Debía darse prisa.

Los sistemas de seguridad no tardarían en detectar la intromisión en el

sistema y en cuanto la IA localizara el servidor desde el que estaba accediendo, los agentes de
seguridad no tardarían en llegar y apresarle.

Para recuperar los archivos del proyecto StarHawk era necesario acceder desde una terminal
de la empresa ya que los documentos de alta seguridad se almacenaban en una red interna,
desconectada de cualquier otra red y por tanto inaccesibles desde una terminal remota.

Jonlan, había conseguido las claves de acceso hacía apenas unos días. Hensen, uno de los
investigadores del proyecto se había unido al afterwork que casi todas las semanas
organizaban varios de los empleados de la Corporación, cada vez más y más frecuentes y
donde cada vez más empleados acudían, en pequeños grupos o incluso en grandes
macrofiestas. Jonlan llevaba semanas ganándose la amistad de Hensen y de varios empleados
de distintos departamentos, esperando que llegara el momento de conseguir la información
que necesitaba. Los “Luchadores de la sociedad” le habían encargado una importante misión,
recuperar y entregarles los datos del proyecto StarHawk. Este proyecto, conocido por sólo
unos pocos sería el futuro de las comunicaciones de larga distancia en la galaxia y el salto de la
Corporación al selecto grupo de las ISBCI (Inter Stellar Best Corporations to invest) y los
Luchadores pretendían adelantarse cuando el proyecto estuviera en la fase final con el
objetivo de apoderarse de la tecnología, venderla al mejor postor y conseguir los fondos
necesarios para adquirir la ciudad de New Haven y crear un estado independiente de las
compañías, democrático y libre de la avaricia de las Mega Corporaciones.

Las claves le daban acceso a secciones de la Intranet a la que Jonlan, como ingeniero de nivel 3
no tenía acceso. Ahora podría acceder, pero el sistema disponía de su propio sistema de
seguridad basado en una IA que no tardaría en detectar que la terminal desde la que Jonlan
accedía no está dentro del recinto experimental asignado al StarHawk.

Ya estaba dentro pero ¿qué buscaba? En todas partes había ficheros con bases de datos,
resultados, informes, estadísticas, estudios de mercado, datos de los billones de habitantes del
planeta, estadísticas de los trillones de potenciales consumidores de la Corporación,
comunicaciones del personal del proyecto, datos técnicos que Jonlan no alcanzaba a
entender… Toda esta información no cabría en el dispositivo de datos y el tiempo en descargar
toda esta información era mucho mayor del tiempo de que disponía. Debía elegir algo, hacerlo
rápido y rezar por que la información recogida fuera útil a la rebelión ya que no tendría una
segunda oportunidad… Si llegaba a salir del sistema sin ser detectado, la IA modificaría las
claves de acceso y los protocolos de registro de datos y tardaría meses en poder volver a
entrar. Para entonces el proyecto estaría acabado y su trabajo no serviría de nada.

Si no salía del sistema a tiempo… Jonlan pensó en su familia. Su hijo estaba pendiente de
recibir la respuesta para ser apadrinado por la fundación Sterner con la cual lograría el dinero
suficiente para garantizar sus estudios y un puesto en la Marsec Corp al acabar sus estudios. Su
mujer había sido recientemente despedida de Milsent en un movimiento de la empresa hacía
planetas coloniales, deshaciéndose de sus empleados en el planeta. No podía fallar, hacía esto
por ellos, por su familia y amigos, por un futuro mejor donde no se deja a nadie atrás, donde
las cosas se deciden entre todos y se busca el beneficio del conjunto y no sólo de unos pocos
líderes codiciosos y sin escrúpulos.

Jonlan cargó en su dispositivo los datos de los ficheros “Desarrollo”, “Resultados

experimentación” y “PEV”. Según el borracho Hensen, “PEV” eran el acrónimo de una divertida
expresión que significa muchas cosas que no sabes qué son. Pero aquí guardaban los
resultados todavía por analizar, las nuevas ideas y las fases del proyecto inacabadas. Seguro
que con esta información, los Luchadores podrían llevar a cabo su plan.

New Haven espera, ya quedaba poco.