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EL SISTEMA MODULAR DE

COSTES Y SU APLICACION
EN LA RED ASISTENCIAL
PARA PERSONAS CON
MINUSVALIA

La disminución de los recursos socia- puesta a las demandas sociales en el área


les destinados al gasto público y la con- de las minusvalías han seguido la tenden-
siguiente necesidad de redistribuir esos cia marcada por los recursos económicos
recursos de una manera más equitativa y disponibles en una dinámica de paralelis-
racional obligan al replanteamiento del mo entre costes y financiación pública.
actual sistema de financiación del sector Tradicionalmente también, el sector pú-
de las minusvalías que, a juicio del autor, blico ha cubierto necesidades planteadas
absorbe una cantidad tal de recursos que desde el exterior pero referentes a colec-
podría hipotecar la cobertura del resto de tivos muy definidos, lo que ha originado
los programas. Para evitarlo, se propone una importante especialización en las en-
el establecimiento de una política de tidades subvencionadas. Asumir este tipo
aportaciones progresivas de los usuarios de planteamientos ha supuesto, en gran
en función de sus disponibilidades eco- medida, la creación de unos entornos
nómicas. Ello se traduciría en una mayor cuasi monopolizadores de la atención a
presión sobre el usuario y su entorno, re- los diferentes tipos de usuarios, lo cual ha
frendada, según el autor, por la nueva Ley producido un doble efecto: existencia de
de Servicios Sociales. binomios y adopción de sistemas de fi-
nanciación particularizados en sus pro-
El nuevo modelo de financiación exige
pias realidades, impidiendo un plantea-
un análisis de los costes desde una pers- miento compartido del mismo problema.
pectiva mixta, de equilibrio entre lo téc-
nico-asistencial y lo económico-financie- Esta autonomía de funcionamiento ha
ro, en el que la estimación de la capacidad originado que los modelos de financia-
económica del usuario y un cálculo más ción utilizados por Gipuzkoa, Bizkaia, Ala-
afinado de los costes pasan a ser un ele- va o Navarra se identifiquen de tal ma-
mento central. nera con su entorno que apenas nos
permitan establecer ciertas similitudes. Si
a esto uniésemos que el coste/plaza para
1. ANTECEDENTES Y SITUACION servicios comparables se desvía conside-
ACTUAL rablemente, aún se argumenta más la
idea de poca homogeneidad en el sector,
Tradicionalmente, las estrategias adop- lo que nos aboca a la construcción de
tadas por los organismos públicos en res- nuevos modelos de costes y financiación,
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en un intento de homogeneización del los ingredientes que componen el cos-
sector. te/plaza se refiere (p. ej. personal, impu-
taciones de servicios indirectos, etc.).
Los modelos utilizados hasta la fecha
se han basado en políticas de aportacio- Si a esto añadimos que el volumen del
nes fijas por plaza, derivadas de la apli- presupuesto público asignado a la aten-
cación directa del siguiente tipo de expre- ción de personas con minusvalía en el Te-
siones: rritorio Histórico de Gipuzkoa ha registra-
AP = CP - C (1) do un receso importante respecto a los
ejercicios anteriores —lo que ha origina-
donde: do una minoración de la tasa de cobertura
AP: aportación por plaza aplicable a cual- del coste plaza por parte de la administra-
quier usuario. ción foral, como muestra la figura n.° 1—,
CP: coste plaza negociado con la entidad la aplicación del sistema de financiación
sin desagregación en sus diversos tradicional absorbe una cantidad tal de re-
componentes. cursos que podría hipotecar la cobertura
C: ingresos en concepto de cuotas de pública de, al menos, parte del resto de
usuarios. programas. Naturalmente, el tratamiento
de esta situación novedosa pasa por re-
Desarrollar un sistema de financiación plantearse los actuales métodos, en la
que aplique directamente esa ecuación búsqueda y definición de nuevos patro-
supone, además de despreciar una serie nes de funcionamiento que contemplen
de variables significativas (p. ej. la ocu- unos parámetros de partida más acordes
pación), evitar un análisis comparado de con un entorno que progresivamente está
todas las entidades del sector en cuanto a pasando de lo coyuntural a lo estructural.

Figura 1
Evolución de los costes y las aportaciones torales en el período 1992-96
(en miles de pesetas)

2. NECESIDAD DEL CAMBIO cesidad de establecer una política de


aportaciones progresivas de los usuarios
El nuevo modelo se desarrollará sobre en función de sus disponibilidades eco-
la idea de desagregación argumentada de nómicas. Todo ello, claro está, en conti-
la variable coste/plaza en aquellos suman- nua respuesta a la pregunta de qué esta-
mos construyendo —servicios— y para
dos que puedan explicar su composición
quién lo estamos haciendo —tipos de
y comportamiento. Por supuesto, el aná-
usuarios o tipología—.
lisis particularizado de estos sumandos
no debe desligarse de un análisis paralelo
de los agentes financiadores (administra- Plantearnos el análisis del sector bajo
ciones públicas, entidades gestoras de los estas nuevas directrices supone transfor-
programas y/o usuarios) para determinar mar la expresión AP = CP - C. El nuevo
cómo, cuándo y en qué medida partici- cálculo de AP vendrá determinado por la
pan. Es en este punto, donde surge la ne- diferencia entre la suma de los valores

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asignados a cada elemento de coste y la modo de ejemplo, cubren un 10 % de los
aportación de los usuarios y/o familias en costes residenciales. Esta presión, tradu-
función de sus disponibilidades econó- cida en un incremento de cuotas, tiene su
micas, abandonando la idea de aportacio- refrendo en la recientemente aprobada
nes forales fijas y asumiendo la aplicación Ley de Servicios Sociales, en la medida
de un modelo en el que dichas aportacio- que proyecta la cofinanciación pública y
nes se particularicen para cada usuario. privada como solución al previsible de-
Así, pasaremos a reflexionar sobre for- cremento de la tasa de financiación pú-
mulaciones con la siguiente estructura: blica, motivada, entre otras razones, por
las desviaciones de los recursos hacia
sectores como la sanidad y las pensiones,
motivadas a su vez por cambios en la pi-
rámide de la población.
donde:
aportación plaza para cada usuario
3. EL NUEVO MODELO. METODOLOGIA
del servicio.
Y CONSECUENCIAS
suma de los valores asignados a La construcción de un modelo que se
los factores de coste. desarrolle sobre la aplicación de la expre-
cuota o precio asignado a cada sión (2), exige analizar los costes desde
usuario en función de su renta y/o una perspectiva mixta, de equilibrio entre
patrimonio. lo técnico-asistencial y lo económico-fi-
nanciero. Si los datos económicos se ob-
El efecto más inmediato de la adop- servaran aisladamente del contexto social
ción de este tipo de políticas es el ejerci- al que pertenecen, de la explotación de
cio de una mayor presión sobre el usuario los mismos no podríamos construir nin-
y su entorno, que en la actualidad, y a gún simulador válido.

Figura 2
El sistema modular de costes y su financiación

La búsqueda de un continuo equilibrio ponentes, definidos en el punto 3.1."U


entre lo social y lo económico (figura n.° para cada tipología definida. Para la cons-
2) nos dirige hacia un modelo de simula- trucción del nuevo sistema de financia-
ción que ofrece diferentes resultados o ción, distinguiremos entre las etapas de
output —servicios— en la medida que diseño de la estructura de costes y de di-
cambien cuantitativa y cualitativamente seño del sistema de financiación. En la
los inputs requeridos (módulos y com- primera, a su vez, estableceremos una tri-
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pie distinción: el análisis técnico de la red Como toda matriz, este Catálogo de
asistencial de Gipuzkoa, el estudio eco- servicios estará constituido por filas y por
nómico de la misma y el análisis conjunto columnas. Cada fila contendrá la tipología
entre ambas áreas. del usuario; cada columna, en esta pri-
mera aproximación, estará dividida en
dos niveles: servicio y módulo. Más con-
3.1. Diseño de la estructura de costes cretamente, podríamos definir cada uno
de estos niveles como sigue:
3.7.7. Análisis técnico-asistencial y
análisis conjunto — Servicio: cada una de las diferentes
prestaciones específicamente diseña-
Con anterioridad a precisar qué ele- das para cada una de las tipologías an-
mentos analizaremos en esta etapa, pro- teriormente definidas, con el objeto de
cederemos a la definición de los poten- atender a sus necesidades concretas.
ciales usuarios de la red asistencial, a
quienes agruparemos por conjuntos que — Módulo: cada una de las diferentes par-
designaremos como usuarios tipo o tipo- tes homogéneas en las que pueden
logías. Para la delimitación de estos gru- subdividirse los servicios.
pos, caracterizados porque cada elemento
de los mismos presenta un casuística No obstante, la existencia de factores
generalmente similar a sus homónimos que no inciden en la atención directa pres-
—aunque no se pueda negar la posibili- tada al usuario (administración, amortiza-
dad de coexistencia de singularidades—, ciones estructurales, servicios exteriores,
proponemos utilizar como criterio de se- etc) obliga a un pronunciamiento común
paración el baremo de homologación o sobre los mismos. Así, un siguiente paso
suma de los siguientes indicadores: defi- nos llevará a la identificación de los facto-
ciencia, autonomía personal y situación res que conforman cada input intermedio,
social. La combinación de los mismos —imputs primarios o componentes— y los
aseguraría clasificar el colectivo suscepti- consumos, en unidades de obra, de cada
ble de atención de tal manera que cada uno de ellos —unidades—, lo que deno-
clase de usuario definida supusiera una minaremos como análisis conjunto. Para el
idéntica absorción de recursos sociales o, mismo, distinguiremos:
en su defecto, una minimización de las di-
ferencias entre elementos del mismo con- — Componentes: los diferentes recursos
junto. que dan contenido a los módulos.
Desde el análisis de las deficiencias y — Unidades: cuantificación en contenido
del indicador de autonomía personal, y cantidad de cada uno de los compo-
identificaremos las necesidades de aque- nentes.
lla parte del censo de minusválidos que
requiera la prestación de un servicio asis- Establecidos todos los inputs prima-
tencial. Estas necesidades se traducirán rios del coste plaza y sus correspondien-
en los inputs intermedios o módulos de tes consumos, estamos en disposición de
los servicios asistenciales a diseñar; una poder calcular la carga de recursos absor-
vez identificados, se asignarán a cada bidos por cada combinación tipología-ser-
combinación de tipología-servicio que la
vicio, de acuerdo con la siguiente igual-
realidad presente. La triple combinación
dad:
de inputs-tipología-servicio, nos permitirá
empezar la construcción de una matriz o
«Catálogo de servicios» —figura n.° 3—
que utilizaremos para cuantificar la canti-
dad de recursos destinados a los progra-
mas asistenciales para personas con mi-
nusvalía. (3)
cantidad de recursos absorbidos por
La matriz definida en ningún caso será un usuario.
un instrumento limitado sino una herra-
mienta dinámica y en continuo crecimien- cada uno de los módulos definidos
to que deberá adaptarse a las caracterís- para un servicio concreto.
ticas de la realidad a la que representa. Su cada componente de los diferentes
estructura en cascada permitirá que nue- módulos.
vos programas puedan simularse con la unidades de obra definidas para
simple combinación de los inputs nece- cada combinación de componente y
sarios. módulo resultante de la construcción
del catálogo de servicios.
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Figura 3
Catálogo de servicios y su composición

T: Tipología
S: Servicio
M: Módulo
C: Componente
U: Unidad
3.1.2. Análisis económico de la red plotación de datos ya corregidos ofrezca
asistencial un mínimo de garantías.
Naturalmente, la aplicabilidad de di- Si bien esta homogeneización debe
ferentes técnicas de análisis estadístico, realizarse para la totalidad de los datos
o de cualquier otro instrumento de aná- contables, por su importancia a nivel de
lisis, para la cuantificación de los facto- costes el capítulo de personal merece un
res de coste a partir de los datos eco- tratamiento especial. Explicar este con-
nómicos de la realidad, podría no tener cepto de gasto es explicar tres cuartas
sentido si previamente no se han corre- partes del coste/plaza en términos me-
gido las desviaciones que sobre las mis- dios. En concreto, para los servicios resi-
mas variables se pueden presentar. Así, denciales de Gipuzkoa en el ejercicio
esta primera etapa nos obliga a homo- 1996, los costes de personal han variado
geneizar la información contable hasta entre un 63% y un 83% del coste por
obtener un nivel de bondad tal que la ex- usuario, como muestra la siguiente tabla:

Tipología Entidad Servicio Coste Coste de % Otros %


plaza personal costes

1 1 57.340 41.285 72% 16.055 28%


1 57.264 42.375 74% 14.889 26%
<N
i-

1 1 17.306 14.364 83% 2.942 17%


2 2 12.845 8.151 63% 4.694 37%
1 187.160 149.728 80% 37.432 20%

3 1 1 1.234.227 975.039 79% 259.188 21 %

4 1 1 85.872 71.274 83% 14.598 17%

5 1 1 68.929 45.493 66% 23.436 34%

Nota: estimación, en miles de pesetas, de los datos presentados a junio de 1996 por las entidades afectadas

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Del repaso de las estructuras de per- directa se refiere —salarios, seguridad so-
sonal implantadas en las entidades del cial y gastos sociales—, la desviación del
sector, se observa que no existen mode- coste se sitúa en un 16,66 % del coste pro-
los de funcionamiento sino, más bien, sis- medio, como se deduce de la figura n.° 4).
temas adaptados a las necesidades deri- Disminuir esta dispersión supondría re-
vadas de la evolución experimentada por pasar cada estructura de personal exis-
cada una de ellas en los últimos años (por tente para poder confluir en una banda
ejemplo, en lo que a personal de atención salarial común.

Figura 4
Coste unitario del personal directo

Estos datos aconsejan que el análisis Finalmente, para calcular los precios
de la estructura de personal necesaria, di- del resto de conceptos de gasto —aque-
recta e indirecta, para la prestación de los llos componentes definidos que no son
servicios contemplados en la matriz, se personal y que aproximadamente signifi-
realice desde sus más diversas perspec- can un 25 % del coste/plaza— los criterios
tivas. En este sentido, podríamos indicar de cálculo dependerán de la validez de la
las siguientes: información ya depurada. En algunos ca-
sos, la explotación estadística nos permi-
— en función del tipo de atención: defi- tirá obtener inferencias con el suficiente
niciones de personal de atención direc- nivel de confianza; en otros, sin embargo,
ta y personal de atención indirecta, así la escasez de información tanto cualitativa
como de los ratios de personal para las como cuantitativa, nos empujará a la asig-
diferentes combinaciones tipología- nación de valores desde la propia expe-
servicio. riencia o desde unos precios de mercado
que podamos utilizar como referencia.
— en función de la naturaleza: clasifica-
ción de los costes de personal para ca- Delimitados todos los inputs, inter-
lificar la naturaleza discreta o continua medios y primarios, que conforman el
de los incrementos o decrementos en coste/plaza o, lo que es lo mismo, desgra-
el número de profesionales, motivados nada dicha variable en sus componentes
por variaciones en la dimensión asis- elementales, y conocidos los precios asig-
tencial ante cambios en el grado de nados a cada unidad de obra definida o
complejidad de los servicios. Pij, de las expresiones (2) y (3) podemos
deducir el cálculo de APU según el siguien-
— en función de la categoría profesional: te desarrollo:
creación de un marco remunerativo co-
mún para trabajadores de similares ca-
tegorías (iniciativa de profesionalización
del sector adoptada por el Gobierno La aportación por plaza y usuario para
Vasco a través del «Proyecto de Decreto una determinada combinación de servicio
sobre Servicios Sociales Residenciales y tipología se calculará como la diferencia
para la Tercera Edad»). entre la suma de los precios asignados a
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cada unidad de cada combinación com- aquí, ante la tendencia iniciada por la tasa
ponente-módulo y la aportación del usua- de cobertura pública desde el ejercicio
rio en función de sus disponibilidades 1994 (figura n.° 1), donde surge la nece-
económicas. sidad de redefinir los actuales repartos de
financiación mediante la intervención de
conceptos no contemplados hasta el mo-
3.2. Diseño del sistema de financiación mento, tales como el precio máximo, pre-
cio político, renta, patrimonio, responsabi-
Abordar el problema desde la única lidad subsidiaria, reconocimiento de deu-
perspectiva del coste, como hemos hecho da, etc.
hasta ahora, resuelve tan sólo la mitad del La disminución per cápita de los re-
problema. Si bien, todo el análisis previo cursos sociales destinados al sector que
nos permite la construcción de un sistema nos ocupa nos conduce al replanteamiento
homologado de los componentes de cada de los tradicionales sistemas de finan-
servicio definido, no indica, sin embargo, ciación, con el objetivo de redistribuir los
la tasa de financiación de cada agente in- recursos sociales de una manera más
terviniente (administraciones públicas y equitativa y racional, de acuerdo con las
usuarios); en definitiva, sabemos qué ha- conclusiones extraídas del desarrollo del
cer pero no sabemos cómo hacerlo. Es siguiente esquema:

Figura 5
Sistema de facturación

3.2.7. La financiación privada naturaleza rústica o urbana, propiedad del


usuario o unidad familiar a la que perte-
La financiación del usuario, cuyo es- nezca—. Junto a estos indicadores de la
quema de aplicación se encuentra actual- capacidad económica directa —respon-
mente en fase de estudio, recorrerá dife- sabilidad exclusiva del usuario— o indi-
rentes caminos hasta llegar a su punto recta —responsabilidad familiar directa o
final o cálculo. En los trayectos seguidos, subsidiaria—, analizaremos la incidencia
tres serán los conceptos manejados para de otros elementos. Entre los mismos, ci-
la fijación de la cuota del usuario: renta taremos el tipo de servicio prestado (pres-
total —rendimientos del trabajo, de pen- tación sustitutiva o no del domicilio), la
siones, de bienes inmuebles o cualquier capacidad jurídica (mayoría de edad, me-
otro concepto que constituya renta—, pa- nor o tutelado) y la responsabilidad fa-
trimonio realizable —títulos, valores, de- miliar (con o sin familia a cargo). Del aná-
rechos de crédito o depósitos bancarios— lisis combinado de estos conceptos y del
y patrimonio no realizable —valoración establecimiento de una serie de limitacio-
económica de los bienes inmuebles, de nes contributivas, obtendremos los argu-
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mentos necesarios para diseñar un sistema secuencia directa del nivel de ocupación o
de aportaciones privadas que sea sensible número de estancias producidas. Para
a los recursos económicos de los usuarios. ello, es imprescindible el desarrollo de un
nuevo método de adscripción de plaza
Obviamente, un sistema de éstas ca-
que permita el control de esas estancias,
racterísticas debe asegurar que las tasas
además de optimizar la gestión de las lis-
de cobertura asignadas a cada agente co-
tas de espera existentes.
financiador se cumplan. La potencial pre-
sencia de un incumplimiento de respon- Este cambio de perspectiva requerirá
sabilidades, aconseja el arbitraje de un un período de adaptación de todos los
sistema de control que garantice la co- agentes afectados a las nuevas interrela-
bertura de estas posibles deficiencias. A ciones que se definan. Es en este período,
modo orientativo, señalaremos: cuando el modelo introducirá progresiva-
mente los parámetros que identifican la
— medidas coercitivas hacia el usuario,
nueva realidad, en la intensidad y variedad
normalizadas a través del sistema de
que cada etapa de ajuste requiera. Así, en
adscripción de plaza adoptado (órde-
una primera aproximación, podríamos ci-
nes de baja, suspensión temporal de
tar las siguientes etapas: contraste entre el
plaza hasta la correspondiente regula-
sistema tradicional y una realidad simulada
rización, etc).
desde el nuevo modelo, definición de las
— asunción pública de las obligaciones estrategias de adaptación tras el análisis de
privadas, con el consiguiente diseño de los datos obtenidos en la primera etapa (fi-
alternativas recaudadoras de las canti- nanciación de las actuales estructuras de
dades no satisfechas por los usuarios servicios hasta su reconversión conforme a
(declaraciones de renta, disfrute de las exigencias del modelo propuesto) y, fi-
otras subvenciones, etc). nalmente, desarrollo de un mecanismo de
aportaciones forales.
3.2.2. La financiación pública Durante el período de adaptación, el
Históricamente, la Diputación Foral de sistema de facturación propuesto (teóri-
Gipuzkoa ha venido sufragando los costes camente basado en el concepto financiero
presentados por las entidades del sector, de punto muerto) debe buscar el equili-
a través de un instrumento común a todas brio entre los cobros y pagos teóricos del
ellas: el convenio. Un instrumento que se ejercicio, mediante la emisión de unos li-
ha caracterizado, en cuanto a la mecánica bramientos económicos que respondan al
de abono se refiere, por la rigidez de apli- trinomio adelanto-justificación-regulariza-
cación. Esta insensibilidad hacia variables ción. Superada esta etapa, la Administra-
como, por ejemplo, la ocupación, ha su- ción construirá su sistema de aportacio-
puesto que las cantidades presupuesta- nes sobre un doble eje: el potencial
das para cada institución se libraran al económico del usuario y/o su entorno y el
cien por cien y nunca en función de los uso o ausencia del servicio.
servicios realmente prestados. En tiem- No obstante, las desviaciones obser-
pos de bonanza, un sistema de factura- vadas no deberían alejarse peligrosamen-
ción que desprecie la consideración de te de los niveles tolerados. La ruptura del
ciertas variables podría justificarse como equilibrio arrancaría la aplicación de una
un lujo permisible; sin embargo, cuando serie de medidas correctoras que el mo-
las circunstancias no son tan favorables, delo no debe obviar.
el sistema debe reaccionar ante los pará-
metros que identifican la nueva realidad. Naturalmente, para que este procedi-
miento funcione con la normalidad reque-
El estudio pormenorizado de cada rida, dichas entidades cumplirán sus obli-
componente del coste/plaza, nos suminis- gaciones dentro de los plazos marcados;
trará la información requerida para discri- de lo contrario, ese pretendido equilibrio
minar los costes entre fijos o variables no se conseguiría, lo que puede derivar en
(naturaleza del gasto). Paralelamente, ob- el planteamiento de nuevas medidas que,
servaremos la incidencia del tamaño del dependiendo de la coyuntura, serán o no
servicio en el cálculo de dichos compo- asumidas por la administración pública.
nentes, con el objeto de condicionar los
mismos a la existencia o no de economías Sin embargo, la puesta en práctica de
de escala. Contrastada ésta, el sistema de un sistema de facturación limitado a la ex-
facturación diseñado repartirá la financia- clusiva consideración de los conceptos de
ción entre la administración pública y el gasto, supondría una descapitalización de
usuario, de tal manera que la suma de las entidades, en la medida que el activo
aportaciones forales y privadas sea con- necesario para el desarrollo de sus acti-
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vidades no se sustituyera (elementos de activos necesarios se reemplacen al
transporte, ayudas técnicas, bienes ofi- vencimiento de su vida útil, en una
máticos, aparatos de limpieza, instalacio- aplicación continuada del concepto de
nes de cocina, etc.). Incorporar esta nueva umbral de rentabilidad).
variable al análisis, supone complementar
no computarlas y abrir líneas de sub-
la financiación derivada de un sistema de
venciones en capital para la sustitución
gastos con las correspondientes dotacio-
de los bienes obsoletos (la imposibili-
nes a la amortización (figura n.° 6), me-
dad de crear fondos con que financiar
diante la asunción de una de las dos si-
el nuevo activo podría solventarse me-
guientes medidas:
diante la convocatoria de planes de
— computar las dotaciones a la amorti- ayuda a la inversión que, además de
zación como un componente más del especificar las cuotas de financiación
coste/plaza (capitalización de los flujos pública, normalizaría el activo asigna-
de caja positivos, de manera que los do a cada servicio).

Figura 6
Cobertura teórica de costes y pagos

3.3. Hipótesis de funcionamiento del — entidades con actividades igualmente


modelo complejas presentan estructuras de
coste y personal semejantes.
A medida que vayan superándose eta-
pas en los análisis técnico y económico, — relación biunívoca entre costes y tipo-
irán perfilándose las condiciones bajo las logía (cada centro de coste se identifi-
cuales el sistema modular es de aplica- cará únicamente con una determinada
ción. De no cumplirse estas hipótesis, se tipología)
financiará un coste diferente al estándar, — la imputación de las cargas de estruc-
potenciando el aumento de la dispersión tura a cada servicio será directamente
ya existente, cuando, precisamente, el ob-
proporcional a los costes soportados
jetivo final del sistema es minimizar la dis-
por cada organismo público financiador.
persión. Sin ánimo de relacionar todas las
posibles hipótesis resultantes, sí citare- — el precio de los servicios se ajustará a
mos algunas de las más relevantes: los estándares de calidad marcados.
— profesionales de idéntica categoría pre- — las cuotas de usuario serán función direc-
sentan costes salariales equivalentes. ta de sus disponibilidades económicas.
— servicios equiparables funcionan con Lógicamente, a medida que desarro-
los mismos ratios de personal. llemos la matriz «Catálogo de servicios»,
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el cuadro de premisas podría experimen- (un abanico de causas que pueden ir desde
tar variaciones. En cualquier caso, toda las conceptuales—errores de planteamien-
relación de hipótesis que se estime ne- to, lagunas, hipótesis fallidas, etc— hasta
cesario considerar, deberá permitir que las estructurales —inobservancia o inade-
cada mapa de tipologías-servicios-coste cuación de componentes, cambios en los
presente un mapa simétrico de agentes precios de los inputs, etc.—). Conocidas las
cofinanciadores. razones de ruptura del equilibrio, desde los
órganos competentes se desprenderán las
estrategias aplicables para la definición de
4. CONTROLES nuevas zonas de confluencia que nivelen la
balanza entre la previsión y los resultados
La definición de un procedimiento del sistema.
para el control de la calidad y la gestión Ahora bien, la verificación no se ceñirá
nos permitirá la obtención de una serie de únicamente a los aspectos económicos. El
indicadores basados en la realidad, sobre análisis técnico de la variable coste/plaza
los cuales contrastaremos las situaciones perfilará el grado de calidad de los servi-
teóricas derivadas del sistema modular cios sobre el que tipificaremos el precio.
de costes y financiación. El mecanismo de control de la calidad, a
día de hoy en fase de desarrollo, median-
La explotación y análisis de los datos
te la utilización de diferentes herramien-
arrojados por la implantación de un apro-
tas —muestreo estadístico para la reco-
piado modelo de control de la gestión, nos
gida de información cualitativa, técnicas
suministrará la información necesaria para
de inspección, normativa sobre acredita-
detectar las razones que motivan la exis-
ciones, etc— debe asegurar que la rela-
tencia de desviaciones entre los estándares
ción calidad/precio se mueva dentro de
y los valores realmente observados. Este
aquellos intervalos que los pronuncia-
método de control, que conjugará esen-
mientos técnicos consideren pertinentes.
cialmente información económica (presu-
Evidentemente, la medición de la calidad
puestos de los servicios concertados, cuen-
estará consensuada entre las partes inter-
tas de explotación, plantillas de personal,
vinientes en la normalización de la red
rotación de usuarios, número medio de es-
asistencial para personas con minusvalía:
tancias, etc.), se configura como el instru-
la administración pública competente y
mento de análisis sobre el que se sopor-
las entidades que gestionen los programas
tarán las sucesivas tomas de decisiones. El
para dar respuesta a las necesidades socia-
contraste entre los resultados reales y la si-
les planteadas por el sector afectado.
tuación teóricamente prevista nos ayudará
en la permanente revisión del sistema para ALEJANDRO GÓMEZ ORDOKI
la localización de las ineficacias del mismo ANDER ZAPIAIN USANDIZAGA

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