La respuesta espontánea. Tipos de respuesta

A. Valoración o juicio moral.

B. Interpretativa.
C. Apoyo/consuelo.
D. Investigación.
E. Solución del problema
F. Empática.

A. Valoración o juicio moral.

Consiste en expresar la propia opinión en cuanto al mérito, la

utilidad o moralidad de cuanto el otro nos comunica. Lo
hacemos según nuestros valores morales considerados
válidos para nosotros. Le podemos hacemos sentir en
desigualdad moral o en inferioridad. Puede producir
sentimientos de culpa, inhibición, rebelión, disimulo o
angustia.

B. Interpretativa.

Ponemos el acento en un aspecto de los mensajes recibidos.

Lo interpretamos según nuestra propia teoría. Sensación de
haberle mal entendido. Puede producir sentimientos de
desinterés, irritación o resistencia al ver que su experiencia es
leída diferente a lo que nosotros hemos entendido.

C. Apoyo/Consuelo.

Animamos haciendo alusión a una experiencia común o

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minimizando la importancia de la situación e invitando a
desdramatizar. Tendemos a minimizar su reacción
presentándolo como desproporcionado o injustificado. Se
favorece la dependencia del coachee, cuando en coaching
queremos generar personas independientes, no lo contrario.
Puede generar mucho rechazo a ser tratado con piedad.
D. Investigación.
Son necesarias, siempre y cuando sean preguntas abiertas y
espaciadas. Las usamos para obtener más datos, profundizar
en la situación, ayudar al coachee a encontrar sus propias
respuestas, ampliar su mapa, generar nuevas opciones, etc.
O cuando sean para información tipo “ficha”, entrevista
inicial o de protocolo. Si abusamos puede generar
sentimientos de interrogación o acoso en el coachee. Mal
utilizadas pueden provocar alejamiento, inhibición, rechazo,
inundación de tu espacio.

E. Solución del problema.

Consiste en proponerle al otro una idea o resolución para
salir inmediatamente de la situación. Se le indica el camino,
el método, dándoles consejos de carácter definitivo que
pondrían fin a su problema y quizás a la conversación. No es
una solución, a veces, de la que el otro se haga responsable,
y no le satisface o le crea una obligación de adaptarla. Si sale
mal… ¿de quién será la culpa?

F. Empática.

Se concreta mediante la escucha activa y la reformulación

para asegurarnos de que hemos entendido el mensaje. Es
muy importante si lo que nos están comunicando es su
mundo interior: sus sentimientos. Es el tipo de respuesta
menos natural y menos espontánea. Si no se tiene

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experiencia puede parecer inútil, perjudicial o inadecuada
para mantener el diálogo. Es el resultado de un proceso
activo que requiere gran atención. Supone concentrarse
intensamente en el otro, en lo que dice y no dice. Nos
ponemos en su lugar para ver las cosas desde sus zapatos,
desde su mundo interior.

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