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RESTAURACIÓN ECOLÓGICA
CONTENIDO
1. LISTADO DE TABLAS 2
2. RESUMEN 2
3. INTRODUCCIÓN 2
4. MARCO TEÓRICO 3
4.16 Reforestación 15
5. ESTUDIOS DE CASO 16
5.1 Análisis de los procesos de restauración pasiva para un bosque seco tropical en la
estación experimental forestal horizontes.Guanacaste, Costa Rica 16
6. BIBLIOGRAFÍA 35
2
Listado de tablas:
● Tabla 1: Ejemplos de relaciones causales entre algunos caracteres de especies vegetales,
procesos ecológicos y el suministro de potenciales servicios de los ecosistemas
● Tabla 2. Altura máxima promedio (h máx promedio en metros), desviaciones estándar,
pisos de altura y comparaciones Tukey para los diferentes sitios de la EEFH.
● Tabla 3 Cociente de mezcla para los sitios estudiados en la EEFH.
● Tabla 4. Breve descripción de algunos tipos de vegetación del bosque de jarrah del norte,
incluidos los que se ven afectados por las actividades mineras de Alcoa.
● Tabla 5. Protocolo de propagación de especies de Alcoa.
● Tabla 6 Variación estacional en la densidad del banco de semillas del suelo forestal de
jarrah no minado
● Tabla 7: Tamaño de procedencia de 13 especies de plantas forestales de jarrah
determinadas a partir de análisis de ADN y escala de diferenciación genética
2. RESUMEN
Para el presente documento tuvo como objetivo el reconocer conceptos correspondientes a
restauración ecológica enfocada para el ámbito forestal y apropiarse por medio del análisis a
estudios de restauración en diferentes territorios con condiciones respectivas a cada área de
estudio, que le permitió observar la relación restauración-sucesión pues indica que los territorios
presentan una trayectoria y depende a esta se puede hablar del tipo de sucesión en que se
encuentra el ecosistema en cuestión. Se tuvieron en cuenta diferentes altitudes y regiones
biogeográficas. Se detectaron dos métodos que se muestran en los dos casos de estudio, el
primero por restauración pasiva únicamente con el cese de las actividades que afectan el
ecosistema, el segundo se da por dispersión de semillas para ello se consideró la dispersión
anemocora- zoocoria, autocoria y el banco de semillas preparadas para la dispersión, siendo esto
una restauración activa. Para ambos casos de estudio se evaluaron aspectos de efectividad en el
proceso y que se sustentaran con el monitoreo de datos como el crecimiento de la población
florística, edad de la vegetación y sucesiones que acontecidas antes y durante la restauración.
Se menciona que para el primer caso en estudio de la reserva de Guanacaste en Chile, ya existían
estudios previos de Spittler en el año 2001 que determinó muchas de las características de
importancia en el estudio de Reyes
3. INTRODUCCIÓN
“En mi opinión, el siglo por venir será la era de la restauración en ecología” (E. O. Wilson
1992).
La restauración ecológica es reconocida globalmente como una actividad importante en los
esfuerzos de conservación (Young 2000), revestimiento de la degradación ambiental (Wilson
1992, CBD 2010, CBD 2012) y moderación del cambio climático (Alexander et al. 2011b). A
3
pesar de ser una disciplina joven (Aber y Jordan III 1985), la restauración ecológica ha avanzado
muy rápidamente en cuanto a sus fundamentos científicos y sus métodos teóricos y prácticos.
Esto ha permitido que se disponga de herramientas para afrontar los retos y demandas generados
por el alto nivel de degradación de buena parte del planeta (Sanderson et al. 2002) y se estén
acumulando un buen número de casos exitosos de restauración (SER 2013).
Este artículo tratará de mencionar y resaltar algunos de los conceptos de mayor importancia en la
restauración de los ecosistemas, las estrategias que se pueden usar para frenar o mitigar los
procesos de degradación en un sitio determinado, se nombra aspectos a tener en cuenta a la
horade realizar un plan de restauración, se hablará también sobre los métodos y temas de
restauración como la dinámica de semillas. Finalmente para sintetizar lo anteriormente
mencionado se hablará sobre dos estudios de caso donde se verá la planificación, además del
empleo de las diferentes estrategias y métodos para realizar una restauración ecológica. Sin
embargo, debe tomarse en consideración la amplia variedad de ecosistemas que existen, la
variada cantidad de afectaciones por diversas actividades humanas, así como las características
tan variables que pueden presentar las mismas en cuanto al tipo, intensidad y duración, dando
como resultado el alto número de disciplinas diferentes que deberían involucrarse en un proyecto
de restauración.
Las últimas acciones del ser humano han sido marcadas por la extensión en los bosques
tropicales, en los que se ha deforestado 350 millones de hectáreas y se han degradado otras 500
millones de hectáreas. Este daño ha causado la pérdida de servicios ecológicos, dentro de los que
destaca la biodiversidad y cuencas hidrográficas (Lamb D. et al., (2005), ocasionando en su
mayoría consecuencias para quienes dependen de estos bosques, por lo que hubo tres respuestas
a este proceso de degradación, que consisten primero, ampliar las áreas protegidas para la
conservación de lo que queda, segundo, mejorar la productividad agrícola principalmente en
tierras abandonadas y así mejorar las condiciones de vida de quienes rodean estas áreas, y el
tercero, la reforestación (Lamb D. et al., (2005).
4.MARCO TEÓRICO
4.1 Restauración ecológica
Para llegar a un concepto de restauración ecológica, para Vargas, (2011) es necesario mencionar
brevemente los siguientes conceptos:
- Restauración activa o asistida consiste en que con ayuda humana se pueda superar y
retirar por completo aquellos factores que impiden la regeneración, generalmente en
áreas que están muy degradadas o destruidas.
Por otro lado en Vargas (2008); Bradshaw (1997) la define como un proceso de asistencia a
componentes bióticos y abióticos, para así devolverlos a un estado original, no degradado.
“retorno de un sitio degradado a la condición ecológica exacta que exhibía antes del disturbio”
(Munshower 1994). Teniendo muy presente los atributos funcionales y estructurales de un
ecosistema.
La evolución de este concepto de restauración ecológica, surge apartir de la definicion dada por
la S.E.R., (2004), en la que la menciona como el proceso de alterar intencionalmente un lugar
para establecer un ecosistema definido, nativo e histórico. El objetivo de este proceso es
emular la estructura, funcionamiento, diversidad y dinámica del ecosistema especificado
Se puede afirmar entonces para Vargas (2008) que: “la restauración ecológica ha sido concebida
como el esfuerzo práctico por recuperar de forma asistida las dinámicas naturales tendientes a
restablecer algunas trayectorias posibles de los ecosistemas históricos o nativos de una región.
Se entiende que las dinámicas naturales deben ser dirigidas a la recuperación, no de la totalidad
sino de los componentes básicos de la estructura, función y composición de especies, de acuerdo
a las condiciones actuales en que se encuentra el ecosistema que se va a restaurar”
El concepto de diversidad funcional tomado en López B. et al., (2007), según Naeem y Li (1997)
es entonces el número de grupos funcionales que representan las especies en una comunidad, por
otro lado para Martinez (1996) es la variedad de interacciones con procesos ecológicos a varias
escalas espacio-temporales, para Tilman (2001) como el rango y valor de organismos que
aportan valor al funcionamiento ecológico. Por último Diaz et al., (2007) incluye la abundancia
relativa de caracteres, definiéndose como el tipo, rango y abundancia relativa del conjunto de
caracteres funcionales en una comunidad.
relacionado sobre uno o varios efectos ecológicos o bien como una respuesta a algún factor
ambiental, el resultado obtenido a partir del carácter funcional se le denomina atributo, estos
pueden ser mostrados a lo largo de diferentes momentos o gradientes ambientales Tabla 1, esto
dificulta determinar un único valor de atributo para una especie, lo que hace que diferentes
fenotipos, ecotipos, o estadios ontogénicos formen parte de distintos grupos funcionales.
Otro aspecto importante es la redundancia funcional que consiste en que como requisito
fundamental debe haber más de una especie dentro de cada grupo funcional donde las especies,
dominantes o subordinadas tengan lugar para incrementar dicha redundancia y lograr capacidad
adaptación y respuesta ante cambios en el ecosistema, resumiendo en que ante mayor riqueza
específica dentro de un grupo funcional, es decir, especies funcionalmente similares, mayor será
la probabilidad de que al menos una de ella sobreviva ante estas posibles perturbaciones, de lo
contrario el resultado sería la perdida completa de un grupo funcional (Walker, 1992).
La restauración activa es el proceso que logra rescatar las funciones naturales de los ecosistemas
mediante la intervención humana y promover el desarrollo de los procesos de recuperación en
aquellas áreas que perdieron sus mecanismos naturales de recuperación cuando estos han sido
alterados o destruidos. De esta forma se les permite superar las barreras que impidan su
regeneración natural, la restauración activa permite mejorar y acelerar los procesos de
regeneración natural en áreas; Cuando los ecosistemas están muy degradados o destruidos, han
perdido sus mecanismos de regeneración y, en consecuencia, necesita ayuda y asistencia en su
recuperación, se dice que requieren acciones de restauración activa o asistida. Esto implica que
es necesaria la ayuda humana para permitir el desarrollo de los procesos de recuperación del
ecosistema y superar las circunstancias que impiden la regeneración.
La restauración pasiva es el proceso mediante el cual los ecosistemas se recuperan por sí solos
cuando no existen tensionantes o se eliminan las barreras que impiden su regeneración en un
proceso conocido como restauración pasiva o sucesión natural. Por ello, una de las primeras
acciones para recuperar un ecosistema es retirar esos factores que le impiden o dificultan su
regeneración natural. Esta sucesión natural o recuperación de los ecosistemas por sí mismos se
puede dar cuando no existen circunstancias (agentes tensionantes) como incendios, erosión,
quemas, ganadería extensiva, introducción de especies exóticas de fauna y flora, cultivos de uso
ilícito, entre otros, que impidan su regeneración.La herramienta de manejo del paisaje utilizada
en este caso es el aislamiento o cercado, que consiste en el cierre parcial o total de un predio
cuyo proceso de restauración está siendo adelantado de forma natural y no requiere de
intervención humana.
Las estrategias que se apliquen en cada caso para controlar problemas de degradación
dependerán de características y/o procesos que se busque recuperar dentro de un ecosistema. Es
importante señalar que cada caso debe analizarse en lo particular, dado que no hay dos
ecosistemas que sean iguales.
Al escoger un área para restaurar se presentan gran variedad de factores, tanto naturales como
sociales, de los cuales dependen las estrategias para restaurar, las cuales serán diferentes para
cada sitio dentro de un mismo ecosistema. Es importante realizar una zonificación en el área de
interés, la cual consiste en caracterizar con criterios climáticos, geomorfológicos, edáficos y de
cobertura. Se debe realizar la priorización con el fin de definir por dónde iniciar la restauración
del área alterada de tal forma que se neutralice la degradación, se optimicen los recursos y se
acelere al máximo el restablecimiento del área.
Paso 2. Evaluar el estado actual del ecosistema: Se hace una evaluación de las condiciones
previas y actuales del ecosistema. En esta fase se empieza a tener evidencia del problema para
poder precisar posteriormente los objetivos de restauración.
Paso 3. Definir las escalas y niveles de organización: Los proyectos de restauración ecológica
abarcan diferentes niveles de organización, desde poblaciones de especies y comunidades a
ecosistemas o paisajes (Ehrenfeld, 2000; Lake, 2001). En cada nivel se definen objetivos de
trabajo diferentes y consecuentemente los procesos críticos que se deben tener en cuenta para la
restauración cambian según la escala y el nivel de análisis.
Paso 4. Establecer las escalas y jerarquías de disturbios: Todos los ecosistemas están sujetos
a un régimen de disturbios naturales y antrópicos, la combinación de estos establece una
dinámica espacial y temporal en los paisajes (Pickett y White, 1985; Collins, 1987).
Según los datos de vegetación y reportes de literatura encontrados por Pinzon L., (2013) las
especies se pueden clasificar en tres categorías de estatus sucesional donde se establezcan los
individuos jóvenes:
Maduras: No están en bosques secundarios o pastizales, solo en bosques maduros. Dentro de las
cuales se pueden encontrar especies de la familia Leguminosae, Euphorbiaceae, Burceraceae,
Boraginaceae, entre otras.
Secundarías: Cuyos individuos que son jóvenes, crecen en los estadios iniciales. Las familias
Cochlospermaceae y Fabaceae son las más representativas.
Paso 9. Propagar y manejar las especies: Una vez seleccionadas las especies se presenta el
problema de la consecución de material, dado que muchas especies no se consiguen en viveros
locales, o las cantidades no son suficientes para las necesidades del proyecto. La propagación es
la capacidad de las plantas para reproducirse, ya sea de forma sexual o vegetativa (asexual); la
primera de estas se da por medio de semillas y la segunda mediante células, tejidos y órganos.
Paso 10. Seleccionar los sitios: La selección de los sitios a restaurar, o donde se van a realizar
experimentos, debe hacerse cuidadosamente. En este paso ya hay un conocimiento de lo que
sucede a diferentes escalas, principalmente como actúa el régimen de disturbios naturales y
12
Paso 11. Diseñar estrategias para superar las barreras a la restauración: Se plantean cinco
conjuntos de estrategias para superar las barreras a la restauración (Brown y Lugo, 1994; Vargas,
2007):
3. Basadas en la regulación de la tasa de procesos ecosistémicos, es decir, los flujos entre los
compartimientos (ej: regular composición y estructura del suelo para sincronizar liberación de
nutrientes y captación vegetal de estos).
Según Rangel (1997) “La vegetación puede considerarse como la representación integral de la
interación entre los factores bióticos (intrínsecos y extrínsecos) y abióticos (suelo, agua y clima,
entre otros). Por esto, su estudio ha sido abordado desde diversas perspectivas y técnicas que
comprenden desde el nivel de organización más reducido hasta el más complejo
(gencromosoma-individuo-población-especie-comunidad-cuenca-paisaje-bioma)”.
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Una caracterización de la vegetación con base en las especies dominantes, se puede abordar
según la fisionomía o la composición florística. En el primer caso, los esfuerzos se dirigen a
diferenciar las especies que presentan los valores mayores en parámetros ecológicos
(abundancia, densidad, presencia), mientras que en el segundo se trata de establecer conjuntos de
especies que denotan maneras de asociarse en patrones o comunidades. Aunque las especies
dominantes son de importancia capital, las especies subordinadas pero con valores altos de
fidelidad juegan un papel importante en la definición de los conjuntos o comunidades.
En la actualidad hay dos tendencias que cuentan para su aplicación con numerosos seguidores.
El análisis de la diversidad y riqueza vegetal, en ciertos casos combinando aspectos de la
estructura de la vegetación, que tiene en Gentry (1982) a su impulsor y el análisis de la textura
foliar, que retoma los trabajos clásicos de Cuatrecasas (1934).
Los datos de campo que se utilizan para la caracterización son: densidad o número de individuos
según la superficie de muestreo, altura, cobertura (%), CAP (cintura a la altura del pecho) o DAP
(diámetro a la altura del pecho). El análisis de la distribución en clases de las alturas, de los
valores de DAP y de las coberturas, facilita la comprensión de la dinámica de la vegetación; se
puede interpretar si los sitios muestreados estaban conservados o con cierto grado de alteración.
Los perfiles de vegetación son muy útiles para entender la estructura de la vegetación. Se trata de
mostrar mediante un dibujo "real", los arreglos vertical y horizontal de una porción
representativa de la vegetación. Se recomienda elegir una línea de corte o línea guía que vaya en
sentido de la pendiente. Se seleccionan como puntos de referencia los árboles y arbustos que
toquen o estén próximos a la línea, los cuales se van dibujando, incluyendo la altura, forma
aproximada de copa y porte del tronco.
4.9 Clasificación florística: Se trata de definir unidades de vegetación según las especies
características exclusivas o diferenciales que son indicadoras de condiciones ecológicas. Las
metodologías desde las tradicionales (varios arreglos manuales de las tablas de vegetación) hasta
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las elaboradas con análisis estadísticos, se fundamentan en los principios de similaridad entre
pares de levantamientos. La metodología más utilizada es la de Zurich-Montpellier.
Para evaluar si un territorio ha tenido sucesiones ecológicas se deben conocer aspectos del
ecosistema que se desea estudiar, su composición florística, los usos que ha tenido y generar el
orden en trayectoria del intercambio natural que ha llevado el territorio. Esto permite establecer
lo que se quiere para la restauración del sitio y manejar un monitoreo a partir de las condiciones
ya presentes en este, considerando lo que se espera de la restauración. De acuerdo a Avella,
Garcia, Fajardo y Gonzalez en su estudio de restauración e implicaciones sucesionales en el
Bosque seco tropical en el valle del Magdalena (2019) se analiza la utilidad potencial de las
trayectorias descritas para el bosque seco tropical, los ensambles florísticos, incluyendo sus
especies dominantes y características, y el valor de sus atributos estructurales pueden
considerarse como base para la fase de diseños florísticos en la restauración ecológica.
capaces de modificar ese ambiente. La razón por la cual una planta es capaz de crear nuevas
condiciones de acuerdo con los cambios en su entorno depende de sus RHV vida físicos,
morfológicos y de dispersión. En los procesos de restauración se aprovecha esos RHV de las
especies claves para iniciar o acelerar un proceso de sucesión.
Según la guía metodología para la restauración ecológica del bosque altoandino (2007) se
emplean dos metodologías para la identificación de las especies claves. La primera consiste en
identificar comunidades de vegetación con procesos importantes para el ecosistema a restaurar
con una minuciosa selección de las especies claves a través de la evaluación de sus RHV. El otro
método se parte del estudio de los RHV de las especies presentes en una región, donde aquellas
con RHV similares son agrupadas dentro de grupos funcionales con el fin de poder predecir un
contexto regional hipotéticamente originado por las capacidades de las especies involucradas en
cada grupo funcional. Posterior a esta selección de especies claves se debe evaluar el método de
dispersión.
4.14 Dispersión por semillas Para hablar de dispersión se infiere en la acción de ubicar semillas
o frutos a determinada distancia de la planta asegura Abraham de Noir, Bravo y Abdala (2002).
Para la dispersión por semillas se tienen en cuenta que existen diferentes métodos para que este
mecanismo suceda, el primero será en base a la planta madre que por su misma acción dejará
caer sus semillas, comúnmente estas plantas presentan frutos en cápsula que La autocoria es el
mecanismo de dispersión relacionado únicamente a la planta madre, la que se encuentra una
eficiencia mayor en su dispersión ya que el tipo de fruto lo permite. El segundo método más
importante sera la dispersión anemocora y zoocoria que se basa en la dispersión de semillas por
acción de los animales, su alimento y su transporte, en este método se observa mayor dispersión
de bayas con arilo y serian de interés alimenticio para la avifauna y demás animales.
4.15 Sucesión secundaria: Por su naturaleza, son las sucesiones secundarias las que adquieren
relevancia en los procesos de restauración de tierras. Estas suceden sobre un suelo ya
desarrollado el cual es relativamente favorable para la colonización de las especies secundarias,
además de tener propágulos de las mismas (en el banco de semillas, tocones, etc.). Sin embargo,
el éxito de las mismas depende del grado de degradación del sitio que, entre otros factores,
depende de la fertilidad básica del suelo y el tipo y la duración del uso. Finegan (1993), plantea
que mientras más largo es el período de cultivo, menores serán la riqueza florística y
productividad del bosque secundario. A este respecto se plantea que las sucesiones secundarias
sobre suelos muy degradados representan otra situación. En la flora de las zonas húmedas
tropicales no hay especies adaptadas (ni siquiera las leguminosas fijadoras de nitrógeno) a las 9
condiciones de degradación extrema propias del siglo 20. Un mejoramiento del substrato sería
necesario para facilitar la colonización de las especies forestales, ya que no hay pionera que lo
efectúe.
5. ESTUDIOS DE CASO
5.1. Análisis de los procesos de restauración pasiva para un bosque seco tropical en la
estación experimental forestal horizontes.Guanacaste, Costa Rica.
5.1.1 Resumen
El presente estudio se enfocó en evaluar la restauración pasiva, por medio de la composición
florística y otras herramientas silviculturales que permitieron conocer el estado de estos bosques.
Fueron establecidas dos PPM, en cinco bosques secundarios de diferente edad (13, 18, 25, 29 y
37 años) en la Estación Experimental Forestal Horizontes, ubicada en la Zona de vida bosque
seco tropical (Bs-T). Para las variables dasométricas analizadas para los sitios, número de
árboles por ha (F=2,40; p =0,1816; N=10) y área basal (F=2,47; p=0,1741; N=10), se encontró
que no existen diferencias significativas. Al analizar la composición florística de las diez
parcelas establecidas se encontraron en 35 familias, 67 géneros y 75 especies, sin embargo al
comparar el número de especies presentes por parcela se determinó que no existe diferencia
significativa entre sitios (F=4,28; p=0,0713; N=10).Se determinó que el avance en la edad de los
diferentes sitios no es tan significativo en la recuperación de estos como sí lo son otras variables
tal como la presencia de árboles remanentes. Además, que las estrategias de restauración pasiva
empleadas por la administración de la EEFH, tienen un impacto positivo en los bosques
estudiados, donde la supresión del fuego ha sido una de las estrategias fundamentales.
5.1.2 Introducción
El bosque seco tropical (Bs-T), es uno de los ecosistemas más amenazados en Mesoamérica, al
mismo tiempo es limitada la información que existe sobre ecología, conservación, recuperación
y sucesión secundaria de estos, si se compara con otros ecosistemas tropicales como el bosque
húmedo tropical (Griscom &Ashton, 2011). Murphy & Lugo (1986) estimaron que
aproximadamente un 42% de los bosques tropicales y subtropicales, corresponde a Bs-T. Del
total de estos bosques en Latinoamérica aproximadamente un 66% del Bs-T ha sido destruido
(Quesadaet al 2009).
Para América Central, el Bs-T no es un ecosistema pristino, sino más bien está representado por
un mosaico de estadíos sucesionales, resultado de la alta tasa de perturbación ocasionada por el
hombre (Kalacska et al 2004). Toda la región, incluyendo algunas de las hoy conocidas áreas
protegidas, sufrieron una intensa deforestación a través de los años, siendo el pastoreo de
ganado,agricultura y extracción maderera las mayores causas de la conversión de estos terrenos
(Kalacskaet al 2004). Los cambios experimentados en estas tierras dieron paso a bosques
secundarios, que pueden ser considerados los bosques del futuro, por lo que es de suma
importancia el entendimiento de la sucesión y ecología de estos, para el desarrollo de estrategias
de conservación y de mecanismos mediante los cuales sea posible ganar cobertura vegetal a un
bajo costo, como lo es la restauración pasiva (Sánchez- Azofeifa et al 2005).
En Costa Rica, estos bosques se distribuyen principalmente en el Noroeste del país,
específicamente en la provincia de Guanacaste (Meza 2001). Los bosques de esta provincia, al
igual que otros bosques secos en Mesoamérica, sufrieron altas tasas de deforestación entre las
décadas de 1950-1980 debido a políticas que incentivan el cambio de uso de suelo, producto de
actividades extensivas tradicionales como la ganadería, cultivos (arroz, algodón entre otros) y el
turismo, que también se ha convertido en una nueva amenaza para el ecosistema de Bs-T (Calvo
Alvarado et al 2009; Castillo et al 2009). Sin embargo, en las últimas tres décadas, el abandono
17
5.1.6 Parcelas
determinar el posible acomodo de tres PPM de 60 x 60 m dentro de cada sitio, sin embargo solo
fue posible realizar el montaje de dos PPM por sitio, debido a factores de tiempo. El acomodo de
las PPM contempla como mínimo una zona de amortiguamiento de al menos 20 m con respecto
a caminos u otras áreas no pertenecientes a la zona de estudio.
La distancia entre los puntos centrales de cada parcela fue calculado mediante la siguiente
fórmula:
𝐴
𝑑=
𝑛
Donde:
La estructura horizontal del bosque es determinada por el ambiente, por las diferentes especies
presentes y respectivas estrategias, así como también por los disturbios (naturales o
atropogénicos) sobre la dinámica del bosque (Louman et al 2001). Una de las medidas más
importantes de la organización horizontal es el área basal, siendo la suma de todas las áreas
basales G (m2 /ha), un índice que permite conocer el grado de desarrollo y el grado de
competencia que pueden estar presentes en un bosque (Louman et al 2001). Con la información
recopilada se generaron datos de área basal (G) que conllevaron a la determinación de la
dominancia de especies. Con el número de árboles por hectárea (N/ha), se calculó la abundancia
y frecuencia como se muestra en la figura 4 que presenta el número de árboles por ha, con una
transformación logarítmica, con el fin de tener una mejor apreciación gráfica de la distribución
de los individuos
Pista de Aterrizaje (PA) sigue una tendencia clara a disminuir el número de árboles por hectárea
conforme aumentan los valores de las clases diamétrica
21
Figura 4. Distribución diamétrica (cm) del número de individuos (N/ha) promedio para los
diferentes sitios de EEFH. Guanacaste, Costa Rica, 2012.
La estructura horizontal de un bosque se determina mediante el acomodo del número del árboles
dentro de las diferentes clases diamétricas, por lo que existen dos estructuras principales las
coetáneas o regulares y las discetáneas o irregulares, siendo la estructura de los bosques irregular
incompleta que corresponde a la estructura de bosques secundarios maduros ( Louman et al
2001).
La altura total se midió verticalmente por el centro del fuste, desde el suelo hasta el punto más
alto de la copa). Las alturas obtenidas se utilizaron para estratificar el bosque y obtener una
clasificación simple de la estructura vertical del dosel, mediante la clasificación establecida por
la International Union of Forest Research Organizations (IUFRO).Dicha clasificación determina
la estructura vertical del bosque de la siguiente manera:
2) Posición de copa.
3) Forma de copa.
1. Copa perfecta: este valor se asigna a aquellos árboles cuya forma de copa es un círculo
completo (copa densa, simétrica, desarrollada sin perturbaciones).
2. Copa buena: corresponde a aquellos árboles cuya forma de copa es un círculo irregular (más
o menos simétrica, algunas ramas muertas).
3. Copa tolerable: este valor es asignado a aquellos árboles cuya forma de copa solamente forma
un medio círculo (asimétrica, tenue; se puede corregir si recibe más luz).
4. Copa pobre: este valor se asigna a aquellos árboles que poseen una forma de copa, que no
alcanza a formar medio círculo completo (muy asimétrica, pocas ramas vitales, pero puede
sobrevivir).
5. Copa muy pobre: Corresponde a aquellos árboles cuya copa es formada por una o pocas ramas
(degenerado, con daños irreversibles)
Tabla 2. Altura máxima promedio (h máx promedio en metros), desviaciones estándar, pisos de
altura y comparaciones Tukey para los diferentes sitios de la EEFH. Guanacaste, Costa Rica,
2012.
Se podría decir que a partir de aproximadamente 13 años de edad, los Bs-T de EEFH, alcanzan
una altura que a través del tiempo no va a representar una diferencia (en términos estadísticos)
con sitios de mayor edad (25-37) años. A pesar de que existe diferencia significativa entre la
altura máxima promedio de Pista de Aterrizaje (PA) y Detrás de Bajo Sombra (DBS) es
23
importante destacar que la presencia de árboles remanentes del uso anterior, tipo de suelo,
pedregosidad entre otras, pueden generar que las alturas no sigan un patrón esperado donde la
altura sea proporcional a la edad de bosque
El Índices de Diversidad de Shannon fue determinado por medio del paquete estadístico PAST,
que utiliza la siguiente fórmula:
H= -∑ (( )𝐿𝑛( ))
𝑛𝑖
𝑛
𝑛𝑖
𝑛
Tabla 3 Cociente de mezcla para los sitios estudiados en la EEFH. Guanacaste, Costa Rica, 2012
Para la tabla 3 se observó que el sitio menos diverso es Pista de Aterrizaje (PA) pues de cada 18
individuos se encuentra una especie nueva. Las parcelas del estudio de Fonseca et al (2002)
pertenecen a la zona de vida bosque seco tropical con edades que oscilan entre los 28-45 años y
un sitio poco alterado. El rezago de los bosques de de EEFH en comparación con los anteriores,
posiblemente se debe al estado de desarrollo, disponibilidad de agua e influencia orográfica
CONCLUSIONES:
Introducción
Este proyecto es dirigido por Alcoa World Alumina, quienes operan dos minas de bauxita en
Willowdale y Huntly en Darling Range en el suroeste de Australia. Este lugar es un ecosistema
de bosque templado, a 300 msnm., con precipitaciones anuales desde 700 hasta 1300 ml, y una
superficie de restauración de 10.500 ha. Debido a la falta de conocimiento acerca de los bosques
de jarrah y su importancia en el ecosistema, se vuelve imprescindible devolver lo que había antes
de la minería.
Los pozos de extracción de cada mina pueden variar en tamaño desde una a decenas de
hectáreas. La rehabilitación de estas minas de bauxita inició en 1966, donde el suelo era devuelto
a los pozos y se hacian plantaciones de pinos y eucaliptos exóticos. El objetivo inicial fue
restaurar las áreas minadas para un uso productivo de la tierra, que fuera principalmente
maderero, pero la vegetación del sotobosque no fue considerada en ese momento.
Al pasar del tiempo el objetivo de la restauración en la mina se ha estado modificando en
relación a la operación del ecosistema forestal diverso. En 1990 Alcoa publicó un nuevo objetivo
de restauración que consiste en hacer los bosques de jarrah autosuficientes, mejorando y
manteniendo los valores de agua, madera, recreación y conservación.
Tabla 4. Breve descripción de algunos tipos de vegetación del bosque de jarrah del norte,
incluidos los que se ven afectados por las actividades mineras de Alcoa.
A diferencia de la mayoría de los bosques del mundo, la diversidad vegetal del bosque de jarrah
se encuentra en la vegetación del sotobosque. Aunque todo el bosque de jarrah del norte sólo
contiene aproximadamente 20 especies de árboles autóctonos, se estima que la flora de la región
contiene al menos 784 especies. Esta estimación incluye pantanos, arroyos y afloramientos
rocosos. En las zonas altas afectadas por la minería, se calcula que la flora contiene entre 300 y
400 especies de plantas autóctonas. En los lugares de estudio individuales de estas zonas de
bosque de montaña, el recuento de especies nativas es de 93-163 en un área de muestreo total de
0,04-0,1 ha.
Los primeros trabajos se centraron en especies sucesivas, como por ejemplo, malas hierbas
nativas. Con la idea de crear un mecanismo de relevo y que fueran siendo reemplazados por
plantas típicas del bosque no perturbado.
A diferencia de las áreas no minados. se refleja una composición inicial de especies, con una
lenta ocupación por especies forestales a excepción de orquídeas que se desarrollan a medida de
que el sitio restaurado vaya adoptando un hábitat adecuado. Esto es por la falta de potencial de
dispersión de las especies autóctonas.
Las quemas controladas aumentan la densidad, riqueza y diversidad de especies en las minas
restauradas. Pero se restringe a especies de tipo sembrador. Y los rebrotadores se ven menos
afectados, encontrando que el 72-93% aumentaron densidad luego de la quema entre los 8-12
años.
Fuentes de plantas
Se elaboró un protocolo de propagación de plantas que clasificaba las especies del bosque de
jarrah según el método más rentable para restaurarlas en las zonas minadas. Las 100 especies
más frecuentes en el bosque no minado de tres minas, dieron lugar a una lista total de 141
especies (Tabla 5). El protocolo comenzó con el método "más fácil" de restauración, es decir, las
especies que retornan bien desde el banco de semillas del suelo, luego las que invadieron con el
tiempo (en su mayoría especies de orquídeas), aquellas en las que era necesario recolectar y
esparcir semillas, luego diversos tratamientos para mejorar la germinación y, por último, las
especies que requerían técnicas de propagación más difíciles, como el cultivo de tejidos. En el
momento de la publicación (1994), de las 141 especies, 90 (64%) eran relativamente fáciles de
restablecer. Otras 33 (23%) eran susceptibles de ser sometidas a técnicas de propagación
vegetativa, incluido el cultivo de tejidos. cultivo de tejidos. Las 18 restantes (13%) eran especies
para las que los conocimientos de propagación eran limitados.
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● En la estación seca retirar la capa superior del suelo de las nuevas áreas mineras y
devuelva el suelo a las áreas restauradas (sin periodo de almacenamiento) es decir,
retorno directo a la capa superior del suelo.
● Realizar la labranza final (desgarramiento profundo) también en la estación seca (verano
- otoño en este tipo de clima)
● Con una segunda remoción del suelo de aproximadamente 15 cm, asegurarse de que las
semillas no queden muy profundas evitando su germinación ya que la mayoría de estas,
no lo hace a una profundidad mayor de 2 cm
Las cargas de semillas en la capa superior del suelo son altas en comparación con la cantidad de
plántulas que se establecen después de la restauración de la mina de bauxita. En promedio hay
767 semillas fácilmente germinables por metro cuadrado en la capa superior del suelo forestal, a
pesar de esto, el establecimiento de plantas no supera las 10–20 plantas/m2.
Esto se debe a que la mayoría de las especies del sotobosque del bosque de jarrah, viables para
su germinación en la capa superior del suelo, no pueden germinar a una profundidad mayor de 2
cm y estas semillas en las áreas en restauración probablemente estén demasiado profundas para
germinar.
Dentro de las columnas de la Tabla 6, los números con la misma letra no son significativamente
diferentes en p = 0,05. Por lo que se muestra una gran variación en la probabilidad de
germinación en la época de invierno.
Figura 5: Relación entre plántulas por m2 respecto a tierra vegetal filtrada aplicada
De acuerdo a la figura 5 Las plántulas que emergen a la capa superior del suelo se concentran
con la filtración de la parte de la fracción de grava inerte (Soil spread after ripping), luego se
esparcen varias proporciones de aplicación sobre los suelos viejos almacenados (Soil spread
before ripping). Donde DR son los valores de la tierra vegetal de retorno directo total y diluido
en 1 m2 repartido en 5 m2 y las barras representan + 1 error estándar de la media de la muestra.
Semilla aplicada
Hasta la fecha se han probado con éxito 13 especies de “procedencia correcta”. Seis mostraron
un amplio rango de procedencia en todo el bosque de jarrah del norte y los otros siete tenían
tamaños de procedencia más pequeños (Tabla 7). Esta procedencia correcta se realiza por medio
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de técnicas de análisis de ADN, determinando con más detalle la diversidad genética de las áreas
restauradas para que haya más probabilidad de que estas especies se adapten y mantengan.
Siempre teniendo presente que las semillas recolectadas deben ser locales, por lo que se
recolectan en un radio máximo de 20 km desde la mina donde se utilizarán.
La composición de la mezcla de semillas suele variar año tras año, puesto que depende de la
disponibilidad de especies, aun así siempre se incluirán las dos especies dominantes y
aproximadamente 78 a 113 especies de la flora del suelo. Muchas especies de Mimosaceae y
Papilionaceae (Leguminosae), se tratan con una perturbación que asegura la germinación sólo
después de un incendio, algunas solo con humo en vez de calor, sin embargo se desconocen otros
requisitos biológicos y de propagación de muchas otras especies del sotobosque de jarrah siendo
objeto de investigación tanto para Alcoa como para otros grupos de investigación.
La mayoría de las semillas se recolectan en poblaciones naturales del bosque de jarrah pero
cuando se tiene incertidumbre de la procedencia o estado de las semillas, Alcoa tiene huertos
semilleros en vivero y en suelo, con un riego controlado, buena aplicación de nutrientes, y
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control de insectos, lo cual mejora la producción y la calidad de vida como se puede ver a
comparación de poblaciones naturales en la figura 6. donde primero se compara que la
producción de semillas en los dos invernaderos de Alcoa fue bastante alta, a diferencia de las
áreas naturales de bosque y bosque después del incendio. Luego la siguiente gráfica muestra su
porcentaje de depredación donde la tasa en los invernaderos es mucho más baja en comparación
con las áreas naturales.
Figura 6: Número de semillas por capítulo y porcentaje de semillas depredadas en dos huertos
semilleros y bosque natural quemado y no quemado de Dryandra lindleyana
Por otro lado, fue importante tener en cuenta el momento de la dispersión de semillas. Puesto
que en un estudio de 28 especies forestales, encontraron que la mayor tasa de germinación
ocurrió en temperaturas entre los 10-15 °C, es decir durante el periodo más alto de lluvias. Este
requisito de temperatura fresca es una adaptación que impide que muchas de las especies del
bosque de jarrah, germinen después de las lluvias de verano.
naturales, especialmente al fuego y al pastoreo, y por ello son un componente crucial del
ecosistema. Sin embargo, dado que las especies rebrotadoras suelen tener una producción de
semillas muy baja, estas especies son difíciles de restaurar a partir del banco de semillas del
suelo o de las semillas recolectadas.
Los rebrotes comprenden la mayoría de las especies que se identificaron como no aptas para las
técnicas convencionales de restauración de minas.
El nuevo objetivo del 100% de riqueza de especies incluye el requisito de que el 20% de las
especies sean especies rebrotadoras difíciles de propagar. Éstas se denominan ''recalcitrantes''
debido a esta dificultad y están históricamente ausentes o poco representadas en las zonas
minadas restauradas.
Se construyó un laboratorio de cultivo de tejidos de 3 millones de dólares en el vivero de Alcoa
para producir plantas recalcitrantes para la restauración de la mina y para seguir investigando los
métodos de propagación. La producción de clones comenzó en 1992, la plantación experimental
en el campo se inició en 1995 y en 1999 se disponía de un número significativo de plantas para
la plantación rutinaria. En la actualidad se cultivan aproximadamente 12 especies de plantas por
medio de cultivos de tejidos. La mayoría de ellas son gramíneas, de las juncias (Cyperaceae),
juncos (Restionaceae) y algunas especies de las Anthericaceae (lilys) y Dasypogonaceae
(lomandras).
Muchas de estas especies, en particular los juncos y juncias parecidos a la hierba y los árboles
herbáceos de las Xanthorrhoeaceae, son la fuente de alimento favorita de los canguros en las
zonas restauradas tras la explotación minera y pueden morir por la presión del pastoreo
intensivo. Esto tiene dos implicaciones importantes: en primer lugar, que estas especies tienen
una función importante en el ecosistema restaurado como de los canguros, y en segundo lugar,
que las plantas necesitan protección cuando son pequeñas, ya que de lo contrario pueden morir
por el sobrepastoreo. Se utilizan pequeñas bolsas de malla para proteger las especies de hierba
especies de hierba del sobrepastoreo
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CONCLUSIONES
● Cada situación de restauración debe evaluarse individualmente para determinar hacia
dónde conduce la sucesión.
● Es difícil cambiar la composición de la vegetación una vez que se establece.
● Es ventajoso maximizar la diversidad de especies de plantas autóctonas apropiadas en
sitios recientemente restaurados. La invasión y la colonización son muy lentas, y una vez
que se ocupa un sitio, las tasas de supervivencia de especies nuevas, invasoras o
intercaladas son bajas y las especies establecidas no se desplazan fácilmente.
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● Las restauraciones ecológicas son procesos de lento desarrollo, pues un área que ha sido
degradada es dificultosa su recuperación y muchas veces bastante cara si se realiza como
restauración activa la cual también es demorada, pero en relación con la pasiva se realiza
continuamente para un progreso óptimo y más acelerado.
● La restauración ecológica por tanto es el proceso de recuperar un ecosistema que fue
alterado y así entonces tener la posibilidad de tener bien sea las especies, servicios o
fauna con la que este se caracteriza, aunque difícilmente en la misma proporción que
poseía antes de su alteración.
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