
incoherencia, la continuidad como la discontinuidad. Aquellos cuerpos que no lo es. Una de las consecuencias son cuerpos relegados al dominio
cuyo género no es una consecuencia de su sexo anatómico, o bien cuyas de lo impensable y de lo inaceptable.

JO
prácticas y deseos sexuales no se corresponden con el deseo hetero- La autora, rompe con la visión hasta entonces aceptada, que conce-
sexual, e incluso aquellos que no poseen una definición “clara” de su bía al “sexo” como la base material del género, para describirlo como

A
condición anatómica como es el caso de la intersexualidad; caen fuera de un concepto sociológico derivado de una lectura de los cuerpos reali-

B
la matriz de inteligibilidad, presentándolos, por lo tanto, como incom- zada en un contexto histórico y social determinado. Propone revisar

A
prensibles. Como consecuencia, esta diversidad corporal será rechazada genealógicamente cómo ésta idea fue produciéndose discursivamente

R
y marginada, y en ocasiones patologizadas/criminalizadas. Desde esta a través de la ciencia, marcada por sus intereses políticos y sociales.

T
línea de pensamiento, la heterosexualidad no constituye una opción En este sentido, Butler retoma de Foucault el uso de la genealogía del
sexual, sino que es un régimen de poder discursivo y hegemónico; y un género, como método que se dedica a “investigar los intereses políticos

E
régimen político cuyas categorías fundadoras como “hombre” y “mujer”, que hay en designar como origen y causa las categorías de identidad

D
son también categorías políticas normativas y excluyentes. En definitiva, que, de hecho, son los efectos de instituciones, prácticas y discursos

O
la matriz heterosexual conforma un corpus de categorías de conoci- con puntos de origen múltiples y difusos” con el objetivo de descentrar

N
miento y prácticas definidas colectivamente. Esas prácticas tienen la las instituciones del falogocentrismo y la heterosexualidad obligatoria.

R
particularidad de ser autorreferenciales y circulares que se autovalidan, Es necesario señalar que Butler no niega la existencia real del sexo,

E
estableciendo los estándares normativos que regulan la aceptabilidad sino que insiste en resaltar el hecho de que no hay posibilidad de ac-

T
identitaria, a través de la formación de cuerpos, deseos e identidades ceso a la materialidad del cuerpo sino a través de un imaginario social

IN
de acuerdo con sus normas. Por eso es importante entender el modo en conformado por normas, prácticas y discursos que fueron configura-
que la heteronormatividad se convierte en un elemento imperceptible, dos dentro de una matriz de pensamiento heterosexual. “El sexo es un
en sinónimo de cotidianeidad. TO atributo analítico de lo humano; no hay humano que no sea sexuado;
En resumen, la “matriz de inteligibilidad heterosexual2” son teorías sobre es el sexo lo que le confiere a lo humano un atributo necesario” (Butler,
el sexo, el género y definen múltiples instituciones sociales. Cuando Género en Disputa” p. 143).
N

introducimos el terreno del “sexo”, es interesante colocar que el mismo Emergieron diferentes propuestas de reconceptualización ligadas
E

no se limita a describir una realidad biológica preexistente, sino que son sobre la pluralidad de las relaciones intergéneros en las distintas socie-
M

narrativas, discursos, interpretaciones de lo que consideramos del sexo dades, contextos y culturas y también, a la visibilización de la pluralidad
U

y del cuerpo. Tal planteo derriba la dicotomía sexo-género, debido a la de las identidades de género –expuestas principalmente por el transge-
C

referencia “sexo” como una construcción social, y no “natural”. Se pue- nerismo-. Previamente, casi a fines del siglo XX, se fue consolidando una
O

de afirmar que el “sexo” no es más que un mito que produce la ficción perspectiva que empezó a visibilizar la diversidad sexual, admitiendo
D

del “sexo” con la finalidad de sostener las desigualdades económicas diversos sistemas sexuales, e introduciendo la misma, a la reflexión
e ideológicas, presentándolo como si las relaciones entre mujeres y va- pública. Este fenómeno se fue instalando, fundamentalmente, en el
terreno de las disciplinas sociológicas y antropológicas y comenzaron
2. Precisaremos que Butler en el libro “Cuerpos que importan” plantea la necesariedad de a evidenciar realidades ligadas a las identidades y prácticas sexuales
repensar la noción de matriz heterosexual, empezando a utilizar el concepto de “hegemonía más allá de los patrones hegemónicos occidentales. Iniciando así, un
heterosexual”.

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proceso de legitimación de esas construcciones y formas de organización son discursos que participan con los otros condicionamientos y expresan
social y sexoafectiva. algunas perspectivas culturales vigentes en la sociedad latinoamericana.
En este contexto, el proceso reivindicativo y la movilización política
relativos a las sexualidades en América Latina y el Caribe, estuvo cen- La visión patologizante desde la medicina
trado principalmente en la afirmación de derechos y en la formulación
de políticas para la erradicación del sexismo, y la discriminación por A continuación, identificaremos algunas contribuciones y elementos

JO
orientación sexual e identidad de género obteniéndose resultados ins- significativos que formaron parte de la instalación de lo que se denomina
titucionales significativos en casi todos los países. En Argentina espe- como “diversidad sexual”.

A
cialmente, se materializan con la modificación de la ley de matrimonio, Comenzamos con la sexología, que, por su énfasis en las clasificacio-

B
denominado significativamente como “matrimonio igualitario” en el nes y descripciones; solidaria con la medicina de la época, hacia fines

A
año 2010 y la Ley de identidad de Género en el año 2012. del siglo XIX se desarrolló como una disciplina dedicada a explorar las

R
Entendemos que a pesar de los logros acontecidos en materia de fisuras de la vida sexual de los sujetos para su diagnóstico y el desarrollo

T
jurisprudencia y de debates; el desafío es mayor a causa de la comple- de teorías de normalidad y detección de anomalías y patologías. La me-
jidad que significa poder desmontar y transformar verdaderamente los todología utilizada se basaba en la obtención de listados que perseguían

E
mecanismos que perpetúan las violentas realidades producidas por los el fin de institucionalizar la patologización de prácticas y expresiones

D
estigmas y rechazos existentes naturalizados y perpetuados a lo largo sexuales. La sexología contribuyó a la construcción de diagnósticos

O
de la historia inscriptos bajo el marco de la heteronormatividad. y nomenclaturas extrayéndolas como resultado de clasificaciones de

N
Simultáneamente a estas disputas y resultados, se produce un episo- comportamientos sexuales. Estas definiciones llevaron a identificar a

R
dio muy penoso, en la madrugada del 7 de marzo de 2010 en la provincia personas, actitudes y comportamientos como “desviaciones” con el

E
de Córdoba: un crimen de odio más que toma estado público. Se trata objetivo de su marginación e incorporación dentro de los sistemas de

T
de Natalia “Pepa” Gaitán, una lesbiana de 27 años que fue ametrallada medicalización. El aspecto facilitador y favorable que se podría rescatar

IN
por el padre de su pareja. Este lesbicidio hace visible una problemática de esta emergencia, fue la de poder visibilizar y dar a conocer un con-
que padecen gays, lesbianas y trans que son los crímenes de odio por junto de comportamientos y prácticas sexuales que se distanciaban de
razones de lesbofobia, bifobia, transfobia y homofobia existentes en
TO la monogamia y la heterosexualidad, en tiempo histórico y reconocerlos
toda América Latina, con sus respectivas diferentes realidades en los como instituciones pilares de la heternormatividad. Cabe aclarar que
distintos países. Lo particular de la situación que mencionamos, es que cuando referimos a la monogamia, entendemos que tiene su legitimación
N

no se asoció el asesinato con la orientación sexual de la víctima siendo en la institución matrimonial.


E

la principal causa. El dato más relevante quedo oculto y silenciado. En este marco, podemos mencionar a Alfred Kinsey como una figura
M

Más allá del modo en que los medios de comunicación y la cobertura representativa, que, gracias a su estudio sobre prácticas sexuales en
U

que tuvo con sus peculiares narrativas. Se trata de un asunto medular la sociedad norteamericana, facilitó el conocimiento de la existencia,
C

analizar los discursos que han sostenido y sostienen los medios de masas comportamientos y prácticas sexuales entre varones, visibilizando lo
O

al respecto de la población de lesbianas, bisexuales, gays, transgéneros que se aproxima a la orientación sexual bisexual y prácticas que pueden
D

e intersexuales, como otras producciones sexuales disidentes que no lo nombrarse como homosexuales.
abordaremos aquí por las dimensiones que implica, y llevaría otros re- Otras contribuciones a destacar, por su antecedente en materia de
cortes que requieren metodologías y profundizaciones para las que aquí politización de la diversidad sexual en los años alrededor del 1897; fue
no elegimos desplegar. No obstante, al tratarse de productos sociales, el lanzamiento de una campaña pública en defensa de los derechos de
los homosexuales impulsada por el médico alemán Magnus Hirschfeld,

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en su marco institucional del Comité Científico Humanitario. Si bien del espacio público desde la diversidad sexual; la inclusión en el debate
en ese momento existieron otras iniciativas, se fue cobrando fuerza público de preocupaciones antes consideradas irrelevantes políticamen-
sólo en décadas posteriores, por el nivel de avances respecto a sectores te, la democratización de los espacios “privados” y el reto de mirar el
conservadores. cuerpo como territorio material y simbólico de construcción de auto-
Para ejemplificar la vinculación con una tradición heteronormativi- estima, autonomía y dignidad, constituyen condiciones básicas para
dad en su práctica patologizadora, lo expone los abordajes de los medios el ejercicio de los derechos humanos, humanas, humanxs en general,

JO
de comunicación, y los planteos teóricos y las medidas tomadas por la y los derechos sexuales en particular, colaborando con este proceso de
comunidad científica con respecto a la epidemia del VIH SIDA. Este institucionalización al que estamos asistiendo en la actualidad.

A
acontecimiento en los comienzos de la década de los 80, necesario a

B
destacar por su relevancia mundial, por un lado señalaba el impacto de El silencio... cómplice de violencias

A
los casos que afectaban fundamentalmente a varones gays. Una lectura

R
de esto, es la invisibilización en la población de mujeres denominadas En síntesis, la heterosexualidad funciona como un marco donde se

T
lesbianas. Es en este contexto donde se comienza a hablar de la “epi- interpretan eventos y acontecimientos, organizando la experiencia y
demia rosa”; -y el estigma vigente aún- de asociar prácticas sexuales orientando la acción individual y colectiva. Se conforma de ese modo,

E
de varones que tienen sexo con otros varones con VIH. Tal es el caso, una densa red de símbolos históricamente producido donde las me-

D
que en la actualidad, recientemente se ha modificado el protocolo de táforas, representaciones simbólicas, significados culturales y claves

O
donación de sangre, donde admiten a personas gays a donar sangre. cognitivas que modelan los comportamientos y ayudan a evaluar los

N
Anteriormente la sola condición de un varón haber tenido relaciones acontecimientos; no son permanentes ni estables, ni son concensuados

R
sexuales con otro varón, era causal de prohibir la donación de sangre o únicos. Son precarios, ambiguos, cotidianamente negociados y traba-

E
por ser considerada sangre que pueda tener al virus. jados en las interacciones sociales.

T
Es así, cómo desde diferentes ámbitos internacionales se empiezan Una misma experiencia puede ser vivida, sentida y nombrada de

IN
a financiar investigaciones e invertir recursos materiales significativos, maneras diferentes según los contextos en que se desarrolla. Un ado-
por la marcada extensión, llegando a conformar una pandemia mundial. lescente que se siente atraído sexo-afectivamente por otro varón en
Si bien la mayor parte de las investigaciones tuvieron sus tendencias
TO Sao Paulo, tiene cierto acceso a una cultura gay -comercial y activista-,
biomédicas, se descubrieron prácticas sexuales y comportamientos que que puede facilitarle herramientas a la hora de gestionar sus procesos
cuestionaban las sólidas fronteras que distinguían lo homosexual de psicosexuales, pudiéndose sentir gay. La misma situación no podría
N

lo heterosexual, como la bisexualidad haciéndose evidente como una ocurrir del mismo modo en los países donde aún se sigue considerando
E

práctica común que atravesaba en diferentes contextos de las sociedades la homosexualidad como delito, teniendo como condena el hecho de
M

occidentales y no occidentales. ser colgado en una plaza pública. ¿Qué sucedería si existieran procesos
U

En definitiva, creemos que el potencial emancipador de los derechos pedagógicos que contuvieran las distintas prácticas, percepciones, vi-
C

sexuales está relacionado con el cuestionamiento del sujeto universal de vencias, desarrollos de las sexualidades, no asociada únicamente hacia
O

los derechos humanos en el discurso hegemónico y la demostración de la dominante con sus múltiples determinaciones?
D

que son las relaciones de poder las que determinan en lo concreto las Para continuar, mencionaremos algunos de los mitos de las sexuali-
desigualdades en los condicionamientos de las distintas poblaciones; y dades y su efecto en la población LGTBI que ponemos a consideración
la consiguiente titularidad de los derechos. La puesta en discusión de por ser obstáculos hacia una inclusión equitativa.
la dicotomía y jerarquización de la esfera pública por sobre la íntima, Nuestra sexualidad (no) se circunscribe a la genitalidad. Sin embargo,
que implicó e implica en la actualidad, ciertos procesos de apropiación percibimos y observamos el mundo a través de reducir la sexualidad

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a lo anatómico. Un ejemplo que denuncia cómo opera esta concepción prácticas sexuales, que transmite la complejidad de las sexualidades. En
en lo cotidiano, es cuando a una travesti, a pesar de haber adoptado un ocasiones y paradojalmente, al servicio de volver a incorporarse dentro
nombre femenino, con sus respectivas expresiones ligadas a las mujeres, de las matrices de la bipolaridad. A modo de ejemplo, encontramos que
con modificaciones corporales que la remiten; estilo de vida y modos algunas argumentaciones que circulan para referirse a transexuales,
de ser y vestir; la nombramos como varón. Es muy común masculini- están referidas imaginaria y colectivamente como “una mujer en un
zarla, que se le diga “el travesti”, a pesar de ella misma, priorizando su cuerpo de hombre”, o viceversa, “un hombre con mentalidad de mujer”

JO
genitalidad, siendo lo más oculto a la percepción visual, excluyendo la haciendo eje nuevamente en su anatomía y genitalidad. Mostrando la
construcción relacional. Hemos encontrado docentes con interrogantes no tolerancia de bordes o ambigüedades de lo masculino / femenino

A
sobre qué hacer cuando un chico juega con elementos que se les asigna como si esta condición la destituye de ser persona; con sus respectivas

B
a las mujeres social y culturalmente. ¿Qué consecuencias trae aparejada necesidades de regulaciones y protecciones ciudadanas. Una vez más

A
esta actitud que acabamos de describir? La violencia de nuestra inter- la violencia de los esquemas referenciales hegemónicos por encima de

R
pretación, sin dar entidad a los procesos y movimientos que realiza la quien experimenta el desarrollo que acabamos de describir, negándolo.

T
persona; obviando su identidad. De ese modo; se modificaría el reduc- El otro punto a trabajar es la disociación permanente entre la sexualidad
cionismo una travesti se trasviste por tratarse de una identidad; más allá y el placer. Es decir, naturalizar el vínculo de la sexualidad con la repro-

E
de su vestimenta. Las identidades LGTBI funcionan como estructuras ducción. En el imaginario colectivo, existe la idea que gays y lesbianas

D
en relación a las cuales las personas viven sus sexualidades; dentro de representan el símbolo del sexo sin reproducción y de disociar el com-

O
una política de reconocimiento. promiso emocional de una pareja con el mandato de formar una familia

N
Otro mito sexual es pensar es la existencia de un “Sexo Verdadero”: tradicional. Sería interesante pensar las causas, -entre ellas incluir las

R
Nos plantea M. Foucault (1985): económicas-, de la negación a LGTBI desde las políticas públicas, a los

E
derechos del matrimonio, patrimonio, maternidades y paternidades
Las teorías biológicas de la sexualidad, las concepciones jurídicas sobre el individuo, las

T
diversas. Interrogante que dejaremos pendiente en este trabajo.
formas de control administrativo en los Estados modernos han conducido paulatinamente

IN
a rechazar la idea de una mezcla de los dos sexos en un solo cuerpo y a restringir, en
consecuencia, la libre elección de los sujetos dudosos. En adelante, a cada uno un sexo y ¿Y la escuela?... cómplice de violencias
TO
uno solo. A cada uno su identidad sexual primera, profunda determinada y determinante;
los elementos del otro sexo que puedan aparecer tienen que ser accidentales, superficiales Entonces nos preguntamos ¿Por qué es necesaria incorporar la pers-
pectiva de la diversidad sexual en el sistema educativo?
N
o, incluso, simplemente ilusorios (...) Desde el punto de vista del derecho, esto implica
Porque se trata de cumplimentar los derechos sexuales y de pensar
E

evidentemente la desaparición de la libre voluntad de elegir.


los procesos de enseñanza-aprendizaje formales relacionados con la
M

Hay personas que no sienten pertenencia dentro del sistema binario sexualidad.
U

de la diferencia sexual, donde rigen y rigidizan sólo los géneros feme- Deducimos que incluir la perspectiva en sexualidad colaboraría en
C

nino y masculino. Se omite con los dos estereotipos aquellos grupos erradicar deserciones escolares, bullyngs homofóbicos escolares, vio-
O

que crearon nuevas nominaciones y autodenominaciones con el fin de lencias, discriminaciones de todo tipo, homo-trans- bi-lesbofobias, au-
obtener lugares donde estar; de inscripción-diferenciación dentro de
D

sencias de apoyo escolar, silencios, avales sobre tratos crueles, rechazos,


la sociedad. En consecuencia, han surgido categorías para describirlas imposiciones de estereotipos sexuales, invisiblizaciones, insultos, burlas,
en forma descalificadas como “desviados y perversos sexuales” (de lo aislamiento, incomprensiones sobre lo que sucede, desconocimientos,
norma heterosexual) a sujetos/sujetas transgéneros, bisexuales, lesbia- sobreinterpretaciones, patologizaciones sobre realidades LGTBI, mitos
nas y gays, haciendo referencia a un más allá corporal, un más allá de y estereotipos, falta de estudios sobre temas LGTBI, así como materiales

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pedagógicos, desinformación en el personal docente y autoridades del a ese otro necesitado, no se disminuye la culpa, ya que la conciencia
ámbito escolar, prácticas sexuales inseguras... delata esa indiferencia como negación del otro.”
La escuela, frente a estas realidades y síntomas que refleja la es- Desde hace tiempo; dentro del discurso educativo se habla de in-
tructura patriarcal y heteronormativa que la sostiene y reproduce, no tegrar y poder dar respuestas a las diversidades (culturales, étnicas,
debería disociarse de su responsabilidad. La intención es indagar sobre socioeconómicas, sexuales, identitarias, etc.) de conformar y pensar
el tratamiento silencioso que hace de la diversidad sexual y pensar cuá- instituciones inclusivas y no marginales; así como la consideración de

JO
les son los discursos que mantiene frente a alumnos y alumnas y frente diferencias individuales derivadas de las historias de vida, predisposi-
a la sociedad. La educación, como proceso de formación permanente, ciones y expectativas de los niños y niñas, sus familias y comunidades,

A
personal, cultural y social, se fundamenta en una concepción integral? de conformando un crisol de formas de ser que proviene de la sociedad

B
la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes. compleja, plural y heterogénea.

A
Sin embargo, en los fundamentos del discurso pedagógico, asumimos En la práctica cotidiana a la escuela le cuesta ubicar las represen-

R
que no sólo conciernen al ámbito de la educación, sino que tienen que taciones divergentes en un plano de igualdad, quedando, por un lado

T
ver con distintas concepciones sobre culturas, sexualidades, sociedades privilegiadas las significaciones dominantes y dejando “lo diferente”
y educación que subyacen las prácticas cotidianas y no tienen que ver como “lo exótico”, lo que hay que “tolerar” o aprender a “aceptar”,

E
únicamente con la escuela. Es en la escuela el espacio donde se juegan reproduciendo de ese modo, “lo normal” y “anormal”, “lo bueno” y

D
estas nociones sobre la vida; y se presentan en forma implícita o explícita “lo malo” bajo formas asimétricas sin lograr derribar verdaderamente

O
y van configurando una plataforma; previas a cualquier reflexión peda- la estructura jerárquica de valoraciones donde se sostiene. Perpetúa las

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gógica; que nos conduce a reflexionar acerca del sentido de la educación diferencias sexuales, avalando, produciendo y reproduciendo hacia la

R
en la vida de las personas. Recordemos que cada recorte de la realidad construcción de factores discriminatorios y refuerzos heteronormati-

E
y contenidos que se transmite, incluye atravesamientos ideológicos, vos. Desde el comienzo, a los educandas/os se les inculca una serie de

T
morales, culturales, políticos y éticos. De ahí deducimos que se debería prácticas, saberes y discursos que contribuyen a una educación sexista;

IN
trabajar en las escuelas hacia la producción de una adecuada ética laica, inhibiendo y rechazando aquellos que no responden a la norma hetero-
que contenga argumentos antropológicos comunes a todas las personas, sexual. Se transmite también la sensibilidad hacia otras características
independientemente de las creencias religiosas o espirituales. TO como él género, color de piel, creencias, apariencia física, capacidades,
La escuela al ser una de las fuentes de información, valores y creen- capacidad adquisitiva, percibiendo ñiños y niñas desde la primera in-
cias significativas socialmente legitimadas, donde niños, niñas y adoles- fancia, la relación de dichas características a estructuras de dominación
N

centes pasan gran parte del tiempo de su desarrollo, debería contribuir y sumisión.
E

en aprendizajes que faciliten la construcción de sus identidades enrique- Reconocemos entonces, la necesidad de poder retrabajar desde el
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ciendo las subjetividades. La identidad esta asociada al reconocimiento comienzo del nivel inicial los diferentes procesos psicosexuales, para
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y la acción mediada por el lenguaje, tiene un carácter relacional que le tener herramientas de contención y alojamiento a todas y todos los
C

es inherente y resultan de la combinatoria de proyectos identificatorios educandos/as. Un niño o niña que comienza a manifestar deseos,
O

contínuos. “El otro que está delante de mí es un valor absoluto que se prácticas no esperadas, interpela al educador/a que no se encuentra
D

impone por sí mismo; un valor que la persona misma no ha creado ni capacitado/a para darle una respuesta apropiada. Ya el estado Argen-
puede destruir, realidad que empuja a ser “responsables” frente al otro; tino en el año 2013 sin necesidad de recurrir a la justicia, ha dado un
éste ni siquiera debe dirigir la palabra para pedir ayuda en medio de su Documento Nacional de Identidad a una niña trans de 6 años, siendo el
miseria, ya que su misma existencia es una llamada al reconocimiento. primer antecedente en el mundo que fue reconocido como un ejemplo
Aún cuando se cierran los ojos, los oídos y se endurece el corazón frente de avance en materia de derechos humanos relativos a la identidad.

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Observamos que el fenómeno trans-lesbo-bi y homofóbico trae con- mover acciones positivas, que afirmen la vida y su calidad e incentiva
secuencias sobre la salud psíquica y emocional de las personas que a tomar posición desde una perspectiva ética, inclusiva y de derechos.
padecen estas violencias: El bullying, las burlas, humillaciones y des- Se movilizan así, las estructuras de prejuicios, de miedo y defensas que
calificaciones sistemáticas provocan un miedo interno al rechazo, que impiden tener una visión sensible, compleja e integral.
coarta la expresión de los sentimientos y reprime la espontaneidad y Entendemos que para la integración, extensión y profundización de
desarrollo expresivo y creativo de la persona, facilitando el aislamiento la inclusión de la diversidad sexual en el discurso pedagógico, se debe

JO
social, incrementando distintos miedos, entre ellos, al ser “descubierto”. considerar a todos y todas en un mismo plano, y para ello, se necesita
Se calla, oculta, “secretea”, procesos que no se alojan ni en la familia, deconstruir los aprendizajes que hemos incorporado porque se necesita

A
ni en la escuela por no estar preparados. Niños y niñas y adolescen- información y cambios culturales y políticos profundos.

B
tes, a diferencia de otras discriminaciones, no encuentran espacios de Es preciso identificar las variadas posiciones religiosas, de tradiciones

A
contención en la familia o entorno inmediato. Para que esto suceda, se de pensamiento y de sistemas de creencias, a fin de que el estado alcance

R
debe transitar un proceso que no siempre obtiene buenos resultados. una posición laica? que garantice la equidad de las partes. Situación que

T
En ocasiones, trae aparejado otros problemas a LGTBI como el hecho indaga sobre la información disponible desde una pluralidad de discur-
de estar en situación de alerta constantemente, inhibiciones, represio- sos no hegemónicos y sobretodo, teniendo en cuenta las emergencias

E
nes de sus emociones, debilitamiento de la autoestima, desarrollo de históricas; con toda la complejidad que implica.

D
vergüenzas, incomprensiones frente a la familia y amigos y amigas, Para terminar, quisiéramos recordar que la perspectiva en diversidad

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persecuciones, migraciones, consumo de sustancias tóxicas, limita la sexual constituye un abordaje que trasciende a las políticas identitarias.

N
comunicación con el entorno, incentiva a “aparentar” otras sexuali- No se trata de que las identidades se circunscriban a “particularidades”

R
dades, períodos confusionales, stress, sentimientos de culpabilidad, de cada grupo, como por ejemplo, el derecho de las lesbianas. Se trata

E
depresiones, angustias, tristezas, aumento del trabajo sexual no consen- del reconocimiento de que todas las personas gocemos y disfrutemos

T
tido, operaciones quirúrgicas clandestinas, consumos de hormonas no y tengamos esa posibilidad, de tener derecho a la satisfacción personal,

IN
regulados, al igual que los implantes de siliconas, llegando al suicidio. a decidir sobre nuestra vida, nuestros géneros y nuestros cuerpos de
Muchos niños, niñas y adolescentes LGTBI son los que viven estas manera responsable; y a vivir libres de coerción, discriminación y vio-
realidades que acabamos de mencionar, frente a la insistencia de los
TO lencia ligadas a la sexualidad.
discursos hegemónicos de “normalizar” las sexualidades dificultando
algunas veces, la concreción de sus proyectos de vida, a causa de estig-
N

mas y desprecios que padecen.


E

Para dar respuestas a estas problemáticas, la escuela debería reflexio-


M

nar sobre estrategias concretas que debería asumir, incrementando y


U

construyendo herramientas para tal fin. Proponemos potenciar el recurso


C

de la educación en sexualidad como ejes transversales y específicos. De


O

ese modo podrá brindar apoyo y colaboración a procesos psicosexua-


D

les y emocionales de sus educandos y educandas, importantes para la


estructuración del deseo y la promoción y construcción de ciudadanía.
Cuando tomamos contacto o nos sensibilizamos con los efectos des-
manteladores, siniestros y perversos de la discriminación, marginación
y homo-bi-lesbo y transfobia, es que reconocemos la necesidad de pro-

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CAPÍTULO V
Razón occidental

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n 1616 se decreta la condena del copernicanismo. Bertold Brecht

E
recrea este diálogo entre Galileo y el pequeño monje.

D
Pequeño monje: Hace varias noches que no duermo. No podía
armonizar el decreto de la Inquisición, que he leído, con los satélites

O
de Júpiter, que he visto. Por eso resolví decir misa bien temprano y venir a verlo.

N
Galileo: ¿Para anunciarme que Júpiter no tiene satélite?

R
Pequeño monje: No. Pero me he dado cuenta de la sabiduría del decreto.

E
Leyéndolo se me han revelado los peligros que una investigación sin freno podría

T
acarrearle a la humanidad. Y he resuelto renunciar a la astronomía. De todos

IN
modos quisiera hacerle conocer los motivos que pueden llevar a un científico a
abstenerse de desarrollar determinada teoría.
TO Galileo: Me permito recordarle que conozco muy bien esos motivos.
Pequeño monje: Comprendo su amargura: Usted piensa en ciertos métodos
N
de presión de que dispone la Iglesia.
E

Galileo: ¿Por qué no dice simplemente métodos de tortura?


M

Pequeño monje: Porque no son los únicos... Permítame que le hable de mí


mismo. Yo me crié en el campo; soy hijo de labradores, gente sencilla. Saben
U

todo lo que hay que saber acerca de los olivos. Pero de todo lo demás saben poco
C

y nada....No les va bien, es claro, pero aún en su desdicha hay un cierto orden....
O

Las desgracias se ciernen sobre ellos con regularidad...Se les ha asegurado que la
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mirada del todopoderoso está posada sobre ellos, y que todo el teatro del mundo
ha sido construido a su alrededor para que ellos, los actores, desempeñen los
papeles, grandes o pequeños, que les han tocado en la vida...¿Qué sentirán si
yo ahora , su propio hijo, les dijera que no, que viven en una pequeña masa de
piedra, una entre millones, y no de las más importantes, que gira sin cesar en un

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inmenso espacio vacío?¿Para qué entonces tanta paciencia, tanta conformidad Asimismo, la persecución ya la padeció Lucrecio (99 a.C. – 55 a.C.)
en su miseria? ¿Para qué las sagradas escrituras que todo lo explican y todo lo con su “De la naturaleza de las cosas” una obra completa y compleja que
justifican -el sudor, la paciencia, el hambre, la sumisión- si ahora resulta que sintetiza el materialismo atomista desde sus orígenes al momento de
está plagadas de errores?... (Brecht, 1992). ser escrito hacia el año 50 a.C, frente al naciente cristianismo que se
instituye siglos después en religión del Imperio con Constantino. Claro
*** que sobresale un odio particular en esa naciente corriente religiosa, en

JO
manos de su propulsor más tenaz, Pablo de Tarso, que adherente al
Intentaremos reflexionar acerca de la lógica capitalista y cierta racio- Imperio Romano se convierte al cristianismo con el furor propio de la

A
nalidad consecuente que se despliega para el logro de la exclusión social fe del converso; de quemar libros cristianos pasa a quemar luego libros

B
de la población planetaria que el sistema considera sobrante; asimismo, paganos y mata a los considerados herejes al nuevo pensamiento religio-

A
creemos que esa racionalidad se ve complementada por una estrategia so. Ya en su carta a los Efesios declara a aquel pueblo de medio oriente

R
de exclusión y exterminio basada en la política que se funda en el exa- sus consideraciones acerca de la sumisión al Señor, a sus palabras y

T
cerbamiento del sentir las identidades. Sobre aquella racionalidad es especialmente de la mujer al hombre, a quien seguirá a éste donde vaya.
necesario aclarar su origen. Esa sumisión recoge la tradición de la narración acerca del origen

E
El sistema de representaciones que nace como una nueva razón cien- del mundo, el Génesis. Ese origen se halla también en otros pueblos po-

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tífica transforma la imagen medieval del cosmos; vemos cómo en el largo derosos como el Egipcio. Es evidente que la mitología egipcia sirvió de

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epígrafe se muestra con claridad que tipo de representaciones y signifi- basamento para la construcción mítica del judaísmo y a partir de ésta del

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caciones imaginarias viene a desplazar la racionalidad científica hacia los cristianismo. El rechazo consecuente y acérrimo al materialismo reside

R
siglos XVI y XVII. Esa vida relacionada con la mirada de Dios sobre los en que si el mundo es una inmanencia en tanto sólo existe lo que se halla

E
hombres en tanto éstos ocupan un lugar central en el universo, depende aquí y ahora, compuesto de átomos, detectados hoy, 25 siglos después

T
ciertamente de la sumisión de la ciencia al orden creado por la religión. de enunciada la teoría atomista por Demócrito con la tecnología del siglo

IN
Ese sentido profundo que justifica el hambre y el dolor se conmueve con XX, Dios es también material. Ya no hay un Dios espiritual, intangible,
la descripción de la realidad material que hacen los científicos. Esa razón que se conoce por sus obras. Y ello no corresponde sólo al cristianismo,
inicia la liberación de los hombres y mujeres del engaño y el conformismo
TO sino a todo monoteísmo (musulmán y judaico). La operación metafórica
que oferta la Iglesia. Pues si algo a de combatir el monoteísmo (el judaísmo, de la trasnsustancialización de la carne (resucitada) y la sangre en pan
el cristianismo, y el islam), con su origen abrahamico, es el materialismo. ácimo (hostia) resuelve que el pan no es pan, es el cuerpo de Cristo, ni
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Pero ello tiene sus matices de barro y sangre. la sangre es sangre, es vino. Claro que Epicuro (341 a.C. Samos; 270,
E

Recorramos cierta historia que se complementa con la urdimbre de Atenas) , un hedonista y como tal, materialista, reiría de tales conclusio-
M

discriminación y forzamiento contra el pensamiento diverso y múltiple nes, pues la hostia en última instancia se reduce a átomos. El atomismo
U

que otorga la inteligencia. Si hay una disputa que recorre la historia de afirma: la realidad está compuesta por átomos, por nada más, que se
C

la filosofía de la ciencia, es la detención en occidente del pensamiento combinan de múltiples maneras para dar forma y corporizarse según
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materialista -hasta desacreditada la Inquisición-; materialismo impul- la unión de los mismos, conformando lo humano, animales, vegetales,
D

sado hace 25 siglos por Leucipo y Diógenes de Sínope (416 a. c – 323), aire, agua. Lucrecio en su obra saluda la obra emancipadora de Epicuro
también de los filósofos atomistas como Demócrito de Abdera, (460 a. respecto de aquellos que atribuyen a los dioses sus propias opiniones
c – 370 ) antiguos filósofos materialistas, hedonistas y llamados cínicos (Ver: Carta a Meneceo, 1231), pues no son sino opiniones falsas que bajo
que se oponían al idealismo platónico, filosofía que tributaba su teoría
al rey, fuente de la posterior base filosófica del cristianismo. 1. Epicuro, Carta a Meneceo. Noticia, traducción y notas de Pablo Oyarzún. Onomazein, 4
(1999), 403-425.

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la religión y la superstición esclavizan la existencia. Para Epicuro los La Iglesia se opone mucho más al materialismo que al avance de la
dioses no tiene interés en los asuntos del mundo: “Y no es impío el que ciencia, pero uno conlleva al otro. Así, Giordano Bruno, fue quemado
rechaza los dioses del vulgo, sino el que imputa a los dioses las opiniones del en la hoguera en 1600, en el Campo de Fiori después de un largo pro-
vulgo”2. Asimismo siglos después dice Lucrecio sobre Epicuro, su maes- ceso, con una prensa en su lengua para que no injuriara a Dios en su
tro: “Cuando la humana vida a nuestros ojos oprimida yacía con infamia en la último momento, no sólo porque adhiriera a teoría heliocéntrica, sino
tierra por grave religión, que desde las mansiones celestiales alzaba la cabeza por materialista en tanto esta teoría demostraba que la Tierra no era el

JO
amenazando a los mortales con horrible aspecto, al punto un varón griego osó centro del universo; por lo tanto la creación de Dios no fue tal como lo
el primero levantar hacia él mortales ojos y abiertamente declararle la guerra” explican Los Evangelios. Bruno no negaba a Dios, lo comprendía de otro

A
(De la naturaleza de las cosas; I, 62-67). modo. Declaraba la co-extensión del mundo y Dios, su proclama era:

B
La concepción de Epicuro, materialista y emancipada de los dioses “Dios es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y la circunferencia

A
es combatida ferozmente por el monoteísmo, la Iglesia Católica resiste en ninguna”. Con eso mostraba su teoría sobre la co-extensión entre el

R
a la idea de la inmanencia (la noción de una sola realidad, ésta, aquí y mundo y Dios. Y proponía: “podemos afirmar que el universo es todo centro,

T
ahora, terrenal, mundana, sin trascendencia, ni seres que existen más allá o que el centro del universo está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
de nuestros sentidos); pues con ella desaparece la noción de alma, que (De la Causa, principio de uno, V).

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es irreductible a la materia, y sin alma, no hay Jardín, no hay Paraíso, Rene Descartes retoma esa noción, más suavizada con su concepto

D
y sin ello no hay cabida para los creyentes cumplidores y obedientes. de res- extensa. Pero Bruno no negaba la existencia de Dios, sí afirmaba

O
Lucrecio en su obra es claro: “Nada puede a la nada reducirse / ni alguna cosa que Dios era materia, resolvía así al Misterio, imago capturante para el

N
hacerse de la nada”, versos 1071 y 1072). Es claro para Lucrecio: el alma es creyente que lo sostiene en su creencia de lo que no debe, ni puede saber

R
material y no sobrevive al cuerpo. de Dios. Gran empresa el Misterio que cumple su función oscurantista y

E
Tampoco la existencia del Infierno es aceptable, del que nada nos atemorizante; ¿qué más intimidante que un secreto, un saber del que el

T
informa La Biblia, como instituto de puniciones; la regulación de la vida Uno participa, Superior y Creador de todos y de todo, y el resto ignora

IN
humana con premios y castigos ya no sería posible si no existieran las por inferioridad y por ser culpable y castigado por ello de querer saber?
amenazas de condena posterior a la vida y la culpa transmitida durante (Génesis III. 1-6)
la vida misma que muere todos los días un poco por dicha culpa, y es TO El mismo Galileo eligió la acusación de promover la teoría helio-
manipulada por la noción de pecado y de falta. céntrica, de la cual abjuró, (pena más leve, arresto de por vida en su
San Jerónimo se encarga muy bien en el siglo III de batallar con domicilio) y rechazar su materialismo, al aceptar que Dios existe en
N

fuerza a toda noción materialista y proclama la más pura castidad para un mundo supraterrenal (adoptar el materialismo suponía la pena de
E

lograr la salvación del alma y la pureza del cuerpo, siendo él mismo un muerte sin dilación.)
M

ermitaño que se retira a los montes rodeado de mujeres para resistir la Es evidente que con unos pocos ejemplos encontramos que las Re-
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tentación en el desierto. ligiones odian las ciencias, y si las promueven, como en el caso del
C

Ocurre que el atomismo reduce a cuentos las construcciones míticas mundo musulmán,
O

teológicas. Por eso el desprestigio tenaz a Epicuro quien decía: “la carne fue porque la razón estuvo al servicio de un uso teocrático, es de-
D

piensa”, la de todos; especialmente la de los enfermos que orgánicamente cir, los elementos de medición del tiempo, el espacio, la configuración
sufren por la culpa, y por procesos subjetivos que en lugar de vivificar de una cosmogonía atenta a la realidad del mundo tal cual es, servía
los momentos de la existencia los mortifica con la noción de pecado. primariamente a reconocer los mejores modos de acercarse a la Meca,
sabiendo la dirección justa como destino inapelable del creyente, ya sea

2. Epicuro, op. cit.

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llegando a ella, o bien para orientar su cabeza hacia la Ciudad en sus Surgen así unas series de posiciones -de investigación y políticas- que
cinco oraciones diarias. articuladas en ese dominio de la naturaleza y escindidos de la ética que
Pero la historia de la aparición de esta razón no resulta, al andar acompañaría a ese dominio, se dan en llamar racionalidad instrumental.
del tiempo y las experiencias, tan transparente, pues una corriente im- Esa racionalidad se profundiza en su actuar en tanto se desarrolla el
portante de la misma termina, con los siglos, por justificar también la capitalismo, y como vimos, es producto de la escisión entre razón teórica
dominación. Veamos este proceso. y razón práctica. Esta racionalidad cree, asimismo, poder mantenerse

JO
Al hacerse presente atisbos de una racionalidad que intenta expli- sobre el divorcio entre medios y fines en función de que no importan
car la naturaleza, se evidencia que la misma está compuesta por dos los medios para alcanzar tales fines. Tomemos el ejemplo dado por

A
aspectos esenciales, la razón teórica (científica) y la razón práctica -ética Peter Kai en cuanto al cálculo racional que se montó en los campos de

B
y política-; en un principio ambas razones actuaban en conjunto, en trabajos en la Alemania nazi. Los hombres capturados en toda Europa

A
una nueva racionalidad científica y filosófica que exigía la libertad de eran llevados a trabajar en las empresas más importantes de Alemania.

R
pensamiento. Los ejemplos más paradigmáticos ya mencionados son Se calculó científicamente que la vida humana duraría, promedio, 3

T
las producciones de Giordano Bruno en el siglo XVI y Galileo Galilei meses. Dice Kai (1965):
en el siglo XVII. La separación de ambas razones se produce “cuando la

E
De cuatrocientos mil hombres y mujeres que trabajaban como esclavos bajo el régimen
burguesía, hacia fines del siglo XVIII sentó su hegemonía y depuso su espíritu

D
unido de Farben, Krupp y Cia., solamente sobrevivieron sesenta mil. La organización
crítico y su afán innovador, la razón se estabilizó y dividió en una dimensión
burocrática se aplicó meticulosamente al problema de la aniquilación del hombre. Co-

O
valorativa que expresaba lo útil o deseable para cada cual y que sólo tenía va-
nocemos un significativo “cálculo de rentabilidad” del sistema hitlerista:

N
lidez en el estricto y arbitrario espacio de las decisiones individuales” (Díaz
Salario (cualquier salario) diario, 6 marcos.

R
de Kóbila, 2000: 7). De esta manera la razón científica deriva en razón
Duración media de vida: 9 meses (270 días x 5,30 marcos) 1431 marcos.

E
instrumental que se expande en el mundo de la producción industrial.
Deducir por amortización de vestimenta 0,10 marcos.

T
Se desliga esta razón de todo aspecto valorativo y en el predominio de
Aprovechamiento de la utilización integral del cadáver:

IN
lo tecnoburocrático se somete el mundo natural. Si nos remitimos al
1- oro dental; 2- vestimenta; 3- valores preciosos; 4- monedas (variables).
origen de este movimiento, partiremos del contexto de la Revolución
Al deducir gastos de incineración 2,00 marcos. Provecho medio neto 200,00 marcos.
Industrial; proceso social productivo que se acompañó por un esfuerzoTO Provecho total después de los 9 meses, 1631,00 marcos. A lo que debe agregarse la
intelectual y político que promovió en los siglos XVIII y XIX la idea de
ganancia de la utilización de huesos y ceniza.
que hay una estructura última de lo real y a ella llegamos con el método
N

de la Razón y los conceptos que le son afines. Con ello se desprende Asimismo la ciencia alemana de la época se dedicó estudiar al hom-
E

que la respuesta está en lo real positivo, lo que indica de manera clara bre, quien convertido en sujeto experimental fue sometido a experimen-
M

que esa respuesta sólo puede ser una en tanto está inscripta en lo real. taciones “in vivo”; en la isla de Creta, donde los alemanes montaron
U

Por lo tanto, se propaga la idea de que el sinsentido es, junto a la sus laboratorios de biología y fisiología, los hombres-cobayos fueron
C

paradoja, la conclusión de aquello que no tiene una respuesta unívoca y tratados como no humanos, con la más refinada y exacta metodología
O

positiva. Esto ordena el pensamiento de los hombres occidentales, pues científica. Es por ello que los campos de concentración fueron el ideal
de la explotación capitalista, en tanto se aplicaron allí eficacia científica
D

hay una tendencia normalizadora (siglo XIX), de seriación de conjunto y


de normalización en tanto se propone el hombre de la época dominar a la y racionalidad administrativa.
naturaleza, al mismo tiempo que las ciencias, instrumentalmente debían Ahora bien, si trasladamos esta concepción a la racionalidad econó-
manipular y dominar a través de la violencia de la intervención técnica. mica, encontramos que puede ser aplicada, como vemos, al cálculo bu-
rocrático de la muerte y sus beneficios directos. También reconocemos,

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sin asombrarnos, cómo la razón y la ciencia pueden ser instrumentos Un antecesor ilustre allanó el acamino epistémico para que se lo-
que justifican y garantizan este proceso. Además, este sólo es un ejem- grase conceptuar esa clsificación, en este caso que veremos se trata de
plo entre muchos otros; recordemos que esta razón se expande a otras Domingo F. Sarmiento el cual se ubicaba claramente en el positivismo
regiones de la existencia. pero también en el evolucionismo de Herbert Spencer. Conflicto y ar-
Sobre la idea de que es la única válida, esta racionalidad del dominio monías de las razas en América fue una producción que le permitió dar a
tecnológico no tolera la diferencia, y si lo hace, es porque la misma dife- conocer una posición taxativa respecto del indio, dirá citando al creador

JO
rencia está descalificada respecto de la norma. Esa unidimensionalidad del evolucionismo social: “Con Spencer me entiendo, porque andamos el
(Marcuse, 1984) que modela hombres y mujeres, en verdad se transforma mismo camino” (Sarmiento, 1883). La integración del indio, con derechos

A
en el continente sobre el que se construye un modo de sentir y pensar de ciudadanía y protegido ante la ley, fue una de las diferencias básicas

B
particularizado acerca de lo que se desvía y se aleja de la norma. con el proceso seguido por Inglaterra. Asimismo, propone: “(…) denun-

A
Se revela esto en la xenofobia, y también la violencia de clase que se ciar la presencia de este elemento, no admitido en las colonias inglesas, con lo

R
ejerce desde la creencia que los otros tiene menos derechos precisamente que la raza sajona ha conservado su brío y la tradición sajona de gobierno (...)

T
por ser otros, distintos a nosotros. los indios no piensan porque no están preparados para ello” (ibíd.). Desde
Pues ¿cuál es la norma que modeló a los sujetos en el siglo XX?, lo 1844 su aversión al indígena es notoria. El naturalista inglés Spencer,

E
hemos dicho: ser blanco, hombre, heterosexual y hablar una lengua con sus obras le da un fuerte fundamento acerca de que: “un salvaje no

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estándar, en suma, ser un sujeto con derechos. Esto resulta evidente puede ser reconstruido por ningún procedimiento conocido. Ni el ejemplo, ni

O
dentro de un trozo de historia de nuestro país. Pues sabemos de qué la instrucción, ni el cuidado, cambiarán de golpe un cerebro relativamente

N
forma las creencias dominantes fueron normalizando el pensamiento simple, en otro relativamente complejo, o deshacerse de los defectos de influencia

R
y también los modos de sentir de las generaciones de los hombres. Y encefálica” (ibíd.).

E
en ello colabora tanto la religión como la ciencia de cada época. Recor- En la naciente modernidad en la Argentina del siglo XIX, se pretendía

T
demos este episodio: hacia 1890, en Argentina, sólo eran conocidas las una sociedad racional, desde la ciencia positiva, eficiente e higiénica, y

IN
apreciaciones científicas -para la época- de José M. Ramos Mejía acerca si fuera necesario para lograrlo castrar a los degenerados, criminales,
de la psicología de los hombres de las provincias. Este autor, investi- o al que se le pareciera por rasgos fisiognómicos, la ciencia médica lo
gador y médico, teorizó acerca del comportamiento “incivilizado” de TO avalaba; era necesario para sostener una idea muy extendida acerca
los caudillos del interior en el siglo XIX. Es por ello que en su libro La del progreso indefinido, que tenía como condición vulnerar todo otro
neurosis de los hombres célebres (1974), termina por descalificar a aquellos modo de ser y de vivir. Los antecedentes de Ramos Mejía y de Solari
N

caudillos desde la medicina -es decir, desde la ciencia más prestigiosa están en la filosofía positivista y evolucionista que afirma Sarmiento en
E

de la época- calificándolos de salvajes e irracionales. la región del Río de la Plata pero también abreva en la obra de Cesare
M

Claro que no faltaron colegas de Ramos Mejía que consideraban los Lombroso (1835-1909) médico criminólogo que teorizó acerca de las
U

grados de degeneración de la población en relación a su raza, proclive, causas biológicas de la delincuencia.


C

claro está, a la criminalidad. Así, Benjamín Solari nos aclara que el hombre Pero en verdad esas clasificaciones no servían sino para justificar el
O

criminal, es decir, “el degenerado cuyas aptitudes morales han sufrido determi- avance del modo de producción e intercambio propio de un capitalismo
D

nada perversión, engendra hijos degenerados también, que heredan las mismas naciente en este país, que requería de la integración de las vastas zonas
aptitudes...Y si se trata de aplicar medios eficaces para evitar el desarrollo y incultivadas a un proyecto agroexportador.
la propagación de elementos perturbadores...¡Esterilizad a los degenerados!” Esa Razón, la que condena la “sinrazón”, se construye sobre lo uni-
(Solari, 1902: 383). dimensional y excluye por lo tanto lo múltiple, en este caso la diferencia
de razas, de costumbres, y necesita asentarse en un aparato de Estado

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que responde a los sentidos más propios de lo Moderno. Es por ello que alteración craneana, terminando de explicitarse a partir del cretinismo.
la ciencia formó parte, junto a la religión, de un diagrama de poder que Por último los criminales se agregan a la lista de los acontratables.
apuntaló al incipiente Estado Moderno en Argentina (hacia fines del Es por ello que la población anormal que ocupaba un espacio público
siglo XIX), con su consecuente modo de producción. Retomamos aquí el (junto a la cultura inmigrante, la ineducabilidad de algunos niños u otros
concepto de estrato de organización, por el cual se hace un organismo, insumisos), que se desplazaba como una parte del dominio aleatorio de
con relación al modelamiento que se produce sobre el cuerpo descar- la sociedad (también la locura en la época clásica, nos aclara Foucault),

JO
tando las actividades consideradas no productivas, y que convocan tuvo que soportar el abordaje del pensamiento positivista y racionalista,
energías que podrían ser destinadas a la producción. moderno, clasificatorio y excluyente. Así ese espacio para los corri-

A
Se fueron generando mitos, como corresponde a la legitimación de mientos y despliegues fue acotado y sistematizado con un pensamiento

B
las instituciones. Entre ellos, la Razón Ilustrada crea en la Historia el “positivo”. Por ello eran citados con frecuencia autores como el mencio-

A
mito del Hombre Triunfante, a partir de naturalizar las convenciones nado Cesare Lombroso, quien en su función de antropólogo criminal

R
de la etnia occidental. Y para ello, esta ideología necesitó convertir en hacia finales del siglo XIX, declaraba que los rasgos fisiognómicos eran

T
chivo expiatorio por un lado a los indígenas en el interior del país, para determinantes para la realización de un diagnóstico de degeneración y
expropiar sus tierras, y por otro a los anarquistas venidos de afuera otras patologías asociadas (en las que se incluye la actitud homicida).

E
pues representaban un peligro latente, pero también a los ineducables Es así que este positivista, de neto corte darwiniano, reconoce a “la ano-

D
por el sistema escolar. malía más atávica en los criminales por el hoyuelo en el medio del occipital...”

O
Asimismo, para la detección minuciosa de aquellas desviaciones, fue (Lombroso, 1943: 10); confirmada en el porcentaje siguiente:

N
utilizado el aporte de la cefalometría, la antropometría, y la osteoscopía.
“de 4.19 en lo europeos normales,

R
Sin embargo, las contribuciones más importantes, recogidas en todo el
de 16 en lo europeos criminales,

E
mundo, provinieron de Europa. La criminalística tuvo su apogeo con
de 50 en lo zelandeses,

T
su apologista más agudo, el mencionado Cesare Lombroso, quien en el
de 22 en los australianos

IN
siglo XIX caracterizó al criminal de acuerdo a los rasgos físicos y a las
de 26 en los americanos
determinaciones genéticas. Esto permitió que se pudiera determinar
de 19 en los egipcios y etruscos”
la insanía como base de la decisión jurídica de exclusión de derechos;
TO
los primeros en hacerlo fueron los alienistas y los médicos psiquiatras. Es preciso reconocer que la noción de normalidad se había instalado
Pero otras profesiones surgen en el devenir del siglo XIX, entre ellas la hacia esa época en Europa, –de acuerdo a esas cifras– permite pensar
N

antropología, la sociología, la psicología, etc., que producen su impronta que el resto de los habitantes del planeta eran similares a los europeos
E

en un encuadre cientificista legitimador de la segregación. Apuntalando criminales en la portación del hoyuelo en el occipucio, y ello significaba,
M

asimismo estas disciplinas el estrato de organización. para Lombroso, ser criminal; y en el mejor de los casos ser anormal. El
U

Los que quedan expropiados de aquellos derechos son los acontrata- mismo M. Foucault nos dice de Lombroso: “la ciencia biológica, anatómica,
C

bles, los dementes, los idiotas, Estos últimos eran sujetos con capacidades psicológica y psiquiátrica permitirá reconocer de inmediato, en un movimiento
O

mentales diferentes que se asimilan a la categoría de enfermos mentales, político, al que se puede convalidar efectivamente y al que hay que descalificar.
Es lo que Lombroso decía en sus aplicaciones de la antropología” (Foucault,
D

pues la idiocia es considerada una de las cuatro formas de psicosis por


Ph. Pinel -estas son: manía, melancolía, demencia e idiocia-. Esta últi- 2000: 147).
ma la define Pinel como la ausencia de todas las facultades mentales, Pero no debemos olvidar que los principales filósofos del pensamien-
y existían casos donde se revelaba esta enfermedad por el signo de la to occidental moderno han marcado con sus conceptos a los “inferiores”
colonizados. Estos hombres de la ilustración occidental se ocuparon de

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los colonizados otorgándoles con generosidad una mentalidad mística, Recordemos que el proceso de privatizaciones en Latinoamérica de
irracional e infantilizada. ¿Qué nos dice Hegel en Filosofía de la historia las empresas públicas en los años ´90, junto a los efectos propios de la
universal?: “En esta parte de África no puede haber realidad histórica. No política neoliberal, promovió una multiplicación de despidos y gene-
hay más que casualidades. No hay ninguna subjetividad sino sólo una serie ralizó el desempleo. El discurso oficial insistía que las condiciones de
de sujetos que se destruyen...El negro representa al hombre natural en toda su reinserción laboral se darían en tanto los desocupados pudieran prepa-
barbarie y violencia..para comprenderlo debemos olvidar a Dios y la Ley moral” rarse, reeducarse y aprender el uso de tecnología de punta para encon-

JO
(Hegel, 1995). Otorga una base incomparable para que Martín Heidegger trar un puesto de trabajo. Y ello resultó una gran ficción, un verdadero
en Qué es eso de filosofía pueda afirmar: “los negros no tienen historia... La mito, pues no eran esas las condiciones indispensables para encontrar

A
afirmación la filosofía es griega en su esencia no dice otra cosa que: Occidente trabajo, sino que en realidad no había oferta laboral que contuviera tal

B
y Europa y sólo ellos, son en lo más profundo de su curso originariamente masa de desocupados.

A
filosófico” (Heidegger, 1994). Pero este argumento de la formación recreó la noción de un trato

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Ideas que siguen vigentes y producen de manera continua la desa- despectivo hacia los pobres y desempleados, en tanto se les atribuye

T
parición de los habitantes del continente africano, sólo apreciado por educación inferior, que solo sirven para determinado trabajos, y que
sus riquezas a explotar. en definitiva son responsables excluyente de su propia situación de

E
Esos mitos disfrazados de conceptos se fundieron con los más propios desempleo. En el año 2016, la justificación de despidos del Estado ar-

D
del capitalismo, entre ellos el del progreso indefinido, el de la igualdad gentino de su personal de planta y contratado es la de su inutilidad,

O
de oportunidades, el del ascenso social progresivo, el de la libertad indi- con el argumento de que no cumplen con su tarea laboral; así son miles

N
vidual, que se corresponde con los que no pueden alcanzar ese estatus las mujeres y hombres despedidos sin razones ni probanzas de su falta

R
pues no tienen historia, y en su incomprensible barbarie ni Dios nos de mérito en el desempeño de su tarea como tampoco de su incumpli-

E
ayudaría a comprenderlos. Pero ¿qué podríamos agregar si desde el miento laboral. De todas formas, en el electorado del gobierno esto es

T
fondo del pensamiento religioso Yavhé transmite a Moisés la prohibición tomado como un acto de justicia pues la concepción es que el Estado

IN
que personas “deformes” sean sacerdotes? (Levítico; 21, 16). se inmiscuye en sectores de investigación y productivos que deberían
Ahora bien, ¿es posible ligar aquellas representaciones de Hegel y estar en manos de privados. Si embargo, no es sólo ese el único ar-
de Heidegger creadas de entre 100 a 200 años con la actual crisis del TO gumento, sino también que se arrasó con la política cultural popular
capitalismo financiero, en función del desfonde de las subjetividades promovida desde el Estado junto a los organismos de observación de
actuales? Veamos esto. DDHH. No ocurrió así durante los últimos tres gobiernos democráti-
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Si en la Argentina globalizada funciona a partir de una lógica eco- cos en Argentina (2003-2015), donde la generación de empleo era un
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nómica dónde sólo importa lo visual y lo cuantitativo (medir y contar), objetivo liminar junto a la promoción de tecnología nacional, satelital,
M

podemos reconocer allí un modo de pensar y de sentir determinado. Es la robótica, junto a una reactivación cultural valorativa de la multiplicidad
U

ciencia económica la que se establece como paradigma de interpretación de ethos, costumbres, habitualidades regionales, y conjuntamente una
C

de la realidad, y su lógica deja en la desheredad a millones de seres; sin política rigurosa respecto del respeto de los DDHH en un sentido am-
O

embargo, predomina para los economistas, el cálculo “racional” y las plio, (no trabajo esclavo, persecución de la trata de personas). Además
D

curvas de crecimiento o decrecimiento, el beneficio neto o los criterios de fue necesario repatriar muchos investigadores que partieron durante el
desinversión. Claramente se subordina el mundo y la vida a esa lógica y furor privatizador de los años 90 y posteriormente durante la crisis del
racionalidad que, sostenida por mitos, se convierte en una nueva religión año 2001-2002. Ese período de promoción de la investigación científica
que necesita justificar la creencia, los sacerdotes y el dios. llegó por ahora a su fin y recomienza un retroceso en la ciencia argen-
tina. con la expulsión del mercado de trabajo de miles de personas por

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un lado, y transformaciones en el marco de la investigación y personal al mismo tiempo hay exclusión económica. Incluso en Brasil, en el año
promotor de cultura por otro, además de una evidente intolerancia 1983, el presidente de una facultad privada de Río de Janeiro, presenta
respecto de comunicadores, periodistas, que anticipan el ahondamiento la reedición de los libros de Lombroso; así dice en la presentación:
de tensiones sociales que se avecina. Sin embargo, para una importante
Las facultades Integradas Estación de Sá, se enorgullecen en poder devolver a la inteli-
porción de la población éstos trabajadores echados de sus empleos se
gencia brasilera un contacto que se perdiera (...) Las ideas básicas de la escuela positivista
caracterizaban por su desidia y vagancia. En verdad se busca lograr un

JO
italiana pueden ser resumidas con lo siguiente: Ellas estudian la criminalidad a partir
ejército de reserva de trabajadores desocupados para eliminar poder de
de la presunción de que las causas naturales del crimen son encontradas en criminales
negociación de los gremios en sus discusiones por aumento de salarios

A
individuales. Ellas acreditan que existen diferencias fundamentales entre criminales y
y aumentar las ganancias del capital y su concentración.
no criminales, pues el criminal es un hombre menos civilizados que sus contemporáneos

B
Es interesante constatar que no existía aquí la justificación del “cul-
(...) Siendo convincentes que la tendencia de los criminales son heredadas y los criminales

A
tura ni costumbres diferentes” sino que la diferencia es esencialmente
de nacimiento son incorregibles. (Tavares dos Santos, 2000, trad. propia)

R
política y social. Aunque esta máquina segregativa en la historia de

T
la expulsión cultural, social y económica, es un elemento fuertemente Estas teorizaciones se pueden trasladar al ámbito educativo, donde
diferenciador que justifica la desocupación y pobreza por la “desidia” aún perduran en el sistema consideraciones acerca de incapacidad de

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y “falta de iniciativa” del pobre, que en el devenir del tiempo se con- algunos niños de proseguir con el currículum estandarizado (intento de

D
vierte en indigente. Actualmente algunos discursos mediáticos (radio integración cultural), y ello se atribuye a su condición social, a su falta

O
y televisión) hicieron hincapié en que los desocupados subsidiados por de inteligencia y también a su origen étnico o social; pero en realidad

N
el Estado, en verdad, si les ofrecieran trabajo, no los tomarían, pues no se produce pues las exclusiones estructurales no pueden integrar las
diferencias de modos y tiempos para aprender ya que no se compadecen

R
desean trabajar. Se propone así crear condiciones de justificación de la
con el currículum estándar. Porque se pretende absurdamente que, por

E
supuesta inferioridad ética de los desclasados, de su debilidad y falta
ejemplo, niños y niñas que trabajan en las calles mendigando tengan

T
de capacidad de resolución e inteligencia.
una cultura enciclopédica o “refinada”, pues como aclaraba Bernard

IN
Esta interpretación deriva de la influencia del pensamiento positivista
donde la evolución de la sociedad se produce según el modelo de la Shaw: se les prepara para que sean lustrabotas y después se les reprocha que
evolución orgánica y la supervivencia del más apto. De este modo, si TO sean lustrabotas. Nuevos ejemplo de la racionalidad instrumental.
interpretamos desde esta corriente de pensamiento al delito creciente La crisis que tensiona interiormente a la Argentina y otros países
en la sociedad, veremos que es entendido como una excrecencia de la latinoamericanos, resquebrajó la ilusión de que todos podemos hacer
N

misma “producto de actos irracionales o el resultado de una falta de represión negocios o bien que el que está preparado puede ascender en la escala
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y control sobre el “sí mismo” que se alcanzaría con la evolución y progreso de social, y que, además, los más aptos, por meritocracia, hacen verdaderos
M

la sociedad” (Pegoraro, 2000). Se erigen entonces modos de interpretar la negocios. Entonces, se es pobre por decisión, desidia o falta de esfuerzo
U

criminalidad desde el modelo del déficit, ya sea por la privación econó- por hacer dinero.
C

mica o bien por la privación cultural3. Uno u otro positivismo, social el Así, las subjetividades, bajo el sol de las representaciones creadas
O

primero e individual el segundo –de acuerdo a la cita anterior-, compiten por la noción de autonomía de la máquina económica respecto de lo
político, se moldeaban en la creencia de que la lógica económica es
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por la causa del delito, pero no tienen en cuenta lo que Robert Merton
aclara en su artículo Estructura social y anomia; esto es, que el delito y una lógica suelta; de que el responsable de su situación es cada cual
las “desviaciones” se producen cuando hay integración cultural pero exclusivamente, y se halla sin posibilidades de transformación desde
los anclajes en la realidad cotidiana. Ello no genera sino una exposición
casi sin defensas a las contradicciones más viscerales del capitalismo
3. Véase por ejemplo la obra de Gottfredson y Hirsch (1995).

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financiero. Veamos algunas de ellas y sus consecuencias en las repre- perderse ni nada está por fuera de la cuantificación. Y sabemos de qué
sentaciones de la subjetividad contemporánea. forma se convierte el dinero en una significación despótica, en tanto
Parecería una obviedad afirmar que el subsistema económico es tiraniza los deseos con modos casi coercitivos y compulsivos de vivir;
precisamente eso, un sistema subordinado a un sistema global, que lo ya que parar, para esta lógica, es dejar casi de existir pues el riesgo es
contiene; pero bien, no parece ser esta afirmación una creencia gene- la inexistencia por decadencia y marginación. No se puede parar, y no
ralizada, antes bien, se sostiene en el imaginario social (a partir de la crecer es desaparecer.

JO
incesante acción de comunicadores, economistas, políticos) que es el Si nada está por fuera de la lógica del beneficio, todo aquello que
sistema económico el que engloba a los otros subsistemas. Esa inversión atente contra este sistema global lo hace, para esta creencia, contra la

A
es la que envuelve ilusoriamente a los hombres y mujeres contempo- vida del capitalismo mismo. Pero es importante hacer notar que incluso

B
ráneos inhibiendo la capacidad de transformación de ese sistema, que dentro de esa lógica, lo que amenaza el mismo sistema es la voracidad de

A
aparentemente tiene su lógica autónoma sin referencias al mundo. la Empresa y de las Comunidades Ricas, pues son incapaces de proteger

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Esa autonomía ficticia produce de manera permanente un efecto la estructura que las beneficia. Esa malla de sustentación ecológica se

T
de paralización y de ataduras respecto del sistema económico en las halla perforada de manera continua, pues el capitalismo presiona sin
subjetividades contemporáneas. Como ejemplo de acciones que se libe- límites la biosfera. Recordemos que en la actualidad en sólo dos sema-

E
ran de esas ataduras tenemos al club del trueque en Argentina, atenuado nas se produce el equivalente económico y físico a lo que se produjo

D
hoy pero que tenía su importancia nodal en tiempos profundos de la en todo el año 1900. En esta lógica capitalista no hay responsabilidad

O
crisis, es un red de intercambio de productos -alimentos, vestuarios, y ecológica pues todo es a la velocidad del disparo del fusil, en un tiempo

N
otros- que prescinde del dinero formal para realizar ese intercambio digitalizado y allí no pueden predominar escrúpulos. Además, ¿quién

R
(que se realiza con créditos como valor acordado entre los miembros del sería el primer escrupuloso sin riesgo a la decadencia?

E
club). Con los créditos se podía veranear, comprar inmuebles, adquirir Sobre la extensión de esa lógica el ciudadano se ve impelido en un

T
autos usados; incluso se habían sumado al sistema pequeñas y medianas sistema que lo escinde, entre ese funcionamiento imparable, por un

IN
empresas junto a otros servicios prepagos. En cierto modo se extiende lado, y la sospecha, por otro, de que el sentido y dirección de esa vida
al modo de un funcionamiento viral, produciendo una recombinación disparada para no desaparecer, no perderse en la exclusión, es al mismo
en la economía política y al mismo tiempo en la economía libidinal y TO tiempo inútil, pues nada alcanza ni impide el desfonde.
en la percepción subjetiva de la gente. Esto nos invita a reflexionar pues Además, el sentimiento más fuerte y generalizado en la población
las transformaciones en los imaginarios sociales no se producen a partir de algunos países de la región, entre ellos la Argentina, es el miedo, en
N

de cambios totalizantes, sino por recombinación de un nuevo signo, todas sus variantes, pero principalmente aquel que se manifiesta a través
E

un nuevo elemento que altera por contagio, recombinando el plano de de la angustia y con la sensación de encierro, incertidumbre y precarie-
M

consistencia del campo social4. dad. De acuerdo con el servicio telefónico Salud Mental Responde una
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Ello provocó serias preocupaciones en los poderes establecidos, ya empleada pública en plena crisis de 2001, dice al respecto: “Tengo mucho
C

que el volumen circulante alcanzó los 40 millones; a tal punto fue la in- miedo. Es la primera vez en muchos años que hablar con mis compañeros de
O

quietud que esos poderes inundaron de créditos falsificados al mercado trabajo no termina de alcanzarme. Todos decimos lo mismo, todos tenemos el
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del trueque, desestabilizándolo seriamente. mismo miedo y estoy sin acercarme a ellos, pero tampoco puedo hablar con mi
De ese modo se propaga la idea de que nada de las acciones huma- familia. Siento que si llevo mi angustia a mi familia les sumo un problema en
nas queda por fuera de la lógica implacable del beneficio. Nada puede lugar de resolvérselos”5. Hoy podemos recoger en llamados a radios no

4. Así nos lo dice Berardi (2007): “Un nuevo signo puede cambiar el significado de todo el 5. Estas declaraciones demuestran que en muchos casos la crisis económica sólo profundiza
cuadro. Puede recombinarlo” (p. 8). situaciones existentes, sin embargo agudiza el individualismo, el aislamiento multiplican

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censuradas la angustia de la comunidad, desempleadas recientemente en 2002 la brecha que separa los ingresos de los más ricos de los más
o no, acerca del presente incierto y del futuro aciago que intuyen. pobres se amplió a 29,8 veces; es decir, que en el contexto de un ajuste
Si agudizamos el análisis sobre un aspecto determinado, esa inermi- generalizado, los sectores que menos ganan fueron los más afectados
dad se focaliza con intensidad homicida en mujeres y ninxs. por los efectos de la devaluación y la inflación. Dice el mismo organismo
La ONG La Casa del Encuentro, sostuvo que se registra la muerte de que en 1974, aquella distancia entre ingresos de ricos y pobres era de
una mujer cada 30 horas por violencia de género en el país. Asimis- 12,3 veces. Y en el transcurso de la última década fue disminuyendo

JO
mo, manifestó que en 2014 se perpetraron 277 femicidios de mujeres y progresivamente esa brecha (2005-2015) hasta llegar a 6,5 veces; en 1990
niñas, período en el que se reportaron otras 29 muertes “vinculadas” era de 15,6, pues no todos perdieron por igual porque se incrementó la

A
de hombres y niños. En tanto, el 80% de las mujeres que denunció ser transferencia de riqueza de los sectores de menores recursos hacia los

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víctima de violencia de género ante la Defensoría General de la Nación estratos más altos.

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en 2014 había convivido con su agresor, mientras 2 de cada 3 dijeron Con el gobierno inaugurado en Argentina en diciembre de 2015, al

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que tras la separación se incrementó la violencia y la mitad sostuvo que quitarse progresivamente planes de seguridad social, acceso a viviendas

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su atacante era adicto6. únicas a partir de créditos hipotecarios estatales más inaccesibles, des-
Este silenciamiento forzado, que opera como un mandato que induce empleo generalizado en el sector público y privado, la brecha entre los

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a guardar silencio puede entenderse como un intento de renegación que más ganan y los que menos lo hacen seguramente se ampliará. Como

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de lo social. Esta renegación significa no considerar como existente lo también la conflictividad social; sin embargo, hay un sector importante

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que la realidad muestra con toda evidencia (la inseguridad frente al ser de la sociedad que acepta de buen grado esa política de expulsión del

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conviviente, el temor al presente y al futuro, la inermidad frente a los empleo, como ya hemos dicho, justificando la nula necesidad de esos tra-

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acontecimientos violentos y a la muerte). Así, cuando el denominador bajadores en áreas del estado como ministerio de cultura, investigadores,

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común es el pánico (se multiplican como síntomas los ataques de este sectores de control y protección al consumidor, DDHH, y protección de

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tipo), el silencio opera como un reforzador de ese pánico. derechos contra la discriminación. (INADI). Estos trabajadores despe-

IN
Por otro lado, cuando se produce de manera masiva una identifi- didos asumen sobre sí un fuerte impacto discriminatorio, pues fueron
cación a la norma del silencio, pues no hay dónde ni a quien decirles empleados por el gobierno anterior. La mayoría cree valioso su trabajo,
sobre los propios sentimientos y afectos, se llega progresivamente a un TO pero por la propaganda mediática algunos creen necesario mostrar que
aislamiento individual que termina por desgarrar aún más al sujeto. a sus familiares que realmente trabajaban , al igual que a su vecinos,
Pero ese desgarramiento del mundo simbólico se articula y potencia pues esa es la acusación de peso que ostenta el gobierno para echarlos
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con otro tipo de separaciones, en este caso entre las clases sociales y de sus trabajos, que cobraban un salario sin trabajar..
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entre los grupos. A partir de ello, cada uno sospecha de lo improductivo de su lucha
M

Ese desgarro de ninguna manera es inocuo, postula enunciados en cotidiana, pues sin saber exactamente cómo se hunde cada vez más en
U

cada clase social, pero los más expuestos son los recientemente descla- la arena cenagosa de la realidad que intenta tragarlo con disminución
C

sados de los sectores medios, los desocupados y también los histórica- de consumo, con resignación de posiciones sociales y de posibilida-
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mente marginados. En Argentina, de acuerdo a los datos del INDEC7, des futuras para sus hijos, no ya sólo para sí mismo. Y ello supone un
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verdadero estancamiento simbólico, tal como lo plantea S. Žižek, para


quien “la violencia real es una especie de escenificación que surge cuando la
los actos impensados, de origen inconsciente (que podrían llamarse comúnmente “irra-
cionales”). Declaraciones obtenidas de diario Página 12, 13 de enero de 2002. ficción simbólica que garantiza la vida de una comunidad está en peligro”
6. www.minutouno.com (Žižek, 1999: 109).
7. Bermúdez, I., “Los ingresos de los ricos superan 30 veces a los de los pobres”, diario
Clarín, 14 de enero de 2003, p. 8.

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Razones y sinrazones para una cárcel (PPN) difundió un video en que alerta sobre el hacinamiento, la violen-
cia, las torturas y la violación de los Derechos Humanos que ocurren en
Esta lógica de Mercado, que, según mencionamos, pertenece a una las cárceles por el aumento de la cantidad de presos.
Razón que rompe toda ficción simbólica, donde se revela la violencia “El aumento del número de personas privadas de su libertad no se corres-
en el delito y muchas veces en ese mismo delito, una violencia caracte- ponde con un aumento correlativo del fenómeno delictivo”, aseguró la Pro-
rizada por la desmesura (hibrys) y ello merece ser puesta en cuestión, curación Penitenciaria en un spot informativo. Desde el organismo

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pues ¿es “razonable” que el capitalismo neoliberal crezca e invierta allí explicaron que “la cantidad de presos no repercute en la cantidad de delitos,
donde ha fracasado, encarcelando a los seres que deja sin posibilidad es decir que un aumento o disminución de la población encarcelada no modifica

A
e empleo, educación e inclusión? Las inversiones más importantes en el fenómeno delictivo de una región”.

B
los EEUU (según Susan George) se han producido -desde el año 1995 “Más presos no significan más seguridad”, sostuvieron en el spot. Los

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hasta hoy- en el aumento de compra de armamentos, de seguridad y problemas que enumera el organismo por el aumento de la población

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en la construcción de prisiones y el tratamiento contra el cáncer. En carcelaria son: hacinamiento, sobrepoblación, degradación de la condi-

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los dos primeros rubros, podemos preguntarnos si en verdad eso que ción humana y la utilización de sectores de recreación o atención médica
llamamos fracasos no es consustancial al funcionamiento del sistema. como celdas. Para evitar la sobrepoblación, la PPN presentó en el Con-

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Si las consecuencias de inseguridad y aumento de delincuencia no for- greso un proyecto de ley para evitar los hacinamientos y las violaciones

D
man parte de las “consecuencias necesarias” del sistema. En EEUU, se de Derechos Humanos en las cárceles. Sin embargo, la iniciativa todavía

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gastan hoy en día, más de doscientos mil millones de dólares al año en no tuvo el respaldo político para ser sancionada.

N
la industria del control del crimen (Wacquant, 2001: 115). Y los jóvenes Las cifras de 2013 son las últimas difundidas por los organismos

R
del gueto sólo conocen al Estado a partir de la presencia de la policía, el oficiales acerca de la cantidad de presos. Con la nueva ley se podría

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guarda de prisión o el oficial de justicia que vigila la libertad condicional. conocer en tiempo real la situación verdadera de las prisiones para

T
Asimismo, en ese país se triplicó en 15 años la población carcelaria (de evitar que se vulneren los derechos humanos, es decir que el Estado

IN
494.000 en 1980 pasó a 2.290.000 en 2015); en su mayoría esta población por castigar un delito, cometa otro delito.8
está compuesta por jóvenes pobres urbanos de origen afroamericano. Y este análisis debe complementarse con la mención de las contra-
Uno de cada diez jóvenes de 18 a 34 años de ese origen está en la cárcel.
TO rreformas penales y penitenciarias, que aumenta aún más los aspectos
Si tiene un total de 2,29 millones de encarcelados, eso equivale a la po- irracionales del sistema; pues se edifican cárceles de máxima seguridad,
blación de todo el distrito de Brooklyn, el más poblado de Nueva York. con severos aislamientos carcelarios a partir de regímenes celulares, y
N

De hecho, su número de presos es casi el 10 por ciento de la población ello en el marco de un debate acerca de los cumplimientos íntegros de
E

reclusa mundial, situada en 22,96 millones. Según el Centro Internacional las condenas o bien otro tipo de iniciativas semejantes.
M

para Estudios de Prisiones, los habitantes de Estados Unidos representan Pero lo cierto es que aquellas políticas que buscan la prevención es-
U

el 4,5 de los de todo el planeta. La cantidad de reclusos en el país ha pecial positiva (rehabilitación) del condenado, dejan paso en estos últi-
C

aumentado un 75% en los últimos 30 años, mientras que su población mos años a la política de prevención especial negativa (incapacitación). Y
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total ha crecido un 28% en el mismo periodo. ¿Cómo se distribuye la aquello que entendemos aquí como “irracional” en verdad conforma
D

población reclusa en EEUU? La mayoría son de origen afroamericano una lógica donde hay clientelas penitenciarias que se forman y reclu-
y pobres, sin escolaridad. Pero ocurre algo similar en América latina. tan en los sectores más marginados de la sociedad. Esta exclusión y su
La cantidad de presos en la Argentina se duplicó en 15 años. En consecuente encierro de ninguna manera persigue la resocialización
1998 había 31.621 presos, mientras que en 2013 había 64.288 personas
privadas de su libertad. La Procuración Penitenciaria de la Nación
8. www.argnoticias.com

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del condenado, antes bien, esa exclusión que es el encierro carcelario se ello “las funciones que el sistema penal debe cumplir se han revelado clara-
ordena en esta filosofía punitiva a pesar que la población penitenciaria mente: eliminación (física) y neutralización (arquitectónica, mecánica, etc) de
sigue en constante aumento, y con ello el aumento de la tensión y el los transgresores de la Ley penal constituyen los pilares fundamentales sobre
delito dentro de las mismas cárceles. Así es que la fuerza penitenciaria las cuales se asientan las campañas de “law and order”, “tolerancia cero”, etc.,
muchas veces es la encargada de “liberar” presos para que delincan, que alimentan semejantes resultados” (Rivera Beiras, 2000: 24).
operación que también la policía realiza en las comisarías donde se alo- Todo ello, desde la racionalidad propia de la Razón Occidental es

JO
jan detenidos, -entre otros delitos que cometen las fuerzas del orden-9. racional; ya ahondaremos sobre esta problemática cuando abordemos
Podemos observar cómo de ninguna manera la reinserción del conde- las condiciones de percepción de desigualdad que alimentan el delito

A
nado es un objetivo evitado para esta lógica de funcionamiento, ya que y el aumento de la violencia delictiva11.

B
de acuerdo a un prestigioso pensador italiano (A. Baratta): la cárcel no Respecto de esa desigualdad, recordemos aquí lo que dice en el año

A
puede producir efectos útiles para la resocialización del condenado (...) a pesar 2002 M. Bonasso:

R
de esto, la finalidad de una reintegración del condenado en la sociedad no debe
La Argentina produce por año 99 millones de toneladas de alimentos básicos, que

T
ser abandonada, sino que debe ser reinterpretada (...) La reintegración social
alcanzarían para dar de comer a más de 330 millones de personas, casi 10 veces la
del condenado no puede perseguirse a través de ella, sino que debe perseguirse

E
población del país. Pero hay 7 millones de argentinos que no alcanzan a consumir los
a pesar de ella, o sea buscando hacer menos negativas las condiciones (de vida

D
nutrientes básicos. Miles recorren la Capital y otros centros urbanos buscando comida
en la cárcel) (Baratta, 1993).
en las bolsas de basura.

O
Además, la creación de estas condiciones negativas forma parte de
La Argentina produce 25 millones de litros de leche diarios, pero algunos no lo saben.

N
estrategias de biopoder, en tanto son las reguladoras de la vida carce-
El país recibe donaciones de leche en polvo procedente de organizaciones humanitarias

R
laria. Ello supone un genocidio dentro de las prisiones. Así lo dice el
de Italia y España.

E
periodista H. Verbitsky: El número total de muertes en las cárceles bonaeren-
La caridad no alcanza: un estudio del Ministerio de Salud Pública correspondiente al

T
ses se ha duplicado en un año y el de muertes violentas se ha triplicado. ... ya
año 1999 reveló que el 40 % de los menores de seis años que se atendía en los hospitales

IN
ronda la impresionante cifra de uno por día en ejecución de lo que la Comisión
públicos estaban anémicos; el 12 % padecía problemas psicomotrices por encontrarse
Provincial de la Memoria llamó “un plan de exterminio”10. Esto representa
subalimentado y el 2 % sufría desnutrición aguda. Tres años más tarde, con una recesión
otra racionalidad contemporánea, la brutalidad del funcionamiento TO convertida en depresión, esos índices han aumentado de manera exponencial.
penitenciario.
En el país se producen 11,2 millones de toneladas de verduras y hortalizas; el 40 %
En realidad cuando crece el capitalismo no genera mayor bienestar,
N
se tira por falta de una cadena de frío que mantenga frescos esos productos perecederos.
en todo caso, como una máquina estropeada crece rompiendo piezas
E

(Bonasso, 2002: 19)


que repara o desecha para seguir funcionando rompiendo piezas. Así,
M

produce delincuencia y a su vez la destrucción vital de lo humano con Actualmente con datos de 2015, en lo que respecta al coeficiente Gini
U

el encierro carcelario. Y sobre esas condiciones podemos hablar de un (que indica el grado de desigualdad en un país), para la medición de
C

genocidio donde millones de personas en América Latina viven su lenta la población ocupada, es necesario precisar que la caída interanual se
O

muerte en los corredores de las cárceles, en los campos y colonias de produjo luego de una fuerte mejora del indicador. El período de creci-
miento que se inició en 2003, acompañado por una serie de políticas de
D

trabajo, en el aislamiento celular, institutos asilares y psiquiátricos; por


inclusión social, logró modificar la tendencia, llevando el Gini de 0,50 en
2002 a 0,364 en el cuarto trimestre de 2012. Desde entonces, la situación
9. Para indagar sobre esas situaciones, de se hallan comprometidas en el delito la policía
y los agentes penitenciarios, remitirse, entre otras fuentes, al diario Página 12 del 9 de económica ha sido difícil, con una economía prácticamente estancada
mayo de 2004.
10. Verbitsky, H., “Pasado y presente”, en diario Página 12, 23 de octubre de 2005, p. 5. 11. Véase, en el capítulo IV, el apartado Tiempo de la guerra cotidiana.

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por influencia en parte de crisis financieras globales y la desigualdad basadas en el estado de excepción para salvar a la Patria sostenida por
empeoró a pesar de las distintas políticas orientadas a los que menos Dios (excepción y sacralización). Con ello queda claro qué pertenencia
tienen, como la Asignación Universal por Hijo y el plan Progresar. pretendía el régimen y cuáles eran los cuerpos y mentes desobedientes,
Las subjetividades no ignoran esto, de una manera quizás no con- por percibir la injusticia, por reconocer sus propios derechos, por ser
ciente, pero sabedoras de esas paradojas agudas, se preguntan por sus pobres algunos, en suma. Esa línea de racialización que es un problema
lugares, sus no lugares y la angustia y la pesadumbre en este orden crucial no del siglo XX sino de la modernidad misma, que autores nor-

JO
desconcertante. teamericanos llaman la “línea del color” (Wynter, 1995); estuvo y está
Otro desconcierto del capitalismo es que el producto de los benefi- presente en nuestro territorio de manera velada a veces, o notoriamente

A
cios se acumula en la mitad superior de la escala social, que reinvierte visible otras. Veamos un ejemplo de esta obscena visibilidad durante el

B
en el sistema financiero, con sus características de dinero abstracto y régimen dictatorial en la pluma de una de las escritora más reconocidas

A
ficticio. Si la distribución fuera destinada a los sectores desclasados o de su tiempo, Alicia Jurado.

R
marginalizados seguramente habría aumento de consumo de bienes y Los lugares que atribuye en su narrativa la autora mencionada a

T
servicios. Pero bien, el 80% de la población mundial pierde y el 20 % sus personajes no sólo denotan una clara descripción de la realidad
continúa ganando. imperante en su momento (Los hechiceros de la tribu, 1981), sino también

E
En Argentina, en los últimos 25 años (1976-2001) se fugaron 120.000 deja evidenciar su propio pensamiento de clase. En un imaginario social

D
millones de dólares. En el mismo lapso el gobierno argentino devolvió 200.000 consolidado con significaciones que son nociones que regulan y determi-

O
millones de dólares a los acreedores (íbid.). Sin pagar realmente, pues se nan qué es cada cosa en una sociedad y cuál es el lugar que cada uno de

N
pagó deuda contraída para pagar deuda. En la última década (2005- los sujetos debe ocupar en ese orden imaginario, encontramos que esos

R
2015) se pagó más del 90% de la deuda contraída en años anteriores con lugares son simbólicos, pues comprometen asignaciones de identidades,

E
esfuerzo pero también con proceso de inclusión. Es necesario volver a de rasgos culturales, de apropiación de lenguas, costumbres, arraigos a

T
preguntarnos ¿qué es lo racional, qué es lo vital a defender?, porque la tierra, etc. Sobre todo ello la narrativa de Jurado es claramente discri-

IN
hay racionalidades que son mortíferas para las mayorías. La lógica del minatoria cuando esos rasgos no son los que pertenecen a su clase social,
beneficio, donde el dinero hace signo, es la razón que prevalece. que llamaríamos burguesía terrateniente y financiera. Sólo con algunos
Respecto a la cultura la diferencia entre uno y otro mundo es abismal,
TO ejemplos podremos darnos cuenta cómo el despliegue masivo de una
como dato relevante tenemos que el consumo de páginas de diarios de literatura de lectura veloz y pasatista esmerilan los afectos y modos
un africano en un año es el mismo que realiza un lector del New York de sentir del lector en tanto es necesario ese trabajo de moldeamiento
N

Times un día domingo. discriminatorio para que los objetivos de aniquilación y extranjerización
E

económica se produzcan. Por ello, con un modo distinto al del sistema


M

Racismo y vida cotidiana educativo, en esa literatura no falta el racismo, la descalificación ominosa
U

y un centramiento en valores que justifican la pertenencia en la posesión


C

Hay racismo en nuestros pueblos, venidos desde los orígenes del material ligada a los símbolos patrios y en el consumo ostentoso como
O

tiempo en occidente, sin embargo, existen momentos de ahondamien- rasgo identitario de holgura económica. Todo ello conjuga el temor a la
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tos de ese declive ético en nuestro país. En la literatura encontramos, libertad y a la posibilidad de autonomía de aquel que es un asalariado
por ejemplo, durante la última dictadura militar (1976-83), autores que y se hace necesaria la exclusión cultural (y también estructural) de los
fueron celebrados por el régimen y que no privan a sus lectores de que quedan fuera del nosotros identitario de clase e ideología.
preposiciones donde la línea de segregación de clase, de raza y de gé- En su narrativa, encontramos definiciones muy evidentes acerca de
nero es claramente demarcada con toda la visibilidad que es necesaria, composición de su mundo, así:

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Todo (el pudor en la mujer, la caballerosidad en el hombre) parecía haberlo barrido el Estamos con la edición de “Los hechiceros de la tribu” a fines del siglo
viento. Un viento huracanado que soplaba desde la peble invadiéndolo todo, nivelando XX, cien años atrás alguien hubiera escrito la chusma, y cuarenta años
a los hombres por aplanamiento. El mimetismo cundía, sin distinción de sexo, entre atrás (1945) a la fecha de edición del libro, el aluvión zoológico.
los hijos de familias patricias y los estibadores del puerto: el mismo lenguaje soez, las Pero tampoco falta la exclusión que liga origen rural a imbecilidad,
mismas actitudes groseras. (Jurado, 1981: 44-45) enlazado al origen mestizo o indígena de la persona que trabaja de
O bien: “(Las nuevas generaciones) no vivían ni se expresaban ´como uno´; mucama en domicilios. Esa asimetría de su clase con el barbarismo de

JO
y en cuanto a sus nuevos hogares las exigencias se habían reducido al mínimo: las clases populares llegadas del interior a la ciudad no deja de hacerse
tener con que preparar un sándwich cuando se tenía hambre, vigilar de vez en presente incluso hasta en la segunda década de este siglo XXI.

A
cuando a alguna troglodita, que había pasado directamente de las tolderías al El racismo y la exclusión por la línea de color y pobreza es nítida.

B
servicio doméstico por horas y que aún no había podido dominar el terror que La pertenencia de clase inhibe cualquier atisbo de confusión respecto

A
le infundía la aspiradora” (ibíd., p. 46). de los usos y costumbres, modales y don de gentes de una clase que

R
También: “Creo que (los símbolos y los próceres) hay que usarlos en su no puede siquiera imaginar una manifestación popular sin pensar en

T
debido lugar y momento, con el respeto que corresponde, porque no son cosas un acto innoble. Aunque en los últimos dos años esos mismo sectores
de clases, aunque reducidos y raleados, han mostrado su descontento

E
para que las manosee el populacho” (ibíd., p. 79).
y adquirieron la práctica del uso de la calle como instrumento de pro-

D
Continúa: “...la peor calamidad para nosotras, las mujeres, es cuando no
teníamos nada que hacer más que carpetitas a punto cruz, había una horda de testa, pero sin confundirse con los sectores desclasados o indigentes,

O
sirvientas que se ocupaban de la casa y ahora que podemos dedicarnos a tareas en toda oportunidad dejan claro que no se confunden con la militancia

N
interesantes, no hay quien cocine y cuide los chicos. La historia nunca nos fue de cuerpos pringosos.

R
propicia” (ibíd., p. 138). La igualdad para el pensamiento discriminador se cimenta en el reco-

E
Por otro lado así dice Jurado de algunos escritores: “... quieren defender nocimiento más llano de la desigualdad que debe ordenar la sociedad, y

T
sus intereses en algún país africano que nadie oyó nombrar jamás, so pretexto con ello es imposible pensar en la libertad de participación en igualdad.

IN
de que los caníbales están amenazados por el imperialismo” (ibíd., p. 69). Jóvenes, gente venida de tugurios o del interior, pobres, y negros de
La autora da demasiados ejemplos, sólo remitimos aquellos que África escapan a la categorización de “gente como uno”. Ese nosotros
ponen en justa evidencia algunas de las caracterizaciones culturales
TO exclusivo, expulsivo, es el que necesita del segregado para explotarlo en
promovidas durante el período en cuestión. ¿Que resalta en las descrip- su sentimiento bien trabajado de inferiorización casi colonial. Los supone
rebeldes al concepto, indóciles a la idea, con pensamientos pueriles, mu-
N
ciones? Un acervo chauvinista en tanto patria y clase dominante están
cho más cercano a un primate superior que a un ser humano (troglodita
E

fundidas en los orígenes de la historia de su clase; clasista y racista,


ha llamado al personal de servicio la autora, llegados de tolderías o de
M

claro que sí, haciendo referencia a los símbolos en manos del populacho.
Claro está que sólo deberían cultivar esos emblemas los descendientes las cavernas, es casi lo mismo para ese lente clasista).
U

de los próceres o familias entronizadas por el dinero emparejando la En agosto de 2007 la hoy diputada Mercedes de las Casas publicó un
C

prosapia de alcurnia y poder. libro Cómo conseguir una mucama… y no perderla en 7 días. Allí recomienda:
O

Bien claro está que el clasismo produce una fuerte irritación al cons- “Recordemos que es muy agradable sentir olor a fresco y limpio de la per-
D

tatar que la nivelación del viento huracanado (comprendemos nosotros: sona que nos sirve el desayuno”. Y otras sugerencias que la acercan a A.
el avance de las clases populares a productos culturales y objetos antes Jurado, como: “Recordemos que no siempre la mucama posee gran capacidad
restringido para ellas), no deja diferencias notorias para su gusto entre de recepción y memorización”. 
un nivel de cuidado aristocrático y la horda popular. El límite es muy delgado, si se lo califica psiquiátricamente de re-
traso mental e improductivo ya cruzó la línea y será difícil de contratar

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y mantener a esa mujer (mucama) como trabajadora, de lo contrario de los cuerpos, de expresiones de afectos de los que sintieron y sienten
si los declara aptos y se los somete con salarios con el que no puede que están dejando de estar en el mundo, de pertenecer a la condición de
sustentarse, no producirá lo suficiente, ni criará a sus propios hijos que ser. Esa mezcla de afectaciones y capacidad de afectar a otros es lo que
deberán ser la mano de obra en el futuro. Entonces, no son animales, se propaga en las protestas sociales que hoy se alimenta de la angustia
son una raza con la que hay que mantener distancia, ser cuidadosa con y del reproche por dejar de estar en el mundo, por estar fuera de esa
ella, pero mantener su fuerza de trabajo con una salario que permita su razón, pero que no ha descubierto aún otro mundo y otro modo de estar

JO
reproducción y que sus hijos puedan leer y ser buenos obreros. No sirven en él, y si lo han descubierto, lo han perdido a manos de la estrategia
enfermos, para ello están los donativos a los hospitales y el bronce que del capital y operadores de marketing. Si hay una razón, la del capital,

A
los reconoce generosos en su caridad. Es el mismo dilema que acosaba esos cuerpos colectivos se perciben saqueados y desiguales y deviene

B
al dueño de la plantación colonial respecto del colonizado, la destreza el furor en la calle.

A
del colonialista está en saber ubicarlo en la categoría justa para que en El cuerpo social es entonces un complejo de fuerzas que se afectan

R
el mismo movimiento epistémico político a un tiempo esté alejado de unas a otras; fuerzas que se componen a la manera de un cuerpo vibrá-

T
sus derechos porque se les supone una conveniente incomprensión de til que puede devenir en un colectivo que enuncia que la racionalidad
los mismos y por lo tanto hará un mal uso de ellos, pero también que pretendida del capitalismo es en verdad un juego de espejos donde la

E
puedan conservar la humanidad necesaria para producir lo que deben razón de Mercado no es tal razón, ni la “sinrazón de la ira y la protesta”

D
y se les manda a hacer12. tampoco es tal sinrazón, es una razón que une lo desunido, que no vive

O
Encontramos hoy enunciados “racionales” de este tipo, seguramente de ficciones y pervive en la búsqueda de derechos que preserven su vida.

N
menos insidiosos pero tan relevantes como éstos. La razón del capitalismo feroz crea la vida desnuda, la “vida nuda”. La

R
Entonces, si nos preguntamos por la “racionalidad” como aquello vida desnuda (seguimos aquí a Giorgio Agamben, 2015),” es justamente

E
que atenta contra la vida colectiva, creemos tener ejemplos claros de ella una vida a la que se le han quitado cosas, pero no debemos entenderla como

T
en esta lógica del beneficio. Pero bien sabemos que si algo se presenta una vida originaria. Es una vida sin ropaje, es decir, sin las formas (de vida)

IN
como “irracional” en el sistema es la ira de los pobres, recientemente que esa vida se haya dado a sí misma”. Parias, separados que pueden ser
desclasados o no. muertos en cualquier momento y lugar.
Esa pretendida irracionalidad que ha sostenido gobiernos democrá- TO Podemos pensar entonces que este funcionamiento estropeado e
ticos, con la irrupción popular que se ha producido en Argentina, en injuriante del sistema capitalista, en su expresión financiera, como ca-
Bolivia y otros países, luego por el voto o por mecanismos espurios se pitalismo mundial integrado, no puede dejar de producir perdedores,
N

han depuesto presidentes con la desestabilización lograda por sectores excluidos del sistema. Es decir, que no sólo es irracional su funciona-
E

conservadores y fundamentalistas del mercado, apoyados, claro está, miento en tanto destruye, maltrata y excluye sino que también genera
M

por sectores de la población que sintió la im-pertinencia de aquellas una racionalidad científica que justifica toda su irracionalidad. En suma,
U

“irracionalidades”. La continuidad democrática en los últimos tres lus- “el fin supremos del capitalismo consiste en producir carencia” (Deleuze y
C

tros -con excepciones- se halla cada vez más fragilizada. En verdad, la Guattari, 1995). Vemos entonces que en el capitalismo sólo el dinero hace
O

democracia ha sido la salida posible que forma parte de una irrupción signo, y ello es posible pues opera por vaciamiento simbólico, vaciando
D

un régimen de signos culturales propios del trabajador al que sojuzga


12. Un grupo de investigadores en Epidemiología Ambiental elaboró escalas que indican que con sus políticas de carencia, desocupación, de generación de consumo
el 30 por ciento de los aplicadores de pesticidas sufre exposición acumulada a agrotóxicos
innecesario de falsas necesidades. Cuando produce carencia produce
y no cumple con los requisitos básicos de protección. La exposición a agroquímicos es
uno de los factores de riesgo asociados a la aparición de distintos tipos de cánceres al mismo tiempo deudores, el hombre endeudado es la manera de sub-
(Universidad Nacional de Córdoba, recuperado de: [www.argentinainvestiga.edu ar], 13 jetivar que opera el capitalismo actual. Se produce una subjetividad
de junio de 2011.

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endeudada – consumidora, en deterioro de una subjetividad productora – cuanto necesite para consumir, es una concepción distinta de deuda e
liberadora. Cuando cae la industria nacional cae un modo de subjetivación interés. Es necesario pensar entonces en una política de desalienación
de deseo y producción de encuentros de potencias colectivas. capitalista, es decir, del encuentro donde se restaure la política social
Pero bien, los perdedores no dejan de culparse a sí mismos o a sus colectiva en la que prevalezca el intercambio basado primariamente en
líderes por sus destinos, interpretando muchas veces sus destinos con el valor de uso del objeto y no en ganancia como último fin insaciable
aquella racionalidad. Aunque también hay sectores que se niegan a del capital que endeuda para pagar deudas contraídas por consumos

JO
aceptar la culpa y tratan de compensar de alguna manera los déficit, ya primarios y necesarios pero otras veces fútiles. Más adelante ahonda-
sea con la migración a los países centrales -que por períodos se vuelve remos sobre ello.

A
masiva-, o bien con la protesta ya sea pacífica o violenta (en algunos

B
países latinoamericanos las guerrillas han fundado sus acciones en his- El encuentro entre las subjetividades

A
tóricas desigualdades que se renuevan en cada segmento histórico).

R
Sobre esas variadas respuestas se cimientan, además, modos de sub- Estos excluidos históricos o recientes son, para el sistema, poten-

T
jetivación por supuestos también variados, pues en cada una de ellas cialmente desestabilizadores, y ello permite preguntarnos ¿qué tipo de
se dispone de recursos, modos de pensar y de sentir que se encadenan encuentros entre los hombres, mujeres, niños, promueve este régimen

E
a un modo determinado de pertenecer y de permanecer al / en grupo, con su lógica del nosotros y su razón de participación? ¿De qué orden

D
a la clase y a la etnia. son los mismos? Quizá uno de los modos más comunes y frecuentes en

O
Por otro lado, esa configuración semiótica que es el capitalismo se que las subjetividades se encuentran, tiene como referencia a la identi-

N
monta -como lo vimos- sobre la escisión entre la política y la economía, dad, ya sea de género, de clase o de etnia. Esa identidad funciona como

R
con los restringidos modos de participación e igualdad, subordinados un molde sobre el cual la subjetividad entrama lazos de pertenencia.

E
a esa escisión. Una de las operaciones recurrentes del capitalismo es la Es decir, que se monta sobre una moral de pertenencia y permanencia

T
separación, y no es solamente la separación del productor de su produc- que evita la amistad, en tanto ésta está vigilada por las significaciones

IN
to, primera alienación del sistema. Pues en el capitalismo el trabajador más poderosas del molde identitario, y por lo tanto de subjetivación
es escindido de lo que produce, pero al mismo tiempo separa a los capitalista, subjetivados por individuación, cada uno se preocupa por
productores entre sí. TO sí mismo de pertenecer y no salirse del canon. Sostiene Elías Canetti:
Esa racionalidad es central en el modo de existencia del sistema como Lo más importante es hablar con desconocidos. Cuando esto resulta imposible,
extracción de ganancias (su último fin), rompiendo con estas alienaciones ha empezado la muerte.
N

un nosotros comunitario. El individuo en su modo de subjetivarse es Si tomamos la perspectiva de género, encontramos que lo peligroso
E

fuertemente capitalista; el individuo de las ciudades, donde la subjeti- para los hombres desde esta moral es lo que acecha en sí mismo como lo
M

vación es por individuación es deudor – consumista; no está subjetivado minoritario, esto es, aquello que desde su propia subjetividad se instala
U

por procesos colectivos, como en comunidades de pueblos originarios, o como saber y como deseo de ciertas identificaciones que no son domi-
C

países de raíces indígenas fuertemente vigentes aún hoy, como Bolivia nantes, la ternura, ciertos rasgos que son calificados como pertenecientes
O

por ejemplo, o algunas zonas de México (Chiapas), donde la economía al mundo femeninos, el contacto corporal afectivo, atención exclusiva
D

no se reduce a la acumulación sin fin, sino que operan con una economía de los hijos, por ejemplo. Los giros lingüísticos de los adolescentes son
de subsistencia, ligada al don como signo de un capital semiótico que claros al respecto, pues allí parece hacerse necesario un vocabulario que
rige a la comunidad entera. Una partera es pagada por la parturienta permita poner distancia al mundo de lo diferente y hacerlo desaparecer:
con la una porción del quintal de rábanos en la próxima cosecha, pero el fuiste es un giro extendido en Argentina y mucho significa ese has sido.
no en un solo acto, sino que la acreedora toma del producto cuando y Poner distancia en clase social, en género, en cuestiones de razas con

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insultos, bromas varias sobre lo infantil, lo femenino y lo diferente en lo impracticable, de tener una automóvil de esas características en ese
lo masculino; y los rituales de comunicación se reducen al uso de un pueblo; se convierte en un ser permeable del poderoso deseo de consumo
lenguaje escatológico y humillante para el otro. por el consumo mismo, sin valor de uso del objeto, en caso que tuviera
Lo más temido es la línea que haría flexible aquella subjetividad; y ese valor sería el de la ostentación y sostener la ficción de ser superior
repetimos, no se trata aquí de la asunción de la identidad de etnia, ni por poseer más dinero que los demás. ¿Tener cien pares de zapatos, es
femenina, ni tampoco de niños, sino que se propone reflexionar sobre una patología? Sospechamos que sí. Pero esa ficción del tener es una

JO
el modo en que la subjetividad masculina patriarcal (con el despotismo captura, que encierra en una semiótica del capital y de la identidad. Un
en que ha sido conformada, más allá que la encarne un hombre o una régimen de signos donde el único que hace signo es el dinero.

A
mujer) puede devenir una instancia considerada minoritaria, esto es, lo Esas identidades así conformadas quizás no sean sino modos com-

B
que en cada época se sitúa como el polo sometido del binarismo; pero pulsivos de vigilancia y control entre los miembros del grupo, como

A
no para sentirse sometidos, sino para recrear desde allí una respuesta último reducto en el que pueden sentirse pertenecientes, defensivamente

R
a los poderes dominantes. Debemos aclarar que se trata en este devenir mimetizados en el tengo - estoy - soy. Para ello está la deuda para los

T
de no situarse en los registros de ese poder pues estas posiciones nece- que menos tienen, el control más eficaz de estos tiempos en el siglo XXI.
sitan de la repetición y de la defensa de lo instituido para mantenerse, Y ello se hace más intenso cuanto más fuerte es el temblor de ciertas

E
y con ello es una condición dominar a otros, ejercer la potestad, (poder certezas que sostuvieron las subjetividades.

D
sobre) hacia otro. Y esto hace a los hombres y mujeres esclavos de lo Sin embargo, ese mimetismo está basado en el miedo al semejante,

O
establecido, pues reaccionan frente a lo que intenta inventar nuevas y ese es el mecanismo propio de la moral que en lugar de gestar, por

N
formas de sociabilidad, con subjetivaciones colectivas, de cooperación ejemplo, amistad entre los hombres, promueve enemistad en tanto se

R
y de producción material. cristalizan modos rígidos de pertenecer en tanto ser. Y ello reproduce

E
Esa innovación amenaza el poder de los centrismos, y los que sostie- incesantemente una fuerte ambivalencia afectiva, pues siempre se corre

T
nen ese centrismo, en su impotencia desean dominar y se atribuyen los el riesgo de dejar de ser, y ello se traduce en una intensificación de la

IN
emblemas de lo establecido, esto es, dinero como valor mismo, como participación de los rituales del endogrupo.
equivalente único, despótico, ya no tanto como un valor de cambio, tam- Se basa este funcionamiento no en la solidaridad, sino en el sistema
bién el poder ejercido sobre otros con clara demostración de potestad,
TO de representación platónico donde la Idea es representada por una copia,
honores compraos con valores y semióticas que muestran signos de las siempre imperfecta respecto de aquella. Ese molde trascendente que es
anteriores formas de poder. Necesitan negar permanentemente lo nuevo el modelo genera respecto de su copia una diferencia insalvable. La dife-
N

como subjetivación colectiva, corrida del circuito oferta demanda con rencia que es finita (salvable) entre los sujetos, entre las diferentes razas
E

el centro en el valor de cambio dinero. Y ello nos hace domesticados, y las clases se transforma en diferencia absoluta, la traza del vestuario
M

aunque creemos y nos reconocemos libres. Por ejemplo, un productor en de un adolescente y el color de piel morena, erizan las subjetividades
U

época de bonanza de cosechas compra un automóvil importado y pasea de los vecinos de un barrio de clase media.
C

con él en su pueblo, de calles donde las hondonadas para el desagote del Este sistema de representación entre Idea y copia, tiene, además, un
O

agua son profundas; ¿Cuál es el problema?, que el vehículo se atasca en tercer elemento, el simulacro, que se sale de toda representación por
D

cada esquina por lo bajo de su piso. Es una anécdota trivial, pero sobre ser una diferencia inclasificable, irrepresentable, sin definición. Esto
ellas es necesario reflexionar pues son analizadores que desnudan lo es, un simulacro, una diferencia sin identidad, inservible como copia,
no dicho, y aquí lo no dicho es que el ansia de mostrar que se perte- peligrosa para el Modelo.
nece a una categoría diferente a los demás habitantes del pueblo con Si ahondamos en este sistema encontraremos que existe un plano (de
su automóvil nuevo, inalcanzable para todos lo ha cegado, no advirtió trascendencia), donde lo Uno (la Idea, el Modelo) se halla dominando de

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manera absoluta. Por fuera de ese plano se hallan la copia y el susodicho El catecismo nos dice que el hombre por el pecado original pierde la
simulacro, aunque con distintos estatutos respecto del Modelo. La copia semejanza respecto de Dios, aunque no la imagen del mismo.
aún logra pertenecer sometiéndose al Modelo Absoluto; el simulacro, Es necesario entonces aclarar el modo en que la moral que promueve
en cambio, revela la máxima potencia de lo falso, de lo que no pertenece la vigilancia mutua se liga a la división social, impidiendo la amistad
ni puede pertenecer (de acuerdo a Nietszche). El pensamiento plató- entre los hombres, pues hay necesidad del grupo o de la etnia de vigilar
nico, como plano de trascendencia (de algo que trasciende y está más que todos sean buenas copias y expulsar los simulacros con su potencia

JO
allá respecto a lo otro), es el discurso de lo Uno, del que abreva tanto falsaria.
la religión como las doctrinas dogmáticas del pensamiento religioso y Ese pensamiento abreva, como vimos, en el pensamiento platónico,

A
político, tal como el stalinismo, el fascismo o el neoliberalismo. que es el fundamento del modo de pensamiento occidental y también

B
Recordemos, además, que lo falso, para Platón, representaba la ex- del pensamiento religioso. Si una tarea tiene el hombre que intenta la

A
crecencia del sistema; a diferencia de la copia (que sí pertenece aun- solidaridad y brega por una ética de la amistad, desechando el mime-

R
que degradada respecto del Modelo), que era parte del linaje y de la tismo de pretender ser una buena copia, es invertir el platonismo, como

T
estratificación de las jerarquías. De este modo y con esta lógica, a un cimiento del sistema de pensamiento excluyente y forma de producir y
poder le sigue el otro, de una dinastía desciende otra. Y esto remite al modelar subjetividades.

E
canon occidental. Kanón, en griego significa tanto modelo como regla, Este modo de promover la carencia, es decir, promover una diferencia

D
y también límite; nos dice Michel Onfray (2008): “El canon occidental, a inalcanzable respecto del Ideal, forma parte de una determinada política

O
pesar del idealismo de aquellos que querían abrirlo, existe precisamente con el donde se condena al hombre a la sumisión del orden actual con sus

N
fin de imponer límites”. rituales y representaciones. Analicemos sino la violencia familiar que

R
Este autor, se propuso mirar el reverso de la tradición platónica, esto se despliega en medios urbanos, donde la afectación de los hombres

E
es, la filosofía llamada hedonista, materialista, sensualista, es decir, el está ceñida a significaciones de poder en tanto sometimiento del otro –

T
pensamiento vencido y reprimido a lo largo de la historia en manos del otros, pretendidamente inferiores (raza, género, la infancia, el poblador

IN
platonismo, base constituyente del futuro pensamiento cristiano. Así, originario, esto es, todos los que no se asemejan al modelo de hombre
aclara Onfray: “al salir triunfadores, Platón, los estoicos, el cristianismo, im- occidental, adulto joven y consumidor).
ponen su lógica: odio al mundo terrenal, aversión a las pasiones, las pulsiones y
TO Si un recurso de pensamiento perdura en esa subjetividad, está en
los deseos”. Es decir, estos últimos deben ser descalificados y excluidos. función de la necesidad primera de diferenciarse, y a ese movimiento le
Por ello el simulacro, al romper lo formal de este plano de trascen- sigue otro, que es el de someter por la diferencia. Más cerca del Ideal se
N

dencia carga sobre sí con la a- semejanza respecto de la Idea, esto es, cree estar, más se requiere de la diferencia jerarquizada y más violencia
E

con ser la máxima potencia que otorga ser falso respecto del Modelo se desplaza en la instalación de la diferencia. Aunque es pura ficción que
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y lo podemos asimilar a la revalorización del cuerpo, de los placeres alguna vez se llegará a alcanzar ese Ideal, pues el Elemento es inalcanza-
U

y de los sentidos. Por supuesto que se encuentra a la mayor distancia ble, esa es la lógica del falocentrismo. Si remitimos ese criterio a nuestro
C

posible del modelo, de tal modo que nada los une. Y esto supone salirse país en referencia al consumo, podemos notar que es una caricatura del
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del juego incesante de las jerarquías. Por ello es rechazado y negado. modo de producir y consumir en EEUU; pero bien, las subjetividades
D

La carencia que evidencia la copia respecto del Modelo revela cómo se entronaron en la quimera de que la lógica de aquel país por fin nos
hay una carencia en ella que no le permite ser como Aquel. Así el sujeto alcanzó con sus beneficios. Pero por otro lado, esa lógica del país central
es copia, y ello lo hace carente, en falta; la religión hace un uso acendrado termina por expulsar o no dejar ingresar a inmigrantes latinos.
e intensivo de esta representación de la carencia del sujeto como copia. Una joven, votante de Marine Le Pen (candidata presidencial en
Francia por el Frente Nacional, de pleno carácter racista), dice: “Estamos

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hartos de los árabes…, con sólo pensar que mi hijo va a ir a la escuela con un denuncian por vergüenza. Los insultos y los robos a estos quinteros que
montón de islamitas, tiemblo de miedo”. Otra votante agrega: “quiero que trabajan arduamente fueron durante el año 2000 casi diarios y después
Francia vuelva ser la de antes. Ordenada, limpia, sin tantos negros ni árabes de más de una década se acentúan los agravios y las amenazas. Como si
por la calle”13. Por otro lado, a partir del 2007 el ex presidente francés una transición hubiera atenuado la xenofóbica que reaparece con furor.
Nicolás Sarkozy, como funcionario del gobierno anterior a su presiden- Los niños, atemorizados por las vejaciones, ya no concurren a la escuela;
cia, propuso fuertes limitaciones a la inmigración árabe. Pero España es pues después de atacarlos, les roban monedas gritándoles “bolita sucio”.

JO
una situación a analizar, pues la derecha ultracatólica, impulsada por el Al intervenir el Centro Simón Wiesenthal contra los medios periodísticos
papa Benedicto XVI hasta 2013, desde la cadena radial COPE, exclama que alentaban la xenofobia, cesan transitoriamente los ataques. Pero son

A
que “España se rompe”, por la indagación de la historia de las masacres siempre un peligro latente contra esa comunidad que lucha por volver a

B
franquistas en la Guerra Civil; “la familia esta amenazada”, por la legali- su tierra después de estos episodios. El 23 de febrero de 2016 al desalojar

A
zación del matrimonio gay; y esto se acompañan con boicot de católicos la policía de la provincia de Buenos Aires un barrio de comunidades

R
a clínicas abortistas y sumándose el sindicato de policías llamando al migrantes (bolivianos la mayoría de los habitantes), en Ciudad Evita,

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ex presidente Rodríguez Zapatero “el terrorista de la iglesia”. Aquí se a la voz de: ¡Bolivianos de mierda! Lo hizo reprimiendo con balas de
conjugan una serie de representaciones que permiten comprenderla goma y palos a mujeres y jóvenes. Desde el Centro Integral de la Mujer,

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trama imaginaria y simbólica, y con ello el real dominante, de la se- Marcelina Meneses, que agrega que las mujeres de esa comunidad no

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gregación en sus múltiples aspectos. Además, el programa del Partido son atendidas o lo son tardíamente en los hospitales públicos porque no

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Popular propone que todo inmigrante acepte respetar las costumbres la entienden o priorizan a lxs argentinxs. La mayoría de las mujeres que

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ancestrales de España, como un modo de garantizar el respeto cultural. mueren de cáncer de útero en esa zona son bolivianas, según registros

R
Vemos cómo el etnocentrismo se revela con su mayor fuerza. del Hospital de Oncología María Curie, por desatención institucional y

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En Argentina también los discursos políticos impactan en los dis- por falta de conocimientos en los cuidados y controles. Conocimiento

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cursos sociales acerca de la refundación de la Nación, la Familia, la que no llega desde el Estado por comunicación deficiente, falta de vo-

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Identidad, el Orden, la Limpieza, la Pureza, y nos encontramos nueva- luntad o xenofobia14.
mente con el Canon. En el caso del género, esta diferencia desjerarquizada se opone a
Todo aquello que se aparte de esa Idea es condenado, como por TO una ética de la diferencia sexual. Pues si recordamos la interconexión
ejemplo los piqueteros con su creación de “desorden”, su identidad de entre identidad, subjetividad y poder, esa conexión la encontraremos
desclasados, sus “familias numerosas y promiscuas”, su lengua popular claramente en la relación entre los sexos donde la filosofía falocéntrica
N

y provinciana. Es por ello que nos sucede algo similar a lo que Wacquant y logocéntrica por un lado excluye lo diferente a: hombre blanco, ciu-
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(2001) describe con los barrios afroamericanos en EEUU, así: “el miedo, dadano... Es importante aclarar que si existe un vínculo privilegiado en
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la violencia,, y el Estado son parte integrales de la formación y transformación esta filosofía es el del poder, el sometimiento y sus diferentes formas de
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del gueto negro norteamericano. Miedo a la contaminación y a la degradación violencia (racista, sexista) legitimada en la diferencia desjerarquizada.
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vía asociación con seres inferiores –esclavos africanos- están en la raíz del Una ética de la diferencia (sexual, étnica) implica entonces no desco-
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generalizado y penetrante prejuicio” (p. 109). nocer la diferencias que son multiplicidades, y al mismo tiempo sustraer-
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No olvidemos que en la Provincia de Buenos Aires (Escobar), la co- las de las jerarquizaciones binarias que promueve el modo de pensar
munidad boliviana es perseguida y acosada por racistas. Así, mujeres occidental (platónico). Esta ética de la diferencia como multiplicidad
y niños sufren vejaciones y no son infrecuentes las violaciones, que no se halla en correspondencia con el pensamiento nómade, que como ya

13. Diario Página 12, 5 de mayo de 2002. 14. Sanda, R., “Vuelta atrás”, Suplemento Soy, diario Página 12, 4 de marzo de 2016.

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hemos adelantado es un pensamiento que se liga a un movimiento crítico delito; pero no se aplica cuando el trabajo es forzado, cuando por avidez
de abandono masivo del racismo, el machismo y la lengua dominan- extrema el capitalista convierte al otro, al ser humano, por la coacción
te. Se trata aquí, en esta imagen de pensamiento, de combinar rasgos en alguien que debe venderse por un mínimo de subsistencia. Se lo
opuestos, mixturados, donde la identidad (del hombre y de la mujer, esclaviza. Al nivel de un animal con capacidades superiores, pero no
del negro y del blanco, del niño y del adulto) no se cimienta en lo fijo, en es un ser humano. Esa es también un producto de la razón científica,
lo puro, lo que no tiene mezcla, sino por el contrario, en lo contingente, la fina violencia con que se justifica el trato como bestias a hombres y

JO
en lo aleatorio del acontecimiento, en la aleación que es la realidad y mujeres sometidos.
el mundo, en suma, en fuerzas desplegadas no capturadas. ¿Parejas de Veamos los tugurios que pululan en las grandes ciudades de La-

A
tres adultos criando niños propios o venidos de óvulos fertilizados de tinoamérica, donde el trabajo esclavo sin miramientos de horarios y

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donantes amigos o anónimos? Claro que sí. Una mujer de 30 años dice: condiciones de salubridad matan por miles a personas por agotamiento,

A
estoy gay. Nada impide esa no pertenencia de ser, sí es una declaración enfermedades contagiosas, miseria fisiológica.

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de un estado que es resistencia en acción. Si la razón occidental nos ciñe con su lógica del beneficio y explo-

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Así se combinan coherencia y movilidad en tanto se conjugan las tación fuera de todo límite humano y sus binarismos de afirmación-
diferentes perspectivas multiestratificadas y multiculturalistas para exclusión (dice Deleuze, 1980: 27: “hasta los márgenes de desviación serán

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representar la subjetividad descentrada. No significa esto que el hom- calculados según el procedimiento de elección binaria:no eres ni blanco ni negro,

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bre se vuelva niño, mujer, indio, árabe, migrante, sino que el hombre ¿serás árabe?, ¿mestizo?; no eres ni hombre ni mujer, ¿serás travesti?”. Es

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patriarcal como instancia de representación dominante en la cultura posible pensar entonces en un modo de confrontar esto es partiendo de

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judeo - cristiana pueda ceder ese lugar de dominación para encontrar la pulsión de vida, donde las subjetividades se basen en la contingencia

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en el lugar del otro minoritario, no dominante, líneas sobre las cuales y en los cruzamientos de la diversidad (que es diferente al relativismo

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fugarse de esa ilusoria posición de dominio, pues en verdad ignora que cultural). ¿Quién manda y por qué explota y mata? ¿Con quién cree que

T
al dominar a otros refuerza sus cadenas de dominio del sistema sobre sí. puede hacerlo? Sólo rompiendo los binarismos se producen los cruces

IN
Cuando lastima ve en su víctima lo que él hizo o hicieron de sí. Cuando y sus efectos de mixturas, de potencias ocultas por sometimiento y hay
mata se mata. De acuerdo con Baruch Spinoza, los hombres luchan por confrontación y vida. ¿Un indocumentado haciendo lazo con otro en el
su esclavitud como si lo hicieran por su libertad, e ignoran las cadenas
TO taller negándose a trabajar? Está bien, dirá el capitalista, no hay comida
que los atrapan. Creen ser libres cuando encadenamos a otros pero en entonces...pero si es un desnutrido no tendrá fuerzas, muerto no sirve,
verdad “nuestras víctimas nos conocen por sus heridas…” (Fanon, 1974: 13). eso es lo malo de la esclavitud, demasiado sometimiento disminuye el
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Y ello habla de nosotros mismos, pues lo que hacemos muestro lo que rendimiento, muy golpeado o enfermo tampoco sirve. Morirá joven,
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hemos hecho de nosotros mismos. Si hay algo que debemos tener en pero despacio, que de tiempo a su explotación y a ganancias. Entonces
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consideración en el Capitalismo Mundial Integrado (CMI) es que ya no se busca transformarlo en un ser intermedio, se lo trata como bestia y
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hay contrato entre capitalistas y obreros, Hace siglos el uno consideraba como humano.
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al otro un grosero, un ser desprovisto de toda posibilidad de comunica- Sabe el capitalista que ese hombre de piel oscura es un taimado que
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ción urbanizada, conveniente, pero así todo, por indecoroso que fuera, trataría de matarlo si pudiera, pero no lo hará. Hay niños detrás de él,
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el obrero era considerado un ser humano que podía vender su fuerza sus hijos que quieren comer. Ese es el encadenamiento; la prole ham-
de trabajo; es más, debía ser humano, hablar el mismo lenguaje o por brienta. No hay salida. Sí la habría si hubiera conexión con un exterior,
lo menos saber recibir órdenes, saber escribir su nombre, para cumplir un afuera que estropee tirando del mantel desde allí conbinada con la
el deber de vender su fuerza de trabajo. Ese universalismo deja en claro fuerza desde adentro. Ese afuera es la denuncia del genocidio cotidiano
que si se le quita por la fuerza o despoja a un semejante se comete un que se completa diariamente con las intervenciones de organismos de

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protección de derechos y las pocas columnas periodísticas denunciando gestión - producción, que se asienta en el cruzamiento de pertenencias
y descubriendo cada lugar. de clase social, de intercambios comunales, de intereses inmediatos, de
Esos cruzamientos atraviesan los fundamentos ontológicos, (fun- criterios productivos, administrativos y científicos.
dados en el ser), y preguntan principalmente ¿qué afirma y califica? Y En el Encuentro Internacional sobre la Autogestión, realizado en la Fa-
también pregunta, por lo tanto, ¿qué segrega? Esas interrogantes abrevan cultad de Filosofía y Letras de la UBA en julio de 2007, trabajadores
también en una posición nómade, que vive en permanente transición, de empresas recuperadas utilizan el concepto de innovación social, que

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no aceptando límites de una identidad precisa y asentada, y ello tributa reemplaza el concepto de innovación tecnológica. La innovación social
a una ética que resiste a las formaciones hegemónicas, donde un ser, un significa que son empresas recuperadas por sus trabajadores y al mismo

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pensamiento y una identidad dominen sobre otras. tiempo ofertan sus edificios, espacios y tecnología para que miembros

B
Un ejemplo histórico contemporáneo lo tenemos en las organizacio- del barrio organizaran bachilleratos para adultos, centros culturales,

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nes de asambleas populares- barriales, que promueven cruzamientos espacios de encuentros de movimientos sociales. De este modo el de-

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de clase social y de sistemas de pertenencia, en la organización de redes bate sobre cuestiones sociales no queda restringido a los miembros de

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de asistencia a los sectores más indigentes. la fábrica y se extiende al diagrama social.
Como también en la gestación de redes de poder alternativo a la de- En el año 2014, desde el Centro Cultural Ricardo Rojas, grupos

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mocracia representativa y al sistema financiero, ya sea con las asambleas autogestionados, colectivos, redes de artistas e intelectuales salieron

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barriales como por el club de intercambio de mercancías y objetos, donde a desbrozar un camino para ampliar inaugurar un área: “Sociedades

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la significación dinero, deja de tener un carácter de fetiche, en tanto ya experimentales”, desde allí salieron formas pensadas y esbozos de un

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no parece que es el dinero el que tiene vida propia y autónoma respecto recreación de nuevas formas de comunidad: recrear vínculos comuni-

R
de las cosas. Ya hemos mencionado el trueque organizado. Veremos tarios sin ser una verdadera comunidad, por lo menos como era enten-

E
más adelante una economía concebida desde el don, consustancial a lo dida históricamente, con vínculos definidos y relativamente estables.

T
anteriormente descrito. Se trata en Sociedad experimentales de pensar y llevar adelante el flujo

IN
Asimismo, con la devaluación de la moneda argentina en la crisis del hacer con formas vinculares comunitarias parciales, que resultan
2001-2002, comenzaron a reabrirse fábricas en manos de sus ex emplea- del deseo de comunidad más o menos encendido y de las líneas que
dos; éstos se aliaron a principios de siglo con investigadores del Consejo
TO predominen en cada momento del proceso . Para ello es indispensable
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y apli- problematizar la noción e comunidad, con un carácter exploratorio,
caron a cada situación de producción el modelo del “cluster de produc- audaz, sin orígenes ni fines definidos ni definitivos. Nómades, en más.
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ción” que inventaron. Ello revela una coalición entre emprendimientos, Hay comunidades virtuales que comparten música, libros, archivos y
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gestión colectiva, ciencia y producción que es novedosa y hasta el mo- no se conocen los miembros entre sí. Hay un mundo posible que está
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mento resulta sumamente eficaz. Los trabajadores de la fábrica Siam desperdiciado en posibilidades de encuentros. Sobre esos encuentros
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instalaron una central eléctrica que abastece a la propia fábrica y al es necesario trabajar con líneas creativas, flexibles para abrir un campo
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barrio donde está instalada. No es demasiado temprano para decir si donde se produzca el deseo.
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la formidable devaluación y su consecuente desempleo realizada por el Y allí nos encontramos nuevamente con uno de los problemas cru-
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gobierno actual (2016) tendrá como respuesta la recuperación de fábricas ciales de los vínculos comunitarios, y es el de la economía, pues el
por partes de sus empleados en la figuras de cooperativas; quizá sean monopolio subjetivo del mercado marcó a fuego una manera de inter-
otras las formas de combatir la desocupación. cambiar bienes y servicios; sin embargo es posible, en el mundo de las
Esta coalición demuestra que la línea capitalismo – producción se “Sociedades experimentales” construir una economía que se ligue a la
quiebra ante la crisis y es reemplazada por la línea cooperación - auto- economía de los afectos propios de la amistad y con ello a la economía

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del don. Los vínculos no mercantiles, no oficializados, sin la interme- Argentina ha avanzado unos pequeños pasos, aunque hubo un retroceso
diación del papel moneda (dinero) como unidad de valor, pueden ser en ello, en esas formas de organización popular y enlace conexionista
reemplazados por un intercambio basado en la noción de don; el donar de la multitud. Para Negri, la dominación estatal es la negación de la
es un acto de relación social que se acompaña de una tradición colectiva política pues limita el poder constituyente al evitar la amistad entre las
comunitaria perdida en las ciudades, pero que supervive en los pueblos subjetividades.
de alguna manera. Esa economía se sostiene en una política del don. Las

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sociedades primitivas no tenían mercado, el don era la relación social Nomadismo en singular
privilegiada para el intercambio, pero es posible que ese intercambio

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resurja en momentos donde el mercado y sus voraces manifestaciones Esas experiencias de coaliciones, conexiones múltiples y circulacio-

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de expandirse hacia todo, encuentre un límite en la pulsión de vida de nes, permiten un continuo movimiento e impiden al mismo tiempo las

A
los que propician el don como modo de intercambiar bienes, donde el sedimentaciones identitarias con sus binarismos de afirmación – exclu-

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valor de uso es más importante que la acumulación propia del objeto sión. Traslademos este ejemplo a las relaciones de género y encontra-

T
si es considerado como valor de cambio. remos que la situación actual del hombre contemporáneo es la de una
Hay múltiples formas de desplegar esas nociones: amistad, don, mayor fragilización de su subjetividad, entre otras cosas por el estallido

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tecnología, arte, entres; esos cruces producen cosas indecidibles, inespe- de formas institucionales que lo contenían. Así, aquellos varones recien-

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radas, de eso se trata en la alternativa al mercado y su política mortífera, temente separados e idos de los hogares donde vivían con su familia,

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la de oponer salidas, las que surjan; sólo eso, salidas al encierro de la que intentan iniciar una vida solos en un territorio desconocido como

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jaula de los parámetros lineales de la ganancia y acumulación de unos el del hogar propio, deben reconstruir, si tienen la suerte y posibilidad

R
pocos y la desnudez de muchos, la vida nuda, la vida paria, el abandono de hacerlo, todo un continente de saberes históricamente infantiles,

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y probablemente la muerte que llegará temprano. femeninos, olvidados a instancia de su educación de género.

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Esto puede denominarse poder constituyente, de acuerdo con Toni Esos saberes fueron excluidos en función de su naciente masculini-

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Negri; este filósofo entiende que el concepto de pueblo ya no alcanza dad en su adolescencia, para poder precisamente incorporar modelos
para entender los movimientos sociales originales que se promueven identitarios sociales de cómo ser hombre, que por el falocentrismo se
en todo el planeta, por eso aclara que el concepto de multitud es más TO transforma en un Modelo que necesita instalar frente a sí a otro con quien
adecuado en función de que se acerca mucho más a la masa popular. sentirse superior, confrontar y dominar. Se gesta así un real dominante
Y sostiene que “en la Argentina la multitud sin el soberano, es el contrario que se extiende como modo único de constitución de la subjetividad.
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del caos, de la violencia y de la guerra. Y que donde comienza la multitud y La educación de género no produce sino una escisión en el sujeto
E

su potencia, acaba el poder del Estado (de terror) y el caos de los mercados, masculino y también femenino, pues cada uno de ellos se acomoda a
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porque se acabó el miedo”.15 una división genérica del trabajo donde los hombres participan de las
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Negri postula que la potencia de la multitud es poder creador y ha- tareas del hogar sólo fragmentariamente, en un escaso porcentaje, -de
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cedor, es una capacidad que no limita ni separa a los cuerpos de cuanto acuerdo a últimos estudios (CENEP)16; a pesar de que se ha incrementado
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ellos puedan, es, contrariamente, la capacidad de que los cuerpos socia- el trabajo femenino fuera del hogar; así la mujer asume ambas tareas,
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les desplieguen toda su potencia y se asocien con lo que les conviene, dentro y fuera de la casa. Respecto del cuidado de los hijos, puede
pues ello multiplica esas potencias. Ese poder constituyente es deseo entenderse que existe un mayor compromiso por parte de los varones.
de comunidad, como deseo de constitución de la misma. Creemos que

15. Citado por Berlanga, A., “La política de la multitud”, diario Página 12, 2 de marzo de
2003, p. 29. 16. Página 12, 2 de febrero de 2003, p. 2.

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Esa escisión promueve que aquello que es separado -o no integrado- tidades que recibieron el mandato de la fijación y de la trascendencia.
en la subjetividad sea descalificado y por lo tanto negado en sí mismo; Es el otro extraño que habita en nosotros el que debe tener ciudadanía
por otro lado esas características rechazadas son proyectadas sobre otros en nuestra subjetividad, no para quedarse sino como saber y como acto
y sirven para justificar el menosprecio sobre ellos (ya sea por que se disponible en el despliegue de vivir; también puede comprenderse cómo
supone hacen un trabajo servil en el hogar, sin valor monetario, menor, un trabajo específico es encontrar en cada uno de nosotros ciertos pro-
sin necesidad de inteligencia ni capacidades específicas, etc.). cesos que denotan hallazgos de negritud, de indigenidad, de niñez, de

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Sería necesario conocer en ese porcentaje cuántos de esos hombres marginalidad (en suma, hallazgos de los excluidos).
que acceden a realizar tareas del hogar han tenido la experiencia de vivir Para que este proceso sea posible es necesaria una operación en

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solos. Pues muchos de ellos, los que resisten el trabajo del hogar, han el plano del pensamiento que es al mismo tiempo una operación en

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salido del hogar materno y se incluyen en otro hogar formado con su el plano de las intensidades y los afectos; esa operación es invertir el

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pareja. Esta carencia de la experiencia de autonomía y autovalimiento platonismo y su sistema de representación, con sus figuras de Idea (Mo-

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también gesta una subjetividad que no se ha encontrado con la soledad delo de Trascendencia) y copia; y como consecuencia de ello producir

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radical, existencial, que inclina a la subjetividad a estar más allá de los el hallazgo del simulacro, que está fuera de toda jerarquía propuesta
modelos convencionales produciendo respuestas ante la demanda de por la trascendencia, y por ello mismo es una potencia en sí mismo. Ese

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la realidad. Por otro lado debemos reconocer cómo algunas mujeres hallazgo es lo que permite atravesar el real dominante que impera como

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ejercen por su parte un cerrado rechazo a la intervención del hombre en modelizador de las subjetividades.

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un mundo que ella cree “propio y exclusivo”, el de las tareas del hogar. Recordando el encuentro de Nietzsche (quien nos insta a invertir

N
Esa reconstrucción de saberes, en uno y otro sexo, requiere no sólo de el platonismo) con Spinoza (quien en su Ética invita a los hombres a

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la conexión con su historia en tanto historización, y se trata de un trabajo encontrarse: ”...el hombre libre trata de establecer entre él y los demás un

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psíquico intenso de los sujetos; que no sólo se logra en la construcción lazo de amistad”, 1963: 343), es una condición necesaria entonces realizar

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de una historización simbolizante, sino también con el despliegue de esta inversión para que los hombres tengan buenos encuentros entre sí,

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interconexiones entre subjetividades conocidas y subjetividades nuevas solidarios y comunitarios; para que la amistad se revele como un lazo
a descubrir. Esa identidad sedimentada es trabajada por los cruzamien- y un cemento de solidaridad, sin ambivalencias afectivas ni jerarquías
tos y por la experiencia promoviendo otras identidades contingentes y TO de pertenencias, y se convierta en una ética de la amistad, tal como lo
referidas también al acto. Así, si el padre está con su hija pequeña debe propuso M. Foucault. Tomemos un claro ejemplo de ello.
corresponder a un modo de juego, a una particular modalidad que En una ciudad de la provincia de Buenos Aires (José C. Paz17), durante
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despliega la niña, quizás desconocida para él. la crisis de 2001 en Argentina, los vecinos, partícipes desde hacía mucho
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Esto significa que el hombre y la mujer se encuentran en primer tiempo de grupos de reflexión sobre cómo prevenir la violencia, y cómo
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término consigo mismos para encontrarse consecuentemente con lo sobrevivir con alternativas solidarias y construir una salida colectiva,
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diferente en tanto infancia, sexo, etnia o clase. Por eso podemos hablar protestaron porque fueron desalojados del lugar de reunión (una veci-
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de una ética y no de moral en tanto valores universalizados, pues para nal). Su explícito argumento como grupo es que este espacio gratuito y
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Rolnik (2002): “... lo que define no es un conjunto de reglas tomadas como un abierto desde hace siete años los salva de la depresión, del quiebre de
D

valor en sí (...) ni un sistema de verdades tomado como un valor universal...Lo vínculos colectivos y del sometimiento que propende la crisis; en suma,
que define esta posición es el rigor con que escuchamos las diferencias que se este encuentro con el otro se había convertido en un espacio terapéutico
suscitan en nosotros y afirmamos el devenir a partir de esas diferencias” (p. 7). para la comunidad. Esta defensa del colectivo de su propia salud y su
Es por ello que los cruzamientos se producen en primer término en
la propia subjetividad, en este tránsito nómade que des – limita las iden-
17. Ver diario Página 12, 16 de diciembre de 2001, p. 20.

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propio futuro es obra, en parte importante, de su autogestión micropolítica El ejemplo internacional lo tenemos con los llamados “Refuzniks”,
como colectivo vecinal. En este grupo, el otro no es una proyección de reservistas de las fuerzas armadas israelíes que se oponen a servir en
las propias representaciones, sino que es necesaria la presencia del otro. los territorios palestinos ocupados.
Recordemos a Suely Rolnik (2002): no se trata en la micropolítica de un Los testimonios de algunos de ellos19 son: “No seguiremos peleando
funcionamiento que sólo implica proyectar representaciones sobre otros, más allá de los límites existentes en 1967 para dominar, expulsar, hambrear y
que clasifican, todo lo contrario, se trata de componer una subjetividad humillar a un pueblo entero…entendemos ahora que la práctica de la ocupación

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procesual que necesita la presencia del otro. es una pérdida del carácter humano de las Fuerzas de Defensa Israelíes y la
Podemos mencionar también una experiencia nacional singular, y corrupción de la sociedad israelí entera”.

A
una colectiva e internacional. La primera es la presentación de un agente El teniente Guy Grossman agrega: Un arduo y profundo examen de

B
de la policía bonaerense que ante los medios se autodenominaba pique- conciencia me exigió desafiar algunos mitos que mi país alimenta, así como un

A
tero. En verdad este policía participaba durante el epicentro de la crisis doloroso cambio de identidad. Yo era un héroe y ahora me rehuyen, hasta me

R
del año 2002 con su comunidad barrial de las asambleas de piqueteros, motejan de traidor.

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marchas, protestas y reclamos del grupo de referencia. Ante las críticas Los refuzniks israelíes no quieren incorporarse al ejército. Por razones
por parte del gobierno de su situación que pretendidamente roza la ile- diferentes según los individuos, rechazan lo que, sin embargo, parece ser

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galidad, aclara este funcionario que ser policía no impide hacer reclamos una etapa obligatoria en una sociedad tan militarizada. Desde la infancia

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como ciudadano, ni tampoco significa obedecer a ciegas órdenes de hasta la adolescencia, en la escuela y en el instituto, los israelíes reciben

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represión. Incluso llegó a definir una posición que sospechamos alarmó en sus clases a militares que les explican el papel y la importancia del

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al gobierno del momento, en tanto se ha negado, él y otros miembros ejército. En casi todos los trabajos, en la universidad, se les pregunta

R
de la policía, a reprimir protestas sociales18. qué hicieron en el ejército.

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Vemos que aquí se sintetizan, en un solo hombre, situaciones de Si un joven decide no ir al ejército y no quiere hacerse pasar por en-

T
diferente naturaleza, y se cruzan por un lado la lealtad a su comuni- fermo mental, le quedan dos soluciones. Puede declararse pacifista. En

IN
dad y al reclamo de reivindicaciones históricas, y por otro, sin dejar ese caso tendrá que comparecer ante una comisión que decidirá si tiene
de ser un miembro de las fuerzas de seguridad, plantea un cambio en derecho a no hacer el servicio. Estos objetores de conciencia deberán
el paradigma de la seguridad pues sostiene que como brazo armado TO demostrar, con testigos, que no soportan la violencia. Si la comisión de-
del Estado, la policía no debe reprimir al ciudadano que reclama por cide que no son lo suficientemente pacifistas, pueden acabar en la cárcel.
el incumplimiento de los deberes constitucionales del Estado (trabajo, Los israelíes que rechazan la ocupación de los territorios palestinos
N

salud, educación). Y en esa opción prefiere la alianza fraterna, la coali- son una minoría. Los otros parecen vivir en la indiferencia.
E

ción que es producto del encuentro colectivo con su comunidad, antes Otro “refuzniks” dice: “Hemos olvidado cuan insensibles y siniestros
M

que la obediencia a un padre despótico. pueden ser nuestros dirigentes. Olvidamos el poco valor que le dan a la vida
U

humana, con que facilidad nos mandan a matar o ser muertos… Tal vez éste
C

sea el comienzo del fin de la democracia israelí”.


O

Creemos que estos ejemplos dejan visiblemente claro que los cru-
18. En realidad a lo que se niega este funcionario policial es aquello que Rodolfo Walsh
D

criticaba como mal de la institución policial. Recordemos que en el año 1957, el ministro zamientos, de construcción de entres, que buscan no la libertad, sería
de la provincia de Buenos Aires, Aguirre Lanari, dirigiéndose a los cadetes de la escuela ello una quimera, sino una salida, una línea que permita una fuga de
de policía dice: “Sois jueces permanentes y muchas veces inapelables en la tremenda
la máquina imperial de guerra que se ha convertido la alianza EEUU –
y sostenida lucha donde se balancean ...el respeto de los derechos individuales...con la
salvaguardia del orden”. A lo que R. Walsh replica: “¿Ignora el señor ministro que todo
el mal de nuestras instituciones policiales es precisamente que se consideren jueces 19. Gelman, J., “Refuzniks”, diario Página 12, 12 de mayo de 2002, p. 40. Disponible también
permanentes e inapelables?” (Walsh, 1995). en: [www.librerialalibre.org].

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Israel, que en nombre de la soberanía de un pueblo produce masacres mundial, con otros medios...” (p. 475). Esos otros medios de una máquina de
coloniales. En nombre de Dios a quien han creado a su semejanza : guerra (no debe confundirse con una máquina militar) es la insumisión
conquistador, vengativo, misógino, instala con sus mitos una pulsión a las órdenes de un ejército colonialista en estado de ocupación de un
de muerte que es trabajar para odiar, igual que cualquier otro ejército territorio vecino, no propio, pero también es desobediencia al propio
que tenga como misión histórica destruir al vecino (qué ejército colonial tirano en el territorio que se ocupa. Esa insumisión es una máquina de
no lo tiene además). Claro está que el ISI o Estado Islámico no deja de guerra., minoritaria, silenciosa, cualitativa. La mayoría se caracterizan

JO
producir masacres en nombre del Islam, promoviendo la intolerancia, por mantener el modelo: hay que conformarse; en cambio las minorías
y en encontrando la muerte del otro la vida propia en otro lugar, claro; son un devenir, un proceso, no tienen un modelo, se contagian, hacen

A
no aquí, sino en el Paraíso, donde uríes vírgenes esperan al mártir. conexiones, intentando cambiar los mecanismos cotidianos de poder

B
Han inventado a Dios, para no verse de frente unos a otros, ni verse a que actúan por debajo del Estado. (Deleuze).

A
sí mismos, ni ver su destino humano de finitud, despojado de ilusiones Esa manera de producir conexiones sociales sería para Spinoza un

R
y mitos; resultaría insoportable y terriblemente angustioso saberse solo buen encuentro, donde las semióticas diversas (signos de variada in-

T
en el mundo, sin más vida que la que tienen aquí y ahora, vida que tensidad y orígenes, la desobediencia, por ejemplo) y las afectaciones
destinan a la muerte, creyendo de esa manera evitarla pues encontrarán permiten reemplazar la violencia y la acción destructiva; supone ade-

E
la vida más allá. más una resultante productiva que enfrenta al dolor, el malestar y la

D
Las prácticas micropolíticas que permiten las coaliciones con los muerte de la exclusión, con otra forma de comunidad, de intercambios

O
“otros” a quienes se deben combatir impiden e inhiben el binarismo intersubjetivos, de políticas de afectos y de amistad, no de resentimiento

N
como política de exclusión y de genocidio. Cada uno de los sujetos citado y odio a sí mismo para después odiar a otros que el Tirano manda a

R
halló en sí mismo rasgos de aquel a que le mandan reprimir, por eso su matar. Un buen encuentro es dejar de sostener al tirano (Capital, Mer-

E
insumisión. En lugar del desencuentro, que en este caso es la represión, cado, General, Marketing y Consumo), y para ello estar empapado de

T
eligieron encontrase con ellos mismos en su propia subjetividad. actitudes autónomas ciudadanas, autogestivas, colectivas

IN
Se produce un acontecimiento, en tanto se despliegan fuerzas pro-
ductivas, no destinadas a la muerte; carecen de un modelo a imponer a Epílogo
otros, no les interesa el modelo de captura del Estado, con su máquina
TO
de códigos, de servidumbre a una historia mítica que se renueva en cada Retomando el hilo de nuestro argumento y a modo de síntesis, cree-
generación pidiéndoles la vida; sí les interesa el contagio de un devenir mos que queda expuesta la concordancia sustancial entre la racionalidad
N

minoritario, no luchan por ser numéricamente numerosos, (recordemos de la Razón Occidental y pensamiento platónico, al mismo tiempo que
E

a W. Reich, quien afirmo con veracidad que: “¡las masas no han sido en- existe una utilización del capitalismo como régimen de producción de
M

gañadas, ellas han deseado el fascismo en un momento determinado!” ambas instancias para producir capturas a través de mitos faltos de
U

No luchan por universales, buscan una salida por la vida, por la veracidad científica o bien instrumentando los avances tecnológico para
C

diversidad de la pulsión que haga de la vida un espacio y un tiempo someter a poblaciones vulnerables (racionalidad científica) alejada de
O

libre de perturbaciones. Para ello deben pensar que el Todo está en las toda ética en la utilización de la ciencia con otros mitos, como el de ser
D

partes, y del Todo a las partes, de lo Uno a lo múltiple. En suma, sin vehículos de civilización; y que justifican la colonización, la esclavitud
que lo digan explícitamente, este tipo de movimientos procuran acabar y la explotación. Pero en verdad busca el capitalismo es la ganancia sin
con el capitalismo, así lo dicen Deleuze y Guattari (1994): “...el problema límites donde únicamente el dinero hace signo. Sólo así puede com-
de las minorías es más bien acabar con el capitalismo, redefinir el socialismo, prenderse cómo la masculinidad se halló sobredeterminada durante la
construir una máquina de guerra capaz de responder a la máquina de guerra modernidad con el mandato de producción y participación exclusiva en

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el mundo público; pues es el patriarcado y el falocentrismo como signi- micropolítica y autogestiva que distribuya de otro modo los afectos, las
ficación central en la sociedad occidental el que se erigió como Modelo potencias, los poderes y los beneficios económicos -en ese orden posible-.
de Trascendencia y del cual emanan modos de pensar y de sentir tanto Este modo existencial no deja de promover en las subjetividades
sobre las subjetividades de los hombres como de las mujeres. Gestando la compulsión incesante del rendimiento, como ideal a alcanzar y que
un real dominante correspondiente dominando con el odio a la inteli- captura a la subjetividad colectiva contemporánea.
gencia, la misoginia y la culpa incapacitante por desobedecer (recorrer Además, es necesario aclarar que la posición patriarcal y falócrata

JO
el Génesis bíblico o las cartas de san Pablo a los Efesios, o Deuteronomio no es ocupada exclusivamente por hombres, la comunidad de los paises
27: 20-23 y Levítico 18: 19-23) con los castigos a las insumisiones y a las centrales en casi su totalidad lo es. Esto es lo que dicen los ciudadanos

A
faltas a las prohibiciones sexuales y al fuerte ordenamiento familiar. norteamericanos que, atentos e impulsores de la proliferación de armas,

B
Esa omnisciencia y omnipresencia se encarna humanamente y se que han provocado por lo menos una masacre por mes, a través de la

A
desplaza en la historia pero tiene un registro siempre permanente, el Acción Política Conservadora, en su convención anual: refrendaron su

R
monoteísmo; Dios es garantía en última instancia de toda conquista derecho a portar libremente armas en territorio del la Unión. En un co-

T
usando armas, mentiras, mitos e histeria. Puede asimilarse también al municado a la precandidata Clinton (2016) son claros al respecto: “Señora
poder del dinero y a la dominación que permite ese poder. Esa preemi- Clinton –clamó el jefe de la Asociación del Rifle, Wayne Lapierre, aludiendo a

E
nencia del mundo cultural y existencial masculino ordenó y ordena la la precandidata demócrata–, si usted quiere luchar contra los derechos dados

D
sociedad en tanto sistema de representación unidimensional. por Dios a cien millones de propietarios de armas de EE.UU., si quiere una

O
La significación machista se sujeta a las otras significaciones también pelea a puño limpio sobre nuestras libertades, ¡pues atrévase!”

N
centrales en nuestra sociedad (como el racismo). Ese conjunto com- Y esos modos racistas y furiosamente segregativos, inquisitoriales,

R
pone un zócalo enunciativo que prescribe cómo ser hombre y cómo cercanos al Kux Kuk Klan, impiden los encuentros entre los diferentes

E
ser, diferencialmente, mujer, y quizás lo más importante, que es cómo sujetos, repudia la intersubjetividad sin Dios. Repudia todo lo que no

T
sentir como hombre y cómo sentir como mujer. Asimismo, cómo sentir sea ellos mismos, ni huela a ellos, ni tenga su color, ni su Dios, ni su

IN
como hombre o mujer blanco/a, titulares de derechos y cómo sentir por dinero. Es por el encuentro y la coalición como máquina de guerra si-
ejemplo, como hombre o mujer mestizo/a o pertenecientes a pueblos lenciosa o estruendosa a veces con conexiones inesperadas, que puede
originarios, privados de derechos. TO desbaratarse esta forma de dominación subjetiva e insana.
Sabemos de algunas de esas prescripciones en nuestra subjetividad;
por ello cuando hablamos de temblor, también hacemos referencia al
N

estremecimiento de las subjetividades en tanto las significaciones sobre


E

la masculinidad no son ya las exclusivamente dominantes, sino que


M

se transmuta esa dominancia a otras significaciones de un régimen de


U

signos imperante, que siguen siendo, sin embargo, despóticas. Aún


C

más cuando la ficción de alcanzar un estatuto de vida americano con


O

la paridad peso dólar, se rompió contra las rocas.


D

Ello es consustancial al modo de dominación del capitalismo en tanto


la fragmentación le es funcional porque impide a los sujetos el ejercicio
de una ciudadanía capaz de encontrarse con otros, encontrando en sí
mismos esas diferencias que el otro presenta, restituyendo una potencia

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CAPÍTULO VI
Acerca de la vedad de pertenecer

“Mi experiencia en la campaña es la siguiente: todo eso es

JO
simbólico. Se necesita crear un mito. Y tienes que contar
la misma historia repitiendo quien es el bueno y quien

A
es el malo. Tienes que tener los dos y los vas cambiando
como la estructura del mundo, como Lévi- Strauss. Es

B
binario: el bueno y el malo. Y tienes que contar durante

A
toda la campaña, de varias maneras, el mismo mito. En
nuestro caso es la moneda. ¿Qué es lo malo? La inflación.

R
¿Y qué es lo bueno? La estabilización...Y en cada ocasión

T
vuelvo a mencionar el mito principal: mito en el sentido
antropológico. Tienes que llegar a la estructura más ele-

E
mental e insistir en ella”.

D
Fernando H. Cardoso (ex presidente de Brasil), citado en
Chomsky (1995).

O
N
uando hablamos de las verdades en el imaginario social con-

R
temporáneo, debemos reconocer que una de ellas, y de las
más agudas, es la imposibilidad aparente de la cooperación

E
entre los hombres; pues el sistema extiende la cooperación

T
productiva para producir, pero al mismo tiempo convierte esa potencia

IN
en un bien privado, es decir, en forma capital acumulado. Así, es el capi-
TO tal (bienes materiales, financieros) el que aparece dominando la potencia
social que lo produjo, la cooperación solidaria entre los hombres. Esta
es otra forma -no menor, por cierto- de sustracción de potencia solida-
N

ria entre las subjetividades pues los que dominan impiden el deseo de
E

comunidad que es cooperación de un cuerpo social potente.


M

Esa verdad, en el contexto actual del sistema globalizado, es consus-


U

tancial a las significaciones centrales del capitalismo globalizado, el que


C

domina en tanto mantiene una cooperación objetiva para la producción,


O

al mismo tiempo que sustenta e impone una división o serialización


D

subjetiva, separando al productor de su producto (1º alienación) y separa


a los productores entre sí (2º alienación). Intentando ampliar lo anterior
podemos afirmar que a la máxima socialización del trabajo le corres-
ponde en el capitalismo la mínima socialización de las subjetividades,
el mínimo encuentro entre éstas. La intersubjetividad es peligrosa.

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Al impedirse el encuentro entre las subjetividades se evita toda po- que aún dejan sus efectos en, por ejemplo, distintos modelos identifica-
sibilidad de autoinstitución de las mismas, con sus significaciones de torios (Castoriadis, 1996) tales como el del maestro responsable, el del
emancipación. Estas operaciones de división de las subjetividades for- obrero disciplinado, el del juez probo, etc.
man parte privilegiada de la economía política de la verdad, en tanto Sobre esos modelos en extinción continúa desarrollándose el capita-
se manipulan los flujos de deseos de los sujetos a partir de la economía lismo, y ello implica que el niño, en su socialización, entra en un mun-
libidinal como economía de los afectos. Ese impedimento logra en reali- do fútil, insustancial, donde la circunstancia de la cantidad de objetos

JO
dad segmentar y por lo tanto fragilizar los grupos y sectores de variadas parece atenuar el drama de la existencia, con la huida respecto de la
pertenencias a partir de la manipulación psicoafectiva. idea de muerte y la mortandad. Es el mismo consumo el que conjuraría

A
Si la verdad es, por lo tanto, significación central del imaginario so- aquello que representa y vehiculiza la muerte a partir de la distracción.

B
cial, reconoceremos pocas de ellas, aunque sacralizadas y funcionando Así, no existen en esta era los duelos ni las pérdidas temporales ni de-

A
como un encuadre mudo al que las subjetividades tienen que acomodar- finitivas; ello se evidencia en las características de los personajes de los

R
se. Pero también estas nociones que fungen como verdades dejan caer videojuegos, donde éstos no mueren sino como episodio anodino, pues

T
su peso sobre las subjetividades colectivas, pero especialmente sobre resucitan en lo inmediato.
la representación de la masculinidad contemporánea. Este conjunto de verdades se ligan indisolublemente a otras tales

E
Sin embargo, la única significación que parece dominar el universo como las que describe M. Foucault: “un hecho no será nada, más tarde se

D
de la sociedad contemporánea es la expansión indefinida del sistema, explicará”, y ello marca cualquier justificación y la utilización de cual-

O
pero así como resulta ilimitado este despliegue, está también vaciado quier medio es consecuente con una verdad que en el fin de la historia

N
de contenido; y ello es lo que impide la conformación de los procesos de lo excusará. Esto es claro en las violaciones de los derechos humanos,

R
identificación de las significaciones de emancipación, es decir, nociones con la pretendida apología de una verdad última (el Mundo Occidental,

E
que permitan un pensamiento y una práctica innovadora y alternativa la Patria, la Seguridad) justificando la muerte. ¿Quién juzga el “error”

T
respecto de la tiranía de la fragmentación y consumismo capitalista. táctico de invadir Irán por parte de EEUU a principios de milenio en

IN
Así, el crecimiento es sólo crecimiento del consumo, pues la sub- busca de armas nucleares, que nunca se halló? Recordemos a Goering:
jetividad colectiva se organiza sobre esas referencias de potencia de “Todo oficial comunista debe ser ejecutado donde aparezca” (Shirer, 1962).
consumo. Y ello se corresponde a un modo de ser ciudadano, que se TO Acusando a los opositores del incendio del Parlamento, siendo los nazi
sume en la violencia de la compulsión consumista de la falsa necesidad. quienes lo provocaron, ¿quién juzga esa mentira (error)?. Miles de ejem-
Por ello los registros sobre la individualidad social refieren a las no- plos podemos tomar: así, la decisión de la última dictadura argentina de
N

ciones de ganar y disfrutar; en tanto el que gana lo más posible es el que hacer desaparecer personas torturarlas y matarlas y pretender diluirlas
E

disfruta lo más posible. La transmisión generacional de padres a hijos en su materialidad como prueba de los delitos.
M

parece ser hoy esa forma de axioma de que se debe ganar y tener lo más Ese funcionamiento de ese régimen de signos en función de la ver-
U

posible, esa es la garantía del disfrute, y el resto no existe en la medida dad se referencia en que la misma es una Verdad, (y que aparece como
C

que el mandato es tener lo que más se pueda. Existe aquí un poder ex- fundadora de la sociedad) que se halla por fuera del conjunto social,
O

propiado, aunque el sujeto tiene la ilusión de ser dueño de esa acción. obrando como significación inalterable, dada al parecer de una vez y
D

Esa es otra verdad en funciones en el mundo contemporáneo, donde la para siempre.


significación dinero todo lo gobierna en su política de la cuantificación. Encontramos a partir de esa descripción de la Verdad como Causa,
Pero esta conquista se produce en un orden social con modelos iden- una serie de nociones que se instalan como verdades y como real do-
tificatorios que corresponden a épocas pretéritas, es decir, que los valores minante en el mundo contemporáneo, entre ellas:
de la sociedad instaurados desde hace décadas y hoy perimidos. Pero

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- La supervivencia del más apto: que justifica la aplicación del darwinismo coincidir con un rostro humano o no; y no es una cuestión de ideología,
social, es decir, la explicación de la adaptación al mundo natural de de emblema partidario, se trata más bien de economía y organización
los más aptos trasladado al mundo social (la muerte de los niños de poder. Economía porque captura las energías libidinales de la masa,
pobres por hambre y enfermedades evitables es un ejemplo de esta y debemos tener en consideración que ciertos agenciamientos de poder
justificación). Existe entonces lo que llamaríamos la práctica discur- (agenciamiento recordemos, como unidad mínima de análisis del poder
siva de racialización de la población estructuralmente excluida y y es conexión de relaciones), necesitan de producción de rostro, de su

JO
esto se relaciona con su origen inmigrante. El inmigrante pobre es el potencia que aprisiona como por ejemplo el rostro de Cristo, que es el
venido de afuera, percibido como incapaz de prosperar e insertarse del Hombre blanco moderno.

A
en el circuito productivo y de consumo. Podemos incluir símbolos universalizados como máquinas de ros-

B
- La cuantificación: que se expande como regulador operante de las re- tridad ¿que efectos subjetivos provoca, por ejemplo, la gamada cruz

A
laciones intersubjetivas y del sujeto con la realidad, pues algo existe svástica? Es un diagrama, ¿pero, es sólo eso? ¿ Será un rostro que anuncia

R
en tanto puede ser cuantificado. Recordemos: sólo el dinero hace una amenaza?, probablemente; con sus intersecciones cruzadas con dos

T
signo en el capitalismo. números 2 inclinados, esperando sostener en sus barras a quien colgar.
- La homogeneidad: se corresponde e implica mutuamente con la cuan- Esa cruz no denota sino crueldad, con brazos en forma de gamma ma-

E
tificación, pues esta noción deriva en la incesante búsqueda de lo yúscula (tercera letra del alfabeto griego). Como diciendo: sólo espera tu

D
igual dentro de lo Mismo, es decir, repetir sin diferencias. Así, por turno. Además, esa formas de entrecruzamiento de las bartras también

O
ejemplo, la búsqueda de homogeneización cultural que propone la es una rueda que no de detiene, como también es una cópula incesante

N
derecha española pretende que cada inmigrante se comprometa a en su rodar como multiplicación del pueblo ario.

R
resignar sus propias pautas culturales para adoptar las de la cultura Esa máquina significante se compone de elementos acoplados que no

E
española. También se evidencia en Argentina con el nuevo gobierno aceptan otra instancia que obedecer al Soberano de turno, al Déspota,

T
(2016), con el barrido cultural de un movimiento abierto en la última a Dios, al Dinero, al Padre, al Ideal, en suma. O de lo contrario, la vida

IN
década a la diversidad de identidad de género, a la revisión histórica vale muy poco frente a esa gamma, en manos de algún fanático.
de los escritos fundantes de la cultura argentina, y otras promociones Ese rostro codificó las semióticas de la vida cotidiana de millones de
culturales de inclusión ética cultural con una importante riqueza
TO hombres y mujeres de pueblos orientales y de tierras desconocidas por
semiótica gestando un nuevo estado de cosas. los europeos, como América, Oceanía. Allí llevaron el rostro de Jesús,
- La unidimensionalidad de la verdad: esta única lógica y dimensión de generando una máquina que selecciona, que desliga a los no pertene-
N

la verdad genera mecanismos de detección de lo diferente, pues cientes; lo que emana de dicha máquina (entendida como complejo de
E

la verdad como noción serializa, distribuye y clasifica lo diferente, conexiones de flujos y energías) es la detección de lo polívoco, de lo
M

jerarquizándolo negativamente. que no responde a la semiótica dominante, que detecta la pureza de la


U

impureza, al cristiano del hereje, la piel clara de la piel oscura, lo moral


C

Rostridad y segregación de lo que no es moral, al nazi del judío y gitano y homosexual. El rostro
O

es una política. Un brazo en alto, el derecho, lo es. Una cabeza rapada


D

Hemos dados abundantes ejemplos sobre verdades que instaladas pintada con símbolos lo es. Un globo rojo fue exactamente lo contrario.1
a modo de régimen de signos que modelan las subjetividades contem-
poráneas; tomemos el ejemplo del Hombre Occidental Triunfante; ello 1. En referencia al film El globo rojo, aquel globo que tenía vida propia y jugaba a escaparse
nos permite hablar de Rostro, y de la política de rostridad. El rostro es de un niño curioso y necesitado de ternura en el período de la 2º posguerra. Ese globo sí
un cifrado, un conjunto de signos que conforman una semiótica, puede era un ser que encontraba una salida al encierro, hasta que aplastado por otros niños que
no entendían la extraña amistad entre el niño y el globo, rompiéndolo.

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¿La diferencia? Unos detienen los movimientos de libertad, los que tantemente; por lo que las figuras de los ganadores y la de los perdedores
buscan salidas que son taponadas por la rostridad, y el terror que la se hallan en proximidad, con las tensiones que ello provoca en tanto
misma genera; los otros encuentran una salida, huyen del clima de terror exista la intención participativa, reclamante, de los sectores excluidos.
por una fisura y escapan por ella. El rostro es una política de sujeción, Pero lo frecuente es que las masas se adapten al desempleo y a au-
de atadura de energías, que quedan encerradas en el movimiento del mentar el tiempo de trabajo para sobrevivir3. Y ello es consecuente, ade-
líder, en su gestualidad que petrifica el movimiento de producción de más, con el proceso de privatización de las responsabilidades que antes

JO
subjetividad deseante. Busca el rostro la identificación, la imitación de asumía el Estado y ahora se espera lo haga el conjunto de ciudadanos,
la masa sobre él. por sí mismo y por sus compatriotas excluidos; pero estos ciudadanos

A
Este conjunto de signos permite que, a través del entrecruzamiento están impelidos a competir entre ellos también, ¿cómo esperar entonces

B
permanente de las mismos, se consoliden otras nociones que imperan en que se hagan responsables de los otros y sean solidarios en un contexto

A
el mundo globalizado; así por ejemplo, la creencia generalizada de que de signos que impele a que la finalidad es únicamente obtener ganancias,

R
el sistema económico es un sistema que no se engloba y que se sostiene a cualquier costo, o conservar, modestamente el empleo?

T
por sí mismo no deja de producir efectos en las subjetividades, en tanto Si intentamos analizar en este encuadre a las subjetividades, pode-
ese aislamiento produce el efecto de inalterabilidad, con la consecuente mos encontrar que son verdades de un mundo ficcionalmente cerrado,

E
angustia e impotencia que se revela en la subjetividad contemporánea. cuyas significaciones se trasmuta en sentido común en tanto están dadas

D
En verdad, es un subsistema que intercambia flujos con otros subsiste- y creadas -a los ojos de los hombres y las mujeres- de una vez y para

O
mas, y en ese intercambio modifica el entorno que a su vez lo modifica a siempre; es así que funcionan como metas a la cual llegar como también

N
él. Pues el económico puede pensarse como un subsistema abierto dentro en causas que otorgan orígenes y gestos fundacionales. Mitos teñidos de

R
de un sistema cerrado al que aporta, desde la perspectiva ecológica por odio raciales, de clase, de género, son la estofa de esos cuentos. ¿Quién

E
ejemplo, calor, gases, presión sobre la biosfera. decide qué es lo mejor y lo que debe desecharse? El Mercado, el Capital,

T
Una de las consecuencias más importantes que encontramos en este Dios, y sus representantes.

IN
aparente divorcio entre la economía y la política, como efectos sobre las Son nociones que enmarañadas se transforman en verdades sacrali-
subjetividades; es lo que J. Nun2 explicita cuando se remonta a 1975, con zadas, incuestionables. Por fuera de la capacidad autónoma de cambio,
la creación de la Comisión Trilateral, donde tres científicos (Huntington
TO por fuera de las manos de los hombres y mujeres de este tiempo. Una
-inglés-, Crozier -francés- y Watanuki -japonés) redactan La crisis de la de ellas, a la que ya nos referimos, es la de los modos de educación en
democracia, informe hecho a pedido de las grandes empresas. Allí, (dice la primera infancia donde se exaltan que los sentimientos deben ser
N

Nun) sostenían que “gracias a la prosperidad del Estado de Bienestar, la reprimidos, que la ternura es perjudicial, que el adulto siempre tiene
E

gente se ha tomado excesivamente en serio la idea de participación e igualdad, razón y no resistiría una afrenta, que el sentimiento del deber engendra
M

y una democracia se vuelve ingobernable si la gente participa demasiado o pide amor, que la obediencia fortalece (Miller, 1998: 66-67). Sólo a partir de
U

demasiadas cosas, porque esto instala la enfermedad de la democracia, que es estas verdades instaladas en la infancia es posible comprender que los
C

la inflación”. hombres maten en nombre de Dios o de alguna razón superior. No se


O

Nos recuerda esta declaración a los postulados de Leo Strauss, ya dice, no hay quien escuche, se estalla. Ya no hay tiempo, el capital sus-
D

mencionados en los capítulo II y III. trae cuerpos de adultos que deberían estar con sus hijos intercambiando
Asimismo, y con relación a lo anterior, la riqueza del mundo no es
infinita, aunque sí podemos decir que es flexible y que se expande cons-
3. Según Berardi (2007): “en promedio, la totalidad de los trabajadores prestaron 148 horas
más en el año 1996 de lo que habían trabajado sus colegas en 1973. el porcentaje de
personas que trabajan más de 49 horas a la semana ha aumentado el 13% y casi el 19%
2. Entrevistado por Martín Caparrós, en Caparrós (2002). en 1998” (p. 86).

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ternuras y palabras, signos y devenires. Pero no es así, las palabras Recordemos a Deleuze: “La corrupción se eleva a una nueva potencia...
pertenecen al aparato de audio o televisión, con películas repetidas ahora el instrumento de control social es el Marketing, y en él se forma la raza
cansadamente, y son escuchadas por los niñxs capturados en la ficción descarada de nuestros dueños. El control se ejerce a corto plazo y mediante
de un mundo que no es aquí y ahora. una rotación rápida....mientras que en la sociedad disciplinaria tenía una larga
Sin embargo, es necesario aclarar que la solidez de esas verdades se duración. El hombre ya no está encerrado, sino endeudado” (Deleuze, 1994:
halla desestabilizada, pues un proceso de fragmentación invade a ese 284). Ello revela varias cosas, que un presidente pueden ser vendido

JO
conjunto de verdades y se caen muchas veces delante de los mismos y consumido por estrategias de marketing, y que puede ser vendida
sujetos atónitos. Es el temblor que sienten cuando lo que fue verdad cualquier cosa. Si tomamos este último aspecto vemos que la verdad

A
de una época se desmorona sobre ellos mismos y no se tiene aún las del consumismo como trascendente a cualquier reflexión crítica se ve

B
herramientas para la construcción de nuevos sentidos, o sólo embrio- mellada por estas otras verdades, que cuestionan la trascendencia, y

A
nariamente. que aparecerían revelándose en el momento de comprar:

R
Es así que, por un lado, las subjetividades se hallan expuestas a la
- ¿Lo necesito?

T
tiranía de nociones que generan mandatos opresores patriarcales (ser
- ¿Cuántos de éstos tengo ya?
dominante y proveedor en los hombres, ser madres en las mujeres, el

E
- ¿Cuánto lo voy a usar?
sentir la propiedad del tiempo y del afecto del otro como un fin exclu-

D
- ¿Cuánto me va a durar?
sivo, por ejemplo), y por otro, a un vaciamiento de esos sentidos (pre-
- ¿Podría pedírselo prestado a un amigo o a un miembro de mi familia?

O
carización laboral, inestabilidad del vínculo familiar, afectivo, amoroso,
- ¿Puedo arreglármelas sin él?

N
necesidad de psicofármacos para que no colapse la subjetividad). Ello
- ¿Voy a poder limpiarlo/mantenerlo yo mismo?

R
que no deja de promover angustia y percepción clara de catástrofe. Y un
- ¿Tengo ganas de hacerlo?

E
riesgo posible es que un régimen de signos de contenido más despótico
- Las materias primas que se usaron, ¿son renovables o no?

T
sean los que prevalezcan y se consoliden en esta crisis.
- ¿Hay algo que ya posea que pueda reemplazarlo?

IN
Por otro lado es necesario ante esta realidad crítica dejar en claro que
esas verdades que actúan como causas y como fines, aunque desestabi- Estas preguntas ubican al consumidor en una situación dónde la esen-
lizados, esos signos impiden a la manera de obstáculo la conformación
TO cia del consumo se revela visiblemente como aparato de control actual a
de una relación diferente de los sujetos con otro concepto de verdad. través de una deuda infinita. Es esa posición entre coordenadas del aquí,
Este concepto otro de verdad es el que permite comprenderla no como
N
ahora, que muestra a la subjetividad impelida entre falsas necesidades
una instancia perteneciente a un plano de trascendencia (Modelo), por que condicionan al consumismo. Agregaríamos a esas preguntas una
E

fuera de toda composición de inmanencia, de aquí y ahora; sino, por más: ¿Para qué lo quiero? Quizá en busca de reconocimiento, como un
M

el contrario, como un concepto que denota que la verdad está en cada signo de captura de rostridad, pero hay que pagar ese signo, mucho más
U

situación, esto es, el núcleo de verdad es inherente a la situación, y ello si se es mujer, pues existe en el mercado mundial lo que se denomina
C

sí compone un plano de inmanencia, no está más allá de nada que no el impuesto rosa, es decir, el sobreprecio que pagan las mujeres por
O

sea este mundo, en este momento. artículos que son de uso femenino y no al mismo tiempo, pero con la
D

Como ejemplo del registro de este plano de inmanencia, y su verdad publicidad marcando que es exclusivo para la mujer el precio de venta
consustanciada en el momento, tenemos el cuestionario que se distribuye aumenta el 10%.
el Día del No Compre Nada, donde diferentes grupos en todo el mundo, Así, los mandatos de cómo consumir, vivir, ser padres, etc., parecen
el 24 de noviembre, protestan pacíficamente frente a los shopping. naufragar en la crisis de sentido, aunque de algún modo se sostienen
desde el mandato social de consumir y ser deudores para hacerlo. Ante

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ello es necesario plantear, por ejemplo, cómo los modos de ser hombre y diferencia de la diferencia y así seguir.. De este modo, el reconocido
en el actual momento histórico es una forma de producción en cada como hombre, se halla entrampado en la trenza de las series divergentes;
acto que la realidad demanda ser hombre de acuerdo a su cultura. Pro- será una cosa y no otra.
ponemos pensar el modo constructivo de ser hombre como “y” antes Analicemos entonces la violencia que se ejerce desde el lugar social
que “o”. Veamos esto. masculino. Dice el antropólogo mejicano E. Liendro4: “La violencia es
uno de los ejes que constituye la masculinidad, o sea, ser hombre en nuestras

JO
El hombre y, el hombre o sociedades significa asumir la violencia como un modo de vida desde niños...
También se ejerce violencia económica, violencia sexual, etc. Hay que romper

A
Cuando planteamos que la realidad es la que demanda ser hombre, el mito del hombre violento como una excepción, como algo patológico, pues se

B
ciertamente queremos decir que el punto de partida a analizar es la trata de algo cultural”.

A
institución de la verdad como causa y como fin de un sujeto predeter- Este es una verdad instalada en tanto la masculinidad no puede

R
minado; esa predeterminación dispone del modelo trascendente para dejar de desplegarse si no se acompaña de violencia en su ejercicio,

T
conformar un modo de sentir, de pensar, de hacer y de desear de los como forma de vida. Así se relacionan temas como violencia domésti-
sujetos varones en un determinado marco histórico social. ca, masculinidad y femicidios, homicidios, homofobia, xenofobia, etc.

E
Como conjunto de prescripciones, enunciados y elementos de visi- Pues según un monitoreo elaborado a partir de información de los principa-

D
bilidad, esos modos de sentir, pensar, etc., al referenciarse en la verdad les diarios nacionales y de las tres agencias de noticias nacionales (Telam, Dyn

O
como Verdad o como Fin requiere del aparato binario de ser y no ser, sin y NA), en el primer mes del 2008 se registraron en nuestro país 10 femicidios.

N
transiciones diferenciales, la oposición niega la diferencia con estatuto La misma medición indicó que el número de víctimas ascendió a noventa y cinco

R
de igualdad, entonces actúa como verdadero aparato de captura de las en el año 2007.5 Durante el año 2016, una mujer era muerta a manos de

E
subjetividades. Es decir, que puede traducirse este ser en pertenecer al su pareja o ex pareja masculina cada 30 horas.

T
grupo humano conformado por varones aceptados desde el imaginario Por lo tanto en el reconocimiento de ser hombre, sólo se podrá serlo,

IN
social, y no ser a aquellos que no forman parte de él porque no responden de acuerdo a esta significación imaginaria, en la composición de una
con su modo de sentir tal como el imaginario requiere para sancionar cultura machista que parece enmarcar el Modelo en la articulación de
como subjetividad masculina. TO la conjunción o.
Esta oposición binaria se funda en la operación de la conjunción o, A diferencia de lo anterior, otro modo de estar referenciado a la
que es la que sirve de bisagra para componer una subjetividad masculina verdad, es que ésta sea una verdad inmanente a la situación, y así la
N

excluyente de otros modos de sentir y de pensar. Esa operación, propia situación hace valer la acción por si misma, sea esta acción, modo de
E

de una marcha disyuntiva, se perfila en la construcción de una máquina sentir, de pensar y de desear divergente de lo prescripto para la mascu-
M

paranoica que limita las potencias de los cuerpos y subjetividades, tanto linidad de ese tiempo. Se trata de otra lógica, la de la conjunción, donde
U

masculinas como femeninas. Pues hay en este régimen de verdad una se construyen series convergentes generando disyunciones inclusivas.
C

ilusión de las causas finales -por un lado-, donde los valores trascenden- En esta última posición no habría selección de modos de sentir, etc.,
O

tes (del Modelo) culpabilizan la vida al modo de una moral de época; en tanto no se definen a los sujetos por lo que son, en tanto la Ley no es
D

y por otro lado existe una ilusión de los derechos libres, por el cual se el Ideal del deber ser. Si la Ley es el Ideal, la vida es vivida siempre como
someten los poderes de las subjetividades y los cuerpos. imperfección y carencia pues no se llega al Ideal postulado, limitando
Estamos por lo tanto en este régimen de verdad trascendente, en el
seno de la máquina binaria, que define al sujeto por lo que es, (hombre, 4. Revista Salud Mujer, “Los retos del género”, 1-97, p. 49.
mujer, adulto, niño o niña) y no por lo que puede ser en su diferencia 5. G. B. Femicidios 2008: “La violencia no es amor”, 13 de febrero de 2008. Fuente: [www.
rima.com].

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a los cuerpos en lo que éstos pueden hacer, desear, sentir y convergir escritura, asimismo dicen que él la había ayudado antes en su escritura
con otros cuerpos y otras subjetividades. de Matar a un ruiseñor, pero ese devenir uno del otro hace que ambos
Si se trata de privilegiar al y de la conjunción, es porque habría que incluyan al otro como personaje en sus novelas. Recuerda Capote que
definir entonces al ser no por lo que es, sino por lo que deviene, por lo en su amorosa amistad, de niños él era demasiado femenino para ser
que puede ser; ser = devenir quiere decir que no se vuelve a lo idéntico, varón y ella demasiado masculina para ser mujer. Ambos producen una
a lo Mismo, sino que se encarna en lo diferente, de lo que es extraño síntesis que conecta escrituras, que se multiplican y deviene otra cosa,

JO
para la Idea y su buena copia; así lo diferente es el simulacro. impensable, inesperada en la escritura de cada uno y en la de ambos.
Devenir sólo es posible con otro, en este caso puede pensarse el de- La amistad es un lazo fuerte que cementa la inmanencia de producción

A
venir niño del hombre, cuando puede éste juntar la alegría y el placer de deseo en la invención de mundos.

B
del juego dejado de lado casi siempre para dar paso a las cargas de la Por lo mismo, el devenir indígena no significa disfrazarse de indio y

A
competencia cuantitativa, exitista, poniéndose la ropa de los poderosos. hacer como sí se fuera indígena. Se trata en el devenir de dos que deviene

R
El devenir evita la identidad como la identificación, el hombre no se cada uno en otra cosa, diferente de sus orígenes; así Marcos deviene

T
vuelve niño, ni intenta parecerse a un niño. indígena cuando encarna la lucha de un oprimido indígena contra el
El devenir mestizo o negro del hombre blanco no es hacer ni hablar racismo proponiendo un mundo donde quepan muchos mundos, en

E
como mestizo ni como hombre negro, es salirse de los universales, de los tanto el indígena deviene potencia insurrecta, guerrero, cuando se dis-

D
códigos que dominan a los modelos; tenemos un claro ejemplo de este pone a dar guerra al etnocentrismo.

O
devenir en el Subcomandante Marcos, a quien G. García Márquez6 le Es el devenir el que hace posible trazar una línea que sale del aparato

N
pregunta: “-Si todo el mundo sabe quien es usted, ¿para qué pasamontañas? de captura que es el sistema de representación Modelo – copia; esa línea

R
Y responde: -Un dejo de coquetería. No saben quien soy, pero además no les lleva al simulacro, el que es muchas cosas, sin identidades fijas dadas

E
importa. Lo que se está jugando aquí es lo que es y no lo que fue el subcoman- de una vez y para siempre.

T
dante Marcos”. Modelo y copia funcionan sobre el eje disyuntivo de o, en la pura

IN
Este despegue del pasado forma parte del devenir, donde las iden- disyunción exclusiva, en base al principio de identidad donde A = A
tidades se diluyen y se disponen a entrar en el cruce con la y de la o bien A = no A. Así el hombre será: heterosexual, blanco, racional y
conjunción de las series divergentes. Ser blanco y mestizo y guerrillero TO hablará idioma estándar; y no será: negro, mestizo, migrante pobre y
y pensador y contador de cuentos y político y otras cosas más. sentimental, trans. Es sobre esa disyunción pertenecer – no pertenecer
Aunque es necesario aclarar que devenir otro, niño, por ejemplo, no que el o se halla en plena función exclusora. Recordemos que esto fun-
N

significa que el hombre se infantilice, sino que recoja sobre sí los afectos, ciona también como el Modelo Mujer, en tanto el mandato sobre ella es:
E

la creatividad lúdica y las afectaciones propias de la niñez como estado. ser madre, instalarse principalmente en un mundo privado, ser prima-
M

El hombre deviene niño en tanto el niño deviene otra cosa, quizás poten- riamente sensible y subordinarse al hombre -padre, marido, hermano-.
U

cia del mismo niño o bien puede devenir adulto creando una capacidad Por ello la copia es más verdadera cuanta más cerca esté de la Idea,
C

instituyente y autogestiva, por ejemplo, en su escuela. en este caso cuanta más cerca esté del Modelo Hombre que se propone.
O

Otro ejemplo de devenir, en este caso entre Truman Capote (1924- Ese Modelo es una verdad preexistente y los hombres, para preten-
D

1984) y Harper Lee (1926-2016), amigos íntimos, dos escritores, que der serlo, necesitan acercarse a ella, en una posición de imperfección y
conocidos desde niñxs, alteraron la literatura norteamericana. Cuando carencia. En ese modelo y no en otro se funda los centrismos con todos
Capote escribió A sangre fría, ella lo ayudó en la investigación y en la sus enunciados y visibilidades de sometimiento del otro sexo, el otro
etario, el otro loco, el otro no occidental, el otro sin identidad que no
6. García Márquez, Gabriel y Pombo, Roberto, Revista Cambio: “Habla Marcos”. Entrevista puede ser representado en tanto no se acomoda al modelo. Como por
al Subcomandante Marcos. Bogotá, marzo de 2001.

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ejemplo los ilegales y refugiados de guerras en algunos países euro- do a las prescripciones dominantes, y que hacen del Hombre un ser
peos llegados de los Balcanes, a quienes G. Agamben equipara a los despótico respecto de otros que no son; pero en realidad esa verdad
detenidos de los campos de concentración nazi, pues se hallan en zonas trascendente le impone un modo restrictivo de ser. Recordemos nuestra
de suspensión de ley, son extranjeros sin nombres, ya expulsados del hipótesis, donde afirmamos que el falocentrismo condiciona un modo
territorio del país, aunque están habitando en una franja de ese mismo de ser hombre, mujer, ciudadano, caracterizado por jerarquizaciones
país. (Es incontrastable que se produce la trenza imaginaria entre el que fragmentarizan el colectivo social y renuevan de manera constante

JO
falocentrismo junto al etnocentrismo y el logocentrismo, hasta resultar la violencia entre diferentes sectores de la población.
elementos indiscernibles entre sí). La conjunción y se liga a que el ser del hombre se constituye en el

A
Este otro, como otredad, es el simulacro, que no es, en tanto no puede cómo deviene otra cosa, quizás niño (mujer, mestizo, etc.), lo que no

B
ser definido respecto de la Idea, pues es máscara de máscara, o como significa que será y sentirá como un niño ni tampoco que será ni sentirá

A
dice J. L. Pardo (1990): “una diferencia sin identidad: la parodia de toda como una mujer pues no se trata aquí de identificaciones, sí significa que

R
identidad, el simulacro de lo Mismo”. Copia de copia, infinitamente. Vol- algunos atributos y afectaciones de ese otro (mestizo, por ejemplo) le

T
vamos a Marcos nuevamente, el hombre blanco que fue deja paso a un permiten al hombre devenir ese otro, en tanto ese otro (mestizo) deviene
encapuchado sin identidad definible; es más, a él mismo no le importa otra cosa (salirse del sistema de representación Idea – copia mestizo, y

E
quien ha sido, sino el que es, en la multiplicidad de imágenes que de él devenir el/ella mismo/a niño/a, o guerrillero quizás).

D
tenemos. Saliéndose de la representación histórica y emblemática que

O
tenemos del guerrillero, nos dice que su lucha se irriga e irriga a todas Ser entre

N
las luchas de las minorías (étnicas, sexuales, etarias) y afirma que es un

R
ama de casa en Latinoamérica, un homosexual en San Francisco, un El devenir siempre es minoritario en tanto se sale de las coordena-

E
indígena en Lacandona, es decir, muchos, como simulacro inclasificable, das del sistema de representación Idea – copia, y se deviene el menor,

T
como manifestación de diferencia, como subversión peligrosísima para el circunstancial oprimido del sistema mencionado. En el devenir se

IN
el sistema de representación política de derecha y de izquierda. es transitoriamente, no hay identidades definitivamente establecidas
Proponemos, según adelantamos, que la conjunción o pueda ser y si el hombre deviene mujer no significa que asumirá la identidad
reemplazada por la conjunción y, de este modo lo que es síntesis de
TO femenina, sino que ese cómo se deviene no puede ser remitido a las
exclusión deviene síntesis conjuntiva, que entrelaza las series diver- representaciones ordinarias de las significaciones dominantes; devenir
gentes del ser hombre. Con ello la oposición binaria ser- no ser, que mujer es organizar por ejemplo un determinado perfil componiendo
N

impide que el hombre llegue a saber cuánto puede su subjetividad y procesos de sensibilidades que permiten salir del patriarcado al hombre,
E

su cuerpo, deja paso a las potencias que se expresan en el modo en que de representaciones heterogéneas que suponen que no hay dominacio-
M

la diferencia se hace presente; esas potencias pueden surgir en tanto es nes fijas, sí una danza de poderes entre un hombre y una mujer. Estos
U

la conjunción y la que precede las síntesis que conectan los elementos elementos singularizables en cada uno de los sujetos se hallan por fuera
C

más heterogéneos y diferenciales de los modos de sentir, de pensar, de de la representación La Mujer que propone el binarismo y el falocentris-
O

actuar y de desear de las subjetividades masculinas y femeninas. Sobre mo. Tampoco se trata en el devenir mujer de la mujer que ésta asuma
D

esa conjunción puede erigirse el simulacro, posiciones falocéntricas, porque ello detiene el devenir, pues asume la
El hombre como padre, como amante y como ciudadano no deja de posición del señor, dominando.
producir diferencias respecto de aquella significación que se instaura Recordemos como el simulacro expresaba la potencia de lo falso,
como Ley; esas percepciones acerca de lo diferente que puede ser, lo de lo extrañado y extranjero respecto de la Idea y también respecto de
confunden y culpabilizan, pues cree que sólo es cuando es de acuer- la buena copia; es ajeno a una y otra. Es por ello que se trata de que el

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hombre como padre, como amante y como ciudadano devenga otra lugar a líneas de sentidos dispares, flexibles, mutantes, que dicen de la
cosa en cada una de esas representaciones (que son dominantes). Como autonomía de los sujetos que pueden ellos mismos crear sentido en una
hombre puede devenir el lugar oprimido de la mujer; como padre pue- situación y transformarlo cuando lo crean conveniente.
de devenir niño en tanto se hace cargo de su propia potencia infantil; Podemos comprender la acción de autonomía en la creación de nor-
como amante puede devenir amado y como ciudadano puede devenir mas institucionales en situaciones de crisis social, al inventarse nuevos
instituyente, o todas esas cosas a la vez; estamos entonces en el entre institutos y formas de participación ciudadana; aunque algunos de ellos

JO
una y otra posición, entre uno y otro estado, entre una y otra categoría. no sean nuevos en la historia de la participación popular, resultan nove-
Nuevamente surge aquí la relación entre la posición falócrata y un dosos en un sistema de participación formal y represor de otros modos

A
modo subordinado de ser ciudadano, pues a más dominio sobre el otro, de participación -asambleas por cada barrio con capacidad de gestión

B
menos autonomía individual y colectiva se tiene en sí mismo. deliberante, cooperativismos en fábricas quebradas tomadas por sus

A
Ahora bien, sólo en el entre la verdad estará en cada situación y en empleados-.

R
múltiples situaciones, y no como instancia trascendente que preexiste Ello nos condiciona a pensar y creer que la verdad no existe con ante-

T
como molde a las subjetividades de los hombres y mujeres de nuestro rioridad sino que la misma se crea a cada momento. Lo que nos produce
tiempo. Podemos pensar que la mejor neutralización de la política fa- por un lado intensa angustia, pero también un fuerte sentimiento de

E
locéntrica es la del entre, en tanto esta es una concepción conexionista libertad, al tomar la decisión y hacernos responsables; y no delegar esas

D
que pone en primer término el vínculo que se produce entre los sujetos responsabilidades en otros como figuras despóticas y deshumanizantes.

O
frente a la competitividad (capitalista) que atomiza. De cada acción somos responsables y ello se sostiene en una ética de

N
El quiebre de los entre en una verdadera forma de dominación, pues la solidaridad, donde el otro, claramente, es necesario para la creación

R
se exacerba la individualidad en función de un corte de los vínculos; de la verdad de la situación, y donde también claramente, queda en

E
ese corte en la actual coyuntura es la amenaza ya sea del desempleo evidencia que el otro no es mi límite como hombre o mujer, como niño

T
entre los obreros, de la violencia y la inseguridad entre los vecinos; por o adulto, como negro o como blanco.

IN
ello cuando desaparecen los entres dejan de funcionar las fuerzas co-
lectivas sociales y laborales como fuerzas productivas para convertirse Un fragmento de invención, de entre, amistad y
en fuerzas reactivas, en tanto se vuelven contra los mismos sujetos (el
TO acontecimiento
miedo que hace matar vecinos entre sí, o bien la intensificación de la
delación entre los individuos, o la insolidaridad que se exacerba entre Quizás una de las narraciones más conocidas donde se desarrolla la
N

los empleados de la Empresa). historia de una invención, un entre y la amistad, sea la creada por Jorge
E

Cuando los entres funcionan, se potencian las articulaciones solidarias L. Borges en Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-1874) (Borges, 1974).
M

y cooperativas, aumentando, además, la imprevisibilidad y la invención Recordemos que el autor describe el origen probable de Cruz en una
U

de relaciones y de amistad, en lugar de la clasificación binaria que de- noche previa al combate donde muere el hombre que lo engendró, un
C

termina lugares taxativos, verdades heteronomizadas y trascendentes perseguido por tropas enemigas. Creciendo en la llanura, no nos asom-
O

acerca de lo que se es, por ejemplo. Recordemos aquí a M. Foucault, bra saber que Cruz temía a la ciudad, y hasta sentía cierta aversión a
D

quien afirmaba que lo que más temen las instituciones es cuando el ese espacio de luz, de calor y de cuerpos que tragaba todo lo que se le
amor y la amistad están allí donde debería estar la regla o el hábito; no acercara. En su juventud es perseguido por matar a un hombre y enfrenta
las inquieta la pregunta acerca de quien es cada cual, sino qué nuevas una noche a la partida que lo busca. Preso en el ejército y capturado por
relaciones pueden inventarse desde lo que se es. Esa política, así des- las obligaciones, hacia el 68 se amanceba y es designado sargento de la
cripta, es un verdadero entre, que erosiona verdades eminentes para dar policía. Si bien no era feliz,

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“en los últimos días recibió la orden de apresar a un malevo, que debía dos muertes a la palabras y las cosas; y sin ser ni unas ni otras; y es a partir del verbo que
justicia. Era éste un desertor de las fuerzas que en la frontera Sur mandaba el coronel esa expresión es posible, porque el verbo expresa el acontecimiento en
Benito Machado; en una borrachera, había asesinado a un moreno en un lupanar( ...) la proposición. Así, el verbo que expresa el acontecimiento en el cuento
en este lugar, hacía cuarenta años, habíanse congregado los montoneros para la desven- narrado es comprendió. Esa serie de comprensiones, vislumbramientos
tura que dio sus carnes a los pájaros y a los perros; de ahí salió Manuel Mesa….; de acerca de que un destino no es mejor que otro, que las jinetas y el uniforme ya
ahí el desconocido que engendró a Cruz y que pereció en una zanja partido el cráneo lo estorbaban, su íntimo destino de lobo, y que el otro era él, es un inexistente,

JO
por un sable de las batallas del Perú y del Brasil. Cruz había olvidado el nombre del un incorporal al modo de efecto que no está en la proposición, aunque
lugar, con leve pero inexplicable inquietud lo reconoció…El criminal, acosado por los insiste en ella, nos dice Deleuze. Este acontecimiento es efecto del en-

A
soldados, urdió a caballo un largo laberinto de idas y venidas; éstos, sin embargo, lo cuentro entre dos cuerpos, el de Cruz y el de Fierro. Esa mixtura corporal

B
acorralaron la noche del doce de julio. Se había guarecido en un pajonal. La tiniebla no encierra el acontecimiento; aunque, si éste se revela como verbo, es

A
era casi indescifrable; Cruz y los suyos, cautelosos y a pie, avanzaron hacia las matas a partir de la comprensión de Cruz, que aparece a nivel del enunciado

R
en cuya hondura trémula acechaba o dormía el hombre secreto. Gritó un chajá. Tadeo como expresión, en tanto se atribuye el incorporal (comprender) a Cruz.

T
Isidoro Cruz tuvo la impresión de haber vivido ya ese momento. El criminal salió de Dice Deleuze: “el sentido es lo expresable o lo expresado de la proposición, y
la guarida para pelearlos. Cruz lo entrevió, terrible; la crecida melena y la barba gris el atributo del estado de cosas” (ibíd., pp. 35-36). De este modo el verbo es

E
parecían comerle la cara. Un motivo notorio me veda referir la pelea. Básteme recordar puro devenir pues revela la potencia de ese devenir, por ello, el verbo

D
que el desertor malhirió o mató a varios de los hombres de Cruz. Este, mientras combatía en infinitivo es una virtualidad pura; los acontecimientos se expresan

O
en la oscuridad (mientras su cuerpo combatía en la oscuridad), empezó a comprender. en el infinitivo, en este caso comprender es una materialidad verbal que

N
Comprendió que un destino no es mejor que otro, pero que todo hombre debe acatar el expresa la capacidad el devenir. Del mismo modo que produce esta

R
que lleva adentro. Comprendió que las jinetas y el uniforme ya lo estorbaban. Com- expresión, el verbo es por otro lado, un extra ser que expresa la relación

E
prendió su íntimo destino de lobo, no de perro gregario; comprendió que el otro era él. entre los cuerpos que se encuentran y producen el acontecimiento, y es

T
Amanecía en la desaforada llanura, Cruz arrojó por tierra el quepís, gritó que no iba un extra ser porque no pertenece a esos cuerpos. Así, como extra ser, el

IN
a consentir el delito que se matara a un valiente y se puso a pelear contra los soldados, verbo es definido por Deleuze como incorporal. Por otro lado el acon-
junto al desertor Martín Fierro”. tecimiento expresa una nueva subjetividad, y al decir de M. Lazzarato
¿Cómo se anuda en este relato la invención, amistad y acontecimien-
TO (2006), “el acontecimiento se expresa en las almas, en el sentido que produce
to en relación al sentido? Creemos reconocer que en él la invención de un cambio en la sensibilidad (transformación incorpórea) que crea una nueva
evaluación: ha cambiado la distribución de los deseos” (p. 51). Es decir, Cruz
N
nuevas formas singulares de conexión vincular -y allí encontramos el
ya no soporta lo que antes soportaba, comprendió esto y ello significó
E

acontecimiento- entre dos hombres, desconocidos el uno para el otro,


armar nuevos agenciamientos corporales (luchar junto a Fierro) junto a
M

pero que, sin embargo, habitan o habitaron un territorio común, el de


ser perseguidos y ser hombres en fuga. ¿Dónde hallamos el sentido y nuevos agenciamientos de expresión. Recordemos que el agencimeinto
U

el acontecimiento aquí? es unidad real mínima, donde dos términos co-funcionan, el hombre y
C

Recordemos con Deleuze que el sentido no es ni palabra, ni cuerpo, la tierra, por ejemplo.
O

ni representación sensible, ni representación racional (Deleuze, 1971: 33). Es importante recordar la transformación que operan los estoicos
D

En tanto no es todo ello, el sentido no se confunde con la proposición, en tanto han basado su reflexión en el extra ser, el simulacro, el aconteci-
ni con las cosas designadas ni con la manifestación (como operación miento, invirtiendo no sólo el platonismo, sino también el ser aristoté-
mental). Tampoco es el acontecimiento expresión del enunciado ni se lico, en tanto este ser se identifica con la sustancia, en primer lugar, y
refiere sólo a un estado de cosas. En verdad, el acontecimiento en tanto en segundo lugar se identifica con el accidente. Al centrar la reflexión
sentido se expresa en el enunciado. En tal expresión, se halla entre las filosófica en el acontecimiento, en el extra ser como incorporal, se trata de

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reflexionar –para los estoicos- sobre los incorporales, que son efectos de Estado, con sus jerarquizaciones, sus binarismos y sus tiempos de in-
encuentros entre cuerpos. Del mismo modo que el sentido es un extra clusión – exclusión.
ser que no pertenece ni a la palabra ni a la cosa, sino que es un efecto El desplazamiento de Cruz genera nuevas fulguraciones en esa no-
del encuentro entre ambos, y es lo que se expresa en el enunciado, el che, porque transforma una máquina de movimientos fijos (el sargen-
acontecimiento mismo. to, por lo demás amancebado, que representa al Estado en busca del
Esa evidencia del sentido como acontecimiento, promueve en ambos perseguido) en una máquina de movimientos multiformes (el devenir

JO
protagonistas la ética de la valentía, que se transmuta en ambos, por desertor y perseguido, pero en estado de libertad, de Cruz, en función
diferentes circunstancias, en ética de la amistad. Y aquí es necesario del devenir valiente y en fuga de Fierro); esta última máquina acopla y

A
detenernos en el concepto de ética de la amistad, pues no significa desde pone en marcha una multiplicidad de afectos dónde la molecularidad

B
esta perspectiva, lo que comúnmente entendemos por amistad, es decir, de los mismos permiten habitar y deshabitar territorios con una fuerte

A
el amigo como coadjutor y adicto; sino que la amistad se produce en voluntad de in-esencialidad del ser como Verdad. No será entonces un

R
tanto los lazos entre los hombres son posibles, como aliado potenciador verdadero soldado, un verdadero padre, un verdadero amante. Será

T
de las fuerzas y potencias de cada uno, que hace de ellos, instituyentes un hombre llevando adelante una acción política, desertando de las
de nuevas formas; Michel Foucault rescata de los antiguos griegos, el instituciones macropolíticas de su época que lo retienen. Así, constru-

E
concepto de parresía. ¿Qué es la parresía?7. ye una subjetividad procesual que desea la presencia del otro y que se

D
Según este pensador, que indagó profundamente sobre ese tema, dibuja a partir de ella.

O
parresía puede definirse como la amistad unida al coraje; pues se dice Volvemos a Lazzarato: “la acción política es una creación doble que a la

N
lo que se piensa al amigo y ello intenta ayudar al otro, al que escucha. vez recibe la nueva distribución de los posibles y trabaja para su consumación

R
Podemos pensar que Cruz ha dicho y a actuado. Es así que el amigo, al en las instituciones, en los agenciamientos colectivos ‘que corresponden a la

E
activar lo que de otra manera no puede activarse, promueve una ética nueva subjetividad’ que se ha expresado en el acontecimiento” (2006: 50).

T
del reconocimiento y de solidaridad, pues la potencia como una x no De este modo, Tadeo Isidoro Cruz es propiamente un nómade, pues

IN
significa sino una singularidad que carece de identidad, y tampoco se sustrae a los centros capturantes de la época; es un bárbaro de la civi-
responde a un sistema de representación ni pertenece a un conjunto lización, cuyas fuerzas interpelan al Estado y sus aparatos que adecen-
definido como predicado. Por ello se diferencia manifiestamente de la TO tan el saber, el sentir, el decir. Inventa este cuerpo, al ser nómade, una
ética individual de la democracia liberal, pues la singularidad de Cruz, nueva máquina de pensar, de crear, de desear, que encuentra la verdad
sus afectaciones, resultan irrepresentables para aquella ética. allí donde se muestra, en el acontecimiento mismo en tanto éste es ex-
N

Se opone así el funcionamiento de dos máquinas; una de ellas lo presión a partir de aquello que comprendió, y se abre para sí un campo
E

hace al modo de una máquina cartográfica, que describe los espacios de mundos posibles. Sabe, con una única certidumbre, que no hay ni
M

recorridos, sustrayéndose y quitándose de los centros precisos entendi- habrá certezas para su vida, y se escucha el grito último (no consentirá
U

dos como lugares jerárquicos, y por otro lado, se encuentra la máquina el delito que se mate a un valiente), en la espesura del momento, donde
C

calcográfica, cuyo modelo de pensamiento es el de la centralidad del está siendo y haciéndose un desertor.
O

Por otro lado Fierro, -el que no será un verdadero-, el que ha deserta-
D

7. De acuerdo a Foucault (1996): “parresía etimológicamente significa decirlo todo; no do del castigo, es él mismo un territorio donde confluyen una serie de
obstante no significa exactamente decirlo todo, sino más bien la franqueza, la libertad, múltiples aperturas; así, puede romper el territorio de lo verdadero de-
la apertura que hacen que se diga lo que hay que decir, cómo se quiere decir, cuándo se
viniendo matador, desertor y perseguido; el encuentro con Cruz lo ciñe
quiere decir y bajo la forma en que se considera necesaria. (...) Para que la parresía sea
verdaderamente tal es preciso que la presencia de aquel que habla se perciba en lo que en las más amplias de las libertades, la del devenir Cruz de Fierro. Ese
se dice (...) es necesario que la verdad de lo que se dice pueda deducirse a partir de su devenir Cruz lo referencia no en elementos trascendentes y capturantes
conducta y de la forma en que realmente vive” (pp. 87-88).

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como la familia, el ejército, los emblemas militares, sino en algo de lo singularizado y propio de cada sector. Existe el acontecimiento y la
gregario de Cruz; ese ya no estar solo, de la compañía de otro hombre amistad como ética cuando el amor ocupa el lugar sacralizado de la
como camarada en la incertidumbre, en lo aciago del destino. Y que pue- regla, cuando la pregunta por lo que se es permite el paso a la pregunta
de entenderse desde el plano de lo pre-lógico, de lo pre-representativo acerca de qué hacer con lo que soy, qué desplegar y qué inventar como
y está por fuera del sistema de representación Modelo – copia, en tanto relaciones desde ese frágil ser. Y existe la ética de la amistad cuando se
opera con la disyunción inclusiva. comprende, como el relámpago que atravesó a Cruz, que el otro es él.

JO
Se destituye el principio de identidad y ya A ≠ A. Ahora A es una En los intercambios se generan puntos de elucidación, campos de
mezcla; de este modo, el Ser, montado en la soberanía de lo idéntico, interferencias entre uno y otro sector que los hacen vibrar en un mismo

A
sucumbe al devenir. Es por ello que no puede Fierro volver a ser un trayecto, marcando así el espacio singular de cada uno, en el territorio

B
soldado de frontera, ni Cruz un sargento guardián. El cuerpo de uno habitado por cada uno. Encontramos nuevamente aquí el y disyuntor

A
y otro se reparte en un espacio ilimitado y se caracterizan por lo que e inclusivo, que se diferencia de la política que centra a la población en

R
pueden, al devenir Cruz de Fierro, y al devenir Fierro de Cruz. El Ser el quién es, y no en lo que puede hacer. El quien es bloquea la ciudadanía

T
ya no se ensambla en una identidad cristalizada de una vez y para global para que avance la globalización económica, y recordemos que
siempre, sino que se actualiza y es transversalizado en una indetermi- sólo la consolidación de la ciudadanía global puede detener ese avance.

E
nación del cuerpo que deviene, siempre otra cosa, siempre con otro. Recordemos las consignas de los estudiantes de mayo del 68, quienes

D
Y podemos entender entonces a la transversalidad, tal como la define decían: todos somos judíos alemanes (ante la expulsión de Francia del

O
S. Rolnik (2006): “sería esta presencia fuerte y variable de la alteridad en tu estudiante judío alemán Daniel Cohn – Bendit).

N
propio cuerpo, en tu propia subjetividad” (p. 3). Esta ética se opone a la máquina paranoica que distribuye series

R
Ese cuerpo como conjunto de fuerzas se singulariza por lo que pue- divergentes sobre la base a esencias inalterables, esto es, serás A o B o C.

E
de, cosa que previamente nadie sabe, y por el cómo deviene. El cuerpo Por ello lo que está, lo está en potencia para la amistad; es lo que todavía

T
piquetero en su vibración inestable, puede devenir sectores medios en no se ha definido. En un tiempo histórico donde “la afectividad social ,

IN
función de un devenir aliado de clase, en busca de una nueva repre- las redes de amistad y de intercambio gratuito tienden a retirarse a espacios
sentación; y por otro lado, el devenir piquetero del cuerpo clase media cada vez más marginales, a la búsqueda de líneas de fuga hacia territorios de
lo es en tanto la precarización lo impulsa a asaltar las calles, ocupán-
TO refugios cada vez más restringidos” (Berardi, 2007: 97).
dolas en una dirección que es mezcla y no pureza, que es mixtura y no Si el sujeto tiene un deber, es el de mantenerse en esta identidad
emblema de clase, que es gris y no negra ni blanca. El punto gris de siempre en suspenso; en sustitución de la identidad definida, ya sea
N

Vassili Kandinsky es ese derrape de lo idéntico como color estable y étnica, de clase, de género, y por lo cual no dejará de ser hombre, mujer,
E

establecido para dar lugar a su disolución; sobre ella se multiplican las negro o blanco. Por ello se opondrá, claramente, a lo que se da en llamar
M

conexiones cromáticas del blanco y del negro, en una fusión de puntos política de la identidad. Sobre ella sacaremos algunas conclusiones.
U

que se difuminan en un gris.


C

Una mezcla mortal para A = A, pues nadie sabe que será A, clase me- Política de la identidad y genocidio
O

dia, piquetero quizá; se crean así una serie de superficies de articulación,


D

unos territorios de entres, de relaciones, interacciones, interrelaciones, El mercado global toma lo que considera mejor para reproducir los
intercesiones. Estas intercesiones son el cemento de la ética de la amistad, beneficios y deja el resto; lo que deja no es otra cosa que aquello que
del acontecimiento, del deseo de comunidad y de la potencia institu- no se acopla a su funcionalidad: los sin talento para ganar dinero, los
yente, pues ese campo de vibraciones y despliegue de fuerzas no opera no educados en sus formas, los que no adhieren a su moral. Por otro
sino con afectos y afectaciones, dando al mismo un carácter inmanente, lado, la fragmentación y la precarización de los procesos productivos ha vuelto

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sumamente frágil las identidades sociales, la presencia del otro se ha vuelto ne en función de la tasa de mortandad, por ello en el siglo pasado las
discontinua, incómoda, competitiva. (...) La identificación se vuelve imaginaria, vacunaciones fueron obligatorias, pues la industria necesitaba que los
la conciencia vectorial (ibíd., pp. 76-77). ¿No requiere ello estrategias de niños sobrevivieran para convertirse en mano de obra.
recombinación de los procesos identitarios en torno a una política de Por lo tanto las estrategias de biopoder y de biopolíticas son herra-
la identidad? mientas preciadas en el intento de ampliar o reducir (como en este pe-
En el siglo XIX (George, 2001), los conquistadores incluyeron en ríodo histórico) la tasa de población mundial. Y respecto a la población

JO
sus avances coloniales las tierras, los recursos y personas del territorio excluida, ya no hay ejércitos que disciplinen, hoy son cuerpos militares
conquistado, pues era ese conjunto de activos importante para el sosteni- profesionales; hay en los países centrales cada vez menos familias que

A
miento de la dominación y la explotación. Asimismo, en el mismo siglo se ocupan de sus parientes indigentes, y en los países pobres no hay

B
y también en el siglo XX, las colonias recibieron el excedente humano de siquiera posibilidades de ello.

A
los países centrales; ello aligeró la presión social, económica y ecológica Ahora bien, un modo de reducir la población es que las víctimas sean

R
de esos países. Al mismo tiempo los ejércitos disciplinaban a las masas seleccionadas por las mismas víctimas, en tanto pobres delinquen contra

T
insumisas; las familias se hacían cargo de los miembros indigentes. Es pobres que a su vez se defienden. Esa tarea de clasificación queda enton-
decir, que los avances de la industria y de la cultura capitalista se pro- ces en manos de los propios excluidos. Pues ya hemos visto que según

E
dujeron paralelamente al avance de las organizaciones de beneficencia cálculos de la ONU, hacia el año 2020, la población mundial alcanzará

D
y de contención socioinstitucionales. la cifra de entre 7.200 y 8.500 millones de personas -según perspectivas

O
Hoy tenemos un mundo lleno, donde los países centrales se plantean optimistas-, lo que significa una masa humana que estará presionando

N
que para llegar a un nivel óptimo de población se tendría que reducir; sobre el sistema capitalista; es decir, que para que el mismo sistema

R
según cálculos de la ONU, para el año 2020 la población mundial oscilará funcione de acuerdo a su propia supervivencia, crea la necesidad de

E
entre 7.200 a 8.500 millones de seres humanos. Esta reducción óptima producir un genocidio.

T
se alcanzaría con una población de 4.000 millones hacia el año 2020 Esa estrategia seguramente no será copiada del holocausto provo-

IN
(ibíd.). Y el 90% a reducir es población de países pobres. Los muertos cado por el nazismo, pues allí los victimarios resultaron juzgados por
emigrados por las guerras en países de medio oriente hacia Europa los vencedores y por la historia. Lo que puede gestarse en el actual
que terminan muertos en la travesía por balas amigas o enemigas, o TO sistema planetario de globalización, para que superviva el capitalismo
ahogados al cruzar el mar, o bien en campos de refugiados expuestos a y por lo tanto como política del mismo, es una urdimbre de pequeñas
enfermedades, forma parte de esta reducción de población que requiere estrategias locales que aspirarán a reducir la población en 100 millones
N

el Capitalismo Mundial Integrado, por año en dos décadas. Para ello habrá, probablemente, un aumento
E

Estos criterios se fundan en la política que se articula en las nociones de la mortandad y consecuentemente una reducción de la fertilidad.
M

de biopoder o de biopolítica. Estas nociones acompañan a los conquis- Recordemos que, por otro lado, la política de identidad promueve
U

tadores modernos en tanto tienen como objetivo ya no la disciplina, crear un clima de hostilidad entre grupos raciales, étnicos, de clase, de
C

el control y el castigo de los individuos identificados con nombre y género, con el fin de reducir la población a partir de matanzas intesti-
O

apellido, sino que se ocupa de los pronósticos, las estrategias y las me- nas. Por lo tanto a partir de esa promoción, el individuo se identifica
D

didas globales de la población en su conjunto, intentando controlar las intensamente con un subgrupo étnico, sexual, lingüístico, religioso, y se
relaciones entre la sexualidad, la vida y la muerte. conecta con una política de los afectos donde ese fuerte sentimiento de
Su entidad es la población y se entiende con las esperanzas de vida, pertenencia al subgrupo funciona en detrimento de su autodefinición
con las normas de higiene, con las condiciones de salud y los modos de como filiado a una instancia nacional, o bien como pertenecientes a una
evitar accidentes. De este modo intenta dominar la seguridad e higie- comunidad transnacional más amplia.

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Esa política de los afectos de pertenencia no sólo instala en cada siones socioculturales, económicas y en algunos casos también étnicas,
sujeto la creencia de que los más agresivos particularismos sexuales, en una otredad radical8.
religiosos, etc., bastará para sostener su fundamentalismo, sino también Incluso podemos comprender cómo desde algunos sectores del Es-
deja de lado la noción de ciudadanía en todo nivel social. Se evidencian tado y también de los sectores empresariales junto a medios de comu-
cambios en esa perspectiva, especialmente en el tramado socio institu- nicación, se propaga un discurso que racializa la población marginada
cional respecto de la acción ciudadana, sus posibles intervenciones y la (villera en Argentina, favelizadas en Brasil, por ejemplo), y ello se revela

JO
oposición del gobierno a los movimientos sociales que aúnan y convocan con las políticas de moralización que los gobiernos llevan adelante (ya
en sí ciudadanos deliberantes y activos. sea dictaduras o democráticos). Así el gobierno municipal de la Ciudad

A
Pero bien sabemos que aquella política de la identidad permite que de Buenos Aires, en su política de erradicación de las villas miserias de

B
cada subgrupo sólo pueda existir en tanto crea en la supremacía de sí y los años 1994-96, desplegó en su discurso de justificación de la medida,

A
también, correlativamente, en el fundamentalismo que lo sustenta (ya elementos raciales al hablar de la población villera9. Pero también esta

R
sean negros, blancos, lesbianas, homosexuales, feministas, falócratas, racialización (discursiva y práctica) de la población villera se conjuga y refuerza

T
cristianos, judíos o musulmanes). (en Argentina) con su extranjerización. Así, el villero, sea boliviano, paraguayo
Es también evidente que grupos de profesionales son operados por o provinciano (pero siempre, “no de aquí”) termina siendo (construido como)

E
esta política de los afectos identitarios, así la preocupación por sus de- el otro repugnante y nocivo10.

D
rechos obtura la visibilidad de un conjunto humano que lo contiene. En Por lo demás, esta racialización no se limita a los discursos y prácticas

O
tanto cada uno esté sólo trabajosamente preocupado por sus derechos de gobierno, sino que son asumidos fácilmente por la clase media que

N
(ya sea a recibir trato especial por errores del pasado, o bien porque reacciona frente a los “...negros villeros” -acusación que combina el estigma de

R
son violentados actualmente), se potencian las fragmentaciones y las clase, lugar y color-...“11. Y ello se complementa con las políticas de pena-

E
diferencias. lización y encarcelamiento cada vez más endurecidas, con la clientela de

T
No será infrecuente que esas políticas también promuevan el asesi- las cárceles, que como sabemos son los sectores marginados y excluidos

IN
nato de sus líderes, para fogonear más aún el odio racial, de clase, etc. Y en lo estructural, pero con inclusión cultural al sueño del consumismo.
ello no está lejos de la creación de guetos dentro de los mismos países. Debe reconocerse que hay algunas ventajas para el capitalismo en
En casi todos los países latinoamericanos las villas miseria y las llama-
TO las políticas identitarias, pues al centrarse la población en el quién es
das favelas en Brasil, se hallan guetizadas en función de la desconexión cada uno, en oposición a quién es el otro, se bloquea la solidaridad y ello
cultural, urbana, económica de estos enclaves marginados al resto de desbarata cualquier oposición a dicha política; se impide así la crea-
N

los barrios formales. Se produce entonces un proyecto urbano que tiene ción de frentes y alianzas, de reconocimientos mutuos. Por otro lado
E

como esencia una red de relaciones intersubjetivas que da consistencia esta misma política, que modela los modos de sentir y de pensar de
M

a la desconfianza, el recelo y la hostilidad mutua entre uno y otro sector millones de sujetos, trabaja sobre esos modelamientos para promover
U

de la población. En la mayoría de las grandes ciudades de Latinoamé- conflictos internos, mantener separados a los distintos subgrupos y sus
C

rica, la población marginada sale mayoritariamente de su gueto por


O

la noche, como un cuerpo social poco visible entre las sombras, pero
D

inevitablemente presente, para recoger desechos de comida, vidrios y 8. Asimismo, Wacquant (2001) analiza estos procesos de guetización en los barrios negros po-
bres norteamericanos y en la banlieue francesa, y ello aporta en un sentido epistemológico
cartón. Es una sinuosa línea de pobreza que traza el límite entre dimen- junto a principios metodológicos que pueden ser útiles para analizar, una vez adecuados
a nuestro medio, la pobreza urbana latinoamericana.
9. Ver Wacquant (2001: 25).
10. Ídem, pp. 25-26.
11. Ídem, p. 26.

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miembros e impedir visualizar, por lo tanto, a los verdaderos gestores Si retomamos nuestros argumentos acerca de la fragmentación que
de la dominación. postula la política de la identidad, también es necesario ser conscientes
Por lo visto, es la política de la máquina paranoica que en su síntesis del desprestigio que sufren algunos líderes que luchan contra las ten-
de disyunción (ser – no ser) crea series divergentes, sobrecodificándolas siones étnicas, raciales, religiosas. Además, las estrategias de la política
en función de algún mito de origen. Si reconocemos a los diferentes ra- de la identidad se articulan plenamente a los programas de ajuste, y a
cismos, encontraremos que esas identidades son en verdad recientes, y las disciplinas neoliberales; pues se obliga a los gobiernos a integrar sus

JO
si no lo fueran, el centramiento en el quién es prolifera una multiplicidad economías nacionales a la globalización y esto gesta el marco para que
de fragmentos que se afianzan en retazos de verdades que actúan como grupos dominantes locales se enriquezcan, a partir de los bajos salarios,

A
causas absolutas que mandan desde el fondo de la historia. mano de obra barata y maleable, menos intervención gubernamental,

B
Este regreso a los Fundamentos Últimos, a las Verdades Consagradas etc. Ello es posible en tanto hay luchas fraticidas en esa comunidad.

A
como una Palabra legitimante que desde la base de la historia ordena Quizás un ejemplo de ello sea la política de inseguridad que se di-

R
aún el presente y seguramente todos los presentes que se sucedan. Y se semina en gran parte de Argentina y Latinoamérica. Esa proliferación

T
justifica la imposibilidad de toda coexistencia entre judíos y palestinos, de atentados, robos, secuestros, gesta no sólo una cada vez más fuerte
entre cristianos y musulmanes, a partir de acuerdos hechos entre los sensibilidad a lo que se percibe como peligro, sino también que pro-

E
hombres de hoy, en mutua colaboración en la construcción de un solo mueve el refugio en identidades de clase, religiosas, étnicas, donde se

D
territorio humano. Si bien ello puede resultar altamente improbable, intensifican las tensiones entre los grupos, los barrios, los vecinos, las

O
es significativo el diferencial posicionamiento frente a la Causa que comunidades. Esto es en verdad un dominio invisible que manipula los

N
presentan los movimientos que proponen alternativas a los fundamen- afectos y afectaciones en torno a la política del o. Y ello requiere, por lo

R
talismos, ya sean éstos de Mercado, de Oriente u Occidente, pues estos visto, un modo de ser ciudadano -adocenado a las instituciones que no

E
movimientos saben bien que detrás de las Causas se hallan los intereses le pertenecen y lo dominan haciéndole creer que es libre- ; ese modo se

T
de sus representantes en tanto mantenimiento del poder y del dinero. acopla a esa política de proliferación de violentamientos muchas veces

IN
En tanto las masas estén convencidas en que el mandato de la Causa invisible.
aún opera como una realidad fundante que manda desde la Historia, Veamos la declaración de un habitante de un barrio negro nortea-
como pensamiento y acción excluyente, la paz no será posible, porque
TO mericano:
impide el encuentro entre los hombres en tanto son manipulados por
“Mira, antes, si dos pandilleros querían pelear, dejábamos que los dos tipos se agarraran
la política de la identidad.
N
uno contra otro. Pero ahora no es así: si quieres pelearme, yo voy a buscar un revolver
Contrariamente, si los hombres son los que toman en sus manos la
E

para pegarte un tiro; ¿te das cuenta de lo que digo? Cada vez que consigues un arma,
tarea de tejer una urdimbre de sentido que los haga convivir y coexistir
M

eso es lo primero que piensas: nada de tratados de paz y dejar que estos dos tipos se
en un mismo territorio, en un mismo mundo, sin negar su identidad
peleen y arreglen sus asuntos como verdaderos hombres grandes. Ahora estoy asustado,
U

étnica pero dejando de lado el exclusivismo y abandonando la legiti-


porque estos tipos no tienen... quiero decir, ¡no le dan valor a la vida, ningún valor!”12.
C

mación del aquel mandato sectario, la paz puede ser alcanzada. Pero
O

para ello deben dar la espalda a la Causa y sus representantes y ejercer En Argentina y otros países del cono sur, se propaga el discurso de la
“tolerancia cero” frente al delito, compuesto en los últimos años a partir
D

un muevo tipo de ciudadanía. Y esa paz será siempre inestable, pues


recordemos con M. Foucault, que estamos en guerra permanente, y la de un aumento del índice de criminalidad, como efecto de las políticas de
paz es sólo una instancia que media entre combate y combate. Pero, en producción de desempleos en todo el mundo; pero también -recordando
este campo minado ya es un alivio no pisar un detonador. a R. Merton (1954)- por la publicidad que despliega el sistema acerca de

12. Ídem, p. 51.

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que el que quiere puede vivir dentro del sueño neoliberal. De acuerdo mundo. Esa es una verdad acerca del pertenecer. Pero no la única pues
con la Secretaría de Seguridad de la Jefatura de Policía (Bs. As.), entre los puede pertenecerse de múltiples maneras, sin exclusivismos.
años 1991-96 -en pleno auge del liberalismo en Argentina- aumentaron Por tanto, la conectividad y, como el entre como estrategia de tejido
los actos delictuosos el 68%, asimismo, la tasa de delincuencia aumentó conectivo entre los grupos, los hombres y sus subjetividades, permiten
en el mismo período de 77 a 111 cada 10 mil habitantes13. suponer verdades relativas, epocales, que surgen del mismo aconteci-
Nos dice Loïc Wacquant (1999): ”... la línea de pobreza, que equipara la miento. Y con esas verdades relativas se revela la amistad en tanto el

JO
pobreza con los bajos ingresos, ignora y oscurece las dimensiones simbólicas, las otro no surge en el horizonte como mi límite. Así, nos encontramos en la
características específicas de los procesos de exclusión social”. Este investiga- oposición de dos planos, uno de ellos, de trascendencia, donde la verdad

A
dor propone analizar la miseria y el delito no como regiones que bordean preexiste y se instala imperando como mandato venido del fondo de

B
un sistema que se enriquece, progresan e incluye relativamente (como la historia. El otro plano, el de inmanencia, establece que la ciudadanía

A
ocurrió con el Estado de Bienestar), sino que analiza esos fenómenos (globalizada) participante y creadora del sentido de sus instituciones,

R
(el de la miseria y exclusión), como una producción necesaria de esta sitúe verdades inherentes a la situación, pero portadoras de una eficacia

T
sociedad en la que progresan algunos, marginalizando a otros. Surge que permite la verdadera amistad entre los hombres.
de este modo el “Estado Penal”, justificado por una serie de enunciados Contrariamente, el o como disyunción, consustancial a las identida-

E
que criminalizan la pobreza y que se hace visible con aquellas políti- des fijas y absolutas, no significa sino la persecución mutua entre sub-

D
cas que aumentan las detenciones y con ello la población carcelaria, grupos, con una política de la pertenencia determinada, y ello se opone,

O
junto a la exigencia de “tolerancia cero” con el delito. Además, como manifiestamente, a la ética de la amistad, donde el y, como conjunción,

N
al Estado no se le puede exigir seguridad contra el delito, se redoblan es el pivote sobre el cual se tienden las cuerdas de sentidos nuevos y

R
las penalizaciones contra el mismo y se recurre también a la seguridad originales que hacen del ser un puro devenir otro.

E
“por mano propia”. Y ello encaja como estrategia con una ideología Siguiendo la argumentación anterior, y adelantándonos al próximo

T
que necesita del acoso y del desprecio al más débil, suprimiendo en capítulo, la linealidad del tiempo cronológico actúa como obstáculo pues

IN
general cualquier posibilidad, en el ciudadano común, de vivir estas impide considerar que el todo no es el conjunto de las partes; pues si ello
situaciones como injusticias, pues aquí también surge el necesario chivo es así considerado, debe comprenderse que lo universal (el todo) forma
emisario, el marginado y desclasado. Pues también, como lo dice Ale- TO parte de la situación singular (la parte) y no al revés, y ello deriva en
jandro Portes: “el grave error de las teorías sobre los barrios bajos urbanos ha que esa situación concreta (la parte) posee en sí su propia identidad, y
sido transformar las condiciones sociológicas en rasgos psicológicos e imputar ya no depende de la situación universal, es decir no existe sólo porque
N

a las víctimas las características distorsionadas de sus victimarios” (citado el todo como totalidad le otorga existencia y sentido.
E

en Wacquant, 2001: 93). De acuerdo con ello, cada situación no debe, necesariamente, encajar
M

en la estrategia global; y esto significa que no importa el objetivo final


U

Epílogo sino cómo cada situación encierra en sí misma una verdad parcial, inde-
C

pendiente de una verdad universal. Esa verdad universal permitió que


O

En síntesis creemos que es sobre ese o que las víctimas de esa política se llevaran adelante genocidios y múltiples horrores, pues en nombre de
D

se mantienen bajo control, seleccionándose cada vez más consciente- Verdades abstractas tales como Mundo Occidental y Cristiano, Patria,
mente a aquellos que deben pagar con la vida no ser o no caber en este -y otros que se sustanciaron en la política de la identidad y pivotaron
en la disyunción exclusiva-, se sepultó en el barro y en la sangre a una
generación de argentinos (1976-1983). Pero también en nombre de la
Verdad del Primer Mundo y de una pertenencia ilusoria e infantil, se
13. Ídem, p. 21.

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liquidó lo que restaba de un país (1990-2001), desolándolo y haciendo y gritar: ¡Ándate a tu país! ¿Por qué no te vas a tu casa? Y si les tiras una piedra o
de él un desierto, promoviendo otro genocidio (el de los niños y adultos los molés a palos, ¡mejor! Esos que en cada oportunidad dicen: nosotros somos de otra
pobres), con el arma del hambre y la represión. raza, fina, superior. ¡Somos los mejores! Los más inteligentes, los más pícaros. ¡La
Y en ambos períodos hubo verdades que se repitieron en el imagi- tenemos más larga! En fin, estoy hablando de los imbéciles, que son una raza muy
nario social aunque con características diferenciadas, entre ellas men- numerosa. Los imbéciles que a cada momento levantan banderas y cantan himnos, y
cionaremos al silencio como mandato, en uno y otro período. que están convencidos de que están haciendo “la historia”. Y se tiran contra cualquiera

JO
Durante la dictadura ese mandato que casi obligaba a ignorar lo que que esté del otro lado del río. Los imbéciles son aquellos que no saben escuchar otros
sucedía con la represión, se acercaba mucho al mecanismo de la renega- discursos que no sean los propios discursos. Los imbéciles que aplauden cada picardía,

A
ción, en tanto el sujeto no daba por veraz la realidad que aparecía frente que dicen: este nuevo caudillo es un ladrón más, pero si roba para él, ¡nos va a dejar

B
a él. Y se creó así una subjetividad determinada, en un caldo de terror. robar un poco a nosotros! ¡Los imbéciles producen desastres tremendos y no se enteran

A
Durante la década del 90, se extendió un fenómeno, menos mortí- de nada! Y quiero concluir que yo, personalmente prefiero mucho más a los delincuentes

R
fero que el anterior, de silenciamiento social respecto del vaciamiento de profesión que a los imbéciles normales. Por que los delincuentes, de vez en cuando

T
del Estado y de las empresas públicas. Esa aceptación ya no operaba descansan… ¡Los imbéciles jamás! (Fo, 2012).
mayoritariamente por represión, sino por convencimiento de los ciuda-

E
danos, en función de la inserción en un modo de vida propio del Primer

D
Mundo. Este silencio por consentimiento mayoritario se parece más a

O
la ilusión como creencia infantil, dominada por el pensamiento mágico

N
de la integración económica y cultural.

R
Las significaciones centrales en nuestra cultura como el machis-

E
mo y el racismo, también son matrices de verdades que se instituyen

T
como identitarias y absolutas, funcionales al capitalismo actual; las

IN
subjetividades perciben a las diferencias finitas como diferencias abso-
lutas, y en consecuencia despliegan una ciudadanía que lucha por su
sometimiento y no por su emancipación, pues al decir de Carlos Marx, TO
“no puede ser libre quien somete a otro”.
N

Fragmento de obra de Darío Fo


E
M

El actor y escritor Darío Fo (Premio Nobel de Literatura 1997), es un


U

autor que incomoda el buen juicio de los intolerantes. Respecto de la


C

intolerancia es muy esclarecedor el párrafo que desgrana el personaje


O

del Juez de su obra El diablo con tetas, quien dice (de cara al público):
D

Pero sobre todo quisiera dedicarme a los que esta noche no están…Y si están, están
bien enmascarados y escondidos. Me refiero a aquellos espectadores que solamente se
ríen si están bien seguros de que se ironiza sobre los demás, los otros, y no importa qué
otros. Si se parodia a los que hablan de un modo distinto o a los que llegan de un país
distinto, que tienen otro olor, otra transpiración, otro color, desde la cabeza a los pies,

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CAPÍTULO VII
El tiempo y la subjetividad

JO
Ithaca
Conserva sin cesar Ithaca presente en tu espíritu.

A
Tu meta final es llegar a ella, pero no acortes el viaje:

B
es mejor que dure muchos años y que llegues por fin a tu isla
en los días de la vejez, rico de todo lo que ganaste en el camino

A
sin esperar que Ithaca te enriquezca.

R
Ithaca te dio ese hermoso viaje;
Sin ella no te hubieras puesto en camino.

T
Ella no tiene otra cosa para darte.
Incluso si la encontraras pobre, Ithaca no te habrá

E
engañado.

D
Sabio como te habrás vuelto después de tantas experiencias,
comprenderás al fin lo que las Ithacas significan.

O
Constantin Kavafis

N
(Refiere al viaje de Ulises en La Odisea)

P
R
ara remitirnos a este tema quizá debamos considerar en primer

E
lugar que el tiempo no es sólo una dimensión objetiva, pues para

T
la subjetividad no hay una sola dimensión temporal. Existe para

IN
ella un tiempo cronológico y objetivo y un tiempo subjetivo.
TO Con Galileo y Descartes se reduce la expresión de la ciencia a un
lenguaje matemático, donde prevalece lo cuantitativo por sobre lo cuali-
tativo. Esa exactitud de lo cuantitativo se expande a la consideración del
N

tiempo, pues ello era necesario para regular temporalmente los procesos
E

productivos. Hacia esa época se inventa el reloj mecánico.


M

Como el trabajo comienza a ser medido, se genera en el imaginario


U

social el concepto de utilidad y utilitarismo; por ello se condena al ocio


C

como uno de los males de la sociedad, y se transforma en un objeto de


O

lucha en el que intervienen moralistas y juristas, condenándolo.


Junto a la idea de trabajo medido y productivo, reacopla la idea de
D

progreso y de futuro. Se tolera la debilidad, pero no el ocio. Por ello


podemos decir que el capitalismo es un modo de vida donde el tiempo
medido es un elemento que funda las relaciones entre los sujetos y entre
éstos y el trabajo productivo. La modernidad, con su espíritu conquista-

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dor hace de la medición exacta un estilo de vida, y ello se propaga con la comprensión de todos ubicándose cada uno en el lugar de semejante
efectos sobre las subjetividades, en tanto se liga esa concepción a la razón respecto del otro.
modernista. La modernidad, en su profundo temor a la incertidumbre, Con una iniciativa que aparece como justo una idea, al decir de De-
promovía conceptos como certidumbres unilaterales y absolutas. leuze y no una Idea Justa, única, ideal se produjo un movimiento; es
El camino racional elegido para dominar la naturaleza requería del sobre esa ruptura que se descalabra la articulación causa - efecto de la
tiempo medido, y ambas significaciones condenaron a los hombres y a repetición esperada en la línea del tiempo, como generadora de hábitos

JO
las mujeres a escindir en sí mismos a la razón (por lo demás fiable) de y esperas, y por ello mismo productora de inhibición en el pensar y en
los sentidos (no fiables). el hacer. Es interesante reconocer también como este niño hoy ocupado

A
La otra dimensión temporal, el tiempo subjetivo, el de la pasión, no está en una situación de entre, pues ya no es un alumno en situación de

B
es un tiempo lineal, más bien se opone a esa linealidad; pues la finalidad no aprender y molesto por ello, sino que adquirió un estatus diferente,

A
del tiempo cronológico deviene en evolucionismo e historicismo. Ese está entre ser alumno y compañero; ya que al ser un agenciamiento

R
evolucionismo encuadra a las acciones humanas en un determinismo construido con acuerdos, en funcionamiento, el grupo le pertenece en

T
rígido donde las leyes actuarán inexorablemente para producir en la la misma proporción que a sus compañeros. También resulta de suma
repetición, lo esperado. Así a la serie AB; AB; cuando aparece A… es- importancia retomar aquí el concepto de Sociedades experiementales,

E
peramos luego a B. Con la repetición nada cambia en el sujeto ni en el con una economía y tiempo de los afectos pues el ejemplo de la inclu-

D
objeto (que es copia de una Forma Ideal). sión a partir del dar mutuo también opera aquí, él dejó de agredir a no

O
Esto sucede porque la imaginación retiene el pasado de la causa y suponer ya que es objeto de burla y el grupo lo incluye por su deseo

N
espera el futuro del efecto; queda así en evidencia que hablamos de un (que vence a la paranoia), en querer estar con sus compañeros.

R
presente vivo (Cronos), que va del pasado al futuro, de lo particular a A la lógica temporal A… no le sigue B, la repetición del grado, la

E
lo general, al mismo paso que la repetición. Un ejemplo simple es el de violencia en el aula y fuera de ella, se rompe con estruendo un hábito

T
la cicatriz como signo de haber tenido una herida. Es un presente vivo que no es sino ilusión. Y que es, asimismo, la que comanda la repetición

IN
que contrae un pasado. Por ello podemos afirmar que esta secuencia y desde un imaginario colectivo falsario, con el diagnóstico “no acepta
línea del tiempo es una verdadera generadora de hábitos; esperamos las consignas”. ¿No perciben acaso que está enojado por lo que le pasa
después de A… a B. TO en la vida y lo que le pasa con sus compañeros? Necesita tiempo real y
Tomemos el caso de un niño que en situación de conflicto con el subjetivo para hablar con ellos, no para irse a otra escuela después de
aprendizaje, no puede compartir con sus compañeros juegos en la es- no alcanzar las expectativas de logros de la escuela.
N

cuela, conversaciones, pues cree que se burlan de él pues tiene una Otro tanto, en otro campo, podemos afirmar de la lógica lineal de la
E

dificultad motriz,; al tomarse el tiempo el adulto que enseña en mos- política representativa y parlamentaria de la Argentina de los últimos
M

trar que es su miedo a que se burlen lo que lo hace agresivo y por eso años. Esa lógica dice del recambio y del progreso de las instituciones
U

ataca a sus compañeros, comienza considerar las cosas de otro modo, políticas (con su consecuente mejoramiento se producirían también
C

pero necesitó el tiempo del grupo para esta explicitación y su tiempo mejores ciudadanos, sin promover lo esencial, la participación activa y
O

subjetivo para comprender que lo que le decían era real en lo cotidiano, autora de los ciudadanos). Pero fue evidente que la acción -en el espacio
D

nadie se burló, siempre fueron supuestos los que dedujo de actitudes público- de la población, generó una importante mutación y la imposi-
de los otros; llevó un tiempo para que él y el grupo crearan una trama ción de otra lógica para pensar y sentir las instituciones que hacen que
de confianza y afectos, y sí pudiera jugar con sus compañeros, pues los sujetos se transformen en ciudadanos.
éstos al verse agredidos sin causa se negaban a que él participe, hasta El otro tiempo, el de la subjetividad, es el del acontecimiento 19-20
de diciembre de 2001; y fue un tiempo que rompió el determinismo, a

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partir de una acción deliberada de hacer la historia, creando una verdad En síntesis, este otro tiempo, el subjetivo, se opone como lo diji-
inmanente para ese momento y otro régimen de signos donde el devenir mos, al determinismo de la lógica de la modernidad y de la razón del
es minoritario, es decir, con semióticas contrapoder, y esa semiótica capital, y también al de la verdad como Uno. Es un tiempo donde las
tiene consistencia comunitaria. subjetividades colectivas hacen la historia, en lugar de esperar que la
Tomemos el ejemplo de los préstamos productivos que comenzaron lógica de la razón resuelva de acuerdo a la certeza del progreso y la
a circular basados en el sistema de honor en sus pagos. Un indecidible, Verdad histórica. Ese tiempo cósmico es el marco de las subjetividades

JO
un imprevisto para el CMI, cuya ética tiene como fin el endeudamiento que no creen en las certezas del porvenir, es más, tampoco consideran
expoliador e infinito de los desclasados y excluidos del sistema. Pero que el todo, indefectiblemente, es el conjunto de las partes; al contrario,

A
en el año 2004, a varios meses de la crisis del 2001-2002, se crea lo que afirma que el todo está en cada una de las partes. En tanto esa acción

B
se da en llamar El banco popular de la buena fe1, con fondos públicos por sí misma encierra la libertad como acto, y no espera una libertad

A
manejados por ONGs. Inspirado en el sistema ideado por M. Yunus, más allá a alcanzar.

R
este banco en Argentina funcionó otorgando pequeños prestamos con Si cada parte, entonces, encierra en sí el todo, cada fin, por lo tanto,

T
muy baja tasa de interés, y la confianza común era la garantía. Puesto está en el medio. Esta es una visión libertaria pues no hay una meta a la
en marcha el sistema, se otorgaron créditos a 160 mil personas. No cual llegar, no hay un progreso gradual que envíe a los sujetos a esperar

E
tiene sucursales ni sigue la lógica financiera, Para acceder a un crédito el fin esperado; contrariamente, ese fin se logra en cada acto presente

D
se pide que cinco personas conformen un grupo y el dinero se entrega que se convierte en el medio. En consecuencia, la libertad, considerada

O
de manera individual, pero el que se hace cargo del pago mensual es de esta forma, no es un estado al cual llegar; y siguiendo a J. P. Sartre,

N
el grupo. Esta ayuda mutua crea un sistema de confianza mutua y sos- decimos que: “la libertad es tal que en cada acto está en juego la libertad

R
tienen emprendimientos colectivos o individuales. Pero lo importante misma entera, el sentido del mundo y la responsabilidad del agente por todo lo

E
además de la iniciativa que funciona en otros países, es el alto grado que es” (Cordua, 1994: 89).

T
de recupero de los créditos. M. Yunus comenzó prestando dinero de Por lo tanto no es un fin a alcanzar, sino que está en cada acto. Es

IN
su propiedad y comprobó que en Bangladesh los pobres devolvían los por ello que el poema que encabeza el capítulo resulta por demás sig-
créditos sin ningún atraso. En Argentina ocurrió lo mismo. nificativo desde esta perspectiva.
Contrariamente, en tanto el deber ser impere como determinación,
TO Lo mismo podemos pensar del futuro, pues éste como lugar central
el presente será una contracción de instantes del pasado; y en tanto lo en el determinismo es un momento de totalización, de globalidad rea-
nuevo es reproducción de lo antiguo, estará en función de una memoria lizada (así las instituciones democráticas y republicanas por sí mismas
N

portadora de una verdad más allá de la historia presente. En el caso llegarán a ser en el futuro cada vez más perfectas). Y quizá sea necesario
E

citado del Banco de la buena fe, el retorno de viejas costumbres deu- considerar al futuro como un modo del presente. Ese pensamiento pue-
M

doras, la de no pagar, se basa en la falta de confianza entre prestador de ser importante en tanto en el presente encontramos una porción de
U

y deudor, por intereses usurarios las más de las veces que impone el verdad, pues no hay situación universal y el universal en todo caso es
C

poseedor del capital. En este caso se rompe la vuelta de lo Mismo como un elemento de la situación singular. Desbrozamos así el camino para
O

ethos, costumbre arraigada de incumplimiento ante lo que se siente como considerar los tiempos, las aceleraciones y la fluidez requerida por el
D

abuso del otro. Si no se siente tal trato abusivo, se cumple y el banco actual sistema de producción.
recupera lo prestado. Otra lógica, más racional a la del capital financiero
cuya esencia es especular y ganar todo lo posible en el menor tiempo. Sumisión y fluidez

1. www.desarrollosocial.gob.ar

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Por la fluidez propia de los movimientos dentro del sistema capitalis- además de la solidaridad y el cooperativismo. Esta mixtura tiene una
ta, es necesario reconocer que las exigencias subjetivas son cada vez más trama para revelar, pues el segundo tiempo, el subjetivo, se subordina
notorias. En el campo laboral, por ejemplo, los criterios empresariales al tiempo compulsivo de la lógica de la ganancia. Se es cooperativo
determinan que los sujetos deben tener como características sobresa- para producir más beneficios, se es arriesgado para promover asumir
lientes, en este segmento histórico del capitalismo mundial integrado, responsabilidades y dominar y demoler en un mundo altamente com-
dos elementos: la sumisión y la flexibilidad. petitivo, destructor de subjetividades.

JO
Si tomamos como referencia a los cursos de formación de empleados Sabemos que las fuertes nociones en el imaginario social dicen que
de megaempresas en EEUU, y también al contenido de los cursos de cada uno debe asumir la soberanía de sus propios cuerpos y deseos

A
aspirantes en las mismas, notamos que existe un verdadero aggiorna- para alcanzar el éxito, si ello no es posible para las subjetividades, serán

B
miento a estos tiempos fluidos2; las pruebas se caracterizan por escalar consideradas entonces prescindibles.

A
muros y postes, y lo hacen hombres y mujeres de diferentes edades. La empresa Phillips en Argentina estableció un modo de organiza-

R
También caminan sobre alambres y saltan al vacío atados por una soga ción laboral en el que cada trabajador acuerda con su supervisor el ho-

T
al compañero. De esta forma la empresa pretende que el aprendizaje rario de entrada y salida de su trabajo; además, hay días en la semana en
se oriente a asumir riesgos, y a enfrentar lo desconocido soportando el que trabajan desde su casa con el teléfono o bien desde su computadora.

E
miedo. Por otro lado, parece necesario que el sujeto pueda transferir La disciplina fabril dejó de existir en este modo de trabajar, ya se hace

D
importantes montos de confianza a sus compañeros, pues de la impli- desde la distancia y a tiempo completo, pues así como el horario es libre

O
cación recíproca de cada uno depende la vida o la supervivencia dentro para trabajar lo es también para interrumpir el descanso si fuera necesa-

N
del sistema, que para esta ideología es algo similar. rio. Parece haber soberanía de cada uno sobre sí mismo, pero no es tal.

R
Una prueba especial es la llamada prueba del pañal, pues los que Esta falsa fluidez y autonomía de los sujetos enmascara el despotismo

E
la atraviesan generalmente no controlan sus esfínteres; en la misma se del tiempo compulsivo del capitalismo, que tiene como meta llegar a la

T
trata de saltar al vacío desde una plataforma que gira a gran velocidad. verdad que sólo otorga el éxito, verdad de la ganancia individual. Esa

IN
Si el objetivo es abandonar viejas pautas de conductas y sobrevivir soberanía de cada uno sobre sí no hace referencia a la autonomía sub-
en un mundo cambiante a cada momento, fugaz, y flexible, entonces jetiva que se implica en un devenir singular y a la vez colectivo, que se
las subjetividades deben estar dispuestas a sumergirse en un tiempo TO construye en diferentes momentos y que percibe las verdades del aconte-
fluido, para nada rigidificado, pero en función de seguir repitiendo cimiento no como absolutas ni eternas. Aquí pues autonomía verdadera
lo que el sistema requiere de ella, a la manera de una buena copia en significa aquí capacidad de acción deliberada, autoinstituyente de los
N

referencia al Modelo3. actores sociales, en función de esa capacidad de poder constituyente,


E

Aquí se produce una interesante mixtura entre un tiempo cronoló- tal como lo vimos con Toni Negri, en tanto es autogestiva del colectivo
M

gico, el de la determinación de la lógica de la empresa y el beneficio, y social. Es la sociedad la que delibera y explícitamente establece las reglas
U

por otro lado, el tiempo subjetivo, el de la invención y la creatividad, que darán sentido a su existencia, y ese establecimiento no está dado
C

de una vez y para siempre, pues esas normas y reglas pueden ser cam-
O

2. Y ello nos recuerda a la obra de Zygmunt Bauman, Amor líquido, quien dice que aquello
biadas cuando el colectivo lo crea necesario. De este modo las normas
D

que caracteriza a la modernidad son las relaciones líquidas, esas en que los sujetos no se no se hallan más allá de la sociedad, son creación explícita, autónoma
dejan atrapar, que se escurren, y por supuesto ello contrasta con la solidez de las antiguas y deliberada de los actores.
relaciones. Por supuesto no es lo mismo la flexibilidad que los amores líquidos, pero es
importante poner énfasis en la discontinuidad, en la actitud advertida ante el imprevisto.
3. Y aquí retornamos a la adaptación a lo que se supone “saludable normalidad”, expuesta Ética de la emergencia o ética de la solidaridad
anteriormente por A. Miller (1998: 88), que trae consigo el riesgo de que los sujetos
pueden ser utilizados de este modo para muchas cosas.

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Si pensamos en una ética consubstancial a este tiempo fluido pero También la matanzas de los estudiantes en México, en 2014, cuyos
compulsivamente despótico, reconoceremos a la ética de la emergencia4 cadáveres fueron calcinados, es otra muestra de la impunidad de los
como un modo de pensamiento y conjunto de prescripciones funcio- grupos policiales y parapoliciales cumpliendo su tarea de aterrorizar
nales al despliegue actual del capitalismo, inspirada en la compasión a la población, y pretende con esos actos el silencio, acerca de lo que
pos-colonialista. las gentes sabe sobre los narcos, la policía y el ejército cómplices de los
Entendemos por lo tanto a esa ética como aquella que surge como primeros.

JO
un ligado de acciones ante las condiciones socio-históricas que se en- Seis semanas después de la desaparición de los 43 estudiantes mexi-
cuentran los países pobres. canos en el estado de Guerrero, presuntos sicarios del narcotráfico

A
Si analizamos el síndrome de la deuda elevada notaremos que en confesaron que los jóvenes fueron asesinados y que sus restos fueron

B
cada uno de lo países que lo padecen ha habido incidencia directa del quemados, depositados en bolsas y arrojados a un río cercano, informó

A
F.M.I. en sus economías. En la mayoría de ellos aumenta el odio de clase ayer el fiscal general mexicano, Jesús Murillo Karam. En un crimen que

R
y las diferencias étnicas; y ello no es compatible con las democracias conmocionó al país y que desató manifestaciones en todo el mundo, tres

T
formales, pues esa forma de representación política se resquebraja con de los detenidos revelaron que los estudiantes fueron asesinados luego
las vigencias de las políticas y exigencias del F.M.I. de ser entregados por un grupo de policías. “Los quemaron con ropa y

E
Sin embargo, se hallan estos gobiernos presionados por una serie de todo”, contó Murillo en una conferencia de prensa.

D
condiciones de difícil cumplimiento; con el ajuste como único instrumen- Por otro lado se agregan los combates que se producen entre los

O
to de la economía deben mantener una apariencia de democracia formal, mismos sectores empobrecidos, y ello desde los países centrales aparece

N
aplicar las condiciones estrictas del Mercado (apertura de la economía, como iniciativas bárbaras y de difícil solución, lo que aumenta la cohe-

R
competencia global y deterioro de nivel de ingreso y por lo tanto de sión del mundo occidental frente a la barbarie miserable. Recordemos lo

E
nivel de vida de la población y conservar el poder). Tres instancias que ocurrido en la década de 1990 con las protestas del pueblo Ogoni contra

T
parecen poco compatibles entre sí. Es evidente que uno de los modos de la multinacional Shell en Nigeria. La etnia Ogoni, con el poeta Ken Saro-

IN
esta forma de gobierno es la eliminación, desde el Estado o bien desde Wiva encabezando la protesta, acusaba a la Shell de envenenar el medio
Grupos Parapoliciales, de delincuentes, de sospechosos de crímenes, ambiente del delta e impedir con ello todo progreso económico de los
robos, etc. (las prácticas policiales de terror y de amedrentamiento son TO campesinos de la zona. Por temor a perder los contactos con Shell, el
generalizadas sobre los jóvenes que viven en barrios populares, sólo gobierno, fiel a los mandatos ideológicos de Occidente y la multinacio-
por portación de rostro, color de piel e identidad). Recordemos por lo nal, mantuvo una persecución feroz contra los rebeldes y los tribunales
N

demás, entre otras, la masacre del Naya, en la un grupo de parapoli- oficiales mandan a ejecutar al líder poeta, es así que condenan a la horca
E

ciales en Colombia forman parte del escuadrón de paramilitares que a Ken Saro-Wiva. En verdad lo que fue una lucha consustanciada con
M

asesinó a más de 40 campesinos indígenas y afrodescendientes en el la supervivencia de un pueblo que impide que Occidente contaminara
U

Alto del Naya, hacia el año 20015. Y esto es relevante pues a la fecha, su hábitat, el mismo Occidente lo transforma en una lucha de facciones
C

un dirigente campesino refugiado en Venezuela afirma que el ejército étnicas.


O

y los paramilitares operan juntos6. La invasión de países centrales a países de Medio Oriente es otro
D

ejemplo, con la justificación de que estos últimos poseen proyectos des-


tructivos hacia su población, y que era necesario derrocar a líderes que
4. Nuevamente, Susan George nos provee de información (George, 2001). antes fueron funcionales a sus políticas; para llevar la democracia a ese
5. Fuente: www.equipo nizkor.com.co pueblo, se los invade y aún continúan las consecuencias de la guerra,
6. Piqué, M., “Paras y ejército siguen operando juntos”, Página 12, 16 de marzo de 2008, pues aparecen organizaciones como ISI o Estado Islámico, que convo-
p. 12.

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cando a los musulmanes más radicalizados toman territorio en medio políticas de la Iglesia Católica, parapetados en la moral cristiana, impide
oriente y aterrorizan a Europa con atentados. el debate claro y explícito acerca de la despenalización del aborto en la
Otra situación ocurre en América latina tensionando relaciones entre mayoría de los países latinoamericanos. Alrededor de dos millones de
países, pero sin las dramáticas consecuencias de la guerra, se sucede niñas y jóvenes en países en desarrollo recurren a abortos clandestinos
con la implantación de una planta de pasta de celulosa de la empre- e inseguros. Así, se conjugan la propagación de la ignorancia de los
sa finlandesa Botnia en la ribera del río Uruguay, en suelo uruguayo. derechos de las mujeres (quienes terminan acusadas y criminalizadas

JO
Ambientalistas argentinos y uruguayos resisten a su funcionamiento y en verdad son víctimas) con la catástrofe y muerte de millones, y ello
por contaminante, y la rispidez entre ambos gobiernos es alarmante. El se instala como política de exterminio, a pesar de las resistencias de

A
argumento de la empresa y del gobierno uruguayo es el beneficio por grupos que intentan luchar contra el oscurantismo.

B
la creación de empleo. Los medios de comunicación claramente muestran que los desastres

A
Ahora bien, las consecuencias para esos pueblos suelen ser desastro- producidos por las guerras interétnicas son similares a los que produci-

R
sa, en términos humanos y materiales, presentes y futuros. Sin embargo, rían niños gobernando, o bien hacen la sinonimia de pobre = indígena =

T
desde el imaginario occidental se registran imágenes humanitarias de niño. Y esta caracterización es tan vieja como la ciencia moderna, pues
organismos internacionales y enviados de gobiernos de países centrales una cohorte de genetistas, fisiólogos, y también psiquiatras quisieron

E
que socorren a las víctimas; en esa tarea de elaboración, construcción y demostrar la superioridad racial de occidente. Frantz Fanon (1974) nos

D
transmisión de imágenes es fundamental la colaboración de las cadenas recuerda cómo el profesor francés Porot describe al indígena argelino:

O
de medios de comunicación internacionales. “ninguna o escasa motividad; crédulo y sugestionable al extremo; terquedad

N
Sobre ese piso de muerte y atrocidades, se levanta el espíritu huma- tenaz; puerilismo mental; sin el espíritu curioso del niño occidental; facilidad de

R
nitarista, solventado desde una ética de la emergencia que sustituye a los accidentes y las reacciones pitiáticas. El argelino no percibe el conjunto. Las

E
la ética de la solidaridad. Esta última prescribe que ante los avances cuestiones que se plantea se refieren siempre a detalles y excluye a todas sínte-

T
contra la biosfera de las multinacionales, deteriorándola, se tejan a es- sis. Puntilloso, aferrado a los objetos, perdido en el detalle, insensible a la idea,

IN
cala mundial estrategias de resistencias que se articulen con las de los rebelde a los conceptos…” (p. 30). (Con cierto esfuerzo ideativo podemos
rebeldes Ogonis, en este caso; esa trama de resistencia es la que dificulta poner esta descripción en boca de algunos intelectuales, investigadores
a las multinacionales su tarea de destrucción. TO y periodistas argentinos que plantean nociones similares para el villero,
Lo sabemos, a pesar de que exista la firmeza de la vida, esas catás- el piquetero, el hombre desocupado del interior, el inmigrante pobre).
trofes siguen produciéndose; pero la resistencia globalizada surge como Así surge Occidente para lograr el socorro, cuando siempre antes ha
N

una urdimbre cada vez más tupida y obstinada, en tanto la guía la ética vendido armas para que esa destrucción sea posible. Aunque los orga-
E

de la solidaridad y la ética de la amistad. nismos de ayuda sean independientes de los propósitos de conquista
M

La ética de la emergencia, dadas las condiciones actuales de las cala- de los Estados occidentales y mantengan sus buenas intenciones.
U

midades provocadas por la injerencia de Occidente, parece ser necesaria Por lo visto, la ética de la emergencia sólo responde a un criterio
C

para mitigar el dolor de los oprimidos, pero es funcional a todo el sistema binario de clasificación (tutores - tutelados) en tanto las víctimas actúan
O

de explotación si la inspira la caridad pos-colonial por los afligidos y como sujetos que debieran ser tutelados; y los tutores salen a cubrir a las
D

los agobiados de los países pobres; pues sigue sosteniendo las jerarqui- consecuencias del irraciocinio de los tutelados, aunque en verdad son
zaciones binarias entre los que dan ayuda y los que la requieren; por las fuerzas, los gobiernos centrales y el Mercado los que los dejan con
otro lado no se articulan a una política global de resistencia a las causas consecuencias desastrosas. Y ese binarismo responde a una secuencia
que provocan la aflicción. La otra ética, la de la solidaridad, se produce temporal donde hay una memoria trascendente, que se presenta como
como malla de lazos entre pares e iguales. Recordemos que las fuerzas el bien y la razón, en oposición al mal y lo irracional. Tenemos como

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ejemplo la guerra entre los Hutus y los Tutsis en Ruanda, donde la Si focalizamos el análisis en Argentina, encontramos que el nivel de
conquista de la tierra y la consecuente masacre fue monitoreada por violencia delictiva aumentó; los estudios realizados (lo hemos visto en
Occidente, quien no hizo nada por evitar esa guerra disfrazadamente el capítulo IV, muestran que es correlativa en un 90% de coincidencia
étnica. Y apareció así en los televisores de occidente un exterminio entre la curva de índice de desigualdad de ingresos con la de robos y hurtos.
bárbaros, irracionales, malas copias, que deberán seguir la flecha de Lo que se muestra con claridad es que es necesaria una diferente distri-
la evolución del pasado hacia el presente para dejar de ser bárbaros y bución del ingreso y que la inequidad social lleva a que las diferencias

JO
convertirse en civilizados. para los sectores más marginalizados se transformen en insoportables.
No debemos dejar de recordar que Ruanda, país de población ma- Es necesario aclarar que el robo se produce por una mixtura de ne-

A
yoritariamente católica, apoyó a los paramilitares Hutus convertidos cesidad imperiosa de sobrevivir junto a otros elementos sociales, cul-

B
al catolicismo, sostenida además esta etnia por el Vaticano pues diplo- turales y subjetivos. Así, no todo robo cubre una necesidad inmediata,

A
máticamente ayudó a escapar a los asesinos Hutus y sacerdotes cola- ni tampoco todo desempleado roba, pero es necesario aclarar que sí

R
boradores7, y no condenó la muerte de los Tutsis a manos enemigas. aumenta el nivel de delitos cuando se hacen más visibles los registros

T
Los católicos del país asistieron con la compra de machetes y auxiliaron de desigualdad, y de ostentación de esa diferencia; y no aumenta nece-
activamente escondiendo en iglesias a los creyentes católicos Hutus. Lo sariamente el nivel de delitos cuando hay más desocupación, según lo

E
que se llama guerra fraticida en verdad habría que llamarlo genocidio., muestra el estudio citado.

D
con un millón de muertos en 3 meses (de abril a junio de 1994). De mantenerse estos niveles de desigualdad, las consecuencias son

O
Respecto del modelo formalmente humanitarista occidental, parece progresivas en tanto habrá mayor deserción escolar, incremento de

N
que sólo espera que las víctimas se maten entre sí para acudir después a problemas de índole psíquica, mayor marginalidad y desnutrición, au-

R
su atención. Escondiendo su colaboración con una de las partes aliadas mento de estrategias de vida como la prostitución o venta de drogas,

E
internas por intereses económicos políticos; claro que en el caso citado sumados a un aumento de los delitos y de la violencia en los mismos.

T
de Ruanda, se trasladaron a los sacerdotes colaboracionistas con el ge- Pero también invita este estudio al análisis de cómo las subjetividades

IN
nocidio a provincias belgas y francesas. perciben, sienten y procesan las desigualdades de orden económico y
cultural social. Es evidente que las mismas no sólo provocan las conse-
El tiempo de la guerra cotidiana TO cuencias descriptas en el ámbito económico social, sino también a nivel
de las subjetividades.
Si el aumento de la tasa de criminalidad y de la violencia delictiva es
N

correlativo a la percepción de desigualdad, entonces hay indicios de la


E

7. Atanasio Seromba, sacerdote, acusado por el Tribunal Internacional de Ruanda de haber potenciación del odio de clase de los sectores excluidos hacia aquellos
M

tomado parte en el genocidio que acabó con 800.000 ruandeses de la etnia tutsi y hutus sectores que supone pudientes o enriquecidos (aunque quizás pronto
U

moderados, en 1995, se entregó al alto tribunal de manera voluntaria. La decisión de Se-


romba, de 38 años, que se había refugiado en Italia, responde a los deseos del Gobierno de serán tan pobres como ellos).
C

Roma de resolver el conflicto planteado por el tribunal, que reclamaba al sacerdote desde Lo que significa que un hombre o una mujer desocupados no ne-
O

1998, cuando completó un voluminoso informe que implicaba al mismo en numerosos cesariamente acumulan frustración y malestar existencial por estar sin
asesinatos. Ayer, el nuncio del Vaticano en Ruanda, Salvatore Pennacchio, pidió que Se-
D

romba sea jugado con celeridad, como ha reclamado el propio sacerdote, cuya entrega a empleo, sino también que los elementos de visibilidad que se dan a ver
la justicia fue calificada por la Santa Sede como un acto ‘de responsabilidad y valentía’. como exhibición de la riqueza exacerban aún más la hostilidad de los
Decenas de testimonios atribuyen al religioso una participación activa en la matanza de
excluidos. Se traduce esa hostilidad, por una parte, en un aumento de
dos centenares de tutsis que se habían refugiado en su parroquia de Nyange, no lejos de
Kigali, el 8 de abril de 1994. Las acusaciones fueron silenciadas durante meses, pero, al la frustración y sentido de desesperación que quizás los impulsa a de-
final, el caso estalló salpicando indirectamente a la Iglesia italiana, que había acogido al linquir, y por otro en un incremento de la violencia que se revela como
fugitivo con los brazos abiertos (www.elpais.com).

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destrucción imaginaria y simbólica de los que resulta ya inalcanzable, temporales subjetivas. Si existe un aumento de la violencia y la inseguri-
aunque los sueños de la publicidad lo sigan proponiendo. Recordemos dad cuando aumenta paralelamente la desigualdad entre ricos y pobres,
que para R. Merton, la tensión se crea por la combinación entre exclu- es porque hubo un presente en éstos que fue un presente en el futuro,
sión económica y social y la inclusión cultural “pero para compensar esa como meta exitosa a alcanzar, en tanto el sistema del mérito lo promovía;
discrepancia le da un nuevo y especial énfasis a la identificación cultural. Así se creó pues la ilusión de que ese presente conlleva indefectiblemente
nuevos pares de zapatilla cada mes, remeras Mickey, caricaturas glorificadas, a un futuro superior, de riqueza, que llegaría cuando se derramara la

JO
obsesiones raciales, patriotismo, e ideas de ley y orden (...) son también impor- copa de los ricos, según un conocido enunciado neoliberal.
tantes para la historia del centro desfavorecido” (Young, 2001: 35). Por ello la noción de que las determinaciones de la historia marcan

A
Sin embargo, esa inclusión cultural no alcanza, por el contrario, un camino lineal y consecuente con el deseo de los sujetos no puede

B
exacerba la desigualdad y se genera una violencia casi circular entre sostenerse, en verdad denotan un derrotero compulsivo de espera del

A
los mismos oprimidos, como modo de descarga de la agresión. Parece futuro, en tanto el deber ser permite llegar a la verdad como meta (esa

R
remitir esta situación a la misma que describía Jean Paul Sartre en el verdad bien pude ser: enriquecerse, disfrutar lo más posible, ser exito-

T
prefacio de Los condenados de la tierra: “Lean a Fanon: comprenderán que, so, etc.). La caída estrepitosa de esa verdad y de esa ilusión temporal
en el momento de impotencia, la locura homicida es el inconsciente colectivo no deja de producir consecuencias que conmocionan y deterioran a las

E
de los colonizados. Esa furia contenida, al no estallar, gira en redondo y daña subjetividades; los modos de sentir, de pensar y de actuar se descom-

D
a los propios oprimidos. Para liberarse de ella acaban por matarse entre sí” (en ponen y perturban, buscando ya en el presente (delinquiendo, robando

O
Fanon, 1974: 17). por primera vez) ese futuro prometido, aún aferrado a la ilusión de

N
La violencia del colonizado se descarga primeramente sobre otros aquello que se le prometió debía llegar, e intentando tenerlo ahora, de

R
colonizados cuando es furia encerrada, enceguecida de impotencia y cualquier modo.

E
sólo después, aunque no siempre, se dirige sobre el colonizador. La otra opción subjetiva respecto del tiempo, propone encontrar

T
Además, podemos trasladar en parte este esquema de interpretación el futuro aquí en el presente (donde cada acto presente es de libertad,

IN
y ver que según las estadísticas en Argentina actual, han aumentado de pensamiento crítico respecto del consumismo o de los sistemas de
notablemente los delitos donde el que delinque lo hace por primera vez, representación política, por ejemplo); sin creer que hay una meta futu-
en el marco de la más cerrada impotencia. Y dónde esa salida (muchas TO ra a la cual llegar como estado de totalización -donde todo puede ser
veces imaginaria) sólo significa encontrar un límite para dejar de girar consumido y el sistema de representación política al fin representa la
imaginariamente en la espiral de la decadencia que lo traga. totalidad de los derechos de los ciudadanos-.
N

Ese aumento de la violencia promueve como respuesta que las El acto presente de libertad se diferencia de buscar desesperadamente
E

visibilidades de la riqueza sea menor, y que se velen ostentaciones pa- en el presente el futuro que debía llegar con el mérito del que lo busca.
M

sadas para evitar una provocación, desde la lógica del incluido; y por Si se encuentra la libertad en el presente, entonces la parte incluye al
U

otro, aumentan los registros de visibilidad de la pobreza, haciéndose todo y el ser es potencia, como un enigma que es un interrogante x; ese
C

cada vez más presente, en lo descarnado del pedido mendicante como ser potente es el que promueve autonomía como creador de sentido.
O

enunciado visible y en lo cruel de la visibilidad del cuerpo envilecido Hay una singularidad que como potencia carece de identidad estable,
D

comiendo basura. Es evidente también que los modos de los mendican- no hay caminos trazados que otros proponen como imperativos lógicos
tes se han transformado y se revelan en la desesperación y la urgencia. o estructurales a los cuales someterse.
Además, estas correlaciones suponen que las subjetividades se en- Si retomamos entonces el subtítulo de este apartado, reconoceremos
troncan en procesos históricos temporales, por un lado cronológico, que el tiempo de esta guerra cotidiana desatada en Argentina, es un
como lo hemos ya visto, pero por otro lado se sumergen en corrientes tiempo gestado al fuego de la frustración por la caída de la ilusión.

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La guerra es por el hambre, sin dudas, pero la exacerbación de la CAPÍTULO VIII


violencia está dada con relación a un tiempo de la espera que ha caído
y por ello lo que se presenta como visibilidad de la desigualdad está La sociedad contemporánea
en el origen mismo de los actos delictivos y del aumento de los vio-
lentamientos subjetivos. No hay libertad, ni en la espera ni en el acto y sus agrietamientos
de violencia (que es distinto del acto del robo como recuperación vital

JO
para la subsistencia); esa carencia de libertad es claramente capturante
para las subjetividades, pues es el punto ciego de un espiral destructivo

A
de todo lo que encuentra. Así el que mata innecesaria y alevosamente

B
en un robo, como el que mata innecesariamente defendiéndose de un

A
delito, cree tener la totalidad en ese acto de libertad (que en realidad es

R
supuesta), mientras que él mismo se subsume en esa totalidad demo-

T
ledora con ese plus destructivo. n Lógica del sentido, G. Deleuze (1973) incluye un capítulo que
denomina Porcelana y volcán; allí queda explícito el concepto

E
Epílogo de grieta, que toma a su vez de dos escritores (Scott Fitzgerald

D
y Malcolm Lowry). Según Deleuze la grieta no es otra cosa

O
En síntesis, creemos que así se consuma el genocidio cotidiano donde que la efectuación del acontecimiento; es un efecto de superficie que

N
las víctimas seleccionan a las mismas víctimas. Y allí se termina de con- resquebraja los cuerpos con lentitud. Esa lentitud permite que el traza-
do de la grieta sea imperceptible para todos; es un proceso sucesivo y

R
solidar el “Estado Penal”, que como vimos, se justifica criminalizando la
lento, ya sea para el cuerpo singular como colectivo. Podríamos pensar

E
miseria; esto tiene su correlato con políticas de encarcelamiento masivo,
que este es un trabajo de toda una vida. El capítulo comienza con una

T
exterminio ante la mínima sospecha de delito (con escuadrones de la
cita de Fitzgerald: “Evidentemente, toda vida es un proceso de demolición”.

IN
muerte cuyos miembros son de las fuerzas de seguridad); además de la
propagación de la “habilitación” en la población de hacer prevención y Recordemos que para Deleuze el cuerpo es un conjunto de fuerzas
justicia “por mano propia”. TO que se articulan como un complejo que tiene la condición de ser capaz
En suma, la conjunción tiempo, racionalidad y verdad, de acuerdo a de afectar y ser afectado. Nada más lejos del organismo, como concepto,
lo descrito, son elementos constitutivos de las subjetividades contem- que este complejo de fuerzas. Este cuerpo no se reduce a lo orgánico.
N

poráneas. Y ello no debe dejar de considerarse cuando se analizan los Además, el cuerpo, al despegarse del imaginario que rodea al orga-
E

contextos que ejercen fuertes presiones sobre las subjetividades. De nismo, puede ser entendido como cuerpo social, biológico, económico,
M

ellas pueden partir innovaciones, salidas creativas, montadas en líneas familiar, educativo, terapéutico. Cada uno de ellos se configura como
U

de fuga (donde se ideen nuevos modos de representación, de hacer un ligado de fuerzas y afecciones que circulan y atraviesan al propio
C

funcionar cooperativamente las fábricas, de distribuir la riqueza); y cuerpo y los que entran en contacto con él. De este modo se producen
los encuentros entre los cuerpos, y de acuerdo al efecto que se produzca
O

ello es posible si se tiene como línea a un tiempo subjetivo, pasional.


pueden ser buenos o malos encuentros. Son buenos, nos dice B. Spinoza
D

Pero también y contrariamente -cuando son capturadas por la lógica


del otro tiempo- pueden someterse por el peso de mandatos cada vez cuando el encuentro permite aumentar al cuerpo su potencia para ha-
más crueles y mortíferos, en tanto el tiempo de la repetición se une a cer, para actuar, se acrecienta su alegría; es malo el encuentro cuando,
una Razón y una Verdad despóticas, que al desplomarse devastan a las contrariamente a lo anterior, disminuye la potencia para hacer, ello lo
subjetividades, encegueciéndolas ante el estallido del mundo ilusorio. denomina tristeza.

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Esta línea progresiva que fisura y va destruyendo una vida, es relati- Recordemos que la sociedad durante la dictadura 1976-1983, se
vamente irrigada por los golpes que caen en la subjetividad proveniente fundaba en premisas muy claras: el silenciamiento forzado (Kordon y
del exterior, aquellos que no podemos dejar de percibir de manera con- Edelman, 1986), como mandato fuerte que imperaba a todo momento.
tundente y con clara desesperación; pero la grieta es sustancialmente Ese silenciamiento no sólo se refería a la represión que sobrevolaba sino
alimentada por otro tipo de golpes, los venidos del interior, aquellos también a la expresión de toda idea diferente. Incluso obligaba a las
que el propio cuerpo social (también por supuesto la propia subjetivi- subjetividades a negar la realidad inmediata de lo que ocurría.

JO
dad) no nota hasta que es demasiado tarde como un mal encuentro. Además, la realidad psíquica de los sujetos también sentía el acoso
Así, esos golpes se perciben de repente. Se manifiesta entonces la grieta y la coacción a toda experiencia que implicara la expresión de cualquier

A
que descompone y sustrae potencia para actuar, promueve tristeza, mi- diferencia, en lo político, lo ideológico, lo cultural, de género, pues esa

B
crofascismos, violencia cotidiana, ya sea con los efectos de la represión disidencia era considerada signo de desadaptación social e incluso se

A
política y militar en la última dictadura o bien con las consecuencias dirimía en el terreno de la salud mental. Existía allí sustracción de lo

R
político sociales de los últimos años en nuestro país, excepto por un más vital de la existencia, generalizando la tristeza, la sustracción de

T
período de distribución del ingreso que intentó igualar a distintos sec- potencia. En suma, se psiquiatrizaba el disenso, y la diversidad sexual,
tores sociales (2003-2015). la identidad de género..

E
¿Es posible pensar acaso que la Argentina como cuerpo social ha Hoy, el actual proceso del capitalismo mundial integrado (neolibe-

D
percibido ya la manifestación de la grieta? ¿Con qué consecuencias ralismo), al depender de la economía internacionalizada, opera esen-

O
sociopolíticas? cialmente no con la adición de elementos, sino con la sustracción de

N
Si trabajamos sobre esta hipótesis, será preciso reconocer que la len- los mismos. Pues la mano de obra es reemplazada por el capital y la

R
titud del resquebrajamiento no permitió que se percibiera con toda información. Así es, en tanto los procesos productivos tecnologizados

E
claridad sino hasta que el mismo se manifestara. Es necesario también son los que comandan las producciones industriales. Incluso las bolsas

T
encontrar el lugar donde esa fisura se produjo, y no dudamos en decir de valores demuestran cómo suben las cotizaciones de las empresas que

IN
que fue en un espacio de interpenetración donde se declaró. Es en la despiden mano de obra y reducen gastos por salarios. Esto se relaciona
intersección entre el adentro y el afuera que se propaga como un mal directamente con un aumento de la lucha permanente entre productos,
encuentro en que finalmente se hace visible la grieta. TO empresas y marcas; lo que a su vez promueve un aumento de la tensión
Esa draga sobre la existencia de un cuerpo, del cuerpo del colectivo en la dialéctica incluido – excluido, que se corresponde con el empeo-
argentino, promovió una demolición vital. Recorramos cierta historia ramiento de las condiciones de seguridad y las tasas de delitos, y con
N

y ciertos lugares. la promoción de migraciones masivas.


E

Si una certidumbre tenemos es que este sistema de capitalismo finan- Según datos del Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos
M

ciero opera por sustracción, a diferencia del capitalismo propiamente Aires, el 60% de los delitos cometidos en los últimos años (2000-2010)
U

industrial. Pues en éste, los procesos económicos se restringían a la eco- fueron protagonizados por menores de edad; de ellos, el 58% son me-
C

nomía del Estado Nacional, por lo que la producción y la distribución nores de 15 años. Muchos son impulsados por la miseria y la desespe-
O

tenían como operación básica añadir valor, esto es, sumar los diversos ración, pero también es dable pensar que intervienen allí coordenadas
D

elementos que componen el producto o mercancía (materia prima, mano subjetivas de violencia en su primera infancia, que se produce entre los
de obra, capital), y ello da como resultado un coste determinado. Por años 1985 y 1990, con fuerte inestabilidad política, amenazas golpistas a
ello Henry Ford pudo decir: “Mis obreros reciben una paga tal que les es una democracia frágil pero especialmente en el marco de una crisis en
posible comprar los autos que yo produzco”. que la moneda termina por enloquecer en la hiperinflación. Teniendo
en cuenta, ciertamente, el marco sociohistórico post dictadura.

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Además, sobre estas subjetividades se suma el impacto que inme- terreno de la salud mental. En suma, se psiquiatrizaba el disenso. Nunca
diatamente después tuvo la política neoliberal sumergiendo aún más pudo ponerse en debate la despenalización del aborto, ni el consumo de
a los marginados del proyecto político económico con el aumento de sustancias prohibidas, ni el matrimonio igualitario sino hasta comenzada
la desocupación y la desinversión social. De acuerdo con Wacquant la primera década del presente siglo.
(2001), las consecuencias de la misma, que es efecto de la reducción del Un fenómeno que apareció con mucha intensidad hace poco más
gasto estatal, “1- acelera la descomposición de la infraestructura institucional de un lustro involucra a los adolescentes y jóvenes, pues se alcoholizan

JO
autóctona del gueto; 2-facilita la generalización de la violencia pandémica y cada vez más y es un dato de valor epidemiológico. En la guardia de los
alimenta el envolvente clima de temor; y 3- da lugar e ímpetu al florecimiento hospitales se recibían cada vez más casos de comas alcohólicos, e incluso

A
de la economía informal dominada por el comercio de las drogas” (p. 113). muchos intentos de suicidios de adolescentes lo realizan alcoholizados.

B
Ni uno ni otro contexto otorgó contención económica, socio libidinal Sospechamos que la situación hubo de agravarse en tanto declinaron

A
ni psicoafectiva a los más pobres, por la imposibilidad del modelo de los soportes que por aquella época sostenían emocionalmente a los ado-

R
incluirlos; por ello creemos que en la infancia de los actuales adolescen- lescentes (familia, padres con ocupación estable, educación, tiempo de

T
tes se dieron las condiciones para que el delito aparezca como ritual de palabras y de juegos). Durante los años de democracia progresista, se
iniciación de muchos de ellos, aunque sólo sea para pertenecer a un con- recuperaron esas instituciones pero con el sello de la diferencia inclusiva,

E
tinente de marginados que les permita ser reconocidos en la grupalidad. que lo dio para adultos y niñxs el haber sentido la demolición del aconte-

D
Tampoco debemos olvidar que es lo que ocurre con jóvenes y adoles- cimiento de diciembre de 2001-2002 y estar recuperando algo imposible,

O
centes de otras clases sociales, pues el vandalismo infantil en los coun- perdido para siempre, pero eso se transforma en la construcción de

N
tries o barrios privados es un fenómeno que se vislumbró hace tiempo, recuperación de algo diferencial, el otro. Sin embargo, el agrietamiento

R
es así que aquellas familias que pueden vivir dentro de la contención individual prosigue.

E
de las murallas del barrio, no están lejos de la violencia cotidiana del Debe considerarse que también la violencia se dispara incontrolada

T
medio urbano. Esos púberes fueron educados en los colegios más caros en estado de alcoholismo o bajo ciertas sustancias de uso prohibido.

IN
y en la seguridad de crecer en un medio casi natural; sin embargo, el Pero sin dudas hay una cultura del éxtasis y drogas sintéticas que se
malestar se revela destruyendo casas de vecinos, inundándolas, etc. Se propagan, que disimula una actitud evasiva ante la realidad, que causa
cree que el modelo de socialización que tienen, de gran libertad, impide
TO muertes por experimentación de los laboratorios clandestinos que las
después la aceptación de normativas de los adultos. En esta situación producen.
puede intervenir la violencia con que estos niños se empaparon en la El consumo de alcohol (y drogas varias) en adolescentes y jóvenes,
N

década dónde sus padres intentaron consolidar su posición social y evidencia un estado propio del exceso de la embriaguez, de la semiin-
E

económica en un capitalismo desregularizado, donde lel chantaje, la consciencia de estar en el mundo, de la atenuación de los registros senso-
M

extorsión, la evasión fiscal, la estafa son instrumentos inherentes para riales de la realidad, de la defensa que significa, como reacción, no querer
U

la sobrevivencia en el neoliberalismo. Estos años, de fuerte competencia comprender el mundo actual, al modo de una línea de fuga destructiva.
C

y erosionamiento de los vínculos más primarios de solidaridad quizás Por que esa reactividad quizá sólo evidencia el temor, la sensación
O

estén presentes de algún modo en el comportamiento reactivo y des- de indefensión que de modo inconsciente se albergó en su infancia
D

tructivo de estos niños. (durante los años pos-dictadura); pero también se mostró a partir del
Además, la realidad psíquica de los padres también sentía el acoso y silencio, la evasión, la culpa, la vergüenza y el miedo de los padres en
la coacción a toda experiencia que implicara la expresión de cualquier aquel período en que ellos no habían nacido. Pues son padres que por
diferencia, en lo político, lo ideológico, lo cultural, pues esa disidencia un lado están azorados por el vértigo del cambio cultural, tecnológico,
era considerada signo de desadaptación social e incluso se dirimía en el laboral al que accedieron ellos y sus hijxs (por ejemplo niñxs de fami-

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lias de escasos recurso eran provistxs de computadoras por el estado), piente. El marketing lo domina casi todo, ese es el verdadero hacedor
pero también silencian, son faltos de el don del afecto y de la acción de los modos de sentir y pensar y actuar de las subjetividades.
terapéutica de la ternura por las imposiciones de sometimiento que han Además, hay un signo de época, sólo basta ver programas de tele-
vivido en dictaduras. visión dónde la eliminación de los miembros se produce por mutuas
No deja de inquietar entonces cómo estas manifestaciones tienen delaciones, alianzas espurias, desimplicación de compromisos, ausencia
tuvieron un origen (en los años 90, desocupación, falta de perspectivas total de intimidad; y todo ello frente a un ojo sin párpado que todo lo

JO
sociales, laborales) que fue la actualización de otros orígenes y esce- ve, lo reconoce y lo juzga, en este caso el público con su voto junto al
nas político sociales del pasado. Ello puede mostrar también cómo el de los productores del programa. No existe ningún juicio crítico a tales

A
inconsciente se entrama esencialmente con lo político y enlaza actos y planteos ni actitudes.

B
acontecimientos sociales distantes entre sí, pero cercanos en la lógica Sin embargo, lo más importante para estos gobiernos es el apodera-

A
del inconsciente político, con una fisura casi imperceptible, la grieta. La miento de los medios de comunicación por parte de grupos empresa-

R
misma que puede retomar con énfasis su trabajo de demolición con el riales que hegemonizan un discurso social y político y censuran voces

T
neoliberalismo actual que endeuda a generaciones enteras. críticas al gobierno que se sostiene en base a la mendacidad de los
Otra manifestación que permitiría ligar el inconsciente colectivo con medios y a sus propias mentiras que aún son eficaces para el electo-

E
las escenas políticas fue la apatía de muchos jóvenes y adolescentes; en rado. Ello es consustancial al aumento de la represión de los sectores

D
una constante sensación de desamparo hasta la llegada de un fenómeno que reclaman por sus puestos de trabajo y por discutir libremente sus

O
de inclusión de amplios sectores ala vida política y cultural, con el go- salarios. El neoliberalismo militariza al Estado y encarcela opositores

N
bierno surgido en el año 2003, pero la desolación anterior a ese período sin reproches penales comprobables; trabaja para promover un odio de

R
-hasta la producción del acontecimiento 19-20 de diciembre 2001- fue clase, que impulsa esas decisiones. Se corre el riesgo de hacer proliferar

E
quizás similar (volvemos al mismo ejemplo) a la que han sentido sus el fascismo de la vida cotidiana, con el odio que es su alimento. Un

T
padres, inermes frente al aparato captor de la dictadura. Además, allí ejemplo lo tenemos en lo que el periodista Ernesto Meccia1 nos relata:

IN
sólo sobrevivían los que se atenían a las duras reglas, a la esclavización
Tomé el subte A en la estación Castro Barros. Era sábado y todos está-
del cuerpo y la voluntad. Todo juicio crítico se negaba. En la década del
bamos sentados. Menos una persona, a la que advertí que se dirigía una
90 la inmovilización fue desmovilización por ilusión de bienestar por
TO señora de mirada serena que –pienso– iba al trabajo. La persona que estaba
el consumismo en su primer período y en el segundo por abatimiento
parada era joven y probablemente inmigrante. También era probable que
y temor a perder el sustento magro que aún tenían algunos.
N
hubiera pasado la noche en alguna plaza, ya que la remera y el pantalón
Hoy los jóvenes quizá se atengan a otras reglas esclavizantes, desde la
E

tenían adherido pasto seco. Se ayudaba con una muleta y tenía la pierna
dictadura cultural de la moda y el consumo con sus marcas, a la estética
M

izquierda envuelta en una bota alta, de esas que se usan para los trauma-
dominante que tiraniza a la obediente anoréxica, la compulsiva bulímica,
tismos. Pedía limosna.
U

etc. Si observamos los programas infantiles veremos claramente que lo


Sin pestañear empezó la señora. Es mucho lo que estás pidiendo. Yo que
C

que importa son las publicidades de juguetes y comestibles que hay entre
vos iría a tu comunidad peruana o boliviana –no sé, no puedo ver bien–
O

bloque y bloque de programa. O cómo los útiles escolares son objeto


para pedir ayuda. Ahí tienen que ayudarte. La muchacha seguía recorriendo
D

de merchandising. En EEUU hay manuales de enseñanza escolares que


el vagón. La gente no le daba dinero. Esto envalentonó a la consejera, que
tienen como elementos centrales en los ejemplos, productos de marcas
prosiguió: ¿Te das cuenta? ¿No ves que nadie te da? Andá a tu comunidad.
conocidísimas. ¿Qué niño o niña podría sustraerse de esa cultura masiva
sin sentirse un paria? Pues aún la contracultura, anticapitalista, es inci-
1. Meccia, E., “Viajando en subte se conoce gente”, Suplemento Soy, diario Página 12, 4
de marzo de 2016.

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Yo también tuve un accidente y nunca dejé de trabajar. Yo me arreglé con se dibujo un modo de sentir donde lo peor es soportado y padecido,
mi familia. ¿Me entendés? No tenés que estar acá. Todo como si nada. aunque se piense y se quiera lo mejor.
“Andá”, “iría”, verbos de desplazamiento, como sabemos. Pero, como si Esa política de sustracción se propaga hasta nuestros días, pues el ol-
fuera poco, enmarcados en expresiones equivalentes a órdenes. vido que se pretende ausencia de memoria es el que permite despeñarse
Empecé a levantar temperatura. Me levanté y le dí unos pesos. Me senté a la comunidad en un abismo donde todo puede pasar, incluso un nuevo
y empecé a mirar a la agresora con la esperanza de que la terminara. genocidio que comienza con el maltrato cotidiano, con el fascismo que

JO
¡Qué esperanza! ¿Y vos por qué le das? ¿Te das cuenta? –¡ahora era yo el denuncia el color de piel, las ropas indecorosas para su gusto, el olor a
destinatario del didactismo!– Si no fuera porque yo dije que nadie le daba sudor de un cuerpo transido vendiendo lo que pueda vender. Y ello es

A
nada, vos no le dabas. Serenísima, volvió la mirada a la joven, que se había posible cuando no hay marcas sociales e institucionales que denotan

B
puesto a llorar. A vos nadie te da ¿No ves? ¿Cuánto hace que estás acá, que el olvido sólo será fundante -como lo era para los antiguos-, cuando

A
vos? Desde la derecha se escuchó: Pare de hacerla sufrir, señora. Y ya no no sea ausencia de memoria o de saber, sino acceso a la Ley, acceso a

R
pude sino levantarme para decir lo mío: Me da vergüenza como habla, la política que comienza donde no hay impunidad y puede construir

T
señora. Eso es racismo con todas las palabras. Ya sé: debía haber dicho la justicia, que es el verdadero antónimo del olvido. Justicia que debe
“con todas las letras” pero los lectores entenderán lo nervioso que estaba. garantizar el Estado con protección de derechos humanos y por lo tanto

E
Si una persona necesita ayuda, no importa de dónde es ni cuánto hace que promoción de salud mental a la niña del tren, estando en un hogar, con

D
está en cualquier lugar. No siga, señora, por favor”. afectos, familiares o no, alimentación y educación gratuita. Pero nos

O
La realización de la grieta, por lo tanto, lo podemos encontrar, precisamente, encontramos tal como aquel personaje de F. Kafka (Ante la Ley), donde

N
en aquello que se mantiene incólume, que es la sustracción de la humani- es imposible acceder a la Ley, aunque lo deseamos. Así los juicios por

R
zación en lo cotidiano, en democracia y en dictadura (lo humanizado hace delitos de lesa humanidad en Argentina comienzan a desplegarse y

E
diferencia, como visibilidad de la pobreza, como dar voz a la disidencia y finalizar, pero con las consecuencias de nuevas sustracciones, la del

T
como ampliar la crítica como expresión vital de salud mental) y la sustrac- testigo y militante social Julio López, desaparecido en 2006.

IN
ción de lo humanizado en el actual proceso de exclusión, como leemos Esa falta de acceso a la Ley permite hoy desbarrancarnos en la in-
en el relato de Meccia, quita futuro y también posibilidades de creación justicia, y en su contracara, la impunidad. Es por ello que un nuevo
en su unidimensionalidad.. TO genocidio se ensambla al anterior, como continuidad sinuosa que mata
Podemos considerar que un clima agónico, necesariamente silencioso en su despliegue, y compromete a todo el cuerpo social en la grieta,
que se efectúa en la superficie del mismo. El capitalismo, tal como lo
N
e inaudito, fue el que pintó de un solo gris la operación de sustracción
conocemos hoy, mundial e integrado, niega lo que existe más allá de
E

de personas en el Terrorismo de Estado. Sustracción que es hurto de


sus necesidades, y esa negación es la inexistencia como condena. Re-
M

la vida y escamoteo de lo viviente. Los desaparecidos, en su ausencia


no son sino presencias aplazadas y diferidas. Esa sustracción abrió una cordemos lo explicitado acerca del genocidio “necesario” para que el
U

grieta que como marca en el cristal es insondable, e irreparable. Nuestra sistema continúe sosteniéndose, aunque sea estropeando vidas, matando
C

comunidad fue sintiendo esa dilatación imperceptible, sin reconocerla lentamente. Y aquí entendemos al genocidio tal como lo hace Daniel
O

del todo, pero inexorable, y ello se produjo porque la política no pudo Feierstein (2007), en tanto intención específica de destruir a un grupo
D

desplegarse en tanto predominó la impunidad. Con la ausencia de jus- social. En el caso particular argentino, se destruyó junto a un grupo
ticia, según Yerusalmi (1989) –esa justicia que se opone al olvido–, se social, la relación de los sectores populares a ciertos grupos de poder,
hizo presente una memoria que es in-olvidable, pues trae la presencia que en un momento determinado fueron relaciones de cooperación que
dolorosa de lo que está ausente y no marca de la separación y el olvi- instaló ciertas políticas populares.
do; que sólo se logran si hay precisamente justicia. Esa marca creció y

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En un caso, con todos los dispositivos de un Estado Terrorista, se Este retroceso “se combina con varias formas de discriminación y pobreza extendida,
expurgó de malas copias y se las pretendió condenar a la inexistencia así como su contraparte, la disparidad extrema en la distribución de los recursos, no
-como si ello fuera posible-. Ese sistema que abrió la fisura lo hizo desde sólo económicos”. Así “se respetan los derechos democráticos pero se viola en forma
una concepción de Estado como Uno, que impide expresar la diferencia sistemática el componente liberal de la democracia. Uno puede votar libremente y confiar
ante la jerarquía de lo Mismo. Fue necesario entonces para ese Uno, ex- en que ese voto se escrutará limpiamente pero no puede esperarse un trato justo de la
terminar lo falso (el opositor militante), como copia des - semejante de policía o de la administración de Justicia”. La muerte lenta de la democracia “es

JO
la Idea como Verdad, como Patria patricia, como Tradición Occidental, un proceso largo en el que se produce una creciente corrosión, frente a la que nadie hace
como Mercado de Capitales Especulativos, como inserción en el Mundo nada porque no hay episodios muy espectaculares…Empiezan a pasar cosas que son

A
Financiero, con el cual debemos endeudarnos y ser una copia en falta. casi moleculares, el sistema legal funciona sesgadamente, los jueces miran para un solo

B
¿Cola de León o cabeza de ratón? lado, se condona la violencia sobre gente que no merece consideración (algún villero)…

A
Si bien se gestaba lentamente por años, ha habido una abrupta pre- Algunas asociaciones son perseguidas y reprimidas, la libertad de prensa padece un

R
sentación de la grieta con la crisis de 2001, con el aumento de la pobreza, sistema de censura de hecho...”

T
el hambre, el deterioro psíquico de adultos, jóvenes y adolescentes, y la Así, el trabajo de la grieta se manifiesta casi atrozmente con la muerte
muerte de miles de personas en nuestro país, nos hace reconocer que

E
cotidiana entre víctimas, en manos de las mismas víctimas, pero mani-
ello no es nuevo, pues reaparece 15 años después la posibilidad que

D
puladas por diseños políticos que propagan la violencia. Y recordemos
esa grieta que siempre estuvo pero en latencia entre clases sociales se el origen de ello, la muerte de la expresión y lo vital en el niño, que ya

O
haga presente ferozmente; esa latencia la dio un gobierno que desen- como adulto cumplirá órdenes y cumplirá lo que su “padre” (político,

N
deudó grandemente al país y generó inclusión social con programas de líder, grupo, religión) le indiquen, incluso matar, sin críticas. Quizá

R
cuidados a los más vulnerables y una importante política de promo- un ejemplo contemporáneo es la funcionalidad que tiene la violencia

E
ción cultural, así como ampliación de derechos de sectores hostilmente policial con la proliferación del “gatillo fácil” que mata jóvenes pobres,

T
tratados por mostrar sus diversidades existenciales; sí aparece como y los pedidos de aumentos de penas y con ello el pedido de pena de

IN
novedoso la magnitud de la catástrofe que parece advenir con el fin de muerte al mismo sector social2. Ese gatillo fácil se corresponde al mismo
esa latencia de la grieta, que se reabre, con endeudamientos evitables, tiempo con la corrupción policial, el enriquecimiento ilícito de muchos
con desempleo masivo, con el maltrato a los opositores, la represión y TO policías, las extorsiones y las violaciones de derechos humanos. Así “la
lo insondable de las consecuencias de todo ello; y además, sorprende criminalidad resulta consecuencia de la sociedad desigual y el castigo estatal
la repitencia en tan poco tiempo histórico social que se produzca en
N
resulta un instrumento más de reproducción de la injusticia social (...) Si hasta
un sistema de democracia representativa, quizás como único modo de
E

mediados de los 90 el debate público estuvo organizado vinculando violencia


hacer posible la destrucción sin resistencias masivas en un principio.
M

policial e inseguridad ciudadana, resaltando uno u otro de los términos de la


Sería necesario, además, ahondar sobre las características que ciñen discusión -atribuyendo responsabilidad en la inseguridad a la ineficiencia vio-
U

el contexto de nuestro sistema democrático, para ello citamos a Guiller- lenta de las fuerzas de seguridad...en los últimos cuatro años el debate ha sido
C

mo O’Donnell (1996: 39, 39), quien describe las “zonas marrones” que hegemonizado por la escenificación de la violencia criminal” (Tiscornia, 2000:
O

acechan a la democracia delegativa. Este sistema -en proceso de muerte 18). Es evidente que la lucha contra esta violencia criminal oculte una
D

lenta según el politólogo- se ve amenazado por las denominadas zonas guerra de baja intensidad que promovería el encarcelamiento y muerte
marrones, que se definen como aquellas:
“donde falta la dimensión pública, legítima, del poder; sin la cual desaparece el Estado 2. Recordemos lo que decía Walter Benjamín (1991): “Lo ignominioso de esta autoridad (la
Nación y el poder que éste sustenta”; agrega que la democracia puede seguir un policial) es que para ella se levanta la distinción entre el derecho fundador y el derecho
conservador. (...) las competencias de la policía rara vez le son suficientes para llevar a
rumbo afortunado o bien pueden retroceder a un autoritarismo extremo. cabo sus más groseras operaciones” (p. 32).

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de la población sobrante, mientras que los crímenes de “cuello blanco” la sobrevivencia del más apto, y el ocultamiento que produce ese mito
(estafas de banqueros, desfalcos, contrabando, evasión de impuestos) no promueve sino más control social y marginación, al abandonar a los
no son perseguidos. sujetos en la inmovilización y el sentimiento de descomposición, en un
Es por ello que las subjetividades se hallan sujetadas, por un lado, sentido amplio, pudrición podría ser un sinónimo que termina muchas
por la sustracción que hemos descrito, y por otro, por lo implacable de veces matando en vida al sujeto. En verdad “el control estatal duro, pasado
la lógica de la Razón, en tanto el sujeto liberal fue expropiado de sus de moda, a través del castigo, se verá crecientemente reservado para aquellas

JO
fuerzas, y éstas se hallan orientadas contra sí mismo. Tras la pureza se personas en la que la incapacitación es vista como “la única solución” –por-
persigue construir un mundo de signos desde el cual ejercer la violencia que ya no son de ninguna utilidad para la sociedad-. De este modo, al estilo

A
para forzar identidades y dominios y territorios existencias, de opulen- de los gulags occidentales (...) surgirá para grupos de riesgo tales como los

B
cia unos, de miseria otros. El neoliberalismo se apoya entonces en esta inmigrantes (ilegales), los drogadictos, los lunáticos y la superflua clase de los

A
violencia globalizada, que en verdad no es otra cosa que una guerra “consumidores inadecuados”, que son creados en mayor grado por un círculo

R
generalizada, pero que se dirime y continúa en términos políticos. vicioso de exclusión penal y social” (Swaanningen, 2000: 90).

T
Este sector excluido de grupos de riesgos son muertos civiles muchas
Los sacrificios y la democracia veces para el Estado centralizado, o por los grupos dominantes, y que, sin

E
embargo, son sostenidos por la formación de poder, su ideología (domi-

D
La violencia en Argentina de la segunda década del siglo XXI se nante), acción y omisión de estos mismos excluidos estructurales, pues

O
promueve a partir de un Estado Mínimo; y es probable que la violencia, para el sistema ya están muertos, y la cárcel o el encierro psiquiátrico

N
lejos de cesar, se incremente. son tumbas. Quizá un modo de neutralizar esos efectos destructivos sea

R
Es por ello que la democracia liberal en los términos planteados aquí, el de emanciparse de esa superstición llamada centralismo pues implica

E
(presión de la deuda externa, ajuste permanente, represión a los sectores la concepción de que el poder se halla instalado en un personaje, una

T
contestatarios, etc.) suma a la violencia social la violencia política. Y sería institución, por lo que los oprimidos carecen de ese poder. Creemos,

IN
un error patologizar al sujeto que reclama, pues esa es una tendencia de con M. Foucault, que el poder se dirige de abajo hacia arriba y que el
los sectores liberales en salud: promover la responsabilidad individual sostenimiento del personaje poderoso se funda en los ciudadanos in-
en el ciudadano (y al que no lo es o lo es formalmente) de los efectos de
TO cluidos (o que quizá no sean excluidos, pero no hay garantías de ello)
acontecimientos sociales y colectivos que deterioran su situación socio, que pueden gestar una potencia de encuentros en cada instancia micro
económica y mental.. política, pues no saben hasta dónde avanzará esa desterritorialización
N

Buscan invertir causa y efecto, estableciendo que el efecto es causa de la vida hacia la no vida o vida nuda (Agamben, 2015), despojadas de
E

de sí mismo, en tanto es el sujeto el que está responsabilizado por su sus formas de vida. Así resulta necesario el ejercicio de la resistencia
M

situación y esa carga social opera sobre la subjetividad, promoviendo como acto libertario allí donde se produzca la posibilidad, en un infinito
U

mayor angustia. Este violentamiento inusitado en los intercambios sub- proceso de descentralización y multiplicidad de la multitud, resolvien-
C

jetivos aumenta a su vez las enfermedades psicosomáticas. Recordemos do en el aquí y ahora la emancipación molecular -barrial, institucional,
O

aquí cómo las políticas de ajuste implican un proceso casi sacrificial local, vecinal, fabril, escolar, carcelaria-.
D

de un inmenso sector de la población, donde se borra para muchos un


horizonte de transformación y ello es generador de enfermedades, por La potencia instituyente y pensar en red
impotencia y parálisis, en un sistema que en sus postulados privilegia
la vida (Saidón, 1995). Los efectos de la marginación aparecen como una Al salirnos de la lógica del poder – no poder, podemos pensar en
política buscada, y sostenidas por los mitos del liberalismo acerca de potencia opuesta a sustracción, y tenemos la posibilidad de adentrarnos

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en procesos de potencias instituyentes; que por lo visto son incompati- y no una patología de sectores. Pues es posible afirmar que la guerra
bles con el CMI en tanto se fundan esas potencias son recuperadas en es una forma más de violencia, quizás la más agónica y atroz, pero no
un trabajo sobre las pasiones más alegres, en lo lúdico y en el placer la única. Esta guerra cotidiana que sumerge al país es parte de una
como creación de grupalidad, de colectivo. Es, de este modo, institu- violencia estructural, impulsada y fogoneada por la naturaleza misma
yente, pues no se quiebra la imaginación del encuentro para resistir y del mercado.
para recuperar la potencia colectiva del hacer; y ello tiene importantes Por otro lado, pero de un modo inseparable de la anterior violencia,

JO
efectos curativos para las subjetividades. El arrasamiento de el poder encontramos la violencia legal del Estado, que es el que tiene, a su vez,
imaginar la potencia del hacer y conectarla con la realidad es el triunfo de manera incontrolada la mayoría de las veces, el monopolio de la

A
del neoliberalismo. Asimismo Antonio Negri3 aclara al respecto: “las violencia.

B
manifestaciones insurreccionales que derrumbaron -al gobierno de F. de la Es importante no atenerse al sentido común, que nos dice que la

A
Rúa-, abrieron un formidable período de experimentación e innovación social, violencia delictiva o política (represión) causa -cuantitativamente- más

R
económica y política, en el que las interrupciones de calles por piqueteros, víctimas que la violencia social (muertes entre conocidos por ejemplo,

T
los cacerolazos de las llamadas clases medias urbanas, el asedio sistemático a por resentimientos añejos, o patologías devenidas por abandono del
los bancos por los ahorristas, las asambleas barriales, la autogestión por los estado, sin servicio gratuito de salud, desempleo, afecciones cardíacas,

E
trabajadores de las fábricas quebradas y las redes de economía solidaria (red ACV, y otras patologías), que en su sustento es una política buscada.

D
global del trueque) constituyeron una nueva configuración del movimiento En verdad es esta última la que causa más víctimas, aunque es menos

O
de los movimientos”. Y también agrega en un reportaje4 que las nuevas visible o más naturalizada. Y aquí podemos encontrar la grieta ensan-

N
luchas en el mundo serán por: ”el salario garantizado a todos los ciudadanos, chada sobre el cuerpo social, ya en el mismo proceso de manifestación

R
libertad de movimiento en todo sentido y en todo tiempo para todos, y control y conmoción.

E
del proceso social científico y productivo, mejor aún, control (biopolítico) de Es sobre esa brecha (imposible de suturar ya), que la violencia social

T
base del biopoder capitalista”. se transforma y se ejerce como violencia política; pues aunque la primera

IN
Es este contexto que seguramente adviene, se trata de pensar en red, no sea una violencia armada de manera formal no deja de responder a
entre todas estas iniciativas populares. Ese modo permite pues, pensar causas de origen biopolítico, social y económico.
y actuar de otro modo, promoviendo relaciones de producción social TO Sólo fue posible la aparición del proceso de desmoronamiento en el
ligadas a la producción de subjetividades donde las mismas no sólo se marco de la aceptación del neoliberalismo o el CMI, que es lo mismo,
protejan de los riesgos, sino también los enfrenten y compongan nue- como ya lo adelantamos; eso significa aceptar vivir en un mundo en
N

vos sentimientos sobre la vida y lo vital, considerando y reconociendo guerra de baja intensidad, pero guerra al fin.
E

sus potencias y sus poderes. Inventando economías, como la del don, Si distinguimos algunos mojones del proceso de agrietamiento, el
M

en función del valor de uso de las cosas, no del valor de cambio que período de la hiperinflación y el de la democracia amenazada (con el
U

estipula el mercado de acuerdo al marketing del producto, o la venta enloquecimiento y posterior muerte del dinero y la cesión de las leyes
C

de lo mismo de lo mismo. de Punto Final y Obediencia Debida que terminaron con los indultos a
O

Sin embargo, la violencia del capitalismo, en la que navegamos, no los represores (1988-1990), merece ser reconocido como uno de los mo-
D

cesará; porque en realidad esa violencia es un atributo de la civilización, mentos de mayores violentamientos subjetivos, aunque sin alcanzar las
dimensiones de la última crisis que vivió nuestro país (diciembre 2001).
3. Citado por Berlanga, A., “La política de la multitud”, diario Página 12, 2 de marzo de Por otro lado, entre aquella violencia del Terror de Estado y esta
2003, p. 29. guerra que es la globalización, se tiende un hilo rojo que es la sinuosi-
4. Negri, A., “Toni Negri entrevistado por Herramienta”, Revista Herramienta, 15, otoño dad de la grieta. En ambos extremos hay sustracción de potencia como
de 2001.

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operación, generalización de tristeza spinoziana, en un ejercicio de También podemos reconocer el modo en que el capitalismo encierra
manipulación por resto, por exclusión, ya sea por la violencia política en sí el rasgo estructural de la corrupción. Pues podemos afirmar que la
y con la visibilidad de las armas de la policía, las fuerzas armadas y corrupción aporta de forma contundente a la efectuación de la grieta,
los parapoliciales; y también con la muerte entre pobres, o bien por la pero no la constituye por sí sola, pues el modo ilegal de funcionamiento
violencia social con su tenue visibilidad que mata todos los días, con es inherente a la marcha del capitalismo -aunque es mostrada como un
la agonía, el desempleo, el desamparo, el hambre. Incluso podemos rasgo propio y voluntario de los actores institucionales-. Por otro lado,

JO
hacer nuestro este enunciado de P. Bourgois, describiendo un barrio en los llamados países emergentes, el funcionamiento del capitalismo no
de EEUU: “En las calles de la zona céntrica ruinosa, la violencia no se limita pudo producirse sino a partir de la ilegalidad de numerosos episodios

A
exclusivamente a los vendedores de drogas o los delincuentes callejeros; hasta donde se tuercen decisiones de manera flagrante, siempre en beneficio

B
cierto punto todos los residentes del barrio que quieren conservar una sensación del Imperio y sus socios locales.

A
de autonomía (...) consideran útil tomar parte, al menos pasivamente, en algún Toda esa estructura que sostiene primariamente a la sustracción,

R
rincón de la cultura del terror” 5. trabaja con la corrupción, entre ambas componen un agenciamiento.

T
Si hay algo que nos indica el golpe contundente, de la manifestación Ambas son co-sustanciales a un funcionamiento estropeado del sistema
que demuele, es la expansión de la desheredad de millones de niños/ que es su modo de funcionar, corrompiendo, si no fuera así estaríamos

E
as, mujeres y hombres en nuestra comunidad. hablando de otro sistema económico, lo vemos en FIFA, de las bancas

D
Por ello fue necesario el olvido como lo opuesto a la justicia, para off shore, en la caída de Enron a principios de siglo, en los depósitos

O
lograr la repetición sin diferencia frente a la sustracción (que se renue- de origen espurios del banco Ambrosiano en el Vaticano a fines del

N
va con virulencia en 2016); primero la sustracción del Terror y luego siglo pasado... Esa es otra condición de funcionamiento que utiliza el

R
la sustracción del CMI como su otra cara, ambas con el fin de reducir ejercicio de sustracción, ligada para poder desplegarse a verdades y

E
las potencias instituyentes de los pueblos. (Y ello se muestra afín a la racionalidades de una época donde los hombres y mujeres parecen

T
sustracción de la capacidad de expresión y de participación que se ha condenados a la insolidaridad y la exclusión mutua con sus corres-

IN
hecho de los jóvenes y adolescentes actuales y de cierre de medios de pondientes modelos de ciudadanía, con rasgos racistas y machistas y
comunicación o veto de Ley de Medios Audiovisuales, votada en 2013, sus políticas de la identidad, y dónde todo tiene un costo en dinero o
y expresión o censura a comunicadores). TO dádivas. Todos ellos elementos necesarios, pues permiten simular la
Si recordamos lo dicho sobre el biopoder como política social, cuyo libertad, pero en verdad sólo hay sometimiento a la lógica del beneficio.
objetivo es el control de la población, la regulación de sus vidas a partir Sin embargo, la ruptura producida por la experiencia de la multitud
N

de operaciones sobre al vida y la muerte, estaremos en condiciones de post 2001 en Argentina, invita a considerar nuevas formas de organiza-
E

afirmar la funcionalidad de esta sustracción de la vida, en cada uno de ción de poder democráticos.
M

los períodos mencionados. Son estas medidas globales las que deciden
U

quienes viven y quienes mueren, ya sea como muerte física o bien como
C

muerte civil y social (y no necesariamente física, pues los refugiados y


O

los inmigrantes ilegales no son sujetos de derecho). Y es la grieta -que


D

se particulariza así en nuestra comunidad- la que en su deslizar separa


a los que seguirán de los que se quedan fuera de la vida.

5. Citado por L. Wacquant (2001: 67); Bourgois, Philippe, “In search of Horatio Alger:
Culture and Ideology in the crack eomy”, Contemporary Drug Problems (invierno de
1989) p. 647.

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CAPÍTULO IX
Trata de personas. Esclavitud. Femicidios.

JO
A
B
A
Sobre los Dioses: Ella o Él

R
E

T
n Occidente ha primado como única posibilidad de referencia

E
espiritual la existencia de un Dios, de género masculino, y sus

D
ministros, los sacerdotes, también varones, han mantenido ese
imaginario de manera inexorable.

O
Surge una pregunta ¿Siempre ha sido la Deidad de género mascu-

N
lino? ¿No hubo existencias de deidades de otro género? Ensayaremos

R
una respuesta, pues la misma dará paso a cierta interpretación sobre la

E
potestad que un género se arrogó sobre otros.

T
Desde tiempos remotos, tanto que hasta hace poco ni siquiera per-

IN
tenecían a la historia, hubo otras formas sociales y creencias que fueron
hegemónicas por milenios en la mayor parte del mundo. En ambos
TO casos se trata de creencias en alguna entidad creadora y sostenedora
de la realidad. Necesitaron esas creencias de los traductores oficiosos
N
que acercaran la deidad al creyente.
E

Ahora bien, la pegunta más insidiosa es la siguiente: ¿Dios creador


M

por sí del mundo y de la humanidad? Si lo creemos así, estaremos


abonando la opinión más común; pero si invertimos el sujeto del acto
U

creador y sostenemos que fue la humanidad la que necesitó crear una


C

deidad, en este caso Un Dios, Hombre, que ante la pregunta de Moisés


O

en la montaña, cuando le pregunta su nombre sólo responde : “Soy el


D

que Soy”. O más lacónicamente según las versiones: “Soy”. Si fue una
creación humana, la dotó de todos los poderes, de omnipotencia y om-
nisciencia.
Castoriadis (1989) afirma que esto último es lo más verosímil y se
fundamentaría en el terror de los humanos a la idea de una nada por

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fuera del hombre mismo, de su mundo, de lo conocible y perceptible, de funcionarios de un Estado que se sostiene entre el poder económico
es decir que ese terror hizo que los hombres inventaran esa “causa y la espiritualidad esperanzada. Aún así, el sacerdocio ha perdido la
heterónoma”, como la causa que viene de afuera y da sentido a lo real. influencia poderosa que tenía, incluso hasta hace menos de un siglo
Como tal, esa Causa está dada de una vez y para siempre. aún la conservaba.
Nos dice A. Ascolani (2010): En esta historia, el Dios que era Uno, con género masculino, en ver-
dad forma parte de un fragmento relativamente corto respecto de uno

JO
“la generalización de esa creencia en una causa exterior de la que emana
anterior donde Dios era no una imagen asimilada al género masculino,
todo, dice poco sobre las formas que adquirió esa idea en diferentes cir-
sino que al contrario, era una Diosa. La misma reinó desde hace casi

A
cunstancias. Lo más frecuente es que esa creencia implicó el surgimiento de
30.000 años hasta pocos milenos atrás de nuestro tiempo contemporáneo.
castas sacerdotales que se constituyeron en intermediarios entre la causa y la

B
En algunos pueblos fue variando esos milenios, y pueden registrarse
sociedad, autoproclamándose como elegidos e iluminados con un carisma

A
mutaciones en las creencias de dioses masculinos a diosas y viceversa
especial y construyendo instituciones religiosas piramidales y de mando

R
hasta llegar a Dios, el conocido por nosotros. Esas mutaciones se corro-
vertical despótico expresado en persecuciones y represiones cruentas hacia

T
boran con pruebas halladas en territorio que van de los Pirineos hasta
quienes no las aceptaban. Pero esas formas, con ser las más frecuentes no
los montes Urales, desde oriente medio y tomando la región además, de

E
fueron universales porque hubo otras diferentes”.
áfrica del norte, incluido Egipto. Existen investigaciones documentadas

D
Hacemos referencia a sociedades muy antiguas, pero próximas, como que nos informa de algo no siempre conocido, como es la historia de la

O
es el período de dos siglos, aproximadamente, en los comienzos de la mujer investida como deidad. Los libros que ayudan a comprender ese

N
sociedad hebrea, cuando hubo una estructuración no vertical, una forma trozo velado de la historia de la humanidad son de autores variados,
horizontalizada en la que el Dios se encontraba en presencias naturales

R
tales como el de P. Rodríguez “Dios nació mujer”, (1992), o “El mito de la
como ciertos árboles en los que se erigían los altares o donde había agua.

E
Diosa” de A. Baring y J.Cashford (1991); otros aportes al tema son tam-
En ese tiempo, los levitas (los intérpretes de la deidad) estaban con la

T
bién “El lenguaje de la Diosa” (1996) y “Diosas y dioses de la vieja Europa”
gente y no se tenían prerrogativas diferenciales al resto.

IN
(1991), de Marija Gimbutas.
Abraham estableció este modelo desde los inicios de la religiosidad Un argumento de la antropología como instrumento de cierta razón
monoteísta. Desde ese principio hasta ñla instauración de los reina- TO instrumental, nos dice que ese imperio de lo femenino desde el lugar
dos, existió un período en el cual las mujeres tuvieron una importante de la deidad abarcando la vida cotidiana de esos pueblos se debe a la
presencia en la vida del pueblo, incluso, en el primitivo Pentateuco, mentalidad primitiva, y a un razonamiento no civilizado,, que sí se logró
N

obra compuesta por cinco libros sobre mujeres que se leían en los días la humanidad hace pocos milenios con la instauración de un Dios de
E

festivos de la tribu y también en el día de recordatorio delos difuntos. género masculino.


M

Esa obra fue mutada luego cuando se produce el ascenso de jerarquía Debemos tener en cuenta que los pueblos antiguos que vivieron hace
U

y poder de los sacerdotes. decenas de miles de años no eran menos inteligentes que los hombres
C

Ahora bien, en los últimos milenios las formas de gobierno des- y mujeres actuales, sólo utilizaban otras categorías, otras maneras de
O

de los reinados despóticos luchando por el control de territorios para comunicarse, de conformar grupos de alianza, y componían un mun-
ellos desconocidos, con rebeliones, insurgencias conquista de tierras
D

do material y espiritual, al igual que una cosmogonía acorde a esas


perdidas hasta conformaciones más o menos democráticas en las últi- categoría fundantes. La sociedad contemporánea basa su pensamien-
mas centurias, las formas piramidales religiosas perdieron su podes de to en el desarrollo de la ciencia epocal, con descubrimiento cada vez
manera gradual, aunque sin carecer del control espiritual de millones más veloces en un tiempo no aritmético, sino geométrico. Pero ello no
de seres humanos. La antigua casta sacerdotal se convirtió en una red

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implica mayor inteligencia y capacidad de raciocinio que los antiguos En esas sociedades comenzó a existir excedentes, que se acumulaban,
habitantes de al tierra. sin que ello alterara las relaciones igualitarias, seguían siendo pueblos
La comunicación con los dioses en las comunidades tradicionales era agrícolas, pero al aumentar la acumulación, las relaciones igualitarias
directa, , así, por ejemplo, a través de rituales se convocaban sus poderes dan lugar a vínculos estratificados, en la que algunos de sus miembros
de hacer llover, de detener el avance de las aguas, y no es inverosímil eran relegados, entre ellos mas mujeres, de las que se espera sumisión.
pensar, como ocurre en sociedades tribales de África del siglo XIX, que Por lo tanto, de 30.000 años hacia el año 1000 a.C, la imagen de la

JO
algunas deidades de pueblos vecinos eran solicitadas por comunidades gran Diosa primó sobre el imaginario espiritual de esos pueblos, incluso
para reforzar el efecto divino de la deidad del propio pueblo. Los tribu- hasta el año 600 a.C; abarcó períodos desde el paleolítico superior hasta

A
tos serían hacia ambas deidades. En nuestra sociedad la comprensión nítidamente el neolítico, en las zonas de euroasiática. Ello se constata

B
de los fenómenos naturales que rigen la vida productiva y cotidiana se en los registros arqueológicos que denotan una vida de producción y

A
referencia en la física como disciplina científica. Pero no debemos hacer consumo inmediato pero también, tiempo después de acumulación

R
una separación taxativa entre ambos mundos, pues la vida espiritual creciente y gradual, con estructuras familiares, sociales y de vecindad

T
de hombres y mujeres de nuestro tiempo se acrecienta frente a las crisis con pueblos caracterizadas, generalmente, por la armonía. La estética y
propias del sistema capitalista; una religiosidad creciente se evidencia la expresión de motivos espirituales dejaron huellas que permiten leer

E
con los santos patronos del trabajo, de los milagros, de lo imposible. sus configuraciones más importantes, tanto en lo referente a los procesos

D
En suma, la estructura productiva, religiosa y de creencias y dioses de naturales, físicos como biológicos. Se encontraron así figuraciones de

O
las sociedades tradicionales es altamente compleja y no se reducen a vulvas talladas en roca construidas a partir de 30.000 años a.C. Hacia los

N
lecturas lineales como ha hecho la antropología funcionalista, pues esas 27.000 años, se encontraron figuras femeninas en piedras con mayores

R
sociedades alcanzaron un grado importante de civilización como un detalles y logros estéticos, algo que sorprendió a los antropólogos y

E
mundo espiritual cuya deidad era una figura femenina. Las diferentes varió sus concepciones. Esas expresiones continuaron hasta miles de

T
hegemonías espirituales, femeninas o masculinas responden a los me- años e incluso siglos antes de nuestra era.

IN
dios de vida que poseían esas comunidades lasa cuales determinaron for- Esos pueblos, a diferencia de nuestras interpretaciones vulgares,
mas de organización social, producción, jerarquías, creencias y rituales. poseían un pensamiento elaborado, y un desarrollo cultura de valía,
Algunas de estas sociedades constituían “gylanías”, organizaciones
TO con producciones estéticas que denotaban una precisamente que la
internas a la comunidad cuya característica principal era la horizonta- mujer, como figura organizadora de la vida productiva y social de la
lidad y vínculos de armonía entre sus miembros como también hacia comunidad fue garantía de la supervivencia. Suponemos también que
N

otros pueblos. Las pruebas arqueológicas recogidas demuestran que el el desarrollo tecnológico devino de sus manos junto a las del hombre.
E

poder de autoridad estuvieron en manos de mujeres por miles de años Por ello, si se encuentran estatuillas, ánforas, y otros elementos de la
M

(aproximadamente 30.000); esa autoridad se cimentaba en que sobre vida cotidiana para uso ritual o cotidiano, donde la figura central es
U

la mujer descansada el control de la producción, la crianza de los hijos la mujer, parece natural que el sistema religioso se centrara sobre esa
C

y distribución de alimentos. Los roles diferenciados, las atribuciones figura, símbolos de la capacidad procreadora y de la fecundidad divina
O

de control, la crianza de la descendencia, hizo que se atribuyera a una gestadora de vida y protectora.
D

causa exterior con imagen de una Diosa, con variaciones en distintos Rodríguez nos dice: “el hallazgo fundamental de la ideación de la
pueblos. Hacia aquellos tiempos, la recolección de frutos, el trabajo de Diosa fue concebir un concepto totalizador capaz de integrar sin fisuras
la tierra, la caza de animales pequeños, que se especializó miles de años el macrocosmos y el microcosmos. Como ente asimilado a la fisiología
después con la invención del arco y la flecha. Pero el alimento cotidiano femenina y su rol maternal, la Diosa no sólo tenía la capacidad parteno-
era mayoritariamente recolectado. génica y nutricia que la señalaba como causa y sostén del universo, sino

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que ofrecía un cuerpo cósmico, cual útero, en cuyo interior se gestaban y cenizas. En la tradición judeocristiana las apariciones de la Virgen
todos los estados del ser como un continuum. La muerte y la vida se siempre tiene un encuadre donde hay agua, pues la entrada al reino se
sucedían como la noche al día, eran complementarias e inevitables, produce a través del agua.
dando lugar a una existencia sin fin. Ninguna formulación religiosa La representación del ave de presa, relacionada con la muerte y la
posterior ha sido tan holística, inteligente y tranquilizadora como la regeneración que luego aparecería en la “Dama blanca rígida” (Gimbu-
Diosa. Ningún dios varón, por muy Dios Padre que se haya erigido, ha tas) fue una figura también predominante. Así, podemos decir con los

JO
tenido ni tendrá jamás la capacidad de integración y evocación mítica autores consultados que la primera deidad que se entronizó y gobernó
de la Diosa” (1992:35). el destino de la humanidad fue la figura femenina que se vinculaba

A
Esa figura femenina divinizada como Gran Diosa, continuó estando íntimamente con acontecimientos básicos que generan la vida y la sus-

B
vigente por mucho tiempo, con represión sobre sus creyentes, muchas tentan, incluida la regeneración de la Madre Tierra. De acuerdo a Baring

A
veces a costo de sus vidas. La figura del Dios varón se entronizó a la y Cashford, este es iun proceso no lineal, cíclico y repetitivo.

R
fuerza y con violencia, en verdad sus sostenedores no hacían otra cosa Marija Gimbutas afirma que en la época de la “galania”, ambos sexos

T
que aplicar a sus conquistados los que su invento (Dios masculino) les mantienen un equilibrio de poderes en una organización igualitaria.
mandaba, el terror para el adorador de otros dioses, y el dominio por Como veremos, según Bachofen (1988) y Rodrigáñez (2014) entre

E
la falta y la culpa. 6.000 y 5.000 años a. C, se suceden cambios en la organización religiosa

D
Algún vestigio sobrevivió de aquella antigua Gran Diosa en la tra- en medio oriente y surgen las primeras jerarquizaciones. A pesar de

O
dición judeo cristiana, y es en la figura de la Virgen María, antes de ello, las diosas siguieron presentes. Por los 2.000 a.C. la diosa Innana

N
que fuera tomada, en la baja Edad Media como emblema de pureza era la señora de las fuerzas cósmicas, generadora de vida y alimentos.

R
y procreación impoluta, que cimentó el marianismo cargando sobre También en esa época, la diosa cananea Asherah precedía a ÉL, mode-

E
la sexualidad de la mujer la castidad más penosa. Sin embargo, inter- lo del Dios bíblico. Tenía carácter inmanente y significaba la procreación

T
pretaciones ambiguas sostiene en su creencia que el nacimiento del y continuidad de la vida la libertad.

IN
Meías fue por partogénesis. Atributo que también se le adjudicaba a La Diosa mantuvo su influencia en la región del Egeo hasta los años
la Gran Diosa, engendrando vida por sí misma por su poder divino. 1.000 a.C y en esos días su poder terminó formalmente aunque siguió
Los elementos utilizados en las festividades eran muestran de órganos
TO en otras formas. Su poder de manera latente no fue borrado totalmente
sexuales femeninos, vulvas, senos, y animales palpitantes, movedizos, y aparece en mitos, ritos, costumbres y celebraciones en sociedades an-
como ranas y serpientes, representando al útero de la mujer. Incluso tiguas y desarrolladas. Era invocada con frecuencia en las operaciones
N

lo que se ha tomado como la imagen del bucráneo, cabeza de toro con de magia y hechicería por las brujas en la Edad Media y también era
E

sus astas, interpretada como un símbolo de una deidad masculina, hoy convocada en los aquelarres junto al Demonio (Michelet, 1973).
M

puede comprenderse en el contexto de otros descubrimientos arqueo- Cierta circunstancias sociales -a las cuales nos referiremos- con su
U

lógicos como una representación de útero que tuvo una fuerte vigencia características particulares, deslizaron esa influencia de la Diosa hacia
C

en el neolítico, como veremos más adelante con los descubrimientos de la hegemonía masculina y el proceso de sumisión de la mujer que tuvo
O

J. Bachofen (1988). Otras representaciones han sido la Diosa Pájaro y su correlativo en la destrucción de la imagen de la Gran Diosa.
D

también la Diosa Serpiente, como la que incuba el huevo del mundo. Tomemos el ejemplo de Zeus, que era un dios año y pasó ser consi-
Además, la sobrevivencia atenuada de esa Diosa la encontramos en derado padre de los dioses. Hacia 2.000 años a.C. hay grabados que lo
la tradición Mapuche, llamada La Vieja, que enquistada en el seno de muestran en posición sumisa ante la Diosa Hera. Los factores de esos
la montaña regula la vida de la comunidad; su enojo se expresa a tra- pasajes de la Diosa al Gran Dios no es ajeno el desarrollo de la agricul-
vés del furor del fuego de la montaña, con erupciones, lava humeante

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tura en extensión; ello cambió la organización social y las estructuras des-estado. Ya un milenio después, con el mayor desarrollo de la casta
religiosas en un proceso que duró unos 6.000 años, entre 9.000 y 3.000 a.C. militar, se desembocó en la formación de estados nacionales.
La agricultura comprendió el cultivo del trigo y la cebada a la que Los códigos jurídicos fueron necesario ante este proceso de evolución
se sumó la domesticación de ovejas y cabras. urbana; surge así, el Código de Hammurabi (1.750 a.C.) el cual, de casi
Lo religioso como garante regulador de los ciclos vitales de la na- 300 artículos, un 25% por ciento está dedicado a toda una serie de cues-
turaleza pasa a ser un mecanismo de control colectivo, cuestión que al tiones que ponen en entredicho el lugar de la mujer. En el Templo de

JO
paso de varios miles de años no ha cambiado substancialmente. Israel sucede algo similar con el Canon promulgado por los sacerdotes,
Y en esa organización de explotación y desigualdad, fueron los tem- pues de unos 600 artículos, los artículos que denuncian las impurezas

A
plos los que justificaron y dirigieron esa transformación y se enrique- devenidas de la mujer tienen un porcentaje importante, como veremos.

B
cieron consecuentemente. Dice Ascolani:

A
Abundantes materiales encontrados muestran que el surgimiento
“En este caso, no es casual que ello implicara un factor de enriquecimiento

R
de la escritura tuvo mucho que ver con el asiento de las contabilidades
del Templo, dado que las impurezas provocadas por la mujer, incluso con

T
de los templos.
todo lo que ella tocaba, obligaba a hacer tributos de distintas especies al
Hacia los 6.000 años a.C., con la producción de excedentes surge

E
Templo. Ello también incidía en el comercio de esta institución, dado que
la propiedad privada motorizada por una clase que además de tener

D
por ejemplo, las vasijas de cerámica y madera, de uso corriente en esos
guardianes de los propios emprendieron guerras expoliadoras para la
tiempos no se podían purificar. Sólo las de bronce y, ¡ho! casualidad. El

O
sustracción del excedente de otros pueblos. De aquel entonces ya se
Templo era el único importador de las mismas”.

N
encuentran sellos y marcas de propiedad.
Sandro Gallazzi (1996), un biblista reconocido, nos informa que los

R
La propiedad estaba en manos del clero y de las primeras clases
artesanos que elaboraban vasijas quedaran sin trabajo y debieran emi-

E
altas, y es dado consignar que ese proceso de acumulación y propiedad
grar, muchos de ellos a zonas costeras, donde no pudieron ser otra cosa

T
privada, que fue generando un trabajo asalariado y luego la esclavitud,
que pescadores. Esa reconversión a un trabajo que se requiere paciencia

IN
fueron justificadas por el clero y defendida por murallas y por el ejército.
Ya en tiempos bastante remotos como unos 8.000 años a.C., Jericó y habilidad para pescar hizo que en su mayoría, casi como una metáfora,
edificó sus murallas y foso; construcción que fue paralela a las elabora-
TO Cristo los tomó a los como apóstoles.
ciones acerca de la inferioridad de la mujer, produciendo, además, en La estructura monoteísta, dogmática y despótica del Antiguo Tes-
algunas regiones la destrucción del equilibrio ecológico, con el deterioro tamento sobrevivió con su culto y rituales hasta hoy, aunque algunos
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de la tierra. También implicó que ceremonias y rituales que por lo menos desaparecieron lentamente, se in-actualizaron por el avance gradual
E

hasta unos 6.000 años a.C., todavía se realizaba en grupos igualitarios, de los derechos de las mujeres, pero otros permanecen vigentes en la
M

con la estratificación social fue pasando a especialistas que sofisticaron el subjetividad del creyente y los hace actuar según aquellos mandatos.
U

discurso hasta convertirlo en cuestiones de especialistas, intermediarios El pasaje de la hegemonía femenina a la masculina en el campo
C

entre el vulgo y Dios. Lo que podrían ser procesos comprensibles, se religioso, en correspondencia con las condiciones de vida. Hay con-
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trasformaba en algo totalmente incomprensible. sideraciones para hacer respecto de lo que dicen los textos sagrados.
Partiremos para ejemplificar con Abraham (1728-1686 a.C.), quien
D

Desde el cuarto milenio a.C. todo lo ateniente a lo divino fue sustraido


por la casta sacerdotal. salió de la ciudad de Ur y llevó mitos mesopotámicos como la creación,
La casta-clase sacerdotal llegó a ser tan poderosa que las ciudades- el diluvio y el propio modelo de Dios. Está por ejemplo el Diluvio Su-
templo fueron el primer paso de la evolución urbana hacia las ciuda- merio que fue relatado unos 1.500 años antes y podría decirse plagiado
por el texto bíblico.

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Algo parecido podría decirse de textos legislativos sumerios que El Código de Hammurabi de 1750 a.C. ya mencionado, constituyó
influyeron en legislaciones posteriores. la consolidación de la cultura patriarcal y de la sumisión de la mujer.
En ese proceso de apropiación y formación de clases enriquecidas De las 282 leyes que lo componen 73 están destinadas a la regulación
tuvo su correlato en esas legislaciones que lo avalaban, pero la partici- del matrimonio y a los usos sexuales. El modelo patriarcal se fue gene-
pación del clero como factor de disuasión para que la gente aceptara el ralizando entre los 3.000 a los 600 a.C.
trabajo explotado y el pago de impuestos, fue un factor esencial. Según el Antiguo Testamento, en la época de Jueces (1150 a.C.), en

JO
Se constata en el segundo milenio, en un relato acadio de 1.750 a.C, Israel, las mujeres aún conservaban cierto prestigio y valoración, un
que ya aparece la supremacía del Dios guerrero Marduk que había ejemplo es el de Débora. Pero gradualmente ese prestigio y lugar social

A
vencido a la Gran Diosa, que ya era presentada como nociva y por lo se fue perdiendo y ello lo reconocemos en la época siguiente, Reyes, con

B
tanto sólo conllevaba peligros. Se traslada esta concepción al símbolo la deportación masiva de los miembros de la clase alta y sacerdotes.

A
de la serpiente, que pasa a ser maléfica. Se corresponde entonces un Por las mismas escrituras nos informamos que hacia el año 800 a.C.,

R
comportamiento de los dioses y el modelo de la monarquía. Oseas plantea que la mujer es igual a traición y degradación. Hasta ese

T
El desarrollo de la agricultura en extensión y los procesos que se tiempo el culto a Yahvé y Asherah, también Baal convivieron, hasta el
derivaron de ello como un factor determinante para que se produjera levantamiento contra el rey Joram que es cuando se instauró oficialmente

E
un cabio social de profundas consecuencias políticas y religiosas. En el culto exclusivo a Yahvé. Sin embargo el culto a Asherah como reina

D
Europa, pueblos llegados desde el este presionaron cultural y militar- del cielo continuó hasta que el rey Josías le puso fin (621 a.C.) con un

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mente entre finales del quinto milenio a.C. y el tercero. decreto que condenaba a muerte a todo aquel que se lo encontrara con

N
Gimbutas afirma que las culturas que se desarrollaron de mane- algún ícono de la Diosa. La misma suerte corrían los miembros de su

R
ra pacífica, armónicamente con la naturaleza e inclinadas al arte y la familia. Luego, esa intolerancia religiosa se continuaría en el judaísmo,

E
arquitectura, fueron acosadas por pueblos de cultura guerreras, que en el islamismo y en el cristianismo.

T
conquistaban con caballos y armas (arcos, flechas, lanzas) venidos del Un gradual aumento del poder de personajes secundarios, permitió

IN
sur de Rusia, de la zona del Volga, su estructura patriarcal y cultura el proceso de traspaso, como los dioses año. Fue degradándose progre-
guerrera no podía sino someter a pueblos vecinos. Así, la cultura basada sivamente a la Diosa y en consecuencia una deidad masculina incorpo-
en la idea de “galania”, incomprensible para el invasor, fue arrasada; esa
TO raba sus cualidades. Esa deidad fue Zeus. Por fin, absoluta y exclusiva
cultura que floreció en el neolítico europeo, aunque perduró en Creta, capacidad de generar y fertilizar en un Dios.
Malta, Cedeña, hasta los años 1500 a.C. Por otro lado, lo que en el neolítico fue el “árbol de la vida”, signo
N

Las culturas de pueblos guerreros, de organización patrilineal y de regeneración y esperanza, asociado a la Diosa, será transmutado en
E

patrilocal, con sus correlatos de monogamia, propiedad privada, infe- el “árbol del conocimiento” que fue instrumento de represión del Dios
M

rioridad de la mujer, control de la sexualidad femenina, prostitución, único. El uso del árbol prohibido será atribuido a una serpiente -símbolo
U

se fue imponiendo. En cuanto a esto último, en primer lugar fueron de la Diosa- y/o una mujer, como Eva y la serpiente.
C

esclavizadas las mujeres y a posteriori los varones de pueblos vencidos. P. Rodríguez termina diciendo: “La paradoja, de nuevo, fe que el
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Así, se hipotetiza que hacia los 3.000 a.C. se invadieron territorios para dios oficial del poder masculino jamás pudo eliminar del todo el culto
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secuestrar mujeres que eran destinadas a talleres de hilados y confección de la Diosa, que ha pervivido entre las capas populares del mundo
textil controlados por el templo. occidental agazapado bajo las historias míticas de personajes como la
En ese tiempo de monarquías y ciudades estado, la subordinación virgen María y algunas santas católicas, o en las leyendas de hadas y
de la mujer comenzó a ser legislada. Eran las leyes de los dioses, trans- brujas de todas clases”.
mitidas por los sacerdotes y aplicadas por los monarcas.

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Luego: “Los dato históricos enseñan que los dioses, por poderosos expectación de las mujeres. Si se atreven a recuperar más de lo debido,
que hayan sido, sólo pueden sobrevivir en la medida en que son útiles la muerte es el límite.
para construir, justificar, fijar y sostener un determinado modelo de
sociedad, pero cuando ésta se transforma, cambia también la estructu- El Gran Dios, patriarcado y capitalismo neoliberal
ra mítica de la deidad que la patronea. Con el concepto de “Dios” que
tenemos actualmente sucederá lo mismo; fue un modelo de dios creado Sabemos que las familias contemporáneas y también las subjetividades

JO
desde y para una cultural patriarcal y agropecuaria que hoy, en una so- han sido atravesadas por una línea de desmoronamiento, muchas se
ciedad industrializada que pretende aspirar de nuevo al igualitarismo, sostienen sin el ligamiento necesario como la afectividad o el vínculo

A
no resulta útil ni adaptativo (...) cabe dejar constancia de que el avance amoroso, sino que las mantiene unida una ficción, el temor a la deso-

B
social de la mujer, en las últimas décadas, ha repercutido ya en la reacti- lación de cada miembro, cuestiones económicas que impiden la auto-

A
vación del primigenio concepto de la Diosa, que está tomando de nuevo nomía; pero también ayuda a esa convivencia conjunta de muchos, la

R
la forma de culto religioso estructurado. Su futuro, el de Dios y/o el de química, con sus ansiolíticos, antidepresivos y otras sustancias. Sólo

T
la Diosa, sólo dependerá del nuestro, tal como siempre ha sido y será.” unas algunas uniones y subjetividades existen encontrando una pequeña
Estamos de acuerdo con muchos aspectos del aporte de dicho autor salida temporal, mínima, como aire insuflado de libertad. No es algo

E
que hemos tomado e incluso de la conclusión. Sin embargo la referen- nuevo en la historia de las convivencialidades entre mujeres, hombres,

D
cia al cambio de modelo de sociedad y su referencia a una “sociedad personas trans. De ello quedó una determinada figura de hombre, una

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industrializada que pretende aspirar de nuevo al igualitarismo” parece una determinada figura de mujer u otras identidades de género que se unen

N
afirmación parcial. libremente, en colectivos cada vez más conocidos.

R
En primer lugar no sabemos si en el futuro de las sociedades puede En verdad la efigie de la conyugalidad no ha podido soportar a

E
desarrollarse alguna nueva diosa o un dios como entidades persona- Cronos y fue devorada por los tiempos y por el tiempo del vértigo del

T
lizadas. capital. Por ello esa unión conyugal se está desterritorializando por

IN
Por qué no pensar que las sociedades alcancen formas de pensamien- desgranamiento, por huida que es consternación y violencia. El capital
to más elaboradas y complejos que tengan una relación de articulación ha desvalorizado las maneras de unirse afectivamente a otrxs. A partir
más desarrollada con la complejidad terráquea o aún cósmica. TO de ahí, son muchos los caminos que se esbozan: del apego obsesivo a las
Si bien la industrialización no ha cambiado aquel modelo de des- formas que el capital ha renovado (territorios artificialmente restaurados,
igualdad e injusticia que se fue desarrollando a partir de la agricultura en tanto une lo que se posee), o bien a la creación de otros territorios
N

en extensión desde hace algunos milenios si podemos hablar del avance de deseo, de producción de deseo, del deseo libertario por ejemplo,
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social de la mujer, ello no tiene significado en sí misma sino que, aún con discreto ante la furia de la moralina. Nos topamos así en algunos de
M

ser tal vez el más importante, se integra en la trama de los movimientos los caminos con innumerables peligros, a veces fatales, aún persiste la
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sociales que, desde muy diversas perspectivas, abonan el camino hacia valoración mariana medieval, pero funcionando en otra maquinación.
C

un modelo de sociedad con más igualdad y justicia. Veremos ahora cómo La infidelidad es contratable, los herederos no deben estar por fuera
O

se construyeron las disposiciones religiosas, culturales y económicas de lo prefijado.


D

para que en cuierts períodos de la historia la muerte de la mujer sea el Además, la restauración que intenta el capital parece mostrar que el
recuerdo permanente de lo que no debe recordar haber sido, una mujer deseo lo induce el neocórtex de acuerdo a los investigadores casi lombro-
autónoma, en concordia con lo masculino, reguladora de los vínculos sianos, sobre la figura o el modelo de lo que proponen debe gustar; sino
armoniosos, y portadora de una potencia que el patriarcado, en el seno es así, estás fuera, ¿de qué? vaya uno a saber, pero estar fuera es estar,
del capitalismo más agresivo y destructivo, no soporta sino como mera con suerte, en los márgenes del circuito que mantiene su prevalencia em-

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blemática de pertenencia de clase, de género, cualquiera sea el prejuicio como experiencia vital insustituible, de sentirla como una dimensión
que los una; estar fuera rozando apenas el consumo digno, no deseando imprescindible de la creación de otros territorios vivibles, constructivos,
por la química sino escuchando al propio cuerpo que piensa, tal como lo puede ser tomada como un fin en sí mismo y puede que se termine
hace la carne y sabiendo que todo sexo es político. No es mal modo de por recorre una línea que repite el sentido de la que cual se huye. Por
estar fuera, es casi un devenir filosófico esa extranjeridad, minoritario. ello debe ser significada como una salida, sólo como eso. Al tomarla
Ahora bien, puede también que estar fuera signifique convertirse en un como un fin desaparece el territorio y nos volvemos más frágiles, vul-

JO
paria, aciago destino, con la vida desnuda, recordemos con Agamben nerables y expuestos a la violencia múltiple que se entrecruza en el
(2015) que es una vida a la que han despojado, ya sibn ropaje, sin las habitar el mundo. Son dos posiciones subjetivas, modos de existencias

A
formas que esa vida se haya dado a sí misma. Relegados, separados que que incluyen cada una diferentes maneras de estar viviendo y morir,

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pueden ser muertos en cualquier momento y lugar. Eso es lo ominoso. y se marañan con otras tantas maneras de existir. Y todas esas líneas

A
Sin embargo, aún algunos pueden simplemente elegir desear lo que de existencia, de experiencias, coexisten, muchas veces, en una misma

R
no está permitido, creando otros territorios de deseo, produciendo el vida. Una mujer ante la violencia del hombre tiene más de dos caminos

T
deseo en un territorio recién creado; produciendo lo que no se debe de a seguir, los aquí posibles son: si continúa en el territorio de sometida a
acuerdo al código que impera, gozar de relaciones potentes sin amores los encargos sociales de sumisión, su fin puede ser la muerte física o la

E
de moral añeja, Ser un disidente, eso es estar descodificado, y ese deseo muerte de su deseo temeroso a cada nuevo golpe psíquico y/o físico si

D
que elige más allá de la genitalidad propia y la del otro; que elige el po- rompe con el territorio al que parece destinada; la otra salida posible es

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liamor y si se acepta complacido, se es infiel, claro que sí, pero no con el la desterritorialización, que si es un fin en sí mismo, puede conducir al

N
otrx, se es infiel a la monogamia. Para esa subjetividad sentirse deseada suicidio, o a una enfermedad terminal, en suma, buscar y encontrar la

R
es ya intención para desear a quien la desea en la contingencia quizá. Y muerte de la forma más inverosímil. Pero hay otra desterritorialización,

E
ese deseo no es nada si no se inscribe en una época. Y ésta es una época aquella que está planteada como una salida de paso, como creación y

T
de convulsiones, de guerras, de revueltas ¿contra qué o quién? Contra surgimiento de deseo que va más allá de ese territorio recién creado, ese

IN
el miedo, los mitos, las ficciones, el sufrimiento; contra la declamación es sólo el primer paso, nada más que eso. Lo que continúa es el devenir
pudorosa de los moralistas, contra a aquello a los que sólo les importa mujer que se aleja del porvenir previsto de una mujer violentada y so-
la caída de rodillas. TO metida por la violencia del hombre, la violencia institucional, laboral,
En la creación de territorios de deseo si llegamos a un exceso encon- obstétrica, mediática, jurídica... Ese devenir que evita la violencia está
tramos la desterritorialización más abismal y nos perdemos en ella. Eso plagado de encuentros, pero también de evitaciones entre esas violencias
N

es lo peligroso, es pura intensidad del que se sumerge sin saber si hay que se entrecruzan y multiplican su efecto; encuentros con sus propias
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o no salida. Pero en ocasiones es también un fantasma y surge el miedo líneas que hacen flexible su pan de la mente1. Eso que hace posible que
M

a la desterritorialización, frente al que sucumbimos: nos encarcelamos lo pensado se haga realidad, con la fuerza de la naturaleza que es el
U

en el pegoteo vincular que entontece, nos viciamos de familiarismo, nos


C

perdemos de la inmanencia del aquí y ahora y olvidamos el mundo que 1. Di Giovanni, S., Carta a América Sarfó : “ahora quiero decirte cuánto te amaré. Porque
O

está para ser vivido cambiándolo por un presente que es prisión colmada el pan de la mente que sabe materializar todas las idealidades elegidas de la existencia
humana, nos será la guía más experta para resolver nuestros problemas”, 19-8-1928.
D

de tensión, violencia y displacer. Y ello nos hace reactivos, duros con Creemos que el autor hace referencia al gran Dios Pan (griego), el único de los dioses
otros pero principalmente con nosotros mismos. mortales que, mezcla de hombre y macho cabrío tenía un propósito en su vida: seducir
mujeres castas, lo que se hacía para él una tarea difícil pues era despreciado por su fealdad.
La desterritorialización seduce, dejar de ser una víctima de violencia
El autor hace referencia a la energía sexual, a la potencia salvaje del humano disponi-
por ejemplo, pero según cómo se produzca esa fuga puede ser fatal ble para propósitos eróticos, pero podemos suponer la metáfora de objetivos creativos,
o no, pues en lugar de transitarla como estado de cosas en la vida, constructivos en la realidad, donde lo imaginado se materializa. Para ampliar en el dios
Pan, ver: Graves (2015: 42).

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mundo soterrado hasta ahora de esa subjetividad que quiere abrirse a Por ello creemos oportuno el análisis de algunos mecanismos puestos
una nueva vida. en juego en las relaciones de poder en la conyugalidad, la convivencia
Entre la creación de territorios para desear una vida que deba ser entre seres humanos y la violencia implícita o explícita que se tiende
vivida con ausencia de perturbación, es decir en la ataraxia, que rechaza como un suelo casi inevitable de pisar. Y en ese análisis se debe priorizar
las ficciones que aprisionan, y la vida embebida de mentiras que pesan la conformación del aspecto intersubjetivo que se presenta de manera
como rocas, y hacen insoportable sentirla como un don que cada uno insoslayable en la problemática del femicidio.

JO
se da a sí mismo o la persistencia en modos sufrientes, piadosos de ser Si queremos caracterizar un modo de intervenir que los adultos prac-
y estar, encontramos una diferencia sustancial: en esta última posición tican en su mundo, bien podríamos pensar en una descripción más o

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redunda la permanencia en el territorio de muerte lenta, agónica donde menos frondosa, pero en verdad se hace necesario que reconozcamos

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el odio de género percibido por la víctima es tan evidente, el indiciario algunos de ellos para inmediatamente pensar en las condiciones de

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tan abundante, que es previsible el femicidio. igualdad y desigualdad en la relación Hombre – Mujer, vínculo de-

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terminado por el patriarcado, del cual se derivan otras condiciones de

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Convivencias penosas y penadas desigualdad. Para ello a de servirnos el breve diálogo que emprenden
Alicia y el huevo empotrado en la pared, Zanco Panco (Humpty Dumpty

E
Las exigencias propias de un imaginario en cuanto a la constitución en inglés), en Alicia en el país de las maravillas (Carroll, 2005: 84-85). Es

D
de una subjetividad acorde a mandatos morales de sometimiento, y el que sigue:

O
aquellos otros mandatos que se basan en las coacciones surgidas de -Hay trescientos sesenta y cuatro días para recibir regalos de incumpleaños...

N
la angustia y las incertidumbres tanto del hombre como de la mujer, -Desde luego- asintió Alicia.

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por diferentes causas en nuestro tiempo histórico, son eslabones de un -Y sólo uno para regalos de cumpleaños! Ya ves. Te has cubierto de gloria!

E
ordenamiento donde la real causa que origina el mandato es producto -No sé que quieres decir con eso de “gloria” -observó Alicia.

T
de una borradura. Esa borradura que retorna cuando se intenta incluir Zanco Panco sonrió despectivamente.

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como natural y casi como anecdótico las muertes diarias de mujeres -Pues claro que no..., y no lo sabrás hasta que te lo diga yo. Quiere decir que “ahí te
como un hecho sin necesidad de análisis, como si así debiera ser; se borra he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastada”.
así, la memoria de esas muertes, desde el Estado a partir de gestiones
TO -Pero “gloria” no significa “un argumento que te deja bien aplastado”- objetó Alicia.
de gobierno conservadoras y desde la memoria colectiva. Cuando yo uso una palabra -insistió Zanco Panco con un tono de voz más
El mandato de sometimiento a la mujer y los hijxs aparece frecuen-
N
bien desdeñoso- quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos.
temente a través de una racionalidad superior en el varón, venido del
E

-La cuestión -insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas
fondo de la historia. Se reconocerá en el relato bíblico con Eva, pero
M

cosas diferentes.
también en el relato griego sobre Pandora, la primer mujer que comete -La cuestión -zanjó Zanco Panco- es saber quién es el que manda..., eso es todo.
U

lo irreparable, según el mito: mandada por Zeus para castigar a los


C

hombres por ser engañados por ellos, abre el ánfora de los males que Parece ser que también en la institución, cualquiera sea ella, donde
O

se diseminan por el mundo, y lo tapa antes de que pueda salir la espe- el patriarcado impere, la cuestión es saber quién es el que manda. Pues
pensar en la conformación de un estatuto de igualdad, requiere de la
D

ranza. Esa mujer fue precursora de Eva en la mitología del cristianismo


y quedó el estigma, para beneficios de muchos, a lo largo de la trágica creación de nuevas signos y sus regímenes de poder, entendiendo a esa
historia de ser mujer en el mundo occidental. Es decir, ese significado creación como una serie de progresos axiológicos de la sociedad; y ello
trasciende al varón, pero ello no lo hace inocente, pues él lo reproduce supone que la condición de igualamiento desde lo jurídico y lo social
de manera consciente o inconsciente. se contrapone a las condiciones de creciente desigualdad en el ejercicio

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de la violencia de género llegando al asesinato de mujeres a manos de Hablamos de capital, y por siglos el mismo ordenó nuestras vidas,
su parejas o ex parejas; sin dudas es un indicador de la contradicción con su economía de explotación, con su acumulación primitiva con el
en el proceso de humanización. La conquista de derechos cuesta vida tráfico de esclavos, con la invasión a territorios que colonizaron exter-
-de muchas maneras-, como en toda acción reivindicativa. minando a sus habitantes originarios o vendiéndolos. Hoy el capital
Ahora bien, los elementos que la realidad muestra dicen de un de- controla el mundo. Y le es útil la jerarquización en todos sus aspectos,
sarrollo de las libertades -para la mujer- formales, políticas y jurídicas pues las luchas fraticidas le permiten acumular ganancias, pero también

JO
por un lado, y por otro es notorio el fracaso en la obtención de la igual- dan ganancias las muertes cotidianas en una guerra fomentada por
dad subjetiva, ética, estética (entendida como la sensibilidad de captar frustraciones, tristezas spinozianas, decepciones, pero quizá uno de

A
signos, enunciándolos) y económica de género. Pero es la igualdad no los sentimientos más importes para impulsar esa tristeza sea el odio,

B
sólo formal, la igualdad verdadera, subjetiva, la que hace sentir al otro odiar a los otros, por miedo y esperanza. Ese odio que acumulado se

A
un igual diverso porque es sentido así, la que da cuenta de una vida con proyecta luego sobre los que se suponen no pueden, no deben vivir como

R
preservación de derechos y salud mental; recordemos a Antifón para lo hacen, o bien, extremadamente, sólo no deben vivir. Así el matador

T
quien: “la dignidad de los seres humanos impone una obligación ética radical: es un infanticida, es un femicida, es un soldado que cumple órdenes
mi existencia ética como individuo me obliga a reconocer a mi semejante como superiores. Trataremos de hacer más explícito lo anterior pues se hunde

E
tal. Sólo la concordia conmigo mismo hace posible la concordia con el otro...” en sus orígenes casi en el mismo comienzo de la humanización de la

D
y ello es el fundamento de toda política libertaria. Lo formal es un en- especie humana.

O
cuadre mudo que requiere de carnadura afectiva igualitaria. Y aquí retomamos algo de la historia relatada sobre los pueblos anti-

N
Es ese reconocimiento ético el que permite que se logre la autonomía guos, que existieron hace miles de años. Es casi al comienzo de nuestra

R
necesaria para que el sistema jerárquico dispuesto en la sociedad sea civilización, pues existió un período (neolítico) donde fue posible la

E
horadado, en un trabajo constante, con una máquina de guerra con urdimbre, esto es, la organización en la estructura social matrifocal

T
silencioso trabajo pero también con voces de denuncian en la calle y en (6.500-5.000 años a. C.) (Rodrigañez Bustos, 2014), donde el sentimiento

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las instituciones. Tenemos claro que es el capital el que manda aquí, por de pertenencia se montaba sobre el colectivo, de ello surgía una con-
ello resulta difícil la remoción de la violencia, pues es con violencia que vivencia en la que el deseo (sexual) materno de bienestar se relaciona
el capital domina, con chantajes, extorsiones, lavado de dinero, tráfico
TO de manera directa a la preservación y protección de la vida de todos
de personas, esclavización, explotación, mutilaciones, muerte. Y ello los miembros del grupo. Un imaginario con reglas de conservar y do-
presenta obstaculizaciones para pensar las condiciones de igualdad en nar para la vida de todos, sin distinciones; ese era el reaseguro de la
N

la realidad inmanente, la cotidiana. No sólo las condiciones jurídicas, supervivencia del grupo; se hacía necesario el cuidado mutuo, de los
E

que plasmadas en papeles no se cumplen por decisiones subjetivas de adultos sobre los niñxs, de los más fuertes de los más débiles. Nos dice
M

hombres y mujeres que en el aparato de justicia y fuerzas de seguridad C. Rodrigañez, atendiendo a la apropiación o borramiento del concep-
U

están atravesados por el patriarcado, esa creencia ancestral basada en to de maternidad y queriendo ser reemplazado por el de matriarcado
C

textos pensados por hombres que necesitaron crear a dioses para do- (operación que propone el patriarcado), pero afirma a esa sociedad con
O

minar con el miedo, a mujeres, niñxs y otros hombres; el patriarcalismo las características de una estructura matrifocal, no vertical y probable-
D

no es sino eso, el dominio y supremacía del varón sobre las mujeres mente matrilineal, agrícola y sedentaria, igualitaria y pacífica, conclusión
especialmente y los otros diferentes, sólo diferentes (de color de piel, de acerca de un antecedente histórico-antropológico de igualación social
orientación sexual, de costumbres, de creencias) y es quién se otorga a sí de estatus de género:
mismo los poderes de la fuerza y de los mandatos para la reproducción
“En contra del (M)uttertum (Bachhofen) y de la reproducción grupal, se instaura el
de ganancias, de las guerras, de la muerte y de la tristeza.
concepto de linaje, de relación vertical individual, y se fijan las reglas de la jerarquía

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familiar, de la transmisión individual y vertical de la propiedad, etc.; el hijo no es la construcción del cristianismo, en el marco de las sociedades patriarcales
criatura de las entrañas que pertenece (en sentido de procedencia por lugar físico) al occidentales. premodernas. J. Bachofen en el siglo XIX decía del amor
grupo de la madre, sino el filium, el que es elegido porque sigue al padre. En la familia materno:
patriarcal la madre pertenece al padre, y esa pertenencia es con sentido de propiedad,
Su principio es el de la universalidad; en cambio el principio patriarcal es el de la
y su destino es reconocerle como su superior y seguir sus órdenes, heredar sus bienes y
restricción... La idea de la fraternidad universal de los hombres tiene su raíz en el
seguir el desarrollo del patrimonio”. 2

JO
principio de la maternidad; por ello, esta idea desaparece con el desarrollo de la sociedad
Esa economía del don, de la reciprocidad de los cuidados y proteccio- patriarcal... El seno materno puede dar hermanos y hermanas a todo ser humano...
nes, sin mediaciones de jerarquías, impedía que se desplegaran luchas

A
con el desarrollo del principio patriarcal, esta unidad desaparece y es sustituida por el
internas, no había motivos para ello, no existían modos de acumulación principio de jerarquía... (Bachofen, 1988).

B
y sentimientos de pertenencia superiores al de los otros. Así se conser-

A
Reconocer la existencia en la Antigua Europa de una cultura única
vaba una armonía que con Antifón reconocemos como esencialmente

R
en sus características de conformar sociedades de tipo maternal, con
ética. La ayuda entre todos eran la garantía de la vida. La lucha estaba

T
roles equiparados para mujeres y hombres y absolutamente pacíficas,
descartada como posibilidad, pues no existían signos de posesión sobre
extendida entre el 7.000 a.C. y el 3.500 a.C. por el territorio mediterrá-

E
objetos que impulsara a la competencia, a la explotación, a la envidia,
neo y central europeo, pone en entredicho los fundamentos mismos

D
al robo, a la muerte del otro por sus posesiones.
del actual statu quo del patriarcado en tanto soporte del imperialismo
Ahora bien ¿de dónde surge según investigadores del siglo XIX ese

O
global basados en la violencia y el racismo de género como supuestos
bienestar colectivo de convivencia? Del reconocimiento de la madre y de

N
“valores” naturalizados en nuestra cultura occidental.
su amor materno, simbolizado por su útero, representado como animales
Hacia aquella época, la destrucción de la sexualidad reguladora de

R
libres y danzantes en cientos de vasijas de aquel período encontradas
la mujer fue producida por las invasiones ya mencionadas de grupos

E
recientemente; de allí emergen los sentimientos de fraternidad; de allí
seminómades a las colectividades sedentarias, pacíficas y subjetivadas

T
se promueven modos de subjetivación con la prevalencia de la ataraxia
por una economía de existencia, sin acumulación y sin guerras fraticidas

IN
(ausencia de perturbaciones, tranquilidad), caracterizados por la sereni-
entre ellas. Ocupaban estas comunidades la zona mediterránea de la
dad de espíritu y la búsqueda de placer sin mandatos culpabilizantes.
TO Antigua Europa, y la invasión vino del sur y del oeste. Fue necesario
(Es importante confirmar los descubrimientos de esa sociedad igua-
para los invasores romper ese estado de cosas y de afectaciones para
litarias pues la supuesta inexistencia histórica de esas sociedades ma-
lograr la reducción a la esclavitud y servidumbre de hombres, mujeres
N
ternales, pacíficas y con un importante desarrollo artístico. Impone su
y niñxs, para que sirvan al ejército invasor, y con ello, a su rey, líder,
E

negación y des- confirma el consecuente del culto a la Diosa , permi-


déspota, que acumula en su almacén lo robado y las ganancias de la ex-
M

tiendo así su transfiguración dentro de la teología cristiana en la figura


plotación; almacén que cuidan los soldados a su servicio. El Tirano actúa
de María, o la antigua Shekinah judía).
U

con la protección de dioses feroces y vengativos que odian la serenidad


Se destruye la civilización de la Vieja Europa a partir del año 4.000
C

de otros pueblos e impelen a los suyos a invadir y matar para obtener


a.C. por invasión de tribus seminómades de pastores guerreros y nó-
O

mayor riqueza y poder. Esos dioses hablan a través de sus portavoces,


mades indoeuropeos, de origen ruso, ello llevaría gradualmente a la
demiurgos, sacerdotes o profetas que son los verdaderos marcadores de
D

sustitución del culto a la Diosa por el culto a deidades solares y mas-


la política de conquista del imperio de turno, como lo fue el oráculo de
culinas; y en última instancia, el culto al Padre, integrado a la compleja
Delfos, siglo V a.C. en la antigua Grecia, a quien lo reyes consultaban,
2. Recuperado en: “La Vieja Europa: de la matrística a los imperios patriarcales”, https:// determinando los destinos de la Polis griega con sus predicciones. Para
disiciencia.wordpress.com/2012/02/26/la-vieja-europa-de-la-matristica-a-los-imperios- ello surge el mito, que por un lado revelan las tragedias humanas y el
patriarcales-2/

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sufrimiento, pero también organiza la sociedad sobre relatos (el poder Una respuesta somera y también superficial, propone pensar que
del varón, la muerte como tributo al emperador y expiación de una falta aquellas se imponen por adhesión, o bien por legitimación, creencia, etc.
gravísima contra la naturaleza y los dioses). Sin duda, estas operaciones están presentes en el proceso y mantenimien-
Es pertinente preguntarse si en este cuerpo social, como en todo to de la imposición. Pero exige aquella pregunta una interpretación más
cuerpo ordenado por un régimen de signos, existen visibilidades que profunda, pues se trata de un proceso a partir del cual los individuos se
implican recíprocamente invisibilidades. Al hacer referencia a estas conforman como tales, en el que la materia prima humana, (la psiqué)

JO
últimas, es necesario establecer que lo que se expone a ser visto en una se transforma en individuo social.
sociedad está habilitado a la visión y por ello incorporado al imaginario Este proceso de formación es el que permite comprender por qué

A
de esta sociedad. no roba el que tiene hambre, pregunta que recorre la historia de la hu-

B
¿Qué es lo que se deja ver, expuesto a la mirada? Aquello que se manidad en sus diferentes variantes, pero expresada agudamente por

A
dispone como valorizable y que capta las afectaciones de los individuos W. Reich. Pero deberíamos también preguntarnos: ¿Qué de nuestro

R
a partir de nociones tales como lo cercano o alejado de los dioses. Lo pensamiento no está determinado por la lengua materna y la estructura

T
puro o lo impuro, como veremos. Sólo ello puede reconocerse como social, por los mandatos y consignas que hemos recibido en nuestra in-
existente y valorable. fancia, por las creencias que nuestros mayores han tenido y han temido?

E
Estas ideas centrales en la sociedad adquieren en ciertos casos el Esta transformación, que culmina en la constitución del sujeto social

D
valor del mito. Dice Cornelius Castoriadis (1989) que la sociedad no convierte, en ese mismo proceso, a los sujetos en verdaderos fragmentos

O
existe sin mitos, como tampoco el mito puede existir sin la sociedad. ambulantes de la institución de la sociedad; está obligado ese sujeto, por

N
Allí, comenzado el siglo cristiano, el mito que más fuertemente se ha lo tanto, a reproducirla en las prácticas sociales que desarrolla.

R
instalado en la sociedad hebrea es el de la salvación por sumisión, pues En su tarea de instalar una ficción, los poderosos construyen una

E
todo se dirime en el valor de la Palabra de Dios que sus intérpretes (los fabulosa arma de dominación: el miedo; con la esperanza que cum-

T
sacerdotes) replican en cada ritual. Fundan y refundan los humanos pliendo el encargo habrá una más allá prometido de bienaventuranza,

IN
las instituciones hombres y mujeres obedecen. Sólo basta recorrer el génesis bíblico y
Con Castoriadis (1989) y E. Colombo (1993), podemos decir que es la pena impuesta por desobedecer y comer del árbol de la Ciencia del
la institución de la sociedad como un todo la que permite establecer la
TO Saber del Bien y del Mal, instigados mujer y hombre por la serpiente
base, la cohesión de dicha sociedad. Entendiendo a este todo como el (el diablo mismo), para reconocer cómo se introdujo el miedo al castigo
complejo total de las instituciones particulares. Aquí el término institu- por salir de la ignorancia y la perdida del paraíso (claro está que por
N

ción adquiere un sentido amplio, y podría agregarse, radical, pues hace la desobediencia ganaron, al convertirse en humanos, reconociendo su
E

referencia a considerar instituciones tanto a las normas y los valores sexualidad, el pudor, el amor humano y la procreación).
M

como también al lenguaje y las herramientas. El individuo mismo se La condena de Dios a la enemistad entre la mujer y el animal es
U

constituye como una institución; como así también pueden considerarse eterna, por convencerla de comer del árbol cuya fruta estaba prohibida
C

instituciones, el modo o estilo que estos individuos tienen para hacer por Él, pues sobrevendría sobre ellos la muerte; y la mujer escuchan-
O

frente a las dificultades, o ejercer su sexualidad, o dirigir el trato del do a la serpiente de que Dios mentía, convenció al hombre, y ambos
D

hombre a la mujer. rompieron la promesa; allí se convirtieron en humanos descubriendo


Ahora bien, si la sociedad está unificada a partir de sus instituciones, su desnudez y fueron profanos, comenzando la circulación de la vida.
éstas deben imponerse de algún modo a los individuos. Por ello un Los tres fueron castigados. Es de tener en cuenta el castigo a la víbora y
nuevo interrogante se nos presenta: ¿Cómo se imponen las instituciones? su enemistad eterna para con la mujer. (Génesis III. 14-19). ¿Convencer
de comer del árbol del saber destinaba al que invitaba a probar la fruta

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a ser pisoteado, él y todas sus generaciones venideras? ¿Qué gravedad xión con la disponibilidad del cuerpo y el destino de vida de la mujer
había en saber? ¿Qué era necesario ocultar? El animal sabía que desobe- -cuerpo del cual dispone el hombre-, lo encontramos en el Antiguo
deciendo hombres y mujeres no serían iguales a cómo fueron creados. La Testamento: el libelo de repudio.
serpiente desnuda la mentira, por eso el peor castigo: la muerte donde En la antigua Israel, las leyes de Moisés establecían que un hombre
se la encuentre, siempre arrastrándose, pues ese animal muere cuando podía abandonar a su esposa y poner fin a su matrimonio entregándole
sólo cuando le aplastan la cabeza. el libelo de repudio: un acta de divorcio donde el marido consignaba por

JO
También recordemos los castigos con los que amenaza Yahvé -que escrito -con todas las formalidades legales, datos, fechas, lugar, firma
significa: Soy el que soy-, al pueblo judío, si no cumple con Sus pres- de dos testigos-, que había tomado esta decisión libremente para ex-

A
cripciones que transmite Moisés, con la promesa de encontrar la tierra pulsar a su mujer del domicilio conyugal, dejándola que se fuera. La

B
prometida y tener el orgullo de ser el pueblo elegido. esposa tenía garantizado que pasado un tiempo y ella rehiciera su vida

A
De los mucho mitos, todos de origen religioso y que condenan a la con otro hombre su marido no podía acusarla de adúltera. El libro del

R
mujer podemos elegir dos, que revelan claramente la raíz material de Deuteronomio que forma parte de la Tora judía y del Pentateuco, dice

T
esa construcciones de una sociedad violenta como el dios que inventó, que si un hombre toma mujer y consuma el matrimonio, pero luego la
agresiva hasta la muerte con las mujeres, revelando una misoginia ino- esposa deja de agradar al marido, por haber encontrado en ella alguna

E
cultable. Esa misoginia, reproducida en distintas época la encontramos fealdad, le escribirá el libelo de repudio, y poniéndoselo en la mano la

D
no sólo en el Génesis, sino también en otros rituales donde la mujer es mandará fuera de la casa. (Dt. 24, 1-4). También puede encontrarse esta

O
expuesta a humillaciones y debe demostrar su honra, ya perdida por la ley en los profetas Isaías (50,1); Jeremías (3,8) y Malaquías 2,16). Jesu-

N
desconfianza del varón a través de pruebas; o bien soportar expulsiones cristo abolió el libelo de repudio (Lucas 12,16), y afirmó la no disolución

R
del hogar por decisiones del hombre. del matrimonio “lo que dios unió nada lo separará”.

E
El odio misógino está presente, quizá alivianado por alguna inter- Aunque sí es necesario pensar que aquellos mandatos bíblicos, que

T
vención crística para que no apedreen a una mujer (en el Nuevo Tes- imponen el destierro o la expulsión de la casa sólo porque él decide ha-

IN
tamento, Juan, 8: 1-11, en el episodio de la mujer adúltera). Pero los cerlo, si era necesario lo hacía con el mismo argumento que da Humpty
dos ejemplos mostrarán la materialidad que sostiene la palabra que el Dumpty a la atribulada Alicia, pues está presente el montante de poder
hombre le hace decir a Dios, a quien inventó a su imagen y semejanza.
TO - potestad (que significa: poder sobre) del adulto varón respecto de la
El odio a la vida, a la inteligencia del placer, al cuerpo y su vitalidad mujer. Se trata de saber quien manda, eso es todo, con el respaldo de
que se expresa en lo mundano; estas son algunas de las significaciones Moisés y éste en comunicación directa con Yavhé; así el hombre que
N

de resentimiento que transmite el monoteísmo, especialmente contra repudia podía sentirse en pleno derecho de ejercer el libelo, pues aunque
E

la mujer, y en ocasiones escasas contra el hombre insumiso, descreído parezca sin sentido, como pensó Alicia con el Huevo, una percepción de
M

o hereje directamente (tanto el cristiano, el judío como el musulmán). fealdad era suficiente para la expulsión. Pero no podía ocurrir al revés.
U

Recorremos este lineamiento porque puntas deshilachadas llegan aún Otra tribulación para Alicia si estuviera frente a Moisés, ya no frente al
C

a ser eficaces para tocar el alma de algunos hombres y necesitan matar Huevo. ¿Por qué un género tiene esa prerrogativa y no el otro?
O

una mujer porque ésta asume el ejercicio de libertad, por su decisión de Hay razones para ello. La mujer sólo debe servir para tener hijos
D

ser libre con su sexualidad, por salirse del cerco del pastor y comenzar sanos y fuertes, y si es posible, hermosos. Su sexualidad está destinada
a vivir de un modo que es renuncia a la muerte cotidiana o a la vida a la procreación; Israel necesita de hijos saludables, para trabajar la
ficticia en la cual pervivía. tierra y hacer la guerra. según lo manda el Señor. Los mismo sacer-
Uno de los relatos bíblicos que intentaremos analizar en sí, en las dotes no debía tener deformidad alguna ni presentar tullidez, a dicho
condiciones históricas que se han producido pero también en su cone-

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Yavhé a Moisés (Lev. 21,16)3. Es lícita entonces una sexualidad repro- neo; el cuerpo dirá de su culpabilidad, ¿que otra prueba necesita Dios
ductiva, con hijos fuertes. E ilícita una sexualidad orientada al placer y el hombre? Un destino muy probable puede ser las piedras arrojadas
por el placer en sí mismo, no reproductiva. ¿Cómo no esclavizar a las sobre ella por pecadora. Enterrada hasta el pecho sólo su cabeza asoma
mujeres del noeolítico, libres y lúbricas, con úteros danzantes, ávidos? y los hombros, cada hombre y mujer en pacto tribal de alianza arroja
Si el valor estaba puesto en la fuerza del hombre, en una casa segura una piedra sobre la cabeza desnuda, hasta destrozarla.
y en la fidelidad de la mujer que criará a los hijos que la cuidarán en la Además, se incluye en el análisis la situación de la mujer violada, y la

JO
vejez, es entendible lo importante de la función procreativa. Así y no de respuesta que tiene la Biblia para ello no deja lugar a dudas: Deuteronomio
otra manera debía de ser en aquel tiempo. De ahí la queja de Raquel, dice que si una mujer (sin importar la edad) es violada, el violador debe

A
la esposa de Jacob: Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de pagar a su padre 50 monedas (siclos) de plata y debe casarse con la mujer

B
su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. (Génesis 30:10). (algo usual actualmente en algunos países -Nicaragua, Marruecos- y

A
Lo que no puede entenderse, o bien sí puede entenderse no sin es- también en regiones de Argentina hasta hace unos años); esa mujer no

R
cándalo, es la humillación del repudio si la mujer no puede quedar será repudiada porque fue violada. No parece ser éste un castigo para

T
encinta; o bien la deshonra perpetua y quizá la muerte de la misma si el violador. Claro que, para las mujeres el castigo por la violación es la
no atraviesa con éxito la prueba del agua amarga. (Números 5,11-31). muerte si no grita pidiendo ayuda, es decir, se considera violación si

E
Allí Javhé dice a Moisés: “Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer hay grito de la mujer, si no lo hay se supone sexo con consentimiento

D
de alguno se descarriare, y le fuere infiel,..... el sacerdote tendrá en la mano las y hay castigo por ello. (Deuteronomio 22: 22-28 ). No se contempla la

O
aguas amargas que acarrean maldición.  amenaza de muerte o la coacción por parte del violador para hacerla

N
Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no callar. El único ejemplo en el que sólo se castiga al violador es si la

R
te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que víctima es violada en el campo, donde sus gritos no se escucharán; si la

E
traen maldición; más si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, mujer comprometida (o no) grita pidiendo ayuda, no hay castigo hacia

T
y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido (el sacerdote conjurará a la ella4; por otro lado, ¿si la víctima fuera una niña? es muy probable que

IN
mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición se sienta intimidada y no pida ayuda, ¿por lo tanto, por la ley bíblica,
y execración en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga y que morirá? ¿Si es un abuso sexual cometido a los niños varones, es también
tu vientre se hinche;  y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas,TO severa la pena sobre el niño, porque es varón?, pues aparece confuso
y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.”  en Levítico 20:135 que condena con la muerte el acto sexual entre dos
Imaginemos que el hombre acosado por la duda recorre desde su
N

tienda hasta el altar del sacerdote de la mano con su mujer, atravesando 4. Por su parte, la violación también era castigada con la muerte, en unos casos del violador,
E

la plaza del asentamiento, para deshonra de ambos pero principalmente en otros de la mujer violada y en otros casos de los dos -hombre y mujer-, según tuviera
M

lugar la violación en un lugar habitado, o se produjera en despoblado, pues en un caso la


de ella, pues es la acusada, aunque no haya pruebas de ello. La herencia mujer podía pedir socorro y en el otro no. Nos lo relata con detalle el Capítulo 22 del Libro
U

debía asegurarse con el temor y la puesta en escena de esta prueba que del Deuteronomio: “Si una muchacha virgen es prometida de un hombre, y otro hombre
C

aterroriza. Imaginamos que las piernas de la mujer ya trémulas por la la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, serán llevados los dos ante el tribunal de
la ciudad, donde serán condenados a morir apedreados: la joven por no pedir socorro
O

tensión de cientos de ojos puestos sobre ella flaquean, que su vientre se estando en la ciudad, y el hombre por deshonrar a la mujer de su prójimo. Así acabaréis
D

retuerce por el agua sucia que hace su trabajo y no falta el recuerdo de con el mal que haya en medio de vosotros (22:25-26). “Pero si un hombre encuentra en el
haber mirado a un hombre de la tribu, o peor aún, a un enemigo Cana- campo a la prometida de otro y la obliga a acostarse con él, entonces solo se dará muerte
al hombre que se acostó con ella. A la joven no se le hará nada, porque no ha cometido
ningún pecado que merezca la muerte; se trata de un caso semejante al del hombre que
3. “Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y dile: Ningún hombre de ataca a otro hombre y lo mata; porque él encontró a la joven sola en el campo y, aunque
tu descendencia, por todas sus generaciones, que tenga algún defecto se acercará para ella hubiera gritado, nadie habría podido socorrerla” (Dt. 22:27).
ofrecer el alimento de su Dios” (Lev. 21:16). 5. “Si un hombre se acuesta con otro hombre como si fuera su mujer, los dos comenten una

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varones, ¿dictaría que un niño-adolescente varón abusado debe ser mujer. Desterritorializan el sometimiento, en una huida constructiva,
condenado a muerte por el delito de ser una víctima de violación? De si eligen la autonomía.
esta manera, es ambigua la condena a la violación de niños o varones La ampliación de derechos de acciones protectivas sobre la mujer -no
adultos de parte de la Biblia. Por lo tanto... ¿cuál es el sentido de morali- siempre eficaces por la resistencia del patriarcado de hombres y muje-
dad e inmoralidad que transmite la Palabra sobre los más vulnerables?6  res en el aparato del Estado y la Justicia- muestran que al incrementar
Lo que no ocurriría con las madres del neolítico, que por su sexualidad esos derechos también aumenta la violencia contra la mujer. Ante esa

JO
libre ejercida con varios hombres no eran abandonadas por ellos, tampo- ampliación algo de las representaciones del patriarcalismo individual
co abandonaban la monogamia, porque aún no existía, como tampoco vacilan; ya su base no son los miles de años de justificación mentirosa,

A
existirían los forzamientos a mantener relaciones sexuales pues ello es ahora es un hombre rechazado que si puede, vuelve a casa de sus padres,

B
un sinsentido en una red de libertad sexual, donde no hay represiones a su habitación de adolescente, habiendo salido de allí convencido de

A
sobre el acto; si las hubiera habido, como las hubo posteriormente, es que poseía potestad sobre otros. Era algo natural, claro está.

R
porque las pulsiones de dominio y posesión mortíferas para la víctima Por otro lado, cuando hablamos de la Justicia y el Estado de estructura

T
estaban derivadas a la multiplicación de encuentros en lo que podemos patriarcal, lo muestran estos datos: según L. Malacalza7, coordinadora
denominar hoy camaradería sexual, o poliamor. El dominio y la posesión del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo, los Fis-

E
viene a consecuencia de la represión sexual; esa violencia que es de do- cales no encuentran pruebas en caso de femicidio si no existen denun-

D
minio la impuso como concepción controladora de la energía femenina cia previa, y deciden caratular “homicidio agravado por el vínculo”;

O
y masculina el invasor a manera de reactividad delo no controlable, los ausencia de capacitaciones, falta de seguimiento de las resoluciones;

N
flujos de deseo nomádicos. El tirano con su corte, sus mitos y sus dioses la no adecuación de leyes provinciales de Violencia Familiar a la Ley

R
o su Dios bloquea fuertemente y castiga ese nomadismo deseante. En Nacional de Violencia de Género (26.485). Por otro lado se alienta a

E
verdad el sinsentido de la historia no es tal, sólo es aparente, Humpty realizar denuncias sin garantizar medidas de protección y asistencia

T
Dumpty debe tener entonces sus razones para hacer saber que la cuestión efectivas Las denuncias en la provincia de Buenos Aires por violencia

IN
es hacer saber quién es el que manda. familiar fueron en 2014, 162.204, aumentando un 43% respecto de 2012.
Ocurre que ya el mandato no es eficaz, la mujer en el siglo XXI pue- El número de casos iniciados en 2014 fue de 98.012. Sin embargo el 80%
de ser madre cuando quiera y su organismo lo permita, con tecnología TO de las causas iniciadas por violencia contra las mujeres se archivan por
médica a su disposición en hospitales públicos, lo garantiza el Estado “lesiones leves y amenazas”
en Argentina. ¿Cuánto de este encargo de hacer saber quién es el que La creación de refugios y estrategias comunitarias aliviaría la situa-
N

manda está en el fondo oscuro del hombre que, herido, celoso, impo- ción, a modo de urdimbre, y ello daría paso a evitar la presión policial
E

tente, innecesario e inconveniente para la vida de la mujer, estalla y la y sus políticas represivas que dejan a las mujeres más expuestas aún.
M

mata por que es ella la que lo repudia expulsándolo con libelo y sin Todo ello se compagina con el desmantelamiento de Infojus, agencia
U

él? Hombres impotentes que de nada sirven a mujeres autónomas, o de noticias del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, hubo des-
C

que deciden serlo construyendo un nuevo territorio para su deseo de pidos y se borraron en este nuevo gobierno (2016) las notas y archivos
O

acumulados desde 2013. La actividad por los derechos humanos de las


D

mujeres, por los derechos de los pueblos originarios, de los homosexua-


les, de las lesbianas, de los jóvenes apaleados por la policía generó que
cosa abominable, por eso serán castigados con la muerte y la sangre caerá sobre ellos”.
(Lev. 20:13). Consulta de: La Biblia. Ediciones Paulina. Madrid - Bs. As. Imprimatur: el nuevo gobierno -con las medidas tomadas con esta agencia- alienta
Raúl Francisco Card. Primatesta. 8º edición, mayo de 1993.
6. Consulta de: La Biblia. Ediciones Paulinas. Madrid - B. A. Imprimatur: Raúl Francisco
Card. Primatesta. 8º edición, mayo de 1993. 7. http/radiocut.fm.com (Reportaje del 19-10-16).

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el proxenetismo y a los policías cómplices. Los avances de ampliación Se conforma la sumisión voluntaria de la mujer y su deber materno
de derechos en los últimos años se ven atropellados hasta la mínima de formar a sus hijos para la guerra como un valor soberano. Es el valor
expresión, pues ese avance de adquisición de derechos concuerda con que otorga respetar la representación que en ese momento es suprema,
haber probado el fruto prohibido, del árbol del Saber, pues si se sabe lo instituido que manda y gobierna con ficciones, La Patria, Lo Sagrado,
cómo actuar y cómo prevenir en caso de violencia en general también los Dioses, Dios; es la Idea que está en otro lugar, en la trascendencia, más
se sabrá cómo repeler la violencia institucional que organismos del allá de los ciudadanxs, infieles, fallidxs, traidorxs, pecadorxs... aunque

JO
Estado despliegan sobre lxs ciudadanxs de múltiples formas. En los los hombres reciben más indulgencias que las mujeres en sus faltas. De
desmantelamientos del Observatorio y de Infojus, vemos dos violenta- esa forma, entre un trato dócil y el azote se forma una esclavitud por

A
mientos institucionales por parte del Estado, con el fin de que no se temor y por voluntad finalmente, sustentada por relatos que manipulan

B
denuncien otros próximos violentamientos, cerrando las posibilidades los afectos y las sensibilidades más vulnerables, con el miedo a la deso-

A
de reclamos al Estado. lación, el destierro, la exclusión del clan, el dolor físico, las marcas en la

R
piel que denota la tortura por traición. ¿Puede una mujer a principios del

T
Milenios de un ethos. Un trozo de historia siglo XX dejar de ser madre, si está en condiciones de hacerlo? Puede,
pero deberá dar justificaciones veladas de su decisión de celibato, o de

E
Así, el patriarcado permanece durante milenios, primero consolidán- negarse a la maternidad. También ocurre y ocurrió que la familia desti-

D
dose y después expandiéndose con las invasiones al mundo conocido; nara una mujer para la soltería cuyo destino era cuidar a los padres en

O
nada lo detuvo y todo fue útil a su expansión, entre guerras, amenazas la ancianidad. Muchos de estos encargos femeninos fueron dar servicios

N
y torturas. de cuidadoras, de sostenedoras ante la decrepitud, la incapacidad y la

R
En verdad no fue este proceso un fenómeno continuo, existieron locura de sus padres ¿por que no?. No criaría hijos, cuidaría moribundos

E
personajes que resistieron a la dureza patriarcal, donde el valor de la y enajenados, tareas de las hijas, no de los hermanos varones.

T
mujer fue tomado con el sentido de la urdimbre, y no como suplencia del Milenios atrás, la paternidad durante el patriarcado era adoptiva,

IN
varón; esta suplencia se dio en las guerras del siglo XX, peleando como esto es, cada hombre de poder elegía el hijo de sus mujeres que creía
soldados, o bien como trabajadoras en fábrica de armas en la 2º gran estaba educado de manera más belicosa, o de manera más inteligente
guerra, favoreciendo a una especie de liberación en el lapso, pero que TO para la batalla.
pudo acabar siendo casi una ficción, pues terminado el conflicto, todo Así, la mujer, esposa, esclava, concubina debía su supremacía frente
vuelve a su lugar, sin embargo, quedan las experiencias de autonomía a las otras por el modo de crianza de sus hijos y de la aceptación del
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en cada una de ellas, que han sido quizá germen de la libertad sexual de hombre como padre o no de esa hija o hijo. Si estaban bien adiestrados, se
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sus hijos dos décadas después en los países centrales. Es evidente que
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en aquella guerra se luchó contra un enemigo que pretendía lo mismo


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como un hombre para recibir a su pareja. Es evidente que el modelo patriarcal aquí no deja
que los propios gobernantes en la mayoría de los casos sobre el género, resquicio al mínimo despliegue de la mujer, pues en esa comunidad beligerante y con un
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el orden patriarcal8. destino excluyente que es la guerra, los niñxs debían ser una mimesis del Ideal del niñx
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saludable y sin anomalías. Esto lo relata Ryszard Kapuscinski en Viajes con Heródoto
(Kapuscinski, 2009). Por otro lado, en América existieron poblaciones originarias que
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8. La guerra y las mujeres luchando en ella tiene su historia antigua. De acuerdo a Heródoto, tenían como suyos y preciados habitantes de las comunidad a personas trans: “Según se lee
los soldados espartanos peleaban con sus parejas varones cuerpo a cuerpo, es decir, espalda en algunas fuentes de Paraguay o del Chaco brasileño, antiguamente entre los antepasados
con espalda; cuando debían convivir con sus mujeres, éstas, que sostenían las tareas del de los Caduveo existían personas que se llamaban Cudinas, que hoy en día podríamos
hogar, crianza de niñxs y procreaban no dejaban de mantener el vínculo con el hombre. decir que eran travestis u homosexuales, como han sido llamadas por los antropólogos
Cuando la unión de la pareja entre hombre y mujer era más fuerte que la que se daba del siglo XX. Las fuentes dicen que se vestían de mujeres, que realizaban las tareas de
entre los hombres, la mujer partía a pelear con su hombre vestida como soldado y con trabajo femeninas, hacían pis sentadas y también simulaban la menstruación”. Entrevista
el cabello cortado como un varón, cortado al igual que en su vida cotidiana, preparada Suplemento Las 12, diario Página 12, 11 de noviembre de 2016. Ver: Tola (2016).

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cumplía el destino esperado por la madre patriarcal, por su preparación, jeres en las civilizaciones primitivas, el útero; y los orgasmos que éste
su hijo estaba destinado al éxito social, a escalar jerarquías en sociedades puede donar a la mujer si está su cuerpo preparado para integrar ese
competitivas, y en constante beligerancia entre sí. Esto se corresponde montante de energía para ser descargado en el momento del coito o en
con la limitación para la mujer de su eroticidad, de la expansión de su el mismo parto.
libido sexual, genital y no genital; esa energía está propuesta y orientada En la primera década de este siglo se conoció en Colombia, y también
a la satisfacción del Hombre, especialmente para la reproducción y en -aunque menos publicitados- en otros países de la región, una serie de

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el celo de la crianza de un hijo obediente al Señor de la tierra y del cielo, episodios donde algunas madres de sectores medios y populares, pero
ya sea un siervo o un pequeño noble, y pocas veces esa mujer piensa y no indigentes, mataban a sus hijos púberes o niñxs. Estos episodios cons-

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hace en su propia satisfacción (con algún amante quizá), pero en verdad ternaron a la población y aparece en los medios de información como

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la satisfacción está en la mirada aprobatoria del Hombre a su tarea. un sinsentido, pues la devoción materna hacia el hijx es muy fuerte en

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¿Qué ocurrió con vida sexual de la mujer después de la urdimbre? la población latinoamericana. Pero como una información secundaria,

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En la mujer al mismo tiempo y necesariamente desaparece la se- sin relevancia para el análisis aparece en el diario más importante del

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xualidad que le es específica, intensa, que las religiones monoteístas país (El tiempo9) que el 54% de las mujeres embarazadas no deseaban
fuerzan a callar, ya relatamos la Prueba del Agua Amarga, hemos visto a sus bebés, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud

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el Génesis, conocemos las práctica de infibulación de algunos países de de Profamilia (2005); son claros estos datos pues revelan el 70% de las

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creencia musulmana, con la poligamia que le es inherente. La urdimbre parturientas padecen depresión posparto, depresión con síntomas afec-

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junto a la trama no existen más desde hace miles de años en occidente, tivos, y también depresión psicótica. Si ahondamos el análisis en esta

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pero no significa eso que algún pueblo o comunidad abandonada en realidad, surgen muchas preguntas, entre ellas: ¿el embarazo no deseado

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una selva inexplorada no la practique. Tampoco significa que no se re- fue producto de la cesión de la mujer para colmar un deseo del hombre

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construya en grupos de autogestión actuales que buscan y encuentran que se siente potente en la paternidad, imponiendo un hijx a una mujer,

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formas de vivir con la distancia justa que los pone a salvo de la captura quizá para controlar su sexualidad, siendo él mismo transmisor de una

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represiva de los mitos sobre su sexualidad. No era difícil encontrar aún violencia que pesa sobre sí, pues si no procrea ni controla se derrumba
hoy mujeres con vaginas apretadas en un encuentro sexual, en marañas la significación imaginaria de su virilidad? ¿fue un embarazo acaso
de temor y vergüenza. Mujeres que no han visto ni conocido nunca sus
TO provocado por una violación marital? O bien ¿la mujer que no desea
propios genitales, enseñadas a asearse los mismos con una esponja, no su embarazo se vio presionada por mandatos sociales a concretar la
con sus dedos. maternidad como realización de su ser mujer, de acuerdo a opiniones
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Volviendo a la maternidad, asistimos hoy a que cuando ésta se con- religiosas y otras creencias patriarcales? Todas esas preguntas y sus po-
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creta sin deseo de la mujer (muchas veces violadas maritalmente), en sibles respuesta dejan en claro de qué modo el patriarcado conduce con
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occidente comienzan a producirse actos destructivos -físicos y psíqui- hilos invisibles desde la biopolítica los destinos violentados de mujeres,
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cos- contra los hijxs a manos de sus madres y de sus padres, pero ya es de hombres y el de niñxs con consecuencias funestas.
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destructivo en sí mismo para la mujer embarazada, cargando un feto Por otro sesgo, podemos decir que el goce femenino fue aplastado
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que no desea en su cuerpo. Esa es una tortura que muchas veces las por fábulas, y rodeado de mala reputación. Muchas mujeres desconocen
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lleva a depresiones intensas o actos atroces con sus hijos, sumidas en que existe el orgasmo uterino, pero este órgano debe estar libre, suelto,
estados patológicos. meciéndose dentro del cuerpo de la mujer como un pez para que ese
Podemos decir que el parto en lugar de ser un acto placentero, es orgasmo se produzca; en cambio si se halla constreñido y aprisionado
doloroso por mandatos culturales, pues ha existido por miles de años
una represión muy severa sobre un órgano muy preciado por las mu-
9. Diario El Tiempo, “El 54% de los bebés no son deseados”, Bogotá, 21 de junio de 2009.

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como pretendió la antigüedad y pretende la medicina occidental difí- la avaricia los empuja aún más a la destrucción12, pero no sólo ello, la
cilmente se logre ese goce. Algunas culturas con sus danzas saben de crueldad se vuelve atroz en los invasores.
ello y las mujeres bailan en un balanceo que es erótico pero al mismo En Europa al hereje, después de obtener confesión por tortura de la
tiempo ejercitante del movimiento del útero. Paradójicamente, la danza Inquisición (acto que se denominaba relajamiento), se lo enviaba al Brazo
del vientre es una de ellas, danza de mujeres en una sociedad arábiga Secular (instituto compuesto por laicos, de extrema dureza en sus fallos)
poligámica donde nada del cuerpo excepto los ojos pueden mostrar. y éste, por lo general condenaba directamente a la hoguera al maldito

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Pero también el baile en la murga de origen afroamericano es una danza por su relación segura y comprobada por confesión con Satanás, si era
ondulante sobre los órganos sexuales. impenitente; si era penitente, es decir arrepentido de su herejía moría

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Por otro lado existieron momentos en la Historia donde los pueblos ahorcado por el garrote vil y después su cadáver era quemado. Este

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invasores borraron con sus ficciones otros mundos y sus semióticas, sus terror recayó principalmente sobre las mujeres, que curaban con hierbas

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modos de interpretar el mundo, sus conexiones con sus propios dioses, dolencias que la medicina árabe ni judía ni cristiana podían detener.

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que se conservaron en cultos secretos, por lo general con rasgos poli- Esas mujeres, acusadas de brujería y de obtener saberes del Demonio,

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sémicos, icónicos, politeístas y también eran patriarcales; si bien estos por ser acusadas de aprender y de copular con él, eran detenidas y claro
dioses eran crueles, existía en las culturas mayas y aztecas, por ejemplo, está, torturadas; si ello no bastaba, se las encerraba en un pozo por me-

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un ritual honroso con el sacrificio del enemigo, que en la cúspide la ses hasta quebrar su espíritu (tratamiento que se denominaba in pace).

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pirámide era ofrecido su corazón a sus dioses; y el hombre sacrificado

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esa considerado en correspondencia con la naturaleza: los sacrificios Brujas

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eran un elemento fundamental en el culto religioso para los Aztecas10.

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Se correspondía a una especie de compensación o pago que los hombres Nos relata Jules Michelet (1973), en su impecable investigación so-

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daban a los dioses. Huitzilopochtli y todas las demás deidades, recibían bre la cacería que llevó adelante la Santa Inquisición en Europa sobre

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su parte en la vida del pueblo: “Como dios que es, desdeña los alimentos las brujas, que si puede pensarse en una revolución de la brujería y

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groseros de los hombres y solo puede mantenerse con la vida misma, la subs- de aquellas mujeres que se hacían llamar brujas (muy pocos hombres
tancia mágica que se encuentra en la sangre del hombre”11. eran considerados de tal manera), ésta fue el presentar el reverso de
Los invasores, con sus signos y prácticas renovarían el odio y el furor TO la Edad Media, confrontando con su espíritu en un campo de batalla
cristiano y patriarcal, especialmente cuando Europa se encuentra con que no fue sino una zona del cuerpo: la rehabilitación del vientre y sus
pueblos con costumbres desconcertantes, incomprensibles para la cris- funciones digestivas. Campo en el que la medicina del medioevo no
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tiandad; su voracidad de riqueza destruye y asalta; es decir, destruye podía encontrar efectos curativos.
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modos de vivir, usos, significados y códigos desconocidos, habituali- Durante cientos de años el médico del pueblo fue la bruja. Los Se-
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dades y sexualidades diversas terminan por ser asimiladas a la cultura ñores feudales, Emperadores, Reyes y Papas eran asistidos por los me-
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dominante o bien desterradas; se las castigaba con látigo y fuego, guia- jores médicos de Salerno, (moros o judíos), pero casi todo el mundo no
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dos por la fe cristiana en el mundo de los invadidos. Al mismo tiempo


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12. Dice Todorov: “De todos modos el deseo de hacerse rico no lo explica todo (...) las
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formas que adopta la destrucción de los indios, y también sus dimensiones son inéditas,
incluso excepcionales. (...) No se puede explicar la matanza de Caonao con una codicia
10. Aclara Todorov: “(...) el sacrificado no debe pertenecer a la misma sociedad (...) proviene cualquiera, ni las madres ahorcadas en los árboles, ni los niños colgados de los pies de
de países limítrofes ...y cuenta también sus cualidades personales: el sacrificio de un las madres, ni las torturas en las que se arrancan con tenazas las carnes de las víctimas,
valeroso guerrero cuenta más que el de un hombre cualquiera. En cuanto a los inválidos pedazo a pedazo; los esclavos no trabajan mejor si el amo se acuesta con su mujer (...)
de toda clase se les declara impropios para el sacrificio” (Todorov, 2003: 177). Todo ocurre como si los españoles encontraran un placer intrínseco en la crueldad, en el
11. Recuperado de: [www.oculto.eu]. hecho de ejercer su poder sobre el otro...de su capacidad de dar la muerte” (2003: 176).

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consultaba sino a la Saga o comadrona, con respeto y con temor, y se Sólo el diablo y la bruja se ocuparán de la mujer. Son sus aliados; así,
la nombraba Dama Buena, al igual que a las Hadas, pero también de la que se dedica a lo inverso del espíritu del mundo sagrado, la bruja,
la misma forma que a la planta favorita de la bruja, la belladona, que en cura a la impura, la mujer. Hay una lógica donde las potencias exclui-
dosis adecuada aliviada dolores o curaba. Ante ellas, la bruja y la planta, das se alían a pesar de la mujer misma, pues sólo puede recurrir a un
los hombres retroceden, pues la hierba se la encontraba en los lugares monstruo quien muy poco se estima; sin embargo, la maligna adivinaba,
más inhóspitos, en tugurios peligrosos, en las tierras salvajes a la que descubría su pequeño secreto y la curaba.

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sólo se aventuraba la comadrona, que era su misma tierra, pues ¿Dónde
podía vivir sino la novia del diablo? Toda la cualidad de esa dupla, mujer Sobre el cuerpo, la batalla

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y planta, que envenena y cura, las llenó de injurias, improperios tales

B
como ser inmorales, impúdicas, sucias, pero en verdad sus trabajos con Pero es más complejo el tratamiento de los herejes en la Edad Media,

A
efectos curativos estaban motivados por cierta bondad. desde el pensamiento cristiano y su odio a la diverso, a lo múltiple y a

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Es claro que hacia aquella época perversa en sus ideas y acciones lo desconocido; ya hemos visto el odio da la inteligencia con la situa-

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(la Edad Media): ción de la Iglesia contra Galileo, o con el mismo Giordano Bruno; aquí
también, con la brujería, hay aborrecimiento y miedo a la inteligencia,

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..se veía la carne y a su representante (maldita después de Eva), la Mujer, como impura.
de los que pueden curar o aliviar los dolores de enfermedades sin cura.

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La Virgen, exaltada como Virgen más que como Nuestra Señora, lejos de elevar a
la mujer real, la había disminuido, poniendo al hombre en una escolástica de pureza... La herejía principal era la diablería. El hereje, que descree de Dios y

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La mujer misma había terminado por compartirse odioso prejuicio y se creía inmunda. su potencia divina, debe ser quemado. Hijo de una Bruja y del Demonio,

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Se ocultaba para dar a luz, se ruborizaba de mar y de dar placer. (...) ella casi pedía ha traicionado a sus mayores, los Profetas, sus Cuidadores; ha querido

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perdón de ser, de vivir de realizar las condiciones de la vida. Se imponía suplicios para herir sus negocios. El fuego no alcanza, no se puede fiar siempre en él;

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disimular, anular, suprimir casi ese vientre adorado (...) del que nace el dios hombre... se debió en ocasiones proceder como se hacía antiguamente, lograr que

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(Michelet, 1973: 93-94). el alma sea largamente purgada, sometida por los ayunos, probada en la

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fe, aunque la muerte la sorprenda en cualquier momento, pues quemarla
En Basilea, en 1527 el médico más afamado de la época, Paracelso es conseguir que incluso conserve su orgullo, ya que aún en la hoguera
(1493-1541), quemó todos los libros de medicina y declaró que todo lo TO triunfa Satán. Esa es la conclusión Si un pecador ha abierto el misterio de
había aprendido de la brujas. Pero antes de ello, no hubo para estas lo insondable del cuerpo creado por Dios, se reconoce su piedad, se ha
mujeres sino torturas y hogueras, se inventaron especiales dolores para tomado el trabajo de encontrar el Mal en este hombre muerto abrazado
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ellas. Debían pagar muy caro su afirmación basal al dar batalla sobre el por dentro por sus pecados negados al confesor, y allí el Demonio vio
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cuerpo humano: “No hay nada impuro y nada inmundo”. Abordar de esa carne para su carne y la tomó. El pecado fue conocer lo que sólo a Dios
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forma audaz el estudio de la materia provocó, sin saberlo siquiera ellas le está permitido, el cuerpo en su misma entraña, en sus vísceras, en su
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mismas, el estudio libre de la materia; nace la medicina como posibili- funcionamiento como máquina echada a andar por un hálito divino.
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dad real terapéutica. Para hombres y mujeres. Pues anteriormente, en No sólo se quema a las brujas, que es mujer, pues sólo una mujer puede
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la Edad Media, la medicina se ocupa del ser que es superior, puro, el aliarse con el Diablo, copular y procrear, ¿por que no? con él; sino que
que puede convertirse en representante de Dios en la tierra (el hombre,
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también va a la hoguera el investigador del cuerpo y del alma, algo


el sacerdote), aquel que es el único que puede subir al altar. Michelet sólo atribuible a Dios y en ocasiones, escasas, a sus representantes en
agrega. “la mujer se ocupa de las bestias. Es por éstas que se empieza. ¿Se la tierra. También se quema a quien descubre que el Hombre no es el
piensa en los niños? Raras veces. ¿En las mujeres? Jamás” (ibíd., p. 94). centro del universo, como tampoco lo es la tierra (Bruno) y la cárcel por
afirmar ello y luego abjurar de su teoría en el caso de Galileo Galilei.

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Volviendo al cuerpo y su interior, recordemos que Mondino de con su cultura en algún rincón olvidado del planeta? Serían apedreadas
Luzzi13, llevó a cabo la primera disección pública registrada alrededor si pudieran hasta el fin de los tiempos. No alcanzarían las piedras.
de 1315, antes de ello estaba vedada esa operación y castigada. Vesa- En verdad los relatos teológicos ofenden la inteligencia, como el Hue-
lio en el siglo XVI llevó a cabo numerosas disecciones en el proceso vo a Alicia con cuentos que todos creen porque los dice el que manda ,
de emprender las más extensas investigaciones anatómicas hasta su “eso es todo”, pues sino ¿que sentido tendrían sus vidas? ¿Cómo soportar
tiempo, pero fue atacado con frecuencia por otros médicos. Durante las penurias del desierto, una mala cosecha, un quebranto económico si

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muchos años se asumió que la peregrinación de Vesalio a Palestina no se siente que Él mantiene su mirada sobre nosotros y lo que nos toca
era un escape de las presiones de la Inquisición como resultado de su vivir es una prueba de nuestra fortaleza, que se premiará cuando llegue

A
trabajo con cadáveres. Hoy en día esto se considera generalmente sin el momento de juicio final. Ya citamos la obra Galileo de B. Brecht, y es

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fundamento y es desacreditado por los biógrafos modernos. La ciencia muy claro el trozo al respecto como epígrafe del capítulo IV, pero hay

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avanzaba con audacia pero con temor frente a la Inquisición. otros muy evidentes también14.

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Pero volvemos a las impurezas, pues eso también desata la pulsión

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Religiones de guerra de muerte en el hombre frente a la mujer, la mujer es impura cuando
sangra, y cuando lo hace no pude quedar embarazada, todo lo que toque

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Veamos cierta historia del que manda. Para ello debemos repasar en ese estado será impuro. Pero también podría tener relaciones con

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con rapidez, aunque no sin ser perspicaces, la manera en que los tres cualquiera sin procrear. ¡Por repetición de que su cuerpo es impuro, y

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monoteísmos desmantelan la vida placiente y gozosa de hombres y más impuro es cuanto más libre es!

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mujeres; su base, lo sabemos, se cimienta en el odio, aunque la palabra Se necesita una cárcel donde el carcelero es la propia culpa, la cár-

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amor resalte de las henchidas voces de sus representantes en la tierra. cel de la conciencia donde se debe obedecer con votos de fidelidad y

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Un mínimo análisis es sobre el relato -entre otros- de los rituales de sumisión. Y la sangre ocupa allí la figura de la llave de la cárcel. Con

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la pureza en las tres religiones monoteístas. Todas relacionadas con la ella fluyendo hacia la tierra no habría rastros visibles del engaño, no

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maternidad y la seguridad de la paternidad del hombre. Las religiones, habría preñez.
aunque proclamen lo contrario, son religiones de guerras, necesitan de
ellas, sus cleros son necesario como intermediarios en cada batalla para TO Mundos gramaticales, rostro y raza
garantizar el buen morir del soldado, para reconfortar a la madre del
hijo muerto en batalla, para tonificar la actitud bélica del hombre que Al invadir América, los procesos de socialización y de alfabetización
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entra en combate bendecido por el buen Dios. Claro, las que dan hijos adquieren, tanto por contenido como por metodología de transmisión,
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seguros de la paternidad es la mujer honrada y sometida, caminado a las características de un instrumento de represión de las expresiones
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dos pasos detrás del hombre. Cubierto el rostro y evitando encontrase culturales, sociales e históricas de hombres y mujeres de los pueblos
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con una mirara curiosa o lasciva. Ya fue infibulada, una castración que
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ni siquiera ordenó Mahoma, sino que éste sugirió la mutilación sólo de 14. “Ante la espera del veredicto del astrónomo del Vaticano: EL CARDENAL MUY AN-
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CIANO: “¿Siguen todavía adentro? ¿No podrán terminar rápidamente con esa nimiedad?
los labios exteriores de la vulva. ¿Y las mujeres del neolítico, si existieran
¡Ese Clavius tendría que conocer su Astronomía! He oído decir que ese señor Galilei
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desplaza al hombre del centro del Universo a algún sitio marginal. Por consiguiente, ¡es
un enemigo del género humano! Y como tal debe ser tratado. El hombre es el rey de la
13. Mondino de Luzzi, o de Lucci (ca. 1270-1326), también conocido como Mundinus, fue creación, lo sabe cualquier niño, la criatura más alta y dilecta de Dios. ¿Cómo hubiera
un médico, anatomista y profesor de cirugía italiano que vivió y trabajó en Bolonia. Se podido Dios situar esa maravilla, fruto de tanto esfuerzo, en un pequeño astro apartado y
le acredita como el «restaurador de la anatomía», por sus influyentes contribuciones al siempre en fuga? ¿Enviaría a su Hijo a un sitio así? ¡Cómo puede haber gente tan perversa
campo al reintroducir la práctica de la disección pública de cadáveres humanos y por como para prestar crédito a esos esclavos de sus tablas de cálculo! ¿Qué criatura de  Dios
escribir el primer texto anatómico moderno. Disponible en: www.curtisbiologia.com puede tolerar semejante cosa?” (Brecht, 1992).

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colonizados. Un breve recorrido histórico nos mostrará los modos en que victoria sobre los árabes, el exilio impuesto a los judíos y el descubrimiento de América,
la enseñanza, y la subjetividad del que enseña, aparentemente neutra, es también el mismo año en que se publica la primera gramática de una lengua europea
produce subjetivaciones, modos de sentir, pensar y actuar en la confor- moderna, la gramática española de Antonio de Nebrija. El conocimiento de la lengua
mación de la identidad de un pueblo y modela sus afectos. Hasta hace ... es muestra de una actitud nueva ... y de toma de conciencia de su utilidad práctica,
90 años en la región sur del continente, por ejemplo, las maestras debían y Nebrija escribió en su introducción estas palabras decisivas: Siempre la lengua fue
llevar polleras hasta los tobillos, sin polvos en la cara en la escuela y ser compañera del imperio” (2003: 153).

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acompañadas por su padre o hermano si caminaba por la calle. Esas Es una forma más de poder, la gramática designa lugares en los gra-
peticiones eran cláusulas de un contrato que debían firmar las aspiran- dos de jerarquía, así, la palabra denigrar proviene de la palabra negro,

A
tes, en tanto fue una normativa el Ministerio de Educación de la época. sabiendo que lo suscita en el europeo blanco ese color a diferencia de

B
La moral sexual de la maestra era muy importante, y con ello la su propio color de piel. El color blanco de la piel fue un trabajo que el

A
represión de su sexualidad y erotismo como mujer, dentro y fuera del cristianismo se procuró con celo, así el rostro de Cristo, seguramente

R
trabajo; hombres cuidadores de su virginidad, custodiadas para no de color cetrino, por su origen semítico, fue transformado en las pin-

T
conocer varón, como María, madre de Cristo. Tres siglos atrás la mujer turas en un rostro europeo, con mirada glauca y rasgos fisiognómicos
sensual era incompatible con la imagen de una buena madre, y el maria-

E
del hombre del centro de Europa (nariz romana, pues el arte romano
nismo fanático primó durante muchos siglos reclamando la castidad de

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a la hora de representar personas con autoridad, nobleza y/o valentía
la mujer, según el modelo de María Virgen que engendra sin el contacto utilizaba esa forma). Palabra que designa de acuerdo al color de piel.

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con un hombre, pero que al mismo tiempo permite el sacrificio y muerte Palabra y piel. Dos regímenes de signos.

N
de su hijo por entrega al Señor. Algo de aquella moral se deslizó hasta No es menor el tema del color de piel en la problemática de la vio-

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entrado el siglo XX. (Durante el Régimen Franquista en España, todas lencia. Así, el color blanco como símbolo de vida, de salud y de pureza

E
las mujeres debían llamarse como primer nombre: María. Y el 19 de (entiéndase virtud), connotan una estética que es también una ética, pues

T
marzo, san José, es el Día del Padre en España). es también el color blanco el símbolo de una raza superior (Dussel, 2000:

IN
Ello implica que esa identidad incluya modos y estilos que los sujetos 115). Esos significados que entronizan la etnia occidental no pueden no
que componen esa sociedad utilicen para hacer frente a las distintas generar sus efectos en las subjetividades; sí, a partir de Martín Bernal,
vicisitudes que les toca abordar en suerte; esa identidad está dada tam- TO podemos inferir que el proceso de “enblanquecimiento” se convirtió en
bién por la lengua, como organizador de poder. Recordemos a Jorge L. un proceso deliberado para conformar la cultura de occidente. Bernal se
Borges quien nos dice que “un idioma es una tradición, un modo de sentir
N
hace esta pregunta: “¿Por qué los griegos se presentan como blancos o arios
la realidad, no un arbitrario repertorio de símbolos” (Borges, 1973).
E

en la historia que conocemos, cuando es altamente probable que fueran más


Es necesario recordar que la Gramática es un fuerte elemento de
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bien mulatos o negros, dados los vínculos con el Asia Menor y con África?”
ordenamiento social, es decir, de adecuación a los modos de pensar y (Bernal, citado por Dussel, 2000: 116). Llega a la conclusión que una
U

sentir dominantes y convencía a los conquistadores a quienes someter a importante parte de la historia fue borrada con el fin de mantener el
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tutelamiento. Ello complementa tanto la requerida unidad política como mito de la supremacía blanca. Hombre, blanco, europeo. Una definición
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la unidad religiosa. El investigador Tzetan Todorov dice: de género y del modelo varón.
D

“Los aztecas o los mayas, que veneraban el dominio de lo simbólico, no parecen haber Antiguamente, las civilizaciones Neolíticas, donde los signos no
comprendido la importancia de la lengua común, y que la diversidad lingüística difi- pasan por el rostro ni por colores de piel, sus expresiones son múltiples,
culta la comunicación con los extranjeros .... Así los españoles son quienes habrán de cada órgano del cuerpo humano tiene vida propia y se conecta con
instaurar el náhuatl como lengua indígena nacional en México antes de llevar a cabo la otros con vida propia, y hacen cuerpo, consolidan un cuerpo; como no
hispanización...Este comportamiento mismo...ya había visto la notable coincidencia de la fue considerado el útero con sus conexiones danzantes, queriéndolas

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el médico, conexiones fijas. Si esa conexión como órgano con el cuerpo ordene la vida de los cuerpos, tal como lo consideramos aquí, porque
no se produce, se elimina la libido potente en la mujer, y la urdimbre. esta es una máquina que clasifica, detecta desviaciones, ordena norma-
Hoy encontramos que el poder materno pasa por el rostro de la madre lidades, lo que es propio del capitalismo, ¿quién es esa que anda por
durante el amamantamiento, el rostro del jefe lo encontramos en la po- la calle así vestida, con medias corridas y apenas cubiertos los senos?
lítica, en las banderas, en los símbolos, pensemos sino ¿qué le significa, ¿quién la ha dejado pasar? ¿vino a trabajar como puta acaso? ¿y aquella
qué hace pensar la cruz svástica al alemán no nazi, al judío, al gitano, al con su piel oscura y cara aindiada, cómo tiene esa ropa costosa, cómo

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mundo?; esa rueda de cruces cruzadas que parece avanzar, y connota está en este hotel? ¿Cómo habla y se hace entender en su farfullar de
que ni no la seguimos, podemos terminar colgados de una de sus barras extranjera esa otra con la ropa manchada, vendiendo un santito? ¿Con

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horizontales. Es un símbolo imperial, es un rostro que producido marca ese olor a perfume barato debería estar aquí?

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los modos de sentir de los hombres y mujeres, blancos y de cualquier Es necesario deshacer el rostro como política de control, pero no es

A
raza. Desechando cualquier diversidad, es decir, cualquier signo que le nada fácil, por ejemplo, lograr romper la identificación de la mujer y

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parezca extraño, que no pase por sus coordenadas; es una cabeza que hombres de fuerte consumo, sintiéndose blancos (no importa el color

T
rompió el código del cuerpo, que es un código distinto, múltiple, atento de piel ya, el dinero transforma su piel en blanca, o mejor dicho aclara
a señas levísimas que el mundo da al mundo y también a sí mismo; con toda diferencia), y actuando como dueños de una vida, la Vida, la que

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el rostro dominando, el cuerpo ya no forma parte de una composición, está cercana a ellos, y que conquistaron sin que otros puedan hacerlo,

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ya no escucha sus propios latidos, se mira en el espejo y no ve su rostro, porque no pueden, no saben, o porque tienen escrúpulos, pero no im-

O
ahora ve el rostro del Jefe, y el latido es al compás de la voz del Tirano. porta para ellos saber eso.

N
Por eso el cuerpo tiranizado enferma, porque se codifica con el código Ese modo de vida acomodado no excluye la violencia, ni los manda-

R
del rostro del Jefe, del Amo, del Tirano, del Billete, y tenemos desfiles tos bíblicos, ni los celos controladores, ni la pulsión mortífera del varón

E
asombroso que duran horas, cuerpos obedientes que emplazados en una sobre el cuerpo de la mujer, pues ella tampoco, a pesar de sus cuidados

T
esquina no mueven un músculo. Cuerpos sentados de niños y niñas en y personal de servicio que la auxilia no se libra de la violencia de género;

IN
las escuelas sin poder levantarse de la silla. Pero también esos cuerpos hay tantas muertes de mujeres en esa clase social como en los sectores
codificados desprecian lo múltiple que recogen los sentidos, la expre- populares y también marginalizados.
sión del cuerpo por sí mismo, incluyendo la cabeza. ¿Podría pensarse
TO Estas formas de ejercicio de poder que representa la rostridad y la
que la libido recoge células descodificadas, tiránicas, y proliferan con gramática, se fue reproduciendo desde ese período hasta la actualidad
su energía contagiando su descontrol a otras para tomar un cuerpo de- de manera continua. Veamos las estéticas que denominan a las mujeres
N

masiado tiranizado para terminar destruyéndolo? ¿Qué ocurre con las y las que denominan a los hombres Pero resulta necesario preguntarse
E

mamas de mujeres demasiado succionadas desde el afuera -ocupando por las actuales tendencias a la transmisión de ese orden en la sociedad
M

seguramente lugares asignados en la cartografía familiar- con sus células desde siglos, con los variados modos que adquiere el orden social sobre
U

que rompen un código para huir, pero es una huida hacia la muerte, el pensar, el hacer y el sentir. La violencia hacia lo diverso la vemos en las
C

dejándose llevar por un impulso tanático? Claro que es una fuga de la avisos comerciales, en las conversaciones cotidianas, siempre compañera
O

tiranía, pero hacia otra tiranía, la enfermedad y la muerte, silenciosa del imperio, en este caso del capital y del consumo. Hoy la gramática
D

hasta que se anuncia. Nunca es buena la fuga si nos devuelve al mismo es la publicidad, el marketing que establece rostridad, ordenamientos
camino del cual huimos. Recordemos a Fitzgerald: “Evidentemente, toda subjetivos difícil de sustraerse.
vida es un proceso de demolición”. Aparecen así las dicotomías en las publicidades, mujer lasciva- mujer
El rostro no es otra cosa que un organizador de la economía de la recatada; mujer ángel - mujer demonio, fría -sensible; tierna -calculadora
energía de los cuerpos. Los primitivos no tienen necesidad de rostro que (AA.VV., 2010).

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La mujer ocupando lugares donde la aporía resalta, por ejemplo del lugar que la publicidad ubica a la mujer: polarizada y consumidora.
publicidades de perfumes donde lo angelical compite con lo demonía- Hoy ésta se concentra en el exterior (esto es, fuera de la esfera íntima y,
co, se halla tironeada por demandas múltiples entre su lugar público en menor medida, de la privada) y, especialmente en los ámbitos de la
conquistado, sus registros laborales de competencia con otras mujeres esfera pública y la laboral. Y ello no es un síntoma de lo que supone una
y especialmente con hombres; con la lucha constante de su posiciona- incorporación reciente en lo laboral, porque crisis sucesivas la llevaron
miento en lo económico como tomadora de decisiones que implican res- a ese mundo hace tiempo, (en el caso de la esfera económica, es aún

JO
ponsabilidad absoluta de sus tareas. Y se siente como un sujeto alocado, inicial); por ello la mujer en tanto que sujeto social relevante, denun-
sumida en una velocidad que se detiene muchas veces con el pánico. ciante, disidente, defensoras de derechos, es una concreción que lleva

A
La publicidad siempre representa a la mujer en una situación bipolar adelante con movimientos sociales; sobre esa libertad el marketing está

B
que la condena, al parecer, a los extremos Como una subjetividad social en alerta pues promueve ganancias capturando sus deseos de libertad

A
imposible al modo de la interpretación platónica tratando de ubicarle el confundiéndolos con el consumo, a la par que conquista su libertad,

R
útero errante, o bien freudiana que se preguntaba: ¿Qué quiere la mujer? la convence de que es libre comprando; pero ésta es una libertad fuer-

T
Las mujeres conviven con su propia situación contradictoria, pero no temente codificada pues el mercado traza los márgenes de la cual no
la tienen los creativos publicitarios cuando construyen la proyección debe salirse, similar a Dios que manda aplastar a la serpiente que invita

E
mediática del imaginario femenino en la publicidad. “En este sentido, a saber a la mujer y con ello humanizarse comprendiendo lo humano.

D
la solución creativa apuesta, en la mayoría de las ocasiones, por no resolver la Estas dicotomías en lo público generan para la producción de identidad

O
contradicción y actuar como reflejo de las posturas extremas, (por ejemplo), de la subjetividad femenina fuertes agitamientos entre lo humanizado y

N
mujer racional frente a mujer emocional” (ibíd., p. 24). Es una representación lo deshumanizante de su posición. De un modo u otro, en lo visible y no

R
facilista que continúa con el lugar de sumisión de la mujer, y la más visible, la mujer parece que es aún para la publicidad un sujeto marcado

E
cómoda desde el punto de vista de la descodificación y comprensión por la privacidad, pero con una presencia notoria en el mundo público,

T
del discurso publicitario, pero no la mejor pues ya el tirano no es el y si lo es, está marcada como gerente competidora eficiente, o ama de

IN
hombre solamente y su mundo no es el de la mujer que mira desde la casa impecable en su hacer, las dos con fragancia fresca.
ventana el mundo público, cuyas salidas son llevar los hijos a la escuela. Ambos mundos son gobernados por el mercado, sin resquicio para
Muchas mujeres no se sienten identificadas con el imaginario femenino TO una intimidad que permita una construcción de la feminidad con la
que se desprende de la publicidad. De lo que resulta, al contrario que autonomía y capacidad de deliberación y decisión propias de seres que
con otros sujetos sociales caracterizados por su coherencia, en el caso puedan cuestionar el sinsentido como Alicia ante Humpty, que quieran
N

de la representación de la subjetividad femenina en la publicidad, que desobedecer para conocer lo humano; seres que pueden fugarse de las
E

se lleva a cabo una auténtica disociación en la subjetividad de la mu- capturas del modelo de género al cual parece ser que se debe pertenecer
M

jer como sujeto social: una fragmentación rígida, extrema, con polos en esta época.
U

antitéticos, cuya coherencia resulta imposible. Son rasgos contradicto- Para ello se necesita que la energía sexual que potencia el hacer de
C

rios característicos de la representación publicitaria de la subjetividad la mujer sea detenida y bloqueada con mitos, que recrea de manera
O

femenina que se presenta frente al hombre como un ser cada vez más permanente el consumo, la juventud por beber vodka, la madurez por
D

inasible, indecidible, inclasificable, lo desconcierta con posicionamientos los zapatos elegantes y fuertes, la insumisión por comprar una crema,
y reclamos de derechos que la asisten pero incomprensible para una la audacia por usar un perfume, la ambición por la gerencia conquis-
subjetividad que no entiende aún ese mundo contradictorio pero que tada gracias a su lencería apenas visible (con la leyenda: así qué...¿por
no lo es, es la presentación publicitaria la que se encarga de explotar esa qué no?); todo siempre con elegancia y porte que da el producto; y se
veta, sí es un mundo en agitación, en movimiento, en avance, a pesar llena de horror si se intenta descreer de ellos y pensar por cuenta pro-

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pia qué hacer con sus afectividad, su sexualidad y su erotismo que no través de prácticas hoy consideradas por lo menos curiosas, pero con un
esté destina a un amor profano, sin la necesidad del producto. Así, el fin determinado, impedir el desarrollo libre de su sexualidad. Hemos
amor, la conquista del lugar anhelado, sólo es posible si se está ligado visto esto en el capítulo III de este ensayo.
al producto. ¿Cuál es el horror? La vindicta pública, la vergüenza, ser Platón decía en siglo IV a.C: “Cuando la parte de la mujer que conocemos
considerada una mujer voluptuosa definiéndose como pansexual que con el nombre de matriz se vuelve estéril durante largo tiempo, se indigna y,
enfrenta los mitos del consumo de cómo debe ser una mujer, por ejemplo, vagando por todo el cuerpo, detiene el paso de los espíritus y la respiración y

JO
o bien enfrenta al modelo cuando informa que no importa que genitales ocasiona la más extremada ansiedad y toda clase de enfermedades” (Wood,
tenga la persona que ama, o bien que es infiel a la monogamia, de la 1983: 25-26)15. Se ha mantenido vigente esta opinión hasta mediados del

A
cual descree y sólo alguna vez practicó. siglo XVIII e incluso al hoy algún hombre lo repite.

B
Y hasta hoy esas definiciones son tomadas por algunos como una La historia de la medicina ha encontrado en su desarrollo innume-

A
enfermedad, diagnosticada como fiebre uterina o síndrome de Excitación rables enunciados de este tipo, generando verdaderos paradigmas que

R
Sexual Permanente, o vulgarmente se denomina a la mujer como pro- cimentaron concepciones erróneas, algunas de mayor gravedad y con-

T
miscua ninfómana, sólo porque gusta de mantener relaciones sexuales secuencias que la promovida por el propio Platón.
con frecuencia y con distintos hombres y mujeres. Puede ser una pato- En realidad, tanto en los pueblos primitivos como en los albores

E
logía cuando es una compulsión que domina su vida, no lo es cuando de la sociedad moderna, el útero como órgano, respecto de su forma y

D
surge un deseo sexual frecuente que intenta concretarse. Claro que esto función, se convierte en una verdadera significación imaginaria con un

O
abruma al creyente marianista que quizá no logre entender que la casti- fuerte alcance sobre la subjetividad femenina. Alcance que tiene una

N
dad dada en ciertas condiciones puede ser la verdadera patología, por eficacia simbólica proporcional al desconocimiento que los anatomistas

R
ejemplo cuando la represión oculta pulsiones que no pueden tomar otro tenían sobre el mismo.

E
destino que enfermar al sujeto y a otros, en lugar de orientarse hacia el Hasta que no se practicaron las primeras disecciones serias en el

T
afuera donde el deseo se despliegue hacia una urdimbre cultural rica siglo XVII, cuando los cirujanos se decidieron a intervenir el abdomen,

IN
en semióticas. Hablamos de sublimación del creyente, si la religión no primó el criterio de uno de ellos, reconocido médico en la antigua Roma
permite un contacto sexual libre. (ibidem), quién afirmó que este órgano estaba divido en siete cámaras.
La intención de esa represión en la mujer era muy clara: eliminar la
TO Este error persistió, se expandió e instaló con la fuerza e intensidad de
libido materna, pero también reducir y encasillar a la del varón en en- una verdad científica.
crucijadas neuróticas de celos, en afecciones de propiedad y rivalidades Esas nociones sobre su cuerpo, su vida y su sexualidad, no produ-
N

edípicas, en familiarismos patologizantes. Hay que recordar la urdimbre jeron otra cosa que enfermedad en el cuerpo de las mujeres; no había
E

de la civilización neolítica. Se preparó con su destrucción el camino para asimismo muchas salidas hacia la salud; un cerco se cernía sobre su
M

la construcción social y afectiva, singular, de la madre patriarcal. Y ello deseo sepultado por mandamientos.
U

se produce desde la infancia de la niña y del niño. Así la irrupción de En las sociedades antiguas, la Persa, la Griega, la Romana, se con-
C

la urdimbre tiene éxito. vierte en una verdad para la época con un fuerte alcance sobre la subje-
O

Se aplasta esa libido y de algún modo muere esa futura madre con su tividad femenina. Alcance que tiene una eficacia simbólica proporcional
D

energía potente e insumisa al amo y se somete el cuerpo de cada mujer al desconocimiento que los anatomistas tenían sobre el mismo.
y de cada hombre. Muchos siglos después, el filósofo más conocido de Sin embargo, esa verdad de época bloqueó los movimientos del útero
la Antigua Grecia, Platón, en el Timeo, hablaba del útero en la mujer para interrumpir la producción libidinal de la mujer, de esa manera el
como un animal errante que causaba cambios de humores. Y el modo
de cura de los médicos y magos de la época era ubicarlo en su lugar a
15. Véase también: Platón (1972).

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tejido entre urdimbre y trama se transforma en tejido de dominación de sus hijxs considera que es bueno para sí, reconociendo sus potencias
y jerarquías. Incluso en ese dominio participa la mujer moderna sobre con esos encuentros. Diferenciándose en su elección de qué es lo Bueno
miembros del clan, de la familia, desde su cerco de poder se estable para los demás, incluso para la creencia de su propio padre y hermanos.
una compensatoria potestad sobre lo que puede controlar, la vida de
sus hijxs, horarios cotidianos, los de su pareja. Y ello por la sensible Una Madre entre la justicia y el amor
inseguridad que tiene, tratando de fisgonear la vida sexual de los otrxs,

JO
incluso la de los más cercanos, no preservando su intimidad, revolvien- Vaya un ejemplo, entre lo masculino y lo femenino encontramos
do prendas, buscando y encontrando manchas, recorridos, itinerarios. exclusiones de niñxs cuya identidad de género no coincide con su cuer-

A
Todo ello debido a que su libido no fluye, su sexualidad congelada po biológico. Tenemos la situación de Luana que siendo Manuel, con

B
en su fatídico destino-madre quedó allí, como un agua que se espesa algo más de 20 meses de vida decía: “Yo nena” mientras en entorno

A
y es más difícil de remover cada mañana. La rutina embarga su vida y socializador insistía en que dijera que era un nene. La única que podía

R
el saber se que comparte con el de la comunidad, es un saber utilitario, escuchar su demanda era Gabriela, su madre, que podía reconocer su

T
no útil, pues le sirve como instancia de dominio, de mantenimiento de identidad de género como marcas inscriptas en el Yo. De situación hu-
secretos, de silenciamientos costosos el cual sólo ella puede develar, milde -es vendedora ambulante-, y sin formación académica especializa-

E
cobrar y perdonar la deuda. No es útil al encuentro sin recelos, sin da para determinar el valor de la palabra de su hijo hasta ese momento.

D
vigilancia mutua. De esa madre patriarcal, es mejor alejarse; claro está; Escribió la madre: “Tenías ya veinte meses y comenzaste a hablar, entonces

O
ama, pero mal, porque ama mucho, posesivamente, enfermizamente me pudiste decir: “Yo nena, yo princesa” (Miranda, 2015: 28). Pasado el

N
a veces, como el varón acostumbrado a pedir cuentas y cree amar con tiempo y las vicisitudes (las afirmaciones de Luana comenzaron hacia

R
ello; amar bien significaría que su libido se dirija hacia el afuera, no ne- 2011), la incomprensión de algún terapeuta, la insignificancia que para

E
cesariamente como expresión genital, pero ello no está vedado si nada el pediatra tenía el tema creyendo que faltaba sólo presencia paterna, y

T
lo impide, y al expandirse sobre lugares inhabituales, que espera ávido, las dudas de la madre que escribía y tomaba nota de las conversaciones

IN
no su saber chismoso intrascendente, sino su experiencia vital como ser con su hijo y pidió una ayuda insustituible, la de una terapeuta que pudo
arrojado a vivir en la mucha o poca libertad que pudo construir, logrará escuchar al niño que sentía ser una niña y llamarse como una compa-
componer su vida con la vida y con el flujo del hacer de la comunidad.
TO ñera de jardín (Luana), con el tiempo, el proceso terapéutico estableció
El amor materno que existe, claro que sí, es producto de una transfor- una firme identidad de género que inició un camino irreversible para
mación de la sexualidad específica de la mujer, esa energía se reconvierte la niña. Tan irreversible que adquirió hacia sus 7 años una identidad
N

en amor materno protector pero en el marco de que el amor se define en el registro de las personas como Luana, un nuevo DNI acorde a su
E

por la justicia, haciendo lugar al otro, a su enunciación, pues esa es una identidad de género autopercibida sin tener que judicializar su recla-
M

de las formas del amor conjugado con la justicia, dar lugar a la palabra mo, primer caso en el país y en el mundo. Cambio de identidad que
U

del otro; claro que la madre ama y protege, pero su tarea es dar lugar fue costoso según el relato materno que se plasma en un libro que ha
C

a la voz, a los afectos que piden colarse, salir a través del muro silente; escrito la propia madre de la niña (Gabriela Miranda) llamado Yo nena,
O

de ella -la madre- se espera claramente que esté atravesada por las yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nombre.
D

intensidades de su tiempo y atenta a los lenguajes que encuentra, que Claro que en el tránsito de la asunción de una identidad de género
incorpore sensiblemente aquellos elementos que le parezcan posibles a otra se produjeron vicisitudes, entre ellas que el padre de la niña, al
de ser enunciados y visibilizados en la vida, en su movimiento de ex- insistir que debía corregirse su posicionamiento sexual y no ser escu-
pansión. En suma, se espera de ella y del compañerx si lo hubiera, creer chada por la madre ni por los profesionales de la Universidad Nacional
en la posibilidad de la posibilidad de enunciar que es lo que cada uno Gral. Sarmiento ni por los de la Comunidad Homosexual Argentina;

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abandona así la casa con su hijo mayor y esporádicamente ve a sus Claro ejemplo de violencia institucional. Un policía, un agente pú-
hijos (ya que Luana tiene un hermano gemelo). La madre infiere que blico que está destinado a receptar y cumplimentar el trámite de una
es cobardía la que impide la aceptación de la orientación de su hija, y denuncia, no a enunciar visibles opiniones violentando a quien requiere
con ello queda sola como referente adulto familiar de Luana. Pero la de su trabajo -sólo tomar la denuncia de robo en este caso-; pero es
misma actitud del padre, se replica en las instituciones que debiendo sus evidente que el temor del policía, al igual que el padre de Luana, es a
miembros estar preparados para comprender estos procesos subjetivos su propia tendencia inconsciente homoerótica, pues cuanto más criti-

JO
novedosos pero ajustados a solventar los derechos de los niñxs, sin cable sea la identidad o acción del otro más lejos pretende estar de sí
embargo actúan sus miembros con enunciados y actitudes retrógradas esa tendencia inconsciente.

A
y patologizantes. Después de entregarle el DNI a la niña, y la favorable Por ello es necesario, quizá lo hagan muchas, que puedan preguntarse

B
aceptación de los compañeros de Luana, pues ella misma informó de esa madre y ese padre o esas madres, o esos padres, qué peligros acechan

A
su nueva situación civil en la escuela. La maestra dice: “Está mucho más a la vida -como lo hace la madre de Luana- respecto de la violencia de

R
contenta y participativa. Desde que comenzó las clases intenté acercarme a ella género, si enseñó a respetar por sí misma a su hija y a su hijo sus pro-

T
para que supiera que podía confiaren mí y le costó acptarme un poco. Después pios cuerpos, y por lo tanto decir que no a toda conducta abusiva; esa
del DNI, ella sola se acercó para contarme. Se la nota más feliz” (ibíd., p. 223). es la verdadera lucha educativa. Decir que sí a todo lo que la impulse

E
Sin embargo, la madre fue asaltada y la robarle el celular, se llevaron su pulsión de vida, desde una noche de pasión hasta el encuentro de

D
las fotos donde estaban registrados los momentos al recibir el nuevo alegría espinoziana con una potencia, descubrir por ejemplo un aliado

O
documento de identidad; asiste a la comisaría de la zona y presenta la para marchar, es también dar lugar a lo vital que pulsa por salir. La

N
denuncia de robo con ansiedad por recuperar las fotografías y la angustia energía de la madre podría estar puesta allí y también –al mismo tiem-

R
de no poder hacerlo. Dice el policía que toma la denuncia: po- podría estar puesta en la pregunta por la libertad y el encuentro de

E
sus hijxs con la autonomía sexual y de identidad de género.
“-Qué aberración, no? Una verdadera atrocidad.

T
Tener hijxs para colmar una demanda ancestral, que crezca ese pue-
-¿De qué me habla?

IN
blo y conquiste a otros es una tarea que requiere de una vida; tomada,
-Que le entreguen el DNI
claro está, por los mandatos patriarcales; y para ello se requiere de una
-¿Por qué lo dice? –mi cara se transformó, no podía creer lo que estaba escuchando, me
TO madre abnegada y sacrificada, que forma hijos que no tienen piedad
llené de ira y me contuve por esstar en inferioridad de condiciones ante una violencia
con el enemigo y se sacrifiquen cuando el Señor lo manda, sea el Rey,
directa y ejercida por la autoridad que me tomaba la denuncia. Estaba en la comisaría,
el Dinero, el Líder, el Espíritu Santo, Dios, y otros. El odio a trasmitir
N
tenía todas las de perder.
es tan intenso que nada queda en vida y es proporcional al trato dado
E

-Lo digo porque tengo una nena de esta edad y jamás permitiría que fuera al jardín
a aquellos considerados en una categoría subalterna, o al trato dado
M

como una nena como la suya –me dijo dejando de escribir y recostándose en la silla (...)
a ellos mismos cuando fueron niñxs para que acumulen ese deseo de
-¿Por qué? ¿Cuál es el problema?
U

destrucción, que puede volverse contra sí mismos, como ocurre con el


-Por el baño. Yo pediría que tu hija vaya a otro baño.
C

hombre matador de mujeres.


-Mi hija cuando va al baño cierra la puerta como todos y lo que haga detrás de la
O

Esa mujer criando a su cría de ese modo, de acuerdo a la pedagogía


puerta es privado.
D

negra, vista en este ensayo (capítulo III), ha perdido gran parte de su


-No sé, hay tanto degenerado.
potencial sexual por represión; y es ahora la que libra diariamente una
-¿Qué pensás, que mi hija anda desnuda por el baño exhibiéndose?
guerra cotidiana dentro y fuera del hogar para mantenerlo. Por ejemplo
-Es tan raro, porque no deja de tener el cuerpo de un varón, digo yo, cuando sea más
saber que violan maritalmente a su hija, o que se somete a su pareja por
grande y se caliente ¿se le va a parar, no?” (ibíd., p. 228).
la violencia, sin su sexualidad potente de mujer que le permitiría decir:

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no; en suma ella es una madre que actúa como una niña porque siente seguramente sería un niño llamado Manuel, triste, que alcanzó el Ideal
como tal, pues cuando nació esa hija ya sabían que debían bloquear la heteronormativo, odiando acaso y quizá con crueldad a los libres de
capacidad erótico vital de esa niña, y adiestrarla en el orden que espera obrar, podría llegar a ser un misógino, aborreciendo a la mujer que no
la sociedad, mientras que el niño, cruel y agresivo, lo es por el espejo pudo ser, un ser homofóbico por el destino que ha tenido esa persona
en que se mira, los ojos de sus padres. Son escasos los juegos donde la trans negado para él. .
alegría spinociana es la ligadora de la experiencia ética que es el juego; No es impensable que el homofóbico adulto tenga como entramado

JO
sólo porque existe esa experiencia hay ternura y juego. ¿Cuál es la expe- subjetivo esta correlación entre deseo negado, alegría perdida y trocada
riencia ética? El niñx no a de realizar ninguna esencia, ni debe responder por tristeza, potencia disminuida en su capacidad de hacer - pensar y

A
a ninguna determinación histórica, biológica vocacional, si algunos de odio por no ser “el modelo de naturaleza humana que nos proponemos”, esto

B
esos destinos debiera ser cumplidos, existirían en lugar de ética como es, no lograr lo que hubiera sido bueno para sí -adquirir una identidad

A
experiencia de posibilidades múltiples, sólo encargos, determinismo de género tal como lo impulsaba su alegría, sintiendo el aumento de

R
férreos de destinos. Esa multiplicidad de posibles tiene como sustento potencias-, al contrario, se atiene a lo Bueno que espera el Tirano, clasi-

T
la alegría, y ésta se corresponde con el amor. Dice Spinoza: “Por esto ficador y normativizante. El encuentro de lo bueno para sí de cada uno
conocemos claramente lo que es el Amor y lo que es el Odio. El Amor no es otra y del colectivo es un proyecto de disminución de las despotencias que

E
cosa que un gozo (alegría) que acompaña la idea de una causa exterior; el Odio es dolorizan el mundo.

D
sólo una Tristeza que acompaña la idea de una causa exterior. Vemos, además, La crueldad que se despliega para vivir en el mundo actual, en el siglo

O
que el que ama se esfuerza necesariamente en tener presente y en conservar la XXI, no es igual a la del pasado inmediato, pero aquello también tuvo

N
cosa que ama; por el contrario, el que odia se esfuerza por alejar y destruir la sus montantes destructivo, ¿menos sutiles?, no, sólo distinto. Hoy no

R
cosa odiada” (Spinoza, 1963, 3. XIII. Escolio). hay hornos de campos de concentración, está el mar Mediterráneo que

E
Por lo visto, el Amor y la Alegría (entendida como aumento de poten- engulle indeseables de medio oriente que sobrarían en Europa, como

T
cias, de capacidad de hacer, pensar, actuar) tiene una correspondencia lo estuvo el mar en Argentina durante la última dictadura (1976-83). Sí

IN
mutua en la vida y en el acto de jugar que compromete la experiencia persiste el dolor y la miseria de vidas que no pueden incluirse al modo
ética, en tanto los mundos posibles se aman porque aumentan las poten- del numerus clausus.
cias. No se trata sólo de que haya tareas para hacer. El juego entristecedor
TO Hoy resulta difícil encontrar a niñxs jugando y fantaseando, y en-
es aquel que ya está prefijado, no hay posibilidad de contorno de nuevos tendemos por jugar la construcción de mundos verosímiles y alegres
mundos, ni vidas que imaginar y lograr. Hay mandatos que cumplir, y la llegada a los límites más imprecisos, con la imaginación potente y
N

tareas impostergables y ello se traduce en violencia y crueldad. Porque audaz; no significa quitarse los juguetes como vemos a menudo en el
E

es cruel el ser entristecido, odia y destruye, se desencuentra con sus po- juego entre niñxs. Pareciera que ese es en sí mismo el juego, el dominio
M

tencias y hace que el otro se desencuentre con la potencia de obrar para imperativo y permanente sobre el objeto o sobre el cuerpo del otro; no
U

lograr lo bueno para sí. ¿Qué es lo bueno?: “Entenderé, pues, por bueno, en hay fantaseo con el mismo, no hay producción lúdica, trabajo maquínico
C

adelante, lo que sabemos con certeza es un medio de acercarnos cada vez más al inconsciente que conecta flujos en una semiótica alocada, inventada en
O

modelo de naturaleza humana que nos proponemos” (ibíd., Prefacio. Cuarta el aquí y ahora por lxs niñxs y que les permite reencontrar sus potencias
D

Parte, p. 279). Si lo bueno que está en lo que me propongo está vedado alegremente. Por lo general, no hay eso, sólo tironeo, llanto y consumis-
por imperativos, se pierde la alegría, avanza la tristeza. Pensemos sino mo que hace desechar apenas está el objeto en sus manos. El culto de lo
en la situación de Luana, si en lugar de ser escuchada en su proposición efímero también inundó hace mucho al mundo de la infancia, población
para sí, lo que consideraba bueno para sí a sus tres años de vida, hubiera de gran consumo y el capital no puede dejar escapar esa venta y sus
sido aplastado su enunciado con un mandato de heteronormatividad;

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modelamientos como futuros adultos, no podría ser de otro modo. Todo Esta moral ha pasado a la historia como la Moral Victoriana, pues
dura cada vez menos, incluso el juguete deseado. coinciden con los mandatos culturales con el reinado de Victoria, reina
Ahora bien, para ser Hijas y convertirse en madres que potencian de Inglaterra (durante casi todo el siglo XIX).
quizá deba desprenderse la mujer de esa represión social que impide el Hay excepciones a dichos mandatos se producía a través de otras
flujo de la potencia erótica y sexual que no es necesariamente genital, nociones que mostraban la permisividad que la sociedad otorgaba al
sino que es la potencia necesaria para enfrentar mandatos destructivos hombre para ejercer su sexualidad fuera del matrimonio, pues estaba

JO
del patriarcado. Enfrentamiento que es potencia de obrar de acuerdo a significado como una verdad científica que la pasión incontenible de los
las alegrías propias y de los suyos en tanto éstos encuentren lo bueno hombres debía encontrar espacios de canalización, para ello se legitimó

A
para sí, no lo Bueno que estipula el mandato. Para ello, no es vano co- la existencia de los prostíbulos, donde el ejercicio de una doble moral

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nocer algo más de historia. Otra vez. queda resguardado de toda crítica social. Los actuales clientes de los

A
prostíbulos a los que están destinadas muchas mujeres secuestradas,

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La potencia sexual de las Hijas y también a fábricas clandestinas que necesitan mano de obra esclava

T
como en el siglo XVIII y XIX, mantienen muy sentidas las nociones de
En el siglo XVII en Europa existió una intensa demanda que el siste- la historia de la servidumbre y la esclavitud, como también su propia

E
ma productivo realizó a la familia como institución, ante la necesidad doble moral que separa de manera taxativa una sexualidad de interior

D
imperiosa de cuerpos para la producción. Se necesitaba entonces una con su pareja estable y una ejercida fuera de la familia, con los goces

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real explosión demográfica para que la máquina social funcionara con propios que da el falso sentimiento de libertad sobre un cuerpo que

N
toda su potencia. Pero no bastaba que los hombres, mujeres y niños es desechable, porque es alquilable. Cuerpo que no se asemeja al de

R
ocuparan sus puestos de trabajo, hacía falta, además, que cada una de la madre de sus hijos. Ello es mantenido, por otro lado, por una moral

E
esas subjetividades identificara su existencia con la del sistema fabril restrictiva y sustractiva de las potencias eróticas y sexuales de hombres

T
en la revolución industrial. y mujeres en el ejercicio de la sexualidad por el biopoder.

IN
El tiempo de la vida para los obreros, no era otro que el tiempo de Ahora bien, lo lamentable con los hijos de la postmodernidad, en
la producción. Así, tantas horas diarias de trabajo significaba una in- el semicapitalismo, que hoy son hijos de adultos desconcertados que
tegración de energía del hombre y la mujer con la energía misma de la
TO ejercen desde diferentes instancias poderes formales e informales (un
producción, de la fábrica. trabajador es violento con sus hijxs, un gerente lo es con su personal a
Sobre esta base productiva se generan una serie de sentidos que cargo), es que en cada parición se confirma una vida que debe ser fatigo-
N

dan una valoración fuertemente negativa toda práctica sexual que no sa, donde el estrés de la atención es constante a costa de dedicar menor
E

estuviera destinada a la reproducción biológica, pues se consideraba una tiempo al cuerpo, a sus reclamos inconsciente y no tan inconscientes, a la
M

canalización de energía vital que debía estar destinada a la producción afectividad, al conocer ese cuerpo propio que parece por momentos un
U

material de bienes y la reproducción.. extraño que habla un idioma ininteligible, a conocer cuerpos y caricias
C

Entre estas prácticas sexuales denostadas se incluyen la homosexuali- y palabras ajenas y lejanas en otro tiempo. Se trata de niñxs imposibi-
O

dad y la masturbación, como actividades a ser rechazadas por el sentido litados de acercarse al otro a un tiempo que pueda compartir el capital
D

común que es moral férrea. Aún en nuestro imaginario actual continúan simbólico que cada uno dispone con sus recursos, de proximidad, de
instaladas aquellas nociones, pero con una intensidad muchísimo menor comprensión, de sensibilidad.
que la de hace un siglo. Este mundo que les acoge espera de esos seres un adiestramiento a
un orden belicista, competitivo, jeraquizante, racista, homofóbico; sólo
falta ver datos de crímenes en América latina y los movimientos políti-

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cos xenófobos, misóginos, segregacionistas que en América, Europa y estoico, en la búsqueda incesante que deviene de la necesidad de tener
Medio Oriente aumentan su prestigio; esos seres, para ser reconocidos, un Amo, alienarse en la búsqueda de ese Amo -el dinero es uno de
deberán bloquear su capacidad erótico vital, afectiva, de resistencia a ellos-, exclusivamente, con el sufrimiento y sumisiones que conlleva.
ese orden sensible, pues en el capitalismo sólo el dinero hace signo, sólo Seguimos aquí a los antiguos Cínicos (Diógenes de Sínope y también a
el dinero hace rostro. Leucipo), casi todos viviendo cuatro siglos antes de nuestra era, por lo
Lo polívoco, es decir la múltiple expresión del cuerpo, la risa, el tanto estos hombres y mujeres desobedientes del Estado en esos años,

JO
disfrute, la alegría, la serenidad, la sensualidad inteligente, el amor de no se detuvieron en valores que conducían al desencanto, a la desilusión
alcoba sin temores, la inteligencia con placer, la ausencia de perturba- del quietismo. Por el contrario, los buenos placeres para estos filósofos

A
ciones dando territorios a los afectos que empujan por hacerse un lugar serían afines a los hombres y mujeres contemporáneos que podemos

B
y expresar el movimiento de la vida, todo ello es negado o reprimido. llamar desobedientes, o hijos de Madres no patriarcales, en tanto man-

A
No condice con la estrategia triste del capital, que dice: haz dinero y tienen una relación directa con el ser, en tanto la justa distancia que da

R
disfruta ¿qué?: de todo lo que pueda comprarse. ¿Podrá comprarse el su amor hace lugar a una vida huérfana aunque su madre y padre estén

T
tiempo subjetivo para disponerlo como un capital sobre la piel rozada con vida. Ser huérfano desde esta concepción es serlo del déspota, signi-
en un gesto? Pues bien, sólo tiene valor el valor de cambio, lo que se fica saber que la concordia con el otro semejante se sustancia sabiendo

E
transforma en mercancía; el cuerpo será en el prostíbulo una mercan- que hay un “enemigo mayor, el adversario estratégico ...: el fascismo. Y no

D
cía, en la habitación con la pareja quizá también si la presión es quedar solamente el fascismo histórico de Hitler y de Mussolini - que tan bien supo

O
embarazada por mandato cultural o presión del hombre por ser padre movilizar y utilizar el deseo de las masas- sino también el fascismo que existe

N
y sostener su virilidad y tener después a quien mandar y someter, pues en todos nosotros,  que habita en nuestros espíritus y está presente  en nuestra

R
hay allí un equivalente único, el dinero, y si no lo hay, queda el consuelo conducta cotidiana, el fascismo que nos hace amar el poder, desear  esa cosa

E
de ser déspota y creer en la ficción de que se posee a alguien que es algo, misma que nos domina y nos explota” (Foucault, 1989).

T
parecido a una cosa que puede violar maritalmente, según su sensibi-   ¿Cómo desterrar ese  fascismo inserto en nuestra sensibilidad?

IN
lidad despótica. Y ese alguien significado de tal forma fue preparado Encontrando las más nimias partículas del fascismo en cada pliegue de
sensiblemente para sentirse una cosa. la carne. El fascismo entristece de manera spìnociana, pero para ser mi-
No hay alegría del buen uso placentero de cuerpo si el capitalismo
TO litante de una vida cotidiana sin dolorismos es preciso lograr el vínculo
lo dirige todo. Es necesario retomar el buen placer del que hablan los del deseo con la realidad (no esconderlo en la representación del buen
viejos filósofos hedonistas opuestos a Platón; ser Hijas es recuperar esa hijx, del buen padre o madre, del exitosx); ese vínculo con la realidad
N

potencia sexual, no sólo genital, sino esa potencia íntegra en la subjeti- del deseo es el verdaderamente transformador. Ser huérfano del fascis-
E

vidad, pues la Hija debe pensar en el Hijo, en el sentido de su parto y mo es multiplicar las instancias de intervención no fascista, en primer
M

formación del ser que advino al mundo. ¿No será capaz de competir si no lugar en uno mismo. Resistir: “el acoso de todas las formas del fascismo,
U

se le enseña a ser hostil con lo no propio? Puede encontrar, sin embargo, desde aquellas, colosales, que nos rodean y nos aplastan, hasta las  formas más
C

lazos amorosos spinocianos, ligadores con el otro, con el cual no habrá pequeñas que instauran la amarga tiranía de nuestras vidas cotidianas” (ibíd.).
O

enemistad pues no debe ser vigilado para reconocer si pertenece o no a la Para ello, no amar el poder, pues los que resisten se burlan del placer
D

casta; podrá formar parte de un flujo del hacer colectivo, y conservar su común de obedecer aquello que no tiene sentido. Y esa desobediencia
autonomía, que excluya la tristeza que genera la disciplina clasificadora. de acuerdo a los filósofos cínicos refiere a una alegría incesante, a una
Los placeres desde una perspectiva conceptual deben diferenciar- ausencia de pena. Alicia reiría conversando con Diógenes acerca del
se entre los placeres enfilados en la línea de la pulsión de vida, o los Huevo, seguramente.
placeres que sienten pasión por el dolor, en la fantasía del dolorismo

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Odio latente prometió. ¿El sistema capitalista? Si, claro, pero no está a mano y no
está tan clara su responsabilidad a los ojos del despojado, sí lo están sus
Es necesario un enemigo a quien odiar porque la insensibilidad ha representantes, las mujeres que lo formaron, y los hombres, en menor
llegado a tal extremo que se mata en la mujer ya no a la posible urdimbre medida. Pero no son accesibles a su odio. La que está a disposición
conectiva, desterrada hace tiempo, aunque está en latencia siempre e para ser muerta en el estallido o la premeditación es la mujer -pareja,
intervine cuando se abre un resquicio para hacerse presente cada vez ex, compañera, esposa-, la reclamante que le hace saber que su poder

JO
con más potencia, sino que se mata a la madre que ama el poder de su se vació, es vacuo, no sirve ese arma mellada con ella, pues siente que
hijo, a la endulzadora que fue sometida, soportó y transmitió el dominio una red se está formando al modo de urdimbre planetaria protectora

A
a sus hijxs. con derechos. Puede vivir sin él, y sin su dinero para criar a sus hijxs

B
Los atemoriza a algunos de sus hijos que ellas, las mujeres -sus hijas en ocasiones.

A
también-, ya no se sometan como valor a la potestad, ya no se prestan Madres, padres y educadores, que creyeron en esa crianza de potes-

R
a eso, son mujeres que avanzan en sus derechos y muchas de ellas asu- tad están exceptuados como víctimas; pero es curioso el fenómeno de

T
men su autonomía en una micropolítica colectiva, de la autonomía a matanzas frecuentes de adolescentes norteamericanos, de acceso directo
través de organismos que impulsan un hacer intenso y sin retrocesos; a armas y en un contexto cultural de formación de poder belicista, que

E
sin embargo, otras son capturadas por el marketing y eso las domina, matan a sus compañeros y profesores en los colegios. La educación para

D
pero así todo escapan a la añeja sumisión a un hombre. Hoy es el capital ellos tiene seguramente mucho que ver con su odio. Quizá le han pro-

O
el déspota y su publicidad; ya casi no hay coordenadas para el hombre metido una vida que no tiene, el sueño cayó y él quedó sin nada en sus

N
tiránico, controlador, para cambiar en el mercado su autoridad y con manos, sólo un arma, y su odio, claro está. O bien ese adolescente está

R
ello ganar no sólo sumisión del “inferior” que procrea y cría hijxs, que atosigados de metralla, adentro y afuera; adentro con los afroamericanos

E
producirá más, que no desobedecerá, sino que también son endebles los y latinos muertos diariamente por la policía -quizá también él podría ser

T
lugares de poder del cual vivían y viven con holgura algunos tiranos. una víctima-, y afuera con el enemigo de turno, libios, iraquíes, shiitas,

IN
Y redoblan la apuesta afirmando la sumisión necesaria de la mujer, latinos...Entonces, ¿la educación, para qué ha servido? Se escala de otra
del inmigrante pobre, del que está del otro lado dela línea de color. La manera la pirámide social.
alianza patriarcal racista y clasista se endurece. Pero siente que lo que
TO El capitalismo salvaje deja de lado al hombre patriarcal tradicional,
era todo para dominar pasa a ser nada, y esa nada es un fuera de lugar, necesita de otro hombre patriarcal, ya no lo necesita como encargado
y significa la muerte de la mujer. ¿Por que? Porque es tan destructor de administrar el valor de uso de la mujer (tener hijos, su crianza), ello
N

el mundo de la carencia, el estigma de la carencia, que promueve una correspondió al hombre moderno, que renueva sus cualidades de mando
E

vida despojada, -no poseer lo que se supone se debe tener por derecho y potestad, les recuerda que es blanco, heterosexual, de reconocimiento
M

para sentirse incluido en un grupo social-, considerarse poseedor y no social legitimado, con un idioma que todos hablan y eso los fraterniza
U

serlo sobresale bajamente de entre lo que existe, de entre lo mundano frente a un enemigo insidioso, el invasor latino, extraño, balbuceante, los
C

que se supone natural, pues carecer (de quien obedezca, de potestad, otros, en suma; los que no pueden estar allí, contaminando con impure-
O

de poder, de dinero), es un revelador de no existencia, es generador de zas, con su costumbres, con lenguas menores que es un farfullo. Todo
D

futura o actuales depresiones; muchos de los hijos formados para gue- eso amenaza sus estilos de vida; la mujer misma se ha convertido en las
rreros, para ser exitosos, no son tales, son bocados de grandes peces del últimas décadas en trabajadora autónoma (con su fuerza de trabajo que
mercado, y ello mata la sensibilidad pues muere la promesa capitalista. vende al mercado); sin necesitar del hombre, obtiene su dinero. Por un
O se mata porque ella, su ex pareja, obtiene bienes gananciales que él lado a adquirido derechos que son fundamentales, y con ellos libertad,
no está dispuesto a otorgar. Cae la promesa, sólo queda el odio a quien aunque esa libertad, (como la del varón), es capturada con frecuencia

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por el consumo y la deuda infinita en que se empeña, ambos son presos El empleado, que no puede sostener la responsabilidad con su cuer-
del mercado. Se espera de la mujer su mano de obra pero también su po y su psiquismo, intenta un compromiso con la empresa, a partir de
consumo de mercancías que ella misma paga. Cuando decimos consu- rituales de adhesión, de identificaciones que le dicen que aún pertenece,
mir mercancías hacemos referencia al consumismo, de cosas fútiles, de que no es tarde aún para él, aunque su puesto es codiciado, ¿qué más
falsas necesidades, desmesurado. necesita para dar al capital en su más cruda explotación? La gestión de
Para el hombre, en ciertas regiones, la mujer puede intercambiarse, gerente enferma, o quedan en un borde peligroso para su salud mental;

JO
como en casos extremos también ocurre con niñxs, por objetos o dinero, la aspereza del trato es evidente, las miradas se evitan, las simulaciones
y la utilizarán para sometimientos sexuales o mano de obra esclava. permiten fingir tener lo que no se tiene, paciencia; no hay ni concordia

A
Aunque también intercambian los proxenetas los cuerpos como cosas consigo mismo ni con los demás. Ya no son semejantes como en otros

B
a vender, son vidas desnudas (vida nuda). Claro que el que mata a la tiempos donde había circunstancialmente aliados; ya no, algo recorre y

A
mujer se halla en medio de una despliegues patolológicos que podemos bloquea el flujo del hacer conjuntamente. Es el miedo, y la obsecuencia

R
encuadrar en lo depresivo con acto maníacos destructivos, en tanto hay por logros inalcanzables, que se sostiene hasta el próximo estallido en

T
aplastamiento de la libido cuando se caen las reglas donde se sentía su hogar, con su pareja, con sus hijos, con el colegio. La desocupación
dominador, (se desregula el orden y tiene que hacerse cargo de sí mis- es condena y pareciera ser un destierro al lugar de los que no pueden,

E
mo) y priman ahora las reglas cuyo principio es el de la competencia impotentemente errante. Pero estar dentro es también, en esas condi-

D
desregulada, desolada y cruel; allí surge la violencia más feroz, la im- ciones, una condena.

O
pulsada por la impotencia. Las costumbres ya viejas del patriarcado (el control celoso sobre la

N
Las relaciones materiales en los últimas lustros entre las personas libertad de la mujer, el golpe como prevención de castigo por la falta por

R
con derechos que intentan igualarse entre los géneros, rompe parte im- venir, la disimulada o no violación marital como habitus, por ejemplo,

E
portante de la cultura patriarcal del varón -y de la sociedad en general-; el maltrato a sus hijxs) limitan la expansión del capital al minar la sa-

T
ese varón partiarcal se resiste al avance de esos derechos, lo vuelven lud de la mujer -y también del varón que está enfermo de impotencia-;

IN
impotente y eso dispara su odio que estaba en latencia, que en verdad ambos no responden con la energía libidinal que requiere el capital, por
es un odio a quien prometió que sería dominador en un territorio previ- ello las personas se vuelven más vulnerables en las empresas, que por
siblemente regulado, con un orden jerarquizado, inalterable. Pero más
TO sí mismas ya generan patologías en sus empleados con mandatos, sin
que ello, al matar a la mujer, con el mismo acto, a sí mismo, al acabar sentidos al modo del Huevo y Alicia.
con ese útero que parió lo que no debió parir, él mismo, por lo tanto se Como la depresión es grave, y se expande, nada la controla, salvo
N

mata él mismo. la química que es refuerzo de ataduras pero con el riesgo de que un
E

Las reglas de la empresa ha invadido el cuerpo social, pero también zafe de las mismas (una dosis inadecuada) puede provocar el acto des-
M

su subjetividad, disociándola; nada que queda fuera de su poder de tructivo, en ocasiones consigo mismo; no es infrecuente el suicidio de
U

inmiscuirse, directa o indirectamente. Los gobiernos están cooptados hombres caídos en la impotencia de sentir que ese estar en el mundo es
C

por ellas. Nada más que decir de sus gerentes, y en la libre empresa sin reconocimiento, sin valor para el mercado, donde ya no hay órdenes
O

cada uno es responsable de sí; hay una creencia fuerte en el individuo, pero tampoco a quien mandar; pero también se dispara esa destrucción
D

no en lo colectivo, el grupo. Los cuerpos enferman en la competencia contra otrxs que reciben su furia vengativa.
permanente, lo logrado que señala la falta en sí misma, no es valorado, Ser representante de algo superior, la Patria, la Empresa, la Raza,
sí resuena el incumplimiento por lo que se promete lograr haciendo Dios, la Familia cayó para él, no representa ya nada, pudiendo encontrar
más socios, vendiendo más; si no lo hacen, sienten que pierden consigo salidas alternativas no ve sino la única que le han mostrado, competencia
mismos y con el tirano. y empresa; ese otro, la mujer, ya no lo necesita, ni el mercado lo necesita

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para que su mujer sea productiva, porque en su nivel de valor de uso como en la guerra, si se las vulnera se paga con la vida. El trabajo esclavo
ya no necesita intermediarios, seguirá criando hijos que podrán ser fabril como la oferta del servicio sexual requiere de una empresa, claro
provocadores y exitosos, y también pueden ser consumidores alienados; está; esa empresa requiere de clientes, cada rubro con sus rituales. Así
aunque para ello necesitan el dinero, que deben conquistar y ello lo da la compra de ropas con logos indican al comprador que pertenece a un
un lugar en el mercado. Tampoco el capital necesita del patriarcado para estatuto ficticio de clase que puede consumir esa marca, costosa por lo
que el otro sea en parte mercancía, su fuerza de trabajo que vende al demás. Y el cliente de servicios sexuales también despliega sus cere-

JO
mercado lo es, pero asimismo al vender esa fuerza de trabajo dispone monias, necesita saber que esas mujeres son esclavas, allí está el mayor
de un salario y cierta autonomía; se convierten la mujer y el hombre en goce; el dinero lo convierte en dueño por cierta cantidad de minutos del

A
consumidores y deudores. cuerpo mancillado y expuesto de la mujer, a cualquier capricho, mientras

B
En el caso de la mujer, la autonomía es un logro por adquisición el ritual del pago se realice. Se muestra de ese modo el patriarcado de

A
de derechos que se arranca al Estado, y ello la independiza y a su vez manera más descarnada, la muerte del otro está al alcance de un pedido

R
independiza a los hijos de los proveedores (madre y padre). Pero esa o de un descuido. Un incendio en una fábrica clandestina calcina decenas

T
adquisición de derechos es una causa importante para la muerte de la de esclavxs, o un exceso de drogas y un disparo mata a la trabajadora
mujer en manos del hombre, pues se ha detectado en España, que entre sexual. Todo puede ocurrir sin que muchos se anoticien. Allí sí le sirve

E
los años en que sus derechos protectivos de su integridad fueron avan- al capitalismo el valor ancestral de sumisión patriarcal.

D
zando (2006-07) se producía un femicidio cada dos días, hasta menguar

O
la cifra después de una década. Vida, muerte y patología

N
Por otro lado la mujer que con un nivel adquisitivo medio alimenta

R
su narcisismo con renovaciones estéticas, las combina con una sexuali- Nos ocupa el tema de la muerte, nos lo recuerda cada día una más

E
dad que está por fuera del contrato matrimonial si lo hubiera, pues éste de ellas. Mujeres matadas que vivieron sometidas seguramente a múl-

T
como mandato moderno, también caducó. tiples formas de maltrato, de las que se nos pueda ocurrir; imaginemos

IN
El capitalismo vació simbólicamente al patriarcado del hombre indi- la escena, frente a su matador, con la mirada cansina, harta de sus pa-
vidual, o va en camino a ello. Avanza la democracia con sus derechos labras arrojadas como rocas sobre su figura, su indecencia, sobre su
-que no siempre se respetan- y eso acorrala la potestad, incluso los jueces
TO infidelidad, su falta de compromiso con sus hijos, su falta de deseo con
morosos por ideología machista no pueden justificarse ante las presiones él; él, que quiere violarla, o por lo menos pide que no se resista,....y el
de organizaciones de resguardo de los derechos de las mujeres, de niños arma, por lo general un puñal debajo de la ropa casi directamente en
N

y niñas. Esas organizaciones son tejedoras de urdimbres. la mano cuando está decidido el acto. Ese matador mata muchas cosas,
E

Ya no hay universales a respetar. Salvo como mano de obra, el hom- destroza un cuerpo, los deshace a tajadas, y si tiene tiempo, paciencia
M

bre no calificado como capitalista emprendedor y competitivo, en un y morbidez, lo embolsa y lo arroja a la basura en un contenedor. O bien
U

mercado desregulado, no es necesario para el sistema; sus valores son con un fuego que pretexta casual quema su obra, desfigurando el cuerpo,
C

atávicos, inactuales, ya no se requiere de su autoridad para ordenar una mostruosamente acabado. Si viviera, la víctima será irreconocible para
O

familia que ya no es tal como él conoció. todos pero espantosamente para sí misma. Él no es proxeneta, puede
D

En cambio, el patriarcado sí es necesario para el capitalismo, y se ser exitoso o no (si ha perdido en la carrera capitalista peor aún), pero
fortalecen uno con el otro, cuando se esclavizan y se venden como cosas no puede comprender en sus coordenadas afectivas un nunca más; ese
a las personas. El tráfico de mujeres, hombres y niñxs da al capitalismo no que se revuelve en su cuerpo como si eso que puede comprar en
tanta ganancia como la dio con el tráfico de esclavos hacia los siglos XVI cualquier lado, y tomar cuando quisiera y quiso, hoy dice que no está
a XIX. La trata como negocio tiene reglas de juego que invariablemente disponible ni lo estará. Hay emoción sin palabras, hay incertidumbre y

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un estado de estupor lo embarga, nunca lo había escuchado de ella. O desterritorializa alocadamente. Con el abandono decidido de la mujer,
sí, pero no con esa contundencia. Ya no es superior ¿con qué serlo? Los estalla, no hay capacidad para digerir la ausencia y el desapego, es un
gritos y las injurias no alcanzan, los golpes dejan marcas y acechan las luto imposible de hacer. Ha quedado sin piso y se desfonda.
denuncias y los grupos de mujeres que se autoprotegen; el policía amigo De allí su odio. El hombre con esa irrupción cruel, destructiva y
le advirtió que ya no puede soterrar las denuncias, él también le pega a consciente sabe que esta de más con su añeja subjetividad, pierde su
su mujer, pero la institución le advierte que no provoque una denuncia. territorio con sus códigos en una desterritorialización absoluta, la fuga

JO
Estamos tratando de comprender la muerte de mujeres a manos de es de muerte. La búsqueda de reterritorialización no puede darse, no
hombres a comienzos de este siglo; hombres que no siempre son rufianes; hay anclajes que soporten un armado fuera de la deuda (que es sustan-

A
nos referimos al hombre lleno de aturdimiento al ser abandonado por cialmente consigo); deuda que ya no permite alianzas. Hay ritual de

B
una mujer, o sin llegar a serlo, siente rota la ficción de ser un hombre tajamiento, al modo de que lo que estaba unido como gestald, el tirano

A
moderno, de creencia superior, el sistema y el andamiaje biopolítico y el esclavo eran un solo cuerpo, se resquebraja y jamás puede volver

R
puede no necesitarlo, y el impulso de matar surge, con premeditación a unificarse, entonces lo ahueca a puntazos. La imagen que lo unía con

T
o sin ella. La depresión por la desregulación que le hace perder lugares, el otro se vació, como un ojo de su cuenco. Ya ni siquiera sirve la lógica
se extiende porque ya no existen las reglas que creía funcionando con del dar y tener, se separan la verbalización y lo que es posible escuchar

E
el otro del género; así, en un acto de potestad, maníaco, mata a aquello del otro, no hay tiempo para hacerlo, aunque las llamadas son múltiples

D
que le muestra que no es lo él pensaba y le hicieron creer de sí mismo. por la compulsión obsesiva, ¿30 llamadas en una noche, 50 quizá?; son

O
La psicopatía de la vida microfascista se comprende no desde la re- cada vez más veloces los flujos que quieren comunicar su desolación e

N
presión que no resulta eficaz para contener impulsos destructivos, sino incomunican al mismo tiempo; la víctima se protege, no responde, en

R
que es otro el plano donde se despliega la patología, y es en el campo algún momento debe salir, se asoma y no lo ve, la orden de restricción

E
del cual el sujeto no puede desterritorializarse, el campo de la madre; judicial es una falacia, puede estar esperándola a la vuelta de la esquina;

T
aquella arrulladora que hacía de él un hombre, fue quitada de su crianza, se produce entonces el encuentro y el último estallido.

IN
la ternura patriarcal y las palabras de valorización en soledad cesan,
permiten el paso a una retórica propia de los medios de comunicación Urdimbre
que lo afirman en un territorio de modo tiránico, que prometen con su
TO
ventas de todo tipo; claro, al que pueda comprar los objetos, al que pueda Recomponer la urdimbre es una tarea micropolítica, sensitiva, cultu-
dominar desde algún lugar. Esa falta de seguridad porque el cuerpo de ral, y por ello revolucionaria, que requiere de una máquina analítica, una
N

la madre o del padre le fue sustraído, todo cuerpo humano lo fue, incluso máquina artística y una revolucionaria. El ensamble de esas máquinas
E

el de sus hijxs, pues nunca habló con el adolescente sobre lo que él sentía generan la existencia de un afuera, que se compone con una especie
M

como padre, y nunca preguntó a sus hijxs qué significaban para ellos ser de terapia para los y las que quieran integrar la recomposición de esa
U

hijxs de ese padre; sí habló de pesca y de cómo amartillar un arma, de urdimbre. Algo de esa tarea es posible hacer para que esa empresa mun-
C

horario y de cuidados en el afuera. Las palabras que no están junto a las dial de subjetivación, que individua, es decir, subjetiva individuando,
O

caricias, aunque sí está el mandato de ser exitoso y consumidor, hace que se encuentre con pequeñas máquinas de lucha que necesariamente son
D

la emoción tenga como salida el acto; esa emoción acallada coexiste con colectivas, de autoprotección pero también con una lógica opuesta al
el mandato y rompe definitivamente la ficción de ser hombre patriarcal patriarcado y a la potestad de éste, que con sus enunciados académi-
pues no puede dominar, no puede consumir lo que le dicen que puede cos (el asesino sádico se encuentra con la masoquista víctima) cierra
y no puede ejercer la potestad, porque el objeto (la mujer) se arregla sin la posibilidad de revisar la función del poder y del gran invento: Dios
necesidad de él con el capitalismo y el Estado. Cambiaron las reglas, se Único. Ese invento que trajo consigo la muerte de los dioses del amor,

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del viento, de la belleza..., en el ejercicio de la potestad del hombre y el inconsciente maquínico con su propia lógica de los afectos; por ello,
la mujer patriarcal. siguiendo nuevamente a Foucault, lo peligroso para el patriarcado es
Esa pareja engendrará y formará un ser incapaz de pensar en su acto cuando el amor sustituye a la regla o al hábito. Pues es necesario desde la
homicida, pero furioso en su descarga en el cuerpo de la mujer, que es en inmanencia del mundo actual comprender, al modo de acontecimiento,
verdad el de la gran madre, al que le está impedido matar por la cultura. los cambios de codificaciones, esto significa montar la crisis en un verbo:
Inevitablemente las mujeres juntas entramadas en la urdimbre del comprender. ¿Comprender qué? que lo importante en la sexualidad no

JO
neolítico, recomponen la presencia del otrx en su cuerpo, con sus de- es lo que se hace -mientras no haya abuso- sino que lo verdaderamente
cires, haceres, y manteniendo el flujo social del Hacer, que además se importante es lo qué se siente cuando se hace y qué se hace y se piensa

A
agencia con la economía del don. Eso permite retomar la potencia de con el otro y qué siente y piensa el otro con lo que hace. La pregunta más

B
la sexualidad y eroticidad restringida por mandatos sin sentidos que incómoda y también agobiante a las instituciones no es por la identidad,

A
el capitalismo impone; eroticidad que deja librada cuando se trata de el interrogante es: ¿qué afecciones producimos en otros y qué afecciones

R
explotación del trabajo, cuando esa potencia está libre para producir y producen ellos en nosotros?

T
consumir; la libido se aplaca con el objeto de consumo. No se trata de La lógica de los afectos es la lógica de los cuerpos que escapan al
esperar esa bocanada de libertad menguada, medida, que es someti- sistema de representación, al patriarcalismo, al rufianismo y al capital

E
miento y resignación, sino de una terapia que permita reencontrarse omnipresente y omnisciente.

D
con una palabra que puede sentirse extraña, pero en realidad en este Necesita además el capitalismo técnicos del deseo, que saben de la

O
contexto de muerte, es una fuga posible, y esa palabra genera suavidad manipulación del deseo, aquellos que hacen saber de buen dato que la

N
en el psiquismo, es la palabra justicia, como amor justo que no devora ni mujer carece de aquello que la cultura y el destino biológico la privó,

R
abandona, y si pensamos en ella asociamos quizá con lo que es posible e intenta buscar completud asemejándose en logros fálicos del varón,

E
del don. Economía del don de afectos que hablan a los cuerpos y por alcanzando brillos que no son sino eso, hijos a quienes criar complacien-

T
los cuales los cuerpos hablan; y al decir de Epicuro, la carne que habla tes en un clima patriarcal para que transmita potestad o bien consumir

IN
de sufrimientos pero también de alegrías, según se halle en tensión, estéticas que vende el capitalismo compitiendo en poder con el varón,
endurecida, quemada y escoriada, o bien se encuentre tensa pero tersa, lo que en parte es cierto, pero ese destino no es el único ni es inherente
alivianadas de pena con alegres encuentros curativos. TO a la Mujer. Hablan los técnicos de que “la mujer que no existe” como
Recordemos a Berardi: “aparece una necesidad de terapia. ¿Cómo cons- vivencia infantil (pero esa vivencia se corresponde a la infancia de la
truir posibilidades que reactiven la ternura, el reconocimiento y la circulación humanidad), desde el platonismo, buscando ubicarle el útero errante,
N

afectiva y discursiva? ¿Cómo construir espacios de trabajo creativo en los para que deje de ser menos histérica, menos reclamante. Pero hay otras
E

pliegues de la vida precarizada?” (Berardi, 2007). que sí existen con otra concepción de cómo vivir en el patriarcado y exis-
M

Allí se produce la amistad, la risa, con el revivir de la serpiente que tieron en una resistencia que fue sostenida por afectaciones contrarias a
U

quiere instar a saber, a experimentar, con el pensar, con el cuerpo, con la muerte ordenada por el rey, por el rabino, por la condena del Ayatola
C

la carne, y hacer de ello una estrategia para evitar el mal encuentro con con una sexualidad potente, endiablada, serpentaria, desobediente al
O

proxenetas, rufianes que no sólo explotan mujeres y niñxs sino que obispo y su capillita.
D

también especulan con la bolsa empobreciendo a millones, rufianes que A modo de ejemplo citamos como quedó inscripto en la historia
evaden impuestos, lavan dinero, en fin, cumplen sus funciones como francesa del siglo XIX el enfrentamiento de Adèle Hugo con su padre,
agentes del capitalismo más inescrupuloso. Mantener viva la serpiente (el escritor Víctor Hugo); la joven no quiso verse sometida por el po-
es lograr que la sexualidad en su potencia se explaye en producción, der absoluto de un padre tiránico; resolviéndose su internación en una
material, de deseo, de amistad, de salud. ¿Cómo es posible ello? Creando casa de salud pues se la declaró mentalmente insana; imponiéndose:

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“el egoísmo de un padre cruel que prefiere el relegamiento a una oscura casa patológico de la mujer, el destino de cuidadora de otros, obediente al
de salud de su hija demente al oprobio que hubiese representado para “nuestro mandato de servir.
nombre” el conocimiento de su locura y su presencia en el hogar” (Ariès, 1991). En una sexualidad de potencia, ésta no depende del mercado para
El recurso del encierro no acabó sino hace poco tiempo; el varón ya lograr el placer buscado, para seducirse y seducir al mundo de manera
no puede recurrir al Estado para declarar insana a la mujer tan libre- franca, con el placer de la inteligencia y la inteligencia del placer. De-
mente por la ocurrencia de desobedecer e intentar ser libre; ese hombre beríamos saber definir qué es belleza en cada época y qué es encanto.

JO
enfermo pero imputable, tiene crisis y la pulsión mortífera que siempre Pero no debemos olvidar que para ser Hijxs, y para ser Madres y Pa-
lo habitó, se revela en un puñal; mata a la mujer, y con ello cree matar dres, hay que construirse como hombre o mujer no patriarcalistas y con

A
la voz que le dice que él puede, la voz de su madre, la de su padre, la ello debe trabajarse de manera constante, moldearse todos los días y a

B
de la publicidad, la del Patrón, pero en verdad lo sabe bien, no puede. cada momento, para desarraigar el modo de existencia capitalista que

A
Sí puede matar lo que le muestra que ya no tiene potestad, la mujer, hay en sí mismo, sintiendo propiedad y derechos incalificables sobre

R
ya sin poder sobre ella; y en ese acto se mata a sí mismo, el mundo se la sexualidad y la vida del otro.

T
derrumba, ya no hay órdenes ni quien las cumpla16; o bien odiándose
muere deprimiéndose hasta lograr una enfermedad.

E
El capital, que todo lo intercambia por el signo dinero, es un amo que

D
reemplaza al patriarcalista (hombre o mujer) en su tiranía, sustituye al

O
patriarcado en aplastar la sexualidad que fraterniza, libre, sin juicios,

N
sin propiedad privada sobre el cuerpo del otro, el capital aplasta con la

R
creencia de la libertad de consumir pero usa ese credo al mismo tiempo,

E
para tener clientes sexuales y en tiendas de ropa con logos confecciona-

T
das por manos esclavizadas.

IN
Si embargo, aquella desintegración producida hace miles de años
deja consecuencias al quebrar la antigua vida autorregulada basada
en la sexualidad de la mujer; desde allí fue sometida y explotada por TO
miles de años (claro que con rebeldías): con una sexualidad acotada en
el mandato de servir al hombre, mandato fálico; con una genitalidad
N

reducida, vaginal o clitoridiana o ambas. Aunque algunos llegaron a


E

reconocer que había algo inclasificable en la sexualidad de la mujer, pero


M

en verdad se evidencia patología: partos traumáticos, síntomas histéri-


U

cos, depresiones post parto, dolores menstruales, cefaleas a repetición,


C

cánceres en órganos sexuales y mamas...no olvidemos otro destino casi


O
D

16. Asimismo, la orden del superior es primordial para las subjetividades así formadas. Un
ejemplo es lo que declaró Adolf Eichmann (encargado de la eliminación de los judíos en
el III Reich) cuando la II gran guerra estaba terminando, se dio cuenta que “de ninguna
parte llegarían órdenes o directrices”, y ello lo derrumbó. Declaró: “perdí las ganas de
vivir”. Testimonio de Hoettl en junio de 1961 en el juicio de Eichmann, en Jerusalén.
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