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Narrative Practice and Exotic Lives: Resurrecting diversity in

everyday life.
Michel White. Dulwich Centre Publications. Adelaida, South Australia.
2004.

Traducción y licencias en la narración: Gabriela Ruiz

Cap. 1: Práctica narrativa, terapia de pareja y la disolución del


conflicto

Terapia de pareja

Hace algún tiempo platicaba con un colega que había estado fuera de
Adelaida por algunos años y quien, al regresar, había abierto su práctica
terapéutica privada. Durante nuestra conversación le pregunté cómo le
estaba yendo en su nueva práctica y me respondió con un: “Las cosas
estaban bastante tórridas al principio. No estaba yo disfrutando de mi
trabajo. Me sentía abrumado y frustrado, y me cuestionaba seriamente si
debí de haberme lanzado en esta aventura. Sin embargo, hace un par de
meses pasé por un momento crucial y desde entonces las cosas han
marchado mucho mejor, yo me siento más a gusto con la decisión que
tomé al iniciar esta consulta.”

Me entró la curiosidad. El punto crucial había resultado obviamente muy


significativo. ¿Qué lo había detonado? Como respuesta a mis preguntas,
mi colega me informó que todo había cambiado a raíz de que otro
terapeuta se había mudado a un consultorio frente al de él. Yo quería
saber por qué este hecho había contribuido en forma tan significativa al
momento crítico que había mencionado mi colega. Como respuesta, mi
colega me contestó “Adivina”. Yo suponía que el inicio de su práctica
privada podría haberle resultado difícil por el aislamiento que
frecuentemente es experimentado por los colegas que trabajan solos, y
que la llegada del otro terapeuta le había dado una oportunidad para
conversar acerca de los intereses laborales comunes y quizá acerca de
algunos de los dilemas y predicamentos que enfrentaban en la práctica
cotidiana. Yo me imaginaba que habían tenido la oportunidad de apoyarse
y confirmarse mutuamente en esta situación. Esta suposición me hizo
responder: “¿Será que esta coincidencia les dio la oportunidad de
conocerse y platicar de sus experiencias en el trabajo o colaborar el uno
con el otro en los temas en común? “

Como respuesta, mi colega contestó:”No, para nada, somos totalmente


distintos, venimos de lugares muy diferentes con ideas tan distintas que

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dudo sean compatibles”. Empecé a suponer, que la conexión era
meramente social, que les daba la oportunidad de alejarse del trabajo, al
menos momentáneamente, tomando café o comiendo juntos. Respondí
con un: “¿Será entonces que este encuentro te dio la oportunidad de
socializar, quizá darse ambos un respiro de las presiones cotidianas? “
“De ninguna manera”, me contestó mi amigo. Nuestras perspectivas de
vida son enteramente diferentes. Creo que nos costaría mucho trabajo
averiguar qué tenemos en común. No creo que nos funcionara un intento
de acercamiento tampoco, además estamos demasiado ocupados como
para eso. Como mi amigo insistía en no querer decirme qué había
sucedido, le dije: “Bueno, entonces dime ¿cómo es que esta circunstancia
se convirtió en un momento crucial? ¿Cómo contribuyó a que
disfrutaras más tu trabajo?” “¡Ah eso!” sonrió mi amigo “Es muy fácil.
Desde el momento en que se cambió este terapeuta, he tenido la
oportunidad de enviarle a todas las parejas que me son referidas y créeme
que esto ha resultado ser maravilloso.”

Elegí compartir esta historia porque no es extraño que los terapeutas


tengan ciertas dificultades al trabajar con parejas altamente conflictivas.
Por supuesto, hay excepciones, pero recuerdo sin embargo, muchas
conversaciones con terapeutas que encuentran, el trabajar con parejas
una experiencia problemática y muy frustrante. Al hablar de su trabajo con
parejas que se encuentran en conflicto intenso, los terapeutas mencionan
“volverse locos “, es decir, se aturden y por experiencias que los dejan
descorazonados y exhaustos

Estoy seguro que muchos de los lectores de este trabajo se podrán


identificar con aspectos de este recuento de algunos de los riesgos que
implica el trabajar con parejas que han estado muy conflictuadas durante
largos períodos de su relación. Muchos de mis lectores podrán también,
estoy seguro, empatizar con los sentimientos de mi colega en lo que
respecta a tratar con parejas en tales circunstancias. Una y otra vez me he
encontrado con parejas que son altamente conflictivas, donde hay poca
coincidencia en cómo se construyen las identidades y las acciones del
otro, donde la comprensión de los eventos vitales es mínima y donde
existe muy poco sentido de la responsabilidad compartida para enfrentar
los conflictos y las frustraciones de su relación. Con mucha frecuencia,
estos patrones se reproducen desde que se inicia la primera consulta. En
estas ocasiones es común que el terapeuta encuentre que las cosas
empiezan mal, empeoran y después se ponen mucho peor. Es muy
frecuente que los terapeutas narren, que en estos momentos, han
anhelado la materialización de un “auténtico” terapeuta que se les una y
que quizá, pueda salvar la situación, o bien, se han encontrado evaluando
algunas opciones profesionales que fueron desechadas anteriormente en
su vida: “Bueno, siempre existe la posibilidad de poner una taquería”. El

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escenario se construye para que el terapeuta experimente un impasse en
su trabajo, mismo que no parece resoluble, y en el que se sentirá bastante
ignorante en el conocimiento de cómo proceder en sus conversaciones
con estas parejas. Yo definitivamente he experimentado tales impasses.

Considero que hay un contexto para que se den estos impasses; que en
forma significativa, este impasse es la concatenación de fuerzas sociales y
relacionales que desplazan al terapeuta de las posiciones que prefiere en
su trabajo con sus consultantes. Cuando somos movidos de este lugar, no
podemos seguir respondiendo en la forma rutinaria en que lo hacemos en
consulta. En estas ocasiones sentimos que nos faltan el conocimiento y
la habilidad que nos son familiares y de las que podemos depender como
guías en nuestro trabajo. Me parece que el hacer visibles los contextos
que contribuyen al progreso de tales impasses nos puede resultar útil en
el esfuerzo para mantener la posición que elegimos para trabajar con
parejas. Con este fin, revisaré algunas de las fuerzas que creo son muy
significativas en el desenvolvimiento de estos impasses, cuando nos
consultan parejas con una historia de conflicto intenso. Primero, describiré
algunas de las fuerzas sociales y relacionales que contribuyen a que se
de el impasse y que se asocian con el surgimiento de la “teoría de la
comunicación”, y segundo, describiré algunas de las fuerzas asociadas
con la reducción de las formas relacionales legitimadas y autorizadas por
la cultura occidental contemporánea.

Después de revisar las fuerzas sociales y relacionales que contribuyen a


dichos impasses dentro del contexto de la terapia de pareja, haré un relato
de las consultas que tuve con una pareja, en el cual se puede apreciar
hasta cierto punto, la posibilidad de hacer lo que haría rutinariamente en
estas circunstancias -es decir, establecer la terapia como un contexto para
el progreso enriquecedor de las historias. He encontrado que el abordaje
para el trabajo con parejas que describiré aquí, es útil y consistente en las
consultas con parejas que tienen una historia de conflicto intenso.
Frecuentemente, estas son parejas que parecen agotarse en su esfuerzo
por hacerse entender. Con frecuencia, estas parejas están bastante
aisladas. He utilizado este abordaje también, con algunas modificaciones,
con muchas otras parejas.

Teoría de la comunicación

La terapia de las relaciones es un fenómeno bastante reciente en la


cultura occidental. Se desarrolló en la era de la información tecnológica
posterior a la Segunda Guerra Mundial, lo cual en si mismo representa un
cambio de paradigma con respecto a la tecnología previa a esta Guerra,

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que era predominantemente una tecnología mecanicista. El enfoque
principal de esta tecnología mecanicista era la creación de una maquinaria
cada vez más sofisticada y eficiente en la realización del trabajo para el
cual era creada. Dentro de este contexto, las metáforas llevadas a las
ciencias humanas eran en esencia, mecánicas. Debido a esto, las
psicologías previas a la Segunda Guerra Mundial eran básicamente
mecanicistas. Dentro de este contexto, los seres humanos eran
concebidos como máquinas sofisticadas a las que se les podían aplicar
principios mecánicos; por ejemplo, muchas de estas psicologías se
asociaban con la propuesta de que, en respuesta a las dificultades
humanas, esta sofisticada maquinaria humana podría ser desarmada y
regresada al lugar del problema. Cuando se encontraba aquello que
estaba roto y era arreglado, el viaje de la vida podía continuar. Revisando
algunas de las imágenes dominantes de estas psicologías mecanicistas,
Levenson (1972) observó:

La fijación y la regresión son imágenes de una detención y retroceso en el


tiempo. Es como si los engranajes de la máquina se hubieran detenido o
diera vueltas sin tracción. Aún después de muchos años, una vieja
locomotora puede moverse si uno aceita sus partes, reabastece la
caldera y genera vapor La regresión tiene una imagen más clara del
mecanismo de relojería .Uno puede ir hacia atrás, invertir la dirección del
movimiento -una operación imposible dentro de una perspectiva orientada
en el tiempo. (p.59)

Después de la Segunda Guerra Mundial, la información se convirtió en el


enfoque central de la tecnología. Este enfoque apuntaba a la transmisión
efectiva, eficiente y exacta de la información, así como en los medios de
dicha transmisión, el almacenaje de la información y su recuperación. El
énfasis en el procesamiento de la información desplazó el énfasis en el
procesamiento de la energía que era primordial en la época de la
tecnología mecanicista. De acuerdo a Levenson, esta nueva tecnología
surgió de la “necesidad militar de tener dispositivos de rastreo efectivos
para las pistolas antiaéreas...” (p51.) Al describir este cambio en los
paradigmas tecnológicos, puntualiza:

El primero sería el período de las máquinas de trabajo, empezando con la


rueda y la palanca más sencillas, siguiendo con las de combustión
internas y los motores jet. Todas las máquinas potencian el esfuerzo
físico. El segundo, es el período de las máquinas de información, que se
iniciaron durante la Segunda Guerra Mundial. Este es el período de la
tecnología electrónica, más que de la tecnología mecanicista. (p.50

Debido a este cambio en los paradigmas tecnológicos, muchas de las


metáforas que surgen en el desarrollo de las ciencias humanas después

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de la Segunda Guerra Mundial, eran metáforas del procesamiento de la
información y la comunicación. Los seres humanos eran ahora construidos
en términos análogos a las máquinas de procesamiento de información y
el énfasis en la investigación, se volvió hacia cómo los humanos
procesan la información, y los estudios se dirigieron al desarrollo de la
precisión para el control de entrada. Esto contribuyó a que evolucionara
una nueva forma de entender las acciones humanas y los predicamentos
vitales de los individuos. Por ejemplo, al citar las neurosis, Levenson
observó que:”esto no es algo que se deshace, sino un fracaso en la
conducción adecuadamente debido a una falta de información”, que “la
terapia depende de la corrección de la retroalimentación, que debe
incrementar la información o aclarar los malos entendidos”, y que la
“neurosis no es tanto una descompostura en la maquinaria intrapsíquica
sino un fracaso en la comprensión, ya sea entre individuos o entre la
persona y la sociedad.” (pp.61& 65)

Cuando las ciencias humanas adoptan estas metáforas de la tecnología


informativa, le dan una alta jerarquía a la comunicación. Ahora se
consideraba que el progreso de ciertas habilidades comunicacionales
específicas era la panacea para las dificultades de la vida humana. Esta
idea fue utilizada en forma por demás entusiasta, dentro del área de las
dificultades experimentadas por las parejas dentro de sus relaciones. Los
problemas de relación de la pareja fueron entendidos, entonces, como la
consecuencia de una comunicación ausente o insuficiente o bien, pobre o
inadecuada. La resolución de las dificultades de relación debía
encontrarse en el aprendizaje de estilos comunicativos más funcionales, y
los terapeutas de pareja se debían convertir en “técnicos” en el desarrollo,
reparación y restauración de la comunicación. Para esto, serían auxiliados
por el avance coordinado de esquemas que midieran y corrigieran la
comunicación. Dichos esquemas permitían calificar la comunicación en
continuos que tenían en un extremo, la comunicación
“enmascarada”,”indirecta”, “inexacta” y “deshonesta” y en el otro, “abierta”,
“directa”, “exacta” y “honesta”. Se aspiraba a tener una comunicación
abierta, honesta ,directa y exacta, no sólo por considerarla deseable, sino
“sana”.

Reducción de las formas legítimas de relación

En la historia reciente de la cultura occidental, ha sido la pareja


heterosexual la que se privilegia sobre todas las demás formas de
relación. No sólo es privilegiada como la forma de relación ideal, sino que
muchas otras formas de relación han sido constantemente devaluadas,
marginadas, descalificadas, desalentadas y castigadas. Algunos
historiadores han estudiado estas circunstancias y al revisar la trayectoria

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del matrimonio heterosexual moderno, concluyen que el privilegiar esta
forma es la consecuencia de la reducción de las formas legítimas y
autorizadas de relación en los últimos siglos.

De acuerdo a los relatos de la vida en el mundo griego y romano previos


al cristianismo, realizados por Foucault (1994), la historia demuestra que
otros modos de relación, por ejemplo la amistad, eran privilegiados y
reconocidos institucionalmente. Estas eran modalidades en donde no solo
los beneficios y las recompensas de la relación se reconocían, sino que
existía un rango de obligaciones, tareas y deberes recíprocos que se
tenían que observar:

Por ejemplo, las nociones de amistad. Jugaban una parte muy importante,
pero existía un marco institucional muy sutil para ellas -aún cuando fuera
rígido en ocasiones- con un sistema de obligaciones, tareas, deberes
recíprocos, una jerarquía entre los amigos y demás. No creo que debamos
reproducir ese modelo. Pero podemos observar cómo un sistema de
relaciones sutiles y relativamente codificadas podía existir por mucho
tiempo y apoyar a una cierta cantidad de relaciones importantes y
estables, que ahora son difíciles de definir. Cuando lee uno un relato de
dos que han sido amigos por un tiempo, siempre especula uno de qué se
trata (p.159).

Como consecuencia de esta reducción de las formas de relación


legítimas, institucionalizadas, autorizadas y reconocidas, Foucault
concluye que ahora “vivimos en un mundo legal, social e institucionalizado
donde las únicas relaciones posibles son muy pocas, extremadamente
simplificadas y muy pobres.” (1994, p.158).1 Esta reducción de las formas
de relación ha hecho que se de una alta exclusividad en las relaciones de
pareja. Esta es una exclusividad en la cual se espera, que los miembros
de la pareja, que se conforman con lo institucionalmente autorizado, sean
todo el uno para el otro. Es una exclusividad que privilegia la relación
ortodoxa de pareja hasta llegar a la posible exclusión, o a la disminución
del significado que tienen otras formas de relación en la construcción de
nuestra propia vida e identidad. Es una exclusividad que requiere que
cada uno de los miembros de la pareja busque solamente al otro en sus
esfuerzos de encontrar solidaridad con la gama de intenciones y
propósitos que se tienen para la vida, que se mire sólo al otro en la
búsqueda de la comunión de los valores y creencias, así como en el
empeño de cada uno para satisfacer todos los deseos y añoranzas. Es

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Muchas feministas, por ejemplo O’Brien (1981) y McNay (1992) han vinculado el desarrollo
de este fenómeno a la privatización del matrimonio y la familia para los intereses del
patriarcado.

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esta una exclusividad que se asocia con la idea de que los miembros de la
pareja pueden esperar encontrar en el otro, la totalidad de aquello, no
importa lo que esto sea, que les de fundamento para la existencia.

Estas observaciones con respecto a la reducción de las formas de relación


legítimas, autorizadas y reconocidas, no constituyen una aseveración de
las formas de relación en el mundo contemporáneo. Tampoco constituyen
una descalificación de los esfuerzos actuales por forjar nuevas formas de
relación, y adquirir su legitimidad. Sin embargo, estas observaciones están
relacionadas con el reconocimiento de las poderosas fuerzas sociales,
económicas, políticas, legales e ideológicas que están en juego y que
contribuyen a la descalificación y devaluación de estas otras formas de
relación, y que incitan a las parejas heterosexuales a abrazar la
exclusividad en sus relaciones. Estas fuerzas también invitan a las parejas
no heterosexuales a emular esta exclusividad con tal de adquirir al menos,
un poco del valor normativo en este mundo contemporáneo.

Consecuencias para la vida de pareja

El surgimiento de la teoría de la comunicación y la reducción de las formas


legítimas y autorizadas de relación han tenido un efecto significativo en la
vida de pareja.

Promover una comunicación sana

¿Cuáles son las consecuencias de adoptar las metáforas de la tecnología


de la comunicación en la vida de pareja? ¿Cuáles son las consecuencias
de entender las dificultades en la relación de pareja como el resultado de
una comunicación ausente, insuficiente, pobre o inadecuada? Y ¿cuáles,
las consecuencias del saber que tener más comunicación y expenderla
después serán la panacea para las dificultades vividas en las relaciones
de pareja?

Las consecuencias de estos hechos son diversas, yo sólo revisaré


algunas aquí. Primero, estas tendencias alientan a las parejas a no cejar
en sus esfuerzos por resolver los conflictos y negociar sus problemas
mediante la comunicación. Dado que estos esfuerzos son tan poco
fructíferos, o dado que la relación se deteriora frente a estos intentos, las
premisas acerca de la comunicación y las dificultades de relación, llevan a
las parejas a renovar sus esfuerzos para intentar, una vez más, resolver y
negociar valiéndose de la comunicación, y perpetuar el más de lo
mismo. Invariablemente, el resultado de esto es el sufrimiento, y la
conclusión de que la relación es un fracaso y /o que la pareja es
incompetente.

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Segundo, invertir en la comunicación per se, como un remedio para
las dificultades de relación oscurece la medida en que la
comunicación se asocia con el construir significados. El acto de
comunicación no es un acto neutral -en el acto de comunicarse el
uno con el otro sobre las dificultades de la relación, los compañeros
están construyendo la identidad de cada cual, así como la identidad
de la relación. Veamos, en el contexto de los esfuerzos para resolver las
dificultades mediante la comunicación directa, los compañeros no sólo
pueden confirmar las conclusiones negativas que tienen acerca de la
identidad de sí mismo y del otro y de la relación, sino que continúan
construyendo y sacando conclusiones de las identidades negativas. El
resultado posterior de estas conclusiones negativas moldea en forma
importante la relación y contribuye a que las complicaciones se vuelvan
cada vez más insalvables. Sin embargo, ya que la construcción de
significados se ve obstaculizada por la noción de comunicación como un
remedio, y ya que en este contexto, el resultado de la construcción
permanece relativamente invisible para la pareja, se les hace muy difícil
asumir la responsabilidad por el avance de estas consecuencias negativas
dentro de la relación.

Tercero, el énfasis en la comunicación como panacea para las dificultades


de pareja hace a un lado el hecho de que las relaciones de pareja casi
nunca son campos de juego nivelados. Hay muchos desequilibrios de
poder en una relación de pareja. En las relaciones heterosexuales, este
desequilibrio se relaciona con la política de género. Debido a este
desequilibrio de poder, puede resultar inseguro para la mujer de la pareja
hablar abiertamente de lo que siente y piensa, como resultado de una
comunicación abierta, directa y honesta, algunas personas pueden ser
sujetas a las represalias de su pareja, lo que aumenta la represión.

Cuarto, porque el estilo comunicativo auspiciado por las metáforas de la


tecnología informativa es adoptado como la norma de la comunicación
sana, la ubicación etno-cultural, socio-económica, de clase y momento de
esta norma se enmascara. Se sostiene que esta fórmula para una
comunicación apropiada es universalmente relevante para todos, en todas
las culturas, lugares, clases sociales, circunstancias socio-económicas y
en todo momento. No obstante, todas las propuestas vitales son productos
históricos y culturales, y el estilo relacional específico que es defendido en
esta propuesta de lo que constituye una comunicación sana, refleja los
ideales de la cultura blanca occidental privilegiada de las clases media-
alta, media-media de la era moderna. Debido a esta propuesta acerca
de lo que constituye la comunicación sana y en respuesta a las
dificultades de pareja, los compañeros son motivados a imitar más de
cerca el flujo anhelado de las normas de vida de la cultura moderna
contemporánea, así como a dar por descontadas una diversidad de

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prácticas en la resolución de conflictos y la negociación de problemas que
son de su historia íntima y que tienen una ubicación específica de clase y
cultura.

Al describir algunos de los peligros potenciales de la comunicación como


panacea, no ha sido mi intención sugerir que la comunicación sea una
mala idea, o que el estilo relacional promovido por las nociones actuales
de la comunicación sana esté errado. No hay duda de que muchas parejas
encontrarán este estilo de relación en armonía con su cultura, nivel socio-
económico y ubicación de clase, y a quienes el confrontar los problemas
de relación le resultará efectivo. Sin embargo, a lo largo de la discusión ha
sido mi intención convertir a las nociones modernas, que se dan por
hecho, de la comunicación sana en “exóticas” y confrontar algunos de los
escollos que se asocian a estas ideas. A pesar de que estos escollos han
sido señalados por otros escritores en ocasiones diversas, la idea de que
este estilo comunicacional es una panacea en la resolución de conflictos,
prevalece aún en los tiempos modernos e influye en gran medida en la
forma en que responden los miembros de la pareja a los problemas que se
suscitan en la relación.

Reducción de las formas de relación

¿Qué consecuencias tiene la reducción de las formas de relación


autorizadas, legitimadas y aprobadas? ¿Cuáles las de privilegiar el
matrimonio heterosexual como la forma ideal de relación? ¿Y cuál es el
resultado de la exclusividad promovida por esta tendencia?

Esta exclusividad que lleva a los compañeros a buscarse solamente el uno


al otro en cuanto a sus intenciones vitales, en la comunión de sus valores
y creencias y en el esfuerzo por satisfacer los deseos y añoranzas se
vuelve una forma de aislamiento para la pareja. Cualquier iniciativa para
buscar involucrarse en otras formas de relación atrae sanciones negativas,
y resulta en un aplazamiento de aquello que le resulta valioso a cada uno
de los compañeros, o bien, en la conquista de caminos encubiertos para
lograr las metas.

Bajo estas circunstancias, es muy fácil que las relaciones fracasen. Esta
sensación de fracaso nace en relación con las acciones que son
construidas como traición, y dentro del contexto de la exclusividad muchas
conductas se pueden construir así -el simple hecho de compartir una
confidencia con alguien fuera de la relación es considerado traición y se
refleja de forma negativa en la relación. En el contexto de la exclusividad,
donde cualquier medida que tome uno de los miembros de la pareja para
mantener algo en secreto es interpretado negativamente como un secreto,
el espectro de la relación defectuosa es omnipresente. Para muchas

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parejas, la idea de que los compañeros pueden esperar encontrar en el
otro, la totalidad de lo que se requiere, lo que esto sea, para fundamentar
la existencia, es fuente de desesperación y tensión permanente, así como
de una experiencia personal que se llama celos.

He revisado algunos de los efectos aislantes de la exclusividad moderna y


la propensión de esta exclusividad a generar los fenómenos de la traición
y los celos, así como la sensación de tener una relación defectuosa.
Aparte de estas consecuencias, es también evidente que el gran valor que
se le confiere al ideal moderno de relación de pareja, en especial al
matrimonio heterosexual, es reducir la misma forma de relación. La
exclusividad aísla a los miembros de la pareja de otras formas de relación
y les impide apreciar la viabilidad y relevancia de estas otras formas de
relación en la búsqueda de los propósitos de la vida y en la solución de los
conflictos relacionales además de restringir la oportunidad de incorporar
aspectos de estas otras relaciones en su relación de pareja. Es de esta
manera como la exclusividad contribuye no sólo a erosionar la diversidad
en las formas de relación, sino a una erosión de la diversidad dentro de la
pareja misma. .

No es mi intención sugerir que esta exclusividad no sea funcional para


muchas parejas en ciertos momentos, o que no se deba aspirar a ella.
Más bien, he descrito algunas de las consecuencias de esta exclusividad
moderna que han estado claramente visibles en la relación de muchas de
las parejas que me han consultado a lo largo de los años, y para quienes
el desafío de esta exclusividad ha sido instrumental en el logro de una
relación satisfactoria.

Consecuencias para la terapia

El contexto de la terapia de pareja no está exento de las premisas


culturales con respecto a las causas de los conflictos en las relaciones,
acerca de la solución de dichos conflictos y acerca de la parte que juega el
terapeuta en todo esto. Las parejas entran a este contexto esperando
renovar sus intentos de confrontar las dificultades de la relación mediante
la ejecución del reverenciado estilo comunicacional de la cultura occidental
contemporánea y con la expectativa de que pueden estar seguros de que
el terapeuta será capaz de mediar en estos esfuerzos -no puedo contar las
innumerables veces que he escuchado, cuando me encuentro con las
parejas, reediciones varias de “hemos venido aquí a ventilar los asuntos y
a que arregle usted lo que está roto”.

Los terapeutas no sólo son vulnerables a las expectativas que traen las
parejas al contexto terapéutico, sino que también pueden estar
poderosamente influidos por el peso de expectativas paralelas que tienen

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su origen en la historia de la terapia de pareja. En estas circunstancias, los
terapeutas abandonan frecuentemente lo que harían en sus consultas con
las personas que buscan su ayuda, y se unen a la pareja en su intento de
hacer más de lo mismo: en sus esfuerzos por confrontar los problemas de
relación desde el estilo comunicacional tan mencionado. Al unirse a las
parejas de esta manera, el terapeuta se hecha a cuestas la
responsabilidad de cerrar la distancia que existe entre lo que la pareja ha
logrado en cuanto a la comunicación y lo que suponen que deben lograr;
entre su ubicación entre los diferentes continuos de comunicación y las
polaridades “sanas” de dichos continuos.

Aunque algunas veces, cuando se une a la pareja de esta forma, el


terapeuta se da cuenta de que ha sido cómplice involuntario en la
construcción de las conclusiones de la identidad negativa que son
formadores del desenvolvimiento de las relaciones de pareja, la parte que
juega la pareja en esto, usualmente permanece invisible para ellos. Esto
limita aún más las opciones de la pareja para hacerse responsables de la
construcción que hacen de la identidad del otro y para reconocer los
resultados de estas construcciones en la formación de su relación.

No solo las premisas culturales acerca de la comunicación tienen el


potencial de influir poderosamente en lo que se hace en nombre de la
terapia de pareja, también lo hace la premisa de exclusividad. La terapia
puede ser percibida, por las parejas, como un contexto donde
intensificaran sus intentos por convertirse en el todo del otro. Los
terapeutas no sólo son vulnerables a estas expectativas de las parejas,
sino también a una tradición añosa y honrada dentro de esta terapia en
donde la relación de pareja se centra en las iniciativas para confrontar los
conflictos de relación; en donde el punto nodal de todas las iniciativas es
que la confrontación de las dificultades se hace sobre la pareja en si.
Cuando los terapeutas centran a las parejas de esta manera, se
convierten en cómplices involuntarios de la exacerbación de la
exclusividad moderna; limitan las opciones que tiene la pareja para
explorar formas alternativas de relación en su búsqueda personal,
restringiendo la oportunidad de que la pareja pueda incorporar otras
formas de relación que pueden contribuir al desarrollo de la diversidad de
respuesta dentro de la pareja misma. Esto prepara el entramado para
nuevas experiencias de traición y desesperación.

Implicaciones de este análisis

Las observaciones acerca de las consecuencias potenciales, dentro del


contexto terapéutico, de las premisas culturales acerca de las dificultades
de relación y sus soluciones, no constituyen un rechazo a las prácticas

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generales de mediación dentro de la terapia de pareja, o un
cuestionamiento de la validez de preparar el escenario para que los
miembros de la pareja se comuniquen abierta y directamente el uno con el
otro, acerca de una variedad de situaciones. Sin embargo, cuando me
consultan parejas con largos períodos de intenso conflicto, donde parece
que no existe una comprensión compartido con respecto a los eventos de
la relación, puede resultar de mucha ayuda cuestionarles la premisa de
que el reverenciado estilo comunicacional, descrito en esta trabajo, es la
panacea para las dificultades de relación así como la premisa de que la
expectativa de exclusividad en la relación de pareja es benéfica.

En la siguiente sección de este artículo relataré el trabajo con parejas con


conflictos añosos e intensos. Es el relato de una terapia de pareja
disruptiva de los esfuerzos para resolver las dificultades de la relación
mediante el tipo de diálogo que se fundamenta en la idea de la buena
comunicación y en las iniciativas terapéuticas que centralizan, aún más, la
relación de pareja como el fundamento de la existencia del otro. La
trascripción de una entrevista con una pareja ilustra este abordaje. Aunque
se reflejan varias prácticas narrativas en este relato, no todas serán
discutidas. Con respecto a esto, me enfocaré a las prácticas de la
ceremonia de definición y en el cambio de posición del miembro que
tomará la posición de testigo externo en el contexto de la ceremonia de
definición.

Debido a que las prácticas de la ceremonia de definición y el cambio de


posición son críticos para el éxito del trabajo con este tipo de parejas,
revisaré ambos rubros antes de iniciar la ilustración del abordaje.

Ceremonia de definición

La estructura de la ceremonia de definición es un rasgo característico de


la práctica narrativa. Pedí prestada la metáfora de “ceremonia de
definición” del trabajo de la antropóloga cultural Barbara Myerhoff
(1982,1986). Ella utilizó esta metáfora en sus intentos de describir los
proyectos de identidad de una comunidad de ancianos judíos en Jews in
Venice, Los Angeles. He escrito extensamente acerca de la relevancia de
esta metáfora, así como de la importancia de los proyectos de identidad
para la práctica terapéutica (White, 1995, 1997,199). Haré un breve
resumen aquí y empezaré por citar de “El trabajo del equipo reflexivo
como ceremonia de definición, vuelto a mirar” (White 1999):

La metáfora de la ceremonia de definición guía la estructuración de foros


en los que ciertas personas tienen la oportunidad de participar con el
relato de algunas de las historias significativas de sus vidas -historias que
de alguna u otra manera, son relevantes en términos de identidad

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personal y relacional. Presente en este foro, están los espectadores o
“grupo de testigos externos”. Los miembros de este grupo escuchan
cuidadosamente las historias contadas y se preparan para volver a relatar
lo que han escuchado. Cuando es el momento, se invierten las posiciones
-los contadores de historias se convierten en los testigos externos del
nuevo relato que harán los testigos previos. Estos re-cuentos encapsulan
aspectos de la historia original. Pero más que esto -estos re-cuentos del
grupo de testigos externos por lo general, excede las fronteras del relato
original en formas por demás significativas, en formas que contribuyen a la
rica descripción de las identidades personales y relacionales de las
personas cuyas vidas están en el centro de la ceremonia. En parte, estos
re-cuentos logran esto mediante el encadenamiento de las vidas de estas
personas con la vida de otras, alrededor de temas compartidos, valores,
propósitos y compromisos.

Después de estos re-cuentos, los miembros del grupo de testigos externos


se regresan a la posición de espectadores y las personas cuyas vidas han
estado en el centro de la ceremonia tienen la posibilidad de hablar acerca
de lo que han escuchado. En este momento estas personas están
involucradas en el segundo de los re-cuentos; es decir, en el re-cuento del
re-cuento de los testigos externos. En estos foros, puede haber otro nivel
de participación del grupo de testigos externos de tal manera que se den
más re-cuentos de los re-cuentos.

La metáfora de la ceremonia de definición guía la estructura del contar y el


re-contar historias de la vida de las personas en una arena de
convocatoria social única. Dentro del contexto de estas ceremonias, estos
cuentos, re-cuentos y re-cuentos de los re-cuentos son muy nítidos. El
logro de estos cuentos y re-cuentos requiere de una alteración del
diálogo a través de la interrelación entre los espectadores y aquellos
involucrados en contar y re-contar; es decir, cuando el grupo de testigos
externos está en la posición de espectadores, están exclusivamente en
esa posición y cuando las personas cuyas vidas están en el centro de la
ceremonia de definición, están en la posición de espectadores, están sólo
en esa posición (Pp.63-64).

Los recuentos de estas ceremonias de definición están formados por una


tradición de reconocimiento. Estos re-cuentos no son una reproducción
de todo el contenido de lo que se contó antes. Más bien, dentro de esta
tradición de reconocimiento, son aquellos aspectos de la historia hacia los
que el grupo de testigos fueron más atraídos lo que da la fundamentación
del re-cuento. Cuando las personas que están en la posición -de testigos
externos no están familiarizadas con esta tradición del reconocimiento, el
terapeuta tiene la responsabilidad de estructurar estos re-cuentos. Al
asumir esta responsabilidad, el terapeuta suele conducir una entrevista de

13
los testigos externos, una que esté formada por categorías específicas de
información. Esta entrevista da un andamiaje que ayuda a los testigos
externos a:

1. Identificar y hablar de aquellas expresiones del relato que más


les atrajeron. Estas son las expresiones que más llamaron la atención de
los testigos externos, las que cautivaron su imaginación y las que les
dieron la sensación de aquello a lo que la persona le da valor en la vida.
Estas expresiones pueden ser palabras o frases específicas, estados de
ánimo o sentimientos. Al empezar a hablar de las expresiones que los
atrajeron los testigos externos señalan que su interés en la vida de la
persona es un interés particular, no general; un interés definido, no global.

2. Describir las imágenes que fueron evocadas por estas


expresiones. Estas imágenes pueden tener forma de ciertas metáforas de
la vida de la persona, o pueden ser cuadros mentales de la identidad de la
persona o la de identidad de sus relaciones. En este momento, se anima a
los testigos externos, a especular acerca de qué reflejan estas metáforas y
los cuadros mentales de los propósitos, valores, creencias, sueños y
compromisos de la persona. Se invita a los testigos externos a referir
estas reflexiones en el modo subjuntivo:”posiblemente”,”quizá”, etc.

3. Que plasmen las respuestas que tuvieron frente al relato


diciendo por qué se sintieron atraídos por ellas. Esto se logra invitando al
testigo externo a que cuente algo del por qué se sintió atraído por ciertas
expresiones del relato y si éstas les resonaron con su historia personal. Al
situar su interés en las expresiones de la persona dentro de la historia de
sus propias experiencias vitales, el interés del testigo externo se convierte
en un interés personificado, en uno personal y no académico; en un
interés comprometido y vital, no en un interés escolástico.

4. Reconocer las formas en las que han sido movidos al estar


presentes para atestiguar estas expresiones de vida. “Movido”, aquí es
utilizado en el sentido amplio de la palabra. Por ejemplo, algún testigo
externo puede hablar de cómo esta experiencia lo enfrentó con sus
propios pensamientos, lo hizo reflexionar acerca de su propia existencia,
comprender su propia vida o ver sus perspectivas en general. Pueden
también hablar de adonde los ha llevado esta experiencia en relación a
ciertas conversaciones que podrían tener con personas de su propia vida
y en sus relaciones. Este reconocimiento nos da una idea de cómo el
testigo externo ha sido tocado en formas que contribuyen a que se
conviertan en otro diferente al que era, al haber sido testigo de las
expresiones de la otra persona y al haber podido responderle por medio
de su re-cuento.

14
Una vez que concluye el re-cuento del testigo externo, el terapeuta se
entrevista con la persona cuya vida está en el centro de la ceremonia,
usando las mismas cuatro categorías del interrogatorio salvo que el
énfasis de la segunda categoría permanece en las imágenes de la
identidad y la vida de la persona, no en aquellas que son del testigo
externo; es decir que esta persona es usualmente entrevistada acerca de
las metáforas e imágenes de su propia vida que fueron evocadas al
escuchar el relato del testigo externo.

Los re-cuentos estructurados de acuerdo a estas categorías de


interrogatorio tienen el potencial para resonar fuertemente en las personas
cuyas vidas son el centro de la ceremonia de definición. Es esta
resonancia la que contribuye en forma significativa a que las historias se
enriquezcan, y a que se erosionen y desplacen varias conclusiones
negativas de la vida e identidad de la persona. Esto brinda la posibilidad
de que ahora la persona sepa cómo proceder y confrontar los dilemas y
predicamentos de su vida

Cambio de posición o
Reposicionamiento

Cuando se estructuran las entrevistas con las parejas mediante las


prácticas de la ceremonia de definición, el terapeuta entrevista a uno de
los miembros (miembro A) en presencia del otro compañero (miembro B)
que se coloca en la posición de testigo externo. En una cita subsecuente,
los roles cambian, de tal manera que el que puso su vida en el centro es
ahora el testigo externo y viceversa.

Puede ser tremendamente difícil para aquellas parejas que están


instaladas en el conflicto, reproducir la tradición de los testigos externos.
Se necesita que se desembaracen de la forma habitual y rutinaria que
tienen de responderse. Parecen tener estas respuestas habituales y
rutinarias integradas y éstas pueden impedir los esfuerzos que hacen por
responder a las historias de la vida del otro. Yo considero que el
desmontaje de estas respuestas habituales y rutinarias se logra con
más facilidad si se invita a quien va a ser el testigo externo a
separarse de la sensación de estar dentro de la relación mientras
dura la entrevista. Esto puede lograrse si se ayuda a ese compañero a
adoptar una posición alternativa, una desde la cual le puede resultar más
sencillo reproducir la tradición del testigo externo que es característica de
la ceremonia de definición.

Entonces, antes de entrevistar al compañero que estará al centro de la


ceremonia de definición, el compañero que tomará la posición de testigo
externo es entrevistado en forma tal que les ayude a separarse de su

15
relación por le tiempo que dura la entrevista, y para cambiar de posición
con respecto al compañero. Esta entrevista de cambio de posición se
inicia con la discusión de las dificultades que se puede predecir
aparecerán en el intento de responder, como testigo externo, en formas
que no son dictadas por el modo habitual que caracteriza a la relación.
También se habla de que algunas cosas se pueden lograr dentro del
contexto de la relación pero no fuera de este contexto y que con
frecuencia algunas cosas se pueden lograr dentro del contexto de otras
formas de relación más no dentro del contexto de la relación de pareja.

Empieza entonces, la entrevista de cambio de posición o


reposicionamiento. En esta entrevista se invita al compañero que será el
testigo externo (B) a compartir historias de su vida en las que ha sido
reconocido, aceptado, comprendido y que le han demostrado compasión y
de aquellas figuras que lo han hecho sentir de alguna de estas maneras.
Estas historias le dan un andamiaje al reposicionamiento del compañero
B; se le pedirá entonces al B que se coloque en el lugar de una de estas
figuras cuando esté en la posición del testigo externo. Es muy importante
que la figura elegida por B, sea aceptable para A. El compañero A tiene
poder de veto en esta situación. La figura elegida por B no debe ser una
con la que el compañero A haya tenido una experiencia negativa o de
quien se sienta ajeno de alguna manera. En ocasiones, la figura elegida
por B, puede ser alguien de su historia antigua y desconocida para A. En
estas circunstancias es básico que A tenga la oportunidad de tener una
semblanza lo más clara posible de esta figura, antes de sancionar la
elección hecha por B.

Antes de empezar esta investigación, se debe excluir a A como un


candidato implicado en las historias de reconocimiento, comprensión,
compasión y aceptación de B, porque existe el riesgo de que A se sienta
desairado si no es elegido y descalificado por no ser tomado en cuenta
como contribuyente en la relación y en la vida de B. Si A no es excluido
como candidato y en consecuencia B se posiciona como A cuando sea el
testigo externo, el ejercicio será en exceso complicado.

Para facilitar el reposicionamiento, el terapeuta entrevista a B


contribuyendo a profundizar y enriquecer sus experiencias de aceptación,
reconocimiento, etc. y para que ubique la identidad de las figuras
implicadas en estas vivencias. En primer lugar, es muy fácil que B defina
estas expresiones como fenómenos elementales; que los defina como las
cualidades o atributos inherentes a las personas ( por ej., el tío Luis era
una persona muy compasiva) Sin embargo, dentro del contexto de esta
entrevista de reposicionamiento, se ayuda a B a definir estas expresiones
como habilidades relacionales de alta valía; como valiosas prácticas de
vida que pueden ser conocidas en sus particularidades; en un saber-cómo

16
construir un sentimiento de afiliación en las relaciones. Conforme B se
familiariza con los detalles de estas habilidades durante la entrevista de
reposicionamiento, se le puede invitar a reflexionar en qué le sugieren
estas habilidades acerca de los sentimientos que tenía la figura elegida
acerca de la vida, de las perspectivas acerca del vivir así como de sus
propósitos, creencias, etc.

La entrevista de cambio de posición finaliza cuando B se siente muy


familiarizado con estas habilidades y con el sentimiento de vida que se
asocia con las mismas y señala estar listo para colocarse como testigo
externo de la vida de su pareja. En este momento A puede vetar
cualquiera de las habilidades y sentimientos vitales con los que no se
sienta cómoda/o. El terapeuta informa al compañero B que él hará lo que
esté en sus manos para que ellos mantengan la posición que eligieron (tío,
hermano, sobrino, amigo), y le sugerirá a B una forma en que el terapeuta
intervendrá cuando sienta que B está cayendo de nuevo en la relación de
pareja con A, a lo largo de la ceremonia de definición. Es más, se le
informa a B que en estas ocasiones será consultado acerca de las
opciones que existen para proceder: que si el simple recordatorio de la
tarea que tiene que hacer es suficiente para volverse a reubicar en la
posición elegida; que si se deben dar otras entrevistas de
reposicionamiento para que tenga un mayor conocimiento de las
habilidades de la figura que eligió; que si se suspende temporalmente el
ejercicio para clarificar cualquier obstáculo que le haga difícil el
involucrarse con la posición elegida o explorar lo que puede ayudar a que
se le facilite colocarse en dicha posición y también que si desea
abandonar el ejercicio para siempre e intentar otros abordajes.

Punto de entrada

Cuando me consultan parejas con conflictos viejos e intensos, es habitual


que invoque a la ceremonia de definición como la estructura de nuestras
conversaciones. Con respecto a quién de los dos miembros de la pareja
será el primero en ser invitado a colocar su vida en el centro de la
ceremonia de definición, cuando hay un desequilibrio significativo en la
relación en términos del poder, usualmente es el compañero quien está
más en la posición de sujeto en la relación de poder. Si hay mucho
desequilibrio, el primero es el que está sojuzgado. Cuando no hay este
desequilibrio aparente, es al primero/a que ve el terapeuta con la
oportunidad de un rico desarrollo de historias personales, al que se elige
para ocupar el centro de la ceremonia de definición
.
Usualmente, las oportunidades para un rico desarrollo de historias surgen
de las expresiones del conflicto. Estas expresiones adoptan muchas
formas, incluido el verbalizar el descontento y la insatisfacción

17
acompañado, con frecuencia de ultimátum y rechazo; algunos aspectos de
la relación que fueron aceptables para uno de los miembros de la pareja,
ahora ya no lo son, y deben ser cambiados; algunos aspectos que siempre
fueron insatisfactorios, ahora son más, y deben ser resueltos; algunas
ideas que un compañero tenía del otro son “disparatadas” y tienen que ser
aclaradas; algunas de las expectativas que tiene uno de los compañeros
acerca del rol del otro son “inapropiadas” y si no se modifican, la relación
terminará; algunas de las cosas que uno de los compañeros valora en
forma negativa, es valorada positivamente por el otro como una expresión
de resistencia, y demás. En todos estos descontentos, insatisfacciones,
utimátums y rechazos se pueden hallar puntos de entrada al rico
desarrollo de historias de las vidas e identidades de los miembros de la
pareja.

Por ejemplo, cuando un compañero da voz a las conclusiones que ya no


son aceptables, a lo que ya no es satisfactorio, a lo disparatado y a lo que
ya no le gusta del otro, se abre la oportunidad de entrevistar a este
miembro de la pareja acerca del origen de dichas conclusiones. Se puede
asumir que estas conclusiones son el resultado de cierta comprensión que
este compañero ha tenido acerca de su vida, quizá de los propósitos de la
misma, o del estilo de vida que le vendría mejor, así como de cómo
prefiere estar en la vida, de su valor personal o de sus cualidades no
reconocidas, etc. Todo esto es a su vez el resultado de experiencias
vitales específicas, que han contribuido ha que descubra y aclare a lo que
le da valor. Son razonamientos como estos los que dan el fundamento
para el tipo de interrogatorio terapéutico que contribuye al rico desarrollo
de la historia de la vida de las personas.

En resumen, son con frecuencia conflictos relacionales específicos, las


puertas de entrada al tipo de relatos que se desarrollarán y que es una de
las características de la conversación narrativa con las parejas que han
tenido añejos conflictos. Sin embargo, una vez iniciadas, estas
conversaciones pronto se alejan de los conflictos de pareja y dan la
oportunidad para que se reconozcan y describan aspectos muy valiosos
de la vida de los miembros respectivos, y de la relación entre estos relatos
que cada uno de ellos atesora sobre su vida; ya no son los conflictos de
relación o ésta por si misma lo que permanece en el centro de las
exploraciones terapéuticas. Supongo que la historia que viene a
continuación aclarará lo que se puede hacer.

La terapia de pareja como una ceremonia de definición: una


ilustración

Entré a la sala de espera y me presenté con una pareja recientemente


referida. La pareja no estaba sentada junta y yo percibí un nivel de tensión

18
entre ellos. Se presentaron someramente, era claro que se sentían
incómodos. Había una cierta torpeza en la forma en que llegamos a la sala
de entrevistas, cuando nos sentamos, los esfuerzos por hacer que la
pareja se sintiera más en confianza cayeron en saco roto. Me di cuenta
de que cada uno había jalado su silla para aumentar la distancia entre
ambos, un movimiento que se dio cuando ya estábamos sentados, pero
del que no me percaté en ese momento. Imaginé que la pareja había
discutido antes de llegar a mi oficina y que esto se relacionaba con la
entrevista que estábamos a punto de tener. Dadas las circunstancias
pensé que era oportuno indagar acerca del contexto en el que fue hecha
la cita y acerca de los eventos que condujeron a nuestro encuentro en la
sala de espera.

Barry: Para ser honestos, esto es algo que he estado esperando por
mucho tiempo y lo había pospuesto porque no creí que mi pareja estuviera
de acuerdo en que te viéramos acerca de nuestra relación. Pero al final
decidí arriesgarme y sacar la cita, deseando, aunque no mucho, que mi
compañero viera la importancia de la cita. Pero estoy nervioso, y las cosas
se pusieron bastante feas entre nosotros esta mañana, antes de venir.
Pearce dice que no lo consulté acerca de la hora de la cita pero ya verás
como siempre es un poco antagónico cuando...

Pearce: Barry, no puedo creer lo que estás diciendo! ¡Michael, no lo


puedo creer! De todas las cosas... ¡Esto me vuelve loco! Barry siempre
hace lo mismo. Siempre se da el crédito por ideas que ni siquiera son
suyas en primer lugar. Esto es un problema serio. Llevo años trabajando
tras bambalinas para que se de esta cita, y Barry lo sabe. ¡Bien que lo
sabes Barry! Siempre lleva la contraria, así que lo tuve que animar a sacar
la cita, cosa que él hizo, si no, no hubiera venido pero no me quedó de
otra. Así es como tengo que hacer las cosas en nuestra relación, o nunca
pasaría nada. Barry es el tipo de persona que...

Barry: ¿no puedes creer lo que digo? Yo soy el que no cree lo que tú
estas diciendo. Me da gusto ver que cuidas las formas Pearce ¿Vas a
arruinar esto, verdad? Michael, Pearce es igualito a su hermana. No
cooperan si no es bajo sus propios términos. Todo siempre tiene que estar
en sus términos. Pearce eres igualito a tu hermana. Y yo...

Pearce ¡Espérate tantito! Espérate ¿qué nunca podemos hablar de


nuestra relación sin que metas a mi familia? ¿No podremos tener una
simple discusión, solo una vez, una sola vez, que no hagas esto? Lo
haces imposible. Mira, Michael, Barry tiene no sé que cosa con mi familia.
Este es otro de los grandes problemas que tenemos. Barry
¿por qué estas tan preocupado por mi familia? ! No es que...

19
Barry: Eso no es justo y bien que lo sabes. Yo al menos me relaciono con
ellos. No puedo decir lo mismo a tu favor. Tú sabes todo lo que he
intentado con ellos, y cómo los he aceptado aunque tú no hayas puesto
ni...

Pearce. Mira si así va a ser esto y sí así te vas a poner, no le veo el punto
de hacer esto. Si así va a ser, yo no le entro. No se va a lograr nada...

Barry. ¡Hijole! Michael yo predije que Pearce iba a hacer esto. Pearce,
estás buscando excusas. Quieres botar esto sólo porque no está
funcionando como quieres. No lo puedo aceptar. Michael, antes yo
toleraba este tipo de petulancias, y me hacía para atrás cuando se ponía
muy difícil. Pero ya no puedo, ya no puedo y no sé si...

Pearce: Ahora resulta que se trata de lo que aceptas o no, ¡no se te olvide
que yo también estoy en la relación!

M: (tentativamente) ¿está bien que haga un comentario o sería impropio?

Barry: ¡Claro, claro!

Pearce: Si, cualquier cosa, menos esto, no lo tolero.

M: Aprecio mucho su honestidad y apertura. Han sido bastante sinceros


los dos. No sólo soy ajeno a cada uno de ustedes sino también a la
relación. Pero han hecho un muy buen trabajo para ponerme al día de
cómo les va, a veces, dentro de esta relación y de lo que los ha llevado a
consultarme. En circunstancias como estas, un cuadro puede valer más
que mil palabras. ¿O es una actuación la que vale más que mil palabras?

Pearce: OK, entiendo.

Barry: ¿qué? Ah, si.

M: Al decir esto no quiero ponerle un fin prematuro a la conversación que


tenían, puedo seguir escuchando lo que sigue si Uds. creen que me
resultaría útil y pensaran que están haciendo progresos. Pero hay otra
opción. Si creen que me han dado una idea acerca de por qué me querían
consultar, si creen que ya lo lograron, yo tengo una idea de lo que
podemos intentar. Sería una forma distinta de enfrentar las cosas. ¿Qué
piensan?

Pearce: Cualquier cosa. Cualquier cosa menos más de esto.

Barry: OK, estoy de acuerdo.

20
M. Bueno, esta es mi propuesta. Sugiero entrevistar a cada uno por
separado, en compañía del otro. Si esto les parece, lo podríamos hacer
en tres partes. Primero, uno de uds. sería el público en mi conversación
con el otro. Después, digamos, más o menos a la mitad de la entrevista, le
toca ser entrevistado al que estaba en la posición de escucha. Lo
entrevistaría acerca de lo que escuchó. Esto, según yo, se llama “re-
cuento”. Hacia el final de nuestra cita preguntaré a quien haya sido
entrevistado primero, qué responde a este re-cuento. Luego, en nuestra
siguiente cita, empezaré por entrevistar al que estuvo en la posición de
escuchar hoy y el otro será quien escuche. Sé que esto no es lo que
esperaban cuando sacaron la cita, pero siento que al hacer las cosas en
esta forma podremos ayudarnos todos a encontrar una manera para que
fluya aquello que es tan importante para los dos. Qué piensan, ¿lo
intentamos?

Pearce: Bueno, suena interesante. Yo le entro.

Barry: Si, cuando lo piensas, no tenemos nada que perder. Tú nos


guiarás.

M. Bueno, pero quizá no resulte tan fácil de hacer, así que tenemos que
prepararnos, pues es importante que se separen de su relación el tiempo
que dura el ejercicio.

Pearce: Pero, venimos aquí para...

M. No estoy sugiriendo que se separen el uno del otro. Sólo estoy


sugiriendo que se separen de su relación el tiempo que dura cada cita.
Hay muchas cosas que se pueden lograr en las relaciones que no se
puede lograr fuera de ellas. Pero también hay cosas que se logran en la
amistad, los primos, los conocidos, o lo que sean, que no puede ser
logrado en el contexto de una relación. Si tenemos éxito en encontrar otra
posición desde la cual se puedan colocar en relación el uno con el otro en
el transcurso de nuestras conversaciones, entonces habrá menos
posibilidades de que las respuestas que se dan entre ustedes estén
determinadas por lo que siempre pasa entre los dos. Y habrá más
posibilidad de que se sientan libres de responderse en formas no
predecibles, en formas que puedan fomentar la relación del uno con el
otro.

Barry:¿ Cómo le vamos a hacer? ¿Dónde empezamos?

M. He escuchado algunas cosas que me están dando la idea de por dónde


empezar. ¿Pearce, te importaría que entrevistara a Barry primero, contigo

21
en la posición de escuchar? Después en nuestra siguiente cita sería al
revés.

Pearce: Por mi no hay problema.

M: ¿Estas de acuerdo, Barry?

Barry: De acuerdo.

M: Bueno, pero antes de empezar es importante que entreviste a Pearce


de manera que lo ayude a encontrar otra posición con respecto a ti, Barry.
Pearce te quiero preguntar acerca de vivencias que hayas tenido donde te
sentiste reconocido, muy reconocido por alguien, o profundamente
escuchado o significativamente aceptado –sobre cualquier cosa parecida.
Y en esto, te pediría que excluyeras las vivencias que, en este sentido,
hayas tenido con Barry, porque nos crea muchas complicaciones si
colocamos a Barry como escucha de mi conversación con él.

Pearce: Bueno, pero no estoy muy seguro de que es lo que quieres que
hable. Quizá me puedas hacer algunas preguntas.

M: De acuerdo. Puedes pensar en alguna vez en que....

Como respuesta a mis preguntas Pearce eligió hablar acerca de la historia


de “cuando salió del closet”. Tenía 19 años y ya le resultaba imposible
mantener la doble vida que estaba viviendo; sentía que se estaba
rompiendo bajo la presión de esta doble vida, muy angustiado por las
contradicciones en su existencia, y desesperado por unir los dos mundos
a los que pertenecía su existencia. Pearce también estaba muy
angustiado ante esta última perspectiva, y no sabía cómo empezar a
unirlos. Quería muchísimo a todos los miembros de su familia pero se
“cimbraba” por sus comentarios homofóbicos ocasionales, y
constantemente confrontado por las suposiciones heterosexistas que
aparecían de mil maneras cada vez que estaba con ellos. (¿Con quien
sales? Cuando menos dinos el nombre de la chica). El sabía que no
podría lidiar con su respuesta inmediata a la noticia de que era
homosexual, o educarlos acerca de la forma en la que la multiplicidad de
las premisas que ellos daban por sentado acerca de su vida y su identidad
lo hacía invisible.

No sabiendo qué más hacer en este momento de la crisis, Pearce buscó a


su tío David, hermano de su madre. Aunque no había tenido mucho
contacto con él en los últimos tiempos, tenía muy gratos recuerdos de las
visitas de su tío a su casa, cuando Pearce era pequeño. El tío visitaba
regularmente a su hermana, y en esas ocasiones le llevaba al niño un

22
chocolate y siempre encontraba tiempo para jugar cricket o football con él.
Pearce llamó a su tío y le dijo que necesitaba urgentemente su ayuda, y
que no sabía a quien más recurrir. El tío David respondió inmediatamente,
cancelando su golf del sábado para poderlo ver. Como apenas era jueves,
Pearce le dijo que no sabía si podía esperar hasta entonces. Su tío
respondió con la cancelación de sus citas de trabajo para esa tarde.

Cuando Pearce se sentó en la oficina de su tío, “se abrieron las


compuertas de la presa”. Soltó todo, sin poderse detener. Habló sin parar
con su tío por alrededor de una hora. ¿Cuál fue la respuesta del tío? Al
terminar este tiempo se paró. Pearce tenía el corazón en la boca. Se
acercó a Pearce, lo levantó y lo abrazó fuertemente. Pearce sintió cómo
se debilitaba entre los brazos de su tío y empezó a “llorar, llorar y llorar las
lágrimas de muchos años”. Cuando Pearce acabó de llorar y se echó para
atrás vio la ropa del tío empapada por sus lágrimas. Parecía que el tío
David no se había dado cuenta. En cambio, empezó a decirle lo
conmovido que estaba por la historia de su sobrino y lo honrado que se
sentía de que lo hubiera escogido entre todos los integrantes de la familia.
Añadió que si Pearce estaba de acuerdo él abriría el camino para que
Pearce se lo dijera a la familia. El tío enfatizó que la responsabilidad de
lidiar con las respuestas iniciales de la familia no debía estar sobre los
hombros de Pearce y que él podría ayudarlos con esto. Agregó que
hablaría con la familia también de lo que les ayudara a darse cuenta de los
comentarios que descalificaban la vida de Pearce , sin verlo como lo que
era. Esto suscitó otra oleada de llanto -al respecto Pearce dijo “no me
pude contener y estoy muy contento de no haber tenido que hacerlo”- para
cuando Pearce se reunió con los miembros de su familia, éstos ya habían
tenido la oportunidad de “procesar sus reacciones con el tío David” y
habían preparado una disculpa por la forma en que cada uno había
contribuido a su marginación.

Una vez que escuché esta historia le dije a Pearce lo conmovedora que
me parecía. Barry se unió, diciendo que “aunque ya había escuchado la
historia, siempre me conmueve. Ojalá y yo hubiera tenido un tío así, me
hubiera facilitado las cosas”. Empecé entonces a entrevistar a Pearce
acerca de su historia, de una forma tal que esperaba yo ayudaran a
destilar las prácticas de reconocimiento del tío David, como una expresión
de habilidades específicas y de ciertos sentimientos usados para vivir. Era
mi entender, que este proceso le ayudaría a Pearce a reposicionarse
cuando fuera la entrevista de Barry. En esta entrevista hice preguntas
como éstas:

• ¿de las palabras que usó tu tío, cuáles fueron en especial


las que te hicieron sentir reconocido?

23
• ¿cuál fue el tono de voz que usó cuando te las decía?
• ¿cuál de sus movimientos -ya sea sus gestos, su expresión
facial, su postura, sus demostraciones, el ritmo de su respiración o lo que
sea- era el más congruente con sus palabras y su tono de voz?
• ¿qué de lo oportuno de las expresiones de tu tío fue lo
que te validó más?
• ¿qué valores fueron expresados en sus palabras, en su
tono, sus movimientos y su pertinencia?
• En sus respuestas estaba muy conectado con aquello que
para ti era importante y con aquello que te haría hablar de lo que no
habías podido. ¿cuál de estas respuestas sugieren cómo se orientó a si
mismo en tu vida?¿cuál de estas respuestas te sugiere lo que él tenía en
alta estima en la historia de tu vida?
• ¿qué fue lo que en sus respuestas llevaba tan fuerte
sentido de comprensión?
• ¿qué fue lo que de sus respuestas te dio la sensación de lo
conmovido que se sentía por tu historia, y por el hecho de que lo eligieras
para hablarle en este momento crucial de tu vida?
• ¿qué de sus respuestas te sugerían lo que quería para t y
lo que esperaba como resultado de tu reunión con él?

Habiendo preparado a Pearce para su reposicionamiento, yo le pregunté


si estaba listo para la tarea que seguía.2

M: Pearce, ¿crees que ya podrías colocarte en posición de tío mientras


escuchas la conversación que voy a tener con Barry?

Pearce: Claro, puedo hacer el intento. Sólo desmenúzamelo un poco más.

M.: Muy bien, la idea es que intentarás escuchar mi conversación con


Barry de la manera en que te imaginas lo haría tu tío David si pudiera
estar aquí. La idea es que hagas el esfuerzo de estar aquí de la forma en
que has descrito -con las habilidades del tío David para reconocer y
aceptar al otro que te sean accesibles. Y con el tipo de valores y creencias
que lo guiarían. Para esto, necesitas quitarte de la posición de pareja de
Barry, mientras dura la entrevista, y creo que hará posible que escuches lo
que no escucharías de otra manera y que respondas de manera distinta a
la habitual. Y también creo que esto te permitirá lograr algunas cosas en tu

2
Afortunadamente yo había podido arreglármelas para encontrar un tiempo extra para esta
primera visita y fue posible hacer el paso siguiente: entrevistar a Barry con Pearce
posicionado como testigo externo. Sin embargo, yo no tuve siempre este lujo de tiempo y ha
habido ocasiones en las cuales este paso siguiente ha sido pospuesto hasta la siguiente
consulta.

24
relación con Barry que no son factibles de lograr en el presente desde la
posición de Pearce en su relación con Barry.

Pearce: Bueno, hagamos el intento

M: ¿tú que piensas Barry?

Barry: Me gusta la idea, pero no creo que Pearce lo pueda hacer. Se


engancha muy fácil en...

Pearce: Otra vez la burra al trigo. Por mi vida, no lo entiendo. Tú


siempre...

M. Barry ¿crees que eso ayudó mucho?

Barry: Ok, ok, me voy a portar bien.

Pearce: Mira, es como dije antes Michael, no se contiene, y...

M: Eres el tío David

Pearce: Ok, ok

M: Si sientes que te es muy difícil mantener esta posición, dame alguna


señal, y tomaré algún tiempo de la conversación con Barry y conversaré
contigo para saber si es buena idea continuar o no con el ejercicio y sí así
es, que te ayudaría a estar presente en la forma de ser del tío David.

Pearce: Está bien, está bien.

M: Ahora Barry, me gustaría retomar aquello que decías respecto a que


algunas cosas que antes eran aceptables en tu relación con Pearce, ahora
ya no lo son.

Pearce: Está bien que Barry lo diga, pero yo estoy dentro de la relación
también. ¿Crees que esto es algo que Barry puede decidir en forma
independiente? Es decir, mencionar lo que es aceptable de nuestra
relación y qué no.

Barry: Ya ves Michael, te dije que no sería capaz de...

M: Barry, yo me hago cargo. Este es mi trabajo. Pearce estás


contestándole a Barry desde tu posición dentro de la relación. ¿Nos
tomamos un tiempo para...

25
Pearce: No, no. Me voy a concentrar. Quiero hacerlo. Puedo hacerlo.

M: Barry, quiero hacerte algunas preguntas acerca del hecho de que


algunas cosas que te parecían aceptables ya no lo son. Y Pearce estará
escuchando como lo podría hacer su tío David si estuviera presente
¿verdad Pearce?

Pearce: Sí es lo que estoy haciendo, es lo que estoy haciendo.

M: Barry el hecho de que ya no sean aceptables ciertas cosas de la


relación que antes si lo eran, me lleva a pensar que te has dado cuenta de
ciertas cosas que te han aclarado cómo quieres vivir la vida. O que ha
habido avances en tu sentido de valía personal, o algo parecido a estas
cosas.

Barry: No lo había realmente pensado, pero sí, creo que tengo más claro
cómo quiero que sean las cosas en nuestra relación. Y sí supongo que es
cierto lo de que me valoro más.

M: ¿En que términos te estas valorando? ¿qué valoras de ti mismo?

Barry: Me imagino que dándome cuenta de alguno de mis talentos. Es


con respecto a mi habilidad para ser creativo, el hacer que las cosas
mientras yo fluyo, en el encontrar maneras distintas de hacer lo que quiero
hacer. Alejarme de las viejas rutinas. Si, eso es. Tengo más claro el hecho
de que no me gusta pegarme demasiado a lo rutinario que me aburre o de
aceptar situaciones donde se supone me debo desviar de lo que me
funciona.

M: Me imagino que todo esto no sale de la nada. ¿Me podrías decir qué
situaciones recientes en tu vida han podido contribuir a que esto se haya
dado? Me refiero a cosas que te han ayudado a valorarte más y que
pueden haber aclarado cómo quieres vivir tu vida.

Barry: La principal en la que puedo pensar es que entré a la escuela de


Arte.

M: ¿Te importaría contarme algo al respecto?

Barry: Hace como ocho meses empecé a ir a la escuela de Arte. Esto es


algo que había querido hacer por mucho tiempo, pero que creí nunca
haría. No creí que tuviera talento. A final de cuentas me arriesgué e hice
un pacto conmigo mismo de que me saldría si no funcionaba después de
seis semanas.

26
M: ¿Qué pasó?

Barry: Mi trabajo era bastante malón, pero dos maestros se interesaron


en él. No sé cómo vieron lo que vieron en mi trabajo, yo no estaba
convencido al principio, pero después de varias semanas empecé a
pensar que planeaban algo, que no me lo decían solo para hacerme sentir
bien. Empecé a pensar que quizá tenía talento artístico. Para mi fue
fantástico ver esto y andaba feliz. Para mi era un entusiasmo que nunca
imaginé. Cualquier cosa que me hubiera podido imaginar no se acercaba
a esto. Si no hubiera sido por el apoyo y el ánimo de Sarah y Roger (dos
maestros de arte) me hubiera salido de allí. Pero las cosas parecen estar
mejorando en esta parte de mi vida.

M: ¿qué crees tú que estaba reflejado en tu trabajo artístico del principio?


Viendo tu trabajo de entonces, ¿qué crees que fue lo que vieron tus
maestros? Y me interesa saber qué piensas que les dijo de tus talentos, o
de cómo ves la vida o de lo que es importante para ti.

Barry: De hecho sé algunas de las respuestas a esas preguntas, Sarah es


muy directa y no se calla nada. Lo que me dijo fue...

Este recuento de los acontecimientos en la vida de Barry se fue


ampliando en el contexto de la conversación de re- autoría. Durante este
tiempo, Pearce sólo había tenido problema para mantener su posición de
tío dos veces, lo que parecía un logro importante en vista de la intensidad
de los conflictos de la pareja al inicio de la entrevista. Ahora era el
momento para el re-cuento del testigo externo. Invité a Barry a sentarse a
escuchar mi entrevista con Pearce acerca de lo que había escuchado. La
entrevista se estructuró de acuerdo a los cuatro criterios antes
mencionados en este trabajo.

M: En este punto, la idea es que Barry se siente y sea un escucha de mi


conversación contigo, Pearce. No te preguntaré opiniones, ni que me des
consejos o emitas juicios, te preguntaré en base a un esquema que me ha
resultado muy útil para estas circunstancias. Es mi responsabilidad
mantener el curso de las cosas, si es que estás de acuerdo, incrementaré
el ritmo de mis preguntas si creo que es importante ¿de acuerdo?

Pearce: Si, prefiero que tú tengas la responsabilidad a tenerla yo.

M: OK, empecemos. Desde la posición de tío desde la que escuchabas a


Barry ¿qué fue lo que escuchaste que llamó tu atención?

Pearce: Para ser honestos, al principio me costó mucho trabajo escuchar


muchas de las cosas que estaba diciendo Barry. Estaba yo recayendo en

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nuestras cosas de relación y me sentía indignado y muchas otras cosas.
Después de un rato, vi que me podía imaginar lo que mi tío David estaría
escuchando, lo que le interesaría y se me hizo más fácil

M: ¿Qué fue lo que te ayudó a ponerte en la posición de tío dentro de la


historia de Barry?

Pearce: De hecho fueron muchas cosas. Pero lo que sobresalió fue el


gusto que tuvo Barry cuando sus maestros le confirmaron que tenía algo
de talento artístico.

M: ¿Recuerdas las palabras que usó Barry cuando habló de esto?

Pearce: Si, dijo que nunca se había imaginado algo que fuera cercano a
esto. Pero no sólo fue esto. Fue también lo que dijo de su conexión con
Sarah. Que le daba mucho apoyo y ánimo.

M: Dices que te jalaron muchas cosas desde la posición de tío.

Pearce: Fueron todas esas cosas que Barry dijo acerca de lo que se
había dado cuenta, de la claridad que tiene ahora para saber cómo quiere
que sea su vida. Estoy seguro que mi tío David hubiera escuchado eso.

M: Siempre estoy al pendiente de lo que llama la atención de la gente


cuando están en una posición de escucha y cuando están libres para
escuchar lo que no escucharían en otra forma. Y también me interesa lo
que esto despierta en la mente de las personas, qué imágenes les surgen
acerca de la vida de la persona. ¿Qué crees que se haya imaginado tu tío
si hubiera estado presente? ¿Y cómo crees que hablaría de estas
imágenes?

Pearce: ¿Qué imágenes aparecieron acerca de la vida de Barry?

M: Si, qué imágenes fueron evocadas por la historia de Barry. Toma


aquello que te atrapó de la historia de Barry mientras estabas en los
zapatos de tu tío. En esta posición ¿cómo afectó la idea que tienes de
Barry como persona, o de que crees que se trata su vida?.

Pearce: Si me pude poner en los zapatos de mi tío para ver algo de esto.
Y si tuve muchas imágenes. Algunas tienen que ver con observar a Barry
llegar a un lugar donde se está valorando de forma diferente. A una
posición en la vida donde las cosas se están acomodando para él. Yo diría
que es un lugar donde hay más armonía entre su vida y lo que él quiere
que sea. Y su conexión con Sarah estaba allí también.

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M: Has hablado de lo que te llamó de la historia de Barry desde la posición
de tío y de algunas de las imágenes que esto te despertó. ¿Tienes alguna
idea de cómo estas palabras tocaron algo tuyo? ¿Tocaron alguna cuerda
de un evento personal, algo de tu propia historia?3

Pearce: ¿Ya no se trata de ser tío?

M: No ahora se trata de Pearce, te estoy pidiendo que seas Pearce de


nuevo. Si está muy difícil, te puedo entrevistar de nuevo como tío.

Pearce: ¿Qué tocó de Pearce? Estoy un poco confundido, quizá me sienta


celoso. Barry está encontrando más armonía en su vida, tiene esta
maravillosa conexión con sus maestros, y creo que estoy un poco celoso
de esto.

M.: ¿Te sientes celoso ahorita?

Pearce: No, de hecho no. Sólo que no sé cómo decirlo, pero ahorita no
siento celos.

M: Bueno ¿cómo describirías lo que el relato de Barry está tocando en ti


ahorita? Dirías que es un deseo, un antojo, una añoranza....

Pearce: ¡Una añoranza! Eso es, es la palabra que buscaba. Hubo cosas
que dijo Barry acerca de las novedades en su vida que me despertaron
una añoranza en mi vida.

M: ¿Hablas de esta añoranza con frecuencia?

Pearce: Pues aunque no lo creas, nunca he hablado de esto antes. Es la


añoranza de llegar a un lugar como al que está llegando Barry en su vida.
El arte no es lo mío, pero creo que añoro tener una conexión como la que
él tiene con sus maestros de arte.

M: ¿Ha estado esta añoranza contigo por mucho tiempo?

Pearce: Si, ahora que lo pienso, desde que me acuerdo.

3
A cuenta de la riqueza del re-contar de Pearce, en esta coyuntura yo creí apropiado correr
el riesgo de invitarlo a ‘personificar’ su interés en las expresiones de Barry como Pearce y
no como el tío David. Si hubiera resultado que Pearce no estuviera listo para esto, yo sabría
que sería relativamente fácil para mí asistirlo para que otra vez se reposicionara a sí mismo
como el tío David y animarlo a especular sobre qué aspectos de las experiencias personales
del tío David podrían haber resonado con las expresiones de Barry y sobre las maneras en
las cuales estas expresiones podrían haber movido a que el tío David estuviera presente.

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M: Quisiera preguntarte algo acerca de esta experiencia. Has escuchado
la historia de Barry y has estado respondiendo a ella desde la posición de
tío. También has respondido desde Pearce. ¿Podrías decir algo acerca de
a dónde te ha llevados todo esto?

Pearce: ¿Quieres decir ahorita?

M: Si. ¿En qué lugar te encuentras ahora en tus pensamientos,


comprensión, sentimientos o percepciones o lo que sea, donde no estaría
si no hubieras estado presente como escucha de la historia de Barry y si
no hubieras tenido la oportunidad de responder a ella?

Pearce: Bueno estoy seguro que no estaría hablando de mi añoranza, eso


es un hecho.

M: ¿Qué significa para ti estar reconociéndola?

Pearce: De alguna manera estoy en un lugar un poco doloroso ahora.


Entrar en contacto con estas añoranzas de esta manera, duele un poco.
No sé a dónde ir con esto.

M. ¿Lo lamentas? Es decir entrar en contacto con la añoranza de esta


manera porque es algo doloroso.

Pearce: No. Es la primera vez que hablo abiertamente de estas añoranzas


y me imagino que es un paso hacia delante. Debe ser un paso en la
dirección correcta. Y quién sabe, quizá me de ánimo para quitarle una hoja
a uno de los libros de Barry, en el sentido de que me ayude a llevar a cabo
algunas de estas añoranzas.

M: Es momento de cambiar las cosas de nuevo. ¿Estaría bien que te


sentaras y escucharas mientras entrevisto a Barry acerca de lo que
escuchó de tu re-cuento?

Pearce: Si, está bien

M: Barry ¿qué escuchaste en el re-cuento de Pearce que llamó tu


atención?

Barry: (lloroso) Fue realmente abrumador. ¿Por dónde empiezo? ¡Fiu!


Cómo reconoció Pearce la alegría que estaba encontrando en mi trabajo
artístico, y, déjame ver, la conexión con mis maestros y lo que dijo de la
armonía que esto está trayendo a mi vida. Y sí, también de las añoranzas
que esto tocó en la vida de Pearce. Todo realmente! Y no solo fue lo que
Pearce dijo, sino que también estaba en su voz. De aquí sentí que de

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verdad estaba contento con lo que me estaba sucediendo. Nunca creí que
escucharía algo así de él, no, de verdad.

M: ¡Cuántas cosas! Le pregunté a Pearce antes acerca de las imágenes


mentales que le despertó tu relato. ¿El re- cuento de Pearce te evocó
nuevas imágenes de tu propia vida o de quién eres? ¿Contribuyó a que te
dieras cuenta de otras cosas acerca de tu vida?

Barry: Sí, de alguna forma hizo que todo fuera más vívido, aún más real.
Creo que de cierta forma hizo que estas comprensiones que he estado
teniendo fueran más fuertes.

M: ¿Quisieras decir algo acerca de esta toma de conciencia?

Barry: Hay mucho que decir, necesito más tiempo para pensar acerca de
ellas. Debo decir que me estoy viendo a mi mismo como a una persona
más conectada con lo que le es importante, con las cosas que me resultan
especiales. Y me he puesto a pensar mucho en mi madre. Fue madre
soltera. No teníamos mucho, pero siempre me hizo saber que yo era muy
especial para ella. Y siempre me hizo saber que estaba bien ser quien era
yo.

M. Has hablado de lo que te llamó la atención de lo que dijo Pearce y


acerca de las imágenes de tu vida que esto evocó. ¿Tienes idea qué de
todo pudo haber jalado una cuerda dentro de tu historia personal que
resonó para ti?

Barry: Eso es fácil de contestar. Cuando era chiquito soñaba acerca de mi


vida, de mi futuro. Recuerdo no querer despertar de estos sueños. Pero
perdí contacto con mis sueños cuando me hice adolescente, y después de
eso me sentía solo y desesperado. En esa época estaba yo simplemente
apabullado acerca de esto y de casi todo lo que sucedía a mi alrededor.
Después pude ver hacía atrás y darme cuenta de lo que había pasado.
Ahora me doy cuenta de que me metí de cabeza en la intolerancia y la
homofobia. Casi pierdo la vida en ello. Literalmente, casi me pasa. Estuve
cerca de matarme varias veces. Era como si me hubiera golpeado en una
pared de ladrillos. Fue como un golpe de knock-out. Estos sueños fueron
arrancados de mi vida. En fin, que es una respuesta muy larga a tus
preguntas, pero yo diría que escuchando a Pearce empecé a sentir que
alguno de estos sueños despertaba. (Lloroso)

M: Una última pregunta antes de cerrar esta conversación. Antes le


pregunté a Pearce a dónde lo había llevado esta conversación. Te
pregunto lo mismo.

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Barry: Sabes, es extraño, pero siento que he avanzado mucho en esto. El
sentirme reconectado con mami. Y estos sueños, el sentirlos despertar.
Esto es otra cosa, de veras que si. Hay mucho de que hablar en todo esto.
No sé donde me ha colocado en mi conexión con Pearce, pero sus
palabras jugaron un papel importante en esto.

Esta fue la primera de ocho entrevistas con Pearce y Barry. Se fueron


sabiendo que en nuestra siguiente cita Pearce ocuparía el centro de la
ceremonia de definición. Barry ya había pensado con quién sería
reposicionado y eligió a Sarah, una de las maestras que lo había apoyado.
Asistió a esta cita vestido de mujer, usando algunos de sus “disfraces” y
algunas prendas de ropa que Sarah le había prestado. Barry le había
contado a Sarah lo sucedido en la primera cita, compartiendo con ella el
deseo de reposicionarse como ella en la próxima cita. Sarah le dijo que se
sentía honrada por esto y que algunas de las prendas contribuirían a la
ocasión. Como Sarah, el re-cuento que hizo Barry de la historia de Pearce
fue fenomenal.

¿Cuál fue el tema de mi entrevista de entrada con Pearce? Fueron las


añoranzas que había mencionado desde la posición de testigo externo en
nuestra primera cita. Empecé preguntando cosas que creí ayudarían a
Pierce a rastrear la historia de estas añoranzas. Dado que eran añoranzas
con las que había mantenido relación a lo largo del tiempo, algunas de las
preguntas iban dirigidas a identificar las experiencias que podían verificar
la relevancia de estas añoranzas en su vida. Como respuesta, Pearce
empezó a hablar de su padre. Era un hombre que no demostraba nada
físicamente, que trabajaba como contador de sol a sol todos los días de la
semana, y cuya vida estaba carente de cualquier deseo. Como Pearce
había hablado de su padre, en respuesta a mi pregunta acerca de la
historia de sus añoranzas, creí oportuno preguntar más acerca de esta
relación. Específicamente le pregunté a Pearce acerca de ciertas
experiencias de su padre que pudieran validar sus añoranzas. Fue
entonces que Pearce recordó su graduación de la preparatoria. Su padre
había estado presente y fue una de las raras ocasiones en que había sido
demostrativo. Después de la ceremonia, lo abrazó brevemente y con
lágrimas en los ojos le había dicho: ”No lo hagas como yo lo hice, hijo”.
Después se volteó y se fue.

Este relato de la respuesta del padre de Pearce a su graduación, fue el


punto de entrada para una conversación que re- escribió ricamente la vida
y la identidad de Pearce. En esta conversación se especuló qué sucedería
si el padre pudiera estar presente y escuchara los pasos que estaba
tomando Pearce para reconocer estas añoranzas, pasos que su padre no
pudo dar. Esta entrevista fue muy conmovedora también y como dije, el

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re-cuento que hizo Barry de la historia de Pearce fue fenomenal -pero esa,
es otra historia.

Invitados por Pearce y Barry, el tío David y Sarah acudieron a la quinta


entrevista., y fueron ubicados como testigos externos mientras la pareja
hablaba de los avances de su vida personal y de su relación. Con respecto
a su relación, tanto Barry como Pearce se sentían más a gusto el uno con
el otro; refirieron avances espontáneos en el compartir, de la reducción
significativa de los conflictos y del incremento del tiempo que pasaban
divirtiéndose. Seguían teniendo ciertos desacuerdos, pero dentro del
contexto de estos estaban encontrando que podían reconocer la posición
del otro dentro del conflicto. Pearce y Barry también comentaron en la
forma en que los sentimientos de vivir del tío David y Sarah habían
contribuido a estos adelantos. Cuando fue el turno de que hablaran el tío
David y Sarah dijeron, entre otras cosas, que se sentían muy honrados de
participar en la relación de Pearce y Barry en la manera en la que lo
estaban haciendo.

Al final de nuestra serie de citas, y en el seguimiento, fue evidente que los


últimos vestigios del conflicto central que los había traído a consulta se
habían disuelto. Uso el término “disolver”, ya que nunca en nuestro trabajo
nos enfocamos a la resolución de conflictos. Yo nunca asistí a la
negociación de conflictos o fungí como mediador en ninguno de nuestros
contactos. Más que una resolución de conflictos, el abordaje aquí descrito
contribuye a la disolución del conflicto. Esta disolución de conflicto se logra
a través de rico desarrollo de las historias de las vidas de los miembros de
la pareja; la interrupción de los esfuerzos por resolver los conflictos
mediante el venerable recurso de los procesos comunicacionales; la
erosión de la exclusividad dentro de las relaciones de pareja; y mediante
la adopción de otras formas de relación que contribuyen a una diversidad
de respuestas en la relación de pareja -en este caso Pearce y Barry
incorporaron las formas relacionales tío/sobrino, maestra/alumno y
colega/colega ( en algunos niveles la relación de Barry con sus maestros
era de colegas).

Conclusiones

En este artículo propongo que las dificultades que viven las parejas con
conflictos muy intensos y añosos y las dificultades del terapeuta en la
consulta de este tipo de parejas tienen un mismo origen. Este origen se
debe encontrar en las premisas que privilegian un estilo de comunicación
muy aceptado en la época de la información tecnológica de después de la
Segunda Guerra Mundial, y en el desarrollo posterior de las expectativas
de exclusividad en las relaciones de pareja de la cultura occidental

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contemporánea. Introduzco entonces, un abordaje en el trabajo con estas
parejas que se fundamenta en las prácticas narrativas de la “ceremonia de
definición” y el “reposicionamiento” del testigo externo. Entre otras cosas,
este enfoque desplaza el estilo comunicacional tan ponderado y
contribuye a suspender la exclusividad de la moderna relación de pareja.

He encontrado este abordaje muy útil para lograr la disolución del conflicto
en parejas con conflictos crónicos. Durante los últimos años he estado
utilizando este abordaje en forma rutinaria no sólo con las parejas con
conflictos crónicos, sino con parejas que presentan un espectro más
amplio de dificultades para la terapia. Hasta el momento este abordaje ha
resultado igualmente efectivo en la disolución de otras dificultades
comúnmente experimentadas en la vida de pareja.

Referencias

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(ed): Michel Foucault: Ethics. New York: Allen Lane –The Penguin Press.

Levenson, E.A. 1972: The Fallacy of Understanding. New York: Basic


Books.

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McNay, L. 1992: Foucault & Feminism: Power, gender and the self.
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Myerhoff, B. 1982: ‘Life history among the elderly: Performance, visibility


and re-membering’. En J. Ruby (ed): A Crack in the mirror: Reflexive
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Myerhoff, B. 1986: ‘Life not death in Venice: Its second life’. En Turner, V.
& Bruner, E. (eds): The Anthropology of Experience. Chicago: University of
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M.: Re-Authoring Lives: Interviews and essays. Adelaide: Dulwich Centre
Publications.

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Therapists’Lives. Adelaida: Dulwich Centre Publications.

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White, M. 1999: ‘Reflecting Teamwork as definitional ceremony revisited’.
Gecko: A journal of deconstruction and narrative ideas in therapeutic
practice: # 1. Reprinted in White, M. 2000: Reflections on Narrative
Practice: Essays and interviews. Adelaide: Dulwich Centre Publications.

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