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Los aditivos son componentes orgánicos que modifican las propiedades de los morteros y concretos, los materiales más comunes en la construcción. Los aditivos se usan para prevenir la humedad, reforzar para evitar grietas, acelerar o retardar el fraguado del concreto. Se incorporan al hormigón antes del amasado en una proporción no superior al 5% del peso del cemento para modificar sus características o propiedades.
Los aditivos son componentes orgánicos que modifican las propiedades de los morteros y concretos, los materiales más comunes en la construcción. Los aditivos se usan para prevenir la humedad, reforzar para evitar grietas, acelerar o retardar el fraguado del concreto. Se incorporan al hormigón antes del amasado en una proporción no superior al 5% del peso del cemento para modificar sus características o propiedades.
Los aditivos son componentes orgánicos que modifican las propiedades de los morteros y concretos, los materiales más comunes en la construcción. Los aditivos se usan para prevenir la humedad, reforzar para evitar grietas, acelerar o retardar el fraguado del concreto. Se incorporan al hormigón antes del amasado en una proporción no superior al 5% del peso del cemento para modificar sus características o propiedades.
No es sólo un tema para arquitectos o ingenieros civiles, cuando construyes tú
eres el o la dueña del proyecto y tienes la libertad de elegir si quieres emplear productos de calidad desde el principio de la obra o hacer retrabajos a mediano plazo por problemas de humedad o agrietamiento. En este sentido es importante que conozcas brevemente qué son los aditivos y la importancia de su aplicación y función en cualquier tipo de obra.
Los aditivos son componentes de naturaleza orgánica que modifican las
propiedades de las mezclas de concreto o mortero, estos últimos son los materiales más comunes en una construcción. Prevención de humedad, el reforzamiento para evitar grietas, el fraguado rápido o retardante del concreto, son razones principales por las que se emplean los aditivos.
Se usan en la ingeniería para aquellas sustancias o productos que, incorporados al
hormigón antes del amasado en una proporción no superior al 5% del peso del cemento, producen la modificación deseada, en estado fresco o endurecido, de alguna de sus características, de sus propiedades habituales o de su comportamiento.