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Mons. JUAN ESPINOZA JIMÈNEZ
Secretario General del CELAM
PRESENTACIÓN
Todo hombre es como hierba
y toda su gloria como flor de hierba;
se seca la hierba y cae la flor,
pero la Palabra del Señor permanece para siempre’.
Y esta es la Palabra que les fue anunciada como Buena Noticia.
(1Pe 1,2425; cf. Is 40,69)
Con esta cita bíblica terminaba la Constitución Dogmática Dei Verbum, del Concilio
Vaticano II, en 1965, y así quiso iniciar el Papa Benedicto XVI su Exhortación Apostólica
Postsinodal Verbum Domini en 2010, estableciendo así una continuidad en la reflexión
bíblica de los últimos 50 años.
Nosotros, como pueblo de Dios que peregrina en América Latina y El Caribe, hacemos
parte de ese largo y fructífero caminar bíblico. En nuestro continente se ha impulsado con
entusiasmo un itinerario de escucha, acogida y anuncio de la Palabra. Ella ha sido
transmitida por medio de la catequesis, la reflexión de nuestros pastores y la celebración
festiva, y ha llegado a plasmarse en el arte y creatividad.
La Palabra nos ha ayudado a comprender la realidad como una continuación de la
historia de salvación y ha inspirado la vida y las luchas de nuestras pequeñas
comunidades.
Desde la primera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño,
reunida en Río de Janeiro (1965), hasta la última de Aparecida (2007), la Sagrada
Escritura ha sido una preocupación pastoral constante.
Puebla (1979) reconocía que el alma y fuente de la evangelización, la catequesis y la
enseñanza social de la Iglesia no podía ser otra que la Sagrada Escritura1 . Santo
Domingo (1992), en su Mensaje, ante el reto de una Nueva Evangelización, propone el
itinerario de los discípulos de Emaús como modelo del anuncio renovado de la Buena
Nueva2 . Aparecida (2007), finalmente, además de asumir una impronta bíblica en su
propuesta (“discípulos misioneros de Jesucristo”), plantea un nuevo paradigma para
presentar la función de la Sagrada Escritura en la vida y misión de la Iglesia: la Animación
Bíblica de la Pastoral3 . Con ello, hacía visible la larga trayectoria de reflexión de la
Federación Bíblica Católica (FEBIC), la cual, inspirada en la experiencia de las
comunidades eclesiales latinoamericanas, proponía la Animación Bíblica de la Pastoral
(en adelante ABP) a toda la Iglesia en su Asamblea Plenaria de Bogotá (1990).
El Papa Benedicto XVI nos indica cuál es el objetivo de la ABP: Mostrar que “la Iglesia
se funda sobre la Palabra de Dios, nace y vive de ella”, y “lograr que las actividades
habituales de las comunidades cristianas, las parroquias, las asociaciones y los
movimientos, se interesen realmente por el encuentro personal con Cristo que se
comunica en su Palabra”4 .
Finalmente, el Papa Francisco, quien presidió la comisión para la redacción del
documento final de Aparecida, nos recuerda que “toda la evangelización está fundada
sobre la Palabra de Dios, escuchada, meditada, vivida, celebrada y testimoniada”5. Las
Sagradas Escrituras son fuente de la evangelización.
Por lo tanto, hace falta formarse continuamente en la escucha de la Palabra. La Iglesia no
evangeliza si no se deja continuamente evangelizar. Es indispensable que la Palabra de
Dios sea cada vez más el corazón de toda actividad eclesial6 .
Está claro que la Iglesia ha optado por la ABP como un proyecto que renueva su
encuentro con la persona de Cristo y el anuncio de la Buena Nueva.
1
Cf. DC 372, 472, 1001.
2
Cf. DSD 1326.
3
Cf. DA 248.
4
VD 73.
5
EG 174.
6
Idem.
Las presentes orientaciones de ABP recogen ese camino de la Palabra en nuestro
continente y quieren ser un instrumento de comunión y pedagogía para llevar a nuestros
hermanos y hermanas de América Latina y El Caribe a un encuentro personal y eclesial
con Jesucristo, por medio de la Sagrada Escritura.
Nos inspiramos en el itinerario lucano de los discípulos de Emaús (Lc 24,1336) y
proponemos siete signos que reflejan las etapas de ese proceso: el Camino, el Peregrino,
la Escritura, la Casa, el Pan, el Corazón y la Comunidad.
Cada una de estas partes irá desarrollando los aspectos más relevantes en relación
con la ABP: la función de la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia; el contexto
latinoamericano y caribeño, iluminado por la Palabra de Dios; la Sagrada Escritura y su
dimensión cristológica; la dimensión comunitaria de la Palabra de Dios; su dimensión
sacramental y litúrgica; el perfil del animador bíblico de la pastoral.
Estas Orientaciones quieren ser instrumento para establecer un nuevo paradigma: la
Iglesia latinoamericana y del Caribe, que camina a la luz de la Palabra. De ahí que
comenzamos proponiendo un ejercicio de lectio divina, con el texto inspirador de este
documento (Lc 24, 1336), tomado de la traducción de la Biblia de la Iglesia en América
(BIA), con un comentario que quiere ser una ayuda para comprender el texto. Y
terminamos ofreciendo algunos instrumentos que permitan implementar este nuevo
paradigma en nuestras comunidades: una guía práctica para formar equipos de ABP, y
una guía práctica para elaborar un proyecto de ABP. Además, encontrarán una reseña
histórica.
Por último, es oportuno precisar que las Orientaciones que tienen en sus manos
responden a un trabajo que recoge el caminar de un largo proceso que ha venido
impulsando el CEBITEPAL, en conjunto con FEBIC LAC. Con todo, estamos conscientes
de que aún quedan muchos elementos que hay que seguir madurando. De ahí que la
condición de esta propuesta es ad experimentum y está abierta a recibir todos sus aportes
y sugerencias.
Agradecemos todo el apoyo recibido para la elaboración de estas Orientaciones y
confiamos en que sean recibidas en el mismo espíritu de amor por la Palabra de Dios con
el que fueron escritas.
Encomendamos este proyecto a la primera discípula misionera de la Palabra de Dios,
María, quien con su “sí”, nos enseñó a escuchar y hacer vida el plan de Dios.
P. JAN J. STEFANÓW
Secretario General de la FEBIC
abriendo camino. . .
Reverendos señores Obispos, Apreciados delegados de las Conferencias
Episcopales de América Latina y el Caribe, Hermanas y Hermanos en Cristo,
reciban el más cordial saludo de todos quienes conformamos la Federación Bíblica
Católica. De manera especial quiero saludarles a nombre de su Eminencia Cardenal Luis
Antonio Tagle, Arzobispo de Manila y Presidente de la Federación Bíblica Católica, a
nombre de los miembros del Comité Ejecutivo de la Federación, de los miembros del
Consejo de Administración y también en mi nombre propio, como el Secretario General de
la Federación Bíblica Católica.
1. Fidelidad a la historia.
Del 22 al 26 de julio del año 1985, en la ciudad de Bogotá tuvo lugar el “Primer
Encuentro Latinoamericano de Pastoral Bíblica”. En la declaración final de este
encuentro leemos:
Del 22 al 26 de julio de 1985 se realizó en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro
Latinoamericano de Pastoral Bíblica. Su organización estuvo a cargo de FEBICAM,
Federación Bíblica Católica Mundial, a través de la oficina de coordinación para
América Latina, con la colaboración del Departamento de Catequesis del CELAM.
En este Encuentro participamos setenta y siete representantes de veintidós países.
Constituimos la asamblea varios obispos, profesores de Sagrada Escritura en
seminarios e institutos universitarios, pastoralistas y agentes de pastoral bíblica,
tanto sacerdotes como miembros de institutos de vida consagrada, religiosos y
seculares, lo mismo que laicos, hombres y mujeres.
Entre recomendaciones, fruto de este encuentro, leemos:
3.1.1 Proponemos al CELAM que estudie la conveniencia de crear un
Departamento o Sección de Pastoral Bíblica.
3.1.2 Proponemos a las Conferencias Episcopales que estudien la conveniencia de
crear un departamento o comisión nacional de pastoral bíblica.
3.2.5 Recomendamos promover y potenciar la sección de Pastoral Bíblica del
Instituto Pastoral del CELAM en Medellín.
3.2.6 Recomendamos a FEBICAM elaborar un manual de Pastoral Bíblica
utilizando los aportes de este Encuentro.7
Del 17 al 23 de julio del año 1989, en Mendes, Rio de Janeiro, tuvo lugar el “Segundo
Encuentro Latinoamericano de Pastoral Bíblica”. En la declaración final de este
encuentro leemos:
Convocados por la Palabra de Dios, y respondiéndole en la fe mediante un
animado "Héme aquí" (Is 6.8), nos reunimos en Mendes, Rio de Janeiro,
representantes de Argentina. Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Costa Rica, El
Salvador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago,
Uruguay, con observadores invitados de Europa, Canadá y Estados Unidos, del 17
al 23 de Julio de 1989, para participar en el II Encuentro Latinoamericano de
Pastoral Bíblica.
El Encuentro fue organizado por FEBICAM, Federación Bíblica Católica Mundial,
coordinación de América Latina, en colaboración con el Departamento de
Catequesis del CELAM (DECAT) y la Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB).
Constituimos la Asamblea varios obispos, sacerdotes diocesanos y religiosos,
religiosas y laicos, hombres y mujeres, todos agentes de Pastoral Bíblica.
7
Toda la documentación y materiales de este encuentro, como también la lista de participantes se
puede encontrar en el número 373839 de la revista “La Palabra Hoy” del año 1985.
Aun cuando representamos varias experiencias, enfoques y métodos, nos
sentimos miembros de una única Iglesia, en un clima de escucha respetuosa,
confrontación y reflexión orante, para "oír lo que el Espíritu quiere decir a las
Iglesias" (Ap 2,7. 17.29; 3,6.13.22).
Hemos tenido presente el 1er. Encuentro de Pastoral Bíblica, realizado en Bogotá
en Julio de 1985, y se nos invitó a efectuar el presente Encuentro como
preparación continental a la IV Asamblea Plenaria de FEBICAM, que se celebrará
en Bogotá del 26 de Junio al 7 de Julio de 1990, para asociarnos a la
conmemoración de los 500 años de la Evangelización de América.8
Un año después, del 26 de Junio al 07 de julio 1990 se celebró en Bogotá la IV
Asamblea Plenaria de la Federación Bíblica Católica bajo el tema “La Biblia y la Nueva
Evangelización”.
Fue durante esta IV Asamblea de la Federación Bíblica Católica en Bogotá, cuando
se comenzó a hablar de la necesidad de destacar la centralidad de la Palabra de Dios en
la vida y actividad pastoral de la Iglesia. En el documento final, entre las recomendaciones
prácticas, leemos:
8.1.2 Hacemos un llamado a los obispos y a las conferencias episcopales para
que concedan al apostolado bíblico la prioridad que le corresponde en sus
iniciativas pastorales, y para que lo impulsen por medio de la formulación de un
plan de pastoral bíblica, y de la concientización de los fieles a través de cartas
pastorales sobre el apostolado bíblico y otros medios apropiados, tales como la
celebración de domingos, semanas, o meses, e incluso años de la Biblia,
especialmente en aquellos lugares en los que aún no se hace esto.
Tres años después de la Asamblea General de Bogotá, en el año 1993, apareció
un documento de la Federación Bíblica Católica esbozando «las orientaciones de la
pastoral bíblica al final del segundo milenio» a la luz de aquella Asamblea General de la
FEBIC, publicado en el Boletín Dei Verbum, donde entre otras cosas se dice:
“La pastoral bíblica no se debe considerar como relacionada sólo con un sector
particular de la Iglesia, dado que la referencia al texto bíblico y a la Buena Nueva
contenida en él debería ser la base de todo el conjunto de la pastoral y de la misión
d ella Iglesia. (...) Desde esta perspectiva, quizá sería mejor hablar de “la
animación bíblica” de toda pastoral y de toda la misión de la Iglesia. Se trata de
procurar que el mensaje bíblico en toda su profundidad sea uno de los puntos de
referencia fundamentales de búsqueda de la Palabra de Dios para la comunidad
cristiana y para el mundo contemporáneo, que anime e inspire nuestro compromiso
de cristianos en todo lo que buscamos realizar en la vida”.9
8
Toda la documentación y materiales de este encuentro, como también la lista de participantes se
puede encontrar en el número 54 de la revista “La Palabra Hoy” del año 1989.
9
Thomas P. Osborne, “Orientaciones de la pastoral bíblica al final del segundo milenio”, Boletín Dei Verbum, No.
28, 3/1993, pág. 4.
Un año antes del Sínodo sobre la Palabra de Dios, en el año 2007, los obispos
latinoamericanos reunidos en Aparecida, en el documento final de esta Asamblea
General de CELAM declararon:
248. Se hace, pues, necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como
don del Padre para el encuentro con Jesucristo vivo, camino de “auténtica
conversión y de renovada comunión y solidaridad”. Esta propuesta será
mediación de encuentro con el Señor si se presenta la Palabra revelada,
contenida en la Escritura, como fuente de evangelización. Los discípulos
de Jesús anhelan nutrirse con el Pan de la Palabra: quieren acceder a la
interpretación adecuada de los textos bíblicos, a emplearlos como
mediación de diálogo con Jesucristo, y a que sean alma de la propia
evangelización y del anuncio de Jesús a todos. Por esto, la importancia de
una “pastoral bíblica”, entendida como animación bíblica de la
pastoral, que sea escuela de interpretación o conocimiento de la Palabra,
de comunión con Jesús u oración con la Palabra, y de evangelización
inculturada o de proclamación de la Palabra. Esto exige, por parte de
obispos, presbíteros, diáconos y ministros laicos de la Palabra, un
acercamiento a la Sagrada Escritura que no sea sólo intelectual e
instrumental, sino con un corazón “hambriento de oír la Palabra del Señor”
(Am 8, 11).
Todo este proceso de toma de conciencia sobre la centralidad de la Palabra de
Dios en la vida y la misión de la Iglesia, encontró su punto culminante en el Sínodo
celebrado en el año 2008. En la Exhortación Apostólica Postsinodal “Verbum Domini” el
Papa Benedicto XVI escribió:
El Sínodo ha invitado a un particular esfuerzo pastoral para resaltar el puesto
central de la Palabra de Dios en la vida eclesial, recomendando «incrementar la
“pastoral bíblica”, no en yuxtaposición con otras formas de pastoral, sino como
animación bíblica de toda la pastoral». (VD 73)
Y así llegamos al año 2009, cuando del 09 al 12 de julio, en Bogotá, tuvo lugar así
denominado “Primer Encuentro Latinoamericano de Animación Bíblica de la
Pastoral”.
Si bien la Federación Bíblica Católica aparece como coorganizador del encuentro,
mirando la lista de los participantes descubrimos, que en el encuentro participaron sólo los
representantes de las Conferencias Episcopales del continente y ningún representante de
los casi ochenta miembros asociados de la FEBIC, si no contamos al entonces
Coordinador regional de FEBICLAC, Padre Gabriel Naranjo, quien sí participó en el
encuentro, como representante de todos ellos.
Llama también la atención la denominación de este encuentro como el “Primer
Encuentro Latinoamericano de Animación Bíblica de la Pastoral”, marcando clara
discontinuidad con los dos encuentros anteriores.
El mensaje final de este encuentro está firmado por “Obispos y Directores de
Animación Bíblica de la Pastoral de las Conferencias Episcopales de: México, Costa Rica,
Panamá, Cuba, República Dominicana, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, Paraguay, Uruguay,
Argentina, Chile y Colombia”
2. Un proceso continuo
Nos reunimos aquí hoy en el cuarto encuentro dedicado a la animación bíblica de
la pastoral organizado en el continente Latinoamericano en la época postconciliar. Todos
estos encuentros, aunque convocados con nombres diferentes, han sido etapas de un
mismo proceso de reflexión, de enriquecimiento mutuo y de crecimiento.
Conviene que seamos conscientes de que nos ubicamos dentro de un proceso iniciado en
los años ochenta y que conservemos el carácter polifónico y pluriforme des este proceso,
que es un proceso eclesial.
Y para terminar, quisiera repetir lo mismo que ya dije en el año 2013 en el cierre
del I Congreso Latinoamericano de Animación Bíblica de la Pastoral en Lima: desde el
Secretariado General de la Federación Bíblica Católica se ve claramente, que la Iglesia de
América Latina está muy por delante de otras regiones del mundo en cuanto a la
Animación Bíblica de la Pastoral.
¡Asuman este protagonismo y no le tengan miedo! Vayan avanzando en su
búsqueda y sigan abriendo camino, que el resto de la Iglesia irá asumiendo con el tiempo.
¡Que el Espíritu del Señor les acompañe!
¡Les deseo un fructífero encuentro!
¡Gracias!
CONCILIO VATICANO II DEI VERBUM
23 b Los exegetas católicos, y demás teólogos deben trabajar, aunando diligentemente sus
fuerzas, para investigar y proponer las Letras divinas, bajo la vigilancia del Sagrado Magisterio,
con los instrumentos oportunos, de forma que el mayor número posible de ministros de la
palabra puedan repartir fructuosamente al Pueblo de Dios el alimento de las Escrituras, que
ilumine la mente, robustezca las voluntades y encienda los corazones de los hombres en el
amor de Dios.
24.b Las Sagradas Escrituras contienen la palabra de Dios y, por ser inspiradas, son en verdad
la palabra de Dios; por consiguiente, el estudio de la Sagrada Escritura ha de ser como el alma
de la Sagrada Teología. También el ministerio de la palabra, esto es, la predicación pastoral, la
catequesis y toda instrucción cristiana, en que es preciso que ocupe un lugar importante la
homilía litúrgica, se nutre saludablemente y se vigoriza santamente con la misma palabra de la
Escritura.
25. Es necesario, pues, que todos los clérigos, sobre todo los sacerdotes de Cristo y los demás
que como los diáconos y catequistas se dedican legítimamente al ministerio de la palabra, se
sumerjan en las Escrituras con asidua lectura y con estudio diligente, para que ninguno de ellos
resulte "predicador vacío y superfluo de la palabra de Dios que no la escucha en su interior",
puesto que debe comunicar a los fieles que se le han confiado, sobre todo en la Sagrada
Liturgia, las inmensas riquezas de la palabra divina.
Escuela Bíblica del CELAM junto a los representantes de las Conferencias Episcopales y
otras instituciones comprometidas en la Animación Bíblica de la Pastoral, reunidos en la
ciudad de Quito en el marco de la coordinación continental de ABP, y como Región
Latinoamericana y Caribeña de la Federación Bíblica Católica, suscribimos y nos
comprometemos a implementar la siguiente Hoja de Ruta, teniendo como plazo de
término el año 2019 .
ÁREAS DE DESARROLLO
I. ARTICULACIÓN
1. Promover, desde una perspectiva profética, la transformación social, en medio de
este cambio de época.
2. Apoyar procesos de conversión pastoral de las Iglesias locales, que conduzcan a la
implementación de planes pastorales orgánicos, desde la perspectiva de la
comunión y la sinodalidad (caminar juntos).
3. Favorecer el uso de internet para mantener la regularidad de reuniones entre todas
las instituciones involucradas en la ABP.
4. Seguir promoviendo la creación y consolidación de equipos de ABP a todo nivel.
5. Promover la celebración de un Año Bíblico 20192020 con ocasión de los 50 años
de la fundación de FEBIC y la conmemoración de los 1600 años de la muerte de
San Jerónimo.
6. Fomentar vínculos con Sociedades Bíblicas.
II. SUBSIDIOS
1. Elaborar e intercambiar subsidios (cartillas o trípticos) inspirados en las
Orientaciones de Animación Bíblica de la Pastoral para América Latina y el Caribe,
adaptados a los diversos ámbitos y realidades pastorales.
2. Difundir los Estatutos de FEBICLAC entre Obispos, Conferencias Episcopales y
miembros asociados
3. Elaborar un folleto divulgativo de la FEBIC
III. FORMACIÓN
1. Promover una formación que considere el diálogo interdisciplinario con otros
ámbitos eclesiales y socioculturales.
2. Continuar apoyando la realización de talleres, escuelas, seminarios y otros cursos
de capacitación en clave de ABP, privilegiando la formación en medios populares y
la formación de líderes.
3. Implementar procesos formativos para los discípulos misioneros inspirados en
diversos itinerarios bíblicos y en la propuesta de Aparecida (DA Nº 240 y ss).
4. Promover programas de formación para seminarios y casas de formación religiosa.
5. Fortalecer y revitalizar los espacios de formación para agentes de ABP con sentido
profético, en diálogo con las diversas realidades sociopolíticas y culturales y, en
función de los criterios de las Orientaciones de Animación Bíblica de la Pastoral
para América Latina y el Caribe.
6. Continuar la difusión de la práctica de la lectura orante en todos los niveles de la
Iglesia, de modo que se convierta en un estilo de vida de los discípulos misioneros.
7. Implementar el curso DEI VERBUM ofrecido por la FEBIC.
IV. COMUNICACIÓN
1. Continuar el proceso de difusión de la ABP en América Latina y el Caribe en
función de Aparecida Nº 248 y Verbum Domini Nº 73 considerando los siguientes
aspectos:
a. Dando a conocer las Orientaciones de Animación Bíblica de la Pastoral para
América Latina y el Caribe.
b. Elaborando un folleto común básico que explique en qué consiste la ABP y
sus tres dimensiones: interpretación, comunión y evangelización con la
Palabra.
c. Creando un portal web para promover la participación de todos y el
conocimiento de experiencias significativas de ABP y programas y eventos
relacionados.
d. Traduciendo materiales disponibles a las distintas lenguas.
e. Manteniendo una opción preferencial por los jóvenes (difundir proyecto
Lectionautas) y los pobres.
2. Elaborar un directorio de profesores, docentes, predicadores que sirva como
referencia para apoyar la realización de encuentros, retiros, seminarios en las
Iglesias Particulares.
3. Promover la implementación de un tiempo especial dedicado a la Biblia durante el
año (día, semana, mes), con subsidios inspirados en la ABP.
Mensaje de los Participantes del
II Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Responsables de ABP
alegría, valentía y pasión
“De muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los
profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo” (Hb. 1, 12).
Los participantes del II Encuentro Latinoamericano y Caribeño de responsables de
Animación Bíblica de la Pastoral (ABP), reunidos en Quito, Ecuador, hemos experimentado la
hospitalidad de su gente y hemos admirado en su arte la identidad de la fe cristiana que han
sembrado tantos evangelizadores en nuestro continente. Deseamos con este mensaje contagiar
ese mismo impulso misionero a todos los evangelizadores comprometidos con la ABP que la llevan
adelante con alegría, valentía y pasión.
La Palabra de Dios ilumina a todo ser humano para comprender el Misterio de la Salvación
y Redención: Jesucristo, con sus palabras y obras nos revela a Dios Padre misericordioso que nos
lleva de la muerte a la vida y nos hace hijos e hijas, hermanos y hermanas. El animador bíblico es
un testigo de esta obra y un profeta que participa en la historia de su pueblo, tratando de
orientarla y transformarla según la Palabra de Dios. Así, motivados por tan grande revelación,
conscientes de que somos sal y luz del mundo, continuamos el trabajo que otros ya iniciaron
desde el Concilio Vaticano II, el magisterio latinoamericano y los encuentros anteriores de la
Federación Bíblica Católica (FEBIC) y Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Nuestro encuentro estuvo guiado por el texto de Lucas 24, uno de los relatos más leídos y
amados de las apariciones de Jesús Resucitado, que se propone como guía del documento
“Orientaciones de Animación Bíblica de la Pastoral para América Latina y el Caribe”En este
documento se destacan siete símbolos: el Camino, el Peregrino, la Escritura, la Casa, el Pan, el
Corazón y la Comunidad, los cuales estructuran el itinerario de la ABP. Estamos todos invitados a
conocerlo e implementarlo en nuestra vida pastoral.
A partir de lo anterior trabajamos en la “Hoja de ruta 2016 a 2019”en base a los aportes
recibidos de los miembros de FEBIC los cuales fueron sistematizados y sirvieron para la
elaboración de la nueva hoja de ruta en cuatro aspectos: la formación, la comunicación, la
articulación y subsidios necesarios para implementar la ABP de un modo eficaz.
Destacamos el espíritu de comunión que animó nuestra convivencia y que condensa el
carácter de una iglesia sinodal, que se refleja en estructuras más participativas, donde trabajamos
laicos, religiosos y ministros ordenados, varones y mujeres, de diferentes países y culturas. A nivel
de comunicación, uno de los desafíos prioritarios es incorporar la riqueza lingüística del habla
indígena, portuguesa, inglesa, francesa y castellana para seguir creciendo.
La comunión con la Palabra nos permitirá crear pensamientos y acciones colectivas, donde
la Sagrada Escritura es la fuente desde donde manarán los proyectos y concreciones en beneficio
de nuestros pueblos en ámbitos socioculturales, políticos y económicos.
En el Año jubilar de la Misericordia, junto a María, Estrella de la Evangelización, invitamos a
los Obispos, Sacerdotes, Diáconos, Religiosos, Religiosas, Agentes pastorales y Laicos a asumir esta
misión de animar toda nuestra vida pastoral desde la Palabra de Dios.
Quito, 14 de agosto de 2016