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JUEGO, APRENDIZAJE Y DESARROLLO: EL JUEGO SOCIAL

El juego social es cualquier tipo de juego que implique interacción entre dos o más personas.

«Saltar la cuerda solo en la tranquilidad y semi-penumbra de un sótano de la casa, es una actividad


sensoriomotora (de los sentidos y los movimientos) solitaria, pero saltar la cuerda en el patio con otros
niños, aguardando el turno para entonces saltar y cantar, es una actividad cooperativa y social.
Asimismo crear ensoñaciones elaboradas y fantásticas en la soledad del propio dormitorio es un juego
imaginativo privado, pero jugar a un juego de simulación o de roles, como ser “tú serás el ladrón y yo
el policía”, es un juego imaginativo social.»

Esa es la diferencia entre un juego y un juego social.

¿Cómo se vincula el juego con el aprendizaje y el desarrollo?

El juego es una actividad fundamental en el desarrollo del niño de todas las edades, hasta tal punto
que influye tanto en su capacidad posterior para adquirir y asimilar nuevos aprendizajes, como en su
futura adaptación a la sociedad en la que va a vivir. El juego podría considerarse una actividad social
por excelencia, en la cual pueden verse claramente reflejadas las características del pensamiento, así
como las emociones y los sentimientos infantiles. Toda la actividad humana surge de una necesidad
innata de explorar y conocer el entorno, e interactuar en el mismo, aumentando a su vez la motivación
y la iniciativa.

Las personas aprenden, a través del juego, multitud de distintos roles y destrezas, a veces por medio
de la observación y la imitación, a veces con la experimentación, a veces por medio de la adopción de
normas sociales, etc, todo lo que les será posteriormente de gran utilidad en su vida adulta.

El desarrollo de las habilidades motoras (los movimientos) en la niñez debe mucho al juego
sensoriomotor (que involucran los sentidos y movimientos del cuerpo), así como el desarrollo
cognoscitivo (la inteligencia) mucho se favorece con el juego imaginativo (juegos de simulación o de
roles).

Asimismo, el desarrollo de la personalidad y de las habilidades interpersonales de los niños, y la


adquisición del lenguaje, tienen sus raíces en el entorno social y en particular en el juego social,
internalizando simbólicamente una serie de comportamientos que ha observado.

La infancia no es un simple paso hacia la edad adulta, sino que tiene en sí mismo un valor concreto.
Actualmente se admite que en la infancia se encuentran muchas de las claves de lo que será la persona
en un futuro.

En conclusión:

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL JUEGO PARA UN EDUCADOR O UNA EDUCADORA SCOUT?

Porque el juego es un recurso creador, tanto en el sentido físico (en cuanto interviene en el desarrollo
sensorial, motor, muscular, psicomotriz, etc), como en el sentido mental (el niño pone a trabajar
durante su desarrollo todo el ingenio e inventiva que posee, la originalidad, la capacidad intelectiva, su
creatividad, etc). El juego tiene, además, un claro valor social, puesto que contribuye a la formación de
hábitos de cooperación, de enfrentamiento con situaciones incómodas o con desafíos y, por tanto,
contribuye en la adquisición de un conocimiento más realista del mundo que lo rodea.

¿EL JUEGO FORMA PARTE DE NUESTRO MÉTODO? DEL JUEGO SOCIAL AL JUEGO SCOUT

«La educación a través del juego, es el elemento de nuestro método por medio del cual los jóvenes se
integran a la Vida de Grupo, reconocen sus aptitudes y motiva su interés por explorar, aventurar y
descubrir.»

Entonces decimos que el juego, para nuestra propuesta educativa, es un recurso fundamental para el
desarrollo de las áreas de crecimiento, forma parte de nuestro método, y en él se ponen en juego
roles, al igual que en la patrulla, que contribuyen a la posterior internalización de los roles sociales.

LOS JUEGOS EN LA RAMA SCOUT

Los juegos organizados son los que más atraen a los jóvenes y los que mejor facilitan el aprendizaje. En
ellos cada participante desempeña una función, aportando inteligencia y destrezas.

Cada participante debe concentrarse en lo que hace, ya que su distracción puede perjudicar el equipo.

Por el juego los jóvenes aprenden que no siempre pueden ganar, que es necesario ponerse en el lugar
del otro, gobernar sus impulsos físicos, contenerse y dominar la tendencia a interpretar las reglas para
su provecho. Asimismo los más hábiles comparten con aquellos que lo son menos y éstos, a su vez,
aprenden de ellos.

El juego permite que hasta los menos diestros se destaquen en algo en particular.

En la adolescencia el juego demanda despliegue físico y requiere cierta elaboración que permita a los
jóvenes reflexionar y decidir por sí mismos.

Por eso es frecuente el juego que desarrolla un tema, ya que junto con la actividad física considera
destrezas técnicas y aspectos tácticos que permiten idear y aplicar un plan.

Para elevar su resultado educativo, el juego debe proveer alternativamente la sensación de éxito y de
pérdida, por lo cual la variedad de estilos y demandas de los juegos asegurará a todos la oportunidad
de experimentar la emoción de triunfar.

Para que los juegos tengan éxito, es necesario:

• Conocer juegos variados o disponer de suficiente material de consulta

• Elegir bien el juego de acuerdo a la ocasión

• Preparar con anticipación el material necesario


• Establecer reglas sencillas, que no den margen a interpretaciones y explicarlas con claridad en el
momento oportuno: debe conocerse con anticipación cómo se juega y, si corresponde, por qué se
gana o se pierde

• Animar constantemente el juego sin que los Dirigentes se conviertan en jugadores.

• No dejar a ningún joven fuera del juego, que quiera jugar, salvo que alguno haya debido salir en
virtud de las reglas del propio juego, las que, si su mecánica lo permite, debieran considerar su pronto
reingreso.

• Dar continuidad al juego y no interrumpirlo sin motivo válido

• Terminar el juego antes de que empiece a decaer en interés, siempre que su finalización sea
regulable, ya que hay juegos en que la solución de la trama requiere ir hasta el final y no se pueden
concluir anticipadamente sin que el objetivo se frustre. Un juego que terminó en un buen momento
será bien recordado y dejará deseos de volverlo a jugar

• Hacer respetar al perdedor y reconocer el mérito al ganador

• No repetir el juego con frecuencia.

• Evaluar el juego, el desempeño de sus participantes y el cumplimiento de las tareas asignadas a


quienes lo condujeron.

ACTIVIDAD por PATRULLA:

Poniendo en común estos interrogantes: ¿A qué “saben” los juegos en tu unidad? ¿Qué sensaciones
percibís/observas que quedan luego del juego? ¡Como lo confirmas?...

Listen y expliquen dos juegos fundamentando por qué son juegos scouts (características, áreas
involucradas, roles, …)

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