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AL JUZGADO DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO


DE SANTA CRUZ DE TENERIFE QUE POR TURNO DE
REPARTO CORRESPONDA.

DON_____________, Abogado colegiado del Ilustre colegio


de Abogados de Santa Cruz de Tenerife con el nº-____, actuando
en nombre y representación de DON ______, mayor de edad, de
nacionalidad venezolana, con N.I.E nº-___W, con domicilio a
efectos de notificaciones en el despacho profesional sito en la
_______dortegacuesta@icatf.com.es, tal y como acreditamos con la
designación de oficio que acompañamos como DOCUMENTO Nº-
UNO, como mejor proceda en Derecho, ante ese Juzgado
comparezco y DIGO:

Que el pasado día 04 de septiembre de 2.018 se le notificó a


mí mandante la resolución de La Subdelegación del Gobierno de
fecha 17 de agosto de 2.018, que acompañamos como
DOCUMENTO Nº-DOS, por la cual se acuerda la expulsión de mi
mandante del Territorio Nacional por encontrarse en situación
irregular y la prohibición de entrada en España por un periodo de
tres años, y estimando esta parte que dicha resolución no es
ajustada a derecho y perjudica gravemente los derechos e intereses
de mi mandante, por medio del presente escrito, de conformidad
con lo prevenido en los art-78 y concordantes de la LJCA, procedo
en tiempo y forma a interponer DEMANDA DE RECURSO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO por los trámites del
Procedimiento Abreviado contra la mencionada Resolución de la
Subdelegación del Gobierno, con fundamento en los siguientes
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HECHOS

PRIMERO.- Desde su llegada a España, mi mandante ha


intentado regularizar su situación. Dispone de ingresos provenientes
de sus familiares, y realiza trabajos esporádicos, y finalmente, tiene
domicilio arrendado que comparte con otras personas.

SEGUNDO.- Lleva residiendo en España desde el pasado


24 de julio de 2.015, lo que acreditamos mediante la copia del
certificado de empadronamiento expedido por El EXCMO Ayto de
Arona que aportamos como DOCUMENTO Nº-TRES. Carece de
antecedentes penales tanto en España como en su país,
acreditamos mediante la copia del certificado de antecedentes
penales de La República de Venezuela como DOCUMENTO Nº-
CUATRO.

Por los motivos que exponemos a continuación, solicita se le


permita regularizar su situación de estancia irregular en este país.

TERCERO.- SITUACIÓN DE GRAVE CRISIS ECONÓMICA Y


HUMANITARIA EN VENEZUELA:

Mi mandante proviene de Venezuela, un país que,


desafortunadamente, en la actualidad, padece una grave crisis
humanitaria que se concreta en una crisis económica sin
precedentes que ha provocado un desabastecimiento total de los
bienes más básicos para la subsistencia y la salud, aparte de una
grave inseguridad civil con evidente riesgo para la vida e integridad
física de sus habitantes, lo cual ha provocado un éxodo masivo de
miles de ciudadanos venezolanos hacia los países limítrofes (y
Europa) huyendo de la pobreza y de la inseguridad.
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LA AUDIENCIA NACIONAL VARIA SU CRITERIO: En este


sentido, el permiso de residencia por razones humanitarias, es el
criterio que ha empezado a aplicar La Audiencia Nacional para
autorizar la residencia en España a ciudadanos venezolanos que no
cumplen los requisitos habituales del derecho al asilo, como sufrir
persecución por razones políticas en su país. Varias sentencias
dictadas desde junio establecen que la dificultad para acceder a
comida, medicamentos o vivienda en Venezuela abre las puertas a
conceder la residencia a solicitantes de asilo porque obligarles a
volver pondría en riesgo su vida.

El cambio de criterio es muy reciente y aún no ha sido


asumido por todos los jueces de la Sala de lo Contencioso-
Administrativo de la Audiencia Nacional, la encargada de resolver
los recursos contra las denegaciones de solicitudes de asilo
presentadas ante el Ministerio del Interior. Pero son ya al menos
cinco las sentencias dictadas por esa Sala en las que se
concede el permiso de residencia por razones humanitarias a
ciudadanos venezolanos que no cumplen los requisitos
habituales para obtener el derecho al asilo porque no han sido
objeto de persecución en su país por razones de raza, religión,
nacionalidad u opiniones políticas. Entre ellas, citamos la de 26 de
junio de 2.018, SAN 2522/2018, Recurso 456/2.017, cuya copia
acompañamos como DOCUMENTO Nº-CINCO, dando por sentado,
con el debido respeto, y con venia, que S.Sª la conoce
perfectamente.

Según señala El Tribunal, tampoco se dan en estos casos los


criterios para otorgar la llamada protección subsidiaria, la otra vía
habitual para proteger a ciudadanos de otros países y que se
reserva para aquellos sobre los que existe un riesgo real de que, si
vuelven a su lugar de origen, puedan sufrir un “daño grave” debido
a una situación de “violencia indiscriminada”.
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Pero aunque no se den estos requisitos, la Audiencia


Nacional ha empezado a considerar que la situación de
emergencia que vive Venezuela sí puede justificar que España
proteja a sus ciudadanos por razones humanitarias. La fecha
que marca este cambio de criterio es el pasado 26 de junio. Ese día
se dictaron cuatro sentencias en las que se concede residencia por
esta nueva vía a cinco venezolanos (en una de ellas la solicitud era
para una pareja) a los que Interior rechazó otorgar protección

En su decisión, los jueces tienen muy en cuenta los últimos


informes internacionales que alertan sobre la situación de
Venezuela. Entre otros textos, aluden al Dictamen sobre prácticas
de derechos humanos para 2017 del Departamento de Estado
de los Estados Unidos y El Informe de La Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos titulado “Violaciones de derechos humanos y abusos
en el contexto de las protestas en la República Bolivariana de
Venezuela del 1 de abril al 31 de julio de 2017”.

Pero sobre todo, los magistrados atienden a un escrito


publicado el 18 de marzo de 2018 por la Agencia de la ONU para
los Refugiados (ACNUR) bajo el título de Nota de Orientación
sobre el flujo de Venezolanos. En este texto, la ACNUR pide a
los gobiernos que adopten “respuestas pragmáticas de
protección” para los nacionales venezolanos que garanticen su
residencia legal, su acceso a derechos básicos como la salud y
educación Y LA NO DEVOLUCIÓN A VENEZUELA. Se acompaña
copia de dicho informe como DOC UMENTO Nº-SEIS.
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Los jueces enmarcan en este contexto las peticiones de asilo


y advierten que hay que valorar la situación personal de cada
solicitante. Uno de los primeros casos concedidos por esta vía, por
ejemplo, se refiere a un matrimonio, sin más familia en Venezuela y
que convive en España con sus hijos y una nieta pequeña. “Todos
los miembros adultos de la unidad familiar viven en Madrid y
abandonaron sus trabajos en Venezuela, en caso de regresar a
Venezuela puede pensarse razonablemente que no encontrarán
un trabajo, lo que hará aún más difícil su acceso a la comida,
medicamentos y vivienda. Los recurrentes no podrán cubrir
sus necesidades básicas, y en el caso de la menor la situación
es de peligro extremo para la vida”, señala la magistrada
Doña.Sandra María González de Lara Mingo (ponente de cuatro de
las cinco sentencias que conceden así la residencia).

“Consideramos que a la vista de cuanto hemos razonado, y en


particular, ante la evolución negativa de la situación en Venezuela,
que ha provocado la emisión de la nota de Acnur de marzo de 2018
(...) procede que nosotros también cambiemos nuestro criterio, y,
por tanto, estimamos que es procedente autorizar de residencia de
los recurrentes por razones humanitarias”, concluye la primera
resolución dictada el 26 de junio.

"Acnur recomienda la no devolución":

Antes de esa fecha se habían concedido permisos de estancia


en España mientras se resolvía la petición de asilo basándose en
informes de Acnur sobre ese país. Desde que se dictaron las
sentencias, han crecido también los autos que otorgan permiso
cautelar. Todos incluyen una misma fórmula: "La Sala ha tenido
conocimiento de que Acnur, dada la evolución de la situación
en Venezuela, recomienda (...) la no devolución".
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CUARTO.- ARRAIGO FAMILIAR: Hijo de ciudadana


comunitaria de La Unión Europea:
Mi mandante es hijo de madre portuguesa, que acreditamos
mediante la copia del Documento Nacional de Identidad portugués
de la progenitora y copia de la partida de nacimiento de mi
mandante, DOCUMENTOS Nº-SIETE y OCHO.

Mi mandante está tramitando actualmente la obtención de la


nacionalidad portuguesa, a la que, evidentemente, tiene derecho
por ser hijo de madre portuguesa, y en tal sentido, evidentemente
tiene derecho a la obtención de la tarjeta de ciudadanía de La Unión
Europea; Directiva 2004/38/CE, del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 29 de abril de 2004, relativa al derecho de los
ciudadanos de la Unión y de los miembros de sus familias a circular
y residir libremente en el territorio de los Estados miembros; Real
Decreto 240/2007, de 16 de febrero, sobre entrada, libre circulación
y residencia en España de ciudadanos de los Estados miembros de
la Unión Europea y de otros Estados parte en el Acuerdo sobre el
Espacio Económico Europeo, y Orden PRE/1490/2012, de 9 de
julio, por la que se dictan normas para la aplicación del artículo 7 del
Real Decreto 240/2004, de 16 de febrero, sobre entrada, libre
circulación y residencia en España de ciudadanos de los Estados
miembros de la Unión Europea y de otros Estados parte en el
Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo.

Respecto a la expulsión administrativa, lo primero que


debemos de resaltar es que sólo puede imponerse  cuando
concurran motivos o razones de orden público, de seguridad pública
o de salud pública, y que la misma conlleva una prohibición de
entrada en España, y en el territorio Schengen, pudiéndose dar la
circunstancia de que ni siquiera pudiera entrar en el país de
origen de su madre, Portugal, para el supuesto de llevarse a
efecto la orden de expulsión del Territorio Schengen.

En cuanto a los motivos dados y el  procedimiento que se


sigue por parte de la Administración para poder imponer una
medida de expulsión, son los establecidos en  el RD 240/2007  , si
bien de manera subsidiaria y en todo lo que no queda recogido en
el Reglamento comunitario, le será de aplicación lo establecido al
respecto en la Ley de Extranjeria y el Reglamento de extranjería. 
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La tramitación de un procedimiento de expulsión contra un


familiar de ciudadano comunitario no podrá basarse nunca en
artículos de La Ley 4/2000, puesto que no es aplicable a estos
ciudadanos, por ende, no se podrá expulsar a un familiar de
comunitario por estar en estancia irregular, o estar trabajando
en España sin haber obtenido el permiso de trabajo, puesto
que estos motivos no están recogidos en el Reglamento de
Ciudadanos Comunitarios.

Cuando el familiar de un ciudadano comunitario se encuentre


en España sin haber obtenido el permiso de residencia
comunitario, solo podrá ser sancionado con una multa, como se
sancionaría a un ciudadano español si no portara el DNI o lo tuviera
caducado, pero nunca se deberá de incoar un procediendo
sancionador por estancia irregular.

Los únicos motivos que pueden justificar la expulsión de


un ciudadano comunitario o de un familiar, es que sea un peligro
para el orden público, la seguridad ciudadana o la salud pública.
Esto se traduce en que ser un peligro contra el orden público es ser
un ciudadano que atente contra las autoridades, contra el
gobierno, el funcionamiento democrático del País, la Corona…
etc, y en cuanto a la salud pública se refiere a delitos referentes
al  tráfico de drogas

A este respecto cabe significar que la STJCE de 10 de julio de


2008 se pronuncia sobre las facultades de los Estados de limitar la
libertad de circulación de los ciudadanos de la Unión o de los
miembros de sus familias por razones de orden público o de
seguridad pública, y declara: 

«(23) la jurisprudencia ha aclarado que el concepto de orden


público requiere, en todo caso, aparte de la perturbación del orden
social que constituye cualquier infracción de la ley, que exista una
amenaza real, actual y suficientemente grave que afecte a un
interés fundamental de la sociedad ...». 

Y prosigue:
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  «24. Tal enfoque de las excepciones al citado principio


fundamental que pueden ser invocadas por un Estado miembro
implica, en particular, según se deduce del artículo 27, apartado 2,
de la Directiva 2004/38 , que las medidas de orden público o de
seguridad pública, para estar justificadas, deberán basarse
exclusivamente en la conducta personal del interesado, y no podrán
acogerse justificaciones que no tengan relación directa con el caso
concreto o que se refieran a razones de prevención general» .

QUINTO.- En el caso de que se entendiera aplicable una


sanción, solicitamos que la misma consistiera en la imposición de
una multa pecuniaria acorde a su capacidad económica, sanción
mucho menos gravosa para su situación personal que la expulsión
del territorio nacional y la consiguiente prohibición de entrada,
conforme a lo establecido en el artículo 55 de La L.O 1/2000 de 11
de enero, sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en
España y su Integración Social, atendiendo en todo caso al
Principio de proporcionalidad y a la capacidad económica de mi
mandante.

En la situación concreta de mí mandante, la sanción que se


pretende imponerle, la expulsión, es totalmente injustificada y
desproporcionada. En este sentido, el artículo 131 de la Ley
30/1992 en su apartado 3 establece que “En la determinación
normativa del régimen sancionador, así como en la imposición de
sanciones por las Administraciones Públicas se deberá guardar la
debida adecuación entre la gravedad del hecho constitutivo de la
infracción y la sanción aplicada,..”. Para graduar las sanciones se
deberá tener en cuenta criterios de proporcionalidad, graduando el
grado de culpabilidad y, en su caso, el daño producido o el riesgo
derivado de la infracción y su trascendencia.

SEXTO.- Por los motivos anteriormente expuestos, por la


desproporción así como por la ausencia total de motivación del acto
administrativo que produce indefensión a mi representado es por lo
que se solicita de ese Juzgado la revisión de la resolución que
acompañamos al anunciar el presente recurso contencioso.
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FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Jurisdicción y competencia:


Conforme establecen los artículos 9.4, 21, 24, 74 de la Ley
Orgánica 6/1.985 de 1 de julio, del Poder Judicial, modificada por la
Ley 19/2.003 de 23 de diciembre; 1, 2, 4 y 10 de la Ley 29/1.998 de
13 de julio, reguladora de La Jurisdicción Contencioso-
Administrativa (en adelante LJCA), la acción que se ejercita es
competencia de la Jurisdicción Contencioso Administrativa dado
que lo que hoy se impugna es un acto emanado de la
Administración Pública y por lo tanto, sujeta al Derecho
Administrativo. En este sentido, a tenor del artículo 14 de la
meritada Ley Procesal, es competente objetiva y territorialmente los
Juzgados de Lo Contencioso Administrativo de Santa Cruz de
Tenerife a los que nos dirigimos.

SEGUNDO.- Capacidad para ser parte y capacidad


Procesal:
Mi representado la ostenta en todo momento conforme
requieren los artículos 6 y 7 de la Ley 1/2000 de 7 de enero de
Enjuiciamiento Civil, por la remisión que efectúa el artículo 18 de la
LJCA.

TERCERO.- Legitimación:
a) Activa: A tenor de lo que dispone el artículo 19 de la
LJCA, mi representado está legitimado en todo momento por ser el
interesado directo en el procedimiento de expulsión cuya resolución
hoy recurrimos ante esa Sala.

b) Pasiva: Está legitimada pasivamente la Administración


contra la que se dirige el presente recurso por tratarse del órgano
que ha acordado la resolución que se trata de anular, conforme
establece el artículo 21.1.a) de la LJCA.

CUARTO.- Postulación y dirección técnica:


Por exigirlo así el artículo 23 de la LJCA, la presente demanda
se interpone por medio de Procurador legalmente habilitado y bajo
la dirección técnica de Abogado.
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QUINTO.- Procedencia del recurso:


El acto que se recurre agota la vía administrativa y, por lo
tanto, se ha abierto la vía Jurisdiccional, conforme dispone el
artículo 25 de la LJCA, en relación con el artículo 109 de la LJCA y
la Disposición Adicional Décimo-quinta de la Ley 6/1.997 de 14 de
abril, de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de la
Administración del Estado.

SEXTO.- Plazo: 46 de la LJCA.

SEPTIMO.- Procedimiento.
A tenor de lo dispuesto en los artículos 8.3 y 78 de la LJCA, el
Procedimiento para ventilar la presente Demanda debe ser el
Abreviado, salvo mejor criterio de SS.SSª.

OCTAVO.- Fondo del asunto.


Se citan los artículos 9 y 24 de La Constitución Española, 54 y
62 y siguientes de La Ley 30/1.992 de 26 de noviembre, de
Régimen Jurídico de Las Administraciones Públicas y de
Procedimiento Administrativo Común; artículos 31 y concordantes
de la Ley Orgánica 4/2.000 de 11 de enero sobre Derechos y
Libertades de Los Extranjeros en España; 45.2.b) del Real Decreto
2.393/2.004 que la desarrolla así como cualquier otro que S.Sª
estime de aplicación al caso con fundamento en el Principio Iura
Novit Curia.

NOVENO.- Jurisprudencia:

TS Sala 3ª, sec. 5ª, S 24-5-2007, rec. 403/2004. Pte: Cancer


Lalanne, Enrique (El Derecho, 2007/36160): “Por otro lado, no
puede entenderse que lo establecido en el apartado 2.d) del
precepto reglamentario antes referido, venga a restringir el
concepto de arraigo, que como concepto jurídico indeterminado
ha sido perfilado jurisprudencialmente en interpretación de lo
establecido en normas con rango legal, sino que ha de
entenderse que el referido precepto reglamentario define un
supuesto en que ha de entenderse acreditado el arraigo, mas
sin que pueda considerarse que efectúa una definición, como
"numerus clausus", de lo que deba entenderse por arraigo,
cuyo concepto resulta de su perfil legal y jurisprudencial”.
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Ha de estarse por lo tanto al concepto de arraigo perfilado


jurisprudencialmente. Tal criterio de arraigo se ha configurado,
como la existencia de vínculos que unen al extranjero
recurrente con el lugar en que resida, ya sean de tipo
económico, social, familiar, laboral, académico o de otro tipo y
que sean relevantes para apreciar el interés del recurrente en
residir en el país y determinen la prevalencia de tal interés
particular para la concesión del permiso de residencia temporal
solicitado.

La seguridad jurídica (artículo 9.3 de la C.E.) y la


interdicción de la arbitrariedad (art. 9.3 C.E.) no permite a la
Administración hacer pública una determinada interpretación
de las normas que favorece a los interesados y despreciarla
después. Y los Jueces y Tribunales deben tener en cuenta esta
circunstancia, para que no sufran los principios de buena fe y
confianza legítima.

TS Sala 3ª, sec. 5ª, S 24-5-2007, rec. 321/2004. Pte: Cancer


Lalanne, Enrique (El Derecho, 2007/36.161).

Fdo.SEGUNDO.- La cuestión que se suscita es si concurre


en la recurrente, el arraigo que es requerido en el artículo 31.4
de L.O. 4/2000, de 11 de enero , de derechos y libertades de los
extranjeros en España y su integración social EDL 2000/77473 ,
dicho precepto es del siguiente tenor literal:

"Podrá otorgarse un permiso de residencia temporal cuando


concurran razones humanitarias, circunstancias excepcionales o
cuando se acredite una situación de arraigo, en los supuestos
previstos reglamentariamente".

Ahora bien, asiste la razón a la actora cuando apunta que


cumple los requisitos establecidos en el mismo modelo de
solicitud que la Administración facilitaba para esta clase de
permisos y en las instrucciones que la propia Administración
elaboró para la tramitación de esta clase de solicitudes…”
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TS Sala 3ª, sec. 5ª, S 31-1-2007, rec. 3470/2003. Pte: Yagüe Gil,


Pedro José (El Derecho 2007/5475)

Por todo ello, entiende que se ha infringido el precitado


artículo 35.g) de la Ley 30/1992 EDL 1992/17271 , a cuyo tenor
"los ciudadanos, en sus relaciones con las Administraciones
Públicas, tienen los siguientes derechos: G) A obtener
información y orientación acerca de los requisitos jurídicos o
técnicos que las disposiciones vigentes impongan a los
proyectos, actuaciones o solicitudes que se propongan
realizar".

DÉCIMO.- Costas.

Conforme establece el artículo 139 de la LJCA, las costas


deben ser impuestas a la Administración Pública en el caso de que
se opusiere a la presente demanda.

Por todo lo cual,

SUPLICO Al JUZGADO: Que teniendo por presentado este


escrito de Demanda con sus copias y los documentos que se
acompañan, se sirva admitirlo a trámite, se me tenga por
comparecido y parte, se entiendan conmigo las sucesivas
actuaciones y en la representación que ostento, se tenga por
interpuesto en tiempo y forma RECURSO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO por los trámites del Procedimiento Abreviado
contra la Resolución de la Subdelegación del Gobierno de la
Provincia de Santa Cruz de Tenerife por la cual se deniega la
autorización de residencia por arraigo a mi mandante y en su virtud,
previos los trámites oportunos, se dicte en su día resolución por la
cual, se condene a la Administración a estar y pasar por ella
conteniendo los siguientes pronunciamientos:

1º- Que se declare la nulidad de pleno Derecho del acto


que se recurre.
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2º- Que no haya lugar a la convalidación del acto


recurrido.

3º- Que no se retrotraigan las actuaciones al momento en


que se cometió la infracción.

4º- Que se proceda a la regularización de la situación de


mi mandante que le permita obtener su residencia legal por
arraigo y por circunstancias humanitarias en nuestro país al
cumplir con todos los requisitos exigidos en la Legislación
Vigente y Jurisprudencia, a lo que habrá que sumar que se
trata de familiar (hijo) de ciudadano comunitario, con derecho a
la obtención de la nacionalidad portuguesa.

5º- Todo ello con imposición de costas a la


Administración en el supuesto de que se opusiera a la presente
demanda.

OTROSI DIGO PRIMERO: Suspensión cautelar de la


obligación de abandonar el Territorio Nacional por
circunstancias humanitarias y grave riesgo para su vida e
integridad física y su salud en caso de devolución a Venezuela
y por tratarse de un familiar de ciudadano comunitario.

Que interesa al derecho de esta parte la suspensión cautelar


de la obligación de abandonar el territorio Nacional hasta que se
dicte sentencia sobre el fondo del asunto. En este sentido, nos
hacemos eco, con el debido respeto y como sin duda alguna
conoce S.Sª, de lo señalado en el Auto del Tribunal Supremo de
fecha 22 de marzo de 2.000, en el cual, en relación a lo dispuesto
en el artículo 130 de la LJCA dispone que “…el criterio elegido para
decidir sobre la suspensión cautelar es que la ejecución pueda
hacer perder su finalidad legítima al recurso. Èsta exigencia viene a
representar lo que tradicionalmente se ha denominado el requisito
del “periculum in mora”. La medida de la suspensión cautelar debe
ser decidida sin pronunciarse sobre la cuestión de fondo que ha
de constituir el objeto de valoración y decisión en el proceso
principal, pues de lo contrario se prejuzgaría dicha cuestión con
el posible riesgo, a evitar en lo posible de que por amparar el
derecho a una efectiva tutela judicial efectiva se vulneraría otro
derecho, también fundamental y recogido en el artículo 24 de la
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C.E, cual es el derecho al proceso con las garantías debidas de


contradicción y prueba. Y la razón de esto último es que el
incidente de suspensión no es trámite idóneo que permita un
adecuado debate y análisis de la controversia principal objeto del
pleito. Y en esta materia de expulsión de extranjeros del territorio
nacional o de obligación de abandonarlo en determinada fecha,
como recuerda la Sentencia de 20 de julio de 2.002, reiterado luego
en otras posteriores como la de 17 de julio de 2.003, el Tribunal
Supremo en diversas resoluciones relativas a los acuerdos de
suspensión de la ejecución de decisiones administrativas de
expulsión de extranjeros del territorio nacional ha sentado el criterio
de que “…tal suspensión resulta procedente cuando la persona
afectada tiene arraigo en España por razón de sus intereses
familiares o económicos, por lo que la ejecución inmediata de la
orden de expulsión habría de producirle unos perjuicios de
imposible o difícil reparación que en parte afectaría a su esfera
personal…”, (Autos de 01 de septiembre de 1.987, 6 de febrero de
1.988 y 17 de septiembre de 1.992), y tal doctrina es perfectamente
aplicable a la obligación impuesta a un súbdito extranjero de
abandonar el territorio nacional antes de determinada fecha ya que,
aunque no constituye un acuerdo de expulsión de nuestro país, si
crea un deber jurídico de cumplimiento, y por tanto, de salir del
territorio español, equivalente en sus efectos a la ejecución de un
mandato de expulsión (Auto TS de 27 de septiembre de 1.994). Y,
si bien es cierta la necesidad de acreditar el arraigo en nuestro país
como requisito inexcusable para poder acceder a la medida de
suspensión solicitada, es cierto también como señala la Sentencia
de 23 de octubre de 2.002 que “…el problema en esta materia y en
el ámbito de la Justicia Cautelar, es ver si hay un principio de
prueba o prueba semiplena, que para resolver el fondo sería
insuficiente, que permita tener por verosímil prima facie las
circunstancias que alega el interesado y ello de acuerdo con los
postulados sobre la prueba indiciaria que tal sentencia indica y que
se desprenden de los artículos 1.253 del CC y 385.1 de la Ley
1/2000 de 7 de enero de Enjuiciamiento Civil, y en el sentido de
que existan indicios que permitan presumir al menos que el
hecho a deducir es verosímil…”.

SUPLICO AL JUZGADO: que tenga por hechas las


anteriores manifestaciones y en su virtud, se acuerde actuar
conforme a lo solicitado.
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OTROSI DIGO SEGUNDO.-Solicitud de permiso de trabajo


y residencia temporal:

De igual forma, entendemos, salvo mejor criterio de S.Sª, que


debería consecuentemente a mi representado, siquiera sea de
forma provisional, en tanto se resuelve el presente
procedimiento, el que se le concediera un permiso de trabajo y
residencia provisional que le posibilitara desarrollar un trabajo
a fin de cubrir sus necesidades de subsistencia. Como
fundamento de nuestra tesis, el Tribunal Supremo en materia de
resoluciones sobre extranjería ha declarado la procedencia de
adoptar medidas cautelares positivas equivalentes a la suspensión
de los efectos positivos de la denegación acordada al venir tales
medidas amparadas en principio en los artículos 24.1 de la C.E y
129.1 de la LJCA (Sts 20 de julio de 2.002, 13 de noviembre de
2.000, 20 de enero, 17 de abril y 11 de diciembre de 2.001, 15 de
junio y 13 de julio de 2.002, entre otras), así, ha señalado que “…
no parece congruente…….. suspender la orden de expulsión o
la obligación de abandonar el territorio nacional, y al tiempo
denegar la posibilidad de que el ciudadano extranjero que
permanece en nuestro país mientras se sustancia el
procedimiento, pueda ejercer un trabajo lícito con el que poder
atender sus necesidades vitales de sustento y alojamiento…”.
Por el contrario, lo lógico es que si por resolución judicial se le
autoriza a permanecer en España, provisionalmente, en la misma
resolución se le autorice que con la misma provisionalidad pueda
desarrollar el trabajo ofertado a ese fin de subsistencia.

SUPLICO AL JUZGADO: Que tenga por hechas las


anteriores manifestaciones y en su virtud se sirva actuar conforme a
lo solicitado y se proceda en consecuencia a dotar a mi
representado de permiso de trabajo y residencia provisionales en
tanto se procede a la resolución del presente recurso contencioso.
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OTROSÍ DIGO TERCERO.- Recibimiento del pleito a


prueba:
De conformidad con lo establecido en los artículos 60 y 61 de
la LJCA, interesa al derecho de esta parte el recibimiento a prueba
del pleito. A tal efecto, proponemos los siguientes medios de
prueba:

1º- Documental: por reproducida, aportada con nuestro escrito


inicial de anuncio de interposición de recurso y la que se acompaña
al presente escrito, y el expediente administrativo aportado por La
Admón demandada en las actuaciones.

Es de Justicia que, respetuosamente, pido.

En Santa Cruz de Tenerife, a miércoles, 24 de octubre de 2018.

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