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Ello, debido a que la OEFA, durante acciones de supervisión, detectó fugas de material
particulado proveniente del stock de crudos y stock de concentrado de hierro de la planta
Marcona. Actualmente no existen medidas de manejo ambiental que impidan y controlen la
dispersión de partículas. En este caso en particular, dichas partículas se están dirigiendo,
por acción del viento, hacia la bahía San Nicolás.
En ese sentido, la OEFA ha exigido a la empresa Shougang que presente un calendario para
la rehabilitación de la zona en un plazo de 5 días. Si no cumplen las medidas impuestas, la
OEFA, señala en su comunicado, tomarán medidas administrativas, civiles y penales.
Desde Red Muqui señalamos que es fundamental que exista una institucionalidad sólida en
materia ambiental, con funciones bien definidas y suficiente presupuesto para que pueda
ejercer su rol fiscalizador y sancionador de manera independiente. Consideramos que aún
es frágil en ese sentido el rol que cumple OEFA, que debe ser respaldado por el gobierno
central, para evitar las presiones de las empresas mineras en la aplicación de las sanciones
correspondientes.
Procesos como el de la agenda minera 2030 que discute el Grupo de Alto Nivel (GAN) con
empresas mineras, entidades del Estado y con algunas instituciones de sociedad civil;
visualizan una minería con más facilidades y menos exigencias para realizarse donde hay
mayores riesgos ambientales o rechazo de la población. Lo que sólo puede generar antes
que soluciones; mayores conflictos, porque son las empresas las que toman las decisiones y
luego las imponen ante un Estado sumiso a dichos intereses.
En diciembre del 2018, varias organizaciones civiles latinoamericanas, entre ellas Red
Muqui y CooperAcción, como parte del proceso del Examen Periódico Universal (EPU)
que correspondió a China; denunciaron los abusos de las empresas del país asiático ante
la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Específicamente las empresas mineras
chinas, que disponen el 32% de las inversiones en minería en el Perú, han sido acusadas por
cometer abusos ambientales. Empresas como Shougang Corporation, Chinalco (Ica),
MMG (Apurímac), Shouxin, Nanjinzhao Group Co Jiangxi Copper, Junefield Group, Zijin
Mining Group (Piura), Toromocho (Junín) y otras más; son acusadas de haber violado los
derechos humanos, ambientales y laborales en los lugares donde desarrollan sus
actividades.