0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
9 vistas4 páginas
Este documento presenta un resumen de las diferentes formas en que Dios puede responder a la oración según la Biblia. Las respuestas de Dios a la oración a menudo se agrupan en cinco categorías: 1) Sí, inmediatamente. 2) Sí, a su tiempo. 3) Sí, para que aprendas de ello. 4) No, debido a la actitud incorrecta de tu corazón. 5) No, porque tengo un plan mejor. El documento analiza ejemplos bíblicos para ilustrar cada una de estas formas en que Dios responde
Este documento presenta un resumen de las diferentes formas en que Dios puede responder a la oración según la Biblia. Las respuestas de Dios a la oración a menudo se agrupan en cinco categorías: 1) Sí, inmediatamente. 2) Sí, a su tiempo. 3) Sí, para que aprendas de ello. 4) No, debido a la actitud incorrecta de tu corazón. 5) No, porque tengo un plan mejor. El documento analiza ejemplos bíblicos para ilustrar cada una de estas formas en que Dios responde
Este documento presenta un resumen de las diferentes formas en que Dios puede responder a la oración según la Biblia. Las respuestas de Dios a la oración a menudo se agrupan en cinco categorías: 1) Sí, inmediatamente. 2) Sí, a su tiempo. 3) Sí, para que aprendas de ello. 4) No, debido a la actitud incorrecta de tu corazón. 5) No, porque tengo un plan mejor. El documento analiza ejemplos bíblicos para ilustrar cada una de estas formas en que Dios responde
EVENTOS Y SUCESOS INTRODUCIÓN CANCIÓN “MI GPS” de ALEX ZURDO (DEJAR SONAR) ENTRADA DE LOCUTOR DANDO 3 min(aprox.) LA BIENVENIDA PRESENTACIÓN DE LOS LOCUTORES COMENTARIOS INICIALES DESARROLLO TIEMPO PARA COMPARTIR EL TEMA. HACERLO A MODO DE DIALOGO CADA UNO DA UN PUNTO Y LO DESARROLLA Y DA LA 27 min(aprox.) APLICACIÓN ENFOCANDO SIEMPRE LA IMPORTANCIA DE CONGREGARNOS PARA APRENDER DE ESTOS TEMAS CORTE MUSICAL CANCIÓNES: Dios sabe lo que hace - Samuel Hernández
5 min(aprox.)
DESARROLLO CONTINUAR CON EL TEMA Y
MOTIVAR A CONGREGARSE 15 min(aprox.) TIEMPO DE ORACIÓN ORACIÓN POR ENFERMOS. ORACIÓN POR CRECIMIENTO ESPIRITUAL. 10 min(aprox.) ORACIÓN POR PROVISIÓN PARA EL PUEBLO. ORACIÓN POR LOS MEDICOS Y ENFERMERAS. CORTE COMERCIAL HIMNO NACIONAL. COMERCIALES 10 min(aprox.) CONCLUSION DEL TEMA CONCLUSIONES DEL TEMA Y LA IMPORTANCIA DE PONERLO EN 20 min(aprox.) PRACTICA MOTIVACION A CONGREGARNOS TESTIMONIOS SOBRE EL TEMA CORTE MUSICAL CANCION: Mi Trabajo Es Creer - Marcos Yaroide 5 min(aprox.) TIEMPO DE ORACIÓN FINAL POR LOS OYENTES POR CRECIMIENTO ESPIRITUAL 10 min(aprox.)
INTRODUCIÓN CANCIÓN “LOS SANTOS
VIENEN YA ” de En Espiritu y en Verdad (DEJAR SONAR) 3 min(aprox.) ENTRADA DE LOCUTOR DANDO LA BIENVENIDA PRESENTACIÓN DE LOS LOCUTORES COMENTARIOS INICIALES
LAS RESPUESTAS DE DIOS A LA ORACIÓN
Busqué al SENOR, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores. (Salmo 34:4)
Dios responde nuestra oración. Eso no es un simple eslogan. Todo el que pide, recibe», dijo Jesús (Mat. 7:8). Pero así como todo padre amoroso filtra los pedidos de sus hijos, Dios considera nuestros ruegos a través de la lente de Su perfecta voluntad. A menudo, nos responde con algo que probará ser mucho mejor de lo que queríamos. Pero sí responde de acuerdo a Su propia y sabia manera, y para mostrar Su gloria. «Nada bueno niega a los que andan en integridad» (Sal. 84:11). «El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas? (Rom. 8:32). Es más, quizás te sorprenda saber cuantas de las respuestas de Dios a la oración son una variación de «si-, cuando las observas bajo una mejor luz espiritual. Sin embargo, en términos generales, sus respuestas se agrupan en 5 clases diferentes, veámoslas. 1. Si, de inmediato. A veces, cuando oramos, nuestro ruego está precisamente alineado con la voluntad y el tiempo divinos, y la respuesta del Señor llega en el momento, el mismo día que oramos. Pero, otras veces, la respuesta de Dios es incluso más rápida... cuando nos dice: «antes que ellos clamen, yo responderé» (Isa. 65:24). Piensa en el siervo de Abraham (Génesis 24), cuando estaba en la misión de encontrar una esposa para Isaac, el hijo de su amo. El hombre oró a Dios pidiendo: «te ruego que me des éxito hoy» (Gen. 24:12), esperando una señal específica que lo condujera a la muchacha correcta. «Antes de haber terminado de hablar» (v. 15), una jovencita llamada Rebeca apareció. Y como respuesta a las oraciones del siervo, ella le ofreció agua para sus camellos. Más adelante, se transformaría en la amada esposa de Isaac. 2. Si, a su tiempo. Una demora no debería interpretarse como una negación. Si una niña de nueve años le pide a su mamá un vestido de novia que vio, la respuesta puede parecerle un no. Sin embargo, en realidad es más bien un «sí, te compraré un vestido de novia, mi amor. Pero no ahora. Todavía no estás lista para eso». El sacerdote Zacarías (Lucas 1:5-25) había orado muchas veces por un hijo en su juventud, mientras su esposa era infértil. Sin embargo, los años habían pasado y la esperanza se había desvanecido. Ahora, los dos ya eran viejos, y había pasado la época de tener hijos. Pero un día, mientras estaba sirviendo en el templo, Zacarías recibió este increíble anuncio: «tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabeth te dará a luz un hijo» (Luc. 1:13). Tal vez habían pasado décadas desde la última vez que él había orado por esto. Pero durante todos esos años, mientras supuso que la respuesta era no, Dios estaba obrando tras bambalinas, esperando el momento perfecto para revelar Su maravilloso sí. 3. Si, para que aprendas de ello. A veces, Dios decide que podemos aprender una lección y nos da lo que pedimos, al entender que no sabemos en realidad lo que estamos pidiendo, Como al pueblo de Israel le daba vergüenza no tener un rey como las demás naciones, le exigieron a su líder, Samuel, que les diera uno. Samuel intentó explicarles lo que el Señor le había dicho que un rey rechazaría a sus hijos hijas para satisfacer sus caprichos y deseos, establecería impuestos y tomaría lo que quisiera sin justificación. Ese día clamaréis por causa de vuestro rey a quien escogiste para vosotros, les dijo Samuel (1 Sam. 8:19). Pero ellos pro testaron: No, Danos un rey! Entonces, Dios les dio al rey Saúl, quien cumplió todas las predicciones del Señor. Nos irá mucho mejor si confiamos en que Dios nos dará lo que necesitamos, cuando lo necesitemos y cuando estemos listos para recibirle Hay momentos en que, si el Señor nos diera lo que pedimos, terminaríamos lamentándolo. Le daríamos gracias por decir no. Deberíamos aprender a orar como hizo Jesús, añadiendo a nuestras oraciones “pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Luc. 22:42) 4. No, porque la actitud de tu corazón no es la correcta. Santiago dijo que la razón de una demora en la respuesta de Dios no siempre es un problema de tiempo. A veces, pedís y no recibís, porque pedís con malos propósitos, para gastarlo en vuestros placeres (Sant. 4.3). Si una oración es motivada por la avaricia, la amargura o el orgullo, Dios puede vetar una respuesta para protegernos de la herida o de la idolatría que podría surgir del pedido tóxico. El primer capítulo de Proverbios declara: Entonces me invocarán, pero no responderé; me buscarán con diligencia, pero no me hallaran, porque odiaron el conocimiento, y no escogieron el temor del Señor (Proverbios 1:28-29). La actitud y la conducta del pueblo (le verdadera condición de su corazón) se interponían entre su pedido de ayuda y la llegada de esa ayuda. Sin embargo, si hubieran estado dispuestos a escuchar y se hubieran arrepentido, la situación habría sido muy distinta. Las madres y los padres sabios suelen retener un privilegio que sus hijos desean para hacerles entender algo. No están diciendo no para siempre. Pero comprenden que su hijo no está listo para apreciar el regalo o manejarlo bien. Recibirlo simplemente empeoraría la situación. Y como Dios nos ama, puede decir no por la misma razón. Recuerda: si no es la voluntad de Dios, en realidad no querrías lo que pides si supieras lo que Él sabe. 5. No; tengo un plan mejor. A veces, nuestro pedido es demasiado pequeño. Como estamos confinados por nuestro conocimiento limitado y no vemos más allá de lo que ya hemos visto y experimentado, oramos por un puñado mientras que el Señor quiere llenar nuestra casa. El cojo que se encontró con Jesús junto al estanque de Betesda, donde los enfermos se reunían con la esperanza de ser sanados por el místico movimiento de sus aguas, pidió que lo llevaran allí cuando el ángel las agitara. Jesús le preguntó directamente: ¿Quieres ser sano?» (Juan 5:6). Según el hombre, lo único que necesitaba era una oportunidad de meterse al estanque antes que los demás. Sin embargo, lo que Jesús le dijo fue ¿Por qué no te sano aquí mismo, en este instante? «Levántate, toma tu camilla y anda» (v. 8). Dios decidió darle al paralitico más de lo que había pedido. Marta, perturbada porque Jesús no había llegado a tiempo para hacer algo respecto a la enfermedad de Lázaro, le dijo: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto» (Juan 11:21). No obstante, Jesús sabía que levantar a su amigo de entre los muertos sería una respuesta mucho mejor y glorificaría más al Señor.