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Aquellos 10 centavos

(Santa Cruz de la Sierra en plena actualidad vive una crisis económica debido a la
alta inflación que había dejado el cambio de gobierno, una familia de clase media
‘los Polindo’ se ven hundidos en esta depresión y están a puntos de perder su
casa, su única esperanza es el certificado que acredita las acciones poseídas por
su abuelo una historia que parece simple, pero con una trama muy escabrosa)
Personajes. –
Narrador
Banquero bueno (siempre velara por los intereses de los Polindos)
Banquero malo (será perverso)
Dueño del banco (persona honesta y amable)
Papa Polindo (siempre preocupado por los hijos y viendo lo mejor para ellos)
Mama Polindo (amorosa y muy sacrificada))
Hijo Polindo (joven responsable con sus obligaciones)
Hija Polindo (niña traviesa y curiosa)
Guion. –
Narrador. – La historia empieza como muchas otras, una familia unida pero
alocada, con problemas de sobra deben enfrentarse a uno que amenaza con
cambiar todo aquello que ellos conocían.
Papa Polindo. – (angustiado) Elsa (Mama Polindo) voy tarde al trabajo y mi saco?
Mama Polindo. – (con tono amoroso) Esta en el perchero como siempre cariño.
Hijo Polindo. – Papa buscan en la puerta!
Papa Polindo. - amor que no hay mi saco
Mama. - Que ahí esta!
Hijo. – Papa la puerta!
Banqueo bueno y malo. - Buenos días señor Gilberto Polindo
Papa. - En que los puedo ayudar caballeros
Banquero malo. –tenemos una orden de desalojo para el próximo miércoles, ya
que no ha pagado su el préstamo que le debe al banco
Papa. – (asustado y confundido) Pero ¿cómo? Algo se podrá hacer, mi padre
tenía unas acciones en el banco yo creo eso serviría
B. Bueno. - De hecho sí, señor Polindos es más tiene hasta exactamente 7 días
para encontrar el certificado de las acciones
Papa. - Bueno lo buscaremos
B. Malo. - (al banquero bueno) Creo que te equivocaste de trabajo
Narrador. - Los días pasaban y pasaban y los Polnidos no encontraban el
certificado que salvaría su casa y todo aquello que ellos conocían. (voz de
misterios) Pero recuerden esto es una historia y todo puede ocurrir.
Papa. – Elsa no hay ese certificado no hay, lo único que encontré es esta vieja
cometa (la vota por la ventana)
Los niños están en el parque cuando de pronto….
Hijo. - Nina a dónde vas!! (Nina corre tras una misteriosa cometa que pasa
volando)
Hija. – Mira Agustin un cometa, (triste) oh tiene agujeros
Hijo. - Tranquila llegando a casa lo arreglamos
Narrador. – llegando a casa Nina se dispuso a arreglar su cometa con pedazos de
un viejo dibujo que su padre le había regalado en el cual estaba dibujada su
familia.
Miércoles en la noche
Papa. - ¿Bueno niños debemos irnos, no se olvidan nada cierto?
Hija. - mi cometa papa mi cometa
Papa. – ve, pero corre
Va la niña y vuelve con la cometa
Papa. – Espera esta era mi cometa (pone la cometa a contra luz y se da cuenta
que los pedazos con los que esta remendada en realidad son los pedazos del
certificado de las acciones)
Aún queda media hora para las doce y los Polindos corren al banco
Narrador. – Los polindos llegaron al banco con 5 mnts de sobra, pero aquel
perverso banquero les trabo la puerta, entonces ellos hicieron volar la cometa para
que entrara a la oficina del dueño del banco pero que posibilidad hay de que eso
pasara, aunque esperen (con una sonrisa en el rostro) esta es mi historia así que
que tal si le damos una ayudita (chasquea los dedos)
LA cometa por fin entro a la oficina y el banquero bueno empujo a aquel
banquero que trancaba la puerta y dio paso para que los Polindos entraran,
una vez en la oficina….
Dueño del banco. – (sorprendido) Alguien puede explicarme que pasa y que es
esto
B. Malo: - Los Polidos deben dinero al banco señor y vamos a embargarlos
B. Bueno. – Pero señor tienen acciones y en esa cometa está el certificado que lo
prueba
B. Malo. - Pero deben estar todas las partes
Después de juntar las partes descubrieron que la parte de la firma faltaba por
ende el certificado no tenía validez

Dueño del banco. – Este banco se fundó con los sueños y confianza de las
personas y usted se encargó de pisotearlos (al banquero malo) por favor señor
Arce (banquero bueno) lo acompaña a la puerta.

Papa. - De todas formas perdimos la casa (triste)

Dueño. - Eso no es del todo cierto, es más pequeño chico Polindo te contare una
historia hace mucho tiempo cuando tú eras chico le diste a tu padre un quinto de
10 centavos para que se los diera a un limpia vidrios el sin embargo lo guardo en
el banco y después de tantos años y tantas buenas inversiones esos centavos se
multiplicaron y alcanzan para pagar tu deuda y sobre el certificado no te
preocupes puedes dejárselo para tus hijos

Papá. – (agradecido y con los ojos llorosos) muchas gracias señor

Narrador. - Bueno chicos como toda historia esta tiene su fin, hoy en dia los
polindos siguen en la misma casa y con las mismas risas de siempre. Ah en
cuanto a los 10 ctvs. recuerden dinero bien ahorrado es dinero que te puede
salvar de imprevistos muy imprevistos

GRACIAS

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