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PROYECTO

TERAPIA DE JUEGO CON NIÑOS AGRESIVOS

ACCIONES:
Integración gradual del niño a la convivencia del aula.
Trabajo intenso con agentes socializadores.
Involucrar a toda la comunidad educativa en el proceso de socialización.
Elaborar un cronograma de acción.
Evaluar e informar sistemáticamente la evolución del proceso socializador.
El tratamiento debe trabajar en psicoterapia individual a largo plazo, integrado a
un programa intensivo ambiental, compuesto por educación especial, terapia
de actividades, por ejemplo recreacional, ocupacional, musical, y trabajo
intensivo del cuido de niños, para que el tratamiento de resultado debe de
haber un trabajo en equipo y en los distintos contextos en que el niño se
encuentre, debe de haber un apoyo tanto de su familia como de docentes en la
escuela y de los terapeutas que trabajen con estos niños.
En este tipo de terapia se orienta en el niño, pero de igual manera es también
para los padres. El marco terapéutico está básicamente orientado en el
psicoanálisis, ya que estos niños están propensos a una barrera al parecer sin
final de abuso y resistencia, repleta de obscenidades gráficas, peleas,
escupitajos, de brazos y piernas, de juguetes y materiales volando. En lugar de
hablar de sus sentimientos, prefieren desordenar el mobiliario y las oficinas de
los terapeutas.
Los niños agresivos tienden a sentirse despreciados y poco amados, esta falta
básica de sentido de conexión con personas importantes en sus vida,
constituye un área fundamental de la vulnerabilidad narcisista en la
personalidad del niño, son niños que guardan temores, y esto lo expresan con
ira, ansiedad, y la depresión relacionada con el yo devaluado y despreciado.
En cierto grado estos niños han experimentado cuidados de sus padres no
adecuados, partiendo de formas insuficientes y no empáticas combinadas con
castigo físico, hasta formas más duras de negligencias y maltrato físico.
La terapia de juego depende, por lo general, de que el niño exprese varias
configuraciones de impulso y defensa agraves a través de combinaciones de
verbalización y juego. Para que con esto el terapeuta pueda intervenir con
preguntas o interpretaciones y que el niño responda a estas interrogantes, el
terapeuta pueda intervenir adecuadamente. El problema con muchos de los
niños agresivos es que son poco verbales o expresivos para el juego
imaginativo dramático, tienden a sentirse intensamente amenazados por la más
mínima pregunta u observación que les haga el terapeuta.
Presentando así graves obstáculos a la viabilidad de terapia de juego como
forma de ayudarle. Debido a que estos niños tienen problemas para
comunicarse, se sienten más seguros en actividades más estructuradas que
tienen menos probabilidades de activar tales tendencias y ansiedades tan
intensa, prefieren juegos de mesa y cartas, este tipo de juegos ponen
resistencia a las representación del mundo interno del niño.
Se deben tomar ciertas precauciones antes de trabajar con estos niños como
trabajar lejos delas ventanas, sacar del cuarto de juegos artículos
punzocortantes, entre otros.
Los objetivos conductuales se dirigen a reducir la conducta antisocial y
aumentar la buena conducta social del niño o adolescente en la cual mediante
la terapia de juego pueda a ver una interacción entre el estudiante y el
terapeuta. Se suele listar las conductas y capacidades del niño/adolescente
que funcionen adecuadamente. Se identifica y se presta apoyo a lo que el
sujeto hace bien (deportes para niños fuertes y agresivos). Se indaga lo que
los padres y el niño hacen juntos que sea divertido y agradable y se prescribe
que lo realicen con frecuencia creciente.
Identificar un solo problema de conducta por vez para su manejo. Se diseña
con los familiares y entorno estrategias de reducción de esta manera,
manteniendo una comunicación constante con sus hijos.
En esencia el tratamiento consiste en enseñar a los padres a dar órdenes
directas y concisas tratando de privilegiar la claridad del contenido, en tonos no
amenazantes. Se enseña también a ser paciente con los ritmos del niño y no
mandarlo a hacer cosas sin darle el suficiente tiempo para cumplir la orden, si
el niño es siempre interrumpido es muy difícil que comprenda el sentido de las
órdenes y que se acostumbre a obedecerlas.
En casos de niños agresivos durante las terapias se beben retirara todo lo que
son materiales punzocortantes como lo son tijeras cuchillos entre otros, se
debe trabajar lejos de ventanas. Se debe trabajar con muchos materiales como
masas, plastilinas, arcillas, cosas moldeables y táctiles.
Es importante la parte artística crear y pintar la técnica ilumina tu vida es muy
recomendables para este tipo de pacientes por su incapacidad de expresión.
La casita de muñecas es necesaria, ya que puede evidenciar en qué lugar
ocurre más las agresiones en la casa.
Caja de arena Un espacio de relajación Lectura de libros, de temas como los
valores Títeres y disfraces, para favorecer los diálogos Juegos de mesa Legos
y materiales de armar
ORIENTACIONES PARA REDUCIR
LAS CONDUCTAS AGRESIVAS
Consideraciones
Hablamos de agresividad cuando provocamos daño a una persona u objeto. La
conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico.
En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma
directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas, empujones,...) como
verbal (insultos, palabrotas,...). Pero también podemos encontrar agresividad
indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la
persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la
cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración.
Habitualmente cuando un niño emite una conducta agresiva es porque
reacciona ante un conflicto. Dicho conflicto puede resultar de problemas de
relación social con otros niños o con los mayores, a la hora de satisfacer los
deseos del propio niño, problemas con los adultos surgidos por no querer
cumplir las órdenes que éstos le imponen, problemas con adultos cuando éstos
les castigan por haberse comportado inadecuadamente, o con otro niño cuando
éste le agrede...
Orientaciones
Reducir las conductas agresivas utilizando un programa de habilidades
sociales desarrollándola en la clase con todo el grupo y utilizando algunas
estrategias con el alumno como las que siguen:
Refuerzo de las conductas asertivas (adecuadas) con elogio y reconocimiento
de los compañeros.
Entrenamiento en habilidades contrarias a la agresión.
Habilidades cognitivas: inducir en el alumno pensamientos totalmente
contrarios a los suyos habituales mediante sesiones en la tutoría de ensayo de
situaciones.
Ejercicios de relajación.
Juegos de inducción a la tranquilidad.
Consideraciones
Si el niño mantiene la conducta agresiva por lo que pasa después de
producirse la misma (reforzadores posteriores) se trataría de suprimirlo, porque
si sus conductas no se refuerzan terminará aprendiendo que sus conductas
agresivas ya no tienen éxito y dejará de hacerlas. Ejemplo: si cuando
manifiesta una conducta agresiva en clase el profesor se lo lleva al despacho
de dirección y esto es un premio en lugar de un castigo, el alumno volverá a
repetir la conducta agresiva para volver a ir al despacho. Este método se llama
extinción y puede combinarse con otros como por ejemplo con el reforzamiento
positivo de conductas adaptativas.
Si la conducta agresiva acarrea consecuencias dolorosas para otras personas
no actuaremos nunca con la indiferencia. Tampoco si el niño puede suponer
que con la indiferencia lo único que hacemos es aprobar sus actos agresivos.
Existen asimismo procedimientos de castigo como el Tiempo fuera o el coste
de respuesta. En el primero, el niño es apartado de la situación reforzante y se
utiliza bastante en la situación clase. Los resultados han demostrado siempre
una disminución en dicho comportamiento. Los tiempos han de ser cortos y
siempre dependiendo de la edad del niño. El máximo sería de 15 minutos.
El coste de respuesta consiste en retirar algún reforzador positivo
contingentemente a la emisión de la conducta agresiva. Puede consistir en
pérdida de privilegios como no ver la televisión.
El castigo físico no es aconsejable en ninguno de los casos porque sus efectos
son generalmente negativos: se imita la agresividad y aumenta la ansiedad del
niño.

Algunas consideraciones sobre el castigo en general


Debe utilizarse de manera racional y sistemática para hacer mejorar la
conducta del niño. No debe depender de nuestro estado de ánimo, sino de la
conducta emitida.
Al aplicar el castigo no lo hagamos regañando o gritando, porque esto indica
que nuestra actitud es vengativa y con frecuencia refuerza las conductas
inaceptables.
No debemos aceptar excusas o promesas por parte del niño.
Hay que dar al niño una advertencia o señal antes de que se le aplique el
castigo.
El tipo de castigo y el modo de presentarlo debe evitar el fomento de
respuestas emocionales fuertes en el niño castigado.
Cuando el castigo consista en una negación debe hacerse desde el principio de
forma firme y definitiva.
Hay que combinar el castigo con reforzamiento de conductas alternativas que
ayudarán al niño a distinguir las conductas aceptables ante una situación
determinada.
No hay que esperar a que el niño emita toda la cadena de conductas agresivas
para aplicar el castigo, debe hacerse al principio.
Cuando el niño es mayor, conviene utilizar el castigo en el contexto de un
contrato conductual, puesto que ello ayuda a que desarrolle habilidades de
autocontrol.
Es conveniente que la aplicación del castigo requiera poco tiempo, energía y
molestias por parte del adulto que lo aplique.

ORIENTACIONES
Objetivo del programa: debilitar la conducta agresiva y reforzar respuestas
alternativas deseables (si esta última no existe en el repertorio de conductas
del niño, deberemos asimismo aplicar la enseñanza de habilidades sociales).
Ciertas condiciones proporcionan al niño señales de que su conducta agresiva
puede tener consecuencias gratificantes. Por ejemplo, si en el colegio a la hora
del patio y no estando presente el profesor, el niño sabe que pegando a sus
compañeros, éstos le cederán el balón, habrá que poner a alguien que controle
el juego hasta que ya no sea preciso. Si, por ejemplo, cuando manifiesta una
conducta agresiva en clase el profesor se lo lleva al despacho de dirección y
esto es un premio en lugar de un castigo, el alumno volverá a repetir la
conducta agresiva para volver a ir al despacho, por lo tanto habrá que dejar de
hacer esto y si se saca de la clase habrá que llevarlo a un lugar “neutro” y
durante 15 minutos máximo. El tema es no recompensar la conducta agresiva.
Debemos reducir el contacto del niño con los modelos agresivos. Por el
contrario, conviene suministrar al niño modelos de conducta no agresiva.
Muéstrele otras vías para solucionar los conflictos: el razonamiento, el diálogo,
el establecimiento de unas normas. Si los niños ven que los adultos tratan de
resolver los problemas de modo no agresivo, y con ello se obtienen unas
consecuencias agradables, podrán imitar esta forma de actuar.
Reduzca los estímulos que provocan la conducta. Enseñe al niño a permanecer
en calma ante una provocación.
Recompense al alumno cuando éste lleve a cabo un juego cooperativo y
asertivo.
Existe una cosa denominada "Contrato de contingencias" que tiene como
finalidad comprometer al niño en el proyecto de modificación de conducta. Es
un escrito entre profesor y alumno en el que se indica qué conductas deberá
emitir el niño ante las próximas situaciones conflictivas y que percibirá por el
adulto a cambio. Asimismo se indica qué coste tendrá la emisión de la
conducta agresiva. El contrato deberá negociarse con el niño y revisarlo cada X
tiempo y debe estar bien a la vista del niño. Tenemos que registrar a diario el
nivel de comportamiento del niño porque la mera señal del registro ya actúa
como reforzador.
ORIENTACIONES PARA REDUCIR
LAS CONDUCTAS AGRESIVAS

TIME-OUT (técnica del aislamiento)


¿Qué hacer?
Ejemplo: XXX se dirige a un compañero y le da una patada.
Aplicar consigna / aviso a XXX POR PARTE DEL MAESTRO RESPONSABLE
DEL GRUPO-CLASE de manera inmediata a la aparición de la conducta
agresiva:
NO aplicar la consigna regañando o gritando, ni con actitud de enojo, utilizar
un tono de voz lo más objetivo posible.
El MAESTRO – COLABORADOR (encargado de llevar a cabo el aislamiento)
llevará a XXX al aula de tiempo fuera SIN ESTABLECER INTERACCIÓN
SOCIAL con él y con una actitud neutra. A lo sumo si éste pregunta se le dará
una explicación concreta, y sin carga emocional, del motivo del aislamiento.
El tiempo de aplicación será de aproximadamente 5 minutos y nunca excederá
de 15.
La liberación se llevará a cabo siempre y cuando su comportamiento en el
último minuto haya sido el adecuado.
NUNCA se liberará si se está manifestando comportamientos inadecuados tipo
gritos, amenazas, golpes,...
Una vez en clase de nuevo, NO JUZGAR lo sucedido.
IMPORTANTE: El maestro – colaborador NO debe intervenir en la marcha de
la clase, ni reprender o intentar corregir la conducta de XXX. Su única función
es la de llevar a cabo la técnica. El manejo de la clase es competencia
únicamente del maestro que la imparte.
NO UTILIZAR EL TIME – OUT COMO REGLA AMENAZANTE (Ej. “como sigas
molestando te llevamos al aula de aislamiento”)

EXTINCIÓN Y REFUERZO POSITIVO


El apareamiento de la extinción de conductas disruptivas con el refuerzo
positivo de conductas adaptativas, produce una mayor eficacia en el control de
la conducta deseada.
¿Qué hacer?
Retirar la consecuencia reforzante (atención) a la emisión de la conducta
inadecuada (Ej. molestar a un compañero de clase).
Reforzar o premiar a XXX cada vez que manifieste conductas adaptativas
opuestas a la agresión (Ej. pedir permiso para ir al servicio). Éste refuerzo será
de tipo social, elogio, sonrisa, aprobación, miradas, ayudarlo individualmente
en lo que esté realizando, mostrar interés,...

CONSIDERACIONES GENERALES:
No regañar continuamente, aplicando múltiples reglas que no se van a cumplir.
No aplicar excesivas órdenes e instrucciones: “no te muevas”, “no molestes”,
“no te levantes”....
Evitar, ante la aparición de la conducta inadecuada, relatar extensamente todos
los acontecimientos desadaptados que han tenido lugar hasta el momento.
En el caso que XXX emita un comportamiento que interfiera la marcha de la
clase (Ej. Hacer ruido con algún objeto) y la restricción verbal (“No continúes
haciendo ruido”) no surta efecto, retirarle el objeto en cuestión sin ningún tipo
de manifestación de atención (contacto ocular, regañar,...)
Aplicar la extinción de manera sistemática.
MUY IMPORTANTE: PREMIAR LOS COMPORTAMIENTOS ADECUADOS.
EJEMPLOS DE COMPORTAMIENTOS ESCOLARES DESEABLES
1. Seguir las reglas de los juegos.
2. Estar alegre.
3. Hablar con respeto a los demás
4. Aceptar sugerencias de los compañeros
5. Asumir responsabilidades
6. Realizar cosas útiles para los compañeros
7. Plantear diálogos y discusiones normalizadas
8. Controlar los sentimientos de frustración
9. Aceptar las diferencias sociales
10. Tener autoconfianza
11. Ser optimista ante las tareas
12. Ser considerado con los demás
13. Ayudar a los compañeros en las dificultades
14. Interesarse por lo que les ocurre a los demás
15. Compartir las cosas
16. Reforzar a los compañeros
17. Tomar en cuenta críticas positivas para mejorar
18. Esforzarse por cumplir lo encomendado
19. Tener buena relación con los compañeros
20. Intentar convencer a los demás a través de razones y no de gritos o
imposiciones
21. Terminar las tareas
22. Acatar las decisiones de la mayoría
23. Ser simpático
24. Prestar atención a comentarios y opiniones de los demás
25. Respetar las cosas de los compañeros
26. Contribuir a la limpieza de la clase
27. Aceptar sus posibilidades y limitaciones
28. Pedir la palabra y esperar su turno para intervenir

REFORZADORES SOCIALES
1. Alabanza
2. Comentario positivo
3. Reconocimiento de la labor o tarea
4. Sonrisa
5. Elogiar
6. Felicitar
7. Contacto físico: estrechar la mano, palmada en el hombro, caricias,...
8. Expresión de satisfacción
9. Reconocimiento individual (maestro)
10. Reconocimiento individual (otro alumno)
11. Reconocimiento colectivo (compañeros)
12. Comentarios favorables de un compañero
13. Constituirse como modelo de
14. Elegirlo para determinadas actividades
15. Recibir atención de los compañeros

REFORZADORES DE SITUACIÓN
1. Salir unos minutos al patio
2. Disfrutar de tiempo libre
3. Pintar, colorear,..
4. Sentarse junto a ...
5. Ser encargado de...
6. Repartir folios
7. Recoger los cuadernos
8. Borrar la pizarra
9. Ayudar al profesor en...
10. Hacer recados
11. Ser el primero en...
12. Reducción de la cantidad de la tarea
13. Tiempo de descanso
14. Realizar una tarea agradable
15. Compartir algo con un compañero.

LA TÉCNICA DE “LA TORTUGA”


EL MANUAL DE LA TORTUGA, M.R. SCHNEIDER Y A. ROBIN
La técnica de la “tortuga” fue diseñada por M. Schneider (1974) como un
método muy eficaz para el autocontrol de la conducta impulsiva en el aula,
revelándose muy útil en situaciones de descontrol por carga emocional. Resulta
de mucha utilidad en niños preescolares y hasta los 7 años de edad. A partir de
esta edad, la escenificación de la tortuga se utiliza como planteamiento lúdico
de una técnica de relajación y autocontrol.
El procedimiento será el siguiente:
Leer al niño la historia de la tortuga.
Con la imagen mental que provoca el cuento, se invitará al niño a dramatizar la
sensación de frustración de la tortuga, su rabia contenida y intento de
introducirse en el caparazón. Cuando la tortuga se introduce en el caparazón
para vencer los sentimientos de rabia y furia, el niño escenificará esta actitud
pegando la barbilla al pecho, colocando los brazos a lo largo del cuerpo y
presionando fuertemente barbilla, brazos y puños cerrados, mientras cuenta
hasta diez. La distensión posterior provocará una relajación inmediata.
Esta sesión concluye invitando al niño a realizar “la tortuga” en aquellos
momentos en los que el enfado o la agresividad le desborde.
Para motivar la aplicación de esta técnica, se propone al niño un refuerzo: una
tortuguita de verdad. Si aplica la técnica de la tortuga obtendrá puntos para la
tortuga de verdad.
Se dibujará una tortuga grande en cartulina. El caparazón de la tortuga estará
cubierto de “escamas”-casillas, que serán los puntos a conseguir (se empezará
poniendo un número reducido de casillas para completar los puntos necesarios
para una primera tortuga; posteriormente puede continuarse la técnica, si
procede, dibujando una segunda tortuga con más casillas).
El niño podrá tachar o colorear una de las “escamas” en dos ocasiones: 1) si ha
conseguido hacer la tortuga en un momento difícil o 2) si ha recordado a otro
niño que lo hiciera cuando ha visto que se iba a descontrolar.
Se reforzarán los avances en el cartel de la tortuga con algún elogio o premio.

LA TÉCNICA DEL “OSO ARTURO”


(Habilidades Cognitivas y Sociales en la infancia: Piensa en voz Alta. Un
programa de resolución de problemas para niños de Camps y Bash)
El niño conocerá al Oso Arturo y con él aprenderá que en cualquier situación y
para cualquier actividad, tarea, juego o problema tendrá que hacerse 4
preguntas en voz alta y contestarlas, aprendiendo a controlar su conducta
mediante autoinstrucciones (Meichenbaum, 1977):

-¿Cuál es mi problema?

-¿Cuál va a ser mi plan para solucionarlo?

-¿Estoy aplicando mi plan?

-¿Cómo lo he hecho?

El Oso Arturo presenta en los 4 pasos, que pueden estar representados con
dibujos, la manera de solucionar los problemas.

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