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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

RESTAURACIÓN ECOLÓGICA

July Katherine Sanchez Amon 20182010080


Yuri Alejandra Garcia Pelayo 20201010058
Jaime David Velasquez Herrera 20201010040
Laura Daniela Gomez Moreno 20201010078

PRESENTADO A: EDGARD ERNESTO CANTILLO HIGUERA

PROYECTO CURRICULAR DE INGENIERÍA FORESTAL


ECOLOGÍA FORESTAL AVANZADA
GRUPO 5 - 422
2022
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CONTENIDO

1. LISTADO DE TABLAS 2

2. RESUMEN 2

3. INTRODUCCIÓN 2

4. MARCO TEÓRICO 3

4.1 Restauración ecológica 3

4.2 Diversidad funcional 4

4.3 Resiliencia y diversidad funcional 7

4.4 Estrategias de mitigación 7

4.5 Criterios a considerar para un proceso de restauración 9

4.6 Métodos de estudio de la vegetación 12

4.7 Caracterización según la fisionomía 13

4.8 Diagramas estructurales 13

4.9 Clasificación florística 13

4.10 Selección de especies para la restauración de ecosistemas 14

4.11 Restauración en cronosecuencia 14

4.12 Sucesión: implicación en la restauración 14

4.13 Mecanismos de dispersión 14

4.14 Dispersión por semillas 15

4.15 Sucesión secundaria 15

4.16 Reforestación 15

5. ESTUDIOS DE CASO 16

5.1 Análisis de los procesos de restauración pasiva para un bosque seco tropical en la
estación experimental forestal horizontes.Guanacaste, Costa Rica 16

5.2. Restauración de la vegetación del sotobosque del bosque de Jarrah después de la


minería de bauxita en Australia Occidental (Restoring a Jarrah Forest Understorey
Vegetation after Bauxite Mining in Western Australia by John M. Koch (2007). 24

6. BIBLIOGRAFÍA 35
2

Listado de tablas:
● Tabla 1: Ejemplos de relaciones causales entre algunos caracteres de especies vegetales,
procesos ecológicos y el suministro de potenciales servicios de los ecosistemas
● Tabla 2. Altura máxima promedio (h máx promedio en metros), desviaciones estándar,
pisos de altura y comparaciones Tukey para los diferentes sitios de la EEFH.
● Tabla 3 Cociente de mezcla para los sitios estudiados en la EEFH.
● Tabla 4. Breve descripción de algunos tipos de vegetación del bosque de jarrah del norte,
incluidos los que se ven afectados por las actividades mineras de Alcoa.
● Tabla 5. Protocolo de propagación de especies de Alcoa.
● Tabla 6 Variación estacional en la densidad del banco de semillas del suelo forestal de
jarrah no minado
● Tabla 7: Tamaño de procedencia de 13 especies de plantas forestales de jarrah
determinadas a partir de análisis de ADN y escala de diferenciación genética

2. RESUMEN
Para el presente documento tuvo como objetivo el reconocer conceptos correspondientes a
restauración ecológica enfocada para el ámbito forestal y apropiarse por medio del análisis a
estudios de restauración en diferentes territorios con condiciones respectivas a cada área de
estudio, que le permitió observar la relación restauración-sucesión pues indica que los territorios
presentan una trayectoria y depende a esta se puede hablar del tipo de sucesión en que se
encuentra el ecosistema en cuestión. Se tuvieron en cuenta diferentes altitudes y regiones
biogeográficas. Se detectaron dos métodos que se muestran en los dos casos de estudio, el
primero por restauración pasiva únicamente con el cese de las actividades que afectan el
ecosistema, el segundo se da por dispersión de semillas para ello se consideró la dispersión
anemocora- zoocoria, autocoria y el banco de semillas preparadas para la dispersión, siendo esto
una restauración activa. Para ambos casos de estudio se evaluaron aspectos de efectividad en el
proceso y que se sustentaran con el monitoreo de datos como el crecimiento de la población
florística, edad de la vegetación y sucesiones que acontecidas antes y durante la restauración.
Se menciona que para el primer caso en estudio de la reserva de Guanacaste en Chile, ya existían
estudios previos de Spittler en el año 2001 que determinó muchas de las características de
importancia en el estudio de Reyes

Palabras clave: Activa, ecosistema, dispersión, florística, pasiva, restauración, semillas,


sucesión.

3. INTRODUCCIÓN
“En mi opinión, el siglo por venir será la era de la restauración en ecología” (E. O. Wilson
1992).
La restauración ecológica es reconocida globalmente como una actividad importante en los
esfuerzos de conservación (Young 2000), revestimiento de la degradación ambiental (Wilson
1992, CBD 2010, CBD 2012) y moderación del cambio climático (Alexander et al. 2011b). A
3

pesar de ser una disciplina joven (Aber y Jordan III 1985), la restauración ecológica ha avanzado
muy rápidamente en cuanto a sus fundamentos científicos y sus métodos teóricos y prácticos.
Esto ha permitido que se disponga de herramientas para afrontar los retos y demandas generados
por el alto nivel de degradación de buena parte del planeta (Sanderson et al. 2002) y se estén
acumulando un buen número de casos exitosos de restauración (SER 2013).

Este artículo tratará de mencionar y resaltar algunos de los conceptos de mayor importancia en la
restauración de los ecosistemas, las estrategias que se pueden usar para frenar o mitigar los
procesos de degradación en un sitio determinado, se nombra aspectos a tener en cuenta a la
horade realizar un plan de restauración, se hablará también sobre los métodos y temas de
restauración como la dinámica de semillas. Finalmente para sintetizar lo anteriormente
mencionado se hablará sobre dos estudios de caso donde se verá la planificación, además del
empleo de las diferentes estrategias y métodos para realizar una restauración ecológica. Sin
embargo, debe tomarse en consideración la amplia variedad de ecosistemas que existen, la
variada cantidad de afectaciones por diversas actividades humanas, así como las características
tan variables que pueden presentar las mismas en cuanto al tipo, intensidad y duración, dando
como resultado el alto número de disciplinas diferentes que deberían involucrarse en un proyecto
de restauración.

Las últimas acciones del ser humano han sido marcadas por la extensión en los bosques
tropicales, en los que se ha deforestado 350 millones de hectáreas y se han degradado otras 500
millones de hectáreas. Este daño ha causado la pérdida de servicios ecológicos, dentro de los que
destaca la biodiversidad y cuencas hidrográficas (Lamb D. et al., (2005), ocasionando en su
mayoría consecuencias para quienes dependen de estos bosques, por lo que hubo tres respuestas
a este proceso de degradación, que consisten primero, ampliar las áreas protegidas para la
conservación de lo que queda, segundo, mejorar la productividad agrícola principalmente en
tierras abandonadas y así mejorar las condiciones de vida de quienes rodean estas áreas, y el
tercero, la reforestación (Lamb D. et al., (2005).

4.MARCO TEÓRICO
4.1 Restauración ecológica
Para llegar a un concepto de restauración ecológica, para Vargas, (2011) es necesario mencionar
brevemente los siguientes conceptos:

- El ecosistema es un área que varía en tamaño estrechamente relacionado con sus


componentes abióticos y bióticos que se organizan de manera tan exacta que cuando uno
de estos componentes cambia se afectan otros y en consecuencia el funcionamiento
general del ecosistema.
- Dinámica del ecosistema o sucesión ecológica que cambia por factores externos o
internos
- Sucesión natural, conocida también como restauración pasiva consiste en la
recuperación de los ecosistemas por sí solos, cuando se eliminan tensionantes o barreras
que impiden la regeneración. lo que hace indispensable el retiro de dichos
impedimentos.
4

- Restauración activa o asistida consiste en que con ayuda humana se pueda superar y
retirar por completo aquellos factores que impiden la regeneración, generalmente en
áreas que están muy degradadas o destruidas.

Según el Instituto Von Humbolt la restauración ecológica busca la recuperación de un sistema


que haya sido degradado por diferentes factores, el factor más importante y a la vez el más
afectado son las especies de plantas, las cuales juegan un papel muy importante en lo que a suelo
y salud del ecosistema se refiere. Muchas veces lo que la restauración busca es recuperar el
ecosistema tal cual era antes, pero este proceso es bastante difícil, principalmente porque en la
mayoría de los casos no se tiene el conocimiento suficiente para saber exactamente, cómo era
determinado lugar. Sin embargo se tiene la opción de aumentar la diversidad típica de la zona y
así tener un acercamiento de los servicios que determinado ecosistema ofrecía.

Por otro lado en Vargas (2008); Bradshaw (1997) la define como un proceso de asistencia a
componentes bióticos y abióticos, para así devolverlos a un estado original, no degradado.
“retorno de un sitio degradado a la condición ecológica exacta que exhibía antes del disturbio”
(Munshower 1994). Teniendo muy presente los atributos funcionales y estructurales de un
ecosistema.

La evolución de este concepto de restauración ecológica, surge apartir de la definicion dada por
la S.E.R., (2004), en la que la menciona como el proceso de alterar intencionalmente un lugar
para establecer un ecosistema definido, nativo e histórico. El objetivo de este proceso es
emular la estructura, funcionamiento, diversidad y dinámica del ecosistema especificado

Se puede afirmar entonces para Vargas (2008) que: “la restauración ecológica ha sido concebida
como el esfuerzo práctico por recuperar de forma asistida las dinámicas naturales tendientes a
restablecer algunas trayectorias posibles de los ecosistemas históricos o nativos de una región.
Se entiende que las dinámicas naturales deben ser dirigidas a la recuperación, no de la totalidad
sino de los componentes básicos de la estructura, función y composición de especies, de acuerdo
a las condiciones actuales en que se encuentra el ecosistema que se va a restaurar”

4.2 Diversidad funcional


La diversidad se describe en número, abundancia, composición y distribución espacial con
respecto a genotipos, especies o comunidades ecosistémicas y sus caracteres funcionales. perder
cualquiera de estos componentes puede significar efectos en el funcionamiento de los
ecosistemas y así mismo en el suministro de sus servicios (López B. et al., 2007).

El concepto de diversidad funcional tomado en López B. et al., (2007), según Naeem y Li (1997)
es entonces el número de grupos funcionales que representan las especies en una comunidad, por
otro lado para Martinez (1996) es la variedad de interacciones con procesos ecológicos a varias
escalas espacio-temporales, para Tilman (2001) como el rango y valor de organismos que
aportan valor al funcionamiento ecológico. Por último Diaz et al., (2007) incluye la abundancia
relativa de caracteres, definiéndose como el tipo, rango y abundancia relativa del conjunto de
caracteres funcionales en una comunidad.

Un concepto estrechamente relacionado a la diversidad funcional es el caracter funcional según


López B. et al., (2007) se entiende como el rasgo morfológico, fisiológico, fenológico
5

relacionado sobre uno o varios efectos ecológicos o bien como una respuesta a algún factor
ambiental, el resultado obtenido a partir del carácter funcional se le denomina atributo, estos
pueden ser mostrados a lo largo de diferentes momentos o gradientes ambientales Tabla 1, esto
dificulta determinar un único valor de atributo para una especie, lo que hace que diferentes
fenotipos, ecotipos, o estadios ontogénicos formen parte de distintos grupos funcionales.

Tabla 1: Ejemplos de relaciones causales entre algunos caracteres de especies vegetales,


procesos ecológicos y el suministro de potenciales servicios de los ecosistemas. Basado en Díaz
et al., (2006, 2007a). Recuperado de (López B. et al., 2007)

Servicios de los Propiedades y Caracteres Comentarios


ecosistemas procesos de los funcionales
ecosistemas

Mantenimiento de Intercambio de Tamaño de la planta Plantas grandes,


un clima favorable energía calórica, Estructura del dosel siempreverdes, con
para los humanos albedo y rugosidad Longevidad de la arquitecturas complejas,
(p.ej. salud de la cobertura planta y de la hoja absorben más energía y
humana, cosechas, terrestre Estructura de la hoja por tanto reducen el
etc.) albedo, aumentan la
rugosidad, y aumentan el
calor atrapado. Caracteres
de las hojas (p. ej.
cubiertas, orientación,
longevidad) influyen en
la absorción de energía.

Mantenimiento de Retención de Tamaño de la planta Plantas grandes,


un clima favorable carbono en biomasa Densidad del leño longevas, con leño denso
para los humanos a y materia orgánica Profundidad de y tasas lentas de
través del secuestro del suelo raíces Longevidad descomposición,
de carbono fuera de de la planta y de la favorecen la retención de
la atmósfera hoja Textura y carbono en biomasa.
contenido de Plantas con raíces
macronutrientes de profundas favorecen la
la hoja retención de carbono en
las capas más profundas
y estables del suelo.

Regulación de la Evapotranspiración Tamaño de la planta Plantas grandes, con


cantidad y calidad Estructuración del Área de la hoja grandes hojas y raíces
de agua disponible suelo por el sistema Profundidad y profundas tienen mayor
para humanos, radicular arquitectura de tasa de transpiración,
animales útiles y raíces influyendo sobre la
cultivos disponibilidad de agua en
6

el suelo y sobre el clima


local. Sistemas
radiculares densos y
profundos favorecen la
retención de agua en el
perfil del suelo

Formación y Descomposición Profundidad y Hojas tiernas, ricas en


mantenimiento de Retención del suelo arquitectura de macronutrientes y de
suelos fértiles por el sistema raíces Longevidad corta vida se
radicular de la planta y de la descomponen más
hoja Textura y rápidamente y aumentan
contenido de la disponibilidad de
macronutrientes de nutrientes en el suelo.
la hoja Hojas esclerófilas, pobres
en macronutrientes,
reducen la disponibilidad
de nutrientes pero
brindan mejor capacidad
de retención de agua en el
suelo. Plantas perennes,
con sistemas radiculares
densos y profundos,
retienen mejor el suelo y
controlan procesos
erosivos

Disfrute paisajístico Tamaño y número de Flores grandes con


flores Color de flores colores llamativos o la
y follaje variedad cromática de
flores y hojas (colores
otoñales) se asocian con
mayor disfrute
paisajístico.

Recreación (p.e. Herbivorismo por Arquitectura del Plantas de follaje


caza deportiva) ungulados dosel Estructura y concentrado en los
Abastecimiento composición estratos bajos, de hojas
(p.e. ganado, caza química de las hojas tiernas y ricas en
de subsistencia) nutrientes, favorecen el
herbivorismo por
ungulados.

Capacidad de Persistencia en el Tamaño de semilla El tamaño y forma de


suministrar los banco de semillas Forma de semilla semilla está asociado con
servicios a lo largo Transporte de Estructuras anexas la longevidad en el banco
7

del tiempo semillas por de la semilla (alas, de semillas del suelo. El


distintos agentes ganchos, estructuras tamaño y la presencia de
carnosas, cubiertas estructuras anexas se
duras, etc.) relacionan con la
distancia a la que puede
dispersarse por sí misma
o por medio de agentes
dispersores.

4.3 Resiliencia y diversidad funcional

Según Walker et al., (2004) consiste en la capacidad de un ecosistema en resistir perturbaciones


y reorganizarse mientras los experienta o después de ello, para así mantener su estructura,
funcionamiento y mecanismos de autorregulación, de tal forma que la existencia de diferentes
grupos funcionales y sus interacciones son consideradas las posibles fuentes de resiliencia
ecológica, por ende si se pierde cualquier grupo funcional, ocurrirán cambios en las propiedades
de los ecosistemas (López B. et al., 2007).

Otro aspecto importante es la redundancia funcional que consiste en que como requisito
fundamental debe haber más de una especie dentro de cada grupo funcional donde las especies,
dominantes o subordinadas tengan lugar para incrementar dicha redundancia y lograr capacidad
adaptación y respuesta ante cambios en el ecosistema, resumiendo en que ante mayor riqueza
específica dentro de un grupo funcional, es decir, especies funcionalmente similares, mayor será
la probabilidad de que al menos una de ella sobreviva ante estas posibles perturbaciones, de lo
contrario el resultado sería la perdida completa de un grupo funcional (Walker, 1992).

4.4 Estrategias de mitigación

En la actualidad se han desarrollado distintas estrategias, con la finalidad de controlar, mitigar o


revertir los efectos de la degradación en los ecosistemas. Entre ellas se encuentran la
restauración, la rehabilitación, el saneamiento, el reemplazo y el recubrimiento vegetal
(Martínez, 1996; Meffe y Carroll, 1994). Dichas estrategias varían en cuanto al grado de
recuperación de los ecosistemas degradados, por ejemplo, ya sea que busquen recuperar una
estructura de la vegetación semejante a la original, sustituirla por una vegetación completamente
distinta, o bien sólo aplicar de medidas que frenen la degradación, pero sin relacionarse en forma
alguna con la recuperación del ecosistema o de sus atributos de diversidad y estructura (Meffé y
Carroll, 1994).

La restauración busca recuperar la estructura, funcionalidad y autosuficiencia semejantes a las


presentadas originalmente en un ecosistema que ha sido degradado (Bradshaw, 1987b; Ewel,
1987; Jordan III et al., 1987, Meffé y Carroll, 1994). Esto implica que el terreno sea regresado
precisamente al estado previo a su degradación, lo cual requiere reconstruir el suelo y colocar a
las especies originarias del sitio (Brown et al., 1986).La restauración se ha dividido en
restauración activa y pasiva.
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La restauración activa es el proceso que logra rescatar las funciones naturales de los ecosistemas
mediante la intervención humana y promover el desarrollo de los procesos de recuperación en
aquellas áreas que perdieron sus mecanismos naturales de recuperación cuando estos han sido
alterados o destruidos. De esta forma se les permite superar las barreras que impidan su
regeneración natural, la restauración activa permite mejorar y acelerar los procesos de
regeneración natural en áreas; Cuando los ecosistemas están muy degradados o destruidos, han
perdido sus mecanismos de regeneración y, en consecuencia, necesita ayuda y asistencia en su
recuperación, se dice que requieren acciones de restauración activa o asistida. Esto implica que
es necesaria la ayuda humana para permitir el desarrollo de los procesos de recuperación del
ecosistema y superar las circunstancias que impiden la regeneración.

La restauración pasiva es el proceso mediante el cual los ecosistemas se recuperan por sí solos
cuando no existen tensionantes o se eliminan las barreras que impiden su regeneración en un
proceso conocido como restauración pasiva o sucesión natural. Por ello, una de las primeras
acciones para recuperar un ecosistema es retirar esos factores que le impiden o dificultan su
regeneración natural. Esta sucesión natural o recuperación de los ecosistemas por sí mismos se
puede dar cuando no existen circunstancias (agentes tensionantes) como incendios, erosión,
quemas, ganadería extensiva, introducción de especies exóticas de fauna y flora, cultivos de uso
ilícito, entre otros, que impidan su regeneración.La herramienta de manejo del paisaje utilizada
en este caso es el aislamiento o cercado, que consiste en el cierre parcial o total de un predio
cuyo proceso de restauración está siendo adelantado de forma natural y no requiere de
intervención humana.

Otras estrategias de mitigación son: la rehabilitación, saneamiento,reemplazamiento vegetal y


recubrimiento vegetal.
En el caso de la rehabilitación, se trata de una estrategia encaminada a la recuperación parcial del
ecosistema, que busca el restablecimiento de algunos de los elementos funcionales o
estructurales del sitio, así como la inclusión de algunos mejoramientos visuales, como la
replantación para prevenir la erosión, pero sin llegar a recuperar los atributos originales del sitio
(Bradshaw y Chadwick, 1980; Martínez, 1996; Meffe y Carroll, 1994).
El saneamiento o reclamación se aplica en sitios severamente degradados por actividades
agresivas (como las minas a cielo abierto), a los cuales se pretende dar un uso diferente al
original que causó el daño, aunque en algunos casos puede tomarse como un primer paso en un
proyecto de restauración (Bradshaw y Chadwick, 1980; Martínez, 1996; Meffe y Carroll, 1994),
o bien dentro de una rehabilitación.
Se denomina reemplazamiento vegetal al proceso por el que se induce la formación de un
ecosistema diferente al original, aunque pueda encontrarse fuera de su ámbito histórico de
distribución y en condiciones distintas a las presentadas en forma natural (Martínez 1996, Meffé
y Carroll 1994); sin embargo, en este caso no se considera el efecto que este proceso pueda tener
sobre los remanentes de vegetación nativa o sobre los ecosistemas locales supervivientes.

Finalmente, el recubrimiento vegetal o revegetación puede implicar sólo el reforzamiento de


algunos procesos como la sucesión vegetal, la productividad, la ecología del suelo, la
incorporación de nutrientes, entre otros, donde se busca permitir que el sistema regrese por sí
sólo a su estado original utilizando especies nativas para el recubrimiento (Martínez, 1996;
Meffe y Carroll, 1994). Como puede observarse, la restauración ecológica es la más ambiciosa
9

de las estrategias mencionadas, ya que su objetivo es recuperar al ecosistema original, y


contribuir a un manejo sustentable de los recursos.

Las estrategias que se apliquen en cada caso para controlar problemas de degradación
dependerán de características y/o procesos que se busque recuperar dentro de un ecosistema. Es
importante señalar que cada caso debe analizarse en lo particular, dado que no hay dos
ecosistemas que sean iguales.

4.5 Criterios a considerar para un proceso de restauración

Al escoger un área para restaurar se presentan gran variedad de factores, tanto naturales como
sociales, de los cuales dependen las estrategias para restaurar, las cuales serán diferentes para
cada sitio dentro de un mismo ecosistema. Es importante realizar una zonificación en el área de
interés, la cual consiste en caracterizar con criterios climáticos, geomorfológicos, edáficos y de
cobertura. Se debe realizar la priorización con el fin de definir por dónde iniciar la restauración
del área alterada de tal forma que se neutralice la degradación, se optimicen los recursos y se
acelere al máximo el restablecimiento del área.

La capacidad de restaurar un ecosistema depende de gran cantidad de conocimientos, como por


ejemplo: estado del ecosistema antes y después del disturbio, grado de alteración de la
hidrología, geomorfología y suelos, causas por las cuales se generó el daño, estructura,
composición y funcionamiento del ecosistema preexistente, información acerca de condiciones
ambientales regionales, interrelación de factores de carácter ecológico, cultural e histórico: es
decir la relación histórica y actual entre el sistema natural y el sistema socioeconómico, los
patrones de regeneración, o estados sucesionales de las especies, tensionantes que detienen la
sucesión y el papel de la fauna en los procesos de regeneración.

El éxito en la restauración también dependerá de costos, de las fuentes de financiamiento y


voluntad política de las instituciones interesadas en la restauración; pero ante todo de la
colaboración y participación de las comunidades locales en los proyectos (Vargas,2011).

En la figura 1 se presenta la secuencia de los 13 pasos fundamentales en la restauración


ecológica. La participación comunitaria es muy importante en todo el proceso y el diseño de
estrategias se va retroalimentando con los conocimientos derivados de los pasos 6 a 10
(Vargas,2007).
10

Figura 1. Trece pasos en la restauración ecológica (Vargas,2007)

Paso 1. Definir el ecosistema de referencia:El ecosistema de referencia sirve de modelo para


planear un proyecto de restauración y más adelante, para su evaluación. Cuando un ecosistema
está muy alterado y es muy difícil tomar como referencia del original, es recomendable elegir
como ecosistema de referencia una trayectoria sucesional, dentro del potencial de trayectorias
posibles que ofrece un paisaje. Generalmente estas trayectorias combinan especies sucesionales
tempranas con sucesionales tardías.

Paso 2. Evaluar el estado actual del ecosistema: Se hace una evaluación de las condiciones
previas y actuales del ecosistema. En esta fase se empieza a tener evidencia del problema para
poder precisar posteriormente los objetivos de restauración.

Paso 3. Definir las escalas y niveles de organización: Los proyectos de restauración ecológica
abarcan diferentes niveles de organización, desde poblaciones de especies y comunidades a
ecosistemas o paisajes (Ehrenfeld, 2000; Lake, 2001). En cada nivel se definen objetivos de
trabajo diferentes y consecuentemente los procesos críticos que se deben tener en cuenta para la
restauración cambian según la escala y el nivel de análisis.

Paso 4. Establecer las escalas y jerarquías de disturbios: Todos los ecosistemas están sujetos
a un régimen de disturbios naturales y antrópicos, la combinación de estos establece una
dinámica espacial y temporal en los paisajes (Pickett y White, 1985; Collins, 1987).

Paso 5. Consolidar la participación comunitaria:Como hemos mencionado la restauración


ecológica es una actividad con diferentes escalas espaciales y temporales en las cuales los
disturbios antrópicos juegan un papel importante en cualquier escala que se elija. Por eso es muy
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importante que la gente participe activamente desde su formulación en los proyectos de


restauración, lo que puede garantizar su continuidad y consolidación (Cano y Vargas, 2007).

Paso 6. Evaluar el potencial de regeneración: En la fase diagnóstica la evaluación del


potencial de regeneración se refiere a la disponibilidad de especies en la región, su ubicación,
abundancia, su etapa sucesional.

Paso 7. Establecer los tensionantes para la restauración a diferentes escalas: Por


tensionantes o barreras a la restauración ecológica se entiende todos aquellos factores que
impiden, limitan o desvían la sucesión natural en áreas alteradas por disturbios naturales y
antrópicos (Vargas et al., 2007).

Paso 8. Seleccionar las especies adecuadas para la restauración: La selección de especies


para la restauración es un aspecto muy importante, puesto que el éxito de los proyectos depende
de la capacidad para dicha selección.. Del listado de especies y sus trayectorias sucesionales
registrado en el potencial de regeneración, se seleccionan las especies más importantes bajo una
escala de atributos o rasgos que pueden ser útiles en los sitios que se van a restaurar.

Según los datos de vegetación y reportes de literatura encontrados por Pinzon L., (2013) las
especies se pueden clasificar en tres categorías de estatus sucesional donde se establezcan los
individuos jóvenes:

Maduras: No están en bosques secundarios o pastizales, solo en bosques maduros. Dentro de las
cuales se pueden encontrar especies de la familia Leguminosae, Euphorbiaceae, Burceraceae,
Boraginaceae, entre otras.

Secundarías: Cuyos individuos que son jóvenes, crecen en los estadios iniciales. Las familias
Cochlospermaceae y Fabaceae son las más representativas.

Generalistas: Se establecen en bosque maduro y por regeneración natural en bosques secundarios


o pastizales abandonados. En este grupo se pueden encontrar especies de las familias
Polygonaceae y Fabaceae.

Paso 9. Propagar y manejar las especies: Una vez seleccionadas las especies se presenta el
problema de la consecución de material, dado que muchas especies no se consiguen en viveros
locales, o las cantidades no son suficientes para las necesidades del proyecto. La propagación es
la capacidad de las plantas para reproducirse, ya sea de forma sexual o vegetativa (asexual); la
primera de estas se da por medio de semillas y la segunda mediante células, tejidos y órganos.

Un problema muy común para la restauración ecológica, es la escasez de propágulos de especies


pioneras que inicien la sucesión y de especies de estados sucesionales más avanzados que
permitan no solo la recuperación de la estructura del ecosistema, sino también de la composición
del mismo. La construcción de viveros o invernaderos es muy importante para la propagación y
crecimiento permanente del material requerido.

Paso 10. Seleccionar los sitios: La selección de los sitios a restaurar, o donde se van a realizar
experimentos, debe hacerse cuidadosamente. En este paso ya hay un conocimiento de lo que
sucede a diferentes escalas, principalmente como actúa el régimen de disturbios naturales y
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antrópicos. El conjunto de recomendaciones para la selección de los sitios hace referencia


principalmente a una combinación de factores abióticos, bióticos y las poblaciones humanas
locales (Vargas, 2007).

Paso 11. Diseñar estrategias para superar las barreras a la restauración: Se plantean cinco
conjuntos de estrategias para superar las barreras a la restauración (Brown y Lugo, 1994; Vargas,
2007):

1. Basadas en la remoción y control de los tensionantes leves (frecuencia de quemas,


sobrepastoreo, tasa de cosecha, erosión moderada).

2. Basadas en la adición de especies (plantas, animales o microorganismos) o materiales


(fertilizantes, materia orgánica, agua).

3. Basadas en la regulación de la tasa de procesos ecosistémicos, es decir, los flujos entre los
compartimientos (ej: regular composición y estructura del suelo para sincronizar liberación de
nutrientes y captación vegetal de estos).

4.Basadas en remoción de tensionantes severos.

5. Basadas en regulación de fuentes de entradas de energía.

Paso 12. Monitorear el proceso de restauración: Dentro de un proceso de restauración


ecológica, el monitoreo consiste en el seguimiento y evaluación continuos de los cambios que
experimenta el ecosistema, bajo los diferentes tratamientos de restauración aplicados. Este
monitoreo constante tiene como objetivo final asegurar el éxito de la restauración ecológica,
porque brinda la información necesaria para evaluar y ajustar las prácticas de restauración, de
modo que puedan ser modificadas en cualquier momento; de esta manera, si los resultados
obtenidos en los tratamientos aplicados son negativos o indeseables, dichos tratamientos se
modifican o detienen; por el contrario, si se obtienen resultados positivos, estos tratamientos se
continúan, multiplican, y si es posible, se mejoran (Brunner y Clark, 1997; Block et al., 2001;
Díaz, 2007).

Paso 13. Consolidar el proceso de restauración: La consolidación de un proyecto de


restauración implica que se han superado casi todas las barreras a la restauración y que el
ecosistema marcha de acuerdo a los objetivos planteados, las labores de mantenimiento y
monitoreo deben indicar que el proceso marcha satisfactoriamente y el ecosistema empieza a
mostrar variables de autosostenimiento, como enriquecimiento de especies, recuperación de
fauna, restablecimiento de servicios ambientales relacionados con calidad del agua y suelo.

4.6 Métodos de estudio de la vegetación

Según Rangel (1997) “La vegetación puede considerarse como la representación integral de la
interación entre los factores bióticos (intrínsecos y extrínsecos) y abióticos (suelo, agua y clima,
entre otros). Por esto, su estudio ha sido abordado desde diversas perspectivas y técnicas que
comprenden desde el nivel de organización más reducido hasta el más complejo
(gencromosoma-individuo-población-especie-comunidad-cuenca-paisaje-bioma)”.
13

Una caracterización de la vegetación con base en las especies dominantes, se puede abordar
según la fisionomía o la composición florística. En el primer caso, los esfuerzos se dirigen a
diferenciar las especies que presentan los valores mayores en parámetros ecológicos
(abundancia, densidad, presencia), mientras que en el segundo se trata de establecer conjuntos de
especies que denotan maneras de asociarse en patrones o comunidades. Aunque las especies
dominantes son de importancia capital, las especies subordinadas pero con valores altos de
fidelidad juegan un papel importante en la definición de los conjuntos o comunidades.

En la actualidad hay dos tendencias que cuentan para su aplicación con numerosos seguidores.
El análisis de la diversidad y riqueza vegetal, en ciertos casos combinando aspectos de la
estructura de la vegetación, que tiene en Gentry (1982) a su impulsor y el análisis de la textura
foliar, que retoma los trabajos clásicos de Cuatrecasas (1934).

4.7 Caracterización según la fisionomía: Se fundamenta en el estudio de la estructura o


arquitectura comunitaria, que está definida por el ordenamiento en sentido vertical y horizontal
de sus componentes. En sentido horizontal, el atributo que mejor refleja el aspecto, es la
estratificación mientras que en sentido vertical, aparecen la densidad, el área basal y la cobertura.
La estructura fue definida por Barkman (1979).

Los datos de campo que se utilizan para la caracterización son: densidad o número de individuos
según la superficie de muestreo, altura, cobertura (%), CAP (cintura a la altura del pecho) o DAP
(diámetro a la altura del pecho). El análisis de la distribución en clases de las alturas, de los
valores de DAP y de las coberturas, facilita la comprensión de la dinámica de la vegetación; se
puede interpretar si los sitios muestreados estaban conservados o con cierto grado de alteración.

En la expresión de la dominancia, además de los parámetros mencionados se utilizan el Índice de


Predominio Fisionómico (IPF, Rangel & Garzón, 1994) y el Índice de Valor de Importancia (IVI,
Finol, 1976). De manera complementaria a estas cuantificaciones, se elaboran los diagramas
estructurales y los perfiles de vegetación.

Los perfiles de vegetación son muy útiles para entender la estructura de la vegetación. Se trata de
mostrar mediante un dibujo "real", los arreglos vertical y horizontal de una porción
representativa de la vegetación. Se recomienda elegir una línea de corte o línea guía que vaya en
sentido de la pendiente. Se seleccionan como puntos de referencia los árboles y arbustos que
toquen o estén próximos a la línea, los cuales se van dibujando, incluyendo la altura, forma
aproximada de copa y porte del tronco.

4.8 Diagramas estructurales: En los diagramas estructurales se representan los valores de


cobertura (%) según los estratos (metros de altura). Sirven para dar una idea gráfica de la
dominancia energética según disposición vertical. En este aparte figuran también los
danserogramas o diagramas de formas de vida que ilustran la estructura de manera vertical en
cada tipo de comunidad (Kent & Coker, 1992).

4.9 Clasificación florística: Se trata de definir unidades de vegetación según las especies
características exclusivas o diferenciales que son indicadoras de condiciones ecológicas. Las
metodologías desde las tradicionales (varios arreglos manuales de las tablas de vegetación) hasta
14

las elaboradas con análisis estadísticos, se fundamentan en los principios de similaridad entre
pares de levantamientos. La metodología más utilizada es la de Zurich-Montpellier.

4.10 Selección de especies para la restauración de ecosistemas

Para la selección de especies primero se debe realizar la caracterización de vegetación y especies


ya presentes en el área de estudio, así mismo evaluar en que etapa de sucesión se encuentran
para tener en cuenta si es posible establecer nuevos individuos o dejar los ya presentes. Según
Cogollo, Velasco y Manosalva en Colombia, una buena parte de la diversidad florística se
alberga en ecosistemas de alta montaña; sin embargo, su pérdida impacta negativamente la
riqueza de especies y, por tanto, la diversidad funcional y servicios ecosistémicos que estos
brindan.

4.11 Restauración en cronosecuencia

La cronosecuencia es el conjunto de parcelas de manera permanente por la investigación, que se


establecen desde los pastizales con variaciones en el tiempo de abandono hasta parcelas de
bosque maduro. Pinzon L., (2013) incluye tres categorías de edad de abandono de su
establecimiento del estudio en la región Chamela, municipio de la Huerta, Jalisco, México; 0-1
año, 3-5 años, y 10-12 años, con tres réplicas por categoría, las cuales denominaron como
pastizales, estadios iniciales y estadios intermedio, respectivamente.

Es importante tener en cuenta algunas variables ambientales y estructurales a lo largo de la


cronosecuencia, un ejemplo clave de esas variables se menciona en Pinzón L. (2013) donde
según Pineda et al. (2013) hizo mediciones de las variables que incluyen contenido gravimétrico
de agua en el suelo, temperatura del aire, humedad relativa, temperatura del suelo, y déficit de la
presión de vapor en el bosque seco tropical.

4.12 Sucesión: implicación en la restauración

Para evaluar si un territorio ha tenido sucesiones ecológicas se deben conocer aspectos del
ecosistema que se desea estudiar, su composición florística, los usos que ha tenido y generar el
orden en trayectoria del intercambio natural que ha llevado el territorio. Esto permite establecer
lo que se quiere para la restauración del sitio y manejar un monitoreo a partir de las condiciones
ya presentes en este, considerando lo que se espera de la restauración. De acuerdo a Avella,
Garcia, Fajardo y Gonzalez en su estudio de restauración e implicaciones sucesionales en el
Bosque seco tropical en el valle del Magdalena (2019) se analiza la utilidad potencial de las
trayectorias descritas para el bosque seco tropical, los ensambles florísticos, incluyendo sus
especies dominantes y características, y el valor de sus atributos estructurales pueden
considerarse como base para la fase de diseños florísticos en la restauración ecológica.

4.13 Mecanismos de dispersión

El ambiente es el principal conductor de las características evolutivas de las plantas, a partir de


las interrelaciones entre la biota, el suelo y la atmósfera. Las adaptaciones son las características
o rasgos de historia de vida (RHV) que las plantas han desarrollado a lo largo de muchos siglos
de evolución en su medio. Las especies “claves” son aquellas que por evolución se han adaptado
a cierto tipo de ambiente, con el desarrollo de una serie de RHV con los cuales, a su vez son
15

capaces de modificar ese ambiente. La razón por la cual una planta es capaz de crear nuevas
condiciones de acuerdo con los cambios en su entorno depende de sus RHV vida físicos,
morfológicos y de dispersión. En los procesos de restauración se aprovecha esos RHV de las
especies claves para iniciar o acelerar un proceso de sucesión.

Según la guía metodología para la restauración ecológica del bosque altoandino (2007) se
emplean dos metodologías para la identificación de las especies claves. La primera consiste en
identificar comunidades de vegetación con procesos importantes para el ecosistema a restaurar
con una minuciosa selección de las especies claves a través de la evaluación de sus RHV. El otro
método se parte del estudio de los RHV de las especies presentes en una región, donde aquellas
con RHV similares son agrupadas dentro de grupos funcionales con el fin de poder predecir un
contexto regional hipotéticamente originado por las capacidades de las especies involucradas en
cada grupo funcional. Posterior a esta selección de especies claves se debe evaluar el método de
dispersión.

4.14 Dispersión por semillas Para hablar de dispersión se infiere en la acción de ubicar semillas
o frutos a determinada distancia de la planta asegura Abraham de Noir, Bravo y Abdala (2002).
Para la dispersión por semillas se tienen en cuenta que existen diferentes métodos para que este
mecanismo suceda, el primero será en base a la planta madre que por su misma acción dejará
caer sus semillas, comúnmente estas plantas presentan frutos en cápsula que La autocoria es el
mecanismo de dispersión relacionado únicamente a la planta madre, la que se encuentra una
eficiencia mayor en su dispersión ya que el tipo de fruto lo permite. El segundo método más
importante sera la dispersión anemocora y zoocoria que se basa en la dispersión de semillas por
acción de los animales, su alimento y su transporte, en este método se observa mayor dispersión
de bayas con arilo y serian de interés alimenticio para la avifauna y demás animales.

4.15 Sucesión secundaria: Por su naturaleza, son las sucesiones secundarias las que adquieren
relevancia en los procesos de restauración de tierras. Estas suceden sobre un suelo ya
desarrollado el cual es relativamente favorable para la colonización de las especies secundarias,
además de tener propágulos de las mismas (en el banco de semillas, tocones, etc.). Sin embargo,
el éxito de las mismas depende del grado de degradación del sitio que, entre otros factores,
depende de la fertilidad básica del suelo y el tipo y la duración del uso. Finegan (1993), plantea
que mientras más largo es el período de cultivo, menores serán la riqueza florística y
productividad del bosque secundario. A este respecto se plantea que las sucesiones secundarias
sobre suelos muy degradados representan otra situación. En la flora de las zonas húmedas
tropicales no hay especies adaptadas (ni siquiera las leguminosas fijadoras de nitrógeno) a las 9
condiciones de degradación extrema propias del siglo 20. Un mejoramiento del substrato sería
necesario para facilitar la colonización de las especies forestales, ya que no hay pionera que lo
efectúe.

4.16 Reforestación: Para restaurar un área es necesario primero realizar un análisis de la


trayectoria que ha tenido el ecosistema y en mayor medida del suelo, pues tiene que contar con
características de un suelo forestal o de uso potencial para la reforestación, también con fuentes
hídricas cercanas. En este orden se define reforestación como una actividad basada en la
plantación de árboles donde anteriormente existía un bosque, de esta forma se incrementa el
número de especies, diversificando el territorio (Vargas, 2012).
16

5. ESTUDIOS DE CASO

5.1. Análisis de los procesos de restauración pasiva para un bosque seco tropical en la
estación experimental forestal horizontes.Guanacaste, Costa Rica.
5.1.1 Resumen
El presente estudio se enfocó en evaluar la restauración pasiva, por medio de la composición
florística y otras herramientas silviculturales que permitieron conocer el estado de estos bosques.
Fueron establecidas dos PPM, en cinco bosques secundarios de diferente edad (13, 18, 25, 29 y
37 años) en la Estación Experimental Forestal Horizontes, ubicada en la Zona de vida bosque
seco tropical (Bs-T). Para las variables dasométricas analizadas para los sitios, número de
árboles por ha (F=2,40; p =0,1816; N=10) y área basal (F=2,47; p=0,1741; N=10), se encontró
que no existen diferencias significativas. Al analizar la composición florística de las diez
parcelas establecidas se encontraron en 35 familias, 67 géneros y 75 especies, sin embargo al
comparar el número de especies presentes por parcela se determinó que no existe diferencia
significativa entre sitios (F=4,28; p=0,0713; N=10).Se determinó que el avance en la edad de los
diferentes sitios no es tan significativo en la recuperación de estos como sí lo son otras variables
tal como la presencia de árboles remanentes. Además, que las estrategias de restauración pasiva
empleadas por la administración de la EEFH, tienen un impacto positivo en los bosques
estudiados, donde la supresión del fuego ha sido una de las estrategias fundamentales.

5.1.2 Introducción
El bosque seco tropical (Bs-T), es uno de los ecosistemas más amenazados en Mesoamérica, al
mismo tiempo es limitada la información que existe sobre ecología, conservación, recuperación
y sucesión secundaria de estos, si se compara con otros ecosistemas tropicales como el bosque
húmedo tropical (Griscom &Ashton, 2011). Murphy & Lugo (1986) estimaron que
aproximadamente un 42% de los bosques tropicales y subtropicales, corresponde a Bs-T. Del
total de estos bosques en Latinoamérica aproximadamente un 66% del Bs-T ha sido destruido
(Quesadaet al 2009).
Para América Central, el Bs-T no es un ecosistema pristino, sino más bien está representado por
un mosaico de estadíos sucesionales, resultado de la alta tasa de perturbación ocasionada por el
hombre (Kalacska et al 2004). Toda la región, incluyendo algunas de las hoy conocidas áreas
protegidas, sufrieron una intensa deforestación a través de los años, siendo el pastoreo de
ganado,agricultura y extracción maderera las mayores causas de la conversión de estos terrenos
(Kalacskaet al 2004). Los cambios experimentados en estas tierras dieron paso a bosques
secundarios, que pueden ser considerados los bosques del futuro, por lo que es de suma
importancia el entendimiento de la sucesión y ecología de estos, para el desarrollo de estrategias
de conservación y de mecanismos mediante los cuales sea posible ganar cobertura vegetal a un
bajo costo, como lo es la restauración pasiva (Sánchez- Azofeifa et al 2005).
En Costa Rica, estos bosques se distribuyen principalmente en el Noroeste del país,
específicamente en la provincia de Guanacaste (Meza 2001). Los bosques de esta provincia, al
igual que otros bosques secos en Mesoamérica, sufrieron altas tasas de deforestación entre las
décadas de 1950-1980 debido a políticas que incentivan el cambio de uso de suelo, producto de
actividades extensivas tradicionales como la ganadería, cultivos (arroz, algodón entre otros) y el
turismo, que también se ha convertido en una nueva amenaza para el ecosistema de Bs-T (Calvo
Alvarado et al 2009; Castillo et al 2009). Sin embargo, en las últimas tres décadas, el abandono
17

de actividades agropecuarias tradicionales debido a bajas en los precios de los diferentes


productos,permitió que en esta región se forman parches de bosques secundarios, conllevando a
una restauración pasiva del ecosistema.
Con el fin de lograr la consolidación del Parque Nacional Guanacaste, el Dr. Daniel Janzen en su
gestión por la adquisición de terrenos para cumplir dicho cometido, logra la donación de los
terrenos que hoy conforman la EEFH, los cuales pertenecían al Sr Cecil Don Hilton. Estos
fueron donados a través de The Nature Conservancy, para el Área de Conservación Guanacaste
(ACG) con el objeto de que en estas tierras se desarrollen, la experimentación e investigación en
temas relacionados con la forestería tropical.
Como parte de la iniciativa y promoción de la investigación existente en el ACG se creó en la
EEFH, una red de parcelas permanentes de muestreo (PPM) en bosque natural, que permita un
adecuado seguimiento de la dinámica del bosque seco que se encuentran en estas tierras. Las
PPM son una herramienta a través de la cual se puede conocer en forma muy precisa la
composición florística y estudiar la dinámica del bosque, entre otras características propia de un
sitio o región(Quesada & Castillo, 2004).
Estudios similares a este, se han realizado en el Parque Nacional Santa Rosa (Pacheco 1998),
Parque Nacional Palo Verde (Acuña et al 1983, Hernández, 1999; Monge, 1999) y otros bosques
secos transicionales (Zamora-Ávila, 2010). Sin embargo, es de esperarse que estos bosques
presenten diferencias, respecto a la composición florística, tipo de suelos, magnitud de la
perturbación antropogénica, precipitación, entre otras.
Por lo tanto, conocer el estado de los bosques de la EEFH, y determinar las relaciones existentes
en función de su edad estimada y diferentes factores como la composición florística, estructura
vertical y horizontal, son de gran importancia para determinar estrategias de conservación y
manejo de este ecosistema.

5.1.3 Situación inicial.


En la zona de Guanacaste, área en donde los ecosistemas boscosos han sido sumamente
afectados por tala, incendios y ganadería extensiva, el surgimiento de bosques secundarios
también se ha incrementado, pero no así los estudios, ya que la mayoría de las investigaciones se
ha orientado hacia los bosques húmedos (Fonseca et al 2002). Dicho aumento es más evidente en
las zonas secas de Costa Rica, donde desde la década de 1980 miles de hectáreas de pastizales
fueron abandonadas, en primer lugar debido a la reducida rentabilidad de la actividad ganadera,
y segundo a la degradación de los suelos (Spittler 2001; Calvo-Alvarado et al 2009). El
abandono de las tierras antes dedicadas a la agricultura y ganadería ha dado como resultado la
regeneración de cobertura vegetal sobre estas tierras, estableciéndose en ellas bosques
secundarios, proceso que se ha desarrollado antes en muchas otras partes del mundo (Hernández
et al 2002).

5.1.4 Sitio de estudio

La investigación se llevó a cabo en los bosques secundarios de la Estación Experimental Forestal


Horizontes (EEFH) ubicada dentro del Área de Conservación Guanacaste (ACG), en la zona de
vida bosque seco tropical (Bs-T).Donde se escogieron 5 sitios Pista de Aterrizaje (PA), Detrás
de Bajo Sombra (DBS), La Laguna (LAG), Bajo Sombra (BS) y Saravia (SAR). EEFH fue
creada en 1989 a partir de la donación de terrenos al ACG. Estos terrenos fueron incorporados al
área de conservación, bajo una modalidad que permitiera realizar investigación en diversos
temas de índole forestal, investigación, como los proyectos de restauración de bosques y áreas
18

protegidas del ACG. EEFH es la base de operaciones del Programa de Restauración y


Silvicultura de esta área de conservación, desde donde se plantean técnicas para el
establecimiento y monitoreo de proyectos que favorezcan la restauración de terrenos altamente
alterados (EEFH 2008).

5.1.5.1 Localización geográfica y político administrativa

La Estación Experimental Forestal Horizontes se encuentra localizada en la zona de Pacífico


Noroeste de Costa Rica, en la provincia de Guanacaste, distrito de Nacascolo a 42 Km de la
ciudad de Liberia, sobre la carretera a playa Cabuyal y tiene un área aproximada de 7 293 ha
(Spittler 2001). En la Figura 1 es posible observar la ubicación que tiene la EEFH en Costa Rica
y la ubicación que tienen la PPM dentro de la estación.

Figura 2. Ubicación de las parcelas permanentes de muestreo en la EEFH, Guanacaste, Costa


Rica, 2012.

5.1.6 Parcelas

Las parcelas fueron establecidas de acuerdo a los Protocolos de establecimiento y medición de


Parcelas Permanentes de Muestreo en Bosque Natural para la Red de Parcelas Permanentes de
Monitoreo Forestal (RPPMF) (RPPMF, 2011). El perímetro de los sitios a estudiar fue
delimitado por medio del programa ArcGIS 10. Para esto se utilizó la imagen AHOGADOS
suministrada por el departamento de Sistemas de Información Geográfica del ACG e
información generada por Spittler (2001). Una vez delimitado el perímetro se procedió analizar y
19

determinar el posible acomodo de tres PPM de 60 x 60 m dentro de cada sitio, sin embargo solo
fue posible realizar el montaje de dos PPM por sitio, debido a factores de tiempo. El acomodo de
las PPM contempla como mínimo una zona de amortiguamiento de al menos 20 m con respecto
a caminos u otras áreas no pertenecientes a la zona de estudio.

La distancia entre los puntos centrales de cada parcela fue calculado mediante la siguiente
fórmula:

𝐴
𝑑=
𝑛

Donde:

d= distancia entre los puntos centrales (Km)

A= Superficie total del sitio a estudiar (inventario)

n = número de unidades de muestreo

5.1.6.1 Tamaño, forma y ubicación de las parcelas.

En cada sitio se establecieron dos PPM cuadradas, con dimensiones de 60 x 60 m (3600 m2 ),


divididas en sub parcelas de 20 x20 m, siguiendo el patrón mostrado en la (Figura 2). Se
utilizaron rumbos francos, o sea Norte, Sur, Este y Oeste para las direcciones en las que se
establecen los bordes de las parcelas. El punto de referencia u origen de la parcela fue el punto
Suroeste en todos los casos, lo anterior con el fin de ser consistentes con un sistema
convencional de coordenadas X Y (RPPMF 2011).

La numeración de las subparcelas y de los árboles se inició desde el punto de origen de la


parcela (vértice suroeste), en sentido Oeste – Este para la primera fila, Este – Oeste para la
segunda fila, y de esa forma consecutivamente hasta completar el área de la parcela (Figura 2).
Esta numeración coincide con la forma en cómo los equipos de trabajo realizaron el
levantamiento de la información Las PPM fueron establecidas en los siguientes sitios: Pista de
Aterrizaje (PA), Detrás de Bajo Sombra (DBS), La Laguna (LAG), Bajo Sombra (BS) y Saravia
(SAR).
20

Figura 3. Croquis de la forma y tamaño de una parcela permanente de 0,36 hectáreas


subdividida en subparcelas de 20 x 20 metros.

5.1.7 Estructura horizontal

La estructura horizontal del bosque es determinada por el ambiente, por las diferentes especies
presentes y respectivas estrategias, así como también por los disturbios (naturales o
atropogénicos) sobre la dinámica del bosque (Louman et al 2001). Una de las medidas más
importantes de la organización horizontal es el área basal, siendo la suma de todas las áreas
basales G (m2 /ha), un índice que permite conocer el grado de desarrollo y el grado de
competencia que pueden estar presentes en un bosque (Louman et al 2001). Con la información
recopilada se generaron datos de área basal (G) que conllevaron a la determinación de la
dominancia de especies. Con el número de árboles por hectárea (N/ha), se calculó la abundancia
y frecuencia como se muestra en la figura 4 que presenta el número de árboles por ha, con una
transformación logarítmica, con el fin de tener una mejor apreciación gráfica de la distribución
de los individuos

Pista de Aterrizaje (PA) sigue una tendencia clara a disminuir el número de árboles por hectárea
conforme aumentan los valores de las clases diamétrica
21

Figura 4. Distribución diamétrica (cm) del número de individuos (N/ha) promedio para los
diferentes sitios de EEFH. Guanacaste, Costa Rica, 2012.

La estructura horizontal de un bosque se determina mediante el acomodo del número del árboles
dentro de las diferentes clases diamétricas, por lo que existen dos estructuras principales las
coetáneas o regulares y las discetáneas o irregulares, siendo la estructura de los bosques irregular
incompleta que corresponde a la estructura de bosques secundarios maduros ( Louman et al
2001).

5.1.8 Estructura vertical

La estructura vertical de un bosque está determinada por la distribución de las individuos


(animales y vegetales) a lo alto del perfil, al mismo tiempo que es afectada por las características
de las especies que lo componen, así como los diferentes factores medio ambientales que tienen
influencia a lo alto del perfil y que tendrá como resultado el acomodo de las especies en los
diferentes estratos según sus requerimientos lumínicos (Louman et al 2001). El análisis de la
estructura vertical permite comprender la relación entre plantas a diferentes niveles en el bosque,
por lo que fue evaluada por medio de:

1) Clases y medición de altura.

La altura total se midió verticalmente por el centro del fuste, desde el suelo hasta el punto más
alto de la copa). Las alturas obtenidas se utilizaron para estratificar el bosque y obtener una
clasificación simple de la estructura vertical del dosel, mediante la clasificación establecida por
la International Union of Forest Research Organizations (IUFRO).Dicha clasificación determina
la estructura vertical del bosque de la siguiente manera:

● Piso superior (> 2/3 de la altura superior del dosel).


● Piso medio (< 2/3 y > 1/3 de la altura superior del dosel).
● Piso inferior (< 1/3 de la altura superior del dosel).
22

2) Posición de copa.

1. Emergente, iluminación vertical plena, además de lateral.

2. Iluminación vertical plena.

3. Iluminación vertical parcial.

4. Iluminación oblicua uniforme.

5. Sin ninguna iluminación directa.

3) Forma de copa.

1. Copa perfecta: este valor se asigna a aquellos árboles cuya forma de copa es un círculo
completo (copa densa, simétrica, desarrollada sin perturbaciones).

2. Copa buena: corresponde a aquellos árboles cuya forma de copa es un círculo irregular (más
o menos simétrica, algunas ramas muertas).

3. Copa tolerable: este valor es asignado a aquellos árboles cuya forma de copa solamente forma
un medio círculo (asimétrica, tenue; se puede corregir si recibe más luz).

4. Copa pobre: este valor se asigna a aquellos árboles que poseen una forma de copa, que no
alcanza a formar medio círculo completo (muy asimétrica, pocas ramas vitales, pero puede
sobrevivir).

5. Copa muy pobre: Corresponde a aquellos árboles cuya copa es formada por una o pocas ramas
(degenerado, con daños irreversibles)

Tabla 2. Altura máxima promedio (h máx promedio en metros), desviaciones estándar, pisos de
altura y comparaciones Tukey para los diferentes sitios de la EEFH. Guanacaste, Costa Rica,
2012.

Se podría decir que a partir de aproximadamente 13 años de edad, los Bs-T de EEFH, alcanzan
una altura que a través del tiempo no va a representar una diferencia (en términos estadísticos)
con sitios de mayor edad (25-37) años. A pesar de que existe diferencia significativa entre la
altura máxima promedio de Pista de Aterrizaje (PA) y Detrás de Bajo Sombra (DBS) es
23

importante destacar que la presencia de árboles remanentes del uso anterior, tipo de suelo,
pedregosidad entre otras, pueden generar que las alturas no sigan un patrón esperado donde la
altura sea proporcional a la edad de bosque

6.1.9 Análisis de los datos

● Composición y diversidad florística.

El Índices de Diversidad de Shannon fue determinado por medio del paquete estadístico PAST,
que utiliza la siguiente fórmula:

Índice de Diversidad de Shannon

H= -∑ (( )𝐿𝑛( ))
𝑛𝑖
𝑛
𝑛𝑖
𝑛

● Cociente de mezcla (CM).

El coeficiente de mezcla se refiere al grado de intensidad de la mezcla de especies en una


superficie dada. Se calcula mediante la siguiente fórmula:

CM = Número de especies / número total de individuos.

Tabla 3 Cociente de mezcla para los sitios estudiados en la EEFH. Guanacaste, Costa Rica, 2012

Para la tabla 3 se observó que el sitio menos diverso es Pista de Aterrizaje (PA) pues de cada 18
individuos se encuentra una especie nueva. Las parcelas del estudio de Fonseca et al (2002)
pertenecen a la zona de vida bosque seco tropical con edades que oscilan entre los 28-45 años y
un sitio poco alterado. El rezago de los bosques de de EEFH en comparación con los anteriores,
posiblemente se debe al estado de desarrollo, disponibilidad de agua e influencia orográfica

CONCLUSIONES:

● Desde la primera intervención en 1989 en la reserva de Guanacaste se han visto cambios


considerables en la sucesión de especies y restauración del ecosistema a cargo de la
EEFH.
● Los estudios para este ecosistema son numerosos pues permite el análisis forestal,
24

animal e incluso también se extiende a los ecosistemas acuáticos en relación al uso de


los suelos y niveles de degradación en la superficie.
● Se analiza que más que la edad, las características propias de cada sitio influyen en la
recuperación que estos han tenido a lo largo del tiempo al igual que su uso anterior

5.2. Restauración de la vegetación del sotobosque del bosque de Jarrah después de la


minería de bauxita en Australia Occidental (Restoring a Jarrah Forest Understorey
Vegetation after Bauxite Mining in Western Australia by John M. Koch (2007).
Resumen
Australia occidental es uno de los puntos con mayor biodiversidad en el mundo, encontrándose
en promedio 163 especies por hectárea. Así mismo muchos de estos lugares son utilizados para
la extracción minera, donde la restauración, toma un papel importante para las áreas posteriores
a la minería y la recuperación de estas plantas. El 70% de la riqueza es devuelta por medio de
transferencia directa de tierra vegetal fresca, otra opción es la adición de semillas al voleo de
especies nativas del bosque de Jarrah, muchas de estas semillas tienen un previo tratamiento que
induce a su germinación ya sea al calor o humo. Por otra parte aproximadamente 20 especies son
plantadas en las áreas restauradas por multiplicación vegetativa o de cultivo de tejidos. Todo esto
con el objetivo de investigar métodos futuros que aumenten la densidad de especies pirófitas y
maximizar la diversidad de especies en el sotobosque en sitios de minas restaurados.

Introducción
Este proyecto es dirigido por Alcoa World Alumina, quienes operan dos minas de bauxita en
Willowdale y Huntly en Darling Range en el suroeste de Australia. Este lugar es un ecosistema
de bosque templado, a 300 msnm., con precipitaciones anuales desde 700 hasta 1300 ml, y una
superficie de restauración de 10.500 ha. Debido a la falta de conocimiento acerca de los bosques
de jarrah y su importancia en el ecosistema, se vuelve imprescindible devolver lo que había antes
de la minería.
Los pozos de extracción de cada mina pueden variar en tamaño desde una a decenas de
hectáreas. La rehabilitación de estas minas de bauxita inició en 1966, donde el suelo era devuelto
a los pozos y se hacian plantaciones de pinos y eucaliptos exóticos. El objetivo inicial fue
restaurar las áreas minadas para un uso productivo de la tierra, que fuera principalmente
maderero, pero la vegetación del sotobosque no fue considerada en ese momento.
Al pasar del tiempo el objetivo de la restauración en la mina se ha estado modificando en
relación a la operación del ecosistema forestal diverso. En 1990 Alcoa publicó un nuevo objetivo
de restauración que consiste en hacer los bosques de jarrah autosuficientes, mejorando y
manteniendo los valores de agua, madera, recreación y conservación.

La mina es explotada por vainas aisladas de 1 a 100 ha de área, en promedio 10 a 20 ha,


previamente la madera aprovechable es extraída, después de la cosecha de madera, se limpia la
vegetación restante, se remueve el suelo, se vuela o rasga con una excavadora la capa de bauxita,
para luego triturar y transportarla a las refinerías para su uso correspondiente.

Vegetación y flora del bosque de Jarrah


El bosque de jarrah es un bosque abierto esclerófilo seco a arbolado, inusual en Australia, ya que
está dominado principalmente por una mezcla de sólo dos especies de eucaliptos en toda su
25

extensión, Jarrah (Eucalyptus marginata) y Marri (Corymbia calophylla) Además, hay un


pequeño componente arbóreo, siendo las especies más comunes la banksia de toro (Banksia
grandis), el sheoak (Allocasuarina fraseriana), el Snottygobble (Persoonia longifolia) y el peral
leñoso (Xylomelum occidentale). El sotobosque consiste en arbustos esclerófilos de hasta 3 m de
altura, predominantemente de las familias Anthericaceae, Dasypogonaceae, Leguminosae,
Orchidaceae, Apiaceae, Epacridaceae, Asteraceae, Proteaceae, Restionaceae, Myrtaceae y
Cyperaceae.
Se clasificó el bosque de jarrah del norte en tipos de vegetación de sitio basados en un conjunto
de especies indicadoras del dosel y del sotobosque. Esta clasificación de tipos de vegetación del
sitio de Havel es el sistema de mapeo más utilizado en el bosque de jarrah del norte y es
utilizado por Alcoa en sus estudios de vegetación previos a la explotación. Tabla 4

Tabla 4. Breve descripción de algunos tipos de vegetación del bosque de jarrah del norte,
incluidos los que se ven afectados por las actividades mineras de Alcoa.

A diferencia de la mayoría de los bosques del mundo, la diversidad vegetal del bosque de jarrah
se encuentra en la vegetación del sotobosque. Aunque todo el bosque de jarrah del norte sólo
contiene aproximadamente 20 especies de árboles autóctonos, se estima que la flora de la región
contiene al menos 784 especies. Esta estimación incluye pantanos, arroyos y afloramientos
rocosos. En las zonas altas afectadas por la minería, se calcula que la flora contiene entre 300 y
400 especies de plantas autóctonas. En los lugares de estudio individuales de estas zonas de
bosque de montaña, el recuento de especies nativas es de 93-163 en un área de muestreo total de
0,04-0,1 ha.

Monitoreo de vegetación previo a la minería


Antes de la restauración en las áreas mineras pero así mismo para cualquier restauración, se debe
tener una zona de muestra de lo que se debe restaurar y el posible resultado de esta, en este caso
se establecieron 12-15 parcelas permanentes de 20x20 m en las zonas cercanas a las áreas
mineras, sin explotación, para poder identificar y medir todos los árboles y cobertura de todas las
plantas del sotobosque, en cuadrantes de 20 x 40 m (80 m2). Estas parcelas fueron monitoreadas
cada 5 años y así tener una comparación de parcelas idénticas en las minas restauradas.
Tanto las especies como las semillas o el material verde plantado son nativos que se encuentran
en áreas altas del bosque de jarrah en los tipos de vegetación T (ladera superior), S (Media
ladera) y P (media y baja pendiente). Tabla 2. Las efímeras en este caso fueron omitidas por su
rápido crecimiento para evitar su dominio en el área.

Sucesión de vegetación en minas de bauxita restauradas


26

La sucesión posterior a la perturbación en áreas no minadas, se ajusta más a la composición


florística inicial puesto que el fuego es una perturbación predominante en el bosque de Jarrah y
dada su adaptación estas mismas especies son las usadas en la mina. Se espera que las minas
sigan el modelo de composición florística inicial. Pero aquí hay que mencionar que la minería
puede ser mucho más destructiva, lo que puede ocasionar cambios en el entorno restaurado.

Los primeros trabajos se centraron en especies sucesivas, como por ejemplo, malas hierbas
nativas. Con la idea de crear un mecanismo de relevo y que fueran siendo reemplazados por
plantas típicas del bosque no perturbado.

A diferencia de las áreas no minados. se refleja una composición inicial de especies, con una
lenta ocupación por especies forestales a excepción de orquídeas que se desarrollan a medida de
que el sitio restaurado vaya adoptando un hábitat adecuado. Esto es por la falta de potencial de
dispersión de las especies autóctonas.

Las quemas controladas aumentan la densidad, riqueza y diversidad de especies en las minas
restauradas. Pero se restringe a especies de tipo sembrador. Y los rebrotadores se ven menos
afectados, encontrando que el 72-93% aumentaron densidad luego de la quema entre los 8-12
años.

La composición de la vegetación, no tuvo un cambio significativo durante los 14 años desde el


retorno del suelo y la siembra, por el contrario, es una fuerte composición inicial de especies. La
posterior invasión de nuevas especies forestales es muy transitoria a excepción de las orquídeas
que como se mencionó anteriormente estas van apareciendo de manera natural a medida que se
desarrolle un hábitat adecuado. Sin embargo, a lo largo de décadas, las minas de bauxita
restauradas, al parecer siguen el modelo de sucesión de composición florística inicial.

Fuentes de plantas
Se elaboró un protocolo de propagación de plantas que clasificaba las especies del bosque de
jarrah según el método más rentable para restaurarlas en las zonas minadas. Las 100 especies
más frecuentes en el bosque no minado de tres minas, dieron lugar a una lista total de 141
especies (Tabla 5). El protocolo comenzó con el método "más fácil" de restauración, es decir, las
especies que retornan bien desde el banco de semillas del suelo, luego las que invadieron con el
tiempo (en su mayoría especies de orquídeas), aquellas en las que era necesario recolectar y
esparcir semillas, luego diversos tratamientos para mejorar la germinación y, por último, las
especies que requerían técnicas de propagación más difíciles, como el cultivo de tejidos. En el
momento de la publicación (1994), de las 141 especies, 90 (64%) eran relativamente fáciles de
restablecer. Otras 33 (23%) eran susceptibles de ser sometidas a técnicas de propagación
vegetativa, incluido el cultivo de tejidos. cultivo de tejidos. Las 18 restantes (13%) eran especies
para las que los conocimientos de propagación eran limitados.
27

Tabla 5. Protocolo de propagación de especies de Alcoa.

- Banco de semillas de suelo


El banco de semillas de suelo puede aportar más del 70% de la riqueza de especies, de ahí se
debe su importancia. En el bosque de jarrah de Australia Occidental, el banco de semillas del
suelo varía desde varios cientos hasta unas 1500 semillas nativas/m2. Pero existen variables que
pueden interferir en el proceso de germinación, entre estas está la profundidad de las semillas, la
capacidad de las plantas de germinar y emerger de varios niveles de entierro y en general
diferentes procedimientos de manejo del suelo en el banco de semillas durante la minería de
bauxita. Lo que ha conllevado a las siguientes recomendaciones para maximizar la germinación
de semillas en la capa superior del suelo en restauración:

● En la estación seca retirar la capa superior del suelo de las nuevas áreas mineras y
devuelva el suelo a las áreas restauradas (sin periodo de almacenamiento) es decir,
retorno directo a la capa superior del suelo.
● Realizar la labranza final (desgarramiento profundo) también en la estación seca (verano
- otoño en este tipo de clima)
● Con una segunda remoción del suelo de aproximadamente 15 cm, asegurarse de que las
semillas no queden muy profundas evitando su germinación ya que la mayoría de estas,
no lo hace a una profundidad mayor de 2 cm

Las cargas de semillas en la capa superior del suelo son altas en comparación con la cantidad de
plántulas que se establecen después de la restauración de la mina de bauxita. En promedio hay
767 semillas fácilmente germinables por metro cuadrado en la capa superior del suelo forestal, a
pesar de esto, el establecimiento de plantas no supera las 10–20 plantas/m2.
Esto se debe a que la mayoría de las especies del sotobosque del bosque de jarrah, viables para
su germinación en la capa superior del suelo, no pueden germinar a una profundidad mayor de 2
cm y estas semillas en las áreas en restauración probablemente estén demasiado profundas para
germinar.

Temporada Semillas Germinables/m2 Especie 0,06/m2

El verano 435a 9.1a

Otoño 265b 7.4b


28

Invierno 207c 6.6b

Primavera 261b 7.5b


Tabla 6 Variación estacional en la densidad del banco de semillas del suelo forestal de jarrah no
minado

Dentro de las columnas de la Tabla 6, los números con la misma letra no son significativamente
diferentes en p = 0,05. Por lo que se muestra una gran variación en la probabilidad de
germinación en la época de invierno.

Concentrando el banco de semillas del suelo


Aproximadamente el 99% de las semillas pasan por una malla de 5mm, la grava contenida en la
capa de la mina es por lo general de dos tercios por peso. Se puede recolectar la capa superior
del suelo, esta se tamiza, separando la grava para tomar el suelo rico en semillas, el cual se puede
volver a esparcir en las áreas posteriores a restaurar. Luego se esparce la capa delgada de este
suelo rico en semillas después se rasga el suelo para así evitar que la semilla quede muy
enterrada, evitando su germinación. Si esto se hace en verano (depósitos de semillas altos) se
aumenta la eficacia. Otra opción es tomar una pequeña cantidad de tierra vegetal filtrada que
contribuya con plántulas provenientes de áreas con tierra vegetal antigua y así incentivar el
crecimiento de estas plántulas. La empresa encargada del proyecto Alcoa, ha utilizado esta
última opción en áreas donde no es posible trasladar toda la capa superficial del suelo o que por
las distancias el costo se aumente.

Figura 5: Relación entre plántulas por m2 respecto a tierra vegetal filtrada aplicada

De acuerdo a la figura 5 Las plántulas que emergen a la capa superior del suelo se concentran
con la filtración de la parte de la fracción de grava inerte (Soil spread after ripping), luego se
esparcen varias proporciones de aplicación sobre los suelos viejos almacenados (Soil spread
before ripping). Donde DR son los valores de la tierra vegetal de retorno directo total y diluido
en 1 m2 repartido en 5 m2 y las barras representan + 1 error estándar de la media de la muestra.

Semilla aplicada
Hasta la fecha se han probado con éxito 13 especies de “procedencia correcta”. Seis mostraron
un amplio rango de procedencia en todo el bosque de jarrah del norte y los otros siete tenían
tamaños de procedencia más pequeños (Tabla 7). Esta procedencia correcta se realiza por medio
29

de técnicas de análisis de ADN, determinando con más detalle la diversidad genética de las áreas
restauradas para que haya más probabilidad de que estas especies se adapten y mantengan.
Siempre teniendo presente que las semillas recolectadas deben ser locales, por lo que se
recolectan en un radio máximo de 20 km desde la mina donde se utilizarán.

Especies Procedencia Diámetro (km)


Bossiaea ornata 20
Cyathochaeta avenacea 22
Dampiera linearis Procedencia única sobre bosque de jarrah del
norte
Dryandra lindleyana 25
Eucalipto marginado Procedencia única sobre bosque de jarrah del
norte
Lechenaultia biloba Procedencia única sobre bosque de jarrah del
norte
Lomandra hermafrodita 14
Macrozamia riedlei Procedencia única sobre bosque de jarrah del
norte
Pteridium esculentum Procedencia única sobre bosque de jarrah del
norte
Tetraria capillaris Procedencia única sobre bosque de jarrah del
norte
T. octandra 24
Xantorrea gracilis 26
X. preissii 38
Tabla 7: Tamaño de procedencia de 13 especies de plantas forestales de jarrah determinadas a
partir de análisis de ADN y escala de diferenciación genética

La composición de la mezcla de semillas suele variar año tras año, puesto que depende de la
disponibilidad de especies, aun así siempre se incluirán las dos especies dominantes y
aproximadamente 78 a 113 especies de la flora del suelo. Muchas especies de Mimosaceae y
Papilionaceae (Leguminosae), se tratan con una perturbación que asegura la germinación sólo
después de un incendio, algunas solo con humo en vez de calor, sin embargo se desconocen otros
requisitos biológicos y de propagación de muchas otras especies del sotobosque de jarrah siendo
objeto de investigación tanto para Alcoa como para otros grupos de investigación.

La mayoría de las semillas se recolectan en poblaciones naturales del bosque de jarrah pero
cuando se tiene incertidumbre de la procedencia o estado de las semillas, Alcoa tiene huertos
semilleros en vivero y en suelo, con un riego controlado, buena aplicación de nutrientes, y
30

control de insectos, lo cual mejora la producción y la calidad de vida como se puede ver a
comparación de poblaciones naturales en la figura 6. donde primero se compara que la
producción de semillas en los dos invernaderos de Alcoa fue bastante alta, a diferencia de las
áreas naturales de bosque y bosque después del incendio. Luego la siguiente gráfica muestra su
porcentaje de depredación donde la tasa en los invernaderos es mucho más baja en comparación
con las áreas naturales.

Figura 6: Número de semillas por capítulo y porcentaje de semillas depredadas en dos huertos
semilleros y bosque natural quemado y no quemado de Dryandra lindleyana

Por otro lado, fue importante tener en cuenta el momento de la dispersión de semillas. Puesto
que en un estudio de 28 especies forestales, encontraron que la mayor tasa de germinación
ocurrió en temperaturas entre los 10-15 °C, es decir durante el periodo más alto de lluvias. Este
requisito de temperatura fresca es una adaptación que impide que muchas de las especies del
bosque de jarrah, germinen después de las lluvias de verano.

Plantación de Especies “Recalcitrantes”


Alcoa alcanzó el objetivo del 80% de riqueza de especies que se había fijado en 1990. Esto se
consiguió utilizando tierra vegetal devuelta directamente en más del 60% de la zona
post-minería, llevando a cabo la manipulación de la tierra vegetal y el desgarro en la estación
seca y aplicando una mezcla de semillas de 78-113 especies en las tres minas. Sin embargo, el
equilibrio de las formas de vida de las plantas era diferente al del bosque no minado, con una
sobreabundancia de especies resembradoras y efímeras y una escasez de rebrotadoras (Fig. 7).
Las especies rebrotadoras confieren al bosque de jarrah una gran resistencia a las perturbaciones
31

naturales, especialmente al fuego y al pastoreo, y por ello son un componente crucial del
ecosistema. Sin embargo, dado que las especies rebrotadoras suelen tener una producción de
semillas muy baja, estas especies son difíciles de restaurar a partir del banco de semillas del
suelo o de las semillas recolectadas.

Figura 7. Porcentaje de especies en varias categorías de formas de vida.

Los rebrotes comprenden la mayoría de las especies que se identificaron como no aptas para las
técnicas convencionales de restauración de minas.
El nuevo objetivo del 100% de riqueza de especies incluye el requisito de que el 20% de las
especies sean especies rebrotadoras difíciles de propagar. Éstas se denominan ''recalcitrantes''
debido a esta dificultad y están históricamente ausentes o poco representadas en las zonas
minadas restauradas.
Se construyó un laboratorio de cultivo de tejidos de 3 millones de dólares en el vivero de Alcoa
para producir plantas recalcitrantes para la restauración de la mina y para seguir investigando los
métodos de propagación. La producción de clones comenzó en 1992, la plantación experimental
en el campo se inició en 1995 y en 1999 se disponía de un número significativo de plantas para
la plantación rutinaria. En la actualidad se cultivan aproximadamente 12 especies de plantas por
medio de cultivos de tejidos. La mayoría de ellas son gramíneas, de las juncias (Cyperaceae),
juncos (Restionaceae) y algunas especies de las Anthericaceae (lilys) y Dasypogonaceae
(lomandras).
Muchas de estas especies, en particular los juncos y juncias parecidos a la hierba y los árboles
herbáceos de las Xanthorrhoeaceae, son la fuente de alimento favorita de los canguros en las
zonas restauradas tras la explotación minera y pueden morir por la presión del pastoreo
intensivo. Esto tiene dos implicaciones importantes: en primer lugar, que estas especies tienen
una función importante en el ecosistema restaurado como de los canguros, y en segundo lugar,
que las plantas necesitan protección cuando son pequeñas, ya que de lo contrario pueden morir
por el sobrepastoreo. Se utilizan pequeñas bolsas de malla para proteger las especies de hierba
especies de hierba del sobrepastoreo
32

Medición del éxito de la restauración


El momento adecuado para medir el éxito es cada año, en primavera, cuando la restauración
tiene un año de vida (15 meses), se establecen aleatoriamente entre cuarenta y ochenta parcelas
de muestreo de 80 m2 en cada mina. Se identifican todas las plantas de cada parcela y se puntúa
la frecuencia en cinco subparcelas de 16 m2. Se establecen parcelas de control idénticas en el
bosque no minado adyacente a cada mina. El muestreo en esta fase inicial tiene dos ventajas. En
primer lugar, proporciona una información rápida que permite introducir cambios o mejoras en
los procedimientos para el siguiente año de de las actividades de restauración. En segundo lugar,
las investigaciones muestran (Norman et al. 2006) que la riqueza de especies y la similitud
florística de los lugares restaurados con la vegetación intacta no aumenta a lo largo de una o dos
décadas y que el reclutamiento no asistido de especies de plantas nativas es extremadamente
lento o inexistente (véase Sucesión de la vegetación en minas de bauxita restauradas). Por este
motivo, la estrategia ha consistido en establecer una flora diversa lo más parecida posible al
bosque intacto en las zonas recién restauradas. Dada la dificultad de propagar muchas de las
especies de plantas del bosque de jarrah, no es práctico ni posible establecer todas las especies en
las densidades anteriores a la explotación minera. El restablecimiento de las densidades
anteriores a la minería también supone que no habrá propagación o reclutamiento de individuos
en las zonas restauradas. En el caso de las especies efímeras, rebrotadoras y
rebrotadoras/rebrotadoras, suele ser fácil restablecer las densidades anteriores a la minería.
No es práctico cultivar o plantar un número tan elevado de plantas. Al ser rebrotadora y se
propaga por medios vegetativos, se ha calculado que una densidad de plantación de
aproximadamente 50/ha proporcionará focos de propagación para T. capillaris y otras especies
con una forma de vida similar. Un simple recuento de especies (riqueza de especies) (excluyendo
excluyendo las malas hierbas y las especies "no locales") ha demostrado ser una medida útil del
éxito de la restauración. Se correlaciona bien con la diversidad de Shannon-Weiner en el bosque
restaurado e intacto (Fig. 8) y con el logaritmo de la densidad total de plantas en los lugares
restaurados (Fig. 9).

Figura 8 Relación entre la diversidad de Shannon-Weiner (H', utilizando la densidad de plantas


y el logaritmo natural) y la riqueza de especies (R) en los sitios restaurados en el bosque y en
1991 en parcelas de 80 m2. N = 49; R2 = 0,50.
33

Figura 9. Relación entre la riqueza de especies y la densidad total de plantas en sitios


restaurados de un año de edad en parcelas de muestreo de 80 m2. Nótese la escala logarítmica en
el eje x. N = 105; R2 = 0,306; p = 0,000.
Seguimiento
Lo siguiente será lograr una mayor similitud florística con el bosque intacto con relación a las
comparaciones con los tipos de bosque S, T y P mencionados en la tabla 7 y sus combinaciones.
Para el bosque restaurado usan la similitud de sorensen Ecuación 1 (medida de similitud de
presencia/ausencia) dando un resultado al año de la restauración con parcelas de 80m2 donde las
parcelas restauradas en 1988 dieron un valor medio de 34%, sin cambios significativos de 1 a 13
años en esas parcelas. La similitud media de las parcelas de bosque intactas entre sí fue de media
del 60 %. La similitud cuantitativa de Bray-Curtis Ecuación 2 la cual compara la diversidad de
especies, en sitios restaurados de un año de antigüedad con bosques intactos promedió 14%
(rango 11-18%), con similitudes de bosque a bosque de 22 a 72%, con un promedio de 47 %,
tampoco hubo similitud entre ellos durante 13 años. Los sitios restaurados en 2001 mostraron
mayores similitudes de Bray-Curtis con los sitios de bosques intactos, con un promedio de 22 %
en un rango de 8 a 43 %, lo que refleja cambios en las prácticas de restauración diseñadas para
representar mejor la composición de especies y las proporciones de la flora forestal intacta.
Debido a la minería los sitios restaurados presentan mayor riqueza de especies resembradoras y
efímeras como se mostró en la figura 7. Por lo que se espera que en un futuro se aumente la
densidad de especies que originalmente rebrotan en los sitios restaurados y así mismo aumentar
las medidas de similitud entre las áreas restauradas y el bosque intacto.

CONCLUSIONES
● Cada situación de restauración debe evaluarse individualmente para determinar hacia
dónde conduce la sucesión.
● Es difícil cambiar la composición de la vegetación una vez que se establece.
● Es ventajoso maximizar la diversidad de especies de plantas autóctonas apropiadas en
sitios recientemente restaurados. La invasión y la colonización son muy lentas, y una vez
que se ocupa un sitio, las tasas de supervivencia de especies nuevas, invasoras o
intercaladas son bajas y las especies establecidas no se desplazan fácilmente.
34

● Las restauraciones ecológicas son procesos de lento desarrollo, pues un área que ha sido
degradada es dificultosa su recuperación y muchas veces bastante cara si se realiza como
restauración activa la cual también es demorada, pero en relación con la pasiva se realiza
continuamente para un progreso óptimo y más acelerado.
● La restauración ecológica por tanto es el proceso de recuperar un ecosistema que fue
alterado y así entonces tener la posibilidad de tener bien sea las especies, servicios o
fauna con la que este se caracteriza, aunque difícilmente en la misma proporción que
poseía antes de su alteración.

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