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Entre las responsabilidades más importantes de la junta se encuentran las que siguen:
La alimentación espiritual de los feligreses.
El evangelismo en todas sus fases.
La conservación de la pureza doctrinal.
La defensa de las normas cristianas.
La recomendación de cambios en la feligresía de la iglesia.
Las finanzas de la iglesia.
La protección y el cuidado de la propiedad de la iglesia.
La coordinación de los departamentos de la iglesia.
Los miembros de la junta son designados cada año por la comisión de
nombramientos, en ocasión de las elecciones regulares de los dirigentes de la
iglesia.
Anciano o ancianos
Tesorero
Jefe de Diáconos
Jefa de Diaconisas
Secretario o Secretaria
Director de Actividades Laicas
Directora de Dorcas
Director (a) de Escuela Sabática
Director (a) de la Asociación Hogar y Escuela
Director (a) de la Sociedad de Jóvenes
Director de Conquistadores
Director de Comunicación
Director de Intereses
Director de Salud y Temperancia
Director de Mayordomía
Se recomienda que donde haya suficientes personas capaces se asigne un solo cargo por
persona. Se recomienda, también, que la junta no esté integrada por los miembros de una
familia numerosa. No debe haber monopolio familiar. Es preferible que un solo miembro
de esa familia forme parte de la Junta Administrativa de la Iglesia. Se comprende que en
algunos casos, por circunstancias especiales, no es posible evitar que haya más de un
miembro de una misma familia en la junta.
Dirigentes de la junta.
El presidente de la Junta Administrativa de la Iglesia es el ministro designado por la
asociación o misión como pastor de la iglesia. Cuando el pastor no desea ser el presidente
de la junta, o si no puede asistir a una de sus sesiones, puede delegar esa responsabilidad en
el primer anciano de la iglesia. El secretario de la iglesia actúa como secretario de la junta y
tiene la responsabilidad de preservar las actas de la junta.
Reuniones de la junta.
Debido a que el trabajo de la Junta Administrativa de la iglesia es indispensable para la
vida, la salud y el crecimiento de la iglesia, debe reunirse por lo menos una vez por mes. En
las iglesias más grandes puede ser necesario tener reuniones más frecuentes. Conviene fijar
las reuniones mensuales para el mismo día todos los meses. (Ejemplo: el primer sábado de
cada mes.)
La reunión de la junta debe anunciarse a la hora del culto sagrado. Debe hacerse todo lo
posible para que todos los miembros de la junta asistan a las reuniones de la misma. Cada
junta debe decidir durante una sesión normar qué número de miembros constituirá el
quórum.
El trabajo de la junta.
1. Planear el evangelismo en todas sus fases. El primer punto de la agenda en cada
reunión de la junta debe relacionarse directamente con la evangelización del
territorio misionero de la iglesia. Por lo menos una vez por trimestre debe dedicarse
la totalidad del tiempo de la reunión de la junta a trazar planes para el evangelismo.
2. Coordinación de los programas de extensión de los diversos departamentos. La
junta directiva tiene la responsabilidad y el derecho de coordinar la obra de todos
los departamentos de la iglesia.
3. División y asignación del territorio misionero. Las familias y los miembros
individualmente debieran ser instados a aceptar el territorio que se les ha asignado.
4. Animar y ayudar a los departamentos a que desempeñen actividades para compartir
la fe.
5. Pedir a los directores de los departamentos que presenten un informe por lo menos
una vez por trimestre a la junta de la iglesia y a la congregación, en una reunión
administrativa o en un culto de sábado.
6. Los detalles de los negocios de la iglesia deben estudiarse en la junta. El tesorero
debe informar el estado de las finanzas de la iglesia en forma regular. La nómina de
miembros de la iglesia debe estudiarse debe comentarse la condición espiritual de
todos los miembros y adoptarse las medidas necesarias para visitar a los enfermos, a
los desanimados y a cualquier miembro que haya apostatado. Los miembros de la
junta deben informar acerca de la obra de la que están encargados.
La Junta debe ser consultada acerca de todas las actividades, campañas, programas, gastos
o problemas de los departamentos. Por ejemplo:
El presidente de la Junta
1. Debe tener una agenda preparada para cada sesión de la junta.
2. Debe presentar toda la información que posea sobre el asunto que se debe tratar,
para que los miembros puedan tomar una decisión clara y bien informada.
3. No debe comprometerse en ninguna decisión sin antes consultar con la junta.
4. Debe asegurarse que el secretario anote todo acuerdo de la junta para protección
personal y de la iglesia.
5. Si se produce una discusión, debe intervenir para aclarar que debe atacar el
problema y no a la persona que presenta los argumentos.
4. Cada miembro de la junta debe apoyar a la mayoría, aún cuando su voto haya sido
contrario.
“Que todo aquel que debe sentarse en concilios y por lo motivos que me
impulsan a obrar. Sea éste su lema. Sea su oración la del Salmista: “Pon, oh
Jehová, guarda mi boca; guarda la puerta de mis labios. No dejes que se
incline mi corazón a cosas malas, a hacer obras impías.” (Salmo 141:3-4).