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EANr tRí Ecu

C Ul EoRDO
d e fDoEn. .d. o

PERÚ
60 de esta versión y encontró que el primer
Zénder que llegó a Huaraz fue Jacobo
Zénder, de quien no se encuentran hue-
llas anteriores a 1871, cuando figura
como suscriptor de un semanario titu-
lado "El Ciudadano". En 1874 fundó
una casa comercial con su hermano
Simón. Juan José Zénder no podría
haber sido el padre de Atusparia, ni
éste habría nacido en su casa comer-
cial. El origen de Pedro Pablo Atusparia
sigue siendo por lo tanto poco claro.
En aquella época era costumbre en
la sierra que, llegado el hijo de un ma-
trimonio indígena a cierta edad, fuera
entregado a un señor con poder (un
"misti") para que le sirviese, a cambio
de la protección e instrucción que éste
le brindaría. Fue entregado Pedro Pablo
Atusparia a su padrino, el Sr. Alzamora,
para que lo adiestrase como tintorero;
aprendió a teñir jergas, bayetas, cor-
dellates y otras telas de lana que se
comercializaban entre los indios de la
región. Parece que no llegó, empero,
a saber leer y escribir, puesto que en
un documento de 1880, otra persona
firma "a ruego de" Atusparia.
En 9 de octubre de 1869 Pedro
Pablo Atusparia se casó con María
Pedro Pablo Fernanda Yauri. De esta unión nacieron
cuatro hijos, aunque el primero murió

Atusparia
muy pequeño. Atusparia vivió entre
Huaraz y el campo. Pronto descolló en
su profesión y como dirigente. En 1880
Pedro Pablo Atusparia fue un campesino más, que en el era subinspector de la estancia de Ma-
rián, y tuvo con el agente Manuel Mos-
siglo XIX abanderó una revuelta en Huaraz, Perú, al considerar
quera (que recolectaba leña y criaba
injusto el pago de un impuesto, el de contribución personal
caballos para el ejército) un conflicto
que gravaba mucho a los campesinos de la época en aquella que llegó a enfrentamientos físicos y al
zona y los empobrecía aún más. Es una muestra de la lucha de poder judicial.
campesinado contra el poder establecido. En una asamblea celebrada en

S
la navidad de 1884 en el atrio de la
antiago Maguiña, historiador ñora Zénder decidió encargar la crianza iglesia matriz de Huaraz, Atusparia fue
huaracino dice que Pedro del pequeño a María Ángeles, ama de elegido por los vecinos como Alcalde
Pablo Asturia, nació en la leche de la casa y natural del caserío Ordinario del primer distrito de la
ciudad de Huaraz, el 29 de de Tuquipayoc, que era esposa de Caye- ciudad, La Independencia. El primero de
junio de 1840. Hijo de María Mallqui, tano Atusparia, del pueblo de Marián, enero siguiente él y sus dos "campos"
empleada de hogar que trabajaba en quienes acabaron por adoptarlo legíti- (ayudantes), en una ceremonia acos-
el local comercial de la familia Zénder mamente. tumbrada, recibieron de manos del
Taboada y de padre desconocido. La se- Manuel Reina Loli investigó acerca párroco de la ciudad una capa negra
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de terciopelo y una vara de chonta que trabajar en la construcción de puentes, afrenta al símbolo ancestral de nobleza 61
simbolizaba su mando. caminos y otras obras civiles, lo que y autoridad.
Eran tiempos convulsos. El callejón recordaba la "mita de la plaza" de los
de Huaylas había sido asolado por tiempos coloniales. Rebelión de Huaraz
varios de los ejércitos de la guerra Los indígenas de la provincia recha-
con Chile, y los campesinos había sido zaron el pago de la contribución, fijada El 3 de marzo de 1885 los pobla-
reclutados para las tropas. La última en cuatro soles plata, que equivalían a dores decidieron rebelarse. Liderados
batalla contra los chilenos, la de Hua- veinte soles billete, única moneda que por Atusparia y Pedro Cochachin to-
machuco, se libró cerca de la región, y llegaba a sus manos. La imposición maron Huaraz luego de dos días de
a ella fueron a refugiarse varios heridos resultaba desmesurada. El 22 de fe- enfrentamientos contra la gendarmería,
y derrotados. Tras la firma de la Paz de brero de 1885, Noriega sacó un bando armados con piedras, machetes y picas.
Ancón, en octubre de 1883, se inició el concediendo un plazo de tres días para José Collazos (teniente gobernador)
enfrentamiento entre Miguel Iglesias y el pago de los dos soles de la primera conociendo que la desproporción del
Andrés Avelino Cáceres. Algunos ven semestralidad. Bajo la asesoría del abo- número de hombres era descomunal y
la rebelión de Atusparia como parte de gado Manuel Mosquera, antiguo pre- lo desfavorecía, huyó amparado por la
esta lucha, de la misma forma que la fecto cacerista, se redactó un memorial noche. Atusparia trató de controlar a
de Juan Bustamante, en 1867, se vio pidiendo una rebaja en el impuesto y la sus hombres, y evitó que se saquearan la
envuelta en la lucha civil entre Prado y suspensión de los trabajos de república. mayoría de propiedades, pero no pudo
Diez Canseco. Atusparia fue el encargado de dar la evitar que sus seguidores saquearan los
cara y presentar el documento. Cuando comercios de los chinos. Ya por la noche
Reivindicaciones campesinas los indígenas fueron requeridos para ir cercaron la ciudad con campamentos
a recoger paja para arreglar los techos en los cerros contiguos. El 4 de marzo
de las viviendas de Huaraz, Atusparia Atusparia estaba al mando de 8.000 in-
Al calor de esas guerras "de mistis"
se negó a dar la orden. El Prefecto lo dividuos, con trescientos fusiles y toda
(de mestizos y criollos) se abrieron paso
hizo apresar y lo sometió a tortura para la pólvora del cuartel de Huaraz. La re-
las reivindicaciones campesinas. Así
que confesase quién era el verdadero belión se extendió a todos los pueblos
pasó en 1885. Huaraz había quedado
autor del memorial. Ante estos hechos, del Callejón de Huaylas. En Yungay, los
controlada por las fuerzas de Miguel
a finales de febrero los alcaldes acom- alzados liderados por Pedro Cochachin
Iglesias. Éste nombró a Francisco No-
pañantes solicitaron que se liberase robaron 40 cajas de dinamita de una
riega como Prefecto del departamento.
a su líder y se enfrentaron al prefecto empresa minera y amenazaron con
Los vecinos se hallaban, sin embargo,
encargado en ese momento: Javier detonar Huaraz y Yungay si esta última
muy divididos entre caceristas e igle-
Collazos, quien ordena liberarlo, no sin ciudad no se rendía (los pobladores de
sistas. Francisco Noriega trató de ac-
antes cortar sus trenzas y las de todos Yungay defendieron la ciudad durante
tivar la cobranza de impuestos a fin de
poder realizar una labor de gobierno. sus seguidores. Esto constituía una casi un mes) la Guardia urbana rechazó
A los caceristas, entre quienes militaría
Atusparia, les supo a chicharrón de Atusparia se convirtió en una figura legendaria local.
sebo.
Entre los impuestos, el más impo-
pular (en la medida en que afectaba
al grueso de la población) era el de
la contribución personal. Había sido
instaurada por el régimen de Piérola
en diciembre de 1879, pero la guerra
había vuelto difícil su cobranza. Los
chilenos no habían tratado de levantar
el impuesto, optando por cobrar contri-
buciones sólo a las ciudades y a la po-
blación acomodada. Francisco Noriega
trató asimismo de restaurar los trabajos
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de "república": una suerte de faenas


comunales por las que los indios debían
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62 dos veces el ataque pero el transformación de una protesta


siguiente se cobró la vida de esquiva a una petición legal y a
cientos de ciudadanos, siendo una rebelión abierta en Huaraz.
Yungay finalmente tomada. La primera tiene que ver con la
Posteriormente tomaron Caraz.
contradicción de una medida
Esta situación duró varios meses
tributaria (aunque liberal) como
hasta que desde Lima se envió
la contribución personal, que
una expedición al mando del
no conllevaba garantías del Es-
coronel José Iraola. La expedi-
tado para el acceso indígena a
ción fue en un principio derro-
tada por Pedro Cochachin. Sin sus parcelas o pastos comunes,
embargo, reorganizada avanzó convirtiéndose en una doble
nuevamente desconcertando imposición con el cobro ilegal
a los rebeldes recuperando que los terratenientes hacían
Yungay y Huaraz de los rebeldes. por el acceso a esos recursos.
Esta contradicción, combinada
Investigaciones con el incremento de los tra-
bajos de "república" y con
Los investigadores que las constantes levas militares
han estudiado la rebelión de (en una coyuntura en que las
Huaraz la interpretan de dis- economías campesinas atrave-
tintos modos. Para algunos fue saban serias dificultades) ubi-
un movimiento antifiscal, como caron a los indios y sus líderes
otros movimientos indígenas en en una situación explosiva.
la historia peruana; otros estu- La segunda, y más decisiva,
diosos la vinculan con una rei- que determinó el estallido de
Estatua de Atusparia
vindicación indígena antihispana; para la rebelión, fue la combinación de un
ciertos historiadores, por último, fue Franklin Pease observa: "De hecho, rechazo terminante a la petición de
simplemente un capítulo de la lucha concurren una serie de factores en la los alcaldes, con la humillación a estas
entre Iglesias y Cáceres. sublevación. Es importante el reconoci- personas que eran sus autoridades.
William Stein concluye en lo si- Entonces, los objetivos políticos (tanto
miento de la vinculación con la propia
guiente: "El movimiento de Ancash tuvo campesinos como caceristas) como la
guerra civil entre iglesistas y caceristas,
mito y fe, pero careció de un programa defensa de la ganancia inicial, deter-
pero más resaltante es la capacidad de
y una doctrina. (...) El movimiento no minó la expansión de la insurgencia."
organización de la población ante el
tenía una conciencia unificada de sus En cualquier caso, Atusparia se con-
alza de las contribuciones, fueran éstas
objetivos y sus pretensiones; su com-
en dinero o en trabajo. Se aprecia, asi- virtió en una figura legendaria local,
prensión colectiva estaba tan fragmen-
mismo, una importante alianza entre alrededor de la cual se han compuesto
tada como los heterogéneos elementos
grupos mestizos e indígenas; no es la numerosos huaynos, novelas y obras
que la conformaban." Luego de tomar
primera vez que ello ocurre, y se ha teatrales.
Huaraz, los sublevados no supieron
qué más hacer. Rehuyeron el poder de visto en otras sublevaciones andinas, Atusparia murió el 25 de agosto
esta pequeña ciudad, entregando el coloniales, por ejemplo." de 1887 y aunque algunas personas
mando al abogado Mosquera, líder de Mark Thurner, por su parte, distan- cuentan que fue envenenado, histo-
los caceristas. El papel de Mosquera es ciándose de quienes consideran las riadores como Manuel Reina Loli y
poco claro. Hay quienes lo consideran rebeliones indígenas como meras com- Augusto Alba Herrera señalan que
el redactor del memorial presentado a parsas de las guerras civiles de los mes- la causa de su muerte fue el tifus,
Noriega e incluso el líder intelectual de tizos, argumenta: "Dos conjuntos de epidemia que azotó Unchus y Marián
la rebelión. causas fueron fundamentales para la durante esos años.

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