CURSO DE

ADIESTRAMIENTO
DEL PERRO DE
CAZA
19. Secretos para
adiestrar a tu perro
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Introducción

Veremos técnicas simples basadas en la

naturaleza de los perros que te ayudarán a
modificar y controlar las malas conductas
de tu mascota.

Origen histórico del perro

Esta es una breve reseña de la evolución del lobo hasta convertirse en
perro. Como éste se acercó al hombre, y cómo vio el hombre que tener
lobos a su lado era beneficioso, por lo cual inicio un proceso de
domesticación y posterior crianza selectiva pensando en acentuar las
diferentes cualidades de los caninos a su favor.

Nuestros perros actuales, tienen su origen en el Lobo, transportándonos

cientos de años atrás en la historia del hombre, el Lobo se aproxima al
ser humano inicialmente por supervivencia. El Lobo encuentra al lado del
hombre, la consecución fácil de fuentes de alimento y el hombre por su
parte encuentra en el lobo cualidades aprovechables a su favor tales
como sus instintos de cacería, territorialidad y defensa entre otros
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El hombre al encontrar diferentes cualidades en estos seres, inicia a

acentuar estas capacidades a través de la crianza selectiva es decir, inicia
la cruza de los diferentes ejemplares de lobo, teniendo en cuenta las
cualidades más destacadas de cada individuo, por ejemplo:
Cruzaban una hembra lobo con mayor tendencia a la defensa territorial
con un macho lobo que tuviese, también, una fuerte defensa territorial,
para, de esta manera, obtener crías con un comportamiento territorial
más fuerte.

De esta manera se inició el proceso para dar origen a las diferentes razas
que conocemos, en la actualidad. Al acentuar las características físicas y
de comportamiento, obtuvimos perros con diferentes cualidades, así
pues podemos encontrar que las razas como el Golden Retriever y el
labrador Retriever se caracterizan por ser extremadamente sociables con
los extraños, ya que el énfasis inicial en la crianza de este tipo de perros
se puso en la capacidad para recoger las presas de cacería y no para
vigilar el territorio de extraños.

Tomando como ejemplo opuesto podemos mirar al Rottweiler, raza que

inicialmente fue utilizada como perro de pastoreo de los carniceros
alemanes, y desde luego como perro de vigilancia de los rebaños, al
tiempo que cargaba las alforjas con el dinero producido por la venta de la
carne. Lo anterior explicaría por qué un buen Rottweiler es
inminentemente un perro de vigilancia y protección, poco sociable y
desconfiado con los extraños
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Comportamiento Social
Habiendo conocido una
pequeña parte de la evolución
histórica del perro, podemos
deducir que gran parte del
comportamiento de nuestros
perros actuales, ha sido
heredado de sus ancestros los
Lobos.

¿Cómo se comportan los perros socialmente? ¿Qué diferencia un

perro líder de un perro subordinado? ¿Cómo jerarquizar nuestros
perros correctamente dentro de la manada humana?
Cuando un perro entra a hacer parte de una familia humana, asume
de acuerdo con su personalidad y el manejo que le demos como
dueños, una posición o nivel social dentro de este grupo de personas.

La falta de conocimiento de las leyes y comportamientos que rigen la

personalidad canina ocasionan, frecuentemente en nuestra
comunidad, problemas de convivencia que desencadenan
generalmente conductas agresivas de los perros hacia sus amos.

Conocer cómo funciona la estructura social y psíquica de nuestros

perros es, quizás, la mejor herramienta para lograr minimizar el peligro
potencial que implica el tener un perro con el comportamiento social
inadecuado
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Desde sus primeras semanas de vida los cachorros empiezan a

aprender a través de sus juegos, a asumir el papel de dominante y
dominado, por este motivo es crucial que un cachorro no abandone a
su madre y sus hermanos antes de los 2 meses de vida.

Rituales de Jerarquización
Los perros son animales sociales por naturaleza, el instinto gregario está
presente en ellos, desde el más pequeño hasta el más grande. Este
instinto, hace que de manera innata todo perro necesite establecer y
pertenecer a una estructura social, dentro de la cual debe existir un orden
jerárquico, es decir deben existir un o unos líderes y un o unos individuos
subordinados.
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La convivencia equilibrada de nuestros perros en el hogar está

estrechamente relacionada a que la figura que tengamos ante
nuestros amigos caninos sea la de líderes (los que dirigen y mandan)
y no la de subordinados (los que se dejan dirigir y obedecen) A
continuación veremos los factores que debemos tener en cuenta
para jerarquizar correctamente nuestros perros.

LIMÍTELE SU TERRITORIO
Así como los lobos líderes de una manada tienen lugares exclusivos
para ellos y los hacen respetar, de esta misma manera, nosotros
como líderes de nuestros perros, debemos, desde que nuestros
perros son cachorros, limitarles el acceso a sitios privilegiados de la
casa, como las habitaciones (eso incluye desde luego camas) y
muebles para el descanso. Cuando no delimitamos el territorio de
nuestros perros, les proporcionamos un nivel jerárquico igual que el
nuestro, en la medida que nuestros amigos maduren, física y
psicológicamente, será más difícil dejar en claro la posición que ellos
deben tener frente a nosotros. No es extraño encontrar casos en los
cuales la mascota de la casa, literalmente, se apodera de un sofá, una
cama o una habitación, mostrando comportamientos agresivos hacia
quien pretenda desplazarle de lo que él considera su espacio

EXTENSIÓN DEL TERRITORIO

Por otra parte, permitir que nuestros perros permanezcan en los
antejardines y balcones de nuestras casas, incrementara el instinto
territorial de nuestros amigos más lejos de lo que se debe.
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Es muy común observar perros detrás de las rejas de antejardines y

balcones, ladrando a cuanto transeúnte pasa, esta situación
simplemente ocasiona que el perro crea que su territorio va más allá
de los límites de la casa de su amo, extendiendo sus límites a la
calle, situación que en determinado momento se puede tornar
altamente peligrosa para toda persona (adulto o NIÑO) que transite
cerca, ya que la herramienta más adecuada para sacar el supuesto
intruso del territorio es la acción de morder. La sucesiva repetición
de persecuciones a lo largo de una reja o valla, creara en nuestro
perro un alto nivel de frustración. Esta frustración se convierte en la
mayoría de los casos en AGRESION. Son muchos los casos que se
presentan de Agresión por extensión de territorio, pero la mayoría
de las personas no logran identificar los síntomas previos al evento,
ni las causas de este comportamiento, confinando el perro a una
perrera o ubicándolo en la finca campestre más cercana.

DESPLAZAMIENTO DE LA MANADA
El desplazamiento en el vehículo forma parte también de la correcta
jerarquización de nuestros perros, al igual que en el desplazamiento de
una manada de lobos. Los líderes van siempre adelante, nuestros
caninos amigos deben ir siempre en la parte trasera de nuestro
vehículo, esto beneficiará el comportamiento de nuestras mascotas y
por lógica nuestra seguridad.

El desplazamiento en el vehículo forma parte también de la correcta

jerarquización de nuestros perros, al igual que en el desplazamiento de
una manada de lobos. Los líderes van siempre adelante, nuestros
caninos amigos deben ir siempre en la parte trasera de nuestro
vehículo, esto beneficiará el comportamiento de nuestras mascotas y
por lógica nuestra seguridad.
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El desplazamiento por parques y calles, debe tener una norma vital, y

es: ¡MI PERRO NUNCA DEBE IR DELANTE DE MÍ! Para evitar este tipo
de conductas, es importante iniciar a temprana edad (3 o 4 meses) con
un programa formal de entrenamiento en obediencia básica.

Recuerde, la falta de limitación territorial, dentro del hogar, puede a

mediano plazo desencadenar problemas de agresión relacionados con
la posesión de dichos espacios por parte del perro. Sea claro y firme
con su cachorro, en cuanto a espacios se refiere, tenga en cuenta que
la concepción territorial para los perros es una parte fundamental del
lenguaje de la manada. ¡UN LIDER SIEMPRE DELIMITA SU TERRITORIO!

CONTROLE SU ALIMENTO
Después de una jornada de cacería, la manada de lobos se dispondrá a
ingerir su respectiva presa cazada. Y de nuevo los líderes de la manada
impondrán un orden social a través del ritual de alimentación, ellos
comerán primero y lo que quede será para los subordinados de la manada.

Nuestros perros se comportan como lobos. Sin importar que algunas razas
tengan un mayor o menor grado de evolución, con respecto al lobo adulto,
finalmente todos siguen un patrón de conducta muy similar, esto hace que
cuando nosotros tomamos nuestros alimentos a la par con nuestras
mascotas, de nuevo los estemos colocando en el nivel social equivocado.

Una forma sencilla pero efectiva de mostrarnos como líderes ante nuestros
perros, es suministrándoles su alimento solo después que nosotros
hayamos finalizado los nuestros. Para que esta técnica sea significativa, el
perro deberá observar cómo se sirve su plato de comida, pero no se le
permite comer hasta que la familia humana haya terminado sus alimentos.
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Es importante tener en cuenta que cualquier manifestación de atención

por parte de nuestro perro hacia nosotros, como ladrar, chillar o
tocarnos con su pata y aun una mirada enternecedora, debe ser
ignorada totalmente (ningún contacto visual, verbal o táctil) por
nosotros. La comida de nuestros perros debe ser manipulada por
nosotros, desde que son cachorros, para evitar futuros conflictos y
excesiva posesividad o defensa de su alimento.

Muchos cachorros con escasos meses de vida, ya gruñen y enseñan sus

dientes a sus amos cuando estos tratan de manipular su alimento,
como una primera opción debemos mostrarle a nuestro cachorro que
no nos interesa competir su alimento y que por el contrario nuestra
presencia es para suministrarle más cantidad de comida, con el tiempo
entenderá que no tiene sentido gruñirnos ya que no le vamos a robar
su comida.

En algunos casos, un cachorro podrá continuar gruñendo a pesar de

mostrarle amablemente que no pretendemos dejarlo sin su comida, de
ser así, en el momento que gruña quitaremos la comida por un espacio
de tiempo de un minuto, para permitirle de nuevo comer y de repetirse
el cuadro agresivo, repetiremos el procedimiento hasta que nuestro
alumno entienda que somos los líderes y controlamos su comida, y que
los gruñidos solo traen malas consecuencias para él.

Estos procedimientos deben ser aplicados solo en perros hasta los 3 o

4 meses de edad ya que en un perro adulto la agresión podría
sobrevenir con consecuencias graves para el propietario. Con perros
adultos, será recomendable buscar la ayuda de profesionales del
comportamiento canino.
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Actuando como líder de la

manada
Como lo hemos mencionado anteriormente, alrededor de la
alimentación de nuestros perros, debe existir un ritual diario, que nos
confirme constantemente como líderes de la manada.

Cada vez que iniciemos a alimentar nuestro cachorro, este deberá

esperar pacientemente a que nosotros decidamos permitirle el acceso
a la comida.

Cada vez que nuestro cachorro se abalance a comer de manera

desenfrenada le bloquearemos (Impedir el acceso al plato de comida)
con nuestras manos de manera firme, al tiempo que pronunciamos la
voz de corrección ¡AH.AH! Nuestra acción de bloqueo continuara, de
manera firme, hasta que nuestro cachorro se muestre calmado y
espere, de manera relajada, a que le permitamos llegar al plato. Una
vez más estaremos actuando como los líderes de la manada,
controlando el alimento, de la misma forma que la mamá perruna por
primera vez dejo en claro a sus cachorros a través de un gruñido
profundo seguido de un mordisco firme pero inocuo, que deben
respetar su plato y que aún no es su turno para comer. Debemos tener
muy en cuenta que el bloqueo físico para que nuestro cachorro no
acceda a su comida debe de ser igual de convincente al mordisco de
mama, de lo contrario lo único que lograremos es trasmitir una
energía e imagen de un líder de manada débil, que no merece ser
respetado.
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No está de más aclarar que este ritual debe realizarse todos los días,
hasta convertirse en un hábito. Tengamos en cuenta que en la vida
salvaje el líder no es solo líder por un día, es líder hasta el día de su
muerte o hasta que otro miembro de la manada ocupe su lugar.

El líder de una manada no es necesariamente el más fuerte, el líder de

una manada es aquel que logra controlar los recursos del grupo
incluyendo los espacios el alimento y la sexualidad. Es por este motivo
que podemos observar en muchas ocasiones, perros de tamaño
pequeño, que dominan a perros de tamaño grande ya que desde un
inicio controlaron todo a su alrededor.

En la mayoría de ocasiones, tratar jerarquizar al perro por la fuerza,

solo trae problemas de dimensiones mayores a los dueños, ya que
imponerse de manera agresiva debes como dueño, necesariamente,
ganar la pelea o de lo contrario le mostraras la imagen débil ante tu
perro, quedando por debajo de la escala de liderazgo.
¡Los ejercicios de ritualización de la hora de la comida deben ser
realizados por personas adultas y de ser necesario, por niños pero
siempre bajo la supervisión de un Adulto!

Principios de aprendizaje
canino
¿CÓMO APRENDEN NUESTROS PERROS?
La similitud entre el aprendizaje en los perros y el aprendizaje en los
seres humanos es grande. Podemos decir que las leyes del aprendizaje
humano son las mismas que las del aprendizaje canino.
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Nuestros perros, sin importar la raza, el sexo o la edad están

constantemente aprendiendo. El problema principal radica en que la
mayoría de los propietarios ignoran por completo, la forma en que
nuestros mejores amigos aprenden. Esto conlleva a que muchos
amos, se conviertan inconscientemente en los profesores de las
malas conductas y los malos hábitos de sus mascotas.

La obligación moral de todo propietario, es informarse y educarse en

este aspecto, para poder entender y educar a su perro, evitando de
esta forma que sea al amigo peludo quien pague los platos rotos, de
la ignorancia de sus dueños.

APRENDIZAJE ADQUIRIDO VS HERENCIA

GENÉTICA
Con frecuencia escucho a las personas, emitir opiniones parcializadas
a cerca de tal o cual raza, que los labradores son amorosos, que los
rottweilers son agresivos, que los beagles son ideales para los niños,
etc. Encasillar el comportamiento de nuestros perros, pensando solo
en lo que hemos leído o escuchado de la raza, es un error común.
Existe una gran variabilidad en los comportamientos y
temperamentos de los perros, aun perteneciendo a una misma
camada. Podemos decir que cada perro, independientemente de su
raza, tiene una PERRONALIDAD, es decir, un carácter que lo
individualiza de los otros perros de su misma raza.

Si bien es cierto que la crianza especializada, acentúa las

características en los ejemplares, los estímulos que el ser humano y
el medio ambiente puedan suministrar al cachorro también serán
una muy buena parte de la formación de su carácter individual.
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Es difícil determinar con exactitud cuánto hay de aprendido y cuánto

hay de heredado en nuestros perros, lo cierto es que en la medida
que seamos dueños responsables, estudiosos de la conducta y el
aprendizaje canino, tendremos mayores opciones de tener perros
equilibrados e inteligentes.

ASOCIACIÓN Y REPETICIÓN:
¡Dos sucesos que se presentan simultáneamente, tras sucesivas
repeticiones el perro terminara por asociarlos!

Los perros tienen la capacidad de asociar situaciones, palabras,

eventos, lugares y personas a los diferentes estímulos que el medio
les presenta, sin importar que estos estímulos sean positivos o
negativos, el perro ofrecerá siempre una respuesta.

El perro puede mostrar conductas naturalmente, o nosotros

cumpliendo el papel de entrenadores consciente o
inconscientemente podemos enseñarles diferentes tipos de
conductas. Uno de los ejemplos más ilustrativos del aprendizaje en
los perros es cuando enseñamos a nuestro perro a sentarse,
colocando un trozo de comida encima de su cabeza, y solo se lo
suministraremos si nuestro alumno adopta la posición de sentado.

El trozo de comida en este caso actuará como premio y esta

conducta tenderá a repetirse entre más la premiemos. De aquí la
importancia que tiene saber exactamente cuando estamos
premiando la conducta adecuada y cuando la inadecuada.
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Para ilustrar lo anterior con un ejemplo podemos mencionar, el

típico caso del perro que ladra, y le lanzamos su juguete favorito para
que se entretenga y no ladre más, en este caso estaremos premiando
con el juguete, el hecho de que el perro ladre y con el tiempo este
aprenderá a ladrar para obtener su juguete y no conseguiremos lo
que pretendimos inicialmente, que era que el perro se callara.

PREMIOS Y CASTIGOS
Llamados también refuerzos, estos pueden ser positivos (algo bueno
para el perro) o negativos (algo desagradable para el perro. Las leyes
del aprendizaje enuncian:

“Toda conducta premiada tendera a repetirse en el futuro y toda

conducta castigada tendera a desaparecer en el futuro”

Cuando los premios o castigos provienen directamente del

propietario, estos quedan asociados a la presencia del mismo, por
este motivo, el comportamiento de algunos perros en presencia de
los propietarios cambia y algunas conductas afloran cuando el perro
se encuentra solo.

LOS TIPOS DE PREMIOS

Los premios deberán ser suministrados en su justa medida; es decir
que no debemos saturar al perro con un exceso de premios, ya que
estos son los encargados de satisfacer necesidades biológicas en
nuestra mascota como el hambre y el deseo de jugar. Todos los
instintos tienen un punto en donde se saturan temporalmente, un
ejemplo de esta saturación sería un perro extenuado de perseguir la
pelota.
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En el caso anterior obtendríamos una pérdida parcial del significado

valioso que tiene la pelota para el perro, ocasionando de esta
manera un desinterés del alumno canino hacia la clase. Los premios
deberán ser siempre de uso exclusivo de la clase, para obtener una
mayor relevancia en el significado del premio.

Premios alimenticios
Genera un vínculo fuerte con quien lo proporciona, por estar
asociado directamente con el impulso de mantenimiento o
alimentación. Funciona bien en aquellos perros que manejan un nivel
de stress bajo. Cuando tenemos un perro estresado que no tiene
confianza con quien lo entrena, su estrés puede ser superior a su
deseo de comer.

Cuando nosotros como propietarios somos los profesores de

nuestras mascotas, los premios alimenticios son una excelente forma
de mantener en un nivel alto de motivación y una vía rápida.
Tengamos en cuenta que todo premio, deberá estar asociado a una
palabra o comando de premio.

Premios de Juego

Al igual que los premios alimenticios, crea un vínculo estrecho con

quien juega con el perro, sin embargo, este tipo de premios puede
llegar a convertirse en un factor de partida para comportamientos
dominantes, del perro hacia el propietario. Es por este motivo, que
todo juego con nuestros perros deberá estar dirigido por unas
normas y unas reglas claras para el perro, de tal manera que el juego
en sí mismo sea una forma más que como dueños, nos posicionemos
como líderes de nuestro peludo amigo
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IEn todo juego con nuestros perros se deberán cumplir las siguientes
normas:
El juego lo inicia y lo termina el propietario.
Nuestro perro deberá respetar el juguete aun estando a su alcance y
no podrá cogerlo sin nuestra autorización.
Como propietario nunca esconderemos el juguete para evitar que
nuestro perro lo agarre, pues nuestro amigo deberá respetar ante
todo cuando paramos el juego.
Están totalmente contraindicados los juegos de nuestro perro, con
nuestra ropa, manos o cualquier otra parte del cuerpo.
Si el juego está basado en el instinto de presa (agarrar, halar, no
soltar y sacudir el juguete) nuestro perro deberá conocer antes que
nada la orden de soltar. En algunos casos la superioridad física de
nuestras mascotas ante sus propietarios, puede llevar a que nuestro
amigo rompa todas las normas mencionadas anteriormente, en cuyo
caso como dueños, deberemos suspender este tipo de práctica hasta
encontrar la asesoría de un profesional.

Premio Social

También llamado caricias, consiste en todo tipo de contacto físico

agradable para nuestro perro. En la mayoría de perros, tiene poca
fuerza principalmente si hay estímulos del medio ambiente que
rodean al perro más interesantes, un ejemplo muy cercano a la
realidad seria tratar de premiar nuestro perro con caricias para
obtener una conducta, cuando él tiene su atención centrada en otro
perro que corre en el parque. Funciona bien en ejemplares de un
temperamento suave y de pocos impulsos instintivos.
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TIPOS DE CASTIGOS
Al igual que los premios, los castigos o correcciones, pueden perder
su valor, si son usados en exceso y abusando de ellos. Un perro que
es castigado con relativa frecuencia puede endurecerse e
insensibilizarse al estímulo. Por el contrario si nuestras correcciones
son sorpresivas y efectivas tendrán un mayor significado para
nuestro peludo amigo.

Un exceso de castigos puede también generar conductas evasivas o

de escape, en especial cuando no se le muestra al perro la opción
correcta.

Ausencia del premio

Como su mismo nombre lo indica, consiste en privar a nuestro
peludo amigo, de algo que él desea. Se utiliza principalmente, cuando
este no ofrece una conducta previamente enseñada. Tiene un gran
efecto en el perro siempre y cuando el valor que represente el
premio para el perro, sea bastante alto.

Un ejemplo de lo anterior, seria: ¡Si mi perro no se SIENTA, no le doy

la pelota! En este ejemplo el perro deberá tener un fuerte deseo por
la pelota, para que el castigo tenga un verdadero valor.

Castigo físico
Consiste en cualquier clase de estímulo punitivo para nuestro perro,
que genera molestia o dolor. Tiene importancia para nuestro perro,
dependiendo de la intensidad del estímulo y la sensibilidad de
nuestra mascota.
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Ejemplo: Para un perro de temperamento fuerte, golpearle con un

periódico, puede no tener el más mínimo significado y por el contrario
para un perro sensible, el mismo golpe, puede significar demasiado, al
punto de no querer continuar a nuestro lado.

El castigo físico, puede llegar a devolverse en nuestra contra, cuando lo

empleamos de mal manera o abusando de él. Los dos principales
errores al corregir la conducta de un perro, es la de involucrarse
emocionalmente con la corrección y castigar a nuestro perro por algo
que no comprende.

CASTIGO SOCIAL
Ejemplo: Para un perro de temperamento fuerte, golpearle con un
periódico, puede no tener el más mínimo significado y por el contrario
para un perro sensible, el mismo golpe, puede significar demasiado, al
punto de no querer continuar a nuestro lado.

El castigo físico, puede llegar a devolverse en nuestra contra, cuando lo

empleamos de mal manera o abusando de él. Los dos principales
errores al corregir la conducta de un perro, es la de involucrarse
emocionalmente con la corrección y castigar a nuestro perro por algo
que no comprende.

Los ejemplos más comunes serian:

Saltar encima de la gente.
Jugar de manera brusca.
Tratar de copular con las piernas de la gente.
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LA VENTANA DE APRENDIZAJE DE
LOS 2 SEGUNDOS
Tanto los premios, como los castigos deberán suministrarse dos
segundos después de la acción buena o mala de parte del perro. La
capacidad de aprendizaje por asociación de los perros, está
fuertemente ligada al espacio de tiempo entre la acción y la
consecuencia de la acción, de tal manera, la sincronización entre
premios y buenas acciones, y entre castigos y malas acciones deberá
ser clara y justo a tiempo.

Cualquier estimulo (castigo o premio) que se suministre con un

tiempo posterior mayor al mencionado perderá su efecto ¡casi por
completo!

MEMORIA TEMPRANA Y MEMORIA PROFUNDA

Al igual que los seres humanos, nuestros perros tienen la capacidad
de almacenar o memorizar conductas y experiencias en una
memoria a corto plazo y en una memoria profunda o de largo plazo.
Si tu perro aprende una conducta como dar la pata, pero solo se le
repite una cuantas veces al igual que es premiada o reforzada pocas
veces, esta conducta se almacenara en una memoria corta, corriendo
el riesgo de que desaparezca del repertorio del perro.

Por el contrario, si tenemos una conducta que es reforzada

continuamente, bien sea de manera positiva o negativa, esta tendera
a fijarse en la memoria profunda o de largo plazo en el perro, y habrá
pocas posibilidades que se olvide.
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Se dice que una conducta recién aprendida, no se fija completamente

en el abanico de comportamientos del perro, hasta tanto nuestra
mascota no la haya repetido al menos cien veces.

En algunas ocasiones, ciertos comportamientos pueden arraigarse

fuertemente en el perro y de manera rápida ya que están asociados a
experiencias extremas o traumáticas. El ejemplo más claro de esto es
el de un perro que es atropellado por un carro, produciéndole
lesiones dolorosas.

En este caso el perro asociara elemento como el ruido del motor del
carro, el olor a humo del tubo de escape de los carros, el ruido de la
calle y otros tantos a su experiencia dolorosa y mostrara conductas
de evasión, miedo y estrés ante estímulos iguales o similares a los del
día del accidente.
DEBO O NO CORREGIR A MI PERRO
Ante todo recordemos que nuestros mejores amigos a pesar de todo
el cariño que les profesemos, continúan siendo en primer lugar
animales y en segundo lugar perros.

Con base en lo anterior quiero decir, que la naturaleza dotó a cada

animal, de unos mecanismos de comportamiento, que tienen como
propósito el equilibrio y la supervivencia de cada especie. Nuestros
amigos lo perros no son la excepción a las reglas de la madre natura.
Cuando una mama perruna cría sus cachorros, ella misma se encarga
de enseñarles cuales son las reglas de la manada y esto los hace a
través de las correcciones que le proporciona a sus crías.
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Si un cachorro trasgrede las reglas, como: jugar con excesiva

brusquedad, mostrar signos de hiperactividad, comer del plato de la
madre en especial cuando ella está comiendo, la madre advertirá de
la corrección previamente con un gruñido y si este no es suficiente,
proporcionará un mordisco rápido, cuyo objetivo es dejar en claro
quién manda en la manada.

En muy pocas ocasiones este mordisco lesiona física o

sicológicamente al cachorro y por el contrario le enseña a adoptar un
papel de individuo sumiso ante el miembro dominante del grupo.

De manera pues, que corregir nuestros perros no es perjudicial para

ellos, siempre y cuando se corrija justo en el momento de la falta, el
castigo no sea violento, se usen formas de corrección muy similares a
las del lenguaje canino (¡Cuidado! que el periódico es para leer, la
correa para ponérsela y las chanclas para ir a la ducha) y seamos
consistentes y coherentes con nuestra correcciones.

Corregir y disciplinar nuestro perro, en concordancia con las reglas

de la madre naturaleza, es una forma más de proporcionarle
equilibrio a su comportamiento.
CUANDO Y COMO CORREGIR A MI PERRO
No respeta límites territoriales de los miembros dominantes de la
manada. Ejemplo: un perro que se posesiona de una habitación
un mueble o cualquier espacio de la casa, que debería ser de uso
exclusivo de los humanos.
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No respeta los alimentos de los jefes de manada, es decir trata de

robar alimento ajeno. Ejemplo: Un perro que trata de quitar algún
alimento de la mano, del comedor o la cocina de sus dueños.
Irrespeta el orden establecido para alimentarse. Ejemplo: Ladra
incesantemente cuando sus dueños están en las horas de las
comidas.
Sobrepasa la intensidad en los juegos infringiendo dolor a sus
compañeros de manada o a los individuos Alfa. Ejemplo: Muerde la
ropa, manos o alguna otra parte del cuerpo de sus propietarios
causando dolor y en algunas ocasiones lesiones físicas.
Ahora hablemos de las formas como puedo corregir mi mascota. En
ocasiones tratamos de corregir nuestros perros como si de humanos
se tratase, entonces usamos periódicos, correas, chanclas entre otros.
En una buena cantidad de ocasiones, nuestros perros se sienten
retados por esta clase de correcciones y optan por la confrontación
hacia su dueño. Utilizar el lenguaje de los primates y no el de los
canidos es un error común en el manejo diario de nuestros perros.
HABLANDO COMO PERROS
El lenguaje canino es inminentemente corporal. Esto quiere decir que
nuestros amigos peludos se comunican a través de diferentes posturas
de su cuerpo. Los principales códigos de comunicación se encuentran
en las orejas y la cola. Estos códigos de comunicación están
relacionados directamente con los estados emocionales del perro y
vienen instaurados en la genética de cada ejemplar.
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En los animales salvajes el lenguaje forma parte de la armonía social

de la manada y son una herramienta de supervivencia ya que algunas
de estas posturas tienen el propósito de inhibir la agresión de los más
dominantes hacia los sumisos.

A continuación, algunos significados de las diferentes posturas de la

cola, las orejas y los belfos:
Cola erguida apuntando hacia arriba con orejas tensas o rectas,
significan una reacción fuerte hacia algo o alguien. Esta postura
corporal, puede ser la previa a un comportamiento de cacería o
depredación. Lo notamos justo antes de que nuestro perro inicie
una persecución hacia una persona animal u objeto que se mueven
rápido.
Cola erguida apuntando hacia arriba con orejas tensas y pelo en el
lomo erizado. Esta postura corresponde a la de un perro
dominante hacia otro perro o hacia un ser humano y puede en
ocasiones ir acompañada de gruñidos profundos de advertencia.
Cola media o relajada, con orejas relajadas son el indicio de un
perro calmado en el cual no hay ninguna emoción especial en ese
momento.
Cola metida entre las piernas con orejas echadas hacia atrás. Esta
posición corresponde a la de un perro sumiso, que pretende inhibir
la agresión del individuo dominante.
Cola alta, orejas rectas, belfos levantados, son señas de una
inminente agresión.
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Cola totalmente metida entre las piernas orejas echadas hacia

atrás, acompañadas de belfos levantados y erección del pelo del
lomo son significado de un nivel extremo de miedo y una amenaza
de agresión de alta intensidad.

OTRAS FORMAS DE CORREGIR A

NUESTROS PERROS
Cuando es cachorro, al perro se le puede corregir, cogiéndole por la
piel del cuello (al igual que lo hacia su mama canina) pronunciando
unos segundos antes la palabra NO en tono grave sin gritar, mirándole
a los ojos directamente, con la mayor calma y firmeza posible.

Otra forma es a través de nuestra postura corporal, la cual debe

asemejarse a la de otro perro que trata de estar por encima de su
subordinado al tiempo que le mira directo a los ojos habiendo
pronunciado la palabra NO unos segundos antes.

Otra técnica consiste en tocar con nuestros dedos de manera firme y

rápida en la zona del cuello, aquí lo que tratamos de semejar es el
mordisco de otro perro, como una forma de disciplina, previamente
habiendo pronunciado la palabra NO.

La palabra NO es la advertencia y la corrección es la consecuencia de

pasar por alto la advertencia, de ahí la importancia de que el comando
NO se pronuncie antes de la corrección.

Toda corrección debe ser suministrada en el momento justo en que se

está dando la mala acción por parte del perro.
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Las correcciones suelen, en ocasiones, no ser efectivas, ya que entra en

juego, el nivel individual de dureza de cada perro junto con la firmeza y
disposición del propietario para suministrar la corrección. Los niveles
de dureza en los perros cambian en relación a la raza y a los
individuos.

En todo caso, en las correcciones no debe existir influencia emocional

de parte del líder, en otras palabras, los estados de ánimo como la
rabia, la ira, o la inseguridad le restan valor a nuestras correcciones
haciéndolas menos efectivas y convincentes para el perro.

LA CORRECIÓN EFECTIVA
Nuestros perros están gobernado principalmente pos sus impulsos o
instintos. Con esto quiero decir que muchas de las malas conductas en
los perros como agredir otros perros, animales o personas, obedecen
a la manifestación clara de un instinto canino.

Es por esto importantísimo que conozcamos el lenguaje corporal

canino, ya que este es el primer indicio de que un impulso está a punto
de manifestarse.

Si mi perro persigue gatos, justo unos instantes antes de la

persecución él me dará las señales previas al inicio de ritual de cacería
hacia el gato y es justo un momento antes de que el comportamiento
se dispare, que yo debo corregir LA INTENCION de mi perro de cazar el
gato.

Una vez iniciada la persecución, créanme que ya no hay mucho que

hacer.
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EL PRINCIPIO DE LA COHERENCIA
Dentro del aprendizaje es importante tener en cuenta, este principio. Ser
coherentes con nuestros perros consiste simplemente en premiar
SIEMPRE aquellas conductas que queremos fijar en nuestros alumnos y
corregir SIEMPRE aquellas conductas que queremos erradicar en nuestros
perros. Como ejemplo podríamos mencionar, al propietario que corrige su
perro por subirse al sofá recién lavado, pero no lo corrige por subirse al
mismo mueble cuando está sucio. La pregunta sería entonces... ¿puede
nuestro perro diferenciar cuando esta nuestro sofá recién lavado y cuando
está sucio?
Los siguientes son ejemplos de comportamientos INCOHERENTES por
parte de los seres humanos:
Llamar al perro a veces para acariciarle y a veces para castigarle o
reprenderle.
Permitir que nuestro perro salte encima de nosotros cuando estamos de
ropa deportiva, pero no cuando estamos vestidos para ir al trabajo
Proporcionarle al cachorro un zapato viejo para que lo muerda y de esta
manera pretender que no nos dañe los nuevos.

Adiestramiento para el hogar

Entrenamiento Para Permanecer En El Kennel O Guacal.
Los guacales kennels o cajas de trasporte para perros, son una
herramienta esencial en todo hogar en donde hay perros. Los guacales,
permiten controlar el cachorro cuando no está bajo la supervisión del amo,
proporcionan la sensación de seguridad y refugio al perro, nos ayudan a
fijar rápidamente los correctos hábitos de higiene. El guacal o Kennel
deberá estar asociado a experiencias positivas. En otras palabras,
introduciremos nuestro cachorro en el guacal utilizando golosinas y
juguetes para inducir su conducta de manera positiva.
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Nunca le forzaremos a entrar, ya que el cachorro lo asimilaría como una

experiencia negativa. Inicialmente entraremos al cachorro en el guacal,
por tiempos muy cortos y siempre utilizando los premios.
Posteriormente colocaremos su ración de alimento dentro del guacal,
para alargar más el tiempo de permanencia. Para extender aún más el
tiempo de estadía en el interior del guacal, introduciremos el cachorro en
el guacal, en algún momento en donde podamos permanecer a su lado,
(mientras usted lee un libro, escucha música o ve televisión) y no se
sienta abandonado por su manada.

Con el paso de los días el cachorro aceptara el guacal como parte de su

rutina diaria, y se sentirá seguro y protegido en su interior al igual que lo
haría un lobo en su madriguera. Es posible que en algunas ocasiones
nuestro alumno ladre, para ser sacado de su kennel, tenga cuidado ya que
el sacarle justo en el momento que está ladrando, podría convertirse en la
conducta reforzada para poder salir de su guacal, por el contrario si le
sacamos cuando este en silencio, condicionaremos la conducta de
permanecer en calma para poder salir.
APRENDIZAJE DE LOS HÁBITOS DE HIGIENE
Para este proceso, tendremos en cuenta los principios de aprendizaje
anteriormente mencionados, al igual que el comportamiento innato de
nuestros perros. Necesitaremos un kennel o guacal de transporte para
perros, adecuado al tamaño de nuestro cachorro, que le permita estar de
pie y girar sobre sí mismo.

Estableceremos unos horarios fijos de alimentación y por ningún motivo

daremos a nuestro cachorro golosinas que puedan ocasionar molestias
estomacales que entorpezcan el proceso de aprendizaje.
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Definiremos previamente el sitio en el cual queremos que nuestro

cachorro haga sus necesidades, teniendo en cuenta que:
Deberá ser siempre el mismo sitio.

Definiremos si es dentro de la casa (patio interno, antejardín etc.) o

fuera de casa (parque, zona verde cercana etc.)

Los perros de manera innata, no realizan sus necesidades fisiológicas

en el mismo sitio en el que duermen, aprovecharemos este instinto
natural para utilizar el guacal o Kennel (caja plástica para trasporte de
mascotas) como sitio de dormir y estar de nuestro perro, mientras fija
un hábito correcto de higiene. Para lograr resultados más favorables,
debemos tener en cuenta que nuestro cachorro no debe permanecer
por más del tiempo que él es capaz de soportar fisiológicamente sin
evacuar sus necesidades.

Este tiempo está determinado por la edad de nuestro cachorro, a la

cual, sumaremos el valor de 1 y el resultado será él número de horas
que nuestra mascota es capaz de soportar sin realizar sus
necesidades. Entonces un cachorro de 2 meses no aguantara más de 3
horas sin salir de su guacal, uno de tres no más de 4 horas y así
sucesivamente.
El perro permanecerá en el guacal por el tiempo adecuado, y al salir,
inmediatamente se le llevará al sitio asignado para sus necesidades, y solo
en el momento que las realice lo premiaremos con halagos y golosinas
adecuadas para perros, posteriormente lo dejaremos libre en casa
teniendo en cuenta que según su edad, demorará unas pocas horas antes
de evacuar de nuevo sus órganos, por lo cual deberemos llevarle de nuevo
al guacal, para evitar que haga sus necesidades en los sitios inadecuados.
 PAGINA 29

Entre más joven sea nuestro cachorro, más paciencia debemos tener,
ya que este proceso deberá repetirse varias veces en el día para así
evitar que nuestro perro ensucie el guacal o nuestra casa, y
rápidamente asocie el sitio que le hemos asignado con los premios
alimenticios y la alegría de estar junto a nosotros.

El sitio asignado para este aprendizaje, debe tener permanentemente

algo de olor de las deposiciones del cachorro, estos olores serán una
ayuda más para el perro ya que naturalmente ellos tienden a buscar el
sitio que tenga su olor.

Los accidentes no faltaran, ante estos guardaremos la calma y solo

cuando pillemos nuestro perro realizando sus necesidades en el sitio
equivocado le corregiremos verbalmente con un NO en un tono de voz
firme, los gritos y castigos físicos no serán necesarios pues por lo
general lo único que lograremos será atemorizar el cachorro.

Las correcciones posteriores al error de nuestro perro no servirán de

mucho debido a que es bastante difícil que el cachorro asocie dos
eventos que no se dan simultáneamente.

En algunas ocasiones, cuando el cachorro se ha acostumbrado a hacer

sus necesidades en el interior de la casa, los propietarios tratan de
cambiar este hábito sacando el perro a la calle, pero justo en el
momento de entrar a casa el cachorro hace sus necesidades dentro de
casa.
 PAGINA 30

Para este problema procederemos de la siguiente forma: Sacaremos el

cachorro a la calle, cuando creamos que tiene ganas de orinar o
defecar, después del paseo, si el perro aún no ha realizado sus
necesidades, regresaremos a la casa, pero justo antes de entrar,
reanudaremos el paseo. Repetiremos este procedimiento varias veces
hasta lograr que el cachorro evacue afuera, pues el perro no podrá
aguantar la predisposición que le provoca el hecho de estar a punto de
llegar a casa (lugar donde normalmente ha realizado sus necesidades)
y evacuará fuera de casa, justo en ese momento aprovecharemos para
felicitarle y darle alguna golosina como premio por su buena acción.

CACHORROS QUE HACEN SUS NECESIDADES

EN EL GUACAL O SITIO PARA DORMIR
Cuando un criador de perros, levanta su camada en un espacio
reducido para los cachorros y la madre, en la medida que estos
crezcan, perderán progresivamente su instinto de limpieza. Esto
sucede debido a que la madre para de asear sus hijos, en el momento
en que estos inician a comer algo diferente a la leche materna.

Entonces si la camada no tiene el espacio suficiente para diferenciar

entre su nido y el área de aseo, terminaran durmiendo, jugando y
comiendo encima de sus propios excrementos y orines. Esto hará que
el cachorro pierda sensibilidad ante la suciedad y este problema se
reflejara en su vida de hogar, en especial en el entrenamiento del
guacal. La única forma de evitar esta situación, es no comprando
cachorros en los sitios en donde solo hay un interés comercial, y lo
único primordial es vender sin importar si la camada está en
condiciones ideales de higiene o no. Compre cachorros a criadores
serios y éticos cuyo interés sea algo más que el económico.
 PAGINA 31

Como definimos el sitio o lugar de desocuparse Definiremos

previamente el sitio en el cual queremos que nuestro cachorro haga
sus necesidades, teniendo en cuenta que: Deberá ser siempre el
mismo sitio. Definiremos si es dentro de la casa (patio interno,
antejardín etc.) o fuera de casa (parque, zona verde cercana etc.)

Los perros tienen la tendencia natural a regresar a evacuar sus

necesidades en los sitios que lo han hecho anteriormente. La
recomendación principal al respecto del sitio que para que nuestros
perros evacuen, es que debe ser en áreas abiertas. Para un cachorro
es muy fácil generalizar que si él hace sus necesidades en algún sitio
de la casa, que este rodeado de paredes, podrá hacerlo también en
sitios de la casa que tengan la misma característica (sala, comedor,
cuartos etc.).

Los perros de manera innata, no realizan sus necesidades fisiológicas

en el mismo sitio en el que duermen, aprovecharemos este instinto
natural para utilizar el guacal o Kennel (caja plástica para transporte de
mascotas) como sitio de dormir y estar de nuestro perro, mientras fija
un hábito correcto de higiene.

Cuando no contamos con un guacal o Kennel, el deber nuestro como

propietarios, es llevar nuestro cachorro, el mayor número de veces
posible al sitio escogido para que evacue sus intestinos, ya que
estamos tratando de fijar un hábito, los hábitos solo se fijan por
repetición. Uno de los errores más comunes en los propietarios de
mascotas, es el de querer cambiar con frecuencia el sitio elegido
previamente para las necesidades de su cachorro, esto retrasa el
aprendizaje del perro y en muchas ocasiones le confunde.
 PAGINA 32

¡Recuerde que estamos hablando de fijar un hábito y los hábitos para

ser aprendidos requieren de la repetición, así que este será un
proceso que tomara algún tiempo, constancia y paciencia de su parte!

¿CADA CUÁNTO Y CUANDO HACEN LOS

PERROS SUS NECESIDADES?
Para lograr resultados más favorables, debemos tener en cuenta que
nuestro cachorro no debe permanecer por más del tiempo que él es
capaz de soportar fisiológicamente sin evacuar sus necesidades. Este
tiempo está determinado por la edad de nuestro cachorro, a la edad
de nuestra mascota, sumaremos el valor de 1 y el resultado será él
número de horas que es capaz de soportar sin realizar sus
necesidades. Entonces un cachorro de 2 meses no aguantara más de 3
horas sin salir de su guacal, uno de tres no más de 4 horas y así
sucesivamente.

DEBEMOS TENER EN CUENTA QUE LOS

CACHORROS HACEN SUS NECESIDADES
DESPUÉS DE:
1. Después de las comidas
2. Después de largos ratos de juego
3. Después de las siestas
El perro permanecerá en el guacal por el tiempo adecuado, y al salir,
inmediatamente se le llevara al sitio asignado para sus necesidades,
colocándole previamente su collar y su correa, de tal manera que el
cachorro no asocie estas salidas con juego, pues distraería su atención
y olvidaría en el momento, para que se le saco de su guacal, este
tiempo debe ser exclusivo para desocupar sus intestinos y vejiga.
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Solo en el momento que realice sus necesidades lo premiaremos con

halagos y golosinas adecuadas para perros, posteriormente lo
dejaremos libre jugar y podrá permanecer en casa teniendo en
cuenta que según su edad, demorara unas pocas horas antes de
evacuar de nuevo sus órganos, por lo cual deberemos llevarle de
nuevo al guacal, para evitar que haga sus necesidades en los sitios
inadecuados.

Evite suministrar grandes cantidades de agua a un cachorro que se

alista para dormir, y suministre la última comida, por lo menos 4
horas antes de llevarle a dormir, ya que de esta manera tendrá el
tiempo suficiente para evacuar sus intestinos.

Recuerde entre más joven es el cachorro, menos capacidad tiene de

controlar sus esfínteres. Su responsabilidad como propietario es que
a primera hora de la mañana, la primera actividad a realizar, será la
de sacar el cachorro a desocupar su vejiga ¡RECUERDE! Que ha
pasado toda la noche en su guacal.

Para facilitar el aprendizaje de los hábitos de higiene, el propietario

del cachorro deberá establecer unos horarios muy disciplinados de
alimentación, para lograr de esta manera establecer una digestión
acorde con los horarios de comidas.

Si su perro dispone de comida todo el tiempo, tendrá comida en

digestión en su estómago todo el tiempo, de manera que evacuara
sin horario alguno, dándole a usted muy pocas oportunidades de
educarle en este aspecto.
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¿QUÉ HACER CUANDO EL CACHORRO NO

QUIERE DESOCUPARSE?
En algunas ocasiones es posible que nuestro cachorro no evacue
inmediatamente, en estos casos debemos proporcionarle algo de
ejercicio, juego (por ejemplo que corra detrás de una pelota, sí está en
un lugar seguro y cerrado) o aumentar el tiempo de caminata. El
ejercicio estimulará la necesidad de evacuar sus intestinos y será más
fácil que se desocupe fuera. Entre más joven sea nuestro cachorro, más
paciencia debemos tener, ya que este proceso deberá repetirse varias
veces en el día para así evitar que nuestro perro ensucie el guacal o
nuestra casa, y rápidamente asocie el sitio que le hemos asignado con
los premios alimenticios y la alegría de estar junto a nosotros.

El sitio asignado para este aprendizaje, debe tener permanentemente

algo de olor de las deposiciones del cachorro, estos olores serán una
ayuda más para el perro ya que naturalmente ellos tienden a buscar el
sitio que tenga su olor. Los accidentes en estos aspectos no faltaran,
ante estos guardaremos la calma y solo cuando pillemos nuestro perro
realizando sus necesidades en el sitio equivocado le corregiremos
verbalmente con un NO en un tono de voz firme, los gritos y castigos
físicos no serán necesarios pues por lo general lo único que lograremos
será atemorizar el cachorro.

Por otro lado, la vieja costumbre de estregar la nariz del cachorro en sus
necesidades es un procedimiento totalmente inútil, que nada tiene que
ver con la naturaleza canina.

Las correcciones o castigos posteriores al error de nuestro perro no

servirán de mucho debido a que es bastante difícil que el cachorro
asocie dos eventos que no se dan simultáneamente.
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En algunas ocasiones, cuando el cachorro se ha acostumbrado a

hacer sus necesidades en el interior de la casa, los propietarios tratan
de cambiar este hábito sacando el perro a la calle, pero... justo en el
momento de entrar a casa el cachorro hace sus necesidades dentro
de casa.

PARA ESTE PROBLEMA PROCEDEREMOS DE

LA SIGUIENTE FORMA
Sacaremos el cachorro a la calle, cuando creamos que tiene ganas de
orinar o defecar, después del paseo, si el perro aún no ha realizado
sus necesidades, (recordemos que previamente debemos estimular
nuestro perro con ejercicio o caminata) regresaremos a la casa, pero
justo antes de entrar, reanudaremos el paseo es decir nos
regresaremos al parque o a la zona verde asignada para sus
necesidades.

Repetiremos este procedimiento varias veces hasta lograr que el

cachorro evacue afuera, pues el perro no podrá aguantar la
predisposición que le provoca el hecho de estar a punto de llegar a
casa (lugar donde normalmente ha realizado sus necesidades) y
evacuara afuera de casa. Justo en ese momento aprovecharemos
para felicitarle y darle alguna golosina como premio por su buena
acción. Si lo anterior no sucediera debemos regresar el cachorro al
guacal, hasta su próxima salida.
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ENTRENAMIENTO PARA HACER LAS

NECESIDADES EN HOJAS DE PERIÓDICO
Este método aplica un principio del aprendizaje llamado
moldeamiento, en cuyos detalles no ahondare, pues serian algo
largos. Pero lo que le puedo decir al respecto, es que en la mayoría
de casos esta técnica fracasa. Lo más fácil para cualquier perro, es
diferenciar entre una zona abierta, llámese parque o zona verde y las
áreas cubiertas o cerradas denominadas casa o apartamento.

Lo que sucede con el entrenamiento de las hojas de periódico, es que

el cachorro tiende a generalizar que puede hacer sus necesidades en
áreas cerradas, pues las hojas de periódico se ubican justo en zonas
cerradas como un patio interno de ropas, o el área de la ducha.
Generalmente el resultado de este proceso es un cachorro que cree
que cualquier área de la casa es adecuada para desocuparse ya que
la mayor parte del tiempo el cachorro permanece suelto debido a
que su dueño está a la expectativa de que el perro por si solo busque
el periódico.

A algunos propietarios les funciona este sistema, pero requiere de

mayor paciencia, tiempo y dedicación. Si usted elige la opción de las
hojas de periódico, debe proceder de la siguiente forma:

Cubra la zona asignada para las necesidades fisiológicas del cachorro

con hojas de periódico, la zona deberá estar completamente cubierta
y deberá ser una zona diferente al sitio en donde el cachorro come y
duerme.
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Utilice el guacal como sitio para que su cachorro coma y duerma y

llévelo el mayor número de veces posible a la zona cubierta con hojas
de periódico. Recuerde que entre más joven el cachorro menor será
el tiempo que es capaz de retener sus necesidades por lo tanto
mayor será el número de veces que usted debe llevarlo al área
escogida.

Permanezca el tiempo necesario hasta que el cachorro evacue sus

necesidades. Felicítelo verbalmente y prémielo con galletas para
perros, justo en el momento en que ha desocupado. Nunca corrija
física o verbalmente su cachorro por hacer sus necesidades en el
lugar no adecuado, en especial si la corrección es posterior al error
del cachorro.

La realidad es que el cachorro no está cometiendo ningún error y lo

más posible es que usted no este procediendo de forma adecuada
con la enseñanza del hábito de limpieza. Después de desocuparse, el
cachorro podrá permanecer un tiempo libre por la casa y luego
regresar a su guacal. Si el cachorro no se desocupa en el momento
en que usted le lleva a la zona asignada, regréselo de nuevo al guacal
y por ningún motivo le deje libre por la casa, pues muy seguramente
cometerá el error de evacuar en donde no debe.

Poco a poco con el paso de los días, disminuya el número de hojas de

periódico, para que el área asignada sea más pequeña. Cambie a diario
las hojas de periódico, dejando al menos una impregnada con olor del
orín del cachorro para que él identifique fácilmente el sitio. Aplique los
principios explicados en el resto del manual, al pie de la letra. En su
disciplina paciencia y constancia está el éxito de entrenar su perro.
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ERRORES MÁS COMUNES EN EL

ENTRENAMIENTO DE LOS HÁBITOS DE
HIGIENE
1. Dejar en libertad el cachorro, por toda la casa sin supervisión
alguna.

2. No llevarle al sitio asignado para sus necesidades, a primera hora

de la mañana.

3. Dejar pasar demasiado tiempo después de las comidas, para llevarle

a sitio asignado para desocuparse.

4. No proporcionar el suficiente tiempo para que el cachorro se

desocupe. Hay cachorros que necesitan caminar más prolongadamente
que otros, para que su reflejo de evacuación se active más fácilmente.

5. Suministrar golosinas y alimentos diferentes al concentrado, que

puedan alterar su digestión.

6. Olvidarse de premiar y alabar el cachorro justo en el momento en que

realiza sus necesidades fisiológicas.

7. Dejar sin desodorizar las zonas en donde el cachorro haya cometido

el error de hacer sus necesidades. Recuerde NO utilizar desinfectantes
con amoniaco pues estos estimulan más el cachorro a repetir el error.

8. Castigar o regañar el perro cuando ya han pasado varios minutos de

su error. Una corrección verbal solo será válida si es descubierto en el
acto mismo.
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9. Pretender que el proceso de entrenamiento de los hábitos de

higiene se logre en pocos días. Los hábitos se forman y arraigan con
base en la repetición.

10. Refregar el hocico del perro en sus propias heces u orines. Esta
vieja y poco efectiva técnica, solo confunde el perro y NO le enseña
nada.

11. Las correcciones o castigos posteriores al error de nuestro perro

no servirán de mucho debido a que es bastante difícil que el
cachorro asocie dos eventos que no se dan simultáneamente.

12.Suministrar los premios y alabanzas mucho después de la buena

acción del perro.

13.Cambiar el sitio asignado para las necesidades del cachorro.

Tenga en cuenta que cuando usted cambia el sito corre el riesgo de
confundir a su perro.

Cambiar el sitio inicial es igual a empezar de nuevo el proceso.

Recuerde, la repetición consistente, la disciplina en los horarios de
alimentación y los premios dados en el justo momento en que
nuestro cachorro hace sus necesidades, son fundamentales en este
proceso de aprendizaje.

El éxito de las recomendaciones aquí mencionadas es seguro si

usted sigue al pie de la letra las instrucciones. Utilizar la técnica aquí
mencionada es una decisión personal, solo tenga en cuenta que
entre más se arraigue un hábito, será más difícil modificarlo.
 PAGINA 40

Principales causas de los

malos comportamientos
en perros
En la mayoría de los casos, los malos comportamientos de los perros
(salvo casos clínicos específicos) obedecen única y exclusivamente al
mal manejo de los propietarios. Factores como: perros con una vida
muy sedentaria y perros con dueños poco o nada informados con
respecto a la psicología canina son el agravante principal de las
malas conductas caninas.

Como seres humanos y dueños de mascotas antes que nada,

estamos en la obligación moral de entender la naturaleza canina,
para poder educarlos.

Casi en su totalidad los problemas de conducta en perros, pueden

solucionarse si cada propietario es consciente de que él es parte del
problema y la solución. En otras palabras, si el dueño cambia su
manera de concebir y manejar su perro, el perro inevitablemente
cambiara.

Los ingredientes secretos para modificar conductas en nuestros

perros, no son otros que:

El conocimiento, la paciencia y la constancia. Tenga en cuenta que

ningún mal comportamiento cambia de la noche al día ya que de
igual manera necesita de tiempo para gestarse.
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FALTA DE ACTIVIDAD FÍSICA Y MENTAL

Durante muchos años, las razas que conocemos en la actualidad,
fueron criadas con propósitos zootécnicos, es decir con una función
productiva concreta que beneficiara el ser humano.

Los labradores, para recoger las redes de los pescadores, recoger las
aves producto de la cacería. Los rottweilers para pastorear el
ganado y proteger el dinero obtenido por los carniceros producto de
la venta de su ganado. De esta manera la lista de todas las labores
que el perro ha desarrollado al lado del ser humano sería
interminable. En otras palabras nuestros perros siempre trabajaron
muy duro para conseguir la comida diaria.

La vida moderna nos ha llevado a encerrar nuestros perros en

apartamentos y casas sin actividad alguna. El resultado, son perros
frustrados, agresivos, ansiosos e hiperactivos como resultado de la
energía acumulada.

La naturaleza activa del perro, al verse limitada y reprimida, busca

válvulas de escape, que generalmente son las malas conductas.
Ejercitar nuestros perros al menos 1 hora diaria es fundamental
para el equilibrio mental de nuestras mascotas.

Largas caminatas bajo el orden de un programa de obediencia

básica ayudaran enormemente a nuestros mejores amigos. Es un
deber moral de nosotros suplir esa necesidad básica biológica y
psicológica en nuestros perros.
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POCA O NINGUNA DISCIPLINA

La disciplina para una mascota, es la reunión de una serie de normas,
reglas y límites que cada propietario debe de colocar y hacer cumplir,
desde el mismo momento en que nuestro perro forma parte de la
familia.

Los límites territoriales sumados a las reglas de convivencia hacen

parte de los rituales de jerarquía, que ubican, en todo momento a
nuestro perro en el rango adecuado de jerarquía de nuestra manada.

La disciplina justamente consiste en que nosotros hagamos que esas

reglas y límites se cumplan hoy mañana y siempre. Una norma que
se cumple a veces sí pero otras no, generara confusión en nuestro
animal, ya que no sabrá anticiparse a nuestra respuesta y reacción.
Lo anterior ocasiona falta de confianza de nuestra mascota en
nosotros y comportamientos indeseados.

Las normas, límites y reglas que establezcamos para nuestra mascota

deberán ser del diario vivir ya que en una manada las leyes se
cumplen hoy mañana y siempre.
EXCESO DE AFECTO
Afecto o cariño sin disciplina no funcionan. El verdadero equilibrio
psicológico en nuestras mascotas, lo encontramos cuando creamos
un balance adecuado entre la disciplina y el afecto.
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Este balance se obtiene a través de la equidad o la justicia, en otras

palabras, aquella conducta que merece ser corregida debe ser corregida
sin falta y aquella conducta que merece ser premiada o alabada también
debe ser reconocida sin falta. Nuestros perros perciben los excesos de
cariño y la poca disciplina como una falta de fortaleza y liderazgo nuestro.

¡El perro que tiene un amo poco o nada firme, percibe a su dueño como
un individuo débil de la manada, que no merece ser tenido en cuenta! ¡El
afecto en exceso y la falta de liderazgo, en muchos casos son la causa
primaria de conductas dominantes y agresivas!

COMO MODIFICAR MALAS CONDUCTAS EN

NUESTROS PERROS
Siempre que hablemos de la modificación de una conducta, estaremos
hablando de modificar un hábito.

Los hábitos en los perros, al igual que en los seres humanos se forman
con base en la repetición, esto quiere decir que entre más se repita una
conducta que traiga alguna clase de refuerzo o recompensa al perro,
mayores posibilidades tendrá de repetirse en el futuro.

Si por el contrario una conducta es corregida a través de determinado

estimulo, o simplemente es ignorada y no premiada, esta conducta
tendrá muy pocas posibilidades de repetirse en el futuro. Siempre que
tratemos de modificar una conducta, el camino más adecuado es el de
reemplazar una conducta vieja inadecuada por una nueva que nos
favorezca. Un ejemplo sencillo de lo anterior es enseñarle a un perro a
sentarse en el momento en que saluda, en vez de saltar encima de las
personas.
 PAGINA 44

Cada vez que entremos en el proceso de sustituir una conducta vieja por
una nueva, nos encontraremos inevitablemente con que la conducta
vieja se manifestara con mayor fuerza, pareciendo que el tratamiento
empeora, esto es normal ya que nuestro perro buscará con más
intensidad el refuerzo que habitualmente había encontrado en la
conducta anterior, mientras condiciona y se habitúa a recibir el permio o
refuerzo, por mostrar la conducta nueva.

En la etapa anteriormente mencionada, es cuando casi todos los

propietarios se desaniman, creyendo que la mala conducta no
desaparecerá, cuando por el contrario es el momento en que más se
debe perseverar hasta lograr el objetivo, teniendo siempre presente que
nuestro igual que a nuestro perro le tomo un tiempo adquirir un mal
hábito, le tomara también otro tiempo igual o mayor reemplazar su viejo
y mal hábito por uno nuevo y favorable.

POR QUÉ LOS CACHORROS MUERDEN A

SUS AMOS
Todos los que somos propietarios de perros, hemos sufrido en carne
propia las consecuencias de los mordiscos de un cachorro cuando aún
no ha cambiado su dentadura y sus dientes parecen más que dientes
agujas.

Cuando nuestro cachorro nos muerde, ellos solo están haciendo lo que
han hecho con sus hermanitos de camada, jugando. Este juego es parte
de la formación dentro de la camada, ya que cada cachorro asume
posturas de dominante y sometido al tiempo que practica y desarrolla
sus instintos de caza y presa.
 PAGINA 45

En el momento en que traemos un cachorro a casa, en la mayoría de

ocasiones le toma unos días adaptarse a la nueva manada humana, pero
una vez lo logra, continua practicando sus juegos formativos con los
nuevos miembros de su clan, en este caso la familia humana.

COMO LE ENSEÑO A MI CACHORRO QUE NO

ME MUERDA
Tal como lo mencionamos anteriormente, los mordiscos de los cachorros
a nuestra ropa, brazos, manos y piernas, son perfectamente naturales y
forman parte del repertorio genético de cada perro. Por tanto, para
solucionar este problema, redirigiremos el comportamiento de morder
hacia un juguete en el cual nuestro cachorro pueda desfogar su instinto
de caza y presa.

Procederemos de la siguiente manera:

Justo en el momento en que nuestro cachorro nos esté mordiendo, le
sujetaremos por la mejillas, levantándole unos pocos centímetros del
suelo (algo muy similar a lo que haría su mama canina en la camada) al
tiempo que pronunciamos la palabra NO. Inmediatamente notemos que
el cachorro ha suspendido su conducta de morder, le lanzaremos el
juguete para que lo pueda morder. De esta manera enseñaremos a
cachorro que nuestro cuerpo y nuestra ropa no son sus juguetes para
practicar sus habilidades de caza y por el contrario si lo puede hacer con
el juguete que le estamos ofreciendo.

Tras sucesivas repeticiones, el cachorro canalizara su comportamiento

sobre aquellos objetos que le indiquemos son permitidos para morder.
 PAGINA 46

Es clave que no entremos en el error de realizar un intercambio con

nuestros cachorro, en el cual cuando me está mordiendo yo le ofrezco el
juguete, ya que podría convertirse en un premio justo del mordisco que no
deseamos. Por tanto lo primero y más importante es que nuestro cachorro
suspenda la acción de morder antes de ofrecerle el juguete.

¿PORQUE ALGUNOS PERROS

SON DESTRUCTIVOS?
Para abordar este tema, es primordial tener en cuenta el origen de nuestros
perros, ya que es ahí donde radica gran parte de la explicación de las
conductas destructivas en nuestras mascotas. El principal ancestro de
nuestros perros es el Lobo. En el medio salvaje, los lobos necesitan cazar
para sobrevivir, esta labor de cacería implica grandes desgastes de energía
debido al enorme esfuerzo físico y psíquico que implica asechar perseguir y
dar muerte a la presa. Como ya lo hemos mencionado en anteriores
artículos, gran parte del bagaje genético del lobo, se encuentra en el perro
moderno, esto quiere decir que muchos de los comportamientos básicos
del perro son iguales a los del lobo, incluyendo por su puesto el impulso
natural de cazar para sobrevivir.

A esto le podemos sumar que muchas razas en su principio fueron criadas

y utilizadas para labores en el campo que implicaban largas jornadas de
trabajo al lado del hombre. La vida del hombre moderno es bastante
diferente a la del hombre de décadas atrás.

Con la modernización tecnológica ha llegado el sedentarismo, la actividad

principal se centra en las grandes urbes, en fábricas oficinas y lugares
similares.
 PAGINA 47

El campo es sinónimo de descanso y recreación para el hombre actual. El

problema es que los cambios de rutina para los seres humanos, han
afectado también la vida de las mascotas que conviven a su lado. Nuestros
perros modernos, no tienen que trabajar para conseguir su alimento,
nosotros se los proporcionamos a diario sin que esto represente esfuerzo
alguno por parte de nuestras mascotas.

Los Labradores ya no salen a ayudar a los cazadores a recoger las aves, los
dálmatas ya no corren al lado de coches tirados por caballos, los Rottweilers
ya no pastorean el ganado ni custodian el dinero de los carniceros, y los Fox
Terrier ya no cazan ratones ni animales de madriguera.

Sin embargo para los perros, los impulsos heredados de sus ancestros por
cientos de años continúan en su interior. Imagínense pretender tener toda
esta genética, inactiva quieta dentro de un apartamento o una casa. Y es
que el problema no es de espacio y que en la mayoría de los casos nuestros
perros necesitan ACTIVIDAD y actividad de la buena, correr, perseguir y ser
perseguido dominar y ser dominado GASTAR TANTA ENERGIA
ACUMULADA.

Si hablamos de cachorros dañinos le debemos sumar algo más de energía,

y la inmadurez típica de los primeros meses de vida, entonces pensemos
¿dejaría usted a su bebe humano de dos años solo y sin supervisión dentro
de la casa? De manera que cuando un perro hace daños no lo hace por
maldad, por venganza o rencor con sus amos, sencillamente esta aburrido,
le falta actividad y atención para lograr equilibrar sus energías.
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Han pensado por un momento, ¿que implicaría para un ser humano normal,
un día completo de inactividad? ¿Cero salidas, cero TV, cero música etc. etc.?
¿Complicado verdad? Ese es el caso de nuestras mascotas modernas dejaron
de ser los ayudantes principales de las labores del hombre para pasar a ser solo
mascotas de compañía. Es entonces nuestra responsabilidad como propietarios
proporcionar a aquellos maravillosos en incondicionales amigos los perros, lo
que ellos necesitan, ya que ellos no pidieron estar a nuestro lado.

Antes de juzgar a nuestros amigos peludos, reflexionemos y tengamos algo de

compasión y justicia con ellos.

COMPORTAMIENTOS DESTRUCTIVOS, QUE

HACER PARA CONTROLARLOS
Así como los bebes Humanos investigan el mundo que les rodea a través
de sus manos, los cachorros lo hacen por medio de su boca. Morder y
destruir cosas, en la mayoría de los casos es parte de un comportamiento
natural en los perros jóvenes. A través del mordisqueo, desarrollan rituales
de juego asociados a su instinto de cacería y ocupan sus ratos de ocio.

Al cachorro le enseñaremos que objetos puede morder, y cuáles no,

teniendo el debido cuidado, para que no generalice y por el contrario
aprenda a discriminar, es decir no podemos tratar de enseñarle a un
cachorro que puede morder zapatos viejos, pero NO puede morder
zapatos nuevos. El alumno debe tener juguetes adecuados para esta
enseñanza.
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Procederemos de la siguiente forma:

Colocaremos uno de los objetos que más tendencia tiene nuestro cachorro a
destruir o morder e inmediatamente inicie a morderlo pronunciaremos la
palabra NO en tono de voz firme, al tiempo que sujetamos con nuestra mano al
cachorro por la piel del cuello levantándolo unos centímetros del piso, en el
momento en que el cachorro suspenda la acción de morder lo felicitaremos
verbalmente y enseguida ofreceremos el juguete favorito de perro
permitiéndole que muerda y persiga su juguete.

En la acción anterior no tiene por qué existir violencia, o brusquedad de parte de

quien corrige pues solo lograría intimidar al cachorro. El objetivo principal en
este caso, es el de canalizar la necesidad natural del cachorro de morder, hacia
el juguete.

Los juguetes que utilicemos, deberán ser los suficientemente grandes para que
nuestro perro no los trague y nunca deberán ser más de dos o tres juguetes, ya
que al suministrarle demasiados juguetes se corre el riesgo de enseñarle a
nuestro perro que hay muchos y diferentes objetos que si se pueden morder,
cuando el objetivo es lo contrario.

Con algunos cachorros es posible que se necesite ser un poco más firme a
sujetarlo por la piel, de cualquier manera esta forma de corrección se asemeja a
la forma como su mamá canina lo corregía cuando aún estaba en la camada. En
ningún momento debemos reírnos en el instante que corregimos ya que esto
puede ser interpretado como una celebración o un juego, lo que confundiría al
cachorro. Esta misma técnica debe ser utilizada cuando el cachorro muerde los
pantalones, zapatos o manos de su propietario.
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En el caso de muebles de la casa o cosas similares, podemos aplicar el mismo

procedimiento, adicionando la aplicación de algún líquido repelente para perros
de uso comercial o casero que fastidie a nuestro cachorro justo en el momento
en que muerde el objeto.

La aplicación de un pequeño chorro de agua con un pistola de juguete o el

golpear un periódico de manera que ocasione un ruido fuerte, pueden
persuadir a algunos perros de temperamento suave a abandonar la actividad
destructiva. Recuerde siempre que cualquier castigo deberá ser aplicado justo
en el momento en que el cachorro está realizando el destrozo y no después ya
que perdería su efecto casi por completo.
Es importante tener en cuenta que los perros necesitan actividad física y mental
diaria, sobre todo en edades tempranas, pues su desarrollo físico y psíquico así
lo demanda. En la medida que nuestras mascotas estén inactivas, se aburrirán
con más facilidad y buscaran con que descargar su aburrimiento. Muchos de los
llamados MALOS comportamientos en nuestros perros, son producto de la
inactividad y el aislamiento.

Los procedimientos y técnicas anteriormente descritas, condicionan a nuestra

mascota a respetar los diferentes objetos de la casa, cuando estamos frente al
perro o cerca del él, pero cuando el cachorro se queda solo por largo tiempo es
muy factible que reincida en la conducta destructiva.
Habiendo comprendido ya la naturaleza de
nuestros perros, es nuestra responsabilidad,
proporcionar a nuestro cachorro un espacio
controlado, para los momento en que no
estemos presentes en casa y por ende no le
podamos supervisar y controlar.
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¡Cuando dejamos un cachorro solo en casa sin supervisión o sin estar

contenido en un sitio seguro, es como si dejásemos un bebe de 2 años solo en
casa! Las posibles consecuencias de este acto serán nuestra responsabilidad
¡al cien por ciento!

SALTAR ENCIMA DE LAS VISITAS

De los muchos malos comportamientos, que han sido enseñados sin
intención por los propietarios, saltar encima de la gente es probablemente el
mejor ejemplo.

Desde que su perro era un cachorro, él fue entrenado a saltar encima de

la gente, por las personas que le acariciaban su cabeza y se reían cuando
él hacia esto, entonces algo que debemos antes que nada entender, es
que la conducta ha sido premiada en diferentes formas, cientos de veces,
y es aquí en donde las leyes de aprendizaje, entran a cumplirse al pie de
la letra enunciando: ¡Toda conducta premiada tendera a repetirse con
más fuerza en el futuro!

En realidad el único crimen que su perro ha cometido es comer, crecer y

seguir saltando encima de la gente. Este mal comportamiento, ha sido
inducido por los humanos que viven con el perro.

¿Por qué tratamos de corregir algo que probablemente enseñamos

nosotros mismos desde que era un cachorro? ¿Cómo puede entender,
nuestro perro, que ahora que ya es grande, las reglas del juego han
cambiado y es castigado por algo que en toda su vida de cachorro le fue
premiado? Esta situación es de las más confusas para el perro, pero
castigarle por esta acción no solo confunde el perro si no que
irónicamente, incrementa su mal comportamiento.
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Comenzaremos en un lugar libre de distracciones, sobre un terreno llano y no

muy poblado de vegetación, usaremos correa extensible y haremos ir de lado
a lado al perro, todo lo largo que nos permita la correa, en contra del viento y
en principio sin pieza de granja. Usaremos voz, cuerpo y silbato para hacer ir al
perro de un lado al otro, de forma constante y según nuestras necesidades.

De los muchos malos comportamientos, que han sido enseñados sin

intención por los propietarios, saltar encima de la gente es
probablemente el mejor ejemplo.

Desde que su perro era un cachorro, él fue entrenado a saltar encima de

la gente, por las personas que le acariciaban su cabeza y se reían cuando
él hacia esto, entonces algo que debemos antes que nada entender, es
que la conducta ha sido premiada en diferentes formas, cientos de veces,
y es aquí en donde las leyes de aprendizaje, entran a cumplirse al pie de
la letra enunciando: ¡Toda conducta premiada tendera a repetirse con
más fuerza en el futuro! En realidad el único crimen que su perro ha
cometido es comer, crecer y seguir saltando encima de la gente.

Este mal comportamiento, ha sido inducido por los humanos que viven
con el perro. ¿Por qué tratamos de corregir algo que probablemente
enseñamos nosotros mismos desde que era un cachorro? ¿Cómo puede
entender, nuestro perro, que ahora que ya es grande, las reglas del juego
han cambiado y es castigado por algo que en toda su vida de cachorro le
fue premiado?
Esta situación es de las más confusas para el perro, pero castigarle por
esta acción no solo confunde el perro si no que irónicamente,
incrementa su mal comportamiento.
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Una vez aprendido el comportamiento, para que nuestro perro no se

acostumbre en exceso a la comida, premiaremos el sentado algunas veces sí y
otras no. Este procedimiento hará que nuestro perro se siente cada vez con
mayor consistencia. Al comando de sentarse, le uniremos una señal con
nuestra mano, que sea siempre fácil de identificar para el perro y siempre sea
la misma.

Aprovecharemos el comando aprendido por nuestro perro, para

ordenarle que se siente, justo antes de saltar encima de nosotros y le
premiaremos por sentarse. Lo que estaríamos haciendo en este caso,
es reforzando una conducta (la de sentarse) e ignorando otra (la de
saltar). Así como su cachorro paso varios meses aprendiendo a saltar
encima de la gente, tomara varias semanas para cambiar este mal
hábito, por el de sentarse.

Usted deberá contar con unos amigos de confianza, dispuestos a

colaborarle con la enseñanza de estos modales a su perro, para que
ellos hagan exactamente lo mismo que usted hace, es decir ordenarle a
su mascota que se siente justo en el momento que va a saltar. Esto
hará con el tiempo que el perro generalice su hábito de sentarse con
toda persona que se le aproxima en vez de saltar encima de ellos.

Recuerde que una vez haya nuestro perro aprendido él habito de

sentarse, premiaremos con galletas o golosinas para perros de forma
intermitente (a veces se premia y otras no) el comando de sentarse.
Esto hará que este comportamiento tome más fuerza y reemplace el
mal hábito más rápidamente.
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Usted deberá ignorar en todo momento, cualquier intento de su mascota, por

saltar encima suyo. En otras palabras, usted no debe hacer ningún tipo de
contacto visual, verbal o táctil, es decir no mire su perro, no le hable y no lo
toque ya que cualquier forma de contacto justo cuando su perro salta, es una
forma de darle precisamente aquello que su mascota está buscando,
atención.

Para reforzar aún más el aprendizaje, cuando este en la calle o en un

parque, pídale a algún vecino o visitante del parque que se aproxime a su
perro, le haga la señal que usted le enseño a su mascota para que se
siente y enseguida le premie. Recuerde, los perros aprenden por
asociación y repetición, con esto quiero decir, que su deber es realizar
estos ejercicios todos los días al menos durante 2 veces por día, hasta
lograr erradicar el mal hábito. Usted deberá ser siempre consistente y
coherente con su enseñanza.

Muchas personas se contradicen con sus acciones, y a veces permiten que el

perro vuelva a saltar encima de ellos, por el simple hecho de que están
vestidos con ropa deportiva, si usted comete este error, simplemente
confundirá más el perro, y empeorara el problema. Premie SIEMPRE el
sentado de su perro e ignore SIEMPRE los saltos o cualquier intento.

QUÉ HACER CON PERROS MUY INSISTENTES

EN SALTAR ENCIMA DE LA GENTE
Lo primero es haber condicionado previamente la orden del sentado, lo
segundo es enseñarle a nuestro insistente perro, que saltar encima de la
gente puede ser desagradable para él, y lo haremos de la siguiente forma:
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Justo en el momento en que salte encima de nosotros agarraremos las

manos de nuestro perro, sosteniéndoselas sin hacerle daño, hasta que se
incomode lo suficiente como para querer bajarse, inmediatamente se baje, le
ordenaremos sentarse y al instante le premiaremos verbalmente o con una
galleta.

Recordemos que la repetición y la coherencia serán claves para modificar el

viejo hábito y reemplazarlo por el nuevo.

Nunca seda espacio al perro que salta encima suyo, en otras palabras,
mantenga una actitud de dominio, siempre dirigiéndose hacia el perro y
reclamando el espacio alrededor suyo que él debe respetar.

PERROS HIPERACTIVOS
Según la definición que encontramos en el diccionario, se trata de una
conducta caracterizada por un exceso de actividad.

Los perros hiperactivos, parecen no tener calma en ningún momento, los

periodos de sueño son cortos, sus exploraciones y comunicaciones a través
de la boca son descontroladas y sus ciclos de actividad pueden prolongarse
incluso más allá del cansancio.

En un perro con un nivel de actividad normal, se presentan tres fases del

comportamiento:
La primera que llamaremos fase de DESEO, esta se caracteriza por la
necesidad biológica de satisfacer un instinto, en otras palabras el perro
necesita morder un juguete, necesita correr, saltar etc.
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La segunda fase la llamaremos SATISFACCION DEL DESEO, y se

caracteriza por la actividad a través de la cual, nuestra mascota calma su
necesidad, esta fase se prolonga, hasta que el cansancio físico,
desaparece temporalmente el impulso. La tercera fase la llamaremos
CESACION DEL DESEO, como producto de la fase anterior, el deseo
desaparece temporalmente y el perro descansa recuperando fuerzas,
para iniciar de nuevo el ciclo.
LA SECUENCIA DE UN PERRO NORMAL

DESEO SATISFACCIÓN CESACIÓN

DEL DESEO DEL DESEO

LA SECUENCIA DE UN PERRO HIPERACTIVO

SATISFACCIÓN
DESEO DEL DESEO DESEO

Como se puede observar en el esquema anterior, en el perro hiperactivo,

no existe la fase se cesación del deseo y por lo tanto este ciclo parece no
detenerse.

LAS CAUSAS DE LA HIPERACTIVIDAD

Entre las principales causas de este desorden del comportamiento, está
la separación prematura (antes de los 2 o 2.5 meses de vida) de la madre
y la camada. Los cachorros en su camada, aprenden principalmente de
su madre, el control de comportamientos con exceso de actividad.
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Cualquier manifestación de hiperactividad tal como brusquedad y

mordidas sin control serán corregidas por la madre, enseñándole a sus
cachorros los lenguajes de sumisión y calma. Estas experiencias a edad
temprana, marcan la organización del sistema nervioso central del
cachorro, permitiéndole al cachorro experimentar la fase de cesación del
deseo, inducida por su madre en sus correcciones.

Es importante tener en cuenta que debido a que el cerebro del cachorro

se desarrolla durante la preñez y hasta los 3 meses de vida, este periodo
es una fase sensible durante el cual se adquieren numerosos
comportamientos (la mayoría enseñados por la madre).

La riqueza o pobreza de los estímulos que el cachorro reciba en este

periodo, van a marcar la competencia o incompetencia del cerebro, al
igual que el equilibrio o desequilibrio de los comportamientos futuros.

Según todo lo anterior, podemos entender la importancia de evitar

adquirir cachorros separados de su camada antes de los 2.5 meses de
vida. Desafortunadamente en la mayoría de tiendas de mascotas,
abundan las camadas, separadas a destiempo de la madre.

Solo un criador que base su crianza en la ética y el respeto por los perros,
podrá suministrarnos cachorros con la estimulación adecuada, lo cual los
hará más aptos para vivir en la manada humana.

Los perros hiperactivos necesitan tratamiento de tipo conductual,

adiestramiento y en algunos casos tratamiento farmacológico guiado por
el veterinario profesional.
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PERROS LADRADORES EXCESIVOS

Ladrar para nuestros perros es algo totalmente natural. El ladrido para
los perros es una de las herramientas de comunicación, con sus
congéneres y los seres humanos.

Cuando un perro ladra, evidentemente existe una causa, que activa este
comportamiento. Los perros pueden ladrar como una forma de aviso de
un intruso en el territorio, como una forma de saludo, como una forma
de aburrimiento o como una forma de llamar la atención.

Sea cual sea la razón por la cual ladra un perro, cuando este ladrido se
torna repetitivo, se convierte en una molestia (en especial si es en la
noche) para los dueños del perro y para la comunidad que le rodea.

En la mayoría de los casos, el perro a través del ladrido obtiene una

respuesta de su medio ambiente, de sus amos o de sus congéneres
(otros perros vecinos) que se convierte en REFUERZO (premio) a sus
incesantes ladridos.

Estos refuerzos, en la mayoría de casos incontrolables (por ejemplo: es

casi imposible controlar los maullidos nocturnos de los gatos o los
ladridos de perros vecinos) hacen que la conducta se fije con más fuerza
cada día y la con el paso del tiempo se transforme en habito.
COMO ENTONCES CONTROLO LOS
LADRIDOS DE MI PERRO
Lo primero es identificar la causa de los ladridos de mi mascota, si logro
desaparecer la causa, muy seguramente los ladridos disminuirán o
desaparecerán.
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Lo primero es identificar la causa de los ladridos de mi mascota, si logro

desaparecer la causa, muy seguramente los ladridos disminuirán o
desaparecerán.

Lo segundo es premiar el silencio de mi perro, justo en el momento que

permanece callado, estos premios pueden ser alimenticios o de
alabanzas. Es importante aclarar, que este es un proceso que en la
mayoría de los casos se torna largo y difícil de manejar, ya que en todo
momento no tenemos control de los factores externos que llevan a
ladrar nuestro perro, y no siempre estamos listos a premiar nuestra
mascota cuando permanece en silencio.

Como tercer punto, es fundamental, entender que los castigos dados a

destiempo de los ladridos (El perro ladra y se le castiga 5, 10 o más
segundos después de haber ladrado) el perro no logra asociarlos y por
lo tanto muy pocas veces tienen efecto que buscamos.

La forma más efectiva y humana de corregir un perro, en especial

cuando no nos encontramos en casa es usando un collar electrónico o
collar anti ladridos. Estos collares cuentan con un sistema electrónico
que detecta la vibración que produce el ladrido en la garganta del
perro, e inmediatamente el perro ladra, recibe un estímulo eléctrico
estático desagradable, que inhibe la conducta de ladrar, sin hacerle
daño a nuestra mascota.

Las ventajas de estos dispositivos es que se accionan en un tiempo

perfecto entre el ladrido y la corrección, y no necesitan de la presencia
del propietario para ser activados.
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En el mercado actual se pueden conseguir desde dispositivos caseros

hasta profesionales de alta calidad. Mi consejo es adquirir un artefacto
efectivo que nos saque del problema de manera rápida y efectiva.

Algunos de estos equipos funcionan rociando una sustancia repelente en

el momento en que el perro ladra, o produciendo un ultrasonido molesto
para el perro. En la mayoría de los casos, los dos anteriores dispositivos
no funcionan ya que la conducta del ladrido excesivo está motivada por
estímulos más fuertes que los estímulos inhibidores que puedan
producir los collares de spray y los de ultrasonido.

Agresión canina
Los trágicos sucesos de agresiones caninas hacia niños y adultos, nos
hacen dar la sensación de que ha surgido en las últimas décadas una
nueva generación de mascotas con características agresivas, sin importar
la raza a la cual pertenecen.

¿En dónde puede estar el origen de las agresiones de nuestras

mascotas? ¿Acaso estamos viviendo con el Enemigo?

En la mayoría de los casos que me han consultado, la problemática tiene

un evidente origen y es la forma en la cual algunos propietarios manejan
sus mascotas. En la actualidad, muchas personas tienen una fuerte
tendencia a mimar en exceso sus perros y caer en el grave error de
humanizarlos a tal punto de privarles de una vida verdaderamente
canina.
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Si a los mimos excesivos y la permisibilidad extrema en el manejo de

nuestras mascotas, agregamos la falta de autoridad, y la falta de normas
de convivencia, entonces el más seguro resultado es un perro con
múltiples problemas de convivencia en el hogar, siendo la agresión uno
de los más frecuentes.

Es en este punto, que como propietarios debemos tener en cuenta

conceptos generales de suma importancia, que se aplican a todos los
perros independientemente de la raza, de nuestra mascota.

Al respecto, El Dr. Bruce fogle escribe en su libro LAS 101 PREGUNTAS

QUE SU PERRO LE HARIA SI PUDIESE HABLAR:

¡Como animales de manada que son, los perros se sienten mejor

sabiendo qué lugar ocupan en la jerarquía de la manada!

¡Aunque sexo, tamaño y raza son factores significativos, cualquier perro

tiene potencial suficiente para convertirse en el jefe de la manada!

Los perros puede dominar a la gente siempre que ésta se lo permita, y a

veces esta situación dura toda la vida.

Algunas personas son emocionalmente dependientes de sus perros, lo

que hace que sean presas fáciles de sus caprichos. Otros simplemente
no comprenden el comportamiento de los perros y antes de que lleguen
a conocerlo se han convertido en pura gelatina en sus garras. La gente
emocionalmente dependiente es la más fácil de dominar.
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Por razones personales, que varían mucho de unos a otros, estas

personas hacen su mayor inversión emocional en sus perros. A cambio,
permiten que sus compañeros caninos se conviertan en verdaderos
líderes de la manda: Les consienten que exijan comida, que sean
selectivos respecto a ella, que elijan cuando, donde y con quien dormir y
que eviten cualquier forma de aseo no solicitado.

Son muchas las cosas, que podemos hacer como dueños, para modificar
la conducta de nuestros perros, o mejor aún moldearla a nuestra
conveniencia, desde el mismo instante en que nuestro cachorro llega por
primera vez a casa.

A continuación encontraran una lista de recomendaciones a aplicar en el

diario vivir con nuestros mejores amigos, que ayudaran a evitar
comportamientos agresivos hacia el resto de miembros de la manada
humana.
Limite el territorio de su perro, no le permita acceso a las
habitaciones y menos a las camas o muebles, estos deben ser
lugares reservados para los jefes de la manada.
Controle su alimento, evite comer a la par con su mascota o después
de él. No admita, ni ceda ante ninguna demanda de alimento.
Entrene su perro en obediencia básica, y aprenda a manejarlo.
Controle usted las relaciones afectivas con su perro. Es decir usted le
mima y acaricia cuando usted quiere, no cuando él lo solicita.
Proporcione amor y cuidados a su perro, pero siempre
equilibrándolos con autoridad, respeto y normas.
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Nunca se olviden de que sus mascotas, son ante todo PERROS, y que
cada vez que como propietarios, pretendemos humanizarlos, y
convertirlos en lo que no son, lo único que estamos logrando es
desequilibrar su bienestar Psíquico y emocional. Finalmente los únicos
que sufren las consecuencias de nuestros malos manejos son nuestros
queridos perros.

La agresión es parte del repertorio de comportamiento, de los animales

en estado salvaje ya que a través de esta conducta, se conservan y
protegen los recursos vitales para la supervivencia de una manada. A
pesar de ser mascotas nuestros perros aún conservan los
comportamientos agresivos de sus ancestros en el medio natural.

Este comportamiento está más arraigado en algunas razas que en otras,

no con esto queriendo decir que todos los individuos de una raza de
guardia y protección como el Rottweiler, tendrán el mismo patrón de
conducta agresivo.

Lo anterior se debe a que no podemos obviar los factores genéticos

individuales de cada ejemplar ni la influencia que ejerce el medio
ambiente y el ser humano, en el desarrollo de los esquemas de conducta
de cada perro en particular, independientemente de la raza a la que
pertenezca. Es decir que podemos encontrar dentro de una raza como el
Rottweiler, un ejemplar con poca o ninguna agresión, así como
podríamos encontrar en una raza como el labrador retriever, un ejemplar
con unos muy marcados patrones de conducta agresiva.
De acuerdo a lo anterior, debemos tener en cuenta, cualquier
manifestación de agresión de parte de nuestros perros, y estar atentos a
prevenirlos y si es preciso corregirlos.
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ERRORES MÁS COMUNES EN EL MANEJO DE

LA AGRESIÓN CANINA
La faya más frecuentemente encontrada en los casos de agresión por
parte de las mascotas hacia los propietarios o extraños, es el hecho de
permitir inconscientemente que nuestros perros conciban la conducta
agresiva como una herramienta para obtener ciertos recursos y espacios
físicos convenientes para él o evitar situaciones molestas.

Cuando un perro muestra signos de agresión y a través de estos controla

determinada situación o evita determinada molestia, la conducta
agresiva pasa a ser una conducta exitosa para el perro, que se repetirá
en el futuro con circunstancias similares o iguales a las de la primera
ocasión en que fue utilizada.

Un ejemplo práctico de este tipo de circunstancia seria el perro que

gruñe a sus dueños cuando le tratan de bajar del sofá, en el momento en
que el dueño cede ante la agresión y permite que su cachorro continúe
posesionado del sofá, la conducta agresiva pasa inmediatamente a ser la
herramienta exitosa para apropiarse y conservar un espacio.

ANÉCDOTA A CERCA DE LA AGRESIÓN

Años atrás, cuando iniciaba mi pasión por el comportamiento y
adiestramiento canino, llego a mi vida una hermosa cachorra de 45 días
de nacida de la raza rottweiler.
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Los ejemplares de esta raza fueron criados durante muchos años en

Alemania, como perros de trabajo, siendo su función principal la de
pastorear el ganado y proteger el dinero que los carniceros recolectaban
producto de sus ventas de pueble en pueblo. Lo anterior dio pie a la
crianza de ejemplares con un alto instinto de territorialidad y protección
por el dueño y sus pertenencias.

Mi cachorra sacha, se acercaba bastante a este tipo de perfil de perro de

trabajo fuerte y temperamental. Esto lo puede comprobar en un evento
que me sorprendió y a la vez me hizo reaccionar Teniendo solo dos días
de estadía en mi casa, le ofrecí a mi cachorra un suculento hueso de res,
con el propósito de ejercitar sus mandíbulas desde temprana edad. Pase
cerca de mi cachorra en el momento que esta mordía su hueso y para
sorpresa mía escuche un pequeño pero profundo gruñido que se dirigía
hacia mí. Increíble pero cierto, mi cachorra estaba mostrando un claro
cuadro de agresión por dominancia (posesión de recursos), de inmediato
y como si la madre naturaleza me lo hubiese susurrado al oído utilice mis
dedos índice y medio de mi mano derecha para disciplinar con una
pequeña pero firme corrección en su hocico, similar al pequeño
mordisco que proporcionaría su madre canina si la cachorra hiciese lo
mismo en medio de la camada. Pasó siguiente quite el hueso de la boca
de mi cachorra y suspendí su festín alimenticio.

Este evento se repitió por dos ocasiones más, en las cuales procedí de igual
forma, acompañando mi corrección de una voz grave con la palabra NOOO.
El resultado fue una desaparición total de ese signo de agresión por
dominancia en mi cachorra. Aun pienso que habría pasado meses después
si no hubiese corregido mi cachorra en ese momento, pues ella se convirtió
en un hermoso ejemplar de la raza con un peso aproximado de 45 kilos y
una gran fortaleza física.
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La anterior anécdota nos ilustra como desde edades muy tempranas

pueden existir manifestaciones claras de comportamientos agresivos
hacia los seres humanos. La agresión forma parte de la naturaleza canina
y es nuestra responsabilidad colocar control a estos comportamientos,
desde el primer momento en que se manifiestan.

PRINCIPALES TIPOS DE AGRESIÓN

Las causas de la agresión pueden ser de tipo clínico patológico es decir,
tener su origen en algún desorden O alteración a nivel de salud, o
simplemente ser un comportamiento que se aprendió.

Antes de tratar de modificar un comportamiento agresivo, se debe de

descartar cualquier problema de tipo médico. En nuestro caso nos
ocuparemos de las agresiones aprendidas y su respectivo manejo.

AGRESIVIDAD PREDATORIA
La agresividad predatoria es la manifestación del instinto de caza y presa
del perro, hacia algo o alguien que se mueve rápidamente.

Este instinto es parte de los mecanismos naturales de supervivencia de

los lobos. Mediante este comportamiento, el lobo persigue su presa, la
alcanza, la muerde y la sacude hasta matarla, para luego trasladarla
hasta su cueva y alimentarse.

¿Recuerdan el viejo mito de los perros que perseguían las bicicletas y lo

hacían debido a que los radios de las llantas de la bicicleta producían un
ruido desagradable al oído de la mascota?
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A nuestros perros desde muy cachorros hay que controlarles su

instinto de presa, enseñarles que es inaceptable perseguir y morder a
las personas como si fuesen su objetivo de caza. Al tiempo que
controlamos su comportamiento debemos re-dirigir su instinto, hacia
juegos en los cuales pueda dar rienda suelta a su impulso primario, sin
representar riesgos para la comunidad que lo rodea.

Recordemos una vez más que los instintos son reacciones biológicas
que se manifiestan ante estímulos simples. Entonces es nuestra
responsabilidad como propietarios, asegurarnos de que la naturaleza
básica de nuestros perros está correctamente dirigida.

TRATAMIENTO DE LA AGRESIVIDAD
PREDATORIA
El tratamiento para la agresividad predatoria, consiste en canalizar la
conducta de persecución hacia un objeto inanimado, que no represente
inconvenientes para nadie, hasta que el comportamiento predatorio
viejo (por ejemplo: perseguir un transeúnte en bicicleta) desaparezca y
se reemplace por uno nuevo como perseguir su juguete favorito.

Para tratar este tipo de conductas necesitaremos siempre un cuerda

larga que nos permita bloquear el comportamiento del perro, justo en
el momento en que inicia a manifestar, este bloque lo realizaremos a
través de un tirón seco de la correa que refuerce negativamente la
acción de persecución, acto seguido cuando nuestro perro inhiba su
conducta, le ofreceremos su juguete favorito para estimular y redirigir
el comportamiento hacia su nuevo objetivo de cacería.
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La agresión predatoria se manifiesta en algunas razas con mayor

intensidad que en otras y esto hace que en algunos casos se necesite
de la ayuda de un profesional del adiestramiento canino, para lograr un
tratamiento exitoso.

AGRESIVIDAD TERRITORIAL
¿Cuantas veces, hemos visto perros grades o pequeños detrás de los
antejardines, ladrar y perseguir insistentemente a todo transeúnte
adulto, niño o anciano que pasa por el frente de ellos?

Esta escena se repite día a día con aquellos perros que permanecen
gran parte del tiempo en áreas como antejardines, balcones y sitios
similares de los hogares. La implicación que esto tiene en la psiquis del
comportamiento canino, va más allá de una simple conducta
persecutoria a la cual la mayoría de propietarios le restan importancia.

¿Qué es un instinto?
Los instintos, son reacciones innatas (no aprendidas) que se
manifiestan a través de estímulos muy simples y son comunes a todos
los individuos de una misma especie. Para nuestro caso, estamos
hablando entonces del instinto territorial.

El propósito del instinto territorial, es el de mantener alejados a todos

los individuos (animales o personas) extraños, del área que el perro
considera como propia. Este instinto fue heredado de los lobos, y es
una herramienta de supervivencia que permite mantener el territorio
libre de intrusos, guardando el alimento, el agua y la manada. El instinto
territorial cesa de manifestarse, cada que él o los intrusos abandonan el
territorio.
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Cuando permitimos a nuestros perros perseguir y ladrar

incesantemente a todo transeúnte que pasa, estamos agregándole a
ese comportamiento innato, la experiencia, positiva de que cada
persona o animal que pase por lo que nuestro amigo considera su
territorio, se alejara ante los ladridos y la agresión. Entonces nuestros
perros con la experiencia diaria aprenderán que los límites del territorio
van más allá de los linderos del antejardín o el balcón.

¿Que podría pasar cuando la reja de nuestro antejardín, este mal

cerrada?

Tarde o temprano tendremos la posibilidad de que nuestra mascota al

extender sicológicamente las fronteras de su territorio, termine
agrediendo incluso a los transeúntes que se movilizan por la acera del
frente de nuestra casa. La manifestación de este comportamiento, en
un área citadina, en donde constantemente corren niños, pasan
mensajeros, caminan ancianos, se torna altamente peligrosa.

A lo anterior podemos agregar, que existen ciertas razas con una mayor
predisposición genética a presentar comportamientos de guarda
territorial. Las razas como el Rottweiler, Pastor Alemán, Fila brasilero
entre otras, manifiestan con una mayor facilidad este tipo de
conductas, ya fueron criadas para este tipo de labores.

Como propietarios, si lo que pretendemos es tener un efectivo

guardián de nuestra propiedad, debemos responsabilizarnos de lo que
esto implica.
 PAGINA 70

Los perros que son estimulados directa o indirectamente a proteger

un territorio, deben estar dentro un espacio adecuadamente cerrado
y señalizado con los respectivos avisos preventivos para la
comunidad de los alrededores y ante todo deben tener un programa
de entrenamiento profesional que le permita al dueño tener
conocimiento y control de su perro. Si la seguridad no es el propósito
principal, es totalmente contraproducente, permitir a nuestros
perros, ladrar y perseguir a cuanta persona o animal pase por el
frente de nuestra casa. Recuerde, los instintos son comportamientos
que nacen con el perro y se refuerzan a través de las experiencias,
entonces es de entera responsabilidad de los propietarios, evitar que
sus perros hagan extensiones inadecuadas de su territorio.

TRATAMIENTO DE LA AGRESIÓN
TERRITORIAL
Este tipo de agresión, requiere del desarrollo de un programa de
obediencia básica, que nos permita controlar las reacciones de
nuestro perro. Adicionalmente y de vital importancia, es cortar el
acceso que nuestro perro tiene a las zonas en donde más muestra su
agresión territorial, es decir que eliminaremos por completo la
disponibilidad de áreas como el antejardín o balcones que le
permitan al perro seguir manifestando su comportamiento y su
respectivo refuerzo o premio por parte de los transeúntes.

Este tipo de agresión, puede manifestarse de nuevo en los

momentos en que el perro se encuentre solo y no tenga quien le
controle. La prevención y el control de las situaciones disparadoras
de la conducta agresiva territorial son el principal ingrediente a tener
en cuenta en la solución de este tipo de problemas.
 PAGINA 71

AGRESIÓN POR MIEDO

En la gran mayoría de los casos, se trata de un comportamiento
fuertemente influenciado por el factor genético, quiero decir con
esto, que la agresión por miedo se hereda.

Al ser heredada, su manejo es algo complicado, pues podemos

habituar y desensibilizar un perro a determinada situación que le
produce miedo, pero su carga genética, le llevara a comportarse de
manera miedosa agresiva ante toda nueva situación que se presente
y que le provoque este estado.

Los perros miedosos por herencia genética, se caracterizan por

mostrar miedo y agresión a todo aquello que no forma parte de su
rutina diaria, es decir si exponemos a un perro miedosoagresivo a
un ambiente o a personas no usuales para él, inevitablemente
entrara en pánico con la posibilidad de agredir a quien considere una
amenaza.

Los cuadros de agresión por miedo, van acompañados de unos

signos corporales evidentes como, lomo erizado, cola metida entre
las patas, orejas echadas hacia atrás, cuerpo tenso o casi rígido,
belfos levantados y en casos extremos la expulsión de líquido
presente en las glándulas sacro anales.
TRATAMIENTO DE LA AGRESIÓN POR MIEDO
Al tener unas bases de tipo genético, los casos de agresión por miedo
son bastante complicados de tratar, y solo mejoran parcialmente o
ante determinadas circunstancias.
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La socialización temprana y exponer el perro a la mayor cantidad de

situaciones que le generen miedo, pueden ser un atenuante de este
comportamiento, si el tratamiento es continuo y manejado por
espacios pequeños de tiempo. El objetivo en este caso es
insensibilizar a nuestro perro ante la situación o la persona que le
produce estrés y posteriormente cuando el perro muestre un
comportamiento más estable le premiaremos con un estímulo que le
agrade mucho puede ser juego, comida o caricias.

Tendremos especial cuidado en no proporcionar estímulos positivos

cuando el perro se encuentra en estado de miedo ya que nuestro
alumno lo puede asumir como un refuerzo o premio de su estado
emocional alterado.

Al igual que la mayoría de casos de agresión, la agresión por miedo

amerita que él dueño busque el apoyo y el asesoramiento de
profesionales en el manejo de los problemas de conducta canina.
COMO JUGAR ADECUADAMENTE CON
MI PERRO
Está claro que nuestras mascotas necesitan actividad a diario,
entonces es de vital importancia conocer algunas formas de jugar y
desgastar la energía típica de un cachorro.

El juego forma parte también de una forma de jerarquización, es

decir, a través del juego adecuado se puede establecer una relación
de respeto con la mascota o a través de un juego incorrecto podemos
incentivar la dominancia y carencia de respeto hacia los amos.
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JUEGO DE RECOGER, TRAER Y SOLTAR LA

PELOTA

Si estimulamos nuestro perro desde los primeros meses de vida, a

perseguir la pelota atraparla y traerla, será de mucha utilidad
cuando lo saquemos al parque.

La parte importante de este juego, está en utilizar 2 juguetes del

mismo tipo y tamaño con el fin de tener siempre el control de la
actividad. En otras palabras usted le enseñara a su perro que si trae
el primer juguete que le lanzo inicialmente, usted lanzara el
segundo y el juego continuara. La regla de oro en este caso es que
nuestro cachorro deberá soltar el primer juguete para obtener el
segundo, solo cuando él deje en el suelo el primer juguete, usted
enfocara la atención de su perro en el segundo juguete y se lo
lanzara.

De esta forma usted evitara que el perro desarrolle una posesividad

excesiva sobre un solo juguete y él no tendrá conflictos
relacionados con la posibilidad de quedarse sin su juguete ya que
siempre habrá uno disponible.
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Hay ejemplares con una alta predisposición genética a ser

posesivos con los juguetes, incluso llegando a gruñir o en algunas
ocasiones a tornarse agresivos cuando alguien trata de quitarles su
juguete. Este tipo de perros deben iniciar un adiestramiento
profesional temprano (antes de los 4 meses de vida) para prevenir
futuras agresiones.

LAS REGLAS DEL JUEGO PARA DUEÑO Y

PERRO
Como mencionamos en el párrafo anterior, el juego con nuestros
perros deberá tener reglas, estas reglas le darán sentido de
jerarquía, disciplina y autocontrol al perro. Los juegos sin reglas
proporcionan una percepción clara para el perro de domino sobre
su dueño.

A continuación listaremos las reglas que deben establecerse en

todo juego con nuestros perros:
El perro nunca iniciara el juego por si solo sin permiso de su
dueño.
El perro no deberá morder en ningún caso el cuerpo o la ropa
de la persona que juega con él.
Al inicio de cada sección de juego deberá obedecer alguna
orden para iniciar el juego.
El dueño no debe esconder o esquivar el juguete, cuando el
perro inicie sin su autorización, por el contrario el juguete
permanecerá totalmente inmóvil y a la vista del perro hasta que
este desista de jugar con él y respete la primera norma
enunciada en esta lista.
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LOS JUEGOS INADECUADOS CON LOS

PERROS
Los juegos de manos, cuerpo a cuerpo, morder la ropa de la gente,
morder las manos o cualquier otra parte del cuerpo de las
personas, están contraindicados ya que en la mayoría de los casos
incitan la agresión del cachorro y este puede entender que él es
más fuerte o rápido que usted y perderá por completo el respeto
que le debe tener.

EL JUEGO CON LOS NIÑOS:

Los perros sin importar la raza, son notoriamente más resistentes
al dolor que los seres humanos, sus juegos en las etapas de
cachorro y juveniles, están basados en la fuerza y la velocidad. ¿Han
visto alguna vez a dos cachorros jugar? Mordiscos, manotazos,
perseguir y ser perseguido o más exactamente cazar y ser cazado.
Cuando permitimos a un cachorro jugar de esta manera con niños,
los segundos estarán en gran desventaja. Adicionalmente,
recordemos que para los perros, el juego es más que juego, es un
RITUAL en donde se definen los roles de dominante y dominado. En
el juego de un perro con un niño, generalmente es el niño el
dominado. Nuestros perros deben aprender a ver nuestros niños,
como unos individuos a respetar dentro de la manada, de lo
contrario podemos correr el riesgo de futuras agresiones.

Un niño debe aprender antes que nada respeto por los seres vivos
y en este caso por los perros, a esto debemos sumarle que todo
juego entre niño y perro debe estar canalizado hacia un juguete que
el niño pueda lanzar y el perro recoger y sobre todo, este o
cualquier otro tipo de juego debe estar supervisada por un adulto.
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Cuando nuestro cachorro sobrepasa los límites del respeto hacia

los niños, (morder los pantalones, o la ropa en general, manos o
brazos, montarse encima y derribar) debemos corregir en el
instante el cachorro de manera igual que lo corregimos cuando
muerde nuestras manos.

Sujetaremos el cachorro por la piel del cuello hasta levantarlo del

suelo al tiempo que de manera calmada le decimos la palabra NO,
para posteriormente liberarle y lanzarle si juguete favorito,
desviando su instinto del niño y redirigiéndolo hacia el juguete.

Cuando piense en comprar un cachorro para un niño estudie las

razas de temperamento más adecuado y busque asesoría
profesional, para escoger un cachorro de carácter dulce. No todos
los perros de una raza tienen la misma personalidad, y en
ocasiones se presentan variaciones notorias con relación al
estándar de cada raza, esto significa que eventualmente podemos
encontrar un labrador agresivo o un rottweiler amable.

Los perros que hemos visto en películas de cine o televisión, dulces

con los niños y agresivos con los malhechores son generalmente
dos perros actores, uno con el suficiente carácter dulce para
relacionarse con todos los actores de la película, y otro fuerte y
agresivo que representa las escenas de peligro y captura de
delincuentes. Para la filmación de la famosa serie “LASSIE” siempre
se utilizaron varios ejemplares, entonces no se deje confundir con
los personajes caninos del cine o la televisión, asesórese y tómese
su tiempo para escoger el perro que va a ser la compañía de sus
hijos.
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Recuerde los dientes de cualquier cachorro en su primera dentición

son como agujas y la piel de los niños es más frágil que la de los
adultos.

¡Es un concepto completamente errado pretender que un niño se

haga responsable de una mascota! ¡El niño pide el perro de regalo,
pero los padres deben ser conscientes de que la responsabilidad es
de los adultos!

LA IMPORTANCIA DE LA SOCIALIZACION Y
LA ESTIMULACION.
Recordemos que nuestros amigos perrunos, son seres sociales por
naturaleza, de ahí la importancia que tiene, que nuestro cachorro
viva hasta al menos los 5 meses, la mayor cantidad de experiencias
posibles diariamente. El cachorro debe conocer el mundo que lo va
a rodear por el resto de su vida, un cachorro sin socialización,
extrañara los estímulos más simples del ambiente citadino y podrá
reaccionar con extrema timidez, miedo e incluso agresión.

Es de vital importancia, que al menos por 20 minutos diarios el

cachorro escuche y observe, carros, ruidos típicos de la ciudad,
personas de todas las condiciones posibles especialmente niños
quienes lo abordaran y acariciaran.

De esta manera el cachorro comenzara en entender que su mundo

no solo está en casa sino también fuera de ella.
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La socialización también deberá llevarse a cabo con sus

congéneres, como una continuación del aprendizaje que tuvo con
sus hermanos de camada. Los juegos entre cachorros de edades
aproximadas le ayudaran a asumir las posturas sociales de
dominante y dominado vitales para sus futuras relaciones de perro
adulto con otros perros.

Dependiendo nuestras expectativas con respecto a la convivencia

de nuestro perro, será necesario también la socialización con
animales de otra especie como gallinas, caballos, ganado, gatos, etc.
al igual que la habituación ambientes distintos a la ciudad como lo
son fábricas, minas o similares.

En los primeros meses de vida del cachorro, su sistema nervioso

está organizándose es un sistema nervioso en desorden y la
organización que este adquiera depende en gran parte de la
estimulación que el cachorro tenga en estas primeras semanas de
vida. Las salidas DIARIAS, estimularan constantemente sus sentidos,
táctiles, auditivos, visuales y olfativos. Sera también de vital
importancia en las salidas al parque jugar con el cachorro
lanzándole una pelota o juguete de su predilección, llamarlo para
darle una galleta para perros y jugar al escondite ya que todo este
juego hará de él un perro adulto más interesado en los seres
humanos y en la interacción con ellos. Los dueños que se limitan a
sacar su perro al parque sin estimularle en lo absoluto, obtendrán
con el paso de los meses un perro que se centra en los olores del
suelo y encuentra su principal fuente de placer en esta actividad.
Estos perros se tornan independientes y difíciles de educar en
obediencia básica.
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¡Un cachorro con poco o ningún contacto con el medio ambiente que le
rodea, tendrá comportamientos agresivos o de extremo miedo hacia
todos los estímulos que no conoció en etapas tempranas de su vida!
Con frecuencia se observan perros criados en perreras o patios de la
casa que una vez pasado su periodo crítico de socialización,
simplemente no son capaces de portar un collar y una correa, o
sencillamente no se atreven a pasar del marco de la puerta principal
de la casa hacia la calle. Asumen este mundo desconocido como un
mundo de terror y cosas desconocidas. Estos comportamientos son
casi de carácter irreversible en algunos ejemplares, ¡una vez pasan los
6 meses de vida!
LOS PERROS ASPIRADORA
Con frecuencia observo en parques y calles de nuestra ciudad,
mascotas totalmente desinteresadas de la presencia de sus dueños,
van de un lado a otro desatendiendo cualquier tipo de llamado de
parte de sus propietarios. Lo curioso es que cuando esta clase de
perros están dentro de casa, su amo, es el centro de atención y la
mayor parte del tiempo lo pasa detrás de su propietario. ¿Qué pasa
entonces…?

Justo, en estos momentos, inician los problemas cuando nuestro

can llega al parque más cercano y su centro de atención cambia, a
los olores que tiene el prado, los postes, los árboles y desde luego
la presencia de otros perros.

Con el paso del tiempo, nuestro perro encontrará más placer en

oler el área visitada, y perseguir otros perros debido a que no
encuentra nada interesante en nosotros.
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¿Cuál es la principal causa de este tipo de conductas? Recordemos

que nuestros perros tienen un etapa inicial en su vida de cachorros,
llamada IMPRINTING, que en español traduciría IMPREGNACION,
La palabra imprinting, es usada por en la lengua inglesa para
nombrar la acción de “grabar algo en forma indeleble”.

Con esto quiero decir que todas las experiencias buenas o malas de
nuestro cachorro en sus primeros 4 o 5 meses de vida, marcaran en
una buena parte, las conductas de nuestros amigos peludos en su
etapa adulta.

Entonces cuando sacamos nuestro cachorro, a zonas verdes, o

áreas diferentes a las de la casa, y permitimos que en todo
momento se dedique a olisquear cuanto rincón encuentra, estamos
dejando que la principal experiencia placentera de nuestra
mascota, la encuentre en los olores callejeros, y no en nosotros.
Estas experiencias tempranas se estarán grabando de forma
indeleble en su cerebro y con el paso de los días tomaran aún más
fuerza hasta llegar a convertirse en un hábito.

No es extraño entonces que, tengamos que literalmente, sentarnos

a esperar que nuestro perro acuda a nuestro llamado solo cuando
el termine su actividad de olisqueo, o que nos arrastre a cuanto
árbol y poste encuentre en el camino, cuando lo paseamos.

¿Cómo soluciono esta situación?

Como siempre, en lo que a conductas y comportamiento animal se
refiere, la principal forma de sortear este tipo de problemas es a
través de la PREVENCION.
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Esto quiere decir, que nos moveremos siempre en sentido contrario

de nuestros perros, NO le perseguiremos, todo lo opuesto, él ira
tras de nosotros, cada vez que nos alejemos justo en el momento
en que se queda centrado en un olor del suelo, y reforzaremos esta
conducta de buscarnos, con caricias juego y comida, de esta
manera lograremos su atención y la búsqueda de las fuentes de
placer y seguridad en nosotros.

Cabe aclarar, que en el caso de los perros que pasan sus primeras
etapas, de vida con los olores del piso como su motivador y fuente
de placer primarios, se necesita la asesoría de profesionales en el
campo de las conductas y el adiestramiento canino, ya que se
convierten en perros de difícil manejo, (o como yo los llamo,
cariñosamente, perros aspiradora) principalmente en áreas abiertas

LA EDAD DE LOS MIEDOS:

Entre los 5 y los 8 meses de vida aproximadamente, se manifiestan en
algunos perros más que en otros, comportamientos miedosos hacia
los diferentes estímulos del medio ambiente, incluyendo seres
humanos y animales.

Esta etapa es normal, y como dueños debemos ignorar al máximo

estas exhibiciones de inseguridad de parte de nuestra mascota y en
ningún momento consolarle o darle mayor importancia a estos
comportamientos, ya que los estímulos que proporcionemos en estos
estados alterados se convertirán en un refuerzo del estado de ánimo
alterado de nuestro perro.
Esta etapa normalmente es superada por la mayoría de los perros
hacia el 1er año de vida, sin representar mayores inconvenientes en la
vida futura de nuestro perro.
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Entrenamiento básico:
Los primeros comandos
El entrenamiento de los primeros comandos, es de gran importancia
para la educación y jerarquización de nuestros cachorros, ya que a
través de las órdenes logramos posicionarnos como líderes de nuestros
perros. Este aprendizaje está basado en la utilización de motivadores
positivos, que refuerzan el vínculo entre nosotros y el perro.

Antes de los 6 meses, no es muy aconsejable utilizar técnicas de presión

o excesiva disciplina, ya que nuestro cachorro aún no tiene la madurez
suficiente para comportarse como lo haría un perro adulto. En otras
palabras al cachorro hay que dejarlo ser cachorro
ENSEÑANZA DE LA ORDEN DE SENTADO.
Escogeremos una palabra corta, que deberá ser siempre la misma y
pronunciada en el mismo tono. Utilizaremos un trozo de comida que
preferiblemente sea diferente a la comida diaria, para estos casos
podemos utilizar un trozo de salchicha.

Pronunciaremos el comando y enseguida ubicaremos el trozo de

comida, encima de la cabeza del perro para inducir la posición de
sentado e inmediatamente nuestro perro adopte esta postura le
suministraremos el trozo de salchicha. El trozo de salchicha actuara
como reforzador o premio de la conducta que queremos enseñar, esto
indica que no debemos premiar el perro en ninguna otra posición,
hasta que la acción de sentarse este aprendida. En las primeras
practicas daremos un trozo de salchicha por cada vez que nuestro
alumno se siente y en los días posteriores premiaremos solo en
algunas ocasiones, para no condicionar excesivamente a nuestro perro.
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ENSEÑANZA PARA ACUDIR AL LLAMADO

Que un perro acuda a nuestro lado cuando le llamamos es la orden
más importante de la obediencia de un perro. Esta orden puede salvar
a nuestro perro, de los diferentes peligros a los que puede estar
expuesto, al igual que permite a perro y dueño, disfrutar más de los
espacios abiertos.

Para el aprendizaje de esta orden, aprovecharemos el impulso natural

de nuestro cachorro al seguimiento. Procederemos de la siguiente
forma:

Solicitaremos la ayuda de un amigo, quien retendrá a nuestro perro,

mientras nos alejamos corriendo y llamando al cachorro, nuestro
amigo solo liberará el cachorro cuando este ansioso por estar a nuestro
lado. Justo en el momento que el cachorro acuda a nosotros
correremos un poco más hasta que nos alcance, para inmediatamente
premiarlo con caricias, halagos y enseguida ofrecerle su juguete
favorito.
La distancia a la cual llamamos nuestro perro se irá incrementando
progresivamente a lo largo de las prácticas.

Este ejercicio, preferiblemente deberá realizarse entre los 35 y 45 días

de vida del cachorro, ya que es en esta etapa cuando, más se fijan las
conductas de seguimiento e identificación, con el humano. Pasados los
4 meses de vida lo más seguro es que, el propietario necesite asesoría
profesional y/o entrenamiento para condicionar correctamente la
orden del llamado.
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Es importante tener en cuenta que NUNCA debemos llamar a nuestros

perros para castigarlos, por alguna mala acción ya que asociaría la
orden para llamarlo, a la situación de ser castigado y probablemente no
desee regresar a nosotros cuando le llamemos.

Otra forma de enseñar a nuestros cachorros a acudir cuando los

llamamos, es jugando a las escondidas, es decir, que cuando nuestro
cachorro este descuidado nos es esconderemos e inmediatamente le
llamaremos, la búsqueda deberá ser inicialmente fácil para nuestro
alumno y en el momento que nos encuentre deberemos premiar
efusivamente de manera verbal y con juguetes o golosinas, la acción de
encontrarnos.

Nunca deberemos perseguir nuestro perro cuando deseamos que esté

a nuestro lado, ya que por lo general entramos en el juego del cazador
y el cazado, juego bastante interesante y atractivo para un cachorro que
en la mayoría de ocasiones es el ganador.

La única ocasión en que le podremos seguir para atraparlo, es si aún es

tan pequeño, que no alcanza a correr más que nosotros. Cuando le
pesquemos, lo alzaremos del piso, tomándole por la piel del cuello (esta
sería la forma como una madre canina corrige sus cachorros por
alejarse demasiado de la camada) sosteniéndole unos segundos, y a
continuación corremos en sentido.contrario para que nuestro perro
nos siga, acción que premiaremos de forma efusiva con palabras
suaves y alguna golosina o juguete. Los ejercicios correspondientes al
llamado se realizaran en zonas seguras para nuestros perros, de
preferencia sitios vallados o alejados de calles con alto tráfico.
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Enseñando el significado de
la palabra NO
Muchas veces escuchamos la expresión:
¡TE HE DICHO CIEN VECES QUE NO...! ¡Y NO ENTIENDES!
Es cierto, mientras no hayamos hecho la asociación de esta palabra a un
estímulo desagradable para nuestro perro, él continuara sin entender
que es lo que significa esta palabra.

Un correcto aprendizaje de la palabra NO en nuestros perros, puede ser

la diferencia entre la vida y la muerte ya que en nuestras ciudades a
diario vemos nuestros perros expuestos a peligros como él tráfico y los
perros agresivos. Para lograr asociar la palabra NO correctamente, lo
primero es pillar nuestro perro en una mala acción, para
inmediatamente y en tono calmado pronunciar la palabra NO y acto
seguido cogerle por la piel del cuello (igual que lo haría su madre canina)
hasta que nuestro alumno suspenda la pilatuna. Es importante aclarar
que para algunos cachorros, levantarles del piso por la piel de cuello,
podría ser algo muy fuerte que les induzca a un estado de miedo hacia
nosotros.

En este tipo de cachorros muy sensibles podemos corregir de una forma

similar, solo que evitando despegar el cachorro del suelo por la piel del
cuello, en reemplazo sujetaremos el perro rodeando de la zona del cuello
y los hombros, con las dos manos sin ejercer mucha presión, a penas la
suficiente para sostenerlo, colocar sus ojos en frente de los nuestros y
pronunciar en un tono firme la palabra NO, para posterior mente
colocarle de nuevo en el piso y redirigir su conducta de mordisqueo
inapropiado, hacia un juguete que si pueda morder.
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Este ejercicio se realizará con calma y serenidad por parte del propietario,
pues no se trata de infundir miedo en el perro, por el contrario lo que
buscaremos será asemejarnos al lobo líder que corrige a sus
subordinados, o igual que la madre canina gruñe a sus cachorros por
acercarse a su plato de comida y acto seguido les manda un pequeño
mordisco que en ningún momento daña el cachorro, pero si le deja en
claro quién tiene la autoridad en la manada.

La corrección que estamos mencionando en el párrafo anterior, se

refiere a una corrección de tipo jerárquico que le muestra al cachorro
quienes son los líderes, y cuáles son los límites de respeto que debe
mantener con nosotros. Si usted realiza este tipo de correcciones y su
actitud es poco seria o blanda, su cachorro no le dará la más mínima
importancia a lo que usted le está haciendo, y lo tomara como un juego.
Con algunos cachorros sensibles, puede funcionar muy bien la asociación
de la palabra NO con un pequeño chorro de agua a presión, para esto se
usa una pequeña pistola de juguete que libere un pequeño chorro de
agua a presión, justo en el momento en que el cachorro desarrolla
alguna acción indebida o en algunas situaciones un ruido fuerte como el
que genera el choque de dos objetos metálicos puede disuadir nuestro
cachorro de alguna acción indebida.

Es importante aclarar que la sensibilidad física de nuestros perros, varía

de acuerdo a las razas, y a los diferentes temperamentos de cada
individuo, por lo tanto, la corrección por el cuello, será de diferentes
intensidades, acorde a la sensibilidad de cada cachorro.
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Este método para enseñarles a nuestros cachorros el significado de la

palabra NO, deberá ser aplicado solo en cachorros, ya que en un perro
adulto o joven, que nos supere en fuerza física lo único que lograríamos
obtener sería un serio mordisco. En estos casos como propietarios
deberemos buscar la asesoría de un entrenador profesional, que nos
ayude con el proceso de enseñanza de esta importante palabra.

Ordenes del programa

Obediencia basica