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La Biblia está dividida en dos pactos; el Antiguo y el Nuevo, las palabras Ley
(Antiguo) y Gracia (Nuevo) los describen, ambas palabras pueden sumar el
total de la revelación de las Escrituras. Dijo el apóstol Juan “Pues la ley por
medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de
Jesucristo” Jn. 1:17.
Es importante que se entienda la distinción entre el Antiguo y el Nuevo
Pacto, para así tener un entendimiento básico de la Palabra de Dios y para
no caer en falsa doctrina.
• El Antiguo Pacto era preparativo para el Nuevo.
• El Antiguo dice qué no hacer; el Nuevo dice lo que Cristo hizo y lo que
hará por los creyentes.
• El Antiguo pone bajo servidumbre; el Nuevo da libertad en Cristo, Jn. 8:36.
• El Antiguo incluye maldición; el nuevo imparte bendición, Hch.3:26.
• El Antiguo muestra que se es pecador; el Nuevo muestra lo que se es en
Cristo, 2 Co. 5:17.
• El énfasis del Antiguo es hacer; el énfasis del Nuevo es ser.
• El Antiguo crea expectativas que en el Nuevo se realizan por gracia, Ro. 6:14.
• En el Antiguo el hombre busca a Dios; en el Nuevo Dios busca al hombre,
Jn. 3:16.
• En el Antiguo el hombre es condenado por ser pecador; en el Nuevo es
perdonado de sus pecados por medio de Cristo, Ro. 8:1.
• En el Antiguo Dios dice “no puedes”; en el Nuevo Cristo dice “yo puedo”,
Fil. 4:13.
• En el Antiguo hay malas noticias; el Nuevo es de buenas nuevas, el
evangelio del Señor Jesucristo.
• El Antiguo fue dado a una nación (Israel); el Nuevo a la iglesia, ahora del
judío y del gentil ha creado un Nuevo cuerpo, Ef. 2:11-16.
• El Antiguo era excluyente (Dt. 7:6-8); el Nuevo es incluyente, Gá.3:28 ;
Ro. 10:12 y Ap. 7:9.
¿Por qué era necesario un Nuevo Pacto?
A. Por causa de la muerte y el pecado, He. 9:15 y Ro. 8:2.
B. Por causa de la debilidad del hombre, He.7:22-28.
C. Porque la ley del Antiguo Pacto no puede salvar, Ro. 3:21-28 ; Gá.
2:16 y 3:10-11.
D. Porque la ley del Antiguo Pacto fue dada por causa del pecado, para que
finalmente llevara a Cristo; el mediador del Nuevo Pacto, Gá. 3:19-24.
E. Para que abundara la gracia y la vida eterna, Ro. 5:20-21.
Los dos pactos son interdependientes; cada uno es incompleto sin el otro,
son necesarios en el plan de Dios para redimir al hombre y proveer salvación
N. A las tres de la tarde Jesús clamó, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me
has desamparado?” luego murió, Mr. 15:33-37.
1. Los soldados romanos no le quitaron la vida a Cristo, Él la
entregó voluntariamente, Jn. 10:17-18.
2. El Padre entregó a su Hijo por amor a los pecadores, Ro. 8:32.
O. Ni la tumba ni la muerte lo pudieron retener; Jesús resucitó, Mr. 16:1-6.
CONCLUSIÓN: Cristo sigue obrando por medio de siervos que hacen su
voluntad, Mr. 16:15-21 y Ro. 15:17-18, Se sigue el ejemplo de Cristo
mediante el servicio a Él, teniendo su mente y corazón.
1. Jesús y el Padre son uno, Jn. 10:30. Uno en poder, uno en gloria,
uno en omnipotencia.
2. Jesús dio a conocer al Padre, Jn. 1:18.
3. Al ver a Jesús se ve al Padre, Jn. 14:8-9.
4. Jesús estaba en el Padre y el Padre en Jesús, Jn. 17:21.
5. Al conocer a Jesús se conoce al Padre, Jn. 17:3.
6. El Padre es el Dios verdadero y Jesús es el Dios verdadero, Jn.
17:3 y 1 Jn. 5:20.
F. Jesús es Creador, Jn. 1:3 “Todas las cosas por él fueron hechas”.
1. Jesús fue el motivo de la creación, Ap. 3:14 “el principio de la
creación”.
2. Dios creó el mundo por medio de Jesús, Col. 1:16 y He. 1:1-2.
3. Todo fue creado para Jesús, Col. 1:15-16 “el primogénito de toda
creación…todo fue creado por medio de él y para él.”
G. Jesús es la vida, Jn. 1:4 “En él (Verbo) estaba la vida” Jesús el Verbo,
da y mantiene todo con vida.
1. Jesús es el Autor de la vida, Hch. 3:15.
2. Jesús sostiene todo con vida, He. 1:3. “y todas las cosas en Él
subsisten” Col. 1:17.
3. Jesús da vida eterna, Jn. 11:25 y 1 Jn. 5:11-13.
II. ¿Por qué el “Verbo” (Dios) se hizo carne? Jn. 1:4-5,14,18.
A. Para revelarse a los hombres, Jn. 1:4,5 “En él (Jesús) estaba la vida y la
vida era luz de los hombres”; para ser el Salvador de todo el mundo.
4. La luz; Jesús, se manifiesta a todo hombre, porque Dios desea
que todos sean salvos, Jn. 1:9 “Aquella luz verdadera, que alumbra
a todo hombre, venía a este mundo.”
5. Dios se hizo carne, Jn. 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne” Se
hizo carne para ser el Salvador de todo el mundo, Jn. 1:29; Mt.
1:21-23 y Lc. 2:11.
B. Para dar a conocer al Padre (Dios), Jn. 1:18 “A Dios nadie le vio
jamás; el unigénito hijo….él le ha dado a conocer.”
1. Para que el mundo conozca a Dios, Jn. 17:3.
2. Para que el mundo conozca el amor de Dios, Jn. 17:25-26.
3. Dios se hizo hombre, Jn. 1:14. “Y aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito
del Padre)” ¡Jesús perfectamente dio a conocer al Padre!
4. Jesús es la imagen del Dios invisible, Col. 1:15.
III. Jesús es el “Yo Soy”, Jn. 5:26 y 8:57.
A. “Yo soy el pan de vida” Jn. 6:35. El pan que da vida eterna y satisface
el alma.
B. “Yo soy la luz del mundo” Jn. 8:12. La luz que alumbra a todo el que
viene a Él, y convierte al hombre que viene a la luz.
C. “Yo soy la puerta,” Jn. 10:9. La puerta que lleva a la vida eterna.
D. “Yo soy el buen pastor” Jn. 10:11. El buen pastor que dio su vida por
sus ovejas.
E. “Yo soy la resurrección y la vida” Jn. 11:25. El que da la esperanza de
la resurrección y la vida eterna en el cielo.
F. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” Jn. 14:6. Es el único camino que
lleva a la vida eterna en el cielo, y la verdad que da verdadera libertad.
G. “Yo soy la vid verdadera” Jn. 15:1. El que nutre a los creyentes para
que lleven fruto que permanece, separados de Él nada se puede hacer.
CONCLUSIÓN: Jesús, siendo Dios, voluntariamente hizo a un lado su gloria,
su poder y su deidad para sufrir la agonía de la cruz y morir por los
pecadores. Voluntariamente se despojó de su deidad para ser un siervo, ser
pobre, para cargar con los pecados de todos y para brindar salvación eterna,
Fil. 2:5-8 y 2 Co. 8:9.
6. Jehová Jireh: Dios es nuestro proveedor, Jesús dijo "Yo soy el pan de
vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí,
no tendrá sed jamás” Jn. 6:35.
7. Jehová Shalom: El Señor es nuestra paz.
• Jesús dijo “La paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el
mundo la da" Jn. 14:27.
• Su nombre es "Príncipe de Paz" Is. 9:6.
8. Jehová Rohi: el Señor es nuestro Pastor. Jesús dijo "Yo soy el buen
pastor” Jn. 10:11. Jesús dijo "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las
conozco, y me siguen” Jn. 10:27.
9. Jehová Sidkena: el Señor justicia nuestra, "Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él” 2 Co. 5:21.
10. Jehová Rafa: el Señor nuestro sanador.
• Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
fuimos nosotros curados” Is. 53:5.
• "Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas…sanando toda
enfermedad y toda dolencia en el pueblo” Mt. 9:35.
Cristo es Dios: es digno de tener en todo la preeminencia.
III. Jesús es digno de tener la preeminencia porque Él es Señor, Col.
1:17-18.
A. ¿Cómo vivir de acuerdo al Señorío de Cristo? Ro. 14:7-8.
• Vivir una vida sometida a Él, con su gozo, confiando en Él, con una
vida santa, haciendo su voluntad, amándolo, honrándolo,
obedeciéndolo, vivir para conocerlo y valorar su conocimiento más
que todo lo que este mundo ofrece, con una vida crucificada.
• Caminar con Él y deleitarse en su presencia, amando como Él y
amar lo que Él ama, que Él sea el deseo y motivo de vivir,
considerando un privilegio el pasar por sufrimientos y pruebas,
consagrado a Él, amando la justicia y aborreciendo el pecado,
viviendo como Juan el bautista "Es necesario que él crezca, pero que
yo mengüe” Jn. 3:30.
B. ¿Cómo se le sirve cuando Jesús es Señor en todo? Col. 3:23-24.
Fielmente, siendo su siervo y su esclavo, consciente de que se le
representa, sirviendo solamente para su gloria, sirviendo para
agradarlo solo a Él, rindiéndose a Jesús para hacer su perfecta
voluntad, ver al mundo perdido con sus ojos y el corazón conmovido
a tener compasión. Entender que ningún costo es demasiado por
servirle y ser usado por Él, depender de su gracia para servirle por
amor y estar dispuesto a hacer cualquier cosa que Él pide hacer.
II. La salvación no es por obras, sin embargo tiene como fruto buenas
obras, Tit. 2:14.
A. Personas que no conocen a Dios, que no son salvos, son incapaces de
tener buenas obras, Tit. 1:15-16 “reprobados en cuanto a toda buena
obra”.
B. La gracia por la cual salva, produce una vida piadosa y santa, Tit. 2:11-12.
C. Cristo redimió a los creyentes para purificarlos y para que sean
celosos de buenas obras, Tit. 2:14.
D. La salvación transforma al pecador en una nueva criatura, Tit. 3:5-6
y 2 Co. 5:17.
1. Lavada de pecado, 1 Jn. 1:7.
2. Regenerada, nacida de nuevo en la familia de Dios.
Regeneración; engendrados por Dios, Jn 1:12-13.
3. Renovada, por medio del Espíritu Santo.
III. La sana enseñanza de la Palabra de Dios produce buenas obras en
los cristianos, Tit. 2:1-15.
A. Ejemplos de cristianos que adornan la doctrina bíblica con su manera
de vivir, Tit. 2:1-10 “para que en todo adornen la doctrina de Dios
nuestro Salvador.”
4. Ancianos (maduros en la fe); "sobrios, serios, prudentes, sanos en
la fe” Tit. 2:2.
5. Ancianas; reverentes, maestras del bien, buen ejemplo a las
jóvenes, Tit. 2:3.
6. Mujeres jóvenes; esposas y madres buenas, cuidadosas de su casa,
Tit. 2:4-5.
7. Los jóvenes; ejemplo de buenas obras y prudentes, Tit. 2:6-8.
8. Los siervos; fieles y de buen testimonio, Tit. 2:9-10.
B. Es la responsabilidad del pastor enseñar sana doctrina con toda
autoridad y la iglesia tiene la responsabilidad de escuchar y poner
en práctica lo aprendido, Tit. 2:15.
muerte) le ruega que lo reciba “no ya como esclavo, sino como más que
esclavo, como hermano amado” Flm. 16.
Esta carta enseña cómo se debe recibir a un hermano que ha causado daño,
instruye sobre lo que significa ser un pacificador e intercesor que ruega por
la reconciliación entre dos hermanos.
“Si no te critican por tu fe, no tienes fe”, lo mejor que le puede pasar a un
cristiano es que haya oposición a su fe, porque en esa manera va a crecer en
su fe y va a ser más como Cristo, 1 P. 1:7 y 2:20-21.
Las recompensas en el cielo serán bendiciones, pues no solo se irá al cielo,
donde ya no va a haber sufrimiento, además habrán recompensas allí (Mt.
5:12). Si hay gozo con las bendiciones terrenales; cuánto más las
bendiciones eternas que sobrepasarán todo el bien y el gozo que se pueda
tener en esta vida.
Si se sufre por hacer lo recto delante de Dios y por causa de Cristo, no es
porque el Señor haya dejado de bendecir, es por que Dios está dando la
oportunidad de tener recompensas en el cielo y ser bendición por causa de
su nombre aquí en la tierra.
Hay tres clases de sufrimiento:
• Común: cosas por las cuales todos sufren, enfermedad, etcétera.
• Carnal: por los propios pecados.
• Cristiano: por la fe en Cristo.
En la primera epístola de Pedro, el Apóstol enseña cómo el cristiano debe
responder a la oposición de su fe (1 P. 1:6-9), todo cristiano va a sufrir
oposición por su fe.
C. Se debe reconocer que hay otros cristianos que también sufren por su
fe, 1 P. 5:9.
D. Hay que tener gozo por participar en los padecimientos de Cristo; en
el cielo habrá recompensa, 1 P. 4:13.
IV. Hay que seguir el ejemplo de Cristo, 1 P. 2:21-25.
A. Tal y como fue la voluntad de Dios, que Cristo sufriera, también es su
voluntad que algunos cristianos sufran por su fe, 1 P. 4:19.
B. Se debe responder como Cristo respondió, 1 P. 2:22-23.
1. Bendiciendo a los que hacen mal, Lc. 6:27-29.
2. Amando a los que hacen mal, por ejemplo el hermano Botros fue
puesto en la cárcel por predicar el evangelio a los musulmanes, y
mostró amor hacia un Imán del Islam y debido a ello este principal
se convirtió al Señor.
V. Hay que confiar en Dios y encomendarse a Él, 1 P. 4:19.
A. Dios hará justicia, 1 P. 2:23.
B. Dios da gracia y usa el sufrimiento para perfeccionar a sus hijos, 1 P.
5:10 y 2 Co. 12:9-11.
3. El Verbo; Cristo, fue hecho carne, Jn. 1:14. “Dios fue manifestado
en carne” 2 Ti. 3:16.
F. Jesús, el Hijo de Dios, murió en la cruz por los pecados de todo el
mundo, fue sepultado y al tercer día resucitó, 1 Co. 15:1-4 y 1 P. 3:18.
II. La importancia de la doctrina de Cristo, 2 Jn. 7-9.
A. El que no cree en la doctrina de Cristo, no es salvo, 2 Jn. 9 “No tiene
a Dios”.
4. El no cree en la doctrina de Cristo, no tiene al Espíritu Santo, 1 Jn.
4:2-3, y el que no tiene al Espíritu no es salvo, Ro. 8:9.
5. Creer que Jesús es el Señor (Dios), es necesario para ser salvo, Ro. 10:9.
6. Un día toda lengua va a confesar que Jesucristo es el Señor (Dios),
Fil. 2:11.
B. El que no confiesa que Jesucristo es cien por ciento Dios y cien por
ciento hombre está engañado, 2 Jn. 7 “quien esto hace es el engañador”.
C. El que no cree en la doctrina de Cristo, está en contra de Él, 2 Jn. 7,
“y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es
de Dios; y éste es el espíritu del anticristo” 1 Jn. 4:3.
III. El peligro de dar cabida a falsa doctrina, 2 Jn. 8,10-11.
A. Se pierden recompensas eternas, 2 Jn. 8 “no perdáis el fruto”, Ap. 22:12.
B. Todo cristiano puede ser engañado, 2 Jn. 7.
1. Cada creyente necesita probar si los espíritus son de Dios, 1 Jn. 4:1-2.
2. Cada hijo de Dios tiene que crecer y madurar espiritualmente, Ef. 4:14.
C. Aquel que recibe y escucha a falsos maestros participa de su mala
obra, 2 Jn. 10.
B. Estas personas “los muertos”, resucitan para ser juzgados por sus
pecados y ser condenados eternamente en el lago de fuego, Ap.
20:13-15 “y fueron juzgados cada uno según sus obras…Y el que no se
halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.”
Sufrirán la segunda muerte, la eterna; separados de la presencia de
Dios para siempre, Jn. 11:26 y Ap. 21:8.
VII. El estado eterno y la nueva Jerusalén, Ap. 21-22.
A. Los cielos y la tierra serán destruidos, Dios creará unos cielos nuevos y
una tierra nueva, Ap. 21:1 “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva”. En 2a
de Pedro 3:10-13, el Apóstol explica que en los cielos nuevos y la
tierra nueva morará la justicia; nunca serán contaminados con el
pecado, como lo fueron la primera tierra y los primeros cielos, por la
caída de Adán.
B. La ciudad santa; la nueva Jerusalén, descenderá del cielo sobre la
nueva creación de Dios, y para siempre morará Dios con el hombre,
Ap. 21:2-3 “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender
del cielo, de Dios...y Dios mismo estará con ellos como su Dios.” Los
salvos estarán con el Señor para siempre, Jn. 14:3.
C. Los salvos verán su rostro y gozaran por la eternidad todas las
bendiciones eternas que Dios planeó para sus hijos, Ap. 22:4 ¡Aleluya,
Gloria a Dios!