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Utiliza sus aletas para caminar, más que para nadar, a lo largo del fondo del
océano en esta foto sin fechar. El pez rosado con manos (Brachiopsilus
dianthus) es una de las nueve especies recién nombradas descritas en una
reseña científica de la familia de los peces con manos
(Brachionichthyidae). Solo se han encontrado cuatro especímenes de este
escurridizo pez rosado con manos, de 10 centímetros, y todos en la zona cercana
a la isla de Hobart, en la isla Australiana de Tasmania.
Aunque nadie ha visto un pez rosado con manos desde 1999, los científicos han
tardado años en identificarla como una nueva especie. Las 14 especies conocidas
de pez con manos se encuentran solo en las aguas poco profundas del sureste de
Australia. Estos peces están poco estudiados y se sabe poco sobre su biología o
su conducta.
El lagarto Leiolepis ngovantrii
Podría llamarse la sorpresa (del menú) del día: un alimento popular en los
restaurantes vietnamitas ha resultado ser un lagarto desconocido para la
ciencia. El recién descubierto Leiolepis ngovantrii no está en peligro de
extinción, ya que la hembra se reproduce mediante la clonación y sin necesidad
de los machos.
Los lagartos de un solo sexo no son una rareza: aproximadamente el uno por
ciento de los lagartos puede reproducirse mediante partenogénesis, lo que
significa que las hembras ovulan de forma espontánea y se autoclonan para
producir crías con el mismo código genético.
Este pulpo morado fue una de las 11 nuevas especies encontradas durante
una expedición a gran profundidad en la costa atlántica de Canadá en julio de
2010.
FOTOGRAFÍA DE INSTITUTO DE OCEANOGRAFÍA DE
BEDFORD
El pulpo morado
Este pulpo morado fue una de las 11 nuevas especies encontradas durante una
expedición a gran profundidad en la costa atlántica de Canadá en julio de 2010.
La expedición de 20 días de duración, en la que colaboraron científicos
canadienses y españoles, tenía como objetivo descubrir la relación entre los
corales de agua fría y otro tipo de criaturas del fondo marino en un entorno
todavía por estudiar. Para ello utilizaron un ROV llamado ROPOS para
sumergirse en las costas de Terranova con una profundidad máxima de 3.000
metros.
«Ha sido realmente espectacular», dijo a CTV News en su momento Ellen
Kenchington, científica e investigadora del Departamento de Pesca canadiense,
uno de los organismos oficiales que participaban en el proyecto. «Desafía
nuestra percepción de la diversidad que hay ahí fuera... Estamos descubriendo
nuevas especies en aguas más profundas».
(Relacionado: Un pulpo hembra puede poner hasta 100.000 huevos:
así es como eclosionan).
La sanguijuela T. rex
Esta nueva especie de saguijuela se descubrió en una zona remota del Amazonas
peruano y ha sido denominada Tyrannobdella rex. Puede medir hasta siete
centímetros y tiene dientes largos, como los del dinosaurio que le da el nombre
el Tyrannosaurus rex.
Es más, «los mordiscos de esta nueva criatura son relativamente pequeños»,
según declaró el coautor del estudio Mark Siddall, experto en zoología
invertebrada del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Por esta
y más razones, esta especie de sanguijuela figura entre las «especies más raras
de 2010».
Esta nueva especie dejó tan perplejos a los investigadores del Census of
Marine Life que tiraron la toalla y la llamaron gusano calamar.
FOTOGRAFÍA DE LAURENCE MADIN, WOODS HOLE
OCEANOGRAPHIC INSTITUTION
El gusano calamar
¿Es un calamar? ¿Es un gusano? Al principio, esta nueva especie dejó perplejos
a los investigadores del Census of Marine Life, tanto que tiraron la toalla y la
llamaron gusano calamar. Esta criatura de diez centímetros de largo,
descubierta a través de un ROV a 2.800 metros de profundidad bajo el mar de
Célebes en 2007, resultó ser un miembro de una nueva familia de la
clase Polychaeta o poliquetos (anélidos).
El estudio realizado sobre esta criatura se publicó en Biology Letters en 2010, y
en él la bautizaron como Teuthidodrilus samae o «gusano calamar de sama»
(sama es la denominación en bayao que recibe un grupo étnico de las islas
Filipinas, no muy lejos del lugar donde se encontró a esta nueva especie).
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Quimera elefante
La quimera elefante o narigón sierra (Rhinochimaera atlantica) es
una especie de pez de la familia Rhinochimaeridae que habita las aguas
profundas del Océano Atlántico y puede llegar a medir hasta 1,40 metros de
longitud. Registrada entre los 500 a 1500 metros de profundidad, esta especie
puede ser aún más abundante en aguas más profundas, llegando a verse hasta
los 4000 metros nadando sobre el barro.
Manatí
A veces, cuando una leyenda está arraigada en la mente del observador, puede
bastar con ver algo con una leve semejanza para que la mente llene los
vacíos. Esto podría haber sido lo que ocurrió cuando Cristóbal Colón se acercó a
la costa de la República Domincana en 1493 y vio sirenas. «No son tan hermosas
como dicen», escribió en su diario, «sus caras tenían algunos rasgos
masculinos».
«Rasgos masculinos»: un manatí antillano o del Caribe investiga la
cámara. El manatí, un animal lento y sin depredadores naturales, suele ser
herido accidentalmente por los humanos y afronta problemas considerables.
FOTOGRAFÍA DE SHUTTERSTOCK, NATIONAL
GEOGRAPHIC IMAGE COLLECTION
No cabe duda de que lo que describía era un manatí, que —rasgos faciales aparte
— quizá tenga más características para diferenciarse de las sirenas de las
leyendas. Con una longitud de hasta tres metros y envueltos en grasa, pueden
pesar hasta 500 kilogramos y tienen un hocico grueso con orificios nasales que
cierran bajo el agua, aletas y una cola en forma de remo. Sin embargo, este
vínculo se volvió tan intrínseco que el nombre de la familia de los manatíes y sus
parientes del Pacífico, los dugongos, adoptó el mote de sus homólogas
mitológicas: sirénidos. De hecho, la palabra dugongo significa «dama del mar»
en idioma malayo.