Está en la página 1de 1

LA GUELTA AL PUEBLO hombres y unas mujeres que armaron un jurrusconón

de los diez mil demonios.


Dios se lo pague a la Virgen Chiquinquireña
que ya juimos y goltiamos. Por supuestamente que lo más que me gustó
Y ahora pongan toiticos las orejas, jué ver unos vijigos con unos tiples grandorrototes
que les quero espipitiar tuesto que les rascaban la barriga y los hacían berriar que
que treigo aquí metío en la mollera ni que marranos sogamoseños.
entualito como si lo trujera escribío en un papel.
Y cuando yo menos me percato, ay Virgen Santísima
Lo que son las ganas de conocer a Gogotá; es porque veo allá en frente una señora desas
no jué sino que nos montáramos en ese jeroz que taban plastadas una debajo de otra
jerrocorriendo, ques un animal grandorrotote, y que me apuntaba con un jusil de dos cañones
negro como un carbón que camina puencima de unos y ay mesmito me agarro a gritar:
bejucos de jierro hecha jumo
por debajo de los sobacos que el mesmo que lo manija Mano Justino que me ajusilan, que me ajusilan.
es el mesmo que lo pitea. Me grita pasito a la oreja:
No sía tan burro ni tan múcura. No ves que
Entualitamente llegamos al camellón de la Tan mirando por un par de biñóculos?.
sabana, lo primeriticamente que divisamos
jue un par de mamarrachos; que taban el uno junto al Y cuando bajamos por la calle día doce
otro mano Jagustino me notijicó y me dijo
que ni que un par de que la jurrusca no era con nosotros sino
enamoraos, y mi amo Jajustino me notijicó y me allá pa contraellos mesmos.
dijo, quesque era ña Chavita y ño Colón.
Ña Chavita taba con un maná e papeles en la mano Y diay llegarnos onde mano Vitorino
y ño Colón haciendo así con el dedo, como y una mocita pintorrestiasa nos tendió la cama
diciendo correte a jartar chicha a las cruces. y al golverse pal rincón mano Jagustino
me dijo: apague el joco;
Y diay cojimos puay arriba, diay llegamos que mugres de extranjerias... pues es un mecho
honde ño Vitorino, y diay onde mano Juan de Dios metío entre un jrasco; y yo por supuestamente
quesque es el abogado de toitos los enjermos. sople que sople y naa que se apagaba
y hasta que por un me acordé que en un rincón
Luego goltiamos por la calle de a rial había dejao mi garrote,
y cuando yo menos me percaté, jue porque y lo agarro a dos manos y le atravieso dos
nos colamos en la plaza de la costipación, garrotazos y hasta que por jin
y allí topamos a mi amo Simón Golívar, quedamos a oscuras.
parao sobre una parranda de cajones, y
mirando pal capítulo, ques onde se jabrican las Ya por la mañana mi amo Jagustino me notijicó
leyes pa jodelo a uno. y me dijo, que 1´ único que nos había jaltao
por concer jue los suspensorios de los edijicios
Y diay por supuestamente nos colamos a la y el jornicador de Monserrate.
catedral, y allí topamos a mi amo Señor
toito cundío de ceras blancas que nian paqué Y cuando ya tábamos de regreso pal pueblo
es decir la comparencencia. ay subiendo el alto de los venaos,
alcancé a divisar a la Pascacia, y me agarro
Luego cogimos por la calle dia rial ques la a gritar: Oh... mija Pascacia, écheme pacá
mesma sétima y en la esquina de lotava ese cordero cachudo, hijo de l´ oveja mora,
hay donde mi amo Agustín, topamos una maná pues pa llevalo al mercao y venderlo y comprarles
de señores vestidos de generales, unos zaracitos y taparles el encostillao a estos
que taban soplando puentre unos candeleros muchachitos, que ya toy de regreso pal pueblo!.
grandorrototes y jetones; al único que pude Oyooooo¡.
distinguir, jue a mano Chichamoco
que taba dándole al bombo que ni qué ni qué.

Luego cogimos por la calle dia ocho y de


repentón jue que me topé jrente a un edijicio
delgadito y largo como una tuza;
y mi amo Jajustino me notificó y me dijo
quesquera el Sorbatorio estrambótico,
allí onde quesque se miran las estrabagaciones
del cielo en las horas matutinas de la noche.

En estas mi amo Jajustíno, me invitó que juéramos


altiatro de ño Colón y q´eso quedaba frente
a la casa de amo Presidente, ay mesmo mercó dos
boletas, una de cuneta y otra de orqueta
y cuando yo menos me percato...
ay Virgen Santísima.., es que se cayen las paredes
de abajo parriba, y entualito salieron unos

También podría gustarte