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10 valores de Semana Santa para

tus adolescentes y jóvenes.


Luego de dos años sumamente particulares de pandemia que nos dejaron
múltiples efectos, llega esta Semana Santa de 2022 y es una ocasión particular y
estrategia para trabajar en la vida espiritual de nuestros adolescentes, quienes han
tenido que atravesar esta época nada sencilla para su edad.

¿Por qué no aprovechar la oportunidad de ayudarlos a pensar en el mensaje


poderoso que sale de la cruz? Puedes proponerte usar tanto tu creatividad como
tu conocimiento de ellos, para inducirlos a un tiempo en el que puedan detenerse
y tener una mirada más atenta y más profunda de lo sucedido en el Calvario. Si lo
decides, seguramente encontrarás la forma de hacerlo. Solo quiero sugerirte que
trabajes con ellos, de la manera que escojas adecuada para el momento, estos 10
valores que surgen de lo que toda la cristiandad volverá a recordar este fin de
semana:

Propósito: En sus últimos días en la tierra, Jesús demostró que tenía súper claro
el propósito por el cual había venido al mundo y la misión que tenía que cumplir.
Eso lo hizo llegar hasta donde llegó.
Anímalos a pensar en su propósito. Forja en ellos pasión por la búsqueda de sus
dones y cuéntales la bendición que significa sentirse llamado por Dios a algo en la
vida. Nada los hará más plenos.

Renuncia: La oración de Jesús en Getsemaní nos confirma que él hubiera elegido


esquivar el sacrificio que se le venía, pero sin embargo estuvo dispuesto a
renunciar a sus deseos e ideas para hacer la voluntad de Dios. Gracias a eso hoy
tenemos ¡muchas cosas para festejar!
Cómo les cuesta a los adolescentes renunciar a lo que quieren. Enséñales con tu
experiencia que no siempre los caprichos de nuestro corazón nos llevarán a buen
puerto. No existe nada más seguro en la vida para ser felices, que aceptar la
voluntad de Dios. Y si eso en algún momento nos demanda alguna renuncia,
valdrá totalmente la pena.

Valor: La increíble magnitud de los sufrimientos físicos, emocionales y


espirituales que tuvo que sufrir Jesús durante su tortura y ejecución, nos hablan
claramente del valor con el que encaró su peor momento. Es mentira que por ser
Dios no sufrió tanto. Él también era 100% humano.
La adolescencia es quizás la etapa de la vida en la que más cambios y situaciones
nuevas hay que enfrentar. Incentívalos a tener coraje y valentía a pesar de los
miedos lógicos que puedan sentir. Si ponen su confianza en Dios, Él multiplicará
sus fuerzas aun en esta época de aislamiento y encierro.
Amor: Pensar en la historia de la cruz es pensar en la mayor historia de amor
jamás contada. No hay otra explicación. Nadie haría algo así a menos que tuviera
un amor desbordante por aquellos a quienes quería salvar.
Instemos a nuestros adolescentes a amar sinceramente, sin condiciones y de forma
sacrificial. Que comprendan que el amor no solo se siente sino que
inevitablemente se traduce en hechos. Que en estos días plasmen en sus actos el
amor que sienten por las personas que los rodean.

Perdón: La dimensión del perdón que Jesús ofreció en la cruz, aun por los
mismos enemigos que estaban descargando su odio contra él, nos deja
asombrados. Su frase célebre: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”
nos deja sencillamente sin palabras.
Enseñemos a las nuevas generaciones que perdonar es liberador, y nos abre
nuevas y hermosas posibilidades. Ellos deben comprender desde esta edad que la
justicia y la venganza le corresponden a Dios, y que abrazar el rencor los hará
infelices, amargados y esclavos de su pasado.

Gracia: Lo que Jesús logró en la cruz tuvo un precio sideralmente alto y Él ya lo


pagó todo. Le costó muchísimo pero ahora nos lo ofrece como un verdadero
regalo. Eso es gracia: recibir algo que no merecíamos.
Fomenta en tus adolescentes la generosidad y el actuar desinteresadamente. Que
acepten y entiendan la gracia de Dios como todo un estilo de vida, y que esa
filosofía impregne todo lo que hagan y encaren en la vida, como así también sus
relaciones interpersonales.

Humildad: Jesús tuvo que agachar la cabeza y cerrar su boca, quedando como


un derrotado para toda esa generación. La gente se fue a su casa ese viernes
convencidos de que no tuvo poder para liberarse y de que alguna razón habrá
habido para que lo condenen y lo maten.
Que los adolescentes que discípulas sepan que no se trata de vivir demostrando
quiénes son y lo que son capaces de hacer. Que no siempre necesariamente hay
que “salir ganando” y que hay una máxima bíblica dicha por Dios que sigue tan
vigente como siempre: El que se exalta a sí mismo será humillado y el que se
humilla será enaltecido.

Servicio: Toda la vida del Señor Jesús fue un verdadero canto al servicio, y el final
de su caminar en la tierra lo terminó rubricando. Su mayor servicio fue realizado en
esa cruz donde voluntariamente se desangró para salvarnos a todos los que
queramos aceptar su perdón.
Motiva a que tu grupo de adolescentes a que sean personas que se caractericen
por su espíritu de servicio a los demás. Un buen y concreto comienzo puede darse
en estos días en los que no se puede salir de casa. Que en contra de la inercia
egoísta de la edad, puedan ser serviciales con sus familiares más cercanos. Así van
a comprobar otra ley divina que establece que siempre es mucho mejor dar que
recibir.
Inclusión: La muerte de Jesús fue para todos. El perdón y la gracia que él ofrece
no hacen distinción de género, edades, raza, nacionalidad, posición social o
económica, nivel intelectual o ideología política. Sus brazos abiertos en la cruz de
alguna manera nos grafican que la salvación es para todo aquel que en él quiera
creer.
En la actualidad la inclusión es una palabra que divide más de lo que une, ya que
cada uno pretende usarla para defender su postura y su conveniencia. Inspira a tus
adolescentes a que amen indiscriminadamente como lo hace Jesús. Y desafíalos a
que en esta Semana Santa, hagan llegar el mensaje de salvación de alguna
manera, a personas que suelen ser segregadas y discriminadas por los demás.

Poder: La historia de Semana Santa no termina en la cruz, termina con una tumba
vacía con la piedra removida. Jesús murió pero también resucitó y está más vivo
que nunca, reinando y en control de todas las cosas.
Muchas veces tus adolescentes se sentirán impotentes y sin fuerzas aun para ser
fieles a Dios y a sus mandamientos. Muéstrales lo que dice Romanos 8:11. El
mismo Espíritu que logró ese milagro la mañana del domingo glorioso de
resurrección, es el que vive en quienes somos hijos suyos. Recuérdales que no hay
límites para el poder divino que llevamos dentro, y cada vez que nuestra debilidad
se hace presente, vuelven a sonar las palabras de Pablo en 2 Corintios 12:10…
“Porque cuando soy débil, soy fuerte”

Qué nosotros como líderes seamos los primeros en fortalecernos con el poder de
Dios en días tan especiales como estos. Que Dios nos use para animar, sostener y
guiar a las ovejas que puso a nuestro cargo, y que nuestro ejemplo sea toda una
inspiración para que muchas personas se acerquen a Dios y lo puedan conocer en
esta fecha de recordación.

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