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Al describir los valores del Güegüense, la UNESCO lo caracteriza como un “drama satírico” que
es una “enérgica expresión de protesta contra el sistema colonial”, considerándola como “una
de las más significativas expresiones latinoamericanas de la época de la Colonia”. En el
personaje del Güegüense aprecia su capacidad para “socavar la autoridad española”. Y señala
que en Nicaragua “hacerse el güegüense” sigue significando actualmente ser capaz de ese
hábil desafío de socavar el poder y la autoridad.
El 25 de noviembre de 2005, la UNESCO proclamó el Güegüense, tesoro cultural de Nicaragua,
como patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.
El patrimonio cultural inmaterial se expresa en las tradiciones y expresiones orales, las artes
escénicas, los usos sociales, los rituales y las celebraciones, los conocimientos y prácticas
relacionados con la naturaleza y el universo, y las técnicas artesanales tradicionales.
En 2005, se anunció la tercera inscripción en las Obras Maestras del Patrimonio Cultural Oral e
Inmaterial de la Humanidad. Entre el 21 y el 24 de noviembre, un jurado de 18 miembros presidido
por la Princesa Basma Bint Talal de Jordania, ninguno de los cuales era nicaragüense, analizó y
evaluó 70 solicitudes y sus respectivos documentos y seleccionó 43 obras maestras, como
ejemplos destacados de la riqueza y la diversidad cultural y del patrimonio inmaterial de la
humanidad, entre ellas El Güegüense de Nicaragua. Otras 47 obras maestras fueron seleccionadas
en 2001 y 2003.
La UNESCO describe los valores del Güegüense como un “drama satírico” que es una “enérgica
expresión de protesta contra el sistema colonial”, considerándola como “una de las más
significativas expresiones latinoamericanas de la época de la Colonia”. En el personaje del
Güegüense aprecia su capacidad para “socavar la autoridad española”. Y señala que en Nicaragua
“hacerse el güegüense” sigue significando actualmente ser capaz de ese hábil desafío de socavar el
poder y la autoridad.
Antecedente o fenómeno
El gueguense representa un valor de gran importancia como parte de nuestro patrimonio
cultural, la presencia de la obra, bailes y música en las expresiones culturales y religiosas
de Carazo, siendo un símbolo de resistencia de los pueblos originarios y la fusión de las
culturas españolas e indígenas.
Base teórica
Concepto clave
Reconocer nuestras costumbres y tradiciones culturales representada en la obra “El
Gueguense” siendo este un símbolo de identidad cultural nacional a través de su baile,
vestimenta, lirica, obra y lenguaje.
Objetivo general:
j
Objetivos específicos:
1. Analizar e interpretar la obra “El Gueguense”.
La obra abarca 314 parlamentos en español y náhuatl y por ser folclórica es anónima.
Cuatro manuscritos "originales" de la obra han sido peripuestos de la tradición folclórica:
El primero lo obtuvo el americanista alemán Karl Herman Berendt (1817-1878), quien
fundió dos "originales" que tenía el Doctor Juan Eligio de la Rocha, el primer gramático e
indigenista de Nicaragua. El segundo lo consiguió el americanista alemán Walter Lehman,
quien copió un "original" alrededor de 1908, propiedad del nicaragüense Ramón Zúñiga. El
tercero el Doctor Álvarez Lejarza (1884-1969), hacia los años treinta del siglo XX. Y el
cuarto con 315 parlamentos, conservado por el Diriambino Don José López Romero, actual
padrino de la Obra. El norteamericano Daniel G. Brinton fue el primero en editar los
parlamentos obtenidos por Berendt, en el año 1883, en Filadelfia, Estados Unidos.
Las historias de la obra giran alrededor de encuentros entre El Güegüense (cuyo nombre se
deriva del término náhuatl güegüe, que es una persona anciana de gran influencia), sus dos
hijos y las autoridades coloniales representadas por el Gobernador Tastuanes y el Alguacil.
El Güegüense es traído ante el Gobernador por el Alguacil Mayor por entrar sin permiso a
su provincia, pero la jactancia y las promesas del astuto Güegüense lo ayudan a escapar del
castigo y en cambio logra efectuar un casamiento de su hijo mayor con la hija del
gobernador. El interés de la obra no está en el complot, que es trivial, pero si en el juego
inteligente de maniobras verbales, y en el humor, a menudo altamente satírico.
La obra es presentada por ocho caracteres principales apoyados por los bailarines. Los
violines, las guitarras y los tambores proporcionan el acompañamiento musical. Los trajes,
las máscaras de madera, los sombreros y otras cualidades distinguen los varios caracteres.
Por ejemplo, El Güegüense lleva un azote mientras que el Macho Ratón es representado por
un personaje de cabeza de caballo derivado de la tradición popular indígena.
El Güegüense es una obra de teatro callejera bien conocida a través de toda Nicaragua que se
presenta cada año del 17 al 27 de enero durante las fiestas patronales de San Sebastián, en la
ciudad de Diriamba, departamento de Carazo. La obra de El Güegüense es una síntesis de la
fusión de las culturas españolas e indígenas que combinan el teatro, la danza y la música,
siendo considerada una de las expresiones folclórica y literaria más distintivas de la era colonial
en América Latina. La obra es oral e inmaterial y ha sido conservada fielmente por el pueblo.
Los textos de la obra han sido compuestos de la tradición oral, probablemente a partir del siglo
XVII.
La obra abarca 314 parlamentos en español y náhuatl y por ser folclórica es anónima. Cuatro
manuscritos "originales" de la obra han sido peripuestos de la tradición folclórica: El primero lo
obtuvo el americanista alemán Karl Herman Berendt (1817-1878), quien fundió dos
"originales" que tenía el Doctor Juan Eligio de la Rocha, el primer gramático e indigenista de
Nicaragua. El segundo lo consiguió el americanista alemán Walter Lehman, quien copió un
"original" alrededor de 1908, propiedad del nicaragüense Ramón Zuñiga. El tercero el Doctor
Álvarez Lejarza (1884-1969), hacia los años treinta del siglo XX. Y el cuarto con 315
parlamentos, conservado por el Diriambino Don José López Romero, actual padrino de la Obra.
El norteamericano Daniel G. Brinton fue el primero en editar los parlamentos obtenidos por
Berendt, en el año 1883, en Filadelfia, Estados Unidos.
Las historias de la obra giran alrededor de encuentros entre El Güegüense, sus dos hijos y las
autoridades coloniales representadas por el Gobernador Tastuanes y el Alguacil. El interés de la
obra no está en el complot, que es trivial, pero si en el juego inteligente de maniobras verbales,
y en el humor, a menudo altamente satírico. La obra es presentada por ocho caracteres
principales apoyados por los bailarines.